JMJ
Pax
† Lectura del santo            Evangelio según san Lucas 6, 36-38
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo dijo Jesús          a sus discípulos: 
          "Sean misericordiosos como su Padre es misericordioso. No          juzguen, y Dios no          los juzgará; no condenen, y Dios no los condenará; perdonen, y          Dios los          perdonará. Den, y Dios les dará: les darán una buena medida,          repleta, apretada,          desbordante. 
          Porque con la medida con que midan, Dios los medirá a ustedes".
          Palabra del Señor.
          Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos su            oración: Esto es          gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos          un Avemaría de          corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres          de Gracia, el          Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y          bendito es el fruto          de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por          nosotros pecadores,          ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus          intenciones y          misas! 
Aclaración: una          relación muere sin comunicación y          comunidad-comunión. Con Dios es          igual: las "palabras          de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son          fuente de vida espiritual          (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es          necesario visitarse,          y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en          la Eucaristía,          que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer          la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO          (Dios) a          Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos          el daño que          hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los          Corazones de Jesús y          de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c)          agradecemos y d)          pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la          salvación del          mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Lo que no          ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354
Película          completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295
Explicación:          http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
Si Jesús se            apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús            está aquí y lo            ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del              Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en              vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn            5,12). Si comulgamos            en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión)            con el Amor y            renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas            del Cordero            (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo            que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su            Sangre por nuestros            pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente            sin Amor: si una            novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del            Novio para            siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar.            Idolatramos aquello            que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía,            flojera). Por eso, es            pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y            fiestas (Catecismo            2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).          "Te amo,            pero quiero verte todos los días, y menos los de descanso".            ¿Qué pensaríamos si            un cónyuge le dice eso a otro? ¿Le ama realmente? Estamos en            el mundo para ser felices            para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección            del amor, es            necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide            la Cátedra de            Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar            debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo,              come y bebe su propia              condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados            mortales? no            confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989),            no comulgar al            menos en tiempo pascual (920), abortar (todos            los métodos anticonceptivos            no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a            decidir, derechos            (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación            natural sin causa            grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por            iglesia, demorar en            bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón,            borrachera,            drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de            venganza, ver            pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado,            etc. Si no            ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos            sorprende la muerte            sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno            (Catecismo 1033-41;            Mt. 5,22; 10,            28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados            mortales objetivamente,            pero subjetivamente,            pueden ser menos graves,            si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes,            ya no hay            excusa.
† Misal
lun 2a. Sem cuaresma
      Antífona de Entrada
      Sálvame, Señor, ten misericordia de mí.              Mi pie se mantiene en el camino              recto, en la asamblea bendeciré al Señor.
Oración Colecta
      Oremos:
            Señor, Padre santo, que para nuestro progreso espiritual nos            mandaste dominar            nuestro cuerpo mediante la austeridad; ayúdanos a libranos de            todo pecado y a            entregarnos al cumplimiento filial de tus mandamientos. 
            Por nuestro Señor Jesucristo...
            Amén.
Primera Lectura
      Hemos pecado, Señor, hemos cometido              iniquidades
Lectura del libro del profeta Daniel 9,              4-10
En aquellos            días, imploré al Señor mi Dios, e hice esta confesión: 
            "Señor Dios grande y terrible, que mantienes la alianza y eres            fiel con            aquellos que te aman y cumplen tus mandamientos. Nosotros            hemos pecado, somos            culpables de innumerables delitos; hemos sido perversos y            rebeldes y nos hemos            apartado de tus mandatos y preceptos. No hemos hecho caso a            tus siervos los            profetas, que hablaban en tu nombre a nuestros reyes, a            nuestros príncipes, a            nuestros antepasados y a todo el pueblo.
            Tú, Señor, eres justo; nosotros en cambio, hombres de Judá y            habitantes de            Jerusalén, nos sentimos hoy avergonzados; así como todos los            israelitas, tanto            los que están cerca, como los que están lejos en los países a            los que tú los            arrojaste por haberse rebelado contra ti.
            Nos sentimos, Señor, avergonzados, lo mismo que nuestros            reyes, príncipes y            antepasados, porque hemos pecado contra ti. Pero el Señor,            nuestro Dios, es            misericordioso y clemente, aunque nos hayamos rebelado contra            él y no hayamos            escuchado su voz ni practicado las leyes que nos dio por medio            de sus siervos            los profetas".
            Palabra de Dios.
            Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
      Sal 78, 8.9.11 y 13
Señor, no nos trates como merecen              nuestros pecados.
No recuerdes para castigarnos las culpas            de otros tiempos; compádecete            pronto de nosotros, porque estamos extenuados en la miseria.
            Señor, no nos trates como merecen nuestros pecados.
Ayúdanos, Dios salvador nuestro, por la            gloria de tu nombre; líbranos y            borra nuestros pecados, por tu nombre.
            Señor, no nos trates como merecen nuestros pecados.
Llegue hasta ti el lamento del cautivo,            con el poder de tu brazo salva a            los condenados a muerte. Y nosotros, que somos tu pueblo y            ovejas que tú            apacientas, te daremos gracias eternamente, cantaremos tus            alabanzas de            generación en generación. 
            Señor, no nos trates como merecen nuestros pecados.
Aclamación antes del            Evangelio
      Honor y              gloria a ti, Señor Jesús. 
            Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras            de vida eterna.
            Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Evangelio
      Perdonen              y serán perdonados
† Lectura              del santo Evangelio según san Lucas 6,              36-38
Gloria a              ti, Señor.
En            aquel tiempo dijo Jesús a            sus discípulos: 
            "Sean misericordiosos como su Padre es misericordioso. No            juzguen, y Dios            no los juzgará; no condenen, y Dios no los condenará;            perdonen, y Dios los            perdonará. Den, y Dios les dará: les darán una buena medida,            repleta, apretada,            desbordante. 
            Porque con la medida con que midan, Dios los medirá a            ustedes".
            Palabra del Señor.
            Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las            Ofrendas
      Recibe,            Señor, favorablemente            nuestras oraciones, y tú que nos concedes participar en esta            Eucaristía,            líbranos de las seducciones del pecado. 
            Por Jesucristo, nuestro Señor. 
            Amén.
Prefacio
      Los              frutos del ayuno
En            verdad es justo y            necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre            y en todo lugar,            Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,
            Porque con el ayuno corporal refrenas nuestras pasiones,            elevas nuestro            espíritu, nos das fuerza y recompensa, por Cristo, Señor            nuestro.
            Por él, 
            los ángeles y arcángeles y todos los coros celestiales            celebran tu gloria,            unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus voces            cantando            humildemente tu alabanza:
Antífona de la Comunión
      Sean misericordiosos como su Padre es              misericordioso, dice el Señor.
Oración después de la            Comunión
      Oremos:
            Señor, que esta comunión nos purifique de toda culpa y nos            haga partícipes de            las alegrías del cielo.
            Por Jesucristo, nuestro Señor.
            Amén
___________________________________________________________________________________________
† Meditación diaria
Cuaresma. 2ª          semana. Lunes
LA CONCIENCIA,          LUZ DEL ALMA
—          La conciencia ilumina toda la vida. Se puede deformar y          endurecer.
—          La conciencia bien formada. Doctrina y vida. Ejemplaridad.
—          Ser luz para los demás. Responsabilidad.
I. Si            oís hoy la voz de            Dios, no queráis endurecer vuestros corazones1, nos          repite la liturgia todos los          días de este tiempo litúrgico. Y cada día, de formas muy          diversas, Dios habla          al corazón de cada uno de nosotros.
«Nuestra          oración durante la Cuaresma va dirigida a despertar la          conciencia, a          sensibilizarla a la voz de Dios. No endurezcáis el corazón,          dice el          Salmista. En efecto, la muerte de la conciencia, su indiferencia          en relación al          bien y al mal, sus desviaciones son una gran amenaza para el          hombre. Indirectamente          son también una amenaza para la sociedad porque, en último          término, de la          conciencia humana depende el nivel de moralidad de la sociedad»2. La          conciencia es la luz del alma, de lo          más profundo del ser del hombre, y, si se apaga, el hombre se          queda a oscuras y          puede cometer todos los atropellos posibles contra sí mismo y          contra los demás.
Antorcha            de tu cuerpo son tus ojos3, dice el          Señor. Antorcha del alma es la          conciencia, y si está bien formada, ilumina el camino, el camino          que termina en          Dios, y el hombre puede avanzar por él. Aunque tropiece y caiga,          puede          levantarse y seguir adelante. Quien ha dejado que su          sensibilidad interior se          «duerma» o «muera» para las cosas de Dios, se queda sin señales          y desorientado.          Es la mayor desgracia que le puede ocurrir a un alma en esta          vida. ¡Ay            de los que llaman al mal bien y al bien mal -anuncia el          profeta          Isaías-, que de la luz hacen tinieblas y de las tinieblas            luz, y            truecan lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!4.
Jesús          compara la función de la conciencia a la del ojo en nuestra          vida. Si tu            ojo está sano, todo tu cuerpo está iluminado, pero si tu ojo            está enfermo,            también tu cuerpo queda en tinieblas. Mira, pues, no sea que            la luz que hay en            ti sea tinieblas5. Cuando el          ojo está sano se ven las cosas          tal como son, sin deformaciones. Un ojo enfermo no ve o deforma          la realidad,          engaña al propio sujeto, y la persona puede llegar a pensar que          los sucesos y          las personas son como ella los ve con sus ojos enfermos.
Cuando          alguien sufre un error en los asuntos de la vida diaria, por          haber hecho una          falsa estimación de los datos, ocasiona perjuicio y molestias,          que a veces          pueden ser de escasa importancia. Cuando en el error se ve          comprometida la vida          eterna, la trascendencia no tiene límites.
La          conciencia se puede deformar por no haber puesto los medios para          alcanzar la          ciencia debida acerca de la fe, o bien por una mala voluntad          dominada por la          soberbia, la sensualidad, la pereza... Cuando el Señor se queja          de que los          judíos no reciben su mensaje, afirma la voluntariedad de su          decisión –no          quieren creer6– y no pone la          causa en una dificultad          involuntaria: esta es más bien consecuencia de su libre          negativa: ¿Por            qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis sufrir mi            doctrina7. Las pasiones          y la falta de sinceridad          con uno mismo pueden llegar a forzar el entendimiento, para          pensar de otra          forma más acorde con un tono de vida o con unos defectos y malos          hábitos que no          se quieren abandonar. No hay entonces buena voluntad, el corazón          se endurece y          se adormece la conciencia, porque ya no señala la dirección          verdadera, la que          lleva a Dios; es como una brújula rota que desorienta a la          propia persona, y          frecuentemente a otras muchas. «El hombre que tiene el corazón          endurecido y la          conciencia deformada, aunque pueda tener la plenitud de las          fuerzas y de las          capacidades físicas, es un enfermo espiritual y es preciso hacer          cualquier cosa          para devolverle la salud del alma»8.
La          Cuaresma es un tiempo muy oportuno para pedirle al Señor que nos          ayude a          formarnos muy bien la conciencia, y para que examinemos si somos          radicalmente          sinceros con nosotros mismos, con Dios, y con aquellas personas          que en su          nombre tienen la misión de aconsejarnos.
II. La          luz que hay en nosotros no          brota de nuestro interior, de la propia subjetividad, sino de          Jesucristo. Yo            soy –ha dicho Él– la luz del mundo; el que me sigue no            anda en            tinieblas9. Su luz          esclarece nuestras conciencias;          más aún, nos puede convertir en luz que ilumine la vida de los          demás: vosotros            sois la luz del mundo10. Nos pone el          Señor en el mundo a todos          los cristianos para que señalemos con la luz de Cristo el camino          a los demás.          Lo haremos con nuestra palabra y, particularmente, a través de          nuestro          comportamiento en los deberes profesionales, familiares y          sociales. Por esto,          debemos conocer muy bien los límites de nuestras actuaciones con          arreglo a la          honradez humana y a la moral de Cristo; ser conscientes del bien          que podemos          realizar, y hacerlo; tener clara conciencia de aquello que en la          profesión no          puede hacer un hombre de bien y un buen cristiano, y evitarlo;          si hemos          cometido un error, pedir perdón, corregirlo, y reparar si          hubiese lugar a ello.          La madre de familia que tiene como tarea santificadora su hogar,          deberá          preguntarse en su oración si es ejemplar en sus deberes para con          Dios, si vive          la sobriedad, si domina su malhumor, si dedica el tiempo          necesario a los hijos          y a la casa... El empresario debe considerar con frecuencia si          pone todos los          medios necesarios para conocer la doctrina social de la Iglesia,          y si se empeña          en llevarla a la práctica en sus negocios, en el mundo de su          empresa, si paga          los salarios justos...
La          vida cristiana se enriquece al poner en práctica, en los asuntos          diarios, las          enseñanzas que el Señor nos hace llegar a través de su Iglesia.          La doctrina          cobra así toda su fuerza. Doctrina y vida son realidades de una          conciencia bien          formada. Cuando por ignorancia más o menos culpable se desconoce          la doctrina o          cuando, conociendo esta, no se lleva a la práctica, se hace          imposible llevar          una vida cristiana y avanzar en el camino de la santidad.
Todos          tenemos necesidad de formarnos una conciencia recta y delicada          que entienda con          facilidad la voz de Dios en los asuntos de la vida cotidiana. La          ciencia moral          debida y el esfuerzo por vivir las virtudes cristianas (doctrina          y vida) son          los dos aspectos esenciales de la formación de la conciencia. En          ocasiones,          ante situaciones menos claras que se presentan en nuestra          profesión deberemos          considerarlas delante de Dios, y cuando sea necesario recabar el          consejo          oportuno de aquellas personas que pueden esclarecer nuestra          conciencia, y luego          llevar a la práctica las decisiones que hayamos tomado, con          responsabilidad          personal. Nadie nos puede sustituir ni podemos delegar esta          responsabilidad.
En          el examen general y particular de conciencia aprendemos a ser          sinceros con          nosotros mismos, llamando a nuestros errores, flaquezas y faltas          de generosidad          por su nombre, sin enmascararlos con falsas justificaciones o          tópicos del          ambiente. La conciencia que no quiere reconocer sus faltas deja          al hombre a merced          de su propio capricho.
III.          Para el caminante que          verdaderamente desea llegar a su destino lo importante es tener          claro el          camino. Agradece las señales claras, aunque alguna vez indiquen          un sendero un          poco más estrecho y dificultoso, y huirá de los caminos que,          aunque sean anchos          y cómodos de andar, no conducen a ninguna parte... o llevan a un          precipicio.          Debemos tener el máximo interés en formar bien nuestra          conciencia, pues es la          luz que nos hace distinguir el bien del mal, la que nos lleva a          pedir perdón y          recuperar la senda del bien si la hubiésemos perdido. La Iglesia          nos          proporciona los medios, pero no nos exime del esfuerzo de          aprovecharlos con          responsabilidad.
En          nuestra oración de hoy podemos preguntarnos: ¿Dedico a mi          formación espiritual          el tiempo necesario, o me dejo absorber con frecuencia por las          demás cosas que          llenan el día? ¿Tengo un plan de lecturas, visto en la dirección          espiritual,          que me ayude a progresar en mi formación espiritual de acuerdo          con mi edad y          cultura? ¿Soy fiel a las indicaciones del Magisterio de la          Iglesia, sabiendo          que en él encuentro la luz de la verdad ante opiniones          contradictorias en          materia de fe, de enseñanzas sociales, etcétera, con las que          frecuentemente me          encuentro? ¿Procuro conocerlo y darlo a conocer? ¿Lo acato con          docilidad y          piedad? ¿Rectifico frecuentemente la intención ofreciendo las          obras a Dios,          teniendo en cuenta que los hombres tendemos a buscar el aplauso,          la vanidad, la          alabanza en lo que hacemos, y que por ahí entra muchas veces la          deformación en la          conciencia?
Necesitamos          luz y claridad para nosotros y para quienes están a nuestro          lado. Es muy grande          nuestra responsabilidad. El cristiano está puesto por Dios como          antorcha que          ilumina a otros en su caminar hacia Dios. Debemos formarnos «de          cara a esa          avalancha de gente que se nos vendrá encima, con la pregunta          precisa y          exigente: —"bueno, ¿qué hay que hacer?"»11. Los hijos,          los parientes, los colegas,          los amigos se fijan en nuestro comportamiento y hemos de          llevarlos a Dios. Y          para que el guía de ciegos no sea también ciego12 no          basta saber como de oídas,          por referencias; para llevar a nuestros parientes y amigos a          Dios no basta un          conocimiento vago y superficial del camino; es necesario          andarlo... Esto es:          tener trato con el Señor, ir conociendo cada vez con más          profundidad su          doctrina, tener una lucha concreta contra nuestros defectos. En          una palabra: ir          por delante en la lucha interior y en el ejemplo. Ser ejemplares          en la          profesión, en la familia... «Quien tiene la misión de decir          cosas grandes –dice          San Gregorio Magno–, está obligado igualmente a practicarlas»13. Y solo si          las practica será eficaz lo          que diga.
Jesucristo,          cuando quiso enseñar a los discípulos cómo habían de practicar          el espíritu de          servicio unos con otros, se ciñó él mismo una toalla y les lavó          los pies14. Eso debemos          hacer nosotros: dar a          conocer a Cristo siendo ejemplares en los quehaceres diarios,          convertir en vida          la doctrina del Señor.
1 Liturgia            de las horas.            Invitatorio para la Cuaresma, Sal 94, 8. — 2 Juan            Pablo II,Angelus 15-III-1981. — 3 Mt 11,          34. — 4 Is 5,          20-21. — 5 Lc 11,          34-35. — 6 Cfr. Lc13,          34; Jn 10,          38. — 7 Jn 8,          43. — 8 Juan            Pablo II, Ibídem. — 9 Jn 8,          12. — 10 Mt 5,          14. — 11 San            Josemaría Escrivá, Surco, n. 221. — 12 Cfr. Mt 15,          14.          — 13 San            Gregorio Magno, Regla pastoral, 2, 3. — 14 Cfr. Jn 13,          15.
___________________________________________________________________________________________
† Santoral               (si          GoogleGroups corta el texto,          lo encontrará en www.iesvs.org)
          San Patricio
  
"Yo            era como una piedra en una profunda mina; 
            y aquel que es poderoso vino, y en su misericordia, 
            me levantó y me puso sobre una pared." 
Dibujo          animado: http://www.gloria.tv/?media=166650
Película: http://www.gloria.tv/?media=278979
            Su Vida 
Nació          alrededor del año 387, en          Escocia, en Bennhaven Taberniae (pueblecito que hoy no se          encuentra en los          mapas). Murió en Irlanda alrededor del 461. No se conoce con          exactitud los          datos cronológicos del Apóstol de Irlanda.
Por          lo que el santo dice de si          mismo, se supone que era de origen romano-bretón. Su padre          Calpurnio era diácono          y oficial del ejercito romano; su madre era familia de San          Martín de Tours; su          abuelo había sido sacerdote ya que en aquellos tiempos no se          había impuesto aún          la ley del celibato sacerdotal en todo Occidente.
Se          afirma que fue alrededor del          año 403, a la edad de 16 años, que cayó prisionero de piratas          junto con otros          jóvenes para ser vendido como esclavo a un pagano del norte de          Irlanda llamado          Milcho. Lo sirvió cuidando ovejas. Trató de huir varias veces          sin éxito.
La          Divina Providencia aprovechó          este tiempo de esclavitud, de rudo trabajo y sufrimiento, para          espiritualizarlo, preparándolo para el futuro, ya que el mismo          dijo que hasta          entonces "aún no conocía al verdadero Dios", queriendo decir que          había          vivido indiferente a los consejos y advertencias de la Iglesia.
Se          cree que el lugar de su          cautiverio fue en las costas de Mayo, al borde del bosque de          Fochlad (o          Foclut). De ser así, el monte de Crochan Aigli, que fue          escenario del famoso          ayuno de San Patricio, también fue el lugar donde vivió los          tristes años de su          juventud.
Lo          mas importante es que para          entonces, como el lo dice: "oraba de continuo durante las horas          del día y          fue así como el amor de Dios y el temor ante su grandeza,          crecieron mas dentro          de mí, al tiempo que se afirmaba mi fe y mi espíritu se conmovía          y se          inquietaba, de suerte que me sentía impulsado a hacer hasta cien          oraciones en          el día y, por la noche otras tantas. Con este fin, permanecía          solo en los          bosques y en las montañas. Y si acaso me quedaba dormido, desde          antes de que          despuntara el alba me despertaba para orar, en tiempos de          neviscas y de          heladas, de niebla y de lluvias. Por entonces estaba contento,          porque lejos de          sentir en mi la tibieza que ahora suele embargarme, el espíritu          hervía en mi          interior".
Después          de seis años en tierra de          Irlanda y de haber rezado mucho a Dios para que le iluminara          sobre su futuro,          una noche soñó que una voz le mandaba salir huyendo y llegar          hasta el mar,          donde un barco lo iba a recibir. Huyendo, caminó mas de 300          kilómetros para          llegar a la costa. Encontró el barco, pero el capitán se negaba          rotundamente a          transportarlo. Sus reiteradas peticiones para que le dejasen          viajar gratis          fueron siempre rechazadas, hasta que al fin, después de mucho          orar con fervor,          el capitán accedió a llevarlo hasta Francia. La travesía fue          aventurada y          peligrosa. Después de tres días de tormenta en el mar, tocaron          tierra en un          lugar deshabitado de la costa, caminaron un mes sin encontrar a          nadie y hasta          las provisiones se agotaron. Patricio narra esa aventura          diciendo:
"llegó          el día en que el          capitán de la nave, angustiado por nuestra situación, me instaba          a pedir el          auxilio del cielo. '¿Cómo es que nos sucede esto, cristiano?          Dijiste que tu          Dios era grande y todopoderoso, ¿po rqué entonces no le diriges          una plegaria          por nosotros, que estamos amenazados de morir por hambre? Tal          vez no volvamos a          ver a un ser humano…' A aquellas súplicas yo respondí          francamente: 'Poned toda          vuestra confianza y volved vuestros corazones al Señor mi Dios,          para quien nada          es imposible, a fin de que en este día os envíe vuestro alimento          en abundancia          y también para los siguientes del viaje, hasta que estéis          satisfechos puesto          que El tiene de sobra en todas partes'. Fue entonces cuando          vimos cruzar por el          camino una piara de cerdos; mis compañeros los persiguieron y          mataron a muchos.          Ahí nos quedamos dos noches y, cuando todos estuvieron bien          satisfechos y hasta          los perros que aún sobrevivían, quedaron hartos, reanudamos la          caminata.          Después de aquella comilona todos mostraban su agradecimiento a          Dios y yo me          convertí en un ser muy honorable a sus ojos. Desde aquel día          tuvimos alimento          en abundancia."Finalmente llegaron a lugar habitado y así          Patricio quedó a          salvo a la edad de veintidós o veintitrés años y volvió a su          casa. Con el          tiempo, durante las vigilias de Patricio en los campos, se          reanudaron las          visiones y, a menudo, oía "las voces de los que moran mas allá          del bosque          Foclut, mas allá del mar del oeste y así gritaban todas al mismo          tiempo, como          si salieran de una sola boca, estas palabras: 'Clamamos a ti, oh          joven lleno de          virtudes, para que vengas entre nosotros nuevamente' ". "Eternas          gracias deben dársele a Dios, agrega, porque al cabo de algunos          años el Señor          les concedió aquello por lo que clamaban".
No          hay ninguna certeza respecto          al orden de los acontecimientos que se produjeron desde          entonces.
Los          primeros biógrafos del santo          dicen que Patricio pasó varios años en Francia antes de realizar          su trabajo de          evangelización en Irlanda. Existen pruebas firmes de que pasó          unos tres años en          la isla de Lérins, frente a Canes, y después se radicó en          Auxerre durante          quince años mas. También hay sólidas evidencias de que tenía          buenas relaciones          personales con el obispo San Germán de Auxerre. Durante este          tiempo le ordenaron          sacerdote.
Algunos          historiadores sostienen,          que en esa época hizo un viaje a Roma y que, el Papa Celestino I          fue quien le          envió a Irlanda con una misión especial, ya que su primer          enviado Paladio nunca          logró cumplir porque a los doce meses de haber partido murió en          el norte de          Britania. Para realizar esa misión encomendada por el Pontífice,          San Germán de          Auxerre consagró obispo a Patricio.
Puesto          que dependemos de datos          confusos, legendarios y muchas veces contradictorios, de sus          primeros biógrafos,          es materialmente imposible obtener detalles del heroico trabajo          en las tierras          donde había estado cautivo. La tradición afirma que trabajó en          el norte, en la          región de Slemish, que dicen fue la misma donde Patricio cuidaba          el ganado y          oraba a Dios cuando era un joven esclavo. Una anécdota que          antiguamente la          tenían por auténtica en Irlanda relata que cuando el amo se          enteró del regreso          de Patricio convertido en venerado predicador, se puso tan          furioso que prendió          fuego a su propia casa, pereciendo en medio de las llamas.
Se          afirma que, a su arribo a          tierras irlandesas, San Patricio permaneció una temporada en          Ulster, donde          fundó el monasterio de Saúl y que con la energía que lo          caracterizaba se          propuso la tarea de conquistar el favor del "Gran Rey"          Laoghaire, que          vivía con su corte en Tara, de la región de Meath.
Utilizaba          un lenguaje sencillo al          evangelizar. Por ejemplo, para explicarles acerca de la          Santísima Trinidad, les          presentaba la hoja del trébol, diciéndoles que así como esas          tres hojitas          forman una sola verdadera hoja, así las tres personas divinas,          Padre, Hijo y          Espíritu Santo, forman un solo Dios verdadero. Todos lo          escuchaban con gusto,          porque el pueblo lo que deseaba era entender.
San            Patricio y sus enemigos
          Sus          acérrimos opositores fueron          los druidas, representantes de los dioses paganos. También          sufrió mucho a manos          de los herejes pelagianos, que para arruinar su obra recurrieron          inclusive a la          calumnia. Para defenderse, Patricio escribió su Confessio. Por          fortuna poseemos          una colección bastante nutrida de esos escritos, que nos muestra          algo de el          mismo, como sentía y actuaba.
Circulaba          entre los paganos un          extraño vaticinio, una profecía, respecto al santo, que Muirchu,          su historiador          nos transmite textualmente así: "Cabeza de azuela (referencia a          la forma          aplanada de la cabeza tonsurada) vendrá con sus seguidores de          cabezas chatas, y          su casa (casulla o casuela, es decir casa pequeña) tendrá un          agujero para que          saque su cabeza. Desde su mesa clamará contra la impiedad hacia          el oriente de          su casa. Y todos sus familiares responderán, Amén, Amén". Los          augurios          agregaban esto todavía: "Por lo tanto, cuando sucedan todas          estas cosas,          nuestro reino, que es un reinado de idolatría, se derrumbará".
En la          evangelización, San          Patricio puso mucha atención en la conversión de los jefes,          aunque parece ser          que el mismo rey Laoghaire no se convirtió al cristianismo, pero          si, varios          miembros de su familia.
Consiguió          el amparo de muchos          jefes poderosos, en medio de muchas dificultades y constantes          peligros, incluso          el riesgo de perder la vida (mas de cinco veces) en su trato con          aquellos          bárbaros. Pero se notaba que había una intervención milagrosa de          Dios que lo          libraba de la muerte todas las veces que los enemigos de la          religión trataban          de matarlo. En un incidente que ocurrió en misión, su cochero          Odhran, quizás          por algún presentimiento, insistió en reemplazar al santo en el          manejo de los          caballos que tiraban del coche, por consiguiente fue Odhram          quien recibió el          golpe mortal de una lanza que estaba destinada a quitarle la          vida a San          Patricio.
No          obstante los contratiempos, el          trabajo de la evangelización de Irlanda, siguió firme. En varios          sitios de Irlanda,          construyó abadías, que después llegaron a ser famosas y          alrededor de ellas          nacieron las futuras ciudades. En Leitrim, al norte de Tara,          derribó al ídolo          de Crom Cruach y fue uno de los lugares donde edificó una de las          iglesias          cristianas. En la región de Connaught, realizó cosas notables.          En la población          de Tirechan se conservó para la posteridad la historia de la          conversión de          Ethne y Fedelm, hijas del rey Laoghaire. También existen las          narraciones de las          heroicas predicaciones de San Patricio en Ulster, en Leinster y          en Munster.
Por          su santidad, manifiesta en su          carácter su lenguaje sencillo al evangelizar y por el don de          hacer milagros,          San Patricio logró muchas victorias sobre sus oponentes paganos          y hechiceros.          Ese triunfo le sirvió para que los pobladores de Irlanda se          abrieran a la          predicación del cristianismo. De hecho hacen referencias en los          textos del          Senchus Mor (el antiguo código de las leyes irlandesas) a cierto          acuerdo          concertado en Tara entre los paganos y el santo y su discípulo          San Benigno (Benen).          Dicen esos libros que "Patricio convocó a los hombres del Erin          para que se          reunieran todos en un sitio a fin de conferenciar con él. Cuando          estuvieron          reunidos, se les predicó el Evangelio de Cristo para que todos          lo escucharan. Y          sucedió que, en cuanto los hombres del Erin escucharon el          Evangelio y          conocieron como este daba frutos en el gran poder de Patricio          demostrado desde          su arribo y al ver al rey Laoghaire y a sus druidas asombrados          por las grandes          maravillas y los milagros que obraba, todos se inclinaron para          mostrar su          obediencia a la voluntad de Dios y a Patricio".
Hay          muchas fantasías sobre las          confrontaciones de San Patricio con los magos druidas pero          también hay relatos          que tienen un trasfondo sin duda histórico. Dicen que un Sábado          Santo, cuando          nuestro santo encendió el fuego pascual, se lanzaron con toda su          furia a          apagarlo, pero por más que trataron no lo lograron. Entonces uno          de ellos          exclamó: "El fuego de la religión que Patricio ha encendido, se          extenderá          por toda la isla". Y se alejaron. La frase del mago se ha          cumplido; la religión          católica se extendió de tal manera por toda Irlanda, que hoy          sigue siendo un          país católico, iluminado por la luz de la religión de Cristo, y          que a su vez a          dado muchos misioneros a la Iglesia.
El            Sínodo
          Hay          muchas y buenas razones para          creer que San Patricio convocó a un sínodo, seguramente en          Armagh, no se mencionó          el sitio. Muchos de los decretos emitidos en aquella asamblea,          han llegado          hasta nosotros tal como fueron redactados, aunque no cabe dudas          que a varios de          ellos se le hicieron añadiduras y enmiendas. En esa época San          Patricio era ya          un anciano con la salud quebrantada por el desgaste físico de          sus austeridades          y de sus treinta años de viajes de evangelización. Probablemente          el sínodo haya          tenido lugar cuando los días del santo ya estaban contados
Vida            de Santidad
          Solo          llegaremos a comprender el          hondo sentimiento humano que tenía el santo y el profundo amor a          Dios que lo          animaba, si estudiamos detenidamente sus escritos contenidos en          las          "Confesiones", la Lorica y la carta a Coroticus de San Patricio.          Conoceremos el secreto de la extraordinaria impresión que          causaba a los que lo          conocían personalmente. Patricio era un hombre muy sencillo, con          un gran          espíritu de humildad. Decía que su trabajo misionero era la          simple actuación de          un mandamiento divino y que su aversión contra los pelagianos se          debía al absoluto          valor teológico que él atribuía a la gracia. Era profundamente          afectuoso, por          lo que vemos en sus escritos referirse tantas veces al inmenso          dolor que le          produjo separarse de su familia de sangre y de su casa, a la que          le unía un          gran cariño. Era muy sensible, le hacía sufrir mucho que digan          que trabajaba en          la misión que había emprendido para buscar provecho propio, por          eso insistía          tanto en el desinterés que lo animaban a seguir trabajando.
De          sus Confesiones:          "Incontables dones me fueron concedidos con el llanto y con las          lágrimas.          Contrarié a mis gentes y también, contra mi voluntad, a no pocos          de mis          mayores; pero como Dios era mi guía, yo no consentí en ceder          ante ellos de          ninguna manera. No fue por mérito propio, sino porque Dios me          había conquistado          y reinaba en mí. Fue El quien se resistió a los ruegos de los          que me amaban, de          suerte que me aparté de ellos para morar entre los paganos de          Irlanda, a fin de          predicarles el Evangelio y soportar una cantidad grande de          insultos por parte          de los incrédulos, que me hacían continuos reproches y que aun          desataban          persecuciones contra mí, en tanto que yo sacrificaba mi libertad          en su          provecho. Pero si acaso se me considera digno, estoy pronto a          dar hasta mi vida          en nombre de Dios, sin vacilaciones y con gozo. Es mi vida la          que me propongo          pasar aquí hasta que se extinga, si el Señor me concede esa          gracia".
La            santidad da frutos 
          El          buen éxito de la misión de San          Patricio se debe ante todo a su fe por la que se disponía a          cualquier          sacrificio y a la inteligente organización que supo crear en esa          isla, carente          de ciudades y dividida en muchas tribus o clanes, dirigidos por          un jefe          independiente cada una. El supo adaptarse a las condiciones          sociales del lugar,          formando un clero local, consagró obispos y sacerdotes y fundo          monasterios y          pequeñas comunidades cristianas dentro del mismo clan, sin          rechazar usos ni          costumbres tradicionales. Tuvo la feliz idea de que el obispo de          cada región          fuera al mismo tiempo el Abad o superior del monasterio más          importante del lugar,          así cada obispo era un fervoroso religioso y tenía la ayuda de          sus monjes para          enseñar la religión al pueblo. Las vocaciones que consiguió para          el sacerdocio          y la vida religiosa fueron muchísimas.
La          obra de evangelización pudo          progresar rápidamente gracias también a que San Patricio atrajo          muchos discípulos          fieles, como Benigno quién estaba destinado a sucederle. Siempre          fue muy fiel a          la Iglesia y, a pesar de la distancia, el santo se mantenía en          contacto con          Roma. En el año 444 se fundó la iglesia catedral de Armagh (hoy          Armoc), la sede          principal de Irlanda, dato que está asentado en los "Anales de          Ulster". Es probable que no haya pasado mucho tiempo antes que          Armagh se          convirtiera en un gran centro de educación y administración.
San          Patricio, en el transcurso de          30 años de apostolado, convirtió al cristianismo a "toda          Irlanda". El          propio santo alude, mas de una vez, a las "multitudes", a los          "muchos miles" que bautizó y confirmó. "Ahí", dice San Patricio,          "donde jamás se había tenido conocimiento de Dios; allá, en          Irlanda, donde          se adoraba a los ídolos y se cometían toda suerte de          abominaciones, ¿cómo ha          sido posible formar un pueblo del Señor, donde las gentes puedan          llamarse hijos          de Dios? Ahí se ha visto que hijos e hijas de los reyezuelos          escoceses, se          transformen en monjes y en vírgenes de Cristo". Sin embargo,          como es          lógico pensar, el paganismo y el vicio no habían desaparecido          por completo. En          las "Confesiones", que fueron escritas hacia el fin de su vida,          dice          el santo: "A diario estoy a la espera de una muerte violenta, de          ser          robado, de que me secuestren para servir como esclavo, o de          cualquier otra          calamidad semejante". Pero más adelante agrega: "Me he puesto en          manos del Dios de misericordia, del Todopoderoso Señor que          gobierna toda cosa          y, como dijo el profeta: 'Deja tus cuidados con el Señor y El          proveerá la          manera de aliviarlos". En esta confianza estaba, sin duda su          incansable          valor y la firme decisión de San Patricio a lo largo de su          heroica carrera. Su          fortaleza de no permitir a los enemigos del catolicismo que          propagaran por allí          sus herejías, fue una de las razones para que Irlanda se haya          conservado tan          católica.
La          obra del incansable misionero          dio muchos frutos con el tiempo: Lo vemos en el maravilloso          florecimiento de          santos irlandeses. Logró reformar las leyes civiles de Irlanda,          consiguió que          la legislación fuera hecha de acuerdo con los principios          católicos, lo cual ha          contribuido a que esa nación se haya conservado firme en la fe          por mas de 15          siglos, a pesar de todas las persecuciones. 
Según          un cronista de Britania,          Nennius, San Patricio subió a una montaña a rezar y hacer ayuno          y "desde          aquella colina, Patricio bendijo al pueblo de Irlanda y, el          objeto que          perseguía al subir a la cima, era el de orar por todos y el de          ver el fruto de          sus trabajos…Después, en edad bien avanzada, fue a recoger su          recompensa y a          gozar de ella eternamente. Amén". Patricio murió y fue sepultado          en el año          461, en Saúl, región de Stragford Lough, donde había edificado          su primera          iglesia. 
De acuerdo a la tradición          crisitana, San Patricio hizo          uso de un trébol 
          de tres hojas para catequisar a los paganos irlandeses sobre el          dogma
          de la Santísima Trinidad.
Faeth          Fiada
        Lorica            de San Patricio / La            Coraza de San Patricio
(versión            larga) 
Me          levanto hoy
          Por medio de poderosa fuerza, 
          la invocación de la Trinidad,
          Por medio de creer en sus Tres Personas,
          Por medio de confesar la Unidad,
          Del Creador de la Creación.
Me          levanto hoy
          Por medio de la fuerza del nacimiento de Cristo y su bautismo,
          Por medio de la fuerza de Su crucifixión y su sepulcro,
          Por medio de la fuerza de Su resurrección y asunción,
          Por medio de la fuerza de Su descenso para juzgar el mal.
Me          levanto hoy
          Por medio de la fuerza del amor de Querubines,
          En obediencia de Ángeles, En servicio de Arcángeles,
          En la esperanza que la resurrección encuentra recompensa,
          En oraciones de Patriarcas,En palabras de Profetas,
          En prédicas de Apóstoles, En inocencia de Santas Vírgenes,
          En obras de hombres de bien.
Me          levanto hoy
          Por medio del poder del cielo:
          Luz del sol,
          Esplendor del fuego,
          Rapidez del rayo,
          Ligereza del viento,
          Profundidad de los mares,
          Estabilidad de la tierra,
          Firmeza de la roca.
Me          levanto hoy
          Por medio de la fuerza de Dios que me conduce:
          Poder de Dios que me sostiene,
          Sabiduría de Dios que me guía,
          Mirada de Dios que me vigila,
          Oído de Dios que me escucha,
          Palabra de Dios que habla por mí,
          Mano de Dios que me guarda,
          Sendero de Dios tendido frente a mí,
          Escudo de Dios que me protege,
          Legiones de Dios para salvarme
          De trampas del demonio,
          De tentaciones de vicios,
          De cualquiera que me desee mal,
          Lejanos y cercanos,
          Solos o en multitud.
Yo          invoco éste día todos estos          poderes entre mí y el malvado,
          Contra despiadados poderes que se opongan a mi cuerpo y alma,
          Contra conjuros de falsos profetas,
          Contra las negras leyes de los paganos,
          Contra las falsas leyes de los herejes,
          Contra obras y fetiches de idolatría,
          Contra encantamientos de brujas, forjas y hechiceros,
          Contra cualquier conocimiento corruptor de cuerpo y alma.
Cristo          escúdame hoy
          Contra filtros y venenos, Contra quemaduras,
          Contra sofocación, Contra heridas,
          De tal forma que pueda recibir recompensa en abundancia.
Cristo          conmigo, 
          Cristo frente a mí, 
          Cristo tras de mí,
          Cristo en mí, Cristo a mi diestra,
          Cristo a mi siniestra,
          Cristo al descansar, 
          Cristo al levantar,
          Cristo en el corazón de cada hombre que piense en mí,
          Cristo en la boca de todos los que hablen de mí,
          Cristo en cada ojo que me mira, 
          Cristo en cada oído que me escucha.
Me          levanto hoy
          Por medio de poderosa fuerza, la invocación de la Trinidad,
          Por medio de creer en sus Tres Personas,
          Por medio de confesar la Unidad,
          Del Creador de la Creación.
          
        (traducción del un antiguo texto            irlandés)        
(versión corta) 
Cristo          conmigo,
          Cristo ante mí,
          Cristo tras de mí,
          Cristo en mí,
          Cristo bajo mí,
          Cristo sobre mí,
          Cristo a mi derecha,
          Cristo a mi izquierda,
          Cristo cuando me acuesto,
          Cristo cuando me siento,
          Cristo cuando me levanto,
          Cristo en el corazón de todo hombre
          que piensa en mí,
          Cristo en la boca de todo hombre
          que hable de mí,
          Cristo en todo ojo que me ve,
          Cristo en todo oído que me escucha.
___________________________________________________________________________________________
Juan Sarkander, Santo          Sacerdote y Mártir, Marzo 17   
              
 Presbítero y Mártir              Martirologio Romano: En Olomuc, en Moravia, san Juan                      Sarkander, presbítero y mártir, que, siendo párroco                      de Holesov, por negarse revelar el secreto de                      confesión fue sometido al suplicio de la rueda y,                      arrojado a la cárcel cuando aún respiraba, falleció                      apenas un mes más tarde (1620). Jan Sarkander, sacerdote diocesano y                    mártir de la fidelidad al servicio ministerial, y en                    particular, al secreto del sacramento de la confesión,                    nació el 20 de diciembre de 1576 en la ciudad de                    Skoczbw, en Silesia, entonces en el principado de                    Cieszyn, que desde 1291 formaba parte del reino de                    Bohemia. Fue hijo de Gregorio Matias Sarkander y de                    Elena Gorecka.   |           
___________________________________________________________________________________________
Gertrudis de Nivelles, Santa          Abadesa, Marzo 17   
              
 Abadesa              Martirologio Romano: En Nivelles, en Brabante, santa                      Gertrudis, abadesa, la cual, nacida de muy preclara                      estirpe, recibió de san Amadeo el sagrado velo de                      las vírgenes, presidió sabiamente el monasterio                      construido por su madre y, asidua en la lectura de                      las Escrituras, consumió su vida con la austeridad                      de vigilias y ayunos (659). Nació en Bravante (Bélgica) en el año                    626, murió en Ivi el 17 de Marzo de 659.  |           
___________________________________________________________________________________________
Gabriel Lalemant, Santo Mártir          jesuita, Marzo 17   
              
 Mártir Jesuita              Martirologio Romano: En la región de los hurones, en                      Canadá, pasión de san Gabriel Lalemant, presbítero                      de la Compañía de Jesús, que con celo valeroso                      difundió la gloria de Dios en el mismo idioma de los                      pueblos de aquel lugar, antes de que él mismo fuese                      torturado por los idólatras. Su memoria se celebra,                      con la de sus compañeros, el día diecinueve de                      octubre (1649). Nació en París, Francia, el 3 de octubre                    de 1610.  |           
___________________________________________________________________________________________
Fuente: Vatican.va 
        Juan Nepomuceno Zegrí y            Moreno, Beato          Presbítero y Fundador, Marzo 17   
              
 Presbítero y Fundador               |           
___________________________________________________________________________________________
Fuente: Martirologio Romano 
        Otros Santos y Beatos          Completando el santoral de este día, Marzo 17   
              
 Santos Mártires de Alejandría, mártires  |           
___________________________________________________________________________________________
Fuentes:          IESVS.org; EWTN.com;          Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es ,          misalpalm.com, Catholic.net
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/ 
Si NO desea el evangelio,          santoral y meditación diaria          y sólo artículos interesantes censurados por la prensa (la          mayoría), unos 4 por          semana escriba a: ave-maria-purisima+subscribe@googlegroups.com (responder el mensaje de          confirmación).
Para de-suscribirse          escribir desde su casilla de email          a:
Evangelio+unsubscribe@googlegroups.com
Si no se desuscribe es          porque recibe el mensaje en su          otro email que le reenvía al actual: debe escribir desde ese          otro email.








