JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 1-7
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, la gente se aglomeraba por millares hasta no poder caminar. Entonces Jesús,
dirigiéndose principalmente a sus discípulos, dijo:
"Cuídense de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Porque no hay nada oculto que no llegue a descubrirse, ni nada secreto que no llegue a conocerse. Por eso, lo que digan en la oscuridad, se dirá a plena luz, y lo que digan en voz baja y en privado, se proclamará desde las azoteas. A ustedes, amigos míos, les digo: No teman a los que matan el cuerpo, y no pueden hacer nada más.
Les voy a decir a quién deben temer: teman al que tiene poder para matar y después arrojar al lugar de castigo. A ése es a quien hay que temer. ¿No se venden cinco pajarillas por muy poco dinero? Sin embargo, ni de uno solo de ellos se olvida Dios. Más aún, hasta los cabellos de su cabeza están contados. No teman; ustedes valen más que todos los pajarillas".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354
Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). ¿Qué pensaríamos de un cónyuge que le dice a su pareja: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html
Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.
† Misal
vie 28a. Ordinario año Par
Antífona de Entrada
Escucha, Señor, mi voz y mis clamores y ven en mi ayuda; no me rechaces, no me abandones, Dios, salvador mío.
Oración Colecta
Oremos:
Dios nuestro, fuerza de todos los que en ti confían, ayúdanos con tu gracia, sin la cual nada puede nuestra humana debilidad, para que podamos serte fieles en la observancia de tus mandamientos.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
Primera Lectura
Ya antes esperábamos en Cristo. Ustedes han sido marcados con el Espíritu Santo
Lectura de la carta del apóstol según Pablo a los Efesios 1, 11-14
Hermanos: Con Cristo somos herederos también nosotros. A ésto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad. Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos un himno de alabanza a su gloria. En él también ustedes, después de escuchar la palabra de la verdad, el Evangelio de su salvación, al creer en Cristo han sido marcados con el Espíritu Santo prometido, garantía de nuestra herencia mientras llega la liberación del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su gloria.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Sal 32, 1-2.4-5.12-13
Alabemos al Señor con alegría.
Alégrense, justos, en el Señor, que la alabanza es propia de los buenos; den gracias al Señor con el arpa, toquen para él la lira de diez cuerdas.
Alabemos al Señor con alegría.
La palabra del Señor es sincera, todas sus acciones son leales; él ama la justicia y el derecho, el amor del Señor llena la tierra.
Alabemos al Señor con alegría.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que se eligió como herencia. Desde los cielos mira el Señor, y ve a todos los hombres.
Alabemos al Señor con alegría.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Muéstrate bondadoso con nosotros, Señor, puesto que en ti hemos confiado.
Aleluya.
Evangelio
Todos los cabellos de su cabeza están contados
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 1-7
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, la gente se aglomeraba por millares hasta no poder caminar. Entonces Jesús,
dirigiéndose principalmente a sus discípulos, dijo:
"Cuídense de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Porque no hay nada oculto que no llegue a descubrirse, ni nada secreto que no llegue a conocerse. Por eso, lo que digan en la oscuridad, se dirá a plena luz, y lo que digan en voz baja y en privado, se proclamará desde las azoteas. A ustedes, amigos míos, les digo: No teman a los que matan el cuerpo, y no pueden hacer nada más.
Les voy a decir a quién deben temer: teman al que tiene poder para matar y después arrojar al lugar de castigo. A ése es a quien hay que temer. ¿No se venden cinco pajarillas por muy poco dinero? Sin embargo, ni de uno solo de ellos se olvida Dios. Más aún, hasta los cabellos de su cabeza están contados. No teman; ustedes valen más que todos los pajarillas".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Dios nuestro, que en estos dones que te presentamos nos has otorgado el pan que alimenta y el sacramento que da nueva vida, haz que nunca llegue a faltarnos este sustento del cuerpo y del espíritu.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
La alabanza, don de Dios
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Pues aunque no necesitas nuestra alabanza, ni nuestras bendiciones te enriquecen, tú inspiras y hacer tuya nuestra acción de gracias, para que nos sirva de salvación, por Cristo, Señor nuestro.
A quien alaban los ángeles y los arcángeles, proclamando sin cesar:
Antífona de la Comunión
El Padre que vive me ha enviado y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí, dice el Señor.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Te rogamos, Señor, que aumente en nosotros la acción de tu poder, para que, alimentados con estos sacramentos, tu gracia nos disponga a recibir las promesas con que los enriqueces.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
Dia 17/10 San Ignacio de Antioquía (obispo y mártir, rojo)
Antífona de Entrada
Estoy clavado con Cristo en la cruz; ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mí; vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó por mí.
Oración Colecta
Oremos:
Dios eterno y todopoderoso, que has querido glorificar a tu Iglesia con el testimonio de tus mártires concédenos que, el glorioso martirio que mereció a san Ignacio una corona inmortal, fortalezca cada vez más nuestra fe.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Somos ciudadanos del cielo
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 3, 17-21; 4,1
Hermanos: Sean todos ustedes imitadores míos y observen la conducta de aquellos que viven el ejemplo que les he dado a ustedes. Porque, como muchas veces se lo he dicho a ustedes, y ahora se lo repito llorando, hay muchos que viven como enemigos de la cruz de Cristo. Esos tales acabarán en la perdición, porque su Dios es el vientre, se enorgullecen de lo que deberían avergonzarse y sólo piensan en cosas de la tierra.
Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos que venga nuestro salvador, Jesucristo. El transformará nuestro cuerpo miserable en un cuerpo glorioso, semejante al suyo, en virtud del poder que tiene para someter a su dominio todas las cosas.
Hermanos míos, a quienes tanto quiero y extraño: ustedes, hermanos míos amadísimos, que son mi alegría y mi corona, manténganse fieles al Señor.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 33
El Señor me libró de todos mis temores.
Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor; que se alegre su pueblo al escucharlo.
El Señor me libró de todos mis temores.
Proclamemos qué grande es el Señor y alabemos su nombre. Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores.
El Señor me libró de todos mis temores.
Vuélvanse a él y quedarán radiantes, jamás se sentirán decepcionados. El Señor siempre escucha al afligido, de su tribulación lo pone a salvo.
El Señor me libró de todos mis temores.
A quien teme al Señor, el ángel del Señor lo salva y cuida. ¡Prueben! Verán qué bueno es el Señor; dichoso quien en él confía.
El Señor me libró de todos mis temores.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Dichoso el hombre que sufre la tentación porque, después de haberla superado, recibirá en premio la corona de la vida.
Aleluya.
Evangelio
Si el grano de trigo muere, producirá mucho fruto
Lectura del santo Evangelio según san Juan 12, 24-26
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
"Yo les aseguro que si el grano de trigo sembrado en la tierra, no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde; el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se asegura para la vida eterna.
El que quiera servirme, que me siga, para que donde yo esté, también esté mi servidor. El que me sirve será honrado por mi Padre".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios, que después de purificar como trigo de Cristo a san Ignacio de Antioquía, lo aceptaste como pan inmaculado, dígnate aceptar los dones que tu Iglesia te presenta.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
Significado y ejemplaridad del martirio
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque la sangre del glorioso mártir san Ignacio de Antioquía, derramada, como la de Cristo, para confesar tu nombre, manifiesta las maravillas de tu poder; pues en su martirio, Señor, has sacado fuerza de lo débil, haciendo de la fragilidad tu propio testimonio, por Cristo, Señor nuestro.
Por eso,
como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te aclamamos diciendo sin cesar:
Antífona de la Comunión
Soy trigo de Cristo, escribió san Ignacio de Antioquía, seré triturado por los dientes de las fieras y transformado así en pan inmaculado.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Que el Cuerpo y la Sangre de Cristo que hemos recibido, Señor, al conmemorar el martirio de san Ignacio, nos dé nuevas fuerzas para que, con las palabras y con las acciones, nos manifestemos auténticos cristianos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
† Meditación diaria
28ª semana. Viernes
EL FERMENTO DE LOS FARISEOS
— La hipocresía de los fariseos.
— El cristiano, un hombre sin doblez.
— Amar la verdad y darla a conocer.
I. Se reunió tal muchedumbre para ver a Jesús que se atropellaban unos a otros. Y entre tantos como le rodeaban, el Maestro se dirigió en primer lugar a sus discípulos con esta advertencia: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Y añadió: Nada hay oculto que no sea descubierto, ni secreto que no llegue a saberse. Porque cuanto hayáis dicho en la oscuridad será escuchado a la luz; cuanto hayáis hablado al oído bajo este techo será pregonado sobre los terrados1.
La palabra hipócrita designaba en el mundo griego antiguo al actor que, con una máscara y un disfraz, asumía una personalidad ajena. Fingía ante el público ser otro, frecuentemente muy lejano a su propia realidad: unas veces era rey y, otras, mendigo o general. Le bastaba con ocultar su propio ser detrás de la máscara y tomar cualidades y sentimientos postizos. Su papel se desarrollaba cara al público, teniendo como regla suprema de su actuación la aprobación y el aplauso de la galería.
El ser íntimo –la levadura– de muchos fariseos era la hipocresía, el actuar de cara a los demás y no de cara a Dios. Su vida era tan falsa como la de los actores durante la representación. Cayeron en la tentación de darle gran importancia al juicio de los hombres –¡tan endeble y pasajero!– y descuidar el de Dios. El Señor les dirá en otra ocasión que son semejantes a sepulcros blanqueados: por fuera parecen hermosos y por dentro están llenos de huesos que se pudren2. En realidad llevaban una doble vida: una llena de máscaras, de apariencias, de falsedad, que andaba pendiente del concepto que los hombres tenían de ellos; otra, descuidada y poco generosa, de cara a Dios.
El Señor quiere para los suyos una levadura, un modo de ser, bien distinto. Quiere que tengamos ante Él y ante los demás una única vida, sin máscaras, sin disfraces, sin mentiras. Hombres y mujeres de una pieza, que van con la verdad por delante.
II. Jesús mismo nos enseñó el modo de comportarnos: Sea vuestro modo de hablar sí, sí, o no, no; lo que pasa de esto, de mal principio procede3. En el trato con los demás la palabra del hombre debe bastar. El sí debe ser sí y el no, no. El Señor quiso realzar el valor y la fuerza de la palabra de un hombre de bien que se siente comprometido por lo que dice.
Nuestra palabra y nuestra actuación de cristianos y de hombres honrados ha de tener un gran valor delante de los demás, porque hemos de buscar siempre y en todo la verdad, huyendo de la hipocresía y de la doblez. En las situaciones normales de la vida debe bastar la palabra del cristiano para dar toda la fuerza necesaria a lo que afirma o promete. La verdad es siempre un reflejo de Dios y debe ser tratada con respeto. Si tenernos el hábito de decir siempre la verdad, aun en asuntos que parecen intrascendentes, nuestra palabra tendrá una gran fuerza, "como la firma de un notario", que no se pone en entredicho. Así imitamos al Señor.
Muy lejos de lo que ha de ser un cristiano está el hombre de ánimo doble, inconstante en todos sus caminos4, que presenta una personalidad o unas ideas, como los actores, según el público que tenga delante. Es un hombre de ánimo doble –comenta San Beda– "el que aquí quiere regocijarse con el mundo, y allí reinar con Dios"5.
Hoy se hace especialmente urgente para el cristiano el ser un hombre, una mujer, de una sola palabra, de "una sola vida", sin utilizar máscaras o disfraces ante situaciones en las que puede ser costoso mantener la verdad, sin preocuparse excesivamente del "qué dirán" y echando lejos los respetos humanos, rechazando toda hipocresía. La veracidad es la virtud que inclina a decir siempre la verdad y a manifestarse al exterior tal como se es interiormente6, enseña Santo Tomás de Aquino. Con todo, se darán casos en los que no estemos obligados a manifestar la verdad, y aun, en ocasiones, es deber grave de justicia no revelarla: pueden ser motivos de secreto profesional, de seguridad pública u otras graves razones, entre las que destaca el sigilo sacramental del confesor y lo que hace referencia a la dirección espiritual. En esos casos caben diversos modos de ocultar la verdad, sin incurrir en la mentira. También, cuando el que pregunta no tiene derecho alguno a conocer la verdad y, en casos extremos, actúa como injusto agresor, perdiendo incluso el derecho a no ser engañado. Pero, "no olvidemos, por lo demás, que con frecuencia es culpa nuestra el que nos hagan preguntas indiscretas. Si guardásemos mejor el recogimiento y el silencio, no nos las harían o nos las formularían rarísimas veces"7.
Imitemos al Señor en su amor a la verdad. Formulemos el propósito de huir de la mentira y de todo aquello que suene a falso e hipócrita. "Leías en aquel diccionario los sinónimos de insincero: "ambiguo, ladino, disimulado, taimado, astuto"... —Cerraste el libro, mientras pedías al Señor que nunca pudiesen aplicarte esos calificativos, y te propusiste afinar aún más en esta virtud sobrenatural y humana de la sinceridad"8.
III. Dice Jesús: Yo soy la Verdad9. Él tiene la verdad en plenitud, y esta nos vino por medio de Él10. Toda su enseñanza, también su vida y su muerte, constituyen un testimonio de la Verdad11. Aquel en quien está la verdad es de Dios y, por tanto, tiene el oído atento para escuchar a Dios12.
La verdad tuvo su origen en Dios y la mentira en la oposición consciente a Él. Por eso llama Jesús al demonio padre de la mentira, porque la mentira comenzó con él. Y el que miente tiene al diablo como padre13. Por eso, la enseñanza moral de la Iglesia reprueba no solo la falsedad que produce un daño al prójimo, sino que también desaprueba a los que –sin acarrear daño al prójimo– "mienten por recreo y diversión, y a los que lo hacen por interés y utilidad"14.
La falta de veracidad que se manifiesta en la mentira o en la hipocresía, o en la falta de "unidad de vida", revela una discordia interior, una fractura de la misma personalidad humana. Un hombre, una mujer así es como una campana rota: carece de buen sonido. El testimonio que el Señor manifestó acerca de Natanael, indicando que era un israelita sin doblez15, es lo más bello que se puede decir de un hombre: "en él no hay doblez; es de una pieza". Eso mismo debe poderse decir de cada uno de nosotros, de cada cristiano.
Estamos en una época en la que se valora extraordinariamente la sinceridad, pero a la que, por contraste, se le ha llamado el tiempo de los impostores, de la falsedad y de la mentira16. Entre otros, pueden ser a veces impostores "los hombres de la gran prensa, que, divulgando indiscreciones sensacionalistas e insinuaciones calumniosas...", confunden a sus lectores. A la "gran prensa" se le podrían añadir en muchas ocasiones el cine, la radio, la televisión... Estos instrumentos, que por su naturaleza han de ser transmisores de la verdad, "si los manipula gente astuta, a fuerza de bombardear a los receptores con colores sonorizados y de una persuasión tanto más eficaz cuanto más oculta, son capaces de hacer que los hijos acaben odiando al mejor de los padres y la gente vea blanco lo que es negro"17, que se cambien los criterios morales de una sociedad. Siempre que tengamos esos medios a nuestro alcance, los usaremos para hacer llegar la verdad a la sociedad, principalmente sobre esos temas que, por su trascendencia, marcan el futuro de un pueblo: la defensa de la vida, desde su concepción; la dignidad de la familia y de la persona; la justicia social; el derecho al trabajo; la preocupación por los más débiles... Muchas veces, esos medios están al alcance de todos: una carta, una llamada por teléfono, participar en una encuesta o en un programa de la radio..., nos pueden permitir que muchos oigan la doctrina de la Iglesia sobre esas materias, o manifestar la disconformidad con un programa o artículo que conculca los fundamentos morales de un hombre de bien. No dejemos de actuar pensando que es poco lo que podemos hacer. Muchos pocos cambian el rumbo de una sociedad.
Al terminar nuestra oración, acudamos a Nuestra Señora para vivir en todo momento la verdad sin componendas, y para darla a conocer sin las trabas de los respetos humanos o de la pereza, causante de tantas omisiones. Pidámosle una vida sin doblez, sin la hipocresía que echó en cara Jesús a aquellos fariseos.
""Tota pulchra es Maria, et macula originalis non est in te!" —¡toda hermosa eres, María, y no hay en ti mancha original!, canta la liturgia alborozada. No hay en Ella ni la menor sombra de doblez: ¡a diario ruego a Nuestra Madre que sepamos abrir el alma en la dirección espiritual, para que la luz de la gracia ilumine toda nuestra conducta!
"—María nos obtendrá la valentía de la sinceridad, para que nos alleguemos más a la Trinidad Beatísima, si así se lo suplicamos"18.
1 Lc 12, 1-3. — 2 Cfr. Mt 23, 27. — 3 Mt 5, 37. — 4 Cfr. Sant 1, 8. — 5 San Beda, Comentario a la Carta del Apóstol Santiago, 1, 8. — 6 Cfr. Santo Tomás, Suma Teológica, 2-2, q. 109, a. 3 ad 3. — 7 R. Garrigou-Lagrange, Las tres edades de la Vida interior, vol. II, p. 717. — 8 San Josemaría Escrivá, Surco, n. 337. — 9 Jn 14, 6. — 10 Cfr. Jn 1, 14; 17. — 11 Cfr. Jn 18, 37. — 12 Cfr. Jn 8, 44. — 13 Cfr. Jn 8, 42 ss. — 14 Catecismo Romano, III, 9, n. 23. — 15 Cfr. Jn 1, 47. — 16 Cfr. A. Luciani, Ilustrísimos señores, p. 141 ss. — 17 Ibídem, pp. 141-142. — 18 San Josemaría Escrivá, o. c., n. 339.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
San Ignacio de Antioquía
Mártir
Año 107
Ignacio significa: "lleno de fuego" (Ingeus: fuego).
Nuestro santo estaba lleno de fuego de amor por Dios.
Antioquía era una ciudad famosa en Asia Menor, en Siria, al norte de Jerusalén. En esa ciudad (que era la tercera en el imperio Romano, después de Roma y Alejandría) fue donde los seguidores de Cristo empezaron a llamarse "cristianos". De esa ciudad era obispo San Ignacio, el cual se hizo célebre porque cuando era llevado al martirio, en vez de sentir miedo, rogaba a sus amigos que le ayudaran a pedirle a Dios que las fieras no le fueran a dejar sin destrozar, porque deseaba ser muerto por proclamar su amor a Jesucristo.
Dicen que fue un discípulo de San Juan Evangelista. Por 40 años estuvo como obispo ejemplar de Antioquía que, después de Roma, era la ciudad más importante para los cristianos, porque tenía el mayor número de creyentes.
Mandó el emperador Trajano que pusieran presos a todos los que no adoraran a los falsos dioses de los paganos. Como Ignacio se negó a adorar esos ídolos, fue llevado preso y entre el perseguidor y el santo se produjo el siguiente diálogo.
- ¿Por qué te niegas a adorar a mis dioses, hombre malvado?
- No me llames malvado. Más bien llámame Teóforo, que significa el que lleva a Dios dentro de sí.
- ¿Y por qué no aceptas a mis dioses?
- Porque ellos no son dioses. No hay sino un solo Dios, el que hizo el cielo y la tierra. Y a su único Hijo Jesucristo, es a quien sirvo yo.
El emperador ordenó entonces que Ignacio fuera llevado a Roma y echado a las fieras, para diversión del pueblo.
Encadenado fue llevado preso en un barco desde Antioquía hasta Roma en un largo y penosísimo viaje, durante el cual el santo escribió siete cartas que se han hecho famosas. Iban dirigidas a las Iglesias de Asia Menor.
En una de esas cartas dice que los soldados que lo llevaban eran feroces como leopardos; que lo trataban como fieras salvajes y que cuanto más amablemente los trataba él, con más furia lo atormentaban.
El barco se detuvo en muchos puertos y en cada una de esas ciudades salían el obispo y todos los cristianos a saludar al santo mártir y a escucharle sus provechosas enseñanzas. De rodillas recibían todos su bendición. Varios se fueron adelante hasta Roma a acompañarlo en su gloriosos martirio.
Con los que se adelantaron a ir a la capital antes que él, envió una carta a los cristianos de Roma diciéndoles: "Por favor: no le vayan a pedir a Dios que las fieras no me hagan nada. Esto no sería para mí un bien sino un mal. Yo quiero ser devorado, molido como trigo, por los dientes de las fieras para así demostrarle a Cristo Jesús el gran amor que le tengo. Y si cuando yo llegue allá me lleno de miedo, no me vayan a hacer caso si digo que ya no quiero morir. Que vengan sobre mí, fuego, cruz, cuchilladas, fracturas, mordiscos, desgarrones, y que mi cuerpo sea hecho pedazos con tal de poder demostrarle mi amor al Señor Jesús". ¡Admirable ejemplo!.
Al llegar a Roma, salieron a recibirlo miles de cristianos. Y algunos de ellos le ofrecieron hablar con altos dignatarios del gobierno para obtener que no lo martirizaran. Él les rogó que no lo hicieran y se arrodilló y oró con ellos por la Iglesia, por el fin de la persecución y por la paz del mundo. Como al día siguiente era el último y el más concurrido día de las fiestas populares y el pueblo quería ver muchos martirizados en el circo, especialmente que fueran personajes importantes, fue llevado sin más al circo para echarlo a las fieras. Era el año 107.
Ante el inmenso gentío fue presentado en el anfiteatro. Él oró a Dios y en seguida fueron soltados dos leones hambrientos y feroces que lo destrozaron y devoraron, entre el aplauso de aquella multitud ignorante y cruel. Así consiguió Ignacio lo que tanto deseaba: ser martirizado por proclamar su amor a Jesucristo.
Algunos escritores antiguos decían que Ignacio fue aquel niño que Jesús colocó en medio de los apóstoles para decirles: "Quien no se haga como un niño no puede entrar en el reino de los cielos" (Mc. 9,36).
San Ignacio dice en sus cartas que María Santísima fue siempre Virgen. Él es el primero en llamar Católica, a la Iglesia de Cristo (Católica significa: universal).
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Fuente: Archidiócesis de Madrid
Juan de Licópolis, Santo Ermitaño, Octubre 17
Ermitaño Martirologio Romano: En Licópolis, de Egipto, san Juan, eremita, que entre sus muchas virtudes se distinguió por su espíritu profético (s. IV). Nació en Licópolis, hoy Asiut, en los comienzos del siglo IV y pasó la mayor parte de su vida en la Tebaida, dedicado a la oración y a la penitencia. Parece ser que nació en el seno de una familia pobre y que tuvo en la juventud la profesión de carpintero. |
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Rodolfo, Santo Obispo de Gubbio, 17 Octubre
Obispo de Gubbio Etimológicamente significa "lobo glorioso". Viene de la lengua alemana. |
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Fuente: Franciscanos.org
Contardo Ferrini, Beato Jurista, 17 Octubre
Jurista
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Celia o Cilina, Santa Virgen, Octubre 17
Virgen Etimología: Celia = la que vino del cielo, viene de la lengua latina. |
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Fuente: Foros.marianistas.org
Fidel Fuidio Rodriguez, Beato Mártir Marianista, 17 Octubre
Nació en Yécora (Alava) el 24 de abril de 1880. Hizo el Postulantado marianista en Vitoria (España) y en Pontacq (Francia) de 1892 a 1896 y emitió sus primeros votos en la Compañía de María en 1897. |
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Isidoro Gagelin, Santo Mártir, 17 Octubre
Nació en Montperreaux diócesis de Besancom (Francia) en 1799. |
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Fuente: EWTN.com
Pedro Casani, Beato Sacerdote Escolapio, 17 Octubre
Nacido en Lucca, Italia, en 1572. Impresionado por la muerte ejemplar de su madre, él se sentía llamado entrar en la Congregación de la Virgen Bendita, fundado en Lucca por San Juan Leonardi. Antes de entrar en el noviciado había estudiado con los franciscanos en Lucca. Se ordenó en la Basílica de Lateran y se realizó su ministerio sacerdotal predicando, oyendo confesiones y en el cuidado pastoral de juventud para quienes fundó la Congregación de Nuestra Señora el Nieve en Lucca. |
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Raimondo Stefano Bou Pascual, Beato Mártir español, 17 Octubre
Raimondo fue un sacerdote español nacido en Benimanteil, España, el 12 de Octubre de 1903. Muerto en La Nucia el 17 de Octubre de 1936. |
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Fuente: Catholic.org
Ricardo Gwyn, Santo Mártir Inglés, 17 Octubre
Uno de los cuarenta Mártires de Inglaterra y Gales. también llamado Richard White, nació en Montgomeryshire, Gales, en 1547, y estudió en la Universidad de Cambridge, Inglaterra. |
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Tarsila Cordoba Belda, Beata Mártir española, 17 Octubre
Nació en Sollana en 1861, madre de tres hijos, viuda, asesinada en Algemesí el 17 de Octubre de 1936. |
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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