JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san            Lucas 11, 27-28
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la          multitud, una mujer de          entre la gente dijo en voz alta: 
          "¡Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te          amamantaron!"
          Pero Jesús respondió: 
          "Más bien, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la          ponen en          práctica".
          Palabra del Señor.
          Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos tu            oración: Esto es          gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos          un Avemaría de          corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres          de Gracia, el          Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y          bendito es el fruto          de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por          nosotros pecadores,          ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus          intenciones de          Misa! 
Aclaración: una          relación muere sin comunicación y          comunidad-comunión. Con Dios es          igual: las "palabras          de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son          fuente de vida espiritual          (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es          necesario visitarse,          y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en          la Eucaristía,          que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer          la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO          (Dios) a          Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos          el daño que          hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los          Corazones de Jesús y          de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c)          agradecemos y d)          pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la          salvación del          mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Lo que no          ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354
Película          completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295
Explicación:          http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
Si Jesús se            apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús            está aquí y lo            ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del              Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en              vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn            5,12). Si comulgamos            en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión)            con el Amor y            renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas            del Cordero            (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo            que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su            Sangre por nuestros            pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente            sin Amor: si una            novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del            Novio para            siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar.            Idolatramos aquello            que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía,            flojera). Por eso, es            pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y            fiestas (Catecismo            2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).          ¿Qué            pensaríamos de un cónyuge que le dice a su pareja: "Te amo,            pero no quiero            verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama            realmente? Estamos en            el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la            santidad, la            perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es            posible, diaria,            como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en            la tierra (Canon            904). Antes de            comulgar debemos confesar todos los pecados mortales:            "quien come y bebe sin              discernir el Cuerpo,              come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm            14,23). ¿Otros            pecados mortales? no confesarse con el            Sacerdote al menos una vez al            año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos            los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos),            promover el aborto            (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación            artificial),            planificación natural sin causa grave, deseo o actividad            sexual fuera del matrimonio            por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón,            borrachera, drogas, comer            a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver            pornografía, robo            importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html
Si no            ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos            sorprende la muerte            sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno            (Catecismo 1033-41;            Mt. 5,22; 10,            28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados            mortales objetivamente,            pero subjetivamente,            pueden ser menos graves,            si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes,            ya no hay            excusa.
† Misal
sab          27a. Ordinario año Par
      Antífona de Entrada
      Dice el              Señor: Tengan designios de paz y no de aflicción, me              invocarán y yo los              escucharé, los congregaré sacándolos de los países y              comarcas por donde los              dispersé.
Oración            Colecta
      Oremos:
            Señor, Dios nuestro, concédenos vivir siempre alegres en tu            servicio, porque en            servirte a ti, creador de todo bien, consiste el gozo pleno y            verdadero.
            Por nuestro Señor Jesucristo...
            Amén.
Primera            Lectura
      Todos              ustedes son hijos dé Dios por la fe
Lectura              de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 3, 22-29
Hermanos: La Escritura            presenta todas las cosas bajo el dominio del pecado, para que            la promesa hecha            a los creyentes se cumpla por medio de la fe en Jesucristo.
            Antes que llegara la fe, eramos prisioneros de la ley y            esperábamos            encarcelados que se manifestará la fe. La ley nos sirvió de            acompañante para            conducirnos a Cristo y así poder recibir la salvación por            medio de la fe. Efectivamente,            todos son hijos de Dios en Cristo Jesús mediante la fe, pues            todos los que han            sido consagrados a Cristo por el bautismo, de Cristo han sido            revestidos. Ya no            hay distinción entre judío o no judío, esclavo o libre, hombre            o mujer, porque            todos son uno en Cristo Jesús. Y si son de Cristo, son también            descendencia de            Abrahán y herederos según la promesa.
            Palabra de Dios.
            Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
      Sal              104, 2-3.4-5.6-7
El              Señor nunca olvida sus promesas.
Cántenle,            toquen en su honor, proclamen sus maravillas; gloríense de su            nombre santo, que            se alegren los que buscan al Señor.
            El Señor nunca olvida sus promesas.
Recurran            al Señor y a su poder, busquen su rostro sin descanso,            recuerden las maravillas            que hizo, sus portentos y sus justas decisiones.
            El Señor nunca olvida sus promesas.
Descendencia            de Abrahán, su siervo, hijos de Jacob, su elegido: el Señor es            nuestro Dios, en            toda la tierra están en vigor sus decretos.
            El Señor nunca olvida sus promesas.
Aclamación            antes del Evangelio
      Aleluya, aleluya.
            Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en            práctica, dice el            Señor. 
            Aleluya.
Evangelio
      Dichosa la mujer que te              llevó en su seno
† Lectura del santo              Evangelio según san Lucas 11, 27-28
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, mientras            Jesús hablaba a la multitud, una mujer de entre la gente dijo            en voz alta: 
            "¡Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te            amamantaron!"
            Pero Jesús respondió: 
            "Más bien, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la            ponen en            práctica".
            Palabra del Señor.
            Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración            sobre las Ofrendas
      Concédenos, Señor, que esta            ofrenda sea agradable a tus ojos, nos alcance la gracia de            servirte con amor y            nos consiga los gozos eternos.
            Por Jesucristo, nuestro Señor.
            Amén.
Prefacio            
      Proclamación del misterio de              Cristo
En verdad es justo y            necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre            y en todo lugar,            Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo,            Señor nuestro.
            Porque, unidos en la caridad, celebramos la muerte de tu Hijo,            con fe viva            proclamamos su resurrección, y con esperanza firme anhelamos            su venida            gloriosa.
            Por eso,
            Con todos los ángeles y santos, te alabamos proclamando sin            cesar:
Antífona de la Comunión
      Para mí              lo bueno es estar junto a Dios, hacer del Señor mi refugio.
Oración después de la Comunión
      Oremos:
            Ahora que hemos recibido el don sagrado de tu Eucaristía,            humildemente te            pedimos, Señor, que el memorial que tu Hijo nos mandó celebrar            aumente la            caridad en nosotros.
          Por            Jesucristo, nuestro señor.
            Amén
Dia          11/10 Santa Soledad          Torres Acosta (virgen, blanco)
      Antífona          de Entrada
      Celebremos con alegría la fiesta de esta            santa, porque el Señor del            universo la ha colmado de su amor.
Oración          Colecta
      Oremos:
          Tú que colmaste de dones celestiales a santa Soledad          Torres,virgen, concédenos,          Señor, imitar su entrega a ti, aquí en la tierra y compartir con          ella tu gloria          en el cielo.
          Por nuestro Señor Jesucristo...
          Amén.
Primera          Lectura
      Si nos amamos unos a otros, Dios permanece            en nosotros
Lectura de la primera carta del apóstol            san Juan 4, 7-16
Queridos hermanos: Amémonos unos a otros, ya          que el amor es de Dios, y          todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama          no ha conocido          a Dios, porque Dios es Amor. En esto se manifestó el amor que          Dios nos tiene:          en que Dios mandó al mundo a su Hijo único, para que vivamos por          medio de él.          En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a          Dios, sino en que          él nos amó y nos envió a su Hijo, como propiciación por nuestros          pecados.          Queridos hermanos: si Dios nos amó de esta manera, también          nosotros debemos          amarnos unos a otros. A Dios nadie le ha visto nunca. Si nos          amamos unos a          otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en          nosotros a su          plenitud. En esto conocemos que permanecemos en él y él en          nosotros: en que nos          ha dado de su Espíritu. Y nosotros hemos visto y damos          testimonio de que el          Padre envió a su Hijo para ser Salvador del mundo. Quien          confiese que Jesús es          el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. Y nosotros          hemos conocido          el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios es Amor, y          quien          permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.
          Palabra de Dios.
          Te alabamos, Señor.
Salmo          Responsorial
      Del salmo 130
Guarda mi alma en la paz, junto a ti,            Señor.
Señor, mi corazón no es ambicioso, ni mis          ojos altaneros; no pretendo          grandezas que superan mi capacidad.
          Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
Sino que acallo y modero mis deseos, como un          niño en brazos de su madre.
          Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
Espere Israel en el Señor, ahora y por          siempre.
          Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
Aclamación          antes del          Evangelio
      Aleluya, aleluya.
          Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados y yo los          aliviaré, dice el          Señor.
          Aleluya.
Evangelio
      Cada vez que lo hicieron con cada uno de            estos mis humildes hermanos,            conmigo lo hiciste
Lectura del santo Evangelio según san            Mateo 25, 31-46
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
          "Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los          ángeles con él,          se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él          todas las          naciones. El separará a unos de otros, como un pastor separa las          ovejas de las          cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su          izquierda".
          Entonces dirá el rey a los de su derecha:
          Vengan ustedes, benditos de mi Padre; hereden el reino preparado          para ustedes          desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me dieron de          comer; tuve          sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me hospedaron;          estuve desnudo, y me          vestisteis; enfermo, y me visitaron; en la cárcel, y vinieron a          verme".
          Entonces los justos le contestarán:
          "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed          y te dimos          de beber?, ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo          y te          vestimos?, ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a          verte?"
          Y el rey les dirá:
          "Les aseguro que cada vez que lo hicieron con uno de estos mis          humildes          hermanos, conmigo lo hicieron".
          Y entonces dirá a los de su izquierda:
          "Apártense de mí, malditos;vayan al fuego eterno preparado para          el diablo          y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me dieron de comer; tuve          sed, y no me          dieron de beber; fui forastero, y no me hospedaron; estuve          desnudo, y no me          vistieron; enfermo y en la cárcel, y no me visitaron".
          Entonces también éstos contestarán:
          "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, o con sed, o forastero, o          desnudo, o          enfermo, o en la cárcel, y no te asistimos?"
          Y él replicará:
          "Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con uno de éstos,          los          humildes, tampoco lo hicieron conmigo".
          Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna".
          Palabra del Señor.
          Gloria a ti, Señor.
Oración          sobre las Ofrendas
      Acepta, Señor, los dones que te presentamos          y haz que esta Eucaristía          nos ayude a superar nuestra inclinación al pecado para que, a          ejemplo de santa          Soledad Torres, virgen, podamos vivir según el Evangelio.
          Por Jesucristo, nuestro Señor.
          Amén.
Prefacio
      La vida consagrada a Dios es un signo Del            Reino de los cielos
En verdad es justo y necesario que te          alaben, Señor, tus criaturas del          cielo y de la tierra.
          Porque al celebrar a los santos que por amor al Reino de los          cielos se          consagraron a Cristo, reconocemos tu Providencia admirable, que          no cesa de          llamar al hombre a la santidad primera, para hacerlo participar          ya desde ahora          de la vida que gozará en el cielo, por Cristo nuestro Señor.
          Por eso,
          con todos los ángeles y santos, te alabamos, proclamando sin          cesar:
Antífona          de la Comunión
      Las cinco vírgenes prudentes llevaron            frascos de aceite con las            lámparas. A medianoche se oyó una voz: Ya viene el esposo;            salgan al encuentro            de Cristo, el Señor.
Oración          después de la          Comunión
      Oremos:
          Señor que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos recibido,          S nos ayuden a          despegar nuestro corazón de las cosas terrenas para que, a          ejemplo de santa          Soledad Torres, virgen, podamos amarte más cada día.
        Por          Jesucristo,          nuestro Señor.
          Amén.
† Meditación          diaria
27ª          semana. Sábado
ORACIONES          A LA MADRE DE JESÚS
— La          Virgen nos conduce siempre a su Hijo.
— El          Santo Rosario, la oración preferida de la Virgen.
—          Frutos de la devoción a Santa María.
I.          Estaba Jesús hablando a la multitud como en tantas ocasiones. Y          una mujer del          pueblo alzó la voz y gritó: Bienaventurado el vientre que te            llevó y los            pechos que te criaron1. Jesús se acordaría en          aquellos momentos          de su Madre y le llegaría muy dentro del Corazón la alabanza de          la mujer          desconocida. El Señor la debió de mirar complacido y con          agradecimiento.          "Emocionada en lo más profundo del corazón ante las enseñanzas          de Jesús, ante          su figura amable, aquella mujer no puede contener su admiración.          En sus          palabras reconocemos una muestra genuina de la religiosidad          popular siempre          viva entre los cristianos a lo largo de la historia"2.          Aquel día comenzó          a cumplirse el Magnificat: ...me llamarán bienaventurada            todas las            generaciones. Una mujer, con la frescura del pueblo, había          comenzado lo que          no terminará hasta el fin de los tiempos.
Jesús,          recogiendo la alabanza, hace aún más profundo el elogio a su          Madre: Bienaventurados            más bien los que escuchan la palabra de Dios y la guardan.          María es          bienaventurada, ciertamente, por haber llevado en su seno          purísimo al Hijo de          Dios y por haberlo alimentado y cuidado, pero lo es aún más por          haber acogido          con extrema fidelidad la palabra de Dios. "A lo largo de la          predicación de          Jesús, recogió (María) las palabras con las que su Hijo,          situando el Reino más          allá de las consideraciones de la carne y de la sangre, proclamó          bienaventurados a quienes escuchaban y guardaban la palabra de          Dios, como Ella          misma lo hacía con fidelidad (cfr. Lc 2, 19; 5 l)"3.
Este          pasaje del Evangelio4 que se lee en la Misa de hoy          nos enseña una          excelente forma de alabar y de honrar al Hijo de Dios: venerar y          enaltecer a su          Madre. A Jesús le llegan muy gratamente los elogios a María. Por          eso nos          dirigimos muchas veces a Ella con tantas jaculatorias y          devociones, con el rezo          del Santo Rosario. "Del mismo modo que aquella mujer del          Evangelio –señalaba el          Papa Juan Pablo II– lanzó un grito de bienaventuranza y de          admiración hacia          Jesús y su Madre, así también vosotros, en vuestro afecto y en          vuestra          devoción, soléis unir siempre a María con Jesús.          Comprendéis que la          Virgen María nos conduce a su divino Hijo, y que Él escucha          siempre las          súplicas que se le dirigen a su Madre"5. La Virgen es          la senda más          corta para llegar a Cristo y, por Él, a la Trinidad Beatísima.          Honrando a          María, siendo de verdad hijos suyos, imitaremos a Cristo y          seremos semejantes a          Él. "Porque María, habiendo entrado íntimamente en la Historia          de la Salvación,          une en sí y, en cierta manera, refleja las más grandes          exigencias de la fe;          mientras es predicada y honrada atrae a los creyentes hacia su          Hijo y su          sacrificio, y hacia el amor del Padre"6. Con Ella          vamos bien          seguros.
II.          Nosotros nos unimos a ese largo desfile de gentes tan diversas          que a través de          los siglos se han acercado a honrar a María. Nuestra voz se une          a ese clamor          que no cesará jamás. También nosotros hemos aprendido a ir a          Jesús a través de          María, y en este mes, siguiendo la costumbre de la Iglesia, lo          hacemos cuidando          con más empeño el rezo del Santo Rosario, "que es fuente de vida          cristiana.          Procurad rezarlo a diario, solos o en familia, repitiendo con          gran fe esas          oraciones fundamentales del cristiano, que son el Padrenuestro,          el Avemaría y          el Gloria –exhortaba el Romano Pontífice–. Meditad esas escenas          de la vida de          Jesús y de María, que nos recuerdan los misterios de gozo, dolor          y gloria.          Aprenderéis así en los misterios gozosos a pensar en Jesús que          se hizo pobre y          pequeño: ¡un niño!, por nosotros, para servirnos; y os sentiréis          impulsados a          servir al prójimo en sus necesidades. En los misterios dolorosos          os daréis          cuenta de que aceptar con docilidad y amor los sufrimientos de          esta vida –como          Cristo en su Pasión–, lleva a la felicidad y a la alegría, que          se expresa en          los misterios gloriosos de Cristo y de María a la espera de la          vida eterna"7.
El          Rosario es la oración preferida de Nuestra Señora8,          plegaria que          llega siempre a su Corazón de Madre y nos dispensa incontables          gracias y          bienes. Se ha comparado esta devoción a una escalera, que          subimos escalón a          escalón, acercándonos "al encuentro con la Señora, que quiere          decir al          encuentro con Cristo. Porque esta es una de las características          del Rosario, la          más importante y la más hermosa de todas: una devoción que a          través de la          Virgen nos lleva a Cristo. Cristo es el término de esta larga y          repetida          invocación a María. Se habla a María para llegar a Cristo"9.
¡Qué          paz nos debe dar repetir despacio el Avemaría,          deteniéndonos quizá en          alguna de sus partes!: Dios te salve, María... y el          saludo, aunque lo          hayamos repetido millones de veces, nos suena siempre nuevo. Santa            María...            ¡Madre de Dios!... ruega por nosotros... ¡ahora! Y Ella          nos mira y sentimos          su protección maternal. "La piedad –lo mismo que el amor– no se          cansa de          repetir con frecuencia las mismas palabras, porque el fuego de          la caridad que          las inflama hace que siempre contengan algo nuevo"10.
III. La          devoción a la Virgen no es de ninguna manera "un sentimiento          estéril y          pasajero, o vana credulidad"11, propio de personas de          corta edad o          de escasa formación. Por el contrario –sigue afirmando el          Concilio Vaticano          II–, procede "de la verdadera fe, por la que somos inclinados a          reconocer la          preeminencia de la Madre de Dios y somos impulsados a un amor          filiar hacia          Nuestra Señora y a la imitación de sus virtudes"12.          El amor a la          Virgen nos impulsa a imitarla y, por tanto, al cumplimiento fiel          de nuestros          deberes, a llevar la alegría allí donde vamos. Ella nos mueve a          rechazar todo          pecado, hasta el más leve, y nos anima a luchar con empeño          contra nuestros          defectos. Contemplar su docilidad a la acción del Espíritu Santo          en su alma es          estímulo para cumplir la voluntad de Dios en todo tiempo,          también cuando nos          cuesta. El amor que nace en nuestro corazón al tratarla es el          mejor remedio          contra la tibieza y contra las tentaciones de orgullo y          sensualidad.
Cuando          hacemos una romería o visitamos algún santuario dedicado a          Nuestra Madre del          Cielo, hacemos una buena provisión de esperanza. ¡Ella misma –Spes            nostra–          es nuestra esperanza! Siempre que rezamos con atención el Santo          Rosario y nos          detenemos para meditar unos instantes cada uno de los misterios          que en él se          nos proponen, nos encontramos con más fuerzas para luchar, con          más alegría y          deseos de ser mejores. "No se trata tanto de repetir fórmulas,          cuanto de hablar          como personas vivas con una persona viva, que, si no la          veis con los          ojos del cuerpo, podéis sin embargo verla con los ojos de la            fe. La          Virgen, de hecho, y su Hijo Jesús, viven en el Cielo una vida          mucho más "viva"          que esta nuestra –mortal– que vivimos aquí abajo.
"El          Rosario es un coloquio confidencial con María, una conversación          llena de          confianza y abandono. Es confiarle nuestras penas, manifestarle          nuestras          esperanzas, abrirle nuestro corazón. Declararnos a su          disposición para todo          aquello que Ella, en nombre de su Hijo, nos pida. Prometerle          fidelidad en toda          circunstancia, incluso la más dolorosa y difícil, seguros de su          protección,          seguros de que, si lo pedimos, Ella nos obtendrá siempre de su          Hijo todas las          gracias necesarias para nuestra salvación"13.
Hagamos          el propósito en este sábado mariano de ofrecerle con más amor          esa corona de            rosas que, según su etimología, significa el Rosario. No          rosas marchitas o          ajadas por el desamor y el descuido. "Santo rosario. —Los gozos,          los dolores y          las glorias de la vida de la Virgen tejen una corona de          alabanzas, que repiten          ininterrumpidamente los Ángeles y los Santos del Cielo..., y          quienes aman a          nuestra Madre aquí en la tierra.
"—Practica          a diario esta devoción santa, y difúndela"14.
A          través de esta devoción, Nuestra Madre del Cielo nos devolverá          la esperanza si          alguna vez, al considerar tantas flaquezas, sentimos en el alma          la sombra del          desaliento. ""Virgen Inmaculada, bien sé que soy un pobre          miserable, que no          hago más que aumentar todos los días el número de mis          pecados...". Me has dicho          que así hablabas con Nuestra Madre, el otro día.
"Y te          aconsejé, seguro, que rezaras el Santo Rosario: ¡bendita          monotonía de avemarías          que purifica la monotonía de tus pecados!"15.
1 Lc          11, 27-28. — 2 Juan Pablo II, Alocución          5-IV-1987. — 3          Conc. Vat. II, Const. Lumen gentium, 58. — 4 Lc          11, 27-28.          — 5 Juan Pablo II, loc. cit. — 6 Conc.          Vat., II, loc.            cit., 65. — 7 Juan Pablo II, loc. cit. — 8          Pablo VI,          Enc. Mense maio, 29-IV-1965. — 9 ídem, Alocución          10-V-1964. — 10 Pío XI, Enc. Ingravescentibus malis,          29-IX-1937.          — 11 Conc. Vat. II, loc. cit., 67. — 12          Ibídem. — 13          Juan Pablo II, Alocución 25-IV-1987. — 14 San          Josemaría Escrivá, Forja.          n. 621. — 15 ídem, Surco, n. 475.
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† Santoral               (si          GoogleGroups corta el texto,          lo encontrará en www.iesvs.org)
              Santa María                  Soledad Torres               |           
Esta es          la santa fundadora de las          hermanas Siervas de María, Ministras de los enfermos, que tienen          126 casas en          el mundo con 2,380 religiosas.
Nació          en 1826 en Madrid (España),          hija de modestos comerciantes que la instruyeron muy bien en la          religión.
Estudió          con las hermanas Vicentinas          y al ver la dedicación total de estas religiosas a los más          pobres, se          entusiasmó por la vida religiosa. Pero era muy débil de salud y          no fue admitida          en la comunidad. Solamente a la edad de 25 años logrará cumplir          su anhelo de          ser religiosa.
El          párroco de un barrio pobre de          Madrid se entristecía al ver que muchos enfermos morían en el          más completo          abandono y sin recibir los santos sacramentos. Y pensó en reunir          a un grupo de          mujeres piadosas que visitaran a los enfermos en sus domicilios          y les ayudaran          a bien morir.
Al          enterarse Soledad Torres de este          deseo del párroco se presentó a él para ofrecerse a ayudarle en          tan caritativa          misión. Ella desde niña había asistido a varios moribundos y          sentía un gusto          especial por asistir a enfermos y moribundos. Era una gracia que          le había          concedido el Espíritu Santo. Aunque el sacerdote le rechazó en          una primera          entrevista porque le parecía muy débil y enfermiza para esas          labores, después          se dio cuenta de que era un alma de Dios y con ella y seis          compañeras más,          fundó el 15 de agosto de 1851, la comunidad de Siervas de María          o Ministros de          los enfermos.
La          novedad de esta comunidad era          que ellas debían asistir a domicilio y totalmente gratis a los          enfermos que lo          solicitaran.
Por          aquellos tiempos llegó a Europa          la terrible epidemia del cólera y en los hospitales no cabían          los enfermos.          Muchos de ellos eran abandonados por sus familiares por temor al          contagio. Fue          entonces cuando María Soledad y sus religiosas se multiplicaron          por todas          partes para atender a los más abandonados.
El          fundador de la comunidad se fue          de misionero a lejanas tierras y el sucesor se dejó creer de          cuentos y habladurías          y destituyó a Soledad del cargo de superiora. Ella se alegró de          poder          asemejarse a Cristo en padecer incomprensiones y persecuciones.          En sus visitas          a Jesús Sacramentado obtenía fuerzas para sufrir con paciencia y          por amor a          Dios. Después se supo la verdad de todo y fue restablecida en su          cargo, y bajo          su dirección se extendió admirablemente su congregación. Murió          la santa el 11          de octubre de 1887 a la edad de 61 años. Fue canonizada por          Pablo VI en 1970.
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Fuente:          Vatican.va 
          Juan XXIII, Santo CCLXI Papa, Octubre 11   
              
 CCLXI Papa Nació en el seno de una numerosa familia                  campesina, de profunda raigambre cristiana. Pronto                  ingresó en el Seminario, donde profesó la Regla de la                  Orden franciscana seglar. Ordenado sacerdote, trabajó en                  su diócesis hasta que, en 1921, se puso al servicio de                  la Santa Sede. En 1958 fue elegido Papa, y sus                  cualidades humanas y cristianas le valieron el nombre de                  "papa bueno". Juan Pablo II lo beatificó el año 2000 y                  estableció que su fiesta se celebre el 11 de octubre.  |           
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Fuente:  ar.geocities.com/misa_tridentina04          
          Alejandro Sauli, Santo Obispo de Pavía, Octubre 11   
              
 Obispo  Se cuenta que Alejandro Sauli era muy joven                  todavía cuando se presentó un día con un crucifijo en la                  mano ante una multitud que asistía a un espectáculo de                  acróbatas y saltimbanquis, y predicó severamente contra                  ese tipo de diversiones frívolas, con gran asombro de                  todos los presentes. Aunque el santo exageró tal vez un                  tanto al proceder así; ese gesto puede considerarse como                  un símbolo de su vida, ya que se consagró por entero a                  la restauración del orden cristiano en la atmósfera de                  negligencia y fríaldad religiosas de mediados del siglo                  XVI. Alejandro nació en Milán en 1535, pero su familia                  era originaria de Génova. A los diecisiete años, ingresó                  en la congregación de los clérigos regulares barnabitas.                  Sus superiores le enviaron a proseguir sus estudios en                  el colegio que la congregación tenía en Pavía, y el                  santo pagó de su bolsillo la obra de ensanchamiento de                  la biblioteca del establecimiento. En 1556, después de                  su ordenación sacerdotal, empezó a enseñar filosofía y                  teología en la Universidad. El obispo de la ciudad le                  tomó pronto por teólogo suyo, y la reputación de                  Alejandro como predicador empezó a crecer rápidamente.                  El éxíto que tuvo en Pavía fue tan grande, que San                  Carlos Borromeo le invitó a predicar en la catedral; a                  sus sermones asistieron el propio San Carlos y el                  cardenal Sfondrati quien fue más tarde Papa con el                  nombre de Gregorio XIV. Las ardientes palabras del joven                  barnabita arrancaron lágrimas a ambos personajes,                  quienes le tomaron por confesor; San Carlos Borromeo                  siguió dirigiéndose con él muchos años. En 1567, el P.                  Sauli fue elegido preboste general de su congregación.                  Aunque no tenía más que treinta y ocho años, parecía                  bastante seguro de sí mismo como para oponerse al                  parecer de San Pío V y de san Borromeo. En efecto, el                  cardenal Borromeo, quien era protector de los                  "Humiliati" que quedaban, había recibido la misión de                  reformarlos, ya que dichos frailes eran tan ricos como                  de costumbres poco edificantes. Para ello decidió fundir                  a los "Humiliati" con la fervorosa congregación de los                  barnabitas, recientemente fundada. Pero San Alejandro,                  aunque estaba dispuesto hacer cuanto pudiera por ayudar                  a los "Humiliati", no se sentía oblígado a aceptar una                  medida que podía hacer daño a sus hijos, y San Carlos                  Borromeo tuvo que renunciar a su propósito.  |           
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Zenaida, Santa Biografía, 11 de octubre   
|                Octubre 11  Etimológicamente significa "la que recibe                  la vida de Zeus". Viene de la lengua griega.  |           
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Fuente:  ar.geocities.com/misa_tridentina04          
          Jaboco de Ulm, Beato Religioso, 11 Octubre   
              
 El Beato Jacobo nació en 1407, en Ulm de                  Alemania, en el seno de la respetable familia de los                  Griesinger. A los veinticinco años partió de su patria a                  Italia, donde se enroló como soldado en Nápoles; pero,                  disgustado por las costumbres licenciosas de sus                  compañeros de filas y al comprobar que su buen ejemplo                  no les hacía mella, abandonó el ejército y entró a                  servir como secretario a un abogado de Capua.  |           
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Meinardo            de Letonia, Santo Primer Obispo de Letonia,          11 Octubre   
              
 San Meinardo (1134/36-1196). 
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Fuentes:          IESVS.org; EWTN.com;          Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es ,          misalpalm.com, Catholic.net
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/ 
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