lunes, 13 de octubre de 2014

Lunes por las almas del Purgatorio. 13/10/2014. Beata Alejandrina, 4ta vidente de Fátima, ¡ruega por nosotros y los salesianos!

JA

JMJ

Pax

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 29-32

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles:
"Esta generación es una generación perversa. Pide una señal, pero no se le dará una señal diferente a la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para los ninivitas, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará en el juicio y los condenará; porque ella vino desde los últimos rincones de la tierra a escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esa generación, los hombres de Nínive se levantarán el día del juicio y la condenarán; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs

Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354

Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295

Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). ¿Qué pensaríamos de un cónyuge que le dice a su pareja: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html

Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.

 

Misal

 

lun 28a. Ordinario año Par

Antífona de Entrada

El Señor es mi protector; él me libró de las manos de mis enemigos y me salvó, porque me ama.

 

Oración Colecta

Oremos:
Concédenos, Señor, que el curso de los acontecimientos del mundo se desenvuelva, según tu voluntad, en la justicia y en la paz, y que tu Iglesia pueda servirte con tranquilidad y alegría.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

No somos hijos de la esclava, sino de la mujer libre

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 4, 22-25b. 26-27.31; 5, 1

Hermanos: Dice la Escritura que Abrahán tuvo dos hijos, uno de esclava y otro de su mujer, que era libre; el hijo de la esclava nació según las leyes naturales, el de la libre, en cambio, por una promesa de Dios. Esto es un símbolo, pues las dos mujeres representan las dos alianzas: Agar proviene del monte Sinaí, y engendra hijos para la esclavitud, y corresponde a la Jerusalén de ahora que, junto con sus hijos, sigue siendo esclava. Por el contrario, la Jerusalén de arriba es libre, y ésa es nuestra madre, como dice la Escritura: Alégrate, estéril, tú que no das a luz; prorrumpe en gritos de júbilo, tú que no conoces los dolores del parto, porque son más los hijos de la abandonada que los de la que tiene marido.
Así pues, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la libre. Cristo nos ha liberado para ser libres.
Por eso, manténganse firmes, y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Sal 112, 1-2.3-4a y 6-7

Bendito sea el nombre del Señor.

Alaben, siervos del Señor, alaben el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor desde ahora y para siempre.
Bendito sea el nombre del Señor.

Desde la salida del sol hasta su ocaso, sea alabado el nombre del Señor. El Señor está por encima de todas las naciones, su gloria está sobre los cielos.
Bendito sea el nombre del Señor.

¿Quién como el Señor, nuestro Dios, que reina en las alturas y sin embargo se inclina para mirar cielos y tierra? El levanta del polvo al desamparado y alza de la miseria al necesitado.
Bendito sea el nombre del Señor.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón".
Aleluya.

Evangelio

A la gente de este tiempo no se le dará otra señal que la del profeta Jonás

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 29-32

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles:
"Esta generación es una generación perversa. Pide una señal, pero no se le dará una señal diferente a la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para los ninivitas, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará en el juicio y los condenará; porque ella vino desde los últimos rincones de la tierra a escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esa generación, los hombres de Nínive se levantarán el día del juicio y la condenarán; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Que este pan y este vino que tú mismo nos das para ofrecértelos, nos ayuden, Señor, convertidos en el Cuerpo y Sangre de tu Hijo, a conseguir el premio de la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

Restauración universal en Cristo

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
A quien hiciste fundamento de todo y de cuya plenitud quisiste que participáramos todos. Siendo él de condición divina, se despojó de su rango, y por su sangre derramada en la cruz puso en paz todas las cosas; y así, constituido Señor del universo, es fuente de salvación eterna para cuantos creen en él.
Por eso,
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Antífona de la Comunión

Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho; entonaré un himno de alabanza al Dios

altísimo.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Te pedimos, Padre misericordioso, que por este sacramento con que ahora nos fortaleces, nos hagas algún día participar de la vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén


Meditación diaria

28ª semana. Lunes

EL PAN DE CADA DÍA

— Qué deseamos obtener cuando pedimos nuestro pan de cada día.

El pan de vida.

— Fe para comer este nuevo pan del Cielo. La Sagrada Comunión.

I. Danos hoy nuestro pan de cada día...

Se cuenta en una vieja leyenda oriental que cierto rey entregaba a su hijo los víveres necesarios para vivir holgadamente los doce meses del año. En esta ocasión, que coincidía con la primera luna del año, el hijo veía el rostro de su padre, el monarca. Pero este mudó de parecer y decidió poner en manos del príncipe, cada vez, las provisiones que había de consumir en ese día. De esta forma podía saludar diariamente a su hijo, y el príncipe ver el rostro del rey. Algo parecido ha querido hacer nuestro Padre Dios con nosotros. El pan de cada día supone la oración de la jornada que comienza. Pedir solamente para hoy significa reconocer que tendremos un nuevo encuentro con nuestro Padre del Cielo mañana. ¿No hallaremos en esta previsión la voluntad del Señor de que recemos con atención cada día la oración que Él nos enseñó?

El Señor nos enseñó a pedir en la palabra pan todo lo que necesitamos para vivir como hijos de Dios: fe, esperanza, amor, alegría, alimento para el cuerpo y para el alma, fe para ver en los acontecimientos diarios la voluntad de Dios, corazón grande para comprender y ayudar a todos... El pan es el símbolo de todos los dones que nos llegan de Dios1. Pedimos aquí, en primer lugar, el sustento que cubra las necesidades de esta vida; después, lo necesario para la salud del alma2.

El Señor desea que pidamos también bienes temporales, los cuales, debidamente ordenados, nos ayudan a llegar al Cielo. Tenemos muchos ejemplos de ello en el Antiguo Testamento, y el mismo Señor nos mueve a pedir lo necesario para esta vida. No debemos olvidar que su primer milagro consistió en convertir agua en vino para que no se malograra la fiesta de unos recién casados. En otra ocasión alimentará a una ingente multitud que, hambrienta, le sigue lejos de sus hogares... Tampoco olvidará advertir que le den de comer a la hija de Jairo, a la que acaba de resucitar...3.

Al pedir el pan de cada día estamos aceptando que toda nuestra existencia depende de Dios. El Señor ha querido que le pidamos cada jornada aquello que nos es necesario, para que constantemente recordemos que Dios es nuestro Padre, y nosotros unos hijos necesitados que no podemos valernos por nosotros mismos. Rezar bien esta parte del Padrenuestro equivale a reconocer nuestra pobreza radical de cara a Dios y su bondad para con nosotros, que todos los días nos da lo necesario. Nunca nos faltará la ayuda divina.

Al decir pan nuestro, el Señor ha querido una vez más que no olvidemos a nuestros hermanos, especialmente a los más necesitados y a quienes Dios nos ha encomendado.

II. Los Santos Padres no solo han interpretado este pan como el alimento material; también han visto significado en él el Pan de vida, la Sagrada Eucaristía, sin la cual no puede subsistir la vida sobrenatural del alma.

Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron. Este es el pan que baja del cielo para que si alguien come de él no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. Si alguno come de este pan vivirá eternamente; y el pan que Yo daré es mi carne para la vida del mundo4. San Juan recordará toda su vida este largo discurso del Señor y el lugar donde lo pronunció: estas cosas las dijo en Cafarnaún, en la sinagoga5.

El realismo de estas palabras y de las que siguieron es tan fuerte que excluye cualquier interpretación en sentido figurado. El maná del Éxodo era la figura de este Pan –el mismo Jesucristo– que alimenta a los cristianos en su camino hacia el Cielo. La Comunión es el sagrado banquete en el que Cristo se da a Sí mismo. Cuando comulgamos, participamos del sacrificio de Cristo. Por eso canta la Iglesia en la Liturgia de la Horas, en la fiesta del Corpus Christi: Oh sagrado banquete en el que Cristo es nuestra comida, se celebra el memorial de la Pasión, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la futura gloria6.

Los oyentes entendieron el sentido propio y directo de las palabras del Señor, y por eso les costaba aceptar que tal afirmación pudiera ser verdad. De haberlo entendido en sentido figurado no les hubiera causado extrañeza ni se hubiera producido ninguna discusión7. Discutían, pues, los judíos entre ellos diciendo: ¿Cómo puede este darnos a comer su carne?8. Pues Jesús afirma claramente que su Cuerpo y su Sangre son verdadero alimento del alma, prenda de la vida eterna y garantía de la resurrección corporal.

Incluso emplea el Señor una expresión más fuerte que el mero comer (el verbo original podría traducirse por "masticar"9), expresando así el realismo de la Comunión: se trata de una verdadera comida, en la que el mismo Jesús se nos da como alimento. No cabe una interpretación simbólica, como si participar en la Eucaristía fuera tan solo una metáfora, y no el comer y beber realmente el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

No está Cristo en nosotros después de comulgar como un amigo está en un amigo, mediante una presencia espiritual; está "verdadera, real y substancialmente presente" en nosotros. Existe en la Sagrada Comunión una unión tan estrecha con Jesús mismo que sobrepuja todo entendimiento.

Cuando decimos: Padre, danos hoy nuestro pan de cada día, y pensamos que en todas nuestras jornadas podemos recibir el Pan de vida, deberíamos llenarnos de alegría y de un inmenso agradecimiento; nos animará a comulgar con frecuencia, y aun diariamente, si nos es posible. Porque "si el pan es diario, ¿por qué lo recibes tú solo una vez al año? Recibe todos los días lo que todos los días te aprovecha y vive de modo que todos los días seas digno de recibirlo"10.

III. La Sagrada Eucaristía, de modo análogo al alimento natural, conserva, acrecienta, restaura y fortalece la vida sobrenatural11. Concede al alma la paz y la alegría de Cristo, como "un anticipo de la bienaventuranza eterna"12; borra del alma los pecados veniales y disminuye las malas inclinaciones; aumenta la vida sobrenatural y mueve a realizar actos eficaces relativos a todas las virtudes: es "el remedio de nuestra necesidad cotidiana"13.

Oculto bajo los accidentes de pan, Jesús espera que nos acerquemos con frecuencia a recibirle: el banquete, nos dice, está preparado14. Son muchos los ausentes, y Jesús nos espera. Cuando le recibamos, podremos decirle, con una oración que hoy se reza en la Liturgia de las Horas: Quédate con nosotros, Señor Jesús, porque atardece; sé nuestro compañero de camino, levanta nuestros corazones, reanima nuestra débil esperanza15.

La fe –que se manifestará en primer lugar en la conveniente preparación del alma– será indispensable para comer este nuevo pan. Los discípulos que aquel día abandonaron al Maestro renunciaron a su fe: prefirieron juzgar por su cuenta.

Nosotros le decimos, con San Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna16. Y hacemos el propósito de preparar mejor la Comunión, con más fe y con más amor: "Adoradle con reverencia y con devoción; renovad en su presencia el ofrecimiento sincero de vuestro amor; decidle sin miedo que le queréis; agradecedle esta prueba diaria de misericordia tan llena de ternura, y fomentad el deseo de acercaros a comulgar con confianza. Yo me pasmo ante este misterio de Amor: el Señor busca mi pobre corazón como trono, para no abandonarme si yo no me aparto de Él"17.

Al terminar nuestra oración, nosotros también le decimos al Señor, como aquellas gentes de Cafarnaún: Señor, danos siempre de ese pan18.

Y cuando recemos el Padrenuestro, pensemos un momento que son muchas nuestras necesidades y las de nuestros hermanos; diremos con devoción: Padre, "danos hoy nuestro pan de cada día; lo que necesitamos para subsistir en el cuerpo y en el alma". Mañana nos sentiremos dichosos de pedir de nuevo a Dios que se acuerde de nuestra pobreza. Y Él nos dirá: Omnia mea tua sunt19, todas mis cosas son tuyas.

1 Cfr. Ex 23, 25; Is 33, 16. — 2 Cfr. Catecismo Romano, IV, 13, n. 8. — 3 Cfr. Jn 2, 1 ss; Mt 14, 13-21; Mc 5, 22-43. — 4 Jn 6, 48-52. — 5 Cfr. Jn 6, 60. — 6 Antífona del "Magnificat" en las Segundas Vísperas. — 7 Cfr. Sagrada Biblia, Santos Evangelios, EUNSA, Pamplona 1983, nota a Jn 6, 52. — 8 Jn 6, 52. — 9 Cfr. Sagrada Biblia, Santos Evangelios, cit., nota a Jn 6, 54. — 10 San Ambrosio, Sobre los Sacramentos, V, 4. — 11 Cfr. Conc. de Florencia, Decr. Pro armeniis, Dz. 698. — 12 Cfr. Jn 6, 58; Dz. 875. — 13 San Ambrosio, Sobre los Sacramentos. — 14 Cfr. Lc 14, 15 ss. — 15 Liturgia de las horas, Oración de las II Vísperas. — 16 Jn 6, 68. — 17 San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 161. — 18 Jn 6, 34. — 19 Cfr. Lc 15, 31.

___________________________________________________________________________________________

 

Santoral               (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

San Eduardo
 Rey
Año 1066

Que Dios santísimo nos conceda 
muchos gobernantes tan virtuosos 
como San Eduardo rey.
Dichoso el que teme ofender al Señor. 
Le irá bien (Salmos).

 

Eduardo quiere decir: el que protege la propiedad (Ed = propiedad. Uard: el que protege).

Este fue el más popular de los reyes ingleses de la antigüedad. Tres cualidades le merecieron su fama de santo: era muy piadoso, sumamente amable y muy amante de la paz.

Era hijo de Etelredo y a los diez años fue desterrado a Normandía, Francia, de donde no pudo volver a Inglaterra sino cuando ya tenía 40 años.

Dicen que conservó perpetua castidad.

San Eduardo tuvo unos modos de actuar que lo hicieron sumamente popular entre sus súbditos y lo convirtieron como en un modelo para sus futuros reyes. Lo primero que hizo fue suprimir el impuesto de guerra, que arruinaba mucho a la gente. Luego durante su largo reinado procuró vivir en la más completa armonía con las cámaras legislativas (que el dividió en dos: cámara de los lores y cámara de los comunes). Se preocupó siempre por obtener que gran cantidad de los impuestos que se recogían, se repartieran entre las gentes más necesitadas.

Un autor que vivió en ese tiempo nos dejó los siguientes datos acerca de San Eduardo: "Era un verdadero hombre de Dios. Vivía como un ángel en medio de tantas ocupaciones materiales y se notaba que Dios lo ayudaba en todo. Eran tan bondadoso que jamás humilló con sus palabras ni al último de sus servidores. Se mostraba especialmente generoso con los pobres, y con los emigrantes, y ayudaba mucho a los monjes. Aún el tiempo en que estaba en vacaciones y dedicado a la cacería, ni un solo día dejaba de asistir a la santa misa. Era alto, majestuoso, de rostro sonrosado y cabellos blancos. Su sola presencia inspiraba cariño y aprecio".

Cuando Eduardo estaba desterrado en Normandía prometió a Dios que si lograba volver a Inglaterra iría en peregrinación a Roma a llevar una donación al Sumo Pontífice. Cuando ya fue rey, contó a sus colaboradores el juramento que había hecho, pero estos le dijeron: "el reino está en paz porque todos le obedecen con gusto Pero si se va a hacer un viaje tan largo, estallará la guerra civil y se arruinará el país". Entonces envió unos embajadores a consultar al Papa San León Nono, el cual le mandó decir que le permitía cambiar su promesa por otra: dar para los pobres lo que iba a gastar en el viaje, y construir un buen convento para religiosos. Así lo hizo puntualmente: repartió entre la gente pobre todo lo que había ahorrado para hacer el viaje, y vendiendo varias de sus propiedades, construyó un convento para 70 monjes, la famosa Abadía de Westminster (nombre que significa: monasterio del occidente: West = oeste u occidente. Minster = monasterio). En la catedral que hay en ese sitio es donde sepultan a los reyes de Inglaterra.

En el año 1066, desgastado de tanto trabajar por su religión y por su pueblo, sintió que le llegaba la hora de la muerte. A los que lloraban al verlo morir, les dijo: "No se aflijan ni se entristezcan, pues yo dejo esta tierra, lugar de dolor y de peligros, para ir a la Patria Celestial donde la paz reina para siempre".

___________________________________________________________________________________________

Alejandrina María da Costa, Beata Apóstol del sufrimiento reparador, 13 de octubre  

17:32

BEATA ALEXANDRINA MARIA DA COSTA

 

Alejandrina María da Costa, Beata

Laica

Martirologio Romano: En el lugar de Balasar, cerca de Braga, en Portugal, beata Alejandrina María da Costa, que al intentar huir de quien la perseguía con mala intención, quedó imposibilitada en todos sus miembros, encontrando en la contemplación de la Eucaristía el modo de ofrecer al Señor todos sus dolores por amor de Dios y de los hermanos más necesitados (1955).

Laica portuguesa, miembro de la Unión de Cooperadores Salesianos, apóstol del sufrimiento reparador (fecha de beatificación: 25 de abril de 2004).

Nació en Balasar, provincia de Oporto y archidiócesis de Braga (Portugal) el 30 de marzo de 1904, y fue bautizada el 2 de abril siguiente, Sábado santo. Fue educada cristianamente por su madre, junto con su hermana Deolinda. Alejandrina permaneció con su familia hasta los siete años; después fue enviada a Póvoa do Varzim, donde se alojó con la familia de un carpintero, para poder asistir a la escuela primaria, pues no había en Balasar. Allí hizo la primera comunión en 1911; el año siguiente recibió el sacramento de la confirmación.

Después de dieciocho meses, volvió a Balasar. Con su madre y su hermana se trasladó, luego, a vivir a la localidad de "Calvario", donde permaneció hasta su muerte.

Comenzó a trabajar en el campo. Su adolescencia fue muy feliz; tenía un carácter comunicativo, y era muy apreciada por sus compañeras. Sin embargo, a los doce años se enfermó: una grave infección (quizá tifoidea) la llevó a un paso de la muerte. Superó el peligro, pero a consecuencia de ello, su constitución quedó debilitada para siempre.

Cuando tenía catorce años sucedió un hecho decisivo para su vida. Era el Sábado santo de 1918. Ese día ella, su hermana Deolinda y una muchacha aprendiz realizaban su trabajo de costura, cuando se dieron cuenta de que tres hombres trataban de entrar en su casa. A pesar de que las puertas estaban cerradas, los tres lograron forzarlas y entraron. Alejandrina, para salvar su pureza amenazada, no dudó en tirarse por la ventana desde una altura de cuatro metros. Las consecuencias fueron terribles, aunque no inmediatas. En efecto, las diversas visitas médicas a las que se sometió sucesivamente diagnosticaron siempre con mayor claridad un hecho irreversible.

Hasta los diecinueve años pudo aún arrastrarse hasta la iglesia, donde, totalmente contrahecha, permanecía gustosa, con gran admiración de la gente. La parálisis fue progresando cada vez más, hasta que los dolores se volvieron horribles, las articulaciones perdieron su movimiento y ella quedó completamente paralítica. Era el 14 de abril de 1925. En los restantes treinta años de su vida Alejandrina no pudo levantarse de la cama.

Hasta el año 1928 no dejó de pedirle al Señor, por intercesión de la Virgen, la gracia de la curación, prometiendo que, si se curaba, se haría misionera. Pero, cuando comprendió que el sufrimiento era su vocación, lo abrazó con prontitud. Decía: "Nuestra Señora me ha concedido una gracia aún mayor. Primero la resignación, después la conformidad completa a la voluntad de Dios y, por último, el deseo de sufrir".

A este período se remontan sus primeros fenómenos místicos, cuando inició una vida de profunda unión con Jesús en el sagrario, por medio de María santísima. Un día que estaba sola, le vino improvisamente este pensamiento: "Jesús, tú estás prisionero en el sagrario y yo en mi lecho por tu voluntad. Nos haremos compañía".

Desde entonces comenzó su primera misión: ser como la lámpara del sagrario. Pasaba sus noches como peregrinando de sagrario en sagrario. En cada misa se ofrecía al eterno Padre como víctima por los pecadores, junto con Jesús y según sus intenciones. En la medida en que percibía de manera más clara su vocación de víctima, crecía en ella el amor al sufrimiento. Hizo el voto de hacer siempre lo que fuera más perfecto.

Del viernes 3 de octubre de 1938 al 24 de marzo de 1942, o sea, 182 veces, vivió cada viernes los sufrimientos de la Pasión. Superando su estado habitual de parálisis, bajaba del lecho y con movimientos y gestos acompañados de fortísimos dolores, reproducía los diversos momentos del vía crucis, durante tres horas y media.

"Amar, sufrir, reparar" fue el programa que le indicó el Señor. Desde 1934, por mandato de su director espiritual, ponía por escrito todo lo que le decía Jesús.

En 1936, por orden de Jesús, pidió al Santo Padre la consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María. Esta súplica fue varias veces renovada hasta 1941, por lo que la Santa Sede interrogó tres veces al arzobispo de Braga sobre Alejandrina. El 31 de octubre de 1942, Pío XII consagró el mundo al Corazón Inmaculado de María con un mensaje transmitido a Fátima en lengua portuguesa. Este acto lo renovó en Roma en la basílica de San Pedro el 8 de diciembre del mismo año.

Desde el 27 de marzo de 1942, Alejandrina dejó de alimentarse, viviendo sólo de la Eucaristía. En 1943, durante cuarenta días y cuarenta noches, su ayuno absoluto y su anuria fueron estrictamente controlados por médicos en el hospital de la Foz do Douro cerca de Oporto.

En 1944 su nuevo director espiritual la animó para que siguiera dictando su diario, después de constatar la altura espiritual a la que había llegado; ella obedeció con docilidad hasta la muerte. En el mismo año 1944 Alejandrina se inscribió en la Unión de los cooperadores salesianos. Rezó y sufrió por la santificación de los cooperadores de todo el mundo.

A pesar de sus sufrimientos, seguía interesándose e ingeniándose en favor de los pobres, del bien espiritual de los parroquianos y de otras muchas personas que recurrían a ella. Promovió triduos, cuarenta horas y ejercicios cuaresmales en su parroquia.

Especialmente en los últimos años de vida, muchas personas acudían a ella incluso desde lejos, atraídas por su fama de santidad; y bastantes atribuían a sus consejos su conversión.

El 7 de enero de 1955 se le anunció que sería el año de su muerte. El 12 de octubre quiso recibir la unción de los enfermos. El 13 de octubre, aniversario de la última aparición de la Virgen de Fátima, se la oyó exclamar: "Soy feliz, porque voy al cielo". A las 19,30 expiró.

(Texto: L'Osservatore romano, edición en lengua española, 23 de abril de 2004).

___________________________________________________________________________________________

Rómulo, Santo Obispo, Octubre 13  

Rómulo, Santo

Obispo

Martirologio Romano: En Matuta (hoy Sanremo), en la costa de la Liguria, san Rómulo, obispo de Génova, que, lleno de ardor apostólico, murió durante una visita pastoral (s. V).

Etimología: Rómulo = fundador de Roma. Viene de la lengua latina.


Cristo no vino a la tierra para ejercer un castigo, sino para que todo ser humano sea salvado, reconciliado, y descubra que Dios es amor y sólo amor.

Rómulo fue un obispo del siglo V.

El nombre mítico del fundador de Roma recorre el calendario una docena de veces.

Cuando se va estudiando su biografía, uno cae en la cuenta de que han sido mártires por defender su fe en Cristo el Señor.

El de hoy fue obispo de Génova en el siglo V.

¿Por qué se le conoce?

Hay dos característica en su vida que reflejan toda una vida que giró en torno a dos ejes fundamentales que, por otra parte, son los propios de cada cristiano:

En primer lugar, en todo cuanto hacía, pensaba y meditaba, le guiaba la luz de la fe. Sin esta lámpara encendida en su corazón no habría podido llevar a cabo lo que constituye su segundo eje.

La caridad sin límites. El amor de Dios, que ha venido para ayudar y para que todo el mundo se encuentre alegre y feliz, era el ímpetu que le lanzaba a recorrer la ciudad, las parroquias para tomar nota de las necesidades que padecían los predilectos de Dios, los pobres.

Dicen que agotado de tanto trabajo, murió en la paz de Dios. Y que desde el momento en que enterrado, su tumba comenzó a ser venerada por los genoveses y que incluso se hicieron varios milagros.

Cuando durante la invasión sarracena hubo que trasladar la sede episcopal a Villa Matutiana, se llevaron los restos de san Rómulo.

Históricamente no hay nada comprobado. Son leyendas inventadas en la Edad Media.

___________________________________________________________________________________________

Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina04
Magdalena Panattieri, Beata Virgen, Octubre 13  

Magdalena Panattieri, Beata

Virgen

Martirologio Romano: En la localidad de Trino, en el Monferrato, beata Magdalena Panatieri, virgen, hermana de Penitencia de Santo Domingo (1503).

Muchos autores consideran el hábito de los hijos de Santo Domingo símbolo por excelencia de la caridad y entrega al servicio del prójimo. Esa idea estuvo muy generalizada en una época, y numerosas personas tomaban el hábito de la tercera orden de Santo Domingo y vivían en sus casas el espíritu de caridad característico del fundador.

Santa Catalina de Siena es un ejemplo clásico; la Beata Magdalena Panattieri constituye otro. Magdalena nació y vivió toda su vida en el pueblecito de Trino-Vercellese del marquesado de Monte Ferrato, entre el Piamonte y la Lombardía. Antes de cumplir los veinte años, Magdalena hizo voto de castidad perpetua e ingresó como terciaria de Santo Domingo, en una cofradía de jóvenes que se consagraban a las obras de piedad y beneficencia. La vida de la Beata Magdalena no tiene nada de pintoresco. Cosa extraña: Magdalena no parece haber sido víctima de ninguna persecución y pronto llegó a ser un personaje de importancia en su pueblo. La caridad con que se consagraba al cuidado de los niños pobres, en cuyo favor realizó varios milagros, le facilitaba la tarea de convertir a los pecadores. Por estos últimos oraba y se imponía continuamente nuevas penitencias; pero no vacilaba en reprenderlos severamente, sobre todo a los usureros. La beata tenía gran facilidad de palabra y empezó a dar una serie de conferencias a las mujeres y a los niños en un salón llamado "la capilla del marqués", contiguo a la iglesia de los dominicos; pronto empezaron a acudir, a las conferencias también los hombres y aun los sacerdotes y religiosos, y el superior de los dominicos solía enviar a los novicios a escuchar las fervorosas exhortaciones de Magdalena.

Gracias a los esfuerzos de la beata, los dominicos empezaron, a practicar más estrictamente la observancia. El año de 1490, el Beato Sebastián Maggi fue de Milán a Vercellese para ratificar ese movimiento de reforma. Por entonces, los dominicos estaban envueltos en un pleito con uno de los miembros del consejo de Milán. El consejero abusó tanto de su poder, que fue excomulgado por Roma. En la terrible confusión que produjo esa sentencia, un joven abofeteó públicamente a Magdalena, la cual le presentó la otra mejilla, cosa que no hizo sino enfurecer más al agresor. Los habitantes de Vercellese vieron una especie de señal del cielo en el hecho de que el violento joven,
que se llamaba Bartolomé Perduto, murió trágicamente un año más tarde, y el consejero de Milán falleció también a consecuencia de una terrible enfermedad. La beata lloró esas muertes sinceramente. Según parece, Magdalena profeetizó las calamidades e invasiones que iban a abatirse sobre el norte de Italia en el siglo XVI. Los habitantes de Vercellese, que inexplicablemente no sufrieron daño alguno, atribuyeron a la intercesión de la beata ese favor. Sin embargo, en 1639, la población fue cañoneada por los españoles y los napolitanos, y las reliquias de Magdalena fueron destruidas.

Cuando Magdalena comprendió que se aproximaba el momento de su muerte, mandó llamar a todas las terciarias, a las que se unieron muchas otras personas, y les prometió orar por ellas en el cielo, diciendo: "No podría ser feliz en el cielo, si vosotras no estuviérais ahí." La beata entregó apaciblemente el alma a Dios, en tanto que los presentes entonaban el salmo 30. Los habitantes de Trino-Vercellese veneraban a Magdalena como santa desde antes de su muerte, ocurrida el 13 de octubre de 1503. El Papa León XII confirmó el culto de la beata.

___________________________________________________________________________________________

Chelidonia (Celidonia o Quelidonia), Santa Eremita, Octubre 13  

Chelidonia (Celidonia o Quelidonia), Santa

Eremita

Martirologio Romano: Cerca de Subiaco, en el Lacio, santa Quelidona o Celidona, virgen, que, como dice la tradición, durante cincuenta y dos años condujo vida solitaria y austera, dedicada únicamente a Dios, (1152).

Etimología: Chelidonia = golondrina. Viene de la lengua griega.


Esta chica, de nombre original y que no mucha gente lo lleva, disfrutaba con la soledad. Se pasó nada menos que 60 años en el monte que rodea la ciudad de Abruzzo, Italia.

Este lugar era entonces un itinerario importante para lograr la santidad, debido, en parte, a las huellas de san Benito y a su inmensa obra religiosa.

Fue aquí a donde se retiró la primera vez para llevar una vida de penitencia y oración.

Fundó doce eremitorios. Hoy queda sólo el de santa Escolástica, hermana de san Benito.

Esta joven se fue en peregrinación a Roma. A su vuelta, tomó el hábito de monja en el monasterio de santa Escolástica. Esto significa que lo hizo en la comunidad femenina más antigua de Occidente.

Su vida estuvo marcada por el silencio, la oración, la meditación y la contemplación
La muerte le sobrevino en 1152. Cuatro siglos más tarde, sus reliquias se llevaron a la iglesia de santa Escolástica, en donde se veneran.

Ahora, ya sin sus vuelos como las golondrinas de una parte para otra por el monte, se le honra como a la patrona principal de la diócesis de Subiaco.

Posiblemente, en nuestros días habría menos estrés e infartos si mucha gente dedicara algunos días a lo que hizo Chelidonia. Sería la mejor terapia para todo aquel que siente necesidad de paz interior. Y es un hecho que las hospederías de los monasterios se encuentran llenas todo el año de personas que buscan el silencio.

___________________________________________________________________________________________

Fuente: Martirologio Romano
Otros Santos y Beatos Completando el santoral de éste día, Octubre 13  

Otros Santos y Beatos

San Teófilo, obispo

Conmemoración de san Teófilo, obispo de Antioquía, varón muy erudito, que ocupó esta sede como sexto sucesor de san Pedro y compuso un libro para defender la fe ortodoxa contra el hereje Marción (s. II).

Santos Fausto, Jenaro y Marcial, mártires

En Córdoba, población de la provincia hispánica de Bética, santos Fausto, Jenaro y Marcial, mártires, que adornan a la ciudad como tres coronas (s. III/IV).

San Florencio, mártir

En Tesalónica, ciudad de Macedonia, san Florencio, mártir, que, según la tradición, después de varios tormentos murió quemado vivo, (c. s. III).

San Lubencio, presbítero

En Kobern, junto al Mosela, en el territorio de Tréveris, san Lubencio, presbítero (s. IV).

San Venancio, abad

En Tours, de la Galia Lugdunense, san Venancio, abad, el cual, habiéndose casado en su juventud, al visitar la basílica de san Martín se conmovió ante la vida de los monjes y, con el permiso de su esposa, se juntó a ellos para vivir para Cristo (s. V).

San Leobono, eremita

En Salagnac, en el territorio de Limoges, en Aquitania, san Leobono, eremita (s. inc.).

San Comgano, abad

En la isla de Iona, en Escocia, sepultura de san Comgano, abad, que llegó a esta región procedente de Hibernia, junto con su hermana santa Kentigerna, los hijos de ésta y algunos misioneros (s. VIII).

San Simberto, abad y obispo

En Augsburgo, de Baviera, en Germania, san Simberto, obispo, que antes fue abad de Mürbach (c. 807).

San Geraldo, laico

En Cierges, en la región de Auvernia, en la Galia, san Geraldo, que, siendo conde de Aurillac, fue un ejemplo para los demás príncipes por haber vivido como monje con hábito secular, procurando el bien de las regiones que tenía encomendadas (909). ...[leer hagiografía]

___________________________________________________________________________________________

 

Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net

 

Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/

 

Si NO desea el evangelio, santoral y meditación diaria y sólo artículos interesantes censurados por la prensa (la mayoría), unos 4 por semana escriba a: ave-maria-purisima+subscribe@googlegroups.com (responder el mensaje de confirmación).

 

Para de-suscribirse escribir desde su casilla de email a:

Evangelio+unsubscribe@googlegroups.com

Si no se desuscribe es porque recibe el mensaje en su otro email que le reenvía al actual: debe escribir desde ese otro email.