viernes, 10 de octubre de 2014

Domingo por la Santísima Trinidad. 12/10/2014. Excepto causa grave, no asistir a Misa dominical es pecado GRAVE (Catecismo 2042, 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). Precepto: Misa ENTERA. Víspera del Domingo comienza el Sábado a las 15 o 16:00 hs según diócesis

JA

JMJ

Pax

† Lectura del santo Evangelio según San Lucas 11, 27-28

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a las muchedumbres una mujer de entre el gentío levantó la voz diciendo:
"¡Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que criaron!"
Pero él repuso:
"Mejor: ¡Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen!"
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs

Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354

Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295

Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). ¿Qué pensaríamos de un cónyuge que le dice a su pareja: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html

Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.

 

Misal

 

28a. Dom Ord Ciclo A

Antífona de Entrada

Si conservaras el recuerdo de nuestras faltas, ¿quién habría, Señor, que se salvara? Pero tú, Dios de Israel, eres Dios de perdón.

 

Se dice "Gloria".

Oración Colecta

Oremos:
Te pedimos, Señor, que tu gracia nos inspire y acompañe siempre, para que podamos descubrirte en todos y amarte y servirte en cada uno.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

El Señor preparará un banquete y enjugará las lágrimas de todos los rostros

Lectura del libro del profeta Isaías 25, 6-10

En aquel día, el Señor del universo preparará sobre este monte un festín con platillos suculentos para todos los pueblos; un banquete con vinos exquisitos y manjares sustanciosos. El arrancará en este monte el velo que cubre el rostro de todos los pueblos, el paño que oscurece a todas las naciones. Destruirá la muerte para siempre; el Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros y borrará de toda la tierra la afrenta de su pueblo. Así lo ha dicho el Señor. En aquel día se dirá:
"Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara. Alegrémonos y gocemos con la salvación que nos trae, porque la mano del Señor reposará en este monte".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del salmo 22

Habitaré en la casa del Señor toda la vida.

El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas.
Habitaré en la casa del Señor toda la vida.

Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así, aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú estás conmigo. Tu vara y tu bastón me dan seguridad.
Habitaré en la casa del Señor toda la vida.

Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes.
Habitaré en la casa del Señor toda la vida.

Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin término.
Habitaré en la casa del Señor toda la vida.

Segunda Lectura

Todo lo puedo unido a Aquél que me da fuerza

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 4, 12-14.19-20

Hermanos: Yo sé lo que es vivir en pobreza y también lo que es tener de sobra. Estoy acostumbrado a todo: lo mismo a comer bien que a pasar hambre; lo mismo a la abundancia que a la escasez. Todo lo puedo unido a Aquél que me da fuerza. Sin embargo, han hecho ustedes bien en socorrerme cuando me vi en dificultades.
Mi Dios, por su parte, con su infinita riqueza, remediará con esplendidez todas las necesidades de ustedes, por medio de Cristo Jesús. Gloria a Dios, nuestro Padre, por los siglos de los siglos. Amén.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Que el padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine nuestras mentes para que podamos comprender cuál es la esperanza que nos da su llamamiento.
Aleluya.

Evangelio

Inviten al banquete de bodas a todos los que encuentren

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 22, 1-14

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús volvió a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo:
"El Reino de los cielos es semejante a un rey que preparó un banquete de bodas para su hijo. Mandó a sus criados que llamaran a los invitados, pero éstos no quisieron ir. Envió de nuevo a otros criados que les dijeran:
"Tengo preparado el banquete; he hecho matar mis terneras y los otros animales gordos; todo está listo. Vengan a la boda".
Pero los invitados no hicieron caso. Uno se fue a su campo, otro a su negocio y los demás se les echaron encima a los criados, los insultaron y los mataron. Entonces el rey se llenó de cólera y mandó sus tropas, las cuales dieron muerte a aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego les dijo a sus criados:
"La boda está preparada, pero los que habían sido invitados no fueron dignos. Salgan, pues, a los cruces de los caminos e inviten al banquete de bodas a todos los que encuentren".
Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala del banquete se llenó de invitados. Cuando el rey entró a saludar a los invitados vio entre ellos a un hombre que no iba vestido con traje de fiesta y le preguntó: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de fiesta?"
Aquel hombre se quedó callado. Entonces el rey dijo a los criados:
"Átenlo de pies y manos y arrójenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y la desesperación. Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos"".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Se dice "Credo".

Oración de los Fieles

Celebrante: Llenos de confianza en el Señor, oremos, hermanos y hermanas, por todos los seres humanos y por todas sus necesidades:
Respondemos: Te rogamos, Señor, óyenos.

Para que Dios conceda el espíritu de paciencia y de caridad a los cristianos perseguidos por su nombre y los ayude a ser testigos fieles y verídicos de su Evangelio, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor, óyenos.

Para que Dios conceda prudencia a los gobernantes y honradez a todos los gobernados, a fin de que se mantengan la armonía y la justicia en la sociedad, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor, óyenos.

Para que el Señor, el único que puede hacer prosperar el trabajo del ser humano, bendiga los esfuerzos de los trabajadores y haga que la tierra dé frutos abundantes para todos, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor, óyenos.

Para que Dios no permita que en la hora de nuestra muerte, desesperados y sin acordarnos de él, nos sintamos como arrancados de este mundo, sino que, confiados y con una gran paz, lleguemos a la vida feliz y eterna, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor, óyenos.

Celebrante:
Dios nuestro, que invitas a todos los seres humanos al banquete de tu Hijo, escucha nuestras súplicas y concédenos la sabiduría de Espíritu, para que sepamos discernir y anunciar la esperanza a la que estamos llamados y la gloria que nos tienes reservada en la mesa del reino de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.

 

Oración sobre las Ofrendas

Acepta, Señor, nuestras ofrendas, y concédenos que esta Eucaristía nos ayude a conseguir la gloria del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

El misterio pascual y el pueblo de Dios

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Quien, por su misterio pascual, realizó la obra maravillosa de llamarnos del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de su propiedad, para que, trasladados de las tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas.
Por eso,
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Antífona de la Comunión

Los que buscan riquezas, sufren pobreza y hambre; los que buscan al Señor, no carecen de nada.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Te pedimos, Señor, humildemente, que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo que hemos recibido en alimento, nos comuniquen su misma vida.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén


Meditación diaria

Vigésimo octavo Domingo
ciclo a

LOS INVITADOS AL BANQUETE

— Nos espera el Cielo. Correspondencia a la llamada del Señor. Ayudar a otros a que no rehúsen la invitación.

— Llamada a participar de la intimidad divina. No existen excusas razonables para no asistir a la Cena del Rey.

— Voluntad salvadora de Cristo. Nuestro afán apostólico se ha de dirigir a todas las almas.

I. La liturgia de este domingo presenta la salvación como un banquete regio, símbolo de todos los bienes, al que Dios nos invita. Preparará el Señor de los ejércitos para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos... Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos... Aniquilará la muerte para siempre. El Señor Dios enjugará las lágrimas de todas las gentes...1. Desde antiguo, y mediante símbolos fácilmente comprensibles, los Profetas habían anunciado el Cielo como destino definitivo de la humanidad. El mismo Dios nos habría de conducir hasta ese monte santo. Así lo expresa el Salmo responsorial: El Señor es mi pastor... me conduce hacia fuentes tranquilas. Me guía por el sendero justo... Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan... Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor, por años sin término2.

Jesús es nuestro Pastor y de mil maneras nos invita a seguirle, pero no quiere obligarnos a ir contra nuestra voluntad. Y aquí está el misterio del mal: los hombres podemos rehusar este ofrecimiento. El Evangelio de la Misa nos habla de este rechazo. El Reino de los cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo. Y, según la costumbre, el rey envió a sus siervos para recordar a los invitados que ya estaba todo preparado y que se les esperaba. Ante la sorpresa del rey, los convidados no quisieron ir. Y el Señor, queriendo expresar la solicitud de Dios con sus hijos, relata en la parábola que el soberano volvió a enviar de nuevo a sus servidores: Nuevamente envió a otros criados ordenándoles: Decid a los invitados: mirad que tengo ya preparado mi banquete... La bondad de Dios se expresa en esta divina insistencia y en la exuberancia de los bienes: he matado terneros y reses cebadas y todo está a punto. A pesar de todo, los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otros a sus negocios, los demás echaron mano de los criados y los maltrataron hasta matarlos. En otras parábolas (la de los viñadores, por ejemplo) se exigía algo debido, el fruto de lo que se había dejado para administrarlo; aquí, en cambio, nada se exige, se ofrece todo. ¡Y es rechazado! El Señor ofrece bienes inimaginables, y los hombres en muchas ocasiones no los valoramos. Con mucha pena debió Jesús relatar esta parábola. Es la repulsa al amor de Dios a través de los siglos.

Los convidados pueden estar representados hoy, entre otros, por esos hombres que, sumergidos en sus asuntos y negocios terrenos, parecen no necesitar para nada de Dios. Y cuando son avisados de que el Cielo les espera, reaccionan con violencia, como en la parábola. A pesar de todo, tenemos la obligación santa de acercarnos a los que nos rodean, «de sacudirles de su modorra, de abrir horizontes diferentes y amplios a su existencia aburguesada y egoísta, de complicarles santamente la vida, de hacer que se olviden de sí mismos y que comprendan los problemas de los demás.

»Si no, no eres buen hermano de tus hermanos los hombres, que están necesitados de ese "gaudium cum pace" —de esta alegría y esta paz, que quizá no conocen o han olvidado»3. Muchos responderán y llegarán a tiempo al banquete.

II. La imagen del banquete es considerada en otros lugares de la Sagrada Escritura como símbolo de intimidad y de salvación. He aquí que estoy a la puerta y llamo: si alguno escucha mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo4. Y se repite una y otra vez la solicitud de Dios, el afán divino por una intimidad mayor, que tendrá su culminación en el encuentro definitivo con Él en el Cielo, dentro de un tiempo, quizá no muy largo. ¡Ábreme, hermana mía, amada mía...! Que está mi cabeza cubierta de rocío y mis cabellos de escarcha de la noche5, dice Dios al alma de tantas maneras. ¿Cómo es nuestra correspondencia a las mil llamadas que nos hace llegar el Señor? ¿Cómo es nuestra oración, que nos adentra en la intimidad con Dios, pues el Cielo comienza ya aquí en la tierra? ¿Nos excusamos fácilmente ante un compromiso de un mayor amor, de una más honda correspondencia? ¿Nos sentimos responsables de que llegue a muchos la invitación divina? ¿Nos interesa y preocupa la salvación de todos aquellos que conocemos?

Es muy grave rechazar la invitación divina, vivir como si Dios no fuera importante y el encuentro definitivo con Él estuviera tan lejano que no mereciera la pena prepararse para él. Ante la salvación, bien absoluto, no hay ninguna excusa que sea razonable: ni campos, ni negocios, ni salud, ni bienestar... Hoy los pretextos que algunos aducen para no acudir a las amables invitaciones del Señor son iguales a los que leemos en la parábola: sus preocupaciones terrenas, como si lo de aquí abajo fuera lo definitivo; otros varían, «pero el hecho sigue siendo el mismo: no aceptan la salvación de Dios y se excluyen voluntariamente por preferir otra cosa. Se quedan con lo que eligen, pierden lo que rechazan»6. ¡Qué pena tan grande nos debe producir el comprobar cómo muchos –por unas razones u otras– parecen rechazar la intimidad con Dios y ponen en peligro su salvación eterna!

Pero el Señor quiere que se llene su casa, su actitud es siempre salvadora: Id, pues, a los cruces de los caminos y llamad a las bodas a todos los que encontréis. Los criados, saliendo a los caminos, reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. Nadie queda excluido de la intimidad divina. Solo aquel que se aparta a sí mismo, que resiste la amable invitación del Señor, repetida una y otra vez.

«Ayúdanos, Señor –exclamaba San Agustín–, a dejarnos de malas y vanas excusas y a ir a esa cena... No sea la soberbia impedimento para ir al festín, alzándonos con jactancia, ni nos apegue a la tierra una curiosidad mala, distanciándonos de Dios, ni nos estorbe la sensualidad las delicias del corazón. Haz que acudamos... ¿Quienes vinieron a la cena, sino los mendigos, los enfermos, los cojos, los ciegos? (...). Vendremos como pobres, pues nos invita quien, siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecer con su pobreza a los pobres. Vendremos como enfermos, porque no han menester médico los sanos sino los que andan mal de salud. Vendremos como lisiados y te diremos: Endereza mis pasos conforme a tu palabra (Sal 118, 113). Vendremos como ciegos y te pediremos: Ilumina mis ojos para que jamás duerma en la muerte (Sal 12, 4)»7.

III. Id, pues, a los cruces de los caminos y llamad a las bodas... Son palabras dirigidas a nosotros, a todos los cristianos, pues la voluntad salvadora de Dios es universal8: abarca a todos los hombres de todas las épocas. Cristo, en su Amor por los hombres, busca la conversión de cada alma con infinita paciencia, hasta el extremo de morir en la Cruz. Cada hombre puede decir de Jesús: me amó y se entregó a Sí mismo por mí9. De esta actitud salvadora del Maestro participamos quienes queremos ser sus discípulos. Los criados, saliendo a los caminos, reunieron a todos los que encontraron... Como a Jesús, nos ha de interesar la salvación de todas las almas. El portero que nos indica la puerta del ascensor, el médico que nos acaba de extender una receta, la señora que sube al autobús en la parada siguiente a la nuestra, los niños que salen del colegio, el profesor que anuncia el día del examen... todos son objeto del desvelo divino y, por eso mismo, parte importante de nuestro afán apostólico. «Fíjate bien: hay muchos hombres y mujeres en el mundo, y ni a uno solo de ellos deja de llamar el Maestro.

»Les llama a una vida cristiana, a una vida de santidad, a una vida de elección, a una vida eterna»10.

Nos urge a los cristianos llevar a las almas, una a una, hasta el Señor. La misma solicitud con que Cristo nos anima, nos conforta, hemos de tener nosotros con quienes tratamos todos los días, siguiendo el consejo: «lleva a todos sobre ti, como a ti te lleva el Señor»11. Hemos de abrir nuevos horizontes a su existencia, a veces encerrada en unas aspiraciones solamente terrenas, cortas; descubrirles la necesidad de tratar cada día a Dios con confianza; animarles a ofrecer sus trabajos; ayudarles a que encuentren la raíz de muchas de sus vacilaciones, del vacío interior que a veces experimentan... Nadie puede pasar a nuestro lado sin que nuestras palabras y nuestras obras le hayan hablado de Dios. El pensamiento de su salvación eterna y de su felicidad temporal, que no alcanzarán fuera de Dios, nos empujará a buscar la ocasión oportuna o a crearla para que, con paciencia, les llegue la llamada del Señor. Tiene que dolernos su ignorancia religiosa, su visión pobre y terrena de las cosas.

Nuestra Madre Santa María nos enseñará a tratar a cada persona con el interés y el aprecio con que la mira su Hijo.

1 Primera lectura, Is 25, 6-10. — 2 Salmo responsorial, Sal 22, 1-6. — 3 San Josemaría Escrivá, Forja, n. 900. — 4 Apoc 3, 20. — 5 Cant 5, 2. — 6 F. Suárez, Después, Rialp, Madrid 1978, p. 172. — 7 San Agustín, Sermón 112, 8. — 8 Cfr. 1 Tim 2, 4. — 9 Gal 2, 20. — 10 San Josemaría Escrivá, o. c., n. 13. — 11 San Ignacio de Antioquía, Epístola a Policarpo, 1, 2.


12 de octubre

NUESTRA SEÑORA DEL PILAR*

Fiesta (en España)

— La devoción a la Virgen del Pilar.

— La Virgen va por delante en toda evangelización, en todo apostolado personal. Contar con Ella.

— Firmeza y caridad a la hora de propagar la fe.

I. Me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí1.

Según una antiquísima y venerada tradición, la Virgen, cuando aún vivía, se apareció en carne mortal al Apóstol Santiago el Mayor en Zaragoza, acompañada de ángeles que traían una columna o pilar como signo de su presencia.

En la aparición, Nuestra Señora consoló y reconfortó al Apóstol Santiago, a quien prometió su asistencia materna en la evangelización que estaba llevando a cabo en España. Desde entonces, el Pilar es considerado como «el símbolo de la firmeza de fe»2; a la vez, nos indica el camino seguro de todo apostolado: Ad Iesum per Mariam, a Jesús, por María. La Virgen es el pilar firme, los cimientos seguros, donde se asienta la fe y donde esta fe se guarda3. «Por medio de ella, a través de muy diversas formas de piedad, ha llegado a muchos cristianos la fe en Cristo, Hijo de Dios y de María». Son sostenidos «por la devoción a María, hecha así columna de esa fe y guía segura hacia la salvación»4.

Al ver tantas naciones y pueblos diversos que celebran hoy esta fiesta y al contemplar su amor a la Virgen podemos ver cumplidas las palabras de la Sagrada Escritura: Eché raíces entre un pueblo grande, en la porción del Señor, en su heredad. Crecí como cedro del Líbano y del monte Hermón, me he elevado como palmera de Engadí y como rosal de Jericó, como gallardo olivo en la llanura y como plátano junto al agua. Exhalé fragancia como el cinamomo y la retama, y di aroma como mirra exquisita, como resina perfumada, como el ámbar y el bálsamo, como nube de incienso en el santuario5. Su devoción se ha extendido por todas partes.

La fiesta de hoy es una excelente ocasión para pedir, por su mediación, que la fe que Ella alentó desde el principio se fortalezca más y más, que los cristianos seamos testigos tanto más firmes cuanto mayores sean las dificultades que podamos encontrar en el ambiente del trabajo, de las personas con las que habitualmente nos relacionamos, o en nosotros mismos. Esto nos consuela: si hemos de enfrentarnos a obstáculos más grandes, más gracia nos obtendrá Nuestra Señora para que salgamos siempre triunfadores.

Le pedimos hoy ser pilares seguros, cimiento firme, donde se puedan apoyar nuestros familiares y nuestros amigos. Dios todopoderoso y eterno le rogamos en la Misa propia de esta fiesta que en la gloriosa Madre de tu Hijo has concedido un amparo celestial a cuantos la invocan con la secular advocación del Pilar; concédenos, por su intercesión, fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el amor6.

II. Tú permaneces como la columna que guiaba y sostenía día y noche al pueblo en el desierto7.

En el libro del Éxodo se lee cómo Yahvé precedía al pueblo en el desierto, de día como una columna en forma de nube para indicarle el camino, y de noche como una columna de fuego para alumbrarle8. En el Libro de la Sabiduría se señala: Y en lugar de tinieblas encendiste una columna, que le diste para su camino, un sol que no les quemaba, para una gloriosa peregrinación9.

La Virgen fue quien marchó delante en la evangelización de los comienzos, alumbrando el camino, y es quien ahora va primero, iluminando nuestro propio camino y el apostolado personal que como cristianos corrientes realizamos en nuestra familia, en el trabajo y en los ambientes que frecuentamos. Por eso, cuando nos proponemos acercar a un familiar o a un amigo a Dios, lo encomendamos en primer lugar a Nuestra Señora. Ella quita obstáculos y enseña el modo de hacerlo. Cada uno de nosotros, quizá, ha experimentado esta poderosa ayuda de la Virgen. «Sí, tenemos como guía una columna que acompaña al nuevo Israel, a la Iglesia, en su peregrinar hacia la Tierra prometida, que es Cristo el Señor. La Virgen del Pilar es el faro esplendente, el trono de gloria, que guía y consolida la fe de un pueblo que no se cansa de repetir en la Salve Regina: Muéstranos a Jesús»10.

La evangelización iniciada en cada lugar del mundo, hace siglos o pocos años, no terminará hasta el fin de los tiempos. Ahora nos toca a nosotros llevarla a cabo. Para eso hemos de saber comprender a todos de corazón. Con más comprensión cuanto más distantes se encuentren de Cristo, con una caridad grande, con un trato amable, sin ceder en la conducta personal ni en la doctrina que hemos recibido a través del canal seguro de la Iglesia.

Acudamos a Nuestra Señora pidiéndole luz y ayuda en esas metas apostólicas que nos proponemos para llevar a cabo la vocación apostólica recibida en el Bautismo. Acudamos a Ella a través del Santo Rosario, especialmente en este mes de octubre el mes del Rosario, visitemos sus santuarios y ermitas, ofreciéndole algún pequeño sacrificio, que Ella recoge sonriendo y lo transforma en algo grande. Dirigirnos a Ella en petición de ayuda es un buen comienzo en todo apostolado.

En esa acción evangelizadora que cada cristiano debe llevar a cabo de modo natural y sencillo, debemos tenerla a Ella como Modelo. Miremos su vida normal: veremos su caridad amable, el espíritu de servicio que se pone de manifiesto en Caná, en la presteza con que ayuda a su prima Santa Isabel... Debemos contemplar su sonrisa habitual, que la hacía tan atrayente para las personas que habitualmente la trataban... Así hemos de ser nosotros.

III. Siguiendo la Misa propia de esta advocación mariana, pedimos también hoy al Señor que nos conceda, por intercesión de Santa María del Pilar, permanecer firmes en la fe y generosos en el amor11.

Le suplicamos ser firmes en la fe, el tesoro más grande que hemos recibido. Saber guardarla en nosotros y en quienes especialmente Dios ha puesto a nuestro cuidado de todo aquello que la pueda dañar: lecturas inconvenientes, programas de televisión que poco a poco van minando el sentido cristiano de la vida, espectáculos que desdicen de un cristiano...; guardarla sin ceder en lo que fielmente nos ha transmitido la Iglesia, manteniendo con fortaleza esa buena doctrina ante un ambiente que en aras de la tolerancia se muestra en ocasiones intolerante con esos principios firmes en los que no cabe ceder, porque son los cimientos en los que se apoya toda nuestra vida. Resistid firmes en la fe12, exhortaba San Pedro a los primeros cristianos en un ambiente pagano, parecido al que en algunas ocasiones podemos encontrar nosotros. Ceder en materia de fe o de moral, por no llevarse un mal rato, por limar aristas, por puro conformismo y cobardía, ocasionaría un mal cierto a esas personas que, tal vez un poco más tarde, verán la luz en nuestro comportamiento coherente con la fe de Jesucristo.

En un ambiente en el que quizá abundan la debilidad y la flaqueza, esta firmeza ha de ir acompañada por la generosidad en el amor: el saber entendernos con todos, incluso con quienes no nos comprenden o no quieren hacerlo, o tienen ideas sociales y políticas distintas u opuestas a las nuestras, con personas de elevada cultura o con aquellos que apenas saben leer..., manteniendo siempre una actitud amable compatible con la firmeza cuando sea necesaria, que nace de un corazón que trata a Dios diariamente en la intimidad de la oración.

Si la primera evangelización, en España y en todas partes, se realizó bajo el amparo de la Virgen, esta nueva evangelización de las naciones que están cimentadas desde su origen en principios cristianos también se realizará bajo su amparo y ayuda, como la columna que guiaba y sostenía día y noche en el desierto al Pueblo elegido. Ella nos lleva a Jesús, que es nuestra Tierra prometida; «es lo que realiza constantemente, como queda plasmado en el gesto de tantas imágenes de la Virgen... Ella con su Hijo en brazos, como aquí en el Pilar, nos lo muestra sin cesar como el Camino, la Verdad y la Vida»13. «Para eso quiere Dios que nos acerquemos al Pilar escribía San Josemaría Escrivá al terminar de relatar algunos pequeños sucesos de su amor a la Virgen en este santuario mariano: para que, al sentirnos reconfortados por la comprensión, el cariño y el poder de nuestra Madre aumente nuestra fe, se asegure nuestra esperanza: sea más viva nuestra preocupación por servir con amor a todas las almas. Y podamos, con alegría y con fuerzas nuevas, entregarnos al servicio de los demás, santificar nuestro trabajo y nuestra vida: en una palabra, hacer divinos todos los caminos de la tierra»14.

Hoy, en su fiesta, nos acercamos con el corazón al Pilar y le pedimos a Nuestra Señora que nos guíe siempre, que sea la seguridad en la que se apoya nuestra vida.

1 Antífona de comunión, Lc 1, 48. — 2 Juan Pablo II, Homilía en Zaragoza, 6-XI-1982. — 3 ídem, Enc. Redemptoris Mater, 25-III-1987, 27. — 4 ídem, Homilía en Zaragoza, cit. — 5 Eclo 24, 16-21. — 6 Oración colecta de la Misa propia del día. — 7 Sab 18, 3; Ex 13, 21-22. — 8 Cfr. Ex 13, 21. — 9 Sab 18, 3. — 10 Juan Pablo II, Ángelus 15-XI-1987. — 11 Oración sobre las ofrendas de la Misa propia del día. — 12 cfr. 1 Pdr 5, 9. — 13 Juan Pablo II, Homilía en Zaragoza, cit. — 14 San Josemaría Escrivá, Recuerdos del Pilar, Folleto MC n. 119, p. 47.

* Según una venerada tradición, la Santísima Virgen se manifestó en Zaragoza sobre una columna o pilar, signo visible de su presencia. Desde antiguo se tributó en aquel lugar culto a la Madre de Dios y en su honor se edificó primero una iglesia y luego la actual basílica, centro de peregrinación de España especialmente y del mundo hispánico. Pío XII otorgó a todas las naciones de América del Sur la posibilidad de celebrar en este día la misma Misa particular que se celebra en España.

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Santoral               (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

 Nuestra Señora del 
Pilar de Zaragoza

 
  Patrona de España
      y de la Hispanidad      

Historia de la 
Aparición en vida 
de Nuestra Señora al 
Apóstol Santiago

El Papa Clemente XII estableció la fecha del 12 de Octubre para la festividad de la Virgen del Pilar.

En España, sobre todo en Aragón, es muy conocida la plegaria: "Bendita sea la hora en que la Virgen vino en carne mortal a Zaragoza".

La Santísima Virgen del Pilar es la Patrona de España y de la Hispanidad. Su templo es visitado por miles de personas diariamente.

 

Según documentos del siglo XIII, el Apóstol Santiago, El Mayor, hermano de San Juan, viajó a España a predicar el evangelio (año 40 d.C.), y una noche la Virgen María se le apareció en un pilar.

La tradición nos cuenta que Santiago había llegado a Aragón, el territorio que se llamaba Celtiberia, donde está situada la ciudad de Zaragoza, y una noche, estando en profunda oración junto a sus discípulos a orillas del río Ebro, la Santísima Virgen María se manifestó sobre un pilar, acompañada por un coro de ángeles, (ella aun vivía en Palestina).

La Virgen le habló al Apóstol pidiéndole que se le edificase ahí una iglesia con el altar en derredor al pilar y expresó: "Este sitio permanecerá hasta el fin del mundo para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que imploren mi ayuda".

El lugar, ha sobrevivido a invasiones de diferentes pueblos y a la Guerra Civil española de 1936-1939, cuando tres bombas cayeron sobre el templo y no estallaron. También se cree que la Virgen le dio al Apóstol una pequeña estatua de madera.

Luego de la aparición, Santiago junto a sus discípulos comenzaron a construir una capilla en donde se encontraba la columna, dándole el nombre de "Santa María del Pilar". Este fue el primer templo del mundo dedicado a la Virgen. Después de predicar en España, Santiago regresó a Jerusalén. Fue ejecutado por Herodes Agripas alrededor del año 44 d.C. siendo el primer apóstol mártir, luego del suceso sus discípulos tomaron su cuerpo y lo llevaron a España para su entierro. Siglos después el lugar fue encontrado y llamado Compostela (campo estrellado).

El primer santuario sobre la tumba de Santiago la ordenaron  construir el rey Alfonso II, El Casto de Asturias,  y el obispo Teodomiro en el siglo IX. Hoy se encuentra una  magnífica catedral en sitio.

El Milagro del cojo 
Miguel de Calandra

Entre los muchos milagros ocurridos en el sagrado lugar donde la Virgen se apareció, sobresale el del  cojo de Calandra.  A este hombre le fue amputada una pierna en 1637  y en 1640 la pierna volvió a aparecer entera en su cuerpo. Hay varias versiones de como aconteció el suceso, pero lo importante es que sí hubo un milagro. Algunos dicen que  sucedió cuando se le colocó aceite de la lámpara de la Virgen del Pilar, otros dicen que ocurrió mientras  soñaba que visitaba la basílica. Cientos de personas fueron testigos de este acontecimiento y actualmente en la pared derecha de la basílica hay un cuadro que relata el prodigioso suceso.

Esta maravillosa basílica tiene once cúpulas y cuatro torres. La Capilla del Pilar es el lugar en el cual se sitúa la columna sobre la que se apareció la Virgen a Santiago. Según la tradición era una construcción externa al templo y que luego cuando se reformó el lugar fue integrado en el interior de la basílica.

El lugar más sagrado del templo es la santa columna sobre la cual se apareció la Virgen. El pilar es de jaspe, mide casi 2 metros y la pequeña estatua es de madera y tiene 38 cm.

La Crónica de Aragón

Y   bien assi la primera voz que mas con efecto sono dela fe en Çaragoça que es cabeça de aragon tomo su mayor cimiento: porque viniendo a ella santiago el mayor: como algunos affirman y fasta enla minerua de roma por escripto se falla y fasta dentro enla casa sancta lo han por mucho cierto. conuirtio enla ciudad fasta siete varones cuyos nombres enel martilogio famoso de Cromacio se asientan: y son estos. torquato. tesifonte. segundo. indalecio. sicilio. esicio. eufrasio. el cuerpo del sancto indalecio truxo el rey don Sancho el quarto como a su natural y de su propia nacion a sant Johan dela peña: desde alla de piedra pisada. y fueron aquestos los primeros cristianos que nunca houo en la Europa. ca llego primero santiago aca: y antes que saliessen los apostolos de judea.

Y desta causa labro santiago enla misma ciudad la primera capilla que a honor de nuestra señora fue enel mundo labrada: porque al tiempo que della se despidio prometio delo assi fazer. y le fue por ella tan bien encargado: que donde quier que mas discipulos fiziesse ahi le fundasse vna capilla. y llamo la sancta maria del pilar. y la razon dello fue: porque orando vna noche orilla del rio con sus nueuos siete criados: oyo cantares marauillosos del cielo y aparecio le subito nuestra señora con gran muchedumbre y caualleria de angeles que ahun ella viuiendo la trahian sobre vn pilar assentada con excellente corona en la cabeça: y con aquella fiesta gloria y triunpho que a tan alta reynase perteneçia: y ahun despues dela hauer tan deuota y profundamente acatado quanto a señora tan alta y tan madre de dios era deuido y el podia cumplir: le fue por ella de nueuo mandado que assentasse la primera y su excellente capilla dela misma forma y manera que la el asento. ca le fazia saber y ahun le prometia que enella para siempre su jnmortal memoria seria festejada y ende seria tan por estremo y tan deuotamente su nombre acatado.

(Gauberto Fabricio de Vagad, Crónica de Aragón, Zaragoza: Pablo Hurus, 1499).

Oración 
a Nuestra Señora 
del Pilar 

Oh Virgen del Pilar, Reina y Madre, España y todas las naciones hispanas reconocen con gratitud tu protección constante y esperan seguir contando con ella.

Obténnos de tu Hijo fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el amor.

Queremos que en todos los instantes de nuestra vida sintamos que tu eres nuestra Madre.

Por Jesucristo nuestro Señor. 

                       Amén.

Historia de la Aparición

Un Milagro

La Crónica de Aragón

Oraciones


El Papa Clemente XII estableció la fecha del 12 de Octubre para la festividad de la Virgen del Pilar.

En España, sobre todo en Aragón, es muy conocida la plegaria: "Bendita sea la hora en que la Virgen vino en carne mortal a Zaragoza".

La Santísima Virgen del Pilar es la Patrona de la Hispanidad. Su templo es visitado por miles de personas diariamente.

 

01:23:15

REPORTAJE ESPECIAL Dedicado a NUESTRA SEÑORA DEL PILAR, Octubre 2010

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Fuente: EWTN.com
Nuestra Señora de Aparecida Patrona de Brasil, 12 Octubre  

Nuestra Señora de Aparecida

La historia cuenta que en el año 1717, El gobernador de Sao Paulo y Minas Gerais, don Pedro de Almeida y Portugal, Conde de Assumar, pasó por la villa de Guaratinguetá camino a villa Rica. Por tal motivo, los pobladores del lugar, queriendo agasajar al invitado, solicitaron a tres pescadores, Domingos Garcia, Filipe Pedroso e João Alves, una provisión de peces.

Estos hombres se encontraban en el río Paraiba, arrojando sus redes en el agua, cuando de repente al levantar una de ellas, encontraron una figura rota de terracota de la Virgen de la Concepción, de tan solo 36 cm. Primero hallaron el cuerpo y al arrojar otra vez la red lograron ubicar la cabeza. Luego del suceso, la pesca, que hasta ese momento había sido escasa, fue tan abundante, que tuvieron que volver a la costa por el peso que tenían sus pequeñas embarcaciones.

Uno de los pescadores llevó la imagen a su casa y le realizó un pequeño altar, unos años después crearon un oratorio, lugar que era visitado por todos los lugareños.
El 5 de mayo de 1743, se comenzó a construir un templo, que se inauguró el 26 de julio de 1745, venerando a la Virgen bajo la invocación de Nuestra Señora Aparecida.

El pueblo de Nuestra Señora Aparecida se encuentra a unos cuantos kilómetros de Guaratinguetá, villa del Estado de Sao Paulo.

Se ignora completamente como es que la imagen fue a parar al río, pero si se conoce su autor, un monje de Sao Paulo, llamado Frei Agostino de Jesús quien la moldeo en el año 1650.

La Virgen es de color moreno y esta vestida con un manto grueso bordado, sus manos se ubican en el pecho en posición de oración, fue coronada solemnemente en 1904, por don José de Camargo Barros, obispo de Sao Paulo.

El 16 de julio de 1930, Pío XI la declaró a Nuestra Señora Aparecida patrona de Brasil. El día 4 de julio de 1980, el Papa Juan Pablo II visito el santuario y le dio el título de Basílica.

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Amigo, Santo Biografía, 12 de octubre  

Octubre 12

 


Etimológicamente significa "amable". Viene de la lengua latina.

El cristiano verdadero se distingue porque en su diario acontecer todo lo mira bajo el prisma de su gran Amigo y compañero Jesús. "Donde vaya, estoy con él".

La vida de este joven del siglo IX. La literatura de aquellos años se dedicaba mucho a escribir sobre el bello y fantástico mundo de la amistad.
No es de extrañar que también se hiciese entre la amistad de los santos.

Amigo tenía un amigo llamado Amelio, que tiene la misa raíz y etimología. Eran hijos de dos familias nobles que nacieron el mismo día y en el mismo lugar.

También fueron bautizado al mismo tiempo por el Papa en Roma. Se distanciaron hasta que, ya mayores, decidieron ponerse al servicio del emperador Carlomagno.

Amelio fue acusado de haber seducido a la hija del emperador. Para pagar su pena, no le quedaba otra salida que el duelo.

Entonces se presentó Amigo para hacerlo en su lugar y lo ganó.

El emperador se alegró de que su hija salvara su honor. Amigo se había expuesto demasiado por salvar a su amigo y tuvo que acudir a triquiñuelas inimaginables.

El hecho es que se juntaron de nuevo los dos viejos amigos. Amigo cogió la lepra y la mujer lo echó de casa.

Se fue al castillo de su amigo Amelio. Este le curó. Se sintió feliz y acogido como un hermano. Eso es la amistad.

Hubo una guerra entre los Francos y los Lombardos. En ella murieron Amigo y Amelio. El propio emperador mandó que sus cuerpos se conservaran en dos sarcófagos distintos y en dos iglesias. Al día siguiente sin saber cómo, los dos féretros aparecieron juntos y en la misma iglesia, en la de san Albino en Montara, Italia.

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Fuente: Franciscanos.org
Serafín de Montegranario, Santo Lego Capuchino, 12 octubre  

Serafín de Montegranario, Santo

Nací en un pequeño pueblo de las Marcas, en la Italia central, donde todas las casas, como si fueran girasoles, están abiertas al sol. Fue en 1540, cuando en toda la región comenzaba a estabilizarse la Reforma Capuchina. Sin embargo yo no conocí a los frailes hasta que entré en el noviciado.

Era el segundo de cuatro hermanos, y mi padre era albañil. Como la economía no iba demasiado boyante, pronto tuvo que echar mano de nosotros para que le ayudásemos. Mi hermano mayor se fue a trabajar con él; y a mí, como era debilucho y algo torpe, me mandó con un campesino para que le cuidara el rebaño. Un trabajo fácil y agradable, sobre todo porque me dejaba mucho tiempo para rezar y pensar en mis cosas.

Esta afición mía por la soledad y la oración me creó una fama de milagrero que yo no veía justificada. Todo empezó cuando en uno de los viajes a Loreto, mientras mis compañeros se pararon en la orilla del río en espera de que disminuyese el caudal, yo lo crucé sin mojarme. Y es que hay que conocer los vados y saber pasar los ríos.

Cuando murió mi padre, mi hermano me reclamó para que le ayudara. Sabía muy bien que no podría hacerme un albañil, pero se empeñó en que fuera, al menos, un peón. Sin embargo fracasó. Por mucho que intentó enseñarme el oficio, no consiguió nada. A lo más que llegué fue a traerle cubos de agua y ladrillos. Él, como es lógico, se enfadaba y me daba algún que otro pescozón; yo lo comprendía y me callaba.

Aquella vida me aburría y soñaba con desiertos, ayunos y penitencias, según había leído en las vidas de los ermitaños. Pero no fue necesario irme tan lejos. Una amiga me manifestó que conocía "una religión santa, en la que podía hacerme santo": los Capuchinos.

El Señor me hizo torpe

Cuando me presenté en el convento para hacer el noviciado, muy pocas cosas dejaba atrás; hasta el punto que le dije al guardián: "Sólo tengo un crucifijo y un rosario; pero con éstos espero ayudar a los frailes y hacerme santo". Y me admitieron.

Mi convivencia con los frailes fue un calvario, ya que seguía igual de inseguro, poco mañoso y torpe para el trabajo. Por mucho que me esforzara no conseguía hacer nada a derechas, lo que motivaba que me reprendieran y humillaran. Tanto me costaba soportar mi torpeza, que estaba dispuesto a dejar el convento y marcharme al desierto.

Sin embargo reflexioné y se me hizo la luz. Tenía que aceptar mi torpeza para el trabajo y mi capacidad para conectar a la gente con Dios. De ahí que tuviera que acoger, incluso con cariño, las justas reprimendas de los superiores cuando me salían mal las cosas, y trabajar para que la gente fuera feliz al encontrarse con Dios.

Pero me dio la gracia de ayudar a los demás

Esto me lo encontraba hecho, hasta el punto de correrse la voz de que yo hacía milagros, cuando en realidad lo que hacía era convencerlos para que confiaran en el Señor. Lo que pasara después ya no dependía de mí, pero la gente me lo atribuía.

Una vez vino un matrimonio joven, con una niña muda de nacimiento, pidiéndome que la curara. Yo les insinué que fueran a la capilla del Santísimo y rezaran. Al cabo de un rato me acerqué para darle a la niña un ramito de flores, y en plan jocoso le dije a la pareja: "Esta niña va a hablar más que una cotorra". Y así sucedió. Se le fue soltando la lengua hasta el punto de que, muchas veces, había que hacerla callar, de tanto que hablaba.

Los casos se multiplicaban, y la gente venía en busca de ayuda para sus necesidades. Yo me veía abrumado ante tanta demanda de milagros, pero hacía lo que buenamente podía: darles confianza y acercarlos al Señor. Hasta tal punto se complicó la cosa que el guardián me prohibió hacer tanto prodigio, cuando el primer asombrado era yo.

Pero no vayáis a creer que me dedicaba solamente a "hacer milagros". En los distintos conventos por los que pasé ayudaba también en los trabajos de la casa, pero mi relación con la gente, bien al salir a pedir limosna, o porque ellos venían a visitarme al convento, ocupaba mucho tiempo.

El secreto de mi disponibilidad para atenderles estaba en el ejemplo de Jesús; de ahí que me pasara grandes ratos en la iglesia pidiendo por los demás, incluso por la noche, cuando las puertas de la muralla estaban cerradas y la gente que se había quedado fuera venía al convento a pedir hospedaje.

Y así transcurrió mi vida, hasta que un 12 de octubre, el de 1604, los niños, que junto con las flores era lo que más quería, empezaron a gritar por el pueblo: "Ha muerto el santo, ha muerto el santo". Y ese santo era yo.

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Fuente: Ocd.pcn.net
Eufrasio del Niño Jesús, Beato Mártir, 12 Octubre  

Eufrasio del Niño Jesús, Beato

Eufrasio Barredo Fernández nació en Cancienes del Concejo de Corvera (Asturias) el 8 de febrero de 1897. El 5 de diciembre de 1912 ingresó en el colegio teresiano de los Carmelitas Descalzos de Villafranca de Navarra. El 26 de julio de 1916 emitió la profesión simple, que ratificaría con la solemne el 18 de marzo de 1922. Terminados sus estudios fue ordenado sacerdote el 23 de septiembre de 1922 en Santander. Destinado a Cracovia (Polonia), a fin de fortalecer la presencia carmelita en aquellas tierras, permaneció allí de 1926 a 1928. A su regreso fue destinado a Burgos, como director de las revistas "Ecos del Carmelo y Praga" y "Monte Carmelo".

En 1929 llega a Oviedo, como professor de teología y el 8 de mayo de 1933 es elegido prior de su comunidad. El 5 de octubre de 1934 estallaba la revolución de Asturias. Ante esta adversidad el P. Eufrasio buscó refugio para sus religiosos. Él trató de huir por la alta tapia de la huerta, pero se cayó y se luxó una cadera. Al ir empeorando su lesión, el 12 de octubre solicitó que lo llevaran al Hospital. Los milicianos le arrancaron –con ese verbo crudo lo expresa Albert Camus en una obra dramática suya– de la cama del hospital y lo condujeron al Mercado Viejo en el barrio de san Lázaro (Oviedo). Colocado de pie junto a un muro, y antes de recibir los disparos, se dirigió a los pistoleros con estas palabras: "Os perdono, hijos míos"; luego por tres veces gritó: "¡Viva Cristo Rey!".

Beatificado el 28 de Octubre del 2007 por Su Santidad Benedicto XVI

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Edwin de Northumbria, Santo Mártir y Rey, Octubre 12  

Edwin de Northumbria, Santo

San Edwin (también conocido como Eadwine o Æduini) (c. 586-12 de octubre de 633) fue Rey de Deira y Bernicia, los cuales se irían a conocer colectivamente como Northumbria. Su reino duro desde 616 hasta su muerte. El se convirtió al cristianismo y fue bautizado en el año 627; después de haber muerto en la Batalla de Hatfield Chase fue venerado como santo.

Infancia y exilio

La Crónica Anglosajona cuenta que después de la muerte de Aella un tal "Etelric" asumió el poder. La identidad exacta de Aethelric es incierta. El pudo haber sido un hermano de Aella, un hermano mayor de Edwin, un noble cualquiera, o el padre de Eteelfrido. El mismo Eteelfrido parece también haber sido rey de "Northumbria" (Deira y Bernicia juntos) desde no después de 604. Durante el reino de Eteelfrido, Edwin estuvo en exilio. La ubicación de su temprano exilio como niño es desconocida, pero algunos relatos de Reinaldo de Durham y Godofredo de Monmouth, ponen a Edwin en el Reino de Gwynedd, acogido por el rey Cadfan ap Iago, lo cual explicaría el conflicto entre Edwin y su supuesto hermano adoptivo Cadwallon. Para los años 610 el ya se encontraba en Mercia, bajo protección del rey Cearl, con cuya hija Cwenburga se casó.

Para el año 616, Edwin ya estaba en Anglia Oriental, bajo la protección del rey Raedwald. Bede cuenta que Eteelfrido quería que Raedwald asesinara a Edwin, su despreciado rival, y que Raedwald lo iba a hacer, si no fuera por que su esposa lo persuadió justo a tiempo. De todas maneras, Raedwald se enfrentó a Aethelfrith en una batalla cerca del río Idle en 616, en la cual Eteelfrido, y el hijo de Raedwald, Raegenhere, murieron. Edwin fue coronado como Rey de Northumbria, nombrando Raedwald como Bretwalda; los hijos de Eteelfrido se exiliaron en Dalriada y Pictavia. Que Edwin hubiera podido mantener control no solo en su tierra natal de Deira, pero también en Bernicia, pudo haber sido gracias al respaldo de Raedwald, al cual pudo seguir siendo súbdito a principios de su reino. El reino de Edwin marca una interrupción en el consistente dominio de Northumbria por los Bernicianos.

Edwin como rey

Con la muerte de Eteelfrido, y del poderoso Ethelburgo de Kent en el mismo año, Raedwald y su cliente Edwin estaban en posición para dominar Inglaterra, y Raedwald lo hizo hasta su muerte una década después. Edwin adhirió el pequeño reino bretones de Elmet después de la muerte de su rey Ceretic. Elmet fue probablemente leal a Mercia y por lo tanto a Edwin. El más grande reino de Lindsey parece que fue capturado después de c. 625, luego de la muerte del rey Raedwald. Sin embargo para este tiempo Edwin y Eadbald de Kent eran aliados, y como su primera esposa Cwenburga ya había muerto, Edwin planeo casarse con la hermana de Eadbald, Ethelburga de Kent. Según Bede, Eadbald solo aceptaría que su hermana se casara con Edwin, si el se convirtiera al cristianismo. El matrimonio de la Merovingia Berta con Ethelburgo de Kent, los padres de Eadbald, había resultado en la conversión al cristianismo de Kent, y el de Ethelburga y Edwin haría lo mismo en Northumbria.

La expansión occidental de Edwin pudo haber comenzado a principios de su reino. A principios de los años 620, ya había clara evidencia de una guerra entre Edwin y Fiachnae mac Báetáin del reino Dál nAraidi, rey de Ulaid en Irlanda. Se sabe que un poema, el cual se perdió con el tiempo, recuenta las campañas de Fiachnae en contra de los sajones, y los anales Irlandeses cuentan la toma, o asedio de Bamburgo en Bernicia en los años 623-624. La muerte de Fiachnae en el año 626, a manos de su tocayo, Fiachnae mac Demmáin de los Dál Fiatach, y la muerte de Fiachnae mac Demmáin un año después en la batalla contra Dalriada probablemente le facilitaron a Edwin sus conquistas en la provincia marítima de Irlanda.

La rutina de los reinos en los tiempos de Edwin envolvía estar en guerra regularmente, incluso anualmente, con sus vecinos para así obtener tributo, y esclavos.

La casa real se mudaba regularmente de una "ciudad real" a otra, consumiendo la comida ofrecida por los súbditos, cobrando tributo de las haciendas, dispersando justicia, y asegurándose que la autoridad real se hiciera presente por todo el reino. Las ciudades reales en los tiempos de Edwin fueron, entre otras, Yeavering en Bernicia, donde rastros de un anfiteatro hecho en madera se han descubierto. Otros sitios reales fueron Campodunum en Elmet (de pronto Barwick), Sancton en Deira y Goodmanham, el lugar donde el sacerdote pagano Coifi destruyo los ídolos paganos según Bede. El reino de Edwin incluyo las ciudades romanas de York y Carlisle, y las dos parecen que fueron de importancia en el siglo XII, aunque no esta claro si la vida urbana continúo durante este periodo.

La conversión de Edwin al Cristianismo

La versión de Bede acerca de la conversión de Edwin tiene dos eventos importantes. El primero fue durante el exilio de Edwin, y cuenta como Paulinus de York le salvo la vida. El segundo evento fue siguiendo el matrimonio con Ethelburga, cuando lo intentaron asesinar en York, la pascua del 626, un agente de Cwichelm de Wessex, Edwin después decidió permitir el bautizo de su hija Eanfleda y prometió adoptar el cristianismo si su campaña contra Cwichelm fuera exitosa. Aparte de estos eventos, la representación general que Bede da de Edwin, es aquella de un rey indeciso, temeroso de tomar riesgos, y sin poder decidir si ser cristiano o no.

Además de estos eventos, la influencia de la reina Ethelburga, no puede ser ignorada, ya que siendo de la Dinastía Merovingia era cristiana y evangelizadora por naturaleza, y de tal forma como lo hizo su madre con su padre, ella iba a convertir a Edwin al cristianismo, también hubieron cartas que el Papa Bonifacio V les mando a Edwin y a Ethelburga lo cual muestra el esfuerzo del papa en cristianizar la isla. Dado que Kent estaba bajo control Franco, ellos estaban interesados en proselitar a sus camaradas alemanas, y en extender su poder e influencia. Bede recuenta el bautizo de Edwin, y de uno de sus comandantes, el 12 de abril de 627. El fervor de Edwin, según Bede, llevo que el hijo de Raedwald, Eorpwald también se convirtiera al cristianismo.

Muerte y legado

Edwin se enfrentó contra Penda y Cadwallon en la batalla de Hatfield Chase en el otoño de 633, y fue derrotado y murió en batalla. De los dos hijos mayores que Edwin tuvo con Cwenburh de Mercia, Osfrido murió en la Hatfield, y Eadfrido fue capturado por Penda de Mercia y asesinado un tiempo después.

Sus restos fueron llevados a Whitby, pero su cabeza, ya que fue decapitado, se llevó a la iglesia de Saint Peter, en York donde todavía se encuentra.

Después de la muerte de Edwin, la reina Ethelburga junto con Paulinus de York, se devolvieron a Kent, llevando consigo su hijo Wuscfrea, su hija Eanfleda de Whitby, y el hijo de Osfrido, Yffi para exiliarse con ellos. Wuscfrea y Yffi fueron enviados a la corte de Dagoberto I rey de los Francos, pariente de Ethelburga, pero murieron poco después. Aun así, Eanfleda vivió para casarse con su primo, el Rey Oswiu de Northumbria, hijo de Acha y Aethelfrido de Bernicia, también se convirtió en santa, igual que sus padres.

El reino de Edwin fue dividido después de su muerte. Su sucesor fue Osric, hijo del tío paterno de Edwin Aelfric, en Deira, y por Eanfrido, hijo de Eteelfrido y la hermana de Edwin Acha, en Bernicia. Los dos se cambiaron al paganismo, y los dos fueron matados por Cadwallon; eventualmente, el hermano de Eanfrido,
Osvaldo derroto y dio muerte a Cadwallon y unió a Northumbria una vez más. Desde hay en adelante, con excepción de Oswine hijo de Osric, el poder en Northumbria estuvo en manos de los Idaneses, los descendientes de Ida de Bernicia, hasta mediados del siglo XIII.

Después de su muerte, Edwin vino a ser venerado como santo por algunos, aunque su culto fue eventualmente ignorado por el más exitoso culto a Osvaldo, quien fue asesinado en 642. Murieron en batalla a manos de enemigos similares, los paganos Mercias y los Británicos en ambos casos, lo cual permitió que se percibieran como mártires; Sin embargo, el trato de Bede con respecto a Osvaldo demostraba que lo percibía como un santo indiscutible, un status que no le confirió a Edwin.

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Fuente: traducido por Helge Kuntschke
Maximiliano de Celeia, Santo Obispo de Lorch, 12 Octubre  

Maximiliano de Celeia, Santo

Atríbuto: El santo Maximilian es presentado en una vestimenta episcopal y tiene en sus manos una espada y una cruz o un libro.

Nota: Las afirmaciones en su datos biográficos de 1290 no son historicamente demostradas. Los datos tienen paralelismos considerables con el currícolo del santo Pelagius.

Biografía: Maximilian nació como hijo unico de padres ricos, nobles y religiosos en Celeia (Celje, Eslovenia). Después de la muerte de sus padres él distribuyó toda su hacienda entre los pobres y puso en libertad los esclavos. Con el deseo de ponerse misionero peregrinó a Roma. El papa Sixto II. (=258) le mandó como misionero a Norikum y Pannonia. Maximilian se volvió ser obispo de Lorch en la Enns, la capital de la provincia Noricum.

Después de 20 años regresó a Celeia para predicar. Por haberse negado a participar en la idolatría, el emir Eulasius le hizodecapitar el 12 de octubre de 281 o de 284. Su cadáver fue sepelido fuera de la ciudad.

Hechos históricos:

Siglo 8 En las listas de los bienes de la iglesia Salzburg es mencionado por la primera vez una capilla en Bischofshofen que fue construido sobre la sepultura del Santo Maximilian.
09.09.878 El rey Karlmann regala las osamentas del Santo Maximiliano a la colegiata de Altötting. El depósito y el origen de las reliquias no es documentado antes de 878.
903 Burkhard, abad del convento de Altötting, se vuelve obispo de Passau
907 El rey Lodovico "el niño" regala el convento de Altötting a Burkhard; el convento se convierte en monasterio propio de los obispos de Passau.
entre 976 y 985 El obispo Pilgrim de Passau traslada las reliquas del Santo Maximilian a Passau.
30.09.985 En un diploma del emperador Otto III., Maximiliano es por la primiera vez mencionando como patrón del obispado además de Valentino.
1289/1290 Un canónigo de la catedral probablemente escribe la "Vita Sancti Maximiliani"; reactivación del culto.
1289 - 1291 El obispo Bernardo hace construir una sepultura para los patrones del obispado, Valentino y Maximiliano, en la catedral gótica.
Siglo 15 Patrón de la familia Habsburgo.
1634 Procesión con las reliquias de los dos patrones para evitar una epidemia de peste inminente.
1662 Después del fuego en la ciudad se abren los sarcófagos de los patrones y se descubre que las reliquias estan desaperecidos; exepto algunas partículas. Estas partículas estan guardados en relicarios barrocos.
1782 - 1962 El obispado de Linz es puesto bajo el patronato del Santo Maximiliano.

Uno de los altares de la nave transversal de la catedral barroca es consagrado a los patrones. El duadro del altar, hecho por Frans de Neve, muestra la decapitación de Santo Maximiliano.

La veneración del Santo Maximiliano es extindo especialemente en la zona de los Alpes.

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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net

 

Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/

 

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