lunes, 21 de octubre de 2013

Martes por los ángeles custodios. 22/10/2013. San Abercio ¡ruega por nosotros!

JMJ

Pax

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 35-38

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"Estén listos, con la túnica puesta y las lámparas encendidas; sean semejantes a los criados que están esperando a que su señor regrese de la boda, para abrirle en cuanto llegue y toque.
Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar, los encuentre en vela: les aseguro que se recogerá la túnica, los hará sentar a la mesa y él mismo les servirá.
Y si llega a medianoche o de madrugada y los encuentra en vela, dichosos ellos".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs

Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354

Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295

Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). "Te amo, pero quiero verte todos los días, y menos los de descanso". ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice eso a otro? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.

 

Misal

 

mar 29a. Ordinario año impar

Antífona de Entrada

Entremos y adoremos de rodillas al Señor, creador nuestro. Porque él es nuestro Dios.

 

Oración Colecta

Oremos:
Señor, que tu amor incansable cuide y proteja siempre a estos hijos tuyos, que han puesto en tu gracia toda su esperanza.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Si por el pecado de un solo hombre reinó la muerte, con mucho más razón los que reciben la gracia reinarán en la vida por Jesucristo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5, 12.15.17-19.21

Hermanos: Por un solo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado entró la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron.
Ahora bien, el don de Dios supera con mucho al delito. Pues si por el delito de un solo hombre todos fueron castigados con la muerte, por el don de un solo hombre, Jesucristo, se ha desbordado sobre todos la abundancia de la vida y la gracia de Dios.
En efecto, si por el pecado de un solo hombre estableció la muerte su reinado, con mucha mayor razón reinarán en la vida por un solo hombre, Jesucristo, aquéllos que reciben la gracia sobreabundante que los hace justos.
En resumen, así como por el pecado de un solo hombre, Adán, vino la condenación para todos, así por la justicia de un sólo hombre, Jesucristo, ha venido para todos la justificación que da la vida. Y así como por la desobediencia de uno, todos fueron hechos pecadores, así por la obediencia de uno solo, todos serán hechos justos.
De modo que, donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia, para que así como el pecado tuvo poder para causar la muerte, así también la gracia de Dios, al justificarnos, tenga poder para conducirnos a la vida eterna por medio de Jesús, nuestro Señor.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del Salmo 39

Señor, date prisa en ayudarme.

Esperé en el Señor con gran confianza; él se inclinó hacia mí y escuchó mis plegarias.
Señor, date prisa en ayudarme.

Del charco cenagoso y la fosa mortal me puso a salvo; puso firme mis pies sobre la roca y aseguró mis pasos.
Señor, date prisa en ayudarme.

El me puso en la boca un canto nuevo, un himno a nuestro Dios. Muchos se conmovieron al ver esto y confiaron también en el Señor.
Señor, date prisa en ayudarme.

A mí, tu siervo, pobre y desdichado, no me dejes, Señor en el olvido. Tú eres quien me ayuda y quien me salva; no te tardes, Dios mío.
Señor, date prisa en ayudarme.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Velen y oren, para que puedan presentarse sin temor ante el Hijo del hombre.
Aleluya.

Evangelio

Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar, los encuentre en vela

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 35-38

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"Estén listos, con la túnica puesta y las lámparas encendidas; sean semejantes a los criados que están esperando a que su señor regrese de la boda, para abrirle en cuanto llegue y toque.
Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar, los encuentre en vela: les aseguro que se recogerá la túnica, los hará sentar a la mesa y él mismo les servirá.
Y si llega a medianoche o de madrugada y los encuentra en vela, dichosos ellos".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Señor, Dios nuestro, tú que nos has dado este pan y este vino para reparar nuestras fuerzas, conviértelos para nosotros en sacramento de vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

Restauración universal en Cristo

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro, a quien hiciste fundamento de todo y de cuya plenitud quisiste que participáramos todos.
El cual, siendo Dios, se anonadó a sí mismo, y por su sangre derramada en la cruz puso en paz todas las cosas; y así, constituido Señor del universo, es fuente de salvación eterna para cuantos creen en él.
Por eso,
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Antífona de la Comunión

Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Señor, tú que has querido hacernos participar de un mismo pan y de un mismo cáliz; concédenos vivir de tal manera unidos en Cristo, que nuestro trabajo sea eficaz para la salvación del mundo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

___________________________________________________________________________________________

 

Meditación diaria

29ª semana. Martes

LA VIGILANCIA EN EL AMOR

— Con las lámparas encendidas.

— La lucha en lo que parece de poca importancia nos mantendrá vigilantes.

— Alerta contra la tibieza.

I. Tened ceñidas vuestras cinturas y las lámparas encendidas, y estad como quienes aguardan a su amo cuando vuelve de las nupcias, para abrirle en cuanto venga y llame, leemos en el Evangelio de la Misa1. El tener "ceñida la cintura" es una metáfora basada en las costumbres de los hebreos, y en general de todos los habitantes de Oriente Medio, que ceñían sus amplias vestiduras antes de emprender un viaje para caminar sin dificultad. En el relato del Éxodo se narra la prescripción de Dios a los israelitas de celebrar el sacrificio de la Pascua con la ropa ceñida, las sandalias calzadas y el bastón en la mano2, porque iba a comenzar el itinerario hacia la tierra de promisión. Del mismo modo, tener las lámparas encendidas indica la actitud atenta, propia del que espera la llegada de alguien.

El Señor nos dice una vez más que nuestra actitud ha de ser como la de aquel que está a punto de emprender un viaje, o de quien espera a alguien importante. La situación del cristiano no puede ser de somnolencia y de descuido. Y esto por dos razones: porque el enemigo está siempre al acecho, como león rugiente, buscando a quien devorar3, y porque quien ama no duerme4. "Vigilar es propio del amor. Cuando se ama a una persona, el corazón vigila siempre, esperándola, y cada minuto que pasa sin ella es en función de ella y transcurre vigilante (...). Jesús pide el amor. Por eso solicita vigilancia"5. En Italia, muy cerca de Castelgandolfo, hay una imagen de la Virgen colocada junto a una bifurcación de carreteras, y tiene la siguiente inscripción: Cor meum vigilat. El Corazón de la Virgen está vigilante por Amor. Así debe estar el nuestro: vigilante por amor, y para descubrir al Amor que pasa cerca de nosotros. Enseña San Ambrosio que si el alma está adormecida, Jesús se marcha sin haber llamado a nuestra puerta, pero si el corazón está en vela, llama y pide que se le abra6. Muchas veces a lo largo del día pasa Jesús a nuestro lado. ¡Qué pena si la tibieza impidiera verlo!

"¡Cuánto te amo, Señor, mi fortaleza, mi alcázar, mi libertad! (Sal 17, 2-3). Eres lo más deseable y amable que puede imaginarse. ¡Dios mío, ayuda mía! Te amaré según me lo concedas y yo pueda, mucho menos de lo debido, pero no menos de lo que puedo... Podré más si aumentas mi capacidad, pero nunca llegaré a lo que te mereces"7. No permitas que, por falta de vigilancia, otras cosas ocupen el lugar que solo Tú debes llenar. Enséñame a mantener el alma libre para Ti, y el corazón dispuesto para cuando llegues.

II. Me pondré de centinela, // haré la guardia oteando a ver qué me dice, // qué respondo a su llamada8. San Bernardo, comentando estas palabras del Profeta, nos exhorta: "Estemos también nosotros, hermanos, vigilantes, porque es la hora del combate"9. Es necesario luchar cada día, frecuentemente en pequeños detalles, porque en cada jornada vamos a encontrar obstáculos que nos separan de Dios. Muchas veces el empeño por mantenernos en este estado de vigilia, bien opuesto a la tibieza, se concretará en fortaleza para cumplir nuestros actos de piedad, esos encuentros con el Señor que nos llenan de fuerzas y de paz. Hemos de estar atentos para no abandonarlos por cualquier imprevisto que se presente, sin dejarnos llevar por el estado de ánimo de ese día o de ese momento.

Otras veces nuestra lucha estará más centrada en el modo de vivir la caridad, corrigiendo formas destempladas del carácter (del mal carácter), esforzándonos en ser cordiales, en servir a los demás, en tener buen humor...; o tendremos que empeñarnos en realizar mejor el trabajo, en ser más puntuales, en poner los medios oportunos para que nuestra formación humana, profesional y espiritual no se estanque... Este estado de vigilia, como el del centinela que guarda la ciudad, no nos garantiza que siempre hayamos de vencer: junto a las victorias, tendremos también derrotas (metas que no alcanzamos, propósitos que no acabamos de cumplir bien...). Muchos de estos fracasos carecerán ordinariamente de importancia; otros sí la tendrán, pero el desagravio y la contrición nos acercarán más aún al Señor, y nos darán fuerzas para recomenzar de nuevo... "Lo grave –escribe San Juan Crisóstomo a uno que se había separado de la fe– no es que quien lucha caiga, sino que permanezca en la caída; lo grave no es que uno sea herido en la guerra, sino desesperarse después de recibido el golpe y no curar la herida"10.

No olvidemos que en la lucha en lo pequeño, el alma se fortalece y se dispone para oír las continuas inspiraciones y mociones del Espíritu Santo. Y es ahí también, en el descuido de lo que parece de poca importancia (puntualidad, dedicar al Señor el mejor tiempo para la oración, la pequeña mortificación en las comidas, en la guarda de los sentidos...), donde el enemigo se hace peligroso y difícil de vencer. "Hemos de convencernos de que el mayor enemigo de la roca no es el pico o el hacha, ni el golpe de cualquier otro instrumento, por contundente que sea: es esa agua menuda, que se mete, gota a gota, entre las grietas de la peña, hasta arruinar su estructura. El peligro más fuerte para el cristiano es despreciar la pelea en esas escaramuzas, que calan poco a poco en el alma, hasta volverla blanda, quebradiza e indiferente, insensible a las voces de Dios"11.

III. Es tan grata a Dios la actitud del alma que, día tras día y hora tras hora, aguarda vigilante la llegada de su Señor, que Jesús exclama en la parábola que nos propone: ¡Dichosos aquellos siervos a los que al volver su amo los encuentre vigilando! Y, olvidando quién es el criado y quién el señor, sienta a la mesa al criado y él mismo le sirve. Es el amor infinito que no teme invertir los puestos que a cada uno corresponden: En verdad os digo que se ceñirá la cintura, les hará sentar a la mesa y acercándose les servirá. Las promesas de intimidad con Dios van más allá de lo que podemos imaginar. Vale la pena estar vigilantes, con el alma llena de esperanza, atentos a los pasos del Señor que llega.

El corazón que ama está alerta, como el centinela en la trinchera; el que anda metido en la tibieza, duerme. El estado de tibieza se parece a una pendiente inclinada que cada vez se separa más de Dios. Casi insensiblemente nace una cierta preocupación por no excederse, por quedarse en lo suficiente para no caer en el pecado mortal, aunque se acepta con frecuencia el venial. Y se justifica esta actitud de poca lucha y de falta de exigencia personal con razones de naturalidad, de eficacia, de salud, que ayudan al tibio a ser indulgente con sus pequeños afectos desordenados, apegos a personas o cosas, caprichos, excesiva tendencia a buscar una mayor comodidad..., que llegan a presentarse como una necesidad subjetiva. La fuerzas del alma se van debilitando cada vez más, hasta llegar, si no se remedia, a pecados más graves.

El alma adormecida en la tibieza vive sin verdaderos objetivos en la lucha interior que atraigan e ilusionen. "Se va tirando". Se ha dejado el empeño por ser mejores, o se lleva una lucha ficticia e ineficaz. Queda en el corazón un vacío de Dios que el tibio intenta llenar con otras cosas, que no son Dios y no llenan; y un especial y característico desaliento impregna toda la vida de relación con el Señor. Se pierde la prontitud y la alegría en la entrega, y la fe queda apagada, precisamente porque se ha enfriado el amor. A un estado de tibieza le ha precedido siempre un conjunto de pequeñas infidelidades, cuya culpa –no zanjada– está influyendo en las relaciones de esa alma con Dios.

Tened ceñidas las cinturas y las lámparas encendidas..., atentos a los pasos del Señor. Es una llamada a mantenernos alerta, con la lucha diaria planteada en puntos muy concretos. Nadie estuvo más atento a la llegada de Cristo a la tierra que su Madre Santa María. Ella nos enseñará a mantenernos vigilantes si alguna vez sentimos que ese mal sueño hace su presencia en el alma.

"¡Señor, qué bueno eres para el que te busca! Y ¿para el que te encuentra?"12. Nosotros lo hemos encontrado. No lo perdamos.

1 Lc 12, 35-38. — 2 Ex 12, 11. — 3 Cfr. 1 Pdr 5, 8. — 4 Cfr. Cant 2, 5. — 5 Ch. Lubich, Meditaciones, p. 33. — 6 Cfr. San Ambrosio, Comentario al Salmo 18. — 7 San Bernardo, Tratado sobre el amor de Dios, VI, 16. — 8 Heb 2, 1. — 9 San Bernardo, Sermón 5, 4. — 10 San Juan Crisóstomo, Exhortación II a Teodoro caído, 1. — 11 San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 77. — 12 San Bernardo, Tratado sobre el amor de Dios, VII, 22.

___________________________________________________________________________________________

 

Santoral               (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

Autor: Archidiócesis de Madrid
Abercio de Hierápolis, Santo Obispo, 22 Octubre  

Abercio de Hierápolis, Santo

Obispo
Octubre 22

 


Algunos que sólo ven lo que ven tienen la manía de poner en tela de juicio todo aquello que escapa a su visión y así les va por la vida; no ven más allá de sus narices y se pasan el tiempo mostrando una aversión malsana contra todo lo que no pueden experimentar, pesar, medir, tocar, meter bajo la lente del microscopio, o aplicar la prueba del carbono 14. Se podría decir que son unos desconfiados.

Si tengo que hablar de cómo se comportan con la Iglesia, afirmo que son terribles, implacables. Y es que según su modo de pensar (dicen que no hay realidad que no pueda explicarse por la razón), acaban sin llegar a conocerla de modo completo, ya que ella es sobrenatural en su comienzo, en su misión, en sus medios, y en su fin. ¡Cómo se va a explicar al Espíritu Santo y toda su acción con la limitada cabeza de los hombres! A lo más que llegan es a dar una visión parcial -por tanto equivocada y errónea- de la Iglesia que se ve: dirán que es un grupo filantrópico, o un club de ingenuos que se dejan engañar, una rama de discapacitados a punto de extinguirse, cuando no un grupo de presión al servicio de no se sabe qué fuerzas políticas o intereses de los hombres.

Al toparse con la realidad de los santos se pierden, porque algunas de las reacciones de estos hombres y mujeres, sus modos de vivir, incluso esas realidades que se llaman milagros que algunos de ellos hicieron, son imposibles de encorsetarse dentro de los moldes comunes con los que uno de ordinario se maneja. No tienen remedio. Y mira que los veinte siglos que se les lleva de delantera por el mundo podía ser ya una razón que les diera garantía. Pero no les valen las razones. Esta casta de sabihondos racionalistas los hubo antes y los hay ahora. No aprenden.

Dicen que valoran la razón y, a veces, lo que termina por suceder es que, en su empecinamiento, acaban por decidir en contra de la misma razón.

Y si no, veamos lo que pasó con San Abercio.

Fue un Obispo de Hierápolis en la segunda mitad del siglo II y comienzos del III. Allí desempeñó su misión de pastoreo de sus fieles, aunque trotó algo por el mundo también. Fue tan celoso de los intereses de Dios y tan enamorado del bien para los hombres, que Dios lo utilizó como un apto instrumento evangelizador para transmitir fidelísimamente la doctrina de Jesucristo. Resulta que a Dios le pareció conveniente para los hombres hacer, a través del santo obispo de Hierápolis, obras a su medida, que lógicamente no son explicables para la inteligencia humana sin recurrir a la fuerza de Dios. Como refieren las memorias que San Abercio hizo algunos de esos milagros y los racionalistas no supieron encontrar una explicación a la medida humana, no sólo negaron los milagros afirmando que era una invención, sino que llegaron incluso a negar la existencia de San Abercio. Y total, porque se enfrentó públicamente contra los cultos idolátricos, destrozó los ídolos y salió ileso de su acción cosa que provocó la catequezación y bautismo de muchos; porque dio la vista instantáneamente a una matrona ciega llamada Frigela; porque curó a cantidad de enfermos y lisiados que recurrían a él en demanda de auxilio a entremedias de sus catequesis y porque, sobre todo, expulsaba exitosamente y con relativa frecuencia al demonio de los posesos, entre ellos a la mismísima hija del emperador.

Todo esto les pareció demasiado; a falta de pruebas fehacientes después de dieciséis siglos, dijeron que ni siquiera existió San Abercio, se mofaron de la Iglesia y descansaron tan tranquilos hinchados de razones.

¡Qué lástima —para ellos- que la arqueología de finales del siglo XIX, justo por W. M. Ramsay, haya descubierto cerca de Esmirna y en el lugar del emplazamiento de la antigua Hierápolis la tumba de un tal Abercio, obispo de Hierápolis, cuyo epitafio grabado en piedra y en griego resume la historia del santo!

___________________________________________________________________________________________

Bertario de Montecasino, Santo Abad y Mártir, 22 Octubre  

Bertario de Montecasino, Santo

Octubre 22
Abad

 

Etimológicamente significa "ejército célebre, ejército brillante: Viene de la lengua alemana.

Dice Miqueas: "El pueblo que te has elegido Señor, mora solitario en un campo feraz: sé su pastor".

Era de origen noble. Le entró la vocación en una peregrinación a Montecasino.

Al ver la devoción y la alegría de los monjes benedictinos, pensó en quedarse con ellos. Entró efectivamente. Cuando murió aquel abad al que tanto admiró al contemplarlo en su peregrinación, le tocó en suerte ser su heredero en la célebre abadía.

Era el 19º sucesor del santo fundador. Su período de abad estaba complicado por las invasiones de los sarracenos. Ya en el año 846 lo habían destruido. Eran piratas dedicados al pillaje.

Antes habían saqueado los monasterios de san Andrés y san Apolinar.

Lo primero que hizo Bertario fue fortificar la abadía con murallas y torres.

El propio emperador Luis II estuvo varias veces allá conduciendo sus tropas contra los musulmanes. También estuvo la emperatriz Engelberga.

Intentó que los príncipes formaran una Liga para luchar con los invasores.

Mientras hacía esto, el Papa Gregorio VIII no estaba de acuerdo. Poco antes de morir, dio al monasterio una serie de exenciones y privilegios
Que constituyen la organización del patrimonio de la abadía.

Promovió los estudios sagrados y profanos escribiendo textos de gramática, medicina, prosa y verso.

Otra vez tuvieron que refugiarse cerca porque los invasores les obligaron.

A otros los cogieron y, ante el altar, les dieron muerte. Entre ellos estaba el abad Bertario. Su cuerpo descansa en la abadía. Era el 22 de octubre del 883. La última destrucción tuvo lugar en la II Guerra Mundial.

___________________________________________________________________________________________

Fuente: ACI Prensa
Donato de Fiésole, Santo Obispo, 22 Octubre  

Donato de Fiésole, Santo

Según la tradición, cuando el santo emprendió una peregrinación a Roma hacia el siglo IX y de regreso pasó por Fiésole, encontró al clero y el pueblo reunidos para la elección de un obispo.

Cuando éste entró a la catedral, los cirios se encendieron solos y las campanas comenzaron a sonar. El pueblo interpretó aquello como una señal del cielo e inmediatamente fue elegido obispo por aclamación.

La fiesta de este santo se celebra actualmente en toda Irlanda.

___________________________________________________________________________________________

Esclaramunda de Foix, Beata Reina de Mallorca, 22 Octubre  

Esclaramunda de Foix, Beata

Ella había nacido en el Castillo de Foix en 1255 y fue bautizada con el mismo nombre que su bisabuela, Esclaramunda la Mayor, quien fuera archidiaconesa de los cátaros. Esclaramunda contaba sólo veinte años cuando se casó, el 4 de Octubre de 1275, en Perpiñán, con el heredero del trono de Mallorca, que ya había cumplido los treinta y dos.

Jaime II Rey de Mallorca, a quien se le conocería como El Buen Rey Jaime, fueron condes del Rosellón y la Cerdaña, señores de Montpellier y vizcondes de Carlat y fundadores de una dinastía que, por espacio de tres cuartos de siglo, hasta 1343, gobernaría este "reino en medio del mar", como sería denominado, con una franja continental en la actual Francia.

Se sabe que ella se hizo cargo de la tutela de su nieto Jaime III de Mallorca.

Fue parte de la Orden Mercedaria de San Pedro de Amer a la cual fue admintida en el año 1291.

 

 

Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net

 

Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/

 

Si NO desea el evangelio, santoral y meditación diaria y sólo artículos interesantes censurados por la prensa (la mayoría), unos 4 por semana escriba a: ave-maria-purisima+subscribe@googlegroups.com (responder el mensaje de confirmación).

 

Para de-suscribirse escribir desde su casilla de email a:

Evangelio+unsubscribe@googlegroups.com

NO debe colocarlo en CC sino en "Para/To"

Si no se desuscribe es porque recibe el mensaje en su otro email que le reenvía al actual: debe escribir desde ese otro email.