JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san            Lucas 12, 49-53
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
          "He venido a traer fuego a la tierra ¡y cuánto desearía que ya          estuviera          ardiendo! 
          Tengo que recibir un bautismo ¡y cómo me angustio mientras          llega! 
          ¿Piensan que he venido a traer paz a la tierra? De ningún modo,          no he venido a          traer paz, sino más bien división. 
          De aquí en adelante, de cinco que haya en una familia, estarán          divididos tres          contra dos y dos contra tres. Estarán divididos: el padre,          contra el hijo, y el          hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra          la madre, la          suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra".
          Palabra del Señor.
          Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos su            oración: Esto es          gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos          un Avemaría de          corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres          de Gracia, el          Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y          bendito es el fruto          de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por          nosotros pecadores,          ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus          intenciones y          misas! 
Aclaración: una          relación muere sin comunicación y          comunidad-comunión. Con Dios es          igual: las "palabras          de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son          fuente de vida espiritual          (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es          necesario visitarse,          y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en          la Eucaristía,          que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer          la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO          (Dios) a          Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos          el daño que          hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los          Corazones de Jesús y          de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c)          agradecemos y d)          pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la          salvación del          mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Lo que no          ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354
Película          completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295
Explicación:          http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
Si Jesús se            apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús            está aquí y lo            ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del              Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en              vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn            5,12). Si comulgamos            en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión)            con el Amor y            renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas            del Cordero            (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo            que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su            Sangre por nuestros            pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente            sin Amor: si una            novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del            Novio para            siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar.            Idolatramos aquello            que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía,            flojera). Por eso, es            pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y            fiestas (Catecismo            2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).          "Te amo,            pero quiero verte todos los días, y menos los de descanso".            ¿Qué pensaríamos si            un cónyuge le dice eso a otro? ¿Le ama realmente? Estamos en            el mundo para ser felices            para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección            del amor, es            necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide            la Cátedra de            Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar            debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo,              come y bebe su propia              condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados            mortales? no            confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989),            no comulgar al            menos en tiempo pascual (920), abortar (todos            los métodos anticonceptivos            no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a            decidir, derechos            (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación            natural sin causa            grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por            iglesia, demorar en            bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón,            borrachera,            drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de            venganza, ver            pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado,            etc. Si no            ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos            sorprende la muerte            sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno            (Catecismo 1033-41;            Mt. 5,22; 10,            28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados            mortales objetivamente,            pero subjetivamente,            pueden ser menos graves,            si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes,            ya no hay            excusa.
† Misal
jue          29a. Ordinario año impar
      Antífona de Entrada
      Confío,              Señor, en tu misericordia: alegra mi corazón con tu auxilio              y cantaré al Señor              por el bien que me ha hecho.
Oración            Colecta
      Oremos:
            Concédenos, Señor, ser dóciles a las inspiraciones de tu            Espíritu, para que            realicemos siempre en nuestra vida tu santa voluntad
            Por nuestro Señor Jesucristo...
            Amen.
Primera            Lectura
      Libres              ya del pecado y entregados al servicio de Dios, dan frutos              de santidad
Lectura              de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 6, 19-23
Hermanos: Por la dificultad            natural que tienen ustedes para entender estas cosas, voy a            seguir utilizando            una comparación de la vida ordinaria. Así como en otros            tiempos pusieron sus            miembros al servicio de la impureza y de la maldad, hasta            llegar a la            degradación, así ahora pónganlos al servicio del bien, a fin            de que alcancen su            santificación.
            Cuando ustedes eran esclavos del pecado, no estaban al            servicio del bien. Y            ¿qué frutos recogieron entonces de aquello que ahora los llena            de vergüenza?            Ninguno, pues son cosas que conducen a la muerte. 
            Pero ahora, libres ya del pecado y entregados al servicio de            Dios, dan frutos            de santidad que conducen a la vida eterna. En una palabra, el            pecado nos paga            con la muerte; en cambio, Dios nos da gratuitamente la vida            eterna, por medio            de Cristo Jesús, Señor nuestro.
            Palabra de Dios.
            Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
      Del              Salmo 1
Dichoso              el hombre que confía en el Señor.
Dichoso            aquel que no se guía por mundanos criterios, que no anda en            malos pasos ni se            burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir            sus mandamientos.
            Dichoso el hombre que confía en el Señor.
Es como            un árbol plantado junto al río, que da su fruto a tiempo y            nunca se marchita.            En todo tendrá éxito.
            Dichoso el hombre que confía en el Señor.
En            cambio los malvados serán como la paja barrida por el viento.            Porque el Señor            protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por            perderlo.
            Dichoso el hombre que confía en el Señor.
Aclamación            antes del Evangelio
      Aleluya, aleluya.
            Todo lo considero una pérdida y lo tengo por basura, para            ganar a Cristo y            vivir unido a él.
            Aleluya.
Evangelio
      No he venido a traer paz,              sino más bien división
† Lectura del santo              Evangelio según san Lucas 12, 49-53
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo dijo Jesús a            sus discípulos:
            "He venido a traer fuego a la tierra ¡y cuánto desearía que ya            estuviera            ardiendo! 
            Tengo que recibir un bautismo ¡y cómo me angustio mientras            llega! 
            ¿Piensan que he venido a traer paz a la tierra? De ningún            modo, no he venido a            traer paz, sino más bien división. 
            De aquí en adelante, de cinco que haya en una familia, estarán            divididos tres            contra dos y dos contra tres. Estarán divididos: el padre,            contra el hijo, y el            hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra            la madre, la            suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra".
            Palabra del Señor.
            Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración            sobre las Ofrendas
      Que este sacrificio de            acción de gracias y de alabanza que vamos a ofrecerte, nos            ayude, Señor, a            conseguir nuestra salvación eterna.
            Por Jesucristo, nuestro Señor.
            Amén.
Prefacio            
      La gloria de Dios es el              hombre viviente
En verdad es justo y            necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre            y en todo lugar,            Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
            Tú eres el Dios vivo y verdadero; el universo está lleno de tu            presencia, pero            sobre todo has dejado la huella de tu gloria en el hombre,            creado a tu imagen.
            Tú lo llamas a cooperar con el trabajo cotidiano en el            proyecto de la creación            y le das tu Espíritu para que sea artífice de justicia y de            paz, en Cristo, el            hombre nuevo.
            Por eso,
            unidos a los ángeles y a todos los santos, cantamos con            alegría el himno de tu            alabanza:
Antífona de la Comunión
      Proclamaré              todas tus maravillas, me alegraré en ti y entonaré salmos a              tu nombre, Dios              altísimo.
Oración después de la Comunión
      Oremos:
            Que el Cuerpo y la Sangre de Cristo, que nos has dado, Señor,            en este            sacramento, sean para todos nosotros una prenda segura de vida            eterna.
          Por            Jesucristo, nuestro Señor.
            Amén
___________________________________________________________________________________________
Dia 24/10 San Antonio            María Claret (obispo, blanco)
      Antífona  de          Entrada
      Yo            elegiré para mi pueblo un            sacerdote fiel, que obre según mi corazón y mis deseos, dice            el Señor.
Oración          Colecta
      Oremos:
          Señor y Dios nuestro, tú que concediste a tu obispo san Antonio          María Claret,          ser agregado al número de los santos pastores, por su ardiente          caridad y su fe          insigne; concédenos, por su intercesión, perseverar en el amor y          en la fe, para          poder así, participar del premio de tu gloria.
        Por nuestro Señor Jesucristo...
          Amén.
Primera          Lectura
      La            tierra entera verá la            salvación que viene de nuestro Dios
Lectura            del libro del profeta            Isaías 52, 7-10
Qué hermoso es ver correr          sobre los montes al          mensajero que anuncia la paz, al mensajero que trae la buena          nueva, que pregona          la salvación, que dice a Sión: "Tu Dios es rey"! Escucha: Tus          centinelas alzan la voz y todos a una gritan alborozados, porque          ven con sus          propios ojos al Señor, que retorna a Sión.
          Prorrumpan en gritos de alegría, ruinas de Jerusalén, porque el          Señor rescata a          su pueblo, consuela a Jerusalén. Descubre el Señor su santo          brazo a la vista de          todas las naciones. Verá la tierra entera la salvación que viene          de nuestro          Dios.
        Palabra de Dios.
          Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
            Cantemos            la grandeza del            Señor.
Cantemos al Señor un nuevo          canto, que le cante al          Señor toda la tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo.
          Cantemos la grandeza del            Señor.
Proclamemos su amor día          tras día, su grandeza          anunciemos a los pueblos, de nación en nación, sus maravillas.
          Cantemos la grandeza del            Señor.
Alaben al Señor, pueblos          del orbe, reconozcan su          gloria y su poder y tribútenle honores a su nombre.
        Cantemos            la grandeza            del Señor.
Aclamación          antes del          Evangelio
      Aleluya, aleluya.
          Síganme, dice el Señor, y prediquen el Evangelio a toda          criatura.
        Aleluya.
Evangelio
      Los  haré            pescadores de hombres
†        Lectura            del santo Evangelio            según san Marcos 1, 14-20
Después de que arrestaron a Juan el          Bautista, Jesús se fue a Galilea          para predicar el Evangelio de Dios y decía:
          "Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya está cerca.          Arrepiéntanse          y crean en el Evangelio".
          Caminaba Jesús por la orilla del lago de Galilea, cuando vio a          Simón y a su          hermano, Andrés, echando las redes en el lago, pues eran          pescadores. Jesús le          dijo:
          "Síganme y haré de ustedes pescadores de hombres".
          Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
          Un poco más adelante, vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo,          que estaban en          una barca, remendando sus redes. Los llamó, y ellos, dejando en          la barca a su          padre con los trabajadores, se fueron con Jesús.
        Palabra del Señor.
          Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración          sobre las Ofrendas
      Recibe, Señor, las ofrendas que te          presentamos en la festividad del          obispo san Antonio Claret, y concédenos obtener por ellas, como          lo esperamos,          el auxilio de tu misericordia.
        Por Jesucristo, nuestro Señor.
          Amén.
Prefacio
      Los santos pastores            siguen presentes en la Iglesia
En verdad es justo y necesario, es nuestro          deber y salvación, darte          gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios          todopoderoso y          eterno, por Cristo, Señor nuestro.
          Porque permites que tu Iglesia se alegre hoy con la festividad          de san Antonio          María Claret, para animarnos con el ejemplo de su vida,          instruirnos con su          palabra y protegernos con su intercesión.
          Por eso,
          con los ángeles y los santos, te cantamos el himno de alabanza          diciendo sin          cesar:
Yo            vine al mundo, para que            tengan vida y la tengan en abundancia, dice el Señor.
Oración  después          de la Comunión
      Oremos:
          Reanimados por estos sacramentos te rogamos, Señor, humildemente          que, a ejemplo          de san Antonio María Claret, nos esforcemos en dar testimonio de          aquella misma          fe que él profesó en su vida, y en llevar a la práctica todas          sus enseñanza.
        Por Jesucristo, nuestro Señor.
          Amén
___________________________________________________________________________________________
† Meditación diaria
29ª semana. Jueves
¡FUEGO HE VENIDO A            TRAER A LA TIERRA!
— El afán divino de          Jesús por todas las almas.
— El apostolado en          medio del mundo se ha de propagar como un incendio de paz.
— La Santa Misa y el          apostolado.
I. El Señor          manifiesta a sus discípulos, como Amigo verdadero, sus          sentimientos más          íntimos. Así, les habla del celo apostólico que le consume, de          su amor por          todas las almas: Fuego he venido a traer a la tierra, y ¿qué            quiero sino que            ya arda? Y les muestra su impaciencia divina por que se          consuma en el          Calvario su entrega al Padre por los hombres: Tengo que ser            bautizado con un            bautismo ¡y cómo me siento urgido hasta que se lleve a cabo!1.          En la Cruz tuvo lugar la plenitud del amor de Dios por todos,          pues nadie            tiene amor más grande que el de dar uno la vida por sus amigos2.          De esta predilección participamos quienes le seguimos.
San Agustín, comentando          este pasaje del Evangelio de la Misa, enseña: "los hombres que          creyeron en Él          comenzaron a arder, recibieron la llama de la caridad. Es la          razón por la que          el Espíritu Santo se apareció en esa forma cuando fue enviado          sobre los          Apóstoles: Se les aparecieron lenguas como de fuego, que se            posaron,            repartidas, sobre cada uno de ellos (Hech 2, 3).          Inflamados con este          fuego, comenzaron a ir por el mundo y a inflamar a su vez y a          prender fuego a          los enemigos de su entorno. ¿A qué enemigos? A los que          abandonaron a Dios que          los había creado y adoraban las imágenes que ellos habían hecho          (...). La fe          que hay en ellos se encuentra como ahogada por la paja. Les          conviene arder en          ese fuego santo, para que, una vez consumida la paja,          resplandezca esa realidad          preciosa redimida por Cristo"3. Somos nosotros          quienes hemos de ir          ahora por el mundo con ese fuego de amor y de paz que encienda a          otros en el          amor a Dios y purifique sus corazones.
Iremos a la          Universidad, a las fábricas, a las tareas públicas, al propio          hogar... "Si en          una ciudad se prendiese fuego en distintos lugares, aunque fuese          un fuego          modesto y pequeño, pero que resistiese todos los embates, en          poco tiempo la          ciudad quedaría incendiada.
"Si en una ciudad, en          los puntos más dispares, se encendiese el fuego que Jesús ha          traído a la tierra          y este fuego resistiese al hielo del mundo, por la buena          voluntad de los          habitantes, en poco tiempo tendríamos la ciudad incendiada de          amor de Dios.
"El fuego que Jesús          ha traído a la tierra es Él mismo, es la Caridad: ese amor que          no solo une el          alma a Dios, sino a las almas entre sí (...). Y en cada ciudad          estas almas          pueden surgir en las familias: padre y madre, hijo y padre,          madre y suegra;          pueden encontrarse también en las parroquias, en las          asociaciones, en las sociedades          humanas, en las escuelas, en las oficinas, en cualquier parte          (...). Cada          pequeña célula encendida por Dios en cualquier punto de la          tierra se propagará          necesariamente. Luego, la Providencia distribuirá estas llamas,          estas almas-llamas,          donde crea oportuno, a fin de que en muchos lugares el mundo sea          restaurado al          calor del amor de Dios y vuelva a tener esperanza"4.
II. El apostolado en          medio del mundo se propaga como un incendio. Cada cristiano que          viva su fe se          convierte en un punto de ignición en medio de los suyos,          en el lugar de          trabajo, entre sus amigos y conocidos... Pero esa capacidad solo          es posible          cuando se cumple en nosotros el consejo de San Pablo a los          cristianos de          Filipos: Tened entre vosotros los mismos sentimientos que            tuvo Cristo Jesús5.          Esta recomendación del Apóstol "exige a todos los cristianos que          reproduzcan en          sí, en cuanto al hombre es posible, aquel sentimiento que tenía          el Divino Redentor          cuando se ofrecía en Sacrificio, es decir, imiten su humildad y          eleven a la          suma Majestad de Dios, la adoración, el honor, la alabanza y la          acción de          gracias"6. Esta oblación se realiza principalmente en          la Santa Misa,          renovación incruenta del Sacrificio de la Cruz, donde el          cristiano ofrece sus          obras, sus oraciones e iniciativas apostólicas, la vida          familiar, el trabajo de          cada jornada, el descanso; incluso las mismas pruebas de la          vida, que, si son          sobrellevadas pacientemente, se convierten en medio de          santificación7.          Al terminar el Sacrificio eucarístico, el cristiano va al          encuentro de la vida,          como lo hizo. Cristo en su existencia terrena: olvidado de sí          mismo y dispuesto          a darse a los demás para llevarlos a Dios.
La vida cristiana          debe ser una imitación de la vida de Cristo, una participación          en el modo de          ser del Hijo de Dios. Esto nos lleva a pensar, mirar, sentir,          obrar y          reaccionar como Él ante las gentes. Jesús veía a las          muchedumbres y se          compadecía de ellas, porque andaban como ovejas sin pastor8,          en una vida sin rumbo y sin sentido. Jesús se compadecía de          ellas; su amor era          tan grande que no se dio por satisfecho hasta entregar su vida          en la Cruz. Este          amor ha de llenar nuestros corazones: entonces nos          compadeceremos de todos          aquellos que andan alejados del Señor y procuraremos ponernos a          su lado para          que, con la ayuda de la gracia, conozcan al Maestro.
En la Santa Misa se          establece una corriente de amor divino desde el Hijo que se          ofrece al Padre en          el Espíritu Santo. El cristiano, incorporado a Cristo, participa          de este amor,          y a través de él desciende sobre las más nimias realidades          terrenas, que quedan          así santificadas y purificadas y más aptas para ser ofrecidas al          Padre por el          Hijo, en un nuevo Sacrificio eucarístico. Especialmente el          apostolado queda          enraizado en la Misa, de donde recibe toda su eficacia, pues no          es más que la          realización de la Redención en el tiempo a través de los          cristianos: Jesucristo          "ha venido a la tierra para redimir a todo el mundo, porque quiere            que los            hombres se salven (1 Tim 2, 4). No hay alma que no          interese a          Cristo. Cada una de ellas le ha costado el precio de su Sangre          (cfr. 1 Pdr          1, 18-19)"9. Imitando al Señor, ningún alma nos debe          ser          indiferente.
III. Cuando el          cristiano participa en la Santa Misa, pensará en primer lugar en          sus hermanos          en la fe, con quienes se sentirá cada vez más unido, al          compartir con ellos el pan            de vida y el cáliz de eterna salvación. Es un momento          señalado para pedir          por todos y especialmente por quien ande más necesitado; nos          llenaremos así de          sentimientos de caridad y de fraternidad, "porque si la          Eucaristía nos hace uno          entre nosotros, es lógico que cada uno trate a los demás como          hermanos. La          Eucaristía forma la familia de los hijos de Dios, hermanos de          Jesús y entre sí"10.
Y después de ese          encuentro único con el Señor, nos ocurrirá como a aquellos          hombres y mujeres          que fueron curados de sus enfermedades en alguna ciudad o camino          de Palestina:          tan alegres estaban que no cesaban de pregonar por todas partes          lo que habían          visto y oído, lo que el Maestro había obrado en sus almas o en          sus cuerpos.          Cuando el cristiano sale de la Misa habiendo recibido la          Comunión, sabe que ya          no puede ser feliz solo, que debe comunicar a los demás esa          maravilla que es          Cristo. Cada encuentro con el Señor lleva a esa alegría y a la          necesidad de          comunicar a los demás ese tesoro. Así, como resultado de una fe          grande, se          propagó el cristianismo en los primeros siglos: como un incendio          de paz y de          amor que nadie pudo detener.
Si logramos que          nuestra vida gire alrededor de la Santa Misa, encontraremos la          serenidad y la          paz en cada circunstancia del día, con un afán grande de darle a          conocer, pues          "si vivimos bien la Misa, ¿cómo no continuar luego el resto de          la jornada con          el pensamiento en el Señor, con la comezón de no apartarnos de          su presencia,          para trabajar como Él trabajaba y amar como Él amaba? Aprendemos          entonces a          agradecer al Señor esa otra delicadeza suya: que no haya querido          limitar su          presencia al momento del Sacrificio del Altar, sino que haya          decidido          permanecer en la Hostia Santa que se reserva en el Tabernáculo,          en el Sagrario"11.
También para nosotros          el Sagrario es siempre Betania, "el lugar tranquilo y apacible          donde está          Cristo, donde podemos contarle nuestras preocupaciones, nuestros          sufrimientos,          nuestras ilusiones y nuestras alegrías, con la misma sencillez y          naturalidad          con que le hablaban aquellos amigos suyos, Marta, María y          Lázaro"12.          En el Sagrario encontraremos, cuando devolvamos la visita          al Señor, las          fuerzas necesarias para vivir como discípulos suyos en medio del          mundo. También          nosotros, como algunas almas que estuvieron muy cerca de Dios13,          podremos repetir, con el corazón lleno de gozo: Ignem veni            mittere in            terram... He venido a traer fuego a la tierra, ¿y qué quiero            sino que arda?          Es el fuego del amor divino, que trae la paz y la felicidad a          las almas, a la          familia, a la sociedad entera.
1 Lc 12, 49. — 2          Jn 15, 13. — 3 San Agustín, Comentario al            Salmo 96, 6. — 4          Ch. Lubich, Meditaciones, pp. 59-60. — 5 Flp          2, 5. — 6          Pío XII, Enc. Mediator Dei, 20-XI-1947, 22. — 7          Cfr. Conc. Vat. II;          Const. Lumen gentium, 34. — 8 Mt 9, 36.          — 9 San          Josemaría Escrivá, Amigos de Dios, 256. — 10 Ch.          Lubich, La            Eucaristía, Ciudad Nueva, Madrid 1977, p. 78. — 11          San Josemaría          Escrivá, Es Cristo que pasa, 154. — 12 Ibídem.          — 13          Cfr. A. Vázquez de Prada, El Fundador del Opus Dei, pp.          17, 110, 115,          470.
___________________________________________________________________________________________
† Santoral               (si          GoogleGroups corta el texto,          lo encontrará en www.iesvs.org)
SAN              ANTONIO MARÍA CLARET
            Fundador
  
Ingresó          al seminario de Vich          (España) y allí recibió la ordenación sacerdotal. Fue luego          nombrado          vicepárroco y pronto empezó el pueblo a conocer cuál era la          cualidad principal          que Dios le había dado: era un predicador impresionante, de una          eficacia          arrolladora. De todas partes lo llamaban a predicar misiones          populares,          predicando hasta diez sermones en un día. Viajaba siempre a pie          y sin dinero.
Durante          15 años predicó          incansablemente por el norte de España, y difícilmente otro          predicador del          siglo pasado logró obtener triunfos tan grandes como los del          padre Claret al          predicar. En su vida predicó más de 10,000 sermones. Lo que hizo          San Juan Bosco          en Italia en ese tiempo a favor de las buenas lecturas, lo hizo          San Antonio          Claret en España. Él se dio cuenta de que una buena lectura          puede hacer mayor          bien que un sermón y se propuso emplear todo el dinero que          conseguía en          difundir buenos libros. Mandaba imprimir y regalaba hojas          religiosas, por          centenares de miles. Ayudó a fundar la Librería religiosa de          Barcelona y fue el          que más difundió los libros de esa librería. Él mismo redactó          más de 200 libros          y folletos sencillos para el pueblo, que tuvieron centenares de          ediciones. Los          regalaba donde quiera que llegaba. En todas partes reglaba          medallas, rosarios,          hojas y libros religiosos.
La          ciudad de La Habana llevaba 14          años sin arzobispo porque eran tiempos de persecuciones contra          la Iglesia          Católica.  Finalmente, a la Reina de España le pareció que el          sacerdote          mejor preparado para ese cargo era el Padre Claret. Le escribió          la Reina al          Sumo Pontífice y este lo nombró  Arzobispo de La Habana. Él se          negaba a          aceptar el cargo porque le parecía que no era digno, pero sus          amigos sacerdotes          le dijeron que en conciencia tenía que aceptarlo porque esa era          la voluntad de          Dios. Y desde 1889, por espacio de siete años, fue un dulcísimo          y          extraordinario pastor de la Iglesia en La Habana,  y toda Cuba.
En Cuba          administró el sacramento de          la confirmación a 300,000 cristianos y arregló 30,000          matrimonios. Logró formar          con los sacerdotes una verdadera familia de hermanos donde todos          se sentían          bien atendidos y estimados en la casa del Arzobispo.
En 1857          fue llamado a España como          capellán de la reina Isabel. En 1849 al darse cuenta de que para          mantener viva          la fe del pueblo se necesitan sacerdotes entusiastas que vayan          por campos y          ciudades predicando y propagando buenas lecturas, se reunió con          cinco          compañeros y fundó la Comunidad de Misioneros del Corazón de          María, que hoy se          llaman Claretianos. Actualmente son 3,000 en 385 casas en el          mundo. Fundó          también las Hermanas Claretianas que son 650 en 69 casas. Estas          comunidades han          hecho inmenso bien con su apostolado en muchos países.
Asistió          al Concilio Vaticano en          Roma en 1870. En el mismo, pronunció un memorable discurso que          fué muy bien          recibido, comentado y elogiado. En Francia, los  monjes          cistercienses del          monasterio de Fuente Fría le hospedaron, y allí, después de          haber escrito por          orden del superior de su comunidad su autobiografía, enfermó.            Falleció el 24 de octubre de 1879. Tenía apenas 63 años. Después          de su muerte,          se le han atribuído  numerosos milagros.
  
___________________________________________________________________________________________
Luis            Guanella, Beato          Sacerdote, 24 Octubre   
Luis          Guanella, BeatoOctubre 24 
            SacerdoteEtimológicamente significa "guerrero ilustre".          Viene de la lengua          alemana.
          
          Una de las realidades que se desprenden de esta página diaria es          la existencia          de Dios vivida por legiones de personas cada día. Este hecho          llena nuestra          mente de admiración y de respeto. Cuando alguien cumple con su          deber y según la          óptica de Dios, es un ser que atestigua que Dios está presente          en su vida.
          
          Luis Guanella pertenecía a una familia que tenía trece hijos.          Vino al mudo en          1842 en Campodolcino, Italia.
          
          Sus ilusiones desde que se despertó en él el amor a Dios, fue          seguir la          vocación del sacerdocio.
          
          Una vez que recibió la ordenación sacerdotal, se entregó en          cuerpo y alma a los          pobres de las parroquias en las que desempeñó labor apostólica.
          
          No se iba por las ramas. Quería cristianos profundamente          enamorados del          Evangelio y "mojados" en las obras sociales que la parroquia          llevaba a cabo en          todos sus ámbitos.
          
          A partir de 1875 se fue con san Juan Bosco por un espacio de          tres años. Se hizo          salesiano.
          
          Pero su obispo lo reclamó para que se fuera a trabajar a Como,          su diócesis de          origen. El fundador de la Familia Salesiana no le puso reparos          al señor obispo          ni a Luis.
          
          Debido a la situación social existente en aquel tiempo, se          encaminó rápidamente          por los más pobres.
          
          Siguiendo el ejemplo de D. Bosco, abrió escuelas y casas de          acogida para todo          el que estuviese en necesidad.
          
          Además, inspirado por Dios, fundó los "Siervos de la Caridad" y          las "Hijas de          Santa María de la Providencia. Murió el 24 de octubre de 1915.
___________________________________________________________________________________________
Rafael            Arcángel          Arcángel, 24 de octubre   
Rafael          ArcángelOctubre 24 Etimológicamente          significa " Dios le curó, medicina de Dios".Viene de la lengua          hebrea.
          
          Dice Pablo:" Nada hagáis por la contienda o por vanagloria;          antes bien con          humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él          mismo".
          
          Aunque ya ha pasado al 29 de septiembre, sin embargo hay          ciudades que no lo han          cambiado, como Córdoba, por ejemplo.
          
          La historia de san Rafael se conoce por la Biblia. Fue enviado          por Dios para          que le ayudara a Tobías, a quien, para probar su paciencia, le          había quitado la          vista y los bienes.
          
          También vino el arcángel de parte de Dios para que auxiliara a          una joven          llamada Sara.
          
          Ya se había casado siete veces. Pero nunca pudo acostarse con          ninguno de ellos          porque un demonio se los mataba.
          
          San Rafael se le apareció como un joven elegante al anciano          Tobías.
          
          Este se puso contento en poder acompañar a su hijo para que          cobrase dinero.
          
          Mientras iban de camino, al lavarse el joven Tobías los pies,          vio que iba hacia          él un pescado muy grande.
          
          Lo cogió, y guardó la hiel, el hígado y el corazón.
          
          Aconsejado por el ángel, lanzó Tobías al demonio de la          habitación de Sara con          el hígado del pescado.
          
          Y ya pudo casarse con ella. De vuelta a la casa de su padre, le          dio la vista          con la hiel del mismo pescado.
          
          Cuando le preguntaron al extraño visitante quién era.          Contestó:"Yo soy el          ángel Rafael, uno de los siete espíritus que asisten delante del          Señor".
___________________________________________________________________________________________
Fuente:          http://www.rafaelguizar.org          
          Rafael Guizar y Valencia, Santo 5° Obispo de Veracruz,          octubre 24            
                                                                                                               DOCUMENTAL 1a de 9 San Rafael Guízar y                    Valencia: SU LLAMADO Y LA ORDENACIÓN SACERDOTAL 2a de 9 San Rafael Guízar y                    Valencia: REVOLUCIÓN MEXICANA, PRIMER EXILIO                    Y MISIÓN EN CUBA 3a de 9 San Rafael Guízar y                    Valencia: LA CONSAGRACIÓN EPISCOPAL, OBISPO                    DE VERACRUZ 4a de 9 San Rafael Guízar y                    Valencia: SALVAR ALMAS, EUCARISTÍA Y MARÍA 5a de 9 San Rafael Guízar y                    Valencia: EL SEMINARIO, VOCACIÓN Y PERSECUCIÓN                    RELIGIOSA EN MÉXICO 6a de 9 San Rafael Guízar y                    Valencia: PERSECUCIÓN RELIGIOSA EN VERACRUZ,                    POBRES 7a de 9 San Rafael Guízar y                    Valencia: EXHUMACIÓN, PRIMER MILAGRO Y BEATIFICACIÓN 8a de 9 San Rafael Guízar y                    Valencia: SEGUNDO MILAGRO, 9a de 9 San Rafael Guizar y                    Valencia: SANTIDAD,
        
Rafael          Guizar y Valencia, Santo5°            Obispo de Veracruz – México 
            (1878-1938)INFANCIA Y JUVENTUD
          
          El niño Rafael Guízar vio la luz del mundo el 26 de abril de          1878, y al día          siguiente fue bautizado como consta en el acta de bautismo en la          que se lee: 
          
          "En Cotija, Michoacán (MÉXICO), a veintisiete de abril de 1878,          yo el          Presbítero, Agustín Covarrubias, T. de cura, exorcicé, puse          óleo, Sagrado          Crisma y bauticé solemnemente a un infante que nació un día ha          en esta, púsele          por nombre Rafael, hijo legítimo de Prudencio Guízar y de          Natividad Valencia.          Fueron sus padrinos Juan González y Benigna Valencia, cónyuges,          a quienes          advertí su obligación y parentesco espiritual y lo firmé".          Agustín J.          Covarrubias, una rúbrica. 
          
          Aprendió sus primeras letras en la escuela parroquial de su          tierra natal y más          tarde en un colegio que fundaron los Padres Jesuitas en la          Hacienda de San          Simón en los alrededores de Cotija. 
          
          Ingresó al Seminario de la Diócesis de Zamora en el año de 1894          en donde          permaneció hasta el año de 1901, en el que en las Témporas de          Pentecostés (1 de          junio), recibió la Ordenación Sacerdotal, cuando contaba con 23          años de edad.          El día 6 de junio del mismo año en la Festividad del Corpus          Christi, celebró su          Primera Misa en su tierra natal. 
          
          Apenas ordenado sacerdote, comenzó a acompañar en las Visitas          Pastorales al          Excmo. Sr. Obispo de Zamora D. José Ma. Cázares. De este          virtuosísimo Prelado,          aprendió sin duda alguna, a convertir en misión cada visita          pastoral.          Posteriormente, durante la enfermedad del Excmo. Sr. Cázares,          acompañó al Sr.          Obispo Auxiliar D. José de Jesús Fernández en las mismas tareas          apostólicas. 
          
          MISIONERO INCANSABLE 
          
          Tuvo la encomienda de ser el Director Espiritual del Seminario          de Zamora donde          impartió la cátedra de Teología Dogmática. También fue nombrado          Canónigo de la          Catedral. Con estos cargos, pudo desarrollar una amplia          actividad misionera, en          la que involucraba a los alumnos del Seminario y les enseñaba a          la vez "el          arte del apostolado". Fundó una Congregación Religiosa puesta          bajo el          cuidado de Nuestra Señora de la Esperanza, desgraciadamente esta          obra tuvo poco          tiempo de existencia, debido sobre todo a las circunstancias que          se vivían en          el país en los inicios del pasado siglo. 
          
          El amor a Dios y la presencia de N.S. Jesucristo en la          Eucaristía así como la          devoción a la Santísima Virgen María, eran las notas distintivas          de sus          misiones. 
          
          A todos los pueblos que llegaba, siempre predicaba la Doctrina          Cristiana,          inspirado en un sencillo catecismo que él mismo compuso y          escribió, adaptado          sobre todo para los sencillos de corazón. Muchas generaciones          aprendieron la          Doctrina Cristiana con su catecismo, el cual perdura hasta          nuestros días como          una forma de instrucción de fe. 
          
          GANAR ALMAS PARA DIOS 
          
          Para el Padre Rafael Guízar, "ganar almas para Dios" , era el          gran          reto de su vida. Esto lo lograba mediante las misiones          predicadas tanto en el          territorio mexicano, como en los lugares fuera de México: Cuba,          Guatemala,          Colombia y el Sur de los Estados Unidos.
          
          Pero además, durante los conflictos bélicos, existentes en          México por la          revolución de 1910, pudo prodigar la caridad y derramar la          Gracia de Dios en          los enfermos y moribundos por el movimiento armado. Disfrazado          de vendedor de          baratijas, en medio de la lluvia de balas, se acercaba a los          heridos Rafael          Guizar y Valencia, Santoque agonizaban y les ofrecía la          reconciliación con          Dios, les impartía la Absolución Sacramental, muchas veces les          daba también el          Sagrado Viático, que llevaba consigo de manera oculta para que          no lo          descubrieran como sacerdote. 
          
          Son numerosos los episodios en los que narran las intervenciones          heroicas del          P. Guízar para salvar almas y encaminarlas al cielo. 
          
          Sufrió varios destierros de su patria y en todas partes donde se          encontraba su          amor por las almas le transformaba en un gigante de la caridad y          el amor al          prójimo, dando todo lo que tenía a favor de los desposeídos. 
          
          NOMBRADO 5 ° OBISPO DE VERACRUZ 
          
          Estando desterrado en Cuba, cuando impartía fructíferas          misiones, después de          haber sido nombrado Misionero Apostólico, fue preconizado Obispo          de Veracruz y          recibió la consagración episcopal en la ciudad de La Habana, por          el Delegado          Apostólico, Mons. Tito Trochi, el 30 de Noviembre de 1919. 
          
          El día 1º de Enero de 1920, partió rumbo a Veracruz en el navío          llamado          "La Esperanza", y después de llegar al Puerto, se dirigió a la          Ciudad de          Xalapa, Sede de su Obispado, en donde tomó posesión el día 9 de          Enero del mismo          año. 
          
          Apenas hubo llegado a su Diócesis, se distinguió por su celo          ardentísimo a          favor de las almas y por su gran caridad para con los demás,          pues tuvo que          enfrentar los estragos de un gran terremoto que había devastado          la Zona de          Xalapa, dejando sin hogar a muchos de sus hijos. Mons. Guízar se          dio a la          incansable tarea de ayudar a quines lo necesitaban y a visitar          personalmente          las regiones más afectadas, llevando la palabra del Señor y          víveres para          asistir a todos los dañados por el sismo. 
          
          1920 – 1938 SU GRAN LABOR EPISCOPAL 
          
          Monseñor Rafael Guízar y Valencia no sólo fue un misionero          infatigable, sino          que también fue un buen pastor que siempre estaba dispuesto a          dar la vida por          sus ovejas y fue, además, un Padre solícito y Bienhechor de los          pobres y          desamparados. 
          
          Estos fueron los rasgos de su ministerio episcopal. Entre los          cuales su visión          como pastor, le concedió darle una importancia capital a la          formación de los          sacerdotes, mediante la obra del Seminario Diocesano, en el que          habrían de          formarse muchos sacerdotes que multiplicarían sus misiones y la          atención a las          numerosas parroquias de todo el Territorio Veracruzano. 
          
          Como Obispo de Veracruz sufrió los estragos de la persecución          religiosa en          México, pero de manera especial en este jirón de la patria. Así          comenzó su          calvario en el que tuvo que padecer calumnias, vejaciones,          destierros y hambre.          
          
          No obstante todo ello, su grande confianza en Dios Providente y          su amor filial          a María Santísima, le dieron la fortaleza necesaria para          resistir los embates          del demonio que quería arrancarle las almas que había ganado          para Dios. 
          
          Predicó muchas misiones en el territorio veracruzano y mantuvo          abierto su          Seminario, aun en contra de las leyes persecutorias contra la          Iglesia, y supo          infundir en todos los fieles la confianza en Dios para resistir          a los males de          este mundo. La caridad, la pobreza, la humildad, la obediencia y          el espíritu de          sacrificio, fueron entre otras, algunas virtudes que más          adornaron su alma y          ministerio episcopal. 
          
          SU ULTIMA ENFERMEDAD Y SANTA MUERTE 
          
          Escondido en la Ciudad de México por la persecución religiosa en          el Estado de          Veracruz, se dedicaba a prodigar la caridad entre los fieles y a          conseguir          bienes para el sostenimiento de su Seminario, el cual era para          él "como la          pupila de sus ojos". 
          
          Afectado de diversas enfermedades (diabetes, flebitis,          insuficiencia cardiaca y          otros padecimientos) fue llamado por el Señor para otorgarle el          premio a sus          fatigas, el día 6 de junio de 1938 en la Ciudad de México, en          una casa contigua          al edificio de su Seminario, donde éste estaba escondido por la          persecución          religiosa en Veracruz. Trasladado su cuerpo a Xalapa, sede de su          Diócesis, fue          sepultado con grandes manifestaciones del pueblo fiel, que le          demostró su amor          y gratitud por el inmenso bien que pasó haciendo cuando vivía. 
          
          Su fama de santidad se ha extendido por todo México y por          diversos países,          particularmente en donde misionó incansablemente: Guatemala,          Cuba, Colombia y          el Sur de los Estados Unidos. Muchos milagros se han logrado por          su valiosa          intercesión particularmente curaciones asombrosas y ayudas en          situaciones de          penuria, especialmente para los necesitados. 
          
          Su Santidad Juan Pablo II lo ha declaró Beato el día 29 de Enero          de 1995, en          Roma, Italia, en la Patriarcal Basílica Vaticana, y es un          ejemplo de pastor          abnegado y héroe de las virtudes cristianas.
          
          Fué canonizado el 15 de octubre en la Plaza de San Pedro,          presidida por el Papa          Benedicto XVI
          
          Visita el sitio oficial de San Rafael              Guizar y Valencia 
___________________________________________________________________________________________
José            Baldo, Beato          Fundador, 24 Octubre   
José          Baldo, BeatoJosé Baldo nació          el 19 de febrereo de 1843 Puegnago, en la orilla occidental del          Lago Garda en          la provincia de Brescia. Sexto entre nuevo hijos de Angelo Baldo          y Ippolita          House.
          
          De los ocho hermanos, seis murieron desgraciadamente a edad          temprana, la          mortalidad infantil era un azote que marcó la vida de muchas          familias en esas          decadas.
          
          Sus padres, particularmente su madre, le dieron una educación          moral y religiosa          loable. Aprendió aversión a cualquier forma de falta de          compromiso y el          estricto cumpliendo de sus deberes.
          
          A los 16 años ingresó al Seminario del Obispado de Verona,          diócesis a la que          pertenecia Puegnago, se distinguió por su ejemplar          comportamiento, la          aplicación en los estudios, el espíritu de piedad, el celo          apostólico, por lo          cual la Santa Sede concedió para su ordenación, misma que tuvo          lugar el 15 de          agosto de 1865, contando con sólo 22 años.
          
          Después de un parentésis como vicaro parroquial en Montorio          (Verona), fue          llamado en 1866 nuevamente al seminario, donde se le confió la          tarea de sub          director del Colegio Obispal de Verona, cargo que ocupó por más          de diez años,          mostrándose como un muy buen educador y pastor de almas.          Escribió un manual de          oraciones en el que también estaban impresas homilias y las          reglas disciplinarias.
          
          Después de un largo y fructífero período en el Colegio,          consiguió que su obispo          la autorización para dedicarse a un campo más amplio,          asignándosele la          parroquia de Ronco all'Adige (Verona), se posicionó el 17 de          noviembre de 1877,          casi en secreto para evitar confrontación con un grupo masónico,          que lo había          amenazado de muerte si hubiese usado la solemnidad usual en la          ceremonia.
          
          Conciente y convencido de que todo aquello que concierne al          desarrollo humano,          debe ser planificado y desarrollado por el parroco, concentró          todo esfuerzo en          la organización de un amplio plan de acción social y caritativa,          dirigido a          satisfacer las necesidades espirituales y temporales de cada          persona.
          
          En 1882 mujeres recogidas para la casa de la lactancia libre, en          una asociación          pía llamada "las Criadas de Caridad de St. María el del          Soccorso"; el          l´Asilo del istituì el gratuito infantil, la el di de Scuola          Lavoro el il de e          el parrocchiale de Ginnasio, una de aprì de inoltre Biblioteca          Circolante.          María el del Soccorso"; el Asilo instituyó al niño libre, la          Escuela de          Labor y la parroquia adiestra, también abrió una Biblioteca          Actual.
          
          En 1882 reune a mujeres para ayudar como enfermeras gratuitas a          domicilio en          una asosiación a la que denominó "Asistentes de la Caridad de          Santa María          del Socorro"; instituyó un Asilo gratuito para niños, la Escuala          Técnica y          Gimnasio Parroquial, también abrió una biblioteca ambulante.
          
          En 1884 fundó la Sociedad de Obreros de Ayuda Mutua, con el fin          de defender a          los pobres de los prestamistas, y en 1888 abrió un hospital          pequeño llamado          "Casa Ippolita" (por el nombre de su madre) para atender a          enfermos          pobres y acoger a ancianos abandonados. Despues en 1893 abre          otro centro para          acoger ancianos de Ronco all'Adige y sus alrededores, en 1894          abrió la          "Casa Rural Católica" para captar prestamos y conceder prestamos          a          intereses convenientes. En tiempo de Veneto, la emigración era          una lacra          social, por lo que difundió el "Decálogo del Emigrante",          documento          antesesor a la Encíclica 'Rerum Novarum' del Papa León XIII.
          
          En el campo religioso puso la Eucaristía como centro de la vida          espiritual,          popularizó el apostolado de la oración, empezó a enseñar la          Doctrina Cristiana.          En 1879 reorganizó la Confraternidad del Santísimo Sacramento,          reactivó la          Sociedad de Doctrina Cristiana.
          
          Para proveer la ayuda al necesitado y la adecuada administración          de la          "Casa Ippolita", en 1893, fundó las Hermanas de la Misericordia          de          Verona, la cual luego de un año se disolvió para crear otra          institución          femenina en Ronco.
          
          A estas alturas, como pasó con tantos otros fundadores, debía          establecer una          nueva congregación, entonces el 13 de octubre de 1894, inició          con algunas          postulantes la Congregación de las "Pequeñas Hijas de San José".
          
          El 25 de junio de 1897, las primeras siete hermanas hacían su          profesión          religiosa, la cofundadora fue Clementina Ippolita Forante          (1864-1928). Su          propósito es la ayudada a ancianos y enfermos, y la educación de          niños y jóvenes.
          
          Después de tan incansable labor, y habiendo sufrido 22 meses de          dolorosa          enfermedad, el Padre José Baldo murió el 24 de octubre de 1915 a          los 72 años de          edad.
          
          Fue beatificado por Su Santidad Juan Pablo II el 31 de octubre          de 1989. 
Fuentes:          IESVS.org; EWTN.com;          Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es ,          misalpalm.com, Catholic.net
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/ 
Si NO desea el evangelio,          santoral y meditación diaria          y sólo artículos interesantes censurados por la prensa (la          mayoría), unos 4 por          semana escriba a: ave-maria-purisima+subscribe@googlegroups.com (responder el mensaje de          confirmación).
Para de-suscribirse          escribir desde su casilla de email          a:
Evangelio+unsubscribe@googlegroups.com
NO debe colocarlo en CC          sino en "Para/To"
Si no se desuscribe es          porque recibe el mensaje en su          otro email que le reenvía al actual: debe escribir desde ese          otro email.











