JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san            Lucas 21, 29-33
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús propuso a sus          discípulos esta comparación: 
          "Fíjense en la higuera y en los demás árboles: cuando ven que          empiezan a          dar fruto, saben que ya está cerca el verano. Así también,          cuando vean que          suceden las cosas que les he dicho, sepan que el Reino de Dios          está cerca. Yo          les aseguro que antes de que esta generación muera, todo esto se          cumplirá.          Podrán dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis palabras          no dejarán de          cumplirse".
          Palabra del Señor.
          Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos su            oración: Esto es          gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos          un Avemaría de          corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres          de Gracia, el          Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y          bendito es el fruto          de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por          nosotros pecadores,          ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus          intenciones y          misas! 
Aclaración: una          relación muere sin comunicación y          comunidad-comunión. Con Dios es          igual: las "palabras          de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son          fuente de vida espiritual          (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es          necesario visitarse,          y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en          la Eucaristía,          que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer          la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO          (Dios) a          Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos          el daño que          hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los          Corazones de Jesús y          de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c)          agradecemos y d)          pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la          salvación del          mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Lo que no          ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354
Película          completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295
Explicación:          http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
Si Jesús se            apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús            está aquí y lo            ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del              Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en              vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn            5,12). Si comulgamos            en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión)            con el Amor y            renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas            del Cordero            (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo            que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su            Sangre por nuestros            pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente            sin Amor: si una            novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del            Novio para            siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar.            Idolatramos aquello            que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía,            flojera). Por eso, es            pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y            fiestas (Catecismo            2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).          "Te amo,            pero quiero verte todos los días, y menos los de descanso".            ¿Qué pensaríamos si            un cónyuge le dice eso a otro? ¿Le ama realmente? Estamos en            el mundo para ser felices            para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección            del amor, es            necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide            la Cátedra de            Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar            debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo,              come y bebe su propia              condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados            mortales? no            confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989),            no comulgar al            menos en tiempo pascual (920), abortar (todos            los métodos anticonceptivos            no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a            decidir, derechos            (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación            natural sin causa            grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por            iglesia, demorar en            bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón,            borrachera,            drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de            venganza, ver            pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado,            etc. Si no            ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos            sorprende la muerte            sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno            (Catecismo 1033-41;            Mt. 5,22; 10,            28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados            mortales objetivamente,            pero subjetivamente,            pueden ser menos graves,            si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes,            ya no hay            excusa.
† Misal
vie          34a. Ordinario año impar
      Antífona de Entrada
      El              Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es              la defensa de mi              vida, ¿quién me hará temblar? Cuando me asaltan mis              enemigos, tropiezan y caen.
Oración            Colecta
      Oremos:
            Dios nuestro, de quien todo bien procede, inspíranos            propósitos de justicia y            santidad y concédenos tu ayuda para poder cumplirlos. 
            Por nuestro Señor Jesucristo...
            Amén.
Primera            Lectura
      Vi a              alguien semejante a un hijo de hombre, que venía entre las              nubes del cielo
Lectura              del libro del profeta Daniel 7, 2-14
Yo, Daniel, tuve una visión            nocturna: los cuatro vientos del cielo agitaron el océano y de            él salieron            cuatro bestias enormes, todas diferentes entre sí.
            La primera bestia era como un león con alas de águila;            mientras yo miraba, le            arrancaron las alas, la levantaron del suelo, la incorporaron            sobre sus patas,            como un hombre y le dieron inteligencia humana.
            La segunda bestia parecía un oso en actitud de incorporarse,            con tres costillas            entre los dientes de sus fauces. Y le decían: 
            "Levántate; come carne en abundancia".
            Seguí mirando y vi otra bestia semejante a un leopardo, con            cuatro alas de ave            en el lomo y con cuatro cabezas. Y le dieron poder.
            Después volví a ver en mis visiones nocturnas una cuarta            bestia, terrible,            espantosa y extraordinariamente fuerte; tenía enormes dientes            de hierro; comía            y trituraba, y pisoteaba lo sobrante con sus patas. Era            diferente a las bestias            anteriores y tenía diez cuernos. 
            Mientras estaba observando los cuernos, despuntó de entre            ellos otro cuerno            pequeño, que arrancó tres de los primeros cuernos. Este cuerno            tenía ojos            humanos y una boca que profería blasfemias. 
            Vi que colocaban unos tronos y un anciano se sentó. Su vestido            era blanco como            la nieve y sus cabellos blancos como lana. Su trono, llamas de            fuego, con            ruedas encendidas. Un río de fuego brotaba delante de él.            Miles y miles le            servían, millones y millones estaban a su órdenes.
            Comenzó el juicio y se abrieron los libros. 
            Admirado por las blasfemias que profería aquel cuerno, seguí            mirando hasta que            mataron a la bestia, la descuartizaron y la echaron al fuego.            A las otras            bestias les quitaron el poder, y las dejaron vivir durante un            tiempo            determinado.
            Yo seguí contemplando en mi visión nocturna y vi a alguien            semejante a un hijo            de hombre, que venía entre las nubes del cielo. Avanzó hacia            el anciano de            muchos siglos y fue introducido a su presencia. Entonces            recibió la soberanía,            la gloria y el reino. Y todos los pueblos y naciones de todas            las lenguas lo            servían. Su poder nunca se acabará, porque es un poder eterno,            y su reino jamás            será destruido.
            Palabra de Dios.
            Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
      Daniel              3
Bendito              seas siempre, Señor.
Hombres            todos, bendigan al Señor; pueblo de Israel, bendice al Señor.
            Bendito seas siempre, Señor.
Sacerdotes            del Señor, bendigan al Señor; siervos del Señor, bendigan al            Señor.
            Bendito seas siempre, Señor.
Almas y            espíritus justos, bendigan al Señor; santos y humildes de            corazón, bendigan al            Señor.
            Bendito seas siempre, Señor.
Evangelio
      Cuando vean que sucede esto,              sepan que el Reino de Dios está cerca
† Lectura del santo              Evangelio según san Lucas 21, 29-33
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús            propuso a sus discípulos esta comparación: 
            "Fíjense en la higuera y en los demás árboles: cuando ven que            empiezan a            dar fruto, saben que ya está cerca el verano. Así también,            cuando vean que            suceden las cosas que les he dicho, sepan que el Reino de Dios            está cerca. Yo les            aseguro que antes de que esta generación muera, todo esto se            cumplirá. Podrán            dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis palabras no            dejarán de            cumplirse".
            Palabra del Señor.
            Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración            sobre las Ofrendas
      Mira, Señor, con            bondad,estos dones que te presentamos humildemente, para que            sean gratos a tus            ojos y nos hagan crecer en tu amor.
            Por Jesucristo, nuestro Señor.
            Amén
Prefacio
      La gloria de Dios es el              hombre viviente
En verdad es justo y            necesario, es nuestro deber y salvación,darte gracias siempre            y en todo lugar,            Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
            Tú eres el Dios vivo y verdadero; el universo está lleno de tu            presencia, pero            sobre todo has dejado la huella de tu gloria en el hombre,            creado a tu imagen.
            Tú lo llamas a cooperar con el trabajo cotidiano en el            proyecto de la creación            y le das tu Espíritu para que sea artífice de justicia y de            paz, en Cristo, el            hombre nuevo.
            Por eso,
            unidos a los ángeles y a los santos, cantamos con alegría el            himno de tu            alabanza:
Antífona de la Comunión
      Señor,              tú eres mi amor, mi fuerza, mi refugio, mi liberación y mi              ayuda. Tú eres mi              Dios.
Oración después de la Comunión
      Oremos:
            Que la fuerza redentora de esta Eucaristía nos proteja,            Señor,de nuestras malas            inclinaciones y nos guíe siempre por el camino de tus            mandamientos.
            Por Jesucristo, nuestro Señor.
            Amén
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† Meditación diaria
34ª          semana. Viernes
UNA          PALABRA ETERNA
—          Lectura del Evangelio.
— Dios          nos habla en la Sagrada Escritura.
— Para          sacar fruto.
I. A          punto de concluir el ciclo litúrgico, leemos en el Evangelio de          la Misa esta          expresión del Señor: El cielo y la tierra pasarán, pero mis            palabras no            pasarán1. Son palabras eternas las de Jesús,          que nos dieron a          conocer la intimidad del Padre y el camino que habíamos de          seguir para llegar          hasta Él. Permanecerán porque fueron pronunciadas por Dios para          cada hombre,          para cada mujer que viene a este mundo. Muchas veces y de            muchas maneras            habló Dios en otro tiempo a nuestros padres por el ministerio            de los profetas;            últimamente, en estos días, nos ha hablado por su Hijo2.          "Estos          días" son también los nuestros. Jesucristo sigue hablando, y sus          palabras, por          ser divinas, son siempre actuales.
Toda la          Escritura anterior a Cristo adquiere su sentido exacto a la luz          de la figura y          de la predicación del Señor. San Agustín, con una expresión          vigorosa, escribe          que "la Ley estaba preñada de Cristo"3. Y en otro          lugar afirma el          Santo Doctor: "Leed los libros proféticos sin ver en ellos a          Cristo: no hay          nada más insípido, más soso. Pero descubrid en ellos a Cristo, y          eso que leéis          no solo se vuelve sabroso, sino embriagador"4. Él es          quien descubre          el profundo sentido que se contiene en la revelación anterior: Entonces            les            abrió el entendimiento para que comprendiesen las Escrituras5.          Los judíos que se negaron a aceptar el Evangelio se quedaron          como con un cofre          con un gran tesoro dentro, pero sin la llave para abrirlo. Sus  entendimientos          -escribe San Pablo a los cristianos de Corinto- estaban            velados, y lo están hoy por el mismo velo que continúa sobre            la lectura de la            alianza antigua, porque solo en Cristo desaparece6,          pues "el fin          principal de la economía antigua era preparar la venida de          Cristo, redentor          universal, y de su reino mesiánico (...). Dios es el autor que          inspira los          libros de ambos Testamentos, de modo que el Antiguo encubriera          al Nuevo"7.          Es conmovedor en este sentido el diálogo entre el apóstol Felipe          y el etíope,          ministro de Candace, que leía al Profeta Isaías. ¿Entiendes            por ventura lo            que lees?, le preguntó Felipe. ¿Cómo voy a entenderlo            si alguien no me            guía? Entonces, comenzando por esta escritura, le            anunció a Jesús8.          Jesús era el punto clave para comprender.
San          Juan Crisóstomo comenta así este pasaje de los Hechos de los            Apóstoles:          "Considera qué gran cosa es no descuidar la lectura de la          Escritura ni siquiera          durante el viaje (...). Piensen esto los que ni siquiera en su          casa las leen y,          porque están con la mujer, o porque militan en el ejército, o          tienen          preocupaciones por sus familiares y ocupaciones en otros          asuntos, creen que no          les conviene hacer ese esfuerzo por leer las divinas Escrituras          (...). Este          bárbaro etíope es un ejemplo para nosotros: para los que tienen          una vida privada,          para los miembros del ejército, para las autoridades y también          para las mujeres          –más aún las que están siempre en casa– y para los que han          escogido la vida          monástica. Aprendan todos que ninguna circunstancia es          impedimento para la          lectura divina, que es posible realizar no solo en casa sino en          la plaza, en el          viaje, en compañía de muchos o en medio de una ocupación. No          descuidemos, os          ruego, la lectura de las Escrituras"9.
Desde          siempre la Iglesia ha recomendado su lectura y meditación,          principalmente del          Nuevo Testamento, en el que siempre encontramos a Cristo que          sale a nuestro          encuentro. Unos pocos minutos diarios nos ayudan a conocer mejor          a Jesús, a          amarle más, pues solo se ama lo que se conoce bien.
II.          Todas las Escrituras habían trazado el camino que debía recorrer          Cristo10,          todas eran en cierto modo anunciadoras del Mesías. Los profetas          habían descrito          este día y deseado verlo11. Los discípulos          reconocerán en Cristo al          que tantas veces y de tantas formas fue predicho y anunciado12.          Cuando San Pablo tenga que defenderse de las amenazas del rey          Agripa, argüirá          simplemente que se limita a anunciar el cumplimiento de lo que          ya predicaron          los Profetas13. Con todo, no es Cristo quien mira y          obedece a los          Profetas y a Moisés. Fueron estos los que en sus descripciones,          por inspiración          divina, se sujetaron a lo que sería la existencia en la tierra          del Hijo de          Dios. Moisés escribió acerca de Él14. Y Abrahán,            vuestro            padre, se regocijó pensando en ver mi día; lo vio y se alegró15.
Jesucristo          se aplica a sí las viejas figuras: el templo16, el          maná17,          la roca18, la serpiente de metal19. Por          eso dirá en          cierta ocasión: Escudriñad las Escrituras: ellas son las que            dan testimonio            de Mí20. Cuando en el Evangelio de la Misa          leemos hoy que el          cielo y la tierra pasarán, pero no sus palabras, nos señala de          algún modo que          en ellas se contiene toda la revelación de Dios a los hombres:          la anterior a su          venida, porque tiene valor en cuanto hace referencia a Él, que          la cumple y          clarifica; y la novedad que Él trae a los hombres, indicándoles          con claridad el          camino que han de seguir. Jesucristo es la plenitud de la          revelación de Dios a          los hombres. "En darnos, como nos dio a su Hijo, que es una          Palabra suya, que          no tiene otra, todo nos lo habló junto y de una vez en esta sola          Palabra, y no          tiene más que hablar"21.
La Carta            a los hebreos22 enseña que la palabra de            Dios es viva y            eficaz, y más cortante que una espada de doble filo: penetra            hasta la división            del alma y del espíritu, de las articulaciones y de la médula,            y descubre los            sentimientos y pensamientos del corazón. Es nueva cada          día, expresamente          dirigida a cada uno si sabemos leerla con fe. "En los libros          sagrados, el Padre          que está en el Cielo sale amorosamente al encuentro de sus hijos          para conversar          con ellos. Y es tanta la eficacia que radica en la Palabra de          Dios, que es en          verdad apoyo y vigor de la Iglesia y fortaleza de la fe para sus          hijos,          alimento del alma, fuente pura y perenne de vida espiritual"23.
De          alguna manera, es actual la marcha y la vuelta del hijo pródigo,          la necesidad          de la levadura para transformar la masa del mundo, los leprosos          que quedan          sanos en su encuentro con Jesús. Cuántas veces hemos pedido a          Jesús luz para          nuestra vida con las palabras –ut videam!, que vea,          Señor– de Bartimeo;          o hemos acudido a su misericordia con las del publicano: ¡Oh            Dios, apiádate            de mí que soy un pecador! ¡Cómo salimos reconfortados          después de ese          encuentro diario con Jesús en el Evangelio!
III. ¡Cuán            dulces son a mi paladar tus palabras, más que la miel para mi            boca!24.
A veces          –relata Ronald Knox25–, cuando varias personas están          cantando sin          acompañamiento de instrumento musical, existe en el grupo una          tendencia a bajar          el tono; la voz baja cada vez más y más. Por eso, si el coro no          está          acostumbrado a cantar sin acompañamiento musical, el director          suele tener          escondido un diapasón con el que de vez en cuando da una pequeña          señal, para          recordar a todos la nota más alta que deben dar.
Cuando          la vida cristiana comienza a bajar de tono, a          languidecer, también es          necesario un diapasón que dé una nota más alta. ¡Cuántas veces          la meditación de          un pasaje del Evangelio, sobre todo de la Pasión de Nuestro          Señor, ha sido como          una enérgica llamada a huir de esa vida menos heroica a la que          nos empujaba un          excesivo cuidado de la salud, un tono menos vibrante...! No          podemos pasar las          páginas del Santo Evangelio como si fuera un libro cualquiera.          ¡Con qué amor          era custodiado durante tantos siglos, cuando solo algunas          comunidades cristianas          tenían el privilegio de poseer una copia o solo unas páginas!          ¡Con qué piedad y          reverencia era leído! Su lectura –enseña San Cipriano a          propósito de la          oración– es cimiento para edificar la esperanza, medio para          consolidar la fe,          alimento de la caridad, guía que indica el camino...26.          San Agustín          señala que sus enseñanzas son como lámparas colocadas en un          lugar oscuro"27,          que siempre esclarecen nuestra vida. Para sacar fruto de la          lectura y          meditación, "piensa que lo que allí se narra –obras y dichos de          Cristo– no solo          has de saberlo, sino que has de vivirlo. Todo, cada punto          relatado, se ha          recogido, detalle a detalle, para que lo encarnes en las          circunstancias          concretas de tu existencia.
"—El          Señor nos ha llamado a los católicos para que le sigamos de          cerca y, en ese          Texto Santo, encuentras la Vida de Jesús; pero, además, debes          encontrar tu          propia vida.
"Aprenderás          a preguntar tú también, como el Apóstol, lleno de amor: "Señor,          ¿qué quieres          que yo haga?..." -¡La Voluntad de Dios!, oyes en tu alma de modo          terminante.
"Pues,          toma el Evangelio a diario, y léelo y vívelo como norma          concreta. —Así han          procedido los santos"28.
Entonces          podremos decir con el Salmista: Tu palabra es para mis pies            una lámpara, la            luz de mi sendero29.
1 Lc          21, 33. — 2 Heb 1, 1. — 3 San Agustín, Sermón            196,          1. — 4 ídem, Comentario al Evangelio de San Juan,          9. 3. — 5          Lc 24, 45. — 6 2 Cor 3, 14. — 7          Conc. Vat. II,          Const. Dei Verbum, 15 ss. — 8 Cfr. Hech          8, 27-35. — 9          San Juan Crisóstomo, Homilías sobre el Génesis, 35. — 10          Cfr. Lc          22, 37. — 11 Cfr. Lc 10, 24.— 12 Cfr. Jn          1, 41-45.          — 13 Cfr. Hch 26, 2. — 14 Jn 5,          46. — 15 Jn          8, 56. — 16 Jn 2, 19. — 17 Cfr. Jn          6, 32. — 18          Cfr. Jn 7, 8. — 19 Cfr. Jn 3, 14. — 20          Jn 5,          39. — 21 San Juan de la Cruz, Subida al Monte            Carmelo, 11, 22. — 22          Hebr 4, 12. — 23 Conc. Vat. II, Const. Dei            Verbum, 2. — 24          Sal 118, 103. — 25 R. A. Knox, Ejercicios            para seglares,          Rialp, 2ª ed., Madrid 1962, p. 177. — 26 Cfr. San          Cipriano, Tratado            sobre la oración. — 27 San Agustín, Comentarios            sobre los Salmos,          128. — 28 San Josemaría Escrivá, Forja, n. 754.          — 29 Sal          118, 105.
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† Santoral               (si          GoogleGroups corta el texto,          lo encontrará en www.iesvs.org)
Fuente: Vatican.va 
        María Magdalena de la            Encarnación, Beata          Fundadora, Noviembre 29   
              
 Fundadora de la Orden de               |           
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Fuente:            ar.geocities.com/misa_tridentina04 
        Redento de la Cruz            (Tomás Rodríguez), Beato Mártir          Carmelita, 29 Noviembre   
              
 El Beato Redento, en el siglo. Tomas                    Rodríguez, había nacido en Portugal el 1598. Su pueblo                    era Paredes. De muy joven se embarco hacia las Indias                    Orientales y allí vistió el hábito de religioso                    carmelita como Hermano. Estuvo en varios conventos. En                    Goa, muchos años de sacristán. Allí conoció al P.                    Dionisio. Al vestir el habito carmelita se puso el                    nombre de Redento de la Cruz. De veras que amó siempre                    tiernamente la Cruz de Jesucristo y sus propias                    cruces.  |           
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Fuente:            ar.geocities.com/misa_tridentina04 
        Dionisio de la Natividad            (Pedro Berthelot), Beato Mártir          Carmelita, 29 Noviembre   
              
 Dionisio se llamó en el siglo Pedro                    Berthelot y nació en Honfleur-Calvados (Francia) el 12                    de diciembre de 1600. A1 vestir el hábito de religioso                    carmelita cambió su nombre por el de Dionisio de la                    Natividad con el que ahora se le conoce.  |           
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Alvaro Pelagio, Santo Obispo          de Corone, 29 de noviembre   
              Noviembre 29                |           
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Alfredo Simón Colomina,            Beato Mártir Jesuita, 29          Noviembre   
              
 Nacido en Valencia el 18 de marzo 1877.   |           
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Fuente: Archidiócesis de            Madrid 
        Saturnino de Tolosa,            Santo Obispo          y Mártir, 29 de noviembre   
              
 Obispo y Mártir                |           
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San            Gregorio
          Taumaturgo
             Año 268
Señor:          Aumenta nuestra fe.
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Fuentes:          IESVS.org; EWTN.com;          Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es ,          misalpalm.com, Catholic.net
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/ 
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