JMJ
Pax
† Lectura            del santo Evangelio según san Mateo 14, 1-12
Gloria a            ti, Señor.
Por          entonces, el rey Herodes oyó hablar de Jesús, y dijo a sus          consejeros:
          "Es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos;          por eso          actúan en él los poderes milagrosos".
          Y es que Herodes había detenido a Juan, lo había encadenado y lo          había metido          en la cárcel, por causa de Herodías, la mujer de su hermano          Filipo. Pues Juan          le decía:
          "No te es lícito tenerla por mujer".
          Y, aunque quería matarlo, tuvo miedo al pueblo, que lo tenía por          profeta.
          El día que se celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de          Herodías danzó en          público y agradó tanto a Herodes que éste juró darle lo que          pidiera. Ella,          instigada por su madre, le dijo:
          "Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista".
          El rey se entristeció, pero por no romper el juramento que había          hecho ante los          invitados, mandó que se la dieran, ordenando que le cortaran la          cabeza a Juan          en la cárcel. Trajeron la cabeza en una bandeja y se la dieron a          la muchacha,          la cual a su vez se lallevó a su madre. Después vinieron sus          discípulos,          recogieron el cadáver, lo sepultaron y fueron a contárselo a          Jesús.
          Palabra del Señor.
Suplicamos su            oración: Esto es          gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos          un Avemaría de          corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres          de Gracia, el          Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y          bendito es el fruto          de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por          nosotros pecadores,          ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus          intenciones y          misas! 
Aclaración: una          relación muere sin comunicación y          comunidad-comunión. Con Dios es          igual: las "palabras          de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son          fuente de vida espiritual          (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es          necesario visitarse,          y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en          la Eucaristía,          que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer          la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO          (Dios) a          Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos          el daño que          hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los          Corazones de Jesús y          de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c)          agradecemos y d)          pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la          salvación del          mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Lo que no          ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354
Película          completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295
Explicación:          http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
Si Jesús se            apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús            está aquí y lo            ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del              Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en              vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn            5,12). Si comulgamos            en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión)            con el Amor y            renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas            del Cordero            (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo            que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su            Sangre por nuestros            pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente            sin Amor: si una            novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del            Novio para            siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar.            Idolatramos aquello            que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía,            flojera). Por eso, es            pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y            fiestas (Catecismo            2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).          "Te amo,            pero quiero verte todos los días, y menos los de descanso".            ¿Qué pensaríamos si            un cónyuge le dice eso a otro? ¿Le ama realmente? Estamos en            el mundo para ser felices            para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección            del amor, es            necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide            la Cátedra de            Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar            debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo,              come y bebe su propia              condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados            mortales? no            confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989),            no comulgar al            menos en tiempo pascual (920), abortar (todos            los métodos anticonceptivos            no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a            decidir, derechos            (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación            natural sin causa            grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por            iglesia, demorar en            bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón,            borrachera,            drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de            venganza, ver            pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado,            etc. Si no            ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos            sorprende la muerte            sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno            (Catecismo 1033-41;            Mt. 5,22; 10,            28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados            mortales objetivamente,            pero subjetivamente,            pueden ser menos graves,            si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes,            ya no hay            excusa.
† Misal
sab 17a.          Ordinario año Par
      Antífona de Entrada
      Mírame, Señor, y ten              piedad de mí, que estoy solo y afligido. Mira mis trabajos y              mis penas y              perdona todos mis pecados, Dios mío.
Oración Colecta
      Oremos:
            Señor, nos acogemos confiadamente a tu providencia, que nunca            se equivoca; y te            suplicamos que apartes de nosotros todo mal y nos concedas            aquellos beneficios            que pueden ayudarnos para la vida presente y la futura.
            Por nuestro Señor Jesucristo...
            Amén.
Primera Lectura
      Es cierto que el              Señor me ha enviado a ustedes para predicarles todas estas              cosas
Lectura del libro del              profeta Jeremías 26, 11-16.24
En aquellos            días, los 
            sacerdotes y los profetas dijeron a los jefes y a todo el            pueblo: 
            "Este hombre merece la muerte, porque ha profetizado contra            esta ciudad,            como acaban de escuchar con sus propios oídos". 
            Pero Jeremías dijo a todos los jefes y al pueblo: 
            "El Señor me ha enviado a profetizar contra este templo y            contra esta            ciudad todo lo que han oído. Así que corrijan su conducta y            sus acciones,            obedezcan al Señor, su Dios, y el Señor se arrepentirá del            castigo con el que            los ha amenazado. En cuanto a mí, estoy en sus manos; hagan de            mí lo que les            parezca bueno y justo. Pero sepan que si me matan, serán            responsables de la            muerte de un inocente, ustedes, esta ciudad y sus habitantes,            porque es verdad            que el Señor me ha mandado a que les anuncie todas estas            cosas".
            Los jefes y el pueblo entero dijeron a los sacerdotes y a los            profetas: 
            "Este hombre no merece la muerte, porque nos ha hablado en            nombre del            Señor nuestro Dios".
            A Jeremías, sin embargo, lo defendió Ajicán, hijo de Safán, y            por eso no lo            entregaron en manos del pueblo para que lo mataran.
            Palabra de Dios.
            Te alabamos Señor.
Salmo Responsorial
      Sal 68,              15-16.30-31.33-34
Defiéndeme y ayúdame,              Dios mío.
Sácame del fango, que            no me hunda, que me vea libre de los que me odian y de las            aguas profundas, que            no me arrastre la corriente, ni me trague el remolino, que no            cierre el pozo su            boca sobre mí.
            Defiéndeme y ayúdame, Dios mío.
Pero a mí, humilde y            afligido, que tu salvación me restablezca. Yo alabaré el            nombre de Dios con            cantos, proclamaré su grandeza dándole gracias.
            Defiéndeme y ayúdame, Dios mío.
Véanlo ustedes, los            humildes, y alégrense, recobren el ánimo, los que buscan Dios.            Porque el Señor            escucha a los necesitados, y no rechaza sus cautivos.
            Defiéndeme y ayúdame, Dios mío.
Aclamación antes del Evangelio
      Aleluya,              aleluya.
            Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de            ellos es el Reino            de los cielos, dice el Señor.
            Aleluya.
Evangelio
      Herodes              mandó degollar a Juan, y sus              discípulos fueron a avisarle a Jesús
† Lectura              del santo Evangelio según san              Mateo 14, 1-12
Gloria a              ti, Señor.
Por            entonces, el rey Herodes oyó hablar de            Jesús, y dijo a sus consejeros:
            "Es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos;            por eso            actúan en él los poderes milagrosos".
            Y es que Herodes había detenido a Juan, lo había encadenado y            lo había metido            en la cárcel, por causa de Herodías, la mujer de su hermano            Filipo. Pues Juan le            decía:
            "No te es lícito tenerla por mujer".
            Y, aunque quería matarlo, tuvo miedo al pueblo, que lo tenía            por profeta.
            El día que se celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de            Herodías danzó en            público y agradó tanto a Herodes que éste juró darle lo que            pidiera. Ella,            instigada por su madre, le dijo:
            "Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan el            Bautista".
            El rey se entristeció, pero por no romper el juramento que            había hecho ante los            invitados, mandó que se la dieran, ordenando que le cortaran            la cabeza a Juan            en la cárcel. Trajeron la cabeza en una bandeja y se la dieron            a la muchacha,            la cual a su vez se lallevó a su madre. Después vinieron sus            discípulos,            recogieron el cadáver, lo sepultaron y fueron a contárselo a            Jesús.
            Palabra del Señor.
Gloria a              ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
      Señor,            llenos de confianza en el amor que            nos tienes, presentamos en tu altar esta ofrenda, para que, tu            gracia nos            purifique por estos sacramentos que ahora celebramos.
            Por Jesucristo, nuestro Señor. 
            Amén.
Prefacio 
      La gloria              de Dios es el hombre viviente
En verdad es            justo y necesario, es nuestro            deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar,            Señor, Padre santo,            Dios todopoderoso y eterno.
            Tú eres el Dios vivo y verdadero; el universo está lleno de tu            presencia, pero            sobre todo has dejado la huella de tu gloria en el hombre,            creado a tu imagen.
            Tú lo llamas a cooperar con el trabajo cotidiano en el            proyecto de la creación            y le das tu Espiritu para que sea artífice de justicia y de            paz, en Cristo, el            hombre nuevo.
            Por eso,
            unidos a los ángeles y a los santos, cantamos con alegría el            himno de tu            alabanza:
Antífona de la Comunión
      Yo te invoco, porque              tú me respondes, Dios mío; inclina el oído y escucha mis              palabras.
Oración después de la Comunión
      Oremos:
            Guía, Señor, por medio de tu Espíritu a los que has alimentado            con el Cuerpo y            la Sangre de tu Hijo; y haz que, confesando tu nombre no sólo            de palabra y con            los labios, sino con las obras y el corazón, merezcamos entrar            en el Reino de            los cielos. 
            Por Jesucristo, nuestro Señor.
            Amén
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Dia 2/08 San          Eusebio de Vercelli (obispo)
      Antífona de          Entrada
      Yo me suscitaré un            sacerdote fiel que obre según mi corazón            y mis deseos, dice el Señor.
Oración          Colecta
      Oremos:
          Señor, tú que has querido contar en el número de los santos          pastores a tu          siervo san Eusebio y lo has hecho brillar por el fuego de la          caridad y el poder          de una fe que vence al mundo; haz que, por su intercesión,          perseveremos en la          fe y en el amor y merezcamos sí participar de la gloria con que          le coronaste.
          Por nuestro Señor Jesucristo...
          Amén.
Primera          Lectura
      La victoria que derrotó            al mundo es precisamente            nuestra fe
Lectura de la primera            carta del apóstol san Juan 5,1-5
Queridos hermanos: Todo el          que cree que Jesús es el Cristo          ha nacido de Dios; y todo el que ama a Aquél que da el ser, ama          también al que          ha nacido de él. En esto conocemos que amamos a los hijos de          Dios: si amamos a          Dios y cumplimos sus mandamientos. Todo el que ha nacido de Dios          vence al          mundo. Y ésta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe;          porque ¿quién es          el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de          Dios?
          Palabra de Dios.
          Te alabamos, Señor.
Salmo          Responsorial
      Del salmo 88
Proclamaré sin cesar la            misericordia del Señor.
Proclamaré sin cesar la          misericordia del Señor, y daré          a conocer que su fidelidad es eterna, pues el Señor ha dicho:          "Mi amor es          para siempre, y mi lealtad, más firme que los cielos".
          Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Señor, feliz el pueblo que          te alaba y que a tu luz          camina, que en tu nombre se alegra a todas horas y al que llena          de orgullo tu          justicia.
          Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Feliz, porque eres tú su          honor y fuerza y exalta tu          favor nuestro poder. Feliz, porque el Señor es nuestro escudo y          el Santo de          Israel es nuestro rey.
          Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Aclamación          antes del Evangelio
      Aleluya, aleluya.
          Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino          de los cielos.
          Aleluya.
Evangelio
      Estén alegres y            contentos, porque su recompensa será            grande en el cielo
Lectura del santo            Evangelio según san Mateo 5, 1-12a.
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, al ver          Jesús el gentío, subió a la          montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a          hablar          enseñándolos:
          "Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino          de los          cielos.
          Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.
          Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos          quedarán          saciados.
          Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán          misericordia.
          Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán          los hijos de          Dios".
          Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de          ellos es el Reino          de los cielos.
          Dichosos ustedes cuando los insulten, y los persigan, y los          calumnien de          cualquier modo por mi causa. Estén alegres y contentos, porque          su recompensa          será grande en el cielo".
          Palabra del Señor.
          Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre          las Ofrendas
      Recibe, Señor, las          ofrendas que tu pueblo te presenta          en la fiesta de san Eusebio; que ellas nos merezcan, como lo          esperamos, el          auxilio de tu misericordia.
          Por Jesucristo, nuestro Señor.
          Amén.
Prefacio
      Acción de los santos en            la Iglesia
En verdad es justo y          necesario, nuestro deber y          salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre          santo, Dios todopoderoso          y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
          Porque con la vida de tus santos, enriqueces a tu Iglesia con          formas siempre          nuevas de admirable santidad, y nos das pruebas indudables de tu          amor por          nosotros; y también, porque su ejemplo nos impulsa y su          intercesión nos ayuda a          colaborar en el misterio de la salvación.
          Por eso,
          ahora nosotros, llenos de alegría, te aclamamos con los ángeles          y santos          diciendo:
Antífona de la          Comunión
      Yo he venido para que            tengan vida y la tengan            abundante, dice el Señor.
Oración          después de la Comunión
      Oremos:
          Señor, Dios nuestro, que estos sacramentos encienden en nosotros          el fuego de          amor que abrasó el corazón de san Eusebio y le impulsó a          entregarse sin reserva          al servicio de la Iglesia.
          Por Jesucristo nuestro Señor.
          Amén
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† Meditación diaria
17ª Semana. Sábado
SABER CALLAR, SABER          HABLAR
— El silencio de          Jesús.
— Hablar cuando sea          necesario, con caridad y fortaleza. Huir del silencio culpable.
— Valentía y          fortaleza en la vida ordinaria. Ser coherentes con nuestra fe y          con la vocación          recibida.
I. Durante treinta          años, Jesús llevó una vida de silencio; solo María y José          conocían el misterio          del Hijo de Dios. Cuando vuelve de nuevo al pueblo donde había          vivido, sus          paisanos se extrañan de su sabiduría y de sus milagros, pues          solo habían visto          en Él una vida ejemplar de trabajo.
Durante los tres años          de su ministerio público vemos cómo se recoge en el silencio de          la oración, a          solas con su Padre Dios, se aparta del clamor y del fervor          superficial de la          multitud que pretende hacerle rey, realiza sus milagros sin          ostentación y          recomienda frecuentemente a los que han sido curados que no lo          publiquen...
El silencio de Jesús          ante las voces de sus enemigos en la Pasión es conmovedor: Él            permaneció en            silencio y nada respondió1. Ante tantas          acusaciones falsas aparece indefenso. "Dios nuestro Salvador          –comenta San          Jerónimo–, que ha redimido al mundo llevado de su misericordia,          se deja          conducir a la muerte como un cordero, sin decir palabra; ni se          queja ni se          defiende. El silencio de Jesús obtiene el perdón de la protesta          y excusa de          Adán"2. Jesús calla durante          el proceso ante Herodes y Pilato, y lo contemplamos en pie, sin          decir palabra,          ante Barrabás y delante de enemigos clamorosos, excitados,          vigilantes,          sirviéndose de falsos testimonios para tergiversar sus palabras.          Está en pie          ante el procurador. Y aunque le acusaban los príncipes de            los sacerdotes,            nada respondió. Entonces Pilato le dijo: ¿No oyes cuántas            cosas alegan contra            ti? Y no le respondió a pregunta alguna, de tal manera que el            procurador quedó            admirado en extremo3.
El silencio de Dios          ante las pasiones humanas, ante los pecados que se cometen cada          día en la          Humanidad, no es un silencio lleno de ira, ni despreciativo,          sino rebosante de          paciencia y de amor. El silencio del Calvario es el de un Dios          que viene a          redimir a todos los hombres con su sufrimiento indecible en la          Cruz. El          silencio de Jesús en el Sagrario es el del amor que espera ser          correspondido,          es un silencio paciente, en el que nos echa de menos si no le          visitamos o lo          hacemos distraídamente.
El silencio de Cristo          durante su vida terrena no es en modo alguno vacío interior,          sino fortaleza y          plenitud. Los que se quejan continuamente de las contrariedades          que padecen o          de su mala suerte, quienes pregonan a los cuatro vientos sus          problemas, los que          no saben sufrir calladamente una injuria, quienes se sienten          urgidos a dar          continuamente explicaciones de lo que hacen y lo que dejan de          hacer, los que          necesitan exponer las razones y motivos de sus acciones,          esperando con ansiedad          la alabanza o la aprobación ajena..., deberían mirar a Cristo          que calla. Le imitamos          cuando aprendemos a llevar las cargas e incertidumbres que toda          vida lleva          consigo sin quejas estériles, sin hacer partícipes de ellas al          mundo entero,          cuando hacemos frente a los problemas personales sin          descargarlos en hombros          ajenos, cuando respondemos de los propios actos sin excusas ni          justificaciones          de ningún tipo, cuando realizamos el propio trabajo mirando la          perfección de la          obra y la gloria de Dios, sin buscar alabanzas...4.
Iesus autem tacebat. Jesús callaba. Y          nosotros debemos aprender a callar en muchas ocasiones. A veces,          el orgullo          infantil, la vanidad, hacen salir fuera lo que debió quedar en          el interior del          alma; palabras que nunca debieron decirse. La figura callada de          Cristo será un          Modelo siempre presente ante tanta palabra vacía e inútil. Su          ejemplo es un          motivo y un estímulo para callar a veces ante la calumnia o la          murmuración. In            silentio et in spe erit fortitudo vestra, en el silencio y          en la esperanza          se fundará vuestra fortaleza, nos dice el Espíritu Santo, por          boca del Profeta          Isaías5.
II. Pero Jesús no          siempre calla. Porque existe también un silencio que puede ser          colaborador de          la mentira, un silencio compuesto de complicidades y de grandes          o pequeñas          cobardías; un silencio que a veces nace del miedo a las          consecuencias, del          temor a comprometerse, del amor a la comodidad, y que cierra los          ojos a lo que          molesta para no tener que hacerle frente: problemas que se dejan          a un lado,          situaciones que debieron ser resueltas en su momento porque hay          muchas cosas          que el paso del tiempo no arregla, correcciones fraternas que          nunca se debieron          dejar de hacer... dentro de la propia familia, en el trabajo, al          superior o al          inferior, al amigo y a quien cuesta tratar.
La Palabra de Jesús          está llena de autoridad, y también de fuerza ante la injusticia          y el atropello:          ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócrita!, porque            exprimís las casas            de las viudas con el pretexto de hacer largas oraciones...6. Jamás le importó ir          contra corriente a la hora de proclamar la verdad.
San Juan Bautista,          cuyo martirio leemos hoy en el Evangelio de la Misa7, era voz que            clama en el desierto. Y nos enseña a decir todo lo que          deba ser dicho,          aunque nos parezca alguna vez que es hablar en el desierto, pues          el Señor no          permite en ninguna ocasión que sea inútil nuestra palabra,          porque es necesario          hacer lo que debe hacerse, sin preocuparse excesivamente de los          frutos          inmediatos, ya que si cada cristiano hablara conforme a su fe,          habríamos          cambiado ya el mundo. No podemos callar ante infamias y crímenes          como el del          aborto, la degradación del matrimonio y de la familia, o ante          una enseñanza que          pretende arrinconar a Dios en la conciencia de los más          jóvenes... No podemos          callar ante ataques a la persona del Papa o a Nuestra Señora,          ante las          calumnias sobre instituciones de la Iglesia cuya verdad y          rectitud conocemos          bien de sobra... Callar cuando debemos hablar por razón de          nuestro puesto en la          sociedad, en la empresa o en la familia, o sencillamente por la          condición de          cristianos, podría ser en ocasiones colaborar con el mal,          permitiendo que se          piense que "el que calla, otorga". Si los católicos hablasen          cuando han de          hacerlo, si no contribuyeran con una sola moneda a la difusión          de la prensa o          de la literatura que causan estragos en las almas, difícilmente          podrían          sostenerse esas empresas.
Hablar cuando debamos          hacerlo. A veces, en el pequeño grupo en el que nos movemos, en          la tertulia que          se organiza espontáneamente a la salida de una clase, o con unos          amigos o          vecinos que vienen a nuestra casa a visitarnos; entre los amigos          o clientes...,          ante un vídeo indecente en el autobús en el que viajamos..., y          desde la tribuna,          si ese es nuestro lugar dentro de la sociedad. Por carta cuando          sea preciso          para animar con nuestro aliento o para agradecer un buen          artículo aparecido en          un periódico o manifestar nuestra disconformidad con una          determinada línea          editorial o un escrito doctrinalmente desenfocado. Y siempre con          caridad, que          es compatible con la fortaleza (no existe caridad sin          fortaleza), con buenas          maneras, disculpando la ignorancia de muchos, salvando siempre          la intención,          sin agresividad ni formas cerriles o inadecuadas que serían          impropias de          alguien que sigue de cerca a Jesucristo... Pero también con la          fortaleza con          que actuó el Señor.
III. Si en los          momentos en que el Bautista vio en peligro su vida hubiera          callado o se hubiera          mantenido al margen de los acontecimientos, no habría muerto          degollado en la          cárcel de Herodes. Pero Juan no era así; no era como una            caña que a            cualquier viento se mece. Fue coherente con su vocación y          con sus          principios hasta el final. Si hubiera callado, habría vivido          algunos años más,          pero sus discípulos no serían quienes primero siguieron a Jesús,          no habría sido          quien preparara y allanara el camino al Señor, como había          profetizado Isaías.          No habría vivido su vocación y, por tanto, no habría tenido          sentido su vida.
A nosotros, muy          probablemente, no nos pedirá Jesús el martirio violento, pero sí          esa valentía y          fortaleza en las situaciones comunes de la vida ordinaria: para          cortar un mal          programa de televisión, para llevar a cabo esa conversación          apostólica que          debemos tener y no retrasarla más... Sin quedarse en quejas          ineficaces, que          para nada sirven, dando doctrina positiva, soluciones..., con          optimismo ante el          mundo y las cosas buenas que hay en él, resaltando lo bueno: la          alegría de una          familia numerosa, el profundo gozo que produce realizar el bien,          el amor limpio          que se conserva joven viviendo santamente la virtud de la          pureza...
Existe un silencio          cobarde, contra el que debemos luchar: el del que enmudece ante          quien Dios ha          puesto a su lado para que le ayude y le fortalezca en su caminar          hacia Dios.          Difícilmente podríamos ser valientes en la vida si no lo          fuéramos en primer          lugar con nosotros mismos, siendo sinceros con quien orienta          nuestra alma.
Muchos de nuestros          amigos, al ver que somos coherentes con la fe, que no la          disimulamos ni          escondemos en determinados ambientes, se verán arrastrados por          ese testimonio          sereno, de la misma manera que muchos se convertían al          contemplar el martirio          –testimonio de fe– de los primeros cristianos.
Pidamos en el día de          hoy, que dedicamos especialmente a Nuestra Señora, que Ella nos          enseñe a callar          en tantas ocasiones en que debemos hacerlo, y a hablar siempre          que sea          necesario.
1 Mc 14, 61. — 2 San Jerónimo, Comentario            sobre el Evangelio de San Marcos, in loc. — 3 Mt 27, 12-14. — 4 F. Suárez, Las            dos caras del silencio, en Revista Nuestro Tiempo,          nn. 297 y 298. — 5 Is 30, 15. — 6 Mt 23, 14. — 7 Mt 14, 1-12.
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† Santoral               (si          GoogleGroups corta el texto,          lo encontrará en www.iesvs.org)
San Eusebio de Vercelli
        Obispo          
          Año 371 
       
|                  Eusebio significa                    "piadoso".  Nació en Cerdeña,                    Italia. Al morir su padre, su madre lo llevó a vivir a                    Roma, donde el Papa Liberio lo tomó bajo su                    protección, lo educó y lo ordenó de sacerdote. Poco                    después en la ciudad de Vercelli, al norte de Italia,                    murió el obispo, y el pueblo y los sacerdotes                    proclamaron a Eusebio como el nuevo obispo, por su                    santidad y sus muchos conocimientos. San Ambrosio dice                    que el obispo Eusebio de Vercelli fue el primero en                    Occidente al cual se le ocurrió organizar a sus                    sacerdotes en grupos para formarse mejor y ayudarse y                    animarse a la santidad. Para este santo su más                    importante labor como obispo era tratar de que sus                    sacerdotes llegaran a la santidad. Fue obispo de                    Vercelli por 28 años. Una de sus                    grandes preocupaciones era instruir al pueblo en                    religión. Y él mismo iba de parroquia en parroquia                    instruyendo a los feligreses. En aquellos                    tiempos se estaba extendiendo una terrible herejía                    llamada Arrianismo, que enseñaba que Cristo no era                    Dios. Los más grandes santos de la época se opusieron                    a tan tremendo error, pero el jefe de gobierno,                    llamado Constancio, la apoyaba. Hicieron entonces una                    reunión de obispos en Milán, para discutir el asunto,                    pero Eusebio al darse cuenta de que el ejercito del                    emperador iba a obligarlos a decir lo que él no                    aceptaba, no quiso asistir. Constancio le ordenó que                    se hiciera presente, y el santo le avisó que iría,                    pero que no aceptaría firmar ningún error. Y así lo                    hizo. A pesar de que hereje emperador lo amenazó con                    la muerte, él no quiso aceptar el que Jesucristo no                    sea Dios, por esto fue desterrado. Fue llevado                    encadenado hasta Palestina y encerrado en u cuartucho                    miserable. Los herejes lo arrastraron por las calles y                    lo insultaron, pero él seguía proclamando que                    Jesucristo sí es Dios. En una carta suya cuenta los                    espantosos sufrimientos que tuvo que padecer por                    permanecer fiel a su santa religión, y expresa su                    deseo de poder morir sufriendo por el Reino de Dios. Al morir                    Constancio, su sucesor decretó la libertad de Eusebio                    y éste pudo volver a su amada diócesis de Vercelli.                    San Jerónimo dice que toda la ciudad sintió enorme                    alegría por su llegada y que su vuelta fue como el                    termino de un tiempo de luto y dolor. EL resto de su                    vida lo empleó junto con grandes santos como San                    Atanasio y San Hilario en atacar y acabar la herejía                    de los arrianos, y en propagar por todas partes la                    santa religión. Murió el 1 de agosto del año 371. La Iglesia lo                    considera mártir, no porque haya muerto martirizado,                    sino porque en sus tiempos de prisión tuvo que                    soportar sufrimientos horrorosos, y los supo                    sobrellevar con gran valentía. El repetía: "                    Puedo equivocarme en muchas cosas, pero jamás quiero                    dejar de pertenecer a la verdadera religión".   |             
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Fuente: Corazones.org 
        Nuestra Señora de los            Ángeles          Patrona de Costa Rica, 2 de agosto   
              
 Patrona de Costa Rica              La ciudad de Cartago, como muchas                    otras en la época colonial, segregaba a los blancos de                    los indios y mestizos. A todo el que no fuera blanco                    puro se le había prohibido el acceso a la ciudad,                    donde una cruz de piedra señalaba la división y los                    límites.  |           
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Ceferino Giménez Malla,            Beato Un gitano en los altares,          2 de agosto   
              
 Mártir              Martirologio Romano: En Barbastro, en España, beato                      Ceferino Giménez Malla, mártir de raza gitana. Se                      dedicó a promover la paz y la concordia entre su                      pueblo y los pueblos vecinos. En la persecución ya                      citada, al ver a un sacerdote arrastrado por las                      calles por las milicias populares y salir en su                      defensa, le detuvieron y, finalmente, conducido al                      cementerio, fue fusilado, con el rosario en sus                      manos, consumando así su peregrinación por la tierra                      (1936). Un día apareció en la fachada del                    Vaticano el cuadro de un Santo del todo excepcional.                    Nunca se había visto uno semejante. Y el Papa lo                    declaraba Beato, digno de los altares y presentado a                    la veneración de los fieles como ejemplo de vida                    cristiana...   |           
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Fuente: Archidiócesis de            Madrid 
        Pedro Julián Eymard,            Santo          Presbítero y Fundador, 2 de agosoto   
              
 Fundador de la Congregación del Santísimo                  Sacramento              Martirologio Romano: San Pedro Julián Eymard, presbítero,                      el cual fue primeramente sacerdote diocesano y                      después miembro de la Compañía de María. Adorador                      eximio del Misterio eucarístico, fundó nuevas                      congregaciones, una de clérigos y otra de mujeres,                      para fomentar y difundir la piedad hacia el                      Santísimo Sacramento. Murió en la aldea La Mure,                      cerca de Grenoble, en Francia, donde había nacido                      (1868). Nació en La Mure, al este de                    Francia, por donde poco antes (1799) había pasado el                    papa Pío VI, prisionero del Directorio -órgano                    ejecutivo del gobierno republicano francés desde el                    1795-, dando bendiciones, y poco después (1815) pasó                    también Napoleón, el fugado de la isla de Elba, con                    cantos bélicos triunfales. Pedro fue hijo de un                    labrador arruinado que cambió el oficio por el de                    afilador ambulante -de algo hay que vivir- y contrajo                    segundas nupcias con una buena mujer de pueblo que le                    dio a Pedro nacido entre hermanastros.   |           
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Alfreda,            Santa          Princesa, 2 de          agosto   
              
 Princesa              Alfreda fue el nombre que tomó en                    su vida monástica, había sido bautizada como                    Eteldrita. Era princesa de sangre.  |           
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Fuente: Mercaba.org 
        Juana de Aza, Beata Madre          de Santo Domingo, 2 de agosto   
              
 Madre de Santo Domingo de Guzmán              Martirologio Romano: En Caleruega, población igualmente                      de Castilla, conmemoración de la beata Juana, madre                      de santo Domingo, que, llena de fe, hizo grandes                      obras de misericordia en favor de los pobres y                      necesitados (s. XIII inc.). De Juana de Aza la verdad es que                    no se saben muchas cosas. Y las que se saben pueden                    reducirse prácticamente a dos: primera, que fue la                    madre de Santo Domingo de Guzmán, y segunda, que fue                    una mujer compasiva que en cierta ocasión, estando                    fuera su marido, repartió entre los pobres una cuba de                    vino generoso.  |           
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Fuente:            ar.geocities.com/misa_tridentina01 
        Pedro de Osma, Santo Monje          y Obispo, 2 de agosto   
              
 Monje y Obispo              Martirologio Romano: En Palencia, en la región hispánica                      de Castilla, muerte de san Pedro, obispo de Osma.                      Fue primeramente monje, después archidiácono de la                      Iglesia de Toledo y, finalmente, elevado a la sede                      de Osma, recientemente liberada del dominio                      mahometano, la cual organizó con pastoral celo                      (1109). Nacido Pedro en Bourges, en                    Francia, hacia el año 1040, recibió de sus piadosos                    padres una sólida educación cristiana, y habiéndose                    formado convenientemente en las letras, según la                    costumbre del tiempo, se dedicó a la carrera de las                    armas, en las que dio buenas pruebas de su carácter                    intrépido y decidido, y no menos de la elevación de su                    espíritu. Consciente, pues, de los gravísimos peligros                    a que en esta vida se exponía, e ilustrado por Dios                    sobre las vanidades del mundo, determinó entregarse a                    su servicio en la vida religiosa.   |           
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Fuente:            ar.geocities.com/misa_tridentina01 
        Esteban I, Santo XXIII          Papa, 2 de agosto   
              
 XXIII Papa              Martirologio Romano: En Roma, en el cementerio de                      Calisto, san Esteban I, papa, que prohibió                      rebautizar a los herejes que buscaban la plena                      comunión con la Iglesia, para que no quedase                      oscurecida la unión bautismal de los cristianos con                      Cristo, que debe realizarse una sola vez (257). Fue hijo de Julio, ciudadano                    romano. Nació hacia el fin del siglo II, y aunque se                    tienen pocas noticias de los primeros años de su                    niñez, hay razones para creer que su familia era                    cristiana. Se dedicó al estudio de las letras humanas                    y divinas, pero singularmente al de la ciencia de los                    Santos; y en poco tiempo se hizo un lugar distinguido                    entre los fieles de Roma. Siendo de poca edad fue                    recibido en el clero. Los Papas San Cornelio y San                    Lucio, sus predecesores, hicieron juicio de que no                    debían dejar escondida debajo del celemín aquella                    brillante antorcha. Ordenáronle de diácono, y después                    le hicieron arcediano de la Iglesia romana (nombre                    dado en la antigüedad al principal de los diáconos)                    dándole al mismo tiempo jurisdicción de vicario.  |           
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Fuente: Franciscanos.org 
        Francisco Tomás Serer,            Beato          Presbítero y Mártir, 2 de agosto   
              
 Presbítero y Mártir              Martirologio Romano: En Madrid, en España, beato                      Francisco Tomás Serer, presbítero de los Terciarios                      Capuchinos de la Virgen de los Dolores y mártir, que                      que, en el furor creciente de la persecución contra                      la fe, mereció derramar su sangre por Cristo (1936). Nace el 11 de octubre de 1911 en                    Alcalalí, pueblo de la provincia de Alicante y de la                    diócesis de Valencia. Aprende las primeras letras en                    el pueblo y, a los doce años, sus padres lo llevan a                    la escuela seráfica de Godella de los terciarios                    capuchinos, donde estudia latín y humanidades y hace                    su noviciado. El 15 de septiembre de 1928 emite sus                    primeros votos religiosos y el 20 de diciembre de                    1933, los perpetuos. El 24 de mayo de 1934 recibe el                    presbiterado. El resto de su vida lo dedica al                    servicio de la juventud extraviada en centros                    destinados a la misión propia de la congregación.                    Durante el verano de 1935 realiza un viaje de estudios                    por Francia y Bélgica para dar solidez científica a                    los métodos pedagógicos de la congregación, a la vez                    que inicia la carrera de medicina en la Universidad                    Central de Madrid. Durante la persecución religiosa de                    1936 halla cobijo en Madrid, en casa de unos                    bienhechores. Allí espera a que llegue al refugio su                    superior, el P. Bienvenido Mª de Dos Hermanas. Ante la                    tardanza, y arriesgando su vida, vuelve los pasos en                    su búsqueda. Al amanecer del día siguiente, tres de                    agosto, apareció su cadáver junto a las tapias del                    Reformatorio del Príncipe de Asturias, en Madrid. El                    amor filial le llevó a ir en busca de su superior,                    entregando su vida en el intento, por lo que fue un                    mártir del amor de Cristo. El P. Francisco era muy                    elegante, más bien delgado y de aspecto normal. De                    carácter dulce y extremamente amable. Era muy piadoso                    y en el pueblo causaba una impresión ejemplar. Fue un                    religioso exquisitamente bueno e inteligente, razón                    por la que le distinguían los superiores. Según sus                    biógrafos, se mostraba muy prudente, hablaba muy poco                    y siempre con acierto. El tono de su voz era suave y                    dulce. En él tenía puestas el Instituto grandes                    esperanzas. Fue el benjamín de los mártires de la                    Familia Amigoniana.  |           
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Fuente: ACIprensa.com 
        Francisco Calvo Burillo,            Beato          Presbítero y Mártir, 2 de agosto   
              
 Mártir Dominico              Martirologio Romano: En la aldea de Híjar, cerca de                      Teruel, en España, beato Francisco Calvo Burillo,                      presbítero de la Orden de Predicadores y mártir,                      que, en el furor creciente de la persecución contra                      la fe, padeció el martirio El P. Paco representa la bondad y                    la servicialidad en persona. Piadoso instrumento para                    que personas pudientes ejercitasen la caridad entre                    los pobres de Híjar, a quienes el Padre tenía en gran                    consideración y les ayudaba en todo lo que podía.                    Profesor estimado y escritor popular bien valorado,                    fue a la vez un director espiritual que benefició a                    muchas almas. De escasa salud aprovechaba el verano                    para reponerse junto a su anciana madre. Hombre de                    bien, que tanto bien había hecho a otros, sin embargo                    fue detenido. Doce horas en la cárcel le prepararon                    para el martirio y despedirse de su madre como "tu                    hijo en agonía".   |           
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Fuente: vocationist.org 
        Justino Russolillo,            Venerable          Sacerdote y Fundador, 2 de agosto   
              
 Sacerdote y Fundador               |           
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Fuentes:          IESVS.org; EWTN.com;          Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es ,          misalpalm.com, Catholic.net
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/ 
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