viernes, 5 de octubre de 2012

Domingo 07 de Octubre de 2012. Excepto causa grave, no asistir a Misa dominical es pecado GRAVE. Precepto: Misa ENTERA. Desde Sábado 16:00 puede ser Domingo, según diócesis (Catecismo 2042, 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).

JMJ

Pax

† Lectura del santo Evangelio según san Marcos 10, 2-16

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo se acercaron a Jesús unos fariseos y, para ponerlo a prueba, le preguntaron:
"¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?"
El les respondió:
"¿Qué les mandó Moisés?"
Ellos contestaron:
"Moisés permitió el divorcio mediante la entrega de un acta de divorcio a la mujer".
Jesús les dijo:
"Moisés les prescribió esa norma debido a su incapacidad para entender los planes de Dios. Pero desde el principio Dios los creó hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Por eso, lo que Dios unió, que no lo separe el hombre".
Ya en casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre el asunto. Jesús les dijo:
"Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera; y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, también comete adulterio".
Después de esto, le presentaron a Jesús unos niños para que los tocara, pero los discípulos los regañaban. Al verlo, Jesús se disgustó y les dijo:
"Dejen que los niños se acerquen a mí; no se lo impidan, porque de ellos es el Reino de Dios. Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él".
Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las “palabras de vida eterna” (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs

Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354

Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=272692

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: “si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros” (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). “Te amo, pero quiero verte todos los días, y menos los de descanso”. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice eso a otro? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: “quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación” (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesar pecados graves al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.

 

Misal

 

27a. Dom Ord Ciclo B

Antífona de Entrada

Todo depende de tu voluntad, Señor, y nadie puede resistirse a ella. Tú has hecho los cielos y la tierra y las maravillas que contienen. Tú eres el Señor del universo.

Se dice "Gloria".

Oración Colecta

Oremos:
Padre lleno de amor, que nos concedes siempre más de lo que merecemos y deseamos; perdona misericordiosamente nuestras ofensas y otórganos aquellas gracias que no hemos sabido pedirte y tú sabes que necesitamos.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

Primera Lectura

Serán los dos una sola carne

Lectura del libro del Génesis 2, 18-24

El Señor Dios se dijo:
"No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él para que lo ayude".
Entonces el Señor Dios formó de la tierra todos los animales del campo y todos los pájaros del cielo, y se los presentó al hombre para ver qué nombre les ponía; y así todo ser viviente llevaría el nombre que el hombre le pusiera. Así el hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no encontraba ninguno como él que le ayudase.
Entonces el Señor Dios hizo caer al hombre en un profundo sueño, y mientras dormía le sacó una costilla y cerró el hueco con carne. Y de la costilla que le había sacado al hombre, Dios formó una mujer; se la presentó al hombre y éste exclamó:
"¡Esta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Por eso será llamada Mujer, porque ha sido formada del hombre".
Por eso el hombre abandonará a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Sal 127, 1-2.3.4-5.6

Dichoso el que respeta al señor.

Dichoso el que respeta al Señor y sigue sus caminos. Comerás del trabajo de tus manos, serás afortunado y feliz.
Dichoso el que respeta al señor.

Tu mujer será como una vid fecunda dentro de tu casa; tus hijos, como brotes de olivo en torno a tu mesa.
Dichoso el que respeta al señor.

Así será bendecido el hombre que respeta al Señor: Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida.
Dichoso el que respeta al señor.

Que el Señor te bendiga desde Sión. Que veas a los hijos de tus hijos. ¡Paz a Israel!
Dichoso el que respeta al señor.

Segunda Lectura

El santificador y los santificados tienen la misma condición humana

Lectura de la carta a los Hebreos 2, 9-11

Hermanos: Al que Dios había hecho un poco inferior a los ángeles, a Jesús, lo vemos coronado de gloria y honor por haber padecido la muerte. Así, por disposición divina, gustó él la muerte en beneficio de todos.
Porque era conveniente que Dios, origen y meta de todas las cosas, queriendo llevar a la gloria a muchos hijos, perfeccionara mediante los sufrimientos a quien iba a guiarlos a la salvación.
Porque santificador y santificados, todos proceden del mismo. Por eso Jesús no se avergüenza de llamarlos hermanos.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.
Aleluya.

Evangelio

Lo que Dios unió, que no lo separe el hombre

† Lectura del santo Evangelio según san Marcos 10, 2-16

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo se acercaron a Jesús unos fariseos y, para ponerlo a prueba, le preguntaron:
"¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?"
El les respondió:
"¿Qué les mandó Moisés?"
Ellos contestaron:
"Moisés permitió el divorcio mediante la entrega de un acta de divorcio a la mujer".
Jesús les dijo:
"Moisés les prescribió esa norma debido a su incapacidad para entender los planes de Dios. Pero desde el principio Dios los creó hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Por eso, lo que Dios unió, que no lo separe el hombre".
Ya en casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre el asunto. Jesús les dijo:
"Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera; y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, también comete adulterio".
Después de esto, le presentaron a Jesús unos niños para que los tocara, pero los discípulos los regañaban. Al verlo, Jesús se disgustó y les dijo:
"Dejen que los niños se acerquen a mí; no se lo impidan, porque de ellos es el Reino de Dios. Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él".
Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Se dice "Credo".

Oración de los Fieles

Celebrante:
Hermanos y hermanas, sintiéndonos solidarios de las ansias y esperanzas de todos los seres humanos, dirijamos al Padre nuestra oración.
(A cada petición respondemos: Escúchanos, Señor).

Por la Iglesia: para que, fiel a su Maestro, aparezca ante el mundo como sal de la tierra y luz que alumbra en las tinieblas, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.

Por la paz del mundo: para que se alejen de los pueblos el hambre, las calamidades y las guerras, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.

Por todos los que en el mundo padecen hambre o enfermedad, por los emigrantes, los desterrados, por los privados de libertad y todos los que sufren, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.

Por nosotros mismos: para que nuestras vidas se vayan transformando en testimonio transparente del amor de Dios, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.

Celebrante:
Dios nuestro, que has creado al hombre y a la mujer para que sean los dos una sola carne en la libre armonía del amor; retorna a los hijos de Adán a la santidad de su origen y dales un corazón fiel, a fin de que ningún poder humano nunca separe aquello que tú mismo has unido. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Oración sobre las Ofrendas

Acepta, Señor, este sacrificio de alabanza que tú mismo instituiste, y realiza en nosotros la obra de santificación que con su muerte nos mereció tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.

Prefacio

La prenda futura de nuestra pascua

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
En ti vivimos, nos movemos y existimos; y, todavía peregrinos en este mundo, no sólo experimentamos las pruebas cotidianas de tu amor, sino que poseemos ya en prenda la vida la vida futura, pues esperamos gozar de la pascua eterna, porque tenemos las primicias de tu Espíritu por el que resucitaste a Jesús de entre los muertos.
Por eso, Señor, te damos gracias y proclamamos tu grandeza cantando con los ángeles:

Antífona de la Comunión

Bueno es el Señor con los que en él confían, con aquellos que no cesan de buscarlo.

Oración después de la Comunión

Oremos:
Que esta comunión, Señor, sacie nuestra hambre y nuestra sed de ti y nos transforme en tu Hijo, Jesucristo, que vive y reina
por los siglos de los siglos.
Amén.

 

 

Dia 7/10 Nuestra Señora la del Rosario (blanco)

Antífona de Entrada

Te saludamos, María, la llena de gracia; el Señor está contigo. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.

Oración Colecta

Oremos:
Señor, tú que nos has hecho conocer el misterio gozoso de la Encarnación de tu Hijo, concédenos tu gracia, por intercesión de la santísima Virgen María, para acompañar a Cristo en los misterios dolorosos de su pasión y muerte y poder participar así de su gloriosa resurrección.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

Primera Lectura

Perseveraban unánimes en la oración, Junto con María, la madre de Jesús

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 1, 12-14

Después de la ascensión de Jesús a los cielos, los apóstoles regresaron a Jerusalén desde el monte de los Olivos, que dista de la ciudad lo que se permite caminar en sábado. Cuando llegaron a la ciudad, subieron al piso alto de la casa donde se alojaban: Pedro y Juan, Santiago, Andrés, Felipe, y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago (el hijo de Alfeo), Simón el Cananeo y Judas, el hijo de Santiago. Todos ellos perseveraban unánimes en la oración, junto con María, la madre de Jesús, con los parientes de Jesús y algunas mujeres.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Lucas 1

Ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava. Ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre. Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque
ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre. Y su misericordia llega de generación en generación a los que lo temen.


Ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre.

Ha hecho sentir el poder de su brazo: dispersó a los de corazón altanero. Destronó a los potentados y exaltó a los humildes. A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada.
Ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor esté contigo, bendita tú entre las mujeres.
Aleluya.

Evangelio

Vas a concebir y a dar a luz un hijo

†Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1, 26-38

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María. Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo".
Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo.
El ángel le dijo:
"No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin".
María le dijo entonces al ángel:
"¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?"
El ángel le contestó:
"El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios".
María contestó:
"Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho".
Y el ángel se retiró de su presencia.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas

Que el memorial de los misterios de nuestra redención, forme, Señor, nuestra vida y nos haga dignos de la salvación eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Prefacio

Maternidad de la virgen María

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias y proclamar que eres admirable en la perfección de todos tus santos, y de un modo singular en la perfección de la Virgen María.
Por eso, al celebrarla hoy, queremos exaltar tu generosidad inspirados en su propio cántico, pues en verdad has hecho maravillas por toda la tierra, y prolongaste tu misericordia de generación en generación, cuando, complacido en la humildad de tu sierva, nos diste por su medio al autor de la vida, Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor.
Por él,
los ángeles y los arcángeles te adoran eternamente, gozosos en tu presencia.
Permítenos unirnos a sus voces cantando tu alabanza:

Antífona de la Comunión

El ángel Gabriel dijo a María: Vas a concebir y a dar a luz un Hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.

Oración después de la Comunión

Oremos:
Por medio de esta Eucaristía, en la que hemos proclamado la muerte y resurrección de tu Hijo, concédenos, Señor, la gracia de participar con nuestros sufrimientos en la pasión de Cristo, para que podamos participar también de su gloriosa resurrección.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

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Meditación diaria

 

Vigésimo séptimo Domingo
ciclo b

LA SANTIDAD DEL MATRIMONIO

— Unidad e indisolubilidad original.

— Camino de santidad.

— La familia, escuela de virtudes.

I. Se encontraba Jesús en Judea, en la otra orilla del Jordán, rodeado de una gran multitud, que escuchaba atentamente sus enseñanzas1. Entonces –leemos en el Evangelio de la Misa2– se acercaron unos fariseos y para tentarle, para enfrentarlo con la Ley de Moisés, le preguntaron si es lícito al marido repudiar a su mujer. Moisés había permitido el divorcio condescendiendo con la dureza del antiguo pueblo. La condición de la mujer era entonces ignominiosa y prácticamente podía ser dejada a un lado por cualquier causa, siguiendo ligada al marido. Moisés estableció que el marido diera a la mujer despedida una carta de repudio, testificando que la despedía; así quedaba libre para casarse con quien quisiera3. Los Profetas ya censuraron el divorcio a la vuelta del exilio4.

Jesús declara en esta ocasión la indisolubilidad original del matrimonio, según lo instituyera Dios en el principio de la creación. Para ello, cita expresamente las palabras del Génesis que se leen en la Primera lectura5. Pero en el principio de la creación los hizo Dios varón y hembra; por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido no lo separe el hombre. De este modo, el Señor declara la unidad y la indisolubilidad del matrimonio tal y como había sido establecido en el principio. Resultó tan novedosa esta doctrina para los mismos discípulos que, una vez en casa, volvieron a preguntarle. Y el Maestro confirmó más expresamente lo que ya había enseñado. Y les dijo: Cualquiera que repudie a su mujer y se una con otra, comete adulterio contra aquella; y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio. Difícilmente se puede hablar con más nitidez. Sus palabras están llenas de una claridad deslumbradora. ¿Cómo es posible que un cristiano pueda cuestionar estas propiedades naturales del matrimonio y siga proclamando que imita y acompaña a Cristo?

Siguiendo al Maestro, la Iglesia reafirma con seguridad y firmeza “la doctrina de la indisolubilidad del matrimonio; a cuantos, en nuestros días, consideran difícil o incluso imposible vincularse a una persona por toda la vida y a cuantos son arrastrados por una cultura que rechaza la indisolubilidad matrimonial y que se mofa abiertamente del compromiso de los esposos a la fidelidad, es necesario repetir el buen anuncio de la perennidad del amor conyugal que tiene en Cristo su fundamento y su fuerza (Ef 5, 25).

“Enraizada en la donación personal y total de los cónyuges y exigida por el bien de los hijos, la indisolubilidad del matrimonio halla su verdad última en el designio que Dios ha manifestado en su Revelación: Dios quiere y da la indisolubilidad del matrimonio como fruto, signo y exigencia del amor absolutamente fiel que Dios tiene al hombre y que el Señor Jesús vive hacia su Iglesia”6. Ese vínculo, que solo la muerte puede desatar, es imagen del que existe entre Cristo y su Cuerpo Místico.

La dignidad del matrimonio y su estabilidad, por su trascendencia en las familias, en los hijos, en la misma sociedad, es uno de los temas que más importa defender, y ayudar a que muchos lo comprendan. La salud moral de los pueblos –se ha repetido muchas veces– está ligada al buen estado del matrimonio. Cuando este se corrompe bien podemos afirmar que la sociedad está enferma, quizá gravemente enferma7. De aquí la urgencia que todos tenemos de rezar y velar por las familias. Los mismos escándalos que, desgraciadamente, se producen y se divulgan, pueden ser ocasión para dar buena doctrina y ahogar el mal en abundancia de bien8. “Hay dos puntos capitales en la vida de los pueblos: las leyes sobre el matrimonio y las leyes sobre la enseñanza; y ahí, los hijos de Dios tienen que estar firmes, luchar bien y con nobleza, por amor a todas las criaturas”9.

II. Al elevar Jesucristo el matrimonio a la dignidad de sacramento, introdujo en el mundo algo completamente nuevo. La transformación que obró en la institución meramente natural fue de tal importancia que la convirtió –como el agua en las bodas de Caná– en algo hasta ese momento insospechado. He aquí que hago todas las cosas nuevas10, dice el Señor. Desde entonces, desde el nacimiento del matrimonio cristiano, este sobrepasa el orden de las cosas naturales y se introduce en el orden de las cosas divinas. El matrimonio natural entre no cristianos está también lleno de grandeza y de dignidad, “pero el ideal propuesto por Cristo a los casados está infinitamente por encima de una meta de perfección humana y respecto del matrimonio natural se presenta como algo rigurosamente nuevo. Efectivamente: a través del matrimonio es la misma vida divina la que se comunica a los esposos, la que los sostiene en su obra de perfeccionamiento mutuo y la que tiene que animar, desde el momento del Bautismo, el alma de los hijos”11.

Quienes se casan inician juntos una vida nueva que han de andar en compañía de Dios. El Señor mismo los ha llamado para que vayan a Él por este camino, pues el matrimonio “es una auténtica vocación sobrenatural. Sacramento grande en Cristo y en la Iglesia, dice San Pablo (Ef 5, 32) (...), signo sagrado que santifica, acción de Jesús que invade el alma de los que se casan y les invita a seguirle, transformando toda la vida matrimonial en un andar divino en la tierra”12.

El Papa Juan Pablo I, hablando de la grandeza del matrimonio a un grupo de recién casados, les contaba una pequeña anécdota ocurrida en Francia. En el siglo pasado, un profesor insigne que enseñaba en la Sorbona, Federico Ozanam, era un hombre de prestigio y un buen católico. Lacordaire, su amigo, solía decir del profesor de la Sorbona: “¡Este hombre es tan bueno y tan estupendo que se ordenará como sacerdote, incluso llegará a ser un buen obispo!”. Pero Ozanam contrajo matrimonio. Entonces, Lacordaire, algo molesto, exclamó: “¡Pobre Ozanam! ¡También él ha caído en la trampa!”. Estas palabras llegaron hasta el Papa Pío IX, quien dijo con buen humor a Lacordaire cuando este le visitó unos años más tarde: “Yo siempre he oído decir que Jesús instituyó siete sacramentos: ahora viene usted, me revuelve las cartas en la mesa, y me dice que ha instituido seis sacramentos y una trampa. No, Padre, el matrimonio no es una trampa, ¡es un gran sacramento!”13. No olvidemos que lo primero que quiso santificar el Mesías fue un hogar. Y es precisamente en las familias alegres, generosas, que viven con sobriedad cristiana, donde nacen las vocaciones para la entrega plena a Dios en la virginidad o el celibato, que constituyen la corona de la Iglesia y la alegría de Dios en el mundo.

Estas vocaciones son un don que Dios otorga muchas veces a los padres que lo piden de corazón y con constancia: brillará en sus manos con un fulgor especial cuando un día se presenten ante Él y den cuenta de los bienes que les fueron dados para su custodia y administración.

III. Dios preparó cuidadosamente la familia en la que iba a nacer su Hijo: José, de la casa y familia de David14, que haría el oficio de padre en la tierra, al igual que María, su Madre virginal. Quiso el Señor reflejar en su propia familia el modo en que habrían de nacer y crecer sus hijos: en el seno de una familia establemente constituida y rodeados de su protección y cariño.

Toda familia, que es “la célula vital de la sociedad”15 y en cierto modo de la misma Iglesia16, tiene una entidad sagrada Y merece la veneración y solicitud de sus miembros, de la sociedad civil y de la Iglesia entera. Santo Tomás llega a comparar la misión de los padres a la de los sacerdotes, pues mientras estos contribuyen al crecimiento sobrenatural del Pueblo de Dios mediante la administración de los sacramentos, la familia cristiana provee a la vez a la vida corporal y a la espiritual, “lo que se realiza en el sacramento del matrimonio, en el que el hombre y la mujer se unen para engendrar la prole y educarla en el culto a Dios”17. Mediante la colaboración generosa de los padres, Dios mismo “aumenta y enriquece su propia familia”18 multiplicando los miembros de su Iglesia y la gloria que de Ella recibe.

La familia tal y como Dios la ha querido es el lugar idóneo para que, con el amor y el buen ejemplo de los padres, de los hermanos y de los demás componentes del ámbito familiar, sea una verdadera “escuela de virtudes”19 donde los hijos se formen para ser buenos ciudadanos y buenos hijos de Dios. Es en medio de la familia que vive de cara a Dios donde cada uno encontrará su propia vocación, a la que el Señor le llama. “Admira la bondad de nuestro Padre Dios: ¿no te llena de gozo la certeza de que tu hogar, tu familia, tu país, que amas con locura, son materia de santidad?”20.

1 Mc 10, 1. — 2 Mc 10, 2-16. — 3 Cfr. J. Dheilly, Diccionario bíblico, Herder, Barcelona 1970, voz Divorcio. — 4 Cfr. Mal 2, 13-16. — 5 Gen 2, 18-24. — 6 Juan Pablo II, Exhort. Apost. Familiaris consortio, 22-XI-1981, 20. — 7 Cfr. F. J. Sheed, Sociedad y sensatez, Herder, Barcelona 1963, p. 125. — 8 Cfr. Rom 12, 21. — 9 San Josemaría Escrivá, Forja, n. 104. — 10 Apoc 21, 5. — 11 J. Mª Martínez Doral, La santidad de la vida conyugal, en Scripta Theologica, Pamplona, IX-XII 1989, pp. 869-870. — 12 San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 23. — 13 Cfr. Juan Pablo I, Alocución 13-IX-1978. — 14 Lc 2, 4. — 15 Conc. Vat. II, Decr. Apostolicam actuositatem, 11. — 16 Cfr. Juan Pablo II, Exhort. Apost. Familiaris consortio, 22-XI-1981, 3. — 17 Santo Tomás, Suma contra gentiles, IV, 58. — 18 Conc. Vat. II, Const. Gaudium et spes, 50. — 19 Juan Pablo II, Discurso 28-X-1979. — 20 San Josemaría Escrivá, Forja, n. 689.

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Santoral             (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

El Santo Rosario

Santo Domingo de Guzmán.
La Madre de Dios, en una aparición a Santo Domingo le enseño a rezar el rosario, en el año 1208. Le dijo que propagara esta devoción y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la Fe.

Domingo de Guzmán era un santo sacerdote español que fue al sur de Francia para convertir a los que se habían apartado de la Iglesia por la herejía albingense. Esta enseña que existen dos dioses, uno del bien y otro del mal. El bueno creó todo lo espiritual. El malo, todo lo material. Como consecuencia, para los albingenses, todo lo material es malo. El cuerpo es material; por tanto, el cuerpo es malo. Jesús tuvo un cuerpo, por consiguiente, Jesús no es Dios.

También negaban los sacramentos y la verdad de que María es la Madre de Dios. Se rehusaban a reconocer al Papa y establecieron sus propias normas y creencias. Durante años los Papas enviaron sacerdotes celosos de la fe, que trataron de convertirlos, pero sin mucho éxito. También habían factores políticos envueltos.

Domingo trabajó por años en medio de estos desventurados. Por medio de su predicación, sus oraciones y sacrificios, logró convertir a unos pocos. Pero, muy a menudo, por temor a ser ridiculizados y a pasar trabajos, los convertidos se daban por vencidos. Domingo dio inicio a una orden religiosa para las mujeres jóvenes convertidas. Su convento se encontraba en Prouille, junto a una capilla dedicada a la Santísima Virgen. Fue en esta capilla en donde Domingo le suplicó a Nuestra Señora que lo ayudara, pues sentía que no estaba logrando casi nada.

La Virgen pide a Santo Domingo le ayuda a propagar la devoción. 
La Virgen se le apareció en la capilla. En su mano sostenía un rosario y le enseñó a Domingo a recitarlo. Dijo que lo predicara por todo el mundo, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias.

Domingo salió de allí lleno de celo, con el rosario en la mano. Efectivamente, lo predicó, y con gran éxito por que muchos albingenses volvieron a la fe católica.

Lamentablemente la situación entre albingences y cristianos estaba además vinculada con la política, lo cual hizo que la cosa llegase a la guerra. Simón de Montfort, el dirigente del ejército cristiano y a la vez amigo de Domingo, hizo que éste enseñara a las tropas a rezar el rosario. Lo rezaron con gran devoción antes de su batalla más importante en Muret. De Montfort consideró que su victoria había sido un verdadero milagro y el resultado del rosario. Como signo de gratitud, De Montfort construyó la primera capilla a Nuestra Señora del Rosario.

Las promersa de la Virgen María a los que recen devotamente el Santo Rosario. 
Un creciente número de hombres se unió a la obra apostólica de Domingo y, con la aprobación del Santo Padre, Domingo formó la Orden de Predicadores (mas conocidos como Dominicos). Con gran celo predicaban, enseñaban y los frutos de conversión crecían. A medida que la orden crecía, se extendieron a diferentes países como misioneros para la gloria de Dios y de la Virgen.

El rosario se mantuvo como la oración predilecta durante casi dos siglos. Cuando la devoción empezó a disminuir, la Virgen se apareció a Alano de la Rupe y le dijo que reviviera dicha devoción. La Virgen le dijo también que se necesitarían volúmenes inmensos para registrar todos los milagros logrados por medio del rosario y reiteró las promesas dadas a Sto. Domingo referentes al rosario.

Promesas de Nuestra Señora del Rosario, según los escritos del Beato Alano. 
1.   Quien rece constantemente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.
2.   Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.
3.   El Rosario es el escudo contra el infierno, destruye el vicio, libra de los pecados y abate las herejías.
4.   El Rosario hace germinar las virtudes para que las almas consigan la misericordia divina. Sustituye
en el corazón de los hombres el amor del mundo con el amor de Dios y los eleva a desear las cosas
celestiales y eternas.
5.   El alma que se me encomiende por el Rosario no perecerá.
6.   El que con devoción rece mi Rosario, considerando sus sagrados misterios, no se verá oprimido porla desgracia, ni morirá de muerte desgraciada, se convertirá si es pecador, perseverará en gracia si
es justo y, en todo caso será admitido a la vida eterna.
7.   Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin los Sacramentos.
8.   Todos los que rezan mi Rosario tendrán en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia y serán partícipes de los méritos bienaventurados.
9.   Libraré bien pronto del Purgatorio a las almas devotas a mi Rosario.
10. Los hijos de mi Rosario gozarán en el cielo de una gloria singular.
11. Todo cuanto se pida por medio del Rosario se alcanzará prontamente.
12. Socorreré en sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.
13. He solicitado a mi Hijo la gracia de que todos los cofrades y devotos
      tengan en vida y en muerte como hermanos a todos los
      bienaventurados de la corte celestial.
14. Los que rezan Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos
     de mi Unigénito Jesús.
15. La devoción al Santo rosario es una señal manifiesta de
     predestinación de gloria.

La Virgen del Santo Rosario, ¡Auxilio de los Cristianos!
Europa y con ella toda la cristiandad estaba en grave peligro de extinción. Sabemos, por las promesas de Jesucristo, que eso no puede ocurrir pero, humanamente, no había solución para la amenaza del Islam. Los Musulmanes se proponían hacer desaparecer, a punta de espada, el cristianismo. Ya habían tomado Tierra Santa, Constantinopla, Grecia, Albania, África del Norte y España. En esas extensas regiones el cristianismo era perseguido, y muchos mártires derramaron su sangre, muchas diócesis desaparecieron completamente. Después de 700 años de lucha por la reconquista, España y Portugal pudieron librarse del dominio musulmán. Esa lucha comenzó a los pies de la Virgen de Covadonga y culminó con la conquista de Granada, cuando los reyes católicos, Fernando e Isabel, pudieron definitivamente expulsar a los moros de la península en el 1492. ¡La importancia de esta victoria es incalculable ya que en ese mismo año ocurre el descubrimiento de América y la fe se comienza a propagar en el nuevo continente!.

La Batalla de Lepanto: En ltiempos de Santo Padre Pío V (1566 - 1572), los musulmanes controlaban el Mar Mediterráneo y preparaban la invasión de la Europa cristiana. Los reyes católicos de Europa estaban divididos y parecían no darse cuenta del peligro inminente. El Papa pidió ayuda pero no le hicieron mucho caso hasta que el peligro se hizo muy real y la invasión era certera. El 17 de septiembre de 1569 pidió que se rezase el Santo Rosario. El 7 de octubre de 1571 se encontraron las dos flotas, la crisitana y la musulmana, en el Golfo de Corinto, cerca de la ciudad griega de Lepanto. La flota cristiana, compuesta de soldados de los Estados Papales, de Venecia, Génova y España y comandada por Don Juan de Austria entró en batalla contra un enemigo muy superior en número y buques de guerra. Se jugaba el destino de la Europa cristiana. Antes del ataque, las tropas cristianas rezaron el Santo Rosario con mucha devoción. La batalla de Lepanto duró hasta altas horas de la tarde pero, al final, los cristianos resultaron victoriosos.

Mientras la batalla transcurría, en Roma el Papa recitaba el Rosario en su capilla. En eso, el Papa salió de su capilla y, por aparente inspiración, anunció a todos los presentes y con gran calma que la Santísima Virgen le había concedido la victoria a los crisitanos. Semanas mas tarde llegó el finalmente el mensaje de la victoria de parte de Don Juan de Austira, quién, desde un principio, atribuyó el triunfo de cristiano a la poderosa intercesión de Nuestra Señora del Rosario. Agradecido con Nuestra Madre, el Papa Pío V instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias y agregó a las Letanía de la Santísima Virgen el título de "Auxilio de los Cristianos". Más adelante, el Papa Gregorio III cambió el nombre de la fiesta a la de Nuestra Señora del Rosario.

El sitio de Viena.
Los turcos seguían siendo poderosos en tierra y, en el siglo siguiente, invadieron a Europa desde el Este y, después de tomar enormes territorios, sitiaron a Viena, capital de Austria. Una vez mas, las tropas enemigas eran muy superiores. Si conquistaban la ciudad, el resto de Europa caería rendida . El emperador depositó su confianza y rogó protección a Nuestra Señora del Rosario. Hubo una gran batalla y gran derramamiento de sangre y ya, cuando todo parececía perdido, el alivio llegó el día de la fiesta del Santo Nombre de María, 12 de septiembre, de 1683, cuando el rey de Polonia, Jan Sobieski, llegó con al rescate al frente de un ejército crisitano, derrotando a finalmente a los turcos. 

La batalla de Temevar.
Los turcos sufrieron otra gran derrota a manos del Príncipe Eugenio de Saboya, comandante de los ejércitos cristianos, en Temesvar (en la Rumania moderna), el 5 de agosto de 1716, en aquel entonces era la fiesta de Nuestra Señora de las Nieves. El Papa Clemente XI atribuyó esta victoria a la devoción manifestada a Nuestra Señora del Rosario. En acción de gracias, mandó que la fiesta del Santo Rosario fuera celebrada por la Iglesia universal.

Los Pontífices.
A lo largo de los siglos los Papas han fomentado la pía devoción del rezo del rosario y le han otorgado indulgencias.

Dijo Nuestro Señor: "Donde dos o tres estén reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18:20). El rosario en familia es algo maravilloso. Es un modo práctico de fortalecer la unidad de la vida familiar. Es una oración al alcance de todos. Los Papas, especialmente los más recientes, han hecho gran énfasis sobre la importancia del rosario en familia.

El Papa dominico, San Pío V (1566 - 1572) dió el encargo a su congregación de propagar el santo rosario. Desde entonces los Papas han sido grandes devotos del rosario y de su propagación. 

S.S León XIII escribió doce encíclicas referentes al rosario. Insistió en el rezo del rosario en familia, consagró el mes de octubre al rosario e insertó el título de "Reina del Santísimo Rosario" en la Letanía de la Virgen. Por todo esto mereció el título de "El Papa del Rosario"

Todos los Papas del siglo XX han sido hijos devotísimosdel Santo Rosario.
Su Santidad Juan Pablo II insiste en el rezo del Santo Rosario en familia, en grupos, en privado. Pide que se invite a todos a rezar, a no temer el compartir tan hermosa devoción, que es una catequesis de la fe. No alerta a que el mudno está en crisis y nuestras fuerzas humanas no  bastan. La victoria, dice el Papa, vendrá nuevamente de la mano de Virgen María. Es la victoria de Su Hijo Jesucristo, el Señor, Rey del Universo.

Recomendado por la Virgen en varias de sus apariciones más importantes.
La importancia del rosario como medio eficaz de los creyentes ha sido confirmado no solo por los pontífices, sino por Nuestra Madre misma, la Virgen María. Es la oración de los sencillos y de los grandes, está al alcance de todos, en todo tiempo y lugar. El rosario honra a Dios y a la Santísima Virgen de un modo especial. En Lourdes, la Virgen llevaba un rosario en la mano cuando se le apareció a Santa Bernardita. Y también llevaba un rosario cuando se les apareció a los tres pastorcitos de Fátima. Y fué en Fátima donde ella misma se reveló a los niños su título: "Nuestra Señora del Rosario".

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Fuente: ACI Prensa
Marcos I, Santo XXXIV Papa, Octubre 7  

Marcos I, Santo

XXXIV Papa

Martirologio Romano: En Roma, san Marcos, papa, que fundó el título “in Palacinis” y edificó una basílica en el cementerio de Balbina, en la vía Ardeatina, donde fue sepultado (336).

Fue el primer Papa elegido después de que Constantino dio carta de ciudadanía a la Iglesia.

El santo no se dejó llevar por la bonanza de las nuevas circunstancias, sino que redobló su celo en aquella era de paz, sabedor de que el demonio jamás concede una tregua a los cristianos. San Marcos, que había trabajado por la Iglesia durante el pontificado de San Silvestre, fue elevado a la sede apostólica el 18 de enero de 336. Sólo ciñó la tiara pontificia durante 8 meses y veinte días, ya que murió el 7 de octubre del mismo año.

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Sergio y Baco, Santos Mártires, Octubre 7  

Sergio y Baco, Santos

Mártires en Siria

Martirologio Romano: En Betsaloe, de la provincia de Augusta Eufratesia, en Siria, santos Sergio y Baco, mártires (s. III/IV).

Etimología: Sergio = aquel que es el guardián, viene del latín; y
Baco = aquel que grita estrepitosamente, viene del griego.


San Sergio y san Baco fueron durante principios del siglo IV importantes militares del emperador Maximiano, quien les tenía en gran estima por la valentía militar desempeñada en sus cargos: Sergio como primicerius (jefe-comandante de la escuela de los gentiles) y Baco como secundarius.

Probablemente debido al alto cargo desempeñado y a la confianza personal con el emperador, se desató una fuerte envidia entre sus subalternos, quienes descubrieron su cristianismo ante él. Maximiano se negó a creerlo y los llamó para preguntárselo personalmente, puesto que el cristianismo era condenado con tortura y la muerte. Ante la declaración de fe cristiana de Sergio y Baco, el emperador les dio una última oportunidad: si hacían una ofrenda a los ídolos, no sólo serían perdonados sino además serían restituidos en sus cargos con aún más privilegios. Sergio y Baco se negaron.

Cuando llegaron al palacio, Maximiano los llamó y dijo ("las bodas de la semejanza", John Boswell): ´Sois los más malvados de los hombres, pues a cambio de la amistad que os he dispensado, convencido que observabais el debido respeto a los dioses, desvergonzadamente me habéis ofrecido lo que se opone a la ley de obediencia y sujeción. Pero ¿por qué habríais de blasfemar también a los dioses, a través de los cuales la especie goza de tan abundante paz? ¿No os percatáis de que el Cristo que adoráis era el hijo de un carpintero, nacido de madre adúltera, a quienes los denominados judíos ejecutaron mediante crucifixión, porque, conduciéndolos a error mediante la magia y proclamándose dios, se había convertido en causa de disenciones y múltiples problemas entre ellos? La gran raza de nuestros dioses nació toda ella de matrimonio legal, el del altísimo Zeus, el más santo, que a través de su matrimonio y unión con la bendita Hera les dio nacimiento. Imagino que también habréis oído hablar de los heroicos y doce principales trabajos del divino dios Hércules, nacido de Zeus´.

Baco fue golpeado hasta la muerte. A Sergio se le obligó a correr 18 millas con calzados que tenían clavos hacia adentro, atravesando los pies del santo. Luego fue decapitado (año 303).

Posteriormente fueron construidas iglesias en Constantinopla (ahora mezquita), Acre y Roma. Su fiesta se celebra el 7 de octubre y se pueden ver en varias representaciones artísticas siempre juntos, algunas veces cabalgando como soldados o en pinturas con su uniforme militar y Jesús tras ellos.

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Taide (o Thais) de Egipto, Santa Penitente, Octubre 7  

Taide (o Thais) de Egipto, Santa

Penitente

Etimología: Taide = habitante de Tebas. Viene de la lengua egipcia.

En ocasiones se piensa que llegar a ser santo presupone una existencia de oración, enclaustramiento o martirio; si bien en muchos casos así ha sido, en otros no: ya que acérrimos pecadores recalcitrantes han logrado la santidad, y así lo demuestra la vida de Thais. Era egipcia.

Se desconocen la fecha y el lugar de su nacimiento, y los detalles de su familia e infancia. Su biografía se remonta a su juventud, cuando, por su belleza se dedicó al oficio de la prostitución y vivió con riquezas y lujos; sin embargo, se dice que no era feliz.

El hecho que cambió su vida pecadora fue conocer a un eremita dedicado a la oración y la penitencia, en la soledad del desierto de la Tebaida, y este eremita, con el tiempo, sería conocido como San Pafnucio (11 de septiembre); aconsejándola, logró el sincero arrepentimiento de Thais, quien abandonó su conducta disipada.

El venerable varón le dijo que como penitencia, para que demostrara que estaba sinceramente arrepentida, permanecería el resto de sus días en la celda de un monasterio femenino, en continua oración y penitencia extrema.

Tiempo después, por su piedad, Thais profesó en la vida religiosa, en la cual fue ejemplo de santidad y fidelidad al Creador hasta su muerte en aquel lugar.

Su culto se pierde en la memoria de los tiempos. Iconografía: con burda túnica, en actitud orante; a su lado una calavera, alusiva a la penitencia.

Intercesora de pecadores arrepentidos que llevaron una vida desordenada.

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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Justina de Padua, Santa Virgen y mártir, Octubre 7  

Justina de Padua, Santa

Mártir

Martirologio Romano: En Padua, en los confines de Venecia, santa Justina, virgen y mártir (s. III/IV).

Etimología: Justina = que observa el derecho, viene del latín


San Venancio Fortunato, obispo de Poitiers a principios del siglo VII, considera a Santa Justina como una de las vírgenes más ilustres cuya santidad y triunfo han sido consagrados por la Iglesia y afirma que su nombre hace tan famosa a Padua como el de Santa Eufemia a Calcedonia y el de Santa Eulalia a Mérida.

El mismo autor, en el poema que dedicó a la vida de San Martín, exhorta a los peregrinos que van a Padua a besar el sepulcro de la bienaventurada Justina.

A principios del siglo VI, se construyó en Padua una iglesia en honor de la santa y aparentemente que sus reliquias fueron descubiertas ahí en 1117. Por la misma época vio la luz una versión no comprobable de las actas del martirio de la santa. Según ese documento, Justina fue bautizada por San Prosdósimo, "un discípulo del bienaventurado Pedro", el cual comunicó al autor los datos que poseía sobre la santa. Prosdósimo, según el relato al que nos referimos, fue el primer obispo de Padua y sufrió el martirio durante la persecución de Nerón. Santa Justina fue decapitada por haber permanecido fiel a la fe. El relato añade muchos detalles sin prueba alguna, pero son reales.

La "reforma" benedictina de Santa Justina, que data del siglo XV y es conocida actualmente en Italia con el nombre de congregación de Monte Cassino, tomó su nombre del de la abadía de Padua en la que fue fundada.

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Fuente: CaminoCatolico.org
Chiara (Clara) Badano, Beata Laica, 7 de octubre  

Chiara (Clara) Badano, Beata

Laica

En Sassello (Italia), Beata Chiara Badano, laica, miembro del movimiento de los focolares u Obra de María. ( 1990)

Fecha de beatificación: 25 de septiembre de 2010, siendo Papa Benedicto XVI.

 

Chiara Badano nace en Sassello (Savona), el 29 de octubre de 1971, después de 11 años de espera de parte de sus padres. En el ‘81, con su papá y su mamá, participa en Roma en el Family Fest – una manifestación mundial del Movimiento de los Focolares: es el inicio, para los tres, de una vida nueva. En su pequeño pueblo, Chiara se lanza a amar a sus compañeras de escuela, a quien pasa a su lado, decidida a vivir con radicalidad el Evangelio que la ha fascinado. Se compromete en seguida y con pasión en el Movimiento, entre las muchachas de su edad.

Pocos meses después, un fuerte dolor en la espalda que notó durante un partido de tenis, hizo sospechar a los médicos. Comienzan exámenes médicos de todo tipo para definir el origen del mal. Muy pronto se descubre el origen del grave mal que la afecta: tumor óseo. Prosiguen los controles médicos y exámenes, y a finales de febrero de 1989 Chiara enfrenta la primera operación: las esperanzas son pocas. En el hospital las muchachas que comparten su mismo ideal se alternan con otros amigos del Movimiento para apoyarla, a ella y a su familia, con la unidad y ayudas concretas. Las hospitalizaciones se vuelven cada vez más frecuentes y con éstas los tratamientos bastante dolorosos que Chiara enfrenta con gran valentía. En cada nueva y dolorosa “sorpresa”, su ofrecimiento es decisivo: “¡Por ti, Jesús, si lo quieres tú, lo quiero también yo!”.

A pesar de lo grave de su condición, Chiara, apenas se lo permite su salud, participa personalmente, con alegría y entusiasmo, a cuanto se vive en el Movimiento de los Focolares.

Pronto llega otra gran prueba: Chiara pierde el uso de las piernas. Una nueva operación resulta inútil. Para ella significa un sufrimiento enorme: se encuentra como en un túnel oscuro, pero encuentra la fuerza para lanzarse de nuevo a amar, y la luz vuelve. “Si tuviera que escoger entre caminar o ir al Paraíso – le confiesa a alguien – escogería sin titubear: ir al Paraíso. Ahora me interesa sólo eso”.

Desde pequeña se había comprometido a vivir el Evangelio al 100%, aún con los altos y bajos propios de la adolescencia. Escribe en su agenda, dirigiéndose a sus amigos:

“Salí de sus vidas por un instante. ¡Cómo hubiera querido detener el tren en marcha que me alejaba cada vez más! Pero en ese entonces no lo comprendía. Me encontraba todavía absorbida por tantas ambiciones, proyectos y quién sabe qué otras cosas (que ahora me parecen tan insignificantes, frívolas y pasajeras). Otro mundo me esperaba y no me quedaba más que abandonarme. Pero ahora me siento envuelta en un espléndido designo que poco a poco se me va revelando”.

El médico que la asiste, no creyente, y muy crítico frente a la Iglesia, queda cada vez más profundamente impresionado por su testimonio y el de su familia: “Desde que conocí a Chiara, algo ha cambiado dentro de mí. En ella hay coherencia, en ella todo el cristianismo me encaja”.

Su relación con Chiara Lubich (fundadora de los focolares) es estrechísima: la mantiene continuamente al día acerca de su estado de salud y de sus conquistas y descubrimientos. El 30 de diciembre del ‘89 Chiara le responde: “…Te siento toda dispuesta a corresponder el amor de Dios y a darle tu sí continuo. Yo te sigo constantemente con la oración y con todo mi amor. He escogido la Palabra de Vida que deseabas: ‘El que permanece en mí y yo en él, éste da muchos frutos’. ¡Hasta luego, Chiara! Le pido al Espíritu Santo el don de la fortaleza para ti, para que tu alma, por el amor a Jesús Abandonado, pueda siempre ‘cantar’. …”

Aun habiendo quedado inmóvil, Chiara es activísima: sigue por teléfono el grupo naciente de Jóvenes por un Mundo Unido de Savona; se hace presente en los Congresos y actividades varias a través de mensajes, tarjetas, carteles; hace locuras para que sus amigos y compañeros conozcan a los gen y a las gen … Invita a muchos de ellos al Genfest ’90 (manifestación internacional de los Jóvenes por un Mundo Unido, en Roma, en mayo del ’90), el cual por fortuna puede seguir en directo gracias a la antena parabólica instalada en el techo de su casa.

Al inicio del verano, los médicos deciden interrumpir las terapias: el mal se presenta ya incontenible. En seguida la joven informa a Chiara Lubich de su situación. Es el 19 de julio del ’90: “La medicina ha depuesto sus armas. Al interrumpir el tratamiento médico, han aumentado los dolores en la espalda, y ya no puedo prácticamente girarme hacia los lados. Me siento tan pequeña, y el camino por recorrer es tan arduo…, con frecuencia me siento sofocada por el dolor. Pero es el Esposo que viene a visitarme, ¿verdad? Sí, yo también repito contigo: “Si lo quieres tú, lo quiero también yo”… ¡Estoy contigo, convencida de que, junto a Él, venceremos al mundo!”

Chiara Lubich en seguida le responde: “No tengas miedo, Chiara, de decirle a Él tu sí, momento por momento. Él te dará la fuerza, ¡tenlo por seguro! Yo también rezo por esto y estoy siempre allí contigo. Dios te ama inmensamente y quiere penetrar en lo íntimo de tu alma y hacerte experimentar gotas de cielo. “Chiara Luce” es el nombre que he pensado para ti; ¿te gusta? Es la luz del Ideal que vence al mundo. Te lo mando con todo mi afecto…”

Al agravarse la enfermedad se necesita intensificar el suministro de morfina, pero Chiara Luce lo rechaza: “Me quita la lucidez, y yo, a Jesús, le puedo sólo ofrecer el dolor”.

Durante un momento de sufrimiento físico particular, le confiesa a su mamá que en su corazón está cantando: “Heme aquí, Jesús, también hoy delante de Ti…” Para ella está claro que dentro de poco podrá encontrarse con Él y se prepara. Una mañana, después de una difícil madrugada, le viene espontáneo repetir a intervalos breves: “Ven, Señor, Jesús”. Son las 11 cuando inesperadamente viene a visitarla un sacerdote del Movimiento. Chiara Luce está contentísima: desde que se había despertado deseaba, de hecho, recibir a Jesús Eucaristía. Se vuelve su viático.

Chiara Luce parte para el Cielo el 7 de octubre de 1990. Había pensado en todo: los cantos para su funeral, las flores, el peinado, el vestido, que había deseado de color blanco, de novia… Con una recomendación: “Mamá, mientras me preparas deberás repetir siempre: ahora Chiara Luce ve a Jesús…. Sean felices, porque yo lo soy”. El papá le había preguntado si estaba dispuesta a donar las córneas: había respondido con una sonrisa luminosísima. Enseguida después de la partida de Chiara Luce para el Cielo llega un telegrama de Chiara para sus padres: “Agradecemos a Dios por esta luminosa obra maestra suya”.

El 19 de diciembre de 2009 S.S. Benedicto XVI autorizó la promulgación del decreto que reconoce un milagro atribuido a la intercesión de la Sierva de Dios Chiara Badano, será proclamada beata el día 25 de septiembre de 2010 en el santuario de la Virgen del “Divino Amore” (Roma-Castel di Leva)

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Otros Santos y Beatos del 7 de octubre Completando el santoral de este día, Octubre 7  

Otros Santos y Beatos del 7 de octubre

San Marcelo, mártir

En Capua, de la Campania, san Marcelo, mártir (s. III/IV).

San Augusto, abad

En Bourges, ciudad de Aquitania, san Augusto, presbítero y abad, al cual una enfermedad le tenía manos y pies anquilosados, de manera que se aguantaba sobre las rodillas y codos, y fue milagrosamente curado por intercesión de san Martín. Reunió a muchos monjes y se dedicó a la plegaria continua (c. 560).

San Paladio, obispo

En la ciudad de Saintes, también en Aquitania, san Paladio, obispo, que erigió una basílica sobre el sepulcro de san Eutropio y fomentó el culto de los santos en su ciudad episcopal (c. 596).

Beato Martín el Cid, abad

En el monasterio de Bellafuente (después Valparaíso), en el reino de León, beato Martín, apellidado Cid, que fundó este cenobio y lo agregó a la Orden Cisterciense (1152).

Beato Juan Hunot, presbítero y mártir

En el brazo de mar frente a Rochefort, en Francia, beato Juan Hunot, presbítero y mártir, que, por su condición de sacerdote, durante la persecución contra la Iglesia fue encarcelado en una vieja nave, demostrando durante la cautividad su fidelidad hacia Dios (1794).

Beato José Llosá Balaguer, religioso y mártir

En la localidad de Benaguacil, en la región española de Valencia, beato José Llosá Balaguer, religioso de los Terciarios Capuchinos de la Virgen de los Dolores y mártir, que en la persecución contra la fe sufrió el martirio (1936).

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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net

 

Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/

 

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