JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 21, 5-11
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, al oír Jesús que algunos admiraban la solidez del templo y la belleza de las ofrendas que lo adornaban, dijo:
"Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que admiran: todo será destruido".
Entonces le preguntaron:
"Maestro, ¿cuándo sera eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está a punto de suceder?"
El respondió:
"Cuídense de que nadie los engañe. Porque muchos vendrán usando mi nombre, diciendo: "Yo soy el Mesías, el tiempo ha llegado"; pero no vayan tras ellos. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, no se asusten; porque eso tiene que acontecer primero, pero el final no vendrá en seguida".
Luego les dijo:
"Se levantará nación contra nación y reino contra reino. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354
Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=272692
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). "Te amo, pero quiero verte todos los días, y menos los de descanso". ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice eso a otro? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.
† Misal
mar 34a. Ordinario año Par
Antífona de entrada
Dice el Señor: Tengo designios de paz y no de aflicción, me invocarán y yo los escucharé, los congregaré sacándolos de los países y comarcas por donde los dispersé.
Oración Colecta
Oremos:
Señor, Dios nuestro, concédenos vivir siempre alegres en tu servicio, porque en servirte a ti, creador de todo bien, consiste el gozo pleno y verdadero.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
El tiempo de la cosecha ha llegado, el trigo está maduro
Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan 14, 14-19
Yo, Juan, tuve otra visión: Vi una nube blanca; sobre la nube estaba sentado uno con aspecto humano, con una corona de oro en la cabeza y una hoz afilada en la mano. Salió del templo otro ángel y gritó con potente voz al que estaba sentado en la nube:
"Empuña la hoz y comienza a segar; el tiempo de la cosecha ha
llegado, el trigo está maduro".
El que estaba sentado en la nube acercó su hoz a la tierra y la comenzó a cortar.
Y salió otro ángel del templo celestial llevando también una hoz afilada .
Y salió del altar un ángel más, el que tiene poder sobre el fuego, y le gritó fuerte al que tenía la hoz afilada:
"Empuña tu hoz afilada y corta los racimos de la viña de la tierra, porque las uvas ya están maduras".
El ángel acercó su hoz a la tierra, cosechó la viña de la tierra y echó las uvas al gran tonel de la ira de Dios. Las uvas del tonel fueron pisoteadas fuera de la ciudad, y de él salió tanta sangre que subió hasta los frenos de los caballos en una extensión de trescientos kilómetros.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Sal 95, 10.11-12.13
El Señor gobierna al mundo con justicia.
Digan a las naciones: "¡El Señor es rey! El aseguró el mundo para que permanezca firme; él gobierna a los pueblos con rectitud".
El Señor gobierna al mundo con justicia.
Que se alegren los cielos y se regocije la tierra, que resuene el mar y cuanto lo llena, que exulten los campos con todos sus frutos, que aclamen los árboles del bosque.
El Señor gobierna al mundo con justicia.
Ante el Señor que viene a gobernar la tierra: gobernará con justicia al mundo, a las naciones con fidelidad.
El Señor gobierna al mundo con justicia.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Sé fiel hasta la muerte y te daré como premio la vida, dice el Señor.
Aleluya.
Evangelio
No quedará piedra sobre piedra
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 21, 5-11
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, al oír Jesús que algunos admiraban la solidez del templo y la belleza de las ofrendas que lo adornaban, dijo:
"Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que admiran: todo será destruido".
Entonces le preguntaron:
"Maestro, ¿cuándo sera eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está a punto de suceder?"
El respondió:
"Cuídense de que nadie los engañe. Porque muchos vendrán usando mi nombre, diciendo: "Yo soy el Mesías, el tiempo ha llegado"; pero no vayan tras ellos. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, no se asusten; porque eso tiene que acontecer primero, pero el final no vendrá en seguida".
Luego les dijo:
"Se levantará nación contra nación y reino contra reino. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Concédenos, Señor, que esta ofrenda sea agradable a tus ojos, nos alcance la gracia de servirte con amor y nos consiga los gozos eternos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
Nuestra misma acción de gracias es un don de Dios
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Pues aunque no necesitas nuestra alabanza ni nuestras bendiciones te enriquecen, tú inspiras y haces tuya nuestra acción de gracias, para que nos sirva de salvación, por Cristo, Señor nuestro.
A quien alaban los ángeles y los arcángeles, proclamando sin cesar:
[Misa]
Antífona de la Comunión
Para mí lo bueno es estar junto a Dios, hacer del Señor mi refugio.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Ahora que hemos recibido el don sagrado de tu sacramento, humildemente te pedimos, Señor, que el memorial que tu Hijo nos mandó celebrar aumente la caridad en nosotros.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
Dia 27/11 Virgen de la Medalla Milagrosa (blanco)
Antífona de Entrada
Dichosa eres, Virgen María, que llevaste en tu seno al autor del universo, engendraste al que te creó y permaneces Virgen para siempre.
Oración Colecta
Oremos:
Dios de misericordia: fortalece nuestra débil condición y, al recordar en este día a la Madre de tu Hijo, concédenos por su intercesión vernos libres de todas nuestras culpas.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
María, trono de la sabiduría
Lectura del libro del Eclesiástico 24, 1-2. 5-7.12-16
La sabiduría hace su propio elogio, se gloría en medio de su pueblo. Abre la boca en la asamblea del Altísimo y se gloría delante de sus potestades. Yo salí de la boca del Altísimo y como niebla cubrí la tierra; habité en el cielo con mi trono sobre columna de nubes.
Entonces el Creador del universo me ordenó, el Creador estableció mi morada:
"Habita en Jacob, sea Israel tu heredad".
Desde el principio, antes de los siglos, me creó, y no cesaré jamás. En la santa morada, en su presencia ofrecí culto y en Sión me estableció; en la ciudad escogida, me hizo descansar, en Jerusalén reside mi poder. Eché raíces en un pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su heredad. Vengan a mí los que me aman, y sáciense de mis frutos; mi nombre es más dulce que la miel, y mi herencia mejor que los panales. El que me come tendrá más hambre, el que me bebe tendrá más sed. El que me escucha no fracasará, el que me pone en práctica no pecará.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 112
Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre.
Alaben, siervos del Señor, alaben el nombre del Señor:
Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre.
Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre.
De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. El Señor se eleva sobre todos los pueblos, su gloria sobre el cielo.
Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre.
¿Quién como el Señor Dios nuestro, que se eleva en su trono, y se abaja para mirar al cielo y a la tierra?
Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre.
Levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para sentarlo con los príncipes, los príncipes de su pueblo.
Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Alégrate María, llena de gracia que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.
Aleluya.
Evangelio
Dio a luz a su hijo primogénito
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 2, 1-14
Gloria a ti, Señor.
En aquellos días salió un decreto del emperador Augusto, ordenando hacer un censo del mundo entero. Este fue el primer censo que se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a inscribirse, cada cual a su ciudad.
También José, que era de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, para inscribirse con su esposa, María, que estaba encinta. Y mientras estaban allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada.
En aquella región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño. Y un ángel del Señor se les presentó: la gloria del Señor los envolvió de claridad y se llenaron de gran temor. El ángel les dijo:
"No teman, les traigo la buena noticia, la gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor. Y aquí tienen la señal: encontrarán un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre".
De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:
"Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que Dios ama".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, te rogamos, Señor, que la ofrenda que te presentamos nos transforme a nosotros, por tu gracia, en ofrenda viva y perenne.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
María, signo de consuelo y esperanza
En verdad es justo darte gracias, es bueno cantar tu gloria, Padre santo, Dios todo poderoso y eterno. Te alabamos y te bendecimos, por Jesucristo, tu Hijo, en esta memoria de la bienaventurada Virgen María.
Ella, como humilde sierva, escuchó tu palabra y la conservó en su corazón; admirablemente unida al misterio de la redención, perseveró con los apóstoles en la plegaria, mientras esperaban al Espíritu Santo, y ahora brilla en nuestro camino como signo de consuelo y de firme esperanza.
Por este don de tu benevolencia, unidos a los ángeles y a los santos, te entonamos nuestro canto y proclamamos tu alabanza:
[Misa]
Antífona de la Comunión
El Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es Santo.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Como partícipes de la redención eterna, te rogamos, Señor, que al celebrar la memoria de la Madre de tu Hijo nos gloriemos en la abundancia de tu gracia y sintamos el aumento continuo de la salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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† Meditación diaria
34ª semana. Martes
CON LOS PIES DE BARRO
— La estatua de los pies de barro.
— La experiencia de la personal debilidad.
— Nuestra flaqueza, ocasión para que Dios muestre su poder y su misericordia.
I. Una de las lecturas que la liturgia propone para la Misa de hoy es un pasaje del Libro de Daniel. El rey había tenido un sueño que le había producido una extremada inquietud, sin que luego recordara su contenido. Daniel, con la ayuda divina, conoce el sueño, lo relata al rey y lo interpreta: Tú mirabas -le dice el Profeta a Nabucodonosor- y, estabas viendo una gran estatua. Era muy grande y de un brillo extraordinario... La cabeza de la estatua era de oro puro; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus caderas, de bronce; sus piernas, de hierro, y sus pies, parte de barro y parte de bronce. Entonces, una piedra, no lanzada por mano de hombre, se desprendió y dio sobre los pies de la estatua, y quedó destrozada. Todo se vino abajo: el oro, la plata, el bronce, el hierro y el barro se desmenuzaron juntamente y fueron como tamo de las eras en verano; se los llevó el viento... Nada quedó de la estatua1.
La interpretación del sueño se refiere a la destrucción de sucesivos reinos, comenzando por el del propio Nabucodonosor, y la llegada de un reino, suscitado por el Dios del cielo... que permanecerá para siempre2, y que derribará a los demás. Es una profecía de la llegada del Mesías y de su reinado universal. Pero también la estatua puede serimagen de cada cristiano: con una inteligencia de oro, que nos permite conocer a Dios; un corazón de plata, con una inmensa capacidad de amar; y la fortaleza que dan las virtudes... Pero los pies los tendremos siempre de barro3, con la posibilidad de caer al suelo si olvidamos esta debilidad del fundamento humano, de la que, por otra parte, tenemos sobrada experiencia. Este conocimiento del frágil material que nos sostiene nos debe volver prudentes y humildes. Solo quien es consciente de esta debilidad no se fiará de sí mismo y buscará la fortaleza en el Señor, en la oración diaria, en el espíritu de mortificación, en la firmeza de la dirección espiritual. De esta forma, las propias fragilidades servirán para afianzar nuestra perseverancia, pues nos volverán más humildes y aumentarán nuestra confianza en la misericordia divina. Conocemos bien la realidad de las palabras de San Agustín: «No hay pecado ni crimen cometido por otro hombre que yo no sea capaz de cometer por razón de mi fragilidad; y si aún no lo he cometido es porque Dios, en su misericordia, no lo ha permitido y me ha preservado del mal»4.
La experiencia de los propios errores hace presente lo inestable de nuestras disposiciones personales y la realidad de la fragilidad humana: «Muchas tentaciones, muchos tropiezos salen al paso de los que quieren actuar conforme a Dios»5. La gracia, los buenos deseos no extirpan completamente las reliquias del pecado, que nos empujan al mal. Este propio conocimiento tendrá muchas consecuencias en nuestra vida. En primer lugar, nos llevará a buscar la fortaleza fuera de nosotros mismos, en el Señor. «Cuando tú deseabas poder por tus solas fuerzas, Dios te ha hecho débil, para darte su propio poder, porque tú no eres más que debilidad»6. Esa es la realidad. Por eso, «resulta necesario invocar sin descanso, con una fe recia y humilde: ¡Señor!, no te fíes de mí. Yo sí que me fío de Ti. Y al barruntar en nuestra alma el amor, la compasión, la ternura con que Cristo Jesús nos mira, porque Él no nos abandona, comprenderemos en toda su hondura las palabras del Apóstol: virtus in infirmitate perficitur (2 Cor 12, 9); con fe en el Señor, a pesar de nuestras miserias –mejor, con nuestras miserias– , seremos fieles a nuestro Padre Dios; brillará el poder divino, sosteniéndonos en medio de nuestra flaqueza»7.
II. Nos enseña la Iglesia que, a pesar de haber recibido el Bautismo, permanece en el alma la concupiscencia, el fomes peccati, «que procede del pecado y al pecado inclina»8. «Lo que la revelación nos dice –afirma el Concilio Vaticano II– coincide con la experiencia. El hombre, en efecto, cuando examina su corazón, comprueba su tendencia hacia el mal, se ve anegado por muchos males, que no pueden tener su origen en el Santo Creador (...). Toda la vida humana, individual y colectiva, se presenta como lucha –lucha dramática– entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas. Es más: el hombre se siente incapaz de combatir con eficacia por sí solo los ataques del mal, hasta el punto de sentirse aherrojado entre cadenas»9.
Tenemos los pies de barro, como esa estatua de la que habla el Profeta Daniel, y, además, la experiencia del pecado, de la debilidad, de las propias flaquezas, está patente en la historia del mundo y en la vida personal de todos los hombres. «Nadie se ve enteramente libre de su debilidad y de su servidumbre, sino que todos tienen necesidad de Cristo, modelo, maestro, salvador y vivificador»10. Cada cristiano es como una vasija de barro11, que contiene tesoros de valor inapreciable, pero por su misma naturaleza puede romperse con facilidad. La experiencia nos enseña que debemos quitar toda ocasión de pecado. Es esta una muestra de sabiduría, porque «puestos en ellas, no hay que fiar donde tantos enemigos nos combaten y tantas flaquezas hay en nosotros para defendernos»12.
El Señor, en su misericordia infinita, ha querido que esta fragilidad propia sea para nuestro bien. «Dios quiere que tu miseria sea el trono de su misericordia, y tu impotencia la sede de todo su poder»13. En nuestra debilidad resplandece el poder divino, y es un medio, quizá insustituible, para unirnos más al Señor, que nunca nos deja solos. Enseña a mirar con comprensión a nuestros hermanos que quizá estén pasando una mala época, pues –como enseña San Agustín– no hay falta o pecado que nosotros no podamos cometer. Y si aún no lo hemos cometido se debe a la misericordia divina, que nos ha preservado de ese mal14.
Acudamos a Jesús, llenos de confianza: «Señor, que no nos inquieten nuestras pasadas miserias ya perdonadas, ni tampoco la posibilidad de miserias futuras; que nos abandonemos en tus manos misericordiosas; que te hagamos presentes nuestros deseos de santidad y apostolado, que laten como rescoldos bajo las cenizas de una aparente frialdad...
»—Señor, sé que nos escuchas. Díselo tú también»15.
III. Juan Pablo I, alentando a quien se desanima por haber llevado una vida en el mal, contaba que le preguntó una vez a una señora, llena de pesimismo por su vida pasada, los años que tenía. Respondió que treinta y cinco. «¡Treinta y cinco! –exclamó el Pontífice–, ¡pero si usted puede vivir todavía otros cuarenta o cincuenta años y hacer un montón de cosas buenas!». Le aconsejó que pensara en el porvenir, y que renovara su confianza en la ayuda de Dios. Y añadió el Papa: «Cité en aquella ocasión a San Francisco de Sales, que habla de "nuestras queridas imperfecciones". Y expliqué: Dios detesta las faltas, porque son faltas. Pero, por otra parte, ama, en cierto sentido, las faltas en cuanto que le dan ocasión a Él de mostrar su misericordia y a nosotros de permanecer humildes y de comprender también y compadecer las faltas del prójimo»16.
Si alguna vez fuera más agudo el conocimiento de nuestra debilidad, si las tentaciones arreciaran, oiremos cómo el Señor nos dice también a nosotros: Te basta mi gracia, porque la fuerza resplandece en la flaqueza. Y con San Pablo podremos decir: Por eso, con sumo gusto me gloriaré más todavía en mis flaquezas, para que habite en mí la fuerza de Cristo. Por lo cual me complazco en las flaquezas, en los oprobios, en las necesidades, en las persecuciones y angustias, por Cristo; pues cuando soy débil, entonces soy fuerte17, con la fortaleza de Dios.
Aunque sintamos que tenemos los pies de barro, nos dará gran confianza considerar los abundantes medios sobrenaturales que el Señor nos ha dejado para vencer. Se ha quedado en el Sagrario, como especial fortaleza para la lucha; nos dio la Confesión, para recuperar la gracia perdida y aumentar la resistencia al mal y la capacidad para el bien; ha dispuesto que un Ángel nos guarde en todos nuestros caminos; contamos con la ayuda extraordinaria de la Comunión de los Santos, del ejemplo de tantas gentes que se comportan como hijos de Dios, con la ayuda de la corrección fraterna... Tenemos, sobre todo, la protección de María, Madre de Dios y Madre nuestra, Refugio de los pecadores, nuestro refugio, a la que ahora acudimos pidiéndole que no nos deje de su mano.
1 Dan 2, 31-35. — 2 Dan 2, 44. — 3 Cfr. San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 5; 181. — 4 San Agustín, Confesiones, 2, 7. — 5 Orígenes, Homilías sobre el Éxodo, 5, 3. — 6 San Agustín, Confesiones, 19, 5. — 7 San Josemaría Escrivá, Amigos de Dios, 194. — 8 Conc. de Trento, Sesión 5, cap. 5. — 9 Conc. Vat. II, Const. Gaudium et spes, 13. — 10 ídem, Decr. Ad gentes, 8. — 11 2 Cor 4, 7. — 12 Santa Teresa,Vida, 8, 4. — 13 San Francisco de Sales, Epistolario, fragm. 10, en Obras selectas de..., p. 644. — 14 Cfr. San Agustín, Confesiones, 2, 7. — 15 San Josemaría Escrivá,Forja, n. 426. — 16 Juan Pablo I, Audiencia general, 20-IX-1978. — 17 2 Cor 12, 9-10.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
La Virgen de la Medalla Milagrosa
El 27 de noviembre de 1830 la Virgen Santísima se apareció a Santa Catalina Labouré, humilde religiosa vicentina, y se le apareció de esta manera: La Virgen venía vestida de blanco. Junto a Ella había un globo luciente sobre el cual estaba la cruz. Nuestra Señora abrió sus manos y de sus dedos fulgentes salieron rayos luminosos que descendieron hacia la tierra. María Santísima dijo entonces a Sor Catalina:
"Este globo que has visto es el mundo entero donde viven mis hijos. Estos rayos luminosos son las gracias y bendiciones que yo expando sobre todos aquellos que me invocan como Madre. Me siento tan contenta al poder ayudar a los hijos que me imploran protección. ¡Pero hay tantos que no me invocan jamás! Y muchos de estos rayos preciosos quedan perdidos, porque pocas veces me rezan".
Entonces alrededor de la cabeza de la Virgen se formó un círculo o una aureola con estas palabras: "Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti". Y una voz dijo a Catalina: "Hay que hacer una medalla semejante a esto que estas viendo. Todas las personas que la lleven, sentirán la protección de la Virgen", y apareció una M, sobre la M una cruz, y debajo los corazones de Jesús y María. Es lo que hoy está en la Medalla Milagrosa.
El Arzobispo de París permitió fabricar la medalla tal cual había aparecido en la visión, y al poco tiempo empezaron los milagros. (lo que consigue favores de Dios no es la medalla, que es un metal muerto, sino nuestra fe y la demostración de cariño que le hacemos a la Virgen Santa, llevando su sagrada imagen).
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Fuente: Franciscanos.net
Bernardino Amici de Fossa, Beato Predicador y Escritor Franciscano, 27 Noviembre
Sacerdote de la Primera Orden (1420‑1503). |
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Francisco Antonio Fasani, Santo Presbítero Franciscano, 27 de noviembre
En la segunda mitad del siglo XVII vivía en Lucera (Italia), una familia muy pobre: la familia Fasani. En su seno nació, el 16 de agosto de 1681, un niño que recibió los nombres de Donato Antonio Juan Nicolás. Comúnmente le llamaban Juan. Antes de cumplir los diez años murió su padre, que era campesino. Su madre volvió a casarse con Francisco Farinacci, que fue también un buen padre para Juan y lo envió a estudiar en el convento de los frailes menores conventuales de Lucera. Su madre era una mujer muy piadosa.
orden de los frailes menores conventuales tomando el hábito franciscano y el nombre de Francisco Antonio en el noviciado de Monte San Ángel. Allí mismo hizo los votos. Después estudió filosofía y teología en los colegios de Venafro, Agnone, Montella, Aversa y Asís, donde fue ordenado sacerdote el 19 de septiembre de 1705. Se doctoró en teología con las máximas calificaciones, y en 1707 fue destinado a enseñar filosofía en el convento de Lucera, su ciudad natal. |
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Teodosio, Santo Biografía, 27 de noviembre
Noviembre 27 Etimológicamente significa "don de Dios". Viene de la lengua griega. |
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Delfina, Beata Viuda, 27 de noviembre
Viuda
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Bronislao Kostkowski, Beato Seminarista, 27 Noviembre
Nació en Slupsk, Polonia, el 11 marzo de 1915; murió en Dachau, Alemania, 27 de novembre de 1942. |
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Fuente: acoantioquena.com
Jacobo de Persia, Santo Mártir, 27 Noviembre
El gran mártir Jacobo el Persa (conocido como "el amputado") nació en el siglo IV en el seno de una piadosa familia cristiana, conocida por su riqueza y su honorabilidad. |
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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