JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 15, 1-10
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharlo; por lo cual
los fariseos y los escribas murmuraban entre sí:
"Este recibe a los pecadores y come con ellos".
Jesús les dijo entonces esta parábola:
"Quién de ustedes si tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el
campo y va en busca de la que se perdió hasta encontrarla? Y una vez que la encuentra, la
carga sobre sus hombros, lleno de alegría; y al llegar a su casa reúne a los amigos y les dice:
Alégrense conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido. Yo les aseguro:
también en el cielo habrá más alegría por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve
justos que no necesitan arrepentirse.
¿Y qué mujer hay que si tiene diez monedas de plata y pierde una, ¿no enciende luego una
lámpara, barre la casa y la busca con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne
a sus amigas y vecinas y les dice: Alégrense conmigo, porque ya encontré la moneda que se me
había perdido. Yo les aseguro que así también se alegran los ángeles de Dios por un solo
pecador que se arrepiente".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.
El Misterio de la Misa en 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=0QCx-5Aqyrk
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu
El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
"El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?
Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).
Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?
Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html
Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa (Jn 15,22).
† Misal
jue 31a. Ordinario año impar
Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. Busquen la ayuda del Señor; busquen continuamente su presencia.
Oremos:
Aumenta, Señor, en nosotros la fe, la esperanza y la caridad para que cumplamos con amor tus
mandamientos y podamos conseguir, así, el cielo que nos tienes prometido.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Ya sea que estemos vivos o que hayamos muerto, somos del Señor
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 14, 7-12
Hermanos: Ninguno de nosotros vive para sí mismo ni muere para sí mismo: si vivimos, para el
Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos. Por lo tanto, ya sea que estemos vivos o
que hayamos muerto, somos del Señor. Porque Cristo murió y resucitó para ser Señor de vivos y
muertos.
Pero tú, ¿por qué juzgas mal a tu hermano? ¿Por qué lo deprecias? Todos vamos a
comparecer ante el tribunal de Dios, como dice la Escritura: Juro por mí mismo, dice el Señor,
que todos doblarán la rodilla ante mí y todos reconocerán públicamente que yo soy Dios.
En resumen, cada uno de nosotros tendrá que dar cuenta de sí mismo a Dios.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 26
El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar?
El Señor es mi luz y mi salvación.
Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar continuamente en su presencia.
El Señor es mi luz y mi salvación.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Armate de valor y fortaleza y en el Señor confía.
El Señor es mi luz y mi salvación.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Vengan a mí todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo los aliviaré, dice el
Señor.
Aleluya.
Habrá alegría en el cielo por un solo pecador que se arrepienta
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 15, 1-10
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharlo; por lo cual
los fariseos y los escribas murmuraban entre sí:
"Este recibe a los pecadores y come con ellos".
Jesús les dijo entonces esta parábola:
"Quién de ustedes si tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el
campo y va en busca de la que se perdió hasta encontrarla? Y una vez que la encuentra, la
carga sobre sus hombros, lleno de alegría; y al llegar a su casa reúne a los amigos y les dice:
Alégrense conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido. Yo les aseguro:
también en el cielo habrá más alegría por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve
justos que no necesitan arrepentirse.
¿Y qué mujer hay que si tiene diez monedas de plata y pierde una, ¿no enciende luego una
lámpara, barre la casa y la busca con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne
a sus amigas y vecinas y les dice: Alégrense conmigo, porque ya encontré la moneda que se me
había perdido. Yo les aseguro que así también se alegran los ángeles de Dios por un solo
pecador que se arrepiente".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Mira, Señor, con bondad, las ofrendas que te presentamos, a fin de que esta celebración
eucarística sea para tu gloria y alabanza.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
El misterio de nuestra salvación en Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias, Padre santo, siempre
y en todo lugar, por Jesucristo, tu Hijo amado.
Por él, que es tu Palabra, hiciste todas las cosas; tú nos lo enviaste para que , hecho hombre por
obra del Espíritu Santo y nacido de María la Virgen, fuera nuestro Salvador y Redentor.
El, en cumplimiento de tu voluntad, para destruir la muerte y manifestar la resurrección, extendió
sus brazos en la cruz y así adquirió para ti un pueblo santo.
Por eso,
con los ángeles y los santos, proclamamos tu gloria diciendo:
Cristo nos amó y se entregó a la muerte por nosotros, como ofrenda y víctima agradable a Dios.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Concédenos, Señor, que este memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo nos haga morir de
veras al pecado y renacer a una nueva vida.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
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† Meditación diaria
31ª semana. Jueves
AMIGO DE LOS PECADORES
— Son los enfermos quienes tienen necesidad de médico. Jesús ha venido a curarnos.
— La oveja perdida. La alegría de Dios ante nuestras diarias conversiones.
— Jesucristo sale muchas veces a buscarnos.
I. Leemos en el Evangelio de la Misa1 que publicanos y pecadores se acercaban a Cristo para oírle. Pero los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: este recibe a los pecadores y come con ellos.
Meditando la vida del Señor podemos ver con claridad cómo toda ella manifiesta su absoluta impecabilidad. Más aún, Él mismo preguntará a quienes le acusan: ¿Quién de vosotros me argüirá de pecado?2, y «durante toda su vida, lucha con el pecado y con todo lo que engendra pecado, comenzando por Satanás, que es padre de la mentira... (cfr. Jn 8, 44)»3.
Esta batalla de Jesús contra el pecado y contra sus raíces más profundas no le aleja del pecador. Muy al contrario, lo aproxima a los hombres, a cada hombre. En su vida terrena Jesús solía mostrarse particularmente cercano de quienes, a los ojos de los demás, pasaban por «pecadores» o lo eran de verdad. Así nos lo muestra el Evangelio en muchos pasajes; hasta tal punto que sus enemigos le dieron el título de amigo de publicanos y de pecadores4. Su vida es un constante acercamiento a quien necesita la salud del alma. Sale a buscar a los que precisan ayuda, como Zaqueo, en cuya casa Él mismo se invitó:Zaqueo, baja pronto -le dice-, porque hoy me hospedaré en tu casa5. El Señor no se aleja, sino que va en busca de los más distanciados. Por eso acepta las invitaciones y aprovecha las circunstancias de la vida social para estar con quienes no parecían tener puestas sus esperanzas en el Reino de Dios. San Marcos nos indica cómo después del llamamiento de Mateo, muchos publicanos y pecadores estaban a la mesa con Jesús y con sus discípulos6. Y Cuando los fariseos murmuran de esta actitud, Jesús responde: No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos...7. Aquí, sentado con estos hombres que parecen muy alejados de Dios, se nos muestra Jesús entrañablemente humano. No se aparta de ellos; por el contrario, busca su trato. La manifestación suprema de este amor por quienes se encuentran en una situación más apurada tuvo lugar en el momento de dar su vida por todos en el Calvario. Pero en este largo recorrido hasta la Cruz, su existencia es una manifestación continua de interés por cada uno, que se expresa en estas palabras conmovedoras: El Hijo del hombre no ha venido para ser servido, sino a servir...8. A servir a todos: a quienes tienen buena voluntad y están más preparados para recibir la doctrina del Reino, y a quienes parecen endurecidos para la Palabra divina.
La meditación de hoy nos debe llevar a aumentar nuestra confianza en Jesús cuanto mayores sean nuestras necesidades; especialmente si en alguna ocasión sentimos con fuerza la propia flaqueza: Cristo también está cercano entonces. De igual forma, pediremos con confianza por aquellos que están alejados del Señor, que no responden a nuestro desvelo por acercarlos a Dios y que aun parece que se distancian más. «¡Oh, qué recia cosa os pido, verdadero Dios mío –exclama Santa Teresa–: que queráis a quien no os quiere, que abráis a quien no os llama, que deis salud a quien gusta de estar enfermo y anda procurando la enfermedad!»9.
II. Jesucristo andaba constantemente entre las turbas, dejándose asediar por ellas, aun después de caída ya la noche10, y muchas veces ni siquiera le permitían un descanso11. Su vida estuvo totalmente entregada a sus hermanos los hombres12, con un amor tan grande que llegará a dar la vida por todos13. Resucitó para nuestra justificación14; ascendió a los Cielos para prepararnos un lugar15; nos envía su Espíritu para no dejarnos huérfanos16. Cuanto más necesitados nos encontramos, más atenciones tiene con nosotros. Esta misericordia supera cualquier cálculo y medida humana; es «lo propio de Dios, y en ella se manifiesta de forma máxima su omnipotencia»17.
El Evangelio de la Misa continúa con esta bellísima parábola, en la que se expresan los cuidados de la misericordia divina sobre el pecador: Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, la carga sobre los hombros muy contento; y al llegar a casa reúne a los amigos y a los vecinos para decirles: ¡Felicitadme! he encontrado la oveja que se me había perdido. «La suprema misericordia –comenta San Gregorio Magno– no nos abandona ni aun cuando lo abandonamos»18. Es el Buen Pastor que no da por definitivamente perdida a ninguna de sus ovejas.
Quiere expresar también aquí el Señor su inmensa alegría, la alegría de Dios, ante la conversión del pecador. Un gozo divino que está por encima de toda lógica humana: Os digo que así también habrá más alegría en el Cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse, como un capitán estima más al soldado que en la guerra, habiendo vuelto después de huir, ataca con más valor al enemigo, que al que nunca huyó pero tampoco mostró valor alguno, comenta San Gregorio Magno; igualmente, el labrador prefiere mucho más la tierra que, después de haber producido espinas, da abundante mies, que la que nunca tuvo espinas pero jamás dio mies abundante19. Es la alegría de Dios cuando recomenzamos en nuestro camino, quizá después de pequeños fracasos en esas metas en las que estamos necesitados de conversión: luchar por superar las asperezas del carácter; optimismo en toda circunstancia, sin dejarnos desalentar, pues somos hijos de Dios; aprovechamiento del tiempo en el estudio, en el trabajo, comenzando y terminando a la hora prevista, dejando a un lado llamadas por teléfono inútiles o menos necesarias; empeño por desarraigar un defecto; generosidad en la mortificación pequeña habitual... Es el esfuerzo diario para evitar «extravíos» que, aunque no gravemente, nos alejan del Señor.
Siempre que recomenzamos, cada día, nuestro corazón se llena de gozo, y también el del Maestro. Cada vez que dejamos que Él nos encuentre somos la alegría de Dios en el mundo. El Corazón de Jesús «desborda de alegría cuando ha recobrado el alma que se le había escapado. Todos tienen que participar en su dicha: los ángeles y los escogidos del Cielo, y también deben alegrarse los justos de la tierra por el feliz retorno de un solo pecador»20. Alegraos conmigo..., nos dice. Existe también una alegría muy particular cuando hemos acercado a un amigo o a un pariente al sacramento del perdón, donde Jesucristo le esperaba con los brazos abiertos.
Señor -canta un antiguo himno de la Iglesia-, has quedado extenuado, buscándome: //¡Que no sea en vano tan grande fatiga!21.
III. Y cuando la encuentra, la carga sobre los hombros muy contento...
Jesucristo sale muchas veces a buscarnos. Él, que puede medir en toda su hondura la maldad y la esencia de la ofensa a Dios, se nos acerca; Él conoce bien la fealdad del pecado y su malicia, y sin embargo «no llega iracundo: el Justo nos ofrece la imagen más conmovedora de la misericordia (...). A la Samaritana, a la mujer con seis maridos, le dice sencillamente a ella y a todos los pecadores:Dame de beber (Jn 3, 4-7). Cristo ve lo que ese alma puede ser, cuánta belleza –la imagen de Dios allí mismo–, qué posibilidades, incluso qué "resto de bondad" en la vida de pecado, como una huella inefable, pero realísima, de lo que Dios quiere de ella»22.
Jesucristo se acerca al pecador con respeto, con delicadeza. Sus palabras son siempre expresión de su amor por cada alma. Vete y no peques más23, advertirá solamente a la mujer adúltera que iba a ser apedreada. Hijo mío, ten confianza, tus pecados te son perdonados24, dirá al paralítico que, tras incontables esfuerzos, había sido llevado por sus amigos hasta la presencia de Jesús. A punto de morir, hablará así al Buen Ladrón: En verdad, en verdad te digo que hoy estarás conmigo en el Paraíso25. Son palabras de perdón, de alegría y de recompensa. ¡Si supiéramos con qué amor nos espera Cristo en cada Confesión! ¡Si pudiéramos comprender su interés en que volvamos!
Es tanta la impaciencia del Buen Pastor que no espera a ver si la oveja descarriada vuelve al redil por su cuenta, sino que sale él mismo a buscarla. Una vez hallada, ninguna otra recibirá tantas atenciones como esta que se había perdido, pues tendrá el honor de ir a hombros del pastor. Vuelta al redil y «pasada la sorpresa, es real ese más de calor que trae al rebaño, ese bien ganado descanso del pastor, hasta la calma del perro guardián, que solo alguna vez, en sueños, se sobresalta y certifica, despierto, que la oveja duerme más acurrucada aún, si cabe, entre las otras»26. Los cuidados y atenciones de la misericordia divina sobre el pecador arrepentido son abrumadores.
Su perdón no consiste solo en perdonar y olvidar para siempre nuestros pecados. Esto sería mucho; con la remisión de las culpas renace además el alma a una vida nueva, o crece y se fortalece la que ya existía. Lo que era muerte se convierte en fuente de vida; lo que fue tierra dura es ahora un vergel de frutos imperecederos.
Nos muestra el Señor en este pasaje del Evangelio el valor que para Él tiene una sola alma, pues está dispuesto a poner tantos medios para que no se pierda, y su alegría cuando alguno vuelve de nuevo a su amistad y a su cobijo. Y este interés es el que hemos de tener para que los demás no se extravíen y, si están lejos de Dios, para que vuelvan.
1 Lc 15, 1-10. — 2 Jn 8, 46. — 3 Juan Pablo II, Audiencia general 10-II-1988. — 4 Cfr.Mt 11, 18-19. — 5 Cfr. Lc 19, 1-10. — 6 Cfr. Mc 2, 13-15. — 7 Cfr. Mc 2, 17.— 8 Mc10, 45. — 9 Santa Teresa, Exclamaciones, n. 8. — 10 Cfr. Mc 3, 20. — 11 Cfr.Ibídem. — 12 Cfr. Gal 2, 20. — 13 Cfr. Jn 13, 1. — 14 Cfr. Rom 4, 25. — 15 Cfr. Jn14, 2. — 16 Cfr. Jn 14, 18 — 17 Santo Tomás, Suma Teológica, 2-2, q. 30, a. 4. — 18San Gregorio Magno, Homilía 36 sobre los Evangelios. — 19 Cfr. ídem, Homilía 34 sobre los Evangelios, 4. — 20 G. Chevrot, El Evangelio al aire libre, pp. 84-85. — 21Himno Dies irae. — 22 F. Sopeña, La Confesión, pp. 28-29. — 23 Jn 8, 11. — 24 Mt9, 2. — 25 Lc 24, 43. — 26 F. Sopeña, o. c. p. 36.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
Bernard Lichtenberg, Beato Sacerdote Mártir, Noviembre 5
Sacerdote y Mártir Martirologio Romano: En la aldea de Hof, en Alemania, beato Bernardo Lichtenberg, presbítero y mártir, que al ver pisoteada la dignidad de Dios y de los hombres, no cesaba de orar en público por los judíos inhumanamente torturados y detenidos, y por eso fue también apresado y destinado al campo de concentración de Dachau, donde, destrozado por los malos tratos pero impávido, dio su vida por Cristo (1943). |
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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina04
Gomidas Keumurjian (Cosme de Carboniano), Beato Mártir, Noviembre 5
Sacerdote y Mártir Martirologio Romano: En Constantinopla, beato Gómidas Keumurgian (Cosme de Carboniano), presbítero y mártir, que, siendo padre de familia, nacido y ordenado en la Iglesia de Armenia, por mantener firmemente y propagar la fe católica profesada en el Concilio de Calcedonia, padeció enormemente y finalmente murió degollado mientras recitaba el símbolo niceno (1707). |
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Fuente: Planalfa.es
Guido Maria Conforti, Beato Obispo y Fundador, Noviembre 5
Obispo y Fundador Martirologio Romano: En Parma, de Italia, beato Guido María Conforti, obispo y buen pastor, siempre en vela por la defensa de la Iglesia y de la fe de su pueblo, el cual, movido por el anhelo de la evangelización de los pueblos, fundó la Pía Sociedad de San Francisco Javier (1931). |
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Fuente: ACI Prensa
Maria Carmela Viel Ferrando, Beata Mártir, Noviembre 5
Virgen y Mártir Martirologio Romano: En El Soler, cerca de Valencia, también en España, beata María del Carmen Viel Ferrando, virgen y mártir, que en la misma persecución llevó a cabo una lucha gloriosa (1936). |
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Fuente: Vatican.va
Gregorio (Hryhorij) Lakota, Beato Obispo y mártir, 5 de noviembre
Obispo y Mártir Martirologio Romano: En el campo de concentración de la ciudad de Abez, en la Siberia rusa, beato Gregorio Lakota, obispo de Przemysl y mártir, que al ver despreciada la fe de su patria por los perseguidores, superó los tormentos corporales muriendo intrépidamente por Cristo (1950). |
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Fuente: Archidiócesis de Madrid
Zacarías e Isabel, Santos Padres de Juan el Bautista, Noviembre 5
Padres de Juan el Bautista Martirologio Romano: Conmemoración de los santos Zacarías e Isabel, padres de san Juan Bautista, Precursor del Señor. Isabel, al recibir a su pariente María en su casa, llena de Espíritu Santo saludó a la Madre del Señor como bendita entre todas las mujeres, y Zacarías, sacerdote lleno de espíritu profético, ante el hijo nacido alabó a Dios redentor y predicó la próxima aparición de Cristo, Sol de Oriente, que procede de lo Alto. |
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Fuente: Martirologio Romano
Otros Santos y Beatos Completando el santoral de éste día, Noviembre 5
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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