sábado, 14 de noviembre de 2015

Domingo por la Santísima Trinidad. 15/11/2015. Excepto causa grave, no asistir a Misa dominical es pecado GRAVE (CIC 2042, 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). Precepto (desde los 7 años): Misa ENTERA. Víspera del Domingo comienz

JA

JMJ

Pax

† Lectura del santo Evangelio según san Marcos 13, 24-32

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
"Pasado el sufrimiento de aquellos días, el sol se oscurecerá y la luna no dará resplandor; las estrellas caerán del cielo y las fuerzas celestiales se tambalearán.
Entonces verán venir al Hijo del hombre entre nubes con gran poder y gloria; él enviará entonces a los ángeles y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos, desde el extremo de la tierra al extremo del cielo.
Fíjense en el ejemplo de la higuera: cuando sus ramas se ponen tiernas y brotan las hojas, saben que el verano está cerca. Pues lo mismo ustedes, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que el Hijo del hombre ya está cerca, a la puerta.
Les aseguro que no pasará esta generación sin que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. En cuanto al día aquel y a la hora, nadie sabe nada, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sino sólo el Padre".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs

Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.

El Misterio de la Misa en 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=0QCx-5Aqyrk

Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu

El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX

Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!

"El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?

Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).

Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?

Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html

Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa (Jn 15,22).

 

 

Misal

 

33a. Dom Ord Ciclo B

Antífona de Entrada

Yo tengo designios de paz y no de aflicción, dice el Señor. Me invocarán y yo los escucharé, y los libraré de su esclavitud dondequiera que se encuentren.

 

Se dice "Gloria".

Oración Colecta

Oremos:
Concédenos, Señor, tu ayuda para entregarnos fielmente a tu servicio, porque sólo en el cumplimiento de tu voluntad podremos encontrar la felicidad verdadera.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Entonces se salvará tu pueblo

Lectura del libro del profeta Daniel 12, 1-3

En aquel tiempo surgirá Miguel, el gran príncipe, protector de tu pueblo. Será un tiempo de angustia como no hubo otro desde que existen las naciones. Cuando llegue ese momento, todos los hijos de tu pueblo que estén escritos en el libro se salvarán. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra despertarán: unos para la vida eterna, otros para la vergüenza, para el castigo eterno . Los sabios brillarán como el esplendor del firmamento; y los que guiaron a muchos por el buen camino, resplandecerán como las estrellas por toda la eternidad.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Sal 15, 5-8.9-10.11

Enséñanos, Señor, el camino de la vida.

Señor, tú eres mi alegría y mi herencia, mi destino está en tus manos. Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha jamás fracasaré.
Enséñanos, Señor, el camino de la vida.

Por eso se me alegra el corazón, hacen fiesta mis entrañas, y todo mi ser descansa tranquilo; porque no me abandonarás en el abismo, ni dejarás a tu fiel experimentar la corrupción.
Enséñanos, Señor, el camino de la vida.

Me enseñarás la senda de la vida, me llenarás de alegría en tu presencia, de felicidad eterna a tu derecha.
Enséñanos, Señor, el camino de la vida.

Segunda Lectura

Con una sola ofrenda Cristo hizo perfectos para siempre a los que ha santificado

Lectura de la carta a los Hebreos 10, 11-14.18

Hermanos: Cualquier otro sacerdote se presenta cada día para celebrar el culto y ofrecer continuamente los mismos sacrificios que nunca pueden quitar los pecados.
Cristo, por el contrario, no ofreció más que un sacrificio por el pecado y se sentó para siempre a la derecha de Dios. Únicamente espera que Dios ponga a sus enemigos como estrado de sus pies. Con ésta única ofrenda ha hecho perfectos de una vez para siempre a quienes han sido consagrados a Dios.
Ahora bien, cuando los pecados han sido perdonados, ya no hay necesidad de ofrenda por el pecado.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Velen y oren, para que puedan presentarse sin temor ante el Hijo del hombre.
Aleluya.

Evangelio

Congregará a sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales

† Lectura del santo Evangelio según san Marcos 13, 24-32

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
"Pasado el sufrimiento de aquellos días, el sol se oscurecerá y la luna no dará resplandor; las estrellas caerán del cielo y las fuerzas celestiales se tambalearán.
Entonces verán venir al Hijo del hombre entre nubes con gran poder y gloria; él enviará entonces a los ángeles y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos, desde el extremo de la tierra al extremo del cielo.
Fíjense en el ejemplo de la higuera: cuando sus ramas se ponen tiernas y brotan las hojas, saben que el verano está cerca. Pues lo mismo ustedes, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que el Hijo del hombre ya está cerca, a la puerta.
Les aseguro que no pasará esta generación sin que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. En cuanto al día aquel y a la hora, nadie sabe nada, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sino sólo el Padre".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Se dice "Credo".

Oración de los Fieles

Celebrante:
Pidamos, hermanos y hermanas, al Señor, que escuche nuestras súplicas y acoja con bondad nuestras peticiones.
(Respondemos a cada petición: Escúchanos, Señor).

Para que el Señor, el único que puede inspirar y llevar a término los buenos propósitos, multiplique el número de fieles que, abandonando todas las cosas, se consagren exclusivamente a él en la vida religiosa, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.

Para que Dios, al que han de servir los poderes humanos, conceda a los jefes de las naciones buscar la voluntad divina, temer a Dios en el cumplimiento de su misión y acertar en sus decisiones, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.

Para que Dios, que ha creado los alimentos para los seres vivos, mire con misericordia a las criaturas que en distintos lugares pasan hambre y les conceda el alimento necesario, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.

Para que el Señor, que nos ha dado el mandamiento nuevo del amor, nos dé fuerza para amar a nuestros enemigos y para cumplir su precepto de devolver bien por mal, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.

Celebrante:
Dios nuestro, que no dejas de velar por tu pueblo, escucha nuestras oraciones y haz que crezca en nosotros la convicción de que los que duermen en el polvo despertarán; infunde en nosotros tu Espíritu, para que, actuando con amor, esperemos sin desfallecer la manifestación gloriosa de tu Hijo, que vendrá para reunir a sus elegidos en su reino. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.

 

Oración sobre las Ofrendas

Que estos dones traídos a tu altar nos obtengan de ti, Señor y Dios nuestro, la gracia de servirte con amor y la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

El misterio Pascual y el pueblo de Dios

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Quien, por su misterio pascual, realizó la obra maravillosa de llamarnos del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de su propiedad, para que, trasladados de las tinieblas a tu luz, admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas.
Por eso,
con los ángeles y arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Antífona de la Comunión

Mi felicidad consiste en estar cerca de Dios y en poner sólo en él mis esperanzas.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Señor, que nuestra participación en esta Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar como memorial suyo, nos una siempre con el vínculo de tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

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Meditación diaria

Trigésimo tercer Domingo ciclo b

LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO

— El deseo de ver el rostro del Señor.

— Su venida gloriosa.

— La esperanza en el día del Señor.

I. Dice el Señor: Tengo designios de paz y no de aflicción, me invocaréis y Yo os escucharé, os congregaré sacándoos de los países y comarcas por donde os dispersé1. Son palabras de Dios que nos hace llegar el Profeta Jeremías en la Antífona de entrada de la Misa.

Jesucristo cumplió la misión que el Padre le confió, pero su obra, en cierto modo, no está aún acabada. Volverá al fin de los tiempos para terminar lo que comenzó. Desde los primeros siglos, la Iglesia confiesa su fe en esta segunda venida gloriosa de Cristo, cuando vendrá, glorioso y triunfante, a juzgar a vivos y muertos2. "La Sagrada Escritura –enseña el Catecismo Romano– nos testifica estas dos venidas del Hijo de Dios. Una, cuando, por nuestra salvación, tomó carne y se hizo hombre en el seno de la Virgen. Otra, cuando vendrá al fin del mundo a juzgar a todos los hombres; esta última es llamada día del Señor"3.

La liturgia de la Misa, cuando ya faltan pocos días para que termine el año litúrgico, nos recuerda esta verdad de fe. La Primera lectura4 nos presenta el anuncio que de ella hizo el Profeta Daniel: En aquel tiempo se levantará Miguel, el arcángel que se ocupa de tu pueblo: serán tiempos difíciles. Y llegará la plenitud de la salvación, con la resurrección del cuerpo, para todos los inscritos en el libro. Los que duermen en el polvo despertarán: unos para vida perpetua, otros para ignominia perpetua. Los sabios, quienes entendieron de verdad el sentido de la vida aquí en la tierra y fueron fieles, brillarán como el fulgor del firmamento. El Profeta anuncia a continuación la especial gloria para todos aquellos que, mediante el apostolado en cualquiera de sus formas, contribuyeron a la salvación de otros: los que enseñaron a muchos la justicia brillarán como las estrellas por toda la eternidad.

Los cristianos de la primera época, deseosos de ver el rostro glorioso de Cristo, repetían la dulce invocación: ¡Ven, Señor Jesús!5. Era una jaculatoria tantas veces repetida que incluso quedó plasmada en arameo, la lengua que hablaban Jesús y los Apóstoles, en los escritos primitivos6. Hoy, traducida a los diversos idiomas, ha quedado como una de las aclamaciones posibles en la Santa Misa, después de la consagración y adoración. Cuando Cristo se hace realmente presente sobre el altar, la Iglesia le manifiesta el deseo de verle glorioso. De esa forma, "la liturgia de la tierra se armoniza con la del Cielo. Y ahora, como en cada una de las Misas, llega a nuestro corazón necesitado de consuelo la respuesta tranquilizadora: El que da testimonio de estas cosas dice: Sí, voy enseguida"7. Y aunque no haya llegado aún el momento de estar con Él en el Cielo, anticipa este instante dichoso al venir a nuestra alma, pocos instantes después, en el momento de la Comunión. "Que la invocación apasionada de la Iglesia: Ven, Señor Jesús -pedía el Papa Juan Pablo II-, se convierta en el suspiro espontáneo de vuestro corazón, jamás satisfecho del presente, porque tiende al "todavía no" del cumplimiento prometido"8, cuando con nuestros propios cuerpos ya gloriosos encontremos la plenitud en Dios. Ahora, en la intimidad de nuestra alma, le decimos a Jesús: Vultum tuum, Domine, requiram9, buscaré, Señor, tu rostro, el que un día, con la ayuda de tu gracia, tendré la dicha de ver cara a cara.

II. El Señores el lote de mi heredad y mi copa, // mi suerte está en tu mano. // Tengo presente al Señor, // con Él a mi derecha no vacilaré. // Por eso se me alegra el corazón, // se gozan mis entrañas, // y mi carne descansa serena: // Porque no me entregarás a la muerte // ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción10. Este Salmo responsorial de la Misa se refiere a Cristo, como se interpreta en los Hechos de los Apóstoles11, y en él está anunciada la resurrección de nuestros cuerpos al final de los tiempos. Verdaderamente podemos decir en la intimidad de nuestro corazón que el Señor es el lote de mi heredad y mi copa, lo que me ha tocado en suerte, y se llena de alegría mi corazón, se goza lo más íntimo de mi ser, y en Él descanso sereno, ahora y al fin de los tiempos. Cristo es la gran suerte de nuestra vida. Él está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta12.

Al fin de los tiempos, leemos en el Evangelio de la Misa13, verán venir al Hijo del Hombre sobre las nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, del extremo de la tierra al extremo del cielo. Si en su Encarnación pasó oculto o ignorado, y en su Pasión se ocultó por completo su divinidad, al fin de los siglos vendrá rodeado de majestad y gloria, como anunció el Profeta Daniel, con grandes señales en la tierra y en el cielo: el sol se oscurecerá y la luna no dará su resplandor, y las estrellas del cielo caerán, y las potestades de los cielos se conmoverán. Vendrá como Redentor del mundo, como Rey, Juez y Señor del Universo, "no para ser de nuevo juzgado –enseñan los Padres de la Iglesia–, sino para llamar a su tribunal a aquellos por quienes fue llevado a juicio. Aquel que antes, mientras era juzgado, guardó silencio, refrescará la memoria de los malhechores que osaron insultarle cuando estaba en la cruz, y les dirá: Esto hicisteis y yo callé.

"Entonces, por razones de su clemente providencia, vino a enseñar a los hombres con suave persuasión; en esa otra ocasión, futura, lo quieran o no, los hombres tendrán que someterse necesariamente a su reinado (...). Por esa razón, en nuestra profesión de fe, tal como la hemos recibido por tradición, decimos que creemos en aquel que subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin"14. Y se mostrará glorioso a quienes le fueron fieles a lo largo de los siglos, y también ante quienes le negaron, o le persiguieron, o vivieron como si su Muerte en la Cruz hubiera sido un acontecimiento sin importancia. La humanidad entera se dará cuenta de cómo Dios Padre le ensalzó y le dio un nombre superior a todo nombre, a fin de que al nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en el infierno, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor para la gloria del Padre15.

¡Cómo debemos dar por bien empleados nuestros esfuerzos por seguir a Cristo, ese cúmulo de cosas pequeñas, de servicios casi intrascendentes, que procuramos hacer cada día por Dios, y que quizá nadie ve...! Jesús nos tratará, si somos fieles, como a sus amigos de siempre. Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas, y mi carne descansa serena.

III. Me enseñarás el sendero de la vida, // me saciarás de gozo en tu presencia, // de alegría perpetua a tu derecha16, // continúa el Salmo responsorial.

La segunda venida de Cristo es designada frecuentemente en la Sagrada Escritura con el término griego parusía, que en el lenguaje profano significaba la entrada solemne de un emperador en una ciudad o provincia, donde era saludado como salvador de aquella tierra. El momento de la entrada, que siempre tenía algo de inesperado, era tenido como día de fiesta y, a veces, era el punto de partida para un nuevo cómputo del tiempo17: se quería indicar que con aquel acontecimiento comenzaba algo nuevo. Para nosotros, la llegada de Cristo será la gran fiesta, pues el alma se unirá de nuevo a su propio cuerpo, y comenzará un "nuevo cómputo del tiempo", una nueva forma de existencia, donde cada uno –cuerpo y alma– dará gloria a Dios en una eternidad sin fin.

La esperanza en este día del Señor fue para los primeros cristianos un estímulo para perseverar y tener paciencia ante las adversidades. San Pablo lo recuerda en incontables ocasiones. También a nosotros nos ayudará a ser fieles al Señor, especialmente si alguna vez el ambiente que nos rodea es adverso y está lleno de dificultades. Debemos dar gracias a Dios en todo momento por vosotros, hermanos -escribe el Apóstol a los cristianos de Tesalónica-, como es justo, porque vuestra fe crece de modo extraordinario y rebosa la caridad de unos con otros, hasta el punto de que nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios por vuestra paciencia y fe en todas las persecuciones y tribulaciones que soportáis. Esto es señal del justo juicio, en el que sois estimados dignos del reino de Dios, por el que ahora padecéis18.

El Señor permite que en ocasiones suframos algo por ser fieles a sus enseñanzas, o que nos llegue la enfermedad o el dolor, para que aumentemos nuestra confianza en Él, vivamos mejor el desprendimiento de la honra, de la salud, del dinero..., para hacernos dignos del reino que nos tiene preparado. También para que, metidos en medio del mundo, recordemos que "el reino de Dios, iniciado aquí abajo en la Iglesia de Cristo, no es de este mundo, cuya figura pasa, y su crecimiento propio no puede confundirse con el progreso de la civilización, de la ciencia o de la técnica humanas, sino que consiste en conocer cada vez más profundamente las riquezas insondables de Cristo, en esperar cada vez con más fuerza los bienes eternos, en corresponder cada vez más ardientemente al amor de Dios, en dispensar cada vez más abundantemente la gracia y la santidad entre los hombres"19.

1 Antífona de entrada. Jer 29, 11-12; 14. — 2 Símbolo Niceno-Constantinopolitano. — 3 Catecismo Romano, 1, 8, n. 2. — 4 Dan 12, 1-3. — 5 Apoc 22, 20. — 6 Cfr. 1 Cor 16, 22; Didaché, 10, 6. — 7 Juan Pablo II, Homilía,18-V-1980. — 8 Ibídem. — 9 Sal 26, 8. — 10 Salmo responsorial. Sal 15, 5; 8-9. — 11 Cfr. Hech 2, 25-32; 13, 35.— 12 Segunda lectura. Heb 10, 11-14; 18. — 13 Mc 13, 24-32. — 14 San Cirilo de Jerusalén, Catequesis 15, sobre las dos venidas de Cristo. — 15 Flp 2, 9-11. — 16 Salmo responsorial. Sal 15, 10. — 17 Cfr. M. Schmaus. Teología dogmática, vol. VII, Los Novísimos, p. 134. — 18 2 Tes 1, 3-5. — 19 Pablo VI, Credo del pueblo de Dios, n. 27.

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Santoral               (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

San Alberto Magno
Doctor de la Iglesia
Año 1280

La Virgen Santísima nos conceda como a su buen devoto San Alberto,
el don de la sabiduría, para hacer mucho bien.

El primer paso para adquirir sabiduría es
tener un gran deseo de instruirse
(S. Biblia. Proverbios).

 

Alberto significa: "de buena familia" (Al = familia. Bert = buena).

Ya en su tiempo la gente lo llamaba "El Magno", el grande, el magnífico, por la sabiduría tan admirable que había logrado conseguir. Lo llamaban también "El Doctor Universal" porque sabía de todo: de ciencias religiosas, de ciencias naturales, de filosofía, etc. Era geógrafo, astrónomo, físico, químico y teólogo. La gente decía "Sabe todo lo que se puede saber" y le daba el título de "milagro de la época", "maravilla de conocimientos" y otros más.

Tuvo el honor San Alberto de haber sido el maestro del más grande sabio que ha tenido la Iglesia Católica, Santo Tomás de Aquino, y esto le aumentó su celebridad. El descubrió el genio que había en el joven Tomás.

Nació en Alemania en 1206. Era de familia rica y de importancia en el gobierno y en la alta sociedad. Su padre era Conde, o sea gobernador de la región. Estudió en la Universidad de Padua. Allí se encontró con el más grande pescador de vocaciones, el beato Jordán de Sajonia, sucesor de Santo Domingo, y aunque el papá de Alberto se oponía a que su hijo se hiciera religioso, sin embargo la personalidad de Jordán fue tan impresionante para él, que dejó todo su futuro de hacendado, político y hombre de mundo, y entró de religioso con los Padres Dominicos.

Él mismo contaba que de joven le costaban los estudios y por eso una noche dispuso huir del colegio donde estudiaba. Pero al tratar de huir por una escalera colgada de una pared, en la parte de arriba, le pareció ver a Nuestra Señora la Virgen María que le dijo: "Alberto, ¿por qué en vez de huir del colegio, no me rezas a Mí que soy 'Trono de la Sabiduría?'. Si me tienes fe y confianza, yo te daré una memoria prodigiosa. Y para que sepas que sí fui yo quien te la concedí, cuando ya te vayas a morir, olvidarás todo lo que sabías".

Y así sucedió. Y al final de su vida, un día en un sermón se le olvidó todo lo que sabía, y dijo: "Es señal de que ya me voy a morir, porque así me lo anunció la Virgen Santísima". Y se retiró de sus labores y se dedicó a orar y a prepararse para morir, y a los pocos meses murió.

En Colonia, en París y en varias otras universidades fue profesor brillantísimo y de muchas naciones iban estudiantes a escuchar sus clases. Él tuvo el mérito de haber separado la teología de la filosofía, y de haber descubierto que el filósofo Aristóteles tiene un gran parecido con las ideas cristianas (lo cual perfeccionará luego su discípulo Santo Tomás).

Escribió 38 volúmenes, de todos los temas. Teología, filosofía, geografía, química, astronomía, etc. Era una verdadera enciclopedia viviente.

Fue nombrado superior provincial de su comunidad de Dominicos. Y el Sumo Pontífice lo nombró Arzobispo de Ratisbona, pero a los dos años renunció a ese cargo para dedicarse a dar clases y escribir, que eran sus oficios preferidos.

Habiendo sido de familia muy rica y de alta posición social, recorrió Alemania predicando, y viajando de limosna y hospedándose donde le dieran posada como a un limosnero. Era una buena práctica para aumentar la virtud de la humildad.

El 15 de noviembre de 1280, mientras charlaba tranquilamente con unos religiosos de su comunidad, quedó muerto plácidamente. Tenía 74 años. Dejaba fama de haber sido más sabio que todos los sabios de su tiempo. Todas las enseñanzas tenían por fin llevar el alma hacia Dios que es amor.

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Fuente: Wikipédia
Eugenio de Toledo, Santo Obispo y mártir, 15 Noviembre  

Eugenio de Toledo, Santo

Obispo, escritor y poeta español de la época visigoda. Es uno de los Padres de la Iglesia hispánica.

Fue discípulo de Braulio de Zaragoza, estudiando con él en la Iglesia de Santa Engracia de esa ciudad. Fue llamado "El Poeta" y supo fundir las enseñanzas de su maestro y de San Isidoro de Sevilla. Se destacó, además de por su actividad poética, como músico y teólogo. Fue nombrado Obispo de Toledo y es considerado como el iniciador del Arzobispado de esta ciudad tras ser designado en el 649 por Chindasvinto.

Vida y obra
Sus poemas y los testimonios de San Ildefonso, además de un relato martirológico del siglo IX, son la principal fuente conocer su biografía. Se educó con San Eladio y más tarde, atraído por la fama de Zaragoza como foco cultural, ingresó en el monasterio de Santa Engracia para ampliar sus estudios con San Braulio, uno de los personajes más cultos de su tiempo y que mantuvo constante comunicación con San Isidoro.

San Braulio, tras ser nombrado obispo de la sede zaragozana en 626, escogió a Eugenio para que fuera su arcediano. En el año 649 fue nombrado arzobispo de Toledo por Chindasvinto, como muestra la carta del rey visigodo a Braulio, donde expresa su deseo de nombrar a Eugenio titular de un arzobispado en Toledo. Braulio, que veía en él a su sucesor en la sede cesaraugustana, se opuso sin ningún éxito. Desde su nueva cátedra toledana impulsó la cultura y celebró los concilios VIII, IX y X de Toledo. Fue asimismo, en tal sede catedralicia, promotor de la música sacra.

En cuanto a su actividad literaria, escribió libros de teología, epístolas y poemas. Entre su poesía, destaca el Libellus diversi carminis metro (Libro de poesías diversas). Una de sus composiciones habla de san Ildefonso, aunque no ha llegado hasta nuestros días. Otra, titulada "Lamentum de adventu propriae senectutis" ("Lamento por la llegada de mi propia vejez") [1], trata el tema de la vejez, el paso del tiempo y la implacabilidad de la muerte. Asimismo, Eugenio enseñó Gramática y Sagrada Escritura y fue consejero de los reyes Chindasvinto y Recesvinto.

La narración martirológica sobre su vida y reliquias fue compuesta a mediados del siglo IX por un autor anónimo, probablemente el presbítero del santuario de Deuil donde, según la leyenda hagiográfica, reposaron los restos de San Eugenio. Existen dos versiones del relato. La más extensa se conserva en manuscritos de las bibliotecas de Bruselas, La Haya y París.

Murió el año 657 en Toledo y fue sepultado en la basílica de Santa Leocadia.

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Leopoldo de Austria, Santo Príncipe, 15 Noviembre  

Leopoldo de Austria, Santo

Noviembre 15
Príncipe


Etimológicamente significa " valiente con la gente". Viene de la lengua alemana.

La Sabiduría dice: " Te compadeces de todos, Señor, porque todo lo puedes, Amas a todo lo que existe".

Leopoldo era príncipe que nació en Melk en 1073 y murió en Viena en 1136.

No se conoce mucho acerca de este príncipe, Leopoldo III, margrave de Austria.

Lo que se sabe es que fue querido por su pueblo y que fue un magnífico bienhechor de la Iglesia.
Tres de sus fundaciones religiosas existen todavía: las abadías de Matiazell, benedictina; Heiligenkreux, cisterciense y Klosterneuburg, de agustinos regulares.

En 1125 renunció a ser candidato para la corona real.

El cronista Otto de Freising era uno de sus 18 hijos. Le llamaban el piadoso. Era hijo de Leopoldo y de Ita, hija del emperador Enrique III.
Leopoldo prefirió vivir como un pobre en lugar de vivir con todo el boato de la corte.

Le hacía a Dios mucha oración pidiéndole buenos súbditos.

Y es curioso que, siendo como era su altura real, no prefiriese nada para sí.

Sin embargo, a pesar de sus penitencias y vida de plegaria, no descuidaba el ser un buen gobernante.

Murió el año 1136.

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Fuente: Vatican.va
María de la Pasión, Beata Religiosa fundadora, 15 de noviembre  

María de la Pasión, Beata

Maria della Passione (1839-1904)
Hélène Marie Philippine de Chappotin de Neuville

Martirologio Romano: En San Remo, de la Liguria, en Italia, beata María de la Pasión (Helena) de Chappotin de Neuville, virgen, que, enamorada de la humildad y simplicidad de san Francisco, fundó las Hermanas Franciscanas Misioneras de María, para el servicio de la mujer en tierras de misión (1904).

 

Hélène Marie Philippine de Chappotin de Neuville, en religión María de la Pasión, nace el 21 de mayo de 1839 en Nantes, Francia, de una noble y cristiana familia. Desde la infancia manifiesta eminentes dones naturales y una fe profunda.

En abril de 1856, en unos ejercicios espirituales, hace una primera experiencia de Dios que la llama a una vida de consagración total. La improvisa muerte de la madre retrasa la realización. Sin embargo en diciembre de 1860, con el consentimiento del obispo de Nantes, entra en las Clarisas, atraída por el ideal de sencillez y pobreza de San Francisco.

El 23 de enero de 1861, aún postulante, hace una profunda experiencia de Dios que la invita a ofrecerse víctima por la Iglesia y el Papa. Esta experiencia marcará toda su vida. Cae gravemente enferma y tiene que dejar el monasterio. Después de su restablecimiento, su confesor la orienta hacia la Sociedad de María Reparadora y es admitida en mayo de 1864. El 15 de agosto del mismo año, en Toulouse, recibe el hábito con el nombre de María de la Pasión.

En marzo de 1865, aún novicia, es enviada a India, al Vicariato apostólico del Maduré, confiado a la Compañía de Jesús, donde las Reparadoras tienen como tarea principal la formación de las religiosas de una congregación autóctona y otras actividades apostólicas. En Maduré, el 3 de mayo de 1866, María de la Pasión pronuncia los votos temporales.

Por sus dones y virtudes es designada como superiora local y seguidamente, en julio de 1867, provincial de los tres conventos de las Reparadoras. Bajo su dirección las obras de apostolado se desarrollan, la paz — un tanto turbada por tensiones anteriores — se restablece, el fervor y la regularidad reflorecen en las comunidades. En 1874, funda una nueva casa en Ootacamund, en el Vicariato de Coimbatore, asignado a las Misiones Extranjeras de París. Pero en el Maduré las disensiones se agravan hasta tal punto de que veinte religiosas, entre ellas María de la Pasión, se ven obligadas, en 1876, a dejar la Sociedad de María Reparadora, Se reunen en Ootacamund bajo la jurisdicción del Vicario Apostólico de Coimbatore, Mons. José Bardou, M.E.P.

En noviembre de 1876, María de la Pasión se dirige a Roma para regularizar la situación de las veinte hermanas separadas y obtiene de Pío IX, el 6 de enero de 1877, la autorización de fundar un nuevo Instituto, específicamente misionero, bajo el nombre de Misioneras de María.

Sugerido por la Congregación de Propaganda Fide, María de la Pasión abre en Saint-Brieuc, Francia, un noviciado que acoge rápi-damente numerosas vocaciones. En abril de 1880 y en junio de 1882, la Sierva de Dios regresa a Roma para resolver las dificultades que amenazan obstaculizar la estabilidad y el crecimiento del joven Instituto. El último viaje, en junio de 1882, marca una etapa importante en su vida: se le autoriza a fundar en Roma una casa y, llevada por circunstancias providenciales, encuentra la orientación franciscana indicada por Dios veintidós años antes. El 4 de octubre de 1882, en la iglesia del Aracoeli es recibida en la Tercera Orden de San Francisco y entra en relación con el Siervo de Dios, Padre Bernardino de Portogruaro, ministro general de la Orden de Frailes Menores, que en sus pruebas le apoya con paternal solicitud.

En marzo de 1883, María de la Pasión es destituida en su función de Superiora del Instituto a causa de oposiciones latentes. Pero después de la investigación ordenada a este respecto por León XIII, se reconoce plenamente su inocencia y es reelegida en el Capítulo de julio de 1884.

El Instituto inicia su rápido desarrollo: el 12 de agosto de 1885 emiten el Decreto laudatorio y él de afiliación a la Orden de Hermanos Menores; se aprueban las Constituciones ad experimentum el 17 de julio de 1890 y definitivamente el 11 de mayo de 1896. Es el momento del envío de misioneras, incluso a las puestos más lejanos y peligrosos, sin detenerse, más allá de todo obstáculo y de toda frontera.

El celo misionero de la fundadora no conoce límites para responder a las llamadas de los pobres y abandonados. También la promoción de la mujer y la situación social le interesan particularmente; con inteligencia y discreción ofrece a los pioneros que trabajan en este campo, una colaboración que ellos aprecian mucho.

Su intensa actividad y su dinamismo brotan de la contemplación de los grandes misterios de la fe. Para María de la Pasión todo confluye en la Unidad-Trinidad de Dios Verdad-Amor, que se da a nosotros a través del misterio pascual de Cristo. Unida a estos misterios vive su vocación de ofrenda en una dimensión eclesial y misionera. Jesús Eucaristía es para ella "el gran misionero" y María, en la disponibilidad de su "Ecce", traza el camino de la donación sin reserva a la obra de Dios. De este modo abre a su Instituto los horizontes de la misión universal, cumplida en el espíritu evangélico de sencillez, pobreza y caridad de Francisco de Asís.

Tiene gran cuidado, no solamente de la organización exterior de las obras, sino sobre todo de la formación espiritual de las religiosas. Dotada de una extraordinaria capacidad de trabajo, encuentra tiempo para redactar numerosos escritos de formación, y para mantener una frecuente correspondencia con sus misioneras esparcidas por el mundo, invitándolas con insistencia a una vida de santidad. En 1900, el Instituto recibe el sello de sangre con el martirio en China de siete Franciscanas Misioneras de María, beatificadas en 1946 y canonizadas en el transcurso del Gran Jubileo del año 2000. Este martirio es para María de la Pasión, junto con un gran dolor, un inmenso gozo, una emoción intensa de ser la madre espiritual de estas misioneras que han sabido vivir el ideal de su vocación, hasta la efusión de la sangre.

Agotada por las fatigas de incesantes viajes y por el trabajo cotidiano, María de la Pasión, después de una breve enfermedad, muere serenamente en San Remo el 15 de noviembre de 1904, dejando más de dos mil religiosas y ochenta y seis casas insertas en cuatro continentes. Sus restos mortales reposan en un oratorio privado de la casa general del Instituto en Roma.

En febrero de 1918 se abre en San Remo el Proceso informativo para la Causa de Beatificación y Canonización. En 1941 es promulgado el Decreto sobre los escritos y, en los años siguientes, llegan a la Santa Sede numerosísimas cartas postulatorias, de todas las partes del mundo, a favor de la Causa de la Sierva de Dios. Después del voto unánimemente favorable de los Consultores, se publica el Decreto para la Introducción de la Causa, con aprobación de S.S. Juan Pablo II, el 19 de enero de 1979.

El 28 de junio de 1999 es promulgado solemnemente por el Sumo Pontífice Juan Pablo II, el Decreto de la heroicidad de las virtudes de la Madre María de la Pasión.

El 5 marzo de 2002, se reconoce la curación de una religiosa afectada de "TBC pulmonar vertebral; Morbo de Pott", un milagro que Dios concede por intercesión de la Venerable. El 23 de abril de 2002, en presencia del Sumo Pontífice Juan Pablo II, es promulgado el Decreto que abre el camino a la Beatificación de la Venerable Sierva de Dios.
Fue beatificada el 20 de octubre de 2002.

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José Mkasa Balikuddembé, Santo Mártir, 15 Noviembre  

José Mkasa Balikuddembé, Santo

En Mengo, lugar de Uganda, san José Mkasa Balikuddembé, mártir, que siendo al consejero del rey por lo administraba el palacio real, recibió el bautismo y ganó a muchos jóvenes para Cristo y defendió a los niños de la corte de las pasiones viciosas del rey Mwenga, y, debido a esto, el rey, enfurecido, ordenó degollarle a los veinticinco años de edad (1885).

Es uno de los 22 mártires de Uganda

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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com

 

Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/

 

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