†
JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 10, 24-33
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo dijo Jesús a sus apóstoles:
"El discípulo no es más que el maestro, ni el criado más que su señor. Le basta al discípulo ser como su maestro y al criado ser como su señor. Si al señor de la casa lo han llamado Satanás, ¡qué no dirán de sus servidores!
No teman a los hombres. No hay nada oculto que no llegue a descubrirse; no hay nada secreto que no llegue a saberse. Lo que les digo de noche, repítanlo en pleno día, y lo que les digo al oído, pregónenlo desde las azoteas.
No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman, más bien, a quien puede arrojar al lugar de castigo el alma y el cuerpo.
¿No es verdad que se venden dos pajarillos por una moneda? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae por tierra si no lo permite el Padre. En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de su cabeza están contados. Por lo tanto, no tengan miedo, porque ustedes valen mucho más que todos los pájaros del mundo.
A quien me reconozca delante de los hombres, yo también lo reconoceré ante mi Padre, que está en los cielos; pero al que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre, que está en los cielos".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/swf/l.swf?video_id=v82JVdXAUUs
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? abortar (todos los métodos anticonceptivos son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.
† Misal
sab 14a. Ordinario año impar
Antífona de Entrada
Tengo los ojos puestos en el Señor, porque él me libra de todo peligro. Mírame, Dios mío, y ten piedad de mí, que estoy solo y afligido.
Oración Colecta
Oremos:
Nos acogemos, Señor, a tu providencia, que nunca se equivoca, y te pedimos humildemente que apartes de nosotros todo mal y nos concedas aquello que pueda contribuir a nuestro bien.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
Primera Lectura
Dios cuidará de ustedes y los sacará de este país
Lectura del libro del Génesis 49, 29-33; 50, 15-26a
En aquellos días, Jacob llamó a sus hijos y les dio estas instrucciones:
"Yo voy a reunirme con los míos. Sepúltenme junto a mis padres, en la cueva del campo de Makpelá, frente a Mambré, en Canaán. Es el campo que Abrahán le compró a Efrón, el hitita, para que lo enterraran. Allí sepultaron a Abrahán y a su esposa, Sara, a Isaac y a su esposa Rebeca, y allí sepulté yo a Lía".
Cuando terminó de dar este encargo a sus hijos, Jacob expiró y fue a reunirse con los suyos. Los hermanos de José, al ver que había muerto su padre, dijeron:
"A ver si José no nos guarda rencor y no nos hace pagar todo el daño que le hicimos".
Por eso le mandaron este recado:
"Antes de morir, tu padre nos encargó que te dijéramos esto: "Perdona, por favor, a tus hermanos su crimen, su pecado y el daño que te hicieron". También nosotros, siervos del Dios de tu padre, te pedimos que nos perdones".
Cuando José oyó el recado se puso a llorar. Fueron después sus hermanos personalmente a verlo y, postrados ante él, le dijeron:
"Aquí nos tienes. Somos esclavos tuyos".
José les replicó:
"No tengan miedo. ¿Podemos acaso oponernos a los designios de Dios? Ustedes quisieron hacerme daño, pero Dios lo convirtió en un bien para hacer sobrevivir a un pueblo numeroso, como pueden ver. Así que no tengan miedo; yo los mantendré a ustedes y a sus hijos".
Y los consoló y les habló con mucho cariño.
José permaneció en Egipto junto con la familia de su padre y vivió hasta los ciento diez años; vio a los bisnietos de Efraín y en sus brazos nacieron los hijos de Makir, hijo de Manasés. Finalmente José les dijo a sus hermanos:
"Yo voy a morir ya, pero ciertamente Dios cuidará de ustedes y los hará salir de este país a la tierra que juró dar a Abrahán, a Isaac y a Jacob".
José los hizo jurar diciendo:
"Cuando Dios los haga salir de esta tierra, se llevarán mis huesos de aquí".
Y luego murió José.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del Salmo 104
Cantemos la grandeza del Señor.
Aclamen al Señor y denle gracias, canten sus maravillas a los pueblos. Entonen en su honor himnos y cantos y celebren sus portentos.
Cantemos la grandeza del Señor.
Del nombre del Señor enorgulléscase y siéntase feliz el que lo busca. Recurran al Señor y a su poder, y a su presencia acudan.
Cantemos la grandeza del Señor.
Descendientes de Abrahán, su servidor, estirpe de Jacob, su predilecto, escuchen; el Señor es nuestro Dios y gobiernan la tierra sus decretos.
Cantemos la grandeza del Señor.
Ni aunque transcurran mil generaciones se olvidará el Señor de sus promesas, de la alianza pactada con Abrahán, del juramento a Isaac, que un día le hiciera.
Cantemos la grandeza del Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Dichosos ustedes, si los injurian por ser cristianos, porque el Espíritu de Dios descansa en ustedes.
Aleluya.
Evangelio
No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 10, 24-33
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo dijo Jesús a sus apóstoles:
"El discípulo no es más que el maestro, ni el criado más que su señor. Le basta al discípulo ser como su maestro y al criado ser como su señor. Si al señor de la casa lo han llamado Satanás, ¡qué no dirán de sus servidores!
No teman a los hombres. No hay nada oculto que no llegue a descubrirse; no hay nada secreto que no llegue a saberse. Lo que les digo de noche, repítanlo en pleno día, y lo que les digo al oído, pregónenlo desde las azoteas.
No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman, más bien, a quien puede arrojar al lugar de castigo el alma y el cuerpo.
¿No es verdad que se venden dos pajarillos por una moneda? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae por tierra si no lo permite el Padre. En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de su cabeza están contados. Por lo tanto, no tengan miedo, porque ustedes valen mucho más que todos los pájaros del mundo.
A quien me reconozca delante de los hombres, yo también lo reconoceré ante mi Padre, que está en los cielos; pero al que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre, que está en los cielos".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Confiados en tu misericordia, Señor, venimos a tu altar con nuestros dones a fin de que te dignes purificarnos
por este memorial que estamos celebrando.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Antífona de la Comunión
Yo te invoco, porque tú me respondes, Dios mío; inclina el oído y escucha mis palabras.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Padre Santo, tú que nos has alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, guíanos por medio de tu Espíritu a fin de que, no sólo con palabras, sino con toda nuestra vida podamos demostrarte nuestro amor y así merezcamos entrar al Reino de los cielos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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† Meditación diaria
14ª Semana. Sábado
AMOR A LA VERDAD
— Hablar de Dios y de su doctrina con claridad y firmeza, sin miedos.
— Actuar según la conciencia. Sinceridad con uno mismo.
— Decir siempre la verdad: en lo importante y en lo que parece pequeño.
I. El Evangelio de la Misa1 es una nueva invitación del Señor a llevar una vida veraz, resultado de la fe que llevamos en el corazón, sin miedo a los contratiempos y a las murmuraciones que en ocasiones llevará consigo el seguir de cerca a Cristo. Le basta al discípulo llegar a ser como su maestro y al siervo como su señor. Si al amo de la casa le han llamado Beelzebul, cuánto más a los de su casa. No les tengáis miedo...
Puede ocurrir que en algunas situaciones tengamos que sufrir la calumnia o la difamación –o sencillamente una contrariedad– por ser veraces, por ser fieles a la verdad; en otras, serán quizá mal interpretadas nuestras palabras o nuestras actuaciones. Y el Señor quiere de sus discípulos, de nosotros, que hablemos siempre con claridad, abiertamente: Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a plena luz; y lo que escuchasteis al oído, pregonadlo desde los terrados. Con una pedagogía divina, Jesús había hablado a las muchedumbres en parábolas y les había descubierto poco a poco su verdadera personalidad y las verdades del Reino. Jamás disfrazó su doctrina. Después de la venida del Espíritu Santo, quienes le sigan han de proclamar la verdad a plena luz, desde los terrados, sin temor a que la doctrina que enseñan sea opuesta a las que están de moda o imperan en el ambiente. ¿De qué otra forma vamos a convertir el mundo en el que estamos inmersos?
Algunos piensan, por táctica o por cobardía, que la vida de los cristianos y su concepción del mundo, del hombre y de la sociedad, deberían pasar inadvertidas cuando las circunstancias son adversas o comprometidas; estos cristianos quedarían entonces como "emboscados" en medio de una sociedad que parece haber orientado sus objetivos en otro sentido radicalmente distinto; no tendría entonces ninguna resonancia el hecho de ser hombres y mujeres que miran a Cristo como el ideal supremo. No es esa la doctrina del Señor. ""Ego palam locutus sum mundo": Yo he predicado públicamente delante de todo el mundo, responde Jesús a Caifás, cuando se acerca el momento de dar su vida por nosotros.
"—Y, sin embargo, hay cristianos que se avergüenzan de manifestar "palam" –patentemente– veneración al Señor"2.
En la sociedad en la que vivimos habremos de hablar con seguridad, con la firmeza que da siempre la verdad, de muchos temas de gran trascendencia para la familia, la sociedad y la dignidad de la persona: indisolubilidad del matrimonio, libertad de enseñanza, doctrina de la Iglesia sobre la transmisión de la vida humana, dignidad y belleza de la pureza, sentido grandioso de la virginidad y del celibato por amor a Cristo, consecuencias de la justicia social en relación a gastos inconsiderados, a salarios injustos... Quizá en alguna ocasión, por prudencia o por caridad, deberemos callar. Pero ni la prudencia ni la caridad nacen de la cobardía o de la comodidad. Nunca será prudente callar cuando se da lugar al escándalo o al desconcierto, o cuando esa postura debilita la fe de otros.
Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a plena luz... El Señor se está dirigiendo a nosotros, pues son muchos los enemigos de Dios y de la verdad, que desearían, y ponen los medios para conseguirlo, que los cristianos no seamos ni sal ni luz en medio de las tareas seculares.
II. Hay un episodio en el Evangelio3 que nos presenta la manera de actuar de unos fariseos que no se caracterizaban por su amor a la verdad. Mientras pasaba Jesús por los atrios del Templo, se le acercaron los príncipes de los sacerdotes, los escribas y los ancianos para preguntarle: ¿Con qué potestad haces esas cosas? ¿Quién te ha dado poder? El Señor está dispuesto a contestar a su pregunta si ellos muestran sinceridad de corazón. Les pide su opinión acerca del bautismo de Juan: si era del Cielo, y por tanto gozaba de la aprobación divina, o si solo era de los hombres, y como tal no merecía mayor consideración. Pero ellos no le dan su opinión auténtica, su opinión en conciencia. No se preguntan la verdad sobre esta cuestión, el juicio que merece en su corazón. Analizan más bien las consecuencias de sus posibles respuestas, procurando la que más convenga a la situación presente: "Si decimos del Cielo –piensan– dirá: ¿por qué no habéis creído en él? Pero si decimos que el bautismo del Precursor era de los hombres, la muchedumbre se nos echaría encima", porque todos tenían a Juan por un verdadero profeta.
A pesar de ser líderes religiosos, no son hombres de principios firmes capaces de informar sus palabras y sus obras. "Son hombres "prácticos", se dedican a hacer "política". En lo que atañe a su interés o comodidad, su razonamiento es inteligente. Pero no están dispuestos a ir más allá en su razonar: son hombres en quienes la comodidad ha sustituido a la conciencia"4. Su norma de conducta era seguir lo más oportuno y lo más conveniente en cada ocasión. No actúan según verdad. Por eso dicen: No lo sabemos. No les interesaba saberlo y mucho menos decirlo. La reacción de Jesús es muy significativa: Entonces tampoco Yo os digo con qué autoridad hago estas cosas. Es como si les dijera: si no estáis dispuestos a ser sinceros, a mirar en vuestros corazones y enfrentaros con la verdad, es inútil el diálogo. Yo no puedo hablar con vosotros ni vosotros conmigo. No nos entenderíamos. Lo mismo ocurre cada día. "La persona cuya vida no esté regida por la sinceridad, por una disposición habitual de enfrentarse con la verdad o con las exigencias de la conciencia –por incómodas o duras que sean–, se aparta rotundamente de toda posibilidad de comunicación divina. El que tiene miedo a enfrentarse a su conciencia tiene miedo de enfrentarse a Dios, y solo los que afrontan el estar cara a cara con Dios pueden tener verdadero trato con Él"5. No es posible encontrar a Dios sin este amor radical a la verdad. Tampoco es posible entenderse con los hombres en una auténtica convivencia.
El amor a la verdad nos llevará a ser sinceros en primer lugar con nosotros mismos, a mantener una conciencia clara, sin engaños, a no permitir que se empañe con errores admitidos, con ignorancias culpables, con miedos a profundizar en las exigencias personales que la verdad lleva consigo. Si, con la ayuda de la gracia, somos sinceros con nosotros mismos, lo seremos con Dios, y nuestra vida se llena de claridad, de paz y de fortaleza. "Leías en aquel diccionario los sinónimos de insincero: "ambiguo, ladino, disimulado, taimado, astuto"... —Cerraste el libro, mientras pedías al Señor que nunca pudiesen aplicarte esos calificativos, y te propusiste afinar aún más en esta virtud sobrenatural y humana de la sinceridad"6.
III. En un mundo en que tantas veces la mentira y el disimulo es el modo de comportamiento habitual de muchos, debemos los cristianos ser hombres veraces, que huyen siempre hasta de la mentira más pequeña. Así nos han de conocer quienes nos tratan: hombres y mujeres que no mienten jamás, ni en asuntos de poca importancia, que rechazan de sus vidas lo que tiene sabor de disimulo, de hipocresía, de falsedad, que saben rectificar cuando se han equivocado. Nuestra vida será entonces de una gran fecundidad apostólica, pues se confía siempre en la persona íntegra, que sabe decir la verdad con caridad, sin herir, con comprensión hacia todos.
"¡Cuántas debilidades, cuánto oportunismo, cuánto conformismo, cuánta vileza!"7, decía el Papa Pablo VI refiriéndose "a esas buenas personas, que olvidan la belleza y la gravedad de los compromisos que les unen a la Iglesia". Esta misma situación, que quizá en estos años se ha puesto más de manifiesto, nos llevará a aborrecer la falsedad, por pequeña que nos pueda parecer, porque "la mentira se opone a la verdad como la luz se opone a las tinieblas, la piedad a la impiedad, la justicia a la iniquidad, la bondad al pecado, la salud a la enfermedad y la vida a la muerte. Por tanto, cuanto más amemos la verdad, tanto más debemos aborrecer la mentira"8. No se trata de saber hasta qué punto se pueden decir cosas falsas sin incurrir en falta grave. Se trata de aborrecer la mentira en todas sus formas, de decir la verdad entera; y cuando por prudencia o caridad no se pueda, entonces callaremos, pero no inventaremos recursos formalistas que tranquilicen falsamente la conciencia9. Debemos amar la verdad en sí misma y por sí misma, y no solo en cuanto afecta al daño o al provecho propio o del prójimo. Debemos aborrecer la mentira como algo torpe e innoble, cualquiera que sea el fin con que se la emplee. Debemos aborrecerla porque es una ofensa a Dios, suma Verdad.
Fácilmente se cree lo que se desea. Y así, por ejemplo, muchos enemigos de la Iglesia se encuentran siempre inclinados a tener por ciertos todos los rumores injuriosos, juzgando sin indicios suficientes, informando incluso a la opinión pública sobre esa base. Lo que, en definitiva, se equipara a la mentira, por su origen y por sus consecuencias. Contra la mentira, fríamente empleada tantas veces, nosotros tenemos la verdad, la claridad, la sinceridad sin equívocos ni ambigüedades: la práctica firme de una veracidad en las relaciones personales diarias, en los negocios, en la familia, en los estudios y en los órganos de la opinión pública cuando tengamos acceso a ellos. No sabemos responder a una mentira con otra mentira.
La oración litúrgica nos invita a clamar: que nuestra voz, Señor, nuestro espíritu y toda nuestra vida sean una continua alabanza en tu honor...10. Que nuestra conversación sea siempre veraz, propia de un hijo de Dios.
1 Mt 10, 24-33. — 2 San Josemaría Escrivá, Surco, n. 50. — 3 Mc11, 27-33. — 4 C. Burke, Conciencia y libertad, Rialp, Madrid 1976, p. 51, nota 7. — 5 Ibídem. — 6 San Josemaría Escrivá, o. c., n. 337.— 7 Pablo VI, Alocución 17-II-1965. — 8 San Agustín, Contra la mentira, 3, 4. — 9 Cfr. San Francisco de Sales, Introducción a la vida devota, III, 30. — 10 Liturgia de las horas, Oración de Laudes de la 2ª. Semana.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
Nuestra Señora de Chiquinquirá
Patrona de Colombia
La tradición nos cuenta que hace cuatro siglos don Antonio de Santana, encomendero de los pueblos de Suta y Chiquinquirá, solicitó al español Alonso de Narváez (h. 1560) que pintara una imagen de la Virgen del Rosario, para colocarla en una pequeña capilla.
La pintura fue realizada sobre una tela de algodón de procedencia indígena, media 44 pulgadas de alto por 49 de ancho, Alonso de Narváez usó colores al temple, realizó una imagen de la Virgen del Rosario con el Niño Jesús, y a los lados puso al Apóstol San Andrés y a San Antonio de Padua.
El cuadro fue ubicado en la capilla que poseía don Antonio en sus aposentos de Suta, estuvo allí durante más de una década, pero la capilla tenía el techo de paja, lo que provoco que la humedad deteriorara la pintura hasta dejarla completamente borrosa.
Tras la muerte de Santana, su viuda, se trasladó a Chiquinquirá, hacia el año 1577-78. La imagen fue llevada a ese lugar, pero se encontraba en tan mal estado que fue abandonada en un cuarto, habitación que tiempo atrás había sido usada como oratorio.
Al comenzar el año 1586, se estableció en Chiquinquirá, una piadosa mujer, María Ramos, nacida en Sevilla (España), la señora reparó el viejo oratorio y colgó en el mejor lugar de la capilla, la deteriorada pintura de la Virgen del Rosario.
El día 26 de diciembre de 1586, María salía de la capilla, cuando pasó frente a ella una mujer indígena llamada Isabel y su pequeño hijo. En ese momento Isabel grito a María "mire, mire Señora..." Ella dirigió la mirada hacia la pintura, la imagen aparecía rodeada de vivos resplandores, prodigiosamente los colores y su brillo original habían reaparecido, los rasguños y agujeros de la tela habían desaparecido. Con tan maravilloso suceso se inició la devoción a Nuestra Señora de Chiquinquirá.
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Fuente: Corazones.org
Verónica Giuliani, Santa Abadesa, 9 de julio
AbadesaMartirologio Romano: En Città del Castello, de la Umbría, santa Verónica Giuliani, abadesa de la Orden de las Clarisas Capuchinas, quien, dotada de singulares carismas, participó corporal y espiritualmente de la pasión de Cristo, siendo por ello encerrada y vigilada durante cincuenta días, dando siempre pruebas de admirable paciencia y obediencia (1685). Mientras vivió en casa Giuliani, con su familia, todos la llamaron con el nombre de bautismo, Orsola (ltalianización de Ursula), Más tarde, entrada a los diecisiete años en las capuchinas de clausura, tomará el nombre de Verónica. Será una de las más grandes santas en el firmamento vivo de la Iglesia, resplandeciendo en perfección cristiana, doctrina y carismas. Su luz continúa iluminando el mundo. |
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Fuente: Franciscanos.net
Nicolas Pieck y compañeros, Santos Presbítero y Mártir, 9 de julio
Presbíteros y MártiresMartirologio Romano: En Brielle, a orillas del río Mosa, en Holanda, pasión de los santos mártires Nicolás Pieck, presbítero, y de sus diez compañeros religiosos de la Orden de los Hermanos Menores y ocho del clero diocesano o regular, todos los cuales, por defender la presencia real de Cristo en la Eucaristía y la autoridad de la Iglesia Romana, fueron sometidos por los calvinistas a toda clase de escarnios y tormentos, terminando ahorcados finalmente su combate (1572). Canonizado por Pío
IX el 29 de junio de 1867. |
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Fuente: Carmelnet.org
Juana Scopelli, Beata Virgen Carmelita, 9 de julio
Virge CarmelitaMartirologio Romano: En Reggio, de la Emilia, beata Juana Scopelli, virgen, de la Orden Carmelitana, que, con los donativos recibidos de sus conciudadanos, fundó un monasterio y con su oración consiguió proporcionar pan a sus hermanas en el refectorio (1491). Nació en Reggio Emilia (Italia) en 1428. Sus padres, Simón y Catalina, fueron pobres en fortuna, pero ricos en virtudes cristianas. |
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Fuente: Vatican.va
Mártires de China (Agustín Zhao y compañeros), Santos Mártires de China, 9 de julio
AGUSTÍN ZHAO RONG (+ 1815) |
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Fuente: Vatican.va
María de Jesús Crucificado Petkovic, Beata Virgen, 9 de julio
Fundadora de la Congregación |
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Fuente: CapuchinosMex.com
Fidel Chojnacki, Beato Mártir Capuchino, 9 de julio
Mártir CapuchinoMartirologio Romano: En el campo de concentración de Dachau, cercano a Munich, de Baviera, en Alemania, beato Fidel Chojnacki, religioso de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, mártir, el cual, expatriado de Polonia en tiempo de guerra, fue internado en dicho campo por haber confesado a Cristo, siendo martirizado con terribles tormentos, por lo que mereció la gloria eterna (1942). Nació en Lodi el día de todos los Santos de 1906, siendo el último de seis hermanos. En el bautismo, que recibió tres días después, recibió el nombre de Jerónimo. |
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Fuente: Vatican.va
Paulina del Corazón Agonizante de Jesús (Amabile Wisenteiner), Santa Fundadora, 9 de julio
Fundadora de la |
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Fuente: Franciscanos.org
Gregorio Grassi y 25 compañeros, Santos Mártires en China, 9 de julio
Martirologio Romano: En la ciudad de Tai-Juan-Fou, en la provincia de Shanxi, también en China, pasión de los santos mártires Gregorio Grassi y Francisco Fogolla, obispos de la Orden de los Hermanos Menores, y de otros veinticuatro compañeros, que durante la persecución llevada a cabo por el movimiento de los Yihetuan fueron asesinados en odio al nombre cristiano (1900). Cuyos nombres son: santos Elías Facchini, Teodorico Balat, presbíteros, y Andrés Bauer, religioso, de la Orden de los Hermanos Menores; María Ermellina de Jesús (Irma) Grivot, María Paz (María Ana) Giuliani, María Clara (Clelia) Nanetti, María de Santa Natalia (Juana María) Kerguin, María de San Justo (Ana Francisca) Moreau, María Adolfina (Ana Catalina) Dierk, María Amandina (Paulina) Jeuris, Religiosas del Instituto de las Franciscanas Misioneras de María; y también Juan Zhang Huan, Patricio Dong Bodi, Felipe Zhang Zhihe, Juan Zhang Jingguang, Juan Wang Rui, Tomás Shen Jihe, Simón Chen Ximan, Pedro Wu Anpeng, Francisco Zhang Rong, Matías Feng De, Santiago Yan Guodong, Pedro Zhang Banniu, Santiago Zhao Quanxin y Pedro Wang Erman. El 1 de octubre del año 2000, el papa Juan Pablo II canonizó a 120 beatos martirizados en China. Treinta de ellos pertenecen a la Familia Franciscana: uno, San Juan de Triora, fue martirizado en 1816, y a él le dedicamos una página especial; los otros 29 fueron martirizados en julio de 1900, y beatificados por Pío XII el 24 de noviembre de 1946: San Gregorio Grassi y 25 compañeros inmolaron sus vidas por la fe en Taiyuanfu, en la región de Shansi, el 9 de julio; entre ellos se encontraban Santa María Herminia de Jesús y otras seis Franciscanas Misioneras de María, a las que dedicamos una página especial; días antes y en el Hunan Meridional habían sido martirizados San Antonino Fantosati y dos compañeros suyos. De estos 29 mártires, ocho eran frailes menores (tres obispos, cuatro sacerdotes y un hermano laico); siete, hermanas Franciscanas Misioneras de María; once, franciscanos seglares chinos, cinco de los cuales eran seminaristas; y tres, fieles laicos chinos. MÁRTIRES DE SHANSI: |
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net
Mensajes anteriores en: www.iesvs.org
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