†
JMJ
Pax
Lectura del primer libro de los Reyes 3, 5.7-12
En aquellos días, el Señor se le apareció al rey Salomón en sueños y le dijo:
"Salomón, pídeme lo que quieras, que yo te lo daré".
Salomón le respondió:
"Señor, tú trataste con misericordia a tu siervo David, mi padre, porque se portó contigo con lealtad, con justicia y rectitud de corazón. Más aún, también ahora lo sigues tratando con misericordia, porque has hecho que un hijo suyo lo suceda en el trono. Sí, tú quisiste, Señor y Dios mío, que yo, tu siervo, sucediera en el trono a mi padre, David. Pero yo no soy más un muchacho y no sé cómo actuar. Soy tu siervo y me encuentro perdido en medio de este pueblo tuyo, tan numeroso, que es imposible contarlo.
Por eso te pido que me concedas sabiduría de corazón para que sepa gobernar a tu pueblo y distinguir entre el bien y el mal.
Pues sin ella, ¿quién será capaz de gobernar a este pueblo tuyo tan grande?"
Al Señor le agradó que Salomón le hubiera pedido sabiduría y le dijo:
"Por haberme pedido esto, y no una larga vida, ni riquezas, ni la muerte de tus enemigos, sino sabiduría para gobernar, yo te concedo lo que me has pedido. Te doy un corazón sabio y prudente, como no lo ha habido antes ni lo habrá después de ti. Te voy a conceder, además, lo que no me has pedido: tanta gloria y riqueza, que no habrá rey que se pueda comparar contigo".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/swf/l.swf?video_id=v82JVdXAUUs
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? abortar (todos los métodos anticonceptivos son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.
† Misal
17o. Dom Ord Ciclo A
Adoremos a Dios en su santo templo. El nos hace habitar juntos en su casa, él es la fuerza y el poder de su pueblo.
[Misa]
Se dice "Gloria".
Oración Colecta
Oremos:
Padre santo todopoderoso, protector de los que en ti confían: ten misericordia de nosotros y enséñanos a usar con sabiduría de los bienes de la tierra, a fin de que no nos impidan alcanzar los del cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
[Misa]
Pediste sabiduría
Lectura del primer libro de los Reyes 3, 5.7-12
En aquellos días, el Señor se le apareció al rey Salomón en sueños y le dijo:
"Salomón, pídeme lo que quieras, que yo te lo daré".
Salomón le respondió:
"Señor, tú trataste con misericordia a tu siervo David, mi padre, porque se portó contigo con lealtad, con justicia y rectitud de corazón. Más aún, también ahora lo sigues tratando con misericordia, porque has hecho que un hijo suyo lo suceda en el trono. Sí, tú quisiste, Señor y Dios mío, que yo, tu siervo, sucediera en el trono a mi padre, David. Pero yo no soy más un muchacho y no sé cómo actuar. Soy tu siervo y me encuentro perdido en medio de este pueblo tuyo, tan numeroso, que es imposible contarlo.
Por eso te pido que me concedas sabiduría de corazón para que sepa gobernar a tu pueblo y distinguir entre el bien y el mal.
Pues sin ella, ¿quién será capaz de gobernar a este pueblo tuyo tan grande?"
Al Señor le agradó que Salomón le hubiera pedido sabiduría y le dijo:
"Por haberme pedido esto, y no una larga vida, ni riquezas, ni la muerte de tus enemigos, sino sabiduría para gobernar, yo te concedo lo que me has pedido. Te doy un corazón sabio y prudente, como no lo ha habido antes ni lo habrá después de ti. Te voy a conceder, además, lo que no me has pedido: tanta gloria y riqueza, que no habrá rey que se pueda comparar contigo".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del Salmo 118
Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.
Dichoso el hombre de conducta intachable, que cumple la ley del Señor. Dichoso el que es fiel a sus enseñanzas y lo busca de todo corazón.
Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.
Tú, Señor, has dado tus preceptos para que se observen exactamente. Ojalá que mis pasos se encaminen al cumplimiento de tus mandamientos.
Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.
Favorece a tu siervo para que viva y observe tus palabras. Ábreme los ojos para ver las maravillas de tu voluntad.
Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.
Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes y yo lo seguiré con cuidado. Enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo corazón.
Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.
Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes y yo lo seguiré con cuidado. Enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo corazón.
Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.
Nos predestina para que reproduzcamos en nosotros mismos la imagen de su Hijo Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 28-30 Hermanos: Ya sabemos que todo contribuye para bien de los que aman a Dios, de aquellos que han sido llamados por él, según su designio salvador. En efecto, a quienes conoce de antemano, los predestina para que reproduzcan en sí mismos la imagen de su propio Hijo, a fin de que Él sea el primogénito entre muchos hermanos. A quienes predestina, los llama; a quienes los llama, los justifica; y a quienes justifica, los glorifica. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla.
Aleluya.
Vende cuanto tiene y compra aquel campo
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo
13, 44-52
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"El Reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va y vende cuanto tiene y compra aquel campo.
El Reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas, que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende cuanto tiene y la compra.
El Reino de los cielos se parece también a la red que los pescadores echan en el mar y recoge toda clase de peces; cuando se llena la red, los pescadores la sacan a la playa y se sientan a escoger los
pescados, ponen los buenos en canastos y tiran los malos. Lo mismo sucederá al final de los tiempos: vendrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los arrojarán al horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación. ¿Han entendido todo esto?"
Ellos le contestaron:
"Sí".
El les dijo:
"Por eso, todo escriba instruido en las cosas del Reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que va sacando de su tesoro cosas nuevas y cosas antiguas".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
[Misa]
Se dice "Credo".
Oración de los Fieles
Celebrante:
Pidamos, hermanos y hermanas, el auxilio del Espíritu Santo, para que inspire nuestras oraciones y ruegue con nosotros por las necesidades del mundo:
Respondemos: Te rogamos, Señor, óyenos.
Para los que empiezan a conocer a Cristo y desean la gracia del bautismo, y para los que preparan el bautismo de sus hijos, pidamos el favor de Dios todopoderoso.
Te rogamos, Señor, óyenos.
Para nuestra comunidad, para todos los que habitan en ella y para todos los pueblos y naciones, pidamos al Señor paz y prosperidad abundantes.
Te rogamos, Señor, óyenos.
Para los que persiguen a la Iglesia y para los pecadores que viven intranquilos, pidamos la luz del Espíritu y la gracia de la conversión.
Te rogamos, Señor, óyenos.
Por los que estamos aquí reunidos y por aquellos por los que queremos rezar, pidamos al Señor que nos guarde en la fe y nos reúna en el Reino de su Hijo.
Te rogamos, Señor, óyenos.
Celebrante:
Señor Dios, que en Cristo nos has hecho descubrir el tesoro escondido y la perla de gran valor, concédenos la luz de tu Espíritu; para que, viviendo en medio del mundo, sepamos valorar las riquezas inestimables de tu Reino y, para poseerlas, estemos dispuestos a renunciar a todo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
[Misa]
Acepta, Señor, estos dones que tu generosidad ha puesto en nuestras manos, y concédenos que este sacrificio santifique toda nuestra vida y nos conduzca a la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
[Misa]
La salvación por la obediencia de Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque tu amor al mundo fue tan misericordioso, que no sólo nos enviaste como redentor a tu propio Hijo, sino que lo quisiste en todo semejante a nosotros, menos en el pecado, para poder así amar en nosotros lo que amabas en él. Con su obediencia, nos devolviste
aquellos dones que por nuestra desobediencia habíamos perdido.
Por eso,
ahora nosotros, llenos de alegría, te aclamamos con los ángeles y los santos diciendo:
[Misa]
Bendice, alma mía, al Señor y no olvides sus muchos beneficios.
[Misa]
Oremos:
Señor, que esta Eucaristía, memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, nos ayude a corresponder al don inefable de su amor y a procurar cada día nuestra salvación eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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† Meditación diaria
Décimo séptimo Domingo
ciclo a
LA RED BARREDERA
— La red es imagen de la Iglesia, en la que hay justos y pecadores.
— A la Iglesia pertenecen sus hijos manchados por el pecado, pero no sus manchas. No debemos dejar que se juzgue a nuestra Madre por lo que precisamente no es: los errores de quienes no han sido fieles a su vocación cristiana.
— Frutos de santidad.
I. El Evangelio de la Misa1 nos presenta diversas parábolas acerca del Reino de los Cielos: el tesoro escondido, la perla de gran valor que encuentra un comerciante en perlas finas, la red barredera que echan en el mar y recoge toda clase de peces, unos buenos y otros malos. Al final se reúnen los buenos en un cesto y los malos se tiran. Esta red echada en el mar es imagen de la Iglesia, en cuyo seno hay justos y pecadores. En otros lugares el Señor enseña esta misma realidad: en su Iglesia, hasta el fin de los tiempos, habrá santos y quienes se han marchado de la casa paterna, malgastando la herencia recibida en el Bautismo; y todos pertenecen a ella, aunque de diverso modo.
«Mientras Cristo, santo, inocente, inmaculado (Heb 7, 26), no conoció el pecado (cfr. 2 Cor 5, 21), sino que vino únicamente a expiar los pecados del pueblo (cfr. Heb 2, 17), la Iglesia encierra en su propio seno a pecadores, y siendo al mismo tiempo santa y necesitada de purificación, avanza continuamente por la senda de la penitencia y de la renovación»2. Los pecadores, no obstante sus pecados, siguen perteneciendo a la Iglesia, por los valores espirituales que aún subsisten en ellos: el carácter indeleble del Bautismo y de la Confirmación, la fe y la esperanza teologales..., y por la caridad que llega a ellos en razón de los demás cristianos que luchan por ser santos. Quedan asociados a quienes se empeñan cada día por amar más a Dios, de la misma manera que un miembro enfermo o paralítico participa y recibe el influjo de todo el cuerpo.
La Iglesia «sigue viviendo en sus hijos que no poseen ya la gracia. Lucha en ellos contra el mal que los corroe; se esfuerza por retenerlos en su seno, por vivificarlos continuamente al ritmo de su amor. Los conserva como se conserva un tesoro del que no se desprende uno más que cuando se ve obligado a ello. Y no es que quiera cargar con un peso muerto. Tan solo espera que a fuerza de paciencia, de mansedumbre, de perdón, el pecador que no se haya separado totalmente de ella volverá para vivir en plenitud; que la rama adormecida, por la poca savia que en ella quedaba, no será cortada ni arrojada al fuego eterno, sino que tendrá tiempo para volver a florecer»3. La Iglesia no se olvida un solo día de que es Madre. Continuamente pide por sus hijos que se hallan enfermos, espera con infinita paciencia, trata de ayudarles con una caridad sin límites. Nosotros debemos hacer llegar hasta el Señor nuestras oraciones, y ofrecer el trabajo, el dolor, las fatigas, por aquellos que, perteneciendo a la Iglesia, no participan de la inmensa riqueza de la gracia, esa corriente de vida que fluye sin cesar, principalmente a través de los sacramentos. De modo muy particular debemos pedir cada día por aquellos con quienes nos unen vínculos más estrechos para que, si están enfermos, recobren plenamente la salud espiritual.
II. Aunque en el Pueblo de Dios existan miembros alejados de la gracia vivificante y sean incluso causa de escándalo para muchos, la Iglesia misma, sin embargo, está libre de todo pecado. De ella se puede decir, de modo analógico y acomodado, lo que se dice de Cristo: es de arriba, no de abajo; es de origen divino. Cristo la tomó «como a su esposa, entregándose a Sí mismo por ella para santificarla, la unió a Sí mismo como su cuerpo y la enriqueció con el don del Espíritu Santo, para gloria de Dios (...). Esta santidad de la Iglesia se manifiesta continuamente y debe manifestarse en los frutos de la gracia que el Espíritu Santo produce en los fieles; se expresa de las maneras más diversas en cada uno de los que, según su condición de vida, tienden a la perfección de la caridad, edificando a los demás»4. Ella sabe que no es una formación de este mundo, ni un poder cultural religioso, ni una institución política, ni una escuela científica, sino una creación del Padre celestial por medio de Jesucristo. «En Ella ha depositado Cristo, el Enviado del Padre, su palabra y su obra, su vida y su salvación, y en Ella los dejó para todas las generaciones venideras»5.
Los pecadores pertenecen a la Iglesia, a pesar de sus pecados; todavía pueden volver a la casa paterna, aunque sea en el último instante de su vida. Por el Bautismo, llevan en sí una esperanza de reconciliación que ni aun los pecados más graves pueden borrar. El pecado que la Iglesia encuentra en su seno no es parte de ella; es, por el contrario, el enemigo contra el que habrá de luchar hasta el final de los tiempos, especialmente a través del sacramento de la Confesión. Sí pertenecen a ella sus hijos manchados por el pecado, pero no sus manchas. Sería bien triste que nosotros, sus hijos, dejáramos que se juzgara a la Iglesia precisamente por lo que no es.
Como recordaba en una ocasión Juan Pablo II, la Iglesia «es Madre, en la que renacemos a la vida nueva en Dios; una madre debe ser amada. Ella es santa en su Fundador, medios y doctrina, pero formada por hombres pecadores; hay que contribuir positivamente a mejorarla, a ayudarla hacia una fidelidad siempre renovada, que no se logra con críticas corrosivas»6.
Cuando se habla de los defectos de la Iglesia en el pasado o en el presente, o se dice que la Iglesia debe purificar sus faltas, se olvida que esas faltas y esos errores se dieron y se dan precisamente por personas, con responsabilidad personal, que no vivieron su vocación cristiana y no llevaron a cabo la doctrina que Cristo dejó a su Iglesia; se olvida que Cristo la ha adquirido para Sí, por medio de su Sangre7, que la ha purificado desde el comienzo para que aparezca en su presencia totalmente resplandeciente, sin mancha, ni arruga, ni cosa semejante, sino santa e inmaculada8, que es la Casa de Dios, columna y soporte de la verdad9.
«Si amamos a la Iglesia no surgirá nunca en nosotros ese interés morboso de airear, como culpa de la Madre, las miserias de algunos de los hijos. La Iglesia, Esposa de Cristo, no tiene por qué entonar ningún mea culpa. Nosotros sí (...). Este es el verdadero meaculpismo, el personal, y no el que ataca a la Iglesia, señalando y exagerando los defectos humanos que, en esta Madre Santa, resultan de la acción en Ella de los hombres hasta donde los hombres pueden, pero que no llegarán nunca a destruir –ni a tocar, siquiera– aquello que llamábamos la santidad original y constitutiva de la Iglesia»10.
III. La Iglesia es santa y fuente de santidad en el mundo. Nos ofrece continuamente los medios para encontrar a Dios. «Esta piadosa Madre brilla sin mancha alguna en los sacramentos, con los que engendra siempre pureza; en las santísimas leyes, con que a todos manda y en los consejos del Evangelio, con que nos amonesta; y finalmente en los dones celestiales y carismas, con los que, inagotable en su fecundidad, da a luz incontables ejércitos de mártires, vírgenes y confesores»11.
Es fuente de santidad y la causa de la existencia de tantos santos a lo largo de los siglos. Primero fueron los mártires, que dieron su vida en testimonio de la fe que profesaban. Luego, la historia de la humanidad ha conocido el ejemplo de tantos hombres y mujeres que ofrecieron su vida por amor a Dios para ayudar a sus hermanos en todas las miserias y necesidades. No hay apenas indigencia humana que no haya despertado en la Iglesia la vocación de hombres y mujeres para solucionarla, llegando al heroísmo. Y son muchos, también hoy, los padres y madres de familia que gastan callada y heroicamente su vida, sacando la familia adelante en cumplimiento de la vocación que han recibido de Dios, y hombres y mujeres que en medio del mundo se han entregado por entero al Señor, viviendo la virginidad o el celibato, y, siendo ciudadanos corrientes, dan una especial gloria y alegría a Dios, santificándose en sus respectivas profesiones y ejerciendo un apostolado eficaz entre sus compañeros. La Iglesia es santa porque todos sus miembros están llamados a la santidad, «lo mismo quienes pertenecen a la Jerarquía que los apacentados por ella»12.
En virtud de la santidad de su Fundador, la Iglesia, Esposa de Cristo, es siempre joven y siempre bella, sin mancha ni arruga13, digna siempre de la complacencia divina. La santidad de la Iglesia es algo permanente y no depende del número de cristianos que vivan su fe hasta las últimas consecuencias, pues es santa por la acción constante en ella del Espíritu Santo, y no por el comportamiento de los hombres. Por esto, aun en los momentos más graves, «si las claudicaciones superasen numéricamente las valentías, quedaría aún esa realidad mística –clara, innegable, aunque no la percibamos con los sentidos– que es el Cuerpo de Cristo, el mismo Señor Nuestro, la acción del Espíritu Santo, la presencia amorosa del Padre»14.
Pidamos al Señor que nosotros, miembros del Pueblo de Dios, de su Cuerpo Místico, crezcamos en santidad personal y seamos así buenos hijos de la Iglesia Santa. «Se necesitan –dice Juan Pablo II– heraldos del Evangelio expertos en humanidad, que conozcan a fondo el corazón del hombre de hoy, participen de sus gozos y esperanzas, de sus angustias y tristezas, y al mismo tiempo sean contemplativos, enamorados de Dios: Para esto se necesitan nuevos santos. Los grandes evangelizadores de Europa han sido los santos. Debemos suplicar al Señor que aumente el espíritu de santidad en la Iglesia y nos mande nuevos santos para evangelizar el mundo de hoy»15.
1 Mt 13, 44-52. — 2 Conc. Vat. II, Const. Lumen gentium, 8. — 3 Ch. Journet, Teología de la Iglesia, Desclée de Brouwer, Bilbao 1960, p. 258. — 4 Conc. Vat. II, loc. cit, 39. — 5 M. Schmaus, Teología dogmática, vol. IV, La Iglesia, p. 603. — 6 Juan Pablo II, Homilía en Barcelona, 7-XI-1982. — 7 Hech 20, 28. — 8 Ef 5, 27. — 9 1 Tim 3, 15. — 10 San Josemaría Escrivá, Amar a la Iglesia, p. 25. — 11 Pío XII, Enc. Mystici Corporis, 29-VI-1943, 30. — 12 Conc. Vat. II, loc. cit., 39. — 13 Cfr. Ef 5, 25-27. — 14 San Josemaría Escrivá, o. c., p. 47 — 15 Juan Pablo II, Discurso al Simposio de Obispos Europeos, 11-X-1985.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
Fuente: Archidiócesis de Madrid
Cristina, Santa Mártir, 24 de julio
| Cristina, Santa |
Virgen y Mártir Martirologio Romano: En Bolsena, ciudad de la Toscana, santa Cristina, virgen y mártir (s. inc.)
Etimológicamente: Cristina = Aquella que sigue a Cristo, es de origen latino. Nació en Toscana, en la margen derecha del lago Bolsena, en un villorrio frecuentemente sacudido por elementos naturales y al mismo tiempo transformado por diversas culturas en el transcurso del tiempo.
Cristina es la hija de Urbano, gobernador pagano de la región y presentado por los libros antiguos como enemigo acérrimo de los cristianos. La niña se ha aficionado desde pequeña a aquello que cuentan de ese Cristo tan perseguido y maltratado; la curiosidad primera se cambia en pensamiento cuando descubre que son muchos los cristianos juzgados por su padre y condenados porque son fieles dispuestos a dar la vida por su ideal. Crece más y más la simpatía y a escondidas busca datos de unas señoras cristianas; la instruyen y la forman; se bautiza en secreto y toma el nombre de Cristiana.
Entre juego y travesura formal ha hecho algo que saca de quicio a su padre y será el motivo que la lleve al martirio; no se le ha ocurrido otra cosa que apañar las estatuillas de ídolos que su padre siempre ha conservado con esmero, casi como un patrimonio familiar, las ha tomado por suyas, las ha destrozado y ha dado el rico material de que estaban hechas a los pobres para remedio de su necesidad.
El padre ha descubierto su condición y lleno de ira, al notar la rebeldía de la niña, la trata con peores modos que a los demás cristianos. "No se ha de decir en el mundo que una niña me dio la ley, ni que estos hechiceros de cristianos triunfan de nuestros dioses en medio de mi propia familia. Yo veré si sus hechizos pueden más que mis tormentos y si la paciencia de una hija ha de hacer burla de la cólera de un padre". El gobernador manda usar con ella azotes y garfios admirándose de que Cristina persista en su actitud. Manda el desnaturalizado padre preparar un brasero ardiente para quemarla poco a poco; mas el brasero se hizo una hoguera que abrasó a los verdugos y a los curiosos cercanos. Puesta en la cárcel para que cambie por la lobreguez de la mazmorra, la oscuridad y el hambre; pero allí es consolada con luminosas apariciones de ángeles que le curan sus heridas y le prometen protección. El padre, a los pocos días, manda atarle al cuello una pesada piedra y arrojarla al lago; sin embargo un ángel la transporta a la orilla. Esa noche muere de un sofoco Urbano en su cama.
Mandan las autoridades un nuevo gobernador que se siente estimulado a proseguir el asunto Cristina presumiendo que su padre, por padre, no supo solventarlo. Se llama Dion y ya piensa en nuevas crueldades: estanque de aceite hirviendo mezclado con pez del que la niña Cristina es liberada. Luego la manda llevar al templo de Apolo para obligarle a ofrecer sacrificio, pero, ante el asombro de todos, el ídolo se derrumba y se hace polvo ante el mismísimo gobernador que muere en el acto ¡claro que los verdugos y miles de testigos presenciales proclaman espantados proclaman a gritos que es el de Cristina el único Dios!
El tercero de los gobernadores poderosos se llama Juliano quien, preocupado por el caso pendiente, lo ha estudiado con detenimiento llegando a la conclusión de que se trata de artificios, encantamientos y magia que todos los cristianos profesan. Por ello maquina nuevos procedimientos para hacer desistir a la niña Cristina de sus pertinaces rebeldías y conseguir que el poder romano y los dioses propicios terminen con la situación que ha puesto al borde del caos a la región. Mandó preparar un horno encendido donde mete a la niña para que el fuego la consuma; siete días la tiene allí sin conseguir que le suceda daño alguno. Luego será una habitación oscura plagada de serpientes, víboras y escorpiones venenosos de la que sale indemne y sin ningún picotazo, cantando alabanzas a Dios; la desesperación del mandatario llegó entonces al extremo de decretar cortarle la lengua, pero ¡oh prodigio! ahora canta más fuerte y mejor.
Y acude, arremolinándose, toda la comarca ante la contemplación evidente del triunfo que se comenta por todas partes de la debilidad cristiana ante la fortaleza y brutalidad romana. Basta un tronco caído en donde atan a la delicada niña para que las saetas atraviesen su cuerpo y ella decida, suplicándole al buen Dios, rendirle su espíritu con el martirio.
Dicen que sus restos se trasladaron de Toscana a Palermo de Sicilia donde es reverenciada.
¿Verosímil? Parece más bien como si la vida y la muerte martirial de Cristina hubiera servido de modelo para expresar la confrontación entre el bien y el mal, o lo que es lo mismo, entre fe cristiana y paganismo, entre la frágil niña Cristina y la personalidad experimentada y abrumadora de tres hombres de gobierno sucesivos -el primero su propio padre- con el mismo común empeño de demostrar que ellos pueden más. Parece como si se tratara de exaltar en Cristina aquello que debe ser real en todo cristiano -la fe en su Cristo y la confianza sin límite en su ayuda constante-, mientras que los gobernadores representan la obstinación ciega que rechaza el poder cada vez más evidente, como in crescendo, de Dios. Los verdugos y el pueblo serían los testigos que en la narración van a testificar con sus reacciones -esas que se intuyen llenas de emoción compasiva- dónde está la verdad y lo grande que es el poder de Dios. Da la sensación de que la Passio que narra la muerte de Cristina intenta también cargar motivos veterotestamentarios en donde parecen inspirarse algunos hechos que se narran. El hecho histórico del martirio sería la ocasión que motiva la amplia catequesis. De todos modos, estas consideraciones más parecen próximas a la labor pasada de los bolandistas; pero, en el caso de que hubieran sido los hechos tal como expresa la Passio, nos quedaría el regusto de disfrutar el aroma extraño que desprende la fidelidad del débil a las exigencias amorosas divinas que no entienden de edades y que perduran más allá de la muerte. |
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Chárbel Makhluf, Santo Solitario de Dios y Taumaturgo del Líbano, 24 de julio
| Chárbel Makhluf, Santo |
Gran amante de la Eucaristía y de la Virgen Santísima Martirologio Romano: San Sarbelio (José, Charbel) Makhluf, presbítero de la Orden de los Maronitas Libaneses, que, por amor a la soledad y para alcanzar la más alta perfección, dejó el cenobio de Annaya, en el Líbano, y se retiró al desierto, en el que sirvió a Dios día y noche, viviendo con gran austeridad, ayunando y orando (1898).
Youssef (José) nació el 8 de mayo de 1828 en un pequeño poblado del Líbano llamado Biqa-Kafra. Era el quinto hijo de Antonio Makhlouf y Brígida Choudiac, sencillos campesinos llenos de fe. Dos de sus tíos maternos eran monjes en el monasterio de Quzhaya que distaba una hora de camino desde Biqa-Kafra. José los visitaba con frecuencia y se quedaba con ellos ayudando en los oficios divinos, participando en sus oraciones y cantos y escuchando sus sabios consejos.
Tenía veintitrés años cuando dejó casa y familia para entrar al monasterio de Nuestra Señora de Mayfouk de la orden maronita libanesa. Al recibir el hábito de novicio cambió su nombre por el de Chárbel, nombre de un mártir de la iglesia de Antioquía que murió en el año 107 bajo el
| Chárbel Makhluf, Santo |
imperio de Trajano. Cuando su madre y su tío se enteraron de su decisión, se dirigieron inmediatamente a buscarlo al monasterio tratando de convencerlo de que regresara. Finalmente, Brígida, también convencida de la vocación de su hijo, le dijo: Si no fueras a ser buen religioso te diría: ¡Regresa a casa! Pero ahora sé que el Señor te quiere a su servicio. Y en mi dolor al estar separada de tí, le digo resignada: ¡Que Dios te bendiga, hijo mío, y que haga de ti un santo...!
Desde joven había desarrollado una intensa vida interior y de oración que durante sus años de monje había madurado. Pronto se despertó en él la vocación por la vida eremítica que, de acuerdo con la tradición cristiana, se debe hacer viviendo en soledad. Se retiró a la ermita de San Pedro y San Pablo en Gebel an Nour (Montaña de la Luz) que tenía sólo dos habitaciones pequeñísimas y un oratorio también estrechísimo. Comenzó esta vida más austera en el año 1875 y la llevó durante veintitrés años. Se ejercitaba en diversas mortificaciones y en la oración continua; dormía sobre el suelo y comía una sola vez al día. Ordinariamente oficiaba la misa hacia el mediodía de tal forma que pasaba la mañana preparándose para el Santo Sacrificio y la tarde dando gracias a Dios. Vivía en el más absoluto retiro, del que sólo salía para atender alguna necesidad pastoral.
El 16 de diciembre de 1898 estaba celebrando la misa hacia las once de la mañana, cuando le sobrevino un ataque de parálisis en el momento de la consagración. Murió el 24 de diciembre y sus restos reposan en el monasterio de San Maron, actual meta de peregrinaciones y milagros incesantes. Fue canonizado el 9 de octubre de 1977 por el papa Pablo VI. |
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Fuente: OSAnet.org
Antonio Torriani (De la Torre), Beato Médico y Sacerdote Agustino, 24 de julio
| Antonio Torriani (De la Torre), Beato |
Médico de cuerpos y almas Martirologio Romano: En l´Aquila, en la región Vestina, beato Antonio Torriani, presbítero de la Orden de los Ermitaños de San Agustín, médico de cuerpos y almas (1494).
Etimológicamente: Antonio = Aquel que es digno de estima, es de origen latino. Nació en Milán (Italia) hacia el año 1424 de la noble familia de los Torriani o Della Torre. Después de haber estudiado medicina en la universidad de Pavía y durante algún tiempo ejercitado su profesión en Milán, vistió el hábito agustiniano en el convento de San Marcos de esta ciudad, y poco más tarde recibió la ordenación sacerdotal.
Temiendo que la estima y admiración de que le iban rodeando pudieran dañar a su espíritu, con el permiso de los superiores se retiró al convento de San Nicolás de Foligno, donde tuvo una visión de la Virgen María, de la que era devotísimo. Desde allí poco más tarde visitó la santa casa de Loreto. De la ciudad umbra de Spoleto, hacia el 1454, pasó a Roma, y después de visitar las tumbas de los Apóstoles partió en pía peregrinación a Santiago de Compostela. Estos desplazamientos contribuyeron a difundir su fama de santidad, sobre todo por la caridad hacia los enfermos y achacosos, a cuyo servicio ponía con generosidad su conocimientos médicos.
Famoso no sólo por los milagros que obraba sino también por su predicación ardiente y eficaz, en 1474 fue enviado a L'Aquila para aplacar las discordias que laceraban la ciudad. Fue precisamente allí donde se manifestaron mayormente sus virtudes: heroica penitencia, caridad con los apestados, humildad y celo incansable, oración asidua y observancia rigurosa de la regla.
Durante dieciocho años dirigió como maestro de espíritu el monasterio de las agustinas de Santa Lucía de L'Aquila, consiguiendo hacer florecer una ejemplar observancia regular. Fundó también las "manteladas" o "beatas" de San Agustín, con sede en la iglesia homónima, siempre en L'Aquila, piadosa y benemérita asociación que perduraría hasta el 1809.
Disfrutó del don de profecía y de los éxtasis. Al morir el 24 de julio de 1494, fue sepultado en la iglesia de S. Agustín, de donde en 1808 pasó a la de Collemaggio, y en 1838 a la de S. Bernardo. Muy pronto gozó de gran veneración, y su fiesta, celebrada en el aniversario del fallecimiento, contó con misa, himnos y antífonas propias. Su culto fue confirmado el 1 de julio de 1759 por S.S. Clemente XIII, y en 1770 fue dado como protector a la nueva provincia agustiniana aquilana.
Desde 1987 el cuerpo del Beato, venerado junto al de la Beata Cristina, se encuentra en la iglesia del monasterio de las agustinas de San Amico de L'Aquila. |
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Balduino de Rieti, Santo Abad, 24 de julio
| Balduino de Rieti, Santo |
Abad Martirologio Romano: En Rieti, ciudad de la Sabina, san Balduíno, abad, discípulo de san Bernardo en el monasterio de Claraval, que fue enviado por el mismo san Bernardo a esta ciudad para fundar y regir el monasterio de San Mateo sub Lacu (1140).
Etimología: Balduino = compañero valiente. Viene de la lengua alemana.
Balduino era hijo de Berardo, conde los Marsi, y hermano de Reinaldo, abad del monasterio de Monte Casino. Más tarde el Papa Inocencio II lo nombró cardenal en 1138.
Balduino prefirió ser un monje cisterciense. Y tuvo la suerte de estar bajo la égida y dirección del propio san Bernardo de Claraval.
Apenas se ordenó de sacerdote, lo enviaron a un monasterio en el que encontró muchas dificultades. Pero detrás tenía a Bernardo para orientarlo y ayudarle en todo lo que necesitaba.
Murió joven en el año 1140, y está enterrado en la catedral de Rieti, Italia.
En seguida empezó el culto a san Balduino. La gente admiraba en él su santidad, la riqueza de gracias con que Dios lo había adornado, los milagros que hacía en su nombre para la mayor gloria de Dios.
De hecho, sus reliquias se conservan en al altar de la Capilla "de las Gracias".
Todo el rico mundo interior d Balduino tenía la fuente milagrosa de la unión con Dios, de su oración continuada. El trabajo era para él oración, y ésta es el mejor medio para avanzar por la senda a la que Dios llama a todo ser humano que quiere ser más él mismo.
La abadía que rigió durante años, es todo un testimonio de cómo viviendo la oración, llevando una vida austera y entregándose con amor a los hermanos, todo resulta fácil. Por eso, Balduino, siguiendo este tipo d vida, escaló la santidad. |
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Nicolás Hermansson, Beato Obispo, 24 de julio
| Nicolás Hermansson, Beato |
Obispo Martirologio Romano: En Linköping, en Suecia, beato Nicolás Hermansson, obispo, el cual, exigente consigo mismo, se entregó totalmente a su Iglesia y a los pobres, y recibió la custodia de las reliquias de Santa Brígida (1391).
Etimológicamente: Nicolás = Aquel que es vencedor por el pueblo, es de origen griego. Nicolás (Nils) Hermansson fue un destacado obispo y poeta de la Suecia medieval, estrechamente asociado con el Santa Brígida. Nicolás nació un Skanninge (Ostergotland). Temprano en la vida decidió ser un sacerdote. Estudió en París y Orleans; en su retorno a Suecia en 1358 fue canónigo en Linköping y Uppsala. En 1361 era al mismo tiempo archi-diácono y vicario general de la antigua e importante diócesis de Linköping, misma que administró durante la ausencia de su obispo. En 1374 fue elegido obispo de Linköping, cargo en el que lo ratificó el Papa Gregory XI, pero por la oposición del Rey Alberto no pudo tomar posesión hasta 1375.
Nicolás siempre tuvo una alta reputación. Severo consigo mismo, estaba totalmente consagrado a la Iglesia y a los pobres. Activo en su trabajo pastoral, visitó todas las parroquias de su diócesis, promoviendo la dignidad de culto y la moralidad en el clero. Era un predicador incansable, siempre accesible al creyente. Visitaba frecuentemente los monasterios, sobre todo el que Santa Brígida estaba fundando en Vadstena. Fue Nicolás quien presidió el entierro de Santa Brígida en Vadstena en 1374 y quien bendijo el monasterio en 1384. También ayudó substancialmente en su proceso de canonización que se completó en 1391. Él era un fiel devoto de los santos suecos; revivió el culto a San Oscar, el apóstol de Suecia, tenía una devoción especial por San Sigfrido y San Botvido (28 julio). También era poeta litúrgico, escribió los himnos para el oficio de Santa Brigida cuyas Revelaciones él usó como una llamada al arrepentimiento y renovación. Colaboró en cuanto fuera necesario para resistir la opresión abusiva de los reyes, llegando incluso a excomulgar a Alberto y Haakon VI.
Nicolás murió el 2 de mayo de 1391. La fama de su santidad se extendió por toda la Escandinavia, y pronto se comenzaron a reportar milagros al pie de su tumba en la catedral de Linköping. Éstos acontecimientos serían registrados en 1402. En 1414 todo el episcopado sueco solicitó al cardenal Baldassare Cosa (el antipapa Juan XXIII) las canonizaciones de Brinolf de Skara, Ingrid de Skanning, y Nicolás de Linköping. El Concilio de Constanza autorizó la apertura del proceso de la canonización. El proceso formal sobre su vida y milagros fue sustentado en Linköping y Vadstena; es interesante y particular el analizar las virtudes de Nicolás y la vida religiosa en Suecia en momentos en que se vivía el Cisma de Occidente, mismo que terminó en 1417 con la elección de Martin V quien depuso a sus predecesores sismáticos. El Papa Martin V confirmó el trabajo de la comisión para la canonización de Nicolás, pero el proceso nunca se finalizó formalmente. El traslado solemne de sus reliquias tuvo lugar en Linköping en 1515. Posteriormente en 1523 el obispo autorizó la impresión del Oficio y Misa. Su festividad era anteriormente el 24 de julio pero se ha restaurado recientemente a la fecha de su muerte: 2 de mayo.
Nicolás no ha sido canonizado todavía formalmente, sería apropiado orar para que pueda darse la culminación de su proceso. Su culto y memoria deben ser una inspiración para la Iglesia Católica en Suecia, muy herida por la reforma protestante y sus consecuencias, pero que ha experimentado un pequeño pero significativo resurgir. |
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Fuente: stjteresianas.pcn.net
Mercedes del Sagrado Corazón Prat, Beata Virgen y Mártir, 24 de julio
| Mercedes del Sagrado Corazón Prat, Beata |
Virgen y Mártir Martirologio Romano: En Barcelona, España, beata María de la Merced Prat, de la Sociedad de Santa Teresa de Jesús, virgen y mártir, que durante la guerra civil española fue condenada a muerte por ser religiosa (1936). La Madre Mercedes nació en Barcelona (España) el 6 de marzo de 1880. Su padre, Don Juan Prat, murió el 26 de mayo de 1895, y su madre Doña Teresa Prat entregó su alma al Señor, un año después, el 16 de mayo de 1896.
En el Colegio de la Compañía de Santa Teresa de Jesús hizo su primera Comunión el 30 de junio de 1890. Una de las enseñanzas de las Teresianas que asimiló bien pronto fue la oración, especialmente en la práctica del famoso "Cuarto de Hora de Oración" que tanto inculcó el Padre Enrique de Ossó a las jóvenes de la Archicofradía, a la que ella pertenecía.
Mercedes dio pronto razón de su entusiasmo por la Compañía de Santa Teresa y su apostolado fundamental: "Para la Gloria de Dios y para Bien de la Religión, no hay nada mejor que los Institutos dedicados al apostolado de la enseñanza. Son sumamente necesarios". El Noviciado le abrió sus puertas el día 27 de agosto de 1904. Entonces la Superiora General era la Fundadora María Teresa Blanch, y Maestra de Novicias la Madre Francisca Pla.
Una de las Hermanas con las que convivió definió a Mercedes Prat como "Una teresiana según el Corazón de Dios". El día 1 de marzo de 1905 vistió el hábito de la Compañía, y el día 10 de marzo de 1907 hizo los votos temporales y empezó su nueva vida de profesa en el lugar donde la obediencia la destinó.
El carácter natural de Mercedes se define por estas tres características más señaladas: 1ro. Simpatía natural en el trato y firmeza de carácter. 2do. Ecuanimidad y equilibrio en las reacciones. 3ro. Prudencia y verdad en su hablar y actuar.
La Madre Mercedes era considerada como una religiosa ejemplar por todas las Hermanas de la Comunidad, entre ellas así lo manifestó la Hna. María Teresa Fernández, quien también convivió con ella.
Una de las junioras que la conoció a través del trato que con ella tenían en el recreo, dijo: "Recuerdo que todas la apreciábamos por su afabilidad y virtud". La Hna. Joaquina Miguel, su compañera en la detención y en el suplicio, asegura con sencillez encantadora que "era muy buena y muy santa".
Su hermana Teresa Prat, asegura, que desde su niñez fue un alma entregada a Dios… como hermana mayor, nos hablaba del cielo y de los deseos de su posesión, excitándonos a los demás hermanos a la elevación de nuestra alma hacia Dios. Pero fue Cristo - atraída especialmente por su Corazón - el gran amor de su vida.
Dijo la Hna. Pilar Suárez Inclán, que manifestaba con sencillez su amor a la Persona de Cristo en sus misterios, especialmente en su Sagrado Corazón. Repetía con frecuencia cuando hablaba de los peligros de la revolución que se desarrollaba en España:"suceda lo que suceda, el Corazón de Jesús triunfará".
La situación venía siendo crítica desde los últimos años de la República, se veía venir el desenlace. Silenciosamente pero sopesando los hechos, ella sabía que estaban en peligro, pero fue entonces cuando se le vio prolongar sus ratos de oración ante el Sagrario. De allí, sin duda, le vendría aquella confianza ilimitada y más adelante, aquella fortaleza ejemplar.
Corría el mes de julio de 1936 cuando tuvo oportunidad de dar testimonio de su obediencia y entrega. Al preguntarle unos milicianos quién era, respondió que una religiosa de enseñanza, y al preguntarles si sabían que por eso podían ser fusiladas, Mercedes y la Hermana que le acompañaba no lo ignoraban. "Nos van a matar", dijo al salir de Ganduxer, "pero vamos allá, obedeceré porque el Señor lo quiere". Fueron horas de angustia para las dos hermanas: interrogatorios, amenazas, simulacro de fusilamiento…Fue un día largo el 23 de julio.
Al fin, la madrugada del 24, en la carretera de la Rabasada, el pelotón de fusilamiento encontró a Mercedes con la oración en los labios. Se oyeron unos disparos. Herida de muerte repitió entre gemidos: "Jesús, José y María" y sus últimas palabras fueron las del Padrenuestro "Perdónanos como Perdonamos…"
Cuando su compañera le cerró los ojos la vio como "el angel del dolor".-
El día 21 de mayo de 1955 los restos mortales de la M. Mercedes Prat fueron depositados en el cementerio de Las Corts en una urna que se colocó en nicho propio de la Compañía. Allí espera su cuerpo la resurrección.
El 29 de abril de 1990 fue Beatificada por el Papa Juan Pablo II. |
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Fuente: Enciclopedia-Aragonesa.com
María Pilar de San Francisco Borja y compañeras, Beatas Virgenes y Mártires, 24 de julio
| María Pilar de San Francisco Borja y compañeras, Beatas |
Vírgenes y Mártires Martirologio Romano: En la ciudad de Guadalajara, en España, beatas María Pilar de San Francisco Borja (Jacoba) Martínez García, Teresa del Niño Jesús y de San Pablo de la Cruz (Eusebia) García y García, y María Ángeles de San José (Marciana) Valtierra Tordesillas, carmelitas descalzas, vírgenes y mártires, todas ellas coronadas con el martirio durante la guerra, mientras aclamaban a Cristo, su Esposo (1936). (Tarazona, 1877 - Guadalajara, 1936). Nació un 30 de diciembre en la calle Garnacha, número 1, hoy calle doña Valeriana Irazoqui, muy cerca de la Merced. Fue el undécimo de los hijos del matrimonio compuesto por Luis Martínez y Gabina García. Fue bautizada con el nombre de Jacoba en el templo catedralicio de Tarazona (parroquia de San Andrés) y confirmada por el obispo don Ramón Fernández en la iglesia de Santa María Magdalena.
Sus hermanos Julián y Severiana ya habían sentido la llamada de la vocación religiosa, y ella, aunque de niña confesaba a su madre que no quería ser monja, el 12 de octubre de 1898 entra Carmelita Descalza en el convento de San José de Guadalajara; desde esta fecha se llamará hermana María Pilar de San Francisco de Borja. Fue una monja carmelita ejemplar: humilde, alegre y feliz de entregarse a Dios en los demás. Monseñor Jesús Pla, obispo de Sigüenza-Guadalajara, en la pastoral "Del Carmelo al Calvario", en que daba cuenta de la beatificación, resaltó el amor de la hermana María Pilar a la Eucaristía.
Su vida discurrió en el convento hasta el día 24 de julio de 1936 en que, junto a otras dos carmelitas, las hermanas María Ángeles de San José y Teresa del Niño Jesús, fue fusilada por los milicianos. Dos días antes de morir habló con la madre priora para decirle: "Madre, he pedido al Señor que si desea víctimas en esta comunidad, me escoja a mí y libre a las demás".
Tras un largo y costoso proceso, congelado durante dieciocho años para evitar interpretaciones de signo político, en 1986 llegó el decreto de Juan Pablo II certificando que las tres religiosas carmelitas habían sido declaradas mártires y que su proclamación como beatas tendría lugar el día 29 de marzo de 1987.
Su beatificación se celebró, junto a la del cardenal Marcelo Spínola y el sacerdote Manuel Domingo Sol, en una ceremonia de especial importancia para la Iglesia Católica española, pues desde el siglo xvii no se vivía la circunstancia de reunir cinco nuevos beatos.
Para la Iglesia de Aragón el acontecimiento tiene una importancia añadida. La monja carmelita es la primera mujer que llega a los altares con el nombre de Pilar. Con tal motivo, por decisión del Cabildo Metropolitano, se va a colocar una imagen de la Beata en la Basílica del Pilar de Zaragoza.
El sepulcro y las reliquias de la hermana María Pilar se encuentran en Guadalajara. En Tarazona sólo se conservan las partidas de nacimiento y confirmación. |
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Fuente: Diocesisgetafe.es
María Ángeles de San José (Marciana) Valtierra Tordesillas, Beata Virgen y Mártir, 24 de julio
| María Ángeles de San José (Marciana) Valtierra Tordesillas, Beata |
Virgen y Mártir Martirologio Romano: En la ciudad de Guadalajara, en España, beatas María Pilar de San Francisco Borja (Jacoba) Martínez García, (Eusebia) García y García, y María Ángeles de San José (Marciana) Valtierra Tordesillas, carmelitas descalzas, vírgenes y mártires, todas ellas coronadas con el martirio durante la guerra, mientras aclamaban a Cristo, su Esposo (1936). Nace en Getafe (Madrid), a vista del Cerro de los Angeles y de su Monumento al Sagrado Corazón de Jesús el 5 de marzo de 1905.
Bautizada el día 12 del mismo mes y año en la parroquia de Santa María Magdalena de Getafe, (catedral). Se le puso el nombre de Marciana, era la décima de la familia. Fueron sus padres Manuel Valtierra y Lorenza Tordesillas. De carácter manso y tranquilo. Era la alegría de su casa. Su familia estaba rodeada de religiosas; tres hermanas de su padre fueron monjas de clausura, de vida muy edificante, así como dos primas y una sobrina carmelita descalza en Alcalá de Henares. Su hermana Marcelina también entró en las Concepcionistas franciscanas de Alcalá de Henares.
Con 3 años ingresó en el colegio que en Getafe tienen las religiosas de la Sagrada Familia, en esta fecha ya había perdido a su madre. Comenzó pronto a destacar por sus virtudes; era dócil, humilde, aplicada, piadosa, encanto de maestros y compañeras de colegio. Y comenzó a manifestar esas virtudes que distinguirían toda su vida. Desde su juventud la caridad era su virtud más sobresaliente; se desvivía por los pobres, a los que ayudaba en sus necesidades. Jamás se buscaba en nada y era toda alegre y amable para los demás, hasta el punto que una de sus amigas decía": Si vivimos mucho, veremos a Marciana en los altares". Su espíritu misionero le llevaba hasta jugar a la lotería con intención de darlo a los misioneros y siempre le tocaba algún pequeño premio.
El 3 de junio de 1910 recibió el Sacramento de la Confirmación.
El 1 de mayo de 1913 hizo su primera comunión, para la que se preparó con muchos sacrificios, deseando desde ese hermoso día consagrarse por entero al Señor en la vida religiosa. Ese día deseó vestir a una niña pobre. Nadie supo la profundidad de aquel encuentro tan deseado, que se reflejaba en sus ojos. No hay que creer que era una niña osca y retraída, hacía muy bien los papeles que le confiaban en el colegio en los teatrillos; hizo llorar al público representando el de huerfanita, cuando aún era muy pequeña. La caridad era su virtud favorita. Con muy pocos años ayudaba a su madre a repartir limosna a los pobres, que quería hacerlo por su mano, si veía alguno por la calle le preguntaba si había comido y se lo llevaba a su casa. Ya de mayor cosía ropa para los niños pobres, se alistaba en las Conferencias de San Vicente de Paúl para ir a visitarlos, y socorrerlos también palabras evangélicas. Pertenecía a las Hijas de María y al Apostolado de la Oración y daba catequesis a los niños. Con celo apostólico se desvivía por la propagación de la fe, juntaba limosnas y sellos para las misiones.
¡ El gran valor que tiene el ambiente cristiano de la familia para la formación y maduración de la fe de sus miembros!
Sus grandes devociones fueron siempre el Sagrado Corazón de Jesús y la Santísima Virgen. Tuvo la dicha de asistir el 30 de mayo a la consagración de España. Hecha por el rey Alfonso XIII en el Cerro de los Angeles.
A los 12 años escribía a su hermana religiosa "cuando perdí a mamá, como era tan pequeña, no me di cuenta de lo que perdía. ¡ Cuánta falta me hace! pero he tomado por mi Madre a la Santísima Virgen".
El cuidado de su padre y de dos tías, una de ellas paralítica, retrasaron el cumplimiento de su vocación. Era un sacrificio, pero lo sufría con paz viendo la voluntad de Dios. Es natural que viviendo tan cerca del Cerro de los Angeles, donde florecía el convento de Carmelitas Descalzas, subiera a pedir puesto en sus filas. La recibió la Madre Maravillas, pero tuvo que desengañarla. No había plaza en el número limitado por la regla. Tendría que esperar, mucho tiempo. Pero la aspirante tenía prisa, ¡ bastante lo había demorado, por caridad con sus familiares!
El 14 de julio de 1929, cumplidos los 24 años con la sonrisa en los labios, disimulando su dolor ante la pena de sus queridos, dejaba casa, padre y hermanos y recibiría el ciento por uno, entrando en el Carmelo de San José de Guadalajara. Era feliz, ya "sola con Dios solo" en el puerto deseado.
En 1930 toma el hábito con el nombre de Mª Angeles de San José. Elige este nombre por amor a la Virgen de los Angeles; hoy patrona de la Diócesis de Getafe, bajo esta advocación.
El 21 de enero de 1931 hizo su profesión simple y tres años más tarde la solemne. Destacó entre otras muchas virtudes por su humildad y caridad, huía de sobresalir en algo.
El 26 de marzo de 1934 pasó por la pena de perder a su padre, fue muy doloroso para su corazón, pero disimulaba, era una de las cualidades de su carácter. El anhelo del martirio crecía en cada corazón de estas benditas 18 carmelitas que componían el Carmelo de San José. En Alcalá, Guadalajara y Madrid no solo los oficiales del Ejército sino también los sacerdotes eran insultados públicamente y martirizados.
El 22 de julio de 1936, Guadalajara fue tomada. Había que abandonar el convento. Las monjas vestidas de seglares se disponían a salir cuando llegó el capellán D. Eulogio Cascarejo (que poco después alcanzaría también la palma del martirio), a darles la comunión y les dijo: "Comulguen por viático". En estos momentos acude la portera y les dice que no se demoren en salir pues vienen a quemar el convento. Salen de dos en dos y se reparten en casas conocidas, allí oran sin cesar.
El 24, siendo muchas en el mismo lugar y comprometiendo a la dueña, salen para la casa de otra amiga suya: la Hna.Teresa, Hna. Pilar y la Hna. Mª Angeles. Salen sobre las 4 de la tarde y al pasar junto a un camión donde unos milicianos estaban merendando, una miliciana al verlas, exclamó: "Disparadles, son monjas". Se bajan del camión y van en su busca. Ya habían entrado en el portal, pero las obligan a salir a la calle. La primera en salir es la Hna. Mª Angeles de San José, le dispararon varios tiros, cae mortalmente herida y en el silencio entrega su vida a Dios. ¡ El amor a Jesús es más fuerte que la muerte!. La noche anterior le había dicho a la Priora: ¡"Madre, qué dicha si fuéramos mártires". !
Uno de sus confesores manifestó: ″La hermana Mª Angeles habría alcanzado la santidad, aunque no hubiera padecido el martirio".
Vivió con fidelidad toda su vida "La aventura de su entrega".
Del himno que se canta en honor de las tres mártires que no jugaron a ser monjas, ni a ser santas sino que vivieron siéndolo en serio y por ello dieron su sangre: "Tres palomas del Carmelo volaron hacia el Señor tan alto alzaron el vuelo que dieron caza al AMOR" El 15 de marzo de 1941, el P.Silverio de Santa Teresa, previos los trámites requeridos, se recuperan los restos y trasladarlos a su querido convento, yacían en una fosa común; fueron pronto reconocidas, llevaban aún en su pecho sus crucifijos y restos del cilicio y de la disciplina, joyas que la Hna. Mª Angeles llevaba consigo al dejar el claustro. Estuvieron dos días depositados en la capilla del cementerio cada una en su humilde caja de madera. El 17 de marzo fue el traslado triunfal de allí al convento. Al día siguiente fueron colocadas en los nichos de la pared frontal de la cripta del Monasterio.
El 21 un piadosísimo funeral cerró los cultos. Lo ofició, con gran emoción, D.Julián García, hermano de la Hna.Teresa del Niño Jesús.
El 29 de marzo de 1987, fue beatificada por el Papa Juan Pablo II, junto con las hermanas Teresa del Niño Jesús y Mª del Pilar de San Francisco de Borja.
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uente: Carmelnet.org
Teresa del Niño Jesús y de San Juan de la Cruz (Eusebia) García y García, Beata Virgen y Mártir, 24 de julio
| Teresa del Niño Jesús y de San Juan de la Cruz (Eusebia) García y García, Beata |
Virgen y Mártir Martirologio Romano: En la ciudad de Guadalajara, en España, beatas María Pilar de San Francisco Borja (Jacoba) Martínez García, Teresa del Niño Jesús (Eusebia) García y García, y María Ángeles de San José (Marciana) Valtierra Tordesillas, carmelitas descalzas, vírgenes y mártires, todas ellas coronadas con el martirio durante la guerra, mientras aclamaban a Cristo, su Esposo (1936). Nació en Mochales (Guadalajara) el 5.3.1909 y se llamó Eusebia. Fue la segunda de ocho hermanos. Sus padres, Juan y Eulalia, la educaron en una fe recia y generosa.
La lectura de la Historia de un alma, de Santa Teresa del Niño Jesús, fue la causa última de su vocación carmelita. Ingresó en el Carmelo asus 16 años, en 1925. Desde un principio tomó la vida religiosa en serio y decidió ser santa a toda costa.
Su martirio fue una maravilla: los milicianos intentaron engañarla y abusar de ella, pero no sabían con quién trataban. Huyó corriendo, y mientras la cosían a balazos, gritaba: "¡Viva Cristo Rey...!" Era el 24.7.1936.
El 29 de marzo de 1987 el papa Juan Pablo II beatificaba a estas tres carmelitas, muertas mártires de Jesucristo cincuenta años antes. |
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Fuente: franciscanos.net
Modestino de Jesús y de María Mazzarell, Beato Presbítero, 24 de julio
| Modestino de Jesús y de María Mazzarell, Beato |
Presbítero Martirologio Romano: En Nápoles, ciudad de la Campania, beato Modestino de Jesús y de María (Domingo) Mazzarello, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, que, cercano siempre a toda clase de pobres y afligidos, al asistir a los moribundos en tiempo de cólera murió contagiado de la misma enfermedad (1854). (1802‑1854)
Beatificado por Juan Pablo II en enero de 1995.
Nació en Frattamaggiore, Provincia de Nápoles, diócesis de Aversa, el 5 de septiembre de 1802, hijo de Nicola Mazzarella, cordelero, y Teresa Esposito, tejedora, humildes artesanos pero ejemplares padres cristianos. Bautizado al día siguiente de su nacimiento con el nombre de Domingo. Sirvió como monaguillo en la parroquia y ayudaba en el culto a la Santísima Virgen Madre del Buen Consejo.
A los 16 años fue acogido gratuitamente en el seminario de Aversa por el obispo Mons. Agostino Tommasi, al fallecer trágicamente éste hubo de volver a casa, pero no descuidó sus estudios de preparación para el sacerdocio. Atraído luego por la vida austera de los Hermanos Menores del vecino convento de Grumo Nevaro, vistió el hábito franciscano en el convento de Piedimonte Matese el 3 de noviembre de 1822, hizo el noviciado en el convento de Santa Lucía al Monte, Nápoles, hizo los votos el 27 de noviembre de 1824, fue ordenado sacerdote el 22 de diciembre de 1827 en la catedral de Aversa.
Dedicado a la predicación y al sacramento de la reconciliación, fue guardián en varios conventos. En 1839 fue trasladado al convento de Santa María della Sanità, en uno de los barrios más populares de la ciudad de Nápoles, donde permaneció hasta su muerte, ejerciendo un provechoso y admirable ministerio sacerdotal sobre todo a favor de los más pobres y enfermos. Se distinguió sobre todo por su celo en la defensa de la vida naciente y la difusión de la devoción a la Santísima Virgen bajo la advocación de Madre del Buen Consejo, la devoción de su juventud.
Se integró con cristiana compasión en el contexto social de su gente, y supo adaptar con formas adecuadas a la cultura y a la mentalidad de su tiempo el eterno evangelio de la caridad y de la paz, haciendo surgir del fondo del alma y del corazón del generoso pueblo napolitano insospechadas energías espirituales y morales.
El 24 de julio de 1854, afectado por el cólera contraído mientras asistía a las víctimas de esa epidemia, después de haber pedido perdón a los hermanos e invocado con filial fervor a la Madre del Señor, fue acogido por el Resucitado en el reino de los bienaventurados, con gran pesar de sus beneficiados y de toda Nápoles. Modestino, con su vida de apertura a las necesidades de los pobres y marginados de su tiempo, sigue siendo un modelo sobre todo para los consagrados, y es un llamamiento a dar testimonio con vigor y coherencia del evangelio de la caridad, e invita a los jóvenes a responder con valor y entusiasmo a la invitación de Aquel que los quiere hoy como colaboradores de Dios y testigos de su misericordia. |
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Fuente: Enciclopedia Católica
Juan Boste, Santo Presbítero y Mártir, 24 de julio
| Juan Boste, Santo |
Presbítero y Mártir Martirologio Romano: En Durhan, en Inglaterra, san Juan Boste, presbítero, que, siendo reina Isabel I, por ser sacerdote sufrió el martirio y ante el juez no cesó de dar ánimos a sus compañeros (1594). Sacerdote y mártir, nacido de una buena familia católica en Dufton, en Westmorelan, aproximadamente en 1544. Murió en Durham, el 24 de julio de 1594. Estudió en el Queen College, Oxford, de 1569 a 1572, llegó a ser integrante de la academia, y fue recibido en la Iglesia de Brome, en Suffolk, en 1576. Renunció a su pertenencia a la academia en 1580, y fue a Reims, donde fue ordenado sacerdote el 4 de marzo de 1581, y en abril fue enviado a Inglaterra.
Fue a Hartlepool y llegó a ser un dedicado misionero, a tal grado que los perseguidores hicieron extraordinarios esfuerzos por capturarlo. Al final, tras muchas veces en que pudo escapar por estrecho márgen, fue enviado a Waterhouses, la casa de William Claxton, cerca de Durham, traicionado por uno de los eglesfield, el 5 de julio de 1593. Ese lugar aún es visitado por católicos. Desde Durham, fue enviado a Londres, al lugar "de resolución, sobresaliente, gozoso y placentero", aunque terrible, de la Torre de Londres.
Fue enviado de retorno a Durham en 1594, se mantuvo siempre con gran valentía y resolución e indujo a su compañero mártir George Swalwell a convertirse al ministerio, este último, aún con reticencia, se arrepintió de su cobardía, absolviéndolo públicamente en la corte. Sufrió en Dryburn, en las afueras de Durham.
Nuestro personaje recibió el Angelus mientras montaban el cadalso. Fue ejecutado con extraordinaria brutalidad, se le mantuvo en el patíbulo cuando fue cortado, de manera que los cortes se hicieron en su cuerpo estando aún vivo y de pié. Un recuento del juicio y de la ejecución ha sido escrito por un testigo visual, el venerable Christopher Robinson, quien también fue martirizado tiempo después en Carlisle.
Fue canonizado por Paulo VI entre los Cuarenta Mártires de Inglaterra y Wales, cuyo día de conmemoración es el 25 de octubre |
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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Luisa de Saboya, Beata Princesa, 24 de julio
| Luisa de Saboya, Beata |
Pricesa, Viuda, Religiosa Martirologio Romano: En Orbe, de Saboya (hoy en el cantón de Vaud), beata Luisa, religiosa, hija del duque beato Amadeo, que contrajo matrimonio con el príncipe Hugo de Châlon-Arlay y, fallecido éste, profesó la Regla de Santa Clara, reformada por santa Coleta, viviendo fielmente y con humildad la vida religiosa (1503). La muy encumbrada, poderosa, acaudalada e ilustre dama, Luisa de Saboya señalada por Dios para convertirse en una humilde monja de las Clarisas Pobres, nació en el año de 1461, en cuna de oro, como se dice. Fue hija de Amadeo IX, duque de Saboya, y también beatificado; por parte de su madre, Yolanda, fue nieta del rey Carlos VII de Francia, sobrina del rey Luis XI y prima de Santa Juana de Valois. El duque murió antes de que su hija cumpliese los nueve años, y la pequeña Luisa fue admirablemente educada por su madre. Desde muy temprana edad dio muestras de poseer cualidades espirituales extraordinarias. Catalina de Saulx, una de las damas de honor de Luisa escribió sobre ella estas palabras: "Era tan dulce y generosa, bien dispuesta, y amable, que despertaba el afecto de todos que se dejaban llevar por su atractivo y conquistar por su encanto". A la edad de dieciocho años, se caso con Hugo de Chálons, señor de Nozeroy, un hombre tan bueno como rico y poderoso, quien, de completo acuerdo con su mujer, impuso en su hogar una vida perfectamente cristiana. Tanto por ejemplo como por precepto, marido y mujer crearon un alto nivel de vida moral y material para todos los que moraban en sus tierras y dependían de ellos de alguna manera. En contraste con los palacios y residencias de los otros nobles acaudalados, la suntuosa casa de los de Chálons parecía un monasterio. Con especial empeño se combatía la costumbre de jurar o usar palabras groseras; la señora Luisa fue, sin duda, la primera ama de casa que tuvo una alcancía para los pobres, en la que todos los que vivían o visitaban su casa, tenían obligación de echar dinero, si se les iba la lengua y decían malas palabras. Luisa prodigó ampliamente su caridad hacia los enfermos y necesitados, hacia las viudas y los huérfanos especialmente hacia los leprosos.
Al cabo de nueve años de felicidad matrimonial, murió el esposo y como no hubo hijos, Luisa empezó a prepararse para su retiro de este mundo. Necesitó dos años para poner en orden sus asuntos y, durante este lapso, usó el hábito de los terciarios franciscanos, aprendió a decir los divinos oficios y se levantaba a la medianoche para rezar los maitines. Cada viernes se disciplinaba; distribuyó su fortuna, contradijo y desoyó las objeciones de sus parientes y amigos. Después, en compañía de sus dos damas de honor, Catalina de Saulx y Carlota de Saint-Maurice, fue admitida en el convento de las Clarisas Pobres de la ciudad de Orbe, cuyo monasterio había sido fundado por la madre de Hugo de Chálons y, en 1427, estaba ocupado por una comunidad de Santa Coleta. Luisa, que había sido un modelo de doncella, de esposa y de viuda, fue siempre una religiosa ejemplar. No obstante su elevada cuna, su humildad era sincera y natural: lavaba los platos, barría, ayudaba en la cocina, limpiaba los corredores y todo lo hacía bien y con gusto; con la misma sencillez y naturalidad, aceptó y desempeñó el puesto, cuando la eligieron abadesa. En este cargo, mostró especial solicitud en servir a los frailes de su orden, y cualquiera de ellos que llegase a hospedarse en el convento, era atendido a cuerpo de rey; la presencia de los padres y de los hermanos era como una bendición de Dios y nada podía faltar a los hijos del "buen padre San Francisco". A la edad de cuarenta y dos años, murió Luisa de Saboya y, en 18399, se aprobó el antiguo culto de esta sierva de Dios. |
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Fuente: Franciscanos.net
Kinga (Cunegunda), Santa Princesa de Polonia, 24 de julio
| Kinga (Cunegunda), Santa |
Virgen Martirologio Romano: En Stary Sacz, de Tarnow, en Polonia, santa Kinga o Cunegunda, hija del rey de Hungría y casada con el príncipe Boleslao, la cual, de acuerdo con su esposo, conservó su virginidad y, muerto éste, profesó la vida religiosa bajo la Regla de Santa Clara, en el monasterio fundado por ella misma (1293). Virgen y religiosa de la Segunda Orden (1224‑1292). Aprobó su culto Alejandro VIII el 11 de junio de 1690. Canonizada por Juan Pablo II en 1999.
Cunegunda (Kinga) nació en 1224 hija de Bela IV rey de Hungría y de Teodora Laskarysa, y fue hermana de las Beatas Yolanda y Margarita. En 1238 fue dada como esposa al príncipe de Cracovia, Boleslao el Púdico, a quien indujo a hacer voto de castidad junto con ella. En la corte Cunegunda llevó una vida mortificada dedicando el tiempo libre de las oraciones y ocupaciones domésticas a la asistencia a los enfermos y a los pobres. Con el marido promovió la canonización de San Estanislao, Obispo de Cracovia, asesinado en 1079, lo cual obtuvo en 1253.
La muerte del rey Boleslao en 1279 rompió el único lazo que la unía al mundo y, rechazadas todas las propuestas de dirigir los destinos del Estado, ingresó en el monasterio de las Clarisas en Stary Sacz, fundado por ella con los bienes de su dote. Allí sus virtudes brillaron en todo su esplendor. Cediendo a los insistentes ruegos de las hermanas, asumió, aunque contra su deseo, las funciones de abadesa y, sin embargo, se comportaba como si fuera inferior a todas, dando ejemplo de profunda humildad. El descubrimiento del agua dentro del monasterio, que de otra manera debían traer de lejos, se atribuyó a sus oraciones. A ella se debe también el prodigioso descubrimiento de sal gema en Bochnia.
Su permanencia en el monasterio duró trece años. Dulce y afable con las cohermanas, obedecía como si fuera la última de ellas, escogía para sí los trabajos más humildes, como lavar la vajilla, asear la casa y asistir a los enfermos. Cuando entró en el monasterio había dicho a las religiosas: "Vengo a ustedes para ser sierva suya: olviden lo que he sido en el pasado; y ténganme como una humilde religiosa más". La oración y una rigurosa penitencia eran su continua aspiración. La meditación de la Pasión del Salvador la hacía derramar abundantes lágrimas y las llagas de Jesús eran objeto de su especial devoción.
Como abadesa, Cunegunda dirigió la comunidad con prudencia y caridad verdaderamente maternales, impulsando a las cohermanas a la perfección más con el ejemplo que con las palabras.
Cuando en 1287 Polonia fue invadida por los tártaros, Cunegunda y sus 70 cohermanas debieron abandonar el monasterio y refugiarse en el castillo de Pyiemin. Los tártaros llegaron también al nuevo refugio. Las hermanas, espantadas se arrojaron a los pies de su Madre y se repitió el milagro de Santa Clara de Asís. También aquí los agresores fueron detenidos por una fuerza invisible. Y así, un tiempo más tarde pudieron las hermanas volver a su monasterio. Después de un año de enfermedad, confortada con una aparición de San Francisco, Cunegunda murió a los 68 años el 25 de julio de 1292. |
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Fuente: Corazones.org
Boris y Gleb, Santos Mártires, 24 de julio
| Boris y Gleb, Santos |
Mártires Martirologio Romano: En Rusia, santos Boris y Gleb, mártires, príncipes de Rus e hijos de san Vladimiro, que prefirieron morir antes que oponerse por la fuerza a su hermano Svatopolk. Boris consiguió la palma del martirio cerca de Pereislavia, junto al río Altam, y Gleb, poco después, junto al río Dneper, cerca de Smolensko (1015). Boris y Gleb, hijos de San Vladimiro, Duque de Muscovy y nietos de Santa Olga.
Boris desde pequeño fue muy piadoso y pensó ser monje pero, siguiendo el consejo de su padre, se casó siendo joven. Era gobernador de la ciudad de Rostov mientras que Gleb de la ciudad de Murom.
Los hermanos se amaban y sobre todo amaban a Dios. Pero tenían un hermano mayor, Svyatopolk, que era sanguinario y se reveló sin éxito contra su padre. Este le perdonó pero el joven no cambió de corazón. Una vez muerto su padre decidió matar a sus hermanos para obtener poder absoluto. Boris se enteró y se enfrentó con un dilema: ¿como debe actuar un cristiano en esta circunstancia? Recordó las palabras del Nuevo Testamento: "Si un hombre dice amar a Dios pero odia a su hermano, es un mentiroso" Después de una difícil lucha interna, decidió no presentar resistencia. Boris despidió a sus hombres y se quedó solo con un sirviente junto al rió Alta para esperar a los asesinos. Pasó su última noche en lágrimas y oración, confortado por los salmos y los Evangelios. Recordó también como Sta. Bárbara fue asesinada por su propio padre. En la mañana entraron los asesinos a su tienda y lo hirieron. Boris pidió que le dejaran vivir un momento mas para finalizar su oración. Entonces se ofreció como cordero de sacrificio diciendo: "Dense prisa en completar vuestro trabajo y que la paz sea con mi hermano Svyatopolk y con ustedes mis hermanos".
El principe Gleb, unos años mas joven que Boris, fue asesinado mas tarde en el río Dnieper. Al principio pidió que no le matasen pero al fin aceptó su destino con paz y dijo a los asesinos: "Si desean saciar su sed con mi sangre, me entrego a ustedes, mis hermanos, y a mi hermano, mi príncipe". Proclamó entonces que la muerte es el nacimiento a una vida nueva.
Los dos hermanos no buscaron la muerte ni murieron por causa de su fe sino por intereses políticos del hermano mayor. Pero ante la muerte los dos hermanos libremente optaron por actuar como cristianos, no devolvieron mal por mal sino que optaron por el perdón y la confianza en Dios.
El pueblo ruso, recién convertido al cristianismo, quedó profundamente impresionado con la conducta cristiana de los dos jóvenes príncipes que se unieron a la pasión de Cristo. Para ellos el ejemplo de Boris y Glen fue una maravillosa enseñanza de como vivir el cristianismo y del poder que Dios otorga para lograrlo. "Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen".
Canonizados (reconocimiento del culto) en 1724 por el papa Benedicto XIII
Oremos para que el ejemplo de los Santo Boris y Gleb inspire a Rusia y a todo el mundo a la paz cristiana. |
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net
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