†
JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según San Mateo 13, 24-43
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús propuso esta parábola a la gente:
"El Reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras los trabajadores dormían, llego un enemigo del dueño, sembró cizaña entre el trigo y se marchó. Cuando crecieron las plantas y se empezaba a formar la espiga, apareció también la cizaña. Entonces fueron los trabajadores a decirle al amo:
"Señor, ¿qué no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, salió esta cizaña?"
El amo les respondió:
"De seguro lo hizo un enemigo mío".
Ellos le dijeron:
"¿Quieres que vayamos a arrancarla?"
Pero él les respondió:
"No. No sea que al arrancar la cizaña, arranquen también el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta el tiempo de la cosecha, y cuando llegue la cosecha, diré a los segadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en gavillas para quemarla; y luego almacenen el trigo en mi granero"".
Luego les propuso esta otra parábola:
"El Reino de los cielos es semejante a la semilla de mostaza que uno siembra en un huerto. Ciertamente es la más pequeña de todas las semillas, pero cuando crece, llega a ser más grande que las hortalizas y se convierte en un arbusto, de manera que los pájaros vienen y hacen su nido en las ramas".
Les dijo también otra parábola:
"El Reino de los cielos se parece a un poco de levadura que tomó una mujer y la mezcló con tres medidas de harina, y toda la masa acabó por fermentar".
Jesús decía a la muchedumbre todas estas cosas con parábolas, y sin parábolas nada les decía, para que se cumpliera lo que dijo el profeta: "Abriré mi boca y les hablaré con parábolas; anunciaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo".
Luego despidió a la gente y se fue a su casa. Entonces se le acercaron sus discípulos y le dijeron:
"Explícanos la parábola de la cizaña sembrada en el campo".
Jesús les contestó:
" El sembrador de la buena semilla es el Hijo del hombre, el campo es el mundo, la buena semilla son los ciudadanos del Reino, la cizaña son los partidarios del maligno, el enemigo que la siembra es el diablo, el tiempo de la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
Y así como recogen la cizaña y la queman en el fuego, así sucederá al fin del mundo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles para que arranquen de su Reino a todos los que inducen a otros al pecado y a todos los malvados, y los arrojen en el horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación.
Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/swf/l.swf?video_id=v82JVdXAUUs
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? abortar (todos los métodos anticonceptivos son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.
† Misal
16o. Dom Ord Ciclo A
Antífona de Entrada
Señor Dios, tú eres mi auxilio y el único apoyo de mi vida; te ofreceré de corazón un sacrificio y te daré gracias, Señor, porque eres bueno.
Oración Colecta
Oremos:
Míranos, Señor, con amor y multiplica en nosotros los dones de tu gracia para que, llenos de fe, esperanza y caridad, permanezcamos siempre fieles en el cumplimiento de tus mandatos.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Al pecador le das tiempo para que se arrepienta
Lectura del libro de la Sabiduría 12, 13.16-19
No hay más Dios que tú, Señor, que cuidas de todas las cosas. No hay nadie a quien tengas que rendirle cuentas de la justicia de tus sentencias. Tu poder es el fundamento de tu justicia, y por ser el Señor de todos, eres misericordioso con todos.
Tú muestras tu fuerza a los que dudan de tu poder soberano y castigas a quienes, conociéndolo, te desafían. Siendo tú el dueño de la fuerza, juzgas con misericordia y nos gobiernas con delicadeza, porque tienes el poder y lo usas cuando quieres.
Con todo esto has enseñado a tu pueblo que el justo debe ser humano, y has llenado a tus hijos de una dulce esperanza, ya que al pecador le das tiempo para que se arrepienta.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del Salmo 85
Tú, Señor, eres bueno y clemente.
Puesto que eres, Señor, bueno y clemente, y todo amor con quien tu nombre invoca, escucha mi oración y a mi súplica da respuesta pronta.
Tú, Señor, eres bueno y clemente.
Señor, todos los pueblos vendrán para adorarte y darte gloria, pues sólo tú eres Dios, y tus obras, Señor, son portentosas.
Tú, Señor, eres bueno y clemente.
Dios entrañablemente compasivo, todo amor y lealtad, lento a la cólera, ten compasión de mí, pues clamo a ti, Señor, a toda hora.
Tú, Señor, eres bueno y clemente.
Segunda Lectura
El espíritu intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 26-27
Hermanos: El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que conoce profundamente los corazones, sabe lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega conforme a la voluntad de Dios, por los que le pertenecen.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Cristo hizo suyas nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores.
Aleluya.
Evangelio
Déjenlos crecer juntos hasta la cosecha
† Lectura del santo Evangelio según San Mateo 13, 24-43
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús propuso esta parábola a la gente:
"El Reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras los trabajadores dormían, llego un enemigo del dueño, sembró cizaña entre el trigo y se marchó. Cuando crecieron las plantas y se empezaba a formar la espiga, apareció también la cizaña. Entonces fueron los trabajadores a decirle al amo:
"Señor, ¿qué no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, salió esta cizaña?"
El amo les respondió:
"De seguro lo hizo un enemigo mío".
Ellos le dijeron:
"¿Quieres que vayamos a arrancarla?"
Pero él les respondió:
"No. No sea que al arrancar la cizaña, arranquen también el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta el tiempo de la cosecha, y cuando llegue la cosecha, diré a los segadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en gavillas para quemarla; y luego almacenen el trigo en mi granero"".
Luego les propuso esta otra parábola:
"El Reino de los cielos es semejante a la semilla de mostaza que uno siembra en un huerto. Ciertamente es la más pequeña de todas las semillas, pero cuando crece, llega a ser más grande que las hortalizas y se convierte en un arbusto, de manera que los pájaros vienen y hacen su nido en las ramas".
Les dijo también otra parábola:
"El Reino de los cielos se parece a un poco de levadura que tomó una mujer y la mezcló con tres medidas de harina, y toda la masa acabó por fermentar".
Jesús decía a la muchedumbre todas estas cosas con parábolas, y sin parábolas nada les decía, para que se cumpliera lo que dijo el profeta: "Abriré mi boca y les hablaré con parábolas; anunciaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo".
Luego despidió a la gente y se fue a su casa. Entonces se le acercaron sus discípulos y le dijeron:
"Explícanos la parábola de la cizaña sembrada en el campo".
Jesús les contestó:
" El sembrador de la buena semilla es el Hijo del hombre, el campo es el mundo, la buena semilla son los ciudadanos del Reino, la cizaña son los partidarios del maligno, el enemigo que la siembra es el diablo, el tiempo de la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
Y así como recogen la cizaña y la queman en el fuego, así sucederá al fin del mundo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles para que arranquen de su Reino a todos los que inducen a otros al pecado y a todos los malvados, y los arrojen en el horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación.
Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración de los Fieles
Celebrante:
Pidamos, hermanos y hermanas, al Dios de misericordia que auxilie nuestra pequeñez, para que podamos invocar su nombre con los sentimientos que él desea:
Respondemos: Escúchanos, Señor.
Por la paz y concordia de las Iglesias, por la unión de todos los cristianos y por la salvación de nuestras almas, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.
Por los responsables de las naciones, para que bajo su gobierno tengamos una vida feliz y pacífica, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.
Por los que están lejos de casa, por los enfermos, los encarcelados y los que sufren, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.
Por nuestra comunidad reunida en la fe, la piedad y el temor de Dios, por los que hacen el bien a nuestras parroquias y por los que ayudan a los pobres, roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.
Celebrante:
Que nos sostenga, Señor, la fuerza y la paciencia de tu amor, para que la palabra evangélica, semilla sembrada y levadura escondida en la Iglesia, fructifique en nosotros; y se refuerce nuestra esperanza en ver nacer una humanidad nueva que Cristo, con su retorno glorioso, hará brillar como el sol.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Oración sobre las Ofrendas
Dios nuestro, que con la muerte de tu Hijo llevaste a término y perfección los sacrificios de la antigua alianza, acepta y bendice estos dones, como aceptaste y bendijiste los de Abel, para que lo que cada uno te ofrece, sea de provecho para la salvación de todos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
Prendas de la Pascua eterna
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
En ti vivimos, nos movemos y existimos; y, todavía peregrinos en este mundo, no sólo experimentamos las pruebas cotidianas de tu amor, sino que poseemos ya en prenda la vida futura, pues esperamos gozar de la Pascua eterna, porque tenemos las primicias del Espíritu, por el que resucitaste a Jesús de entre los muertos.
Por eso,
Señor, te damos gracias y proclamamos tu grandeza cantando con los ángeles:
Antífona de la Comunión
Para perpetuar su amor, el Señor nos ha dejado el memorial de sus prodigios, y ha dado a sus amigos el signo de un banquete que les recuerde para siempre su alianza.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana para poder vivir como hijos tuyos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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† Meditación diaria
Décimo sexto Domingo
ciclo a
LA CIZAÑA DE LA MALA DOCTRINA
— Actualidad de la parábola de la cizaña.
— Dar buena doctrina, tarea de todos. Utilizar los medios a nuestro alcance.
— Ahogar la cizaña con la abundancia de buena semilla. No desaprovechar ninguna ocasión.
I. El Señor nos propone en el Evangelio de la Misa la parábola del trigo y de la cizaña1. El mundo es el campo donde el Señor siembra continuamente la semilla de su gracia: simiente divina que al arraigar en las almas produce frutos de santidad. ¡Con cuánto amor nos da Jesucristo su gracia! Para Él, cada hombre es único, y para redimirlo no vaciló en asumir nuestra naturaleza humana. Nos preparó como tierra buena y nos dejó su doctrina salvadora. Pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo, y se fue.
La cizaña es una planta que se da generalmente en medio de los cereales y crece al mismo tiempo que estos. Es tan parecida al trigo que antes de que se forme la espiga es muy difícil al ojo experto del labriego distinguirla de él. Más tarde se diferencia por su espiga más delgada y su fruto menudo; se distingue sobre todo porque la cizaña no solo es estéril sino que además, mezclada con harina buena, contamina el pan y es perjudicial para el hombre2. Sembrar cizaña entre el trigo era un caso de venganza personal que se dio no pocas veces en Oriente. Las plagas de cizaña eran muy temidas por los campesinos, pues podían llegar a perder toda una cosecha.
Los Santos Padres han visto en la cizaña una imagen de la mala doctrina, del error3, que, sobre todo al principio, se puede confundir con la verdad misma, "porque es propio del demonio mezclar el error con la verdad"4 y difícilmente se distinguen; pero, después, el error siempre produce consecuencias catastróficas en el pueblo de Dios.
La parábola no ha perdido nada de actualidad: muchos cristianos se han dormido y han permitido que el enemigo sembrara la mala semilla en la más completa impunidad. Han surgido errores sobre casi todas las verdades de la fe y de la moral. ¡Cómo hemos de estar vigilantes, con nosotros y con quienes de alguna manera dependen de nosotros, con aquellas publicaciones, programas de televisión, lecturas, etc., que son una verdadera siembra de error, de mala doctrina! ¡Cómo hemos de cuidar los medios a través de los cuales nos llega la formación, la sana doctrina!
Es necesario velar día y noche, y no dejarse sorprender; vigilar para poder ser fieles a todas las exigencias de la vocación cristiana, para no dar cabida al error, que pronto lleva a la esterilidad y al alejamiento de Dios. Vigilancia sobre nuestro corazón, sin falsas excusas de edad o de experiencia, y sobre aquellas personas que Dios nos ha encomendado.
II. Muchos estragos han producido el error y la ignorancia. El Profeta Oseas, mirando a su pueblo y viéndolo lejos de la felicidad para la que estaba llamado, escribió: languidece mi pueblo por falta de conocimiento5. ¡A cuántos vemos nosotros que andan metidos en la tristeza, en el pecado, en el desconsuelo, en la desorientación más grande, por falta de la verdad de Dios! Muchas personas se dejan arrastrar por las modas y por las ideas impuestas por unos pocos que están en lugares de gran influencia, o se ven deslumbrados por falsos razonamientos, con complicidad casi siempre de las malas pasiones.
El enemigo de Dios y de las almas ha utilizado todos los medios humanos posibles. Así vemos cómo se desfiguran unas noticias, cómo se silencian otras, cómo se propagan ideas demoledoras sobre el matrimonio a través de seriales de televisión de gran alcance, o tratan de ridiculizar el valor de la castidad y del celibato, se propugna el aborto o la eutanasia, o se siembra la desconfianza ante los sacramentos y se da una idea pagana de la vida, como si Cristo no hubiera venido a redimirnos y a recordarnos que nos espera el Cielo. Y esto con una constancia y un empeño increíbles. El enemigo no descansa.
Nosotros, quienes queremos seguir los pasos del Maestro, no nos vamos a quedar quietos, como si las cosas fueran irreparables y nada tuviera ya remedio. A la historia se le puede imprimir un rumbo distinto porque no está predeterminada al mal y Dios nos ha dado la libertad para que sepamos conducirla a Él. Esta es tarea de todos: a cada cristiano, esté donde esté, le atañe la misión de sacar a los hombres de su ignorancia y de sus errores. Aunque hay profesiones que pueden tener una mayor influencia en la vida pública, todos podemos y debemos sembrar buena semilla con simpatía, con amabilidad, con oportunidad, en la propia familia, entre los amigos, entre los compañeros de trabajo o de estudios, en el ámbito en el que nos movemos: mostrando con valentía la belleza de la verdad; desenmascarando el error; facilitando a otros los medios de formación oportunos, como cursos de retiro, círculos de estudio, dirección espiritual; aconsejando un buen libro con contenido doctrinal; animando a los demás con el propio ejemplo a que se comporten como buenos cristianos. Muchos se sentirán fortalecidos por nuestra conducta serena y firme, y podrán hacer frente a esa avalancha de mala doctrina que vemos a nuestro alrededor; ellos mismos se convertirán en focos de luz para otros que andan en la oscuridad. Y veremos cómo en tantos casos se cumplen aquellas palabras de Tertuliano referidas al mundo pagano, que rechazaba la doctrina de Jesucristo: dejan de odiar, quienes dejan de ignorar6.
Debemos sacar el máximo provecho a las mil oportunidades que nos presenta la vida ordinaria para sembrar la buena semilla de Cristo: con motivo de un viaje, al leer el periódico, al charlar con los vecinos, a propósito de la educación de los hijos, al participar en el Colegio profesional, al emitir el voto en unas elecciones... En muchas ocasiones, surgirán con espontaneidad, como parte de la vida; otras, con la ayuda de la gracia y con garbo humano, sabremos provocarlas. Así servimos a Cristo; somos su voz en el mundo.
III. La abundancia de cizaña solo puede contrarrestarse con mayor abundancia aún de buena doctrina: vencer al mal con el bien7, con ejemplo de vida y coherencia de conducta, que es naturalidad. El Señor nos llama a buscar la santidad en medio del mundo, en el cumplimiento de los deberes ordinarios; y esta llamada reclama de nosotros una presencia activa en las realidades humanas nobles que de alguna manera nos atañen. No basta lamentarse ante tantos errores y ante medios tan poderosos para difundirlos, sobre todo en un momento en el que "una sutil persecución condena a la Iglesia a morir de inedia, relegándola fuera de la vida pública y, sobre todo, impidiéndole intervenir en la educación, en la cultura, en la vida familiar.
"No son derechos nuestros: son de Dios, y a nosotros, los católicos, Él los ha confiado..., ¡para que los ejercitemos!"8.
Es hora de salir al descubierto con todos los medios, pocos o muchos, que tengamos a nuestro alcance, y con la disposición de no desaprovechar una sola ocasión que se nos presente. Hemos de decir también a nuestros amigos, a quienes siguen o comienzan a dar sus primeros pasos tras el Maestro, que Él les necesita para que tantas gentes no queden sin conocerle y sin amarle. Hoy podemos preguntarnos en nuestra oración: ¿qué puedo hacer yo –en mi familia, en el trabajo, en la escuela, en la agrupación social o deportiva a la que pertenezco, entre mis vecinos...– para que Cristo esté realmente presente con su gracia y su doctrina en esas personas? ¿A qué medios de formación podría sacarles mayor provecho?
Las modas pasan, y aquellos aspectos contrarios a la doctrina de Jesucristo que perduren, los cambiaremos los cristianos con empeño, con alegría, con una santa tozudez humana y sobrenatural. La Primera lectura de la Misa nos anima a confiar en el poder de Dios: Tú demuestras tu fuerza a los que dudan de tu poder total y reprimes la audacia de los que no lo conocen9. Nada es inevitable, todo puede llevar otro rumbo, si hay hombres y mujeres que aman a Cristo y están santamente empeñados en que las costumbres sean más conformes con el querer de Dios. Para eso se precisa la ayuda de la gracia, que no falta, y que cada uno, cada una, quiera realmente ser instrumento del Señor allí donde está, para mostrar con el ejemplo y con la palabra que la doctrina de Jesucristo es la única que puede traer la felicidad y la alegría al mundo: "es menester que (...) llevéis, con naturalidad, vuestro propio ambiente, para dar "vuestro tono" a la sociedad con la que conviváis.
"—Y, entonces, si has cogido ese espíritu, estoy seguro de que me dirás con el pasmo de los primeros discípulos al contemplar las primicias de los milagros que se obraban por sus manos en nombre de Cristo: "¡Influimos tanto en el ambiente!""10.
1 Mt 13, 24-43. — 2 Cfr. F. Prat, Jesucristo, su vida, su doctrina, su obra, Jus, 2ª ed., México 1948, vol. I, p. 289. — 3 Cfr. San Juan Crisóstomo, Homilías sobre el Evangelio de San Mateo, 47; San Agustín, en Catena Aurea, vol II, p. 240, etcétera. — 4 San Juan Crisóstomo, en Catena Aurea, vol. II, p. 238. — 5 Os 4, 6. — 6 Tertuliano, Ad nationes, I, 1. — 7 Cfr. Rom 12, 21. — 8 San Josemaría Escrivá, Surco, n. 310. — 9 Sab 12, 17. — 10 San Josemaría Escrivá, Camino, n. 376.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
San Alejo
Mendigo
Siglo V
Era hijo de un rico senador romano. Nació y pasó su juventud en Roma. Sus padres le enseñaron con la palabra y el ejemplo que las ayudas que se reparten a los pobres se convierten en tesoros para el cielo y sirven para borrar pecados. Por eso Alejo desde muy pequeño repartía entre los necesitados cuanto dinero conseguía, y muchas otras clases de ayudas, y esto le traía muchas bendiciones de Dios.
Pero llegando a los veinte años se dio cuenta de que la vida en una familia muy rica y en una sociedad muy mundana le traía muchos peligros para su alma, y huyó de la casa, vestido como un mendigo y se fue a Siria.
En Siria estuvo durante 17 años dedicado a la adoración y a la penitencia, y mendigaba para él y para los otros muy necesitados. Era tan santo que la gente lo llamaba "el hombre de Dios". Lo que deseaba era predicar la virtud de la pobreza y la virtud de la humildad. Pero de pronto una persona muy espiritual contó a las gentes que este mendigo tan pobre, era hijo de una riquísima familia, y él por temor a que le rindieran honores, huyó de Siria y volvió a Roma.
Llegó a casa de sus padres en Roma a pedir algún oficio, y ellos no se dieron cuenta de que este mendigo era su propio hijo. Lo dedicaron a los trabajos más humillantes, y así estuvo durante otros 17 años durmiendo debajo de una escalera, y aguantando y trabajando hacía penitencia, y ofrecía sus humillaciones por los pecadores.
Y sucedió que al fin se enfermó, y ya muribundo mandó llamar a su humilde covacha, debajo de la escalera, a sus padres, y les contó que él era su hijo, que por penitencia había escogido aquél tremendo modo de vivir. Los dos ancianos lo abrazaron llorando y lo ayudaron a bien morir.
Después de muerto empezó a conseguir muchos milagros en favor de los que se encomendaban a él. En Roma le edificaron un templo y en la Iglesia de Oriente, especialmente en Siria, le tuvieron mucha devoción.
La enseñanza de la vida de San Alejo es que para obtener la humildad se necesitan las humillaciones. La soberbia es un pecado muy propio de las almas espirituales, y se le aleja aceptando que nos humillen. Aún las gentes que más se dedican a buenas obras tienen que luchar contra la soberbia porque si la dejan crecer les arruinará su santidad. La soberbia se esconde aún entre las mejores acciones que hacemos, y si no estamos alerta esteriliza nuestro apostolado. Un gran santo reprochaba una vez a un discípulo por ser muy orgulloso, y este le dijo: "Padre, yo no soy orgulloso". El santo le respondió: "Ese es tu peor peligro, que eres orgulloso, y no te das cuenta de que eres orgulloso".
La vida de San Alejo sea para nosotros una invitación a tratar de pasar por esta tierra sin buscar honores ni alabanzas vanas, y entonces se cumplirá en cada uno aquello que Cristo prometió: "El que se humilla, será enaltecido".
Dijo Jesús: "Los últimos serán los primeros. Dichosos los pobres de espíritu porque de ellos es el Reino de los cielos". (Mt. 5)
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Justa y Rufina, Santas Mártires, 17 de julio
Mártires de SevillaMartirologio Romano: En Sevilla, Andalucía, España, santas Justa y Rufina, virgenes, que arrestadas por ordenes del gobernador Diogeniano soportaron crueles suplicios, prisión, inanición y otras torturas. Justa murió en prisión, mientras que Rufina, por haber confesado su fe en el Señor fue degollada. |
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Fuente: Corazones.org
Eduviges de Polonia, Santa Reina, 17 de julio
Martirologio Romano: En Cracovia, ciudad de Polonia, santa Eduviges, reina, que nacida en Hungría, heredó el reino de Polonia y se casó con Jaguelón, gran señor de Lituania, que recibió en el bautismo el nombre de Ladislao, y con quien implantó la fe católica en ese territorio de Lituania (1399). Eduviges fue coronada reina a los diez años (en 1384) y murió a los 25 años. A pesar de su corta vida, fue suficiente para lograr mucho. Inspiró al pueblo con su amor por los pobres y campesinos. |
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Fuente: Carmelnet.org
Teresa de San Agustín y Compañeras, Beatas Mártires de Compiegne, 17 de julio
Mártires de la Revolución FrancesaMartirologio Romano: En París, capital de Francia, beatas Teresa de San Agustín (María Magdalena Claudina) Lindoine y quince compañeras, vírgenes del Carmelo de Compiègne y mártires, que durante la Revolución Francesa se mantuvieron fieles a la observancia monástica y ante el patíbulo renovaron las promesas bautismales y los votos religiosos (1791). No es posible recoger aquí la preciosa vida de dieciséis vírgenes y mártires carmelitas ala vez, ya que, juntamente con la Madre Priora del Carmelo francés de Compiegne, murieron generosamente esas quince hijas espirituales que formaban su comunidad. Nos vamos a contentar con dar sus nombres:
día repetían esta consagración generosa. El 24 de junio de 1794 fueron apresadas las 16y encerradas en Sainte Marie, monasterio de la visitación convertido en cárcel. |
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Carlota de la Resurección, Beata Mártir Carmelita, 17 de julio
Monja Carmelita y MártirEtimológicamente: Carlota = Aquella mujer fuerte y dotada de noble inteligencia, es de origen francés.<8i> |
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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Mártores Escilitanos, Santos Mártores. 17 de julio
MártiresMartirologio Romano: En Cartago, nacimiento en el cielo de los mártires escilitanos Esperado, Narzalo, Citino, Venturio, Félix, Aquilino, Letancio, Genara, Generosa, Vestina, Donata y Segunda, todos los cuales, por orden del procónsul Saturnino y por haber confesado a Cristo, primero fueron encarcelados, al día siguiente atados a un madero y, finalmente, al mantenerse firmes en su fe en Cristo y negarse a dar culto al emperador como si fuera un ser divino, condenados a la pena capital, y puestos todos de rodillas en el lugar en que iban a ser ejecutados, dando gracias a Dios fueron decapitados (180). Estos santos sufrieron el martirio en el último año de la persecución de Marco Aurelio, pero ya durante el reinado de Cómodo. Sus actas, que son indudablemente auténticas y las más antiguas que existen, por lo que se refiere a la Iglesia del África, se conservan casi en su forma original. Esperato y sus compañeros eran originarios de Scillium o Escilio (cerca de Túnez). Eran en total doce: siete mujeres y cinco hombres. He aquí sus nombres: Esperato, Nartzalo, Citino, Veturo, Félix, Aquilino, Letancio, Genara, Generosa, Vestia, Donata y Segunda. |
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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Marcelina, Santa Virgen, 17 de julio
VirgenMartirologio Romano: En Milán, ciudad de Liguria, santa Marcelina, virgen, hermana del obispo san Ambrosio, a la que el papa Liberio impuso el velo de consagrada en la basílica romana de San Pedro, en la fiesta de la Epifanía del Señor (s. IV ex.). |
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León IV, Santo CIII Papa, Julio 17
CIII Papa Martirologio Romano En Roma, en la basílica de San Pedro, san León IV, papa, protector de la ciudad y defensor del primado de Pedro (855). |
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Fuente: Vatican.va
Pablo (Pedro) Gojdic, Beato Obispo y Mártir, 17 de julio
Obispo y MártirMartirologio Romano: En Leopoldvara, de Eslovaquia, beato Pablo (Pedro) Gojdic, obispo y mártir, que siendo pastor de la eparquía de Presov, durante el régimen contrario a Dios fue encarcelado, sufriendo toda clase de pruebas, de modo que, tratado atrozmente pero manteniendo la palabra de Cristo en una confesión constante, pasó a la vida gloriosa (1960) PABLO GOJDIC nació el 17 de julio de 1888 en Ruské Peklany cerca de Prešov (República Eslovaca), en la familia de Štefan Gojdic, sacerdote greco católico, el nombre de su madre era Anna Gerberyová. En el bautismo él recibió el nombre de Pedro. |
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net
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