JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Juan 3, 16-21
Gloria a ti, Señor.
Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo único para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga la vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por él. El que cree en él no será condenado; pero el que no cree, ya está condenado, por no haber creído en el Hijo único de Dios.
La causa de la condenación es ésta: habiendo venido la luz al mundo los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Todo aquel que hace el mal aborrece la luz, y no se acerca a la luz, para que sus obras no se descubran. En cambio, el que obra el bien conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.
El Misterio de la Misa en 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=0QCx-5Aqyrk
El que no valora una obra de arte es porque necesita cultura: https://www.youtube.com/watch?v=mTKKaT-KaKw
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu
El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
San Leonardo, "El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc
Audio (1/5): https://www.youtube.com/watch?v=2NjKuVnxH58
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?
Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).
Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?
Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html
Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa (Jn 15,22).
† Misal
mie 2a. Sem Pascua
Antífona de Entrada
Te alabaré, Señor, ante los hombres, y hablaré a mis hermanos de tu poder y tu misericordia. Aleluya.
Oración Colecta
Oremos:
Dios nuestro, que con la Pascua de tu Hijo has devuelto al hombre su dignidad perdida y le has dado la esperanza de la resurrección, concédenos agradecerte siempre, con amor, este misterio de fe que estamos celebrando.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Los hombres que habían metido en la cárcel están en el templo, enseñando al pueblo
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 5, 17-26
En aquellos días, el sumo sacerdote y los de su partido, que eran los saduceos, llenos de ira contra los apóstoles los mandaron prender y los metieron en la cárcel; pero durante la noche un ángel del Señor les abrió las puertas, los sacó de allí y les dijo:
"Vayan al templo y pónganse a enseñar al pueblo todo lo referente a esta nueva vida".
Para obedecer la orden, se fueron de madrugada al templo y se pusieron a enseñar.
Cuando llegó el sumo sacerdote con los de su partido, convocaron al Sanedrín, es decir, a todo el senado de los hijos de Israel, y mandaron traer de la cárcel a los presos. Al llegar los guardias a la cárcel, no los hallaron y regresaron a informar:
"Encontramos la cárcel bien cerrada y a los centinelas en sus puestos; pero al abrir no encontramos a nadie dentro".
Al oír estas palabras, el jefe de la guardia del templo y los sumos sacerdotes se quedaron sin saber qué pensar; pero en ese momento llegó uno y les dijo:
"Los hombres que habían metido en la cárcel están en el templo, enseñando al pueblo".
Entonces el jefe de la guardia con sus hombres trajo a los apóstoles, pero sin violencia, porque temían ser apedreados por el pueblo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Salmo 33
Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Aleluya.
Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor; que se alegre su pueblo al escucharlo.
Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Aleluya.
Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su poder. Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores.
Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Aleluya.
Confía en el Señor y saltarás de gusto. Jamás te sentirás decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los pobres y los libra de todas sus angustias.
Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Aleluya.
Junto a aquellos que temen al Señor, el ángel del Señor acampa y los protege. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Dichoso el hombre que se refugia en él.
Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Aleluya.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo único, para que el que crea en él tenga vida eterna.
Aleluya.
Evangelio
Dios envió a su Hijo al mundo para que el mundo se salve por Él
† Lectura del santo Evangelio según san Juan 3, 16-21
Gloria a ti, Señor.
Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo único para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga la vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por él. El que cree en él no será condenado; pero el que no cree, ya está condenado, por no haber creído en el Hijo único de Dios.
La causa de la condenación es ésta: habiendo venido la luz al mundo los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Todo aquel que hace el mal aborrece la luz, y no se acerca a la luz, para que sus obras no se descubran. En cambio, el que obra el bien conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Dios nuestro, que por medio de estos dones que vas a convertir en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo nos haces participar de tu misma vida divina, concédenos que nuestra conducta ponga de manifiesto las verdades que nos has revelado.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
Restauración universal por el misterio pascual
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca en este tiempo en que Cristo, nuestra pascua, fue inmolado; porque, destruida la antigua situación de pecado, se levanta todo lo que estaba caído y en Cristo se nos otorga la integridad de la vida.
Por eso,
con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Antífona de la Comunión
Soy yo quien los ha elegido del mundo, dice el Señor, y los he destinado para que vayan y produzcan fruto y su fruto perdure.
Aleluya.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad
y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana para poder vivir como hijos tuyos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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† Meditación diaria
Pascua. 2ª semana. Miércoles
AMOR CON OBRAS
— El Señor nos amó primero. Amor con amor se paga. Santidad en los quehaceres de cada día.
— Amor efectivo. La voluntad de Dios.
— Amor y sentimiento. Abandono en Dios. Cumplimiento de nuestros deberes.
I. Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo Unigénito, para que todo el que crea en él no perezca sino que tenga la vida eterna1.
Con estas palabras del Evangelio de la Misa se nos muestra cómo la Pasión y Muerte de Jesucristo es la manifestación suprema del amor de Dios por los hombres. Él tomó la iniciativa en el amor entregándonos a quien más quiere, al que es objeto de sus complacencias2: su propio Hijo. Nuestra fe "es una revelación de la bondad, de la misericordia, del amor de Dios por nosotros. Dios es amor (Cfr. 1 Jn 4, 16), es decir, amor que se difunde y se prodiga; y todo se resume en esta gran verdad que todo lo explica y todo lo ilumina. Es necesario ver la historia de Jesús bajo esta luz. Él me ha amado, escribe San Pablo, y cada uno de nosotros puede y debe repetírselo a sí mismo: Él me ha amado y sacrificado por mí (Gal 2, 20)"3.
El amor de Dios por nosotros culmina en el Sacrificio del Calvario. Dios detuvo el brazo de Abraham cuando estaba a punto de sacrificar a su hijo único, pero no detuvo el brazo de quienes clavaron a su Hijo Unigénito en la Cruz. Por eso exclama San Pablo, lleno de esperanza: El que no perdonó a su propio Hijo (...), ¿cómo no nos dará con Él todas las cosas?4.
La entrega de Cristo constituye una llamada apremiante para corresponder a ese amor: amor con amor se paga. El hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios5, y Dios es Amor6. Por eso el corazón del hombre está hecho para amar, y cuanto más ama, más se identifica con Dios; solo cuando ama puede ser feliz. Y Dios nos quiere felices, también aquí en la tierra. El hombre no puede vivir sin amor.
La santificación personal no está centrada en la lucha contra el pecado sino en el amor a Cristo, que se nos muestra profundamente humano, conocedor de todo lo nuestro. El amor de Dios a los hombres y de los hombres a Dios es un amor de mutua amistad. Y una de las características propias de la amistad es el trato. Para amar al Señor es necesario conocerlo, hablarle... Le conocemos meditando su vida en los Santos Evangelios. En ellos se nos muestra entrañablemente humano y muy cercano a la vida nuestra. Le tratamos en la oración y en los sacramentos, especialmente en la Sagrada Eucaristía.
La consideración de la Santísima Humanidad del Señor -especialmente cuando leemos el Evangelio y cuando consideramos los misterios del Rosario- alimenta continuamente nuestro amor a Dios y es enseñanza viva de cómo hemos de santificar nuestros días. En su vida oculta, Jesucristo quiso descender a lo más común de la existencia humana, a la vida cotidiana de un trabajador manual que sustenta a una familia. Y así le vemos durante casi toda su vida trabajando día a día, cuidando los instrumentos del pequeño taller, atendiendo con sencillez y cordialidad a los vecinos que llegaban para encargarle una mesa o una viga para la nueva casa, cuidando con gran cariño de su Madre... Así cumplió la Voluntad de su Padre Dios en esos años de su existencia. Mirando su vida, aprendemos a santificar la nuestra: el trabajo, la familia, la amistad... Todo lo verdaderamente humano puede ser santo, puede ser cauce de nuestro amor a Dios, porque el Señor, al asumirlo, lo santificó.
II. Saber que Dios nos ama, con amor infinito, es la buena nueva que alegra y da sentido a nuestra vida, y es la extraordinaria noticia que Cristo resucitado nos envía a anunciar a todos los hombres. Nosotros también podemos afirmar que hemos conocido y creído el amor que Dios nos tiene7. Y ante este amor nos sentimos incapaces de expresar lo que nuestro corazón tampoco acierta a sentir: "¿Saber que me quieres tanto, Dios mío, y... no me he vuelto loco?"8.
Cuanto el Señor ha hecho y hace por nosotros es un derroche de atenciones y de gracias; su Encarnación, su Pasión y Muerte en la Cruz que hemos contemplado en estos días pasados, el perdón constante de nuestras faltas, su presencia continua en el sagrario, los auxilios que a diario nos envía... Considerando lo que ha hecho y hace por los hombres, nunca nos debe parecer suficiente nuestra correspondencia a tanto amor.
La prueba más grande de esta correspondencia es la fidelidad, la lealtad, la adhesión incondicional a la Voluntad de Dios. En este sentido Jesús nos enseña mostrando sus deseos infinitos de hacer la Voluntad del Padre, y nos dice que su alimento es hacer el querer del que le envió9. Yo he guardado los mandamientos de mi Padre -dice el Señor- y permanezco en su amor10.
La Voluntad de Dios se nos muestra principalmente en el cumplimiento fiel de los Mandamientos y de las demás enseñanzas que nos propone la Iglesia. Ahí encontramos lo que Dios quiere para nosotros. Y en su cumplimiento, realizado con honradez humana y presencia de Dios, encontramos el amor a Dios, la santidad.
El amor a Dios no consiste en sentimientos sensibles, aunque el Señor los pueda dar para ayudarnos a ser más generosos. Consiste esencialmente en la plena identificación de nuestro querer con el de Dios. Por eso debemos preguntarnos con frecuencia: ¿hago en este momento lo que debo hacer?11. ¿Ofrezco mi quehacer a Dios al comenzarlo y durante su realización? ¿Rectifico la intención cuando se intenta introducir la vanidad, "el qué dirán"...? ¿Procuro trabajar con perfección humana? ¿Soy fuente habitual de alegría para quienes viven o trabajan junto a mí? ¿Les acerca a Dios mi presencia diaria en medio de ellos?
"Amor con amor se paga", pero amor efectivo, que se manifiesta en realizaciones concretas, en cumpIir nuestros deberes para con Dios y para con los demás, aunque esté ausente el sentimiento, y hayamos de ir "cuesta arriba". "En lo que está la suma perfección claro está que no es en regalos interiores ni en grandes arrobamientos (...) -escribía Santa Teresa-, sino en estar nuestra voluntad tan conforme a la Voluntad de Dios, que ninguna cosa entendamos que quiera, que no la queramos con toda nuestra voluntad"12.
El amor debe subsistir incluso con una aridez total si el Señor permitiera esa situación. Es en estas ocasiones donde, habitualmente, el trato con el Señor se purifica y se hace más firme.
III. En el servicio a Dios, el cristiano debe dejarse llevar por la fe, superando así los estados de ánimo. "Guiarme por el sentimiento sería dar la dirección de la casa al criado y hacer abdicar al dueño. Lo malo no es el sentimiento sino la importancia que se le concede (...). Las emociones constituyen en ciertas almas toda la piedad, hasta tal punto que están persuadidas de haberla perdido cuando en ellas desaparece el sentimiento (...). ¡Si esas almas supieran comprender que ese es precisamente el momento de comenzar a tenerla!..."13.
El verdadero amor, sensible o no, incluye todos los aspectos de nuestra existencia, en una verdadera unidad de vida; lleva a "meter a Dios en todas las cosas, que, sin Él, resultan insípidas. Una persona piadosa, con piedad sin beatería, procura cumplir su deber: la devoción sincera lleva al trabajo, al cumplimiento gustoso -aunque cueste- del deber de cada día... hay una íntima unión entre esa realidad sobrenatural interior y las manifestaciones externas del quehacer humano. El trabajo profesional, las relaciones humanas de amistad y de convivencia, los afanes por lograr -codo a codo con nuestros conciudadanos- el bien y el progreso de la sociedad son frutos naturales, consecuencia lógica, de esa savia de Cristo que es la vida de nuestra alma"14. La falsa piedad carece de consecuencias en la vida ordinaria del cristiano. No se traduce en un mejoramiento de la conducta, en una ayuda a los demás.
El cumplimiento de la voluntad de Dios en los deberes -las más de las veces pequeños- de cada jornada es la más segura guía para el cristiano que ha de santificarse en medio de las realidades terrenas. Estos deberes pueden realizarse de modos muy diferentes: con resignación, como quien no tiene más remedio que hacerlos; aceptándolos, lo que supone una adhesión más profunda y meditada; con conformidad, queriendo lo que Dios quiere porque, aunque no se vea en ese momento, el cristiano sabe que Él es nuestro Padre y quiere lo mejor para sus hijos; o bien con pleno abandono, abrazando siempre la Voluntad del Señor, sin poner límite alguno. Esto último es lo que nos pide el Señor: amarle sin condiciones, sin esperar situaciones más favorables, en lo ordinario de cada día y, si Él lo permite, en circunstancias más difíciles y extraordinarias. "Cuando te abandones de verdad en el Señor, aprenderás a contentarte con lo que venga, y a no perder la serenidad, si las tareas -a pesar de haber puesto todo tu empeño y los medios oportunos- no salen a tu gusto... Porque habrán "salido" como le conviene a Dios que salgan"15.
Con palabras de una oración que la Iglesia nos propone para después de la Misa, digámosle al Señor: Volo quidquid vis, volo quia vis, volo quómodo vis, volo quámdiu vis16: quiero lo que quieres, quiero porque lo quieres, quiero como lo quieres, quiero hasta que quieras.
La Santísima Virgen, que pronunció y llevó a la práctica aquel hágase en mí según tu palabra17, nos ayudará a cumplir en todo la Voluntad de Dios.
1 Jn 3, 15. — 2 Cfr. Mt 3, 17. — 3 Pablo VI, Homilía en la fiesta del Corpus Christi, 13-VI-1975. — 4 Rom 8, 32. — 5 Cfr. Gen 1, 27. — 6 1 Jn 4, 8. — 7 1 Jn 4, 16. — 8 San Josemaría Escrivá, Camino, n. 425. — 9 Cfr. Jn 15, 10. — 10 Jn 15, 10. — 11 Cfr. San Josemaría Escrivá, Camino, n. 772. — 12 Santa Teresa, Fundaciones, 5, 10. — 13 J. Tissot, La vida interior, Herder, Barcelona 1963, p. 100. — 14 San Josemaría Escrivá, In memoriam, EUNSA, Pamplona 1976, pp. 51-52. — 15 San Josemaría Escrivá, Surco, n. 860. — 16 Misal Romano, Oración del Papa Clemente XI. — 17 Lc 1, 38.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
San Samuel
Profeta
(año 1100 a.C.)
Samuel significa "Dios me ha escuchado" (Samu: me ha escuchado El: Dios).
En la S. Biblia la historia de Samuel es una de las más interesantes y hermosas. Está narrada en los libros que se titulan 1º y 2º de Samuel, en el Antiguo Testamento.
Era hijo de Elcana y Ana, dos israelitas muy creyentes. Ana tenía la enfermedad de la esterilidad que le impedía tener hijos y por eso la otra esposa de su marido la humillaba continuamente. Ana lloraba de continuo y ya no quería ni comer.
Y sucedió que un año cuando subieron a rezar en la Casa de oración de Israel en Silo, Ana se quedó mucho tiempo junto al altar rezando con mucha fe y gran fervor. Y el sacerdote Helí al verla mover tanto los labios le dijo: "Ud. debe estar borracha y así no debería venir acá". Ella le respondió: "No estoy borracha, lo que estoy es muy angustiada y he venido a implorar el favor de mi Dios". El sacerdote le dijo: "Vete en paz, que el Señor ha escuchado tu oración".
Entonces Ana le hizo a Dios este voto o promesa: "Si me concedes un hijo varón, te lo ofreceré para que se dedique a servirte a Ti en la Casa de oración". Y se volvió contenta a su casa lejana.
Y al año le dio Dios a Ana su primer hijo, al cual le puso por nombre Samuel, que significa "Dios me ha escuchado", porque ella decía "Dios ha escuchado la oración que yo le hice pidiéndole un hijo".
Cuando el niño ya fue grandecito, la mamá lo llevó a la Casa de oración en Silo y se lo ofreció a Dios para que se dedicara para siempre a servir junto al altar. Y llevó de regalo al templo un novillo de tres años, un bulto de harina y una vasija de vino y entonó un hermoso himno diciendo: "Mi corazón se regocija por el Señor, porque no hay santo como nuestro Dios, pues El a la mujer estéril le permite tener hijos. El Señor hunde en el abismo y levanta; da la pobreza y la riqueza; humilla y enaltece. El levanta del polvo al desvalido; alza de la basura al pobre. El guarda los pasos de sus amigos. El es un Dios que sabe; El es quien pesa todas las acciones".
El sacerdote del templo se llamaba Helí y tenía dos hijos muy atrevidos que cometían muchas fechorías y maldades y el papá no se atrevía a corregirlos. Los pecados de esos jóvenes disgustaban mucho a Dios y el se propuso enviarles un castigo.
El niño Samuel se quedaba cada noche a dormir en la Casa de oración para cuidarla. Y una noche oyó que lo llamaban diciendo: "¡Samuel! ¡Samuel!". El jovencito creyó que era Helí el que lo llamaba y corrió a donde el sacerdote y le dijo: "Aquí estoy señor. ¿Me ha llamado?". Helí le dijo: "No te he llamado. Vete a dormir en paz". Pero la voz de Dios volvió a llamar: - "¡Samuel!, ¡Samuel!". El jovencito corrió otra vez donde Helí para ver para qué lo necesitaba. Y así sucedió por tres veces. Entonces Helí se dio cuenta de que era Dios el que lo llamaba y le dijo: "Si te vuelve a llamar le dirás: Habla Señor que tu siervo escucha". Y así lo hizo Samuel cuando Dios lo volvió a llamar y entonces oyó que Dios decía: "Voy a castigar a Helí y a sus hijos con terrible mal, porque los hijos hicieron grandes males y el padre no los ha corregido".
Y sucedió entonces que los filisteos atacaron al pueblo de Israel. Y los hijos de Helí se fueron con todo el ejército a defender la patria. Y se llevaron el Arca de la Alianza (donde estaba el Maná y las tablas de la Ley con los 10 Mandamientos) y se dio una gran batalla y los filisteos derrotaron a los israelitas e hicieron una gran matanza y asesinaron a los dos hijos de Helí y se robaron el Arca de la Alianza. Cuando un mensajero llegó a contar a Helí que se habían robado el Arca y habían matado a sus dos hijos, el pobre anciano que estaba sentado en una silla, se fue de para atrás del susto y se desnucó.
El pueblo eligió entonces como sacerdote al joven Samuel y Dios empezó a traerle sus mensajes y a guiarlo en todo, porque Samuel era un santo. Los filisteos devolvieron el Arco y hubo paz.
El Pueblo pidió que se le diera una rey. Samuel consultó a Dios, y el Señor le dijo que el rey sería Saúl, el cual era el última de la última familia, de la más pequeña tribu de Israel. Samuel lo llamó y le echó aceite sagrado sobre su cabeza y lo proclamó rey anto todo el pueblo.
Y sucedió que Saúl empezó a desobedecer a lo que Dios ordenaba, y entonces el Señor le dijo a Samuel: "He retirado mi espíritu de Saúl y lo he pasado a David. Irás a Belén y ungirás a ese joven como rey".
Samuel se fue a Belén a buscar a David. Este era un pastor de ovejas y estaba en el campo cuidando los animales. Samuel lo hizo venir y echando aceite sagrado sobre su cabeza lo ungió, y desde entonces el espíritu de Dios vino a David y lo fue guiando en todas sus acciones.
Ya anciano, Samuel reunió a todo el pueblo y les dijo: "Durante 40 años los he guiado espiritualmente. Ahora les pido que si alguno tiene alguna queja contra mí la diga claramente. Y si a alguno le he quitado algo o le he hecho algún mal, que lo diga sin más". Y el pueblo entero le respondió: "Ningún mal nos has hecho y a nadie le has quitado nada, y nadie tiene la menor queja contra ti".
Y así terminó santamente su larga vida este hombre que desde muy pequeñito fue llevado por su madre a servir junto al altar a Dios y que cada día y cada hora, tuvo por único fin de su existencia agradar a Nuestro Señor.
Que Dios nos envíe muchos sacerdotes tan santos como Samuel.
¿Has visto a uno que cumple bien su deber? Ese ocupará puestos importantes. (S. Biblia. Proverbios).
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Fuente: Archidiócesis de Madrid
Prudencio de Troyes, Santo Obispo, Abril 6
Obispo Martirologio Romano: En Troyes, de Neustria, san Prudencio, obispo, que preparó para los itinerantes un breviario del Salterio, recogió de las Sagradas Escrituras los preceptos para los candidatos al sacerdocio y restauró la disciplina de los monasterios (861).
Parece que fue el primer controversista español. Probablemente de origen pirenaico. Dejó su patria -como tantos- por la invasión de los musulmanes y buscó fortuna al otro lado de los Pirineos, al amparo de la corte de los carolingios. Supo encontrarla y, además, su vida y ministerio sirvió como vehículo de la tradición isidoriana por tierras más allá de los montes. Amén de historiador erudito y sabio teólogo, fue obispo y santo. |
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Fuente: Ursulinas.net
Ceferino Agostini, Beato Presbítero y Fundador, Abril 6
Presbítero y Fundador de la Martirologio Romano: En Verona, en Italia, beato Ceferino Agostini, presbítero, que se dedicó al ministerio de la predicación, catequesis e instrucción cristiana, y trabajó para ayudar a la juventud, a los pobres y a los enfermos, instituyendo la Congregación de Ursulinas Hijas de María Inmaculada (1896).
Ceferino Agostini nació en Verona el 24 de setiembre de 1813. Fue el mayor de los dos hijos del matrimonio formado por Antonio Agostini y Angela Frattini. Su padre era un buen cristiano, médico de profesión. |
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Miguel Rúa, Beato Sacerdote Salesiano, 6 de abril
Presbítero Salesiano Martirologio Romano: En Turín, en Italia, beato Miguel Rua, presbítero, propagador eximio de la Sociedad Salesiana (1910).
Fue acogido desde niño por Don Bosco, creció en el Oratorio de Valdocco y, después de profesar entre los primerísimos jóvenes en la Sociedad Salesiana, llegó a ser el brazo derecho del Fundador, con quien compartió siempre la vida y el ideal. |
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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina04
Gala de Roma, Santa Viuda, Abril 6
Viuda Martirologio Romano: En Roma, santa Gala, hija del cónsul Símaco, la cual, al fallecer su cónyuge, vivió cerca de la iglesia de San Pedro durante muchos años, entregada a la oración, limosnas, ayunos y otras obras santas, y cuyo felicísimo tránsito fue descrito por el papa san Gregorio I Magno (s. VI).
Santa Gala de Roma, era hija de Q. Aurelio Memmio Simmaco, miembro del senado, durante muchos años consejero del Rey Teodorico, que, sin embargo lo mandó matar en Ravenna (525) por sospechas infundadas de traición. Santa Gala fue entregada como esposa a un joven patricio del que no se conoce el nombre. al año del casamiento enviudó, y pese a que querían casarla nuevamente, prefirió consagrarse a Dios, primero en el ejercicio de las obras de misericordia y más tarde retirándose a un monasterio cerca de la Basílica vaticana. |
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Fuente: VidasEjemplares.org
Pierina Morosini, Beata Virgen y Mártir, Abril 6
Virgen y Mártir Martirologio Romano: En el lugar Fiobbio di Albino, cerca de Bérgamo, en Italia, beata Pierina Morosini, virgen y mártir, que a los veintiséis años, regresando a casa desde su trabajo, por defender frente a un joven la virginidad que había prometido a Dios, fue herida en la cabeza hasta la muerte (1957).
(1931•1957) Beatificada por Juan Pablo II el 4 de octubre de 1987. |
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_Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Notkero Balbulo, Beato Monje, Abril 6
Monje Martirologio Romano: En el monasterio de San Gallo, de Suabia, en Alemania, beato Notkero Bálbulo, monje, que pasó casi toda la vida en este cenobio componiendo secuencias, grácil de cuerpo pero no de ánimo, tartamudo de voz pero no de espíritu, firme en todo lo divino, paciente en lo adverso, manso para con todos, diligente en la oración, la lectura, la meditación y el dictado (912).
Por el año 840 nació Notkero en Elgg (cantón de Zurich), o más bien en Jonswyl (cantón de St. Gallen), de familia distinguida. |
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Fuente: ACI Prensa
Pedro de Verona, Santo Mártir Dominico, Abril 6
Mártir Dominico Martirologio Romano: En Milán, de Lombardía, pasión de san Pedro de Verona, presbítero de la Orden de Predicadores y mártir, el cual, nacido de padres maniqueos, todavía niño abrazó la fe católica y, siendo aún adolescente, recibió del mismo santo Domingo el hábito. Dedicado a combatir la herejía, de camino hacia Como cayó víctima de los enemigos, recitando en los últimos momentos el símbolo de la fe (1252).
San Pedro, mártir dominico, nace hacia 1205, en Verona, la ciudad de la Lombardía italiana presa de la herejía de los Cátaros, propagadores del maniqueísmo en el centro y norte de Italia. Estos herejes puritanos, de espíritu belicoso y sectario. Pedro es un niño muy inteligente, sincero, agradable y firme en sus decisiones; parece predestinado a ser un apóstol del mundo herético; su familia no tiene inconvenientes que la educación del niño esté a cargo de un maestro católico. |
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Pablo Le Bao Tinh, Santo Sacerdote y mártir, Abril 6
Presbítero y Mártir Martirologio Romano: En la ciudad de Vinh Tri, en Tonquín, san Pablo Lè Bao Tinh, presbítero y mártir, que, siendo todavía clérigo, permaneció largo tiempo en la cárcel y, ordenado sacerdote, dirigió el seminario, confeccionó un libro de homilías y un compendio de doctrina cristiana, y finalmente, de nuevo llevado a la cárcel en tiempo del emperador Tu Duc, fue condenado a la decapitación (1857).
(1793-1857) Nació en Thinh-a, Vietnam, en el seno de una familia cristiana. |
http://es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=26409
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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