viernes, 4 de diciembre de 2015

Sábado de la Virgen María. 05/12/2015. En su día, lo que más agrada a María, es la Misa matutina.

JA

JMJ

Pax

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 9, 35-38; 10, 1.6-8

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas judías, anunciando la buena noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias.
Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y desorientados como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos:
"La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos; rueguen por tanto al dueño de la cosecha que envíe trabajadores a recogerla".
Después, llamando a sus doce discípulos, Jesús les dio poder para expulsar espíritus impuros y para curar toda clase de enfermedades y dolencias. Les dijo:
"Vayan más bien en busca de las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Vayan y proclamen que
está llegando el Reino de los cielos.
Curen a los enfermos, limpien a los leprosos, resuciten a los muertos, expulsen a los demonios.
Gratis lo han recibido, entréguenlo también gratis".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs

Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.

El Misterio de la Misa en 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=0QCx-5Aqyrk

Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu

El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX

Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!

"El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?

Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).

Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?

Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html

Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa (Jn 15,22).

 

 

Misal

 

sab 1a. Adviento

Antífona de Entrada

Ven, Señor; muéstranos tu rostro y nos salvaremos.

 

Oración Colecta

Oremos:
Señor Dios, que para librarnos del pecado enviaste a este mundo a tu Hijo unigénito; concédenos, a cuantos esperamos sinceramente su venida, alcanzar la gracia de tu misericordia y el don de la verdadera libertad.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

El Señor se compadece de ti al oír el clamor de tu voz

Lectura del libro del profeta Isaías30, 19-21.23-26

Esto dice el Señor, Dios de Israel:
"Pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén, ya no tendrás que llorar: el Señor misericordioso se apiadará de ti cuando clames a él, en cuanto te oiga, te responderá.
El Señor les dará pan en la escasez, agua en la necesidad; tu Maestro no se esconderá ya, con tus ojos verás a tu Maestro; cuando te desvíes a derecha o izquierda, oirás con tus oídos una palabra a la espalda: "Este es el camino, síganlo".
El Señor te dará lluvia para la semilla que siembres en tu tierra; y el alimento que produzca la tierra será abundante y sustancioso; aquel día pastarán tus ganados en amplias praderas. Los bueyes y los burros que trabajan la tierra comerán un sabroso forraje, aventado con pala y horquilla. En toda montaña alta y en toda colina elevada habrá arroyos y corrientes de agua el día de la gran matanza, cuando las torres caigan. El día que el señor vende la herida de su pueblo y sane las llagas de sus golpes, la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces mayor".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Sal 146, 1-2.3-4.5-6

Alabemos al Señor, nuestro Dios.

¡Qué bueno es cantar a nuestro Dios, qué agradable y hermoso es alabarlo! El Señor reconstruye Jerusalén, congrega a los dispersos de Israel.
Alabemos al Señor, nuestro Dios.

Sana a los que tienen quebrantado el corazón y venda sus heridas; cuenta el número de las estrellas y llama a cada una por su nombre.
Alabemos al Señor, nuestro Dios.

Grande y omnipotente es nuestro Señor, su sabiduría no tiene límite. El Señor engrandece a los humildes y humilla a los malvados hasta el polvo.
Alabemos al Señor, nuestro Dios.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
El Señor es nuestro juez, nuestro legislador y nuestro rey; él vendrá a salvarnos.
Aleluya.

Evangelio

Al ver a la multitud se compadeció de ella

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 9, 35-38; 10, 1.6-8

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas judías, anunciando la buena noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias.
Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y desorientados como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos:
"La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos; rueguen por tanto al dueño de la cosecha que envíe trabajadores a recogerla".
Después, llamando a sus doce discípulos, Jesús les dio poder para expulsar espíritus impuros y para curar toda clase de enfermedades y dolencias. Les dijo:
"Vayan más bien en busca de las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Vayan y proclamen que
está llegando el Reino de los cielos.
Curen a los enfermos, limpien a los leprosos, resuciten a los muertos, expulsen a los demonios.
Gratis lo han recibido, entréguenlo también gratis".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Te pedimos, Señor, que este sacrificio, signo de nuestra entrega total a ti, te sea ofrecido siempre, para que realice la intención que tuviste al instituir este sacramento y lleve a cabo plenamente en nosotros tu salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

Las dos venidas de Cristo

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Quien al venir por vez primera en la humildad de nuestra carne, realizó el plan de redención trazado desde antiguo y nos abrió el camino de la salvación; para que cuando venga de nuevo en la majestad de su gloria, revelando así la plenitud de su obra, podamos recibir los bienes prometidos que ahora, en vigilante espera, confiamos alcanzar.
Por eso,
con los ángeles y arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Antífona de la Comunión

Pronto vendré y traeré conmigo la recompensa, dice el Señor, y daré a cada uno según sus obras.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Imploramos, Señor, tu misericordia, para que esta comunión que hemos recibido nos prepare a las fiestas que se acercan, purificándonos de todo pecado.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

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Meditación diaria

Adviento. 1ª Semana. Sábado

EL BUEN PASTOR ANUNCIADO POR LOS PRoFETAs

— Jesucristo es el Buen Pastor prometido por los Profetas. Nos conoce a cada uno por nuestro nombre.

— El Señor ha dejado en su Iglesia buenos pastores.

— Encontramos al Buen Pastor en la dirección espiritual.

I. Si te desvías a la derecha o a la izquierda, tus oídos oirán una palabra a la espalda: "Éste es el camino, caminad por él"1. Una de las gracias mayores que el Señor nos puede dar en esta vida es la de tener claro el camino que nos conduce a Él y contar con una persona que nos ayude a salir de nuestros desvíos y errores para retornar de nuevo al sendero bueno.

En muchos momentos de su historia, el pueblo de Dios se encontró sin rumbo y sin camino, en el desconcierto y abatimiento más grandes, por falta de verdaderos guías. Así halla el Señor a su pueblo: como ovejas sin pastor, según nos narra el Evangelio de la Misa de hoy2. Al ver a las gentes se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, "como ovejas que no tienen pastor". Sus guías se habían comportado más como lobos que como verdaderos pastores del rebaño.

En la larga espera del Antiguo Testamento, los Profetas anunciaron, con siglos de antelación, la llegada del Buen Pastor, el Mesías, que guiaría y cuidaría amorosamente su rebaño. Sería un pastor único3, que buscaría a la oveja perdida y a la extraviada, vendaría a la herida y curaría a la enferma4. Con Él, las ovejas estarían seguras y, en su nombre, habría otros buenos pastores con el encargo de cuidarlas y guiarlas: Les daré pastores que de verdad las apacienten, y ya no habrán de temer más, ni angustiarse ni afligirse5.

Yo soy el buen pastor6, dice Jesús. Ha venido al mundo para congregar al rebaño de Dios7: Andabais, nos dice San Pedro, como ovejas descarriadas, mas ahora os habéis convertido al pastor y guardián de vuestras almas8; viene el Buen Pastor para recoger a su rebaño de su extravío9, para guiarlo10, para defenderlo11, para alimentarlo12, para juzgarlo13, para conducirlo por fin hasta las praderas definitivas, junto a las aguas de la vida14.

Jesús es el Buen Pastor anunciado por los Profetas. En Él se cumplen al pie de la letra todas las profecías. Él conoce y llama a cada una de las ovejas por su nombre15. ¡Jesús nos conoce personalmente, nos llama, nos busca, nos cura! No nos sentimos perdidos en medio de una humanidad inmensa y sin nombre. Somos únicos para Él. Podemos decir con toda exactitud: Me amó y se entregó por mí16. Él distingue mi voz entre otras muchas. Ningún cristiano tiene derecho a decir que está solo. Jesucristo está con él, y si se ha perdido por los caminos del mal, el Buen Pastor ha salido ya en su busca. Solo la mala voluntad de la oveja puede hacer fracasar el desvelo del pastor; el no querer regresar al aprisco. Solo eso.

II. Además del título de Buen Pastor, Cristo se aplica a sí mismo la imagen de la puerta por la que se entra al aprisco de las ovejas, que es la Iglesia. Ella "es un redil cuya única y obligada puerta es Cristo. Es también una grey de la que el mismo Dios se profetizó Pastor, y cuyas ovejas, aunque conducidas ciertamente por pastores humanos, son, no obstante, guiadas y alimentadas continuamente por el mismo Cristo, Buen Pastor y Príncipe de los pastores, que dio su vida por las ovejas"17.

Jesús ha dispuesto que haya en su Iglesia buenos pastores para que en su nombre guarden y guíen a sus ovejas18. Por encima de todos y como Vicario suyo en la tierra estableció a Pedro y a sus sucesores19, a quienes hemos de tener una especial veneración, amor y obediencia. Junto al Papa y en comunión con él, a los obispos, como sucesores de los Apóstoles.

Los sacerdotes son buenos pastores, especialmente en la administración del sacramento de la Penitencia, donde nos curan de todas nuestras heridas y enfermedades. "Recuerden –decía Juan Pablo II– que su ministerio sacerdotal (...) está ordenado, de manera particular, a la gran solicitud del Buen Pastor, que es la solicitud por la salvación de todo hombre (...), que los hombres tengan vida, y la tengan en abundancia, para que ninguno se pierda, sino que tengan la vida eterna"20.

Cada cristiano debe ser un buen pastor también de sus hermanos, especialmente por medio de la corrección fraterna, del ejemplo y de la oración. Pensemos con frecuencia que de alguna forma también nosotros somos buenos pastores de las personas que Dios ha puesto a nuestro lado. Tenemos obligación de ayudarles –con el ejemplo y la oración– a que anden el camino de la santidad y perseveren en la correspondencia a los dones y llamadas del Buen Pastor, que nos conduce a los pastos de la vida eterna.

El oficio de buen pastor es un oficio delicado en extremo: exige mucho amor y mucha paciencia21, valentía22, competencia23, mansedumbre también, prontitud de ánimo24 y un gran sentido de la responsabilidad25. El descuido de esta misión ocasionaría gravísimos daños al pueblo de Dios26: "el mal pastor lleva a la muerte incluso a las ovejas fuertes"27.

"Cuatro son las condiciones que debe reunir el buen pastor. En primer lugar, el amor: fue precisamente la caridad la única virtud que el Señor exigió a Pedro para entregarle el cuidado de su rebaño. Luego, la vigilancia, para estar atento a las necesidades de las ovejas. En tercer lugar, la doctrina, con el fin de poder alimentar a los hombres hasta llevarlos a la salvación. Y finalmente la santidad e integridad de vida; esta es la principal de todas las cualidades"28.

A todos nos corresponde pedir insistentemente que no falten nunca los buenos pastores en la Iglesia. Especialmente hemos de pedir por aquellos que Dios ha constituido como buenos pastores para nuestras almas.

III. Cada uno de nosotros necesita un buen pastor que guíe su alma, pues nadie puede orientarse a sí mismo sin una ayuda especial de Dios. La falta de objetividad, el apasionamiento con que nos vemos a nosotros mismos y la pereza, van oscureciendo nuestro camino hacia el Señor. Y llega entonces el estancamiento espiritual, la tibieza y el desánimo. En cambio, "de manera semejante a como una nave que tiene buen timonel llega sin peligro a puerto, así también, el alma que tiene un buen pastor lo alcanza fácilmente, aunque haya cometido muchos errores"29.

"Cualquiera comprende sin dificultad que para realizar la ascensión de una montaña es necesario un guía; lo mismo sucede cuando se trata de la ascensión espiritual...; y tanto más, cuanto que en este caso hay que evitar los lazos que nos tiende alguien (el demonio) muy interesado en impedir que subamos"30.

La dirección espiritual nos es necesaria para que no tengamos que decir, al final de nuestra vida, lo mismo que los judíos después de vagar por el desierto sin rumbo ni sentido: 40 años hemos dado vueltas alrededor de la montaña31. Hemos vivido sin ton ni son, sin saber adónde íbamos, sin que el trabajo o el estudio nos acercara a Dios, sin que la amistad, la familia, la salud y la enfermedad, los éxitos o los fracasos nos ayudaran a dar un paso adelante en lo verdaderamente importante: la santidad, la salvación. Para que no tengamos que decir que hemos vivido de cualquier manera, sin sentido, entretenidos con cuatro cosas pasajeras. Y todo, porque nos faltaron unas metas sobrenaturales en las que luchar, un camino claro y un guía.

Puede ser necesario confiar a alguien la dirección de nuestra alma, porque todos necesitamos una palabra de aliento si llega el desánimo por nuestras derrotas en este camino de Dios. Precisamos entonces de esa voz amiga que nos dice ¡adelante!, ¡no debes pararte, porque tienes la gracia de Dios para superar cualquier dificultad! Dice el Espíritu Santo: Si uno cae el otro lo levanta: pero ¡ay del que está solo, que cuando cae no tiene quien le levante!32. Y con esa ayuda nos recomponemos por dentro, y sacamos fuerzas cuando nos parecía que ya no nos quedaba ninguna, y seguimos nuestro camino.

Es una gracia especial de Dios poder contar con esa persona amiga que nos ayuda eficazmente en algo de tanta importancia, a la que podemos abrir el alma en una confidencia llena de sentido humano y sobrenatural. ¡Qué alegría poder comunicar lo más íntimo de nuestros sentimientos, para orientarlos a Dios, a alguien que nos comprende, nos estima, nos abre horizontes nuevos, nos alienta, reza por nosotros, y tiene una gracia especial del Señor para ayudarnos! Pero es importante acudir al que es verdaderamente buen pastor para nosotros, aquel a quien el Señor quiere que acudamos.

San Lucas nos narra de qué manera el hijo pródigo siente la necesidad de descargar el peso que agobia su alma. También Judas se siente agobiado por la carga de su traición. El primero se dirige a quien tiene que ir y encuentra una paz que ni siquiera podía imaginar; restableció de nuevo su vida. Judas debió volver a Jesús, quien, a pesar de su pecado, lo hubiera acogido y confortado, como a Pedro. Fue, sin embargo, a quien no debía: a quienes eran incapaces de comprender, y, sobre todo, incapaces de dar a aquel hombre lo que necesitaba. ¿A nosotros qué? Allá tú, le dicen.

En la dirección espiritual encontramos al Buen Pastor que nos da las ayudas necesarias para no perdernos, para recuperar el camino si nos hubiéramos desorientado en nuestro andar hacia Cristo.

Nuestra Madre Santa María nos muestra siempre el sendero seguro que conduce a Cristo.

1 Primera lectura de la Misa, Is 30, 21. — 2 Mt 9, 35-10; 1, 6-8. — 3 Ez 34, 23. — 4 Cfr. Ez 34, 16. — 5 Jer 23, 4. — 6 Jn 10, 11. — 7 Mt 15, 24. — 8 1 Pedr 2, 25. 9 Lc 15, 3-7. — 10 Jn 10, 4. — 11 Lc 12, 32. — 12 Mc 6, 34. — 13 Mt 25, 32. — 14 1 Pedr 5, 4; Apoc 7, 17. — 15 Jn 10, 3. — 16 Gal 2, 20. — 17 Conc. Vat. II, Const. Lumen gentium, 6. — 18 Ef 4, 11. — 19 Jn 21, 15-17. — 20 Juan Pablo II, Carta a todos los sacerdotes, 8-IV-1979, 7. — 21 Is 40, 11; Ez 34, 4. — 22 1 Sam 25, 7; Is 31, 4; Am 3, 12. — 23 Prov 27, 23. — 24 1 Pedr 5, 2. — 25 Mt 18, 12. — 26 Is 13, 14-15; Jer 50, 6-8. — 27 San Agustín, Sermón 46, Sobre los pastares. — 28 Santo Tomás de Villanueva, Sermón sobre el Evang. del Buen Pastor, en Opera omnia, Manila 1922, pp. 324-325. — 29 San Juan Clímaco, Escala del Paraíso. — 30 D. Garrigou Lagrange, Las tres edades de la vida interior, Ed. Palabra, vol. I, 2ª ed., p. 297. — 31 Dt 2, 1. — 32 Eccl 4, 10.

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5 de diciembre. 6º Día de la Novena

MADRE AMABLE

— Jesús nos dio a su Madre como Madre nuestra.

— Madre amable, acogedora, de mirar misericordioso.

— Aprender a tratar y amar más y mejor a Nuestra Señora.

I. La Virgen se convirtió en Madre de todos los hombres en el momento en que consintió libremente en ser Madre de Jesús, el primogénito entre muchos hermanos. Esta maternidad de María sobre nosotros es superior a la maternidad natural humana1, pues al dar a luz corporalmente a Cristo Cabeza del Cuerpo Místico, que es la Iglesia, engendró espiritualmente a todos sus miembros, a todos nosotros, y Cristo es la fuente de toda vida espiritual: "habiendo llevado en su seno al Viviente afirma el Concilio Vaticano II-, María es Madre de todos los hombres, en especial de los fieles"2.

Cuando su Hijo, Jesús, fue clavado en la Cruz, estaban junto a Él María, su Madre, San Juan, el discípulo amado, y algunas santas mujeres. El Señor dirigió entonces a su Madre esas palabras que tanta trascendencia han tenido y tendrán en la vida personal de cada hombre, de cada uno de nosotros: Mujer dice a la Virgen, he ahí a tu hijo; luego dice al discípulo: ahí tienes a tu Madre3.

Impresiona ver a Cristo olvidado de sí: de sus sufrimientos, de su soledad. Conmueve el inmenso amor a su Madre: no quiere que se quede sola; ve el dolor de María y lo asume dentro de su Corazón para ofrecerlo también al Padre por la redención de los hombres. Conmueve el gesto de Jesús para con todos los hombres, buenos y malos, incluso encallecidos por el pecado, representados en Juan. Nos da a su Madre como Madre nuestra. Jesús nos mira a cada uno, y nos dice: Ahí tienes a tu Madre, trátala bien, acude a Ella, aprovecha este don inefable.

En aquellos momentos, cuando Jesús consumaba su obra redentora, María se unió íntimamente a su sacrificio por una cooperación más directa y más profunda en nuestra salvación. La maternidad espiritual de la Virgen Santísima fue confirmada por Cristo mismo desde la Cruz4.

Ahí tienes a tu Hijo. "Esta fue la segunda Natividad. María había dado a luz en la gruta de Belén a su Hijo primogénito sin dolor alguno; ahora da a luz a su segundo hijo, Juan, entre los dolores de la Cruz. En este momento padece María los dolores del parto, no solo por Juan, su segundo hijo, sino por los millones de otros hijos suyos que la llamarán Madre a lo largo de los tiempos. Ahora comprendemos por qué el Evangelista llamó a Cristo su hijo primogénito, no porque tuviera más hijos de su carne, sino porque había de engendrar muchos otros con la sangre de su corazón"5; con un dolor redentor, lleno de frutos, pues estaba unido al sacrificio de su Hijo. Comprendemos bien que la maternidad de María sobre nosotros, siendo de un orden distinto, es superior a la maternidad de las madres en la tierra, pues Ella nos engendra a una vida sobrenatural y eterna.

Ahí tienes a tu hijo. Estas palabras produjeron un aumento de caridad, de amor materno por nosotros, en el alma de la Virgen; en el corazón de Juan, un amor filial profundo y lleno de respeto por la Madre de Dios. Este es el fundamento de una honda devoción a la Virgen.

Podríamos preguntarnos en este día de la Novena el lugar que ocupa la Virgen en nuestra vida. ¿La hemos sabido acoger como Juan? ¿La dejamos con frecuencia sola? ¿La llamamos muchas veces Madre, Madre mía...? ¿La tratamos bien?

II. Maternidad quiere decir solicitud y desvelo por el hijo. Y esto se da en la Virgen por todos los hombres. Intercede por cada uno y obtiene las gracias específicas y oportunas que necesitamos. Jesús dice de sí mismo que es el Buen Pastor que llama a sus ovejas, a cada una por su nombre, nominatim6; algo parecido sucede con la Virgen, Madre espiritual de todo hombre en particular. Lo mismo que los hijos son diferentes y únicos para su madre, así somos todos para Santa María. Ella nos conoce bien, nos distingue en la lejanía de cualquier otro, nos llama por nuestro nombre con un acento inconfundible. Su maternidad alcanza a la persona entera, al cuerpo y al alma, Pero su acción maternal, sobre el cuerpo también, está orientada "a restaurar la vida sobrenatural en las almas"7, a la santidad, a una identificación más perfecta con su Hijo. En esta tarea maternal, la Virgen es la colaboradora por excelencia del Espíritu Santo, Aquel que da la vida sobrenatural y la mantiene.

Esta maternidad de María no es la misma para todos los hombres. María es Madre de un modo excelente de los bienaventurados del Ciclo, que ya no pueden perder la vida de la gracia. Es Madre de modo perfecto de los cristianos en gracia, porque estos tienen la vida sobrenatural completa. Es Madre de quienes están alejados de Dios por el pecado mortal, con los que ejerce su misericordia continuamente para atraerlos a la amistad con su Hijo; por eso, la Virgen es nuestra mayor ayuda en todo apostolado. Nuestra Señora es también Madre de aquellos que incluso no están bautizados, ya que están destinados a la salvación, pues Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad8.

La Virgen, Madre por excelencia, tiene siempre para nosotros una sonrisa en los labios, un gesto acogedor; una mirada que invita a la confianza; siempre está dispuesta a entender lo que ocurre en nuestro corazón; en Ella debemos descargar las penas, aquello que más nos pesa. Ella se hace querer por todos, es amable por excelencia: "se hizo toda para todos; a los sabios y a los ignorantes, con una copiosísima caridad, se hizo deudora. A todos abre el seno de la misericordia; para que todos reciban de su plenitud: redención el cautivo, curación el enfermo, consuelo el afligido, perdón el pecador"9.

Especialmente en las dificultades, o cuando no tenemos los medios que necesitamos, en las tentaciones, en posibles momentos de desvarío, debemos acudir confiadamente a Ella: Madre, Madre mía... Monstra te esse matrem!, ¡muestra que eres Madre!, le hemos dicho tantas veces.

Quizá en alguna ocasión nos encontremos enfermos del alma, y entonces acudiremos a Ella Salus infirmorum, salud de los enfermos con la seguridad de no ser rechazados. Ninguna experiencia, por dura y negativa que pueda ser o parecer, nos debe desalentar. Siempre encontraremos en Ella a la Madre amable, acogedora, de mirar misericordioso, que nos recibe con ternura y facilita incluso hace más corto- el camino que perdimos. Y si arrecian las dificultades, en el alma o en la vida corriente, la llamaremos con más fuerza, y se dará prisa para protegernos. "¡Madre! Llámala fuerte, fuerte. Te escucha, te ve en peligro quizá, y te brinda, tu Madre Santa María, con la gracia de su Hijo, el consuelo de su regazo, la ternura de sus caricias: y te encontrarás reconfortado para la nueva lucha"10.

III. Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa11. ¡Cómo envidiamos a Juan! ¡Cómo se llenó de luz aquel nuevo hogar de Santa María! "Los autores espirituales han visto en esas palabras, que relata el Santo Evangelio, una invitación dirigida a todos los cristianos para que pongamos también a María en nuestras vidas. En cierto sentido, resulta casi superflua esa aclaración. María quiere ciertamente que la invoquemos, que nos acerquemos a Ella con confianza, que apelemos a su maternidad, pidiéndole que se manifieste como nuestra Madre (Monstra te esse Matrem. Himno litúrgico Ave maris stella)"12.

Quizá podría ser este el propósito para hoy, un día más de la Novena a Nuestra Madre: contemplar a María en casa de Juan, ver la extrema delicadeza que tendría con la Madre de Jesús, las confidencias llenas de intimidad... Y meterla nosotros en la propia vida: mirarla como la miraba el discípulo amado, acudir a Ella en todo con confianza filial, quererla al menos como la quiso Juan. ¡Qué fácil es querer a Santa María! Nunca, después de Jesús, ha existido ni existirá criatura alguna más amable. Se ha dicho de María que es como una sonrisa del Altísimo. Nada defectuoso o imperfecto o inacabado encontramos en su ser. No es alguien lejano e inaccesible: está muy cerca de nuestra vida de todos los días, sabe de nuestros ajetreos, de lo que nos preocupa, de lo que necesitamos... No temamos excedernos en nuestro amor a María, pues nunca la amaremos como la Santísima Trinidad, que la amó hasta hacerla Madre de Cristo. No temamos excedernos, porque sabemos que Ella es "un regalo del Corazón de Jesús moribundo"13.

El Señor desea que aprendamos a quererla siempre más; que tengamos con Ella los detalles de delicadeza y de amor que Él hubiera tenido en nuestro caso: jaculatorias, mirar con frecuencia sus imágenes ¡se puede decir tanto en una mirada, que nos lleva de la tierra al Cielo!, desagraviarla por el olvido en que la tienen algunos de sus hijos, acudir a Ella en la menor necesidad, rezarle con amor el Ángelus, el Santo Rosario... "Entre todos los homenajes que podemos tributar a María afirma San Alfonso M.ª de Ligorio, no hay ninguno tan grato al Corazón de nuestra Madre como el implorar con frecuencia su maternal protección, rogándole que nos asista en todas nuestras necesidades particulares, como al dar o recibir un consejo, en los peligros, en las tribulaciones, en las tentaciones... Esta buena Madre nos librará ciertamente de los peligros, con solo rezar la antífona Sub tuum praesidium ("Bajo tu protección nos acogemos, Santa Madre de Dios..."), o el Avemaría, o con solo invocar su santo nombre, que tiene un poder especial contra los demonios"14. Ella, como todas las madres, experimenta un especial gozo en atender a sus hijos necesitados.

Sabemos que "después de la peregrinación de este destierro, nos esperan sus ojos misericordiosos y sus brazos, donde nos encontraremos, en lazo indisoluble, con el Fruto de su vientre, Jesús, que ganó la gloria para sí, para su Madre y para todos los hermanos que nos acogemos a su misericordia"15.

Sancta María, Mater amabilis, ora pro eis... ora pro me. Enséñame a quererte cada día un poco más.

1 Cfr. R. Garrigou-Lagrange. La Madre del Salvador, p. 219. — 2 Conc. Vat. II, Const. Lumen gentium, 53. — 3 Jn 19, 27. — 4 Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 7-XII-1990, n. 23. — 5 F. J. Sheen, Desde la Cruz, Subirana, Barcelona 1965, p. 18. — 6 Cfr. Jn 10, 3. — 7 Cfr. Conc. Vat. II, Const. Lumen gentium, 61. — 8 Cfr. J. Ibáñez-F. Mendoza, La Madre del Redentor, pp. 237-238. — 9 San Bernardo, Homilía en la octava de la Asunción, 2. — 10 San Josemaría Escrivá, Camino, n. 516. — 11 Jn 19, 27. — 12 San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 140. — 13 Cfr. Pío XII, Enc. Haurietis aquas, 15-V-1956, 21. — 14 San Alfonso Mª de Ligorio, Las glorias de María, III, 9. — 15 L. Mª. Herrán, Nuestra Madre del Cielo, Palabra, 2ª. ed., Madrid 1988, p. 102.

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Santoral               (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

San Sabas
Abad
Año 532

Este santo fue uno de los monjes más famosos de la antigüedad.

Nació en Turquía en el año 439.

Era hijo de un comandante del ejército, el cual tuvo que partir a lejanas tierras y lo dejó confiado a un tío. Pero este lo trataba muy mal y el niño de ocho años se fue donde otro tío. Mas el segundo empezó a pelear con el primero exigiendo que le debían pasar a él la herencia del niño si querían que lo educara, y entonces el joven Sabas, amigo de la paz, se fue a un monasterio.

Después los dos tíos se arrepintieron de lo mal que lo habían tratado y lo llamaron otra vez a que administrara sus cuantiosos bienes, pero él ya estaba hastiado del mundo y no quiso volver a él.

Después de pasar varios años como monje muy ejemplar en su tierra, dispuso irse a Jerusalén para aprender la santidad con los monjes de ese país. Y allí a varios kilómetros de Jerusalén se hizo una celda, cerca de los otros monjes anacoretas y se dedicó a una vida de oración y penitencia. Como era el más joven y forzudo de los monjes, acarreaba el agua desde bastantes cuadras de distancia, conseguía la lecha y trabajaba diez horas al día, haciendo canastos para vender y con eso conseguir los alimentos para los más ancianos y débiles. Había días en que tejía diez canastos.

El más estricto y santo de los monjes de los alrededores, San Eutimio, lo invitó a irse a pasar los 40 días de la cuaresma en el desierto donde ayunó Jesús, y a dedicarse allí a ayunar ellos también. Sabas empezó con gran fervor, pero a los pocos días cayó desvanecido de tanta sed, a cause del intenso calor. San Eutimio oró con fe, y apareció por allí cerca un nacedero de agua y así logró no morir de deshidratación. Después de muerto San Eutimio, repitió Sabas muchas veces en su vida, la práctica de pasar los 40 días anteriores a la Semana Santa, ayunando en el desierto donde ayunó Jesús. Es terrible penitencia que sólo resisten quienes tienen una gran resistencia física.

Sabas pasó cuatro años seguidos en el desierto sin hablar con nadie. Pero luego empezaron a llegar monjes a pedirle que los dirigiera hacia la santidad y tuvo que dedicarse a ayudarles a conseguir la perfección. Llegó a tener 150 monjes cerca del Mar Muerto. Como por allí faltaba el agua, un día el santo vio a un asno hocear en el suelo, y mandó excavar en ese sitio y apareció una fuente de agua que dio de beber a muchas gentes por bastantes siglos.

Cuando tenía 50 años fue ordenado sacerdote por el Arzobispo de Jerusalén, y nombrado jefe de todos los monjes de Tierra Santa.

Con la herencia que le dejaron sus padres construyó dos hospitales.

Por tres veces fue enviado a Constantinopla, residencia del emperador, a obtener que este no apoyara a los herejes y que favoreciera la Tierra Santa. La primera vez como iba vestido tan pobremente, los guardias del palacio dejaron entrar a los demás enviados menos a él. Pero cuando leyó la carta del Arzobispo de Jerusalén en la cual le recomendaba a Sabas como el más santo de los monjes, el emperador preguntó por él y tuvieron que irse a buscarlo. Lo encontraron en un rincón, dedicado a la oración.

El emperador ofreció a los visitantes que pidieran los regalos que quisieran. Cada uno pidió para sí mismo lo que quiso, pero Sabas dijo que él no deseaba nada para su uso personal, pero que lo que pedía era que el emperador no ayudara a los herejes y que concediera varias ayudas que estaban necesitando mucho en Palestina, y que pusiera un puesto de policía cerca de donde estaban los monjes para que los defendieran de los asaltadores.

Todo esto se lo concedió el mandatario.

San Sabas llegó a dirigir personalmente a muchísimos monjes y entre sus dirigidos hay cinco santos canonizados. Por ej. San Juan Damasceno y San Teodoro.

A los noventa y cuatro años de edad, siendo famoso en todo Oriente, y habiendo gastado gran parte de su vida en oración, meditación y dirección espiritual, murió el 5 de diciembre del año 532.

Su monasterio, cerca del Mar Muerto, es uno de los tres monasterios más antiguos que existen en el mundo. La fuente que hizo brotar, todavía surte de agua a los alrededores, y las palmeras hijas de las que él mismo sembró, aún siguen alimentando con sus dátiles a los monjes que allí viven santamente.

Gloria a Dios por los grandes santos que le ha dado a su santa Iglesia.

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Felipe Rinaldi, Beato Fundador, 5 de diciembre  

Felipe Rinaldi, Beato

Rector Mayor de 1922 a 1931


Etimológicamente significa "amante de los caballos". Viene de la lengua griega.

Hoy hay en el mundo joven y adulto frecuentes rupturas afectivas, sacudidas que les dejan sorprendidos o bien con el ánimo destrozado. Es en estos momentos cuando deben descubrir los creyentes que Cristo Resucitado está ahí.

Nació en 1856 y tuvo la suerte de conocer a san Juan Bosco cuando era niño. El santo le invitó a que se hiciera salesiano cuando contaba 21 años.

Apenas fue ordenado de sacerdote en 1882, se le confió la formación de los adultos que aspiraban al sacerdocio. A partir de 1889 trabajó en España y Portugal.

En 1901 el sucesor de D. Bosco lo nombró administrador general de la congregación, cargo que entonces abarcaba los actuales de vicario del Rector Mayor y la administración central.

El intenso trabajo que le acarreaba un puesto tan complejo no le impidió ejercer el ministerio sacerdotal y ser un guía espiritual de finísima condición.

Dio impulso a la Familia Salesiana en toda su amplitud, y la enriqueció con la genial institución, entonces completamente nueva, de lo que hoy se conoce con el nombre de "Voluntarias de D. Bosco", chicas que viven su consagración a Dios en su trabajo respectivo y en casa. Monjas a lo moderno.

Elegido Rector Mayor en 1922, se dedicó en particular a la formación de los salesianos y, paralelamente, al desarrollo del culto al Fundador cuando éste fue declarado beato, insistiendo sobre todo en la imitación de su vida interior, en su unión con Dios, en su misión y en su ilimitada confianza en María Auxiliadora.

Interpretando genuinamente su espíritu, supo captar con intuición profética los signos de los tiempos y adecuarse a ellos con audacia.
Murió en Turín tal día como hoy del año 1931.

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Crispina, Santa Biografía, 5 de diciembre  

Diciembre 5

 

Etimológicamente significa " de pelo rizado". Viene de la lenguas alemana.

Dice el Salmo: "Dios mío, te doy gracias por tu amor y tu verdad; aumentaste la fuerza de mi alma".

Esta mujer tenía mucho dinero e hijos a quien alimentar y educar.

Vivía en Tebaste, Africa, al final del siglo III y comienzos del IV.

La gracia de Dios tocó su corazón. Resplandecía ante todos por su virtud y todos, ya en vida, comenzaron a llamarla la "santa.

Su salud no era muy fuerte que digamos, pero lo compensaba todo con la fortaleza de su alma.
Dios aumentaba la fuerza de su alma como dice el Salmo.

Los creyentes en Cristo el Señor la querían y respetaban con cariño profundo.

Era una buena consejera en asuntos cristianos y humanos. Las dos cosas van íntimamente unidas.

Las orientaciones que daba, eran acertadas.

Todo era paz y felicidad hasta que estalló la décima persecución de Diocleciano.

Este hombre estaba ciego y maniático por acabar con todos los nuevos creyentes.

Una de las primeras víctimas – porque era la más conocida – fue santa Crispina.

La llevaron ante la presencia del juez Anulino. Le hizo muchas preguntas. Y más amenazas todavía. Ella no se inmutaba ante nadie.

El mismo juez sintió la humillación ante la valentía de esta señora.

La atormentó sin cesar hasta dejarla extenuada. Irritado, mandó que la degollaran en Tebaste el 5 de diciembre del año 305.

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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina04
Bartolomé Fanti de Mantua, Beato Presbítero Carmelita, 5 Diciembre  

Bartolomé Fanti de Mantua, Beato

No sabemos gran cosa sobre la vida de Bartolomé Fanti.

Fue uno de los carmelitas extraordinariamente santos que vivieron en Mantua, en el siglo XV. Nació en 1443.

A los diecisiete años, ingresó en la orden del Carmelo. Después de su ordenación se distinguió como predicador.

Era extraordinariamente devoto del Santísimo Sacramento.

Con el aceite de la lámpara del Santísimo, curó milagrosamente a varias personas. Instituyó en Mántua una cofradía de laicos de Nuestra Señora del Monte Carmelo, para la que él mismo escribió los estatutos y prescribió los ejercicios de devoción.

Se cuenta que el Beato Bartolomé fue maestro de novicios del poeta carmelita, Beato Bautista Spagnolo, quien, calificó a nuestro beato como "santísimo guía y maestro espiritual".

El Beato Bartolomé murió el 5 de diciembre de 1495. Su culto fue confirmado en 1909.

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Narciso Putz, Beato Mártir, Diciembre 5  

Narciso Putz, Beato

Mártir

Martirologio Romano: Cerca de Munich, en Baviera, de Alemania, beato Narciso Putz, presbítero y mártir, que mientras Polonia estaba bajo un régimen extranjero durante la guerra, fue llevado al campo de concentración de Dachau por su tenacidad en la fe y allí murió agotado por crueles tormentos (1942).

Etimología: Narciso = Aquel que produce sopor, es de origen griego

Sacerdote de la Archidiócesis de Poznan, cayó víctima de los nazis en el nefastamente famoso campo de concentración de Dachau.

El "crimen" cometido fue su perseverancia en la fe, murió entre atroces torturas.

El Papa Juan Pablo II, 13 de junio de 1999 lo elevó al honor de los altares junto con otras 107 víctimas de la misma persecución.

Para ver más sobre los 108 mártires durante la segunda guerra mundial haz "click"
AQUI

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Nicolás Stenso, Beato Obispo y Científico, 5 Diciembre  

Nicolás Steno, Beato

Niels Steensen, hijo de un pastor luterano, nació en Copenhague el 10 de enero de 1638, donde estudia matemáticas, ciencias naturales e idiomas, y empieza a estudiar anatomía con Thomas Bartholin.

En 1660 va a Holanda, donde descubre el conducto exterior de la glándula salival parótida (conducto de Steno) y hace la primera descripción completa del aparato lacrimal.

Importantes son sus trabajos sobre los músculos: función de los intercostales, estructura fibrilar de las masas musculares, condición muscular de la lengua y del corazón, entre otros.

Basándose en experimentos fisiológicos, su mentalidad cartesiana le lleva a expresar geométricamente los mecanismos del movimiento muscular voluntario; pero rechazó el uso del microscopio que hubiera aclarado su teoría.

Vuelve a su patria en 1664, y, al negársele una merecida cátedra, marcha a París y a Florencia donde vive protegido por el gran duque Fernando II.

Allí nace su afición a la geología y una inquietud religiosa que le lleva a convertirse al catolicismo en 1667.

En 1669 publica un Prodromus, avance de un tratado geológico, en el que da geniales ideas sobre el significado de los fósiles y la formación de los cristales. Postuló, en estratigrafía, el Principio de Superposición o ley de Steno. En cristalografía también lleva su nombre una ley acerca de la constancia de ángulos interfaciales.

Cada vez le atraía más la vida espiritual y el afán de contribuir a soldar la división de los cristianos. Efectuó algunos viajes científicos y pasó dos años en Copenhague como Anatomicus regius; regresó a Florencia, donde, en 1675, se ordenó sacerdote.

Dos años después fue consagrado obispo y enviado como vicario apostólico a las ciudades hanseáticas. Grandes fueron sus sufrimientos en aquel medio totalmente luterano, en el que se hizo valer por su prestigio científico y por su vida pobre y sacrificada.

Murió santamente en Schwerin en 1686.

Fue beatificado el 23 de octubre de 1988.

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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com

 

Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/

 

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