domingo, 25 de septiembre de 2011

Lecturas Lunes 26 de Septiembre de 2011. San Cosme y San Damián ¡rueguen por nosotros!

JMJ

Pax

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 46-50

Gloria a ti, Señor.

Un día, surgió entre los discípulos una discusión sobre quién era el más grande e ellos. Dándose cuenta Jesús de los que estaban discutiendo, tomó a un niño, lo puso junto a sí y les dijo:
"El que reciba a este niño en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe también al que me ha enviado. en realidad el más pequeño entre todos ustedes, ése el el más grande".
Entonces, Juan le dijo:
"Maestro, vimos a uno que estaba expulsando a los demonios en tu nombre; pero se lo prohibimos, porque no anda con nosotros".
Pero Jesús respondió:
"No se lo prohíban, pues el que no está contra ustedes, está en favor de ustedes".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/swf/l.swf?video_id=v82JVdXAUUs

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? abortar (todos los métodos anticonceptivos son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.

 

Misal

lun 26a. Ordinario año impar

Antífona de Entrada

Vi al Señor sentado en un trono excelso; lo adoraban una multitud de ángeles que cantaban a una sola voz: "Este es aquél cuyo poder permanece eternamente".

 

Oración colecta

Oremos:
Escucha, Señor, con bondad, las súplicas de tu pueblo, y concédenos luz para conocer tu voluntad y fortaleza para cumplirla.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Yo salvaré a mi pueblo de los países de oriente y occidente

Lectura del libro del profeta Zacarías 8, 1-8

En aquellos días, me fue dirigida a mí, Zacarías, la palabra del Señor en estos términos:
"Esto dice el Señor de los ejércitos: Yo siento por Sión un amor ardiente y celoso, un amor celoso que me arrebata".
Esto dice el Señor de los ejércitos:
"Regresaré a Sión y en medio de Jerusalén habitaré. Jerusalén se llamará ciudad fiel, y el monte del Señor de los ejércitos, monte santo".
Esto dice el Señor de los ejércitos:
"De nuevo se sentarán los ancianos y las ancianos en las plazas de Jerusalén, cada cual con su bastón en la mano, por su avanzada edad; las plazas de la ciudad se llenarán de niños y niñas que jugarán en ellas".
Esto dice el Señor de los ejércitos:
"Aunque esto les parezca imposible a los sobrevivientes de este pueblo, ¿acaso va a ser imposible para mí?"
Esto dice el Señor de los ejército:
"Yo salvaré a mi pueblo de los países de oriente y occidente, y lo traeré aquí para que habite en Jerusalén. El será mi pueblo y yo será mi pueblo y yo seré su Dios, lleno de fidelidad y de justicia"".
Palabra de Dios.
Te alabamos Señor.

Salmo Responsorial

Del salmo 101

Tu pueblo nuevo te alabaré, Señor.

Cuando el Señor reedifique a Sión y aparezca glorioso, cuando oiga el clamor del oprimido y no se muestre a sus plegarias sordo, entonces temerán al Señor todos los pueblos, y su gloria verán los poderosos.
Tu pueblo nuevo te alabaré, Señor.

Esto se escribirá para el futuro y alabará al Señor el pueblo nuevo, porque el Señor, desde su altura santa, ha mirado a la tierra desde el cielo, para oír los gemidos del cautivo y librar de la muerte al prisionero.
Tu pueblo nuevo te alabaré, Señor.

Bajo tu protección, Señor habitarán los hijos de tus siervos y se establecerán sus descendientes. Tu nombre en Sión alabarán por eso, cuando en Jerusalén, a darle culto, se reúnan, Señor, todos los pueblos.
Tu pueblo nuevo te alabaré, Señor.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, Aleluya.
Jesucristo vino a servir y a dar su vida por la salvación de todos.
Aleluya.

Evangelio

El más pequeño entre todos ustedes, ése es el más grande

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 46-50

Gloria a ti, Señor.

Un día, surgió entre los discípulos una discusión sobre quién era el más grande e ellos. Dándose cuenta Jesús de los que estaban discutiendo, tomó a un niño, lo puso junto a sí y les dijo:
"El que reciba a este niño en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe también al que me ha enviado. en realidad el más pequeño entre todos ustedes, ése el el más grande".
Entonces, Juan le dijo:
"Maestro, vimos a uno que estaba expulsando a los demonios en tu nombre; pero se lo prohibimos, porque no anda con nosotros".
Pero Jesús respondió:
"No se lo prohíban, pues el que no está contra ustedes, está en favor de ustedes".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Acepta, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte, y, por sus méritos, escucha nuestras filiales oraciones y santifica toda nuestra vida.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

La salvación por Cristo

En verdad es justo y necesario,es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Pues por amor creaste al hombre, y, aunque condenado justamente, lo redimiste por tu misericordia, por Cristo Señor nuestro.
Por él,
los ángeles y arcángeles, y todos los coros celestiales celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus voces cantando humildemente tu alabanza:

Antífona de la Comunión

Señor, en ti está la fuente de la vida y tu luz nos hace ver la luz.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
A quienes has alimentado con tus sacramentos, concédeles, Dios todopoderoso, servirte con una vida que te sea agradable.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

___________________________________________________________________________________________

Dia 26/09 Santos Cosme y Damián (mártires, rojo)

Antífona de Entrada

El Señor es quien salva a los justos, él es su alcázar en el peligro.

 

Oración Colecta

Oremos:
Señor, que el triunfo de estos mártires nos llene de alegría, aumente el vigor de nuestra fe y
nos consuele en la certeza de que todos ellos interceden por nosotros.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Los recibió como sacrificio de holocausto

Lectura del libro de la Sabiduría 3, 1-9

La vida de los justos está en manos de Dios y no los tocará el tormento. La gente insensata pensaba que morían, consideraba su tránsito como una desgracia, su partida de entre nosotros como una destrucción; pero ellos están en paz. La gente pensaba que eran castigados; pero ellos esperaban seguros la inmortalidad. Sufrieron un poco; recibirán grandes favores, porque Dios los puso a prueba y halló dignos de sí: los probó como oro en crisol, los recibió como sacrificio de holocausto.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del Salmo 125

Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares.
Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.

Hasta los gentiles decían: "El Señor ha estado grande con ellos". El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres.
Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.

Que el Señor cambie nuestra suerte como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.


Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.

Al ir, iban llorando, llevando la semilla; al volver vuelven cantando, trayendo sus gavillas.
Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Dichoso el hombre que soporta la prueba, porque una vez aquilatado recibirá la corona de la vida.
Aleluya.

Evangelio

No tengan miedo a los que matan el cuerpo

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 10, 28-33

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo dijo Jesús a sus apóstoles:
"No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No, teman al que puede destruir con el fuego alma y cuerpo. ¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga nuestro Padre. Pues ustedes hasta los cabellos de la cabeza tienen contados. Por eso, no tengan miedo: no hay comparación entre ustedes y los gorriones.
Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Recibe, Señor, esta ofrenda de tu pueblo en honor del martirio de tus santos, y, ya que en la persecución dio fortaleza a los gloriosos santos Cosme y Damián, nos dé a nosotros constancia para resistir la adversidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

Testimonio y ejemplo de los mártires

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, nuestro Señor.
Porque la sangre de los gloriosos mártires Cosme y Damián, derramada como la de Cristo para proclamar su fidelidad a ti, manifiesta tu admirable poder, que convierte la fragilidad en fortaleza y al hombre débil robustece para que sea testigo tuyo.
Por eso,
como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te aclamamos, diciendo sin cesar:

Antífona de la Comunión

El que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará, dice el Señor.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Señor, guarda intacto tu don en nuestros corazones, y lo que de tu mano hemos recibido en la festividad de tus santos Cosme y Damián, sea para nosotros prenda de salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

___________________________________________________________________________________________

 

Meditación diaria

 

26ª semana. Lunes

EL SENTIDO CRISTIANO DEL DOLOR

— Las pruebas y padecimientos de Job.

— El sufrimiento de los justos.

— El dolor y la Pasión de Cristo.

I. A lo largo de esta semana, una de las lecturas de la Misa1 recoge las enseñanzas del Libro de Job, siempre actuales, pues la desgracia y el dolor son una realidad con la que nos tropezamos frecuentemente.

Vivía en tierra de Hus –leemos en la Sagrada Escritura– un hombre temeroso de Dios, llamado Job, que había recibido incontables bendiciones del Señor: era rico en rebaños, ganado y productos de la tierra, y le había sido concedida una numerosa descendencia. Según una concepción generalizada en aquellos tiempos, existía relación entre vida virtuosa y vida próspera en bienes. Esta situación de bienestar material era considerada como un premio que Dios otorgaba a la virtud y a la fidelidad. En un diálogo figurado entre Dios, que se siente contento por el amor de su siervo, y Satán, este insinúa que la virtud de Job es interesada y que desaparecería con la destrucción de sus riquezas. ¿Acaso teme Job a Dios en balde? ¿No le has rodeado de un vallado protector a él, a su casa y a todo cuanto tiene? Has bendecido el trabajo de sus manos, y sus ganados se esparcen por todo el país. Pero extiende tu mano y tócale en lo suyo, veremos si no te maldice en tu rostro2.

Con la autorización de Dios, fue Job despojado de todos sus bienes, pero su virtud demostró estar profundamente enraizada: Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo tornaré allá. Yahvé me lo dio, Yahvé me lo ha quitado. ¡Bendito sea el nombre de Yahvé!3, exclama en medio de su pobreza. Su conformidad con la voluntad divina fue total, tanto en la abundancia como en la indigencia. La miseria de Job se convirtió en enorme riqueza espiritual.

Una segunda y más violenta prueba no pudo debilitar esa fe y confianza en Dios. Esta vez todo su cuerpo fue herido con una úlcera que le cubría desde la planta de los pies a la cabeza. Perder la salud es un mal peor que perder los bienes materiales. La fe de Job, sin embargo, se mantuvo firme, a pesar de la enfermedad y de los ataques hirientes de su mujer: Si recibimos de Dios los bienes, ¿por qué no también los males?4, contestó Job.

Hoy puede ser una buena oportunidad para que examinemos nuestra postura ante el Señor cuando, en nosotros o en aquellos que más queremos, se hacen presentes la desgracia y el dolor. Dios es siempre Padre. También cuando nos visitan la aflicción y el pesar. ¿Nos comportamos como hijos agradecidos en la abundancia y en la escasez, en la salud y en la enfermedad?

II. Tres amigos, pertenecientes a tribus y lugares diferentes, al enterarse de la situación de Job se propusieron ir juntos para hacerle compañía y animarle. Cuando los tres, Elifaz, Bildad y Sofar, llegaron y vieron a Job en un estado tan lamentable, toda su compasión desapareció, convencidos de que se hallaban en presencia de un hombre maldecido por Dios. Ellos compartían la creencia de que la prosperidad es el premio que Dios da a la virtud, y las tribulaciones son castigo de la iniquidad. La conducta de sus amigos, la prolongación de sus sufrimientos, la soledad en medio de tanto dolor, pesaron demasiado sobre Job, que rompió su silencio en una queja amarga. Los amigos, convencidos de la existencia de algún pecado oculto de Job, también ignorantes del premio o castigo después de esta vida, se dirigen duramente contra él, pues no encuentran otra explicación a las desgracias de Job. Este, convencido de su propia inocencia, admite ciertamente la existencia de pequeñas transgresiones, comunes a todo hombre5, pero no hasta el punto de ser proporcionales al castigo. Recuerda igualmente el mucho bien que llevó a cabo. De aquí nace una gran lucha dentro de su alma.

Él sabe que Dios es justo, y sin embargo todo parece hablar de injusticia en relación a él. También él creía que el Señor trata al hombre según sus méritos o deméritos. ¿Cómo podría conciliarse la justicia divina con su amarga experiencia? Los amigos tienen una respuesta, pero él, en conciencia, la cree falsa. Estas dos convicciones, aparentemente contradictorias, la justicia divina y su propia inocencia, le causan a Job una angustia y un desgarro interior más penoso que sus mismas enfermedades físicas y la ruina material6. Es el desconcierto que fuera de la fe produce el sufrimiento del inocente: niños que mueren pronto o con enfermedades que los dejarán inútiles para una vida normal, personas que han sido generosas y han servido fielmente a Dios y que se encuentran en la ruina económica, sin trabajo, o con una enfermedad difícil..., mientras que a otros que han vivido a espaldas de Dios parece que la vida les sonríe.

El Libro de Job "pone con toda claridad el problema del sufrimiento del hombre inocente: el sufrimiento sin culpa. Job no ha sido castigado, no había razón para infligirle una pena, aunque haya sido sometido a una prueba durísima"7. Después de esta prueba, Job saldrá fortalecido en su virtud, que no dependía de su situación acomodada ni de los grandes beneficios que había recibido de Dios. Con todo, "el libro de Job no es la última palabra sobre este tema. En cierto modo es un anuncio de la Pasión de Cristo"8, la única que puede dar luz a este misterio del sufrimiento humano, de modo particular al dolor del inocente.

Tanto amó Dios al mundo, que le dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga la vida eterna9. El dolor cambia radicalmente de signo con la Pasión de Cristo. "Parece como si Job la hubiera presentido cuando dice: Yo sé que mi Redentor vive, y al fin... yo veré a Dios (Job 19, 25); y como si hubiese encaminado hacia ella su propio sufrimiento, el cual, sin la redención, no hubiera podido revelarle la plenitud de su significado. En la Cruz de Cristo no solo se ha cumplido la redención mediante el sufrimiento, sino que el mismo sufrimiento humano ha quedado redimido. Cristo –sin culpa alguna propia– cargó sobre sí el mal total del pecado"10. Los padecimientos de Jesús fueron el precio de nuestra salvación11. Desde entonces, nuestro dolor puede unirse al de Cristo y, mediante él, participar en la Redención de la humanidad entera. "Esta ha sido la gran revolución cristiana: convertir el dolor en sufrimiento fecundo; hacer, de un mal, un bien. Hemos despojado al diablo de esa arma...; y, con ella, conquistamos la eternidad"12.

III. Nunca pasa el dolor a nuestro lado dejándonos como antes. Purifica el alma, la eleva, aumenta el grado de unión con la voluntad divina, nos ayuda a desasirnos de los bienes, del excesivo apego a la salud, nos hace corredentores con Cristo..., o, por el contrario, nos aleja del Señor y deja el alma torpe para lo sobrenatural y entristecida. Cuando Simón de Cirene fue reclamado para ayudar a Jesús a llevar su Cruz aceptó al principio con disgusto. Fue forzado13, escribe el Evangelista. En un primer momento solo miraba la cruz, y la cruz era un simple madero pesado y molesto, Después no se fijó ya en el madero, sino en el reo, aquel hombre del todo singular que iba a ser ajusticiado. Entonces todo cambió: ayudó con amor a Jesús y mereció el premio de la fe para él y para sus dos hijos, Alejandro y Rufo14. También nosotros hemos de mirar a Cristo en medio de nuestras pruebas y tribulaciones. Nos fijaremos menos en la Cruz y daremos paso al amor. Encontraremos que cargar con la Cruz tiene sentido cuando la llevamos junto al Maestro. "Su más ardiente deseo es encender en nuestros corazones esa llama de amor y de sacrificio que abrasa al suyo, y por poco que correspondamos a este deseo, nuestro corazón se convertirá pronto en un foco de amor que consumirá poco a poco esas escorias acumuladas por nuestras culpas y nos convertirá en víctimas de expiación, dichosos de lograr, a costa de algunos sufrimientos, una mayor pureza, una más estrecha unión con el Amado; dichosos también de completar la Pasión del Salvador por el bien de la Iglesia y de las almas (Col 1, 24) (...). A los pies del Crucificado, allí es donde comprenderemos que en este mundo no es posible amar sin sacrificio, pero el sacrificio es dulce al que ama"15.

Al terminar nuestra oración contemplamos a Nuestra Señora en la cima del Calvario, participando de modo singular en los padecimientos de su Hijo. "Admira la reciedumbre de Santa María: al pie de la Cruz, con el mayor dolor humano –no hay dolor como su dolor–, llena de fortaleza.

"—Y pídele de esa reciedumbre, para que sepas también estar junto a la Cruz"16. Junto a Ella entendemos bien que "el sacrificio es dulce al que arna", y ofreceremos a través de su Corazón dulcísimo los fracasos, las incomprensiones, las situaciones difíciles en la familia o en el trabajo, la enfermedad y el dolor... "Y una vez hecho el ofrecimiento, tratemos de no pensar más, sino de cumplir lo que Dios quiere de nosotros, allí donde estemos: en la familia, en la fábrica, en la oficina, en la escuela... Sobre todo, tratemos de amar a los demás, a los prójimos que están a nuestro alrededor.

"Si hacemos esto, podremos experimentar un efecto insólito e insospechado: nuestra alma estará llena de paz, de amor, y también de alegría pura, de luz. Podremos encontrar en nosotros una nueva fuerza. Veremos cómo, abrazando las cruces de cada día y uniéndonos por ellas a Jesús crucificado y abandonado, podremos participar ya desde aquí de la vida del Resucitado.

"Y, ricos de esta experiencia, podremos ayudar más eficazmente a todos nuestros hermanos a encontrar la bienaventuranza entre las lágrimas, a transformar en serenidad lo que les preocupe. Seremos así instrumentos de alegría para muchos, de felicidad, de esa felicidad que ambiciona todo corazón humano"17.

1 Primera lectura. Año II. — 2 Job 1, 9-11. 3 Job 1, 21. — 4 Job 2, 10. — 5 Cfr. Job 13, 26; 14, 4. — 6 Cfr. B. Orchard, Verbum Dei, Herder, Barcelona 1960, vol. II, pp. 104 ss. — 7 Juan Pablo II, Carta Apost. Salvifici doloris, 11-II-1984, 11. — 8 Ibídem. — 9 Jn 3, 16. — 10 Juan Pablo II, loc. cit., 19. — 11 Cfr. 1 Cor 6, 20. — 12 San Josemaría Escrivá, Surco, n. 887. — 13 Mt 27, 32. — 14 Cfr. Mc 15, 21. — 15 A. Tanquerey, La divinización del sufrimiento, Rialp, Madrid 1955, pp. 203-204. — 16 San Josemaría Escrivá, Camino, n. 508. — 17 Ch. Lubich, Palabra que se hace vida, Ciudad Nueva, Madrid 1990, p. 39.

Si desea adquirir los libros: http://www.palabra.es/buscar.asp?buscar=Hablar+con+Dios&tc=8501

___________________________________________________________________________________________

 

Santoral             (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

 

San Cosme y San Damián
Mártires
Siglo III

Quiera Dios enviarnos muchos médicos generosos que, a imitación de Cosme y Damián, se dediquen a recetar gratuitamente a los pobres, y a aprovechar su ascendiente para propagar la santa religión de Jesucristo. Qué hermoso fuera que hubiera muchos médicos así.

 "Lo que habéis recibido gratis, dadlo también gratuitamente" (Jesucristo Mt. 10, 8).

Cosme significa "adornado, bien presentado". Damián: domador.

Estos dos santos han sido (junto con San Lucas) los patronos de los médicos católicos. En oriente los llaman "los no cobradores", porque ejercían la medicina sin cobrar nada a los pacientes pobres.

Eran hermanos gemelos y nacieron en Arabia, en el siglo tercero. Se dedicaron a la medicina y llegaron a ser muy afamados médicos. Pero tenían la especialidad de que a los pobres no les cobraban la consulta ni los remedios. Lo único que les pedía era que les permitieran hablarles por unos minutos acerca de Jesucristo y de su evangelio.

Las gentes los querían muchísimo y en muchos pueblos eran considerados como unos verdaderos benefactores de los pobres. Y ellos aprovechaban su gran popularidad para ir extendiendo la religión de Jesucristo por todos los sitios donde llegaban.

Lisias, el gobernador de Cilicia, se disgustó muchísimo porque estos dos hermanos propagaban la religión de Jesús. Trató inútilmente de que dejaran de predicar, y como no lo consiguió, mandó echarlos al mar. Pero una ola gigantesca los sacó sanos y salvos a la orilla. Entonces los mandó quemar vivos, pero las llamas no los tocaron, y en cambio quemaron a los verdugos paganos que los querían atormentar. Entonces el mandatario pagano mandó que les cortaran la cabeza, y así derramaron su sangre por proclamar su amor al Divino Salvador.

Y sucedió entonces que junto a la tumba de los dos hermanos gemelos, Cosme y Damián, empezaron a obrarse maravillosos curaciones. El emperador Justiniano de Constantinopla, en una gravísima enfermedad, se encomendó a estos dos santos mártires y fue curado inexplicablemente. Con sus ministros se fue personalmente a la tumba de los dos santos a darles las gracias.

En Constantinopla levantaron dos grandes templos en honor de estos dos famosos mártires y en Roma les construyeron una basílica con bellos mosaicos.

___________________________________________________________________________________________

Fuente: www.notidiocesis.com.mx
María Teresa Couderc, Santa Fundadora, Septiembre 26  

María Teresa Couderc, Santa

Fundadora

Martirologio Romano: En Lyon, en Francia, santa Teresa (María Victoria) Couderc, virgen, fundadora, no sin grandes tribulaciones, pero con ánimo sereno, de la Compañía de Nuestra Señora del Retiro del Cenáculo en la localidad de La Louvesc, junto al sepulcro de san Juan Francisco de Regis (1885).

Nació el 1? de febrero de 1805 en Mas de Sabli?res (Francia) y fue bautizada con el nombre de María Victoria. Aunque se desconocen detalles de su familia e infancia, se sabe que recibió la Primera Comunión a los diez años de edad y que estudió en el colegio de las Hermanas de San José "aux Vans".

A los 20 años conoció al padre Terme, fundador de las Hermanas de San Francisco Régis, religiosas dedicadas a la enseñanza y al socorro material y espiritual de los pobres con quienes, en 1826, María Victoria tomó los hábitos y el nombre de Hna. Teresa.
Al año siguiente el fundador le encargó organizar en La Louvesc un hostal para los peregrinos que visitaban la tumba de San Francisco Régis (1597-1640), convirtiéndose la madre Teresa en su superiora (1828). ésta fue la primera semilla de la futura Congregación de Nuestra Señora del Cenáculo.

Antes de morir (1834), el padre Terme encaminó a las Hermanas a la espiritualidad de los ejercicios de San Ignacio, transformándose entonces en "Damas del Retiro". Y la madre Teresa, para mantener en vida la Obra, se acercó al padre provincial de los jesuitas franceses, Francisco Renault. éste, en 1838, nombró a una postulante como "superiora fundadora" de la Congregación; el grave desaire que esto significaba sólo ocasionó que la madre Teresa inclinara su cabeza sin oponerse, fiel a la regla de obediencia.

La nueva superiora, condesa de Lavilleurnoy, en sólo once meses condujo a la Congregación a la ruina; finalmente se retiró.

El padre Renault nombró (1839) otra superiora, la madre Contenet, la que se dedicó hasta su muerte (1852) a marginar completamente a la madre Teresa, quien no sólo fue aislada de la comunidad que había fundado sino que fue encomendada a hacer el trabajo manual más duro durante años.

La verdadera fundadora aceptó humildemente la situación. "Cuando Nuestro Señor desea servirse de un alma para su gloria, la hace pasar primero por la prueba de la contradicción, por la humillación y el sufrimiento; no se puede ser un instrumento útil sin esto", reveló.

Con la nueva superiora, madre de Larochenégly, Santa Teresa fue revalorada. Enviada a París en 1855, para 1856 su vida se convertiría en un alternar responsabilidades como superiora de varias Casas hasta 1867, cuando se estableció en Fourvi?res.

Al final de su vida fue restaurada a la comunidad y reconocida públicamente como su fundadora. Murió el 26 de septiembre de 1885.
Beatificada por Pío XII (1951) y canonizada por Pablo VI (1970), su festividad litúrgica se celebra el 26 de septiembre

___________________________________________________________________________________________

Fuente: Vatican.va
Luis Tezza, Beato El apóstol santo de Lima, 26 de septiembre  

Luis Tezza, Beato

Fundador

Martirologio Romano: En la ciudad de Los Reyes, en Perú, beato Luis Tezza, presbítero de la Orden de Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos, que, para servir a Dios junto a los enfermos, fundó la Congregación de las Hijas de San Camilo, a las que dirigió para llevar a cabo muchas obras de caridad (1923)

El Padre LUIS TEZZA nace en Conegliano (Treviso) el 1 de Noviembre de 1841, siendo sus padres el médico Augusto y Catalina Nedwiedt. Hijo único, huérfano de padre a la edad de nueve años, va a vivir, junto con su madre, a Padua, donde contiúa sus estudios.

A la edad de 15 años entra en la Orden de los religiosos "camilos" (Ministros de los Enfermos de San Camilo de Lellis). La madre, después de haberlo confiado al noviciado de los camilos de Verona, convencida de la perseverancia del hijo, entra en el monasterio de la Visitación de Padua, dejando Fama de mujer y religiosa excepcional.

Ordenado de sacerdote, se le confía la dirección de los religiosos jóvenes. Después de cuatro años se le presenta la posibilidad de ir a las misiones africanas, que le atraían intensamente desde hacía tiempo, pero renuncia a ello por obediencia a sus legítimos superiores.En vez de ello es trasladado a Roma como vicemaestro de novicios.

Innovador y fundador

En 1871 el Padre Luis es enviado a Francia como maestro de novicios de la nueva provincia religiosa, de la cual llegará a ser el primer superior provincial. Con su celo y su empeño logra establecer la vida común dentro la comunidad y, hacia fuera, el específico ministerio camiliano: la asistencia corporal y espiritual de los enfermos.Después de la supresión de las órdenes religiosas, en 1880, es expulsado de Francia como extranjero, pero retorna clandestinamente después de algunos meses, logrando reunir a los religiosos entonces dispersos.De esa manera, la joven provincia pudo no sólo resistir la represión sino también poner las bases para su ulterior desarrollo.

Elegido procurador y vicario general, retorna a Roma, donde, en 1891, tiene un encuentro provincial: conoce a
Josefina Vannini (beatificada el 16 de octubre de 1994). Propone a esta joven un proyecto que lleva en su corazón desde hace algún tiempo: constituir un grupo de mujeres consagrado a Dios en el servicio a los enfermos según el espíritu y el carisma de San Camilo de Lellis.

Nace así el 2 de febrero de 1892 la Congregación de las Hijas de San Camilo que, dentro del carisma camiliano, pone en evidencia características típicamente femeninas como la ternura, la acogida, la capacidad de escucha y la intuición.Cualidades de sensibilidad y de corazón que San Camilo quería para sus religiosos en la asistencia a los enfermos.Aprovado en 1931 por la Santa Sede, el Instituto ha tenido una rápida y constante expansión.

El apóstol de Lima

Parecía ahora que la actividad del Padre Luis hubiese llegado a su fin. Sin embargo, le esperaban otros trabajos. A la edad de 59 años es enviado a Perú como visitador para reformar la comunidad camiliana de Lima, que había estado separada durante más de un siglo de la casa central de Roma y corría peligro de ser cerrada. Debía ser una breve estancia, pero su presencia en esta cuidad fue tenida como indispensable por el Arzobispo y por el Delegado Apostólico, Monseñor Pedro Gasparri, que lo definía como un "hombre inspirado por Dios y providencial para Lima". Él acepta la voluntad de Dios y se entrega confiadamente a la Providencia. Así estará 23 años en Lima hasta su muerte.

Durante estos años derrama en su entorno tesoros de caridad y de amor de Dios, a través de un intenso apostolado. Además de trabajar por el restablecimiento de la disciplina regular en su comunidad, se dedica a la asistencia de los enfermos particularmente pobres tanto en las casas privadas y en los hospitales como en las cárceles. Es confesor y director espiritual del seminario de la archidiócesis y de diversas congregaciones religiosas; es buscado como apreciado consejero por la Nunciatura apostólica y la diócesis. Ayuda con éxito a otra fundadora, la sierva de Dios Teresa Candamo, que tenía dificultades con su Institución recién fundada. Tanto su trabajo discreto, inteligente y lleno de amor, como su carácter firme y dulce, contribuyeron a darlo a conocer como "el santo de Lima". Aquí fue donde murió el Padre Luis Tezza el 23 de septiembre de 1923. Una persona anónima escribió en el cemento de la parte posterior de su piedra sepulcral las "el apóstol de Lima".

Considerado como "el sacerdote más santo de la diócesis de Lima", según las palabras del cardenal Lauri, a la hora de su muerte los fieles difundieron un significativo recordatorio que revela los trazos de su santidad: "fue querido como Padre y venerado como Santo. Él no existe, pero desde su tumba nos hace oir sus enseñanzas. Su figura y continente era la de un ángel; su palabra era siempre la de un ministro del Evangelio; su corazón era depósito de nobilísimos afectos; su amistad fue cadena de oro que aprisionó sin violencia miles de corazones y su misión fue siempre salvadora. Pasó por en medio de nosotros como una visión celestial, siempre bondadoso y humilde, siempre cariñoso y caritativo. La fe era el principio de sus obras y la bondad le servía como de manto y de diadema".

Sus restos mortales reposan en la casa general de las Hijas de San Camilo de Vía Anagnina e Grottaferrata (Roma) al lado de la Cofundadora, la Beata Josefina Vannini.

___________________________________________________________________________________________

Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Gedeon, Santo Juez de Israel, 26 de septiembre  

Gedeon, Santo

Juez de Israel

Martirologio Romano: Conmemoración de san Gedeón, de la tribu de Manasés, juez en Israel (Jc, 6, 37), que recibió del Señor el signo del rocío, que descendía a un vellón de lana, como fortaleza de Dios, librando al pueblo de Israel de sus enemigos, después de destruir el altar de Baal.

Etimología: Gedeón = valentón. Viene de la lengua hebrea.

Los episodios de sagrado libro de los Jueces, "cuando no había rey en Israel y cada cual obraba conforme a su albedrío", parecen todos calcados sobre este sencillo esquema: Pecaba Israel y le castigaba Dios; Israel se arrepentía y Dios le perdonaba, levantando el castigo. El pecado era la idolatría, y el castigo, la opresión de Israel por las gentes de Canaán y sus alrededores. Movido, al fin, el Señor por la penitencia de su pueblo elegido, "le proporcionaba libertadores -llamados jueces- que le sacasen de las manos de sus opresores y le librasen de tan dura servidumbre".
Uno de tales jueces o libertadores, a continuación de Barac y Débora la profetisa, allá por los años de 1240 antes de la era cristiana -sin que la fecha pueda tenerse por rigurosamente exacta-, fue Gedeón, hijo de Joás, de la familia (clan, dicen los modernos) o tronco de Abiezer, de la tribu de Manasés. Acomodada primero esta familia en la región de Galaad (hoy el reino hachemita de Jordania) al otro lado del Jordán, emigró después, y pasando el río, vino a residir en Efra u Ofra (hoy Et-Taiyibe), a unos doce kilómetros de Beisán, muy cerca de Naím y Endor, al lado del monte llamado Pequeño Hermón.

En Efra, donde su solar paterno era uno de los principales, si no el principal, nació Gedeón, que significa "cortador". Llamósele también Yerubbaal, Yerubbescheth y Yerubboscheth, como destructor del ídolo ignominioso de Baal y cortador de su bosque. San Agustín y Procopio de Gaza insinúan que fue jiliarjos = capitán o jefe de mil soldados, fundándose en la palabra hebrea "elef" que, sin embargo, en este caso no significa millar sino familia, o estirpe.

Vimos al principio la situación tan lamentable social, política y religiosa del pueblo hebreo en tiempo de Gedeón. No era mejor la exterior, muy semejante a la que hoy atraviesa el nuevo Estado de Israel cercado por todas partes de naciones árabes que le odian a muerte y, si posible les fuera, le borrarían del mapa. "Pecaron nuevamente —dice el sagrado texto— los hijos de Israel delante del Señor, el cual los entregó en manos de los madianitas por siete años; quienes de tal manera los oprimieron, que los israelitas se vieron obligados a poner su morada en las grutas naturales de los montes, en cuevas artificiales y hasta en ruinas de antiguos castillos."

El hecho central y culminante de la historia de Gedeón es precisamente la victoria conseguida contra estos madianitas por un medio del todo inadecuado para tan resonante y decisivo triunfo militar. Sabido es cómo en la Edad Media había entre nuestras villas y ciudades comunidad de pastos, que permitían apacentar los rebaños mucho más lejos del propio territorio o jurisdicción municipal; cosa parecida ocurre hoy entre las tribus beduinas, a ratos nómadas, del Oriente; el terreno de cada clan es inviolable y se guardarán muy bien de penetrar los demás en él en plan de dominio; otra cosa es, sin embargo, tratándose del pastoreo, pues se mezclan unas tribus con otras, aunque a veces se sirvan de este derecho para invadir en son de guerra el ajeno territorio.

Las tribus nómadas contemporáneas y vecinas de Gedeón, so pretexto de apacentar los rebaños, pasaron el río Jordán y en plan de conquista acamparon en la planicie de Jezrael (hoy Zerajin) en la extremidad oriental de la extensa y rica llanura de Esdrelón. Planeóse el ataque colocándose Madián al norte, Amalec al sur y los "Beni Qedem" = Hijos del Oriente, agrupación de diversas tribus nómadas, al este. Del número e importancia de esta invasión nos persuaden estos datos bíblicos: "Cuando venía la sementera, se presentaban los madianitas, los amalecitas y otros pueblos orientales... y no dejaban a los israelitas nada de lo necesario para la vida, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos, desolándolo todo por donde pasaban... Es de advertir que las tiendas de campaña henchían el valle de Jezrael como espesa plaga de langostas y sus camellos eran innumerables como las arenas de las orillas del mar". Dos reyes, Zebee y Salmana, y dos príncipes, Orez y Zeb, capitaneaban aquel ejército que, a juzgar por las cifras bíblicas, se componía de 135.000 hombres. Era ya el séptimo año de invasión.

Obediente Gedeón a la voz de Dios convocó a toda la cognación de Abiezer y a las tribus de Israel que tenía más cerca. Resonó en los montes el clarín de guerra y los emisarios esparcidos por todas partes intimaron órdenes de concentración. Reuniéronse 32.000 hombres de Manasés, Aser, Zabulón y Neftalí. Hubo Gedeón, indudablemente, de justificar su jefatura recordando primero la reprensión general hecha en nombre de Dios por aquel "varón profeta", que aparece sin saber dónde, ni cuándo; refiriendo después la visita del "ángel del Señor" que le ordenó ponerse al frente del ejército y probó su misión quemando con su báculo (presentóse como caminante) la oblación preparada; participando, finalmente, la íntima y continua comunicación con la que Dios le favorecía, mandándole destruir el altar de Baal, accediendo a la prueba del rocío y el vellocino, y revelándole la victoria por el diálogo de los centinelas madianitas escuchado por Gedeón y su criado Fara.

Nuevamente habló Dios a Gedeón para decirle que no quería que Israel le disputase la gloria del triunfo a causa del número, y así, hecha la primera prueba, abandonaron las filas 12.000 soldados, practicada la segunda, consistente en el modo de beber (en pie o arrodillados) en la fuente de Harad (hoy Ain-Djalud, en la montaña de Gelboé), quedaron sólo 300, quienes en tres grupos y armados de bocinas en la diestra y de ollas con teas encendidas dentro en la izquierda, irrumpieron de noche por tres sitios diferentes en el campamento y rompiendo las vasijas, sonando las trompetas y gritando: "Espada del Señor y de Gedeón", sembraron la confusión entre los orientales, haciendo que se matasen unos a otros y huyendo los demás. Cortando a éstos los de Efraím el paso del Jordán, completaron la gesta.

Disfrutó Israel de paz cuarenta años y sirvió a Dios toda la vida de Gedeón, quien murió y fue puesto en el sepulcro de su padre Joás en Efra, a donde se había retirado. Con el oro cogido al enemigo había fabricado un efod, o monumento conmemorativo, causa ocasional de prevaricación de Israel, después de su muerte, por lo que va Gedeón envuelto en la acusación bíblica como causa remota, aunque involuntaria. Respecto a la poligamia (tuvo 70 hijos de varias mujeres), ni es caso único en los santos del Antiguo Testamento, ni la ley evangélica estaba en vigor.

Completamos esta biografía, proclamando la santidad de Gedeón. "Loados sean también los Jueces, cada uno por su nombre -exclama el Eclesiástico-, cuyo corazón no fue pervertido, porque no se apartaron del Señor; a fin de que sea bendita su memoria y reverdezcan sus huesos allí donde reposan y dure para siempre su nombre y pase a sus hijos con la gloria de aquellos santos varones".

"¿Y qué más diré todavía? -añade San Pablo a los Hebreos-: El tiempo me faltará, si me pongo a contar de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, de Samuel y de los Profetas; los cuales por la fe conquistaron reinos, ejercitaron la justicia y alcanzaron las promesas."

La Iglesia, en una epístola del Común de muchos Mártires, llama Santos a los citados por el Apóstol en dicho texto y ha colocado a Gedeón en el martirologio Romano al día 1 de septiembre, figurando su nombre en casi todos los demás martirológios, dándosele en algunos el título de profeta.

Califícanle varios Santos Padres de varón justo, amado de Dios, santo, santísimo y le presentan como figura o tipo de Jesucristo.

Finalmente, aunque la frase que usa la Sagrada Escritura para referirnos su muerte -"murió en buena vejez"- signifique de suyo una edad avanzada, fundándose los exégetas en que también se aplica a otros varones conspicuos (Abrahán, David), la entienden asimismo de la salud, de la tranquilidad, de la fama, de la autoridad, de los méritos y virtudes, de la buena conciencia, de la amistad con Dios, en una palabra, de la santidad.

___________________________________________________________________________________________

Fuente: Redentoristas.org
Gaspar Stanggassinger, Beato Sacerdote Redentorista, Septiembre 26  

Gaspar Stanggassinger, Beato

Sacerdote

Martirologio Romano: En Gars, cerca de Munich, en Baviera, de Alemania, beato Gaspar Stanggassinger, presbítero de la Congregación del Santísimo Redentor, dedicado a la educación de los jóvenes, siendo para ellos modelo de caridad alegre y asidua oración (1899).

Nace en una familia humilde y trabajadora en el año 1871 en Berchtesgaden (Alemania). Es el segundo hijo de 15 hermanos. Desde pequeño siente deseos de ser sacerdote, y con 9 años, siendo monaguillo, escucha la llamada de Dios a entregarse a su servicio.

Con 10 años inicia estudios en Freising, pero no destaca por su talento. Tres años después ingresa en el seminario, mejorando en los estudios por su alegría y tesón. El profesor Plenther le admite hacer Voto de Castidad con sólo 16 años. Escribe su "diario espiritual" (todo es gracia), y siente gran devoción al Espíritu Santo, quien todo lo hace, su fundamento espiritual. En 1889, sufre la fiebre tifoidea y tras realizar una confesión general y recibir los sacramentos, se recupera rápidamente. Es su gran conversión. Fruto de los ejercicios espirituales, y de sus vacaciones en su pueblo se va forjando su carisma, centrado en Cristo, dedicación a los más pequeños, y acompañar a los jóvenes en el conocimiento de Jesús. Acabado el Bachiller, ingresa en el Seminario Mayor, destacando su interés por la Filosofía (Sto. Tomás), y por las Ciencias Naturales debido a su profesor Max Westmeier. Obtiene "cum laudem" en dogmática, y Sagrada Escritura, y siente pasión por la historia de la Iglesia.

Vocación redentorista

El acercamiento a los redentoristas es progresivo, desde que en 1887, realiza una confesión general en Dürnberg, desde entonces se confiesa con redentoristas. Será en 1892, tras una excursión con el seminario, y haber rezado el rosario, cuando orando ante la Virgen de Altötting, escucha: "vete a Gars, junto al rio Inn, con los redentoristas". Tiempo después escribe: "me he dado cuenta que con los redentoristas puedo vivir una vida con Dios, en Dios y para Dios". Dejó el seminario y fue a casa de sus padres, quienes se opusieron a la decisión, sobre todo por que los redentoristas en Alemania habían sido prohibidos por la ley Kulturkampf de Bismark, por considerarlos nocivos para el Estado. El 6 de octubre de 1892 comienza su noviciado en Gars, tomando el hábito el 29 de noviembre. En ese tiempo escribe a sus padres para tranquilizarlos. Tiene por maestro a J. Frankenberger, quien cree en extrañas revelaciones, sobre este asunto escribe Gaspar: "Los elevados misterios no son para mí. Lo esencial se encuentra en el Evangelio, para mi son incomprensibles... me limito a las verdades elementales, a la vida eterna, encarnación, redención y al Santísimo Sacramento".

Tiene dificultades para entender a un novicio, a quien no aguanta, y siente deseos de abandonar el noviciado. Esta etapa viene marcada en su espiritualidad por su apertura total a Dios y fidelidad sólo por su amor. El camino que sigue viene marcado por mortificaciones, oración, visitas regulares al Santísimo, 4 exámenes de conciencia diarios, retiros y ejercicios de piedad. Con ello busca un mayor compromiso, ser modesto y confiar en Dios: "mi única vocación es hacer la voluntad de Dios". El 16 de octubre de 1893 hace la profesión religiosa en Dürrnberg.

Teologado y ordenación

Continúa sus estudios teologales en Dürrnberg, bajo la dirección del P. Rieger, de quien queda impresionado por su ciencia, y anota una de sus frases: "Quien estudia la Teología sin rezar, fácilmente puede convertirse en un loco peligroso". Los serios propósitos del noviciado los sigue manteniendo, con la meditación, oración sencilla y contemplación, cuidando así su vida interior: "nuestra vida interior es nuestra verdadera vida".

En esta época se propone cuidar su atención a los demás, ser más respetuoso, comprenderlos mejor, ser más amable y no sermonear ni juzgar. Todo un estilo de vida, de honestidad y sencillez que le acompañará toda su vida. El 28 de diciembre de 1893 recibe el subdiaconado en Ratisbona; el 21 de septiembre del año siguiente, el diaconado. Finalmente es ordenado sacerdote en la misma ciudad el 16 de junio de 1895, cuando tan sólo tenía 24 años, y canta misa en su pueblo natal el día 24 del mismo mes. Tras los ejercicios para prepararse para la ordenación, escribió: "...en la predicación debo evitar la palabrería vacía y aburrida. Predicaré únicamente la palabra de Dios y no la mía".

Trabajo pastoral

Tras ser ordenado es destinado al Seminario Menor de futuros Misioneros Redentoristas de Dürrnberg, como profesor y encargado de estudios. Sus cualidades personales, le hace ganarse rápidamente la confianza de los chicos. Su cordialidad, disponibilidad, afecto, humildad, comprensión y bondad, no le impiden ser firme y prudente en su trato y decisiones.

Tras estudios sobre la enseñanza, se decanta por un nuevo estilo estimulante, que no obligue a nadie, tolerante, paciente y entregado, en que se obedece sólo por amor, porque se quiere y no porque se debe, un estilo alegre y sereno. Nunca castiga ni reprende. Si algo está mal, los llama aparte, y si se equivoca les pide perdón en público, incluso de rodillas. Apuesta por una formación integral de los jóvenes, donde haya juego, deporte y otras manifestaciones, orientando hacia la madurez personal y el equilibrio interior, fundamentándolos siempre en Cristo. También propone unos días de vacaciones para los alumnos con sus familias. Se vuelca en la dedicación hacia los alumnos, especialmente con los enfermos.

Además de este trabajo, se encarga de la contabilidad del seminario, de elaborar los nuevos estatutos de la casa, y de los programas de estudio. En la comunidad, hace de reconciliador entre los hermanos, buscando el entendimiento entre jóvenes impacientes y superiores exigentes.

A sus 26 años, es el encargado de los postulantes, quienes le tienen gran cariño por su amistad, sencillez y cercanía, llegando a decir de Gaspar: "le gustaba pasar el rato y entretenerse sentado con nosotros". Aunque le hubiese gustado haber ido de misiones, Gaspar se siente plenamente misionero en su trabajo pastoral en el seminario, y también en su confesionario, y sus predicaciones sencillas, destacando las referentes a María. Stanggassinger dice de sí mismo: "soy una caña hueca a través de la cual habla Dios". En 1897, el intenso trabajo le desborda y entra en un estado de tensión y agotamiento, aún así, seguirá trabajando con toda su fuerza.

Últimos días

Los últimos días de su vida, transcurren rápidamente en Gars, al ser trasladado el Seminario Mayor hasta esa ciudad. Llega el 11 de septiembre de 1899, y el día 13 dirige unos ejercicios espirituales para los alumnos, en los que presiente su final.
El día 22 se siente cansado y sin fuerzas, con fuertes dolores de vientre: "...ahora veo la diferencia entre predicar sobre la paciencia y sufrir con paciencia el dolor".

El 24 de septiembre, tras celebrar la eucaristía en la enfermería, pide la unción, que la recibe al día siguiente. Diagnosticada una apendicitis que se vuelve peritonitis, se rodea en sus últimos momentos de los jóvenes a los que les predica de la siguiente manera: "Honrad y amad a la buena Madre, visitar a Jesús Sacramentado". Tras recibir la comunión y hacer una oración de San Alfonso, muere en la madrugada del día 26 de septiembre de 1899 en la ciudad de Gars. Tan sólo tenía 28 años.

Tras su muerte, el seminario queda en un gran desconcierto, hay que asignar un nuevo director, ya que dos días antes Gaspar había sido nombrado director. Sus alumnos lo reconocen rápidamente como modelo de santidad, y comienzan a pedir su intercesión.

Modelo de santidad

En 1935, el mismo día que da comienzo el proceso de canonización, se produce el primer gran milagro, al ser curada de un tumor de estómago sor María Teófilo. Sus reliquias se veneran en una capilla de la Iglesia Redentorista de Gars. En 1986 el Papa Juan Pablo II lo declara Heroico en la práctica de las virtudes cristianas. Y finalmente el 24 de abril de 1988 lo declara Beato de la Iglesia Universal en Roma.

Su vida, testimonio vivo, ejemplo y modelo de los Redentoristas en una vida sencilla y totalmente entregada a hacer la voluntad de Dios con amor y negación de sí mismo. Hacer de su vida en humildad sencilla y alegre una oblación, prolongación de la Redención de Cristo.

El Beato Gaspar Stanggassinger, no destaca por los hechos extraordinarios. Destaca por su forma de vivir en la vida ordinaria, por su encuentro con Cristo en todo, por seguirlo con decisión y coherencia. Es un modelo de sencillez, que se toma en serio la realidad terrena, que ama la naturalez, y disfruta de ella y de la familia y amigos, sin abandonar en ningún momento su vida espiritual y religiosa, sin exageraciones, de una forma sencilla y humilde.

En la Provincia Redentorista de España es el Patrón de los formadores y formandos (postulantes, novicios y estudiantes teólogos) y de las vocaciones a la vida misionera redentorista.

___________________________________________________________________________________________

Fuente: Franciscanos.net
Lucía de Caltagirone, Beata Terciaria Franciscana, Septiembre 26  

Lucía de Caltagirone, Beata

Virgen Terciaria Franciscana

Martirologio Romano: En Salerno, de la Campania, en Italia, beata Lucía de Caltagirone, virgen de la Tercera Orden Regular de San Francisco (1400).

Lucía nació en Caltagirone, Sicilia, hacia el año 1360. Sus padres la educaron en la piedad y ella supo maravillosamente corresponder a sus esperanzas. Ellos eran devotos de San Nicolás de Bari y experimentaron varias veces su protección. Un día en que Lucía se subió a una higuera para recoger frutas fue sorprendida por un furioso temporal con granizo y rayos. Un rayo cayó sobre el árbol donde estaba Lucía, la cual se precipitó a tierra medio muerta. En su mente vio perfilarse la figura de un santo anciano, San Nicolás de Bari, quien la tomaba de una mano y la entregaba de nuevo a la familia.

Hacia los 13 años abandonó su pueblo natal en Sicilia para seguir a una piadosa terciaria
franciscana de Salerno. Al poco tiempo se le murió esta guía espiritual y Lucía entró en un convento salernitano de Hermanas que seguían la regla franciscana. Allí se distinguió por la fiel práctica de sus deberes y en especial por el amor a la penitencia, a la cual se había comprometido para expiar los pecados de la humanidad, y sobre todo por una más íntima participación en los dolores de Cristo. Por algún tiempo ejerció el oficio de maestra de novicias. La fama de su virtud se difundió. Muchos recurrían a ella para pedirle oraciones y consejo. Dedicaba mucho tiempo a la oración, a la meditación y a la contemplación de las cosas del cielo. A menudo flagelaba su cuerpo virginal; la desnuda tierra le servía de lecho; un poco de pan y agua eran su sustento diario.

Los nobles acudían a ella, y ella consolaba a los afligidos, llamaba a penitencia a los pecadores, edificaba a los piadosos. Dios confirmó con prodigios su santidad. Había llegado a los cuarenta años y ya estaba lista para el cielo. Su vida austera, los prolongados y dolorosos sufrimientos minaron su salud. A la invitación del esposo celestial, su alma gozosa voló al Paraíso para unirse al coro de las Vírgenes a las cuales ha sido dado seguir al Cordero divino.

Lucía, terciaria regular, murió en Salerno el año 1400. Después de su muerte obró diversos prodigios. El culto y la veneración hacia ella siempre fue extendiéndose en el pueblo salernitano y en las regiones vecinas hasta que el Sumo Pontífice León X el 4 de junio de 1514 concedió en su honor el oficio y la misa.

___________________________________________________________________________________________

 

Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net

 

 

Mensajes anteriores en: www.iesvs.org

 

Biblioteca Gratis: http://groups.google.com/group/evangelio/files

 

¿Email con poca capacidad? Reciba gratis de 6 Gb. con la opción de absorber los mensajes de todas sus demás casillas, y de consultar por outlook o web, escriba a: email arroba iesvs.org

 

Si no desea el evangelio, santoral y meditación diaria y sólo artículos interesantes censurados por la prensa (la mayoría), unos 4 por semana escriba a: ave-maria-purisima+subscribe@googlegroups.com (responder el mensaje de confirmación).

 

Para de-suscribirse escribir desde su casilla de email a:

Evangelio+unsubscribe@googlegroups.com

NO debe colocarlo en CC sino en "Para/To"

Si no se desuscribe es porque recibe el mensaje en su otro email que le reenvía al actual: debe escribir desde ese otro email.

 

Todos los emails que lleguen a IESVS serán automáticamente incorporados para recibir el Evangelio. Si Ud. no desea esto, favor de aclarar en cada envío.