JMJ
Pax
Tú eres mi Hijo amado; yo tengo en ti mis complacencias
† Lectura del santo Evangelio según san Marcos 1, 6b-11
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Juan            predicaba diciendo:
            "Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo. Yo no soy            digno de            postrarme ante él para desatar la correa de sus sandalias. Yo            los bautizo con            agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo".
            Por esos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea y fue            bautizado por Juan en            el Jordán. En cuanto salió del agua, vio abrirse los cielos y            al Espíritu que            bajaba sobre él como una paloma. Se oyó entonces una voz que            venía del cielo: 
            "Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco".
            Palabra del Señor.
            Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.
El Misterio de la Misa en 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=0QCx-5Aqyrk
El que no valora una obra de arte es porque necesita cultura: https://www.youtube.com/watch?v=mTKKaT-KaKw
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu
El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
San Leonardo, "El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc
Audio (1/5): https://www.youtube.com/watch?v=2NjKuVnxH58
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?
Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).
Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?
Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html
Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa (Jn 15,22).
† Misal
Bautismo del Señor (B)
Antífona de Entrada
Apenas se bautizó el Señor se abrió el cielo, y el Espíritu Santo se posó sobre él como una paloma. Y se oyó la voz del Padre, que decía: Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto.
Oración Colecta
Oremos:
              Dios todopoderoso y eterno, que en el bautismo de Cristo en              el Jordán quisiste              revelar solemnemente que él era tu Hijo amado enviándole tu              Espíritu Santo;              concede a tus hijos adoptivos, renacidos del agua y del              Espíritu, perseverar              siempre en tu benevolencia.
              Por nuestro Señor Jesucristo...
              Amén.
Primera Lectura
Este es mi siervo, en quien me complazco
Lectura del libro del profeta Isaías 42, 1-4.6-7
Esto dice el Señor:
              "Este es mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, en quien              me complazco.              He puesto sobre él mi espíritu para que manifieste el              derecho a las naciones.              No gritará, no clamará, no voceará por las calles; no              romperá la caña              resquebrajada, ni apagará la mecha que apenas arde.              Manifestará firmemente el              derecho, y no se debilitará ni se cansará hasta implantarlo              en la tierra. Los              pueblos lejanos anhelan su enseñanza. 
              Yo, el Señor, te llamé, según mi plan salvador; te tomé de              la mano, te formé y              te hice mediador del pueblo y luz de las naciones, para que              abras los ojos a              los ciegos, sacar prisioneros de la cárcel, y del calabozo a              los que viven en              tinieblas".
              Palabra de Dios.
              Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Sal 28, 1a.2.3ac-4.3b y 9b-10
El Señor bendice a su pueblo con la paz.
Alaben              al Señor, hijos de Dios, alaben              la gloria del nombre del Señor, póstrense ante el Señor              cuando manifiesta su              grandeza.
              El Señor bendice a su pueblo con la paz.
La voz              del Señor sobre las aguas, el              Señor sobre las aguas torrenciales. La voz del Señor es              potente, la voz del              Señor es majestuosa.
              El Señor bendice a su pueblo con la paz.
El Dios              de la gloria ha tronado, el              Señor arrasa los bosques. El Señor domina las aguas              desbordadas, el Señor se              sienta como rey eterno.
              El Señor bendice a su pueblo con la paz.
Segunda Lectura
Dios ungió con el Espíritu Santo a Jesús de Nazaret
Lectura del libro de los Hechos a los Apóstoles 10, 34-38
En aquellos días,              Pedro se dirigió a Cornelio y a los              que estaban en su casa con estas palabras: 
              "Ahora comprendo que Dios no hace distinción de personas,              sino que acepta              a quien lo honra y obra rectamente sea de la nación que sea.              El envió su              palabra a los hijos de Israel, anunciando la buena noticia              de la paz por medio              de Jesucristo, que es Señor de todos. 
              Ustedes están enterados de lo que ha ocurrido en Judea,              comenzando por Galilea,              después del bautismo predicado por Juan. Me refiero a Jesús              de Nazaret, a quien              Dios ungió con el poder del Espíritu Santo. El pasó haciendo              el bien y sanando              a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él".
              Palabra de Dios.
              Te alabamos, Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
              Se abrió el cielo y resonó la voz del Padre, que decía: Este              es mi Hijo amado;              escúchenlo.
              Aleluya.
Evangelio
Tú eres mi Hijo amado; yo tengo en ti mis complacencias
† Lectura del santo Evangelio según san Marcos 1, 6b-11
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Juan              predicaba diciendo:
              "Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo. Yo no soy              digno de              postrarme ante él para desatar la correa de sus sandalias.              Yo los bautizo con              agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo".
              Por esos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea y fue              bautizado por Juan en              el Jordán. En cuanto salió del agua, vio abrirse los cielos              y al Espíritu que              bajaba sobre él como una paloma. Se oyó entonces una voz que              venía del cielo: 
              "Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco".
              Palabra del Señor.
              Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración de los Fieles
Celebrante: 
              Oremos, hermanos y hermanas, a nuestro Salvador, que quiso              ser bautizado para              santificar nuestro bautismo y renovar por él a la humanidad              caída, y pidámosle              que se compadezca de quienes ha querido que fueran sus              hermanos:
              (Respondemos a cada petición: Escúchanos, Señor).
Para que Cristo, el              Siervo de Dios, en quien el Padre              se complace, mire con amor a todos los que se preparan para              el bautismo o la              confirmación o preparan el bautismo de sus hijos, roguemos              al Señor.
              Escúchanos, Señor.
Para que Cristo, el              Elegido de Dios para llevar el              derecho a las naciones, ilumine a los que buscan a Dios con              sinceridad de              corazón, les haga oír la voz magnífica y potente del Padre,              que los llama a              escuchar a su Hijo amado y los conduzca hacia el bautismo,              roguemos al Señor. 
              Escúchanos, Señor.
Para que Cristo, el              Enviado del Padre, que no quiebra              la caña resquebrajada ni apaga la mecha que apenas arde,              conceda la salud a los              que viven oprimidos por el diablo, roguemos al Señor. 
              Escúchanos, Señor.
Para que Cristo, el              Hijo amado, que quiso ser              bautizado en el Jordán para dar fuerza a nuestro bautismo,              nos haga descubrir y              amar la grandeza del bautismo cristiano, don del amor de              Dios a la humanidad,              roguemos al Señor. 
              Escúchanos, Señor.
Celebrante:
              Padre todopoderoso, que haces resonar tu voz magnífica en              las aguas del              bautismo y en la unción de la confirmación; escucha nuestras              oraciones y              concede a los bautizados cumplir fielmente las promesas de              su bautismo y ser              testigos valientes de la fe.
              Por Jesucristo, nuestro Señor.
              Amén.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los              dones que te presentamos al conmemorar              el bautismo y manifestación de tu Hijo amado, y conviértelos              en aquel mismo              sacrificio con el que Cristo lavó misericordiosamente los              pecados del mundo.
              El, que vive y reina por los siglos de los siglos.
              Amén.
Prefacio
El bautismo, inicio de la vida nueva
En verdad es justo y              necesario, es nuestro deber y              salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,              Padre Santo, Dios              todopoderoso y eterno.
              Porque en el bautismo de Cristo en el Jordán has realizado              signos prodigiosos,              para manifestar el misterio del nuevo bautismo: hiciste              descender tu voz desde              el cielo, para que el mundo creyese que tu Palabra habitaba              entre nosotros; y              por medio del Espíritu, manifestado en forma de paloma,              ungiste a tu siervo              Jesús para que los hombres reconociesen en él al Mesías,              enviado a anunciar la              salvación a los pobres.
              Por eso,
              como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la              tierra te aclamamos,              diciendo sin cesar: 
Antífona de la Comunión
Este es de quien Juan decía: Yo lo he visto y doy testimonio de que éste es el Hijo de Dios.
Oración después de la Comunión
Oremos:
              A cuantos hemos participado del Cuerpo y la Sangre de tu              Hijo, concédenos,              Señor, escuchar con fe su palabra, para que así podamos              llamarnos hijos tuyos y              serlo de verdad.
              Por Jesucristo, nuestro Señor.
              Amén
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En España y otros países
Fiesta del Bautismo del Señor
            
            
          
Libro de Isaías 55,1-11. 
            Así habla el Señor: 
            ¡Vengan a tomar agua, todos los sedientos, 
            y el que no tenga dinero, venga también! 
            Coman gratuitamente su ración de trigo, 
            y sin pagar, tomen vino y leche. 
            ¿Por qué gastan dinero en algo que no alimenta 
            y sus ganancias, en algo que no sacia? 
            Háganme caso, y comerán buena comida, 
            se deleitarán con sabrosos manjares. 
            Presten atención y vengan a mí, 
            escuchen bien y vivirán. 
            Yo haré con ustedes una alianza eterna, 
            obra de mi inquebrantable amor a David. 
            Yo lo he puesto como testigo para los pueblos, jefe y soberano            de            naciones. 
            Tú llamarás a una nación que no conocías, y una nación que no            te conocía            correrá hacia ti, a causa del Señor, tu Dios, y por el Santo            de Israel, que te            glorifica. 
            ¡Busquen al Señor mientras se deja encontrar, llámenlo            mientras está            cerca! 
            Que el malvado abandone su camino 
            y el hombre perverso, sus pensamientos; 
            que vuelva el Señor, y él le tendrá compasión, 
            a nuestro Dios, que es generoso en perdonar. 
            Porque los pensamientos de ustedes no son los míos, 
            ni los caminos de ustedes son mis caminos 
            -oráculo del Señor-. 
            Como el cielo se alza por encima de la tierra, 
            así sobrepasan mis caminos y mis pensamientos 
            a los caminos y a los pensamientos de ustedes. 
            Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo y no            vuelven a él sin haber            empapado la tierra, sin haberla fecundado y hecho germinar,            para que dé la            semilla al sembrador y el pan al que come, 
            así sucede con la palabra que sale de mi boca: 
            ella no vuelve a mí estéril, 
            sino que realiza todo lo que yo quiero 
            y cumple la misión que yo le encomendé. 
            
            
            
            Libro de Isaías 12,2-4bcd.5-6. 
            Este es el Dios de mi salvación: 
            yo tengo confianza y no temo, 
            porque el Señor es mi fuerza y mi protección; 
            él fue mi salvación.
            
            Ustedes sacarán agua con alegría 
            de las fuentes de la salvación. 
            Den gracias al Señor, invoquen su Nombre,
            anuncien entre los pueblos sus proezas,
            
            proclamen qué sublime es su Nombre.
            Canten al Señor porque ha hecho algo grandioso: 
            ¡que sea conocido en toda la tierra!
            ¡Aclama y grita de alegría, habitante de Sión, 
            
            porque es grande en medio de ti 
            el Santo de Israel!
            
            
            
            Epístola I de San Juan 5,1-9. 
            Queridos hermanos: 
            El que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y el que            ama al Padre ama            también al que ha nacido de él, 
            La señal de que amamos a los hijos de Dios es que amamos a            Dios y cumplimos sus            mandamientos. 
            El amor a Dios consiste en cumplir sus mandamientos, y sus            mandamientos no son            una carga, 
            porque el que ha nacido de Dios, vence al mundo. Y la victoria            que triunfa            sobre el mundo es nuestra fe. 
            ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es            el Hijo de            Dios? 
            Jesucristo vino por el agua y por la sangre; no solamente con            el agua, sino con            el agua y con la sangre. Y el Espíritu da testimonio porque el            Espíritu es la            verdad. 
            Son tres los que dan testimonio: 
            el Espíritu, el agua y la sangre; y los tres están de            acuerdo. 
            Si damos fe al testimonio de los hombres, con mayor razón            tenemos que aceptar            el testimonio de Dios. Y Dios ha dado testimonio de su Hijo. 
            
            
            
            Evangelio según San Marcos 1,7-11. 
            Juan predicaba, diciendo: 
            "Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni            siquiera soy            digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus            sandalias. 
            Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará            con el Espíritu            Santo". 
            En aquellos días, Jesús llegó desde Nazaret de Galilea y fue            bautizado por Juan            en el Jordán. 
            Y al salir del agua, vio que los cielos se abrían y que el            Espíritu Santo            descendía sobre él como una paloma; 
            y una voz desde el cielo dijo: "Tú eres mi Hijo muy querido,            en ti tengo            puesta toda mi predilección." 
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† Meditación diaria
Domingo            después de Epifanía
            El Bautismo del Señor
EL SEÑOR ES BAUTIZADO. NUESTRO BAUTISMO
— Jesús quiso ser bautizado. Institución del Bautismo cristiano. Agradecimiento.
— Efectos del Bautismo: limpia el pecado original, nueva vida, filiación divina, etcétera.
— Incorporación a la Iglesia. Llamada a la santidad y al apostolado. Bautismo de los niños.
I. Inmediatamente después de ser bautizado, Jesús salió del agua y he aquí que se le abrieron los Cielos y vio al espíritu de Dios que descendía en forma de paloma y venía sobre él. Y una voz del Cielo que decía: Este es mi hijo, el amado, en quien me he complacido1.
En la solemnidad de hoy conmemoramos el bautismo de Jesús por San Juan Bautista en las aguas del río Jordán. Sin tener mancha alguna que purificar, quiso someterse a este rito de la misma manera que se sometió a las demás observancias legales, que tampoco le obligaban. Al hacerse hombre, se sujetó a las leyes que rigen la vida humana y a las que regían en el pueblo israelita, elegido por Dios para preparar la venida de nuestro Redentor. Juan cumplió, con energía, la misión de profetizar y suscitar un gran movimiento de penitencia como preparación inmediata al reino mesiánico.
El Señor deseó ser bautizado, dice San Agustín, "para proclamar con su humildad lo que para nosotros era necesidad"2.
Con el bautismo de Jesús quedó preparado el Bautismo cristiano, que fue directamente instituido por Jesucristo con la determinación progresiva de sus elementos, y lo impuso como ley universal el día de su Ascensión: Me fue dado todo poder en el Cielo y en la tierra, dirá el Señor; id, pues, y enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo3.
En el Bautismo recibimos la fe y la gracia. El día en que fuimos bautizados fue el más importante de nuestra vida. De igual modo que "la tierra árida no da fruto si no recibe el agua, así también nosotros, que éramos como un leño seco, nunca hubiéramos dado frutos de vida sin esta lluvia gratuita de lo alto"4. Nos encontrábamos, antes de recibir el Bautismo, con la puerta del Cielo cerrada y sin ninguna posibilidad de dar el más pequeño fruto sobrenatural.
Hoy nuestra oración nos puede ayudar a dar gracias por haber recibido este don inmerecido y para alegrarnos por tantos bienes como Dios nos concedió. "La gratitud es el primer sentimiento que debe nacer en nosotros de la gracia bautismal; el segundo es el gozo. Jamás deberíamos pensar en nuestro bautismo sin un profundo sentimiento de alegría interior"5.
Hemos de agradecer la purificación de nuestra alma de la mancha del pecado original, y de cualquier otro pecado si lo hubo, en el momento de recibir el Bautismo. Todos los hombres somos miembros de la familia humana que en su origen fue dañada por el pecado de nuestros primeros padres. Este "pecado original se transmite juntamente con la naturaleza humana, por propagación, no por imitación, y se halla como propio en cada uno"6. Pero Jesús dotó al Bautismo de una especialísima eficacia para purificar la naturaleza humana y liberarla de ese pecado con el que hemos nacido. El agua bautismal significa y opera de un modo real lo que el agua natural evoca: la limpieza y la purificación de toda mancha e impureza"7.
"Gracias al sacramento del bautismo te has convertido en templo del Espíritu Santo: no se te ocurra –nos exhorta San León Magno– ahuyentar con tus malas acciones a tan noble huésped, ni volver a someterte a la servidumbre del demonio: porque tu precio es la sangre de Cristo"8.
II. Dios todopoderoso y eterno, que en el bautismo de Cristo en el Jordán quisiste revelar solemnemente que él era tu Hijo amado enviándole tu Espíritu Santo: concede a tus hijos de adopción, renacidos del agua y del Espíritu Santo, la perseverancia continua en el cumplimiento de tu voluntad9.
El Bautismo nos inició en la vida cristiana. Fue un verdadero nacimiento a la vida sobrenatural. Es la nueva vida que predicaron los Apóstoles y de la que habló Jesús a Nicodemo: En verdad te digo que quien no naciera de arriba no podrá entrar en el reino de Dios... Lo que nace de la carne, carne es; pero lo que nace del Espíritu, es espíritu10.
El resultado de esta nueva vida es cierta divinización del hombre y la capacidad de producir frutos sobrenaturales.
La dignidad del bautizado está como velada muchas veces, por desgracia, en la existencia ordinaria; por eso nosotros, al igual que hicieron los santos, hemos de esforzarnos en vivir conforme a esa dignidad.
Nuestra más alta dignidad, la condición de hijos de Dios, que se nos comunica en el Bautismo, es consecuencia de la nueva generación. Si la generación humana da como resultado la "paternidad" y la "filiación", de modo semejante aquellos que son engendrados por Dios son realmente hijos suyos: Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos realmente! Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos...11.
En el momento del Bautismo, por la efusión del Espíritu Santo, se produce el milagro de un nuevo nacimiento. El agua bautismal se bendice en la noche de Pascua y en la oración se pide: Así como el Espíritu Santo descendió sobre María y produjo en Ella el nacimiento de Cristo, así descienda Él sobre su Iglesia y produzca en su claustro materno (la pila bautismal) el renacer de los hijos de Dios.
A esta expresión tan gráfica corresponde esta profunda realidad: el bautizado renace a una nueva vida, a la vida de Dios, por eso es su "hijo". Y si somos hijos, también somos herederos, herederos de Dios y coherederos con Cristo12.
Demos muchas gracias a nuestro Padre Dios que ha querido dones tan inconmensurables, tan fuera de toda medida, para cada uno de nosotros. ¡Qué gran bien nos puede hacer el considerar frecuentemente estas realidades! "Padre –me decía aquel muchachote (¿qué habrá sido de él?), buen estudiante de la Central–, pensaba en lo que usted me dijo... ¡que soy hijo de Dios!, y me sorprendí por la calle, "engallado" el cuerpo y soberbio por dentro... ¡hijo de Dios!
"Le aconsejé, con segura conciencia, fomentar la "soberbia""13.
III. En la Iglesia nadie es un cristiano aislado. A partir del Bautismo, el cristiano forma parte de un pueblo, y la Iglesia se le presenta como la verdadera familia de los hijos de Dios. "Fue voluntad de Dios el santificar y salvar a los hombres, no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino constituyendo un pueblo que le confesara en verdad y le sirviera santamente"14. Y el Bautismo es la puerta por donde se entra a la Iglesia15.
"Y en la Iglesia, precisamente por el bautismo, somos llamados todos a la santidad"16, cada uno en su propio estado y condición, y a ejercer el apostolado. "La llamada a la santidad y la consiguiente exigencia de santificación personal, es universal: todos, sacerdotes y laicos, estamos llamados a la santidad, y todos hemos recibido, con el bautismo, las primicias de esa vida espiritual que, por su misma naturaleza, tiende a la plenitud"17.
Otra verdad íntimamente unida a esta condición de miembro de la Iglesia es la del carácter sacramental, "un cierto signo espiritual e indeleble" impreso en el alma18. Es como el resello de posesión de Cristo sobre el alma del bautizado. Cristo tomó posesión de nuestra alma en el momento de ser bautizado. Él nos rescató del pecado con su Pasión y Muerte.
Con estas consideraciones comprendemos bien el deseo de la Iglesia de que los niños reciban pronto estos dones de Dios19. Desde siempre ha urgido a los padres para que bauticen a sus hijos cuanto antes. Es una muestra práctica de fe. No se atenta a su libertad, como no se les causó agravio alguno por darles la vida natural, ni por alimentarles, limpiarles y curarles, cuando no podían ellos pedir estos bienes. Por el contrario, tienen derecho a recibir esa gracia. ¡Qué buen apostolado habremos de hacer en muchos casos!: con amigos, compañeros, conocidos...
En el caso del Bautismo está en juego algo infinitamente mayor que ningún otro bien: la gracia y la fe; quizá, la salvación eterna. Solo por ignorancia y por una fe dormida se puede explicar que muchos niños queden privados, por sus propios padres ya cristianos, del mayor don de su vida. Nuestra oración se dirige a Dios hoy, para que no permita que esto suceda.
Hemos de agradecer a nuestros padres que, quizá a los pocos días de nacer, nos llevaran a recibir este santo sacramento.
1 Mt 3, 16-17. — 2 San Agustín, Sermón, 51, 33. — 3 Mt 28, 13. — 4 San Ireneo, Trat. contra las herejías, 3, 17. — 5 Columba Marmion, Le Christ, vie de l'ame, Abbaye de Maredsous, 1933, pp. 186 y 203-204. — 6 Pablo VI, Credo del Pueblo de Dios, Roma 1967, 16. — 7 Cfr. 1 Cor 6, 11; Jn 3, 3-6. — 8 San León Magno, Homilía de Navidad, 3. — 9 Oración colecta de la Misa. — 10 Jn 3, 3-6. — 11 Cfr. 1 Jn 3, 1-9. — 12 Cfr. Rom 8, 14-17. — 13 San Josemaría Escrivá, Camino, n. 274. — 14 Conc. Vat. II, Const. Lumen gentium, 9. — 15 Cfr. ídem, Const. Lumen gentium, 14; Decr. Ad Gentes, 7. — 16 Cfr. ídem, Const. Lumen gentium, 11 y 42. — 17 A. del Portillo, Escritos sobre el sacerdocio, Ed. Palabra, 5ª ed. 1979, p. 111. — 18 Dz 852. — 19 S. C. para la Doctrina de la Fe, Instrucción, 20-X-1980; Cfr. Código de Derecho Canónico, canon 867.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
San Raimundo de Peñafort
Raimundo significa "Buen consejo". Nació en Peñafort, cerca de Barcelona, España, en 1175. A los 20 años ya era profesor de filosofía en un colegio de Barcelona, y a los 30 años era profesor en la famosa Universidad de Bolonia (Italia), donde se había doctorado.
En 1222 entró en la Comunidad de Padres Dominicos cuando apenas hacía ocho meses que había muerto San Domingo de Guzmán, el fundador de esa Comunidad.
Pidió a sus superiores que le pusieran oficios duros y humillantes para hacer penitencia de sus pecados, especialmente de su orgullo. Pero los superiores le pusieron por oficio y tarea el dedicarse a coleccionar las respuestas que los sabios antiguos de la Iglesia daban a ciertas preguntas difíciles de los fieles, lo cual llamó "Casos de conciencia" y compuso entonces su famoso libro llamado "Summa" o resumen de respuestas difíciles en la confesión.
Raimundo obtuvo de Dios la            "eficacia de la palabra", o sea que su 
predicación lograra conmover a los            oyentes y convertirlos. Y así recorrió ciudades y campos de            Aragón, Castilla y            Cataluña y los que lo acompañaban decían que parecía casi            imposible que un            predicador lograra tantas transformaciones con sus sermones.
Junto con San Pedro Nolasco, Raimundo fundó la Comunidad de los Padres Mercedarios, dedicada a rescatar a los cristianos secuestrados por los mahometanos o turcos.
En 1230 el Papa Gregorio IX llamó a Raimundo a Roma y entre otros cargos que le dio, lo nombró su confesor. Una de las penitencias que éste santo le puso al Sumo Pontífice fue que atendiera siempre muy bien las peticiones que le hicieran los pobres.
El Papa le encomendó que recogiera y publicara todos los decretos que habían dado los Pontífices y los Concilios. Después de tres años de trabajo publicó su famosísimo libro titulado "Decretales", el cual han tenido que consultar después por varios siglos todos los que quieren saber que ordenaron o qué prohibieron los Pontífices y Concilios de la antigüedad.
El Pontífice lo nombró obispo, pero poco después el santo obtuvo que el Papa le aceptara la renuncia. Los religiosos de su Comunidad lo eligieron Superior General, pero a los dos años renunció. Se consideraba apto para predicar y escribir, pero no para mandar.
Los últimos 33 años de su vida los dedicó a convertir cristianos pecadores y a obtener que muchos musulmanes se pasaran al cristianismo. En una carta a su superior en 1256 le informa que ya ha logrado que 10,000 mahometanos se vuelvan cristianos.
Este santo murió cuando estaba por cumplir los 100 años, en 1275. Dos reyes asistieron a su entierro y en su sepulcro se obraron maravillosos milagros.
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Canuto Lavard, Santo Mártir, 7 de enero
                
 Mártir Martirologio Romano: En los bosques cercanos a Ringsted, en Dinamarca, san Canuto, apellidado Lavard, mártir, quien, hecho duque de Schleswig, ejerció el poder de modo justo y prudente, y favoreció la piedad de su pueblo. Murió asesinado por enemigos que rechazaban su autoridad (1131). 
 Canuto Lavard (12 de marzo de 1096 -                    Ringsted, Dinamarca, 7 de enero de 1131). Príncipe                    danés, duque de Jutlandia Meridional de 1115 a 1131, y                    rey de los Obodritas de 1129 a 1131.  |             
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Fuente: Franciscanos.org 
            Carlos Sezze, Santo Religioso franciscano, 6 de enero  
                
 Religioso Franciscano Martirologio Romano: En Roma, san Carlos de Sezze,                      religioso de la Orden de los Hermanos Menores, el                      cual desde la infancia se vio obligado a ganar el                      pan cotidiano, e invitaba a sus compañeros a imitar                      a Cristo y a los santos. Vestido con el sayal                      franciscano, se entregaba largamente a la adoración                      del santísimo Sacramento del Altar (1670).  
 Algunos escritores modernos han llamado                    la atención de los teólogos místicos hacia este lego                    franciscano, antes casi desconocido a causa de quedar                    todavía inéditos en su mayor parte sus numerosos                    escritos, que son cuarenta entre tratados y cartas;                    solamente seis, y no ciertamente los más importantes,                    merecieron el honor de la imprenta.  |             
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Fuente: sagradafamilia.net 
            Luciano de Antioquía, Santo Sacerdote Mártir, 7 Enero  
                
 Sacerdote de Antioquía, profesor de                    exégesis bíblica y fundador de la Escuela de                    Antioquía, traduce el Antiguo Testamento, su campo                    propio; y destaca por su virtud, sabiduría y oratoria.                      |             
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Fuente: Vatican.va 
            Lindalva Justo de Oliveira, Beata Virgen y Mártir, 7            Enero  
                
 Beata Lindalva Justo de Oliveira (1953 –                    1993)  |             
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María Teresa del Sagrado Corazón, Beata Fundadora, 7 Enero
                
 Nació un 27 de Febrero de 1777 en Lieja,                    Bélgica, y fue bautizada con el nombre de Juana Haze.  |             
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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