sábado, 17 de febrero de 2018

[ † ] Sábado de la Santísima Virgen María. 17/02/2018. En su día, lo que más agrada a María, es la Misa matutina.

JA

JMJ

Pax

No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 5, 27-32

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, vio Jesús a un recaudador de impuestos, llamado Leví, que estaba sentado en su oficina de impuestos, y le dijo: 
"Sígueme". 
El, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Después Leví le ofreció un gran banquete en en su casa, al que también había invitado a muchos de los que recaudaban impuestos para Roma y a otras personas. Los fariseos y los escribas murmuraban contra los discípulos de Jesús y decían: 
"¿Por qué comen y beben con recaudadores de impuestos y pecadores?" 
Jesús les respondió: 
"No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs

Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.

El Misterio de la Misa en 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=0QCx-5Aqyrk

El que no valora una obra de arte es porque necesita cultura: https://www.youtube.com/watch?v=mTKKaT-KaKw

Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu

El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX

Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!

San Leonardo, "El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc

Audio (1/5): https://www.youtube.com/watch?v=2NjKuVnxH58

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?

Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).

Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?

Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html

Catecismo 2181: La Eucaristía del domingo fundamenta y confirma toda la práctica cristiana. Por eso los fieles están obligados a participar en la Eucaristía los días de precepto, a no ser que estén excusados por una razón seria (por ejemplo, enfermedad, el cuidado de niños pequeños) o dispensados por su pastor propio (cf CIC can. 1245). Los que deliberadamente faltan a esta obligación cometen un pecado grave."

 

Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa (Jn 15,22).

 

 

Misal

 

Sábado de Ceniza

Antífona de Entrada

Escúchanos, Señor, pues eres bueno y míranos conforme a tu bondad infinita.

 

Oración Colecta

Oremos:
Dios eterno y todopoderoso, mira compasivo nuestra debilidad, y extiende sobre nosotros tu mano poderosa. 
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Cuando compartas tu pan con el hambriento, brillará tu luz en las tinieblas

Lectura del libro del profeta Isaías 58, 9b-14

Esto dice el Señor:
"Si alejas de ti toda opresión, si dejas de acusar con el dedo y de levantar calumnias, si repartes tu pan al hambriento y sacias al que desfallece, entonces surgirá tu luz en las tinieblas y tu oscuridad se convertirá en mediodía. El Señor te guiará siempre, te saciará en el desierto y te fortalecerá. Serás como un huerto regado, como un manantial inagotable;reconstruirás viejas ruinas, edificarás sobre los antiguos cimientos. Te llamarán "reparador de brechas" y "restaurador de viviendas en ruinas".
Si observas el descanso del sábado y no haces negocios en mi día santo; si consideras al sábado tu delicia y lo consagras a la gloria del Señor; si lo honras absteniéndote de viajes y evitas hacer negocios y contratos, entonces el Señor será tu delicia. Te encumbraré en medio del país y disfrutarás de la herencia de tu antepasado Jacob. Es el Señor quien lo dice".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Sal 85, 1-2.3-4.5-6

Señor, enséñame a seguir fielmente tus caminos.

Hazme caso, Señor, escúchame, que soy humilde y necesitado; protege mi vida, pues soy un fiel tuyo; tú eres mi Dios, salva a tu siervo que confía en ti.
Señor, enséñame a seguir fielmente tus caminos.

Ten piedad de mí, Señor, pues te invoco todo el día; colma de alegría a tu siervo, pues en ti, Señor, me refugio. 
Señor, enséñame a seguir fielmente tus caminos.

Tú eres, Señor, bueno e indulgente, lleno de amor con todos los que te invocan. Escucha mi oración, Señor, atiende mi súplica.
Señor, enséñame a seguir fielmente tus caminos.

Aclamación antes del Evangelio

Honor y gloria a ti, Señor Jesús. 
No quiero la muerte del pecador, sino que se arrepienta y viva, dice el Señor.
Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

Evangelio

No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 5, 27-32

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, vio Jesús a un recaudador de impuestos, llamado Leví, que estaba sentado en su oficina de impuestos, y le dijo: 
"Sígueme". 
El, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Después Leví le ofreció un gran banquete en en su casa, al que también había invitado a muchos de los que recaudaban impuestos para Roma y a otras personas. Los fariseos y los escribas murmuraban contra los discípulos de Jesús y decían: 
"¿Por qué comen y beben con recaudadores de impuestos y pecadores?" 
Jesús les respondió: 
"No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Recibe, Señor, este sacrificio de reconciliación y alabanza; que su eficacia nos purifique de nuestros pecados para que podamos presentarnos ante ti como ofrenda agradable a tus ojos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

Los frutos de la penitencia

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. 
Porque con nuestras privaciones voluntarias nos enseñas a reconocer y agradecer tus dones, y a repartir nuestros bienes con los necesitados, imitando así tu generosidad.
Por eso, 
con todos los ángeles, te glorificamos y te aclamamos diciendo:

Antífona de la Comunión

Misericordia quiero y no sacrificios, dice el Señor; que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Señor, que este sacramento que hemos recibido, y que es fuente de vida para tu Iglesia, sea para nosotros prenda segura de salvación eterna. 
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

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Dia 17/02 Los siete fundadores de la Orden de los Siervos de la Virgen María

(blanco)

Antífona de Entrada

El Señor es la parte que me ha tocado en herencia; la parte que he recibido es la más hermosa. El mismo Señor es mi recompensa.

 

Oración Colecta

Oremos:
Infunde, Señor, en nuestros corazones, aquel espíritu de piedad que impulsó a los santos fundadores de la Orden de los Siervos de María, a amar tiernamente a la Madre de tu Hijo y a encaminar a todos los hombres hacia ti.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

A quienes Dios justifica, los glorifica

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 26-30

Hermanos: El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que conoce profundamente los corazones, sabe lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega conforme a la voluntad de Dios, por los que le pertenecen.
Ya sabemos que todo contribuye para bien de los que aman a Dios, de aquellos que han sido llamados por él, según su designio salvador. En efecto, a quienes conoce de antemano, los predestina para que reproduzcan en sí mismos la imagen de su propio Hijo, a fin de que él sea el primogénito entre muchos hermanos. A quienes predestina, los llama; a quienes llama, los justifica; y a quienes justifica, los glorifica.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

De salmo 33

Bendigamos al Señor a todas horas.

Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor; que se alegre su pueblo al escucharlo.
Bendigamos al Señor a todas horas.

Proclamemos qué grande es el Señor y alabemos su nombre. Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores.
Bendigamos al Señor a todas horas.

Vuélvanse a él y quedarán radiantes, jamás se sentirán decepcionados. El Señor siempre escucha al afligido, de su tribulación lo pone a salvo.
Bendigamos al Señor a todas horas.

A quien teme al Señor, el ángel del Señor lo salva y cuida. ¡Prueben! Verán qué bueno es el Señor; dichoso quien en él confía.
Bendigamos al Señor a todas horas.

Que amen al Señor todos sus fieles, pues nada faltará a quienes lo aman. El rico empobrece y pasa hambre; a quien busca al Señor nada le falta.
Bendigamos al Señor a todas horas.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Aleluya.

Evangelio

Ustedes los que ha dejado todo y me han seguido, recibirán el ciento por uno

†Lectura del santo Evangelio según san Mateo 19, 27-29

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Pedro, tomando la palabra, le dijo a Jesús:
"Señor, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?"
Jesús le dijo:
"Yo les aseguro que en la vida nueva, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, ustedes, los que me han seguido, se sentarán también en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
Y todo aquel que por mí haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o esposa o hijos, o propiedades, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Dios misericordioso, que transformaste a estos siete santos para hacer de ellos unos hombres nuevos, a imagen de Cristo, renuévanos también a nosotros mediante este sacrificio de reconciliación que vamos a ofrecerte.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

Acción de los santos en la Iglesia

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque con la vida de tus santos, enriqueces a tu Iglesia con formas siempre nuevas de admirable santidad, y nos das pruebas indudables de tu amor por nosotros; y, también, porque su ejemplo nos impulsa y su intercesión nos ayuda a colaborar en el misterio de la salvación.
Por eso,
ahora nosotros, llenos de alegría, te aclamamos con los ángeles y santos:

Antífona de la Comunión

Yo les aseguro, dice el Señor, que los que han dejado todo por seguirme recibirán cien veces más y alcanzarán la vida eterna.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Dios omnipotente, que por medio de este sacramento nos comunicas la fuerza de tu Espíritu, haz que, a ejemplo de estos siete santos, te amemos sobre todas las cosas y vivamos siempre como verdaderos hijos tuyos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

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Meditación diaria

Cuaresma. Sábado después de Ceniza

SALVAR LO PERDIDO

— Jesús viene como Médico para sanar a toda la humanidad, pues todos estamos enfermos. Humildad para ser curados.

— Cristo remedia nuestros males. Eficacia del sacramento de la Penitencia.

— Esperanza en el Señor cuando sentimos las propias flaquezas. No tienen necesidad de médico los sanos sino los enfermos. Esperanza en el apostolado.

I. El Evangelio de la Misa1 nos narra la vocación de Mateo: su llamada por el Señor y la pronta respuesta del recaudador de tributos.Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió.

El nuevo apóstol quiso mostrar su agradecimiento a Jesús con un convite que San Lucas califica de grandeEstaban sentados a la mesa gran número de recaudadores y otros. Allí estaban todos sus amigos.

Los fariseos se escandalizaron. Les preguntaban a los discípulos:¿cómo es que coméis y bebéis con publicanos y con pecadores? Los publicanos eran considerados como pecadores, por los beneficios desorbitados que podían obtener en su profesión y por las relaciones que mantenían con los gentiles.

Jesús replicó a los fariseos con estas consoladoras palabras: No necesitan de médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores para que se conviertan2.

Jesús viene a ofrecer su reino a todos los hombres, su misión es universal. «El diálogo de salvación no quedó condicionado por los méritos de aquellos a quienes se dirigía, se abrió para todos los hombres sin discriminación alguna...»3.

Jesús viene para todos, pues todos andamos enfermos y somos pecadores, nadie es bueno, sino uno, Dios4. Todos debemos acudir a la misericordia y al perdón de Dios para tener vida5 y alcanzar la salvación. La humanidad no está dividida en dos bloques: quienes ya están justificados por sus fuerzas, y los pecadores. Todos necesitamos, cada día, del Señor. Quienes piensan que no tienen necesidad de Dios no alcanzan la salud, siguen en su muerte o en su enfermedad.

Las palabras del Señor que se nos presenta como Médico nos mueven a pedir perdón con humildad y confianza por nuestros pecados y también por los de aquellas personas que parecen querer seguir viviendo alejados de Dios. Le decimos hoy, con Santa Teresa: «¡Oh qué recia cosa os pido, verdadero Dios mío: que queráis a quien no os quiere, que abráis a quien no os llama, que deis salud a quien gusta de estar enfermo y anda procurando la enfermedad! Vos decís, Señor mío, que venís a buscar a los pecadores. Éstos, Señor son los verdaderos pecadores. No miréis nuestra ceguedad, mi Dios, sino la mucha sangre que derramó vuestro Hijo por nosotros, resplandezca vuestra misericordia en tan crecida maldad; mirad, Señor, que somos hechura vuestra»6. Si acudimos así a Jesús, con humildad, siempre tendrá misericordia de nosotros y de aquellos a quienes procuramos acercar a Él.

II. En el Antiguo Testamento se describe al Mesías como al pastor que había de venir para cuidar con solicitud sus ovejas, acudiendo a sanar a las heridas y enfermas7. Ha venido a buscar lo que estaba perdido, a llamar a los pecadores, a dar su vida como rescate por muchos8. Fue Él, según se había profetizado, quien soportó nuestros sufrimientos y cargó con nuestros dolores, y en sus llagas hemos sido curados9.

Cristo es el remedio de nuestros males: todos andamos un poco enfermos y por eso tenemos necesidad de Cristo. «Es Médico y cura nuestro egoísmo, si dejamos que su gracia penetre hasta el fondo del alma»10. Debemos ir a Él como el enfermo va al médico, diciendo la verdad de lo que pasa, con deseos de curarse. «Jesús nos ha advertido que la peor enfermedad es la hipocresía, el orgullo que lleva a disimular los propios pecados. Con el Médico es imprescindible una sinceridad absoluta, explicar enteramente la verdad y decir: Domine, si vis, potes me mundare (Mt 8, 2), Señor, si quieres –y Tú quieres siempre–, puedes curarme. Tú conoces mi flaqueza, siento estos síntomas, padezco estas otras debilidades. Y le mostramos sencillamente las llagas; y el pus, si hay pus. Señor. Tú, que has curado a tantas almas, haz que, al tenerte en mi pecho o al contemplarte en el Sagrario, te reconozca como Médico divino»11.

Unas veces, el Señor actuará directamente en nuestra alma: Quiero, sé limpio12, sigue adelante, sé más humilde, no te preocupes. En otras ocasiones, y siempre que haya un pecado grave, el Señor dice: Id y mostraos a los sacerdotes13, al sacramento de la Penitencia, donde el alma encuentra siempre la medicina oportuna.

«Reflexionando sobre la función de este sacramento –dice el Papa Juan Pablo II–, la conciencia de la Iglesia descubre en él, además del carácter de juicio..., un carácter terapéutico o medicinal. Y esto se relaciona con el hecho de que es frecuente en el Evangelio la presentación de Cristo como Médico, mientras su obra redentora es llamada a menudo, desde la antigüedad cristiana, medicina salutis. "Yo quiero curar, no acusar" –decía San Agustín refiriéndose a la práctica pastoral penitencial–, y, gracias a la medicina de la Confesión, la experiencia del pecado no degenera en desesperación»14. Termina en una gran paz, en una inmensa alegría.

Contamos siempre con el aliento y la ayuda del Señor para volver y recomenzar. Él es quien dirige la lucha, y «un jefe en el campo de batalla estima más al soldado que, después de haber huido, vuelve y ataca con ardor al enemigo, que al que nunca volvió la espalda, pero tampoco llevó nunca a cabo una acción valerosa»15. No solo se santifica el que nunca cae sino el que siempre se levanta. Lo malo no es tener defectos –porque defectos tenemos todos–, sino pactar con ellos, no luchar. Y Cristo nos cura como Médico y luego nos ayuda a luchar.

III. Si alguna vez nos sintiéramos especialmente desanimados por alguna enfermedad espiritual que nos pareciera incurable, no olvidemos estas consoladoras palabras de Jesús: Los sanos no necesitan médico, sino los enfermos. Todo tiene remedio. Él está siempre muy cerca de nosotros, pero especialmente en esos momentos, por muy grande que haya sido la falta, aunque sean muchas las miserias. Basta ser sincero de verdad.

No lo olvidemos tampoco si alguna vez en nuestro apostolado personal nos pareciera que alguien tiene una enfermedad del alma sin aparente solución. Sí la hay, siempre. Quizá el Señor espera de nosotros más oración y mortificación, más comprensión y cariño.

«Se curarán todas tus enfermedades –dice San Agustín–. "Pero es que son muchas", dirás. Más poderoso es el Médico. Para el Todopoderoso no hay enfermedad insanable; tú déjate sólo curar, ponte en sus manos»16.

Debemos llegarnos a Él como aquellas gentes sencillas que le rodeaban. Como acudían los ciegos, los cojos, los paralíticos..., que deseaban ardientemente su curación. Solo aquel que se sabe y se siente manchado experimenta la necesidad profunda de quedar limpio; solamente quien es consciente de sus heridas y de sus llagas experimenta la urgencia de ser curado. Hemos de sentir la inquietud por curar aquellos puntos que nuestro examen de conciencia general o particular nos enseña que deben ser sanados.

Mateo dejó aquel día su antigua vida para recomenzar otra nueva junto a Cristo. Hoy podemos hacer nuestra esta oración de San Ambrosio: «También yo como él quiero dejar mi antigua vida y no seguir a otro más que a ti, Señor, que curas mis heridas. ¿Quién podrá separarme del amor a Dios que se manifiesta en ti?... Estoy atado a la fe, clavado en ella; estoy atado por los santos vínculos del amor. Todos tus mandamientos serán como un cauterio que tendré siempre adherido a mi cuerpo...; la medicina escuece, pero aleja la infección de la llaga. Corta, pues, Señor Jesús, la podredumbre de mis pecados. Mientras me tienes unido con los vínculos del amor, corta cuanto esté infecto. Ven pronto a sajar las pasiones escondidas, secretas y múltiples; saja la herida, no sea que la enfermedad se propague a todo el cuerpo.

»He hallado un médico que habita en el Cielo, pero que distribuye sus medicinas en la tierra. Solo Él puede curar mis heridas, porque no las padece; solo Él puede quitar del corazón la pena y del alma el temor, porque conoce las cosas más íntimas»17.

Muchos de los amigos de Mateo que estuvieron con Jesús en aquel banquete se sentirían acogidos y comprendidos por el trato amable del Señor. Tendría con ellos, sin duda, singulares muestras de amistad. Más tarde, se convertirían a Él de todo corazón y aceptarían plenamente su doctrina, que les obligaba a cambiar de vida en muchos puntos. Formarían parte de la primitiva comunidad de cristianos en Palestina. Los amigos de Mateo encontraron al Maestro en un banquete. Jesús aprovechó siempre cualquier circunstancia para llevar a las gentes a la salvación. También en esto debemos imitarle en nuestro apostolado personal.

1 Lc 5, 27-32. — 2 Lc 5, 31-32. — 3 Pablo VI, Enc. Ecclesiam suam, 6-VIII-1964. —4 Mc 10, 18. — 5 Cfr. Jn 10, 28. — 6 Santa Teresa, Exclamaciones, 8. — 7 Cfr. Is 61, 1 ss; Ez 34, 16 ss. — 8 Cfr. Lc 19, 10. — 9 Is 83, 4 ss. — 10 San Josemaría Escrivá,Es Cristo que pasa, 93. — 11 Ibídem. — 12 Mt 8, 3. — 13 Lc 17, 14. — 14 Juan Pablo II, Exhort. Apost. Reconciliatio et Paenitentia, 2-XII-1984, 31, II. — 15 San Gregorio Magno, Homilías sobre los Evangelios, 4, 4. — 16 San Agustín, Comentario al Salmo 102. — 17 San Ambrosio, Comentario al Evangelio según San Lucas, 5, 27.

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Santoral               (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

Santos Siete Fundadores de los Siervos de Santa María Virgen, Febrero 17  

Martirologio Romano: Los siete santos fundadores de la Orden de los Siervos de María: Bonfilio, Bartolomé, Juan, Benito, Gerardino, Ricovero y Alejo. Siendo mercaderes en Florencia, se retiraron de común acuerdo al monte Senario para servir a la Santísima Virgen María, fundando una Orden bajo la Regla de san Agustín. Son conmemorados en este día, en el que falleció, ya centenario, el último de ellos, Alejo (1310).

Según la tradición hubo siete hombres, muy respetables y honorables, a los que nuestra Señora unió, a manera de siete estrellas, para iniciar la Orden suya y de sus siervos. Los siete nacieron en Florencia; primero llevaron una vida eremítica en el monte Senario, dedicados en especial a la veneración de la Virgen María. Después predicaron por toda la región toscana y fundaron la Orden de los Siervos de Santa María Virgen, aprobada por la Santa Sede en 1304. Se celebra hoy su memoria, porque en este día, según se dice, murió San Alejo Falconieri, uno de los siete, el año 1310.

En la Monumenta Ordinis Servorum Beatae Maríae Virginis se lee lo siguiente respecto del estado de vida de los Siervos de Santa María Virgen: "Cuatro aspectos pueden considerarse por lo que toca al estado de vida de los siete santos fundadores antes que se congregaran para esta obra. En primer lugar, con respecto a la Iglesia. Algunos de ellos se habían comprometido a guardar virginidad o castidad perpetua, por lo que no se habían casado; otros estaban ya casados; otros habían enviudado.

En segundo lugar, con relación a la sociedad civil. Ellos comerciaban con las cosas de esta tierra, pero cuando descubrieron la piedra preciosa, es decir, nuestra Orden, no sólo distribuyeron entre los pobres todos sus bienes, sino que, con ánimo alegre, entregaron sus propias personas a Dios y a nuestra Señora, para servirlos con toda fidelidad.

El tercer aspecto que debemos tener en cuenta es su estado por lo que se refiere a su reverencia y honor para con nuestra Señora. En Florencia existía, ya desde muy antiguo, una sociedad en honor de la Virgen María, la cual, por su antigüedad y por la santidad y muchedumbre de hombres y mujeres que la formaban, había obtenido una cierta prioridad sobre las demás y, así, había llegado a llamarse "Sociedad mayor de nuestra Señora". A ella pertenecían los siete hombres de que hablamos, antes de que llegaran a reunirse, como destacados devotos que eran de nuestra Señora.

Finalmente, veamos cual fuera su estado en lo que mira a su perfección espiritual. Amaban a Dios sobre todas las cosas y a él ordenaban todas sus acciones, como pide el recto orden honrándolo así con todos sus pensamientos, palabras y obras.
Cuando estaban ya decididos, por inspiración divina, a reunirse, a lo que los había impulsado de un modo especial nuestra Señora, arreglaron sus asuntos familiares y domésticos, dejando lo necesario para sus familias y distribuyendo entre los pobres lo que sobraba. Finalmente buscaron a unos hombres de consejo y de vida ejemplar, a los que manifestaron su propósito.

Así subieron al monte Senario, y en su cima erigieron una casa pequeña y adecuada, a la que se fueron a vivir en comunidad. Allí empezaron a pensar no sólo en su propia santificación, sino también en la posibilidad de agregarse nuevos miembros, con el fin de acrecentar la nueva Orden que nuestra Señora había comenzado valiéndose de ellos. Por lo tanto, comenzaron a recibir nuevos hermanos y, así, fundaron esta Orden. Su principal artífice fue nuestra Señora, que quiso que estuviera cimentada en la humildad, que fuese edificada por su concordia y conservada por su pobreza.

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Autor: Archidiócesis de Madrid
Eutropio de Fregenal , Santo Obispo, Febrero 17  

Eutropio de Fregenal , Santo

Obispo

El Padre Jerónimo Román de la Higuera en su martirologio dice: "de Fregenal de Extremadura el tránsito glorioso de San Eutropio obispo de aquella ciudad que conociendo los yerros que por España sembraban los dos Auitos, envió a Africa al venerable presbítero Paulo Osorio, para que consultadas estas herejías con San Agustín, apuntase el modo más seguro para condenarlas".

Fue este santo Prelado pariente muy cercano de Flavio Caupernico, Arzobispo de Toledo y sucesor de Castino, murió en paz con opinión de santidad, a 17 de Febrero cerca de los años 420.

Marco Máximo, arzobispo de Zaragoza afirma que los dos monjes herejes, llamados Auitos provenían uno de Jerusalén y otro de Roma con doctrinas de Orígenes, Victorio y Basilio no muy ortodoxas, una vez superadas las corrientes priscilianistas.

El Obispo San Eutropio envió a Paulo a consultar a San Jerónimo sobre el origen del alma.

El Santo Obispo informado de los Santos Padres, Agustín y Jerónimo, ejerció su magisterio con seguridad, celo y entereza.

Consumió su vida, habiendo guardado al depósito de la fe.

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Fuente: Acoantioquena
Teodoro de Anasea, Santo Mártir, Febrero 17  

Teodoro de Anasea, Santo

Mártir

Martirologio Romano: En Amasea, en el Helesponto, pasión de san Teodoro, soldado, que bajo el emperador Maximiano, por confesar abiertamente su fe cristiana, fue terriblemente azotado, recluido en la cárcel y finalmente quemado vivo. San Gregorio de Nisa cantó las alabanzas de este santo, en uno de sus discursos (306).

Etimológicamente Teodoro = Aquel que es un regalo de Dios. Viene de la lengua griega.

En la ciudad Amasea, en la provincia Panonia, en los tiempos de las persecuciones por el emperador Maximiano (años 286-305), un guerrero llamado Teodoro, junto con otros cristianos a quienes intentaron obligar a abjurar a Cristo y hacer un sacrificio a los ídolos. (El sobrenombre Tiro significa en latín "recluta").

Al negarse a hacerlo, Teodoro fue sometido a crueles martirios y encerrado en la cárcel. Ahí, durante la oración él fue consolado con la milagrosa aparición del Señor Jesús. Poco tiempo después lo sacaron de la cárcel y con diferentes torturas nuevamente querían obligarlo a abjurar a Cristo.

Finalmente, viendo su firmeza, el gobernador lo condenó a la hoguera. Sin ningún temor, San Teodoro subió a la hoguera y orando y glorificando a Dios entregó su alma. Fue cerca del año 306. Su cuerpo fue sepultado en la ciudad de Eujaita (actualmente Marcivan en Asia Menor) Más tarde sus reliquias fueron trasladadas a Constantinopla a la Iglesia consagrada a su nombre.
Su cabeza se encuentra en Gaeta, Italia.

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Silvino de Auchy, Santo Obispo, Febrero 17  

Silvino de Auchy, Santo

Obispo

Martirologio Romano: En Auchy, en la región de Morins, Francia, sepultura de san Silvino, obispo (s. VIII).

Etimológicamente Silvino = Aquel que cuida los bosques, es de origen latino.

No se sabe exactamente en donde nació. Posiblemente en Francia. Su muerte fue en febrero del año 720.

Era un cortesano de los reyes Childerico y Teodocido III.

Renunció a su vida mundana y se convirtió en un peregrino a Jerusalén y otras ciudades santas.

Fue ordenado de sacerdote en Roma y se dedicó a evangelizar parte de Francia.

Trabajó con fervor y devoción en la predicación de la Palabra de Dios, contando lo esencial del Evangelio, sus verdades y lo necesario para salvarse.

Tuvo también la osadía de anunciar a los paganos a que dejaran sus cultos vacíos y sin sentido.
Los instruía con su ejemplo y sus buenas acciones. Logró, mediante la ayuda de Dios, muchas conversiones al cristianismo.

Después de más de 40 años como misionero en activo, consiguió la liberación de muchos esclavos.

Cansado de tanta vida activa – como un niño mayor – se retiró a una abadía de benedictinos, en la que murió con ansias de seguir haciendo más apostolado.

Se le hace mención en los martirologios romano, belga y Usuard tal día como hoy, el día de sus funerales.

La mayor parte de sus reliquias están en la iglesia de san Bertin, a la que fueron trasladadas por miedo a los invasores Normandos..

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Fuente: Franciscanos.org
Lucas Belludi, Beato Presbítero Franciscano, Febrero 17  

Lucas Belludi, Beato

Presbítero Franciscano

Martirologio Romano: En Padua, en la región de Venecia, beato Lucas Belludi, presbítero, de la Orden de los Frailes Menores, discípulo y compañero de san Antonio (1286).

Etimologicamente: Lucas = Aquel que es luminoso, es de origen latino.

Lucas nació en Padua (Italia) hacia el año 1200, de la noble y muy rica familia de los Belludi. Los datos que tenemos de su vida, y en particular de su juventud, son más bien escasos. Con toda probabilidad estudió en la Universidad de Padua, como lo prueba su gran cultura, y el año 1220 se encontró con san Francisco que, a su regreso de Oriente, había desembarcado en Venecia y, de camino hacia su tierra, pasó por Padua. En Santa María de La Cella o Arcella, cerca de la ciudad, el Santo fundó un monasterio de clarisas, en el que recibió a la
beata Elena Enselmini, y junto al mismo un pequeño hospicio para los frailes que las atendían; en él recibió Lucas el hábito de manos de Francisco y en él moriría años más tarde san Antonio. Parece que fue el mismo san Francisco quien orientó a Lucas al sacerdocio, habida cuenta de su formación y sus virtudes.

En la humilde residencia de la Arcella pasó el ya sacerdote Lucas años de oración y penitencia, a la vez que comenzaba a perfilar sus sermones. El año 1227, san Antonio, que había estado predicando en el sur de Francia, regresó a Italia y fue elegido Ministro provincial del norte de Italia. Por entonces, tal vez en el mismo año, Antonio se encontró con Lucas, y éste sería en adelante el discípulo y compañero inseparable del Santo, en sus correrías apostólicas y en la redacción de sus Sermones. Cuando después de la intensísima Cuaresma que predicó en Padua el año 1231, san Antonio se retiró al eremitorio de Camposampiero, cerca de Padua, allí lo atendió y cuidó el beato Lucas. El 13 de junio de 1231, durante la comida, Antonio sufrió un colapso y se sintió morir; pidió que lo trasladaran a Padua y, una vez más, Fr. Lucas fue su compañero inseparable; lo asistió durante el viaje en carreta y permaneció a su lado en la Arcella hasta que expiró aquella misma tarde. Después, nuestro Beato fue uno de los editores de los sermones del Santo, testigo de su santidad y promotor de su glorificación mediante la pronta canonización y la construcción de su Basílica en Padua. Tan estrecha fue la relación entre el Santo y nuestro Beato, que a éste se le llama también "Lucas de San Antonio".

En la vida del beato Lucas se suele destacar sobre todo el haber sido compañero y colaborador de san Antonio; pero, además, fue un hombre de gran talento y profunda espiritualidad, un verdadero sabio, famoso predicador, de vida sencilla y sana doctrina. Fue elegido Ministro provincial varias veces. Después de la muerte de san Antonio, el beato Lucas fue uno de los editores de sus Sermones; por otra parte, Lucas es también autor de sus propios Sermones Dominicales y otros, que se conservan inéditos en la Biblioteca Antoniana de Padua.

Murió en el hospicio de la Arcella (Padua) el 17 de febrero de 1286. Su cuerpo fue depositado, en la Basílica de San Antonio, en el mismo sepulcro en que estuvo sepultado al principio el Santo, su amigo y maestro. En 1971 los restos del Beato fueron trasladados a otra tumba dentro de la misma Basílica, donde reposan en la actualidad.

Fue beatificado por Pío XI el 18 de mayo de 1927. Entre los lugares de la Basílica paduana que merecen visitarse se encuentra la Capilla del Beato Lucas Belludi, totalmente pintada al fresco por Giusto de´ Menabuoi (1382). Aún hoy son muchos estudiantes que acuden a su sepulcro para pedirle su intercesión a la hora de los exámenes.

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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Flaviano, Santo Obispo y Mártir, 17 de febrero  

Flaviano, Santo

Obispo y Mártir

Martirologio Romano: Conmemoración de san Flaviano, obispo de Constantinopla, que, por defender la fe católica proclamada en Éfeso, fue atacado con puñetazos y patadas por los partidarios del impío Dióscoro y, enviado al exilio, falleció poco después (449).

San Flaviano, sacerdote y tesorero de la Iglesia de Constantinopla, sucedió en el patriarcado a San Proclo, el año 447. El cortesano Crisafio, que gozaba de gran favor ante el emperador Teodosio II, le sugirió que pidiera a Flaviano un presente como muestra de gratitud por su elevación a la dignidad de patriarca. El obispo envió al emperador unos panes benditos, según la costumbre de aquel tiempo, pues el pan era un símbolo de bendición y comunión. Crisafio hizo saber al santo que el emperador esperaba un regalo muy diferente y mucho más rico; pero el obispo respondió resueltamente que las rentas de la Iglesia estaban destinadas a otros usos. A partir de ese instante, el favorito del emperador decidió acabar con Flaviano. En efecto, valiéndose de la emperatriz Eudocia, persuadió al emperador para que obligase al patriarca a nombrar a PULQUERIA
Santa Pulqueria, hermana del mismo Teodosio II, diaconisa de su Iglesia, con lo cual la corte se vería libre de la influencia de la santa. Flaviano se negó a ello, cosa que Crisafio consideró como una nueva ofensa. Por otra parte, la condenación que Flaviano hizo de los errores de Eutiques, abad de un monasterio próximo a la ciudad, acabó de enfurecer a Crisafio. Eutiques, movido de un celo excesivo por convencer a Nestorio de que había dos personas en Cristo, cayó en el error de negar que también tuviera dos naturalezas. Esto le constituyó en jefe de la herejía monofisita. En un sínodo reunido por San Flaviano en 448, Eusebio de Dorileo desenmascaró el error de Eutiques; el sínodo condenó como herética la opinión de Eutiques y le mandó comparecer para justificarse. El alegato de Eutiques no convenció al sínodo, que le depuso y le excomulgó. Eutiques apeló entonces a los obispos de Roma, Egipto y Jerusalén, y escribió una carta al Papa San León I, quejándose de la forma en que el sínodo le había tratado y había entendido su doctrina. Pero el Papa no se dejó engañar. En una carta cuidadosamente redactada que envió a Flaviano y que se hizo famosa en la Historia de la Iglesia con el nombre de "Tomo" o "Carta Dogmática," San León definió la fe ortodoxa sobre los principales puntos de la discusión.

Un nuevo concilio confirmó las decisiones del sínodo anterior. Crisafio, humillado pero no vencido, trató de conseguir sus fines por otros medios. Así pues escribió a Dióscoro, sucesor de San Cirilo en la sede de Alejandría, prometiéndole su amistad y apoyo a condición de que se constituyera en defensor de Eutiques contra Flaviano y Eusebio. Dióscoro aceptó la proposición y ambos se valieron de la emperatriz Eudocia, la cual pensaba que, haciendo daño a Flaviano, molestaría a su cuñada Pulquería, a la que detestaba, Eudocia logró persuadir a Teodosio de que convocara a un concilio en Efeso. El emperador invitó a Dióscoro de Alejandría a presidir el concilio; con él acudieron algunos obispos africanos y un grupo de laicos. A lo que parece, se trataba simplemente de una banda organizada de malhechores. Al concilio fueron también otros obispos de oriente, y San León envió delegados.

La asamblea, conocida generalmente con el nombre de Latrocinium o "conciliábulo de bandidos," como la llamó más tarde San León a causa de las violencias a que dio lugar, se abrió en Efeso, el 8 de agosto de 449. Eutiques estuvo presente, así como dos oficiales del emperador, acompañados por un fuerte contingente de soldados. Las deliberaciones, en las que predominaban los partidarios de Eutiques, se desarrollaron en un ambiente de violencias, se impidió a los legados papales que leyesen las Cartas de San León al concilio y se terminó, en medio del mayor desorden, con la sentencia de deposición de Flaviano y Eusebio, a pesar de las protestas de los legados del Papa. Cuando Dióscoro empezó a leer la sentencia, varios obispos pidieron a gritos que se callase. Dióscoro interrumpió la lectura y dio voces para llamar a los enviados del emperador, Elpidio y Eulogio. Estos mandaron al punto que se abrieran las puertas de la iglesia y Proclo, el procónsul de Asia, entró escoltado por soldados y seguido por una multitud armada con palos. Esta incursión intimidó tanto a la asamblea, que prácticamente ningún obispo tuvo el valor de negarse a firmar la sentencia, excepto los legados papales que se retiraron decepcionados.

San Flaviano hizo una apelación al Papa San León y a otros obispos del occidente, y entregó sus cartas a los legados papales. Pero cuando se disponía a abandonar la sala en medio del tumulto que siguió a la asamblea, la turba le derribó y, según cuentan Dióscoro y el abad Barsumas, fue tan salvajemente golpeado a puntapiés por los soldados y malhechores, que murió poco después, no en Efeso (como suponen algunos autores) sino en Sardis de Lidia, a donde había sido desterrado.

El triunfo de Crisafio fue de corta duración. El emperador murió al año siguiente y Marciano mandó ejecutar a Crisafio. Santa Pulquería, la esposa de Marciano, mandó llevar a Constantinopla el cuerpo de San Flaviano para que fuera sepultado, con gran pompa en la sede episcopal, junto a sus predecesores. El Concilio de Calcedonia que tuvo lugar en 451, reivindicó su memoria, restituyó a Eusebio de Dorileo y depuso y desterró a Dióscoro de Alejandría.

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Mesrob, Santo Monje, Febrero 17  

Mesrob, Santo

Monje
Doctor de los armenios

Martirologio Romano: En Armenia, san Mesrob, doctor de los armenios, el cual, siendo discípulo de san Narsete y escriba en el palacio real, se hizo monje. Inventó los signos del alfabeto para que el pueblo fuese instruido en las sagradas Escrituras, tradujo al armenio los dos testamentos y compuso himnos y cánticos (c. 440).

Mesrob Mashtots nació en Taron y murió en Vagharshapat. Koryun, su pupilo y biógrafo, nos dice que Mesrob recibió una educación liberal, y fue versado en los idiomas griego, siríaco y persa. Debido a su piedad y aprendizaje Mesrob fue nombrado secretario del rey Cosroes III. Su deber era escribir en Griego, Persa y Siriaco los decretos y edictos del soberano.

Pero Mesrop sintió la llamada a una vida más perfecta. Dejó la vida en la corte para servir a Dios, tomó los hábitos, y se retiró a un monasterio con unos pocos compañeros elegidos. Allí, de acuerdo a Koryun, se sometió a grandes austeridades, soportando el hambre y la sed, el frío y la pobreza. Vivía de vegetales, vestía sólo un cilicio, dormía en el suelo, y a menudo pasaba noches enteras orando y estudiando la Biblia. Continuó con este régimen de vida por unos pocos años, durante los que se preparó para la gran labor a la cual la Providencia lo llamaría en breve. Entonces, tanto la Iglesia como el Estado necesitarían de sus servicios.

Armenia, fue durante largo tiempo campo de batalla entre Romanos y Persas, perdió su independencia en el año 387, y fue dividida entre el Imperio Bizantino y Persia, aproximadamente cuatro quintas partes fueron entregadas a Persia. El oeste de Armenia fue gobernada por generales bizantinos, mientras tanto el rey armenio mantenía su cargo pero tan solo simbólicamente. La Iglesia lógicamente se vió afectada por estos cambios, aunque la pérdida de independencia civil y la división territorial no pudo destruir su organización ni dominar su espíritu. Los principales eventos de éste periodo son la invención del alfabeto armenio, la revisión de la liturgia, la creación de una literatura nacional y eclesiástica y el reajuste de las relaciones jerárquicas. Tres hombres están asociados con tu extraordinario trabajo: Mesrop, Isaac de Armenia, y el rey Vramshapuh, que sucedió a su hermano Cosroes III en 394.

Mesrop había pasado algún tiempo en un monasterio preparándose para la vida monastial. Con el apoyo del príncipe Shampith, predicó los Evangelios en el dsitrito de Golthn cercadel río Araxes, convirtiendo muchos herejes y paganos. Sin embargo, pasó por grandes dificultades instruyendo a su gente, ya que los armenios no tenían alfabeto propio; utilizaban la escritura griega, persa y siria, pero ninguna era adecuada para representar correctamente los numerosos sonidos complejos de su lengua nativa. Nuevamente, las Sagradas Escrituras y la liturgia, escritas en sirio, resultaban, para muchos, ilegible. De allí la constante necesidad de traductores e intérpretes que explicaran la Palabra de Dios al pueblo.

Deseoso de corregir la situación, Mesrop decidió inventar un alfabeto nacional, para el cual el rey Vramshapuh e Isaac prometieron asitirlo. Resulta difícil determinar exactamente que rol tuvo Mesrop en la creación del nuevo alfabeto. De acuerdo con sus biógrafos armenios, consultó a Daniel,un obispo de Mesopotamia, y a Rufinus, un monje de Samosata y con su ayuda pudo darle una forma definitiva, que probablemente adapto del griego. Otros, como Lenormant, piensan que fue derivado del Zend. El alfabeto de Mesrob consiste en 36 letras, otras dos (la O larga y la F) fueron agregadas durante el siglo XII.

La invención del alfabeto en el año (406) fue el comienzo de la literatura armenia, y provó ser un factor poderoso en la formación de un espíritu nacionalista. "El resultado del trabajo de Mesrob e Isaac", dice San Martín, "fue separar para siempre al pueblo armenio de otros pueblos del este, para convertirlos en una nación propia, y para fortalecer en ellos la fe cristiana prohibiendo el uso de alfabetos extranjeros profanos que era utilizados para transcribir los libros paganos de los seguidores de Zoroastro (también llamado Zarathustra). A Mesrob le debemos la preservación del lenguaje y la literatura armenias; porque sin su trabajo, su pueblo habría sido absorbido por los persas y sirios, y habría desaparecido como muchas otras naciones del este".

Ansiando que otros se beneficien por su descubrimiento, e incentivado por el patriarca y el rey, Mesrob fundó numerosas escuelas en diferentes partes del país. En ellas los jóvenes aprendian el nuevo abecedario. Pero su accionar no estuvo confinado sólo a la Armenia oriental. Provisto de cartas de Isaac, fue a Constantinopla y obtuvo permiso del emperador Teodosio el Jóven para predicar y enseñar en sus posesiones armenias. Mesrob evangelizó sucesivamente a los Gregorianosy a los Albanos (Aghouanghks), adaptando el alfabeto a sus idiomas, y, dondequiera que predicaba Los Evangelios, construía escuelas y seleccionaba maestros y sacerdotes para que continuaran su labor. Habiendo regresado a la Armenia Oriental para reportar los resultados de sus misiones al patriarca, pensó por primera vez en proveer a sus compatriotas de literatura religiosa. Habiendo reunido numerosos discípulos, envío algunos a Edesa, Constantinopla, Atenas, Antioquía, Alejandría, y otros centros de aprendizaje, a estudiar el idioma griego y traer de regreso piezas maestras de la literatura griega. Algunos de sus más famosos disípulos fueron John de Egheghiatz, Joseph de Baghin, Yeznik, Koryun, Moses de Chorene, y John Mandakuni.

El primer monumento a la literatura armenia es la versión de las Sagradas Escrituras. Isaac, según Moses de Chorene, realizó una traducción de la Biblia de un texto sirio para el año 411. Este trabajo debió haber sido considerado imperfecto, ya que poco después John de Egheghiatz y Joseph de Baghin fueron enviados a Edessa para traducir las escrituras. Llegaron hasta Constantinopla y regresaron con las copias auténticas de la versión griega. Con la ayuda de otras copias obtenidas de Alejandría, la Biblia fue traducida, nuevamente del griego, de acuerdo con el texto de Septuagint y Orígen "Hexapla". Esta versión, actuakmente en uso en la iglesia armenia, fue completada alrededor del año 434.

Los decretos de los tres primeros concilios — Nicæa, Constantinople, y Concilio de Éfeso — y la liturgia nacional (que fue escrita en siríaco) también fueron traducidas al armeño, la última fue revisada liturgicamente por san Basilio. Muchas obras de los Padres Griegos fueron traducidas también al armeño. La posterior pérdida de los originales griegos han dado una importancia especial a algunas de sus traducciones, por ejemplo, la segunda parte de la crónica de Eusebius de la que tan sólo existen unos fragmetnos en griego, ha sido conservada completa en armenio.

En medio de sus labores literarias Mesrob no descuidó las necesidades espirituales de las personas que lo buscaban, volviendo a visitar los distritos que había evangelizado en sus primeros años, y, después de Isaac en el 440, se hizo cargo de la administración espiritual de la feligrecía. Él sobrevivió a su maestro y amigo sólo seis meses. Los armeños lo mencionan en el canon de la Misa, y celebran su memoria el 19 de febrero.

Está enterrado en Oshakan, un pueblo a 8 km del sudoeste de Ashtarak.

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Fuente: Martirologio Romano
Otros Santos y Beatos Completando el santoral de este día, Febrero 17  

Otros Santos y Beatos

San Bonoso, obispo
En Tréveris, en la Galia Bélgica, san Bonoso, obispo, que, junto a san Hilario de Poitiers, trabajó con celo y doctrina para que en las regiones de la Galia se mantuviese la integridad de la fe (c. 373).

San Fintán, abad
En el monasterio de Clúain Ednech, en Irlanda, san Fintán, abad fundador del mismo y prestigioso por su austeridad (c. 440).

San Fian, abad y obispo
En Lindisfarne, de Northumbria, san Fian, obispo y abad, célebre por su doctrina y por su celo en la evangelización (c. 656).

San Constable, abad
En el monasterio de Cava, en la Campania, san Constable, abad, que por su eximia mansedumbre y caridad hacia todos, mereció ser llamado "cubridor de los hermanos" (1124).

San Evermodo, obispo
En Ratzeburg, en Holsacia, de Germania, san Evermodo, obispo, que, discípulo de san Norberto en la Orden Premonstratense, se dedicó a la evangelización de los wendos (1178).

San Pedro Yu Chong-nyul, mártir
En Pyongyang, en Corea, san Pedro Yu Chong-nyul, mártir, que, siendo padre de familia, mientras leía a los fieles congregados durante la noche en casa del catequista, fue apresado y azotado hasta la muerte por su condición de cristiano (1866).

Beato Antonio Lesczewicz, religioso presbítero y mártir
En Rzeszow, en Polonia, beato Antonio Lesczewicz, presbítero de la Congregación de los Clérigos Marianistas y mártir, que, en la ocupación militar durante la guerra, fue quemado por los perseguidores de la Iglesia a causa de su fe en Cristo (1943).

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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com

 

Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/

 

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