JMJ
Pax
Te seguiré adondequiera que vayas
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 51-62
Gloria a ti, Señor.
Cuando ya se acercaba el tiempo en que tenía que salir de este mundo, Jesús tomó la firme determinación de emprender el viaje a Jerusalén.
Envió mensajeros por delante; y ellos fueron a una aldea de Samaria para conseguirle alojamiento, pero los samaritanos no quisieron recibirlo porque supieron que iba a Jerusalén.
Ante esta negativa, sus discípulos Santiago y Juan le dijeron:
"Señor, si quieres, hagamos bajar fuego del cielo para que acabe con ellos"
Pero Jesús se volvió hacia ellos y los reprendió.
Después se fueron a otra aldea.
Mientras iban de camino alguien le dijo a Jesús:
"Te seguiré adondequiera que vayas".
Jesús le respondió:
"Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza".
A otro Jesús le dijo:
"Sígueme".
Pero él le respondió:
"Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre".
Jesús le replicó:
"Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve y anuncia el Reino de Dios".
Otro le dijo:
"Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia".
Jesús le contestó:
"El que empuña el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.
El Misterio de la Misa en 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=0QCx-5Aqyrk
El que no valora una obra de arte es porque necesita cultura: https://www.youtube.com/watch?v=mTKKaT-KaKw
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu
El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
San Leonardo, "El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc
Audio (1/5): https://www.youtube.com/watch?v=2NjKuVnxH58
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?
Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).
Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?
Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html
Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa (Jn 15,22).
† Misal
13o. Dom Ord Ciclo C
Pueblos todos, aplaudan, aclamen al Señor con gritos de júbilo.
Oración Colecta
Oremos:
Padre de bondad que por medio de tu gracia nos has hecho hijos de la luz, concédenos vivir fuera de las tinieblas del error y permanecer siempre en el esplendor de la verdad.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Eliseo se levantó y siguió a Elías
Lectura del primer libro de los Reyes 19, 16b. 19-21
En aquellos tiempos, el Señor le dijo a Elías:
"Unge a Eliseo, el hijo de Safat, originario de Abel-Mejola, para que sea profeta en lugar tuyo".
Elías partió luego y encontró a Eliseo, hijo de Safat, que estaba arando con doce yuntas de bueyes, él trabajaba con la última.
Elías pasó junto a él y le echó encima su manto.
Entonces Eliseo, abandonando los bueyes, corrió detrás de Elías y le pidió:
"Déjame dar a mis padres el beso de despedida, luego te seguiré".
Elías le contestó:
"Ve y vuelve, porque bien sabes lo que ha hecho el Señor contigo".
Se fue Eliseo, se llevó los dos bueyes de la yunta y los sacrificó; asó la carne en la hoguera que hizo con la madera del arado y la repartió a su gente para que la comieran. Luego se levantó, siguió a Elías y se puso a su servicio.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del Salmo 15
Enséñanos, Señor, el camino de la vida. Aleluya.
Protégeme, Dios mío, pues eres mi refugio. Yo siempre he dicho que tú eres mi Señor. El Señor es la parte que me ha tocado en herencia.
Enséñanos, Señor, el camino de la vida. Aleluya.
Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente. Tengo siempre presente al Señor y con él a mi lado, jamás tropezaré.
Enséñanos, Señor, el camino de la vida. Aleluya.
Por eso se me alegra el corazón y el alma y mi cuerpo vivirá tranquilo, porque tú no me abandonarás a la muerte ni dejarás que sufra yo la corrupción.
Enséñanos, Señor, el camino de la vida. Aleluya.
Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia y de alegría perpetuo junto a ti.
Enséñanos, Señor, el camino de la vida. Aleluya.
La vocación de ustedes es la libertad
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 5, 1.13-18
Hermanos: Cristo nos ha liberado para que seamos libres. Conserven, pues, la libertad y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud. Su vocación, hermanos, es la libertad. Pero cuiden de no tomarla como pretexto para satisfacer su egoísmo; antes bien, háganse servidores los unos de los otros por amor. Porque toda la ley se resume en un solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Pues si ustedes se muerden y devoran mutuamente, acabarán por destruirse.
Los exhorto, pues, a que vivan de acuerdo con las exigencias del Espíritu; así no se dejarán arrastrar por el desborden egoísta del hombre. Este desorden está en contra del Espíritu de Dios, y el Espíritu esta en contra de ese desorden. Y esta oposición es tan radical que les impide a ustedes hacer lo que querrían hacer. Pero si los guía el Espíritu ya no están ustedes bajo el dominio de la ley.
Palabra de Dios.
Te alabamos Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Habla, Señor, que tu siervo te escucha. Tú tienes palabras de vida eterna.
Aleluya.
Te seguiré adondequiera que vayas
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 51-62
Gloria a ti, Señor.
Cuando ya se acercaba el tiempo en que tenía que salir de este mundo, Jesús tomó la firme determinación de emprender el viaje a Jerusalén.
Envió mensajeros por delante; y ellos fueron a una aldea de Samaria para conseguirle alojamiento, pero los samaritanos no quisieron recibirlo porque supieron que iba a Jerusalén.
Ante esta negativa, sus discípulos Santiago y Juan le dijeron:
"Señor, si quieres, hagamos bajar fuego del cielo para que acabe con ellos"
Pero Jesús se volvió hacia ellos y los reprendió.
Después se fueron a otra aldea.
Mientras iban de camino alguien le dijo a Jesús:
"Te seguiré adondequiera que vayas".
Jesús le respondió:
"Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza".
A otro Jesús le dijo:
"Sígueme".
Pero él le respondió:
"Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre".
Jesús le replicó:
"Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve y anuncia el Reino de Dios".
Otro le dijo:
"Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia".
Jesús le contestó:
"El que empuña el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración de los Fieles
Celebrante: Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras oraciones, para que podamos alegrarnos al recibir su ayuda:
Respondemos: Escúchanos, Señor.
Por los ministros de la Iglesia que han consagrado su vida al Señor y por todos los pueblos que adoran al Dios verdadero, roguemos a Cristo, el Señor.
Escúchanos, Señor.
Para que el tiempo sea bueno y todos podamos gozar de una naturaleza limpia en la bella sucesión de las diversas estaciones, roguemos al Dios que con sabiduría gobierna al mundo.
Escúchanos, Señor.
Por los que son víctimas de la debilidad humana, del espíritu de odio o de envidia o de los otros vicios del mundo, roguemos al Redentor misericordioso.
Escúchanos, Señor.
Encomendémonos mutuamente al Señor, pongamos toda nuestra existencia en sus manos y oremos con confianza al autor y guardián de todo lo que tenemos y poseemos.
Escúchanos, Señor.
Celebrante: Dios nuestro, que nos has convocado para celebrar tus sacramentos, escucha nuestras oraciones y mantén nuestra libertad con la fuerza y la suavidad de tu amor, para que nunca disminuya nuestra fidelidad a Cristo en el generoso servicio a nuestros hermanos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía por medio de la cual Tú te dignas hacernos partícipes de los frutos de la redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
El misterio pascual y el pueblo de Dios
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor, quien, por su misterio pascual, realizó la obra maravillosa de llamarnos del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de su propiedad, para que trasladados de las tinieblas a la luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas.
Por eso,
con todos los ángeles y arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Alma mía, bendice al Señor y alaba de corazón su santo nombre.
Oración después de la Comunión
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos ofrecido y recibido en comunión, sean para nosotros principio de vida nueva, a fin de que unidos a Ti por el amor, demos frutos que permanezcan para siempre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
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† Meditación diaria
Décimo tercer Domingo
ciclo c
NO MIRAR ATRÁS
— Exigencias de la vocación: prontitud en la entrega, desprendimiento, no poner condiciones...
— Las pruebas de la fidelidad.
— Virtudes que sostienen nuestro camino hacia el Señor.
I. Las lecturas de la Misa nos ayudan a meditar las exigencias que la propia vocación lleva consigo en el servicio a Dios y a los hombres. La Primera lectura1 muestra cómo Elías es enviado por Dios desde el Horeb, para que consagrara como profeta de Yahvé a Eliseo. Bajó Elías del monte y encontró a Eliseo arando; pasó a su lado y le echó encima el manto, indicando con este gesto que Dios lo tomaba a su exclusivo servicio. Eliseo respondió con prontitud y con plenitud, sin dejar atrás nada que le retuviera: cogió la yunta de bueyes y los mató, hizo fuego con los aperos, asó la carne y ofreció de comer a su gente. Luego se levantó y marchó tras Elías...
San Lucas nos presenta en el Evangelio de la Misa2 a tres personas que pretenden seguir al Señor. El primero se acerca a Jesús mientras iban de camino en ese largo viaje, el último, hacia Jerusalén y hacia el Calvario. Las disposiciones de este nuevo discípulo parecen excelentes: te seguiré a dondequiera que vayas, le dice al Maestro. Y ante esta muestra de generosidad, el Señor quiere dejarle claro el género de vida que le espera si de verdad le sigue, para que luego no se llame a engaño. La misión de Cristo es un ir y venir constante, predicando el Evangelio y dando la salvación a todos, y no tiene dónde reclinar la cabeza. Así ha de ser la vida de los que le sigan: han de estar desprendidos de las cosas y su disponibilidad ha de ser completa.
Al segundo, es el mismo Señor quien le llama: Sígueme, le dice. Este posible discípulo que es invitado a seguir de cerca al Maestro quiere oír la llamada, pero no inmediatamente; piensa en un tiempo más oportuno, porque le retiene un asunto familiar. No se da cuenta de que, cuando Dios llama, ese es precisamente el momento más oportuno, aunque en apariencia, miradas con ojos humanos las circunstancias que rodean una vocación, puedan encontrarse razones que aconsejen dilatar la entrega para más adelante. Dios tiene unos planes más altos para el discípulo y para quienes, aparentemente, saldrían perjudicados por su marcha. Tiene todo dispuesto desde la eternidad para que de esa elección resulte el bien de todos. La disponibilidad de quien siga a Cristo ha de ser pronta, alegre, desprendida, sin condiciones3. Dilatar la entrega ante Jesús que pasa a nuestro lado puede significar que más tarde, cuando intentemos de nuevo darle alcance, ya no lo encontramos. El Señor sigue su camino. Es grave ceder a la "tentación de las dilaciones" ante la entrega que pide Cristo4.
Dios nos llama, a cada uno en unas peculiares circunstancias. Veamos hoy en nuestra oración si estamos respondiendo con prontitud, con desasimiento, sin condiciones, a la peculiar vocación que Cristo nos ha dado.
II. El tercero de los discípulos (solo San Lucas lo menciona) quiere volver atrás para despedirse de los suyos. Quizá desea estar un tiempo, el último, con los de su familia. Este parece que ya "ha puesto la mano en el arado", que está decidido a seguir al Maestro. Pero la llamada del Señor siempre urge porque la mies es mucha y los operarios son pocos. Y hay mieses que se estropean porque no hay quien las recoja. Entretenerse, mirar atrás, poner "peros" a la entrega, todo es lo mismo. Jesús le dice: Nadie que pone su mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios.
La nueva labor del que es llamado es como la del arado palestino, que es difícil de guiar y más aún en la tierra dura de las orillas del lago de Genesaret. No se puede mirar atrás después de haber puesto la mano en el arado; no se puede volver la cara atrás después de la llamada del Señor. Para ser fieles, y felices, es preciso tener siempre los ojos fijos en Jesús5, como el corredor que, iniciada la carrera, no se distrae en otros asuntos: solo le importa la meta; como el labrador que se fija en un punto de referencia y hacia él dirige el arado. Si mira atrás, el surco le sale torcido.
A veces, la tentación de mirar atrás puede llegar a causa de las propias limitaciones, del ambiente que choca frontalmente con los compromisos contraídos, de la conducta de personas que tendrían que ser ejemplares y no lo son y, por eso mismo, parecen querer dar a entender que el ser fiel no es un valor fundamental de la persona; en otras ocasiones puede llegar esa tentación a causa de la falta de esperanza, al ver la santidad como lejana a pesar de los esfuerzos, de luchar una y otra vez. "Después del entusiasmo inicial, han comenzado las vacilaciones, los titubeos, los temores. —Te preocupan los estudios, la familia, la cuestión económica y, sobre todo, el pensamiento de que no puedes, de que quizá no sirves, de que te falta experiencia de la vida.
"Te daré un medio seguro para superar esos temores –tentaciones del diablo o de tu falta de generosidad!–: "desprécialos", quita de tu memoria esos recuerdos. Ya lo predicó de modo tajante el Maestro hace veinte siglos: "¡no vuelvas la cara atrás!""6. Por el contrario, en esas situaciones, que pueden cargarse de añoranzas, hemos de mirar a Cristo que nos dice: Sé fiel, sigue adelante. Y siempre que nuestra mirada se dirige a Jesús adelantamos un buen trecho en el camino. "No existe jamás razón suficiente para volver la cara atrás"7.
"Mirar atrás -enseña San Atanasio- no es sino tener pesares y volver a tomarle gusto a las cosas del mundo"8. Es la tibieza, que se introduce en el corazón de quien no tiene los ojos puestos en el Señor; es no haber llenado el corazón de Dios y de las cosas nobles de la propia vocación.
Mirar atrás, a lo que se dejó, "a lo que pudo ser", con nostalgia o tristeza puede significar en muchos casos romper la reja del arado contra una piedra, o por lo menos que el surco, la misión encomendada, salga torcido... Y en la tarea sobrenatural a la que el Señor nos llama a todos, lo que está en juego son las almas.
Nosotros queremos solo tener ojos para mirar a Cristo y todas las cosas nobles en Él. Por eso podemos decir con el Salmo responsorial de la Misa: El Señor es mi lote y mi heredad. Me enseñarás el sendero de mi vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha9. "El sendero de la vida" es la propia vocación, que hemos de mirar con amor y agradecimiento.
III. El Espíritu Santo ha querido, a través de San Lucas, señalarnos las palabras a estos tres discípulos para que las apliquemos a la llamada que hemos recibido de Dios.
El hombre se define por la vocación recibida. Cada hombre es aquello para lo que Dios lo ha creado, y la vida humana no tiene otro sentido que ir conociendo y realizando libremente esa voluntad divina. "El hombre se realiza o se pierde, según que cumpla en su vida el designio concreto que sobre él tiene Dios"10. Todos hemos recibido una vocación, es decir, una llamada a conocer a Dios, a reconocerle como fuente de vida; una invitación a entrar en la intimidad divina, al trato personal, a la oración; una llamada a hacer de Cristo el centro de la propia existencia, a seguirle, a tomar decisiones teniendo siempre presente su querer; una llamada a conocer a los demás hombres como personas e hijos de Dios, y, por tanto, una llamada a superar de manera radical el egoísmo para vivir la fraternidad, para llevar a cabo un apostolado fecundo y hacer que conozcan a Dios; una llamada para entender que esto se ha de realizar en la propia vida, según las condiciones en las que Dios ha colocado a cada uno y según la misión que personalmente le corresponde desarrollar11.
La fidelidad a la propia vocación lleva consigo responder a las llamadas que Dios hace a lo largo de la vida. Habitualmente se trata de una fidelidad en lo pequeño de cada jornada, de amar a Dios en el trabajo, en las alegrías y penas que conlleva toda existencia, de rechazar con firmeza aquello que de alguna manera signifique mirar donde no podemos encontrar a Cristo. La fidelidad se apoya en una serie de virtudes esenciales, sin las cuales se haría difícil o imposible seguir al Maestro: la humildad para reconocer que –como aquella estatua colosal de la que nos habla el Libro de Daniel12– tenemos los pies de barro; la prudencia y la sinceridad, que son consecuencias de la humildad; la caridad y la fraternidad, que impiden encerrarnos en nosotros mismos; el espíritu de mortificación, que lleva a la templanza, a la sobriedad, a la lucha contra la comodidad y el aburguesamiento, a no buscar compensaciones, que acabarían resultando amargas, pues alejan del Señor; el espíritu de oración, que nos lleva a tratar a Dios como a un Amigo, como al Amigo de toda la vida. "El que no deja de ir adelante –enseña Santa Teresa–, aunque tarde, llega. No me parece es otra cosa perder el camino sino dejar la oración"13.
Le decimos al Señor que queremos ser fieles, que no deseamos otra cosa en la vida que seguirle de cerca en las horas buenas y en las malas. Él es el eje alrededor del cual gira nuestra vida, es el centro al que se dirigen todas nuestras acciones. Señor, sin Ti nuestra vida quedaría rota y descentrada.
Acudamos al terminar nuestra oración a la Virgen fidelísima, nuestra Madre Santa María.
1 1 Rey 19, 16; 19-21. — 2 Lc 9, 57-62. — 3 F. Fernández-Carvajal, El Evangelio de San Lucas, Palabra, 5.ª ed., Madrid 1988, in loc. — 4 Cfr. F. Suárez, La Virgen Nuestra Señora, Rialp, 17ª ed., Madrid 1984, pp. 70-71. — 5 Heb 12, 2. — 6 San Josemaría Escrivá, Surco, n. 133. — 7 ídem, Es Cristo que pasa, 160. — 8 San Atanasio, Vida de San Antonio, 3. — 9 Sal 15, 11. — 10 J. L. Illanes, Mundo y santidad, Rialp, Madrid 1984, p. 108. — 11 Cfr. ibídem, p. 110. — 12 Cfr. Dan 2, 33. — 13 Santa Teresa, Vida, 19, 5.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
Biografía El Milagro Oración Opus Dei Cobertura Multimedios Inicio
Nadie ama lo que no conoce: para tener una opinión propia sobre el Opus Dei sería bueno ver este video de 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=6dHJXRJqYFw
abajo de ese hay más.
Fundador de la Prelatura "Opus Dei"
Junio 26
Infancia y Juventud
Josemaría Escrivá de Balaguer nació en Barbastro (Huesca, España) el 9 de enero de 1902. Sus padres se llamaban José y Dolores. Tuvo cinco hermanos: Carmen (1899-1957), Santiago (1919-1994) y otras tres hermanas menores que él, que murieron cuando eran niñas. El matrimonio Escrivá dio a sus hijos una profunda educación cristiana.
En 1915 quebró el negocio del padre, que era un industrial de tejidos, y hubo de trasladarse a Logroño, donde encontró otro trabajo. En esa ciudad, Josemaría percibe por primera vez su vocación: después de ver unas huellas en la nieve de los pies descalzos de un religioso, intuye que Dios desea algo de él, aunque no sabe exactamente qué es. Piensa que podrá descubrirlo más fácilmente si se hace sacerdote, y comienza a prepararse primero en Logroño y más tarde en el seminario de Zaragoza. Siguiendo un consejo de su padre, en la Universidad de Zaragoza estudiará también la carrera civil de derecho como alumno libre.
La fundación del Opus Dei
D. José Escrivá muere en 1924, y Josemaría queda como cabeza de familia. Recibe la ordenación sacerdotal el 28 de marzo de 1925 y comienza a ejercer el ministerio en una parroquia rural y luego en Zaragoza.
En 1927 se traslada a Madrid, con permiso de su obispo, para obtener el doctorado en Derecho. En Madrid, el 2 de octubre de 1928, Dios le hace ver la misión que desde años atrás le venía inspirando, y funda el Opus Dei. Desde ese día trabaja con todas sus fuerzas en el desarrollo de la fundación que Dios le pide, al tiempo que continúa con el ministerio pastoral que tiene encomendado en aquellos años, que le pone diariamente en contacto con la enfermedad y la pobreza en hospitales y barriadas populares de Madrid.
Al estallar la guerra civil, en 1936, Josemaría se encuentra en Madrid. La persecución religiosa le obliga a refugiarse en diferentes lugares. Ejerce su ministerio sacerdotal clandestinamente, hasta que logra salir de Madrid. Después de una travesía por los Pirineos hasta el sur de Francia, se traslada a Burgos.
Cuando acaba la guerra, en 1939, regresa a Madrid. En los años siguientes dirige numerosos ejercicios espirituales para laicos, para sacerdotes y para religiosos. En el mismo año 1939 termina sus estudios de doctorado en Derecho.
Guiando el crecimiento del Opus Dei
En 1946 fija su residencia en Roma. Obtiene el doctorado en Teología por la Universidad Lateranense. Es nombrado consultor de dos Congregaciones vaticanas, miembro honorario de la Pontificia Academia de Teología y prelado de honor de Su Santidad. Sigue con atención los preparativos y las sesiones del Concilio Vaticano II (1962-1965), y mantiene un trato intenso con muchos de los padres conciliares. Desde Roma viaja en numerosas ocasiones a distintos países de Europa, para impulsar el establecimiento y la consolidación del Opus Dei en esos lugares. Con el mismo objeto, entre 1970 y 1975 hace largos viajes por México, la Península Ibérica, América del Sur y Guatemala, donde además tiene reuniones de catequesis con grupos numerosos de hombres y mujeres.
Fallece en Roma el 26 de junio de 1975. Varios miles de personas, entre ellas numerosos obispos de distintos países —en conjunto, un tercio del episcopado mundial—, solicitan a la Santa Sede la apertura de su causa de canonización.
Beatificación y Canonización
El 17 de mayo de 1992, Juan Pablo II beatifica a Josemaría Escrivá de Balaguer en la plaza de San Pedro, en Roma, ante 300.000 personas. "Con sobrenatural intuición", dijo el Papa en su homilía, "el beato Josemaría predicó incansablemente la llamada universal a la santidad y al apostolado".
Diez años más tarde, el 6 de octubre de 2002, Juan Pablo II canoniza al fundador del Opus Dei en la plaza de San Pedro ante una multitud de más de 80 países. El Santo Padre, en su discurso a los participantes en la canonización, dijo que "san Josemaría fue elegido por el Señor para anunciar la llamada universal a la santidad y para indicar que la vida de todos los días, las actividades comunes, son camino de santificación. Se podría decir que fue el santo de lo ordinario".
PELICULA: Encontraras Dragones
Saint Josemaría Escrivá Balaguer Biography
SAN JOSEMARIA ESCRIVÁ-LAS HUELLAS DE DIOS-DIBUJITOS
PREGUNTAS A SAN JOSEMARIA ESCRIVA DE BALAGUER
1/3 San Josemaría Escrivá de Valaguer en España
2/3 San Josemaría Escrivá de Valaguer en España
3/3 San Josemaría Escrivá de Valaguer en España
El tesoro del tiempo
HOMILIA DE SAN JOSEMARIA ESCRIVA DE BALAGUER CAP.03.EL …
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José María Robles Hurtado Mártir Mexicano, Junio 26
Sacerdote, Escritor, Fundador y Mártir Mexicano Primeros Años |
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Pelayo (Paio) de Córdoba, Santo Mártir de la castidad juvenil, Junio 26
MártirNació en (* Albeos, Crecente (España), en el 911. Murió el 26 de junio de 925 en Córdoba. |
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David de Salónica, Santo Eremita, Junio 26
Eremita Etimológicamente significa " amigo, tierno". Viene de la lengua hebrea. |
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Fuente: ACIprensa.com
Magdalena Fontaine y sus Compañeras, Beatas Mártires de la Revolución Francesa, Junio 26
Estas cuatro mártires eran Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul, en el convento de Arras. |
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Fuente: Vatican.va
Andrés Jacinto Longhin, Beato Obispo Capuchino, 26 de junio
Obispo Martirologio Romano: En Treviso, en Italia, beato Andrés Jacinto Longhin, obispo, que en las dificultades de la guerra acudió generoso a las necesidades de los prófugos y cautivos, y, en medio de la agitación de su tiempo, con singular solicitud defendió los derechos de los obreros, los agricultores y de todos los necesitados (1936).
Nació el 23 de noviembre de 1863 en Fiumicello di Campodarsego, provincia y diócesis de Padua (Italia), en una familia de campesinos pobres y muy religiosos. Al día siguiente fue bautizado con los nombres de Jacinto Buenaventura. Muy pronto manifestó su vocación al sacerdocio y a la vida religiosa. A los 16 años ingresó en el noviciado de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos, con el nombre de Andrés de Campodarsego. Después de realizar sus estudios humanísticos en Padua y los teológicos en Venecia, fue ordenado sacerdote, a los 23 años, el 19 de junio de 1886. |
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Fuente: Vatican.va
María Josefina de Jesús Crucificado, Beata Carmelita, Junio 26
Nació en Nápoles el 18 de febrero de 1894, en el seno de una familia de nobles, los marqueses Grimaldi. Desde su niñez mostró una predilección particular por los pobres y los más necesitados, destinándoles el dinero que le daban para juguetes o para merendar, y ayudando a dos viejecitas que vivían solas. |
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Fuente: Zenit.org
Santiago Ghazir, Beato Capuchino y Fundador, Junio 26
Fundador de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de la Cruz del Líbano Khalil Abuna Yaaqub El-Haddad, tercero de cinco hermanos, nació en Líbano el 1 de febrero de 1875. En 1892, mientras estaba en Egipto, donde trabajaba como profesor, sintió la vocación sacerdotal. Decidió entrar en el convento capuchino de Khashbau al año siguiente.Yaaqub hizo los votos perpetuos en 1898 y llegó a ser sacerdote en 1901. |
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Fuente: canalsocial.net
Antelmo de Belley, Santo Obispo, 26 de junio
Obispo Martirologio Romano: En Belley, en Saboya, hoy en día en Francia, san Antelmo, obispo, monje de la Gran Cartuja, que restauró los edificios destruidos por una gran nevada. Elegido prior, convocó el capítulo general, y designado obispo, se distinguió por su aplicación firme y decidida en la corrección de los clérigos y en la reforma de las costumbres (1177). |
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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