JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 37-41
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo un fariseo invitó a Jesús a comer. El fue a su casa y se sentó a la mesa.
El fariseo se extrañó de que Jesús no hubiera cumplido con la ceremonia de lavarse las manos antes de comer. Pero el Señor le dijo:
"Ustedes, los fariseos, limpian por fuera el vaso y el plato, mientras por dentro están llenos de robos y maldades. ¡Insensatos!
El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro? Den más bien limosna de lo que tienen, y todo lo de ustedes quedará limpio".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/swf/l.swf?video_id=v82JVdXAUUs
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? abortar (todos los métodos anticonceptivos son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.
† Misal
mar 28a. Ordinario año impar
Antífona de Entrada
Sírveme de defensa, Dios mío, de roca y fortaleza salvadoras; y pues eres mi baluarte y mi refugio, acompáñame y guíame.
Oración Colecta
Oremos:
Señor nuestro, que prometiste venir y hacer tu morada en los corazones rectos y sinceros, concédenos la rectitud y sinceridad de vida que nos hagan dignos de esa presencia tuya.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Los hombres conocieron a Dios, pero no lo glorificaron como a Dios
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 1, 16-25
Hermanos:
No me avergüenzo de predicar el Evangelio, que es una fuerza de Dios para salvar a todos los que creen, a los judíos primeramente y también a los no judíos. Pues en el Evangelio se nos revela que Dios trabaja con su actividad salvadora en nosotros por medio de la fe, de principio a fin, como dice la Escritura: El justo vivirá por medio de la fe.
En efecto, Dios manifiesta desde el cielo su reprobación contra los hombres impíos e injustos, que por la injusticia mantienen cautiva a la verdad. Porque las cosas de Dios que se pueden conocer las tienen a la vista: Dios mismo se las ha manifestado. Pues las perfecciones invisibles de Dios, como su poder eterno y su divinidad, resultan visibles desde la creación del mundo para quien reflexiona sobre sus obras, de modo que no tienen disculpa. Han conocido a Dios, pero no lo han glorificado como a Dios ni le han dado gracias; antes bien, se han ofuscado con razonamientos inútiles, y su insensata inteligencia se ha llenado de oscuridad. Pretendían ser sabios, pero se volvieron insensatos, pues cambiaron la gloria de Dios inmortal por imágenes de hombres mortales, de aves, cuadrúpedos y reptiles.
Por eso Dios los entregó a los deseos impuros de su corazón, y llegaron a tal inmoralidad, que deshonran sus cuerpos unos con otros, porque cambiaron al Dios verdadero por dioses falsos y dieron culto y adoraron a la criatura en vez de al Creador, el cual merece alabanza por siempre. Amén.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 18
Los cielos proclaman la gloria de Dios.
Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche se lo trasmite a la otra noche.
Los cielos proclaman la gloria de Dios.
Sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra llega su sonido y su mensaje hasta el fin del mundo.
Los cielos proclaman la gloria de Dios.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
La palabra de Dios es viva y eficaz y descubre los pensamientos e intenciones del corazón.
Aleluya.
Evangelio
Den limosna de lo que tienen, y todo lo de ustedes quedará limpio
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 37-41
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo un fariseo invitó a Jesús a comer. El fue a su casa y se sentó a la mesa.
El fariseo se extrañó de que Jesús no hubiera cumplido con la ceremonia de lavarse las manos antes de comer. Pero el Señor le dijo:
"Ustedes, los fariseos, limpian por fuera el vaso y el plato, mientras por dentro están llenos de robos y maldades. ¡Insensatos!
El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro? Den más bien limosna de lo que tienen, y todo lo de ustedes quedará limpio".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Tú nos has dado, Señor, por medio de estos dones que te presentamos, el alimento del cuerpo y el sacramento que renueva nuestro espíritu; concédenos con bondad que siempre gocemos del auxilio de estos dones.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
El misterio de nuestra salvación en Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias, Padre
santo, siempre y en todo lugar, por Jesucristo, tu Hijo amado.
Por él, que es tu Palabra, hiciste todas las cosas; tú nos lo enviaste para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo y nacido de María la Virgen, fuera nuestro Salvador y Redentor.
El, en cumplimiento de tu voluntad, para destruir la muerte y manifestar la resurrección, extendió sus brazos en la cruz, y así adquirió para ti un pueblo santo.
Por eso,
con los ángeles y los santos, proclamamos tu gloria diciendo:
Antífona de la Comunión
Una cosa pido al Señor, eso buscaré: habitar en la casa del Señor por los días de mi vida.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Que esta comunión en tus misterios, Señor, expresión de nuestra unión contigo, realice la unidad de tu Iglesia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
___________________________________________________________________________________________
Dia 11/10 Santa Soledad Torres Acosta (virgen, blanco)
Antífona de Entrada
Celebremos con alegría la fiesta de esta santa, porque el Señor del universo la ha colmado de su amor.
Oración Colecta
Oremos:
Tú que colmaste de dones celestiales a santa Soledad Torres,virgen, concédenos, Señor, imitar su entrega a ti, aquí en la tierra y compartir con ella tu gloria en el cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan
4, 7-16
Queridos hermanos: Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios mandó al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo, como propiciación por nuestros pecados. Queridos hermanos: si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros. A Dios nadie le ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud. En esto conocemos que permanecemos en él y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu. Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo para ser Salvador del mundo. Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios es Amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 130
Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
Señor, mi corazón no es ambicioso, ni mis ojos altaneros; no pretendo grandezas que superan mi capacidad.
Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
Sino que acallo y modero mis deseos, como un niño en brazos de su madre.
Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
Espere Israel en el Señor, ahora y por siempre.
Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados y yo los aliviaré, dice el Señor.
Aleluya.
Evangelio
Cada vez que lo hicieron con cada uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hiciste
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
25, 31-46
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones. El separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda".
Entonces dirá el rey a los de su derecha:
Vengan ustedes, benditos de mi Padre; hereden el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me hospedaron; estuve desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitaron; en la cárcel, y vinieron a verme".
Entonces los justos le contestarán:
"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?, ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?, ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?"
Y el rey les dirá:
"Les aseguro que cada vez que lo hicieron con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicieron".
Y entonces dirá a los de su izquierda:
"Apártense de mí, malditos;vayan al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; fui forastero, y no me hospedaron; estuve desnudo, y no me vistieron; enfermo y en la cárcel, y no me visitaron".
Entonces también éstos contestarán:
"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, o con sed, o forastero, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel, y no te asistimos?"
Y él replicará:
"Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicieron conmigo".
Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos y haz que esta Eucaristía nos ayude a superar nuestra inclinación al pecado para que, a ejemplo de santa Soledad Torres, virgen, podamos vivir según el Evangelio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
La vida consagrada a Dios es un signo Del Reino de los cielos
En verdad es justo y necesario que te alaben, Señor, tus criaturas del cielo y de la tierra.
Porque al celebrar a los santos que por amor al Reino de los cielos se consagraron a Cristo, reconocemos tu Providencia admirable, que no cesa de llamar al hombre a la santidad primera, para hacerlo participar ya desde ahora de la vida que gozará en el cielo, por Cristo nuestro Señor.
Por eso,
con todos los ángeles y santos, te alabamos, proclamando sin cesar:
Antífona de la Comunión
Las cinco vírgenes prudentes llevaron frascos de aceite con las lámparas. A medianoche se oyó una voz: Ya viene el esposo; salgan al encuentro de Cristo, el Señor.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Señor que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos recibido, S nos ayuden a despegar nuestro corazón de las cosas terrenas para que, a ejemplo de santa Soledad Torres, virgen, podamos amarte más cada día.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
___________________________________________________________________________________________
† Meditación diaria
28ª semana. Martes
EL PERDÓN DE NUESTRAS OFENSAS
— Somos pecadores. El pecado es siempre y ante todo una ofensa a Dios.
— Al Señor le encontramos siempre dispuesto para el perdón. Todo pecado puede ser perdonado si el pecador se arrepiente.
— Una condición para ser perdonados: perdonar de corazón a los demás. Cómo ha de ser nuestro perdón.
I. Padre, perdónanos nuestras ofensas, pedimos todos los días en el Padrenuestro.
Somos pecadores, y si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros1, escribe San Juan en su primera Carta. La universalidad del pecado aparece con frecuencia en el Antiguo Testamento2 y es enseñada también en el Nuevo3. Cada día tenemos necesidad de pedir perdón al Señor por nuestras faltas y pecados. Le ofendemos quizá en cosas pequeñas y sin una expresa voluntariedad actual, con nuestras acciones y con omisiones; de pensamiento, de palabra y de obra. "Lo que la revelación nos dice coincide con la experiencia. El hombre, cuando examina su corazón, comprueba su tendencia al mal, se ve anegado por muchos males. Esto explica la división íntima del hombre"4.
Hoy, mientras hacemos nuestra oración con el Señor, y a lo largo del día, podemos hacer nuestra aquella jaculatoria del publicano que no se atrevía a levantar la vista en el Templo, y que reconocía, como nosotros, haber ofendido al Señor: ¡Oh Dios! –decía, lleno de humildad y de arrepentimiento–, ¡ten compasión de mí, que soy un pecador!5. ¡Cuánto bien nos puede hacer esta breve oración, repetida con un corazón humilde! La puso el Señor en boca del publicano de la parábola, pero para que la repitiéramos nosotros.
Muchas veces, los hombres suelen confundir el pecado con sus consecuencias. Y les entristece entonces el fracaso que introduce en su vida personal, o la humillación de haber faltado a un deber o los daños producidos a otras personas. Ven el pecado en relación a su propio ideal roto o al mal causado a otros. Sin embargo, no hay pecado sino en cuanto ofensa a Dios; secundariamente, también en relación a uno mismo, a los demás y a toda la sociedad. He pecado contra Yahvé6, afirma el rey David cuando se da cuenta del delito que cometió contra Urías. Había cometido un adulterio, procurando después la muerte, de forma vergonzosa, al marido de la adúltera, un amigo y uno de sus mejores generales. Sin embargo, el adulterio, el crimen perpetrado, el abuso de poder, el escándalo dado al pueblo, por graves que hubieran sido, los juzgaba superados en malicia por la ofensa a Dios.
Del incumplimiento de la ley pueden derivarse desastres y sufrimientos, pero pecado propiamente solo existe ante Dios. He pecado contra el Cielo y contra Ti7, proclamará el hijo pródigo cuando vuelve arrepentido a la casa paterna. "Sin estas palabras: He pecado, el hombre no puede entrar verdaderamente en el misterio de la muerte y de la resurrección de Cristo, para sacar de ella los frutos de la redención y de la gracia. Estas son palabras-clave. Evidencian sobre todo la gran apertura interior del hombre hacia Dios: Padre, he pecado contra Ti (...).
"El Salmista habla aún más claramente: Tibi soli peccavi, contra Ti solo pequé (Sal 50, 6).
"Ese "Tibi soli" no anula las demás dimensiones del mal moral, como es el pecado en relación a la comunidad humana. Sin embargo, "el pecado" es un mal moral de modo principal y definitivo en relación con Dios mismo, con el Padre en el Hijo. Así, pues, el mundo (contemporáneo) y el príncipe de este mundo trabajan muchísimo para anular y aniquilar este aspecto en el hombre,
"En cambio, la Iglesia (...) trabaja sobre todo para que cada uno de los hombres se encuentre a sí mismo con el propio pecado ante Dios solo, y en consecuencia para que acoja la penitencia salvífica del perdón contenida en la pasión y en la resurrección de Cristo"8.
¡Qué gran don del Cielo es poder reconocer nuestros pecados, sin excusas ni mentiras, y acercarnos hasta la fuente inagotable de la misericordia divina y poder decir: Padre, perdónanos nuestras ofensas! ¡Qué paz tan grande da el Señor!
II. No basta con reconocer nuestros pecados, "es preciso que su recuerdo sea doloroso y amargo, que hiera el corazón, que mueva el alma al arrepentimiento; de modo que, sintiéndonos angustiados interiormente, nos movamos a recurrir a Dios nuestro Padre, pidiéndole con humildad que nos saque las espinas de los pecados, clavadas en nuestra alma"9.
El Señor está dispuesto a perdonarlo todo de todos. Al que viene a Mí -nos dice- Yo no lo echaré fuera10. No es voluntad de vuestro Padre que está en los cielos -nos enseña en otro lugar- que se pierda ni uno solo de estos pequeñuelos11. Es más: como enseña Santo Tomás, la Omnipotencia de Dios se manifiesta, sobre todo, en el hecho de perdonar y usar de misericordia, porque la manera que Dios tiene de mostrar que tiene el supremo poder es perdonar libremente12. En el Evangelio aparece la misericordia de Jesús para con los pecadores como una constante que se repite una y otra vez: los recibe, los atiende, se deja invitar por ellos, los comprende, los perdona. A veces los fariseos lo criticaban por esto, pero Él los recrimina diciéndoles que no necesitan médico los sanos sino los enfermos, y que el Hijo del hombre ha venido a buscar lo que estaba perdido13.
La ofensa ha de ser perdonada por el ofendido. El pecado solamente puede ser perdonado por el mismo Dios. Así lo hicieron notar a Jesús unos fariseos: ¿Quién puede perdonar los pecados sino solo Dios?14. El Señor no rechazó estas palabras, sino que se sirvió de ellas para mostrarles que Él tiene ese poder precisamente porque es Dios. Después de la Resurrección, lo transmitió a su Iglesia, para que Ella, por medio de sus ministros, lo pudiese ejercer hasta el fin de los tiempos: Recibid el Espíritu Santo -dijo a los Apóstoles-; a quienes perdonéis los pecados, les serán perdonados, a quienes se los retuvierais les serán retenidos15.
Al Señor le encontramos siempre dispuesto al perdón y a la misericordia en el sacramento de la Confesión. "Podemos estar absolutamente ciertos –enseña el Catecismo Romano– de que Dios está inclinado hacia nosotros de tal modo que con muchísimo gusto perdona a los que de veras se arrepienten. Es verdad que pecamos contra Dios (...), pero también es verdad que pedimos perdón a un Padre cariñosísimo, que tiene poder para perdonarlo todo, y no solo dijo que quería perdonar, sino que además anima a los hombres para que le pidan perdón, y hasta nos enseña con qué palabras lo hemos de pedir. Por consiguiente, nadie puede tener duda de que –porque Él lo ha dispuesto– en nuestra mano está, por así decir, recobrar la gracia divina"16.
III. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, rezamos cada día, quizá muchas veces. El Señor espera esta generosidad que nos asemeja al mismo Dios. Porque si vosotros perdonáis a otro sus faltas, también os perdonará vuestro Padre celestial17. Esta disposición forma parte de una norma frecuentemente afirmada por el Señor a lo largo del Evangelio: Absolved y seréis absueltos. Dad y se os dará... La medida que uséis con otros, esa se usará con vosotros18.
Dios nos ha perdonado mucho, y no debemos guardar rencor a nadie. Hemos de aprender a disculpar con más generosidad, a perdonar con más prontitud. Perdón sincero, profundo, de corazón. A veces nos sentimos heridos sin una razón objetiva; solo por susceptibilidad o por amor propio lastimado por pequeñeces que carecen de verdadera entidad. Y si alguna vez se tratara de una ofensa real y de importancia, ¿no hemos ofendido nosotros mucho más a Dios? Él "no acepta el sacrificio de quienes fomentan la división: los despide del altar para que vayan primero a reconciliarse con sus hermanos: Dios quiere ser aplacado con oraciones de paz. La mayor obligación para Dios es nuestra paz, nuestra concordia, la unidad de todo el pueblo fiel en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo"19.
Con frecuencia debemos hacer examen para ver cómo son nuestras reacciones ante las molestias que en alguna ocasión la convivencia puede llevar consigo. Seguir a Cristo en la vida corriente es encontrar, también en este punto, el camino de la paz y de la serenidad. Debemos estar vigilantes para evitar la más pequeña falta de caridad externa o interna. Las pequeñeces diarias –normales en toda convivencia– no pueden ser motivo para que disminuya la alegría en el trato con quienes nos rodean. Si alguna vez tenemos que perdonar alguna ofensa real, entendamos que esa es una ocasión muy particular de imitar a Jesús, que pide perdón para los que le crucifican; nos hará saborear el amor de Dios, que no busca su propia ventaja; se enriquece el propio corazón, que se hace más grande, con mayor capacidad de amar. No debemos olvidar entonces que "nada nos asemeja tanto a Dios como estar siempre dispuestos al perdón"20. La generosidad con los demás conseguirá que la misericordia divina perdone tantas flaquezas nuestras.
1 1 Jn 8. — 2 Cfr. Job 9, 2; 14, 4; Prov 20, 9; Sal 13, 1-4; 50, 1 ss.; etc. — 3 Cfr. Rom 3, 10-18. — 4 Conc. Vat. II, Const. Gaudium et spes, 13. — 5 Lc 18, 13. — 6 2 Sam 12, 13. — 7 Lc 15, 18, — 8 Juan Pablo II, Ángelus 16-III-1980. — 9 Catecismo Romano, IV, 14, n. 6. — 10 Jn 10, 37. — 11 Mt 18, 14. — 12 Santo Tomás, Suma Teológica, 1. q. 25 a. 3 ad 3. — 13 Lc 19, 10. — 14 Cfr. Lc 5, 18-25. — 15 Cfr. Jn 20, 19-23. — 16 Catecismo Romano, IV, 24, n. 11. — 17 Mt 14, 15. — 18 Cfr. Lc 6, 37-38. — 19 San Cipriano, Tratado de la oración del Señor, 23. — 20 San Juan Crisóstomo, Homilías sobre San Mateo, 19, 7.
Si desea adquirir los libros: http://www.palabra.es/buscar.asp?buscar=Hablar+con+Dios&tc=8501
___________________________________________________________________________________________
† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
Santa María Soledad Torres |
Esta es la santa fundadora de las hermanas Siervas de María, Ministras de los enfermos, que tienen 126 casas en el mundo con 2,380 religiosas.
Nació en 1826 en Madrid (España), hija de modestos comerciantes que la instruyeron muy bien en la religión.
Estudió con las hermanas Vicentinas y al ver la dedicación total de estas religiosas a los más pobres, se entusiasmó por la vida religiosa. Pero era muy débil de salud y no fue admitida en la comunidad. Solamente a la edad de 25 años logrará cumplir su anhelo de ser religiosa.
El párroco de un barrio pobre de Madrid se entristecía al ver que muchos enfermos morían en el más completo abandono y sin recibir los santos sacramentos. Y pensó en reunir a un grupo de mujeres piadosas que visitaran a los enfermos en sus domicilios y les ayudaran a bien morir.
Al enterarse Soledad Torres de este deseo del párroco se presentó a él para ofrecerse a ayudarle en tan caritativa misión. Ella desde niña había asistido a varios moribundos y sentía un gusto especial por asistir a enfermos y moribundos. Era una gracia que le había concedido el Espíritu Santo. Aunque el sacerdote le rechazó en una primera entrevista porque le parecía muy débil y enfermiza para esas labores, después se dio cuenta de que era un alma de Dios y con ella y seis compañeras más, fundó el 15 de agosto de 1851, la comunidad de Siervas de María o Ministros de los enfermos.
La novedad de esta comunidad era que ellas debían asistir a domicilio y totalmente gratis a los enfermos que lo solicitaran.
Por aquellos tiempos llegó a Europa la terrible epidemia del cólera y en los hospitales no cabían los enfermos. Muchos de ellos eran abandonados por sus familiares por temor al contagio. Fue entonces cuando María Soledad y sus religiosas se multiplicaron por todas partes para atender a los más abandonados.
El fundador de la comunidad se fue de misionero a lejanas tierras y el sucesor se dejó creer de cuentos y habladurías y destituyó a Soledad del cargo de superiora. Ella se alegró de poder asemejarse a Cristo en padecer incomprensiones y persecuciones. En sus visitas a Jesús Sacramentado obtenía fuerzas para sufrir con paciencia y por amor a Dios. Después se supo la verdad de todo y fue restablecida en su cargo, y bajo su dirección se extendió admirablemente su congregación. Murió la santa el 11 de octubre de 1887 a la edad de 61 años. Fue canonizada por Pablo VI en 1970.
___________________________________________________________________________________________
Fuente: Vatican.va
Juan XXIII, Beato CCLXI Papa, Octubre 11
CCLXI Papa Nació en el seno de una numerosa familia campesina, de profunda raigambre cristiana. Pronto ingresó en el Seminario, donde profesó la Regla de la Orden franciscana seglar. Ordenado sacerdote, trabajó en su diócesis hasta que, en 1921, se puso al servicio de la Santa Sede. En 1958 fue elegido Papa, y sus cualidades humanas y cristianas le valieron el nombre de "papa bueno". Juan Pablo II lo beatificó el año 2000 y estableció que su fiesta se celebre el 11 de octubre. |
___________________________________________________________________________________________
Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina04
Alejandro Sauli, Santo Obispo de Pavía, Octubre 11
Obispo Se cuenta que Alejandro Sauli era muy joven todavía cuando se presentó un día con un crucifijo en la mano ante una multitud que asistía a un espectáculo de acróbatas y saltimbanquis, y predicó severamente contra ese tipo de diversiones frívolas, con gran asombro de todos los presentes. Aunque el santo exageró tal vez un tanto al proceder así; ese gesto puede considerarse como un símbolo de su vida, ya que se consagró por entero a la restauración del orden cristiano en la atmósfera de negligencia y fríaldad religiosas de mediados del siglo XVI. Alejandro nació en Milán en 1535, pero su familia era originaria de Génova. A los diecisiete años, ingresó en la congregación de los clérigos regulares barnabitas. Sus superiores le enviaron a proseguir sus estudios en el colegio que la congregación tenía en Pavía, y el santo pagó de su bolsillo la obra de ensanchamiento de la biblioteca del establecimiento. En 1556, después de su ordenación sacerdotal, empezó a enseñar filosofía y teología en la Universidad. El obispo de la ciudad le tomó pronto por teólogo suyo, y la reputación de Alejandro como predicador empezó a crecer rápidamente. El éxíto que tuvo en Pavía fue tan grande, que San Carlos Borromeo le invitó a predicar en la catedral; a sus sermones asistieron el propio San Carlos y el cardenal Sfondrati quien fue más tarde Papa con el nombre de Gregorio XIV. Las ardientes palabras del joven barnabita arrancaron lágrimas a ambos personajes, quienes le tomaron por confesor; San Carlos Borromeo siguió dirigiéndose con él muchos años. En 1567, el P. Sauli fue elegido preboste general de su congregación. Aunque no tenía más que treinta y ocho años, parecía bastante seguro de sí mismo como para oponerse al parecer de San Pío V y de san Borromeo. En efecto, el cardenal Borromeo, quien era protector de los "Humiliati" que quedaban, había recibido la misión de reformarlos, ya que dichos frailes eran tan ricos como de costumbres poco edificantes. Para ello decidió fundir a los "Humiliati" con la fervorosa congregación de los barnabitas, recientemente fundada. Pero San Alejandro, aunque estaba dispuesto hacer cuanto pudiera por ayudar a los "Humiliati", no se sentía oblígado a aceptar una medida que podía hacer daño a sus hijos, y San Carlos Borromeo tuvo que renunciar a su propósito. |
___________________________________________________________________________________________
Zenaida, Santa Biografía, 11 de octubre
Octubre 11 Etimológicamente significa "la que recibe la vida de Zeus". Viene de la lengua griega. |
___________________________________________________________________________________________
Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina04
Jaboco de Ulm, Beato Religioso, 11 Octubre
El Beato Jacobo nació en 1407, en Ulm de Alemania, en el seno de la respetable familia de los Griesinger. A los veinticinco años partió de su patria a Italia, donde se enroló como soldado en Nápoles; pero, disgustado por las costumbres licenciosas de sus compañeros de filas y al comprobar que su buen ejemplo no les hacía mella, abandonó el ejército y entró a servir como secretario a un abogado de Capua. |
___________________________________________________________________________________________
Meinardo de Letonia, Santo Primer Obispo de Letonia, 11 Octubre
San Meinardo (1134/36-1196).
|
___________________________________________________________________________________________
Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net
Mensajes anteriores en: www.iesvs.org
Biblioteca Gratis: http://groups.google.com/group/evangelio/files
¿Email con poca capacidad? Reciba gratis de 6 Gb. con la opción de absorber los mensajes de todas sus demás casillas, y de consultar por outlook o web, escriba a: email arroba iesvs.org
Si no desea el evangelio, santoral y meditación diaria y sólo artículos interesantes censurados por la prensa (la mayoría), unos 4 por semana escriba a: ave-maria-purisima+subscribe@googlegroups.com (responder el mensaje de confirmación).
Para de-suscribirse escribir desde su casilla de email a:
Evangelio+unsubscribe@googlegroups.com
NO debe colocarlo en CC sino en "Para/To"
Si no se desuscribe es porque recibe el mensaje en su otro email que le reenvía al actual: debe escribir desde ese otro email.
Todos los emails que lleguen a IESVS serán automáticamente incorporados para recibir el Evangelio. Si Ud. no desea esto, favor de aclarar en cada envío.