lunes, 10 de octubre de 2011

Lecturas Lunes 10 de Octubre de 2011

JMJ

Pax

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 29-32

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, la multitud se apiñaba alrededor de Jesús y éste comenzó a decirles:
"La gente de este tiempo es una gente perversa. Pide una señal, pero no se le dará otra señal que la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para la gente de este tiempo.
Cuando sean juzgados los hombres de este tiempo, la reina del Sur se levantará el día del juicio para condenarlos, porque ella vino desde los últimos rincones de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Cuando sea juzgada la gente de este tiempo, los hombres de Nínive se levantarán el día del juicio para condenarla, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/swf/l.swf?video_id=v82JVdXAUUs

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? abortar (todos los métodos anticonceptivos son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.

 

Misal

lun 28a. Ordinario año impar

Antífona de Entrada

Yo tengo designios de paz, no de aflicción, dice el Señor. Me invocarán y yo los escucharé y los libraré de su esclavitud dondequiera que se encuentren.

 

Oración Colecta

Oremos:
Concédenos, Señor, tu ayuda para entregarnos fielmente a tu servicio, porque sólo en el cumplimiento de tu voluntad podremos encontrar la felicidad verdadera.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Por medio de Jesucristo, Dios me concedió la gracia del apostolado, a fin de llevar a los pueblos paganos a la aceptación de la fe

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 1, 1-7

Yo, Pablo, siervo de Cristo Jesús, he sido llamado por Dios para ser apóstol y elegido por él para proclamar su Evangelio. Ese Evangelio que, anunciado de antemano por los profetas en las Sagradas Escrituras, se refiere a su Hijo, Jesucristo, nuestro Señor, que nació en cuanto a su condición de hombre del linaje de David, y en cuanto a su condición de espíritu santificador, se manifestó con todo su poder como Hijo de Dios, a partir de su resurrección de entre los muertos.
Por medio de Jesucristo, Dios me concedió la gracia del apostolado, a fin de llevar a los pueblos paganos a la aceptación de la fe para gloria de su nombre. Entre ellos, se cuentan también ustedes, llamados a pertenecer a Cristo Jesús.
A todos ustedes, los que viven en Roma, a quienes Dios ama y ha llamado a la santidad, les deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Señor.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del salmo 97

Cantemos al Señor un canto nuevo.

Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria.
Cantemos al Señor un canto nuevo.

El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
Cantemos al Señor un canto nuevo.

La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor.
Cantemos al Señor un canto nuevo.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: " No endurezcan su corazón".
Aleluya.

Evangelio

A la gente de este tiempo no se le dará otra señal que la del profeta Jonás

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 29-32

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, la multitud se apiñaba alrededor de Jesús y éste comenzó a decirles:
"La gente de este tiempo es una gente perversa. Pide una señal, pero no se le dará otra señal que la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para la gente de este tiempo.
Cuando sean juzgados los hombres de este tiempo, la reina del Sur se levantará el día del juicio para condenarlos, porque ella vino desde los últimos rincones de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Cuando sea juzgada la gente de este tiempo, los hombres de Nínive se levantarán el día del juicio para condenarla, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Que estos dones traídos a tu altar nos obtengan de ti, Señor y Dios nuestro, la gracia de servirte con amor y la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

Proclamación del misterio de Cristo

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque, unidos en la caridad, celebramos la muerte de tu Hijo, con fe viva proclamamos su resurrección, y con esperanza firme anhelamos su venida gloriosa.
Por eso,
con todos los ángeles y santos, te alabamos proclamando sin cesar:

Antífona de la Comunión

Mi felicidad consiste en estar cerca de Dios, en poner sólo en él mis esperanzas.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Dios soberano, te pedimos humildemente que, así como nos alimentas con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos hagas participar de su naturaleza divina.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

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Día 10/10 Santo Tómas de Villanueva (Obispo, blanco)

Antífona de Entrada

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Nueva a los pobres y anunciar su liberación a los cautivos.

 

Oración Colecta

Oremos:
Dios nuestro, luz y pastor de los creyentes, que confiaste a santo Tómas de Villanueva la misión de instruir a tus ovejas con la palabra y el ejemplo; concédenos, por su intercesión, ser fieles a la fe que enseñó con su palabra e imitar el ejemplo que nos dio con su vida.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Cumple tu tarea de evangelizador, desempeña tu servicio

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo
4, 1-5

Querido hermano: Ante Dios y ante Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y muertos, te conjuro por su venida en majestad: Proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, reprocha, exhorta con toda paciencia y deseo de instruir.
Porque vendrá un tiempo en que la gente no soportará la doctrina sana, sino que, para halagarse el oído, se rodearán de maestros a la medida de sus deseos; y, apartando el oído de la verdad, se volverán a las fábulas.
Tú estáte siempre alerta: soporta lo adverso, cumple tu tarea de evangelizador, desempeña tu servicio.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

del salmo 109

Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.

Oráculo del Señor a mi Señor: "Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies".
Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.

Desde Sión extenderá el Señor el poder de tu cetro: somete en la batalla a tus enemigos.
Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.

"Eres príncipe desde el día de tu nacimiento, entre esplendores sagrados; yo mismo te engendré, como rocío, antes de la aurora".
Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.

El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: "Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec".
Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo, y a nosotros nos ha confiado el mensaje de la reconciliación.
Aleluya.

Evangelio

El buen pastor da la vida por las ovejas

† Lectura del santo Evangelio según san Juan
10, 11-16

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo dijo Jesús:
"Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estrago y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el Buen Pastor, que conozco a las mías y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz y habrá un solo rebaño, un solo Pastor".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Que estos dones, Señor, que te presentamos en honor de tus santos y que van a dar testimonio de tu poder y de tu gloria, nos alcancen de ti la salvación eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

Los santos pastores siguen presentes en la Iglesia

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque permites que tu Iglesia se alegre hoy con la festividad de santo Tómas de Villanueva, para animarnos con el ejemplo de su vida, instruirnos con su palabra y protegernos con su intercesión.
Por eso,
con los ángeles y los santos, te cantamos el himno de alabanza diciendo sin cesar:

Antífona de la Comunión

Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo, dice el Señor.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Te rogamos, Señor, que el sacramento que hemos recibido nos encamine al cielo que ya mereció obtener santo Tómas de Villanueva, sirviéndote con fidelidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

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Dia 10/10-1 San Luis Beltrán (blanco)

Antífona de Entrada

El justo encontrará en el Señor su alegría y su esperanza. Todos los hombres de corazón recto serán salvados.

 

Oración Colecta

Oremos:
Te alabamos, Señor, porque Sólo tú eres santo y sin ti nadie puede ser bueno; y te pedimos, por intercesión de san Luis Beltrán que nos ayudes a vivir como verdaderos hijos tuyos, para ser dignos de obtener la herencia eterna que nos has prometido.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Sal de tu tierra y de la casa de tu padre, y ven

Lectura del libro del Génesis
12, 1-4a.

En aquellos días, el Señor dijo a Abrán:
"Sal de tu tierra y de la casa de tu padre hacia la tierra que te mostraré. Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famoso tu nombre, y será una bendición. Bendeciré a los que te bendigan. Maldeciré a los que te maldigan. Con tu nombre se bendecirán todas las familias del mundo". Abrán marchó, como le había dicho el Señor.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del salmo 14

El justo habitará en tu monte santo, Señor.

El que procede honradamente y practica la justicia, el que tiene intenciones leales y no calumnia con su lengua.
El justo habitará en tu monte santo, Señor.

El que no hace mal a su prójimo ni difama al vecino, el que considera despreciable al impío y honra a los que temen al Señor.
El justo habitará en tu monte santo, Señor.

El que no presta dinero a usura ni acepta soborno contra el inocente.
El justo habitará en tu monte santo, Señor.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Bendito seas, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios de tu Reino a la gente sencilla.
Aleluya.

Evangelio

Has escondido estas cosas a los sabios y las has revelado a la gente sencilla

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo
11, 25-30

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús exclamó:
"Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán su descanso, porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Acepta, Señor, los dones que te presentamos humildemente en honor de san Luis Beltrán, y haz que este sacrificio nos obtenga la salud del cuerpo y del espíritu.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

La gloria de los santos

En verdad es justo darte gracias y deber nuestro glorificarte, Padre santo.
Porque tu gloria resplandece en cada uno de los santos, ya que, al coronar sus méritos, coronas tus propios dones. Con su vida, nos proporcionas ejemplo; ayuda, con su intercesión, y por la comunión con ellos, nos haces participar de sus bienes, para que, alentados por testigos tan insignes, lleguemos victoriosos al fin de la carrera y alcancemos con ellos la corona inmortal de la gloria, por Cristo, Señor nuestro.
Por eso,
con los ángeles y arcángeles y con la multitud de los santos, te cantamos un himno de alabanza diciendo sin cesar:

Antífona de la Comunión

El que quiera servirme, que me siga, dice el Señor; y donde yo esté, allí estará mi servidor.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo que hemos recibido en este sacramento, al celebrar la festividad de san Luis Beltrán, nos ayuden, Señor, a conseguir los bienes eternos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

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Meditación diaria

 

28ª semana. Lunes

EL PAN DE CADA DÍA

— Qué deseamos obtener cuando pedimos nuestro pan de cada día.

El pan de vida.

— Fe para comer este nuevo pan del Cielo. La Sagrada Comunión.

I. Danos hoy nuestro pan de cada día...

Se cuenta en una vieja leyenda oriental que cierto rey entregaba a su hijo los víveres necesarios para vivir holgadamente los doce meses del año. En esta ocasión, que coincidía con la primera luna del año, el hijo veía el rostro de su padre, el monarca. Pero este mudó de parecer y decidió poner en manos del príncipe, cada vez, las provisiones que había de consumir en ese día. De esta forma podía saludar diariamente a su hijo, y el príncipe ver el rostro del rey. Algo parecido ha querido hacer nuestro Padre Dios con nosotros. El pan de cada día supone la oración de la jornada que comienza. Pedir solamente para hoy significa reconocer que tendremos un nuevo encuentro con nuestro Padre del Cielo mañana. ¿No hallaremos en esta previsión la voluntad del Señor de que recemos con atención cada día la oración que Él nos enseñó?

El Señor nos enseñó a pedir en la palabra pan todo lo que necesitamos para vivir como hijos de Dios: fe, esperanza, amor, alegría, alimento para el cuerpo y para el alma, fe para ver en los acontecimientos diarios la voluntad de Dios, corazón grande para comprender y ayudar a todos... El pan es el símbolo de todos los dones que nos llegan de Dios1. Pedimos aquí, en primer lugar, el sustento que cubra las necesidades de esta vida; después, lo necesario para la salud del alma2.

El Señor desea que pidamos también bienes temporales, los cuales, debidamente ordenados, nos ayudan a llegar al Cielo. Tenemos muchos ejemplos de ello en el Antiguo Testamento, y el mismo Señor nos mueve a pedir lo necesario para esta vida. No debemos olvidar que su primer milagro consistió en convertir agua en vino para que no se malograra la fiesta de unos recién casados. En otra ocasión alimentará a una ingente multitud que, hambrienta, le sigue lejos de sus hogares... Tampoco olvidará advertir que le den de comer a la hija de Jairo, a la que acaba de resucitar...3.

Al pedir el pan de cada día estamos aceptando que toda nuestra existencia depende de Dios. El Señor ha querido que le pidamos cada jornada aquello que nos es necesario, para que constantemente recordemos que Dios es nuestro Padre, y nosotros unos hijos necesitados que no podemos valernos por nosotros mismos. Rezar bien esta parte del Padrenuestro equivale a reconocer nuestra pobreza radical de cara a Dios y su bondad para con nosotros, que todos los días nos da lo necesario. Nunca nos faltará la ayuda divina.

Al decir pan nuestro, el Señor ha querido una vez más que no olvidemos a nuestros hermanos, especialmente a los más necesitados y a quienes Dios nos ha encomendado.

II. Los Santos Padres no solo han interpretado este pan como el alimento material; también han visto significado en él el Pan de vida, la Sagrada Eucaristía, sin la cual no puede subsistir la vida sobrenatural del alma.

Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron. Este es el pan que baja del cielo para que si alguien come de él no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. Si alguno come de este pan vivirá eternamente; y el pan que Yo daré es mi carne para la vida del mundo4. San Juan recordará toda su vida este largo discurso del Señor y el lugar donde lo pronunció: estas cosas las dijo en Cafarnaún, en la sinagoga5.

El realismo de estas palabras y de las que siguieron es tan fuerte que excluye cualquier interpretación en sentido figurado. El maná del Éxodo era la figura de este Pan –el mismo Jesucristo– que alimenta a los cristianos en su camino hacia el Cielo. La Comunión es el sagrado banquete en el que Cristo se da a Sí mismo. Cuando comulgamos, participamos del sacrificio de Cristo. Por eso canta la Iglesia en la Liturgia de la Horas, en la fiesta del Corpus Christi: Oh sagrado banquete en el que Cristo es nuestra comida, se celebra el memorial de la Pasión, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la futura gloria6.

Los oyentes entendieron el sentido propio y directo de las palabras del Señor, y por eso les costaba aceptar que tal afirmación pudiera ser verdad. De haberlo entendido en sentido figurado no les hubiera causado extrañeza ni se hubiera producido ninguna discusión7. Discutían, pues, los judíos entre ellos diciendo: ¿Cómo puede este darnos a comer su carne?8. Pues Jesús afirma claramente que su Cuerpo y su Sangre son verdadero alimento del alma, prenda de la vida eterna y garantía de la resurrección corporal.

Incluso emplea el Señor una expresión más fuerte que el mero comer (el verbo original podría traducirse por "masticar"9), expresando así el realismo de la Comunión: se trata de una verdadera comida, en la que el mismo Jesús se nos da como alimento. No cabe una interpretación simbólica, como si participar en la Eucaristía fuera tan solo una metáfora, y no el comer y beber realmente el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

No está Cristo en nosotros después de comulgar como un amigo está en un amigo, mediante una presencia espiritual; está "verdadera, real y substancialmente presente" en nosotros. Existe en la Sagrada Comunión una unión tan estrecha con Jesús mismo que sobrepuja todo entendimiento.

Cuando decimos: Padre, danos hoy nuestro pan de cada día, y pensamos que en todas nuestras jornadas podemos recibir el Pan de vida, deberíamos llenarnos de alegría y de un inmenso agradecimiento; nos animará a comulgar con frecuencia, y aun diariamente, si nos es posible. Porque "si el pan es diario, ¿por qué lo recibes tú solo una vez al año? Recibe todos los días lo que todos los días te aprovecha y vive de modo que todos los días seas digno de recibirlo"10.

III. La Sagrada Eucaristía, de modo análogo al alimento natural, conserva, acrecienta, restaura y fortalece la vida sobrenatural11. Concede al alma la paz y la alegría de Cristo, como "un anticipo de la bienaventuranza eterna"12; borra del alma los pecados veniales y disminuye las malas inclinaciones; aumenta la vida sobrenatural y mueve a realizar actos eficaces relativos a todas las virtudes: es "el remedio de nuestra necesidad cotidiana"13.

Oculto bajo los accidentes de pan, Jesús espera que nos acerquemos con frecuencia a recibirle: el banquete, nos dice, está preparado14. Son muchos los ausentes, y Jesús nos espera. Cuando le recibamos, podremos decirle, con una oración que hoy se reza en la Liturgia de las Horas: Quédate con nosotros, Señor Jesús, porque atardece; sé nuestro compañero de camino, levanta nuestros corazones, reanima nuestra débil esperanza15.

La fe –que se manifestará en primer lugar en la conveniente preparación del alma– será indispensable para comer este nuevo pan. Los discípulos que aquel día abandonaron al Maestro renunciaron a su fe: prefirieron juzgar por su cuenta.

Nosotros le decimos, con San Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna16. Y hacemos el propósito de preparar mejor la Comunión, con más fe y con más amor: "Adoradle con reverencia y con devoción; renovad en su presencia el ofrecimiento sincero de vuestro amor; decidle sin miedo que le queréis; agradecedle esta prueba diaria de misericordia tan llena de ternura, y fomentad el deseo de acercaros a comulgar con confianza. Yo me pasmo ante este misterio de Amor: el Señor busca mi pobre corazón como trono, para no abandonarme si yo no me aparto de Él"17.

Al terminar nuestra oración, nosotros también le decimos al Señor, como aquellas gentes de Cafarnaún: Señor, danos siempre de ese pan18.

Y cuando recemos el Padrenuestro, pensemos un momento que son muchas nuestras necesidades y las de nuestros hermanos; diremos con devoción: Padre, "danos hoy nuestro pan de cada día; lo que necesitamos para subsistir en el cuerpo y en el alma". Mañana nos sentiremos dichosos de pedir de nuevo a Dios que se acuerde de nuestra pobreza. Y Él nos dirá: Omnia mea tua sunt19, todas mis cosas son tuyas.

1 Cfr. Ex 23, 25; Is 33, 16. — 2 Cfr. Catecismo Romano, IV, 13, n. 8. — 3 Cfr. Jn 2, 1 ss; Mt 14, 13-21; Mc 5, 22-43. — 4 Jn 6, 48-52. — 5 Cfr. Jn 6, 60. — 6 Antífona del "Magnificat" en las Segundas Vísperas. — 7 Cfr. Sagrada Biblia, Santos Evangelios, EUNSA, Pamplona 1983, nota a Jn 6, 52. — 8 Jn 6, 52. — 9 Cfr. Sagrada Biblia, Santos Evangelios, cit., nota a Jn 6, 54. — 10 San Ambrosio, Sobre los Sacramentos, V, 4. — 11 Cfr. Conc. de Florencia, Decr. Pro armeniis, Dz. 698. — 12 Cfr. Jn 6, 58; Dz. 875. — 13 San Ambrosio, Sobre los Sacramentos. — 14 Cfr. Lc 14, 15 ss. — 15 Liturgia de las horas, Oración de las II Vísperas. — 16 Jn 6, 68. — 17 San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 161. — 18 Jn 6, 34. — 19 Cfr. Lc 15, 31.

 

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Santoral             (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

 

Fuente: Franciscanos.org
Angela María Truszkowska, Beata Fundadora, 10 Octubre  

Angela María Truszkowska, Beata

Ángela María nació el 16 de mayo de 1825, en Kalisz (Polonia). En el bautismo recibió el nombre de Sofía Camila. Su familia se trasladó a Varsovia en 1837. Desde su infancia demostró una piedad profunda: participaba todos los días en la misa, recibía con frecuencia los sacramentos, realizaba vigilias de oración y visitaba con asiduidad el Santísimo Sacramento: todo esto desarrolló en ella una espiritualidad intensa.

En un viaje que realizó atravesando Alemania, Sofía, iluminada por el Señor, durante un rato de oración en la catedral de Colonia, intuyó su vocación a estar entre los pobres y necesitados y a servir en ellos a Cristo con la oración y el sacrificio. Esta inspiración la llevó a ser miembro de la sociedad de San Vicente de Paúl. Durante el día trabajaba sin descanso por los pobres y por la noche oraba constantemente, buscando la voluntad de Dios en ella. A la edad de 29 años, descubrió su camino: comenzó a buscar y a ayudar a los niños abandonados de los barrios bajos de Varsovia y a los ancianos sin casa. Con la ayuda económica de su padre y el apoyo de su prima Clotilde comenzó a hacerse cargo de seis niños. De esta forma atrajo a muchas voluntarias y floreció el instituto fundado por ella.

Sofía se hizo miembro de la Tercera Orden de san Francisco y tomó el nombre de Ángela. El 21 de noviembre de 1855, ante el icono de María, su prima y ella se consagraron a hacer la voluntad de su Hijo: éste fue el comienzo de la comunidad de las religiosas Felicianas, o de San Félix de Cantalicio. La madre Ángela determinó como ideal de su congregación: que en todo y por todo Dios sea conocido, amado y glorificado. Las religiosas dirigían a las laicas terciarias, instruían a los convertidos, visitaban las prisiones, y administraban también centros sociales rurales. Después del fracaso de la insurrección de 1863, muchos de estos centros se convirtieron en hospitales, donde las religiosas curaban a los heridos.

La comunidad fue suprimida por el gobierno ruso en 1864, pero continuó en secreto bajo la guía espiritual de la fundadora.

A los 44 años, durante su tercer mandato de superiora general, la madre Ángela se tuvo que retirar de la actividad de su congregación a causa de una enfermedad, pero siguió viva su dedicación a las religiosas. Murió después de 30 años de sufrimiento, devorada por el cáncer, el 10 de octubre de 1899, en presencia de las religiosas. Fue beatificada por Juan Pablo II el 18 de abril de 1993.

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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina04/
Cerbonio Obispo de Populonia, Santo Obispo, 10 Octubre  

Cerbonio Obispo de Populonia, Santo

San Régulo y otros obispos fueron expulsados de África a principios del siglo VI.

San Régulo y San Cerbonio se establecieron en Populonia (Piombino de Toscana) y, poco después, este último fue elegido obispo de la ciudad. San Gregorio dice en sus "Diálogos" (lib. 111, c. 11) que Totila, rey de los invasores ostrogodos, condenó a San Cerbonio a enfrentarse con un oso por haber dado asilo a unos soldados romanos; pero la fiera, en vez de hacerle daño, le lamió mansamente los pies y entonces Totila puso en libertad al santo.

Los lombardos le desterraron más tarde a Elba, donde murió treinta años después. Su cuerpo fue trasladado a Populonia, donde se le venera como patrón de la diócesis de Massa Marítima.

La biografía del santo, muy posterior e indigna de crédito, afirma que el Papa San Vigilio le mandó llamar para reprenderle por su terquedad en celebrar la misa del domingo a hora tan temprana, que las gentes no podían asistir a ella. Pero, en vista de los numerosos milagros realizados por San Cerbonio durante el viaje a Roma, el Papa y todo el clero de la ciudad salieron a recibirle en triunfo y le restituyeron honrosamente a su sede.

El Martirologio Romano menciona también hoy a otro San Cerbonio, obispo de Verona, sobre el que no poseemos ninguna noticia.

La fiesta de San Cerbonio de Populonia reviste particular solemnidad entre los canónigos regulares de Letrán, porque el santo vivía en común con su clero.

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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina04
Paulino de York, Santo Obispo, 10 Octubre  

Paulino de York, Santo

El Nombre de San Paulino figura en el Martirologio Romano y en los martirologios ingleses. Fue el primer apóstol del reino más poderoso de Inglaterra en su época. Había ido a dicho país como miembro del segundo grupo de misioneros enviados por el Papa San Gregorio l. Cuando el rey de Nortumbría, Edwino, solicitó la mano de Etelburga, la hermana del rey Edbaldo de Kent, prometió respetar la religión de su prometida, San Paulino partió con ella a Nortumbría para encargarse de la nueva misión. El año 625, San Justo, arzobispo de Canterbury, le consagró obispo.

San Paulino sufría atrozmente en medio de aquel pueblo que no conocía a Dios. Su predicación no tuvo éxito al principio, pero Dios escuchó final mente sus oraciones. El rey Edwino se convirtió en la forma en que lo expli caremos en el artículo a él consagrado (12 de octubre), y fue bautizado en York por San Paulino, en la Pascua del año 627. Los dos hijos del primer matrimonio del monarca, así como otros muchos nobles, siguieron el ejemplo de Edwino. La multitud se apretujaba para recibir el bautismo de manos de San Paulino, a orillas del río Swale, en las cercanías de Catterick. Edwino residía en Yeavering, del Glendale y San Paulino solía bautizar en esa región con el agua del río Glen. En una ocasión pasó ahí treinta y seis días, para impartir instrucción y bautizar al pueblo de día y de noche. El nombre de San Paulino está relacionado con los de las poblaciones de Dewsbury, Easingwold y algunas más. El campo de apostolado del santo fue, sobre todo, el sur de Nortumbría. Cruzó el rio Humbert y evangelizó también a los habitantes de Lindsey, donde bautizó al gobernador de Lincoln y construyó una iglesia. Después de la muerte de San Justo, consagró a San Honorio arzobispo de Canterbury. Asistido por su diácono, Jaime, bautizó a numerosas personas en el río Trent, cerca de Littleborough, según contó a San Beda el abad Deda, que fue uno de los que se bautizaron en esa ocasión. El mismo abad refirió a Beda que Paulino era "un hombre alto, un tanto encorvado, de cabello blanco, rostro alargadoy nariz aguileña, cuya presencia inspiraba veneración y respeto."

El Papa Honorio I envió el palio a San Paulino para designarle metro politano del norte de Inglaterra. El mismo Pontífice escribió al rey Edwino para felicitarle por su conversión: "Hemos enviado palios de metropolitanos a Honorio y Paulino, de suerte que cuando plazca a Dios llamar a sí a uno de ellos, el otro estará autorizado, en virtud de esta carta, a nombrarle un sucesor." Sin embargo, San Paulino jamás usó el palio en su catedral y, cuan do la carta de Honorio I llegó a Inglaterra, Edwino ya había muerto. En efecto, casi dos años antes de que el Pontífice la escribiese (lo cual demuestra lo difíciles que eran entonces las comunicaciones), los paganos mercianos, encabezados por Penda y reforzados por los bretones cristianos de Gales, inva dieron la Nortumbría y dieron muerte a Edwino. Los invasores destruyeron en gran parte la obra de San Paulino. El santo dejó entonces la diócesis de York a cargo del diácono Jaime y acompañó a Kent a la reina Santa Etelburga, con sus dos hijos y su nieto, en su viaje por mar. Como la sede de Rochester estaba entonces vacante, San Paulino aceptó la invitación para encargarse de administrarla y así lo hizo durante diez años, "hasta que voló al cielo, cargado con el fruto de sus trabajos". Probablemente tenía por lo menos sesenta años cuando partió de York con Santa Etelburga y hubiera sido una temeridad volver a Nortumbría, que estaba entonces en el mayor desorden. San Beda refiere que el fiel Jaime, su vicario, era. un hombre de gran santidad, que instruyó y bautizó a muchas personas "y arrancó muchas presas al viejo enemigo de la naturaleza humana". Cuando se restableció la paz en York Jaime "introdujo en la iglesia el canto romano." San Paulino murió en Rochester, el 10 de octubre de 644; legó su palio a la catedral y una cruz de oro y un cáliz, que había traído de York, a la iglesia de Cristo de Canterbury. Varias diócesis inglesas celebran su fiesta.

Nuestra principal fuente es la Historia ecclesiastica de Beda (edic. y notas de Plum mer). Apenas se pueden obtener unos cuantos datos fidedignos de la crónica en verso de Alcuino, de Simeón de Durham y de otros escritores de la época (cf. Raine, History of the Church of York, (Rolls Series). El excelente artículo del canónigo Burton en Catholic Encyclopedia tiene una buena bibliografía. Véase F. M. Stenton, Anglo-Saxon England (1943), pp. 113-116. La inserción del nombre de San Paulino en múltiples calendarios (cf. Stanton, Menology, p. 485), así como las numerosas cruces relacionadas tradicional mente con su nombre que hay en el norte de Inglaterra, demuestran la popularidad del culto del santo.

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Fuente: Vatican.va
Daniel Comboni, Santo Fundador de los Misioneros Combonianos, 10 Octubre  

Daniel Comboni, Santo

Daniel Comboni: hijo de campesinos pobres, llegó a ser el primer Obispo de Africa Central y uno de los más grandes misioneros de la historia de la Iglesia.

La vida de Comboni nos muestra que, cuando Dios interviene y encuentra una persona generosa y disponible, se realizan grandes cosas.



Hijo único - padres santos

Daniel Comboni nace en Limone sul Garda (Brescia, Italia) el 15 de marzo de 1831, en una familia de campesinos al servicio de un rico señor de la zona. Su padre Luigi y su madre Domenica se sienten muy unidos a Daniel, que es el cuarto de ocho hijos, muertos casi todos ellos en edad temprana. Ellos tres forman una familia unida, de fe profunda y rica de valores humanos, pero pobre de medios materiales. La pobreza de la familia empuja a Daniel a dejar el pueblo para ir a la escuela a Verona, en el Instituto fundado por el sacerdote don Nicola Mazza para jóvenes prometedores pero sin recursos.

Durante estos años pasados en Verona Daniel descubre su vocación sacerdotal, cursa los estudios de filosofía y teología y, sobre todo, se abre a la misión de Africa Central, atraído por el testimonio de los primeros misioneros del Instituto Mazza que vuelven del continente africano. En 1854, Daniel Comboni es ordenado sacerdote y tres años después parte para la misión de Africa junto a otros cinco misioneros del Istituto Mazza, con la bendición de su madre Domenica que llega a decir: "Vete, Daniel, y que el Señor te bendiga".



En el corazón de Africa - con Africa en el corazón

Después de cuatro meses de viaje, el grupo de misioneros del que forma parte Comboni llega a Jartum, la capital de Sudán. El impacto con la realidad Africana es muy fuerte. Daniel se da cuenta en seguida de las dificultades que la nueva misión comporta. Fatigas, clima insoportable, enfermedades, muerte de numerosos y jóvenes compañeros misioneros, pobreza de la gente abandonada a si misma, todo ello empuja a Comboni a ir hacia adelante y a no aflojar en la tarea que ha iniciado con tanto entusiasmo. Desde la misión de Santa Cruz escribe a sus padres: "Tendremos que fatigarnos, sudar, morir; pero al pensar que se suda y se muere por amor de Jesucristo y la salvación de las almas más abandonadas de este mundo, encuentro el consuelo necesario para no desistir en esta gran empresa".

Asistiendo a la muerte de un joven compañero misionero, Comboni no se desanima y se siente confirmado en la decisión de continuar su misión: "Africa o muerte!".

Cuando regresa a Italia, el recuerdo de Africa y de sus gentes empujan a Comboni a preparar una nueva estrategia misionera. En 1864, recogido en oración sobre la tumba de San Pedro en Roma, Daniel tiene una fulgurante intuición que lo lleva a elaborar su famoso "Plan para la regeneración de Africa", un proyecto misionero que puede resumirse en la expresión "Salvar Africa por medio de Africa", fruto de su ilimitada confianza en las capacidades humanas y religiosas de los pueblos africanos.



Un Obispo misionero original

En medio de muchas dificultades e incomprensiones, Daniel Comboni intuye que la sociedad europea y la Iglesia deben tomarse más en serio la misión de Africa Central. Para lograrlo se dedica con todas sus fuerzas a la animación misionera por toda Europa, pidiendo ayudas espirituales y materiales para la misión africana tanto a reyes, obispos y señores como a la gente sencilla y pobre. Y funda una revista misionera, la primera en Italia, como instrumento de animación misionera.

Su inquebrantable confianza en el Señor y su amor a Africa llevan a Comboni a fundar en 1867 y en 1872 dos Institutos misioneros, masculino y femenino respectivamente; más tarde sus miembros se llamarán Misioneros Combonianos y Misioneras Combonianas.

Como teólogo del Obispo de Verona participa en el Concilio Vaticano I, consiguiendo que 70 obispos firmen una petición en favor de la evangelización de Africa Central (Postulatum pro Nigris Africæ Centralis).

El 2 de julio de 1877, Comboni es nombrado Vicario Apostólico de Africa Central y consagrado Obispo un mes más tarde. Este nombramiento confirma que sus ideas y sus acciones, que muchos consideran arriesgadas e incluso ilusorias, son eficaces para el anuncio del Evangelio y la liberación del continente africano.

Durante los años 1877-1878, Comboni sufre en el cuerpo y en el espíritu, junto con sus misioneros y misioneras, las consecuencias de una sequía sin precedentes en Sudán, que diezma la población local, agota al personal misionero y bloquea la actividad evangelizadora.



La cruz como "amiga y esposa"

En 1880 Comboni vuelve a Africa por octava y última vez, para estar al lado de sus misioneros y misioneras, con el entusiasmo de siempre y decidido a continuar la lucha contra la esclavitud y a consolidar la actividad misionera. Un año más tarde, puesto a prueba por el cansancio, la muerte reciente de varios de sus colaboradores y la amargura causada por acusaciones infundadas, Comboni cae enfermo. El 10 de octubre de 1881, a los 50 años de edad, marcado por la cruz que nunca lo ha abandonado "como fiel y amada esposa", muere en Jartum, en medio de su gente, consciente de que su obra misionera no morirá. "Yo muero –exclama– pero mi obra, no morirá".

Comboni acertó. Su obra no ha muerto. Como todas las grandes realidades que " nacen al pie de la cruz ", sigue viva gracias al don que de la propia vida han hecho y hacen tantos hombres y mujeres que han querido seguir a Comboni por el camino difícil y fascinante de la misión entre los pueblos más pobres en la fe y más abandonados de la solidaridad de los hombres.



Fechas más importantes

— Daniel Comboni nace en Limone sul Garda (Brescia, Italia) el 15 de marzo de 1831.

— Consagra su vida a Africa en 1849, realizando un proyecto que lo lleva a arriesgar la vida varias veces en las difíciles expediciones misioneras desde 1857, que es cuando va por primera vez a Africa.

— El 31 de diciembre de 1854, año en que se proclama el dogma de la Inmaculada Concepción de María, es ordenado sacerdote por el Beato Juan Nepomuceno Tschiderer, Obispo de Trento.

— En 1864 escribe un Plan fundado sobre la idea de " salvar Africa por medio de Africa ", que demuestra la confianza que Comboni tiene en los africanos, pensando que serán ellos los protagonistas de su propia evangelización (Plan de 1864).

— Fiel a su consigna " Africa o muerte ", no obstante las dificultades sigue con su Plan fundando, en 1867, el Instituto de los Misioneros Combonianos.

— Voz profética, anuncia a toda la Iglesia, sobre todo en Europa, que ha llegado la hora de evangelizar a los pueblos de Africa. No teme presentarse, como simple sacerdote que es, a los Obispos del Concilio Vaticano I, pidiéndoles que cada Iglesia local se comprometa en la conversión de Africa (Postulatum, 1870).

— Demostrando un valor fuera de lo común, Comboni consigue que también las religiosas participen directamente en la misión de Africa Central, siendo el primero en tomar tal iniciativa. En 1872, funda un Instituto de religiosas dedicadas exclusivamente a la misión: las Hermanas Misioneras Combonianas.

— Gasta todas sus energías por los africanos y lucha con tesón para que sea abolida la esclavitud.

— En 1877, es consagrado Obispo nombrado Vicario Apostólico de Africa Central.

— Muere en Jartum, Sudán, abatido por las fatigas y cruces, en la noche del 10 de octubre de 1881.

— El 26 de marzo de 1994, se reconoce la heroicidad de sus virtudes.

— El 6 de abril de 1995, se reconoce el milagro realizado por su intercesión en una muchacha afrobrasileña, la joven María José de Oliveira Paixão.

— El 17 de marzo de 1996, es beatificado por el Papa Juan Pablo II en la Basílica de San Pedro de Roma.

— El 20 de diciembre 2002, se reconoce el segundo milagro realizado por su intercesión en une madre musulmana del Sudan, Lubna Abdel Aziz.

— El 5 de octubre de 2003, es canonizado por el Papa Juan Pablo II en la Basílica de San Pedro de Roma.

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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Juan Thwing de Bridlington, Santo Monje, 10 de octubre  

Juan Thwing de Bridlington, Santo

Monje

Martirologio Romano: En Bridlington, en Inglaterra, san Juan, presbítero, prior del monasterio de Canónigos Regulares de San Agustín, célebre por su oración, austeridad y bondad.

Aunque se ha dicho que Santo Tomás de Hereford fue el último santo inglés de la Edad Media (Osmundo, canonizado en 1457, era normando), se conserva todavía la bula de 1401 por la que Bonifacio IX canonizó a Juan de Bridlington. Los canónigos regulares de Letrán (10 de octubre) y la diócesis Midlesbrough, celebran su fiesta en la actualidad.

Suele llamársele también de Thwing, porque nació en dicha población de la costa de Yorkshire, cerca de Bridlington en 1319.

Lo poco que sabemos sobre la vida del santo no es de interés excepcional. Cuando tenía unos diecisiete años, fue a estudiar en Oxford, donde pasó dos años. Después tomó el hábito religioso en el monasterio de los canónigos regulares de San Agustín de Bridlington.

Poco a poco progresó en el dominio de sí mismo y en la experiencia de las cosas espirituales. Ocupó sicesivamente los cargos de director del coro, de bodeguero y de prior de su monasterio. La primera vez que fue elegido prior, consiguió a fuerza de protestas que le dispensasen del cargo, pero la segunda vez que el oficio quedó vacante, sus hennanos le obligaron a aceptarlo.

La vida de oración de San Juan mostraba hasta qué punto se dejaba guiar por el espíritu de Dios. La prudencia, la paz y la mansedumbre, fueron los principales frutos de su virtud. Cuando llevaba ya diecisiete años de prior y se había ganado la estima de todos, Dios le llamó a Sí, el 10 de octubre de 1379.

El autor de su biografía menciona muchos de los milagros obrados por San Juan. Tomás de Walsingham afirma que, por orden del Papa Bonifacio IX, Ricardo Scrope, el venerable arzobispo de York, asistido por los obispos de Lincoln y Carlisle, trasladó sus reliquias a un hermoso santuario. La traslación tuvo lugar el 11 de marzo de 1404. El santuario se convirtió en sitio de peregrinación. Uno de los que lo visitaron fue el rey Enrique V, quien atribuyó la victoria de Agincourt a la intercesión de San Juan de Bridlington y de San Juan de Beverley. La iglesia del monasterio gobernado por San Juan de Bridlington es actualmente la parroquia anglicana de la misma población.

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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net

 

 

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