JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 22-30
Gloria a ti, Señor.
Por aquellos días, se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. En esto, se le acercaron los judíos, lo rodearon y le dijeron:
"¿Hasta cuándo vas a tenernos en suspenso? Si eres el Cristo, dilo claramente de una vez".
Jesús les respondió:
"Ya les dije con toda claridad y no me han creído. Las obras que yo hago por encargo de mi Padre dan testimonio de mí; ustedes, sin embargo, no me creen, porque no pertenecen a las ovejas de mi rebaño. Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre; nadie puede arrebatármelas. Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos, y nadie puede
arrebatárselas. El Padre y yo somos uno".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.
El Misterio de la Misa en 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=0QCx-5Aqyrk
El que no valora una obra de arte es porque necesita cultura: https://www.youtube.com/watch?v=mTKKaT-KaKw
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu
El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
San Leonardo, "El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc
Audio (1/5): https://www.youtube.com/watch?v=2NjKuVnxH58
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?
Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).
Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?
Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html
Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa (Jn 15,22).
† Misal
mar 4a. Sem Pascua
Antífona de Entrada
Alegrémonos, regocijémonos y demos gracias, porque el Señor, nuestro Dios omnipotente, ha establecido su reinado. Aleluya.
Oración Colecta
Oremos:
Dios Padre todopoderoso, concede, a quienes celebramos la resurrección de Cristo, vivir plenamente la alegría de nuestra salvación.
Por nuestro señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Comenzaron a predicar a los griegos el Evangelio del Señor Jesús
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 11, 19-26
En aquellos días, los que se habían dispersado a causa de la persecución provocada por el caso de Esteban, llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, pero sólo predicaban la palabra a los judíos. Había, sin embargo, entre ellos algunos chipriotas y cirenenses, los cuales, al llegar a Antioquía, predicaban también a los no judíos, anunciándoles la buena noticia del Señor Jesús. El poder del Señor estaba con ellos, y fue grande el número de los que creyeron y se convirtieron al Señor.
Cuando se enteraron de esto los de la iglesia de Jerusalén, enviaron a Bernabé a Antioquía. Una vez que éste llegó y vio lo que había realizado la gracia de Dios, se alegró y exhortaba a todos para que se mantuvieran fieles al Señor, pues era un hombre bueno y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una considerable multitud se unió al Señor.
Después fue a Tarso a buscar a Saulo. Cuando lo encontró, lo llevo a Antioquía, y estuvieron juntos un año entero en aquella iglesia, enseñando a muchos. En Antioquía fue donde por primera vez se llamó a los discípulos "cristianos".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial Sal 86, 1-3.4-5.6-7
Alaben al Señor todos los pueblos.
El Señor ha cimentado a Sión sobre el monte santo, el Señor ama las puertas de Sión más que a todas las moradas de Jacob. Cosas sorprendentes se dicen de ti, ciudad de Dios.
Alaben al Señor todos los pueblos.
Mencionaré a Egipto y a Babilonia entre los que la conocen, filisteos, tirios y etíopes han nacido allí. Se dirá de Sión: "Todos han nacido en ella, él mismo, el Altísimo, la ha fundado".
Alaben al Señor todos los pueblos.
El Señor inscribe en el libro de los pueblos: "Este nació allí". Y danzarán y cantarán: "Todas mis fuentes están en ti".
Alaben al Señor todos los pueblos.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen.
Aleluya.
Evangelio
El Padre y yo somos uno
† Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 22-30
Gloria a ti, Señor.
Por aquellos días, se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. En esto, se le acercaron los judíos, lo rodearon y le dijeron:
"¿Hasta cuándo vas a tenernos en suspenso? Si eres el Cristo, dilo claramente de una vez".
Jesús les respondió:
"Ya les dije con toda claridad y no me han creído. Las obras que yo hago por encargo de mi Padre dan testimonio de mí; ustedes, sin embargo, no me creen, porque no pertenecen a las ovejas de mi rebaño. Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre; nadie puede arrebatármelas. Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos, y nadie puede
arrebatárselas. El Padre y yo somos uno".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Concédenos, Señor, que este sacrificio pascual nos llene siempre de alegría, prosiga en nosotros tu obra redentora y nos obtenga de ti la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
El misterio pascual
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más que nunca en este tiempo en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.
Porque él es el verdadero Cordero que quitó el pecado del mundo; muriendo destruyó nuestra muerte,
y resucitando restauró la vida.
Por eso,
con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Antífona de la Comunión
Era necesario que Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos, para entrar en su gloria. Aleluya.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, precio de nuestra redención, nos ayuden, Señor, a cumplir tus mandamientos y a obtener nuestra felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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† Meditación diaria
Pascua. 4ª semana. Martes
PRIMEROS CRISTIANOS. UNIVERSALIDAD DE LA FE
— Rápida propagación del cristianismo. Los primeros cristianos se santificaron en medio del ambiente en el que encontraron a Cristo.
— Ciudadanos ejemplares en medio del mundo. Llevar a Cristo a todos los ambientes.
— Costumbres cristianas en el seno de la familia.
I. "Nuestro Señor funda su Iglesia sobre la debilidad –pero también sobre la fidelidad– de unos hombres, los Apóstoles, a los que promete la asistencia constante del Espíritu Santo (...).
"La predicación del Evangelio no surge en Palestina por la iniciativa personal de unos cuantos fervorosos. ¿Qué podían hacer los Apóstoles? No contaban nada en su tiempo; no eran ricos, ni cultos, ni héroes a lo humano. Jesús echa sobre los hombros de este puñado de discípulos una tarea inmensa, divina"1. Quien hubiera contemplado sin visión sobrenatural los comienzos apostólicos de aquel pequeño grupo, habría creído que se trataba de un empeño destinado al fracaso desde el principio. Sin embargo, aquellos hombres tuvieron fe, fueron fieles y comenzaron a predicar por todas partes aquella doctrina insólita que chocaba frontalmente con muchas costumbres paganas; en poco tiempo el mundo conoció que Jesucristo era el Redentor del mundo.
Desde el principio la Buena Nueva es predicada a todos los hombres, sin distinción alguna. Los que se habían dispersado en la persecución provocada por la muerte de Esteban –leemos en la Misa de hoy2–, llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía. En esta ciudad fueron tantas las conversiones que allí por primera vez llamaron cristianos a los discípulos del Señor. Pocos años más tarde encontramos seguidores de Cristo en Roma y en todo el Imperio.
En los comienzos, la fe cristiana arraigó principalmente entre personas de condición sencilla: soldados de tropa, bataneros, cardadores de lana, esclavos...; también comerciantes.
Considerad, hermanos –escribía San Pablo–, quiénes son los que han sido llamados a la fe de entre vosotros: cómo no sois muchos los sabios según la carne, ni muchos los poderosos, ni muchos los nobles...3.
Para Dios no existe acepción de personas, y los primeros llamados –ignorantes y débiles a los ojos humanos– serán los instrumentos que utilizará para la expansión de la Iglesia. Así se vio con más claridad que la eficacia era divina.
También entre los primeros cristianos existían personas cultas, sabias, importantes, humanamente hablando –un ministro etíope, centuriones, hombres como Apolo y Dionisio Areopagita, mujeres como Lidia–, pero fueron los menos dentro del gran número de conversos a la nueva fe. Comenta Santo Tomás que "también pertenece a la gloria de Dios el que por medio de gente sencilla haya atraído a Sí a los sublimes del mundo"4.
Los primeros cristianos ejercían todas las profesiones comunes en su tiempo, salvo aquellas que entrañaban algún peligro para su fe, como "intérpretes de sueños", adivinos, guardianes de templos... Y aunque en la vida pública estaban presentes las prácticas religiosas paganas, permaneció cada uno en el lugar y profesión donde encontró la fe, procurando dar su tono a la sociedad, esforzándose por llevar una conducta ejemplar, sin rehuir el trato –al contrario– con sus vecinos y conciudadanos. Intervenían en el foro, en el mercado, en el ejército... "Nosotros los cristianos –dirá Tertuliano–, no vivimos separados del mundo, frecuentamos el foro, los baños, los talleres, las tiendas, los mercados y las plazas públicas. Ejercemos los oficios de marino, de soldado, de labriego, de negociante..."5.
El Señor nos recuerda que también hoy llama a todos, sin distinción de profesión, de condición social o de raza. "¡Qué compasión te inspiran!... Querrías gritarles que están perdiendo el tiempo... ¿Por qué son tan ciegos, y no perciben lo que tú –miserable– has visto? ¿Por qué no han de preferir lo mejor?
"—Reza, mortifícate, y luego –¡tienes obligación!– despiértales uno a uno, explicándoles –también uno a uno– que, lo mismo que tú, pueden encontrar un camino divino, sin abandonar el lugar que ocupan en la sociedad"6.
Así hicieron nuestros primeros hermanos en la fe.
II. A finales del siglo ii, los cristianos están extendidos por todo el Imperio: "No hay raza alguna de hombre, llámense bárbaros o griegos o con otros nombres cualesquiera, ora habiten en casas o se llamen nómadas sin viviendas o moren en tiendas de pastores, entre los que no se ofrezcan por el nombre de Jesús crucificado oraciones y acciones de gracias al Padre y Hacedor de todas las cosas"7.
Los fieles cristianos no huyen del mundo para buscar con plenitud a Cristo: se consideran parte constituyente de ese mismo mundo, al que tratan de vivificar desde dentro, con su oración, con su ejemplo, con una caridad magnánima: "lo que es el alma para el cuerpo, eso son los cristianos en el mundo"8. Vivificaron su mundo, que en muchos puntos había perdido el sentido de la dignidad humana, siendo ciudadanos como los demás, y sin distinguirse de ellos ni por su vestido, ni por insignias, ni por cambiar de ciudadanía9.
No solo son ciudadanos, sino que procuraban serlo ejemplarmente: "obedecen las leyes, pero con su vida sobrepasan las leyes"10, las cumplen acabadamente en beneficio de todos. Ya San Pablo enseñó que se había de pedir a Dios por los constituidos en autoridad11.
Como ciudadanos ejemplares, honraban a la autoridad civil, pagaban los tributos y cumplían las demás obligaciones sociales. Y esto, en épocas de paz y en momentos de persecución y de odio manifiesto. Un ejemplo de la heroicidad de los primeros fieles en vivir estas virtudes cívicas nos lo proporciona San Justino Mártir, a mediados del siglo ii: "Como hemos aprendido de Él (de Cristo), nosotros procuramos pagar los tributos y las contribuciones, íntegramente y con rapidez, a vuestros encargados (...). De aquí que adoramos solo a Dios, pero os obedecemos gustosamente a vosotros en todo lo demás, reconociendo abiertamente que sois los reyes y los gobernadores de los hombres y pidiendo en la oración que, junto con el poder imperial, encontréis también un arte de gobierno lleno de sabiduría"12. Y Tertuliano, que atacaba con vehemencia la degeneración del mundo pagano, escribía que los fieles oraban en sus asambleas por los emperadores, por sus ministros y autoridades, por el bienestar temporal y por la paz13.
Los cristianos, en cualquier época, no podemos vivir de espaldas a la sociedad de la que formamos parte. En el mismo corazón del mundo procuramos vivir responsablemente nuestros quehaceres temporales para, desde dentro, informarlos con un espíritu nuevo, con la caridad cristiana. Cuanto más se haga sentir el alejamiento de Cristo, tanto más urgente se hace la presencia de los cristianos en esos lugares, para llevar, como los primeros en la fe, la sal de Cristo, y devolver al hombre su dignidad humana, perdida en muchas ocasiones. "Para seguir las huellas de Cristo, el apóstol de hoy no viene a reformar nada, ni mucho menos a desentenderse de la realidad histórica que le rodea... —Le basta actuar como los primeros cristianos, vivificando el ambiente"14.
Podemos preguntarnos si donde vivimos llevamos la luz de Cristo a esas personas, a ese ambiente, como hicieron los primeros cristianos.
III. Los caminos de acercamiento a la fe fueron muy variados, algunos extraordinarios, como le sucedió a San Pablo15. A otros los llamará el Señor a través del ejemplo de un mártir; la mayoría de las veces conocían la Buena Nueva por mediación de algún compañero de trabajo, de vecindad, de prisión, de viaje, etcétera. Ya en la época apostólica se hizo costumbre bautizar a los niños, incluso antes de tener uso de razón. San Pablo bautizó familias enteras, y junto con los demás Apóstoles transmitió esta costumbre a toda la Iglesia. Dos siglos más tarde, Orígenes podía escribir este texto: "la Iglesia ha recibido de los Apóstoles la costumbre de administrar el bautismo incluso a los niños"16.
Las casas de los primeros fieles, iguales externamente a las demás, se convirtieron en hogares cristianos. Los padres transmitían la fe a sus hijos, y estos a los suyos, y así la familia se convirtió en un pilar fundamental de la consolidación de la fe y de las costumbres cristianas. Empapados por la caridad, los hogares cristianos eran lugares de paz en medio, no infrecuentemente, de incomprensiones externas, de calumnias, de persecución. En el hogar se aprendía a ofrecer el día, a dar gracias, a bendecir los alimentos, a dirigirse a Dios en la abundancia y en la escasez.
Las enseñanzas de los padres brotaban con naturalidad al compás de la vida, y así la familia cumplía su función educadora. Estos son los consejos que da San Juan Crisóstomo a un matrimonio cristiano: "muéstrale a tu mujer que aprecias mucho vivir con ella y que por ella prefieres quedarte en casa que andar por la calle. Prefiérela a todos los amigos e incluso a los hijos que te ha dado; ama a estos por razón de ella (...). Haced en común vuestras oraciones (...). Aprended el temor de Dios; todo lo demás fluirá como de una fuente y vuestra casa se llenará de innumerables bienes"17. Otras veces es un hijo o una hija el foco de expansión del cristianismo en su familia: atrae a otros hermanos a la fe; quizá luego a sus padres, y estos a los tíos... y acaban acercándose hasta los abuelos.
Son muchas las costumbres cristianas que pueden vivirse en el seno de la familia: el rezo del Santo Rosario, los cuadros o imágenes de la Virgen, hacer el Nacimiento en Navidad, la bendición de la mesa... y otras muchas. Si sabemos cuidarlas, contribuirán a que en el hogar se respire siempre un clima amable, de familia cristiana, donde desde pequeños se aprende con naturalidad a tratar a Dios y a su Madre Santísima.
1 San Josemaría Escrivá, Homilía Lealtad a la Iglesia, 4-VI-1972. — 2 Cfr. Hech 11, 19-20. — 3 1 Cor 1, 26. — 4 Santo Tomás, Comentario a la 1ª Carta a los Corintios, ad. loc. — 5 Tertuliano, Apologético, 42. — 6 San Josemaría Escrivá, Surco, n. 182. — 7 San Justino, Diálogo con Trifón, 117, 5. — 8 Epístola a Diogneto, 6, 1. — 9 Cfr. Ibídem, 5, 1-11. — 10 Ibídem, 5, 10. — 11 Cfr. 1 Tim 2, 1-2. — 12 San Justino, Apología I, 17. — 13 Cfr. Tertuliano, Apologético, 39, 1 ss. — 14 San Josemaría Escrivá, Surco, n. 320. — 15 Cfr. Hech 9, 1-19. — 16 Orígenes, Coment. a la Carta a los Romanos, 5, 9. — 17 San Juan Crisóstomo, Hom. 20, sobre la Carta a los Efesios.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
Santa Luisa de Marillac fue una mujer decidida y valiente; inteligente y perseverante, viuda, madre y cofundadora junto a San Vicente de Paul de las Hijas de la Caridad. Destacó por su entrega incondicional hacia los demás y un espíritu impetuoso que le impulsó a cumplir la misión que Dios le había encomendado aún en medio de la enfermedad.
La solemnidad de Santa Luisa solía celebrarse el 15 de marzo, sin embargo, desde el 2016 se celebrará el 9 de mayo, día del aniversario de su beatificación.
La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentossolicitó a la Congregación de la Misión –fundada por San Vicente de Paul- cambiar la fecha de Santa Luisa debido a que "siempre cae en Cuaresmay es preferible no celebrar solemnidades durante ese tiempo litúrgico".
Según explicó Gregorio Gay, Superior General de esta congregación, el 14 de diciembre de 2015 fue presentada la petición para el cambio de fecha. Y el 4 de enero de 2016 fue publicado el decreto que aceptaba la petición.
Luisa de Marillac nació en París (Francia) en 1591. Fue hija natural de Luis de Marillac, señor de Ferrieres-in-Brie y de Villiers Adam, y de una joven desconocida. Hasta los 13 años fue educada como una niña noble en el Monasterio Real de Saint Louis en Poissy. Entre las religiosas se encontraba una tía suya quien le enseñó a leer, escribir, pintar y le brindó una sólida formación humanística.
Cuando murieron sus padres y su tía, Luisa entró bajo la tutela de su tío Miguel. Debido a la precaria situación económica de su familia la joven experimentó en carne propia las carencias materiales y aprendió los quehaceres del hogar. Su condición social de "señorita pobre" produjo en Luisa un complejo de inferioridad, que arrastraría durante unos años.
Durante su juventud frecuentó el convento de las hermanas capuchinas en Fauborg y sintió inclinación hacia la vida religiosa. Sin embargo, su director espiritual negó su entrada al convento porque la salud de Luisa era frágil. La convenció de que optara por el matrimonio diciéndole que "Dios tenía otros planes para ella".
En 1613, Luisa de Marillac se casó con Antonio Le Gras con quien tuvo un hijo. Antonio cayó gravemente enfermo.
En 1616 conoció a San Vicente de Paul, quien se convirtió en su confesor, aunque al inicio no quiso. San Vicente en aquel tiempo estaba organizando sus "Conferencias de Caridad", con el objetivo de mejorar la situación de miseria en el campo y para ello necesitaba alguien que infundiera respeto y que tuviera empatía y la capacidad de ganarse los corazones de la gente.
Conforme San Vicente fue conociendo más profundamente a Luisa se dio cuenta que ella era la persona que buscaba para dirigir su obra. Cuando su esposo murió, ella comprendió que Dios le hacía un llamado grande y especial.
En 1629, fue enviada para visitar "La Caridad" de Montmirail y durante ese tiempo realizó otras visitas misioneras. Madame Le Gras realizó estos viajes sin importarle los sacrificios que debía hacer ni su salud.
Cuando San Vicente le pidió formar un centro de entrenamiento para jóvenes. Luisa puso a su disposición la casa que había alquilado para residir luego de la muerte de su esposo. Allí acogió a cuatro candidatas que fueron instruidas por ella para el servicio de los pobres y enfermos. En 1634, redactó la regla de vida que deberían seguir los miembros de la asociación. Cuando San Vicente obtuve el permiso del Vaticano para formar una congregación, este documento se convirtió en el estatuto de las "Hermanas de la Caridad".
Durante el desarrollo todos los proyectos, la santa llevaba más carga que los demás y se preocupaba en ser un testimonio vivo de la preocupación de Cristo por los enfermos y marginados. En Angers se hizo cargo de un hospital terriblemente descuidado y en París cuidó a los afectados por la epidemia. También socorrió a las víctimas de la "Guerra de los 30 años" y se ocupó de los afectados por la violencia que se vivía en París. Pese a su delicada salud, siempre estuvo presta al servicio y emanaba entusiasmo y alegría.
El monasterio de Las Hermanas de la Caridad era la casa de los pobres, los hospitales y las calles. Luisa y Vicente enviaban a los religiosos y religiosas fuera del claustro- lugar donde muchas congregaciones se recluían- para animar y socorrer a los necesitados. Recorrían aldeas y ciudades con este fin.
En sus últimos años de vida debió reposar porque su enfermedad le impidió movilizarse. Sin embargo, su alma estaba en paz y sintió que el trabajo de su vida había sido maravillosamente bendecido. Nunca se quejó y decía que estaba feliz de poder ofrecer este último sacrificio a Dios.
Antes de partir dejó este mensaje a sus hermanas espirituales: "Sed empeñosas en el servicio de los pobres... amad a los pobres, honradlos, hijas mías, y honraréis al mismo Cristo". Santa Luisa de Marillac murió el 15 de marzo de 1660; y San Vicente la siguió al cielo seis meses después.
Fue canonizada en 1934 por el Papa Pio XI. En 1960 el Papa San Juan XXIII la nombró patrona de los asistentes sociales.
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San Gregorio Ostiense
Obispo
Nada se conoce sobre los primeros años de Gregorio, llamado Ostiense, ni tampoco quiénes fueron sus padres. Sólo se sabe que en su juventud ingresó en el instituto de los benedictinos, en Roma, en el convento de San Cosme y San Damián. Por sus virtudes y consagración, pronto ganó la estima y el respeto de sus superiores, y fueron tales los progresos que hizo en los conocimientos, que a su fama de santo se unió la de docto.
Al morir el abad de San Cosme y San Damián, todos pensaron en Gregorio para sucederlo.
En su nueva dignidad, se acrecentó la fama de Gregorio, por la sabiduría, bondad y rigor puestos en el cumplimiento de su ministerio, y a tanto llegó ella que sus virtudes se hicieron públicas, lo cual movió al papa Juan XVIII a designarlo obispo de Ostia - el puerto de Roma - y luego cardenal. Lo nombró además bibliotecario apostólico, y en este cargo sirvió Gregorio a cuatro papas.
Por aquel tiempo en España las provincias de Navarra y La Rioja eran asoladas por plagas, principalmente de langostas. Agotados los recursos humanos, los pobladores solicitaron la ayuda del papa.
Éste, instituyó a Gregorio como su legado apostólico enviándolo a España. Al hallarse en la península, Gregorio recorrió aquellos pueblos, predicando la penitencia y organizando rogativas. Contó entre sus discípulos, como valiosa ayuda, a santo Domingo de la Calzada, y es fama que los fieles siguieron con fervor aquellas indicaciones, saneándose de ese modo la región.
Cinco años demandaron a Gregorio aquellas tareas, padeciendo grandes fatigas. Consumido por ellas cayó gravemente enfermo y, retirándose a Logroño, dedicó el tiempo que le quedaba a prepararse para su muerte, que ocurrió el 9 de mayo de 1044, según unos, o 1048, según otros. Fue sepultado con gran solemnidad en la iglesia de San Salvador de Peñalba.
Otros Santos cuya fiesta se celebra hoy: Santos: Geroncio, Prisco, Mainardo, Gregorio, obispos; Hermas, confesor; Beato, Benito, Dubán, Tomás, Esteban, Egidiano, Pacomio, abades; Nicolás Albergato, cartujo; Cristóbal, mártir; Luminosa, virgen.
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Pacomio, Santo Abad, Mayo 9
AbadLa extraordinaria vida de los ermitaños, con sus mortificaciones a veces exageradas y con aquella especie de encarnizamiento en sobrecargarse de abstinencias, ayunos, vigilias, era verdaderamente la traducción práctica del Evangelio. Su soledad podía de hecho tapar el engaño de sus extravagancias y de su orgullo.
una vida de asceta entregándose al servicio de la gente del lugar, después se puso por siete años bajo la guía de un monje anciano, Palamone. Durante un paréntesis de soledad en el desierto una voz misteriosa lo invitó a establecer su residencia en aquel lugar, al cual después habrían llegado numerosos discípulos. A la muerte de Pacomio, los monasterios masculinos eran nueve, más uno femenino. |
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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Nicolás Albergati, Beato Cardenal, Mayo 9
Obispo de Boloña Etimológicamente significa "vencedor de los pueblos". Viene de la lengua griega. |
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Fuente: omiusa.org
José (Jozef) Cebula, Beato Mártir Oblato, Mayo 9
Durante su viaje a Polonia en 1999, el Papa Juan Pablo II beatifico 108 mártires que murieron en campamentos de concentración de los Nazis. Entre ellos estaba un Oblato, el Padre Jozef Cebula, OMI. |
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Fuente: Fundacion Divina Misericordia
Beato de Lungern, Santo Apóstol de Suiza, Mayo 9
San Beato es el primer apóstol de Suiza. Aunque galo de nacimiento, fue enviado por San Pedro a ese pais en los primeros tiempos de la era cristiana, luego de ser ordenado sacerdote, para difundir el Evangelio. En la ciudad de Vindonissa, su predica fue de tal manera escuchada, que los habitantes destruyeron los templos paganos. |
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Fuente: LaVerdadCatolica.org
Teresa de Jesús Gerhardinger, Beata Fundadora, Mayo 9
Funddora de las Pobres Hermanas Escolásticas de Nuestra Señora" Nació en Ratisbona, Alemania, el 20 de junio de 1797, y fue bautizada con el nombre de Carolina. |
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Estefano Grelewski, Beato Sacerdote y Mártir, Mayo 9
Nació en Dwikozy, Polonia, el 3 de julio de 1899. |
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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