JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Marcos 10, 1-12
Gloria a Ti, Señor.
En aquel tiempo, se fue Jesús al territorio de Judea y Transjordania, y de nuevo se le fue acercando la gente; Él les estuvo enseñando, como era su costumbre. Se acercaron también unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: "¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su esposa?"
Él les respondió:
"¿Qué les prescribió Moisés?" Ellos contestaron: "Moisés nos permitió el divorcio mediante la entrega de un acta de divorcio a la esposa". Jesús les dijo:
"Moisés prescribió esto, debido a la dureza del corazón de ustedes. Pero desde el principio, al crearlos, Dios los hizo hombre y mujer.
Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su esposa y serán los dos una sola cosa. De modo que ya no son dos, sino una sola cosa.
Por eso lo que Dios unió, que no lo separe el hombre".
Ya en casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre el asunto. Jesús les dijo:
"Si uno se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, come adulterio".
Palabra del Señor.
Gloria a Ti, Señor Jesús.
Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354
Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). "Te amo, pero quiero verte todos los días, y menos los de descanso". ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice eso a otro? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.
† Misal
vie 7a. Ord. año impar desp Pentecostés
Antífona de Entrada
El Señor es mi protector; Él me libro de las manos de mis enemigos y me salvó, porqué me ama.
Oración Colecta
Oremos:
Concédenos, Señor, que el curso de los acontecimientos del mundo se desenvuelva, según tu voluntad, en la justicia y en la paz, y que tu Iglesia pueda servirte con tranquilidad y alegría.
Por nuestro, Señor Jesucristo.
Amén.
Primera Lectura
El amigo fiel no tiene precio
Lectura del libro del Eclesiástico (Sirácide) 6, 5-17
Las palabras amistosas multiplican el número de amigos, los labios amables aumentan los saludos.
Es bueno que no te saluden muchos; pero que uno solo entre mil sea tu amigo íntimo.
Cuando hagas una nueva amistad, vete con tiento; no te le confíes tan fácilmente, pues hay amigos que lo son por conveniencia y no fieles en el día de la desgracia.
Hay amigos que se vuelven enemigos y descubren con afrenta los motivos del pleito.
Hay amigos que te acompañan a comer, pero nunca se aparecen en la hora de las penas: cuando te va bien, están contigo, cuando te va mal, huyen de ti; si te ocurre una desgracia, cambian de actitud y se esconden de tu vista.
Aléjate de tus enemigos y sé precavido con tus amigos.
El amigo fiel es un refugio que da seguridad; el que lo encuentra, ha encontrado un tesoro.
El amigo fiel no tiene precio: ningún dinero ajusta para comprarlo. El amigo fiel es un tónico de vida. Los que aman al Señor lo encontrarán; el que teme al Señor sabe ser fiel amigo y hace a sus amigos como Él.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 118
Señor, guíame por la senda de tu ley.
Señor, bendito seas; enséñame tus leyes. En tus preceptos tengo mis delicias, jamás me olvidaré de tus palabras.
Señor, guíame por la senda de tu ley.
Ábreme los ojos para ver las maravillas de tu voluntad. Dame nueva luz para conocer tu ley y para meditar las maravillas de tu amor.
Señor, guíame por la senda de tu ley.
Señor, guíame por la senda de tu ley.
Enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo corazón. Guíame por la senda de tu ley, que es lo que quiero.
Señor, guíame por la senda de tu ley.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Tu palabra, Señor, es la verdad: santifícanos en la verdad.
Aleluya.
Evangelio
Lo que Dios unió, que no lo separe el hombre
† Lectura del santo Evangelio según san Marcos 10, 1-12
Gloria a Ti, Señor.
En aquel tiempo, se fue Jesús al territorio de Judea y Transjordania, y de nuevo se le fue acercando la gente; Él les estuvo enseñando, como era su costumbre. Se acercaron también unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: "¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su esposa?"
Él les respondió:
"¿Qué les prescribió Moisés?" Ellos contestaron: "Moisés nos permitió el divorcio mediante la entrega de un acta de divorcio a la esposa". Jesús les dijo:
"Moisés prescribió esto, debido a la dureza del corazón de ustedes. Pero desde el principio, al crearlos, Dios los hizo hombre y mujer.
Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su esposa y serán los dos una sola cosa. De modo que ya no son dos, sino una sola cosa.
Por eso lo que Dios unió, que no lo separe el hombre".
Ya en casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre el asunto. Jesús les dijo:
"Si uno se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, come adulterio".
Palabra del Señor.
Gloria a Ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Que este pan y este vino que tú mismo nos das para ofrecértelos nos ayuden, Señor, convertidos en el Cuerpo y Sangre de tu Hijo, a conseguir el premio de la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
La salvación por Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Pues por amor creaste al hombre, y, aunque condenado justamente, lo redimiste por tu misericordia. por Cristo nuestro Señor.
Por Él, los ángeles y arcángeles, y todos los coros celestiales celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza:
Antífona de la Comunión
Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho; y entonaré un himno de alabanza al Dios Altísimo.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Te pedimos, Padre misericordioso, que por este sacramento con que ahora nos fortaleces, nos hagas algún día, participar de la vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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Dia 24/05 María Auxiliadora
(virgen, blanco)
Antífona de Entrada
¡Salve, Madre santa, Virgen, Madre del Rey, que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos!
Oración Colecta
Oremos:
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud del alma y del cuerpo; y por la intercesión de María Auxiliadora, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
Primera Lectura
Metieron el arca de Dios y la instalaron en el centro de la tienda que David le había preparado
Lectura del primer libro de las Crónicas
16, 1-2
En aquellos días, David congregó en Jerusalén a todos los israelitas para trasladar el arca del Señor al lugar preparados. Reunió también a los hijos de Aarón y a los levitas. Los levitas se echaron los varales a hombros y levantaron el arca de Dios, como mandó Moisés por orden del Señor. David ordenó a los jefes de los levitas que organizasen a sus hermanos cantores para que entonasen cánticos de alegría acompañados de instrumentos musicales, salterios, cítaras y címbalos.
Metieron el arca de Dios y la instalaron en el centro de la tienda que David había preparado. Ofrecieron a Dios holocaustos y sacrificios de comunión, y cuando David terminó de ofrecerlos bendijo al pueblo en el nombre del Señor.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del Salmo 44
Escucha, hija, mira: inclina el oído.
Escucha, hija, mira: inclina el oído, olvida tu pueblo y la casa paterna; póstrate ante él que él es tu señor.
Escucha, hija, mira: inclina el oído.
Y entra la princesa bellísima, vestida de perlas y brocado; la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes; la siguen sus compañeras.
Escucha, hija, mira: inclina el oído.
Las traen entre alegría y algazara, van entrando en el palacio real. "A cambio de tus padres tendrás hijos, que nombrarás príncipes por toda la tierra".
Escucha, hija, mira: inclina el oído.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Dichosa tú, Virgen María, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.
Aleluya.
Evangelio
¡Dichosa tú que has creído!
ÝLectura del santo Evangelio según san Lucas
1, 39-47
Gloria a ti, Señor.
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías, y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre.Se llenó Isabel del Espíritu Santo, y dijo a voz en grito:
"¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor, se cumplirá!"
María dijo:
"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración de las Ofrendas
El amor y la gracia de tu Hijo, hecho hombre por nosotros, sea nuestro socorro, Señor; y el que al nacer de la Virgen no menoscabó la integridad de su Madre, sino que la santificó, nos libre del peso de nuestros pecados y vuelva así aceptable nuestra ofrenda delante de tus ojos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
La Iglesia alaba a Dios con las palabras de María
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias y proclamar que eres admirable en la perfección de todos tus santos, y de un modo singular en la perfección de la Virgen María.
Por eso, al celebrarla hoy, queremos exaltar tu generosidad inspirados en su propio cántico,
pues en verdad, has hecho maravillas por toda la tierra, y prologaste tu misericordia de generación en generación, cuando, complacido en en la humildad de tu sierva, nos diste por su medio al autor de la vida, Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor.
Por él,
los ángeles y los arcángeles te adoran eternamente, gozosos en tu presencia. Permítenos unirnos a sus voces cantando tu alabanza:
Antífona de la Comunión
Dichoso el vientre de María, la Virgen, que llevó al Hijo del Eterno Padre.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Al recibir estos sacramentos, Señor imploramos de tu misericordia que cuantos nos gozamos en la festividad de María, siempre Virgen, nos entreguemos como ella al servicio de tu plan de salvación sobre los hombres.
por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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† Meditación diaria
7ª Semana. Viernes
PROTEGER A LA FAMILIA
— Jesús devuelve a su pureza original la dignidad del matrimonio. Unidad e indisolubilidad.
— Apostolado sobre la naturaleza del matrimonio. Ejemplaridad de los cónyuges. Santidad de la familia.
— El matrimonio cristiano.
I. Nos muestra el Evangelio de la Misa1 a Jesús enseñando a una multitud que llegaba de todas las poblaciones vecinas. Y en medio de estas gentes sencillas que reciben con avidez la Palabra de Dios se presentan unos fariseos con intenciones torcidas, queriendo enfrentar a Cristo con la Ley de Moisés. Le preguntan si es lícito al marido repudiar a su mujer. Jesús les dijo: ¿Qué os mandó Moisés? Ellos dijeron:Moisés permitió darle escrito el libelo de repudio y despedirla. Esto era por todos admitido, pero se discutía si era lícito repudiar a la mujerpor cualquier motivo2, por una causa insignificante, incluso sin motivo alguno.
Jesucristo, Mesías e Hijo de Dios, conoce perfectamente el sentido de dicha Ley: Moisés había permitido el divorcio por la dureza de corazón de su pueblo, y protegió la condición de la mujer, pues era tan denigrante que era considerada en muchos casos como una esclava sin derecho alguno, prescribiendo un documento (el libelo de repudio)por el cual la mujer repudiada recuperaba de nuevo la libertad. Este certificado significaba un verdadero avance social para aquellos tiempos de barbarie en tantas costumbres3.
Pero Jesús devuelve a su pureza original la dignidad del matrimonio, según lo instituyera Dios al principio de la Creación: los hizo Dios varón y hembra; por esto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne; de modo que ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios unió, no lo separe el hombre.
Esta enseñanza resonó extraordinariamente exigente en los oídos de todos, de tal manera que los mismos discípulos –según relata San Mateo– le dijeron: Si tal es la condición del hombre con respecto a su mujer, no trae cuenta casarse4. Y la conversación debió de alargarse, porque de nuevo, ya en casa, volvieron a preguntarle. Y Jesús declaró para siempre: Cualquiera que repudie a su mujer y se una con otra, comete adulterio contra aquella; y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.
El Señor señala cómo Dios estableció en un principio la unidad y la indisolubilidad del matrimonio. San Juan Crisóstomo, comentando esta enseñanza, expresa en fórmula sencilla y clara que el matrimonio es de uno con una y para siempre5. El Magisterio de la Iglesia, custodio e intérprete de la ley natural y divina, ha enseñado de modo constante que el matrimonio fue instituido por Dios con lazo perpetuo e indisoluble, y «que fue protegido, confirmado y elevado no con leyes de los hombres, sino del autor mismo de la naturaleza, Dios, y el restaurador de la misma naturaleza, Cristo Señor; leyes, por tanto, que no pueden estar sujetas al arbitrio de los hombres, ni siquiera al arbitrio contrario de los mismos cónyuges»6. El matrimonio no es un simple contrato privado, no puede romperse por voluntad de los contrayentes. No existe razón humana, por fuerte que pueda parecer, capaz de justificar el divorcio, que es contrario a la ley natural y a la divina.
Juan Pablo II alentaba a los esposos cristianos para que, aun viviendo en ambientes donde las normas de vida cristiana no sean tenidas en la debida consideración o sufran una fuerte presión contraria, sean fieles al proyecto cristiano de la vida familiar7. Y nosotros debemos pedir con frecuencia por la estabilidad de las familias –comenzando por la propia–, y hemos de procurar ser siempre instrumentos de unión a través del servicio gustoso, de la alegría continua, de un apostolado eficaz que lleve a todos a Dios. ¿Pedimos cada día por aquel de la familia que más lo necesita? ¿Tenemos más atenciones con el más débil, con el que más flaquea? ¿Cuidamos con esmero de quien se encuentra enfermo?
II. El cristiano no debe dejarse impresionar, a la hora de recordar el valor y la santidad del matrimonio, por las dificultades o incluso por las burlas que puede encontrar en el ambiente, de igual manera que al Señor no le importó que el clima existente en el pueblo de Israel fuese contrario a sus enseñanzas. Al defender la indisolubilidad de la institución matrimonial llevamos a cabo un bien inmenso a todos.
Jesucristo, en contra del ambiente de aquella época acerca de la institución matrimonial, le devuelve toda su dignidad originaria y la eleva al orden sobrenatural, al instituir el matrimonio como uno de los siete sacramentos que habrían de santificar a los cónyuges y la vida familiar. Y hoy, cuando en tantos ambientes se ataca la dignidad de este sacramento y sus propiedades esenciales, o tratan de ridiculizarlo con toscas parodias, es deber de los cristianos, como hiciera Jesús en su tiempo, hacer su apología y poner las bases para que la familia, unida y sólida, sea cimiento de la misma sociedad.
La familia «tiene que ser objeto de atención y de apoyo por parte de cuantos intervienen en la vida pública. Educadores, escritores, políticos y legisladores han de tener en cuenta que gran parte de los problemas sociales y aun personales tienen sus raíces en los fracasos o carencias de la vida familiar. Luchar contra la delincuencia juvenil o contra la prostitución de la mujer y favorecer al mismo tiempo el descrédito o el deterioro de la institución familiar es una ligereza y una contradicción.
»El bien de la familia en todos sus aspectos tiene que ser una de las preocupaciones fundamentales de la actuación de los cristianos en la vida pública. Desde los diversos sectores de la vida social hay que apoyar el matrimonio y la familia, facilitándoles todas aquellas ayudas de orden económico, social, educativo, político y cultural que hoy son necesarias y urgentes para que puedan seguir desempeñando en nuestra sociedad sus funciones insustituibles (cfr. Familiaris consortio, n. 45).
»Hay que advertir, sin embargo, que el papel de las familias en la vida social y política no puede ser meramente pasivo. Ellas mismas deben ser "las primeras en procurar que las leyes no solo no ofendan, sino que sostengan y defiendan positivamente los derechos y deberes de la familia" (Ibídem, n. 44), promoviendo así una verdadera "política familiar" (Ibídem)»8.
La ejemplaridad y la alegría de los esposos cristianos han de preceder en el apostolado con sus hijos y con otras familias a quienes tratan por razones de amistad, relaciones sociales, objetivos comunes en la educación de los hijos, etc. Esa alegría, en medio de las dificultades normales de toda familia, nace de una vida santa, de la correspondencia a la vocación matrimonial. Y los hijos, siguiendo su propia vocación, realizan un bien muy grato al Señor cuando se esfuerzan en poner todos los medios a su alcance para mantener el ambiente propio de una familia cristiana en la que todos viven las virtudes humanas y las sobrenaturales: alegría, cordialidad, sobriedad, laboriosidad, respeto mutuo...
III. Al quedar elevado al orden sobrenatural, todo amor humano se engrandece y afianza porque, en el sacramento cristiano, el amor divino penetra en el amor humano, lo engrandece y lo santifica. Es Dios quien une con vínculo sagrado y santificante a hombre y mujer en el matrimonio; por eso, lo que Dios ha unido no lo separe el hombre. Precisamente porque Dios une con vínculos divinos, lo que eran dos cuerpos y dos corazones se hacen una caro, una sola carne, como un solo cuerpo y un mismo corazón, a semejanza de la unión de Cristo con su Iglesia9.
El matrimonio no es solo una institución social; no es solo un estado jurídico, civil y canónico; es también una nueva vida, abnegada, rebosante de amor, santificante de los cónyuges y santificadora de todos los que componen la familia.
Es bueno que nos detengamos durante la oración con el Señor para examinar distintos aspectos de la conducta diaria: la convivencia cordial y afectuosa –libre de discusiones, de críticas o quejas–; la disponibilidad para el cuidado de la casa y para la atención material de los hijos, de los hermanos, de los abuelos...; el aprovechamiento del tiempo en los días festivos, evitando el ocio o los pasatiempos inútiles; la serenidad ante las contrariedades; la sencillez en el modo de vivir las celebraciones, el sentido cristiano de santificar las fiestas, de plantear un viaje o un período de vacaciones; el respeto por la libertad y opiniones de los demás, junto con el oportuno consejo; el interés por los estudios y la formación en las virtudes humanas y cristianas de los hijos, de los hermanos más pequeños...; la atención de aquellos que requieran un cuidado y comprensión más esmerados y más sacrificados, etc.
Si los padres se aman, con amor humano y sobrenatural, serán ejemplares y los hijos se mirarán en ellos para encontrar respuesta a tantos interrogantes como les plantea la vida. En un ambiente alegre, en el que el ejercicio de las virtudes humanas ocupará un lugar muy importante, se mantendrá el ideal cristiano y los nobles afanes humanos. Entonces, la familia se convierte en un lugar privilegiado para la «renovación constante de la Iglesia»10, para la nueva evangelización del mundo, a la que el Papa actual nos llama.
Pidamos a la Santísima Virgen, Madre del Amor Hermoso, la gracia abundante de su Hijo Jesucristo para la familia propia y para todas las familias cristianas de la tierra.
1 Mc 10, 1-12. — 2 Mt 19, 3. — 3 Cfr. Sagrada Biblia, Santos Evangelios, EUNSA, Pamplona 1983, in loc. — 4 Mt 19, 10. — 5 Cfr. San Juan Crisóstomo, Homilías sobre San Mateo, 62, 1. — 6 Pío XI, Enc. Casti connubii, 31-XII-1930. — 7 Cfr. Juan Pablo II,Homilía durante la Misa para las familias cristianas, Madrid 2-XI-1982. — 8Conferencia Episcopal Española, Instruc. Past. Los católicos en la vida pública, 22-IV-1986, nn. 160-162. — 9 Cfr. Ef 22. — 10 Juan Pablo II, Alocución 21-IX-1978.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
María Auxiliadora
Historia de la devoción a María Auxiliadora en la Iglesia Antigua.
Los cristianos de la Iglesia de la antigüedad en Grecia, Egipto, Antioquía, Efeso, Alejandría y Atenas acostumbraban llamar a la Santísima Virgen con el nombre de Auxiliadora, que en su idioma, el griego, se dice con la palabra "Boetéia", que significa "La que trae auxilios venidos del cielo". Ya San Juan Crisóstomo, arzobispo de Constantinopla nacido en 345, la llama "Auxilio potentísimo" de los seguidores de Cristo. Los dos títulos que más se leen en los antiguos monumentos de Oriente (Grecia, Turquía, Egipto) son: Madre de Dios y Auxiliadora. (Teotocos y Boetéia). En el año 476 el gran orador Proclo decía: "La Madre de Dios es nuestra Auxiliadora porque nos trae auxilios de lo alto". San Sabas de Cesarea en el año 532 llama a la Virgen "Auxiliadora de los que sufren" y narra el hecho de un enfermo gravísimo que llevado junto a una imagen de Nuestra Señora recuperó la salud y que aquella imagen de la "Auxiliadora de los enfermos" se volvió sumamente popular entre la gente de su siglo. El gran poeta griego Romano Melone, año 518, llama a María "Auxiliadora de los que rezan, exterminio de los malos espíritus y ayuda de los que somos débiles" e insiste en que recemos para que Ella sea también "Auxiliadora de los que gobiernan" y así cumplamos lo que dijo Cristo: "Dad al gobernante lo que es del gobernante" y lo que dijo Jeremías: "Orad por la nación donde estáis viviendo, porque su bien será vuestro bien". En las iglesias de las naciones de Asia Menor la fiesta de María Auxiliadora se celebra el 1º de octubre, desde antes del año mil (En Europa y América se celebre el 24 de mayo). San Sofronio, Arzobispo de Jerusalén dijo en el año 560: "María es Auxiliadora de los que están en la tierra y la alegría de los que ya están en el cielo". San Juan Damasceno, famoso predicador, año 749, es el primero en propagar esta jaculatoria: "María Auxiliadora rogad por nosotros". Y repite: "La "Virgen es auxiliadora para conseguir la salvación. Auxiliadora para evitar los peligros, Auxiliadora en la hora de la muerte". San Germán, Arzobispo de Constantinopla, año 733, dijo en un sermón: "Oh María Tú eres Poderosa Auxiliadora de los pobres, valiente Auxiliadora contra los enemigos de la fe. Auxiliadora de los ejércitos para que defiendan la patria. Auxiliadora de los gobernantes para que nos consigan el bienestar, Auxiliadora del pueblo humilde que necesita de tu ayuda".
La batalla de Lepanto.
En el siglo XVI, los mahometanos estaban invadiendo a Europa. En ese tiempo no había la tolerancia de unas religiones para con las otras. Y ellos a donde llegaban imponían a la fuerza su religión y destruían todo lo que fuera cristiano. Cada año invadían nuevos territorios de los católicos, llenando de muerte y de destrucción todo lo que ocupaban y ya estaban amenazando con invadir a la misma Roma. Fue entonces cuando el Sumo Pontífice Pío V, gran devoto de la Virgen María convocó a los Príncipes Católicos para que salieran a defender a sus colegas de religión. Pronto se formó un buen ejército y se fueron en busca del enemigo. El 7 de octubre de 1572, se encontraron los dos ejércitos en un sitio llamado el Golfo de Lepanto. Los mahometanos tenían 282 barcos y 88,000 soldados. Los cristianos eran inferiores en número. Antes de empezar la batalla, los soldados cristianos se confesaron, oyeron la Santa Misa, comulgaron, rezaron el Rosario y entonaron un canto a la Madre de Dios. Terminados estos actos se lanzaron como un huracán en busca del ejército contrario. Al principio la batalla era desfavorable para los cristianos, pues el viento corría en dirección opuesta a la que ellos llevaban, y detenían sus barcos que eran todos barcos de vela o sea movidos por el viento. Pero luego - de manera admirable - el viento cambió de rumbo, batió fuertemente las velas de los barcos del ejército cristiano, y los empujó con fuerza contra las naves enemigas. Entonces nuestros soldados dieron una carga tremenda y en poco rato derrotaron por completo a sus adversarios. Es de notar, que mientras la batalla se llevaba a cabo, el Papa Pío V, con una gran multitud de fieles recorría a cabo, el Papa Pío V, con una gran multitud de fieles recorría las calles de Roma rezando el Santo Rosario. En agradecimiento de tan espléndida victoria San Pío V mandó que en adelante cada año se celebrara el siete de octubre, la fiesta del Santo Rosario, y que en las letanías se rezara siempre esta oración: MARÍA AUXILIO DE LOS CRISTIANOS, RUEGA POR NOSOTROS.
El Papa y Napoleón.
El siglo pasado sucedió un hecho bien lastimoso: El emperador Napoleón llevado por la ambición y el orgullo se atrevió a poner prisionero al Sumo Pontífice, el Papa Pío VII. Varios años llevaba en prisión el Vicario de Cristo y no se veían esperanzas de obtener la libertad, pues el emperador era el más poderoso gobernante de ese entonces. Hasta los reyes temblaban en su presencia, y su ejército era siempre el vencedor en las batallas. El Sumo Pontífice hizo entonces una promesa: "Oh Madre de Dios, si me libras de esta indigna prisión, te honraré decretándote una nueva fiesta en la Iglesia Católica". Y muy pronto vino lo inesperado. Napoleón que había dicho: "Las excomuniones del Papa no son capaces de quitar el fusil de la mano de mis soldados", vio con desilusión que, en los friísimos campos de Rusia, a donde había ido a batallar, el frío helaba las manos de sus soldados, y el fusil se les iba cayendo, y él que había ido deslumbrante, con su famoso ejército, volvió humillado con unos pocos y maltrechos hombres. Y al volver se encontró con que sus adversarios le habían preparado un fuerte ejército, el cual lo atacó y le proporcionó total derrota. Fue luego expulsado de su país y el que antes se atrevió a aprisionar al Papa, se vio obligado a pagar en triste prisión el resto de su vida. El Papa pudo entonces volver a su sede pontificia y el 24 de mayo de 1814 regresó triunfante a la ciudad de Roma. En memoria de este noble favor de la Virgen María, Pío VII decretó que en adelante cada 24 de mayo se celebrara en Roma la fiesta de María Auxiliadora en acción de gracias a la madre de Dios.
San Juan Bosco y María Auxiliadora.
El 9 de junio de 1868, se consagró en Turín, Italia, la Basílica de María Auxiliadora. La historia de esta Basílica es una cadena de favores de la Madre de Dios. su constructor fue San Juan Bosco, humilde campesino nacido el 16 de agosto de 1815, de padres muy pobres. A los tres años quedó huérfano de padre. Para poder ir al colegio tuvo que andar de casa en casa pidiendo limosna. La Sma. Virgen se le había aparecido en sueños mandándole que adquiriera "ciencia y paciencia", porque Dios lo destinaba para educar a muchos niños pobres. Nuevamente se le apareció la Virgen y le pidió que le construyera un templo y que la invocara con el título de Auxiliadora.
Empezó la obra del templo con tres monedas de veinte centavos. Pero fueron tantos los milagros que María Auxiliadora empezó a hacer en favor de sus devotos, que en sólo cuatro años estuvo terminada la gran Basílica. El santo solía repetir: "Cada ladrillo de este templo corresponde a un milagro de la Santísima Virgen". Desde aquel santuario empezó a extenderse por el mundo la devoción a la Madre de Dios bajo el título de Auxiliadora, y son tantos los favores que Nuestra Señora concede a quienes la invocan con ese título, que ésta devoción ha llegado a ser una de las más populares.
San Juan Bosco decía: "Propagad la devoción a María Auxiliadora y veréis lo que son milagros" y recomendaba repetir muchas veces esta pequeña oración: "María Auxiliadora, rogad por nosotros". El decía que los que dicen muchas veces esta jaculatoria consiguen grandes favores del cielo.
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uente: archimadrid.es
Vicente de Lerin, Santo Abad, Mayo 24
Abad Monje fervoroso y santo del monasterio de Lerin que se distinguió en su esfuerzo por clarificar la sana teología. Profundo teólogo y escritor insigne influyó con su obra Commonitorio en la teología de su tiempo y en la elaboración teológica posterior. Siempre se propuso indagar lo que cree y siente la Iglesia catolica. |
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Donaciano y Rogaciano, Santos Mártires, Mayo 24
<h4mártires></h4mártires> Etimológicamente significa "dado y orante". Vienen de la lengua latina. |
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David de Escocia, Santo Rey, Mayo 24
Rey de Escocia Etimológicamente significa "amigo, tierno". Viene de la lengua hebrea. |
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Fuente: Vaticanradio.org
Luis Zeferino Moreau, Beato Obispo y Fundador, Mayo 24
Obispo y Fundador de la Comunidad de las Hermanas de San José Recordar tu vida es ver al apóstol de débil contextura física, que llegó a ser un sólido soporte moral para la fe de muchos. |
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Fuente: Franciscanos.org
Juan de Prado, Beato Sacerdote y Mártir, Mayo 24
Sacerdote franciscano español, misionero y mártir en Marruecos. |
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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Simeón el Estilita el Joven, Santo Estilita, 24 de mayo
Alrededor del año 517, nació Simeón en Antioquia, de una mujer llamada Marta, que también es venerada como santa. Su padre, natural de Edessa, pereció en un terremoto cuando Simeón tenía cinco años. Desde entonces, se contaban cosas extrañas sobre el chiquillo, quien acabó por alejarse de su ciudad natal y anduvo errante por las montañas hasta llegar a un pequeño monasterio en el que se refugió y, por expreso deseo, se puso bajo la guía y la tutela de un estilita muy conocido que se llamaba Juan. Durante el resto de su vida, el ermitaño se ocupó de Simeón, quien también construyó su pilar cerca del de su maestro. Desde la edad de siete años, antes de haber perdido sus dientes de leche, Simeón estableció su morada en la columna. Muy pronto la fama de su excentricidad, de su santidad y de sus poderes para realizar milagros, se extendió tanto que, para evitar la constante visita de peregrinos, Simeón se retiró a vivir en la cumbre de una roca, sobre una montaña inaccesible que llegó a conocerse con el nombre de Monte de Maravillas. Por entonces, tenía veinte años. Una década después, como resultado de una visión, estableció un monasterio para sus discípulos y mandó levantar una nueva columna para él mismo, a la que fue conducido, solemnemente, por dos obispos. |
Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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