JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Juan 6, 60-69
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo muchos de sus discípulos, al oír a Jesús, dijeron:
"Esta doctrina es inadmisible. ¿Quién puede aceptarla?"
Jesús, sabiendo que sus discípulos lo criticaban, les preguntó:
"¿Les resulta difícil aceptar esto? ¿Qué ocurriría si vieran al Hijo del hombre subir adonde estaba antes? El Espíritu es quien da la vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida. Pero algunos de ustedes no creen".
Dijo esto Jesús porque sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién lo iba a entregar. Y añadió:
"Por eso les dije que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede".
Desde aquel momento, muchos de sus discípulos se retiraron y ya no andaban con él.
Entonces Jesús preguntó a los Doce:
"¿Acaso también ustedes quieren irse?"
Simón Pedro le respondió:
"Señor, ¿a quién iríamos? Tus palabras dan vida eterna.
Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354
Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). "Te amo, pero quiero verte todos los días, y menos los de descanso". ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice eso a otro? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.
† Misal
sab 3a. Sem Pascua
Antífona de Entrada
Por el bautismo, han sido sepultados con Cristo y con él han sido resucitados, porque han creído en el poder de Dios que lo resucitó. Aleluya.
Oración Colecta
Oremos:
Dios nuestro, que por medio del bautismo haces participar de la vida de Cristo a los que creen en ti; protégenos de los engaños del enemigo para que podamos conservar fielmente el don de tu amor.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
La comunidad cristiana crecía, animada por el Espíritu Santo
Lectura del Libro de los Hechos de los apóstoles 9, 31-42
En aquellos días, la Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaria; se consolidaba
viviendo en fidelidad al Señor y se extendía impulsada por el Espíritu Santo.
Pedro, en su recorrido por toda aquella región, visitó también a los creyentes que residían en Lida. Allí encontró a un hombre llamado Eneas, que llevaba ocho años postrado en cama, porque era paralítico. Y le dijo:
"Eneas, Jesús, el Mesías, te sana; levántate y arregla tu cama".
Y al instante se levantó. Todos los habitantes de Lida y de la región de Sarón lo vieron sano y se convirtieron al Señor.
Había en Jafa una discípula llamada Tabita, que significa "Gacela", la cual hacía muchas obras buenas y daba muchas limosnas. Y en esos días se enfermo y murió. Lavaron su cadáver y lo pusieron en una habitación del piso superior. Como Lida está cerca de Jafa, los discípulos, al oír que Pedro estaba allí, enviaron dos hombres a pedirle que viniera inmediatamente a su ciudad. Pedro se levantó y se fue con ellos. Al llegar, lo
condujeron a la habitación del piso superior, donde lo rodearon todas las viudas llorando y mostrando las túnicas y mantos que les hacía Gacela cuando aún vivía. Pedro echó a todos fuera, se arrodilló y oró. Dirigiéndose luego hacia el cadáver, dijo:
"Tabita, levántate".
Ella abrió los ojos, vio a Pedro y se incorporó. El la tomó de la mano y la levantó; luego llamó a los discípulos y a las viudas, y la presentó viva ante ellos. Todos los habitantes de Jafa se enteraron de lo sucedido, y muchos creyeron en el Señor.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Sal 115, 12-13.14-15.16-17
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Ofreceré la copa por la salvación, invocando su nombre.
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?
Cumpliré mis promesas al Señor en presencia de todo el pueblo. El Señor siente profundamente la muerte de los que lo aman.
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?
Señor, yo soy tu siervo, hijo de tu esclava; rompiste mis ataduras. Te ofreceré un sacrificio de acción de gracias invocando tu nombre.
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna.
Aleluya.
Evangelio
Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna
† Lectura del santo Evangelio según san Juan 6, 60-69
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo muchos de sus discípulos, al oír a Jesús, dijeron:
"Esta doctrina es inadmisible. ¿Quién puede aceptarla?"
Jesús, sabiendo que sus discípulos lo criticaban, les preguntó:
"¿Les resulta difícil aceptar esto? ¿Qué ocurriría si vieran al Hijo del hombre subir adonde estaba antes? El Espíritu es quien da la vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida. Pero algunos de ustedes no creen".
Dijo esto Jesús porque sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién lo iba a entregar. Y añadió:
"Por eso les dije que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede".
Desde aquel momento, muchos de sus discípulos se retiraron y ya no andaban con él.
Entonces Jesús preguntó a los Doce:
"¿Acaso también ustedes quieren irse?"
Simón Pedro le respondió:
"Señor, ¿a quién iríamos? Tus palabras dan vida eterna.
Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, en tu bondad los dones que te presentamos y concédenos tu protección para conservar tu gracia y conseguir la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
Cristo, sacerdote y víctima
En verdad es justo y necesario,es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más que nunca en este tiempo en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.
Porque él, con la inmolación de su cuerpo en la cruz, dio pleno cumplimiento a lo que anunciaban los sacrificios de la antigua alianza, y ofreciéndose a sí mismo por nuestra salvación, quiso ser al mismo tiempo sacerdote, víctima y altar.
Por eso,
con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Antífona de la Comunión
Padre, por ellos ruego, para que todos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado, dice el Señor. Aleluya.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Dios todopoderoso, que tu amor proteja siempre a quienes has salvado por medio de la pasión de tu Hijo, y que Cristo resucitado sea la fuente de todas nuestras alegrías.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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† Meditación diaria
Pascua. 3ª semana. Sábado
EL EXAMEN PARTICULAR
— Para ser fieles al Señor es necesario luchar cada día. El examen particular.
— Fin y materia del examen particular.
— Constancia en la lucha. La fidelidad en los momentos difíciles se forja cada día en lo que parece pequeño.
I. La promesa de la Sagrada Eucaristía en la sinagoga de Cafarnaún causó discusiones y escándalos en muchos de los seguidores del Señor. Ante una verdad tan maravillosa, una buena parte de los discípulos dejaron de seguirle: Desde entonces –relata San Juan en el Evangelio de la Misa– muchos discípulos se echaron atrás y ya no andaban con Él1.
Ante la maravilla de su entrega a los hombres en la Comunión eucarística, estos responden volviéndole la espalda. No es la muchedumbre, sino discípulos quienes le abandonan. Los Doce permanecen, son fieles a su Maestro y Señor. Ellos acaso tampoco comprendieron mucho aquel día lo que el Señor les promete, pero permanecieron junto a Él. ¿Por qué se quedaron? ¿Por qué fueron leales en aquel momento de deslealtades? Porque les unía a Jesús una honda amistad, porque le trataban diariamente y habían comprendido que Él tenía palabras de vida eterna, porque le amaban profundamente. ¿A dónde vamos a ir?, le dice Pedro cuando el Señor les pregunta si también ellos se marchan: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Santo de Dios2.
Los cristianos vivimos una época privilegiada para dar testimonio de esta virtud en ocasiones tan poco valorada, la fidelidad. Vemos cómo, con frecuencia, se quiebra la lealtad en el matrimonio, en la palabra empeñada, la fidelidad a la doctrina y a la persona de Cristo. Los Apóstoles nos muestran que esta virtud se fundamenta en el amor; ellos son fieles porque aman a Cristo. Es el amor el que les induce a permanecer en medio de las defecciones. Solo uno de ellos le traicionará, más tarde, porque dejó de amar. Por eso nos aconseja a todos el Papa Juan Pablo II: "Buscad a Jesús esforzándoos en conseguir una fe personal profunda que informe y oriente toda vuestra vida; pero sobre todo que sea vuestro compromiso y vuestro programa amar a Jesús, con un amor sincero, auténtico y personal. Él debe ser vuestro amigo y vuestro apoyo en el camino de la vida. Solo Él tiene palabras de vida eterna"3. Nadie más que Él.
Mientras estemos en este mundo, la vida del cristiano es una lucha constante entre amar a Cristo y el dejarse llevar por la tibieza, las pasiones o un aburguesamiento que mata todo amor. La fidelidad a Cristo se fragua cada día en la lucha contra todo lo que nos aparta de Él, en el esfuerzo por progresar en las virtudes. Entonces seremos fieles en los momentos buenos, y también en las épocas difíciles, cuando parece que son pocos los que se quedan junto al Señor.
Para mantenernos en una fidelidad firme al Señor es necesario luchar en todo momento, con espíritu alegre, aunque sean pequeñas las batallas. Y una manifestación de estos deseos de acercarnos cada día un poco más a Dios, de amar cada vez más, es el examen particular, que nos ayuda a luchar con eficacia contra los defectos y obstáculos que nos separan de Cristo y de nuestros hermanos los hombres, y nos facilita el modo de adquirir virtudes y hábitos, que limitan nuestras tosquedades en el trato con Jesús.
El examen particular nos concreta las propias metas de la vida interior y nos dispone a alcanzar, con la ayuda de la gracia, una cota determinada y específica de esa montaña de la santidad, o a expulsar a un enemigo, quizá pequeño, pero bien pertrechado, que causa numerosos estragos y retrocesos. "El examen general parece defensa. —El particular, ataque. —El primero es la armadura. El segundo, espada toledana"4.
Hoy, cuando le decimos al Señor que queremos serle fieles, nos debemos preguntar en su presencia: ¿Son grandes mis deseos de avanzar en el amor? ¿Concreto estos deseos de lucha en un punto específico que pueda ser el blanco de mi examen particular? ¿Soy dócil a las indicaciones que recibo en la dirección espiritual?
II. Mediante el examen general llegamos a conocer las razones últimas de nuestro comportamiento; con el examen particular buscamos los remedios eficaces para combatir determinados defectos o para crecer en las virtudes. Este examen, breve y frecuente a lo largo del día, en los momentos previstos, debe tener un fin muy preciso: "Con el examen particular has de ir derechamente a adquirir una virtud determinada o a arrancar el defecto que te domina"5. En ocasiones el objetivo de este examen será "derribar al Goliat, esto es, la pasión dominante"6, aquello que más sobresale como defecto, lo que más daño hace a nuestra amistad con el Señor, a la caridad con quienes nos relacionamos. "Cuando alguno se ve particularmente dominado por un defecto, debe armarse solo contra ese enemigo, y tratar de combatirlo antes que a otros (...), pues mientras no lo hayamos superado echaremos a perder los frutos de la victoria conseguida sobre los demás"7. Por eso es tan importante que nos conozcamos y que nos demos a conocer en la dirección espiritual, que es donde habitualmente fijaremos el tema de este examen.
Como no todos tenemos los mismos defectos, "se hace necesario que cada uno presente batalla en consideración al tipo de lucha con que se ve acosado"8.
Puede ser tema de examen particular el aumentar la presencia de Dios en medio del trabajo, en la vida de familia, mientras caminamos por la calle; el estar más atentos para descubrir dónde se encuentra un sagrario y dirigir al Señor un saludo o una jaculatoria, aunque no podamos acercarnos en ese momento; cuidar la puntualidad, comenzando desde por la mañana a la hora de levantarnos, al comenzar la oración, o la Santa Misa...; la paciencia con nosotros mismos, con los defectos de quienes colaboran en un mismo trabajo, o en la familia; suprimir de raíz el hábito de la murmuración y contribuir a que no se murmure en nuestra presencia; la brusquedad en el trato; el desinterés por las necesidades del prójimo; ganar en la virtud de la gratitud, de tal manera que sepamos dar las gracias aun por favores y servicios muy pequeños de la vida corriente; ser más ordenados en la distribución del tiempo, en los libros o instrumentos de trabajo, en las cosas personales, el trato con los Ángeles Custodios... Un examen particular que dejará en el alma una profunda huella, si luchamos, puede ser el amar y vivir mejor la Santa Misa y la Comunión.
Aunque en algunos casos el objetivo del examen particular pueda presentarse en su cara negativa, como resistencia al mal, el mejor modo de combatir será el de practicar la virtud contraria al defecto que tratamos de desarraigar: practicar la humildad para vencer la tendencia a ser el centro de todo o el deseo de recibir siempre elogios y alabanzas; ejercitarse en la serenidad para evitar la precipitación... De este modo se hace más eficaz y atractiva la lucha interior. "El movimiento del alma hacia el bien es más fuerte que el encaminado a apartarse del mal"9.
Antes de señalar la materia del examen particular debemos pedir luces al Señor para conocer en qué quiere Él que luchemos: Domine, ut videam!10, ¡Señor, que vea!, le podemos decir como el ciego de Jericó. Y pedir ayuda en la dirección espiritual.
III. Es tarea personal la manera de concretar este examen. Para unos –por su modo de ser, por su temperamento– será necesario concretarlo mucho y llevar una contabilidad muy estrecha por su tendencia a la vaguedad y a las generalidades; para otros eso podría ser motivo de complicaciones y de crearse problemas donde no debe haberlos. Nos ayudarán en la dirección espiritual si nos esforzamos en darnos a conocer.
No nos debe extrañar si alcanzar con nuestra lucha el objetivo propuesto en el examen particular nos lleva tiempo. Si está bien puesto, lo normal es que se trate de un defecto arraigado, y que sea necesaria una lucha paciente, recomenzando una y otra vez, sin desánimos. En ese empezar de nuevo, con la ayuda del Señor, estamos afianzando bien los cimientos de la humildad. Para mantener despierto el examen particular hace falta fortaleza, constancia y humildad. El amor –que es ingenioso– encontrará cada día la manera de hacer nuevo el mismo punto de lucha, porque en él, más que la propia superación, buscamos amar al Señor, quitar todo obstáculo que entorpezca nuestra amistad con Él y, por tanto, lo que nos separa de los demás. Nos dará ocasión de hacer muchos actos de contrición por las derrotas, y acciones de gracias por las victorias.
La lucha en un examen particular concreto, cada día, es el mejor remedio contra la tibieza y el aburguesamiento. ¡Qué gran cosa si nuestro Ángel Custodio pudiera testificar al final de nuestra vida que luchamos en cada jornada, aunque no todo hayan sido victorias! La fidelidad llena de fortaleza en los momentos difíciles se forja cada día en lo que parece pequeño. "Hemos de convencernos de que el mayor enemigo de la roca no es el pico o el hacha, ni el golpe de cualquier otro instrumento, por contundente que sea: es esa agua menuda, que se mete, gota a gota, entre las grietas de la peña, hasta arruinar su estructura. El peligro más fuerte para el cristiano es despreciar la pelea en esas escaramuzas, que calan poco a poco en el alma, hasta volverla blanda, quebradiza (...)"11.
Al terminar nuestra oración le decimos al Señor, como Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Sin Ti nos quedamos sin Camino, sin Verdad y sin Vida.
Es una hermosa jaculatoria para repetir muchas veces, pero especialmente a la hora de la lucha. A Nuestra Señora, Virgo fidelis, le pedimos que nos ayude a ser fieles, luchando cada día por quitar los obstáculos, bien concretos, que nos separan de su Hijo.
1 Jn 6, 66. — 2 Jn 6, 69. — 3 Juan Pablo II, Discurso, 30-I-1979. — 4 San Josemaría Escrivá, Camino, n. 238. — 5 Ibídem, n. 241. — 6 J. Tissot, La vida interior, Madrid 1971, p. 484. — 7 San Juan Clímaco, Escala del paraíso, 15. — 8 Casiano, Colaciones, 5, 27. — 9 Santo Tomás, Suma Teológica, 1-2, q. 29, a. 3. — 10 Cfr. Mc 10, 48. — 11 San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 77.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
Aniceto, Santo XI Papa, Abril 20
Fuente: Archidiócesis de Madrid
XI Papa Martirologio Romano: En Roma, san Aniceto, papa, que recibió fraternalmente como huésped insigne a san Policarpo, para tratar juntos acerca de la fecha de la Pascua (c. 166). Las noticias que tenemos sobre su vida son pocas. Es el décimo sucesor de San Pedro; fue Papa entre San Pío I y San Sotero; rigió a la Iglesia por el tiempo que duran once años- desde el 155 al 166- y era originario de Emesa, en Siria. |
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Fuente: Archidiócesis de Madrid
Inés de Montepulciano, Santa Religiosa, Abril 20
Abadesa
Nació alrededor del año 1270. Hija de la toscana familia Segni, propietarios acomodados de Graciano, cerca de Orvieto.
remedio con los baños termales cercanos; pero fallece en el año 1317. |
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Marcelino de Embrun, Santo Obispo, Abril 20
Obispo Martirologio Romano: En Embrún, en la Galia, san Marcelino, primer obispo de esta ciudad, el cual, oriundo de África, convirtió a la fe de Cristo la mayor parte de la población de los Alpes Marítimos, siendo ordenado obispo por san Eusebio de Vercelli (c. 374). Vino al mundo en la provincia romana de Africa y murió en Embrun (Alpes), el 13 de abril del año 374. |
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Fuente: notidiocesis.com.mx
Sara de Antioquía, Santa Mártir, Abril 20
Mártir Etimológicamente: Sara = Aquella que es una princesa, nombre de origen bíblico. Esta santa padeció el martirio durante la persecución del emperador Diocleciano. |
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Fuente: paxtv.org || Hijas de Santa María de la Providencia
Clara Bosalta, Beata Fundadora, Abril 20
Fundadora de la Pequeña Casa Martirologio Romano: En Pianello Lario, en Italia, beata Clara (Dina) Bosatta, virgen, que, con la ayuda del beato Luis Guanella, fundó la Pequeña Casa de la Divina Providencia (1887). Pianello Lario es un pequeño pueblo a orillas del lago de Como, al norte de Italia. Rosa y Alejandro están felices porque ha nacido su hija Dina, una más para aumentar la ya numerosa familia. Son muy buenas personas y también buenos cristianos. La llevan enseguida a bautizar. |
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Fuente: Franciscanos.org
Anastasio Pankiewicz, Beato Mártir Franciscano, Abril 20
Presbítero y Mártir Martirologio Romano: En el lugar de Hartheim, cerca de Linz, en Austria, mientras era conducido al campo de concentración de Dachau, beato Anastasio Pankiewicz, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores y mártir, que hasta la muerte dio testimonio de su fe contra un régimen que oprimía la dignidad cristiana (1942). Durante la II Guerra Mundial, en Polonia fueron numerosas las víctimas de la encarnizada persecución nazi contra la Iglesia. También otros muchísimos ciudadanos fueron perseguidos y asesinados en aquellas terribles circunstancias. Pero los 108 beatificados por el Papa fueron todos ellos asesinados por odio a la fe cristiana en diversas circunstancias o lugares, o murieron como consecuencia de los sufrimientos infligidos por el mismo motivo en las cárceles y campos de concentración. La mayoría de los sacerdotes murieron por no dejar de ejercer su ministerio, a pesar de las amenazas; muchos de estos mártires perdieron la vida por defender a judíos; las religiosas, por su parte, en su servicio amoroso y silencioso, aceptaron con espíritu de fe los sufrimientos y la muerte. Todos fueron en sentido estricto testigos de la fe de Cristo. |
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Oda, Beata Monja Premonstratense, Abril 20
Religiosa Etimológicamente: Oda = Aquella poseedora de grandes riquezas, es de origen sajón Hija de una familia de la nobleza de Brabant, Bélgica. |
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Simón Rinalducci de Todi, Beato Presbítero Agustino, Abril 20
Presbítero Agustino Martirologio Romano: En Bolonia, de la Emilia, beato Simón de Todi Rinalducci, presbítero de la Orden de los Eremitas de San Agustín, que con su enseñanza y su ejemplo edificó a los jóvenes estudiantes y a todo el pueblo de Dios (1322). Nació a finales del siglo XIII en Todi, Italia. |
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Fuente: Martirologio Romano
Otros Santos y Beatos Completando el santoral de este día, Abril 20
Santos Sulpicio y Serviano, mártires |
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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