martes, 16 de febrero de 2016

Martes por los ángeles custodios. 16/02/2016. Santa Juliana / Ileana ¡ruega por nosotros!

JA

JMJ

Pax

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (6, 7-15)

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando ustedes hagan oración no hablen mucho, como los paganos, que se imaginan que a fuerza de mucho hablar, serán escuchados. No los imiten, porque el Padre sabe lo que les hace falta, antes de que se lo pidan. Ustedes, pues, oren así:

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal.

Si ustedes perdonan las faltas a los hombres, también a ustedes los perdonará el Padre celestial. Pero si ustedes no perdonan a los hombres, tampoco el Padre les perdonará a ustedes sus faltas".

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs

Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.

El Misterio de la Misa en 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=0QCx-5Aqyrk

El que no valora una obra de arte es porque necesita cultura: https://www.youtube.com/watch?v=mTKKaT-KaKw

Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu

El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX

Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!

San Leonardo, "El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc

Audio (1/5): https://www.youtube.com/watch?v=2NjKuVnxH58

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?

Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).

Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?

Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html

Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa (Jn 15,22).

 

 

Misal

 

El Señor libra al justo de todas sus angustias

Feria de la 1a. semana de Cuaresma

Confía en el Señor y saltarás de gusto

Antífona de Entrada

Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación. Desde siempre y por siempre tú eres Dios.

Oración Colecta

Oremos:

Mira, Señor, con misericordia a tu pueblo que en estos días de Cuaresma usa con moderación de los bienes del cuerpo y aviva en su espíritu el deseo de poseerte.

Por nuestro Señor Jesucristo...

Amén.

 

Primera Lectura

Lectura del libro del profeta Isaías (55, 10-11)

Esto dice el Señor: "Como bajan del cielo la lluvia y la nieve y no vuelven allá, sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, a fin de que dé semilla para sembrar y pan para comer, así será la palabra que sale de mi boca: no volverá a mí sin resultado, sino que hará mi voluntad y cumplirá su misión".

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

 

Salmo Responsorial Salmo 33

El Señor libra al justo de todas sus angustias.

Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su poder. Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores.

El Señor libra al justo de todas sus angustias.

Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te sentirás decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los pobres y los libra de todas sus angustias.

El Señor libra al justo de todas sus angustias.

Los ojos del Señor cuidan al justo y a su clamor están atentos sus oídos. Contra el malvado, en cambio, está el Señor, para borrar de la tierra su recuerdo.

El Señor libra al justo de todas sus angustias.

Escucha el Señor al hombre justo y lo libra de todas sus congojas. El Señor no está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas.

El Señor libra al justo de todas sus angustias.

 

Aclamación antes del Evangelio

Honor y gloria a ti,

Señor Jesús.

No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Honor y gloria a ti,

Señor Jesús.

 

Evangelio

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (6, 7-15)

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando ustedes hagan oración no hablen mucho, como los paganos, que se imaginan que a fuerza de mucho hablar, serán escuchados. No los imiten, porque el Padre sabe lo que les hace falta, antes de que se lo pidan. Ustedes, pues, oren así:

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal.

Si ustedes perdonan las faltas a los hombres, también a ustedes los perdonará el Padre celestial. Pero si ustedes no perdonan a los hombres, tampoco el Padre les perdonará a ustedes sus faltas".

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Acepta, Señor y creador todopoderoso, los dones que hemos recibido de tu generosidad y convierte el pan y el vino que nos has dado para nuestra vida cotidiana en sacramento de salvación eterna.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén.

 

Prefacio de Cuaresma V

El camino del éxodo en el

desierto cuaresmal

El Señor esté con ustedes.

Y con tu espíritu.

Levantemos el corazón.

Lo tenemos levantado hacia el Señor.

Demos gracias al Señor, nuestro Dios.

Es justo y necesario.

En verdad es justo bendecir tu nombre, Padre rico en misericordia, ahora que, en nuestro itinerario hacia la luz pascual, seguimos los pasos de Cristo, maestro y modelo de la humanidad reconciliada en el amor.

Tú abres a la Iglesia el camino de un nuevo éxodo a través del desierto cuaresmal, para que, llegados a la montaña santa, con el corazón contrito y humillado, reavivemos nuestra vocación de pueblo de la alianza, convocado para bendecir tu nombre, escuchar tu palabra, y experimentar con gozo tus maravillas.

Por estos signos de salvación, unidos a los ángeles, ministros de tu gloria, proclamamos el canto de tu alabanza:

Santo, Santo, Santo...

 

Antífona de la Comunión

Tú, Dios, defensor mío, que me escuchaste cuando te invoqué y me consolaste en la tribulación, ten piedad de mí y escucha mi plegaria.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:

Que esta Eucaristía nos ayude, Señor, a moderar las pasiones y los deseos terrenos y a buscar tu justicia y tu Reino.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén.

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Meditación diaria

Cuaresma. 1ª semana. Martes

LA AYUDA DE LOS ÁNGELES CUSTODIOS

— Existencia de los ángeles custodios. Devoción de los primeros cristianos.

— Ayudas que pueden prestarnos.

— Amistad y devoción a los ángeles custodios.

I. San Mateo termina la narración de las tentaciones de Nuestro Señor con este versículo: Entonces lo dejó el diablo, y los ángeles vinieron y le servían1.

"Contemplemos un poco esta intervención de los ángeles en la vida de Jesús, porque así entenderemos mejor su papel –la misión angélica– en toda vida humana. La tradición cristiana describe a los Ángeles Custodios como a unos grandes amigos, puestos por Dios al lado de cada hombre, para que le acompañen en sus caminos. Y por eso nos invita a tratarlos, a acudir a ellos.

"La Iglesia, al hacernos meditar estos pasajes de la vida de Cristo, nos recuerda que, en el tiempo de Cuaresma, en el que nos reconocemos pecadores, llenos de miserias, necesitados de purificación, también cabe la alegría. Porque la Cuaresma es simultáneamente tiempo de fortaleza y de gozo: hemos de llenarnos de aliento ya que la gracia del Señor no nos faltará, porque Dios estará a nuestro lado y enviará a sus Ángeles, para que sean nuestros compañeros de viaje, nuestros prudentes consejeros a lo largo del camino, nuestros colaboradores en todas nuestras empresas"2.

"La Sagrada Escritura y la Tradición llaman propiamente ángeles a aquellos espíritus puros que en la prueba fundamental de libertad han elegido a Dios, su gloria y su reino"3. A ellos les está encomendada la tutela de los hombres. ¿Por ventura –se lee en la Epístola a los Hebreos– no son todos ellos unos espíritus que hacen el oficio de servidores o ministros en favor de aquellos que deben ser los herederos de la salud?4.

Es doctrina común que todos y cada uno de los hombres, bautizados o no, tienen su Ángel Custodio. Su misión comienza en el momento de la concepción del hombre y se prolonga hasta el momento de su muerte. San Juan Crisóstomo afirma que todos los ángeles custodios concurrirán al juicio universal para "dar testimonio ellos mismos del ministerio que ejercieron por orden de Dios para la salvación de cada hombre"5.

En los Hechos de los Apóstoles encontramos numerosos pasajes en que se manifiesta la intervención de estos santos ángeles, y también la confianza con que eran tratados por los primeros cristianos6.

Esta veneración y confianza en los ángeles por parte de nuestros primeros hermanos en la fe, se pone especialmente de relieve en la liberación de San Pedro de la cárcel: Un ángel del Señor se presentó en el calabozo de Pedro, que quedó iluminado; y golpeando a Pedro en el costado, le despertó diciendo: "Levántate pronto"; y se cayeron las cadenas de sus manos. El ángel añadió: "Cíñete y cálzate las sandalias". Hízolo así. Y agregó: "Envuélvete en tu manto y sígueme"7.

Y Pedro, libre ya, se encaminó a casa de María, madre de Marcos, donde muchos estaban congregados en oración.

Golpeó la puerta del vestíbulo y salió una sierva llamada Rode, que, luego que conoció la voz de Pedro, fuera de sí de alegría, sin abrir la puerta, corrió a anunciar que Pedro estaba en el vestíbulo. Ellos dijeron: "Estás loca". Insistía ella en que era así: y entonces dijeron: "será su ángel"8. Este relato nos muestra el gran cariño que sentían por Pedro y la naturalidad de la fe en los ángeles custodios que tenían los primeros fieles. "Mira con qué confianza trataban a sus Custodios los primeros cristianos.

"—¿Y tú?"9.

Nosotros hemos de tratarles también con naturalidad y confianza, y nos asombraremos muchas veces del auxilio que nos prestan, para vencer en las luchas contra el maligno. "Estamos bien ayudados por los ángeles buenos, mensajeros del amor de Dios, a los cuales, enseñados por la tradición de la Iglesia, dirigimos nuestra oración: "Ángel de Dios, que eres mi custodio, ilumíname, custódiame, rígeme y gobiérname, ya que he sido confiado a tu piedad celeste. Amén""10.

II. "... Y los ángeles vinieron y le servían". Los ángeles custodios tienen la misión de ayudar a cada hombre a alcanzar su fin sobrenatural. Yo mandaré a un ángel delante de ti -dice el Señor a Moisés- para que te defienda en el camino y te haga llegar al lugar que te he dispuesto11. Y el Catecismo Romano comenta: "Porque así como los padres, cuando los hijos precisan viajar por caminos malos y peligrosos, hacen que les acompañen personas que les cuiden y defiendan de los peligros, de igual manera nuestro celestial Padre, en este viaje que emprendemos para la celeste Patria, a cada uno de nosotros nos da ángeles para que, fortificados con su poder y auxilio, nos libremos de los lazos furtivamente preparados por nuestros enemigos y rechacemos las terribles acometidas que nos hacen; y para que con tales guías sigamos por el camino recto, sin que ningún error interpuesto por el enemigo sea capaz de separarnos del camino que conduce al cielo"12.

Misión de los ángeles custodios, por tanto, es auxiliar al hombre contra todas las tentaciones y peligros, y traer a su corazón buenas inspiraciones. Son nuestros intercesores, nuestros custodios, y nos prestan su ayuda cuando los invocamos. "Los Santos interceden por los hombres, mientras los Ángeles Custodios no solo ruegan por los hombres, sino que actúan alrededor de ellos. Si por parte de los bienaventurados se da una intercesión, por parte de los ángeles hay una intercesión y una intervención directa: son al mismo tiempo abogados de los hombres cerca de Dios y ministros de Dios cerca de los hombres"13.

El Ángel Custodio nos puede prestar también ayudas materiales, si son convenientes para nuestro fin sobrenatural o para el de los demás. No tengamos reparos en pedirle su favor en las pequeñas cosas materiales que necesitamos cada día: encontrar aparcamiento para el coche, no perder el autobús, ayuda en un examen que hemos estudiado, etc. Especialmente pueden colaborar con nosotros en el apostolado, en la lucha contra las tentaciones y contra el demonio, y en la oración. "Los ángeles, además de llevar a Dios nuestras noticias, traen los auxilios de Dios a nuestras almas y las apacientan como buenos pastores, con comunicaciones dulces e inspiraciones divinas. Los ángeles nos defienden de los lobos, que son los demonios, y nos amparan"14.

Al Ángel Custodio hemos de tratarle como a un entrañable amigo. Él está siempre en vela, constantemente dispuesto a prestarnos su concurso, si se lo pedimos. Es una gran pena cuando, por olvido, por tibieza o por ignorancia, no nos sentimos acompañados por tan fiel compañero, o no le pedimos ayuda en tantas ocasiones en que la necesitamos. Nunca estamos solos en la tentación o en la dificultad, nuestro Ángel nos asiste; estará a nuestro lado hasta el mismo momento en que abandonemos este mundo.

Al final de la vida, el Ángel Custodio nos acompañará ante el tribunal de Dios, como manifiesta la liturgia de la Iglesia en las oraciones para la recomendación del alma en el momento de la muerte.

III. "Ten confianza con tu Ángel Custodio. —Trátalo como un entrañable amigo –lo es– y él sabrá hacerte mil servicios en los asuntos ordinarios de cada día"15.

Para que el Ángel Custodio nos preste su ayuda es necesario darle a conocer, de alguna manera, nuestras intenciones y nuestros deseos. A pesar de la gran perfección de su naturaleza, los ángeles no tienen el poder de Dios ni su sabiduría infinita, de modo que no pueden leer el interior de las conciencias. Basta con que le hablemos mentalmente para que nos entienda, e incluso para que llegue a deducir de nuestro interior más de lo que nosotros mismos somos capaces de expresar. Por eso es tan importante tener un trato de amistad con el Ángel de la Guarda.

Además de nuestra amistad, al Ángel Custodio le debemos veneración, como a quien está siempre en la presencia de Dios, contemplándole cara a cara, y, a la vez, junto a nosotros.

La devoción a nuestro Ángel Custodio será una eficaz ayuda en nuestras relaciones con Dios en el trabajo, en el trato con las personas que nos rodean, en los pequeños y en los grandes conflictos que se pueden presentar a lo largo de nuestros días. En este tiempo de Cuaresma podemos tener especialmente presente, y nos debe conmover, la escena en el Huerto de Getsemaní, en que la Humanidad Santísima del Señor es confortada por un Ángel del Cielo.

"Hay que saber tratar a los Ángeles. Acudir a ellos ahora, decir a tu Ángel Custodio que estas aguas sobrenaturales de la Cuaresma no han resbalado sobre tu alma, sino que han penetrado hasta lo hondo, porque tienes el corazón contrito. Pídeles que lleven al Señor esa buena voluntad, que la gracia ha hecho germinar de nuestra miseria, como un lirio nacido en el estercolero. Sancti Angeli, Custodes nostri: defendite nos in proelio, ut non pereamus in tremendo iudicio. Santos Ángeles Custodios: defendednos en la batalla, para que no perezcamos en el tremendo juicio"16. A la Virgen, Regina Angelorum, le rogamos que nos enseñe a tratar a los Ángeles, particularmente en esta Cuaresma.

1 Mt 4, 11. — 2 San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 63 — 3 Juan Pablo II, Audiencia general, 6-VIII-1986. — 4 Heb 1, 14. — 5 San Juan Crisóstomo, en Catena Aurea, vol. III, p. 238. — 6 Cfr. Hech 5, 19-20; 8, 26; 10, 3-6. — 7 Hech 12, 7-11. — 8 Hech 12, 13-17. — 9 Cfr. San Josemaría Escrivá, Camino, n. 570. — 10 Juan Pablo II, Audiencia general, 20-VIII-1986. — 11 Ex 23, 20. — 12 Catecismo Romano, p. 4, cap. IX, n. 4. — 13 G. Huber, Mi ángel marchará delante de ti, Ed. Palabra, Madrid 1980, 6ª ed., p. 43. — 14 San Juan de la Cruz, Cántico espiritual, 2, 3. — 15 San Josemaría Escrivá, Camino, n. 562. — 16 ídem, Es Cristo que pasa, 63.

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Santoral               (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

Fuente: Archidiócesis de Madrid
Juliana, (o Ileana) Mártir, Santa Biografía 16 de febrero S III  

Juliana, (o Ileana) Mártir, Santa

Febrero 16

 

Cuando llegó la paz de Constantino, la matrona Sofronia tomó las reliquias del cuerpo de la mártir Juliana con la intención de llevarlas consigo a Roma. Por una tempestad, tuvo que desembarcar en Puzoli donde le edificó un templo que luego destruyeron los lombardos. Las reliquias se vieron peligrar y prudentemente se trasladaron a Nápoles donde reposan y se veneran con gran devoción.

En Nicomedia tuvieron lugar los hechos, de mil maneras narrados y con toda clase de matices comentados, en torno a esta santa que hizo un proyecto de su vida contrapuesto al deseado por su padre. Los narraré escuetamente adelantando ya que fue por la persecución de Maximiano.

Juliana es hija de una conocida familia ilustre pero con un padre pagano metido en el ejercicio del Derecho - que cuando llega el momento llega a convertirse en perseguidor de los cristianos - y una madre agnóstica. Ella, por la situación del entorno familiar nada favorable para la vivencia cristiana, se ha hecho bautizar en secreto. Además se le ha ocurrido entregarse enteramente a Cristo y no entra el casamiento en sus planes de futuro. Este es el marco.

La dificultad del caso comienza cuando Eluzo, que es un senador joven, quiere casarse con Juliana. La cosa se pone aún más interesante porque, conociendo que Eluzo bebe los vientos por su hija, ya ha concertado el padre el matrimonio entre el senador y la joven, comprometiendo su honorabilidad.

La supuesta novia lo recibe amablemente y con cortesía haciendo gala de su esmerada educación. Pero, al llegar el momento culminante de los detalles matrimoniales, salta sobre el tapete una condición al aspirante con la intención de desligarse del compromiso. No lo aceptará -le dice- mientras no sea juez y prefecto de la ciudad. Claro que eso era como pedir la luna; pero se vio pillada en sus palabras ya que en poco tiempo, gracias a influencias, dinero y valía personal, Eluzo se ha convertido en juez y prefecto de Nicomedia; además, continúa insistiendo en sus pretensiones matrimoniales con Juliana. La doncella mantiene la dignidad dándole toda clase de felicitaciones y parabienes, al tiempo que le asegura no poder aceptar el matrimonio hasta que se dé otra condición imprescindible para cubrir la sima que los separa: debe hacerse cristiano.

Ante tamaño disparate es el propio Eluzo quien pondrá al padre al corriente de lo que está pasando y de la "novedad" que se presenta. "Si eso es verdad, seremos juez y fiscal para mi hija". Juliana sólo sabe contestar a su padre furioso que ansía ser la primera dama de la ciudad, pero que sin ser cristiano, todo lo demás lo estima en nada.

"Por Apolo y Diana! Más quiero verte muerta que cristiana".

Convertida al cristianismo, se destacó por su entusiasmo y ardor en la difusión de la fe, por lo que fue encarcelada, torturada y finalmente decapitada el año 305. Su cuerpo fue trasladado a Cumas, en Italia, y posteriormente su reliquias llegaron a España, donde en su honor los condes de Castilla levantaron el célebre monasterio de Santillana (Santa Ileana), uno de los mejores monumentos de la Edad Media española


En la conversación tratará a su padre con respeto y amor de hija, pero... "mi Salvador es Jesucristo en quien tengo puesta toda mi confianza". Vienen los tormentos esperados cuando las razones no son escuchadas. Estaño derretido y fuego; además, cárcel para darle tiempo a pensar y llevarla a un cambio de actitud. Finalmente, con 18 años, se le corta la cabeza el 16 de febrero del 308.

Alguna vez hay padres "se pasan" al forzar a sus hijos cuando tienen que elegir estado. Esto tiene más complicaciones si razones profundas, como la fe práctica, dificulta la comprensión de los motivos que distancian. ¿No pensaría el padre de Juliana que sin matrimonio y cristiana su hija sería desgraciada? Quizá con viva fe cristiana llegara a vislumbrar que Jesucristo llena más que el dinero, el poder, la dignidad y la fama.

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Onésimo Santo Mártir, 16 de febrero  

Onésimo Santo

Mártir
Febrero 16

 

Etimológicamente significa "ayuda, bienhechor". Viene de la lengua griega.

Este esclavo, muerto en el año 90, lo nombra san Pablo brevemente en alguna de sus cartas. Se sabe que estaba al servicio de Filemón, el líder de la ciudad de Colosas.

Tenía una amistad muy íntima con Pablo porque fue uno de sus conversos. Gozaba de una buena reputación como persona amable, generosa y hospitalaria.

El pecado de haber robado a su dueño, lo confesó y pidió perdón. Desde entonces ya nunca dejaría los pasos de san Pablo, el apóstol de las gentes.

Volvió de nuevo a casa de Filemón y lo aceptó como a un verdadero hermano, ya que san Pablo lo nombró de nuevo en la carta a los de Colosas.

Todo el resto de su vida es un tanto desconocido. Sin embargo, autores de la solvencia y garantía como san Jerónimo, afirman que Onésimo llegó a ser predicador de la Palabra de Dios, y algo más tarde fue consagrado obispo, posiblemente de Berea en Macedonia, y su anterior dueño fue también consagrado obispo de Colosas.

Otras fuentes afirman que Onésimo predicó en España y aquí sufrió el martirio.

Lo que realmente impactó a este santo fue la visita que le hizo a san Pablo cuando estaba encarcelado en Roma, en las prisiones Mamertinas, en el mismo Foro romano. Hoy día se pueden ver.

Este encuentro le dejó el alma tan llena, tan feliz y tan impresionada por la actitud de Pablo prisionero por Cristo, que fue el origen de su verdadera conversión a la fe de Cristo para toda su vida.

Domiciano sintió ganas de conocerlo, no tanto por ver sus milagros y costumbres, sino para acabar con su vida en el año 90 ó 95.

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Fuente: EWTN.com
Macario, San Abad, Febrero 16  

Macario, San

Abad

Martirologio Romano: Conmemoración de san Macario el Grande, presbítero y abad del monasterio de Scete, en Egipto, que, considerándose muerto al mundo, vivía sólo para Dios, enseñándolo así a sus monjes (c. 390).

Etimología: Macario = Aquel que ha encontrado la felicidad, es de origen griego.

Este santo nació en Egipto por el año 300. Pasó su niñez como pastor, y en las soledades del campo adquirió el gusto por la oración y por la meditación y el silencio.

Una mujer atrevida le inventó la calumnia de que el niño que iba a tener era hijo de Macario, el cual, según decía ella, la había obligado a pecar. La gente enardecida arrastró al pobre joven por las calles. Pero él le pidió al Señor en su oración que hiciera saber a todos la verdad, y sucedió que tal mujer empezó a sentir terribles dolores y no podía dar a luz, hasta que al fin contó a sus vecinos quién era el verdadero papá del niño. Entonces la gente se convenció de la inocencia de Macario y cambió su antiguo odio por una gran admiración a su humildad y a su paciencia.

Para huir de los peligros del mundo, Macario se fue a vivir en un desierto de Egipto, dedicándose a la oración, a la meditación y a la penitencia, y allí estuvo 60 años y fueron muchos los que se le fueron juntando para recibir de él la dirección espiritual y aprender los métodos para llegar a la santidad.

El obispo de Egipto ordenó de sacerdote a Macario para que pudiera celebrarles la misa a sus numerosos discípulos. Después fue necesario ordenar de sacerdotes a cuatro de sus alumnos para atender las cuatro iglesias que se fueron construyendo allí cerca donde él vivía, para los centenares de cristianos que se habían ido a seguir su ejemplo de oración, penitencia y meditación en el desierto.

Macario quería cumplir aquella exigencia de Jesús: "Si alguno quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo", y se dedicó a mortificar sus pasiones y sus apetitos. Estaba convencido de que nadie será puro y casto si no les niega de vez en cuando a sus sentidos algo de lo que estos piden y desean. Deseaba dominar sus pasiones y dirigir rectamente sus sentidos. Sentía la necesidad de vencer sus malas inclinaciones, y notó que el mejor modo para obtener esto era la mortificación y la penitencia. Como su carne luchaba contra su espíritu, se propuso por medio del espíritu dominar las pasiones de la carne. A quienes le preguntaban por qué trataba tan duramente a su cuerpo, les respondía: "Ataco al que ataca mi alma". Y si a alguno le parecían demasiadas sus mortificaciones le decía: "Si supieras las recompensas que se consiguen mortificando las pasiones del cuerpo, nunca te parecerían demasiadas las mortificaciones que se hacen para conservar la virtud".

En aquellos desiertos, con 40 grados de temperatura y un viento espantosamente caliente y seco, no tomaba agua ni ninguna otra bebida durante el día. En un viaje al verlo torturado por la sed, un discípulo le llevó un vaso de agua, pero el santo le dijo: "Prefiero calmar la sed, descansando un poco debajo de una palmera", y no tomó nada. Y a uno de sus seguidores les dijo un día: "En estos últimos 20 años jamás he dado a mis sentidos todo lo que querían. Siempre los he privado de algo de lo que más deseaban".

Dominaba su lengua y no decía sino palabras absolutamente necesarias. A sus discípulos les recomendaba mucho que como penitencia guardaran el mayor silencio posible. Y les aconsejaba que en la oración no emplearan tantas palabras. Que le dijeran a Nuestro Señor: "Dios mío, concédeme las gracias que Tú sabes que necesito". Y que repitiera aquella oración del salmo: "Dios mío, ven en mi auxilio, Señor date prisa en socorrerme".

Admirable era el modo como moderaba su genio y su carácter, de manera que la gente quedaba muy edificada al verlo siempre alegre, de buen genio y que no se impacientara por más que lo ofendieran o lo humillaran.

A un joven que le pedía consejos de cómo librarse de la preocupación del qué dirán los demás, lo mandó a un cementerio a que les dijera un montón de frases duras a los muertos. Cuando volvió le preguntó Macario: Qué te respondieron los muertos? NO me respondieron nada, le dijo el joven. ¡Entonces ahora vas y les dices toda clase de elogios y alabanzas! El muchacho se fue e hizo lo que el santo le había mandado, y éste volvió a preguntarle: ¿Qué te respondieron los muertos? ¡Padre, nada me respondieron! "Pues mira", le dijo el hombre de Dios: "Tú tienes que ser como los muertos: ni entristecerte porque te critican y te insultan, ni enorgullecerte porque te alaban y te felicitan. Porque tú eres solamente lo que eres ante Dios, y nada más ni nada menos".

A uno que le preguntaba qué debía hacer para no dejarse derrotar por las tentaciones impuras le dijo: "Trabaje más, coma menos, y no les conceda a sus sentidos y a sus pasiones el gusto al placer inmediato. Quien no se mortifica en lo lícito, tampoco se mortificará en lo ilícito". El otro practicó estos consejos y conservó la castidad.

Macario le pidió a Dios que le dijera a qué grado de santidad había llegado ya, y Nuestro Señor le dijo que todavía no había llegado a ser como la de dos señoras casadas que vivían en la ciudad más cercana. El santo se fue a visitarlas y a preguntarles qué medios empleaban para santificarse, y ellas le dijeron que los métodos que empleaban eran los siguientes: dominar la lengua, no diciendo palabras inútiles o dañosas. Ser humildes, soportando con paciencia las humillaciones que recibían y la pobreza y los oficios sencillos que tenían que hacer. Ser siempre amables y muy pacientes, especialmente con sus maridos que eran muy malgeniudos, y con los hijos rebeldes y los vecinos ásperos y poco caritativos. Y como medio muy especial le dijeron que se esmeraban por vivir todo el día en comunicación con Dios, ofreciéndole al Señor todo lo que hacían, sufrían y decían, todo para mayor gloria de Dios y salvación de las almas.

Los herejes arrianos que negaban que Jesucristo es Dios, desterraron a Macario y sus monjes a una isla donde la gente no creía en Dios. Pero allí el santo se dedicó a predicar y a enseñar la religión, y pronto los paganos que habitaban en aquellas tierras se convirtieron y se hicieron cristianos.

Cuando los herejes arrianos fueron vencidos, Macario pudo volver a su monasterio del desierto. Y sintiendo que ya iba a morir, pues tenía 90 años, llamó a los monjes para despedirse de ellos. Al ver que todos lloraban, les dijo: "Mis buenos hermanos: lloremos, lloremos mucho, pero lloremos por nuestros pecados y por los pecados del mundo entero. Esas sí son lágrimas que aprovechan para la salvación".

Jesús dijo: "Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados (Mt. 5). Dichosos los que lloran y se afligen por sus propios pecados. Dichosos los que lloran por las ofensas que los pecadores le hacen a Dios. Lloremos arrepentidos en esta vida, para que no tengamos que ir a llorar a los tormentos eternos". Y murió luego muy santamente. Llevaba 60 años rezando, ayunando, haciendo penitencia, meditando y enseñando, en el desierto.

Oración
San Macario, santo penitente:
consíguenos de Dios la gracia de hacer penitencia por nuestros pecados en esta vida,
para no tener que ir a pagarlos en los castigos de la eternidad.
Amén



¡Felicidades a quienes tengan este nombre!

El Martirologio Romano en la actualidad lo recuerda el 19 de enero.

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Bernardo de Escammaca Religioso, 16 de febrero  

Febrero 16
Religioso

 

Etimológicamente significa "corazón de oro". Viene de la lengua alemana.

No podemos olvidar que, para Dios, todo ser humano es sagrado, consagrado por la inocencia herida de su infancia. En efecto, muchas veces, es de la herida de la infancia de donde sacamos energías para amar, para amar hasta el final de nuestra existencia sobre la tierra.

Este joven siciliano tuvo una buena educación por parte de sus padres, ricos y adinerados.
Pero, al llegar a su juventud, malgastó el tiempo en juergas y en fiestas.

En un duelo resultó gravemente herido. Este suceso le hizo asentar la cabeza. Su larga convalecencia le permitió pensar mucho.

Una vez que se puso bueno, salió de casa y se fue derecho a los Dominicos para pedir que lo admitieran en la Orden.

Ya como religioso, fue lo opuesto a lo que fue antes. Dejó todo lo que le atraía para dedicarse a la oración, la soledad y la continua penitencia.
Su herida juvenil se le iba curando poco a poco. Cuando se ponía a confesar era extremadamente amable con los pecadores.

Este fue su trabajo fundamental durante su vida, ya que no tenía muchas cualidades para predicar.
Ejercía un gran poder sobre los pájaros y los animales, cuenta una leyenda. Cuando salía a pasear por el jardín, los pájaros se ponían delante para cantarle. Cuando veían que había entrad en éxtasis, dejaban de cantar.

Una vez fue el portero a su habitación para llamarle, y vio un gran resplandor en la puerta. Miró y pudo ver un niño celestial que le sostenía el libro que leía. Fue corriendo al superior para que viera la maravilla.

Tenía el don de la profecía. Lo empleaba para que la gente cambiara de vida. Después de su muerte, se le apareció al superior indicándole que sus restos mortales, los llevaran a la capilla del Rosario.

En su traslado, curó a un paralítico que tocó sus reliquias.
Nació en Catania y murió en 1486.

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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com

 

Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/

 

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