lunes, 12 de mayo de 2014

Lunes por las almas del Purgatorio. 12/05/2014. Beata Imelda ¡ruega por nosotros y por quienes harán la primera comunión!

JMJ

Pax

† Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 1-10

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo dijo Jesús a los fariseos:
"Les aseguro que quien no entra por la puerta al corral de las ovejas, sino por otra parte, es ladrón y bandido. El pastor de las ovejas entra por la puerta. A éste le abre el guardián y las ovejas escuchan su voz; él las llama por su nombre y las saca fuera del corral. Cuando han salido todas las suyas, se pone al frente de ellas, y las ovejas lo siguen, pues conocen su voz. En cambio, nunca siguen a un extraño, sino que huyen de él, porque su voz les resulta desconocida".
 
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no comprendieron su significado. Entonces añadió Jesús:
"Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que vinieron antes que yo, eran
 
ladrones y bandidos, por eso las ovejas no les hicieron caso. Yo soy la puerta. Todo el que entre en el corral de las ovejas por esta puerta, estará a salvo, y sus esfuerzos por buscar el alimento no serán en vano. El ladrón va al rebaño únicamente para robar, matar y destruir. Yo he venido para dar vida a los hombres y para que la tengan en plenitud".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs

Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354

Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295

Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). "Te amo, pero quiero verte todos los días, y menos los de descanso". ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice eso a otro? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.

 

Misal

 

lun 4a. Sem Pascua

Antífona de Entrada

El agricultor aguarda paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía. Aleluya.

 

Oración Colecta

Oremos:
Señor, Dios nuestro, que en la humildad y sencillez de san Isidro labrador nos dejaste un ejemplo de vida escondida en ti con Cristo; concédenos que el trabajo de cada día humanice nuestro mundo y sea al mismo tiempo plegaria de alabanza a tu nombre.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

También a los paganos les ha concedido Dios la conversión que lleva a la vida

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 11, 1-18

En aquellos días, los apóstoles y los hermanos que vivían en Judea se enteraron de que también los paganos habían recibido la palabra de Dios. Y cuando Pedro fue a Jerusalén, los partidarios de la circuncisión le reprochaban:
"Entraste en casa de incircuncisos y comiste con ellos". 
Entonces Pedro comenzó a darles una explicación punto por punto:
"Yo estaba en Jafa orando, cuando caí en éxtasis y tuve una visión. Una especie de lienzo grande, colgado por las cuatro puntas, descendía desde el cielo, y vino hasta mí. Yo lo miraba con atención y vi que estaba lleno de animales: cuadrúpedos, bestias, reptiles y aves. Entonces oí una voz que me decía:
"Pedro, levántate, mata y come".
Yo respondí:
"De ninguna manera, Señor; jamás ha entrado en mi boca nada profano o impuro".
Pero la voz me habló por segunda vez desde el cielo y me dijo:
"Lo que Dios ha hecho puro, no lo consideres tú impuro".
Esto se repitió tres veces, y después todo fue retirado de nuevo al cielo. En ese mismo momento, se presentaron en la casa donde estábamos tres hombres que habían enviado desde Cesarea para buscarme. Y el Espíritu me dijo que fuera con ellos sin dudar. Vinieron conmigo también estos seis hermanos, y entramos en la casa de aquel hombre. El nos contó cómo había visto un ángel que se presentó en su casa y le dijo: 
"Manda que vayan a Jafa en busca de Simón, llamado Pedro; sus palabras te traerán la salvación a ti y a todos los de tu casa".
Apenas había yo comenzado a hablar, cuando el Espíritu Santo descendió sobre ellos, como sucedió con nosotros al principio. Entonces recordé aquello que había dicho el Señor:
"Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo".
Por tanto, si Dios les había dado a ellos el mismo don que a nosotros por creer en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para oponerme a Dios? 
Al oír esto, se calmaron y alabaron a Dios diciendo:
"¡También a los paganos les ha concedido Dios la conversión que lleva a la vida!"". 
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Sal 41, 2-3; 42, 3.4

Tengo sed de Dios, del Dios vivo.

Como busca el venado corrientes de agua, así, Dios mío, te busca todo mi ser. Tengo sed de Dios, del Dios vivo: ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?
Tengo sed de Dios, del Dios vivo.

Envíame tu luz y tu verdad, que ellas me guíen, y me lleven a tu santo monte, hasta tu morada.
Tengo sed de Dios, del Dios vivo.

Y me acercaré al altar de Dios, al Dios de mi alegría, y te daré gracias con el arpa, Dios, Dios mío.
Tengo sed de Dios, del Dios vivo.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya. 
Yo soy el buen pastor, dice el Señor; yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen. 
Aleluya.

Evangelio

El buen pastor da la vida por sus ovejas

† Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 1-10

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo dijo Jesús a los fariseos:
"Les aseguro que quien no entra por la puerta al corral de las ovejas, sino por otra parte, es ladrón y bandido. El pastor de las ovejas entra por la puerta. A éste le abre el guardián y las ovejas escuchan su voz; él las llama por su nombre y las saca fuera del corral. Cuando han salido todas las suyas, se pone al frente de ellas, y las ovejas lo siguen, pues conocen su voz. En cambio, nunca siguen a un extraño, sino que huyen de él, porque su voz les resulta desconocida". 
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no comprendieron su significado. Entonces añadió Jesús:
"Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que vinieron antes que yo, eran 
ladrones y bandidos, por eso las ovejas no les hicieron caso. Yo soy la puerta. Todo el que entre en el corral de las ovejas por esta puerta, estará a salvo, y sus esfuerzos por buscar el alimento no serán en vano. El ladrón va al rebaño únicamente para robar, matar y destruir. Yo he venido para dar vida a los hombres y para que la tengan en plenitud".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Acepta y santifica, Señor, estos dones de pan y de vino, fruto de la tierra que cultivó san Isidro labrador regándola con el sudor de su frente. 
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

La gloria de los santos

En verdad es justo darte gracias y deber nuestro glorificarte, Padre santo, porque manifiestas tu gloria en la asamblea de los santos, y, al coronar sus méritos, coronas tu propia obra.
Tú nos ofreces el ejemplo de su vida, la ayuda de su intercesión y la participación en su destino, para que, animados por su presencia alentadora, luchemos sin desfallecer en la carrera y alcancemos, como ellos, la corona de gloria que no se marchita, por Cristo, Señor nuestro.
Por eso, 
con los ángeles y arcángeles y con la multitud de los santos, te cantamos sin cesar el himno de alabanza: 

Antífona de la Comunión

Oró y el cielo derramó lluvia y la tierra produjo sus frutos. Aleluya.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Te pedimos, Señor, que el alimento santo que hemos recibido sea en nosotros siembra prometedora de cosecha abundante de caridad, para que, a imitación de san Isidro, cuya memoria hemos celebrado, 
sepamos compartir nuestro pan de cada día con nuestros hermanos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

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Dia 12/05-1 San Pancracio (Mártir, rojo)

Antífona de Entrada

Este santo luchó hasta la muerte por la ley de Dios y no se aterrorizó ante la amenaza de los impíos, pues estaba afianzado sobre roca firme.

 

Oración Colecta

Oremos:
Dios omnipotente y misericordioso, que mantuviste firme en medio de los tormentos a tu santo mártir Pancracio; protege a quienes celebramos hoy su triunfo, para que no caigamos nunca en las tentaciones del enemigo.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Señor Jesús, recibe mi espíritu

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
7, 55-60

En aquellos días, Esteban, lleno del Espíritu Santo, miró al cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús, que estaba de pie a la derecha de Dios, y dijo:
"Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pié a la derecha de Dios".
Entonces los miembros del sanedrín gritaron con fuerza, se taparon los oídos y todos a una se precipitaron sobre él. Lo sacaron fuera de la ciudad y empezaron a apedrearlo. Los falsos testigos depositaron sus mantos a los pies de un joven, llamado Saulo.
Mientras lo apedreaban, Esteban repetía esta oración: "Señor Jesús, recibe mi espíritu. Después se puso de rodillas y dijo con fuerte voz:
"Señor, no les tomes en cuenta este pecado".
Diciendo esto, se durmió en el Señor.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del salmo 102

Bendice al Señor, alma mía.

Bendice al Señor, alma mía, y todo lo que soy, su santo nombre. Bendice al Señor, alma mía, y no eches al olvido sus favores.
Bendice al Señor, alma mía.

Pues el Señor perdona tus pecados y tus dolencias cura; él rescata tu vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura.
Bendice al Señor, alma mía.

El Señor es clemente y bondadoso, lento al enojo, pronto a la indulgencia; no está siempre acusando ni su rencor por siglos alimenta.
Bendice al Señor, alma mía.

Como un padre amoroso con su hijo así es tierno el Señor con quien lo quiere; pues sabe bien de lo que estamos hechos y no olvida que somos barro débil.
Bendice al Señor, alma mía.

El amor del Señor por siempre permanece, y su justicia llega hasta los hijos y a la generación siguiente de los hombres que cumplen con su alianza y sus leyes recitan y obedecen.
Bendice al Señor, alma mía.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Quien permanece en el amor, permanece en Dios, y Dios en él, dice el Señor.
Aleluya.

Evangelio

Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán

Ý Lectura del santo Evangelio según san Juan
15, 18-21

En aquel tiempo, Jesús a sus discípulos:

"Si el mundo los odia, sepan que me ha odiado a mí antes que a ustedes. Si fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya; pero el mundo los odia porque no son del mundo, pues al elegirlos, yo los he separado del mundo.
Acuérdense de lo que les dije: "
el siervo no es superior a su Señor". Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán, y el caso que han hecho de mis palabras lo harán de las de ustedes. Todo esto se lo van a hacer por mi causa, pues no conocen a aquel que me envío".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Santifica, Señor, con tu bendición estas ofrendas y enciende en nosotros ese amor a ti, por el que tu santo mártir Pancracio fue capaz de soportar todos los tormentos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

Testimonio y ejemplo de los mártires

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque la sangre del glorioso mártir san Pancracio, derramada como la de Cristo para proclamar su fidelidad a ti, manifiesta tu admirable poder, que convierte la fragilidad en fortaleza y al hombre débil robustece para que sea testigo tuyo.
Por eso,
como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te aclamamos diciendo si cesar:

Antífona de la Comunión

Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y que me siga, dice el Señor.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Que el sacramento que hemos recibido nos dé, Señor, la misma fortaleza con la que tu santo mártir Pancracio fue fiel en tu servicio y generoso en el sufrimiento.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

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Día 12/05-2 Santos Nereo y Aquiles (Mártires Rojo)

Antífona de Entrada

Los santos, que siguieron las huellas de Cristo, viven gozosos en el cielo. Derramaron la sangre por su amor; por eso se alegran con Cristo para siempre.

 

Oración Colecta

Oremos:
Concédenos, Señor, que nuestras oraciones nos sirven de alegría y ayuda, para que, al celebrar la fiesta anual de los santos mártires san Nereo y Aquiles, imitemos su constancia en la fe.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Son los que han pasado por la gran persecución.

Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan
7, 9-17

Yo, Juan, vi una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla. Eran individuos de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas. Todos estaban de pie, delante del trono y del Cordero; iban vestidos con una túnica blanca; llevaban palmas en las manos y exclamaban con voz poderosa:
"¡La salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!"
Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono, de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, cayeron rostro en tierra delante del trono y adoraron a Dios, diciendo:
"Amén. La alabanza, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fuerza, se le deben para siempre a nuestro Dios".
Entonces uno de los ancianos me preguntó:
"¿Quiénes son y de dónde han venido los que llevan la túnica blanca?"
Yo le respondí:
"Señor mío, tú eres quien lo sabe".
Entonces él me dijo:
"Son los que han pasado por la gran persecución y han lavado y blanqueado su túnica con la sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de Dios y le sirven día y noche en su templo, y el que está sentado en el trono los protegerá continuamente.
Ya no sufrirán hambre ni sed, no los quemará el sol ni los agobiará el calor. Porque el Cordero, que está en medio del trono, será su pastor y los conducirá a las fuentes del agua de la vida, y Dios enjugará de sus ojos toda lágrima".
Palabra de Dios.
Te alabamos Señor.

Salmo Responsorial

Del salmo 123

Nuestra alma se salvó como un ave de la trampa del cazador.

De no estar el Señor de nuestra parte cuando nos perseguían nos habrían ahí tragado vivos; contra nosotros tanto ardía su ira.
Nuestra alma se salvó como un ave de la trampa del cazador.

Las aguas nos habrían arrollado, nos habría el torrente sumergido; tragado nos habría el turbulento río.
Nuestra alma se salvó como un ave de la trampa del cazador.

Las redes se rompieron y escapamos de ellas. Nuestra ayuda nos viene del Señor que hizo el cielo y la tierra.
Nuestra alma se salvó como un ave de la trampa del cazador.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos, dice el Señor.
Aleluya.

Evangelio

Los llevarán a ustedes ante gobernadores y reyes por mi causa; así darán testimonio de mí ante ellos y ante los paganos

Ý Lectura del santo Evangelio según san Mateo
10, 17-22

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles:
"Cuídense de la gente, porque los llevarán a los tribunales, los azotarán en las sinagogas, los llevarán ante gobernadores y reyes por mi causa; así darán testimonio de mí ante ellos y ante los paganos. Pero, cuando los enjuicien, no se preocupen por lo que van a decir o por la forma de decirlo, porque en ese momento se les inspirará lo que han de decir. Pues no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu de su Padre el que hablará por ustedes.
El hermano entregará a su hermano a la muerte, y el padre a su hijo; los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán; todos los odiarán a ustedes por mi causa, pero el que persevere hasta el fin, se salvará".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Recibe, Padre santo, las ofrendas que te presentamos en la fiesta de tus mártires Nereo y Aquiles; y concédenos la gracia de permanecer siempre firmes en la confesión de tu nombre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

Testimonio y ejemplo de los mártires

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque la sangre de los gloriosos mártires san Nereo y Aquileo derramada como la de Cristo para proclamar su fidelidad a ti, manifiesta tu admirable poder, que convierte la fragilidad en fortaleza y al hombre débil robustece para que sea testigo tuyo.
Por eso,
como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te aclamamos diciendo si cesar:

Antífona de la Comunión

Ustedes son los que han perseverado conmigo en mis pruebas, y yo les transmito el Reino, dice el Señor: comerán y beberán a mi mesa en mi Reino.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Señor y Dios nuestro, que iluminaste el misterio de la cruz en la muerte gloriosa de tus mártires; escucha nuestra súplica y haz que, fortalecidos por este sacrificio, nos unamos a Cristo fielmente y trabajemos en la Iglesia por la salvación de todos los hombres.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

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Meditación diaria

Pascua. 4ª semana. Lunes

DESEOS DE SANTIDAD

— Querer ser santos es el primer paso necesario para recorrer el camino hasta el final. Deseos sinceros y eficaces.

— El aburguesamiento y la tibieza matan los deseos de santidad. Estar vigilantes.

— Contar con la gracia de Dios y con el tiempo. Evitar el desánimo en la lucha por mejorar.

I. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. Como el ciervo desea las fuentes de las aguas, así te desea mi alma, oh Dios... ¿Cuándo vendré y apareceré ante la cara de Dios?1. Así rezamos en la liturgia de la Misa. El ciervo que busca saciar su sed en la fuente es la figura que emplea el salmista para descubrir el deseo de Dios que anida en el corazón de un hombre recto: ¡sed de Dios, ansias de Dios! He aquí la aspiración de quien no se conforma con los éxitos que el mundo ofrece para satisfacer las ilusiones humanas. ¿De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si luego pierde su alma?2. Esta pregunta de Jesús nos sitúa de un modo radical ante el grandioso horizonte de nuestra vida, de una vida cuya razón última está en Dios. ¡Mi alma tiene sed de Dios! Los santos fueron hombres y mujeres que tuvieron un gran deseo de saciarse de Dios, aun contando con sus defectos. Cada uno de nosotros puede preguntarse: ¿tengo verdaderamente ganas de ser santo? Es más, ¿me gustaría ser santo? La respuesta sería afirmativa, sin duda: sí. Pero debemos procurar que no sea una respuesta teórica, porque la santidad para algunos puede ser «un ideal inasequible, un tópico de la ascética, pero no un fin concreto, una realidad viva»3. Nosotros queremos hacerla realidad con la gracia del Señor.

Así te desea mi alma, oh Dios. Hemos de comenzar por fomentar en nuestra alma el deseo de ser santos, diciendo al Señor: «quiero ser santo»; o, al menos, si me encuentro flojo y débil, «quiero tener deseos de ser santo». Y para que se disipe la duda, para que la santidad no se quede en sonido vacío, volvamos nuestra mirada a Cristo: «El divino Maestro y Modelo de toda perfección, el Señor Jesús, predicó a todos y cada uno de sus discípulos, cualquiera que fuese su condición, la santidad de vida, de la que Él es iniciador y consumador: Sed, pues, perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto (Mt 5, 48)»4.

Él es el iniciador. Si no fuera así, nunca se nos habría ocurrido la posibilidad de aspirar a la santidad. Pero Jesús la plantea como un mandato: sed perfectos, y por eso no es extraño que la Iglesia haga sonar con fuerza esas palabras en los oídos de sus hijos: «Quedan, pues, invitados y aun obligados todos los fieles cristianos a buscar insistentemente la santidad y la perfección dentro de su estado»5.

Como consecuencia, ¡qué clara ha de ser nuestra ansia de santidad! En la Sagrada Escritura, el profeta Daniel es llamado vir desideriorum, «varón de deseos»6. ¡Ojalá cada uno mereciese ese apelativo! Porque tener deseos, querer ser santos, es el paso necesario para tomar la decisión de emprender un camino con el firme propósito de recorrerlo hasta el final: «... aunque me canse, aunque no pueda, aunque reviente, aunque me muera»7.

«Deja que se consuma tu alma en deseos... Deseos de amor, de olvido, de santidad, de Cielo... No te detengas a pensar si llegarás alguna vez a verlos realizados –como te sugerirá algún sesudo consejero–: avívalos cada vez más, porque el Espíritu Santo dice que le agradan los "varones de deseos".

»Deseos operativos, que has de poner en práctica en la tarea cotidiana»8.

Por tanto, es preciso que examinemos si nuestros deseos de santidad son sinceros y eficaces; más aún, si los tomamos como una «obligación» –como hemos visto que dice el Concilio Vaticano II– de fiel cristiano, que responde a los requerimientos divinos. En ese examen quizá encontremos la explicación de tanta debilidad, de tanta desgana en la lucha interior. «Me dices que sí, que quieres. —Bien, pero ¿quieres como un avaro quiere su oro, como una madre quiere a su hijo, como un ambicioso quiere los honores o como un pobrecito sensual su placer?

»—¿No? —Entonces no quieres»9.

Alimentemos esos deseos con la virtud de la esperanza: solo se puede querer eficazmente algo cuando hay esperanza de conseguirlo. Si se considera imposible, si pensamos que una meta no es para nosotros, tampoco la desearemos realmente; y nuestra esperanza teologal se fundamenta en Dios.

II. La conversión del centurión Cornelio, que se lee en la Primera lectura de la Misa, demuestra que Dios no hace acepción de personas. San Pedro explica a los demás lo que ha sucedido: el Espíritu Santo descendió sobre ellos, así como sobre nosotros al principio10.

La fuerza del Espíritu Santo no conoce límites ni barreras. Tampoco –como en el caso de Cornelio, que no pertenecía a la raza ni al pueblo judío– en nuestra vida personal. Por una parte, hemos de desear ser santos; por otra, si Dios no construye la casa, en vano trabajan los que la edifican11. La humildad nos llevará a contar siempre y ante todo con la gracia de Dios. Luego vendrá nuestro esfuerzo por adquirir virtudes y por vivirlas continuamente; junto a ese empeño, nuestro afán apostólico, pues no podemos pensar en una santidad personal que ignora a los demás, que no se preocupa de la caridad, porque eso es un contrasentido; y, por último, nuestro deseo de estar con Cristo en la Cruz, es decir, de ser mortificados, de no rehuir el sacrificio ni en lo pequeño, ni en lo grande si es preciso.

Hemos de estar prevenidos para no acercarnos a Dios con regateos, sin renuncias, tratando de hacer compatible el amor a Dios con lo que no le agrada. Debemos vigilar para alimentar continuamente en la oración nuestros deseos de santidad, pidiendo a Dios que sepamos luchar todos los días, que sepamos descubrir en el examen de conciencia en qué puntos se está apagando nuestro amor. Los deseos de santidad se harán realidad en el cumplimiento delicado de nuestros actos de piedad, sin abandonarlos ni retrasarlos por cualquier motivo, sin dejarnos llevar por el estado de ánimo ni por los sentimientos, pues «el alma que ama a Dios de veras no deja por pereza de hacer lo que pueda para encontrar al Hijo de Dios, su Amado. Y después que ha hecho todo lo que puede, no se queda satisfecha, pues piensa que no ha hecho nada»12.

La humildad es la virtud que no nos dejará satisfacernos ingenuamente en lo que hemos hecho ni quedarnos solo en deseos teóricos, pues siempre nos hará ver que podemos hacer más para traducir en obras de amor nuestros deseos, impidiendo que la realidad de nuestros pecados, ofensas y negligencias dé por tierra con nuestras ilusiones. La humildad, pues, no corta las alas a los deseos, sino al contrario: nos hace comprender la necesidad de recurrir a Dios para convertirlos en realidades. Con la gracia divina haremos todo lo posible para que las virtudes se desarrollen en nuestra alma, quitando obstáculos, alejándonos de las ocasiones de pecar y resistiendo con valentía a las tentaciones.

III. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Es compatible esa sed con la experiencia de nuestros defectos e incluso de nuestras caídas? Sí, porque santos son, no los que no han pecado nunca, sinolos que se han levantado siempre. Renunciar a la santidad porque nos vemos llenos de defectos es un modo encubierto de soberbia y una evidente cobardía, que acabará ahogando nuestras ansias de Dios. «Es propio de un alma cobarde y que no tiene la virtud vigorosa de confiar en las promesas del Señor, el abatirse demasiado y sucumbir ante las adversidades»13.

Dejar a Dios, abandonar la lucha porque tenemos defectos o porque existen adversidades es un grave error, una tentación muy sutil y muy peligrosa, que nos puede llevar a una manifestación de soberbia, que es la pusilanimidad, falta de ánimo y valor para tolerar las desgracias o para intentar cosas grandes. Quizá no necesitemos hacernos falsas ilusiones, porque quisiéramos ser santos en un día, y eso no es posible, salvo que Dios decidiera hacer un milagro, que no tiene por qué hacer, ya que nos da continua y progresivamente –por conductos ordinarios– las gracias que necesitamos.

El deseo de ser santos, cuando es eficaz, es el impulso consciente y decidido que nos lleva a poner los medios necesarios para alcanzar la santidad. Sin deseos, no hay nada que hacer; ni siquiera se intenta. Con deseos solo, no basta. «Hay pues, que tener paciencia, y no pretender desterrar en un solo día tantos malos hábitos como hemos adquirido, por el poco cuidado que tuvimos de nuestra salud espiritual»14.

Dios cuenta con el tiempo y tiene paciencia con cada uno de nosotros. Si nos desanimamos ante la lentitud de nuestro adelanto espiritual, hemos de recordar lo pésimo que es apartarse del bien, detenerse ante la dificultad y descorazonarse por nuestros defectos. Precisamente Dios puede concedernos más luz para ver mejor nuestra conciencia y para que emprendamos con más ánimo la lucha en nuevos frentes de batalla, recordando que los santos se han considerado siempre grandes pecadores, de ahí que procurasen esforzadamente acercarse más a Dios por medio de la oración y de la mortificación, confiados en la misericordia divina: «Esperemos con paciencia que vamos a mejorar y, en vez de inquietarnos por haber hecho poca cosa en el pasado, procuremos con diligencia hacer más en el futuro»15.

Como el ciervo desea las fuentes de las aguas, así te desea mi alma, oh Dios. Mantengamos vivo el deseo de Dios; encendamos cada día la hoguera de nuestra fe y de nuestra esperanza con el fuego del amor a Dios, que aviva nuestras virtudes y quema nuestra miseria, y saciaremos nuestra sed de santidad con el agua que salta hasta la vida eterna16.

1 Sal. 41. Salmo responsorial. — 2 Mt 16, 26. — 3 San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 96. — 4 Conc. Vat. II, Lumen gentium, 40. — 5 Ibídem, 42. — 6 Dan 9, 23. — 7 Santa Teresa, Camino de perfección, 21, 2. — 8 San Josemaría Escrivá, Surco, n. 628. — 9 ídem, Camino, n. 316. — 10 Hech 11, 15-17. — 11 Sal 126, 1. — 12 San Juan de la Cruz, Cántico espiritual, 3, 1. — 13 San Basilio, Homilía sobre la alegría, en F. Fernández Carvajal, Antología de textos, n. 1781. — 14 J. Tissot, El arte de aprovechar nuestras faltas, Palabra, 11ª ed., Madrid 1986, p. 14. — 15 Ibídem, pp. 24-25. — 16 Cfr. Jn 4, 14.

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Santoral               (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

Imelda Lamertini, Beata Virgen, Mayo 12  

Fuente: Parroquia Sagrada Familia

Imelda Lamertini, Beata

Patrona de los niños
que van a recibir la Primera Comunión

Martirologio Romano: En Bolonia, de la Emilia, beata Imelda Lambertini, virgen, aceptada desde muy pequeña como monja en la Orden de Predicadores y que, siendo aún joven, después de haber recibido de modo admirable la Eucaristía, entregó inmediatamente su espíritu (1333).

Etimológicamente: Imelda = Aquella que lucha hasta el último aliento, es de origen germánico.

 

La tradición dice que la Beata Imelda Lambertini, hija del Conde Egano Lambertini de Boloña y Castora Galuzzi, fue una niña devota y piadosa que entró en la vida religiosa a la edad de nueve años.

Su mayor deseo era recibir la Sagrada Comunión, pero era demasiado joven. Finalmente, en la Vigilia de la Ascensión, arrodillada en oración, una hostia apareció por encima de su cabeza. El capellán se la dio. Un rato más tarde, cuando la priora fue a comprobarlo, estaba muerta - arrodillada aún ante el altar. Era el 12 de mayo de 1333.

Independientemente de lo que realmente sucediera (o no sucediera) con la Beata Imelda, una cosa está clara: Imelda estaba dispuesta a aguardar pacientemente a que sus plegarias fueran respondidas.

Cuando oramos, a menudo deseamos una respuesta inmediata.

Imelda Lamertini, Beata

Queremos que Dios diga sí o no, y que lo diga en el momento. Si no podemos obtener una respuesta inmediata, queremos algún signo de que Dios ha escuchado nuestra petición y al menos está considerando seriamente el asunto. Demasiado a menudo sin embargo, lanzamos nuestras plegarias en dirección al cielo, sin estar nunca seguros de que hayan sido realmente recibidas.

Nuestras principales dificultades con la oración tienen lugar porque las respuestas no suelen venir del modo que esperamos. Miramos fijamente en una dirección, mientras la respuesta viene de la otra. Toma, por ejemplo, el caso de la Beata Imelda. Oraba para recibir la Comunión, no para que apareciese una hostia milagrosa. ¡Y Fijaos lo que recibió!

Cuando oramos, necesitamos mantener nuestros ojos y corazones abiertos para observar la respuesta. Siempre vendrá, pero casi nunca del modo en que la esperamos.

En el año 1826 S.S. León XII confirmó su culto.

El Papa San Pío X la nombró patrona de los niños que van a recibir la primera comunión.

Si usted tiene información pertinente para la canonización de la beata Imelda, comuníquese a:
Chiesa San Sigismondo
Via San Sigismondo, 7
40126 Bologna, ITALIA

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Nereo, Aquineo y Pancracio
Mártires

San Nereo y Aquineo. Siglo I.

Estos dos militares estaban al servicio de Flavia Domitila una de las primeras señoras de Roma. El historiador Eusebio dice que esta noble dama era sobrina del Emperador Domiciano y que el tal mandatario la envió al destierro, porque ella se había declarado seguidora de Jesucristo. Con Domitila fueron enviados también al destierro San Nereo y San Aquileo, porque proclamaban su fe en el Divino Redentor.
Afirma San Jerónimo que el destierro fue tan cruel y tan largo que les sirvió de martirio. Después otro emperador mandó que les cortaran la cabeza y así tuvieron el honor de derramar su sangre por proclamar su fe. El Papa San Dámaso escribió en el año 400 la siguiente inscripción en la tumba de estos dos mártires: "Nereo y Aquileo pertenecían al ejército del emperador. Pero se negaron a cumplir ciertas órdenes que a ellos les parecían crueles. Al convertirse al cristianismo abandonaron toda violencia y prefirieron tener que abandonar el ejército antes que ser crueles con los demás. Proclamaron su amor a Cristo en esta tierra y ahora gozan de la amistad de Cristo en la eternidad".

San Pancracio. Año 304.

El doce de mayo se celebra también la fiesta de San Pancracio, un jovencito romano de sólo 14 años, que fue martirizado por declarase creyente y partidario de Nuestro Señor Jesucristo.

Dicen que su padre murió martirizado y que la mamá recogió en unos algodones un poco de la sangre del mártir y la guardó en un relicario de oro, y le dijo al niño: "Este relicario lo llevarás colgado al cuello, cuando demuestres que eres tan valiente como lo fue tu padre".

Un día Pancracio volvió de la escuela muy golpeado pero muy contento. La mamá le preguntó la causa de aquellas heridas y de la alegría que mostraba, y el jovencito le respondió: "Es que en la escuela me declaré seguidor de Jesucristo y todos esos paganos me golpearon para que abandonara mi religión. Pero yo deseo que de mí se pueda decir lo que el Libro Santo afirma de los apóstoles: "En su corazón había una gran alegría, por haber podido sufrir humillaciones por amor a Jesucristo". (Hechos 6,41).

Al oír esto la buena mamá tomó en sus manos el relicario con la sangre del padre martirizado, y colgándolo al cuello de su hijo exclamó emocionada: "Muy bien: ya eres digno seguidor de tu valiente padre".

Como Pancracio continuaba afirmando que él creía en la divinidad de Cristo y que deseaba ser siempre su seguidor y amigo, las autoridades paganas lo llevaron a la cárcel y lo condenaron y decretaron pena de muerte contra él. Cuando lo llevaban hacia el sitio de su martirio (en la vía Aurelia, a dos kilómetros de Roma) varios enviados del gobierno llegaron a ofrecerle grandes premios y muchas ayudas para el futuro si dejaba de decir que Cristo es Dios. El valiente joven proclamó con toda la valentía que él quería ser creyente en Cristo hasta el último momento de su vida. Entonces para obligarlo a desistir de sus creencias empezaron a azotarlo ferozmente mientras lo llevaban hacia el lugar donde lo iban a martirizar, pero mientras más lo azotaban, más fuertemente proclamaba él que Jesús es el Redentor del mundo. Varias personas al contemplar este maravilloso ejemplo de valentía se convirtieron al cristianismo.

Al llegar al sitio determinado, Pancracio dio las gracias a los verdugos por que le permitían ir tan pronto a encontrarse con Nuestro Señor Jesucristo, en el cielo, e invitó a todos los allí presentes a creer siempre en Jesucristo a pesar de todas las contrariedades y de todos los peligros. De muy buena voluntad se arrodilló y colocó su cabeza en el sitio donde iba a recibir el hachazo del verdugo y más parecía sentirse contento que temeroso al ofrecer su sangre y su vida por proclamar su fidelidad a la verdadera religión.

Allí en Roma se levantó un templo en honor de San Pancracio y por muchos siglos las muchedumbres han ido a venerar y admirar en ese templo el glorioso ejemplo de un valeroso muchacho de 14 años, que supo ofrecer su sangre y su vida por demostrar su fe en Dios y su amor por Jesucristo.

San Pancracio: ruégale a Dios por nuestra juventud que tiene tantos peligros de perder su fe y sus buenas costumbres.

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Fuente: Enciclopedia Católica | ACI Prensa
Mamerto de Vienne, Santo Obispo, Mayo 11  

Mamerto de Vienne, Santo

Obispo

Martirologio Romano: En Vienne, en la Galia Lugdunense, san Mamerto, obispo, que, con motivo de una inminente desgracia, instituyó en esta ciudad unas solemnes letanías para el triduo preparatorio de la fiesta de la Ascensión del Señor (c. 475).

Etimológicamente: Mamerto = Aquel nacido en Mamertium, antigua ciudad al sur de Roma. Es de origen latino.

 

Obispo de Vienne, su fecha de nacimiento es desconocida; murió poco después del año 475. Con respecto a la vida de Mamerto antes de su ascenso a la sede de Vienne, nada se conoce con certeza acerca de él. El hecho de que su hermano, Claudianus Mamerto, el escritor teológico, recibió en su juventud una firme enseñanza en retórica, y disfrutaba de la compañía del Obispo Eucherius de Lyons (434-50), sugiere que los hermanos pertenecían a una familia opulenta de la ciudad de Galo en la provincia de Lyons.

Al igual que su hermano San Mamerto también fue reconocido por su conocimiento de asuntos profanes como también en teología, y antes de su denominación al episcopado, al parecer Mamerto habría estado casado. Su elección y consagración tomo lugar poco antes del año 462. Como Obispo enlista los servicios de su hermano, quien se había recluido en un claustro, y lo ordeno como sacerdote de Vienne.

La actividad de los hermanos se describe en una carta de Sidonius Apollinaris (Epist., IV, xi), en otra en cuyas cartas (VII, i) van dirigidas al Obispo Mamerto. En el año 463 Mamerto se involucró en una discusión con el Papa Hilario en referencia a los privilegios del Obispo de Arles. El Papa León I había regulado los limites de las provincias eclesiásticas de Arles y Vienne: dejo a las Diócesis de Valencia, Tarentaise, Genova, y Grenoble, pero todas las otras diócesis en ese distrito fueron hechas subordinadas a Arles. A pesar de esta decisión e infringiendo en los derechos de sus colegas en Arles. Mamerto consagró en el año 463 un Obispo para la ciudad de Dea. El rey Gundiac de Borgoña se quejó con el Papa Hilario por su proceder, por ende el Papa le escribió al Obispo Leoncio de Arles el 10 de Octubre de 463, pidiéndole que convocara un sínodo de obispos de las diferentes provincias para investigar este asunto. En una carta subsiguiente a los obispos de la provincia de Lyons, Vienne, Narbonnensis I y II y Alpina, el también hace referencia al asunto, y les exonera a asistir regularmente a las convocatorias establecidas sinodales de Leoncio (Thiel, "Epist.
Rom. Pont.", I, cxlvi, cli; Jaffé, "Regesta Rom. Pont.", I, 2nd ed., dlvi, dlix). El sínodo estaba en contra de Mamerto, como nos enteramos en otra carta del Papa fechada el 25 de Febrero de 464 (Thiel, op. cit., I, cxlviii; Jaffé, op. cit., I, dlvii). En esta Hilario declara que Mamerto y el Obispo ilegalmente consagrado por él debería realmente ser destituidos; deseando, aun sin embargo que se le conceda clemencia, Hilario envió al Obispo Veranus a informarle esto a Mamerto, si el no lo aceptada y no se remitía a los ordenes del Papa León, también se le depravaría de las cuatro diócesis sufragadas. Todavía dependientes de Vienne.

La invalidez obispal dictaminada a Mamerto debía ser confirmada en su oficina por Leoncio, después de lo cual él podía retener la diócesis. Mamerto naturalmente cedió, ya que no encontramos mas referencias subsecuentes de este incidente.

Durante su episcopado, los restos de San Ferreolus fueron descubiertos, y fueron llevados por Mamerto en una Iglesia en Vienne, construida en honor de este santo Mártir (Gregorio de Tours, "De gloria mart.", II, ii). San. Mamerto fue el fundador de las procesiones Rogación (ver DIAS DE ROGATION), como nos enteramos por medio del testimonio de Sidonius Apollinaris (Epist., V, xiv; VII, i), y su Segundo sucesor, Avitus ("Homilia de Rogat." in P. L., LIX, 289-94). En conexión con estas procesiones intercesoras, Mamerto convoca un sínodo en Vienne entre los años 471 y 475. Aproximadamente en el año 475 él asistió a un sínodo en Arles, que trataba acerca de las enseñanzas predestinadas de Lucidus, un sacerdote Galo. Como esta es la ultima información que tenemos con respecto a el, podemos asumir que pudo haber muerto poco tiempo después. Después de su muerte fue venerado como santo Su nombre aparece en el "Martyrologium Hieronymianum" y en el "Martyrologium" de Florus de Lyons en la fecha del 11 de Mayo, fecha en la cual aun se celebra su fiesta.

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Fuente: Corazones.org
Pancracio, Santo Mártir Adolescente, Mayo 12  

Pancracio, Santo

Mártir Adolescente

Martirologio Romano: San Pancracio, mártir, que, según la tradición, murió también en Roma en plena adolescencia por su fe en Cristo, siendo sepultado en la vía Aurelia, a dos miliarios de la Urbe. El papa san Símaco levantó una célebre basílica sobre su sepulcro y el papa san Gregorio I Magno convocaba a menudo al pueblo en torno al mismo sepulcro, para que recibieran el testimonio del verdadero amor cristiano. En este día se conmemora la sepultura de este mártir romano (s. IV in.).

Etimológicamente: Pancracio = Aquel que es totalmente fuerte, es de origen griego.

 

Huérfano de 14 años traído a Roma por su tío. Se convirtió a la fe y fue martirizado al día siguiente de su bautismo, rechazando premios y ayudas para el futuro si renegaba de su fe. Luego de dar las gracias a sus verdugos, no dudó en sacrificar su juventud para mantenerse fiel a Cristo.

Nacido en Frigia, provincia romana del Asia Menor. Su padre era un noble pagano llamado Cleonio que falleció cuando el niño tenía siete años. Pancracio fue a vivir con su tío paterno, Dionisio, quien fue un excelente modelo. Se trasladaron a Roma cuando el niño tenía diez años.

Dionisio y Pancracio tienen un criado cristiano que los evangeliza y los pone en contacto con el Papa. Así conocen a fondo el cristianismo y se convierten. Fueron bautizados y recibieron la comunión. Enseguida se despojaron de muchas posesiones en favor de los pobres.

El emperador Diocleciano, decretó una persecución (la última del imperio romano) contra el Cristianismo. Al poco tiempo Pancracio fue denunciado al emperador, quien conocía a su difunto padre. Le dijeron "El hijo de Cleonio de Frigia se ha hecho cristiano y está distribuyendo sus haciendas entre viles personas; además, blasfema horriblemente contra nuestros dioses".

Diocleciano mando llamar a Pancracio y conversó largo tiempo con el, tratando de persuadirlo a que renunciase a Jesucristo. Al no lograrlo le condenó a muerte. En el lugar del martirio Pancracio se arrodilló, levantó los ojos y las manos al cielo, dando gracias al Señor porque había llegado a ese momento. Le cortaron la cabeza. Por la noche una noble señora, llamada Octavila, hizo recoger su cuerpo, lo embalsamó, lo amortajó con un lienzo precioso e hizo que lo entierren en un sepulcro nuevo, cerca del lugar del martirio.

El Papa Vitaliano envió sus reliquias desde el cementerio de Calepodius en Roma a Inglaterra para evangelizar y para instalar en los altares.
San Agustín de Canterbury dedicó la primera Iglesia de Inglaterra a San Pancracio.

Es titular de una Basílica romana. Aquí los que habían sido bautizados el Sábado de Gloria dejaban sus vestidos blancos en el domingo octava de la Resurrección (llamado Dominica in Albis). Era un acto conclusivo de la Pascua. Sobre la tumba de San Pancrasio renovaban el juramento de fidelidad a Jesucristo. Desde entonces ha sido un santo muy amado, protector de inocentes y de las víctimas de la perjurio.

Patrón contra falsos testimonios, contra perjurio, juramentos, tratados, dolores de cabeza y calambres.

ORACIÓN
Glorioso mártir de Jesucristo,
amable protector mío, San Pancracio,
ya que el Señor escucha tan favorablemente tus ruegos,
ayudando espiritual y temporalmente
a los que piden sus gracias por tu intercesión,
atiende la petición que,
con humilde confianza en la bondad de Dios
y apoyado en tu poderoso valimiento,
elevo al cielo en mi presente necesidad.

(Aquí hágase la petición que se desea conseguir del Santo.)

Ya que tu grande amor a Dios
te animó a ofrecer la vida en testimonio de la fe,
obten para mí este mismo amor y esta
fortaleza en la práctica y en la confesión de la fe.

Para alcanzar tu continua protección sobre mí
y sobre mi familia,
te ofrezco ser fiel en el cumplimiento de la ley de Dios
y en los deberes de mi estado,
y procuraré agradarte con la frecuente recepción de los santos Sacramentos.
Sirviendo a Dios y ayudado por ti,
espero gozar de tu compañía en el cielo.
Amén.

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Fuente: Enciclopedia Católica | ACI Prensa
Juana de Portugal, Beata Monja, Mayo 12  

Juana de Portugal, Beata

Monja Dominica

Martirologio Romano: En Aveiro, en Portugal, beata Juana, virgen, hija del rey Alfonso V, que renunció a contraer matrimonio en varias ocasiones, prefiriendo servir en la Orden de Predicadores e ingresar en el monasterio de Aveiro, convirtiéndose en refugio de pobres, huérfanos y viudas (1490).

Etimológicamente: Juana = Aquella que se ha dado a la gracia de Dios, es de origen hebreo.

 

Nació en Lisboa, el 16 de Febrero de 1452; murió en Aveiro, el 12 de Mayo de 1409; la hija de Alfonso V, Rey de Portugal, y su esposa Elizabeth.

Ella sobresalía principalmente por el coraje y la persistencia con que se opuso a todos los intentos de su padre y hermano de hacer que se casara.

Ella había decidido desde la infancia ser la esposa de Cristo y, cuando fuese posible convertirse en religiosa; pero siendo la siguiente heredera del trono, lo cual era por defecto un asunto de hombres, su deseo era particularmente intolerable para su familia y su país.

Juana era muy hermosa y su mano fue pedida por varios príncipes. Una vez, en la ausencia de su padre, ella tuvo que encargarse del reino, y en ese oficio se dice haber demostrado gran capacidad.

Después de muchas luchas, ella entró en una casa Dominica llamada Convento de Jesús, en Aveiro, donde las reglas eran severas y estrictamente guardadas.

Por un tiempo, fue obligada por razones políticas, a dejar el convento y volver a la Corte. No obstante, finalmente, aceptó los votos, y su vida en el convento fue muy penitencial, santa y tan heroicamente humilde, que murió con el olor de la santidad, y los milagros siguieron a su fallecimiento.

Su ingreso al Reino de Dios ocurrió el 12 de mayo de 1490.

El 31 de diciembre de 1692 el Papa Inocencio XII confirmó su culto.

Si usted tiene información relevante para la canonización de la beata Juana, contacte a:
Mosteiro Pio XII do Rosário Perpétuo
Rua do Rosário 1
2495-559 Fátima, PORTUGAL

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Fuente: santopedia.com
Epifanio de Salamina, Santo Obispo, Mayo 12  

Epifanio de Salamina, Santo

Obispo de Constancia, antigua Sálamis
Uno de los Heresiólogos más importantes de la
antigüedad y notable Teólogo Mariano del s. IV.

Martirologio Romano: En Salamina, en Chipre, san Epifanio, obispo, el cual sobresalió por su vasta erudición y por su conocimiento de las ciencias sagradas, y fue admirable también por su santidad de vida, por su celosa defensa de la fe católica, por su generosidad para con los pobres y por su poder taumatúrgico (403).

Etimológicamente: Aquel que presenta su opinión, es de origen griego.

 

Nace alrededor del año 315 en una aldea cercana a Eleuterópolis, no lejos de Gaza, en Palestina (cfr. Sozomeno, Historia Eclesiástica).

Su formación espiritual es comenzada por S. Hilarión, padre de los monjes de Palestina. Vive algunos años en Egipto junto a los grandes solitarios, donde según su propio testimonio mujeres gnósticas intentan atraerle a su forma de vida.

Adquiere conocimientos de griego, siriaco, hebreo, copto y algo de latín.

Por el año 335 funda en su pueblo natal un monasterio que gobierna durante casi 30 años. El a. 367 los obispos de Chipre le eligen obispo de Constancia, cargo que le hace metropolita de toda la isla.

En el cisma de Antioquía se alinea en contra de Melecio con quien rehúsa restablecer la comunión eclesiástica y a quien acusa de estar en relación con los pneumatómacos. No es seguro que estuviese en el Concilio I de Constantinopla (a. 381), cuyas primeras sesiones preside el mismo Melecio, puesto que no figura entre los firmantes.

Se le encuentra al año siguiente en Roma (San Jerónimo, Epístola, 108,6: PL 22, 881).

Envuelto en querellas eclesiásticas y opuesto a toda especulación metafísica en teología así como a la interpretación de la San Epifanio en sentido alegórico, no sólo condena al origenismo, que estima la más peligrosa de todas las herejías, sino que es implacable en su persecución.

Aproximadamente en el 392 pronuncia un discurso en Jerusalén, invitado por el obispo Juan, en el que pide la condenación de Orígenes. Asiste numeroso público y el propio obispo Juan, defensor de Orígenes. Con este discurso comienza la primera controversia origenista, ya que Juan le contesta esa misma tarde (San Jerónimo, Contra Johannem, II: PL 23,363).

En 394, en carta dirigida al obispo Juan (que le había acusado de haber violado sus derechos al ordenar al monje Paulino sin contar con él) expone con detalle los errores de Orígenes y pide a Juan que le condene (San Jerónimo, Epístola, 51: PG 22,517). Ante la negativa de Juan, Epifanio rompe la comunión con él.

El a. 400 es condenado Orígenes por un Concilio convocado en Alejandría por el metropolita local Teófilo. Epifanio aúna sus esfuerzos con los de Teófilo para expulsar de sus monasterios a los famosos "Cuatro Hermanos Largos" y a otros adeptos a Orígenes.

Al darles asilo San Juan Crisóstomo, Epifanio marcha a Constantinopla para emprender personalmente la guerra contra el Crisóstomo y obtener su condenación. Al llegar a la ciudad, rehúsa la hospitalidad que le ofrece San Juan Crisóstomo, e incluso se niega a participar en la Eucaristía celebrada por él mismo. Ante los motines populares en defensa del Crisóstomo, y apercibido de los manejos de Teófilo (ni el Crisóstomo ni los monjes egipcios eran los terribles herejes que se le habían descrito), abandona Constantinopla, y embarca para Chipre muriendo en alta mar el a. 402.

Su postura pesará mucho en las decisiones del sínodo de la Encina, que depone al Crisóstomo el a. 403 (Focio, Biblioteca, LIX: PG 103,108).

Existe una biografía suya (PG 41,24-113), que, aunque pretende estar escrita por dos de sus discípulos, Juan y Polibio, es muy posterior y contiene más de leyenda que de historia. Su fiesta se celebra el 12 de mayo.

Obras. Ancoratus (El hombre seguro, anclado). Compendio del dogma escrito en el a. 374, trata especialmente cuestiones trinitarias. Termina con dos profesiones de fe: en torno a la primera (cap. 119: PG 43,232233), se duda si era el símbolo bautismal de la Iglesia de Constancia y después aceptado por el Concilio de Constantinopla con ligeros retoques, o si E. transcribía el símbolo de Nicea, después retocado o cambiado por un copista. La segunda (cap. 120: PG 43,233-236) está compuesta por el propio Epifanio.

Panarion (Botiquín o remedio contra todas las herejías). Escrito entre 374-377, citado comúnmente Haereses, enumera 80 herejías, incluyendo doctrinas anteriores al cristianismo. El epítome final (PG 42,833-886) no parece que sea del autor.

Escritos sobre arqueología bíblica: De mensuris et ponderibus (Sobre los pesos y medidas del Antiguo Testamento, escrito en 392) y De XII gemmis (Sobre las 12 piedras preciosas del pectoral del Sumo Sacerdote, escrito en 394).

Cartas. De su abundante correspondencia sólo nos han llegado fragmentos y dos cartas traducidas por S. Jerónimo (PG 22,517-526 y 758).

Doctrina. Radicalmente tradicionalista, su obra es esencialmente polémica. Defensor intransigente del omousios (consustancial) de Nicea y hostil a toda fórmula de compromiso. Encuentra en la educación griega la fuente principal de las herejías. Intolerante en la cuestión de las imágenes y en su lucha contra Orígenes, no aprecia los valores positivos de aquellos a quienes combate. Afirma repetidas veces que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo (PG 43,148). Coloca en la profesión de fe que María fue siempre virgen (PG 43,233). La Iglesia, depositaria de la verdad, es al mismo tiempo vía de acceso a la misma (PG 41,1036).

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Domingo de la Calzada, Santo Presbítero, Mayo 12  

Domingo de la Calzada, Santo

Patrono de los Ingenieros de Caminos, canales y puertos
y de los Ingenieros de Obras Públicas

Martirologio Romano: En la región de Castilla, en España, en la localidad que posteriormente fue distinguida con su nombre, santo Domingo de la Calzada, presbítero, que dispuso puentes y caminos empedrados para uso de los peregrinos jacobeos y, movido por su inmensa piedad, construyó también un hospital de peregrinos, provisto de salas destinadas a socorrerles (1060/1109).

Etimológicamente: Domingo = Aquel que es consagrado al señor, es de origen latino.

 

Domingo García, conocido como Santo Domingo de la Calzada (Viloria de Rioja, provincia de Burgos, 1019 - † Santo Domingo de la Calzada, La Rioja, 12 de mayo de 1109). Fue un religioso de España y uno de los mayores impulsores del Camino de Santiago.

Hijo de un labrador llamado Ximeno García y de su esposa Orodulce, tras el fallecimiento de sus padres, intentó ser admitido en los monasterios benedictinos de Valvanera y San Millán de la Cogolla, pero no lo consiguió. Tras este traspiés se retiró como eremita a un lugar apartado en los bosques de encinas de Ayuela, lugar cercano al actual Santo Domingo de la Calzada, llevando una vida contemplativa hasta 1039. Sobre ese año comenzó a colaborar con Gregorio, obispo de Ostia, llegado a Calahorra como enviado papal para combatir una plaga de langosta que asolaba los territorios navarros y riojanos. Este le otorgó la ordenación sacerdotal. Juntos construyeron un puente de madera sobre el río Oja para facilitar el tránsito de los peregrinos hacia Compostela. Hasta la muerte de Gregorio en 1044.

Tras morir Gregorio, volvió a la zona de Ayuela y emprendió una profunda labor de colonización. Taló bosques, roturó tierras y comenzó la construcción de una calzada de piedra que supuso una desviación del camino tradicional por la calzada romana entre Logroño y Burgos, pero que se convirtió, a partir de entonces, en la ruta principal entre Nájera y Redecilla del Camino. Por esta labor es conocido como Domingo de la calzada.

Para mejorar las condiciones de los peregrinos que empezaron a transitar la nueva calzada, sustituyó el puente de madera que había construido con Gregorio por uno más robusto de piedra, y construyó un complejo integrado por hospital, pozo e iglesia, para atender a las necesidades de los viajeros, donde en la actualidad se encuentra la Casa del Santo, utilizada como albergue de peregrinos.

Al apoderarse en 1076 de La Rioja, Alfonso VI de Castilla y viendo que el desarrollo del Camino contribuía a su proyecto de la castellanización de la zona, se hizo partidario del santo, de sus obras, y de su villa, visitando a Domingo en 1090 y responsabilizándolo de las obras viarias que se realizaban a lo largo del Camino de Santiago. En esos momentos, y con la ayuda de su discípulo Juan de Ortega, había iniciado ya la construcción de un templo dedicado al Salvador y Santa María. Este fue consagrado por el obispo de Calahorra en 1106. En el exterior del templo y adosado a sus muros, el santo escogió un lugar para su propia sepultura.

El burgo, llamado Masburguete o Margubete que se dice hoy día, de Santo Domingo de la Calzada empezó como unas pocas casas construidas en torno a la ermita del santo durante su vida. Al morir Domingo en 1109 ya contaba la villa con una creciente población. La iglesia de Santo Domingo de la Calzada, en la que fue enterrado, fue elevada al rango de catedral poco después, al trasladarse a esta la diócesis de Calahorra en 1232 hasta 1235.

Nueve tablas pintadas, adornan hoy una pared de la catedral y recuerda los milagros de Santo Domingo.

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Germán de Constantinopla, Santo Obispo, Mayo 12  

Germán de Constantinopla, Santo

Obispo

Martirologio Romano: En Constantinopla, san Germán, obispo, el cual, insigne por su doctrina y virtudes, refutó con gran persuasión el edicto contra las imágenes sagradas promulgado por el emperador León el Isáurico (733).

Etimológicamente: Germán = Aquel que es un guerrero fuerte, es de origen germánico.

 

Nació el 635, siendo Heráclio emperador bizantino. Su padre fue un prestigioso patricio, llamado Justiniano, muerto alrededor del 669 por orden del suspicaz o envidioso emperador Constantino Pogonato.

De la vida y actividad de Germán antes de obtener su primera prelacía apenas sabemos nada. Dos documentos antiguos (un menologio y un sinaxario) nos ponderan su afición a las Escrituras y a la contemplación, su viveza de ingenio y experiencia de los negocios. En todo caso parece que ya antes del 711 era obispo de Cízico, en el Helesponto. Poco después el monotelismo (herejía defensora de una sola voluntad en Cristo), aunque ya recibido el golpe de muerte en el VI concilio ecuménico de 681, revivió por corto espacio con el emperador Filípico (711-713), el cual presionó de tal modo a Germán, que el anciano prelado tuvo la debilidad de ceder en el sínodo de Constantinopla, año 712. Pero su reacción en pro de la ortodoxia fue rápida. Al subir al trono de Oriente el católico Artemio (Anastasio II) mejora la situación.

Depuesto Juan VI, patriarca heterodoxo de Constantinopla, es nombrado sustituto suyo, en 715, Germán, que cuenta ya unos ochenta años, pero cuyo espíritu joven sabrá resistir los embates de sus adversarios en la época subsiguiente. Se suele colocar al comienzo de su patriarcado un sínodo de 100 obispos, donde habrían sido anatematizados los fautores del monotelismo, entre otros los antecesores de Germán en la sede constantinopolitana, Sergio, Pirro y Pablo. Pero, según Grumel, el documento de las Actas es, por lo menos, dudoso. Sin embargo, el repudio de aquella herejía se manifiesta en la carta del Santo a los armenios, de que hablaremos después. De todos modos, la gloria más excelsa de Germán es su actitud indomable ante la herejía iconoclasta, denominada así por propugnar la destrucción de las imágenes (de Cristo y de los santos).

El furor de este movimiento, avivado por cierta tendencia oriental, idealista y antiplástica, data del siglo VIII. Sea por influjo de la actitud hostil de los árabes (para quienes el culto cristiano de tales representaciones sensibles equivalía al idolátrico de los paganos), sea por motivos religiosos de reforma (ante algunos abusos de la época en lo tocante a este culto), tal vez por razones políticas de cesaropapismo, o mejor aún por la educación del emperador León III el Isáurico (716-741) en un ambiente de paulicianismo maniqueo, lo cierto es que este príncipe desencadena una violenta lucha contra las imágenes en 725 con la adhesión de algunos obispos (sobre todo de Constantino de Nicolia, en Frigia), que quizá veían en el culto de los iconos un estorbo para la conversión de los infieles. Germán resiste desde el principio. Debió de ser bien doloroso para el Santo recordar la escena (a. 717) donde él mismo había coronado a León, conforme al ceremonial católico, y donde el príncipe había jurado retener la fe verdadera, decisión reiterada por él en carta al papa Gregorio II. Ahora, en 724-725, León cambia por completo y da comienzo a su campaña iconoclasta. Germán pone en guardia al Pontífice y le informa de su resistencia al emperador; el texto de la carta se ha perdido, pero se conserva la respuesta del Papa, lleno de admiración ante la actitud vigorosa del patriarca, que contaba entonces unos noventa años: "cada hora me acuerdo de tu entrega y considero mi más sagrado deber el saludarte como a hermano mío y propugnador de la Iglesia".

También se conservan otras tres cartas del Santo referentes a esta misma controversia. Una a Juan, metropolitano de Synades, a propósito del ya citado Constantino de Nicolia, hostil al culto de las imágenes; otra a éste, recordándole las promesas hechas a Germán de cesar en su actitud iconómaca, y la tercera a Tomás de Claudiópolis: en esta última principalmente se esfuerza el patriarca en demostrar por la Escritura y los Padres que la honra tributada a las imágenes de Cristo, la Virgen y los santos no es idolatría, sino culto dirigido al prototipo a través de la representación sensible.

Más emotiva es la admonición al mismo emperador (17 de enero del 730), donde el casi centenario prelado se declara dispuesto a morir en defensa del culto de las imágenes: hermoso es dar la vida por el nombre de Cristo, impreso en su efigie externa. Tal grandeza de alma, junto con el apoyo que el Papa y San Juan Damasceno prestaban al patriarca, contiene a León de tomar decisiones demasiado violentas, pero manifiesta su deseo de que Germán señale sucesor en la sede constantinopolitana. Finalmente, en una reunión celebrada por el emperador, el noble anciano, despojándose de su ropaje episcopal, concluye un largo discurso con estas palabras: "Si soy como Jonás, que se me arroje al mar; pero haría falta un concilio ecuménico para que yo cambiara mis creencias". Después se retira a Platanión, finca de familia, cercana a la capital, y allí muere en 733.

Las epístolas dogmáticas de Germán fueron leídas y aprobadas con cálidos elogios en la cuarta sesión del segundo concilio Niceno (ecuménico 7.°) el año 787. Otra carta a los armenios defiende la doctrina calcedonense sobre las dos naturalezas en Cristo, rechazando, por otra parte, toda sospecha de nestorianismo. También se explica en ella el dogma cristológico de las dos operaciones y dos voluntades, lo cual es una abierta repulsa del monotelismo.

De vitae termino es el título latinizado de un diálogo del Santo, donde se justifica el proceder de la divina Providencia al asignar a cada hombre diferente duración de vida: tal discrepancia no proviene de la ciega casualidad; todo está previsto y decretado por Dios. Otro escrito teológico-histórico de Germán enumera concisamente la serie de herejías aparecidas a lo largo de los siglos y los sínodos celebrados para combatirlas.

Especial interés reviste el aspecto oratorio-pastoral del patriarca. Los nueve sermones que llevan su nombre revelan un estilo cuidadoso y una retórica a tono con el ampuloso ambiente literario de la época. El género dialogado, que ya en el siglo IV ocupa un puesto de honor en la homilética, toma, a partir del siglo siguiente, un carácter "nuevo, poético y afectivo". Fecioru nos ofrece recientemente un ejemplo, al editar (en el texto griego de Migne, completado con el del códice gr.964 de la AcademIa Rumana) un sermón de Germán acerca de la Anunciación.

Desde el punto de vista doctrinal son importantes sus sermones mariológicos, por ejemplo en lo tocante a la mediación universal de la Virgen. Dos de ellos, consagrados a la muerte (= Dormición) de Nuestra Señora, son buen testimonio de la creencia del docto y piadoso patriarca en la asunción corporal y en la realeza de la Madre de Dios. Los golpes de la corrupción no podían quebrar el vaso de la divinidad, ni el cuerpo virginal, todo casto y santo, iba a resolverse en polvo, como el de la antigua Eva, madre del polvo. No así María: Madre de la Vida y de la luz, es transportada al paraíso, llenándolo de su propia gloria; es el tránsito al descanso celeste y a las delicias de Dios.

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Fuente: santiebeati.it
Felipe de Agira, Santo Presbítero, Mayo 12  

Felipe de Agira, Santo

Presbítero

Martirologio Romano: En Agira, en Sicilia, san Felipe, presbítero, que, oriundo de Tracia, se estableció en esta ciudad (s. V).

Etimológicamente: Felipe = Aquel que es amigo de los caballos, es de origen griego.

 

La vida de este san ha sido escrita por un monje llamado Eusebio, que se dice compañero de Felipe, el que le nació en Tracia, región al sudeste de la península balcánica, en aquel entonces provincia romana, en los tiempos de Arcadio emperador romano de oriente, (395 -408).

Fue instruido en las disciplinas eclesiásticas y también en la lengua siríaca, a los 21 años recibió el diaconado y luego llegó a Italia junto al monje Eusebio, quien le sirvió de intérprete en Roma. Después de haber sido ordenado sacerdote, recibió el encargo de evangelizar la Sicilia centro-occidental, dónde los habitantes, aterrorizados por la actividad eruptiva del Etna, seguían viendo en el volcán una manifestación del demonio, cuando llegó a la isla se estableció en Agira, provincia de Enna, siempre con la compañía del monje Eusebio.

Desarrolló con fervor apostólico su ministerio sacerdotal entre las poblaciones sicilianas, volviéndose célebre por los numerosos milagros que obró, especialmente por liberar a posesos de los demonios que los atormentaban.

Murió un 12 mayo del siglo V, el año exacto no es conocido pero está entre el 453 y el 457, tenía 63 años.

Sobre el lugar de su sepulcro, fue edificada una iglesia y posteriormente un monasterio, alrededor de los que el antiguo ´Agyrium´ resurgió con el nombre de S. Felipe de Agira, nombre conservado hasta el 1939, (actualmente se llama tan sólo Agira); una reconocimiento de las reliquias fue hecho el 21 de julio1625.

Numerosas son las procesiones y las manifestaciones de devoción que se desarrollan en aquella parte de Sicilia, dónde es más fuerte el culto a san Felipe; como el ofrecimiento de los cirios durante la procesión del 12 de mayo, hecha por los fieles que han recibido gracias.

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Fuente: santiebeati.it
Rictrudis de Marchiennes, Santa Abadesa, Mayo 12  

Rictrudis de Marchiennes, Santa

Abadesa

Martirologio Romano: En el monasterio de Marchiennes, en la región de Cambray, en Austrasia, santa Rictrudis, abadesa, quien, después de la violenta muerte de su esposo Adalbaldo, tomó el santo velo religioso por consejo de san Amando, gobernando con gran acierto a sus monjas en ese monasterio (c. 688).

 

Santo Rictrudis nació cuanto en Gascuña (Francia) en el 612 de una familia tan rica como devota. En joven edad tuvo como director espiritual San Amando de Maastricht, desterrado justamente a aquella región por el rey Dagoberto, a quien condenó su conducta licenciosa.

Amando vivió en aquel período como huésped de la familia de Rictrudis y desde este lugar el santo francés emprendió la obra de evangelización en Gascuña. Otro noble francés, San Adabaldo, solía visitar aquella casa, ganándose el favor del rey Clodoveo II y logrando, a pesar de la oposición de los aristócratas gascones, que Rictrudis sea su esposa. Los dos fueron a vivir cerca a Ostrevant, en la región de Flandes, y tuvieron cuatro hijos, también todos ellos venerados como santos: Adalsinda, Clotsinda, Mauronto y Eusebia.

Amando los visitaba frecuentemente, ellos llevaban una vida "Devota y encantadora", como afirma su biógrafo. Sin embargo esta feliz existencia no estaba destinada a durar y en el 652 Adabaldo fue asesinado por gascones, presumiblemente todavía hostiles a la boda celebrada con Rictrudis. Mereció así ser mencionado como mártir, aunque su conmemoración, el 2 de febrero, en honor a la verdad ya no está incluida en el Martirologio Romano.

A causa de la trágica desaparición del marido, Rictrudis expresaron el deseo de hacerse monja, pero Amando le aconsejó esperar todavía, al menos hasta que su hijo Mauronto tuviera edad suficiente como para ser introducido en la vida de la corte.

Clodoveo II tenía otros proyectos para ella, pensaba entregarla como esposa de uno des protegidos. Amando logró dichosamente persuadirlo a dejarla libre y así ella pudo felizmente ir a Marchiennes, donde fundó un monasterio masculino y uno femenino. Fue abadesa de él por muchos años y las suyas dos hijas mayores, Adalsinda y Clotsinda, fueron también monjas en ese monasterio.. Más tarde también ingresó Mauronto. La primera hija murió joven, mientras en cambio la segunda fue la sucesora como abadesa cuando Rictrudis murió en el 678. La última hija, Eusebia, vivió con la abuela.

Esta familia, incluida toda en la gloria de los altares, no es más que uno de los muchos casos parecidos verificados en los dos mil años de cristianismo. Santo Rictrudis es conmemorado por el Martirologio Romano al 12 de mayo.

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Fuente: Martirologio Romano
Otros Santos y Betos Completando el santoral de este día, Mayo 12  

Otros Santos y Betos

San Cirilo, mártir
En Axiópolis, en Mesia (hoy Bulgaria), san Cirilo, mártir, que fue martirizado junto con seis compañeros (c. s. III).

San Modoaldo, obispo
En Tréveris, de la Renania, en Austrasia, san Modoaldo, obispo, que fundó y enriqueció varias iglesias y monasterios, y constituyó también diversas agrupaciones de vírgenes, siendo sepultado junto a su hermana Severa (c. 647).

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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net

 

Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/

 

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