JMJ
Pax
El día del juicio será menos riguroso para Tiro, Sidón y Sodoma que para otras ciudades
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 20-24
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús se puso a reprender a las ciudades que habían visto sus numerosos milagros, por no haberse arrepentido. Les decía:
"¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran realizado los milagros que se han hecho en ustedes, hace tiempo que hubieran hecho penitencia, cubiertas de sayal y de ceniza. Pero yo les aseguro que el día del juicio será menos riguroso para Tiro y Sidón, que para ustedes.
Y tú, Cafarnaún, ¿crees que serás encumbrada hasta el cielo? No. Serás precipitada en el abismo, porque si en Sodoma se hubieran realizado los milagros que en ti se han hecho, quizá estaría en pie hasta el día de hoy. Pero yo te digo que será menos riguroso el día, del juicio para Sodoma que para ti".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.
El Misterio de la Misa en 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=0QCx-5Aqyrk
El que no valora una obra de arte es porque necesita cultura: https://www.youtube.com/watch?v=mTKKaT-KaKw
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu
El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
San Leonardo, "El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc
Audio (1/5): https://www.youtube.com/watch?v=2NjKuVnxH58
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?
Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).
Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?
Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html
Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa (Jn 15,22).
† Misal
mar 15a. Ordinario año impar
Canten al Señor un cántico nuevo, cante al Señor toda la tierra; brillo y esplendor hay en su presencia, belleza y majestad en su templo.
Oremos:
Dios eterno y todopoderoso, conduce nuestra vida por el camino de tus mandamientos, para que, unidos a tu Hijo amado, podamos producir frutos abundantes.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Le llamó Moisés, porque lo había sacado del agua
Lectura del libro del Exodo 2, 1-15
En aquellos días, un hombre de la tribu de Leví se casó con una mujer de su misma tribu. La mujer concibió y dio a luz un hijo; y viendo que era hermoso, lo tuvo escondido tres meses. Pero como ya no podía ocultarlo por más tiempo, tomó una canastilla de mimbre, la embadurnó con betún y con brea, metió en ella al niño y la dejó entre los juncos, a la orilla del río. Entre tanto, la hermana del niño se quedó a cierta distancia para ver lo que sucedía.
Bajó la hija del faraón a bañarse en el río y, mientras sus doncellas se paseaban por la orilla, vio la canastilla entre los juncos y envió a una criada para que se la trajera. La abrió y encontró en ella un niño que lloraba. Se compadeció de él y exclamó:
"Es un niño hebreo". Entonces se acercó la hermana del niño y le dijo a la hija del faraón:
"¿Quieres que vaya a llamar a una nodriza hebrea para que te críe al niño?"
La hija del faraón le dijo que sí.
Entonces la joven fue a llamar a la madre del niño. La hija del faraón le dijo a ésta:
"Toma a este niño; críamelo y yo te pagaré".
Tomó la mujer al niño y lo crió. El niño creció y ella se lo llevó entonces a la hija del faraón, que lo adoptó como hijo y lo llamó Moisés, que significa:
"De las aguas lo he sacado".
Cuando Moisés creció, fue a visitar a sus hermanos y se dio cuenta de sus penosos trabajos; vio también cómo un egipcio maltrataba a uno de sus hermanos hebreos. Entonces Moisés miró para todas partes, no vio a nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena. Al día siguiente salió y vio que dos hebreos se estaban peleando. Le dijo entonces al culpable:
"¿Por qué le pegas a tu compañero?"
Pero él le contestó:
"¿Quién te ha nombrado jefe y juez de nosotros? ¿Acaso piensas matarme como al egipcio?"
Lleno de temor, Moisés pensó:
"Sin duda que ya todo el mundo lo sabe".
Se enteró el faraón de lo sucedido y buscó a Moisés para matarlo, pero él huyó lejos del faraón y se fue a vivir al país de Madián.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 68
Busquen al Señor y vivirán.
Me estoy hundiendo en un lodo profundo y no puedo apoyar los pies; he llegado hasta el fondo de las aguas y me arrastra la corriente.
Busquen al Señor y vivirán.
A ti, Señor, elevo mi plegaria, ven en mi ayuda pronto; escúchame conforme a tu clemencia, Dios fiel en el socorro.
Busquen al Señor y vivirán.
Mírame enfermo y afligido; defiéndeme y ayúdame, Dios mío. En mi cantar exaltaré tu nombre, proclamaré tu gloria, agradecido.
Busquen al Señor y vivirán.
Se alegrarán al verlo los que sufren; quienes buscan a Dios tendrán más ánimo, porque el Señor jamás desoye al pobre ni olvida al que se encuentra encadenado.
Busquen al Señor y vivirán.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice:
"No endurezcan su corazón".
Aleluya.
El día del juicio será menos riguroso para Tiro, Sidón y Sodoma que para otras ciudades
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 20-24
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús se puso a reprender a las ciudades que habían visto sus numerosos milagros, por no haberse arrepentido. Les decía:
"¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran realizado los milagros que se han hecho en ustedes, hace tiempo que hubieran hecho penitencia, cubiertas de sayal y de ceniza. Pero yo les aseguro que el día del juicio será menos riguroso para Tiro y Sidón, que para ustedes.
Y tú, Cafarnaún, ¿crees que serás encumbrada hasta el cielo? No. Serás precipitada en el abismo, porque si en Sodoma se hubieran realizado los milagros que en ti se han hecho, quizá estaría en pie hasta el día de hoy. Pero yo te digo que será menos riguroso el día, del juicio para Sodoma que para ti".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Acepta, Señor, con bondad los dones que te presentamos, y santifícalos por medio de tu Espíritu para que se nos conviertan en sacramento de salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
La gloria de Dios es el hombre viviente
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Tú eres el Dios vivo y verdadero; el universo está lleno de tu presencia, pero sobre todo
has dejado la huella de tu gloria en el hombre, creado a tu imagen.
Tú le llamas a cooperar con el trabajo cotidiano en el proyecto de la creación y le das tu Espíritu para que sea artífice de justicia y de paz, en Cristo, el hombre nuevo.
Por eso,
unidos a los ángeles y a los santos, cantamos con alegría el himno de tu alabanza:
Acudan al Señor, pongan en él su confianza y no quedarán defraudados.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Te damos gracias, Señor, por habernos alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, y te pedimos que este don tuyo sea para nosotros fuente inagotable de vida.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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† Meditación diaria
15ª Semana. Martes
DOLOR DE LOS PECADOS
— A pesar de los muchos milagros que el Señor realizó en ellas, algunas ciudades no hicieron penitencia. También Jesús pasa a nuestro lado.
— Frutos que produce la contrición en el alma.
— Pedir el don de la contrición. Obras de penitencia.
I. Al abandonar Nazaret, Jesús escogió Cafarnaún como lugar de residencia. A veces en el Evangelio se le llama su ciudad. Desde allí irradió su predicación a Galilea y a toda Palestina. Es posible que Jesús se hospedara en casa de Pedro y que hiciese de ella el centro de sus salidas apostólicas por toda la región. Es muy probable que no exista otro sitio en el que Jesús hiciera tantos milagros como en esta población.
En la orilla norte del lago de Genesaret, no lejos de Cafarnaún, estaban situadas dos florecientes ciudades en las que Jesús también realizó muchísimos milagros. A pesar de tantos signos, de tantas bendiciones, de tanta misericordia, las gentes de estos lugares no se convirtieron al paso de Jesús. El Evangelio de la Misa menciona las fuertes palabras del Señor a estas ciudades que no quisieron hacer penitencia ni arrepentirse de sus pecados1: ¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran realizado los milagros que han sido hechos en vosotras, hace tiempo que habrían hecho penitencia... Y tú, Cafarnaún, ¿te vas a alzar hasta el cielo? ¡Hasta el infierno vas a descender! Porque si en Sodoma se hubieran realizado los milagros que se han obrado en ti, subsistiría hasta hoy.
¡Tantas gracias y tantos milagros! Y, sin embargo, muchos habitantes de aquellas comarcas no cambiaron, no se arrepintieron de sus pecados. Incluso se rebelaron contra el Señor: Dirumpamus vincula eorum, et proiciamus a nobis iugum ipsorum2: rompamos los mandatos del Señor, rechacemos su dulce yugo. Estas palabras del Salmo II, ¡se han repetido ya en tantas ocasiones...!
Jesús pasa a nuestro lado y derrama su gracia y su misericordia. ¡Tantas veces! Son incontables los momentos y situaciones en los que el Señor se ha parado a nuestro lado para curarnos, para bendecirnos, para alentarnos en el bien. Muchas atenciones hemos recibido de parte del Señor. Y espera de nosotros correspondencia, arrepentimiento sincero de nuestras faltas, aborrecer el pecado venial deliberado, todo aquello que de alguna manera nos separa de Él, porque la gracia derramada ha sido mucha. Él nos oye siempre, pero de modo muy particular cuando acudimos con deseos de cambiar, de recuperar el camino perdido, de empezar de nuevo con un corazón contrito y humillado3. Debe ser esta una actitud habitual porque han sido muchas las ocasiones en las que, conscientes o no, hemos rechazado su gracia, porque la ofensa es mayor cuanto mayores han sido las muestras del amor de Dios en nuestra vida. ¿Quién es tan ciego para no ver a Cristo que se nos hace el encontradizo una y otra vez?
II. No despreciarás, Señor, un corazón contrito y humillado. La palabra contrición quiere decir rompimiento -como cuando una piedra se rompe y se hace añicos-, y se da este nombre al dolor de las faltas y pecados para significar que el corazón endurecido por el pecado en cierta manera se despedaza por el dolor de haber ofendido a Dios4. También en el lenguaje corriente solemos decir "se me partió el corazón", para expresar nuestra reacción ante una gran desgracia que ha conmovido lo más íntimo de nuestro ser. Algo parecido ha de ocurrirnos al contemplar los propios pecados delante de la santidad de Dios y del amor que Él nos tiene. No es tanto el sentimiento de fracaso que todo pecado produce en un alma que sigue a Dios, como el pesar de habernos separado –aunque sea un poco– del Señor. Ese dolor de los pecados o contrición consiste esencialmente en un pesar y en una sincera detestación de la ofensa hecha a Dios, un pesar y aborrecimiento del pecado cometido, con el propósito de no pecar en adelante5; es una conversión hacia lo bueno, que hace irrumpir en nosotros una nueva vida6.
Es el amor, sobre todo, el que debe llevarnos a pedir perdón muchas veces a Dios, pues son incontables los momentos en los que no correspondemos como debiéramos a las gracias que recibimos. "Acordóse el amigo de sus pecados, y por temor del infierno quiso llorar y no pudo. Pidió lágrimas al amor y la Sabiduría le respondió que más frecuente y fuertemente llorase por amor de su Amado que por temor de las penas del infierno, puesto que le agradan más los llantos que son por amor que las lágrimas que se derraman por temor"7. Es el amor el que debe conducirnos a la Confesión.
La contrición da al alma una particular fortaleza, devuelve la esperanza, la paz y la alegría, hace que el cristiano se olvide de sí mismo y se entregue al Señor con más delicadeza y finura interior. Para acercarnos a Dios con un corazón contrito, es necesario reconocer las faltas y los pecados, sin excusarlos con falsas razones, sin extrañarse y sobresaltarse porque aparezcan defectos o errores que creíamos ya superados. Si se achacara al ambiente exterior o a otras circunstancias la causa de nuestras flaquezas, el alma se apartaría del camino de la humildad y no llegaría a Dios, tan cercano precisamente cuando nosotros nos hemos alejado. En el examen diario de conciencia debemos ver nuestras faltas más como ofensa a Dios que como miseria propia. Si no relacionamos nuestras faltas y caídas con el amor a Dios, es fácil que tendamos a excusarlas; entonces, no encontraremos motivos para mantener esa actitud habitual de contrición, de arrepentimiento y de reparación por los pecados. Nunca estamos "en regla" con Dios; somos, por el contrario, aquel deudor que no tenía con qué pagar8; siempre estamos necesitados de acudir a su infinita misericordia. Ten piedad de mí, Señor, que soy un hombre pecador9, le decimos con las palabras de aquel que, lleno de humildad, conocía bien la realidad de su alma delante de la santidad de Dios.
Tampoco podemos reaccionar ante nuestras faltas, defectos y pecados aceptándolos como algo inevitable, casi natural, "pactando con ellos", sino pidiendo perdón, recomenzando muchas veces. Le diremos al Señor: Padre, pequé contra el cielo y contra ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros10. Y el Señor, "que está cerca de los que tienen el corazón contrito"11, escuchará siempre nuestra oración.
Jesús pasa una y otra vez por nuestras vidas, como por aquellas ciudades de Galilea, y nos invita a salir a su encuentro, dejando nuestros pecados. No retrasemos esa conversión llena de amor. Nunc coepi: ahora comienzo, una vez más, con Tu ayuda, Señor.
III. ¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti Betsaida!... El Señor pronunciaría estas palabras con pena, al ver que en sus habitantes no calaba la gracia derramada a manos llenas. Le seguían unos días, daban muestras de admiración ante una curación, se mostraban complacientes..., pero en el fondo de su alma seguían lejos de Cristo.
Nosotros hemos de pedir al Espíritu Santo el don inefable de la contrición. Hemos de esforzarnos en hacer muchos actos de ese dolor de amor, y de modo particular cuando hemos ofendido al Señor en algo más importante, siempre que nos acercamos a la Confesión, a la hora del examen de conciencia y también durante el día. Nos será de gran provecho hacer o meditar el Vía Crucis y meditar o leer la Pasión del Señor..., y no cansarnos jamás de considerar el infinito amor que Jesús nos tiene y la afrenta y el desamor que significa el pecado.
El dolor sincero de los pecados no lleva consigo necesariamente un dolor emocional. Lo mismo que el amor, el dolor es un acto de la voluntad, no un sentimiento. Del mismo modo que se puede amar a Dios sin experimentar conmociones sensibles, se puede tener un dolor profundo de los pecados sin una reacción emotiva. Pero se mostrará en el alejamiento de toda ocasión de ofender al Señor y en obras concretas de penitencia por las veces en que no fuimos fieles a la gracia. Estas obras nos ayudan a expiar las penas que hemos merecido por nuestras culpas, a vencer las malas inclinaciones y a fortalecernos en el bien.
¿Con qué obras de penitencia podremos agradar al Señor?: oraciones, ayunos y limosnas, pequeñas mortificaciones, llevar con paciencia las penas y contrariedades, y aceptar bien dispuestos las cargas de la propia profesión, la fatiga que el trabajo lleva consigo. Particular atención y amor pondremos en recibir la gracia de la Confesión, acercándonos bien dispuestos, arrepentidos sinceramente de las faltas y pecados. "Dirígete a la Virgen, y pídele que te haga el regalo –prueba de su cariño por ti– de la contrición, de la compunción por tus pecados, y por los pecados de todos los hombres y mujeres de todos los tiempos, con dolor de Amor.
"Y, con esa disposición, atrévete a añadir: Madre, Vida, Esperanza mía, condúceme con tu mano..., y si algo hay ahora en mí que desagrada a mi Padre-Dios, concédeme que lo vea y que, entre los dos, lo arranquemos.
"Continúa sin miedo: ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen Santa María!, ruega por mí, para que, cumpliendo la amabilísima Voluntad de tu Hijo, sea digno de alcanzar y gozar las promesas de Nuestro Señor Jesús"12.
1 Mt 11, 20-24. — 2 Sal 2, 3. — 3 Sal 50, 19. — 4 Cfr. Catecismo de San Pío X, n. 684-685. — 5 Cfr. Conc. de Trento, Sesión XIV, cap. 4. Dz. 987. — 6 Cfr. M. Schmaus, Teología dogmática, vol. VI, Los Sacramentos, p. 562. — 7 R. Llull, Libro del Amigo y del Amado, 341. — 8 Cfr. Mt 18, 25. — 9 Lc 5, 8. — 10 Lc 15, 18-19. — 11 San Agustín, Tratado sobre el Evangelio de San Juan,15, 25. — 12 San Josemaría Escrivá, Forja, n.161.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Sinforosa y sus siete hijos, Santos Mártires, Julio 18
Mártires Martirologio Romano; A nueve millas de Roma por la via Tiburtina, conmemoración de los Santos Sinforosa y sus siete compañeros Crecencio, Juliano, Nemesio, Primitivo, Justino, Estacteo y Eugenio, mártires, que fueron martirizados de diversas maneras, fieles a su hermandad con Cristo |
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San Arsenio, famoso monje y místico
San Arsenio fue un monje anacoreta del siglo V, tan famoso por su sabiduría que las personas viajaban semanas o meses con tal de hacerle consultas y oír sus consejos.
En el 383 el emperador Teodosio I el Grande llamó a Arsenio, luego de ser recomendado por el Papa San Dámaso I, para que sea el profesor de sus dos hijos. Durante diez años este santo vivió en el palacio del emperador educando a sus herederos, Arcadio y Honorio.
A la edad de 40, luego de una profunda crisis espiritual, la tradición cuenta que Dios le dijo: "Apártate del trato con la gente y ve a la soledad". De este modo abandonó Constantinopla, se embarcó secretamente en dirección a Alejandría y fue al desierto de Scetis.
Al llegar al monasterio del desierto cerca del año 400, el prior lo sometió a duras pruebas para comprobar su vocación y humildad. Después de demostrar que era apto para esa vida de humillación y mortificación fue admitido para la vida monástica.
Allí San Arsenio se hizo muy conocido por todos por sus penitencias extraordinarias: pasaba toda la noche en oración, ayunaba y trabajaba arduamente como mortificación. También se le conoció por sus dichos o frases breves.
En una ocasión le comunicaron que un senador le había dejado en herencia una gran fortuna. El santo renunció a todo a favor de los pobres y exclamó: "Antes de que él muriera en su cuerpo, yo morí en mis ambiciones y avaricias. No quiero riquezas mundanas que me impidan adquirir las riquezas del cielo".
San Arsenio falleció en Egipto sobre el año 445.
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Marina de Orense, Santa Mártir, Julio 18
Virgen y Mártir de Aguas Santas, Orense Su vida esta mezclada entre la realidad y la leyenda. Nació en Balcagia, la actual Bayona de Pontevedra en Galicia (España), por el año 119, siendo hija de Lucio Castelio Severo, gobernador romano de Gallaecia y Lusitania y de su esposa Calsia, quien da a luz en un solo parto a nueve niñas mientras su marido esta fuera recorriendo sus dominios. Asustada Calsia por el múltiple alumbramiento y temiendo ser repudiada por infidelidad conyugal decide deshacerse de las criaturas y se las encomienda a su fiel servidora Sila, ordenándole que bajo el mayor secreteo las ahogara en el río Miñor. |
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Fuente: santoraldeldia.blogspot.com
Federico de Utrecht, Santo Obispo, Julio 18
Obispo Martirologio Romano: En Utrecht, ciudad de Güeldres, en Austrasia, san Federico, obispo, que, ilustre por sus conocimientos sobre las Sagradas Escrituras, se dedicó incansablemente a la evangelización de los frisones (838).
aquel asesinato? Algunos dan como causa cierta, el odio que Judit, segunda esposa de Ludovico Pío, alimentaba contra San Federico, por haberla reprendido con santa libertad, a causa de su conducta inmoral. No obstante, aun cuando parece que esta persuasión ya existía en Utrecht, muy próximamente a la fecha del martirio, hay quien lo pone en duda, por el testimonio del famoso escritor Rábano Mauro, que ensalza las virtudes de la emperatriz... Quizá los hagiógrafos no lleguen nunca a un acuerdo sobre este punto, pero a pesar de ello continuará siendo cierto que en aquel día del año 838, un obispo moría mártir... |
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Fuente: Enciclopedia Católica || ACI Prensa
Arnulfo de Metz, Santo Obispo, Julio 18
ObispoMartirologio Romano: En Metz, ciudad de Austrasia, san Arnulfo, obispo, consejero de Dagoberto, rey de Austrasia, cargo al que renunció para abrazar la vida eremítica en los Vosgos (640).
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Fuente: Enciclopedia Católica || ACI Prensa
Bruno de Segni, Santo Obispo, Julio 18
Obispo Martirologio Romano: En Segni, en el Lacio, san Bruno, obispo, que trabajó intensamente en la reforma de la Iglesia, por lo que tuvo que sufrir mucho y se vio incluso obligado a dejar su diócesis, encontrando refugio en Montecasino, monasterio del que fue abad durante un tiempo (1123). |
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Fuente: Franciscanos.org
Simón de Lipnica, Santo Sacerdote Franciscano, 18 de julio
Sacerdote FranciscanoMartirologio Romano: En Cracovia, ciudad de Polonia, san Simón de Lipnica, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, insigne por su predicación y por su devoción al nombre de Jesús, que, impulsado por su caridad, se entregó al cuidado de los apestados moribundos, deseando ardientemente incluso morir por ellos (1482).
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Teodosia de Constantinopla, Santa Mártir, Julio 18
Mártir Martirologio Romano: En Constantinopla, santa Teodosia, monja, que sufrió el martirio por oponerse a que se tirase, como había ordenado el emperador León Isáurico, una imagen de Cristo desde lo alto de la llamada Puerta de Bronce (s. VIII). |
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Tarsicia (Olga) Mackiv, Beata Virgen y Martir, 18 de julio
Virgen y Mártir Martirologio Romano: En la aldea de Krystonopil, en Ucrania, beata Tarsicia (Olga) Mackiv, vírgen de la Congregación de las Hermanas Siervas de María Inmaculada y mártir, que, en tiempo de guerra, consiguió ante sus perseguidores dos victorias: la de la virginidad y la del martirio. |
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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