JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 7-9
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, el rey Herodes se enteró de los prodigios que Jesús hacía y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado; otros, que había regresado Elías, y otros, que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Pero Herodes decía:
"A Juan yo lo mandé decapitar. ¿Quién será, pues, éste, de quien oigo semejantes cosas?"
Y tenía curiosidad de ver a Jesús.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354
Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). "Te amo, pero quiero verte todos los días, y menos los de descanso". ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice eso a otro? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.
† Misal
jue 25a. Ordinario año impar
Antífona de Entrada
Escucha, Señor, y respóndeme; salva a tu siervo, que confía en ti; ten piedad de mí, Dios mío, pues sin cesar te invoco.
Oración Colecta
Oremos:
Dios nuestro, que puedes darnos un mismo querer y un mismo sentir, concédenos a todos amar lo que nos mandas y anhelar lo que nos prometes, para que, en medio de las preocupaciones de esta vida, pueda encontrar nuestro corazón la felicidad verdadera.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Construyan el templo, para que pueda estar yo satisfecho
Lectura del libro del profeta Ageo 1, 1-8
El día primero del mes sexto del año segundo del rey Darío, vino la palabra del Señor, por medio del profeta Ageo, a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judea, y a Josué, hijo de Yosadac, sumo sacerdote, y les dijo:
"Esto dice el Señor todopoderoso: Este pueblo mío anda diciendo que todavía no ha llegado el momento de reconstruir el templo".
La palabra del Señor llegó por medio del profeta Ageo y dijo:
"¿De modo que es tiempo de vivir en casas revestidas de madera, mientras que mi casa está en ruinas? Pues ahora, dice el Señor todopoderoso, reflexionen sobre su situación: han sembrado mucho, pero cosechado poco; han comido, pero siguen con hambre; han bebido, pero siguen con sed; se han vestido, pero siguen con frío, y los que trabajaron a sueldo echaron su salario en una bolsa rota. Pero esto dice el Señor todopoderoso:
Reflexionen, pues, sobre su situación. Suban a la montaña, traigan madera y reconstruyan el templo, para que pueda estar yo satisfecho y mostrar en él mi gloria, dice el Señor".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 149
El Señor es amigo de su pueblo.
Entonen al Señor un canto nuevo, en la reunión litúrgica proclámenlo. En su creador y rey, en el Señor, alégrese Israel, su pueblo santo.
El Señor es amigo de su pueblo.
En honor de su nombre, que haya danzas, alábenlo con arpa y tamboriles. El Señor es amigo de su pueblo y otorga la victoria a los humildes.
El Señor es amigo de su pueblo.
Que se alegren los fieles en el triunfo, que inunde el regocijo sus hogares; que alaben al Señor con sus palabras, pues en esto su pueblo se complace.
El Señor es amigo de su pueblo.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre si no es por mí, dice el Señor.
Aleluya.
Evangelio
A Juan yo lo mandé decapitar. ¿Quién es entonces éste, de quien oigo semejantes cosas?
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 7-9
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, el rey Herodes se enteró de los prodigios que Jesús hacía y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado; otros, que había regresado Elías, y otros, que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Pero Herodes decía:
"A Juan yo lo mandé decapitar. ¿Quién será, pues, éste, de quien oigo semejantes cosas?"
Y tenía curiosidad de ver a Jesús.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Dios nuestro, que por medio del sacrificio único de Cristo en la Cruz nos has adoptado como hijos tuyos, concede siempre a tu Iglesia el don de la unidad y de la paz.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
El misterio de la salvación en Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias, Padre santo, siempre y en todo lugar, por Jesucristo, tu Hijo amado.
Por él, que es tu Palabra, hiciste todas las cosas; tú nos lo enviaste para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo y nacido de María la Virgen, fuera nuestro Salvador y Redentor.
El, en cumplimiento de tu voluntad, para destruir la muerte y manifestar la resurrección, extendió sus brazos en la cruz, y así adquirió para ti un pueblo santo.
Por eso,
con los ángeles y los santos, proclamamos tu gloria diciendo:
Antífona de la Comunión
La tierra está llena, Señor, de dones tuyos; de ti proviene el pan y el vino que alegra el ánimo.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Completa en nosotros, Señor, la obra redentora de tu amor, y danos la fortaleza y generosidad necesarias para que podamos cumplir en todo tu santa voluntad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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Dia 26/09 Santos Cosme y Damián (mártires, rojo)
Antífona de Entrada
El Señor es quien salva a los justos, él es su alcázar en el peligro.
Oración Colecta
Oremos:
Señor, que el triunfo de estos mártires nos llene de alegría, aumente el vigor de nuestra fe y
nos consuele en la certeza de que todos ellos interceden por nosotros.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Los recibió como sacrificio de holocausto
Lectura del libro de la Sabiduría
3, 1-9
La vida de los justos está en manos de Dios y no los tocará el tormento. La gente insensata pensaba que morían, consideraba su tránsito como una desgracia, su partida de entre nosotros como una destrucción; pero ellos están en paz. La gente pensaba que eran castigados; pero ellos esperaban seguros la inmortalidad. Sufrieron un poco; recibirán grandes favores, porque Dios los puso a prueba y halló dignos de sí: los probó como oro en crisol, los recibió como sacrificio de holocausto.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del Salmo 125
Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares.
Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.
Hasta los gentiles decían: "El Señor ha estado grande con ellos". El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres.
Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.
Que el Señor cambie nuestra suerte como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.
Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.
Al ir, iban llorando, llevando la semilla; al volver vuelven cantando, trayendo sus gavillas.
Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Dichoso el hombre que soporta la prueba, porque una vez aquilatado recibirá la corona de la vida.
Aleluya.
Evangelio
No tengan miedo a los que matan el cuerpo
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo
10, 28-33
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo dijo Jesús a sus apóstoles:
"No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No, teman al que puede destruir con el fuego alma y cuerpo. ¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga nuestro Padre. Pues ustedes hasta los cabellos de la cabeza tienen contados. Por eso, no tengan miedo: no hay comparación entre ustedes y los gorriones.
Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Recibe, Señor, esta ofrenda de tu pueblo en honor del martirio de tus santos, y, ya que en la persecución dio fortaleza a los gloriosos santos Cosme y Damián, nos dé a nosotros constancia para resistir la adversidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
Testimonio y ejemplo de los mártires
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, nuestro Señor.
Porque la sangre de los gloriosos mártires Cosme y Damián, derramada como la de Cristo para proclamar su fidelidad a ti, manifiesta tu admirable poder, que convierte la fragilidad en fortaleza y al hombre débil robustece para que sea testigo tuyo.
Por eso,
como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te aclamamos, diciendo sin cesar:
Antífona de la Comunión
El que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará, dice el Señor.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Señor, guarda intacto tu don en nuestros corazones, y lo que de tu mano hemos recibido en la festividad de tus santos Cosme y Damián, sea para nosotros prenda de salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
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† Meditación diaria
25ª semana. Jueves
QUERER VER AL SEÑOR
— Limpiar la mirada para contemplar a Jesús en medio de nuestros quehaceres normales.
— La Santísima Humanidad del Señor, fuente de amor y de fortaleza.
— Jesús nos espera en el Sagrario.
I. En el Evangelio de la Misa, San Lucas nos dice que Herodes deseaba encontrar a Jesús: Et quaerebat videre eum, buscaba la manera de verle1. Le llegaban frecuentes noticias del Maestro y quería conocerlo.
Muchas de las personas que aparecen a lo largo del Evangelio muestran su interés por ver a Jesús. Los Magos se presentan en Jerusalén preguntando: ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido?2. Y declaran enseguida su propósito: vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle: su propósito es bien distinto del de Herodes. Le encontraron en el regazo de María. En otra ocasión son unos gentiles llegados a Jerusalén los que se acercan a Felipe para decirle: Queremos ver a Jesús3. Y en circunstancias bien diversas, la Virgen, acompañada de unos parientes, bajó desde Nazaret a Cafarnaún porque deseaba verle. Había tanta gente en la casa que hubieron de avisarle: Tu Madre y tus hermanos están fueran y quieren verte4. ¿Podremos imaginar el interés y el amor que movieron a María a encontrarse con su Hijo?
Contemplar a Jesús, conocerle, tratarle es también nuestro mayor deseo y nuestra mayor esperanza. Nada se puede comparar a este don. Herodes, teniéndole tan cerca, no supo ver al Señor; incluso tuvo la oportunidad de poder ser enseñado por el Bautista –el que señalaba con el dedo al Mesías que había llegado ya– y, en vez de seguir sus enseñanzas, le mandó matar. Ocurrió con Herodes como con aquellos fariseos a los que el Señor dirige la profecía de Isaías: Con el oído oiréis, pero no entenderéis, con la vista miraréis, pero no veréis. Porque se ha embotado el corazón de este pueblo, han hecho duros sus oídos y han cerrado sus ojos...5. Por el contrario, los Apóstoles tuvieron la inmensa suerte de tener presente al Mesías, y con Él todo lo que podían desear. Bienaventurados, en cambio, vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen6, les dice el Maestro. Los grandes Patriarcas y los mayores Profetas del Antiguo Testamento nada vieron en comparación a lo que ahora pueden contemplar sus discípulos. Moisés contempló la zarza ardiente como símbolo de Dios Vivo7. Jacob, después de su lucha con aquel misterioso personaje, pudo decir: He visto cara a cara a Dios8; y lo mismo Gedeón: He visto cara a cara a Yahvé9..., pero estas visiones eran oscuras y poco precisas en comparación con la claridad de aquellos que ven a Cristo cara a cara. Pues en verdad os digo que muchos profetas y justos ansiaron ver lo que vosotros estáis viendo...10. La gloria de Esteban –el primero que dio su vida por el Maestro– consistirá precisamente en eso: en ver los Cielos abiertos y a Jesús sentado a la derecha del Padre11. Jesús vive y está muy cerca de nuestros quehaceres normales. Hemos de purificar nuestra mirada para contemplarlo. Su rostro amable será siempre el principal motivo para ser fieles en los momentos difíciles y en las tareas de cada día. Le diremos muchas veces, con palabras de los Salmos: Vultum tuum Domine requiram...12, buscaré, Señor, tu rostro... siempre y en todas las cosas.
II. Quien busca, halla13. La Virgen y San José buscaron a Jesús durante tres días, y lo encontraron14. Zaqueo, que también deseaba verlo, puso los medios y el Maestro se le adelantó invitándose a su casa15. Las multitudes que salieron en su busca tuvieron luego la dicha de estar con Él16. Nadie que de verdad haya buscado a Cristo ha quedado defraudado. Herodes, como se verá más tarde en la Pasión, solo trataba de ver al Señor por curiosidad, por capricho..., y así no se le encuentra. Cuando se lo remitió Pilato, al ver a Jesús, se alegró mucho, pues deseaba verlo hacía mucho tiempo, porque había oído muchas cosas acerca de Él y esperaba verle hacer algún milagro. Le preguntó con muchas palabras, pero Él no le respondió nada17. Jesús no le dijo nada, porque el Amor nada tiene que decir ante la frivolidad. Él viene a nuestro encuentro para que nos entreguemos, para que correspondamos a su Amor infinito.
A Jesús, presente en el Sagrario, ¡y tan cercano a nuestras vidas!, le vemos cuando deseamos purificar el alma en el sacramento de la Confesión, cuando no dejamos que los bienes pasajeros –incluso los lícitos– llenen nuestro corazón como si fueran definitivos, pues –como enseña San Agustín– "el amor a las sombras hace a los ojos del alma más débiles e incapaces para llegar a ver el rostro de Dios. Por eso, el hombre mientras más gusto da a su debilidad más se introduce en la oscuridad"18.
Vultum tuum, Domine, requiram..., buscaré, Señor, tu rostro... La contemplación de la Humanidad Santísima del Señor es inagotable fuente de amor y de fortaleza en medio de las dificultades de la vida. Muchas veces nos acercaremos a las escenas del Evangelio; consideraremos despacio que el mismo Jesús de Betania, de Cafarnaún, el que recibe bien a todos... es el que tenemos, quizá a pocos metros, en el Sagrario. En otras ocasiones nos servirán las imágenes que lo representan para tener como un recuerdo vivo de su presencia, como hicieron los santos. "Entrando un día en el oratorio –escribe Santa Teresa de Jesús–, vi una imagen que habían traído allí a guardar (...). Era de Cristo muy llagado y tan devota que, en mirándola, toda me turbó de verle tal, porque representaba bien lo que pasó por nosotros. Fue tanto lo que sentí de lo mal que había agradecido aquellas llagas, que el corazón me parece se me partía y arrojéme cabe Él con grandísimo derramamiento de lágrimas, suplicándole me fortaleciese ya de una vez para no ofenderle"19. Este amor, que de alguna manera necesita nutrirse de los sentidos, es fortaleza para la vida y un enorme bien para el alma. ¡Qué cosa más natural que buscar en un retrato, en una imagen, el rostro de quien tanto se ama! La misma Santa exclamaba: "¡Desventurados de los que por su culpa pierden este bien! Bien parece que no aman al Señor, porque si le amaran, holgáranse de ver su retrato, como acá aun da contento ver el de quien se quiere bien"20.
III. Iesu, quem velatum nunc aspicio...21. Jesús, a quien ahora veo escondido, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro ya no oculto, sea yo feliz viendo tu gloria, rezamos en el Himno Adoro te devote.
Un día, con la ayuda de la gracia, veremos a Cristo glorioso lleno de majestad que nos recibe en su Reino. Le reconoceremos como al Amigo que nunca nos falló, a quien procuramos tratar y servir aun en lo más pequeño. Estando muy metidos en medio del mundo, en las tareas seculares que a cada uno han correspondido, y amando ese mundo, que es donde debemos santificarnos, podemos decir, sin embargo, con San Agustín: "la sed que tengo es de llegar a ver el rostro de Dios; siento sed en la peregrinación, siento sed en el camino; pero me saciaré a la llegada"22. Nuestro corazón solo experimentará la plenitud con los bienes de Dios.
Ya tenemos a Jesús con nosotros, hasta el fin de los siglos. En la Sagrada Eucaristía está Cristo completo: su Cuerpo glorioso, su Alma humana y su Persona divina, que se hacen presentes por las palabras de la Consagración. Su Humanidad Santísima, escondida bajo los accidentes eucarísticos, se encuentra en lo que tiene de más humilde, de más común con nosotros –su Cuerpo y su Sangre, aunque en estado glorioso–; y especialmente asequible: bajo las especies de pan y de vino. De modo particular en el momento de la Comunión, al hacer la Visita al Santísimo..., hemos de ir con un deseo grande de verle, de encontrarnos con Él, como Zaqueo, como aquellas multitudes que tenían puesta en Él toda su esperanza, como acudían los ciegos, los leprosos... Mejor aún, con el afán y el deseo con que le buscaron María y José, como hemos contemplado tantas veces en el Quinto misterio de gozo del Santo Rosario. A veces, por nuestras miserias y falta de fe, nos podrá resultar costoso apreciar el rostro amable de Jesús. Es entonces cuando debemos pedir a Nuestra Señora un corazón limpio, una mirada clara, un mayor deseo de purificación. Nos puede ocurrir como a los Apóstoles después de la resurrección, que, aunque estaban seguros de que era Él, no se atrevían a preguntarle; tan seguros que ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle: ¿Tú quién eres?, porque sabían que era el Señor23. ¡Era algo tan grande encontrar a Jesús vivo, el de siempre, después de verle morir en la Cruz! ¡Es tan inmenso encontrar a Jesús vivo en el Sagrario, donde nos espera!
1 Lc 9, 7-9. — 2 Mt 2, 3. — 3 Jn 12, 21. — 4 Lc 8, 20. — 5 Mt 13, 14-15. — 6 Mt 13, 16. — 7 Cfr. Ex 3, 2. — 8 Gen 32, 31. — 9 Jue 6, 22. — 10 Mt 13, 17. — 11 Hech 7, 55. — 12 Sal 26, 8. — 13 Mt 7, 8. — 14 Cfr. Lc 2, 48. — 15 Cfr. Lc 19, 1 ss. — 16 Cfr. Lc 6, 9 ss. — 17 Lc 23, 8-9. — 18 San Agustín, Del libre albedrío, 1, 16, 43. — 19 Santa Teresa, Vida, 9, 1. — 20 Ibídem, 6. — 21 Himno Adoro te devote. — 22 San Agustín, Comentarios a los Salmos, 41, 5. — 23 Jn 21, 12.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
San Cosme y San Damián
Mártires
Siglo III
Quiera Dios enviarnos muchos médicos generosos que, a imitación de Cosme y Damián, se dediquen a recetar gratuitamente a los pobres, y a aprovechar su ascendiente para propagar la santa religión de Jesucristo. Qué hermoso fuera que hubiera muchos médicos así.
"Lo que habéis recibido gratis, dadlo también gratuitamente" (Jesucristo Mt. 10, 8).
Cosme significa "adornado, bien presentado". Damián: domador.
Estos dos santos han sido (junto con San Lucas) los patronos de los médicos católicos. En oriente los llaman "los no cobradores", porque ejercían la medicina sin cobrar nada a los pacientes pobres.
Eran hermanos gemelos y nacieron en Arabia, en el siglo tercero. Se dedicaron a la medicina y llegaron a ser muy afamados médicos. Pero tenían la especialidad de que a los pobres no les cobraban la consulta ni los remedios. Lo único que les pedía era que les permitieran hablarles por unos minutos acerca de Jesucristo y de su evangelio.
Las gentes los querían muchísimo y en muchos pueblos eran considerados como unos verdaderos benefactores de los pobres. Y ellos aprovechaban su gran popularidad para ir extendiendo la religión de Jesucristo por todos los sitios donde llegaban.
Lisias, el gobernador de Cilicia, se disgustó muchísimo porque estos dos hermanos propagaban la religión de Jesús. Trató inútilmente de que dejaran de predicar, y como no lo consiguió, mandó echarlos al mar. Pero una ola gigantesca los sacó sanos y salvos a la orilla. Entonces los mandó quemar vivos, pero las llamas no los tocaron, y en cambio quemaron a los verdugos paganos que los querían atormentar. Entonces el mandatario pagano mandó que les cortaran la cabeza, y así derramaron su sangre por proclamar su amor al Divino Salvador.
Y sucedió entonces que junto a la tumba de los dos hermanos gemelos, Cosme y Damián, empezaron a obrarse maravillosos curaciones. El emperador Justiniano de Constantinopla, en una gravísima enfermedad, se encomendó a estos dos santos mártires y fue curado inexplicablemente. Con sus ministros se fue personalmente a la tumba de los dos santos a darles las gracias.
En Constantinopla levantaron dos grandes templos en honor de estos dos famosos mártires y en Roma les construyeron una basílica con bellos mosaicos.
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Fuente: www.notidiocesis.com.mx
María Teresa Couderc, Santa Fundadora, Septiembre 26
Fundadora Martirologio Romano: En Lyon, en Francia, santa Teresa (María Victoria) Couderc, virgen, fundadora, no sin grandes tribulaciones, pero con ánimo sereno, de la Compañía de Nuestra Señora del Retiro del Cenáculo en la localidad de La Louvesc, junto al sepulcro de san Juan Francisco de Regis (1885). |
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Fuente: Vatican.va
Luis Tezza, Beato El apóstol santo de Lima, 26 de septiembre
Fundador Martirologio Romano: En la ciudad de Los Reyes, en Perú, beato Luis Tezza, presbítero de la Orden de Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos, que, para servir a Dios junto a los enfermos, fundó la Congregación de las Hijas de San Camilo, a las que dirigió para llevar a cabo muchas obras de caridad (1923) |
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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Gedeon, Santo Juez de Israel, 26 de septiembre
Juez de Israel Martirologio Romano: Conmemoración de san Gedeón, de la tribu de Manasés, juez en Israel (Jc, 6, 37), que recibió del Señor el signo del rocío, que descendía a un vellón de lana, como fortaleza de Dios, librando al pueblo de Israel de sus enemigos, después de destruir el altar de Baal. |
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Fuente: Redentoristas.org
Gaspar Stanggassinger, Beato Sacerdote Redentorista, Septiembre 26
Sacerdote Martirologio Romano: En Gars, cerca de Munich, en Baviera, de Alemania, beato Gaspar Stanggassinger, presbítero de la Congregación del Santísimo Redentor, dedicado a la educación de los jóvenes, siendo para ellos modelo de caridad alegre y asidua oración (1899). |
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Fuente: Franciscanos.net
Lucía de Caltagirone, Beata Terciaria Franciscana, Septiembre 26
Virgen Terciaria Franciscana Martirologio Romano: En Salerno, de la Campania, en Italia, beata Lucía de Caltagirone, virgen de la Tercera Orden Regular de San Francisco (1400). |
Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net
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