viernes, 20 de julio de 2012

Sábado 21 de Julio de 2012. En su día, lo que más agrada a María, es la Misa matutina.

JMJ

Pax

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 12, 14-21

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, los fariseos, al salir, se pusieron a planear el modo de acabar con Jesús. Jesús lo supo y se alejó de allí. Lo siguieron muchos y los sanó a todos, advirtiéndoles que no dijeran que había sido él. Así se cumplió lo anunciado por el profeta Isaías:
Este es mi siervo, a quién elegí; mi amado en quien me complazco; derramaré mi espíritu sobre él, y anunciará el derecho de las naciones. No discutirá ni gritará; no se oirá en las plazas su voz. No romperá la caña resquebrajada ni apagará la mecha que apenas arde, hasta que haga triunfar la justicia. En él pondrán las naciones su esperanza.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las “palabras de vida eterna” (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs

Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354

Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=272692

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: “si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros” (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). “Te amo, pero quiero verte todos los días, y menos los de descanso”. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice eso a otro? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: “quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación” (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesar pecados graves al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.

 

Misal

 

sab 15a. Ordinario año Par

Antífona de Entrada

Escucha, Señor, y respóndeme; salva a tu siervo que confía en ti. Ten piedad de mí, Dios mío, pues sin cesar te invoco.

Oración Colecta

Oremos:
Dios nuestro, tú que puedes darnos un mismo querer y un mismo sentir, concédenos a todos amar lo que nos mandas y anhelar lo que nos prometes para que, en medio de las preocupaciones de esta vida, pueda encontrar nuestro corazón la felicidad verdadera.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

Primera Lectura

Codician los campos y usurpan las casas

Lectura del libro del profeta Miqueas
2, 1-5

¡Ay de aquellos que planean la maldad, que traman el mal en su cama, y en cuanto es de día lo ejecutan, porque tienen el poder en su mano! Codician campos y los roban; casas, y se apoderan de ellas; oprimen al jefe de familia y a todos los suyos, al dueño y a sus bienes.
Por eso, así dice el Señor:
"También yo proyecto un mal contra esa gente, un mal del que no podrán apartar su cuello; no podrán ir más con la frente en alto, porque serán tiempos de desgracia. Aquel día les dedicarán este proverbio, y les entonarán esta lamentación: "Estamos totalmente arruinados: se reparten la heredad de mi pueblo, ¿cómo es que me la quitan? Los que nos han conquistado, se han repartido nuestros campos".
Así que no tendrás a nadie que distribuya la tierra en la asamblea del Señor".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Sal 10, 1-2.3-4.7-8.14

Señor, no te olvides de los humildes.

¿Por qué, Señor, te mantienes alejado, y te escondes en los momentos de angustia? El malvado oprime al humilde con su orgullo, y lo atrapa en la intriga que ha tramado.
Señor, no te olvides de los humildes.

El malvado se gloría de su ambición, y el codicioso blasfema y desprecia al Señor. El malvado dice con arrogancia: "Dios no me va a pedir cuentas".
Señor, no te olvides de los humildes.

Su boca está llena de maldiciones, fraudes y engaños, en su lengua sólo hay insulto y maldad; se pone al acecho junto a los poblados, para matar a escondidas al inocente.
Señor, no te olvides de los humildes.

Pero tú ves la pena y el dolor y los tomas en tus manos: el indefenso se abandona en ti, tú eres la salvación del huérfano.
Señor, no te olvides de los humildes.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Dios ha reconciliado consigo al mundo, por medio de Cristo, y nos ha encomendado a nosotros el mensaje de la reconciliación.
Aleluya.

Evangelio

Les mandó que no lo publicaran, para que se cumplieran las palabras del profeta

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 12, 14-21

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, los fariseos, al salir, se pusieron a planear el modo de acabar con Jesús. Jesús lo supo y se alejó de allí. Lo siguieron muchos y los sanó a todos, advirtiéndoles que no dijeran que había sido él. Así se cumplió lo anunciado por el profeta Isaías:
Este es mi siervo, a quién elegí; mi amado en quien me complazco; derramaré mi espíritu sobre él, y anunciará el derecho de las naciones. No discutirá ni gritará; no se oirá en las plazas su voz. No romperá la caña resquebrajada ni apagará la mecha que apenas arde, hasta que haga triunfar la justicia. En él pondrán las naciones su esperanza.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas

Dios nuestro, que por medio de un sacrificio único, el de Cristo en la cruz, nos has adoptado como hijos tuyos, concede siempre a tu Iglesia el don de la unidad y de la paz.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Prefacio

Jesús, buen samaritano

En verdad es justo darte gracias, y deber nuestro alabarte, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, en todos los momentos y circunstancias de la vida, en la salud y en la enfermedad, en el sufrimiento y en el gozo, por tu siervo, Jesús, nuestro Redentor.
Porque él, en su vida terrena, pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el mal.
También hoy, como buen samaritano, se acerca a todo hombre que sufre en su cuerpo o en su espíritu, y cura sus heridas con el aceite del consuelo y el vino de la esperanza.
Por este don de tu gracia, incluso cuando nos vemos sumergidos en la noche del dolor, vislumbramos la luz pascual en tu Hijo, muerto y resucitado.
Por eso,
unidos a los ángeles y a los santos, cantamos a una voz el himno de tu gloria:

Antífona de la Comunión

La tierra está llena, Señor, de dones tuyos, de ti proviene el pan y el vino que alegra el corazón humano.

Oración después de la Comunión

Oremos:
Completa, Señor, en nosotros la obra redentora de tu amor y danos la fortaleza y generosidad necesarias para que podamos cumplir en todo tu santa voluntad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

 

 

Dia 21/07 San Lorenzo de Brindisi (presbítero y doctor de la Iglesia, blanco)

Antífona de Entrada

El Señor lo ha llenado del espíritu de sabiduría e inteligencia, ha abierto sus labios en medio de la asamblea y lo ha revestido de gloria.

Oración Colecta

Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, que pusiste al servicio de tu Iglesia como doctor en la fe a san Lorenzo de Brindisi; concédenos que lo que él enseñó por inspiración del Espíritu Santo, arraigue con fuerza en nuestros corazones, y que aquél a quien, por gracia tuya, tenemos como protector, sea también nuestro abogado.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

Primera Lectura

Nosotros predicamos a Jesucristo y nos presentamos como servidores de ustedes, por Jesús

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 4, 1-2. 5-7

Hermanos: Puesto que, por la misericordia de Dios, estamos encargados del ministerio de la predicación, no sólo no desfallecemos, sino que renunciamos a actuar en forma oculta y vergonzosa, a proceder con astucia o a falsear el mensaje de Dios. Solamente predicamos la verdad, y en esto consiste nuestra recomendación ante el juicio que hagan de nosotros en la presencia de Dios todos los hombres.
Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo, el Señor, y nos presentamos como servidores de ustedes, por Jesús. Pues el mismo Dios que dijo: "Brille la luz en medio de las tinieblas", es el que ha hecho brillar su luz en nuestros corazones, para dar a conocer el resplandor de la gloria de Dios, que se manifiesta en el rostro de Cristo. Pero llevamos este tesoro en vasijas de barro, para que se vea que esta fuerza tan extraordinaria proviene de Dios y no de nosotros mismos.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del salmo 39

Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Con una gran confianza esperé en el Señor; él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. El me puso en la boca un canto nuevo, un himno a nuestro Dios.
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Sacrificios y ofrendas ya no quieres, en cambio me has dejado oír tu voz; no pides expiaciones ni holocaustos, así que dije: "aquí estoy".
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

En el libro sagrado se me ordena cumplir lo que tú mandas. Me agrada hacer tu voluntad, Dios mío, pues tu ley es la entraña de mi entraña.
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

He dado a conocer tu salvación ante todo tu pueblo; tú bien sabes, Señor, que no guardé silencio.
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
La semilla es la palabra de Dios y el sembrador es Cristo; todo aquel que lo encuentra vivirá para siempre.
Aleluya.

Evangelio

Salió el sembrador a sembrar

†Lectura del santo Evangelio según san Marcos 4, 1-10. 13-20

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago, y se reunió una muchedumbre tan grande, que Jesús tuvo que subir en una barca; allí se sentó, mientras la gente estaba en tierra, junto a la orilla. Les estuvo enseñando muchas cosas con parábolas y les decía:
"Escuchen. Salió el sembrador a sembrar. Cuando iba sembrando, unos granos cayeron en la vereda; vinieron los pájaros y se los comieron. Otros cayeron en terreno pedregoso, donde apenas había tierra; como la tierra no era profunda, las plantas brotaron enseguida; pero cuando salió el sol, se quemaron, y por falta de raíz, se secaron. Otros granos cayeron entre espinas; las espinas crecieron, ahogaron las plantas y no las dejaron madurar. Finalmente, los otros granos cayeron en tierra buena; las plantas fueron brotando y creciendo, y produjeron el treinta, el sesenta o el ciento por uno".
Y añadió Jesús:
"El que tenga oídos para oír, que oiga".
Cuando se quedaron solos, sus acompañantes y los Doce le preguntaron qué quería decir la parábola. Jesús les dijo a continuación:
"Si no entienden esta parábola, ¿cómo van a comprender todas las demás? "El sembrador" siembra la palabra.
"Los granos de la vereda" son aquellos en quienes se siembra la palabra, pero cuando la acaban de escuchar, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos.
"Los que reciben la semilla en terreno pedregoso", son los que, al escuchar la palabra, de momento la reciben con alegría; pero no tienen raíces, son inconstantes y en cuanto surge un problema o una contrariedad por causa de la palabra, se dan por vencidos.
"Los que reciben la semilla entre espinas" son los que escuchan la palabra; pero por las preocupaciones de esta vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás, que los invade, ahogan la palabra y la hacen estéril.
Por fin, "los que reciben la semilla en tierra buena" son aquellos que escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha: unos, de treinta; otros, de sesenta; y otros, de ciento por uno".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas

Que te sea grato, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte en la fiesta de san Lorenzo de Brindisi, cuyas enseñanzas y ejemplo nos mueven a alabarte con todo nuestro ser.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Prefacio

Los santos pastores siguen presentes en la Iglesia

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque permites que tu Iglesia se alegre hoy con la festividad de San Lorenzo de Brindisi, para animarnos con el ejemplo de su vida, instruirnos con su palabra y protegernos con su intercesión.
Por eso,
con los ángeles y los santos, te cantamos el himno de alabanza diciendo sin cesar:

Antífona de la Comunión

Este es el siervo fiel y sensato a quien su señor ha puesto al frente de su familia, para darles la ración de trigo a su tiempo.

Oración después de la Comunión

Oremos:
A quienes nos has alimentado con el Cuerpo de Cristo, ilumínanos, Señor, con tus enseñanzas, para que en la festividad de san Lorenzo Brindisi aprendamos tu verdad e imitemos tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

___________________________________________________________________________________________

 

Meditación diaria

 

15ª Semana. Sábado

NO QUEBRARÁ LA CAÑA CASCADA

— Mansedumbre y misericordia de Cristo.

— Jesús no da a nadie por perdido. Nos ayuda aunque hayamos pecado.

— Nuestro comportamiento hacia los demás ha de estar lleno de compasión, de comprensión y de misericordia.

I. El Evangelio de la Misa nos muestra a Jesús alejándose de los fariseos, pues estos tuvieron consejo para ver cómo perderle. Aunque se retiró a un lugar más seguro –quizá en Galilea1–, le siguieron muchos y los curó a todos, y les ordenó que no le descubriesen2. Es esta la ocasión en la que San Mateo, movido por el Espíritu Santo, señala el cumplimiento de la profecía de Isaías3 sobre el Siervo de Yahvé, en la que se prefigura con rasgos muy definidos al Mesías, a Jesús: He aquí a mi Siervo a quien elegí, mi amado en quien se complace mi alma. Pondré mi espíritu sobre él y anunciará la justicia a las naciones. No disputará ni vociferará, nadie oirá sus gritos en las plazas. No quebrará la caña cascada, no apagará la mecha humeante...

El Mesías había sido profetizado por Isaías, no como un rey conquistador, sino sirviendo y curando. Su misión será caracterizada por la mansedumbre, la fidelidad y la misericordia. El Evangelista señala que esta profecía se estaba cumpliendo4. Por medio de dos imágenes bellísimas describe Isaías la mansedumbre, dulzura y misericordia del Mesías. La caña cascada, la mecha humeante, representan toda clase de miserias, dolencias y penalidades a que está sujeta la humanidad. No terminará de romper la caña ya cascada; al contrario, se inclina sobre ella, la endereza con sumo cuidado y le da la fortaleza y la vida que le faltan. Tampoco apagará la mecha de una lámpara que parece que se extingue, sino que empleará todos los medios para que vuelva a iluminar con luz clara y radiante. Esta es la actitud de Jesús ante los hombres.

En la vida corriente a veces decimos de un enfermo que su dolencia “no tiene remedio”, y se da por imposible su curación. En la vida espiritual no es así: Jesús es el Médico que nunca da como irremediablemente perdidos a quienes han enfermado del alma. A ninguno juzga irrecuperable. El hombre más endurecido en el pecado, el que ha caído más veces y en faltas más grandes nunca es abandonado por el Maestro. También para él tiene la medicina que cura. En cada hombre Él sabe ver la capacidad de conversión que existe siempre en el alma. Su paciencia y su amor no dan a ninguno por perdido. ¿Lo vamos a dar nosotros? Y si, por desgracia, alguna vez nos encontráramos en esa triste situación, ¿vamos a desconfiar de quien ha dicho de Sí mismo que ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido?

Como caña cascada fue María Magdalena, y el buen ladrón, y la mujer adúltera... A Pedro, deshecho por las negaciones de su más triste noche, lo restaura, y ni siquiera le hace prometer el Señor que no volvería a negarlo. Solamente le preguntó: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Es la pregunta que nos hace a todos, cuando no hemos sido del todo fieles. ¿Me amas? Cada Confesión es también, y sobre todo, un acto de amor. Pensemos hoy cómo es nuestro amor, cómo respondemos a esa pregunta que nos hace el Señor.

II. No romperá la caña cascada ni apagará la mecha que aún humea...

La misericordia de Jesús por los hombres no decayó ni un instante, a pesar de las ingratitudes, las contradicciones y los odios que encontró. El amor de Cristo por los hombres es profundo, porque, en primer lugar, se preocupa del alma, para conducirla, con ayudas eficaces, a la vida eterna; y, al mismo tiempo, es universal, inmenso, y se extiende a todos. Él es el Buen Pastor de todas las almas, a todas las conoce y las llama por su nombre5. No deja a ninguna perdida en el monte. Ha dado su vida por cada hombre, por cada mujer. Su actitud cuando alguno se aleja es darle las ayudas para que vuelva, y todos los días sale a ver si lo divisa en la lejanía. Y si alguno le ha ofendido más, trata de atraerle a su Corazón misericordioso. No quiebra la caña cascada, no termina de romperla y la abandona, sino que la recompone con tanto más cuidado cuanto mayor sea su debilidad.

¿Qué dice a quienes están rotos por el pecado, a quien ya no da luz porque apagó la llama divina en su alma? Venid a mí todos los que estáis fatigados y cargados, que yo os aliviaré6. “Tiene piedad de la gran miseria a la que les ha conducido el pecado; les lleva al arrepentimiento sin juzgarles con severidad. Él es el padre del hijo pródigo que abraza al hijo desgraciado por su falta; Él mismo perdona a la mujer adúltera a la que se disponen a lapidar; recibe a la Magdalena arrepentida y le abre enseguida el misterio de su vida íntima; habla de la vida eterna a la Samaritana a pesar de su mala conducta; promete el Cielo al buen ladrón. Verdaderamente en Él se realizan las palabras de Isaías: La caña cascada no la quebrará; ni apagará el pabilo que aún humea”7.

Nunca nadie nos amó ni nos amará como Cristo. Nadie nos comprenderá mejor. Cuando los fieles de Corinto andaban divididos diciendo unos: “yo soy de Pablo”, y otros: “yo de Apolo, yo de Cefas, yo de Cristo”, San Pablo les escribe: ¿Ha sido Pablo crucificado por vosotros?8. Es el argumento supremo.

No podemos desesperar nunca... Dios quiere que seamos santos, y pone su poder y su providencia al servicio de su misericordia. Por eso, no debemos dejar pasar el tiempo mirando nuestra miseria, perdiendo de vista a Dios, dejándonos descorazonar por nuestros defectos, tentados de exclamar “¿para qué continuar luchando, considerando todo lo que he pecado, todo lo que he fallado al Señor?”. No, nosotros debemos confiar en el amor y en el poder de nuestro Padre Dios, y en el de su Hijo, enviado al mundo para redimirnos y fortalecernos9.

¡Qué gran bien para nuestra alma sentirnos hoy delante del Señor como una caña cascada que necesita de muchos cuidados, como el pabilo que tiene una débil llama y que precisa del aceite del amor divino para que luzca como el Señor quiere! No perdamos nunca la esperanza si nos vemos débiles, con defectos, con miserias. El Señor no nos deja; basta que pongamos los medios y que no rechacemos la mano que Él nos tiende.

III. Esta mansedumbre y misericordia de Jesús por los débiles señalan el camino a seguir para llevar a nuestros amigos hasta Él, pues en su nombre pondrán su esperanza las naciones10. Cristo es la esperanza salvadora del mundo.

No podemos extrañarnos de la ignorancia, de los errores, de la dureza y resistencia que tantos ponen en su camino hacia Dios. El aprecio sincero por todos, la comprensión y la paciencia deben ser nuestra actitud ante ellos. Pues “rompe la caña cascada aquel que no da la mano al pecador ni lleva la carga de su hermano; y apaga la torcida que humea aquel que desprecia en los que aún creen un poco la pequeña centella de la fe”11.

Nuestros amigos, quienes se crucen con nosotros por circunstancias diversas, han de encontrar en la amistad o en nuestra actitud un firme apoyo para su fe. Por eso, hemos de acercarnos a su debilidad: para que se torne fortaleza; debemos verlos con ojos de misericordia, como los mira Cristo; con comprensión, con un aprecio verdadero, aceptando el claroscuro que forman sus miserias y sus grandezas. Por un lado, hemos de tener presente que “servir a los demás, por Cristo, exige ser muy humanos (...). Hemos de comprender a todos, hemos de convivir con todos, hemos de disculpar a todos, hemos de perdonar a todos”12. Por otro lado, “no diremos que lo injusto es justo, que la ofensa a Dios no es ofensa a Dios, que lo malo es bueno. Pero, ante el mal, no contestaremos con otro mal, sino con la doctrina clara y con la acción buena: ahogando el mal en abundancia de bien (cfr. Rom 12, 21). Así Cristo reinará en nuestra alma, y en las almas de los que nos rodean”13.

Los frutos de esta doble actitud de comprensión y fortaleza son tan grandes –para uno mismo y para los demás– que bien vale la pena el esfuerzo por ver almas en quienes tratamos a diario; en verles tan necesitados como los veía el Señor.

No es suficiente apreciar –afirma un autor de nuestros días14– a los hombres brillantes porque son brillantes, a los buenos porque son buenos. Debemos apreciar a todo hombre porque es hombre, a todo hombre, al débil, al ignorante, al que carece de educación, al más oscuro. Y esto no lo podremos hacer a menos que nuestra concepción de lo que es el hombre lo haga objeto de estima. El cristiano sabe que todo hombre es imagen de Dios, que tiene un espíritu inmortal y que Cristo murió por él. La frecuente consideración de esta verdad nos ayudará a no separarnos de los demás, sobre todo cuando los defectos, las faltas de educación, su mal comportamiento se hagan más evidentes. Imitando al Señor, nunca romperemos una caña cascada. Como el buen samaritano de la parábola, nos acercaremos al herido y vendaremos sus heridas, y aliviaremos su dolor con el bálsamo de nuestra caridad. Y un día oiremos de labios del Señor estas dulces palabras: lo que hiciste con uno de estos, por Mí lo hiciste15.

Nadie como María conoce el misterio de la misericordia divina. Sabe su precio y sabe cuán alto es. En este sentido, la llamamos también Madre de la misericordia... Madre de la divina misericordia16: a Ella acudimos al terminar nuestra meditación, seguros de que nos conduce siempre a Jesús y nos impulsa a ser, como su Hijo, comprensivos y misericordiosos.

1 Cfr. Mc 3, 7. — 2 Mt 12, 15-16. — 3 Is 42, 1-4. — 4 Cfr. B. Orchard y otros, Verbum Dei, vol. II, pp. 462-463. — 5 Mt 11, 5. — 6 Mt 11, 28. — 7 R. Garrigou-Lagrange, El Salvador, p. 322. — 8 1 Cor 1, 3. — 9 Cfr. B. Perquin, Abba, Padre, p. 89. — 10 Mt 12, 21. — 11 San Jerónimo, en Catena Aurea, vol. II, p. 166. — 12 San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 182. — 13 Ibídem. — 14 Cfr. J. Sheed, Sociedad y sensatez, Herder, Barcelona 1963, pp. 37-38. — 15 Cfr. Mt 25, 40. — 16 Cfr. Juan Pablo II, Enc. Dives in misericordia, 30-XI-1980, 9.

___________________________________________________________________________________________

 

Santoral                   (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

San Lorenzo de Brindisi
Predicador
Año 1619

Lorenzo significa: coronado de laurel. Laureado. Este santo ha sido quizás el más famoso predicador de la comunidad de Padres Capuchinos.

Nació en Brindis (Italia) cerca de Nápoles. Desde pequeño demostró tener una memoria asombrosa. Dicen que a los ocho años repitió desde el púlpito de la Catedral un sermón escuchado a un famoso predicador, con gran admiración de la gente.

Cuando pidió ser admitido como religioso en los Padres Capuchinos, el superior le adevirtió que le iba a ser muy difícil soportar aquella vida tan dura y tan austera. El joven le preguntó: "Padre, ¿en mi celda habrá un crucifijo?". "Si, lo habrá", respondió el superior. "Pues eso me basta. Al mirar a Cristo Crucificado tendré fuerzas para sufrir por amor a El, cuaquier padecimiento".

La facilidad de Lorenzo para aprender idiomas y para grabarse en la memoria todo lo que leía, dejó atónitos a sus superiores y compañeros. Prácticamente se aprendía de memoria capítulos enteros de la S. Biblia y muchas páginas más de libros piadosos. Hablaba seis idiomas: griego, hebreo, latín, francés, alemán e italiano.

Y su capacidad para predicar era tan excepcional, que siendo simple seminarista, ya le fue encomendado el predicar los 40 días de Cuaresma en la Catedral de Venecia por dos años seguidos. Las gentes vibraban de emoción al oir sus sermones, y muchos se convertían.

Un sacerdote le preguntó: "Fray Lorenzo, ¿a qué se debe su facilidad para predicar? ¿A su formidable memoria?" Y él respondió: "En buena parte se debe a mi buena memoria. En otra buena parte a que dedico muchas horas a prepararme. Pero la causa principal es que encomiendo mucho a Dios mis predicaciones, y cuando empiezo a predicar se me olvida todo el plan que tenía y empiezo a hablar como si estuviera leyendo en un libro misterioso venido del cielo".

Los capuchinos nombraron a Fray Lorenzo superior del convento y luego superior de Italia. Más tarde al constatar las grandes cualidades que tenía para gobernar, lo nombraron superior general de toda su comunidad en el mundo. En sus años de superiorato recorrió muchos países visitando los conventos de sus religiosos para animarlos a ser mejores y a trabajar mucho por el reino de Cristo. Había días que caminaba a pie 50 kilómetros. No le asustaba desgastarse en su salud con tal de conseguir la salvación de las almas y la extensión del reino de Dios. La gente lo amaba porque era sumamente comprensivo y bondadoso, y porque sus consejos hacían un gran bien. Siendo superior, sin embargo servía a la mesa a los demás, y lavaba los platos de todos.

El Santo Padre, el Papa, lo envió a Checoslovaquia y a Alemania a tratar de extender la religión católica en esos países. Se fue con un buen grupo de capuchinos, y empezó a predicar. Pero en esos días un ejército de 60 mil turcos mahometanos invadió el país con el fin de destruir la religión, y el jefe de la nación pidió al Padre Lorenzo que se fuera con sus capuchinos a entusiasmar a los 18 mil católicos que salían a defender la patria y la religión. La batalla fue terriblemente feroz. Pero San Lorenzo y sus religiosos recorrían el campo de batalla con una cruz en alto cada uno, gritando a los católicos: "Ánimo, estamos defendiendo nuestra santa religión". Y la victoria fue completa. Los soldados victoriosos exclamaban: "La batalla fue ganada por el Padre Lorenzo".

El Papa Clemente VIII decía que el Padre Lorenzo valía él solo más que un ejército.

El Sumo Pontífice lo envió de delegado suyo a varios países, y siempre estuvo muy activo de nación en nación dirigiendo su comunidad y fundando conventos, predicando contra los protestantes y herejes, y trabajando por la paz y la conversión. Pero lo más importante en cada uno de sus días eran las prácticas de piedad. Durante la celebración de la Santa Misa, frecuentemente era arrebatado en éxtasis, y su orar era de todas las horas y en todos los sitios. Por eso es que obtuvo tan grandes frutos apostólicos.

Dormía sobre duras tablas. Se levantaba por la noche a rezar salmos. Ayunaba con frecuencia. Su alimento era casi siempre pan y verduras. Huía de recibir honores, y se esforzaba por mantenerse siempre alegre y de buen humor con todos. La gente lo admiraba como a un gran santo. Su meditación preferida era acerca de la Pasión y Muerte de Jesucristo.

En 1859 fue declarado "Doctor de la Iglesia", por el Sumo Pontífice Juan XXIII. Y es que dejó escritos 15 volúmenes de enseñanzas, y entre ellos 800 sermones muy sabios. En Sagrada Escritura era un verdadero especialista.

Cuando viajaba a visitar al rey de España enviado por la gente de Nápoles para pedirle que destituyera a un gobernador que estaba haciendo mucho mal, se sintió sin fuerzas y el 22 de julio de 1619, el día que cumplía sus 60 años, murió santamente. Ha sido llamado el "Doctor apostólico".

Ruega por nosotros, querido San Lorenzo, para que no tengamos miedo a gastarnos y desgastarnos por Cristo y su Santa Iglesia, como lo hiciste tú.

Dijo Jesús: "Si el grano de trigo muere, produce mucho fruto".

___________________________________________________________________________________________

Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Víctor, San Mártir, Julio 21  

Víctor, San

Mártir

Martirologio Romano En Marsella, ciudad de la Provenza, en la Galia, san Víctor, mártir (c. 292).

Etimología: Víctor = vencedor, del latín

Al poco tiempo de haber mandado degollar a toda la legión Tebea, fue el emperador Maximiano a Marsella, donde había una iglesia numerosa y floreciente. A su llegada temblaron por su vida todos los fieles de la ciudad y se prepararon para el martirio.

Durante esta general consternación un oficial cristiano, llamado Víctor, iba todas las noches de casa en casa a visitar a sus hermanos en Jesucristo para exhortarles al desprecio de la muerte, e inspirarles el deseo de la vida eterna.

Habiendo sido sorprendido en una acción tan digna de un soldado de Cristo, fue conducido al tribunal de los prefectos Asterio y Eutiquio, que le representaron el peligro que corría, y cuán loco era de exponerse a perder el fruto de sus servicios y el favor del príncipe, por querer adorar a un hombre muerto. Contestó Víctor que renunciaba a todas las ventajas, que no podía servir mas que a Jesucristo, Hijo eterno de Dios, que se había dignado hacerse hombre y que había resucitado después de muerto. Semejante respuesta excitó furiosos gritos de indignación, pero como el prisionero era persona ilustre, lo enviaron al emperador Maximiano, el cual, para torcer la constancia de Víctor lo hizo atar de pies y manos y mandó que lo paseasen por todas las calles de la ciudad, exponiéndolo así a los insultos del populacho.

A la vuelta de este público desprecio, lo presentaron todo cubierto de sangre a los prefectos, y Asterio :mandó que lo extendiesen sobre el caballete, donde los verdugos le atormentaron por largo espacio. Encerránronle después en una lóbrega prisión, en la cual, a media noche, le visitó el Señor por el ministerio de sus ángeles. La cárcel se llenó de admirable claridad.

El santo mártir cantaba con los espíritus celestiales las alabanzas del Señor. Tres soldados encargados de custodiar le quedaron tan asombrados de lo que pasaba, que arrojándose a los pies de Víctor, le pidieron perdón y la gracia del bautismo. Llamábanse Longinos, Alejandro y Feliciano, los cuales fueron bautizados aquel día, y Víctor les sirvió de padrino.

Al día siguiente, supo todo esto el emperador, y montado en cólera hizo trasladar los cuatro santos a la plaza pública, donde fueron cargados de injurias por la plebe soez y cortadas las cabezas de los tres centinelas.

Tres días después llamó de nuevo el emperador a Víctor a su tribunal y le mandó adorar una estatua de Júpiter puesta sobre un altar, pero Víctor, lleno de fe en Jesucristo, dio un puntapié al altar, y lo derribó juntamente con el ídolo hecho pedazos.

El tirano, para vengar a sus dioses, le hizo cortar el pie ordenando luego que metiesen al mártir debajo de la rueda de un molino. Como a la primera vuelta el molino se descompusiese, sacaron de allí al santo y le cortaron la cabeza. Su cuerpo, junto con los cadáveres de Longinos, Alejandro y Feliciano, fueron arrojados al mar, pero los cristianos los encontraron sobre la orilla y les dieron honrosa sepultura.

___________________________________________________________________________________________

Alberico Crescitelli, Santo Mártir, Julio 21  

Alberico Crescitelli, Santo

Mártir en China

Martirologio Romano: En Yanzibian, de Yangpingguan, en China, san Alberico Crescitelli, presbítero del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras, que en la persecución promovida por el movimiento de los Yihetuan, golpeado primero brutalmente hasta quedar casi muerto, fue arrastrado al día siguiente, atados sus pies, por un camino empedrado hasta cerca de un río, donde su cuerpo fue despedazado y decapitado, mereciendo por todo ello la palma del martirio (1900).

San Alberico nació en Altavilla, en Benetto, Nápoles el 30 de junio de 1863.

Tuvo una temprana vocación religiosa y su sacerdocio lo llevó a integrar el Instituto Pontificio de las Misiones Exteriores de Milán. Su vocación lo impulsó a misiones extranjeras en China que luchaban por expandir las creencias cristianas.

A fines del siglo XIX y principios del XX se abatió sobre estas misiones un furioso y sangriento ataque, proveniente de la Asociación de la Justicia y de la Armonía, conocida comúnmente como de los Boxers.

El odio acumulado y reprimido contra los extranjeros durante la Guerra del Opio y a la imposición de los llamados Tratados Desiguales por parte de las potencias occidentales fueron desencadenantes de la persecución. Sin embargo, la matanza de los misioneros fue motivada especialmente por razones religiosas, según cuentan los documentos de la época.

Crescitelli desarrolló su ministerio en el Shanxi Meridional y allí fue martirizado y decapitado el 21 de julio de 1900. “Dicen que, cuando su cabeza rodaba hacia un río cercano, todavía sus labios decían: ‘Jesús, Jesús, Jesús’”.

Alberico y los otros
119 mártires que murieron en China por odio a la fe cristiana fueron proclamados santos de la Iglesia el 1 de octubre de 2000 por S.S. Juan Pablo II.

___________________________________________________________________________________________

Fuente: EWTN.com
Daniel, Santo Profeta del A.T., Julio 21  

Daniel, Santo

Profeta del Antiguo Testamento

Etimológicamente: Daniel = Aquel que Dios es su juez, es de origen hebreo.

 

Los datos acerca de este santo los sabemos por el libro de Daniel, en la S. Biblia.

Pertenecía a una familia importante de Jerusalem. Era muy inteligente y estudioso y de agradable presencia. Cuando el rey Nabucodonosor invadió a Jerusalem se lo llevó prisionero a Babilonia junto con otros jóvenes. Al darse cuenta de las cualidades de este adolescente, Nabucodonosor lo hace instruir en todas las ciencias políticas y sociales de su país.

Siendo este profeta todavía muy joven, unos jueces quisieron hacer pecar a una mujer casada y como ella no aceptó las infames pretensiones de ellos, la calumniaron inventando que la habían visto pecar con un joven. La gente creyó la calumnia y la llevaban para matarla a pedradas, cuando apareció Daniel. Llamó a los dos jueces y los interrogó uno por uno, por separado, y les preguntó: "¿Dónde estaba Susana cuando ella cometió la falta?" Uno respondió: "Debajo de una acacia". Y el otro dijo: "Debajo de una encina." Entonces Daniel les dijo: "Ustedes estaban acostumbrados a hacer pecar a mujeres sin fe y sin valor, pero ahora se encontraron a una mujer que cree y es valiente. Su hermosura los sedujo y creyeron poder hacer que ella ofendiera a Dios, pero no lo lograron. Ahora tendrán el pago de su delito". Y el pueblo condenó a muerte a estos dos impuros calumniadores y alabó a Dios por la sabiduría que le había concedido a Daniel.

Los enemigos de la religión acusaron a Daniel porque tres veces cada día se arrodillaba en la azotea de su casa a adorar y rezar a Dios. En castigo fue echado al foso donde había leones sin comer. Pero Dios hizo el milagro de que los leones no lo atacaran, y esto hizo que el rey creyera en el verdadero Dios.

El joven se abstenía de tomar bebidas alcohólicas y de consumir alimentos prohibidos por la Ley de Moisés, y Dios en cambio le concedió una inmensa sabiduría, con la cual logró escalar los más altos puestos de gobierno hasta llegar a ser primer ministro bajo los gobiernos de Nabucodonosor, Baltasar, Darío y Ciro. A su gran sabiduría, a su habilidad para gobernar y a su santidad debe él que a pesar de los cambios de gobierno lograra conservar su cargo durante el reinado de cuatro reyes.

Daniel recibió de Dios la gracia de revelar sueños y visiones. Soñó Nabucodonosor que estaba viendo una estatua inmensa con cabeza de oro, pecho de plata, piernas de hierro y pies de barro y que una piedrecita se desprendía del monte e iba creciendo hasta llegar y chocar con la estatua y volverla polvo. Y Daniel le explicó que este sueño significaba que vendrían varios reinos en el mundo, uno muy rico, como de oro, otro menos rico, como de plata, y un tercero muy fuerte como de hierro y otro más débil como de barro, y que la verdadera religión, que al principio sería muy pequeña, iría creciendo hasta lograr dominar todos los reinos. Esto se ha cumplido con la religión de Cristo que empezó siendo tan pequeñita y ahora está extendida por todo el mundo y es más poderosa que cualquier reino de la tierra.

Dios anunció que al rey Nabucodonosor por haber cometido maldades y ser orgulloso, lo iba a volver loco. Nabucodonosor le pidió a Daniel que le rogara a Dios que le cambiara el castigo por alguna obra buena, y el Señor le dijo que para librarse de los castigos tenía que dar limosnas a los pobres.

El rey Baltasar cometió el pecado de emplear los cálices sagrados del altar de Dios para tomar licor en una fiesta, y estando en esto apareció una mano misteriosa que escribía tres palabras en la pared: Mene, Tequel, Uparsin. El rey se asustó mucho y el profeta Daniel le explicó: "Mene significa pesado. Es que Dios ha pesado sus obras y han resultado faltas de peso para recibir premios. Tequel significa medido. Dios midió sus obras y no dan la medida para recibir gloria. Uparsin significa dividido. Es que su reino será dividido y pasado a otros".

Y esa misma

Daniel, Santo

noche llegaron los enemigos del reino y mataron a Baltasar y dividieron su reino y lo pasaron a los persas.

Daniel fue un profeta tan estimado que pudo corregir a los mismos jefes de gobierno de su tiempo y sus correcciones fueron recibidas con buena voluntad. Ante el pueblo apareció siempre como un hombre iluminado por Dios y de una conducta ejemplar y como un creyente de una profunda piedad y devoción.

En algunos santorales su fiesta se la señala para el 21 de julio, en otros para el 20 de marzo.

___________________________________________________________________________________________

Práxedes, Santa Virgen y Mártir, Julio 21  

Práxedes, Santa

Virgen y Mártir

Martirologio Romano: En Roma, conmemoración de santa Práxedes, con cuyo nombre se dedicó a Dios una iglesia en el Esquilino (antes de 491).

Etimología: Práxedes = activa, emprendedora, del lengua griego.

Una bondad sin límites puede irradiar en el corazón decidido a amar, y quisiera aliviar los sufrimientos que atormentan a quienes están cerca y lejos.

Los santos han sido personas de esta categoría humana y espiritual.

Práxedes. Perteneció al siglo II de la era cristiana. Prudencio era el gobernador de Roma y, cosa rara, se distinguía por su virtud. Fue uno de los primeros conversos al cristianismo a pesar del cargo que ocupaba.

Eran los tiempos en que Pedro predicaba en Roma abiertamente ante todo el mundo sin temer a nadie.
Dicen que había recibido la catequesis del mismo san Pedro.

Convirtió su casa en un verdadero templo, y los fieles acudían allá para celebrar los sagrados misterios de la fe. Práxedes recibió una profunda formación cristiana de manos del Papa Pío I.

Tenía pretendientes para casarse, pero ella había ofrecido a Dios su virginidad por toda la vida.
Todo el mundo la quería. Hasta los propios paganos. Después de la paz que vino con Antonio Pío, empezó la persecución de nuevo.

Ella se dedicó a visitar a los encarcelados y a hablar con la gente por la calle y el mismo Foro de Cristo. Su casa era un verdadero templo en el que fue acogida “in fraganti” por los verdugos del emperador. Le dieron muerte a ella y a 23 más.

Era tal día como hoy del año 159.

___________________________________________________________________________________________

 

Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net

 

Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/

 

Si NO desea el evangelio, santoral y meditación diaria y sólo artículos interesantes censurados por la prensa (la mayoría), unos 4 por semana escriba a: ave-maria-purisima+subscribe@googlegroups.com (responder el mensaje de confirmación).

 

Para de-suscribirse escribir desde su casilla de email a:

Evangelio+unsubscribe@googlegroups.com

NO debe colocarlo en CC sino en "Para/To"

Si no se desuscribe es porque recibe el mensaje en su otro email que le reenvía al actual: debe escribir desde ese otro email.