JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 10, 7-15
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"Vayan y proclamen que está llegando el Reino de los cielos. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien a los leprosos, expulsen a los demonios; gratis lo han recibido, entréguenlo también gratis.
No lleven oro ni plata ni dinero en el bolsillo; ni morral para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero tiene derecho a su sustento.
Cuando lleguen a cualquier pueblo, averigüen quién hay en él digno de recibirlos y quédense en su casa hasta que se vayan. Al entrar en la casa, saluden, y si lo merecen, la paz de su saludo permanecerá con ellos; si no, regresará a ustedes. Si no los reciben ni escuchan su mensaje, salgan de esa casa o de ese pueblo y sacúdanse el polvo de los pies.
Les aseguro que el día del juicio será más llevadero para Sodoma y Gomorra que para ese pueblo".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354
Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=272692
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). "Te amo, pero quiero verte todos los días, y menos los de descanso". ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice eso a otro? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesar pecados graves al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.
† Misal
jue 14a. Ordinario año Par
Antífona de Entrada
Señor, tú eres justo, tus mandamientos son rectos. Trata con misericordia a tu siervo.
Oración Colecta
Oremos:
Señor, tú que te has dignado redimirnos y has querido hacernos hijos tuyos; míranos siempre con amor de padre y haz que cuantos creemos en Cristo, tu Hijo, alcancemos la libertad verdadera y la herencia eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Mi corazón se conmueve
Lectura del libro del profeta Oseas 11, 1-4. 8c-9
Esto dice el Señor:
"Cuando Israel era niño, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Cuanto más lo llamaba, más se apartaba de mí. Ofrecían sacrificio a los baales y quemaban ofrendas a los ídolos. Fui yo quien enseñé a andar a Efraín, y lo tomé en mis brazos; pero no han comprendido que era yo quien los cuidaba. Con cuerdas de ternura, con lazos de amor, los atraía; fui para ellos como quien levanta un niño hasta sus mejillas o se inclina hasta él para darle de comer.
El corazón me da un vuelco, todas mis entrañas se estremecen. No me dejaré llevar por mi gran ira, no volveré a destruir a Efraín, porque yo soy Dios, no un hombre; en medio de ti yo soy el Santo, y no me agrada destruir".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Sal 79, 2ac. y 3b.15-16
Ven, Señor, a salvarnos.
Pastor de Israel, escucha, tú que te sientas sobre los querubines, resplandece, despierta tu poder y ven a salvarnos.
Ven, Señor, a salvarnos.
Dios todopoderoso, atiéndenos, mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña, la planta que sembraste, el retoño que hiciste vigoroso.
Ven, Señor, a salvarnos.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
El reino de Dios está cerca,
dice el Señor; arrepiéntanse y crean en el Evangelio.
Aleluya.
Evangelio
Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues, gratuitamente
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 10, 7-15
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"Vayan y proclamen que está llegando el Reino de los cielos. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien a los leprosos, expulsen a los demonios; gratis lo han recibido, entréguenlo también gratis.
No lleven oro ni plata ni dinero en el bolsillo; ni morral para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero tiene derecho a su sustento.
Cuando lleguen a cualquier pueblo, averigüen quién hay en él digno de recibirlos y quédense en su casa hasta que se vayan. Al entrar en la casa, saluden, y si lo merecen, la paz de su saludo permanecerá con ellos; si no, regresará a ustedes. Si no los reciben ni escuchan su mensaje, salgan de esa casa o de ese pueblo y sacúdanse el polvo de los pies.
Les aseguro que el día del juicio será más llevadero para Sodoma y Gomorra que para ese pueblo".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, con bondad, los dones que te presentamos y santifícalos por medio de tu Espíritu para que se nos conviertan en sacramento de salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
La salvación por Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, que por amor creaste al hombre, y, aunque condenado justamente, con tu misericordia lo redimiste, por Cristo, Señor nuestro.
Por él,
los ángeles y arcángeles y todos los coros celestiales celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus voces cantando humildemente tu alabanza:
Antífona de la Comunión
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Con tu palabra, Señor, y con tu pan del cielo alimentas y vivificas a tus fieles; concédenos que estos dones de tu Hijo nos aprovechen de tal modo, que merezcamos participar siempre de su vida divina.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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† Meditación diaria
14ª Semana. Jueves
MISIÓN SOBRENATURAL DE LA IGLESIA
— La Iglesia anuncia el mensaje de Cristo y realiza su obra en el mundo.
— La misión de la Iglesia es de orden sobrenatural, pero no se desentiende de las tareas que afectan a la dignidad humana.
— Los cristianos manifiestan su unidad de vida en la promoción de obras de justicia y de misericordia.
I. Jesús consuma la obra de la Redención con su Pasión, Muerte y Resurrección. Tras su Ascensión al Cielo, envía al Espíritu Santo, para que sus discípulos puedan anunciar el Evangelio y hacer a todos partícipes de la salvación. Los Apóstoles son, así, los obreros enviados a la mies por su dueño, los siervos enviados para llamar a los invitados a las bodas, y a los que encomienda llenar la sala del banquete1.
Pero además de esta misión, los Apóstoles representan a Cristo mismo y al Padre: el que a vosotros oye a Mí me oye, y el que a vosotros desecha a Mí me desecha, y el que me rechaza a Mí, rechaza al que me envió2. La misión de los Apóstoles quedará unida íntimamente a la misión de Jesús: como el Padre me envió, así también os envío Yo3. Precisamente será a través de ellos como la misión de Cristo se hará extensiva a todas las naciones y a todos los tiempos. La Iglesia, fundada por Cristo y edificada sobre los Apóstoles, sigue anunciando el mismo mensaje del Señor y realiza su obra en el mundo4.
El Evangelio de la Misa de hoy5 narra cómo Jesús urge a los Doce, a quienes acaba de elegir, para que salgan a cumplir su nueva tarea. Este primer cometido es preparación y figura del envío definitivo, que tendrá lugar después de la Resurrección. Entonces les dirá: Id..., predicad el Evangelio, haced discípulos a todas las naciones. Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo6. Hasta la llegada de Jesús, los Profetas habían anunciado al pueblo escogido del Antiguo Testamento los bienes mesiánicos, a veces en imágenes acomodadas a su mentalidad todavía poco madura para entender la realidad que estaba ya próxima. Ahora –en esta primera misión apostólica–, Jesús envía a sus Apóstoles para que anuncien que el Reino de Dios prometido es inminente, poniendo de manifiesto sus aspectos espirituales. El Señor les concreta lo que han de predicar: el Reino de los Cielos está cerca. Nada les dice de la liberación del yugo romano que padecía la nación, o del sistema social y político en el que han de vivir, o de otras cuestiones exclusivamente terrenas. Ni vino Cristo para esto, ni para esto han sido ellos elegidos. Vivirán para dar testimonio de Cristo, difundir su doctrina y hacer partícipes de su salvación a todos los hombres. Este mismo camino siguió San Pablo. "Si le preguntamos qué cosas solía tratar en la predicación, él mismo las compendia así: nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y este, crucificado (1 Cor 2, 2). Hacer que los hombres conociesen más y más a Jesucristo, con un conocimiento que no se parase solo en la fe, sino que se tradujera en las obras de la vida, esto es en lo que se esforzó con todo el empeño de su corazón el Apóstol"7.
La Iglesia, continuadora en el tiempo de la obra de Jesucristo, tiene la misma misión sobrenatural que su Divino Fundador transmitió a los Apóstoles. "Para esto ha nacido la Iglesia: para, dilatando el Reino de Cristo por toda la tierra, hacer partícipes a todos los hombres de la redención salvadora, y, por medio de ellos, orientar verdaderamente todo el mundo hacia Cristo"8. Su misión trasciende los movimientos sociales, las ideologías, las reivindicaciones de grupos...; al mismo tiempo, desde una nueva perspectiva y solicitud, está hondamente interesada por todos los problemas humanos, y trata de orientarlos al fin sobrenatural y verdaderamente humano del hombre.
II. Id y predicad diciendo que el Reino de los Cielos está al llegar. La misión de nuestra Madre la Iglesia es dar a los hombres el tesoro más sublime que podemos imaginar, conducirlos a su destino sobrenatural y eterno a través principalmente de la predicación y de los sacramentos: "este, y no otro, es el fin de la Iglesia: la salvación de las almas, una a una. Para eso el Padre envió al Hijo, y yo os envío también a vosotros (Jn 20, 21). De ahí el mandato de dar a conocer la doctrina y de bautizar, para que en el alma habite, por la gracia, la Trinidad Beatísima"9. El mismo Jesús nos anunció: Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia10. No se refería el Señor a una vida terrena cómoda y sin dificultades, sino a la vida eterna. Vino a liberarnos principalmente de aquello que nos impide alcanzar la vida definitiva: el pecado, que es el único mal absoluto. Así nos da también la posibilidad de superar las múltiples consecuencias del pecado en este mundo: la angustia, las injusticias, la soledad..., o de llevarlas por Dios con alegría cuando no se pueden evitar, convirtiendo el dolor en sufrimiento fecundo que conquista la eternidad.
La Iglesia no toma partido por opciones temporales determinadas, como no lo hizo su Maestro. Quienes, sin fe, le vieron casi solo en la cruz, pudieron pensar que había fracasado, "precisamente por no optar por una de las soluciones humanas: ni judíos ni romanos le siguieron. Pero no; fue precisamente lo contrario: judíos y romanos, griegos y bárbaros, libres y esclavos, hombres y mujeres, sanos y enfermos, todos van siguiendo a ese Dios hecho hombre, que nos ha liberado del pecado, para encaminarnos a un destino eterno, donde únicamente se cumplirá la verdadera realización, libertad y plenitud del hombre, hecho a imagen y semejanza de Dios, y cuya aspiración más profunda rebasa cualquier tarea pasajera, por noble que sea"11.
La Iglesia tiene como misión llevar a sus hijos a Dios, a su destino eterno. Pero no se desentiende de las tareas humanas; por su misma misión espiritual, mueve a sus hijos y a todos los hombres a que tomen conciencia de la raíz de donde provienen todos los males, y urge a que pongan remedio a tantas injusticias, a las deplorables condiciones en que viven muchos hombres, que constituyen una ofensa al Creador y a la dignidad humana. La esperanza en el Cielo "no debilita el compromiso en orden al progreso de la ciudad terrena, sino por el contrario le da sentido y fuerza. Conviene ciertamente distinguir bien entre progreso terreno y crecimiento del Reino, ya que no son del mismo orden. No obstante, esta distinción no supone una separación, pues la vocación del hombre a la vida eterna no suprime sino que confirma su deber de poner en práctica las energías y los medios recibidos del Creador para desarrollar su vida temporal"12.
Nosotros somos corredentores con Cristo, y hemos de preguntarnos si llevamos a nuestros familiares y amigos el don más preciado que tenemos: la fe en Cristo; y junto a este bien incomparable, nos sentimos movidos, charitas enim Christi urget nos13, nos urge la caridad de Cristo, a promover a nuestro alrededor un mundo más justo y mas humano.
III. Curad a los enfermos, resucitad a los muertos, sanad a los leprosos...
Desde el comienzo de la Iglesia, los fieles cristianos llevaban la fe por todas partes, y también desde aquellos primeros momentos una multitud de cristianos "han dedicado sus fuerzas y sus vidas a la liberación de toda forma de opresión y a la promoción de la dignidad humana. La experiencia de los santos y el ejemplo de tantas obras de servicio al prójimo constituyen un estímulo y una luz para las iniciativas liberadoras que se imponen hoy"14, quizá con más urgencia que en otras épocas.
La fe en Cristo nos mueve a sentirnos solidarios de los demás hombres en sus problemas y carencias, en su ignorancia y falta de recursos económicos. Esta solidaridad no es "un sentimiento superficial por los males de tantas personas, cercanas o lejanas", sino "la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos"15. La fe nos lleva a sentir un hondo respeto por las personas, por toda persona, a no permanecer jamás indiferentes ante las necesidades de los demás: curad a los enfermos, resucitad a los muertos, sanad a los leprosos, arrojad a los demonios... Seguir a Cristo se manifestará en obras de justicia y de misericordia, en el interés por conocer los principios de la doctrina social de la Iglesia y en llevarlos a cabo en primer lugar en nuestro propio ámbito, donde se desarrolla nuestra vida.
De cada uno de nosotros se debería poder decir al final de la vida que, como Jesucristo, pasó haciendo el bien16: en la familia, en los compañeros de trabajo, en los amigos, en aquellos que encontramos en el camino por cualquier motivo. "Los discípulos de Jesucristo hemos de ser sembradores de fraternidad en todo momento y en todas las circunstancias de la vida. Cuando un hombre o una mujer viven intensamente el espíritu cristiano, todas sus actividades y relaciones reflejan y comunican la caridad de Dios y los bienes del Reino. Es preciso que los cristianos sepamos poner en nuestras relaciones cotidianas de familia, amistad, vecindad, trabajo y esparcimiento, el sello del amor cristiano, que es sencillez, veracidad, fidelidad, mansedumbre, generosidad, solidaridad y alegría"17.
1 Cfr. Mt 9, 38; Jn 4, 38; Mt 22, 3. — 2 Lc 10, 16. — 3 Jn 20, 21. — 4 Cfr. Conc. Vat. II, Const. Lumen gentium, 3. — 5 Mt 10, 7, 15 — 6 Cfr. Mc 16, 15; Mt 28, 18-20. — 7 Benedicto XV, Enc. Humani generis Redemptionem, 15-VI-1917. — 8 Conc. Vat. II, Decr. Apostolicam actuositatem, 2. — 9 San Josemaría Escrivá, Amar a la Iglesia, Palabra, Madrid 1986, p. 49 — 10 Jn 10, 10. — 11 J. M. Casciaro, Jesucristo y la sociedad política, Palabra, 3ª ed., Madrid 1973, p. 114 — 12 S. C. para la doctrina de la fe, Instr. Libertad cristiana y liberación, 22-II-1986, 60. — 13 2 Cor 5, 14. — 14 S. C. para la doctrina de la fe, o. c., 57. — 15 Juan Pablo II, Enc. Sollicitudo rei socialis, 3-XII-1987, 38. — 16 Cfr. Hech 10, 38 — 17 Conferencia Episcopal Española, Instr. Past. Los católicos en la vida pública, 22-IV-1986, 111.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
San Juan Gualberto
Religioso benedictino
Año 1073
Nació en Florencia, de familia muy rica y su único hermano fue asesinado. Era heredero de una gran fortuna y su padre deseaba que ocupara altos puestos en el gobierno.
Un Viernes Santo iba este santo por un camino rodeado de varios militares amigos suyos, y de pronto se encontró en un callejón al esesino de su hermano. El enemigo no tenía a donde huir, y Juan dispuso matarlo allí mismo. El asesino se arrodilló, puso sus brazos en cruz y le dijo: "Juan, hoy es Viernes Santo. Por Cristo que murió por nosotros en la cruz, perdóname la vida". Al ver Gualberto aquellos brazos en cruz, se acordó de Cristo crucificado. Se bajó de su caballo. Abrazó a su enemigo y le dijo: "Por amor a Cristo, te perdono".
Siguió su camino y al llegar a la próxima iglesia se arrodillo ante la imagen de Cristo crucificado y le pareció que Jesús inclinaba la cabeza y le decía: "Gracias Juan".
Desde aquel día su vida cambió por completo. En premio de su buena acción, Jesús le concedió la vocación, y Juan dejó sus uniformes militares y sus armas y se fue al convento de los monjes benedictinos de su ciudad a pedir que lo admitieran como religioso. Su padre se opuso totalmente y exigió al superior del convento que le dovolvieran a Juan inmediatamente.
Cuando el papá vio al antiguo guerrero convertido en sencillo y piadoso monje se echó a llorar, y dándole su bendición se retiró.
En aquellos tiempos, el peor defecto que había en la Iglesia era la Simonía, es decir, algunos compraban los altos cargos, y así llegaban a dirigir la Santa Iglesia algunos hombres indignos. En el convento de florencia, donde estaba Juan, se murió el superior, uno de los monjes fue con el obispo y con dinero hizo que lo nombraran superior a él. También el obispo había comprado su cargo.
Gualberto no pudo soportar esta indignidad y se retiró de aquel convento con otros monjes y antes de salir de la ciudad, declaró publicamente en la plaza principal que el superior del convento y el obispo merecían ser destituidos porque habían cometido el pecado de simonía. Más tarde logró que los destituyeran.
Fundador. Se fue a un sitio muy apartado y silencioso, llamado Valleumbroso y allá fundó un monasterio de mojes benedictinos que se propusieron cumplir exactamente todo lo que San Benito había recomendado a sus monjes. El monasterio llegó a ser muy famoso y le llegaron vocaciones de todas partes. Con los mejores religiosos de su nuevo convento fue fundando varios monasterios más y así logró difundir por muchas partes de Italia las buenas costumbres, y fue atacando sin misericordia la simonía y las costumbres corrompidas. Las gentes sentían gran veneración por él.
Después de haber logrado que muchas personas abandonaran sus vicios y se convirtieran y que muchos sacerdotes empezara a llevar una vida santa, y gozando del enorme aprecio del Papa y de numerosos obispos, murió el 12 de julio de 1073, dejando muchos monasterios de religiosos que trataban de imitarlo en sus virtudes y llegaron a gran santidad.
Que sus ejemplos sean de gran provecho para nuestra alma.
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Fuente: Archidiócesis de Madrid
Proclo e Hilarión, Santos Mártires, 12 de julio
Mártires Martirologio Romano: En Ancira, de Galacia, santos Proclo e Hilarión, mártires en tiempo del emperador Trajano y del prefecto Máximo (s. II).
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Fuente: Santiebeati.it
Inés Lê Thi Thành, Santa Mártir, 12 de julio
Madre de Familia y Mártir Martirologio Romano: En la provincia de Ninh Binh, en Tonquín también, santa Inés Lê Thi Thành (Dê), mártir, madre de familia, que en tiempo del emperador Thiêu Tri fue cruelmente atormentada a causa de haber ocultado en su casa a un sacerdote, muriendo en la cárcel por negarse a abjurar de su fe (1841). Ha sido siempre muy lo difícil hallar noticias seguras sobre los mártires, ya desde los primeros siglos de la era cristiana, ya también a veces para mártires de la era moderna, sobre todo si vivían en algún rincón apartado del planeta, esto ocurre con Santa Inés Lê Thi Thành, de nacionalidad vietnamita. Inés nació en el 1781 cerca de a Ba Den, en los alrededores de Tranh Hoa en Vietnam. |
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Fuente: Corazones.org
Verónica, Santa La mujer que secó la sangre de Jesús, 12 de julio
Etimología: Verónica = Aquella que es la verdadera imagen o Aquella que es la imagen verdadera, viene de de la palabra latina "vero" y de la palabra griega "eikom". |
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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Juan el Ibérico, Santo Abad, 12 de julio
Abad Etimológicamente significa "Dios es misericordia". Viene de la lengua hebrea. |
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Fuente: Franciscanos.net
Juan Jones, Santo Mártir, Julio 12
Sacerdote y mártir de la Primera Orden Franciscana Martirologio Romano: En Londres, Inglaterra, san Juan Jones, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, mártir, el cual, oriundo de Gales, abrazó la vida religiosa en Francia, y por haber entrado en Inglaterra como sacerdote, siendo reina Isabel I, fue condenado a pena capital, consumando el martirio en la horca (1598).
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Ignacio Clemente Delgado, Santo |
San Clemente Ignacio Delgado Cebrián,Obispo
Martirologio Romano: En la ciudad de Nan Dinh, en Tonquín, san Clemente Ignacio Delgado Cebrián, obispo y mártir, que después de pasar cincuenta años predicando el Evangelio, fue encarcelado por orden del emperador Minh Mang a causa de su fe en Cristo y murió en la cárcel, donde tuvo que sufrir mucho (1838).
Etimología: Ignacio = ardiente. Viene del latín.
Clemente = valiente, cariñoso. Viene de la lengua griega
S.S. Juan Pablo II. En un solo día, el 19 de junio de 1988, el Papa canonizó a 117 mártires que habían derramado su sangre por Cristo, en diversos momentos, en Conchinchina, Annalll y Tonkíll, hoy Vietnam del Norte.
Era hasta ahora la canonización más numerosa. El Papa pedía que estos Santos fueran semillas fecundas de nuevas y numerosas vocaciones misioneras.
Entre los 117 mártires había 11 españoles y un grupo de franceses, junto con una gran mayoría de nativos. Había obispos, sacerdotes seculares, religiosos dominicos, miembros de la fraternidad laical dominicana, catequistas, un seminarista y numerosos laicos de todas las clases sociales. Todos murieron víctimas de horrendos suplicios, de hambre, sed, asfixia, torturas, insultos y burlas. Todos murieron amando y perdonando.
Entre los 11 españoles -todos de la familia dominicana - había 6 obispos. Estos son los nombres de los nuevos Santos: Mateo, Francisco, Jacinto, José, Domingo, Jerónimo, José María, Melchor, Pedro, Valentín e Ignacio Clemente.
Ignacio Clemente nació en Villafeliche (Zaragoza) el 1762. Sus padres se llamaban Francisco Delgado y Teresa Cebrián-Melús. De ellos y de un tío sacerdote recibió desde niño una esmerada educación cristiana.
Profesó en los Dominicos de Calatayud y se ofreció para ir al Extremo Oriente. Ya no volvería más. Casi un año duró la azarosa travesía, por el Atlántico, México y el Pacífico. Ordenado Sacerdote en Filipinas, es nombrado obispo por Pío VI, a sus 31 años, en 1794, para el Tonkín Oriental.
Entre terribles dificultades y persecuciones, durante casi medio siglo de entrega misionera, se hizo todo para todos, con frutos abundantes de conversiones, consiguiendo también muchas vocaciones nativa. Traicionado y encarcelado, "a gusto daré mi vida por Cristo" exclamó. Fue enjaulado y expuesto al ardor del calor insoportable, hasta desfallecer y morir el 12 de Julio de 1838. "Todo lo soportó con increíble paciencia", dijo Gregorio XVI.
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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Paterniano, Santo Obispo, 12 de julio
Obispo Martirologio Romano: En Fano, en la región del Piceno, en Italia, san Paterniano, obispo (s. IV). Según una antigua tradición, San Paterniano nació en Fano alrededor de 275. |
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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Nabor y Félix, Santos Mártires, 12 de julio
Mártires Martirologio Romano: En Milán, ciudad de la Liguria, santos Nabor y Félix, mártires, que, siendo soldados oriundos de Mauritania, se dice que sufrieron el martirio en Laus Pompeia (hoy Lodi) y fueron sepultados en Milán (c. 304). Los Santos Nabor y Félix derramaron su sangre por Cristo durante la persecución de Diocleciano (303). En tiempos posteriores, las legendarias actas de estos santos han aparecido, reproducidas de las actas de otros mártires (Víctor, Firmus, y Rusticus). Según éstas, que tienen un incalculable valor histórico, Nabor y Félix eran soldados del ejército romano de Maximiano Hercúleo. Al descubrirse que seguían a Cristo fueron condenados a muerte en Milán y se les decapitó en Lodi. Estos santos testigos de la fe fueron sepultados en Milán y sobre su tumba se erigió una iglesia. Posteriormente, en 1164, sus restos se trasladaron a Colonia, Alemania. San Ambrosio exaltó las virtudes de estos dos mártires. |
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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Fortunato y Hermágoras, Santos Mártires, 12 de julio
Mártires Martirologio Romano: En Aquileia, en los confines de Venecia, santos Fortunato y Hermágoras, mártires. Según una tradición que data del siglo VIII, San Marcos el Evangelista, antes de ir a fundar la Iglesia de Alejandría, fue enviado por San Pedro a evangelizar Aquilea. El Apóstol predicó ahí el Evangelio, reforzó su predicación con milagros y convirtió a muchos paganos. Al partir de Aquilea, nombró obispo a un "distinguido personaje", llamado Hermágoras, a quien San Pedro confirió la consagración episcopal. |
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Fuente: Martirologio Romano
Otros Santos y Beatos Completando el santoral de este día, 12 de julio
San Vivenciolo, obispo |
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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