martes, 8 de noviembre de 2011

Lecturas Miércoles 09 de Noviembre de 2011

JMJ

Pax

† Lectura del santo Evangelio según san Juan 2, 13-22

Gloria a ti, Señor.

Como ya se acercaba la fiesta de la pascua de los judíos, Jesús fue a Jerusalén. En el templo se
encontró con los vendedores de bueyes, ovejas y palomas; también a los cambistas de dinero con sus mesas. Al ver aquello, Jesús hizo un látigo de cordeles y los echó del templo a todos, con sus ovejas y bueyes; volcó las mesas de los cambistas y les tiró al suelo las monedas; y a los vendedores de palomas les dijo:
"Quiten esto de aquí: no conviertan en un mercado la casa de mi Padre".
En ese momento sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: El celo por tu casa me devora. Intervinieron los judíos y le preguntaron:
"¿Qué señal nos das como prueba de tu autoridad para actuar así?"
Jesús respondió:
"Destruyan este templo, y en tres días yo lo levantaré de nuevo".
Replicaron los judíos:
"Cuarenta y seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y piensas tú reconstruirlo en tres días?"
Pero el templo del que Jesús hablaba era su propio cuerpo. Por eso, cuando resucitó Jesús de entre los muertos, recordaron sus discípulos lo que había dicho, y creyeron en la Escritura y en las palabras que él había pronunciado.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/swf/l.swf?video_id=v82JVdXAUUs

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? abortar (todos los métodos anticonceptivos son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.

 

Misal

Ded. Basílica de Letrán (9 de nov)

Antífona de Entrada

Grande y admirable es Dios en su santuario. Dios da fuerza y poder a su pueblo. Bendito sea Dios.

 

Se dice "Gloria".

Oración Colecta

Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, derrama tu gracia sobre este lugar de oración y socorre a cuantos en él invocan tu nombre; que la fuerza de tu palabra y la eficacia de tus sacramentos fortalezcan
el corazón de los fieles que aquí se congregan.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Vi salir agua del templo: era un agua que daba vida y fertilidad

Lectura del libro del profeta Ezequiel 47, 1-2.8-9.12


En aquellos tiempos, un hombre me llevó a la entrada del templo, y vi que debajo del umbral, por el lado oriental hacia el que mira la fachada del templo, brotaba una corriente de agua. El agua bajaba por el lado derecho del templo hasta la parte sur del altar. Luego me hizo salir por el pórtico norte y dar la vuelta hasta el pórtico exterior que mira hacia oriente, y vi que las aguas corrían por el lado derecho. Aquel hombre me dijo:
"Estas aguas van hacia la región oriental, bajan al Arabá, y desembocan en el mar Muerto, cuyas aguas quedarán saneadas. Todo ser viviente que se mueva por donde pasa el torrente, vivirá; habrá peces en abundancia, porque los lugares a donde lleguen estas aguas quedarán saneados. En ambas márgenes del río crecerán árboles frutales de toda especie, de follaje perenne e inagotables frutos. Darán frutos nuevos cada mes, porque los riegan las aguas que manan del santuario. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas de medicina".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Sal 45, 2-3.5-6.4cd-9

Un río alegra la ciudad de Dios.

Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro auxilio oportuno en el peligro. Por eso no tememos, aunque tiemble la tierra y los cimientos de la tierra se desplomen en el mar.
Un río alegra la ciudad de Dios.

Los canales de un río alegran la ciudad de Dios, la más santa morada del Altísimo. Dios está en medio de ella, no puede ser destruida; Dios la socorre al despuntar la aurora.
Un río alegra la ciudad de Dios.

El Señor todopoderoso está con nosotros, nuestra defensa es el Dios de Jacob. Vengan a ver las obras del Señor, los prodigios que hace en la tierra.
Un río alegra la ciudad de Dios.

Segunda Lectura

Ustedes son templos de Dios

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 3, 9c-11.16-17

Hermanos: Ustedes son casa que Dios edifica. Conforme al don que Dios me ha concedido, yo, como sabio arquitecto, puse los cimientos; otro levanta el edificio. Pero que cada cual mire cómo construye. Desde luego, nadie puede poner un cimiento distinto al que ya está puesto, y este cimiento es Jesucristo.
¿No saben que son templos de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios es santo, y ese templo son ustedes.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
He elegido y santificado este lugar, dice el Señor, para que siempre habite allí mi nombre.
Aleluya.

Evangelio

Jesús hablaba del templo de su cuerpo

† Lectura del santo Evangelio según san Juan 2, 13-22

Gloria a ti, Señor.

Como ya se acercaba la fiesta de la pascua de los judíos, Jesús fue a Jerusalén. En el templo se
encontró con los vendedores de bueyes, ovejas y palomas; también a los cambistas de dinero con sus mesas. Al ver aquello, Jesús hizo un látigo de cordeles y los echó del templo a todos, con sus ovejas y bueyes; volcó las mesas de los cambistas y les tiró al suelo las monedas; y a los vendedores de palomas les dijo:
"Quiten esto de aquí: no conviertan en un mercado la casa de mi Padre".
En ese momento sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: El celo por tu casa me devora. Intervinieron los judíos y le preguntaron:
"¿Qué señal nos das como prueba de tu autoridad para actuar así?"
Jesús respondió:
"Destruyan este templo, y en tres días yo lo levantaré de nuevo".
Replicaron los judíos:
"Cuarenta y seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y piensas tú reconstruirlo en tres días?"
Pero el templo del que Jesús hablaba era su propio cuerpo. Por eso, cuando resucitó Jesús de entre los muertos, recordaron sus discípulos lo que había dicho, y creyeron en la Escritura y en las palabras que él había pronunciado.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración de los Fieles

Celebrante:
Hermanos y hermanas: Como miembros integrados en la construcción de la Iglesia y convertidos en piedras vivas del templo donde Dios habita con su pueblo, dirijamos nuestra oración al Padre y supliquémosle por todos los seres humanos:
(Respondemos a cada petición: Te lo pedimos, Señor).

Para que la Iglesia de Dios, reunida en Roma alrededor de su obispo, el Papa N., se enriquezca con los dones del Espíritu Santo y realice su misión de presidir en el amor a las demás comunidades cristianas esparcidas por el mundo, roguemos al Señor.
Te lo pedimos, Señor.

Para que cada una de las parroquias y comunidades de Roma, con su presbíteros y diáconos, sean ejemplo de vida cristiana y fermento de unidad para todos los que peregrinan a aquella ciudad buscando el centro de la unidad católica y de la comunión de todos los que creen en Cristo, roguemos al Señor.
Te lo pedimos, Señor.

Para que todos los que viven rodeados de materialismo o se ven oprimidos por la miseria o el sufrimiento, descubran y deseen el cielo nuevo y la tierra nueva de los cuales es imagen y primicia la Iglesia, peregrina en el mundo, roguemos al Señor.
Te lo pedimos, Señor.

Para que todos nosotros, incorporados al pueblo de Dios por el bautismo, nos gloriemos siempre de pertenecer a la Iglesia y confesemos con valentía la fe que hemos recibido de ella, roguemos al Señor.
Te lo pedimos, Señor.

Celebrante:
Señor del cielo y de la tierra, que no puedes ser contenido en ningún sitio, pero que has querido significar tu presencia entre los seres humanos por medio de edificios consagrados a tu nombre, escucha nuestra oración; y a nosotros, y a todos los que con espíritu de oración acuden a la basílica de Letrán, concédenos los bienes que te hemos pedido.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Oración sobre las Ofrendas

Al hacer memoria del día en que te dignaste llenar tu casa de gloria y santidad, te pedimos, Señor, que nos transformes en ofrendas agradables a tus ojos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

El misterio del templo de Dios que es la Iglesia

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque en esta casa visible que hemos construido, donde reúnes y proteges sin cesar a esta familia que hacia ti peregrina, manifiestas y realizas de manera admirable el misterio de tu comunión con nosotros. En este lugar, Señor, tú vas edificando aquel templo que somos nosotros, y así la Iglesia, extendida por toda la tierra, crece unida, como Cuerpo de Cristo, hasta llegar a ser la nueva
Jerusalén, verdadera visión de paz.
Por eso,
Señor, te celebramos en el templo de tu gloria, y con todos los ángeles te bendecimos y te glorificamos diciendo:

Antífona de la Comunión

Somos templo de Dios y el Espíritu de Dios habita en nosotros. El santuario de Dios es sagrado: nosotros somos ese santuario.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Señor y Dios nuestro, que has querido hacer de la Iglesia signo temporal de la Jerusalén del cielo; concede a tus siervos, por la participación en este sacramento, ser transformados en templos del Espíritu y entrar en el reino de tu gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

___________________________________________________________________________________________

mie 32a. Ordinario año impar (Id=749)

Antífona de Entrada

Tengo los ojos puestos en el Señor, porque él me libra de todo peligro. Mírame, Dios mío, y ten piedad de mí, que estoy solo y afligido.

 

Oración Colecta

Oremos:
Nos acogemos, Señor, a tu providencia, que nunca se equivoca, y te pedimos humildemente que
apartes de nosotros todo mal y nos concedas aquello que pueda contribuir a nuestro bien.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén

 

Primera Lectura

Escuchen, reyes, para que obtengan la sabiduría

Lectura del libro de la Sabiduría
6, 1-11

Escuchen, reyes y entiendan; aprendan, soberanos de todas las naciones de la tierra; estén
atentos los que gobiernan a los pueblos y están orgullosos del gran número de sus súbditos:
El Señor les ha dado a ustedes el poder, el Altísimo, la soberanía; él va a examinar las obras de
ustedes y a escudriñar sus intenciones.
Ustedes son ministros de su reino y no han gobernado rectamente, ni han cumplido la ley, ni han
vivido de acuerdo con la voluntad de Dios. El caerá sobre ustedes en forma terrible y repentina,
porque un juicio implacable espera a los que mandan. Al pequeño, por compasión se le perdona,
pero a los poderosos se les castigará severamente. El Señor de todos ante nadie retrocede y no
hay grandeza que lo asuste; él hizo al grande y al pequeño y cuida de todos con igual solicitud;
pero un examen muy severo les espera a los poderosos.
A ustedes, pues, soberanos, se dirigen mis palabras, para que aprendan a ser sabios y no
pequen; porque los que cumplen fielmente la voluntad del Señor serán reconocidos como justos,
y los que aprenden a cumplir su voluntad encontrarán defensa. Pongan, pues, atención a mis
palabras; búsquenlas con interés y ellas los instruirán.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del salmo 81

Ven, Señor, y haz justicia.

Protejan al pobre y al huérfano, hagan justicia al humilde y al necesitado; defiendan al desvalido y al pobre y líbrenlos de las manos del malvado.
Ven, Señor, y haz justicia.

Yo declaro: "Aunque todos ustedes sean dioses e hijos del Altísimo, morirán como cualquier hombre, caerán como cualquier príncipe". Ven, Señor, y haz justicia.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Den gracias siempre, unidos a Cristo Jesús, pues esto es lo que Dios quiere que hagan.
Aleluya.

Evangelio

¿No ha habido nadie, fuera de este extranjero,que volviera para dar gloria a Dios?

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas
17, 11-19

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasó entre Samaria Galilea. Estaba cerca
de un pueblo, cuando le salieron al encuentro diez leprosos, que se detuvieron a lo lejos y a
gritos le decían:
"¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!"
Al verlos, Jesús les dijo:
"Vayan a presentarse a los sacerdotes".
Y mientras iban de camino, quedaron limpios de la lepra.
Uno de ellos, viendo que estaba curado, regresó alabando a Dios en voz alta, se postró a los
pies de Jesús y le dio las gracias. Este era un samaritano. Entonces dijo Jesús:
"¿No eran diez los que quedaron limpios?, ¿dónde están los otros nueve? ¿No ha vuelto más
que este extranjero para dar gloria a Dios?"
Después le dijo al samaritano:
"Levántate y vete; tu fe te ha salvado".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Confiados en tu misericordia, Señor, venimos a tu altar con nuestros dones, a fin de que te
dignes purificarnos por este memorial que estamos celebrando.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

Restauración universal en Cristo

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo
lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro.
A quien hiciste fundamento de todo y de cuya plenitud quisiste que participáramos todos.
El cual, siendo Dios, se anonadó a sí mismo, y por su sangre derramada en la cruz, puso en paz
todas las cosas. Y así, constituido Señor del universo, es fuente de salvación eterna para
cuantos creen en él.
Por eso,
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno
de tu gloria:

Antífona de la Comunión

Yo te invoco, porque tú me respondes, Dios mío; inclina el oído y escucha mis palabras.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Padre Santo, tú que nos has alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, guíanos por medio
de tu Espíritu a fin de que, no sólo con palabras, sino con toda nuestra vida podamos
demostrarte nuestro amor y así merezcamos entrar al Reino de los cielos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

___________________________________________________________________________________________

 

Meditación diaria

 

32ª semana. Miércoles

VIRTUDES DE CONVIVENCIA

— El Señor cultivó las virtudes normales de la convivencia.

— Gratitud. Capacidad de amistad. Respeto mutuo.

— Afabilidad. Optimismo y alegría.

I. El Evangelio de la Misa de hoy1 muestra la decepción de Jesús ante unos leprosos curados, que no volvieron para dar las gracias. Solo regresó un samaritano de los diez que habían sanado por la misericordia de Jesús. ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino solo este extranjero? Se nota en estas palabras del Señor un acento de desencanto. Lo menos que podían haber hecho aquellos hombres era agradecer un don tan grande. Jesús se conmueve ante el reconocimiento de las personas y se duele del egoísta que solo sabe recibir. La gratitud es señal de nobleza y constituye un lazo fuerte en la convivencia con los demás, pues son innumerables los beneficios que recibimos y también los que proporcionamos a otros. San Beda señala que fue precisamente la gratitud la que salvó al samaritano2.

Jesús no fue indiferente a las muestras de educación y de convivencia normales que se dan entre los hombres y que expresan la calidad y la finura interior de las personas. Ante Simón el fariseo, que no tuvo con Él las muestras habituales de hospitalidad, lo manifestó abiertamente. Jesucristo, con su vida y su predicación, reveló el aprecio por la amistad, la afabilidad, la templanza, el amor a la verdad, la comprensión, la lealtad, la laboriosidad, la sencillez... Son numerosos los ejemplos y parábolas de la vida corriente en los que se puede observar el gran valor que da a estas virtudes necesarias para la convivencia. Así vemos cómo forma a los Apóstoles no solo en la virtud de la fe y de la caridad, sino en la sinceridad y nobleza3, y en la ponderación del juicio4. Tan importantes considera estas virtudes humanas, que les llegará a decir: si no entendéis las cosas de la tierra, ¿cómo entenderéis las celestiales?5. Cristo, perfecto Dios y Hombre perfecto6, nos da ejemplo de ese cúmulo de cualidades bien entrelazadas, que compete vivir a cualquier hombre, a cualquier mujer, en sus relaciones con Dios, con sus semejantes y consigo mismo. De Él se pudo proclamar: bene omnia fecit7, que todo lo hizo bien; no solo los milagros en los que manifestó su omnipotencia divina, sino las manifestaciones normales de una vida corriente. Lo mismo se ha de poder afirmar de cada uno de nosotros, que queremos seguirle en medio del mundo.

II. San Pablo, en una de las lecturas para la Misa8, nos exhorta también a vivir estas virtudes: Recuérdales –escribe a Tito– que estén dispuestos a toda forma de trabajo honrado, sin insultar ni buscar riñas; sean condescendientes y amables con todo el mundo.

Estas virtudes hacen más grata y fácil la vida cotidiana: familia, trabajo, tráfico...; disponen el alma para estar más cerca de Dios y para vivir las virtudes sobrenaturales. El cristiano sabe convertir los múltiples detalles de estos hábitos humanos en otros tantos actos de la virtud de la caridad, al hacerlos también por amor a Dios. La caridad transforma estas virtudes en hábitos firmes, con un horizonte más elevado.

Entre las virtudes humanas que tienen relación con la convivencia diaria se encuentra la misma gratitud, que es el recuerdo afectuoso de un beneficio recibido con el deseo de pagarlo de alguna manera. En muchas ocasiones solo podremos decir gracias, o una expresión parecida que comunica ese sentimiento del alma. En la alegría que ponemos en ese gesto está nuestro agradecimiento. Santo Tomás afirma que "el mismo orden natural requiere que quien ha recibido un favor responda con gratitud al que le ha beneficiado"9. Cuesta muy poco ser agradecidos y es mucho el bien que se hace: se crea un ambiente nuevo, unas relaciones cordiales, En la medida en que aumentamos nuestra capacidad de apreciar los favores y pequeños servicios que recibimos, sentiremos la necesidad de agradecer de alguna manera: que la casa esté en orden y limpia, que uno haya cerrado las ventanas para que no entre el frío o el calor, que encontremos la ropa limpia y planchada... Y si alguna vez una de estas cosas no está como esperamos, sabremos disculpar, porque son muchas las que de hecho funcionan bien. No le daremos importancia y, si está en nuestras manos, procuraremos arreglar el desperfecto, ordenar lo desordenado, cerrar o abrir lo que debía estar cerrado o abierto... También agradeceremos los servicios que pagamos o nos son debidos: al dependiente que nos atiende amablemente, al conductor del autobús que espera esos instantes para que podamos alcanzarlo...

Entre las virtudes de convivencia se nos pide ampliar constantemente nuestra capacidad de amistad con personas muy diversas. ¡Qué formidable sería que pudiéramos llamar amigos a las personas con las que trabajamos o estudiamos, con las que convivimos, con las que nos relacionamos diariamente! Amigos, y no solo conocidos, vecinos, colegas o compañeros... Esto significaría que hemos desarrollado, por amor a Dios y por amor a los hombres, una serie de cualidades humanas que fomentan y hacen posible la amistad: el desinterés, la comprensión, el espíritu de colaboración, el optimismo, la lealtad... Amistad también dentro de la propia familia: entre hermanos, con los hijos, con los padres. La amistad, cuando es verdadera, resiste bien las diferencias de edades. Es condición, a veces imprescindible, para el apostolado.

Cuentan de Alejandro Magno que, estando próximo a morir, sus parientes más cercanos le repetían con insistencia: "Alejandro, ¿dónde tienes tus tesoros?". "¿Mis tesoros?", preguntaba Alejandro. Y respondía: "En el bolsillo de mis amigos". Al final de nuestra vida nuestros amigos deberían poder decir que les dimos a compartir siempre lo mejor que tuvimos.

El respeto, que es delicadeza, valorar a otro, es imprescindible para convivir. La fe nos enseña además a respetar a las personas que tratamos cada día, porque son imagen de Dios, porque cada una ha sido redimida con la Sangre preciosísima de Nuestro Señor10. También a aquellos que por alguna razón, casi siempre de escaso relieve, nos parecen menos simpáticos o divertidos. También la convivencia humana exige respetar las cosas, porque son bienes de Dios que ha puesto al servicio del hombre. Respetar la naturaleza tiene su más hondo sentido en que forma parte de la Creación y a través de ella se puede dar gloria a Dios.

III. Otras virtudes que facilitan o hacen posible la convivencia son la afabilidad, virtud opuesta al gesto destemplado, al mal humor, al desorden..., a vivir sin tener en cuenta a los que nos rodean. A veces se traducirá en una palabra amable, en un pequeño elogio, en un gesto cordial que anima a seguir adelante. "Una palabra buena se dice pronto; sin embargo, a veces se nos hace difícil pronunciarla. Nos detiene el cansancio, nos distraen las preocupaciones, nos frena un sentimiento de frialdad o de indiferencia egoísta. Así sucede que pasamos al lado de personas a las cuales, aun conociéndolas, apenas les miramos el rostro y no nos damos cuenta de lo que frecuentemente están sufriendo por esa sutil, agotadora pena que proviene de sentirse ignoradas. Bastaría una palabra cordial, un gesto afectuoso, e inmediatamente algo se despertaría en ellas: una señal de atención y de cortesía puede ser una ráfaga de aire fresco en lo cerrado de una existencia, oprimida por la tristeza y por el desaliento. El saludo de María llenó de alegría el corazón de su anciana prima Isabel (cfr. Lc 1, 44)"11. Así hemos de llenar de optimismo a quienes conviven con nosotros.

Formando parte de la afabilidad se encuentran la benignidad, que nos lleva a tratar y juzgar a los demás y a sus actuaciones de forma benigna; la indulgencia ante los pequeños defectos y errores de los demás, sin sentirnos en la obligación de estar continuamente señalándolos; la educación y urbanidad en palabras y modales; la simpatía, la cordialidad, el elogio oportuno, que está lejos de toda adulación... "El espíritu de dulzura es el verdadero espíritu de Dios (...). Puede hacerse comprender la verdad y amonestar siempre que se haga con dulzura. Hay que sentir indignación contra el mal y estar resuelto a no transigir con él; sin embargo, hay que convivir dulcemente con el prójimo"12.

Un hombre que viajaba por interminables carreteras paró su camión junto a un bar concurrido por otros conductores. Mientras esperaba que le sirvieran algo que le refrescara para continuar su camino, un muchacho del bar trabajaba afanoso frente a él, encorvado, al otro lado del mostrador. "¿Mucho trabajo?", le dijo sonriendo el viajero. El muchacho levantó la cabeza y devolvió la sonrisa. Cuando meses más tarde el conductor pasó de nuevo por aquel lugar, el muchacho del mostrador le reconoció, como se reconoce una antigua amistad. Y es que la gente –entre la que nos encontramos– tiene una vieja sed de sonrisas, una gran necesidad de que alguien le contagie un poco de alegría, de aprecio... A nuestra puerta encontramos cada jornada una serie de personas con las que convivimos, trabajamos, que esperan esa breve muestra acogedora.

En la convivencia diaria la alegría, el optimismo, el aprecio... abren muchas puertas que estaban a punto de cerrarse al diálogo o a la comprensión... No dejemos que se cierren: el Señor espera que hagamos un apostolado eficaz, que comuniquemos a esas personas el don más grande que tenemos: la amistad con Él.

1 Lc 17, 11-19. — 2 Cfr. San Beda, en Catena Aurea, vol. VI. p. 278. — 3 Cfr. Mt 5, 37 — 4 Cfr. Jn 9, 1-3. — 5 Jn 3, 12, — 6 Símbolo Atanasiano. — 7 Mc 7, 37. — 8 Primera lectura, Año II. Tit 3, 1-7. — 9 Santo Tomás, Suma Teológica, 2-2, q. 106, a, 3 c. — 10 1 Pdr 1, 18, — 11 Juan Pablo II, Homilía 11-II-1981. — 12 San Francisco de Sales, Epistolario, fragm. 110, en Obras selectas de..., p. 744.

 

 

9 de noviembre

DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE LETRÁN*

Fiesta

— Los templos, símbolo de la presencia de Dios entre los hombres.

— Jesucristo, realmente presente en nuestras iglesias.

— La gracia divina nos hace templos vivos de Dios.

I. Los judíos celebraban cada año la fiesta de la Dedicación1 en recuerdo de la purificación y restablecimiento del culto en el Templo de Jerusalén después de la victoria de Judas Macabeo sobre el rey Antíoco2. Durante una semana se celebraba en toda Judea este aniversario. Se llamaba también Fiesta de las luces, porque era costumbre encender lámparas, símbolo de la Ley, y ponerlas en las ventanas de las casas, en número creciente con los días de la fiesta3. Esta celebración fue recogida por la Iglesia para conmemorar el aniversario en que los templos fueron convertidos en lugares destinados al culto. De modo particular, "cada año se celebra en el conjunto del rito romano la dedicación de la Basílica de Letrán, la más antigua y la primera en dignidad de las iglesias de occidente". Además, "en cada diócesis se celebra la dedicación de la catedral, y cada iglesia conmemora el recuerdo de su propia dedicación"4.

La fiesta que hoy celebramos tiene una especial importancia, pues la Basílica de Letrán fue la primera iglesia bajo la advocación del Salvador, levantada en Roma por el emperador Constantino. Sigue siendo en la actualidad la catedral del Romano Pontífice. La fiesta se celebra en toda la Iglesia como muestra de unidad con el Papa.

El templo siempre fue considerado entre los judíos como lugar de una particular presencia de Yahvé. Ya en el desierto se manifestaba en la Tienda del encuentro: allí hablaba Moisés con el Señor, como se habla con un amigo; la columna de nube signo de Su presencia descendía entonces y se detenía a la entrada de la Tienda5. Era el ámbito donde estará presente su Nombre, su Ser infinito e inefable, para escuchar y atender a sus fieles. Cuando Salomón hubo construido el Templo de Jerusalén, en la fiesta de su dedicación pronunció estas palabras: ¿En verdad morará Dios sobre la tierra? Los cielos y los cielos de los cielos no son capaces de contenerte; ¡cuánto menos esta casa que yo he edificado! Pero, con todo, atiende a la plegaria de tu siervo, Yahvé, Dios mío, y oye la oración que hoy hace tu siervo ante Ti. Que estén abiertos tus ojos noche y día sobre este lugar, del que has dicho: "En él estará mi Nombre"; y oye, pues, la oración de tu siervo y la de tu pueblo, Israel; cuando oren en este lugar, óyela Tú también desde el lugar de tu morada de los cielos...6.

A nuestras iglesias vamos al encuentro con nuestro Dios, que nos espera, con una presencia real, en la Eucaristía custodiada en el Sagrario.

El templo, enseña el Papa Juan Pablo II, "es casa de Dios y casa vuestra. Apreciadlo, pues, como lugar de encuentro con el Padre común"7. La iglesia-edificio representa y significa la Iglesia-asamblea, formada por piedras vivas, que son los cristianos, consagrados a Dios por su Bautismo8. "El lugar donde la comunidad cristiana se reúne para escuchar la palabra de Dios, elevar preces de intercesión y de alabanza a Dios y, principalmente, para celebrar los sagrados misterios, y donde se reserva el Santísimo Sacramento de la Eucaristía, es imagen peculiar de la Iglesia, templo de Dios, edificado con piedras vivas; también el altar, que el pueblo santo rodea para participar del sacrificio del Señor y alimentarse con el banquete celeste, es signo de Cristo, sacerdote, hostia y altar de su mismo sacrificio"9. Vamos con toda reverencia, pues nada más respetable que la casa del Señor; "¿qué respeto no deben inspirar nuestras iglesias, donde se ofrece el sacrificio del Cielo y de la tierra, la Sangre de un Dios hecho Hombre?"10. Vamos también con la confianza de quien sabe bien que encuentra a Jesucristo, su Amigo, que dio la vida por amor a él; allí nos aguarda cada día. Es también la casa común donde encontramos a nuestros hermanos.

II. Las iglesias son el lugar de reunión de los miembros del nuevo Pueblo de Dios, que se congregan para rezar juntos. En ellas encontramos a Jesús, pues donde dos o más se reúnen en su nombre, allí está Él en medio de ellos11; allí oímos su voz. Pero, sobre todo, allí encontramos a Jesús, real y sustancialmente presente en la Sagrada Eucaristía. Está presente con su Divinidad y con su Humanidad santísima, con su Cuerpo y con su Alma. Allí nos ve y nos oye, y nos atiende como socorría a aquellos que llegaban, necesitados, de todas las ciudades y aldeas12. A Jesús presente en el Sagrario podemos manifestarle nuestros anhelos y preocupaciones, las dificultades, las flaquezas, y los deseos de amarle cada día más. El mundo sería bien distinto si Jesús no se hubiera quedado con nosotros. ¿Cómo no vamos a amar nuestros templos y oratorios, donde Jesús nos espera? ¡Tantas alegrías hemos recibido junto al Sagrario! ¡Tantas penas que nos atormentaban las hemos dejado allí! ¡En tantas ocasiones hemos vuelto al ajetreo de la vida ordinaria fortalecidos y esperanzados! Tampoco podemos olvidar que en el templo se encuentra el altar sobre el que se renueva cada día el Sacrificio de valor infinito que el Señor realizó en el Calvario. Cada día, en estos lugares dedicados al culto y a la oración, nos llegan incontables gracias de la misericordia divina.

Cuando un huésped ilustre se queda en una casa, sería una gran descortesía no atenderlo bien, o hacer caso omiso de él. ¿Somos siempre conscientes de que Jesús es nuestro Huésped aquí en la tierra, de que necesita de nuestras atenciones? Examinemos hoy si al entrar en una iglesia nos dirigimos enseguida a saludar a Jesús en el Sagrario, si nos comportamos siempre como corresponde a un lugar donde Dios habita de una manera particular, si las genuflexiones ante Jesús Sacramentado son un verdadero acto de fe, si nos alegramos siempre que pasamos cerca de un templo, donde Cristo se halla realmente presente. "¿No te alegra si has descubierto en tu camino habitual por las calles de la urbe ¡otro Sagrario!?"13. Y seguimos nuestros quehaceres con más alegría y con más paz.

III. En la Nueva Alianza, el verdadero templo ya no está hecho por manos de hombres: es la santa Humanidad de Jesús la que en adelante es el Templo de Dios por excelencia. Él mismo había dicho: Destruid este Templo y en tres días lo levantaré. Y explica el Evangelista: Él hablaba del Templo de su Cuerpo14. Y si el Cuerpo físico de Jesús es el nuevo Templo de Dios, también lo es la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo, en el que el mismo Jesucristo es la piedra angular, sobre la que se apoya la nueva edificación. "Rechazado, desechado, dejado a un lado, dado por muerto entonces como ahora, el Padre lo hizo y lo hace siempre la base sólida e inconmovible de la nueva construcción. Y lo hace tal por su resurrección gloriosa (...).

"El nuevo templo, Cuerpo de Cristo, espiritual, invisible, está construido por todos y cada uno de los bautizados sobre la viva piedra angular, Cristo, en la medida en que a Él se adhieren y en Él crecen hasta la plenitud de Cristo. En este templo y por él, morada de Dios en el Espíritu, Él es glorificado, en virtud del sacerdocio santo que ofrece sacrificios espirituales (1 Pdr 2, 5), y su Reino se establece en este mundo"15. San Pablo lo recordaba frecuentemente a los primeros cristianos: ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu Santo habita en vosotros?16.

Hemos de considerar frecuentemente que la Santísima Trinidad "por medio de la gracia de Dios inhabita en el alma justa como en un templo, de un modo íntimo y singular"17. La meditación de esta realidad maravillosa nos ayuda a ser más conscientes de la transcendencia que tiene vivir en gracia de Dios, y el profundo horror que hemos de tener al pecado, "que destruye el templo de Dios", privando al alma de la gracia y de la amistad divinas. Mediante esta inhabitación, podemos gozar de un anticipo de lo que será la visión beatífica en el Cielo, ya que "esta admirable unión solo en la condición y estado se diferencia de aquella en que Dios llena a los bienaventurados beatificándolos"18.

La presencia de Dios en nuestra alma nos invita a procurar un trato más personal y directo con el Señor, al que en todo momento buscamos en el fondo de nuestras almas.

1 Jn 10, 22. — 2 Cfr. 1 Mac 4, 36-59; 2 Mac 1, 1 ss.; 10, 1-8. — 3 Cfr. 2 Mac 1, 18. — 4 A. G. Martimort, La Iglesia en oración, Herder, 3.ª ed., Madrid 1987, pp. 991-992. — 5 Ex 33, 7-11. — 6 1 Rey 8, 27-30. — 7 Juan Pablo II, Homilía en Orcasitas (Madrid), 3-XI-1982. — 8 Cfr. Ritual de la dedicación de iglesias y de altares, Presentación, 26-X-1978. — 9 Cfr. Decreto 29-V-1977, en el que se publica el Ritual citado. — 10 Anónimo, La Santa Misa, Rialp, Madrid 1975, p. 133. — 11 Mt 18, 20. — 12 Cfr. Mc 6, 32. — 13 San Josemaría Escrivá, Camino, n. 270. — 14 Jn 2, 20-21. — 15 Juan Pablo II, loc. cit. — 16 1 Cor 3, 16. — 17 León XIII, Enc. Divinum illud munus, 9-V-1897, 10. — 18 Ibídem, 11.

* Esta Basílica es uno de los primeros templos que los cristianos pudieron erigir después de la época de las persecuciones. Fue consagrada por el Papa Silvestre el 9 de noviembre del año 324. Esta fiesta, que al principio solo se celebraba en Roma, pasó a ser fiesta universal en el rito romano, en honor de esta iglesia, llamada "Madre y Cabeza de todas las iglesias de Roma y de todo el mundo (Urbis et orbis)", como signo de amor y de unidad para con la Cátedra de San Pedro. La historia de esta Basílica evoca la llegada a la fe de millares y millares de personas que allí recibieron el Bautismo.

 

Si desea adquirir los libros: http://www.palabra.es/buscar.asp?buscar=Hablar+con+Dios&tc=8501

___________________________________________________________________________________________

 

Santoral             (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

Fuente: Archidiócesis de Madrid
Nuestra Señora de la Almudena Fiesta, 9 de noviembre  

Nuestra Señora de la Almudena


La Virgen de la Almudena está unida, desde el primer momento, a la historia cristiana de Madrid.

Según una tradición, avalada por la historia, el 9 de noviembre del año 1085, se rasgó el frente de una torre de la muralla de la Puerta de la Vega y apareció una imagen de la Virgen, que los cristianos madrileños habían ocultado.

Existe documentación del año 1382, en que se nombra con el título de "Almudena" a una imagen de la Virgen, a la que el pueblo de Madrid siempre ha venerado con singular devoción.

La imagen actual de la Virgen de la Almudena fue coronada solemnemente el 10 de Noviembre de 1948 y declarada patrona de la diócesis de Madrid por el papa Pablo VI el 1 de julio de 1977.

También hoy, a cualquier hara del día y de la noche, se venera cariñosamente por los madrileños la imagen en piedra de Nuestra Señora de la Almudena situada en los muros del complejo catedralicio.

___________________________________________________________________________________________

Orestes de Capadocia, Santo Mártir, 9 Noviembre  

Orestes de Capadocia, Santo

Mártir
Noviembre 9

 

Etimológicamente significa "habitante de los montes". Viene de la lengua griega.

Hay cristianos y hombre y mujeres de buena voluntad que hacen don de sí mismos y dan testimonio de el ser humano no está abocado a la desesperación.

Dejando aparte la etimología de los dioses griegos, hoy nos encontramos con un joven que, desde la más remota antigüedad cristiana es venerado como un mártir.

En el concilio de Nicea se tienen noticias de un monje que participó en él y que provenía del monasterio de san Orestes, en Capadocia.

Se sabe que Diocleciano dispersó a los cristianos que había allá por entonces.

Si había un monasterio levantado en su honor, se impone la razón de que existió.

En la Edad Media se le compuso una obra de teatro o "pasión", en la que se narra la vida, obra y milagros de este mártir por confesar su fe en Cristo.

Dicen que era médico. Uno de los consejos que le daba a sus enfermos era que se apartaran de la idolatría. Les ayudaba tanto en lo físico como en lo espiritual.

Y como solía suceder, alguien lo denunció a las autoridades de que era cristiano.

El, sin dudar lo más mínimo, dijo la pura y simple verdad. Pero amenazó al pueblo y a las autoridades de que iba a ocurrir algo importante.

Cuando nadie lo esperaba, dio un fuerte soplido y las estatuas de los dioses se cayeron al suelo como hojas que leva el viento.

Sus reliquias siguen el monasterio que lleva su nombre en Capadocia.

___________________________________________________________________________________________

Ursino y Monaldo, Santos Biografias, 9 de noviembre  

Noviembre 9

 

Etimológicamente significan "osito y muy feliz". Vienen de la lengua alemana.

Dice el Salmo: " Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, poderoso defensor en el peligro. Por eso no tememos aunque cambie la tierra".

Dios, en cada tiempo y lugar, se vale delos hombres para que éstos, en su nombre, hagan prodigios en el mundo entero.

Según san Gregorio de Tours, tan dado a escribir la biografía de los santos, fue enviado especialmente a Francia por el Papa con la misión expresa de evangelizar la iglesia de Bourges de Aquitania

Trabajó duramente día y noche para dar a conocer la Palabra de Dios y el conocimiento del Evangelio.

Su cuerpo está enterrado en un campo que, en el año 560, fue a visitar el gran obispo de París, san Germán.

Monaldo fue un santo franciscano que ha pasado a la historia de la Iglesia por sus muchas obras que, desgraciadamente, se han perdido.

De ellas quedan solamente un "Suma" de derecho civil y canónico que se llamó la "Monaldina".

Murió en el convento de Istria, ciudad del antiguo estado de Venecia, el 9 de noviembre de 1305.

Su cuerpo está enterrado en la iglesia de Nuestra Señora delos Angeles de la ciudad de los innumerables canales.

Dios fue para los dos el refugio y la fortaleza para hacer obras de evangelización.

___________________________________________________________________________________________

Fuente: Vatican.va
María del Carmen del Niño Jesús, Beata Fundadora, Noviembre 9  

María del Carmen del Niño Jesús, Beata

Fundadora de las Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazónes

Nació en Antequera, diócesis de Málaga (España), el 30 de junio de 1834. Sus padres, Salvador González García y Juana Ramos Prieto, buenos cristianos y de elevada posición social, la llevaron a bautizar al día siguiente de su nacimiento a la parroquia de Santa María la Mayor de la ciudad.

Carmencita, la sexta de los nueve hijos que llegaron a adultos, destacó pronto por su simpatía, inteligencia, bondad de corazón, sensibilidad y entrega a las necesidades ajenas, piedad, amor a la Eucaristía y a la santísima Virgen. Fue una niña y joven encantadora, que se distinguió por hacer felices a cuantos la rodeaban; supo poner paz y hacer el bien ante las necesidades ajenas.

Llegó a la juventud con una personalidad tan definida, que suscitaba la admiración de todos los que la conocían. Así entró por los caminos difíciles que la Providencia le fue marcando. Con un profundo deseo de seguir la voluntad de Dios en su vida, la buscó en la oración, la reflexión y la dirección espiritual.

Tuvo que afrontar serias dificultades a la hora de las grandes opciones de la vida: primero, la oposición de sus padres ante un posible matrimonio contrario a las garantías que don Salvador deseaba para su hija; más tarde, ante el propósito de ingresar en las Carmelitas Descalzas, disgusto, contrariedad y nueva oposición de los suyos. Carmen se mantuvo firme, poniendo su fe y su confianza en Dios. Don Salvador veía que Carmen tenía algo especial, que no era como todas; por ello repetía frecuentemente: "Mi hija es una santa".

Al fin, a impulsos del amor que fuertemente latía en su corazón, pero no a ciegas sino convencida de que Dios lo quería y la llamaba a una misión, Carmen, a los 22 años, salta todos los obstáculos y contrae matrimonio con Joaquín Muñoz del Caño, once años mayor que ella, cuya conducta tanto preocupaba, y con razón, a don Salvador.

Aquel matrimonio fue la piedra de toque para descubrir el temple espiritual, la fortaleza y la capacidad de amor de Carmen. Comulgaba diariamente; de la Eucaristía sacaba fuerza, entereza, caridad y sabiduría para penetrar, con la profundidad con que lo hacía, el sentido de la vida espiritual.

Cuidó la vida de matrimonio; siguió visitando y socorriendo a los necesitados y enfermos, en sus casas o en el hospital, y llevándoles, junto con el don material, consuelo y luz para el alma, comprensión para sus sufrimientos y alimento para soportar una vida dura llevada en la escasez de lo imprescindible. Socorros que prestaba personalmente y asociada a la Conferencia de san Vicente de Paúl, a la que perteneció.

Don Joaquín, el esposo, con sus rarezas, sus celos y sus intemperancias, hizo sufrir mucho a Carmen. Ella jamás dejó escapar una crítica, una queja o un comentario de reproche en contra de su marido, ni siquiera cuando entregó sus propios bienes para salvarlo de una penosa situación. Las personas más cercanas a la casa compadecían el sufrimiento de Carmen, pero sobre todo admiraban su virtud.

Después de veinte años de paciente espera, de amor, de oración y de penitencia, vio cumplida su esperanza y compensados sus sacrificios con la conversión de su esposo. Más tarde se le oiría repetir: "Todos mis sufrimientos los doy por bien empleados con tal que se salve un alma".

Cuatro años de "vida nueva" confirmaron la autenticidad de la conversión y preparación de don Joaquín para su salida de este mundo. Con su muerte, terminó la misión de esposa de doña Carmen, pero, hecha para cosas grandes, tenía que iluminar otra faceta de la vida. Ya viuda, sedienta de "Absoluto", se entregó más plenamente a Dios. Animada por el espíritu franciscano, profundizaba cada vez más el sentido de fraternidad universal, de pobreza y de amor a la humanidad de Cristo. La Tercera Orden franciscana seglar, a la que pertenecía, admirada por su virtud, piedad y dedicación a los necesitados, la eligió maestra de novicias.

No tuvo hijos; pero ello no le impidió tener un corazón de madre siempre disponible para los que la necesitaban. Una y otra vez se preguntaba: ¿Puedo hacer algo por ellos? Con realismo, empezó por donde le era posible. Hizo un ensayo de colegio en su casa y prosiguió sus visitas a los pobres y enfermos.

Incansable, tuvo valor para decir otra vez al Señor, como en sus años jóvenes: ¿Qué quieres que haga? Consultó, reflexionó, oró. Ayudada por su director espiritual, el capuchino fray Bernabé de Astorga, el 8 de mayo de 1884 fundó el instituto religioso de las Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones.

Atrás quedaba como estela luminosa la ejemplaridad de su vida seglar como joven, esposa y viuda. Con un gran peso de madurez y de virtud probada, afrontó como fundadora los inicios de una obra en la Iglesia. La madre Carmen fue siempre un modelo de religiosa.

La Congregación, dentro de la familia franciscana, tiene unas notas peculiares y una espiritualidad propia, basada en el misterio del amor del Corazón de Cristo y en la fidelidad al Corazón de María. De estas fuentes sacaba la madre Carmen inspiración para acercarse a quienes la necesitaban, y para impulsar y orientar la fuerza apostólica de la Congregación hacia la educación de la infancia y la juventud, el cuidado y la asistencia de los enfermos, ancianos y necesitados, con un estilo que recuerda el de san Francisco de Asís: "Sin apagar el espíritu".

La madre Carmen vio aumentar la Congregación en número de hermanas y de casas, que se extendían por la geografía española en Andalucía, Castilla y Cataluña. Como obra de Dios, tenía que ser probada y lo fue en la persona de su fundadora. Dificultades, humillaciones e incomprensiones, tanto más dolorosas cuanto de procedencia más cercana, recayeron sobre la madre Carmen sin arredrarla. Quien la conoció a fondo, pudo decir: "Esta mujer tiene más fe que Abraham".

Cada golpe de la tribulación la fue introduciendo en el misterio de Cristo muerto y resucitado por la salvación del mundo. Por eso, decía a las hermanas: "La vida del Calvario es la más segura y provechosa para el alma". Con esta actitud serena de abandono en las manos de Dios se ocupaba de los asuntos de la Congregación. Llegó a abrir hasta once casas; su interés por todas y cada una de las hermanas fue constante.

Si toda su vida estuvo orientada a Dios, en la recta final aceleró el paso; hablaba mucho del cielo. Así, desprendida de todo, mirando la imagen de la Virgen del Socorro, murió en el convento de Nuestra Señora de la Victoria, en Antequera, primera casa de la Congregación, el 9 de noviembre de 1899.

Superó con una altura espiritual extraordinaria todas las situaciones que la vida puede presentar a una mujer: niña y joven piadosa, alegre y caritativa; esposa entregada a Dios y fiel a su marido, sin escatimar esfuerzos en los largos años de su difícil matrimonio; viuda magnánima y de profunda espiritualidad; y religiosa ejemplar consagrada al Señor.

Todas las etapas de su vida parecen tener un denominador común: profunda raíz en el amor de Dios, y firme voluntad de crear comunión en cuantos la rodeaban. Su congregación de Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones traduce la fraternidad franciscana en sencilla y abnegada vida de familia, confiada siempre en la providencia del Padre y atenta al Espíritu que la mantiene en verdadera unión.

Fue beatificada el 6 de mayo del 2007, el Delegado de S.S. Benedicto XVI para esta celebración fue el cardenal J. Saraiva Martins.

___________________________________________________________________________________________

Fuente: Osanet.org
Gracia (Graciano) de Cáttaro, Beato Agustino, 9 Noviembre  

Gracia (Graciano) de Cáttaro, Beato

El beato Gracia vino a la luz en Mula (Muo), Montenegro, una pequeña aldea en la pintoresca bahía de Cáttaro, en las costas dálmatas, a muy poca distancia de la capital, hoy Kotor, el centro más importante del golfo y de la diócesis. En el año 1423 Cáttaro se sometió espontáneamente al gobierno de Venecia, si bien manteniendo con orgullo una relativa independencia, ya que se reservaba el derecho de hacer sus propias leyes y elegir sus magistrados. Como consecuencia de esta vinculación con la Serenísima, pronto se convirtió en un puerto vivaz y rico, poblado de numerosos comerciantes, marineros y pescadores. Inició así el período de esplendor que aún en la actualidad se manifiesta en su arquitectura de claro sabor veneciano.

Gracia era un hombre de mar y como tal permaneció hasta la edad de treinta años. En uno de sus viajes entró en una iglesia de Venecia, donde le conmovió tanto el sermón pronunciado por el agustino Simón da Camerino, que decidió entrar en su misma Orden. Fue aceptado como hermano no clérigo en el convento de Monte Ortone, cercano a la ciudad de Padua. Este convento era la cuna de una de las nuevas congregaciones de la Orden formadas en Italia, distinguiéndose junto a las demás por su particular celo en el campo disciplinar. En 1433 fue aceptado por el Prior general Gerardo de Rímini, que de momento lo incorporó a la provincia de las Marcas de Treviso, con la condición de no recibir más que hermanos firmemente decididos a mantener con fidelidad los ideales propios de la reforma.

El hermano Gracia, que trabajaba en el jardín, no tardó en ganarse la estima y el reconocimiento de la comunidad entera. Al incorporarse dos conventos más al movimiento de Monte Ortone, éste quedó oficialmente eregido en Congregación. Entre 1472 y 1474 es Simón de Camerino quien aparece como Vicario en los registros generales. Unos años más tarde Gracia fue trasladado a San Cristobal de Venecia, y en esta ciudad murió el 8 de noviembre de 1508.

Fuera de las pocos datos hasta aquí referidos y del culto que se le siguió tributando tanto en la Orden como en su tierra de origen, no conocemos otras noticias de Gracia. Las biografías en lengua italiana del Lazzerini (1643) y la latina de Eliseo de Jesús y María (1677) carecen de fundamentos bien documentados. No obstante, los reiterados relatos acerca de su austeridad de vida y de la fuerza prodigiosa de su intercesión resultan testimonios válidos de una auténtica fama de santidad.

La continuidad de su culto fue reconocida por León XIII en 1889. Desde 1810 los restos mortales del beato Gracia descansan en la iglesia de Mula.

 ___________________________________________________________________________________________

_Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina04
Agripino de Nápoles, Santo Obispo, 9 Noviembre  

Agripino de Nápoles, Santo

Dice el Martirologio Romano: "En Nápoles de Campania, San Agripino, obispo, célebre por sus milagros.

En el siglo IX, el autor de la Gesta episcoporum neapolitanorum nos da la sucesión de los obispos de Nápoles, haciendo breves elogios de cada uno en términos vagos.

El de Agripino, sexto de la lista, más cálido que el de los otros, nos revela la popularidad del santo: "Agripino, obispo, patriota, defensor de la ciudad, no cesa de rogar a Dios por nosotros, sus servidores.

Acrecentó el rebaño de los que creen en el Señor y los reunió en el seno de la Santa Madre Iglesia. Por eso mereció oír las palabras: Bien está siervo bueno, puesto que has sido fiel en las cosas pequeñas, te constituiré sobre las grandes; entra en el gozo de tu Señor.

Sus restos fueron transportados finalmente a la Estefanía, en donde reposan con honor".

Agripino vivió a fines del siglo III. No se puede precisar nada, ni dar el más mínimo detalle sobre su actividad. La traslación a la que hace mención el autor de la Gesta, la efectuó el obispo Juan, que gobernó la sede durante años.

Sus reliquias, que estaban en un oratorio de las catacumbas de San Genaro, fueron llevadas a la Estefanía, iglesia construida al fin del siglo V. En 1744, el cardenal José Spinelli, deseando identíficar las reliquias de su catedral, encontró una urna de mármol con esta inscripción: "Reliquias dudosas que se piensa sean del cuerpo de San (divus) Agripino".

Durante los siglos IX y X, muchos autores consignaron el relato de los milagros obtenidos por la intercesión de San Agripino, quien en la actualidad es casi tan famoso como San Genaro.

 __________________________________________________________________________________________

Fuente: Franciscanos.net
Juana de Signa, Beata Virgen reclusa, 9 Noviembre  

Juana de Signa, Beata

Virgen reclusa de la Tercera Orden (1244‑1307). Pío VI concedió en su honor oficio y misa el 17 de septiembre de 1798.


La parte más antigua de la ciudad de Signa, en lo alto del cerro, de aspecto medieval, se llama comúnmente "la Beata". Recuerda y honra así a diario a la Beata de Signa por antonomasia, la Beata Juana. Nació en Signa en 1244, hija de padres humildes, y como Santa Juana de Arco y Santa Bernardita de Lourdes, en su juventud fue pastora sencillísima, de vida y alma sin mancha. A veces reunía junto a sí a otros pastores y les hablaba de las cosas del cielo y del amor a las virtudes.

Hacia los treinta años pudo realizar su ideal de vida religiosa haciéndose reclusa voluntaria a ejemplo de la Beata Veridiana, reclusa de Castel Fiorentino. Después de haber recibido de los Hermanos Menores en Carmignano el hábito de la Tercera Orden Franciscana, se hizo encerrar entre paredes en una celdita junto al río Arno. Allí permaneció en penitencia durante cuatro decenios. Desde aquel estrecho refugio derramó dones de misericordia sobre cuantos recurrían a ella: sanó enfermos, consoló afligidos, convirtió pecadores, iluminó a dudosos, ayudó a los necesitados. Su fama perdura hasta nuestros días debido también a los milagros póstumos y a las gracias recibidas.

Las leyendas pintorescas sobre Juana se refieren a su juventud como pastora. Una, por ejemplo, dice que durante las tempestades y los aguaceros, ella reunía su rebaño junto un gran árbol, que prodigiosamente era librado de la lluvia, del granizo y de los rayos. Por eso, cuando se acercaba la tempestad, los otros pastores corrían a donde ella con sus animales. Juana aprovechaba aquellas ocasiones para enseñar a sus compañeros con palabras sencillas y eficaces el modo de salvar su alma y de merecer el Paraíso.

Otras veces cuando el río Arno crecido impedía el paso de una a otra orilla, a Juana se le vio extender sobre las aguas amenazadoras su rojizo manto y sobre él atravesar el río, como si fuera una barca segura.

Juana vivió como reclusa una vida más angelical que humana. De la caridad de los fieles recibía lo necesario para la vida. Se ejercitó en la más rigurosa austeridad en la ferviente oración, en la asidua contemplación, en estáticos coloquios con su amado. El Señor glorificó la santidad de su sierva fiel con numerosos prodigios realizados especialmente en favor de enfermos, para los cuales obtenía de Dios la curación del cuerpo y del alma. Murió en su celda, a los 63 años, el 9 de noviembre de 1307. Se dice que en el momento de su muerte las campanas de las iglesias sonaron a fiesta para solemnizar el ingreso de Juana a la gloria del cielo.

___________________________________________________________________________________________

 

Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net

 

 

Mensajes anteriores en: www.iesvs.org

 

Biblioteca Gratis: http://groups.google.com/group/evangelio/files

 

¿Email con poca capacidad? Reciba gratis de 6 Gb. con la opción de absorber los mensajes de todas sus demás casillas, y de consultar por outlook o web, escriba a: email arroba iesvs.org

 

Si no desea el evangelio, santoral y meditación diaria y sólo artículos interesantes censurados por la prensa (la mayoría), unos 4 por semana escriba a: ave-maria-purisima+subscribe@googlegroups.com (responder el mensaje de confirmación).

 

Para de-suscribirse escribir desde su casilla de email a:

Evangelio+unsubscribe@googlegroups.com

NO debe colocarlo en CC sino en "Para/To"

Si no se desuscribe es porque recibe el mensaje en su otro email que le reenvía al actual: debe escribir desde ese otro email.

 

Todos los emails que lleguen a IESVS serán automáticamente incorporados para recibir el Evangelio. Si Ud. no desea esto, favor de aclarar en cada envío.