JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (21, 20-28)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando vean a Jerusalén sitiada por un ejército, sepan que se aproxima su destrucción.
Entonces, los que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén en la ciudad, que se alejen de ella; los que estén en el campo, que no vuelvan a la ciudad; porque esos días serán de castigo para que se cumpla todo lo que está escrito.
¡Pobres de las que estén embarazadas y de las que estén criando en aquellos días! Porque vendrá una gran calamidad sobre el país y el castigo de Dios se descargará contra este pueblo. Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que se cumpla el plazo que Dios les ha señalado.
Habrá señales prodigiosas en el sol, en la luna y en las estrellas. En la tierra las naciones se llenarán de angustia y de miedo por el estruendo de las olas del mar; la gente se morirá de terror y de angustiosa espera por las cosas que vendrán sobre el mundo, pues hasta las estrellas se bambolearán.
Entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube, con gran poder y majestad. Cuando estas cosas comiencen a suceder, pongan atención y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/swf/l.swf?video_id=v82JVdXAUUs
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? abortar (todos los métodos anticonceptivos son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.
† Misal
San Andrés Dung-Lac, presbítero y compañeros mártires
Memoria
Los ojos del Señor están puestos en sus hijos
Antífona de Entrada
No permita Dios que yo me gloríe en algo que no sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, pues la cruz es fuerza de Dios para los que vamos por el camino de la salvación.
Oración Colecta
Oremos:
Dios y Padre nuestro, fuente y origen de toda paternidad, que a los bienaventurados mártires Andrés y sus compañeros les concediste ser fieles a la cruz de tu Hijo, por su intercesión te pedimos que también nosotros propaguemos tu amor entre nuestros hermanos y seamos dignos de contarnos entre tus hijos.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Lectura del libro del profeta
Daniel (6, 12-28)
En aquellos días, unos hombres fueron a espiar a Daniel y lo sorprendieron haciendo oración a su Dios. Entonces fueron a decirle al rey Darío:
"Señor, ¿no has firmado tú un decreto, que prohíbe, durante treinta días, hacer oración a cualquier dios u hombre que no seas tú, bajo pena de ser arrojado al foso de los leones?"
El rey contestó:
"El decreto está en vigor, como ley irrevocable para medos y persas".
Ellos le replicaron:
"Pues Daniel, uno de los desterrados de Judea, no ha obedecido el decreto que firmaste, porque tres veces al día hace oración a su Dios".
Al oír estas palabras, el rey se afligió mucho, se propuso salvar a Daniel y hasta la puesta del sol estuvo buscando el modo de librarlo. Pero aquellos hombres, comprendiendo que el rey quería salvar a Daniel, le urgían diciéndole: "Señor, tú sabes que, según la ley de medos y persas, un decreto real es irrevocable".
Entonces el rey ordenó que trajeran a Daniel y lo arrojaran al foso de los leones. Pero le dijo a Daniel: "Tu Dios, a quien sirves con perseverancia, te va a librar".
Trajeron una piedra, taparon con ella la entrada del foso y el rey la selló con su sello y con el de sus funcionarios, para que nadie pudiera modificar la sentencia dada en contra de Daniel. Después el rey se volvió a su palacio y se pasó la noche sin probar bocado y sin poder dormir.
Al amanecer, se levantó y se dirigió a toda prisa al foso de los leones. Ya cerca del foso le gritó angustiado a Daniel: "Daniel, siervo del Dios vivo, ¿ha podido salvarte de los leones tu Dios, a quien veneras fielmente?" Daniel le contestó: "Viva siempre el rey.
Mi Dios envió a sus ángeles para cerrar las fauces de los leones y no me han hecho nada, porque ante él soy inocente, como lo soy también ante ti".
El rey se alegró mucho y mandó que sacaran a Daniel del foso; al sacarlo, vieron que no tenía ni un rasguño, porque había confiado en su Dios.
Luego ordenó que trajeran a los que habían acusado a Daniel y los arrojaran al foso de los leones con sus hijos y sus esposas. No habían llegado al suelo y ya los leones los habían atrapado y despedazado.
Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas de la tierra: "Paz y bienestar. Ordeno y mando que en mi imperio, todos respeten y teman al Dios de Daniel. El es el Dios vivo, que permanece para siempre. Su reino no será destruido, su imperio durará hasta el fin. El salva y libra, obra prodigios y señales en el cielo y en la tierra. El salvó a Daniel de los leones".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial Daniel 3
Bendito seas para siempre,
Señor.
Rocíos y nevadas, bendigan al Señor. Hielo y frío, bendigan al Señor. Heladas y nieves, bendigan al Señor.
Bendito seas para siempre,
Señor.
Noches y días, bendigan al Señor. Luz y tinieblas, bendigan al Señor.
Bendito seas para siempre,
Señor.
Rayos y nubes, bendigan al Señor. Tierra, bendice al Señor.
Bendito seas para siempre,
Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación, dice el Señor.
Aleluya.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (21, 20-28)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando vean a Jerusalén sitiada por un ejército, sepan que se aproxima su destrucción.
Entonces, los que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén en la ciudad, que se alejen de ella; los que estén en el campo, que no vuelvan a la ciudad; porque esos días serán de castigo para que se cumpla todo lo que está escrito.
¡Pobres de las que estén embarazadas y de las que estén criando en aquellos días! Porque vendrá una gran calamidad sobre el país y el castigo de Dios se descargará contra este pueblo. Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que se cumpla el plazo que Dios les ha señalado.
Habrá señales prodigiosas en el sol, en la luna y en las estrellas. En la tierra las naciones se llenarán de angustia y de miedo por el estruendo de las olas del mar; la gente se morirá de terror y de angustiosa espera por las cosas que vendrán sobre el mundo, pues hasta las estrellas se bambolearán.
Entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube, con gran poder y majestad. Cuando estas cosas comiencen a suceder, pongan atención y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Recibe, Padre santo, los dones que te presentamos al venerar la pasión de los santos mártires vietnamitas y concédenos que, en medio de las adversidades de esta vida permanezcamos siempre fieles a ti y nos convirtamos en ofrendas agradables a tus ojos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio de los Santos Mártires
Testimonio y ejemplo de los
mártires
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor.
Porque la sangre de los gloriosos mártires san Andrés Dung-Lac y compañeros, derramada como la de Cristo para proclamar su fidelidad a ti, manifiesta tu admirable poder, que convierte la fragilidad en fortaleza y al hombre débil robustece para que sea testigo tuyo.
Por eso, como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te aclamamos, diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo...
Antífona de la Comunión
Dichosos los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Fortalecidos con esta Eucaristía, te suplicamos, Señor, al conmemorar a tus santos mártires, que permanezcamos unidos en tu amor y podamos conseguir el premio eterno de nuestros sufrimientos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
___________________________________________________________________________________________
† Meditación diaria
34ª semana. Jueves
BENDECID TODOS AL SEÑOR
— La naturaleza entera alaba a Dios. El Canto del Trium puerorum.
— Preparación y acción de gracias de la Misa.
— Jesús viene a visitarnos en la Comunión. Poner todos los medios para darle buena acogida.
I. Rocíos y escarchas, bendecid al Señor. // Hielo y frío, bendecid al Señor. // Luz y tinieblas, bendecid al Señor...1.
Una de las lecturas de estos días nos narra diversos pasajes del Libro de Daniel, y los Salmos responsoriales recogen el bellísimo Canto llamado de los tres jóvenes (Trium puerorum), utilizado en la Iglesia desde la antigüedad como himno de acción de gracias, introducido primero en la Santa Misa, y después fuera de ella, para fomentar la piedad de los fieles2.
Cuando los tres jóvenes judíos fueron condenados a morir en un horno ardiendo por negarse a adorar la estatua de oro erigida por el rey Nabucodonosor, oraron al Dios de sus padres, al Dios de la Alianza, que manifestó su santidad y magnificencia en tantos prodigios sobre el pueblo de Israel, y cantaron este himno que "suena como una llamada dirigida a las criaturas a fin de que proclamen la gloria de Dios Creador"3; esta gloria está ante todo en Dios mismo y, mediante la obra de la Creación, brota del seno mismo de la Divinidad y, "en cierto modo, se traslada fuera: a las criaturas del mundo visible y del invisible, según su grado de perfección"4.
Comienza el himno con una invitación a todas las criaturas a dirigirse a su Creador: Obras todas del Señor, bendecid al Señor: alabadle y ensalzadle por todos los siglos de los siglos. Los ángeles del Cielo dirigen la alabanza. Luego, los cielos, donde está la lluvia5, y todos los cuerpos celestes, el sol y la luna, las estrellas, aguaceros y rocío, los vientos, fuego y calor, frío y helada, rocío y escarcha, helada y nieves, noches y días, luz y tinieblas, relámpagos y nubes son invitados a alabar al Señor. La tierra con sus montes y colinas, sus fuentes, sus mares y ríos, ballenas y peces y todo lo que se mueve en las aguas; las aves del cielo, las bestias todas y los ganados son instados a bendecir al Señor.
El hombre, rey de la Creación, aparece el último, y por este orden: todos los hombres en general, el pueblo de Israel, los sacerdotes, los ministros del Señor, el pueblo judío, los justos, los santos y humildes de corazón. Por último, los mismos jóvenes judíos fieles al Señor (Ananías, Azarías y Misael) son llamados a cantar alabanzas al Creador6.
Para la acción de gracias después de la Misa, se añadió desde antiguo a este Cántico el Salmo 150, último del Salterio, en el que también se convoca a todos los seres vivientes para bendecir al Señor. Laudate Dominum in sanctis eius... Alabad al Señor en su templo, alabadlo en todo su firmamento. Alabadlo por sus obras magníficas, por su inmensa grandeza. Alabadlo tocando trompas, con arpas y cítaras, con tambores y danzas... ¡Todo ser viviente alabe al Señor!
Nuestra vida cristiana debe ser toda ella como un canto vibrante de alabanza, lleno de adoración, acciones de gracias y entrega amorosa. Por eso, en la acción de gracias de la Comunión, mientras que tenemos en nuestro corazón al Señor de Cielo y tierra, nos unimos a todo el universo en su pregón de agradecimiento al Creador.
II. La vida entera, pero especialmente los momentos después de haber comulgado, es un tiempo de alegría y de alabanza a Dios. Para dar gracias al Señor nos podemos unir interiormente a todas las criaturas que, cada una según su ser, manifiestan su gozo al Señor. "Hay que cantar desde ahora –comenta San Agustín–, porque la alabanza a Dios hará nuestra dicha durante la eternidad y nadie sería apto para esta ocupación futura si no se ejercitara alabando en las condiciones de la vida presente. Cantemos el Aleluya, diciendo unos a otros: alabad al Señor; y así prepararnos el tiempo de la alabanza que seguirá a la resurrección"7. ¡Alabad al Señor...! Nos unimos a todos los seres de la tierra, y a los santos y "los ángeles y los arcángeles, y con todos los coros celestiales cantamos sin cesar el himno de tu gloria ..."8.
Te adoro con devoción, Dios escondido9, le decimos a Jesús en la intimidad de nuestro corazón después de haber comulgado. En esos momentos hemos de frenar las impaciencias y permanecer recogidos con Dios que nos visita. Nada hay en el mundo más importante que prestar a ese Huésped el honor y la atención que se merece. Si somos generosos con el Señor y cuidamos esos diez minutos en su compañía, llegará un tiempo –quizá ya ha llegado– en el que esperaremos con impaciencia la Santa Misa y el momento de la Comunión. Las almas de todos los tiempos que han estado cerca de Dios han esperado con impaciencia ese momento inefable en el que tan próximos estamos de Dios. Así ocurría a San Josemaría Escrivá: durante la mañana daba gracias por la Misa que había celebrado, y por la tarde preparaba la Misa del día siguiente. Y era tal su amor que incluso durante la noche, cuando se interrumpía su sueño, su pensamiento se dirigía hacia la Misa que iba a celebrar al día siguiente y, con el pensamiento, el deseo de glorificar a Dios a través de aquel Sacrificio único. De este modo, el trabajo y las mortificaciones, las jaculatorias y las comuniones espirituales, los detalles de caridad, iban dirigidos como preparación o como obsequio en acción de gracias10.
Examinemos hoy con qué amor acudimos nosotros a la Santa Misa, donde tributamos a Dios la alabanza suprema, y con qué atención y esmero cuidamos de esos minutos que estamos con Él. Es una cortesía que no debemos descuidar jamás.
III. El Evangelio de la Misa11 nos recuerda la venida gloriosa de Cristo al fin de los tiempos: Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad, ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo temblarán. Entonces verán al Hijo del Hombre venir en una nube, con gran poder y gloria, Ahora, en la Comunión, llega el mismo Hijo del Hombre a nuestro corazón para fortalecernos y llenarnos de paz. Viene como el Amigo tanto tiempo esperado. Y hemos de recibirlo como lo hicieron sus más íntimos: con la atención de María de Betania, con la alegría con que le acogió Zaqueo en su casa... "Parece que esto es lo correcto: si se recibe en casa a un amigo, a un invitado, se le atiende, es decir, se le da conversación, se le acompaña. No se le deja en la sala de visitas o en cualquier otro lugar de la casa, con el periódico, para que entretenga la espera hasta que nos venga bien atenderle. Sin duda sería de muy mala educación. Y si la persona que nos visitara fuera de tan gran categoría, que el solo hecho de venir a nuestra casa supusiera un honor muy por encima de nuestra condición y merecimientos, entonces la desatención no sería ya falta de educación, sino grosería incalificable"12. Hemos de tratar bien a Jesús, que tanto desea visitarnos en nuestra pobre casa. "Y no suele Su Majestad pagar mal la posada, si le hace buen hospedaje"13. Es una buena ocasión de unirnos a toda la Creación para alabar y dar gracias al Creador que, humilde, se queda sacramentalmente en nuestro corazón durante esos minutos.
La Iglesia, siempre Madre buena, nos ha aconsejado a sus hijos esas oraciones que han alimentado la piedad de tantos cristianos para ayudarnos, especialmente cuando nos sintamos pobres de palabras para dirigirnos a Jesús: el Himno Adoro te devote, el Trium puerorum, la Oración a Jesús Crucificado, las Invocaciones al Santísimo Redentor... Si al comulgar procuramos tener a mano algún devocionario –cuando sea posible– o algún Misal de los fieles, dispondremos de una buena ayuda para aprovechar ese tiempo que tanto va a influir luego a lo largo de todo el día. Muchas veces, la jornada depende de esos minutos junto a Jesús Sacramentado.
No dejemos de poner todos lo medios a nuestro alcance para mejorar nuestras disposiciones antes y después de haber comulgado. Cualquier esfuerzo que pongamos es siempre largamente recompensado. "Cuando recibas al Señor en la Eucaristía, agradécele con todas las veras de tu alma esa bondad de estar contigo.
"—¿No te has detenido a considerar que pasaron siglos y siglos, para que viniera el Mesías? Los patriarcas y los profetas pidiendo, con todo el pueblo de Israel: ¡que la tierra tiene sed, Señor, que vengas!
"—Ojalá sea así tu espera de amor"14.
1 Salmo responsorial. Año 1. Dan 3, 68 ss. — 2 Cfr. A. G. Martimort, La Iglesia en oración, Herder, 3ª ed., Barcelona 1987, p. 168. — 3 Juan Pablo II, Audiencia general 12-III-1986. — 4 Ibídem. — 5 Cfr. Gen 1, 7. — 6 Cfr. B. Orchard y otros, Verbum Dei, vol. II, notas a Dan 3, 51-90. — 7 San Agustín, cit. por D. de las Heras, Comentario ascético-teológico sobre los Salmos, p. 374. — 8 Misal Romano, Prefacio de la Misa. — 9 Himno Adoro te devote. — 10 Cfr. F. Suárez, El sacrificio del altar, p. 280. — 11 Lc 21, 20-28. — 12 F. Suárez, o. c., p. 274. — 13 Santa Teresa, Camino de perfección, 39. — 14 San Josemaría Escrivá, Forja, n. 991.
Si desea adquirir los libros: http://www.palabra.es/buscar.asp?buscar=Hablar+con+Dios&tc=8501
___________________________________________________________________________________________
† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
Fuente: Centro de Espiritualidad Santa María
Andrés Dung-Lag y compañeros, Santos 117 Mártires vietnamitas de los siglos XVIII y XIX, Noviembre 24
Mártires de VietnamEsta memoria obligatoria de los ciento diecisiete mártires vietnamitas de los siglos XVIII y XIX, proclamados santos por Juan Pablo II en la plaza de San Pedro el 19 de junio de 1988, celebra a mártires que ya habían sido beatificados anteriormente en cuatro ocasiones distintas: sesenta y cuatro, en 1900, por León XIII; ocho, por Pío X, en 1906; veinte, en 1909, por el mismo Pío X; veinticinco, por Pío XII, en 1951. LISTA DE LOS 117 MÁRTIRES DE VIETNAM
|
___________________________________________________________________________________________
Fuente: Archidiócesis de Madrid
Flora y María, Santas Mártires, Noviembre 24
Virgenes y MártiresMartirologio Romano: En Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, santas Flora y María, vírgenes y mártires, que en la persecución llevada a cabo por los musulmanes fueron encarceladas con san Eulogio y después muertas a espada (856). |
___________________________________________________________________________________________
Pedro Dumoulin-Borie y compañeros, Santos Sacerdotes y Mártires, Noviembre 24
Sacerdotes y MártiresMartirologio Romnao: En la ciudad de Dông Hoy, en Annam, santos mártires Pedro Dumoulin- Borie, obispo de la Sociedad de Misiones Extranjeras de París, Pedro Vo Dang Khoa y Vicente Ngyen Tho Diem, presbíteros, de los cuales, por orden del emperador Minh Mang, el primero fue degollado y los demás estrangulados (1838). |
___________________________________________________________________________________________
Bálsamo de Cava, Beato Abad, Noviembre 24
AbadMartirologio Romano: En el monasterio de Cava, en la Campania, beato Balsamo, abad, que en medio de las turbulencias y contradicciones de su tiempo desempeñó su cargo con sabiduría y prudencia (1232). |
___________________________________________________________________________________________
Fermina (Firmina) de Amelia, Santa Mártir, Noviembre 24
MártirMaritrologio Romano: En Amelia, ciudad de la Umbría, santa Firmina, mártir (303). |
___________________________________________________________________________________________
Fuente: Marcelline.org
María Ana Sala, Beata Virgen Marcelina, 24 Noviembre
Nació en Brivio (pueblo italiano de la provincia de Lecco) el 21 de abril de 1829. |
___________________________________________________________________________________________
Fuente: Martirologio Romano
Otros Santos y Beatos Completando el santoral de éste día, 24 de noviembre
___________________________________________________________________________________________
Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net
Mensajes anteriores en: www.iesvs.org
Biblioteca Gratis: http://groups.google.com/group/evangelio/files
¿Email con poca capacidad? Reciba gratis de 6 Gb. con la opción de absorber los mensajes de todas sus demás casillas, y de consultar por outlook o web, escriba a: email arroba iesvs.org
Si no desea el evangelio, santoral y meditación diaria y sólo artículos interesantes censurados por la prensa (la mayoría), unos 4 por semana escriba a: ave-maria-purisima+subscribe@googlegroups.com (responder el mensaje de confirmación).
Para de-suscribirse escribir desde su casilla de email a:
Evangelio+unsubscribe@googlegroups.com
NO debe colocarlo en CC sino en "Para/To"
Si no se desuscribe es porque recibe el mensaje en su otro email que le reenvía al actual: debe escribir desde ese otro email.
Todos los emails que lleguen a IESVS serán automáticamente incorporados para recibir el Evangelio. Si Ud. no desea esto, favor de aclarar en cada envío.