viernes, 11 de noviembre de 2011

Lecturas Domingo 13 de Noviembre de 2011

JMJ

Pax

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 25, 14-30

Gloria a Ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola:
"El Reino de los cielos se parece también a un hombre que iba a salir de viaje a tierras lejanas; llamó a sus servidores de confianza y les encargó sus bienes. A uno le dio cinco talentos; a otro, dos; y a un tercero, uno, según la capacidad de cada uno, y luego se fue.
El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió un millón, hizo un hoyo en la tierra y allí escondió el dinero de su señor.
Después de mucho tiempo regresó aquel hombre y llamó a cuentas a sus servidores. Se acercó el que había recibido cinco millones y le presentó otros cinco, diciendo:
"Señor, cinco millones me dejaste; aquí tienes otros cinco,que con ellos he ganado".
Su señor le dijo:
"Te felicito, siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor".
Se acercó luego el que había recibido dos millones y le dijo:
"Señor, dos millones me dejaste; aquí tienes otros dos, que con ellos he ganado".
Su señor le dijo:
"Te felicito, siervo bueno y fiel.
Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor".
Finalmente, se acercó el que había recibido un millón y le dijo:
"Señor, yo sabía que eres un
hombre duro, que quieres cosechar lo que no has plantado y recoger lo que no has sembrado. Por eso tuve miedo y fui a esconder tu millón bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo".
El señor le respondió:
"Siervo malo y perezoso Sabías que cosecho lo que no he plantado y recojo lo que no he sembrado. ¿Por qué, entonces, no pusiste mi dinero en el banco para que, a mi regreso, lo recibiera yo
con intereses? Quítenle el millón y dénselo al que tiene diez. Pues al que tiene se le dará y le sobrará; pero al que tiene poco, se le quitará aun eso poco que tiene.
Y a este hombre inútil, échenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y la desesperación"".
Palabra del Señor.
Gloria a Ti, Señor Jesús.

Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/swf/l.swf?video_id=v82JVdXAUUs

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? abortar (todos los métodos anticonceptivos son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.

 

Misal

33a. Dom Ord Ciclo A

Antífona de Entrada

Yo tengo designios de paz, no de aflicción, dice el Señor. Me invocarán y yo los escucharé, y los libraré de su esclavitud dondequiera que se encuentren.

 

Se dice "Gloria".

Oración Colecta

Oremos:
Concédenos, Señor, tu ayuda para entregarnos fielmente a tu servicio, porque sólo en el cumplimiento de tu voluntad podremos encontrar la felicidad verdadera.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Trabaja con sus hábiles manos

Lectura del libro de los Proverbios 31, 10-13.19-20.30-31

Dichoso el hombre que encuentra una mujer hacendosa: muy superior a las perlas es su valor. Su marido confía en ella y, con su ayuda, él se enriquecerá; todos los días de su vida le procurará bienes y no males.
Adquiere lana y lino y los trabaja con sus hábiles manos. Sabe manejar la rueca y con sus dedos mueve el huso; abre sus manos al pobre y las tiende al desvalido.
Son engañosos los encantos y vana la hermosura; merece
alabanza la mujer que teme al Señor. Es digna de gozar del fruto de sus trabajos y de ser alabada por todos.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del salmo 127

Dichoso el que teme al Señor.

Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto de su trabajo, será dichoso, le irá bien.
Dichoso el que teme al Señor.

Su mujer como vid fecunda, en medio de su casa; sus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de su mesa.
Dichoso el que teme al Señor.

Esta es la bendición del hombre que teme al Señor: "Que el Señor te bendiga desde Sión; que veas la prosperidad de Jerusalén, todos los días de tu vida".
Dichoso el que teme al Señor.

Segunda Lectura

Que el día del Señor no los sorprenda como un ladrón

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 5, 1-6

Hermanos:
Por lo que se refiere al tiempo y a las circunstancias de la venida del Señor, no necesitan que les escribamos nada, puesto que ustedes saben perfectamente que el día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando la gente esté diciendo: "¡Qué paz y qué seguridad tenemos!", de repente vendrá sobre ellos la catástrofe, como de repente le vienen a la mujer encinta los dolores del parto, y no podrán escapar.
Pero a ustedes, hermanos, ese día no los tomará por sorpresa como un ladrón, porque ustedes no viven en tinieblas, sino que son hijos de la luz y del día, no de la noche y las tinieblas.
Por tanto, no vivamos dormidos, como los malos; antes bien, mantengámonos despiertos
y vivamos sobriamente.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Permanezcan en Mí y Yo en ustedes, dice el Señor; el que permanece en Mí da fruto abundante.
Aleluya.

Evangelio

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 25, 14-30

Gloria a Ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola:
"El Reino de los cielos se parece también a un hombre que iba a salir de viaje a tierras lejanas; llamó a sus servidores de confianza y les encargó sus bienes. A uno le dio cinco talentos; a otro, dos; y a un tercero, uno, según la capacidad de cada uno, y luego se fue.
El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió un millón, hizo un hoyo en la tierra y allí escondió el dinero de su señor.
Después de mucho tiempo regresó aquel hombre y llamó a cuentas a sus servidores. Se acercó el que había recibido cinco millones y le presentó otros cinco, diciendo:
"Señor, cinco millones me dejaste; aquí tienes otros cinco,que con ellos he ganado".
Su señor le dijo:
"Te felicito, siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor".
Se acercó luego el que había recibido dos millones y le dijo:
"Señor, dos millones me dejaste; aquí tienes otros dos, que con ellos he ganado".
Su señor le dijo:
"Te felicito, siervo bueno y fiel.
Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor".
Finalmente, se acercó el que había recibido un millón y le dijo:
"Señor, yo sabía que eres un
hombre duro, que quieres cosechar lo que no has plantado y recoger lo que no has sembrado. Por eso tuve miedo y fui a esconder tu millón bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo".
El señor le respondió:
"Siervo malo y perezoso Sabías que cosecho lo que no he plantado y recojo lo que no he sembrado. ¿Por qué, entonces, no pusiste mi dinero en el banco para que, a mi regreso, lo recibiera yo
con intereses? Quítenle el millón y dénselo al que tiene diez. Pues al que tiene se le dará y le sobrará; pero al que tiene poco, se le quitará aun eso poco que tiene.
Y a este hombre inútil, échenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y la desesperación"".
Palabra del Señor.
Gloria a Ti, Señor Jesús.

 

Se dice "Credo".

Oración de los Fieles

Celebrante:
Pidamos, hermanos y hermanas, al Señor, que escuche nuestras súplicas y acoja con bondad nuestras peticiones:
(Respondemos a cada petición: Te rogamos, Señor, óyenos).

Para que el Señor, el único que puede inspirar y llevar a término los buenos propósitos, multiplique el número de fieles que, abandonando todas las cosas, se consagren a Él en la vida religiosa, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor, óyenos.

Para que Dios, al que han de servir los poderes humanos, conceda a los jefes de las naciones buscar la voluntad divina, temer a Dios en el cumplimiento de su misión y acertar en sus decisiones, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor, óyenos.

Para que Dios, que ha creado los alimentos para los seres vivos, mire con misericordia a las criaturas que en distintos lugares pasan hambre y les conceda el alimento necesario, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor, óyenos.

Para que el Señor, que nos ha dado el mandamiento nuevo del amor, nos dé fuerza para amar a nuestros enemigos y para cumplir su precepto de devolver bien por mal, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor, óyenos.

Celebrante:
Dios nuestro, que has confiado al ser humano los bienes de la creación y de la gracia, escucha nuestras oraciones y haz que nuestro trabajo multiplique los dones que tu providencia ha puesto a nuestra disposición; que siempre estemos atentos y en vela, mientras esperamos el regreso de tu Hijo, de manera que podamos alegrarnos de que en el último día nos llame empleados fieles y cumplidores, buenos y de toda confianza, y entremos así en el gozo de tu Reino.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Oración sobre las Ofrendas

Que estos dones traídos a tu altar nos obtengan de Ti, Señor y Dios nuestro, la gracia de servirte con amor y la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

Historia de la salvación

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque Él, con su nacimiento, restauró nuestra naturaleza caída; con su muerte, destruyó nuestro pecado; al resucitar, nos dio vida nueva; y en su ascensión, nos abrió el camino de tu Reino.
Por eso,
con los ángeles y los santos, te cantamos el himno de alabanza diciendo sin cesar:

 

Antífona de la Comunión

Mi felicidad consiste en estar cerca de Dios y en poner sólo en Él mis esperanzas.

 

Oración después de la Comunión

Señor, que nuestra participación en esta Eucaristía, que tu Hijo nos mandó celebrar como memorial suyo, nos una siempre con el vínculo de tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

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Meditación diaria

 

Trigésimo tercer Domingo
ciclo a

RENDIR PARA DIOS

— Administradores de los dones recibidos.

— La vida, un servicio gustoso a Dios.

— Aprovechar bien el tiempo.

I. La liturgia de la Iglesia continúa en estas semanas finales del año litúrgico alentándonos para que consideremos las verdades eternas. Verdades que deben ser de gran provecho para nuestra alma. Leemos en laSegunda lectura de la Misa1 que el encuentro con el Señor llegará como un ladrón en la noche, inesperadamente. La muerte, aunque estemos preparados, será siempre una sorpresa.

La vida en la tierra, como nos enseña el Señor en el Evangelio2, es un tiempo para administrar la herencia del Señor, y así ganar el Cielo. Un hombre que se iba al extranjero llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata; a otro, dos; a otro, uno; a cada cual según su capacidad. Luego se marchó. Él conocía bien a sus siervos, y por eso no dejó a todos la misma parte de la herencia. Hubiera sido injusto echar sobre todos el mismo peso. Distribuyó su hacienda según la capacidad de cada uno. Con todo, aun al que recibió un solo talento le fue confiado mucho. Pasado algún tiempo, el señor regresó de su viaje y pidió rendición de cuentas a sus servidores. Los que habían tenido la oportunidad de comerciar con cinco y con dos talentos pudieron devolver el doble; aprovecharon el tiempo en negociar con los bienes de su señor, mientras este llegaba. Luego, tuvieron la gran dicha de ver la alegría del amo de la hacienda, y se hicieron acreedores de una alabanza y de un premio insospechados: Muy bien, siervo bueno y fiel -les dijo a cada uno-; puesto que has sido fiel en lo poco, yo te confiaré lo mucho: entra en el gozo de tu señor.

El significado de la parábola es claro. Los siervos somos nosotros; los talentos son las condiciones con que Dios ha dotado a cada uno (la inteligencia, la capacidad de amar, de hacer felices a los demás, los bienes temporales...); el tiempo que dura el viaje del amo es la vida; el regreso inesperado, la muerte; la rendición de cuentas, el juicio; entrar al banquete, el Cielo. No somos dueños, sino –como repite constantemente el Señor a lo largo del Evangelio– administradores de unos bienes de los que hemos de dar cuenta. Hoy podemos examinar en la presencia del Señor si realmente tenemos mentalidad de administradores y no de dueños absolutos, que pueden disponer a su antojo de lo que tiene y poseen.

Podemos preguntarnos hoy acerca del uso que hacemos del cuerpo y de los sentidos, del alma y de sus potencias. ¿Sirven realmente para dar gloria a Dios? Pensemos si hacemos el bien con los talentos recibidos: con los bienes materiales, con la capacidad de trabajo, con la amistad... El Señor quiere ver bien administrada su hacienda. Lo que Él espera es proporcional a lo que hemos recibido. A quien mucho se le da mucho se le reclamará, y a quien mucho se le ha entregado, mucho se le pedirá3.

Ven, siervo bueno y fiel... porque has sido fiel en lo poco, dice el señor a quien había recibido cinco talentos. Lo "mucho" –cinco talentos– recibido aquí es considerado por Dios como lo "poco". Entrar en el gozo del Señor, eso es lo mucho...: ni ojo vio, ni oído oyó, ni mente alguna es capaz de imaginar lo que Dios tiene preparado para los que le aman4. Vale la pena ser fieles aquí mientras aguardamos la llegada del Señor, que no tardará, aprovechando este corto tiempo con responsabilidad. ¡Qué alegría cuando nos presentemos ante Él con las manos llenas! Mira, Señor –le diremos–, he procurado gastar la vida en tu hacienda. No he tenido otro fin que tu gloria.

II. El que había recibido un talento fue, cavó en la tierra y escondió el dinero de su señor. Cuando este le pidió cuentas, el siervo intenta excusarse y arremete contra quien le había dado todo lo que poseía: Señor, le dice, sé que eres hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por eso tuve miedo, fui y escondí tu talento en tierra: aquí tienes lo tuyo. Este último siervo "manifiesta cómo se comporta el hombre cuando no vive una fidelidad activa en relación a Dios. Prevalece el miedo, la estima de sí, la afirmación del egoísmo que trata de justificar la propia conducta con las pretensiones injustas del dueño, que siega donde no ha sembrado"5Siervo malo y perezoso, le llama su señor al escuchar las excusas. Ha olvidado una verdad esencial: que "el hombre ha sido creado para conocer, amar y servir a Dios en esta vida, y después verle y gozarle en la otra". Cuando se conoce a Dios resulta fácil amarle y servirle; "cuando se ama, servir no solo no es costoso, ni humillante: es un placer. Una persona que ama jamás considera un rebajamiento o una indignidad servir al objeto de su amor; nunca se siente humillada por prestarle servicios. Ahora bien: el tercer siervo conocía a su señor; por lo menos tenía tantos motivos para conocerle como los otros dos servidores. Con todo, es evidente que no le amaba. Y cuando no se ama, servir cuesta mucho"6. No solo no le aprecia, sino que se atreve a llamarle hombre duro que quiere cosechar donde ni siquiera sembró.

Este siervo no sirvió a su señor por falta de amor. Lo contrario de la pereza es precisamente la diligencia, que tiene su origen en el verbo latino diligere, que significa amar, elegir después de un estudio atento. El amor da alas para servir a la persona amada. La pereza, fruto del desamor, lleva a un desamor más grande, El Señor condena en esta parábola a quienes no desarrollan los dones que Él les dio y a quienes los emplean en su propio servicio, en vez de servir a Dios y a sus hermanos los hombres. Examinemos hoy nosotros cómo aprovechamos el tiempo, que es parte muy importante de la herencia recibida; si cuidamos la puntualidad y el orden en nuestro quehacer, si procuramos excedernos en el trabajo, llenando bien las horas; si dedicamos la atención debida a nuestros deberes familiares; si ponemos en práctica la capacidad de amistad y aprecio por los demás, para hacer un apostolado fecundo; si procuramos extender el Reino de Cristo en las almas y en la sociedad con los talentos recibidos.

III. Nuestra vida es breve. Por eso hemos de aprovecharla hasta el último instante, para ganar en el amor, en el servicio a Dios. Con frecuencia la Sagrada Escritura nos advierte de la brevedad de nuestra existencia aquí en la tierra. Se la compara con el humo7, con una sombra8, con el paso de las nubes9, con la nada10. ¡Qué pena perder el tiempo o malgastarlo como si no tuviera valor! "¡Qué pena vivir, practicando como ocupación la de matar el tiempo, que es un tesoro de Dios! (...). ¡Qué tristeza no sacar partido, auténtico rendimiento de todas las facultades, pocas o muchas, que Dios concede al hombre para que se dedique a servir a las almas y a la sociedad!

"Cuando el cristiano mata su tiempo en la tierra, se coloca en peligro de matar su Cielo: cuando por egoísmo se retrae, se esconde, se despreocupa"11.

Aprovechar el tiempo es llevar a cabo lo que Dios quiere que hagamos en ese momento. A veces, aprovechar una tarde será "perderla" a los pies de la cama de un enfermo o dedicando un rato a un amigo a preparar el examen del día siguiente. La habremos perdido para nuestros planes, muchas veces para nuestro egoísmo, pero la hemos ganado para esas personas necesitadas de ayuda o de consuelo y para la eternidad. Aprovechar el tiempo es vivir con plenitud el momento actual, poniendo la cabeza y el corazón en lo que hacemos, aunque humanamente parezca que tiene poca entidad, sin preocuparnos excesivamente por el pasado, sin inquietarnos demasiado por el futuro. El Señor quiere que vivamos y santifiquemos el momento presente, cumpliendo con responsabilidad ese deber que corresponde al instante que vivimos, librándonos de preocupaciones inútiles futuras, que quizá nunca llegarán, y si llegan... ya nos dará nuestro Padre Dios la gracia sobrenatural para superarlas y la gracia humana para llevarlas con garbo. Él mismo nos dijo: No os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio peso. A cada día le basta su afán12. Vivir con plenitud el presente nos hace más eficaces y nos libra de muchas ansiedades inútiles. Cuenta Santa Teresa que al llegar a Salamanca, acompañada de otra monja llamada María del Sacramento, para fundar allí un nuevo convento, se encontró con una casa destartalada, de la que habían sido desalojados unos estudiantes algunas horas antes. Las viajeras entraron en la casa ya de noche, exhaustas y ateridas de frío. Las campanas de la ciudad doblaban a muerto, pues era la víspera del Día de los difuntos. En la oscuridad, solo rota por un candil oscilante, las paredes se llenaban de sombras inquietantes. Con todo, se acostaron pronto, sobre unos haces de paja que habían llevado consigo. Una vez echadas en aquellas camas improvisadas, María del Sacramento, llena de grandes temores, dijo a la Santa: "—Madre, estoy pensando si ahora me muriese yo aquí, ¿qué haríais vos sola?".

"Aquello, si viniera a suceder, me parecía recia cosa", comentaba años más tarde la Santa; "hízome pensar un poco en ello y aun haber miedo, porque siempre los cuerpos muertos me enflaquecen el corazón, aunque no esté sola.

"Y como el doblar de las campanas ayudaba, que, como he dicho, era noche de ánimas, buen principio llevaba el demonio para hacernos perder el pensamiento con niñerías.

"—Hermana –le dije –, de que eso sea, pensaré lo que he de hacer; ahora déjeme dormir"13. En muchas ocasiones, cuando lleguen preocupaciones sobre hechos futuros que roban la paz y el tiempo, y sobre los que nada podemos hacer en el momento actual, nos vendrá muy bien decir, como la Santa, "de que eso sea –cuando ocurra–, pensaré lo que he de hacer". Entonces contaremos con la gracia de Dios para santificar lo que Él dispone o permite.

Cuando una vida ha llegado a su fin, no podemos pensar solo en una vela que ya se ha consumido, sino también en un tapiz que se ha terminado de tejer. Tapiz que nosotros vemos por el revés, donde solo se pueden observar una figura desdibujada y unos hilos sueltos. Nuestro Padre Dios lo contemplará por el lado bueno, y sonreirá y se gozará al ver una obra acabada, resultado de haber aprovechado bien el tiempo cada día, hora a hora, minuto a minuto.

1 1 Tes 5, 1-6. — 2 Mt 25, 14-30. — 3 Lc 12, 48. — 4 1 Cor 2, 9. — 5Juan Pablo II, Homilía 18-XI-1984. — 6 F. Suárez, Después, p. 144. —7 Cfr. Sab 2, 2. — 8 Cfr. Sal 143, 4. — 9 Cfr. Job 14, 2; 37, 2; Sant 1, 10. — 10 Cfr. Sal 38, 6. — 11 San Josemaría Escrivá, Amigos de Dios, 46. — 12 Mt 6, 34. — 13 M. Auclair, La vida de Santa Teresa de Jesús, pp. 238-239.

 

Si desea adquirir los libros: http://www.palabra.es/buscar.asp?buscar=Hablar+con+Dios&tc=8501

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Santoral             (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

San Diego de Alcalá

 

Hermano Lego

(1400-1463)

Señor: enséñanos a amarte a Ti y a amar a los pobres,

como lo hicieron San Diego y tus demás santos.

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En este santo se cumple lo que decía San Pablo: que Dios escoge aquello que para el mundo no tiene valor, para hacer grandes obras en el campo espiritual.

Nació en España en el año 1400, de familia muy pobre. De joven fue a un campo solitario a acompañar a un familiar que hacía allí vida de monje ermitaño. Y de él aprendió el arte de la oración y de la meditación y un gran cariño por Jesús Crucificado.

Se dedicó a las labores manuales y a recoger leña, y con lo que ganaba ayudaba a muchos pobres. Y como el que más da, más recibe, la gente empezó a llevarle abundantes limosnas para que repartiera entre los necesitados.

Pero sucedió que leyó la vida de San Francisco de Asís y se entusiasmó grandemente por el modo de vivir de este santo, y además estaba preocupado porque su demasiada popularidad en su tierra le quitaba la oportunidad de poder vivir en soledad y recogimiento. Y así fue que pidió ser recibido como religioso franciscano y fue admitido.

Diego había hecho muy pocos estudios, pero era muy iluminado por luces celestiales, y así sucedía que cuando le preguntaban acerca de los temas espirituales más difíciles, daba unas respuestas que dejaban admirados a todos.

Fue enviado a misionar a las Islas Canarias y allá logró la conversión de muchos paganos y no permitió que los colonos esclavizaran a los nativos. Y haciendo una excepción a la regla, los superiores lo nombraron superior de la comunidad, siendo un simple lego. Y lo hizo muy bien.

En 1449 hizo un viaje desde España hasta Roma a pie. Iba a asistir a la canonización de San Bernardino de Siena. Acompañaba al Padre superior, el P. Alonso de Castro. Este se enfermó y Diego lo atendió con tan gran esmero y delicadeza, que los superiores lo encargaron por tres meses de la dirección del hospital de la comunidad de Roma, y allí hizo numerosas curaciones milagrosas a enfermos incurables.

A San Diego lo pintan llevando algo escondido en el manto. Es un mercado para los pobres. Y es que en los últimos años estuvo de portero en varios conventos y regalaba a los pobres todo lo que encontraba. Y dicen que en un día en que llevaba un mercado a un mendigo se encontró con un superior que era muy bravo y este le preguntó qué llevaba allí. El santito muy asustado le respondió que llevaba unas rosas, y al abrir el manto sólo aparecieron rosas y más rosas.

Los últimos años de su vida pasaba días enteros dedicados a la oración. Al ver un crucifijo quedaba en éxtasis. Su amor por la Virgen Santísima era inmenso. Untaba a los enfermos con un poco de aceite de la lámpara del altar de la Virgen y los enfermos se curaban. Un muchacho cayó en un horno ardiente, y el santo lo bendijo y el joven salió sano y sin quemaduras.

El 12 de noviembre del año 1463, sintiéndose morir pidió un crucifijo y recitando aquel himno del Viernes Santo que dice: "¡Dulce leño, dulces clavos que soportásteis tan dulce peso!" expiró santamente.

En su sepulcro se obraron muchos milagros y el mismo rey de España, Felipe II, obtuvo la milagrosa curación de su hijo al rezarle a Diego. Por eso el rey le pidió al Sumo Pontífice que lo declarara santo. Y fue canonizado sólo 25 años después de haber muerto, en 1588.

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Christian, Santo Uno de los patronos de Polonia, 13 de noviembre  

 

 

Christian, Santo

Noviembre 13

 

Etimológicamente significa "creyente, cristiano". Viene de la lengua latina.

 

Cuando la persona comprende que Dios la ama, y que la ama hasta en los momentos más deplorables, se vuelve más atenta a los demás. Todo el arte de la existencia consiste en vivir el amor de Dios reflejado en la gloria de todo se humano.

 

El joven Christian, acompañado de sus amigos Benito, Isaac, Santiago y Mateo, llevaban en sus corazones las ilusiones de todo buen creyente: trabajar por la conversión de su país al cristianismo.

 

Llegaron de Italia hasta Polonia y, no teniendo sitio en donde cobijarse, se establecieron en el bosque de Kazimeierz, al sur de Gniezno.

 

Pertenecían todos a la orden de los camaldulenses. El apóstol siente en sus venas el gozo de llevar la Buena Noticia del Evangelio a todos los rincones del universo.

 

Sin embargo, hay personas que no solamente persiguen a los hombres de paz, sino que los persiguen y acaban con ellos.

 

Una noche, la del 11 de noviembre del año 1003, mientras dormían en su cama, fueron unos bandidos a hurtadillas a matarlos.

 

¿Cuál era la razón de semejante acto de barbarie?

Los banda de criminales creía, que los chicos que habían llegado de Italia, llevaban consigo un tesoro inapreciable.

 

La única forma de tenerlo – se decían – es matarlos.

 

Al día siguiente, los habitantes del lugar los encontraron muertos. Y como buena gente, les dieron sepultura. Y entre los creyentes corrió en seguida la voz de que habían muerto como mártires.

 

Christian era el cocinero del grupo, y era polaco. Al encontrarlo algo apartado de los otros, lo enterraron en el claustro de la iglesia.

Hoy es uno de los patronos de la nación polaca.

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María Patrocinio Giner Gomis de San Juan, Beata Mártir, 13 Noviembre  

 

 

María Patrocinio Giner Gomis de San Juan, Beata

Nació en Tortosa, el 4 de Enero de 1874 y murió en Portichol de Tavernes de Valldigna, el 13 de Noviembre de1936.

 

Religiosa profesa de la Congregación de las Religiosas de María Inmaculada Misioneras Claretianas

 

Por muchos años formadora de las jóvenes generaciones de claretianas y educadora en Carcagente. Fundadora de la comunidad y colegio en Puerto de Sagunto, Sufrió la primera persecución el año 1931. Entregó la vida por Cristo y Su Evangelio ofreciéndola por la paz y reconciliación.

 

Ella es uno de los mártires de Valencia. Para ver más sobre los 233 mártires en España haz "click" AQUI

 

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Fuente: Vatican.va

Agustina Livia Pietrantoni, Santa Religiosa, 13 Noviembre  

 

 

Agustina Livia Pietrantoni, Santa

Una tierra... una familia

 

"Existía una vez y sigue existiendo todavía, con una imagen nueva, un pueblo llamado Pozzaglia, en las colinas de Sabina... y había una casa bendecida, nido lleno de voces infantiles, entre las cuales la de Oliva, llamada más tarde Livia, y quien se llamará en la Vida Religiosa hermana Agustina... ".

La vida muy breve de la hermana Agustina, empieza y se desarrolla así: "simple, límpida, pura, amante... pero al final... dolorosa y trágica... o mejor... simbólica". Vida que inspiró a Pablo VI, el Papa que la Beatificó, palabras de extraodinaria poesía, para narrar el transcurso de su vida.

 

27 de marzo de 1864. Es en el pequeño pueblo de Pozzaglia a 800 metros de altitud en la linda zona geográfica que se extiende entre Rieti, Orvinio, Tivoli donde nace y es bautizada Livia; ¡la segunda de once hermanos! Sus padres, Francisco Pietrantoni y Catalina Costantini, pequeños agricultores trabajan sus tierras y otras alquiladas. La infancia y la juventud de Livia respiran los valores de la famiglia honesta, trabajadora, religiosa y en la casa bendecida "todos estaban pendientes de hacer el bien y de rezar a menudo...". Este período está marcado todo por la sabiduría del abuelo Domingo un verdadero ícono patriarcal.

 

A los 4 años, Livia recibe el sacramento de la Confirmación y alrededor de 1876 hace su Primera Comunión, con un conocimiento ciertamente extraordinario si la juzgamos por lo que fue su posterior vida de oración, generosidad y donación. Muy pronto, en la gran famiglia, donde todos parecían tener derecho a su tiempo y a su ayuda, aprende de su mamá Catalina las atenciones y los gestos maternales que emplea con dulzura a la vista de sus numerosos pequeños hermanos. Trabaja en los campos y cuida los animales, no conoce ni los juegos ni el colegio, al que ella va de una forma muy irregular, pero del que consigue obtener un provecho extraordinario, hasta el punto de merecer de sus compañeras el título de "profesora".

 

Trabajo... orgullo

 

A los 7 años y con otros niños empieza a trabajar, transportando miles de baldes de piedra y arena para la construcción de la ruta que va de Orvinio a Poggio Moiano. A los doce años, se va con otras jóvenes jornaleras que se dirigen a Tivoli, durante los meses del invierno para la recolección de aceitunas. Precozmente sabia. Livia asume la responsabilidad moral y religiosa de sus jóvenes compañeras, las sostiene en ese rudo trabajo, lejos de la familia y se enfrenta con fuerza y coraje a los "jefes" arrogantes y sin escrúpulos.

 

Vocación y desprendimiento

 

Livia es una joven agradable por su sabiduría, su sentido de ayuda al prójimo, su generosidad, su belleza... y varios jóvenes en el pueblo tienen puestos los ojos en ella. Sus miradas de admiración no pasan desapercibidas a su mamá Catalina que sueña con un buen partido para su hija. Pero, ¿qué piensa Livia? ¿Qué secreto guarda? ¿Por qué no elije? ¿ Por qué no se decide? "Livia... extremadamente audaz por la voz que le habla interiormente, la voz de su vocación, cede: Cristo será su amor, Cristo, su Esposo". Su búsqueda se orienta hacia una vida de sacrificio; a quién, en su familia o en el pueblo, quiere hacerla cambiar de opinión, definiéndola como un escape de la fatiga, Livia responde "quiero elegir una Congregación donde haya trabajo para el día y la noche" y todos están seguros de la autenticidad de estas palabras. En un primer viaje a Roma, acompañada por su tío Fray Mateo, vive una desilusión dolorosa: han rechazado acogerla.

 

Algunos meses después, por tanto, la Superiora General de las Hermanas de la Caridad de Santa Juana Antida Thouret, Madre Josefina Boquien, le hace saber que la espera en la Casa General, calle Santa María in Cosmedin. Livia comprende que esta vez el adiós es definitivo. Con emoción, se despide de todos los habitantes del pueblo, de todos los rincones de su pueblo, sus lugares de oración: la Parroquia, la Virgen de la Rifolta; abraza a sus familiares, recibe de rodillas la benedición del abuelo Domingo, "besa la puerta de su casa, hace el signo de la Cruz y se va corriendo".

 

Formación y servicio

 

23 marzo de 1886. Livia tenía 22 años, cuando se fue a Roma, vía S. Maria in Cosmedin. Algunos meses de postulantado y de noviciado son sufficientes para mostrar que la joven tiene la pasta de una hermana de la Caridad, es decir de una "sierva de los pobres" según la tradición de S. Vicente de Paúl y de Santa Juana Antida. Livia, in efecto, lleva al convento un potencial humano heredado de su familia particularmente sólido y que ofrece garantía. En ella la mujer y la religiosa están en perfecta armonía. Cuando toma el hábito religioso y se le da el nombre de hermana Agustina tiene el presentimiento que será ella quien encarne una santa con ese nombre: efectivamente no conoce ninguna santa Agustina.

 

Enviada al hospital Espíritu Santo, que tiene 700 años de gloriosa historia y definido como "el gimnasio de la caridad cristiana", tras las huellas de los santos que la han precedido, entre los cuales se encuentran Carlos Borromeo, José de Calasanz, Juán Bosco, Camilo de Lelis... la hermana Agustina aporta su contribución personal y en este lugar de sufrimiento expresa su caridad hasta el heroísmo.

 

Silencio, oración y bondad

 

El ambiente del hospital es hostil a la religión. La cuestión romana envenena los espíritus; los Padres Capuchinos son expulsados, se prohíbe el crucifijo y cualquier otro signo religioso. Quisieran también alejar a las Hermanas, pero tienen miedo de la reacción de la gente: les hacen la vida "imposible" y se les prohibe hablar de Dios; pero la hermana Agustina no tiene necesidad de su boca para "proclamar a Dios" y ninguna mordaza puede impedirle anunciar el Evangelio. Primero en el cuidado de los niños, y después de haberse contagiado mortalmente, de lo cual se recupera milagrosamente, en el cuidado de los tuberculosos, servicio de desesperación y de muerte, expresa siempre una devoción total y una atención extraordinaria a cada enfermo, sobre todo a los más difíciles, violentos y obscenos, como "Romanelli".

 

En secreto, en el pequeño rincón oculto donde ha encontrado un sitio para que la Virgen María siga en el hospital, ella le confía a sus enfermos y le promete vigilias más numerosas, sacrificios más grandes, para obtener la gracia de la conversión de los más obstinados. ¿Cuántas veces le ha presentado a José Romanelli? Es el peor de todos, el más vulgar y el más insolente sobre todo con la hermana Agustina, quien multiplica las atenciones con él y que con gran bondad, acoge a su madre ciega cuando viene a visitarlo. De él se puede esperar cualquier cosa, todos están hartos.

 

Cuando después de su enésima bravuconería hacia las mujeres en la lavandería, el Director lo expulsa del hospital, su rabia busca una víctima y la pobre Agustina es la elegida. "¡Te mataré con mis propias manos!", "¡Hermana Agustina, no tienes más de un mes de vida!", son las amenazas que le hace llegar varias veces por medio de cartas.

 

Romanelli no bromea, en efecto, y la hermana Agustina tampoco, no pone límites a su generosidad por el Señor... Está dispuesta a pagar con su propia vida el precio del amor, sin escapar, sin acusar. Cuando Romanelli la sorprende y la golpea cruelmente sin que ella pueda escapar, el 13 de noviembre de 1894, de sus labios no salen más que las invocaciones a la Virgen y las palabras de perdón.

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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina04

Homabono de Cremona, Santo Sastre laico, 13 Noviembre  

 

 

Homabono de Cremona, Santo

San Homobono, confesor, en Cremona, fue sastre y mercader de telas; al cual habiendo resplandecido en milagros, canonizó Inocencio III.

 

La extraordinaria figura de san Homobono, comerciante de telas, esposo y padre de familia, que se convirtió al misterio de la cruz y fue "padre de los pobres" y artífice de reconciliación y paz, cobra un valor ejemplar como llamada a la conversión. Su ejemplo muestra que la santificación no es vocación reservada a algunos, sino que se propone a todos.

 

Es el primer fiel laico, y el único que, sin pertenecer a la nobleza o a familias reales o principescas, fue canonizado en la Edad Media.

 

"Padre de los pobres", "consolador de los afligidos", "asiduo en las continuas oraciones", "hombre de paz y pacificador ", "hombre bueno de nombre y de hecho", este santo, como afirmó el Papa Inocencio III en la bula de canonización Quia pietas, sigue siendo aún hoy un árbol plantado junto a corrientes de agua, que da fruto en nuestro tiempo.

 

No sólo porque la santidad es una sola, sino también por las características de la vida y de las obras con que este fiel laico vivió la perfección evangélica. Responden de modo singular a las exigencias actuales y confieren a la celebración jubilar un profundo sentido de "contemporaneidad".

 

Los testimonios unánimes de la época definen a Homobono "pater pauperum", padre de los pobres. Esta definición, que se ha mantenido en la historia de Cremona, resume en cierto modo las dimensiones de la elevada espiritualidad y de la extraordinaria aventura del comerciante. Desde el momento de su conversión a la radicalidad del Evangelio, Homobono llega a ser artífice y apóstol de caridad. Transforma su casa en casa de acogida. Se dedica a la sepultura de los muertos abandonados. Abre su corazón y su bolsa a todos los necesitados. Se dedica con todo su empeño a dirimir las controversias que, en la ciudad, dividen a grupos y familias. Lleva a cabo con generosidad las obras de misericordia espirituales y corporales y, a la vez, con el mismo fervor con que participa diariamente en la Eucaristía y se dedica a la oración, protege la integridad de la fe católica frente a infiltraciones heréticas.

 

Recorriendo el camino de las bienaventuranzas evangélicas, durante la época del municipio, en la que el dinero y el mercado tienden a constituir el centro de la vida ciudadana, Homobono conjuga justicia y caridad y hace de la limosna el signo de comunión, con la espontaneidad con que, gracias a la asidua contemplación del Crucificado, aprende a testimoniar el valor de la vida como don.

 

Fiel a estas opciones evangélicas, afronta y supera los obstáculos que se le presentan en su ambiente familiar, ya que su esposa no comparte sus opciones; en el parroquial, que ve con cierta sospecha su austeridad; e incluso en el ámbito del trabajo, por la competencia y la mala fe de algunos, que tratan de engañar al honrado comerciante.

 

Así, surge la imagen de Homobono trabajador, que vende y compra telas y, mientras vive el dinamismo de un mercado que se extiende por ciudades italianas y europeas, confiere dignidad espiritual a su trabajo: una espiritualidad que es la impronta de toda su laboriosidad.

 

En su experiencia se funden las diversas dimensiones. En cada una encuentra el "lugar" adecuado para desarrollar su aspiración a la santidad: en el núcleo familiar, como esposo y padre ejemplar; en la comunidad parroquial, como fiel que vive la liturgia y participa asiduamente en la catequesis, unido profundamente al ministerio del sacerdote; en el ámbito de la ciudad, donde irradia la fascinación de la bondad y de la paz.

 

Una vida tan rica en méritos no podía menos de dejar una huella profunda en la memoria. En efecto, es admirable la perseverancia que ha tenido Cremona en el afecto y en el culto a este singular ciudadano suyo, que surgió precisamente del sector popular.

 

Es significativo el hecho de que, en 1592, la iglesia catedral fuera dedicada simultáneamente a él y a la Asunción de la Virgen María. Y es igualmente significativo que, en 1643, fuera elegido patrono de la ciudad por los miembros del Concejo, en medio del júbilo, "la inmensa alegría" y las "lágrimas de devoción" del pueblo. Un santo laico, elegido como patrono por los mismos laicos.

 

No ha de sorprender que el culto de san Homobono se haya difundido en muchas diócesis italianas y más allá de las fronteras nacionales. Homobono es un santo que habla a los corazones. Es hermoso constatar que los corazones sienten su amable fascinación. Lo demuestra la incesante peregrinación de fieles ante sus restos mortales, sobre todo, no exclusivamente, el día de su fiesta litúrgica, y la intensa devoción que le profesa la población, recordando las gracias recibidas y confiando en la intercesión del amado "comerciante celestial".

 

Se trata de un fiel laico que, como laico, alcanzó el don de la santidad. Su historia tiene un valor ejemplar como llamada a la conversión sin restricciones de ningún tipo y, por tanto, a la santificación, que no está reservada a unos cuantos, sino que se propone a todos indistintamente.

 

Murió en el templo durante la celebración de una misa. Cuando el sacerdote entonaba el Gloria Patri, tendió Homobono sus manos hacia el altar y cayó muerto con los brazos en cruz, ante el crucifijo. Su fama de santidad era tal que unos meses más tarde se esculpía su estatua para la fachada de la iglesia de San Homobono de Cremona, y dos años después de morir fue canonizado.

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Fuente: www2.ocarm.org

María Teresa de Jesús (María Scrilli), Beata Fundadora, 13 de noviembre  

 

 

María Teresa de Jesús (María Scrilli), Beata

Fundadora del Instituto

de Nuestra Señora del Monte Carmelo

Nacida en desamor

Nace María Scrilli el 15 de mayo de 1825 en Montevarchi, ciudad del Gran Ducado de Toscana. Era la segunda niña que nacía en el hogar de los Scrilli-Checcucci; se esperaba fuera un varón y la desilusión fue grande. "Aquella misma mañana de domingo y muy temprano…a las pocas horas de haber nacido, fue llevada a la pila bautismal de forma privada con gran disgusto de mis padres por haber tenido una segunda hija", cuenta ella misma. "Hasta la edad de cuatro años o poco más, me sentía rechazada por mi misma madre, razón por la cual caía en una profunda tristeza y era propensa al llanto; no siéndole de mucho agrado, procuraba alejarme de ella lo más que podía". (El drama infantil estaba servido). Y continúa escribiendo: "Cuando apenas fui capaz de comprender el desamor que me tenía mi madre no tengo palabras para poder expresar la magnitud de esa espina que atravesaba mi corazón. Mi tormento no era causado por la envidia de ver a mi hermana tan delicadamente querida por mis padres, sino porque en el fondo también yo sentía la necesidad de verme amada".

 

Terribles palabras de esta muchacha que descifrarán en parte la vida y la obra de esta singular mujer. Sin embargo, lo que pudo haber sido un verdadero trauma para la chiquilla le sirvió para ir modelando su carácter sin guardar ninguna acritud; afortunadamente supo comprender a tiempo que la envidia es la que corroe el corazón y no el vacío por la ausencia del amor; a colmar esas ansias va a dedicar María Teresa toda su vida sin amargura, sin tan siquiera un mínimo resentimiento para con su propia madre. En María la Virgen encontrará la solución a su íntimo problema de afectividad: Ella será su auténtica Madre, la del Cielo, ya que teniéndola no la tenía en la tierra; una tiernísima devoción mariana brotará con fuerza y modelará aquel corazón hecho para entregarse a cuantos eran víctimas del desamor, a semejanza de María.

 

A los 21 años ingresa en Santa María de los Ángeles en Florencia, el monasterio de Sta. María Magdalena de Pazzis, pero no prospera en su propósito. De aquella experiencia carmelitana adquiere unos sólidos fundamentos, base de toda su espiritualidad para el futuro; en su diario escribe, por ejemplo: "Pureza, pureza de intención. Buscar en todo complacer a Dios, hacer bien a los demás (esto también en Dios), y la abnegación de uno mismo. Todo basta para hacer un santo". La pureza de intención y el amor propio fueron los ejes centrales de la espiritualidad de la santa florentina. Este principio no es solamente una feliz coincidencia. Del Carmelo de Florencia sale con una clara decisión: será contemplativa, pero "contemplativa en acción". Y lo conseguirá, perdiéndose.

 

Por la cultura y la dignidad humana

Y es que desde 1849 aquella región toscana vive un virulento anticlericalismo originado por el liberalismo más radical entonces de moda; aquella sociedad yace bajo un ínfimo nivel de analfabetismo y de miseria, factores que de ordinario suelen ir juntos. María Scrilli piensa qué puede hacer para remediarlo y, consciente de que la incultura e ignorancia degrada especialmente a la mujer, comienza a impartir enseñanza en su propia casa de Montevarchi a un grupo de niñas que encontraba por la calle. "En 1849 el número de mis pequeñas alumnas había llegado a doce; las tenía gratuitamente, pero ellas correspondían con tantas demostraciones de agradecimiento, que no tenía más remedio que corresponderlas", escribe. Pronto se le unen a esta labor otras compañeras. "Éramos Edvige Sacconi, Ersilia Betti, Teresa del Bigio y yo…Escribí algunas normas que nos regularan, pero regularmente lo hacía de palabra". En 1854 nace el Pío Instituto de Pobres Hermanitas del Corazón de María aprobado por el obispo de Fiésole. En agosto de 1857, estando en el monasterio de Sta. María Magdalena de Pazzis, Pío IX la bendice: "…y puso su mano sobre mi cabeza, mientras que yo me incliné y le besé los pies", escribe, interpretando aquel gesto como un signo aprobatorio.

 

En junio de 1859 las tropas piamontesas entran en Montevarchi y ocupan el convento de las religiosas y por un decreto del 30 de noviembre el Instituto es suprimido; toda la obra de M. Scrilli se viene abajo y las monjas han de marchar a casa secularizadas. María Teresa se refugia en Florencia desde donde trata de reconstruir su instituto, hasta que en 1878 el arzobispo Eugenio Cecconi les concede recomponer la comunidad, quedando restablecido en 1892. "El Instituto, sin duda, según el diseño de Dios, debía fundarse con lagrimas, con dolor y con los combates de la fundadora". Algunas Hermanas abandonan la casa, otras fallecen y ninguna otra ingresa. La mejor colaboradora, Clementina Mosca, se marcha con las dominicas de clausura. Todo el proyecto de la Scrilli se derrumba. Pero su ánimo no decae. Sabe muy bien que si aquello es obra de Dios y María su Madre lo quiere, la obra saldrá adelante; es consciente de que ella, como grano de trigo, debe morir y desaparecer para que una nueva vida surja.

 

Y así acontece. María Teresa se ofrece como víctima por aquella obra de la Iglesia. Cae gravemente enferma y muere en el mayor de los desamparos; el panorama congregacional era desolador: una Hermana anciana, otra enferma prácticamente paralítica y una novicia. Era el 14 de noviembre de 1889. Tras la muerte de María Teresa se presagia la total extinción. Todo ha terminado. Pero, el grano de trigo no cae en tierra y muere… (Jn 12, 24). Y se produce el milagro. He aquí que inesperadamente vuelve Clementina Mosca (1862-1934), "el ángel enviado por Dios"; adopta el nombre de María de Jesús y recoge el precioso legado de María Teresa. "Bajo el dinámico liderazgo de esta segunda fundadora el Instituto cobró nueva vida, creció en miembros y multiplicó las fundaciones, ampliando el arco de la acción apostólica: enseñanza, cuidado de enfermos y otros trabajos de caridad. Elaboró Constituciones y logró que su congregación fuese reconocida de derecho diocesano por el Cardenal Mistrangelo en 1929; el mismo año el prior general Elías Magennis las afilió a la Orden ya con el definitivo nombre de Instituto de Nuestra Señora del Monte Carmelo.

 

Fue beatificada el 8 de octubre de 2006.

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Fuente: ACIprensa.com | Asuncionistas.atspace.org

Kamen Vitchev, Pavel Djidjov y Josaphat Chichkov, Beatos Presbíteros y Mártires, 13 de noviembre  

 

 

Kamen Vitchev, Pavel Djidjov y Josaphat Chichkov, Beatos

Martirologio Romano: En Sofía, ciudad de Bulgaria, beatos Kamen (Pedro) Vitchev, Pavel (Pablo, en el siglo José) Djidjov y Josaphat ( en el siglo Roberto) Chichkov, presbíteros de la Congregación de los Agustininos de la Asunción, que bajo un régimen hostil a Dios, acusados falsamente y encarcelados por ser cristianos, merecieron recibir por su muerte el premio prometido a los discípulos de Cristo (1952)

El domingo 26 de mayo de 2002, en la ciudad búlgara de Plovdiv, el Papa Juan Pablo II beatificó a tres religiosos asuncionistas búlgaros, mártires asesinados por el entonces régimen comunista en noviembre de 1952.

 

Los beatos son los Agustinos de la Asunción Kamen Vitchev (1893-1952), Pavel Djidjov (1919-1952) y Josaphat Chichkov (1884-1952) -el primero de rito oriental y los dos segundos de rito latino-, que serán los primeros beatos de esta congregación, fuertemente comprometida, desde su fundación hace 150 años, en el acercamiento con el Oriente cristiano.

 

Fue la segunda vez, después de Ucrania en junio de 2001, que Juan Pablo II beatifique fuera de Roma a mártires del comunismo.

 

Testimonio heroico

 

Los tres religiosos fueron fusilados el 11 de noviembre de 1952 en la prisión central de Sofía, junto a Mons. Eugenio Bossilkov, obispo de Nicopoli, beatificado en 1998. Durante su larga prisión, los cuatro clérigos fueron torturados, tuvieron que soportar malos tratos y, a pesar de retractarse de las confesiones que habían hecho por la fuerza, los cuatro fueron condenados a muerte el 3 de octubre como "espías del Vaticano" y "lacayos del imperialismo" en un proceso dirigido por Moscú contra la Iglesia.

 

Sus cuerpos, enterrados en una fosa común, nunca fueron hallados.

 

El proceso contra 40 sacerdotes, religiosos y laicos católicos búlgaros, entre los que se encontraban Mons. Bossilkov y los tres asuncionistas, fue abierto el 29 de septiembre de 1952 ante la Corte Suprema de Bulgaria, en Sofía.

 

Los inculpados, presos y maltratados durante varios meses, fueron objeto de un "Acto de acusación contra la Organización Católica de complot y espionaje en Bulgaria". Se los acusó de haber "organizado y dirigido, desde el 9 de septiembre de 1944, una organización que tenía como finalidad invertir, minar y debilitar el poder democrático popular a través de un golpe de Estado, insurrección, motines, actos terroristas, crímenes e intervenciones armadas del extranjero".

 

Además fueron declarados "miembros de una organización de espionaje y de complot en una serie de ciudades del país para preparar una guerra imperialista contra la URSS, Bulgaria y otros países de democracia popular".

 

La sentencia, dictada el 3 de octubre de 1952, víspera del XIX Congreso del Partido Comunista Soviético en Moscú, declaraba a los tres religiosos "culpables de haber organizado y dirigido en Bulgaria, desde el 9 de septiembre de 1944 hasta el verano de 1952, una organización clandestina, una agencia de servicios secretos del Papa y de los imperialistas", y los condenaba "a muerte por fusilamiento con privación de sus derechos, confiscándoles todos sus bienes en beneficio del Estado".

 

Kamen Vitchev (nacido en 1893), tal vez el más conocido de los tres, fue profesor, un erudito, y un líder. Cuando lo arrestaron en diciembre de 1951, era Vicario Provincial de los Asuncionistas de Bulgaria. Había sido profesor en el seminario asuncionista de Estambul y durante mucho más tiempo, en el colegio de San Agustín de Plovdiv . Era muy conocido en Bulgaria como experto profesor, predicador de la fe y muy activo en toda relación ecuménica entre las Iglesias. Escribía regularmente en la revista asuncionista de estudios teológios orientales "Ecos de Oriente", y fomentaba las buenas relaciones con el clero ortodoxo de Ploviv, al que acogía frecuentemente la comunidad. Sus artículos versaban sobre temas especializados de Derecho Canónico Ortodoxo, y también sobre acontecimientos destacables en las Iglesias católica y ortodoxa, o eran reflexiones sobre la vida del cristiano en el mundo. Es indudable que la difusión de su pensamiento sobre el valor de la visión cristiana de la vida frente a la que tenían las doctrinas ateas y materialistas dominantes no le granjeó el aprecio del régimen. Se hizo "culpable" de ser un distinguido intelectual y educador, y un apasionado de la causa de la unidad entre la Iglesia Oriental y la Iglesia Latina. Él mismo había sido ordenado sacerdote en el rito Bizantino.

Pavel Djidjov era el más joven de los tres (nacido en 1919). Buen atleta, hombre práctico, con estudios de Economía, se le confió la gestión financiera de la misión asuncionista de Bulgaria, pero volcó lo mejor de sus energías en la educación de la juventud. Durante sus años de profesor en la escuela asuncionista de Varna, en el Mar Negro, se hizo notar por su postura nada ambigua respecto del Partido en Bulgaria. Se hizo "culpable" de defender la libertad religiosa frente a un régimen totalitario; era muy querido de sus alumnos y firme en su lealtad hacia la Iglesia.

 

Josaphat Chichkov el de más edad de los tres (nacido en 1884), ha sido durante mucho tiempo profesor y educador de jóvenes aspirantes al sacerdocio. Era un hombre sencillo, especialmente eficaz con los alumnos que tenían dificultades; y un tecnófilo, que para su ministerio echaba mano de las herramientas "modernas" apenas se inventaban (máquinas de escribir de caracteres cirílicos, cámaras de cine y gramófonos). Acusado de espiar a favor del Vaticano y de las potencias occidentales, fue en realidad "culpable" de ser un buen educador y muy popular, y un pastor afectuoso.

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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net

 

 

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