martes, 24 de febrero de 2015

Imperdible: MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO PARA LA CUARESMA 2015

JA

JMJ

Pax

 

El mundo te necesita: por cada email nuestro, favor de rezar un minutito, un Padre nuestro o un Ave María DE CORAZÓN por el triunfo del Inmaculado Corazón de María. ¡Dios no se deja ganar en generosidad!

Dice María: "El Santo Rosario es el arma a la cual le teme el enemigo, es también el refugio de los que buscan alivio a sus pesares y es la puerta para entrar en mi corazón" (San Nicolás, 10.04.86)

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«Fortalezcan sus corazones» (St 5,8)

Queridos hermanos y hermanas:

 
La Cuaresma es un tiempo de renovación para la Iglesia, para las comunidades y para cada creyente. Pero sobre todo es un «tiempo de gracia» (2 Co 6,2). Dios no nos pide nada que no nos haya dado antes: «Nosotros amemos a Dios porque él nos amó primero» (1 Jn 4,19). Él no es indiferente a nosotros. Está interesado en cada uno de nosotros, nos conoce por nuestro nombre, nos cuida y nos busca cuando lo dejamos. Cada uno de nosotros le interesa; su amor le impide ser indiferente a lo que nos sucede. Pero ocurre que cuando estamos bien y nos sentimos a gusto, nos olvidamos de los demás (algo que Dios Padre no hace jamás), no nos interesan sus problemas, ni sus sufrimientos, ni las injusticias que padecen... Entonces nuestro corazón cae en la indiferencia: yo estoy relativamente bien y a gusto, y me olvido de quienes no están bien. Esta actitud egoísta, de indiferencia, ha alcanzado hoy una dimensión mundial, hasta tal punto que podemos hablar de una globalización de la indiferencia. Se trata de un malestar que tenemos que afrontar como cristianos.

Cuando el pueblo de Dios se convierte a su amor, encuentra las respuestas a las preguntas que la historia le plantea continuamente. Uno de los desafíos más urgentes sobre los que quiero detenerme en este Mensaje es el de la globalización de la indiferencia.

La indiferencia hacia el prójimo y hacia Dios es una tentación real también para los cristianos. Por eso, necesitamos oír en cada Cuaresma el grito de los profetas que levantan su voz y nos despiertan.

Dios no es indiferente al mundo, sino que lo ama hasta el punto de dar a su Hijo por la salvación de cada hombre. En la encarnación, en la vida terrena, en la muerte y resurrección del Hijo de Dios, se abre definitivamente la puerta entre Dios y el hombre, entre el cielo y la tierra. Y la Iglesia es como la mano que tiene abierta esta puerta mediante la proclamación de la Palabra, la celebración de los sacramentos, el testimonio de la fe que actúa por la caridad (cf. Ga 5,6). Sin embargo, el mundo tiende a cerrarse en sí mismo y a cerrar la puerta a través de la cual Dios entra en el mundo y el mundo en Él. Así, la mano, que es la Iglesia, nunca debe sorprenderse si es rechazada, aplastada o herida.

El pueblo de Dios, por tanto, tiene necesidad de renovación, para no ser indiferente y para no cerrarse en sí mismo. Querría proponerles tres pasajes para meditar acerca de esta renovación.

1. «Si un miembro sufre, todos sufren con él» (1 Co 12,26)
La Iglesia
La caridad de Dios que rompe esa cerrazón mortal en sí mismos de la indiferencia, nos la ofrece la Iglesia con sus enseñanzas y, sobre todo, con su testimonio. Sin embargo, sólo se puede testimoniar lo que antes se ha experimentado. El cristiano es aquel que permite que Dios lo revista de su bondad y misericordia, que lo revista de Cristo, para llegar a ser como Él, siervo de Dios y de los hombres. Nos lo recuerda la liturgia del Jueves Santo con el rito del lavatorio de los pies. Pedro no quería que Jesús le lavase los pies, pero después entendió que Jesús no quería ser sólo un ejemplo de cómo debemos lavarnos los pies unos a otros. Este servicio sólo lo puede hacer quien antes se ha dejado lavar los pies por Cristo. Sólo éstos tienen "parte" con Él (Jn 13,8) y así pueden servir al hombre.

La Cuaresma es un tiempo propicio para dejarnos servir por Cristo y así llegar a ser como Él. Esto sucede cuando escuchamos la Palabra de Dios y cuando recibimos los sacramentos, en particular la Eucaristía. En ella nos convertimos en lo que recibimos: el cuerpo de Cristo. En él no hay lugar para la indiferencia, que tan a menudo parece tener tanto poder en nuestros corazones. Quien es de Cristo pertenece a un solo cuerpo y en Él no se es indiferente hacia los demás. «Si un miembro sufre, todos sufren con él; y si un miembro es honrado, todos se alegran con él» (1 Co 12,26).

La Iglesia es communio sanctorum porque en ella participan los santos, pero a su vez porque es comunión de cosas santas: el amor de Dios que se nos reveló en Cristo y todos sus dones. Entre éstos está también la respuesta de cuantos se dejan tocar por ese amor. En esta comunión de los santos y en esta participación en las cosas santas, nadie posee sólo para sí mismo, sino que lo que tiene es para todos. Y puesto que estamos unidos en Dios, podemos hacer algo también por quienes están lejos, por aquellos a quienes nunca podríamos llegar sólo con nuestras fuerzas, porque con ellos y por ellos rezamos a Dios para que todos nos abramos a su obra de salvación.

2. «¿Dónde está tu hermano?» (Gn 4,9) 
Las parroquias y las comunidades

Lo que hemos dicho para la Iglesia universal es necesario traducirlo en la vida de las parroquias y comunidades. En estas realidades eclesiales ¿se tiene la experiencia de que formamos parte de un solo cuerpo? ¿Un cuerpo que recibe y comparte lo que Dios quiere donar? ¿Un cuerpo que conoce a sus miembros más débiles, pobres y pequeños, y se hace cargo de ellos? ¿O nos refugiamos en un amor universal que se compromete con los que están lejos en el mundo, pero olvida al Lázaro sentado delante de su propia puerta cerrada? (cf. Lc 16,19-31). Para recibir y hacer fructificar plenamente lo que Dios nos da es preciso superar los confines de la Iglesia visible en dos direcciones.

En primer lugar, uniéndonos a la Iglesia del cielo en la oración. Cuando la Iglesia terrenal ora, se instaura una comunión de servicio y de bien mutuos que llega ante Dios. Junto con los santos, que encontraron su plenitud en Dios, formamos parte de la comunión en la cual el amor vence la indiferencia. La Iglesia del cielo no es triunfante porque ha dado la espalda a los sufrimientos del mundo y goza en solitario. Los santos ya contemplan y gozan, gracias a que, con la muerte y la resurrección de Jesús, vencieron definitivamente la indiferencia, la dureza de corazón y el odio. Hasta que esta victoria del amor no inunde todo el mundo, los santos caminan con nosotros, todavía peregrinos. Santa Teresa de Lisieux, doctora de la Iglesia, escribía convencida de que la alegría en el cielo por la victoria del amor crucificado no es plena mientras haya un solo hombre en la tierra que sufra y gima: «Cuento mucho con no permanecer inactiva en el cielo, mi deseo es seguir trabajando para la Iglesia y para las almas» (Carta 254,14 julio 1897).

También nosotros participamos de los méritos y de la alegría de los santos, así como ellos participan de nuestra lucha y nuestro deseo de paz y reconciliación. Su alegría por la victoria de Cristo resucitado es para nosotros motivo de fuerza para superar tantas formas de indiferencia y de dureza de corazón.

Por otra parte, toda comunidad cristiana está llamada a cruzar el umbral que la pone en relación con la sociedad que la rodea, con los pobres y los alejados. La Iglesia por naturaleza es misionera, no debe quedarse replegada en sí misma, sino que es enviada a todos los hombres.

Esta misión es el testimonio paciente de Aquel que quiere llevar toda la realidad y cada hombre al Padre. La misión es lo que el amor no puede callar. La Iglesia sigue a Jesucristo por el camino que la lleva a cada hombre, hasta los confines de la tierra (cf. Hch 1,8). Así podemos ver en nuestro prójimo al hermano y a la hermana por quienes Cristo murió y resucitó. Lo que hemos recibido, lo hemos recibido también para ellos. E, igualmente, lo que estos hermanos poseen es un don para la Iglesia y para toda la humanidad.

Queridos hermanos y hermanas, cuánto deseo que los lugares en los que se manifiesta la Iglesia, en particular nuestras parroquias y nuestras comunidades, lleguen a ser islas de misericordia en medio del mar de la indiferencia.

3. «Fortalezcan sus corazones» (St 5,8) 
La persona creyente

También como individuos tenemos la tentación de la indiferencia. Estamos saturados de

noticias e imágenes tremendas que nos narran el sufrimiento humano y, al mismo tiempo, sentimos toda nuestra incapacidad para intervenir. ¿Qué podemos hacer para no dejarnos absorber por esta espiral de horror y de impotencia?

En primer lugar, podemos orar en la comunión de la Iglesia terrenal y celestial. No olvidemos la fuerza de la oración de tantas personas. La iniciativa 24 horas para el Señor, que deseo que se celebre en toda la Iglesia —también a nivel diocesano—, en los días 13 y 14 de marzo, es expresión de esta necesidad de la oración.

En segundo lugar, podemos ayudar con gestos de caridad, llegando tanto a las personas cercanas como a las lejanas, gracias a los numerosos organismos de caridad de la Iglesia. La Cuaresma es un tiempo propicio para mostrar interés por el otro, con un signo concreto, aunque sea pequeño, de nuestra participación en la misma humanidad.

Y, en tercer lugar, el sufrimiento del otro constituye un llamado a la conversión, porque la necesidad del hermano me recuerda la fragilidad de mi vida, mi dependencia de Dios y de los hermanos. Si pedimos humildemente la gracia de Dios y aceptamos los límites de nuestras posibilidades, confiaremos en las infinitas posibilidades que nos reserva el amor de Dios. Y podremos resistir a la tentación diabólica que nos hace creer que nosotros solos podemos salvar al mundo y a nosotros mismos.

Para superar la indiferencia y nuestras pretensiones de omnipotencia, quiero pedir a todos que este tiempo de Cuaresma se viva como un camino de formación del corazón, como dijo Benedicto XVI (Ct. enc. Deus caritas est, 31). Tener un corazón misericordioso no significa tener un corazón débil. Quien desea ser misericordioso necesita un corazón fuerte, firme, cerrado al tentador, pero abierto a Dios. Un corazón que se deje impregnar por el Espíritu y guiar por los caminos del amor que nos llevan a los hermanos y hermanas. En definitiva, un corazón pobre, que conoce sus propias pobrezas y lo da todo por el otro.

Por esto, queridos hermanos y hermanas, deseo orar con ustedes a Cristo en esta Cuaresma: "Fac cor nostrum secundum Cor tuum": "Haz nuestro corazón semejante al tuyo" (Súplica de las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús). De ese modo tendremos un corazón fuerte y misericordioso, vigilante y generoso, que no se deje encerrar en sí mismo y no caiga en el vértigo de la globalización de la indiferencia.

Con este deseo, aseguro mi oración para que todo creyente y toda comunidad eclesial recorra provechosamente el itinerario cuaresmal, y les pido que recen por mí. Que el Señor los bendiga y la Virgen los guarde.

FRANCISCO

 

¿Cómo será tu Cuaresma?

VATICANO, 20 Feb. 15 / 09:59 am (ACI/EWTN Noticias).- El Papa Francisco habló en la homilía de la Misa de Santa Marta de este viernes sobre la misión a la que son llamados los cristianos, sobre todo en el tiempo de Cuaresma: amar al prójimo y apartar los egoísmos. Hizo además, una fuerte llamada a tratar bien a los empleados y velar por sus necesidades.

Comentó la primera lectura del profeta Isaías en la que el pueblo se lamenta porque no atiende a sus ayunos. Para el Señor, "no es ayuno, no comer carne" para después "litigar y explotar a los trabajadores", afirmó. Y en esto se entiende por qué Jesús condena a los fariseos, que tenían "muchas observancias, pero son la verdad del corazón".

El Papa indicó que el ayuno verdadero es el de liberar a los oprimidos, vestir a los desnudos y hacer justicia. Éste "es el ayuno que no es solamente externo, una observancia externa, sino un ayuno que es un ayuno que viene del corazón".

"En las tablas de la ley se encuentra la ley hacia Dios y la ley hacia el prójimo y todos y las dos van juntos", aseguró.

"Yo no puedo decir: 'Pero, no, yo cumplo los tres mandamientos primeros... y los otros más o menos'. No, si tú no haces éstos, ese no puedes hacerlo y si tú haces ese, debes hacer esto otro. Van unidos: el amor a Dios y el amor al prójimo son una unidad y si quieres hacer penitencia, real no formal, debes hacerla delante de Dios y también con tu hermano, con el prójimo".

El Papa afirmó también que se puede tener mucha fe, pero "si no haces obras, está muerta, de qué sirve".

Y al que va a Misa todos los domingos y comulga se le puede preguntar: "¿Cómo es tu relación con tus empleados?, ¿le pagas en negro?, ¿les pagas el salario justo?, ¿también para cotizar para la jubilación?, ¿y para asegurar la salud?".

"Cuántos, cuántos hombres y mujeres de fe, tienen fe pero dividen las tablas de la ley: 'Sí, sí yo hago esto'. ¿Pero das limosna? 'Sí, sí, siempre envío una asignación a la Iglesia'. 'Ah, está bien. Pero a tu Iglesia, a tu casa, con aquellos que dependen de ti, sean hijos, sean nietos, sean los empleados. ¿Eres generoso?, ¿eres justo?", se preguntó.

"No puedes ofrecer cosas a la Iglesia en los hombros de la injusticia que haces con tus empleados. Este es un pecado gravísimo: es usar a Dios para cubrir la injusticia".

En este sentido, el Pontífice añadió que esto "es lo que el profeta Isaías en nombre del Señor nos hace entender: no es un buen cristiano el que no hace justicia con las personas que dependen de él".

Y tampoco es un buen cristiano "el que no se desprende de algo necesario para él y se lo da a otros que tiene necesidad".

Precisamente, la Cuaresma "es esto, es doble, a Dios y al prójimo: es decir, es real, no es una formalidad. No es no comer carne solamente el viernes, hacer alguna cosita, y después hacer crecer el egoísmo, la explotación del prójimo, la ignorancia a los pobres".

Comentando que hay personas que no tienen cubiertas algunas necesidades, como una buena relación con un hospital para que les atiendan rápido, el Pontífice continuó explicando el sentido de este tiempo litúrgico. Advirtió que hay gente en Roma que vive así y que la Cuaresma sirve "para pensar en ellos: ¿Qué puedo hacer por los niños, por los ancianos, que no tienen la posibilidad de ser visitados por un médico?".

¿Cómo será tu Cuaresma?, preguntó a los fieles que le acompañaban en la Misa. "Gracia a Dios yo tengo una familia que cumple los mandamientos, no tenemos problemas...". "Pero, ¿en esta Cuaresma hay en tu corazón lugar para aquellos que no han cumplido los mandamientos?, ¿para aquellos que se han equivocado y están en la cárcel?".

"'Con esta gente yo no....'. 'Pero él está en la cárcel'. Si tú no estás en la cárcel es porque el Señor te ha ayudado a no caer. ¿En tu corazón los encarcelados tienen un lugar? ¿Rezas por ellos, para que el Señor les ayude a cambiar la vida?'".

Finalmente el Papa Francisco pidió al Señor que "acompañe nuestro camino cuaresmal para que la observancia exterior corresponda con una profunda renovación del Espíritu".

Descarga (y vive) el Cuaresmario 2015 de Católicos con Acción: 40 días, 40 desafíos

DENVER, 17 Feb. 15 / 05:16 pm (ACI).- El sitio web Católicos con Acción lanzó hoy el Cuaresmario 2015, una herramienta creativa para que los más jóvenes vivan este tiempo "de una manera diferente, una Cuaresma con Acción y, esta vez, ¡de corazón!".

Según explican sus creadores, "el Cuaresmario 2015 de Católicos con Acción es una herramienta sencilla en su presentación, fácil de comprender, pero retadora en su vivencia" que hace eco del Mensaje del Papa Francisco para esta Cuaresma 2015 y el lema "fortalecer nuestros corazones" (Santiago 5, 8).

Descarga el Cuaresmario 2015 aquí.

En comunión con el llamado del Santo Padre a todos los cristianos, Católicos con Acción se une a la plegaria de la Iglesia, que en esta Cuaresma pide al Señor Jesús "haz mi corazón semejante al tuyo"; un "corazón fuerte y firme, cerrado al tentador, pero abierto a Dios".

"Este año la Cuaresma con Acción nos invita a algo más que cumplir un desafío diario; es una invitación a que el cristiano católico ponga su mirada en el Crucificado que viene a su encuentro y le pide que también salga al encuentro del hermano; porque como cristianos no podemos dejarnos llevar por la 'globalización de la indiferencia', más bien, sostenidos por la Cruz de Cristo, debemos ser pequeñas islas de misericordia en medio de mares de indiferencia".

"Además de la herramienta gráfica del Cuaresmario, Católicos con Acción compartirá diariamente el desafío del día, una pequeña explicación sobre el mismo, así como sugerencias de cómo llevarlo a la práctica; también se compartirá el Evangelio del día, acompañado de una pequeña reflexión que una nuestro actuar a la fe".

"Invitamos a todos los Católicos con Acción que desde cualquier lugar compartan con nosotros su caminar con el Cuaresmario, para que con su testimonio animen a otros a unirse a esta iniciativa y que tantos hermanos nuestros también tengan la oportunidad de, en esta Cuaresma, fortalecer sus corazones en el Señor Jesús".

"Esta herramienta es de toda la Iglesia y para la gloria de Dios; por ende puedes (y debes) compartirla en las Parroquias, comunidades eclesiales, colegios, escuelas, grupos juveniles, movimientos, pastorales, familias… y no te olvides sobre todo de compartirla con aquel hermano tuyo que necesite en este momento fortalecer su corazón: 'La Cuaresma es un tiempo propicio para mostrar interés por el otro, con un signo concreto, aunque sea pequeño, de nuestra participación en la misma humanidad'" (Papa Francisco, Mensaje para la Cuaresma 2015).

Descarga aquí tu calendario de Cuaresma: Cuaresmario 2015

¡ Ave María puríssima !

 

Gracias por tu apoyo. Recemos unos por otros.

 

Unidos en el Corazón de la Sagrada Familia,

 

El equipo de voluntarios de IESVS.org

 

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Dios ¿existes? ¡pruébalo científicamente!

 

¿Ser Cristiano o ser Católico?

 

http://www.youtube.com/watch?v=MBiXbJmGzc4 (se sugiere apagar el audio por ser irreverente)

 

http://www.youtube.com/watch?v=7JxdzUt7OS0

busca en youtube.com "cuerpos incorruptos"

 

http://www.youtube.com/watch?v=X-OKa0DniDs

busca en youtube.com "Ricardo Castañón" (esto no es un aval a Catalina Rivas)

 

http://www.youtube.com/watch?v=mHIpcNDhWIg

busca en youtube.com "milagros eucarísticos" y "exorcismo real"

 

http://www.youtube.com/watch?v=Ro2OJeYiZn0

busca en youtube.com "Gloria Polo"

 

Marino Restrepo, secuestrado por las FARC y liberado por un Niño:

Véalo en: www.marinorestrepo.com o en youtube.com busca: Marino Restrepo

http://www.youtube.com/user/PeregrinosdelAmor/videos?sort=da&view=0&flow=list
Testimonio en la web                                                    Bajar a MP3
(click derecho, y guarde como...)

Véalo en: www.marinorestrepo.com o en www.youtube.com Busque: Marino Restrepo

 

Invitación

 

Míralo y dile:

"Jesús en Ti confío"

"Jesús en Ti confío"

"Jesús en Ti confío"

 

Jesús prometió misericordia a quien rece esto ante esta imagen y prometió obrar milagros por esta imagen, ¡difúndela y llénate de bendiciones!

 

No tengas vergüenza:

Marcos 9, 38          "Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles." Ver también Mt 10,33; Lc 12,9; 2 Tm 2, 12

 

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