†
JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 25-30
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús exclamó:
"Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla. Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien.
El Padre ha puesto todas las cosas en mis manos. Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Vengan a mí todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo los aliviaré. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga ligera".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos su oración <Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones <al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús, Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!
Aclaración <una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual <las "palabras de vida eterna" <Jn 6,68, Hc 7,37> son fuente de vida espiritual <Jn 6, 63>, pero no basta charlar por teléfono <oración>, es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado <www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO <Dios> a Dios <al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a> co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b> adoramos, c> agradecemos y d> pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos <http://www.youtube.com/swf/l.swf?video_id=v82JVdXAUUs
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera <Mc 14,22-24> en la Eucaristía <"si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" <Jn 6,53, 1 Jn 5,12>. Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno <común-unión> con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero <Ap.19,7-10> con su Iglesia <nosotros>, sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor <si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él <descanso, comida, trabajo, compañía>. Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas <Catecismo 2181, Mt 16, 18-19, Ex 20,8-10, Tb 1,6, Hch 20,7, 2 Ts 2,15>. Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales <"quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" <1 Cor 11,29, Rm 14,23>. ¿Otros pecados mortales? abortar <todos los métodos anticonceptivos son abortivos>, promover el aborto <derecho a decidir, derechos <i>reproductivos, fecundación artificial>, planificación natural sin causa grave, actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno <Catecismo 1033-41, Mt. 5,22, 10, 28, 13,41-50, 25, 31-46, Mc 9,43-48, etc.>. Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.
† Misal
Sagrado Corazón de Jesús <A>
Antífona de Entrada
Los proyectos del corazón del Señor subsisten de edad en edad, para librar las vidas de sus fieles de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre.
Oración Colecta
Oremos:
Dios todopoderoso, al celebrar hoy la solemnidad del Corazón de Jesús recordamos el inmenso amor de tu Hijo para con nosotros, concédenos alcanzar de esa fuente divina la abundancia inagotable de tu gracia.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
El Señor te he elegido por el amor que te tiene
Lectura del libro del Deuteronomio 7, 6-11
En aquel tiempo, dijo Moisés al pueblo:
"Eres un pueblo consagrado al Señor, tu Dios, él te eligió para que fueras pueblo suyo entre todos los pueblos de la tierra.
El Señor se ha comprometido contigo y te ha elegido, no por ser tú el más numeroso de todos los pueblos, ya que al contrario, eres el menos numeroso, más bien te ha elegido por el amor que te tiene y para cumplir el juramento hecho a tus padres. Por eso, el Señor, con mano firme, te sacó de la esclavitud y del poder del faraón, rey de Egipto.
Reconoce, pues, que el Señor, tu Dios, es el Dios verdadero y fiel. él guarda su alianza y su misericordia hasta mil generaciones para los que lo aman y cumplen sus mandamientos, pero castiga a quienes lo odian, y los hace perecer sin demora.
Guarda, pues, los mandamientos, preceptos y leyes que yo te mando hoy poner en práctica".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 102
El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre. Bendice al Señor, alma mía, y no te olvides de sus beneficios.
El Señor es compasivo y misericordioso.
El Señor perdona tus pecados y cura tus enfermedades, él rescata tu vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura.
El Señor es compasivo y misericordioso.
El Señor hace justicia y le da razón al oprimido. A Moisés le mostró su bondad y sus prodigios al pueblo de Israel.
El Señor es compasivo y misericordioso.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según nuestros pecados.
El Señor es compasivo y misericordioso.
Segunda Lectura
Dios nos amó
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 4, 7-16
Queridos hijos <Amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama
ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. El amor que Dios nos tiene, se ha manifestado en que envió al mundo a su Hijo para que vivamos por él.
El amor consiste en es no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero y nos envió a su Hijo, como víctima de expiación por nuestros pecados.
Si Dios nos ha amado tanto, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. A Dios nadie lo ha visto nunca, si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y su amor en nosotros es perfecto.
En esto conocemos que permanecemos en él y él en nosotros <en que nos ha dado su Espíritu. Nosotros hemos visto y de ello damos testimonio, que el Padre envió a su Hijo como salvador del mundo. Quien confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, permanece en Dios y Dios en él.
Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en ese amor. Dios es amor y quien permanece en el amor, permanece en Dios y Dios en él.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Tomen mi yugo sobre ustedes, dice el Señor, y aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón.
Aleluya.
Evangelio
Aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 25-30
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús exclamó:
"Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla. Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien.
El Padre ha puesto todas las cosas en mis manos. Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Vengan a mí todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo los aliviaré. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga ligera".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración de los Fieles
Celebrante:
Oremos, hermanos y hermanas, al Señor nuestro Dios, que reveló su nombre en la zarza, su majestad en el fuego y la tempestad, y su amor en su hijo Jesucristo, y pidámosle por las necesidades de todos los seres humanos:
Respondemos <Te rogamos, Señor, óyenos.
Para que el Señor purifique y santifique sin cesar a su Iglesia, con el agua y la sangre que brotaron de su corazón, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor, óyenos.
Para que el Señor, Rey y centro de todos los corazones, atraiga a sí a los que aún no le conocen, y a los que habiendo experimentado su amor, se han alejado de él, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor, óyenos.
Para que Cristo alivie con su amor los sufrimientos de quienes han experimentado la decepción de los amores humanos, y de los que se sienten rechazados o traicionados en el amor, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor, óyenos.
Para que Dios nos conceda encontrar descanso en el corazón de su Hijo, abierto por la lanza del soldado, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor, óyenos.
Celebrante:
Dios nuestro, grande y fiel, que has revelado a los sencillos los misterios insondables del corazón de Cristo, escucha nuestras oraciones y haz que, revestidos con los sentimientos de tu Hijo, que ha querido compartir nuestra debilidad para hacernos herederos de tu gloria, sepamos amarnos unos a otros con un amor magnánimo y humilde y permanecer en tu Hijo, que es el mismo amor y vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.
Oración sobre las Ofrendas
Ten en cuenta, Señor el inefable amor del corazón de tu Hijo, para que este don que te ofrecemos sea agradable a tus ojos y sirva como expiación de nuestros pecados.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
Inmenso amor de Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
El cual, con amor admirable se entregó por nosotros, y elevado sobre la cruz hizo que de la herida de su costado brotaran, con el agua y la sangre, los sacramentos de la Iglesia, para que así, acercándose al corazón abierto del Salvador, todos puedan beber con gozo de la fuente de salvación.
Por eso,
con los ángeles y arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
<Misa>
Antífona de la Comunión
Uno de los soldados con la lanza le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Este sacramento de tu amor, Dios nuestro, encienda en nosotros el fuego del amor que nos mueva a unirnos más a Cristo y a reconocerle presente en los hermanos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
___________________________________________________________________________________________
vie 13a. Ordinario año impar
Antífona de Entrada
Si conservaras el recuerdo de nuestras faltas, Señor, ¿quién podría salvarse? Pero tú, Dios mío, eres Dios de perdón.
Oración Colecta
Oremos:
Te pedimos, Señor, que tu gracia nos inspire y acompañe siempre, para que podamos descubrirte en todos y amarte y servirte en cada uno.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Isaac amó tanto a Rebeca, que se consoló de la muerte de su madre
Lectura de libro del Génesis
23, 1-4.19, 24, 1-8.62-67
Sara vivió ciento veintisiete años y murió en Quiryat Arbá, hoy Hebrón, en el país de Canaán, y Abrahán lloró e hizo duelo por ella. Cuando terminó su duelo, Abrahán se levantó y dijo a los hititas:
"Yo soy un simple forastero que reside entre ustedes. Denme en propiedad un sepulcro en su tierra para enterrar a mi esposa".
Y Abrahán sepultó a Sara en la cueva del campo de Makpelá, que está frente a Mambré, es decir, Hebrón, en Canaán. Abrahán era ya muy anciano y el Señor lo había bendecido en todo.
Abrahán dijo al criado más viejo de su casa, que era mayordomo de todas sus posesiones <
"Pon tu mano debajo de mi muslo y júrame por el Señor, Dios del cielo y de la tierra, que no tomarás por esposa para mi hijo a una mujer de los cananeos, con los que vivo, sino que irás a mi tierra a buscar, entre mi parentela, una mujer para mi hijo Isaac".
El criado le dijo:
"Y en caso de que la mujer no quisiera venir conmigo a este país, ¿tendré qué llevar a tu hijo hasta la tierra de donde saliste?"
Abrahán respondió:
"No vayas a llevar allá a mi hijo. El Señor, Dios del cielo y de la tierra, que me sacó de mi casa paterna y de mi país, y que juró dar a mi descendencia esta tierra, él te enviará a su ángel para que puedas tomar de allá una mujer para mi hijo. Y si la mujer no quiere venir contigo, quedarás libre de este juramento. Pero, por ningún motivo lleves allá a mi hijo".
<El criado fue a la tierra de Abrahán y volvió con Rebeca, hija de Betuel, pariente de Abrahán>.
Isaac acababa de regresar del pozo de Lajay-Roí, pues vivía en las tierras del sur. Una tarde Isaac andaba paseando por el campo y, al levantar la vista, vio venir unos camellos. Cuando Rebeca lo vio, se bajó del camello y le preguntó al criado:
"¿Quién es aquel hombre que viene por el campo hacia nosotros?"
El criado le respondió:
"Es mi señor".
Entonces ella tomó su velo y se cubrió el rostro.
El criado le contó a Isaac todo lo que había hecho. Isaac llevó a Rebeca a la tienda que había sido de Sara, su madre, y la tomó por esposa, y con su amor se consoló de la muerte de su madre.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 105
Demos gracias al Señor, porque es bueno.
Demos gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterna su misericordia. ¿Quién podrá contar las hazañas del Señor y alabarlo como él merece?
Demos gracias al Señor, porque es bueno.
Dichosos los que cumplen la ley y obran siempre conforme a la justicia. Por el amor que tienes a tu pueblo, acuérdate de nosotros, Señor, y sálvanos.
Demos gracias al Señor, porque es bueno.
Sálvanos, Señor, para que veamos la dicha de tus escogidos y nos alegremos y nos gloriemos junto con el pueblo que te pertenece.
Demos gracias al Señor, porque es bueno.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo los aliviaré, dice el Señor.
Aleluya.
Evangelio
No necesitan médico los sanos. Misericordia quiero y no sacrificios
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo
9, 9-13
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a su mesa de recaudador de impuestos, y le dijo:
"Sígueme".
El se levantó y lo siguió.
Después, cuando estaba a la mesa en casa de Mateo, muchos recaudadores de impuestos y pecadores se sentaron también a comer con Jesús y sus discípulos. Viendo esto, los fariseos
preguntaron a sus discípulos <
"¿Por qué su Maestro come con recaudadores de impuestos y pecadores?"
Lo oyó Jesús y les dijo <
"No son los sanos los que necesitan de médico, sino los enfermos. Vayan, pues, y aprendan lo que significa <Yo quiero misericordia y no sacrificios. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, nuestras ofrendas y concédenos que esta Eucaristía nos ayude a conseguir la gloria del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
Restauración universal en Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación,darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
A quien hiciste fundamento de todo y de cuya plenitud quisiste que participáramos todos. Siendo él de condición divina, se despojó de su rango, y por su sangre derramada en la cruz, puso en paz todas las cosas, y así, constituido Señor del universo, es fuente de salvación eterna para cuantos creen en él.
Por eso,
con los ángeles y arcángeles y todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria <
<Misa>
Antífona de la Comunión
Sabemos que cuando el Señor se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Te pedimos humildemente, Señor, que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo que hemos recibido en alimento, nos comuniquen su misma vida.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
___________________________________________________________________________________________
† Meditación diaria
13ª Semana. Viernes
MORTIFICACIONES HABITUALES
— Las mortificaciones nacen del amor y a su vez lo alimentan.
— Mortificaciones para ayudar y hacer más grata la vida a los demás, las pequeñas contrariedades de cada día, espíritu de sacrificio en el cumplimiento del deber.
— Otras mortificaciones. El espíritu de mortificación.
I. Nos relata San Mateo en el Evangelio de la Misa1 que, después de responder a la llamada de Jesús, preparó una comida en su propia casa, a la que asistieron el resto de los discípulos y muchos publicanos y pecadores, quizá sus amigos de siempre. Los fariseos, al ver esto, decían <¿Por qué vuestro Maestro come con los publicanos y los pecadores? Jesús oyó estas palabras y Él mismo les contestó diciéndoles que no tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Y a continuación hace suyas unas palabras del profeta Oseas2 <más quiero misericordia que sacrificio. No rechaza el Señor los sacrificios que se le ofrecen, insiste, sin embargo, en que estos han de ir acompañados del amor que nace de un corazón bueno, pues la caridad ha de informar toda la actividad del cristiano y, de modo particular, el culto a Dios3.
Aquellos fariseos, fieles cumplidores de la Ley, no acompañaban sus sacrificios del olor suave de la caridad para con el prójimo y del amor a Dios, en otro lugar dirá el Señor, con palabras del Profeta Isaías <este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de Mí. En aquella comida en casa de Mateo manifiestan con su pregunta que les falta comprensión hacia los demás invitados y que no se esfuerzan por acercarlos a Dios y a la Ley, de la que ellos se muestran tan fieles cumplidores, juzgan con una visión estrecha y falta de amor. «Prefiero las virtudes a las austeridades, dice con otras palabras Yahvé al pueblo escogido, que se engaña con ciertas formalidades externas.
»—Por eso, hemos de cultivar la penitencia y la mortificación, como muestras verdaderas de amor a Dios y al prójimo»4.
Nuestro amor a Dios se expresa en los actos de culto, pero también se manifiesta en todas las acciones del día, en las pequeñas mortificaciones que impregnan lo que hacemos, y que llevan hasta el Señor nuestro deseo de abnegación y de agradarle en todo.
Si faltara esta honda disposición, la materialidad de repetir unos mismos actos carecería de valor, porque le faltaría su más íntimo sentido <los pequeños sacrificios que procuramos ofrecer cada día al Señor, nacen del amor y alimentan a su vez este mismo amor.
El espíritu de mortificación, tal como lo quiere el Señor, no es algo negativo ni inhumano5, no es una actitud de rechazo ante lo bueno y lo noble que puede haber en el uso y goce de los bienes de la tierra, es manifestación de señorío sobrenatural sobre el cuerpo y sobre las cosas creadas, sobre los bienes, las relaciones humanas, el trabajo..., la mortificación, voluntaria o aquella otra que viene sin haberla buscado, no es la simple privación, sino manifestación de amor, pues «padecer necesidad es algo que puede ocurrirle a cualquiera, pero saber padecerla es propio de las almas grandes»6, de las almas que han amado mucho.
La mortificación no es simple moderación, mantener a raya los sentidos y el desequilibrio que producen el desorden y el exceso, sino abnegación verdadera, dar cabida a la vida sobrenatural en nuestra alma, adelanto de aquella gloria venidera que se ha de manifestar en nosotros7.
II. Prefiero la misericordia al sacrificio... Por eso, un campo principal de nuestras mortificaciones ha de ser el que se refiere a las relaciones y al trato con los demás, donde ejercitamos continuamente una actitud misericordiosa, como la del Señor con las gentes que encontraba a su paso. El aprecio por quienes cada día tratamos en la familia, en nuestro quehacer profesional, en la calle, empuja y ordena nuestra mortificación. Nos lleva a hacerles más grato su paso por la tierra, de modo particular a aquellos que más sufren física o moralmente, a prestarles pequeños servicios, a privarnos de alguna comodidad en beneficio de ellos.
Esta mortificación nos impulsará a superar un estado de ánimo poco optimista que necesariamente influye en los demás, a sonreír también cuando tenemos dificultades, a evitar todo aquello –aun pequeño– que puede molestar a quienes tenemos más cerca, a disculpar, a perdonar... Así morimos, además, al amor propio, tan íntimamente arraigado en nuestro ser, aprendemos a ser humildes. Esta disposición habitual que nos lleva a ser causa de alegría para los demás, solo puede ser fruto de un hondo espíritu de mortificación, pues «despreciar la comida y la bebida y la cama blanda, a muchos puede no costarles gran trabajo... Pero soportar una injuria, sufrir un daño o una palabra molesta... no es negocio de muchos, sino de pocos»8.
Junto a estas mortificaciones que hacen referencia a la caridad, quiere el Señor que sepamos encontrarle en aquello que Él permite y que de alguna manera contraría nuestros gustos y planes o el propio interés. Son las mortificaciones pasivas, que hallamos a veces en una grave enfermedad, en problemas familiares que no parecen tener fácil arreglo, en un importante revés profesional..., pero más frecuentemente, cada día, tropezamos con pequeñas contrariedades e imprevistos que se atraviesan en el trabajo, en la vida familiar, en los planes que teníamos para esa jornada... Son ocasiones para decirle al Señor que le amamos, precisamente a través de aquello que en un primer momento nos resistimos a admitir. La contrariedad –pequeña o grande– aceptada con amor, ofreciendo al Señor aquel contratiempo, produce paz y gozo en medio del dolor, cuando no se acepta, el alma queda desentonada y triste, o con una íntima rebeldía que la aleja de los demás y de Dios.
Otro campo de mortificaciones en las que mostramos el amor al Señor está en el cumplimiento ejemplar de nuestro deber <trabajar con intensidad, no aplazar los deberes ingratos, combatir la pereza mental, cuidar las cosas pequeñas, el orden, la puntualidad, facilitar su labor a quien está en el mismo quehacer, ofrecer el cansancio que todo trabajo hecho con intensidad lleva consigo...
Mientras trabajamos, en el trato con los demás..., en toda ocasión, manifestamos, a través de ese vencimiento pequeño, que amamos al Señor sobre todas las cosas y, más aún, por encima de nosotros mismos. Con estas mortificaciones nos elevamos hasta Él, sin ellas, quedamos a ras de tierra. Esos pequeños sacrificios ofrecidos a lo largo del día disponen al alma para la oración y la llenan de alegría.
III. Sacrificio con amor nos pide el Señor. La mortificación está en la zona fronteriza en la que es inminente el peligro de caer en el pecado, se encuentra en pleno campo de la generosidad, porque es saberse privar de lo que sería posible no privarse sin ofender a Dios. El alma mortificada no es la que no ofende, sino la que ama, vivir así, con una mortificación habitual, parece necedad a los ojos de los que se pierden, mas para los que se salvan, esto es, para nosotros, es la fuerza de Dios9, recordaba San Pablo a los primeros cristianos de Corinto.
El amor al Señor nos mueve a controlar la imaginación y la memoria, alejando pensamientos y recuerdos inútiles, a sujetar la sensibilidad, la tendencia a «pasarlo bien» como primera razón de la vida. La mortificación nos lleva a vencer la pereza al levantarnos, a no dejar la vista y los demás sentidos desparramados, sin control alguno, a ser sobrios en la bebida, a comer con templanza, a evitar caprichos..., también mortificaciones corporales, con el oportuno consejo recibido en la dirección espiritual o en la Confesión.
En ocasiones nos fijaremos en algunas mortificaciones con preferencia a otras, dando siempre especial importancia a las que se refieren al mejor cumplimiento de nuestros deberes para con Dios, a las que ayudan a vivir con esmero la caridad y el cumplimiento del propio deber. Incluso puede ser útil el tomar nota de algunas, revisarlas a lo largo del día y pedirle ayuda a nuestro Ángel Custodio para que salgan adelante. Tener en cuenta la tendencia de todo hombre, de toda mujer, al olvido y a la dejadez, nos ayudará a poner los medios necesarios para no dejarlas incumplidas, a un lado. Esas pequeñas renuncias a lo largo del día, previstas y buscadas muchas de ellas, acercan a Cristo y constituyen un arma poderosa para ir adquiriendo, primero en un campo y después en otro, el hábito de la mortificación, son una industria humana difícilmente sustituible, dada la natural tendencia a resistir y a olvidarnos de la Cruz.
Para el alma mortificada se hace realidad la promesa de Jesús <quien pierda su vida por amor mío, la encontrará10, así le encontramos a Él en medio del mundo, en nuestros quehaceres y a través de ellos. «Dijo el amigo a su Amado que le diese la paga del tiempo que le había servido. Tomó el Amado en cuenta los pensamientos, deseos, llantos, peligros y trabajos que por su amor había padecido el amigo, y añadió el Amado a la cuenta la eterna bienaventuranza, y se dio a Sí mismo en paga a su amigo»11.
1 Mt 9, 9-13. — 2 Os 6, 6. — 3 Cfr. Sagrada Biblia, Santos Evangelios, EUNSA, Pamplona 1983, in loc., cfr. B. Orchard y otros, Verbum Dei, Herder, Barcelona 1960, vol. II, p. 683. — 4 San Josemaría Escrivá, Surco, n. 992. — 5 Cfr. J. Tissot, La vida interior, Herder, 16.ª ed., Barcelona 1964, p. 397 ss. — 6 San Agustín, Sobre el bien del matrimonio, 21, 25. — 7 Rom 8, 18. — 8 San Juan Crisóstomo, Sobre el sacerdocio, 3, 13. — 9 1 Cor 1, 18. — 10 Mt 10, 39. — 11 R. Llull, Libro del amigo y del Amado, 64.
___________________________________________________________________________________________
Viernes posterior al 2º domingo después de Pentecostés
EL SAGRADO CORAZÓN DE JESúS*
Solemnidad
— Origen y sentido de la fiesta.
— El amor de Jesús por cada uno de nosotros.
— Amor reparador.
I. Los proyectos del corazón del Señor subsisten de edad en edad, para librar las almas de sus fieles de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre1, leemos en el comienzo de la Misa.
El carácter de la Solemnidad que hoy celebramos es doble <de acción de gracias por las maravillas del amor que Dios nos tiene y de reparación, porque frecuentemente este amor es mal o poco correspondido2, incluso por quienes tenemos tantos motivos para amar y agradecer. Desde siempre fue fundamento de la piedad cristiana la consideración del amor de Jesús por todos los hombres, por eso, el culto al Sagrado Corazón de Jesús «nace de las fuentes mismas del dogma católico»3. Este culto recibió un especial impulso por la devoción y piedad de numerosos santos a quienes el Señor mostró los secretos de su Corazón amantísimo, y les movió a difundir la devoción al Sagrado Corazón y a fomentar el espíritu de reparación.
El viernes de la octava de la festividad del Corpus Christi, el Señor pidió a Santa Margarita María de Alacoque que promoviera el amor a la comunión frecuente..., sobre todo los primeros viernes de cada mes, con sentido de reparación, y le prometió hacerle partícipe, todas las noches de este jueves al viernes, de su pena en el Huerto de los Olivos. Un año más tarde, se le apareció Nuestro Señor y, descubriéndole su Corazón Sacratísimo, le dirigió estas palabras, que han alimentado la piedad de muchas almas <Mira este Corazón que ha amado tanto a los hombres y que no ha omitido nada hasta agotarse y consumirse para manifestarles su amor, y en reconocimiento, Yo no recibo de la mayor parte sino ingratitudes por sus irreverencias y sacrilegios y por las frialdades y desprecios que tienen hacia Mí en este sacramento de amor. Pero lo que me es más sensible todavía es que sean corazones que me están consagrados los que así me traten. Por eso, te pido Yo que el primer viernes después de la octava del Santísimo Sacramento sea dedicado a una fiesta particular para honrar mi Corazón, comulgando ese día y reparando con algún acto de desagravio...
En muchos lugares de la Iglesia existe la costumbre privada de reparar los primeros viernes de mes con algún acto eucarístico o el rezo de las letanías del Sagrado Corazón. Además, «el mes de junio está dedicado de modo especial a la veneración del Corazón divino. No solo un día, la fiesta litúrgica que, de ordinario, cae en junio, sino todos los días»4.
El Corazón de Jesús es fuente y expresión de su infinito amor por cada hombre, sean cuales sean las condiciones en las que se encuentra. Él nos busca a cada uno <Yo mismo -dice un bellísimo texto mesiánico del Profeta Ezequiel- buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro. Como un pastor sigue el rastro de su rebaño cuando se encuentra las ovejas dispersas, así seguiré yo el rastro de mis ovejas <y las libraré, sacándolas de todos los lugares donde se desperdigaron el día de los nubarrones y de la oscuridad5. Cada uno es una criatura que el Padre ha confiado al Hijo para que no perezca, aunque se haya marchado lejos.
Jesús, Dios y Hombre verdadero, ama al mundo con «corazón de hombre»6, un Corazón que sirve de cauce al amor infinito de Dios. Nadie nos ha amado más que Jesús, nadie nos amará más. Me amó -decía San Pablo- y se entregó por mí7, y cada uno de nosotros puede repetirlo. Su Corazón está lleno de amor del Padre <lleno al modo divino y al mismo tiempo humano.
II. El Corazón de Jesús amó como ningún otro, experimentó alegría y tristeza, compasión y pena. Los Evangelistas advierten con mucha frecuencia <tenía compasión del pueblo8, tenía compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor9. El pequeño éxito de los Apóstoles en su primera salida evangelizadora le hizo sentirse como nosotros cuando recibimos una buena noticia <se llenó de alegría, dice San Lucas10, y llora, cuando la muerte le arrebata a un amigo11.
Tampoco nos ocultó sus desilusiones <Jerusalén, que matas a los profetas <...>. Cuántas veces he querido reunir a tus hijos...12. ¡Cuántas veces! Jesús ve la historia del Antiguo Testamento y de la Humanidad toda <una parte del pueblo judío y de los gentiles de todos los tiempos rechazará el amor y la misericordia divina. De alguna manera podemos decir que aquí está llorando Dios con ojos humanos por la pena contenida en su corazón de hombre. Y este es el significado real de la devoción al Sagrado Corazón <traducir para nosotros la naturaleza divina en términos humanos. A Jesús no le era indiferente –no lo es ahora en nuestro trato diario con Él– el que unos leprosos no volvieran a darle las gracias después de haber sido curados, o las delicadezas y muestras de hospitalidad que se tienen con un invitado, como le dirá a Simón el fariseo. Él experimentó en muchas ocasiones la inmensa alegría de ver que alguno se arrepentía de sus pecados y le seguía, o la generosidad de quienes lo dejaban todo para ir con Él, y se contagiaba del gozo de los ciegos que comenzaban a ver, quizá por vez primera.
Ya antes de celebrar la Última Cena, al pensar que se quedaría siempre con nosotros mediante la institución de la Eucaristía, manifestó a sus íntimos <Ardientemente he deseado comer esta Pascua con vosotros, antes de padecer13, emoción que debió de ser mucho más honda cuando tomó el pan, dio gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo <Esto es mi Cuerpo...14. ¿Y quién podrá explicar los sentimientos de su Corazón amantísimo cuando en el Calvario nos dio a su Madre como Madre nuestra?
Cuando ya había entregado su vida al Padre, uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante brotó sangre y agua15. Esa herida abierta nos recuerda hoy el amor inmenso que nos tiene Jesús, pues nos dio voluntariamente hasta la última gota de su preciosa Sangre, como si estuviéramos solos en el mundo. ¿Cómo no nos vamos a acercar con confianza a Cristo? ¿Qué miserias pueden impedir nuestro amor, si tenemos el corazón grande para pedir perdón?
III. Después de la Ascensión al Cielo con su Cuerpo glorificado, no cesa de amarnos, de llamarnos para que vivamos siempre muy cerca de su Corazón amantísimo. «Aun en la gloria del Cielo lleva en las heridas de sus manos, de sus pies y de su costado los resplandecientes trofeos de su triple victoria <sobre el demonio, sobre el pecado y sobre la muerte, lleva además, en su Corazón, como en arca preciosísima, aquellos inmensos tesoros de sus méritos, frutos de su triple victoria, que ahora distribuye con largueza al género humano ya redimido»16.
Nosotros hoy, en esta Solemnidad, adoramos el Corazón Sacratísimo de Jesús «como participación y símbolo natural, el más expresivo, de aquel amor inexhausto que nuestro Divino Redentor siente aun hoy hacia el género humano. Ya no está sometido a las perturbaciones de esta vida mortal, sin embargo, vive y palpita y está unido de modo indisoluble a la Persona del Verbo divino, y, en ella y por ella, a su divina voluntad. Y porque el Corazón de Cristo se desborda en amor divino y humano, y porque está lleno de los tesoros de todas las gracias que nuestro Redentor adquirió por los méritos de su vida, padecimientos y muerte, es, sin duda, la fuente perenne de aquel amor que su Espíritu comunica a todos los miembros de su Cuerpo místico»17.
El meditar hoy en el amor que Cristo nos tiene, nos impulsará a agradecer mucho tanto don, tanta misericordia inmerecida. Y al contemplar cómo muchos viven de espaldas a Dios, al comprobar que muchas veces no somos del todo fieles, que son muchas las flaquezas personales, iremos a su Corazón amantísimo y allí encontraremos la paz. Muchas veces tendremos que recurrir a su amor misericordioso buscando esa paz, que es fruto del Espíritu San Cor Iesu sacratissimum et misericors, dona nobis pacem, Corazón sacratísimo y misericordioso de Jesús, danos la paz.
Y al ver a Jesús tan cercano a nuestras inquietudes, a nuestros problemas, a nuestros ideales, le decimos <«¡Gracias, Jesús mío!, porque has querido hacerte perfecto Hombre, con un Corazón amante y amabilísimo, que ama hasta la muerte y sufre, que se llena de gozo y de dolor, que se entusiasma con los caminos de los hombres, y nos muestra el que lleva al Cielo, que se sujeta heroicamente al deber, y se conduce por la misericordia, que vela por los pobres y por los ricos, que cuida de los pecadores y de los justos...
»-¡Gracias, Jesús mío, y danos un corazón a la medida del Tuyo!»18.
Muy cerca de Jesús encontramos siempre a su Madre. A Ella acudimos al terminar nuestra oración, y le pedimos que haga firme y seguro el camino que nos lleva hasta su Hijo.
1 Antífona de entrada, Sal 32, 11, 19. — 2 Cfr. A. G. Martimort, La Iglesia en oración, p. 997. — 3 Pío XII, Enc. Haurietis aquas, 15-V-1956, 27. — 4 Juan Pablo II, Ángelus, 27-VI-1982. — 5 Primera lectura. Ciclo C. Ez 34, 11-16. — 6 Conc. Vat. II, Const. Gaudium et spes, 22. — 7 Gal 2, 20. — 8 Mt 8, 2. — 9 Mc 6, 34. — 10 Lc 10, 21. — 11 Cfr. Jn 11, 35. — 12 Mt 23, 37. — 13 Lc 22, 15. — 14 Cfr. Lc 22, 19-20. — 15 Jn 19, 34. — 16 Pío XII, loc. cit., 22. — 17 Ibídem, 24. — 18 San Josemaría Escrivá, Surco, n. 813.
* Ya existía como devoción particular en la Edad Media, como fiesta litúrgica aparece en 1675, a raíz de las apariciones del Señor a Santa Margarita María de Alacoque. En estas revelaciones conoció la Santa con particular hondura la necesidad de reparar por los pecados personales y de todo el mundo, y de corresponder al amor de Cristo. Le pidió el Señor que se extendiera la práctica de la comunión frecuente, especialmente los primeros viernes de cada mes, con sentido reparador, y que «el primer viernes después de la octava del Santísimo Sacramento» fuera dedicada «una fiesta particular para glorificar su Corazón». La fiesta se celebró por vez primera el 21 de junio de 1686. Pío IX la extendió a toda la Iglesia. Pío XI, en 1928, le dio el esplendor que hoy tiene.
Bajo el símbolo del Corazón humano de Jesús se considera ante todo el Amor infinito de Cristo por cada hombre, por eso, el culto al Sagrado Corazón «nace de las fuentes mismas del dogma católico», como el Papa Juan Pablo II ha expuesto en su abundante catequesis sobre este misterio tan consolador.
___________________________________________________________________________________________
† Santoral <si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org>
Sagrado Corazón de Jesús: ver reflexión arriba.
Fuente: Archidiócesis de Madrid
Simeón el Loco <Salos>, Santo Monje, Julio 1
MonjeMartirologio Romano <En Emesa, ciudad de Siria, san Simeón, llamado "Salos", que, impulsado por el Espíritu Santo, por amor a Cristo anheló ser tenido por los hombres como un tonto y un plebeyo. Conmemoración también de san Juan, ermitaño, que convivió durante casi treinta años con san Simeón, peregrinando con él y haciendo también a su lado vida eremítica junto al Mar Muerto. |
___________________________________________________________________________________________
Aaron, Santo Hermano de Moisés, Julio 1
Hermano de MoisésEtimológicamente significa "iluminado". Viene de la lengua hebrea. |
___________________________________________________________________________________________
Fuente <ACIprensa.com
Ester, Santa Reina de Persia, Julio 1
Reina de PersiaEtimológicamente significa "estrella". Viene de la lengua persa. |
___________________________________________________________________________________________
Casto y Secundino, Santos Mártires, Julio 1
Obispos y MártiresEtimológicamente significan "puro y segundo". Vienen de la lengua latina. |
___________________________________________________________________________________________
Fuente <Rosminiane.org
Antonio Rosmini Serbati, Beato Filósofo y Teólogo, Julio 1
Antonio Rosmini <Rovereto 1797 – Stresa 1855> vivió en la primera mitad del siglo XVII, época de grandes transformaciones y movimiento, en el cual fué personalmente comprometido Rosmini. |
___________________________________________________________________________________________
Fuente <ar.geocities.com/misa_tridentina01
Tomás Maxfield, Beato Sacerdote y Mártir, Julio 1
Sacerdote y MártirTomás Maxfield nació alrededor de 1590 en The Mere del condado de Stafford. Su padre, llamado Guillermo, había confesado valientemente la fe católica y, cuando nació Tomás, estaba sentenciado a muerte por haber dado asilo a varios sacerdotes. Tomás partió a la misión de Inglaterra en 1615, después de haber recibido la ordenación sacerdotal. |
___________________________________________________________________________________________
Fuente <Franciscanos.org
Junípero Serra, Beato Franciscano, Julio 1
Apóstol de CaliforniaNacido en Petra <Mallorca> el 24 de noviembre de 1713, Miguel José fue hijo de Antonio Serra y Margarita Ferrer, agricultores. Después de la enseñanza primaria en los Franciscanos de Petra, Miguel marchó a Palma, la Capital, e ingresó en los Frailes Menores en 1730, tomando el nombre de Junípero en honor de uno de los primeros seguidores de San Francisco. Ordenado de sacerdote en 1737, Serra fue destinado a enseñar filosofía. Entre sus alumnos hubo dos que fueron sus últimos colaboradores en el Nuevo Mundo, Francisco Palou y Juan Crespí. Tras doctorarse en Teología en la Universidad del Beato Ramón Llull en 1742, Serra continuó enseñando filosofía y teología y adquirió gran fama como predicador. |
___________________________________________________________________________________________
Fuente <Vatican.va
Atilano Cruz Alvarado, Santo Sacerdote y Mártir, 1 de julio
Sacerdote y MártirMartirologio Romano <En el Rancho de las Cruces, aldea de Guadalajara, en México, santos Justino Orona y Atilano Cruz, presbíteros y mártires, que durante la persecución desencadenada en ese país, por el Reino de Cristo juntos fueron asesinados <1928>. Nació en Ahuetita de Abajo, perteneciente a la parroquia de Teocaltiche, Jal. <Diócesis de Aguascalientes>, el 5 de octubre de 1901. |
___________________________________________________________________________________________
Fuente <Vatican.va
Ignacio Falzon, Beato Clérigo, 1 de julio
Clérigo FranciscanoNació en La Valletta el 1 de julio de 1813, en una familia acomodada. Su padre, el abogado Giuseppe Francesco, formaba parte de la comisión para la redacción del nuevo Código civil y más tarde fue nombrado juez de Su Majestad. Dos de sus hermanos, doctorados en derecho, fueron sacerdotes. |
___________________________________________________________________________________________
Fuente <ar.geocities.com/misa_tridentina01
Nicasio Camuto de Burgio, Santo Mártir, Julio 1
San Nicasio nació entre 1130 y 1140 y murió mártir en 1187, era siciliano de origen, probablemente palermitano, descendiente de sarracenos por parte de padre y de normandos por parte de madre. |
___________________________________________________________________________________________
Fuentes <IESVS.org, EWTN.com, Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net
Mensajes anteriores en <www.iesvs.org
Biblioteca Gratis <http://groups.google.com/group/evangelio/files
¿Email con poca capacidad? Reciba gratis de 6 Gb. con la opción de absorber los mensajes de todas sus demás casillas, y de consultar por outlook o web, escriba a <email arroba iesvs.org
Si no desea el evangelio, santoral y meditación diaria y sólo artículos interesantes censurados por la prensa <la mayoría>, unos 4 por semana escriba a <ave-maria-purisima+subscribe@googlegroups.com <responder el mensaje de confirmación>.
Para de-suscribirse escribir desde su casilla de email a:
Evangelio+unsubscribe@googlegroups.com
NO debe colocarlo en CC sino en "Para/To"
Si no se desuscribe es porque recibe el mensaje en su otro email que le reenvía al actual <debe escribir desde ese otro email.
Todos los emails que lleguen a IESVS serán automáticamente incorporados para recibir el Evangelio. Si Ud. no desea esto, favor de aclarar en cada envío.