sábado, 18 de noviembre de 2017

[ † ] Sábado de la Santísima Virgen María. /11/2017. En su día, lo que más agrada a María, es la Misa matutina.

JA

JMJ

Pax

Dios hará justicia a sus elegidos que claman a él

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 18, 1-8

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, para enseñar a sus discípulos la necesidad de orar siempre y sin desfallecer,
Jesús les propuso esta parábola:
"En cierta ciudad había un juez que no temía a Dios ni respetaba a los hombres. Vivía en
aquella misma ciudad una viuda que le solicitaba con frecuencia:
"Hazme justicia frente a mi adversario"".
Por mucho tiempo el juez no le hizo caso, pero después se dijo:
"Aunque no temo a Dios ni respeto a nadie, por la insistencia de esta viuda le haré justicia para
que no me siga molestando".
Dicho esto, Jesús comentó:
"Si así pensaba el juez injusto, ¿creen acaso que Dios no hará justicia a sus elegidos, que
claman a él día y noche? ¿Que los hará esperar? Yo les aseguro que les hará justicia sin tardar.
Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿creen que encontrará esta fe en la tierra?"
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs

Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.

El Misterio de la Misa en 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=0QCx-5Aqyrk

El que no valora una obra de arte es porque necesita cultura: https://www.youtube.com/watch?v=mTKKaT-KaKw

Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu

El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX

Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!

San Leonardo, "El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc

Audio (1/5): https://www.youtube.com/watch?v=2NjKuVnxH58

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?

Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).

Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?

Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html

Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa (Jn 15,22).

 

 

Misal

 

sab 32a. Ordinario año impar

Antífona de Entrada

Escucha, Señor, mi voz y mis clamores. Ven en mi ayuda; no me rechaces, no me abandones, Dios de mi salvación.

 

Oración Colecta

Oremos:
Dios nuestro, fuerza de todos los que en ti confían, ayúdanos con tu gracia sin la cual nada
puede nuestra humana debilidad, para que podamos serte fieles en la observancia de tus
mandamientos.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

En medio del mar Rojo apareció un camino plano y ellos brincaron como corderos

Lectura del libro de la Sabiduría 18, 14-16; 19, 6-9

Cuando un profundo silencio envolvía todas las cosas, y la noche estaba a la mitad de su
camino, tu palabra todopoderosa, Señor, como implacable guerrero, se lanzó desde tu trono real
del cielo hacia la región condenada al exterminio. Blandiendo como espada tu decreto
irrevocable, sembró la muerte por dondequiera; tocaba el cielo con la mano y al mismo tiempo
pisaba la tierra.
La creación entera, obediente a tus órdenes, actuó de manera diversa a su modo de proceder,
para librar a tus hijos de todo daño. Una nube protegió con su oscuridad el campamento israelita
y donde antes había agua surgió la tierra firme; en el mar Rojo apareció un camino despejado y
en las olas impetuosas una verde llanura. Por allí, protegido por tu mano, pasó todo el pueblo,
mientras contemplaba tus prodigios admirables. Corrían como potros y brincaban como
corderos, dándote gracias, Señor, por haberlos liberado.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del Salmo 104

El Señor nunca olvida sus promesas.

Aclamen al Señor y denle gracias, canten sus maravillas a los pueblos. Entonen en su honor himnos y cantos y celebren sus portentos.
El Señor nunca olvida sus promesas.

Del nombre del Señor enorgullezcámonos y siéntase feliz el que lo busca. Recurran al Señor y a su poder, y a su presencia acudan.
El Señor nunca olvida sus promesas.

Descendientes de Abrahán, su servidor; estirpe de Jacob, su predilecto, escuchen; el Señor es nuestro Dios y gobiernan la tierra sus decretos.
El Señor nunca olvida sus promesas.

Ni aunque transcurran mil generaciones se olvidará el Señor de sus promesas, de la alianza pactada con Abrahán, del juramento a Isaac, que un día le hiciera.
El Señor nunca olvida sus promesas.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro Señor
Jesucristo.

Aleluya.

Evangelio

Dios hará justicia a sus elegidos que claman a él

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 18, 1-8

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, para enseñar a sus discípulos la necesidad de orar siempre y sin desfallecer,
Jesús les propuso esta parábola:
"En cierta ciudad había un juez que no temía a Dios ni respetaba a los hombres. Vivía en
aquella misma ciudad una viuda que le solicitaba con frecuencia:
"Hazme justicia frente a mi adversario"".
Por mucho tiempo el juez no le hizo caso, pero después se dijo:
"Aunque no temo a Dios ni respeto a nadie, por la insistencia de esta viuda le haré justicia para
que no me siga molestando".
Dicho esto, Jesús comentó:
"Si así pensaba el juez injusto, ¿creen acaso que Dios no hará justicia a sus elegidos, que
claman a él día y noche? ¿Que los hará esperar? Yo les aseguro que les hará justicia sin tardar.
Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿creen que encontrará esta fe en la tierra?"
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Dios nuestro, que el estos dones que te presentamos nos has otorgado en pan que alimenta y el
sacramento que da nueva vida; concédenos que nunca llegue a faltarnos este sustento del
cuerpo y del espíritu.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

La alabanza, don de Dios

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo
lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Pues aunque no necesitas nuestra alabanza, es don tuyo el que seamos agradecidos; y aunque
nuestras bendiciones no aumentan tu gloria, nos aprovechan para nuestra salvación, por Cristo,
Señor nuestro.
Por eso,
unidos a los ángeles, te aclamamos llenos de alegría:

Antífona de la Comunión

Padre santo: guarda en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros,

dice el Señor.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Que nuestra participación en este sacramento, Señor, signo de nuestra unión contigo, realice la
unidad de tu Iglesia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

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Memoria libre

Dedicación de las Basílicas de los apóstoles Pedro y Pablo-

Antífona de Entrada

A Pedro y Pablo los has nombrado príncipes por toda la tierra. Ellos han hecho memorable tu nombre por generaciones y generaciones, y los pueblos te alabarán por los siglos de los siglos.

 

Oración Colecta

Oremos:
Defiende a tu Iglesia, Señor, con la protección de los apóstoles, y, pues ha recibido por ellos el primer anuncio del Evangelio, reciba también, por su intercesión, aumento de gracia hasta el fin de los tiempos.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Llegamos a Roma

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 28, 11-16.30-31

Al cabo de tres meses, nos embarcamos en un navío alejandrino que había permanecido en la isla durante el invierno, y que tenía la insignia de Cástor y Pólux. Hicimos escala en Siracusa, donde permanecimos tres días. De allí, fuimos bordeando hasta Regio. Al día siguiente se levantó viento sur y en dos días llegamos a Pozzuoli. Allí encontramos a unos hermanos que nos invitaron a permanecer una semana con ellos; luego salimos para Roma.
Los hermanos de Roma, que habían sido informados de nuestra llegada, nos salieron al encuentro en el Foro Apio y Tres Tabernas. Pablo, al verlos, dio gracias a Dios y se sintió reconfortado.
Cuando llegamos a Roma, se le permitió a Pablo vivir en una casa particular, con un soldado de guardia.
Dos años enteros pasó Pablo en una casa alquilada, y allí recibía a todos los que acudían, predicándoles el Reino de Dios y enseñando la vida del Señor Jesucristo, con toda libertad y sin estorbo alguno.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Sal 97, 1-2.3ab.3c-4.5.6

El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad.

Canten al Señor un canto nuevo, porque ha hecho maravillas; su mano le ha dado la victoria, su santo brazo.
El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad.

El Señor hace pública su victoria, a la vista de las naciones muestra su salvación, ha recordado su amor y fidelidad en favor de Israel.
El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad.

Toda la tierra ha visto la victoria de nuestro Dios. ¡Aclamen al Señor, habitantes de toda la tierra, estallen de gozo, griten de alegría, canten!
El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad.

Canten al Señor con la cítara, con la cítara y los demás instrumentos; al son de trompetas y clarines, aclamen al Señor, que es rey.
El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Señor, Dios eterno, alegres te cantamos, a ti nuestra alabanza. A ti, Señor, te alaba el coro celestial de los apóstoles.
Aleluya.

Evangelio

Mándame ir a ti caminando sobre el agua

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 14, 22-33

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Después de despedirla, subió a la montaña para orar a solas. Llegada la noche, estaba allí solo.
La barca, que estaba ya muy lejos de la orilla, era sacudida por las olas, porque el viento era contrario. Antes de la madrugada, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el agua. Los discípulos, al verlo caminar sobre el agua, se espantaron y decían:
"Es un fantasma".
Y daban gritos de terror. Pero 
Jesús les dijo en seguida:
"¡Animo! Soy yo, no teman".
Pedro le contestó:
"Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti sobre el agua".
Jesús le dijo:
"Ven".
Pedro bajó de la barca y, caminando sobre el agua iba hacia Jesús. Pero al sentir la fuerza del viento le entró miedo, comenzó a hundirse y gritó:
"¡Señor, sálvame!" 
Jesús le tendió la mano, lo sostuvo y le dijo:
"¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?"
Subieron a la barca y el viento se calmó. Y los que estaban en la barca se postraron ante Jesús, diciendo:
"Verdaderamente eres Hijo de Dios".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Al ofrecerte, Señor, los dones con que te servimos, te 
suplicamos que guardes intacta en nuestros corazones la verdad que nos fue transmitida por el ministerio de tus apóstoles san Pedro y san Pablo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

Los apóstoles, pastores del pueblo de Dios

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso, Pastor eterno. 
Porque no abandonas a tu rebaño, sino que lo cuidas continuamente por medio de los santos Apóstoles, para que sea gobernado por aquellos mismos pastores a quienes tu Hijo dio la misión de anunciar el Evangelio. 
Por eso, 
con los ángeles y arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Antífona de la Comunión

Señor, tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos que tú eres el Santo, consagrado por Dios.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Señor, haz que tu pueblo, alimentado con el pan celestial, se llene de alegría al conmemorar a tus santos apóstoles san Pedro y san Pablo, bajo cuya tutela has querido dirigirle.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

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Meditación diaria

 

32ª semana. Sábado

LA ORACIÓN DE PETICIÓN Y LA MISERICORDIA DIVINA

— Nuestra confianza en la petición tiene su fundamento en la infinita bondad de Dios.

— Acudir siempre a la misericordia divina.

— La intercesión de la Virgen.

I. El Señor nos enseñó de muchas maneras la necesidad de la oración y la alegría con que acoge nuestras peticiones. Él mismo ruega al Padre para darnos ejemplo de lo que habíamos de hacer nosotros. Bien sabe Dios que cada instante de nuestra existencia es fruto de su bondad, que carecemos de todo, que nada tenemos. Y, precisamente porque nos ama con amor infinito, quiere que reconozcamos nuestra dependencia, pues esta conciencia de nuestra nada es para nosotros un gran bien, que nos lleva a no separarnos un solo instante de su protección.

Para alentarnos a esta oración de súplica, Jesús quiso darnos todas las garantías posibles, al mismo tiempo que nos mostraba las condiciones que ha de tener siempre la petición. Y daba argumentos, ponía ejemplos para que lo entendiéramos bien. El Evangelio de la Misa nos presenta a la viuda que clama sin cesar ante un juez inicuo que se resiste a atenderla1, pero que, por la insistencia de la mujer, acabará escuchándola. Dios aparece en la parábola en contraste con el juez. ¿Acaso Dios no hará justicia a sus elegidos que claman a Él día y noche, y les hará esperar? Si el que es injusto e inicuo decide al final hacer justicia, ¿qué no hará el que es infinitamente bueno, justo y misericordioso? Si la postura del juez es desde el principio de resistencia a la viuda, la de Dios, por el contrario, es siempre paternal y acogedora. Este es el tema central de la parábola: la misericordia divina ante la indigencia de los hombres.

Las razones que da el juez de la parábola para atender a la viuda son superficiales y de poca consistencia. Al final se dijo a sí mismo: aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, ya que esta viuda está molestándome, le haré justicia, para que no siga viniendo a importunarme. La "razón" de Dios, por el contrario, es su infinito amor. Jesús concluye así la parábola: Prestad atención a lo que dice el juez injusto. ¿Acaso Dios no hará justicia a sus elegidos que claman a Él día y noche, y les hará esperar? Y comenta San Agustín: "Por tanto, deben estar bien seguros los que ruegan a Dios con perseverancia, porque Él es la fuente de la justicia y de la misericordia"2. Si la constancia ablanda al juez "capaz de todos los crímenes, ¿con cuánta más razón debemos postrarnos y rogar al Padre de las misericordias, que es Dios?"3.

El amor de los hijos de Dios debe expresarse en la constancia y en la confianza, pues "si a veces tarda en dar, encarece sus dones, no los niega. La consecución de algo largamente esperado es más dulce... Pide, busca, insiste. Pidiendo y buscando obtienes el crecimiento necesario para obtener el don. Dios te reserva lo que no te quiere dar de inmediato, para que aprendas a desear vivamente las cosas grandes. Por tanto, conviene orar y no desfallecer"4. No debemos desalentarnos jamás en nuestras súplicas a Dios. "¡Dios mío, enséñame a amar! —¡Dios mío, enséñame a orar!"5. Ambas cosas coinciden.

II. Mucho vale la oración perseverante del justo6. Y tiene tanto poder porque pedimos en nombre de Jesús7. Él encabeza nuestra petición y actúa de Mediador ante Dios Padre8. El Espíritu Santo suscita en nuestra alma la súplica, cuando ni siquiera sabemos lo que debemos pedir. Quien ha de conceder pide con nosotros que nos sea concedido, ¿qué más seguridad podemos desear? Solamente nuestra incapacidad de recibir limita los dones de Dios. Como cuando se va a una fuente con una vasija pequeña o agujereada.

El Señor es compasivo y misericordioso9 con nuestras deficiencias y con nuestros males. La Sagrada Escritura presenta con frecuencia al Señor como Dios de misericordia, utilizando para ello expresiones conmovedoras: tiene entrañas de misericordia, ama con amor entrañable10, como las madres... Santo Tomás, que insiste frecuentemente en que la omnipotencia divina resplandece de manera especial en la misericordia11, enseña cómo en Dios esta es abundante e infinita: "Decir de alguien que es misericordioso –enseña el Santo– es como decir que tiene el corazón lleno de miserias, o sea, que ante la miseria de otro experimenta la misma sensación de tristeza que experimentaría si fuese suya; de donde proviene que se esfuerce en remediar la tristeza ajena como si se tratase de la propia, y este es el efecto de la misericordia. Pues bien, a Dios no le compete entristecerse por la miseria de otro; pero remediar las miserias, entendiendo por miseria un defecto cualquiera, es lo que más compete a Dios"12.

En Cristo, enseña el Papa Juan Pablo II, se hace particularmente visible la misericordia de Dios. "Él mismo la encarna y personifica. Él mismo es, en cierto sentido, la misericordia"13. Él nos conoce bien y se compadece de la enfermedad, de la mala situación económica que atravesamos quizá..., de las penas que la vida lleva a veces consigo. "Nosotros –cada uno– somos siempre muy interesados; pero a Dios Nuestro Señor no le importa que, en la Santa Misa, pongamos delante de Él todas nuestras necesidades. ¿Quién no tiene cosas que pedir? Señor, esa enfermedad... Señor, esta tristeza... Señor, aquella humillación que no sé soportar por tu amor... Queremos el bien, la felicidad y la alegría de las personas de nuestra casa; nos oprime el corazón la suerte de los que padecen hambre y sed de pan y de justicia; de los que experimentan la amargura de la soledad; de los que, al término de sus días, no reciben una mirada de cariño ni un gesto de ayuda.

"Pero la gran miseria que nos hace sufrir, la gran necesidad a la que queremos poner remedio es el pecado, el alejamiento de Dios, el riesgo de que las almas se pierdan para toda la eternidad"14. El estado del alma de quienes tratamos más frecuentemente debe ser nuestra primera solicitud, la petición más urgente que elevamos cada día al Señor.

III. El pueblo cristiano se ha sentido movido a lo largo de los siglos a presentar sus peticiones a Dios a través de su Madre, María, y a la vez Madre nuestra. En Caná de Galilea puso de manifiesto su poder de intercesión ante una necesidad material de unos novios que quizá se encontraron con una afluencia de amigos y conocidos mayor de la prevista. El Señor había determinado que su hora fuera adelantada por la petición de su Madre. "En la vida pública de Jesús –señala el Concilio Vaticano II– aparece significativamente su Madre ya desde el principio, cuando en las bodas de Caná de Galilea, movida por la misericordia, suscitó con su intercesión el comienzo de los milagros del Mesías"15. Desde el principio, la obra redentora de Jesús está acompañada por la presencia de María. En aquella ocasión, no solo se remedió, con abundancia, la carencia del vino en la fiesta de bodas, sino que, como el Evangelista indica expresamente, el milagro confirmó la fe de aquellos que seguían más de cerca a Jesús. Así en Caná de Galilea hizo Jesús el primero de sus milagros con el que manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él16.

La Virgen Santa María, siempre atenta a las dificultades y carencias de sus hijos, será el cauce por el que llegarán con prontitud nuestras peticiones hasta su Hijo. Y las enderezará si van algo torcidas. "¿Por qué tendrán tanta eficacia los ruegos de María ante Dios?", se pregunta San Alfonso Mª de Ligorio. Y responde el Santo: "Las oraciones de los santos son oraciones de siervos, en tanto que las de María son oraciones de Madre, de donde procede su eficacia y carácter de autoridad; y como Jesús ama inmensamente a su Madre, no puede rogar sin ser atendida (...).

"Para conocer bien la gran bondad de María recordemos lo que refiere el Evangelio (...). Faltaba el vino, con el consiguiente apuro de los esposos. Nadie pide a la Santísima Virgen que interceda ante su Hijo en favor de los consternados esposos. Con todo, el corazón de María, que no puede menos de compadecer a los desgraciados (...), la impulsó a encargarse por sí misma del oficio de intercesora y pedir al Hijo el milagro, a pesar de que nadie se lo pidiera (...). Si la Señora obró así sin que se lo pidieran, ¿qué hubiera sido si le rogaran?"17.

Hoy, un sábado que procuramos dedicar especialmente a Nuestra Señora, es una buena ocasión para acudir a Ella con más frecuencia y con más amor. "A tu Madre María, a San José, a tu Ángel Custodio..., ruégales que hablen al Señor, diciéndole lo que, por tu torpeza, tú no sabes expresar"18.

1 Lc 18, 1-8. — 2 San Agustín, en Catena Aurea, vol. VI, p. 295. — 3 Teofilacto, en Catena Aurea, vol. VI, p, 296. — 4 San Agustín, Sermón 61, 6-7. — 5 San Josemaría Escrivá, Forja, n. 66. — 6 Sant 5, 16. — 7 Cfr. Jn 15, 16; 16, 26. — 8 Cfr. San Cirilo de Jerusalén, Comentario al Evangelio de San Juan, 16, 23-24. — 9 Sant 5, 11. — 10 Cfr. Ex 34, 6; Ioel 2, 13; Lc 1, 78. — 11 Cfr. Santo Tomás, Suma Teológica, 1, q, 21, a. 4; 2-2, q. 30, a. 4. — 12 ídem, o. c., 1, q. 21, a. 3. — 13 Juan Pablo II, Enc. Dives in misericordia, 30-XI-1980, 2. — 14 San Josemaría Escrivá, Amar a la Iglesia, Palabra, 2ª ed., Madrid 1986, pp. 77-78. — 15 Conc. Vat. II, Const. Lumen gentium, 58. — 16 Jn 2, 11. — 17 San Alfonso Mª de Ligorio, Sermones abreviados, 48. — 18 San Josemaría Escrivá, Forja, n. 272.

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Santoral               (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

Dedicación de las Basílicas
de San Pedro y San Pablo

Propongámonos tener siempre el más grande 
respeto y veneración por nuestros templos


La actual Basílica de San Pedro en Roma fue consagrada por el Papa Urbano Octavo el 18 de noviembre de 1626, aniversario de la consagración de la Basílica antigua.

La construcción de este grandioso templo duró 170 años, bajo la dirección de 20 Sumos Pontífices. Está construida en la colina llamada Vaticano, sobre la tumba de San Pedro.

Allí en el Vaticano fue martirizado San Pedro (crucificándolo cabeza abajo) y ahí mismo fue sepultado. Sobre su sepulcro hizo construir el emperador Constantino una Basílica, en el año 323, y esa magnífica iglesia permaneció sin cambios durante dos siglos. Junto a ella en la colina llamada Vaticano fueron construyéndose varios edificios que pertenecían a los Sumos Pontífices. Durante siglos fueron hermoseando cada vez más la Basílica.

Cuando los Sumos Pontífices volvieron del destierro de Avignon el Papa empezó a vivir en el Vaticano, junto a la Basílica de San Pedro (hasta entonces los Pontífices habían vivido en el Palacio, junto a la Basílica de Letrán) y desde entonces la Basílica de San Pedro ha sido siempre el templo más famoso del mundo.

La Basílica de San Pedro mide 212 metros de largo, 140 de ancho, y 133 metros de altura en su cúpula. Ocupa 15,000 metros cuadrados. No hay otro templo en el mundo que le iguale en extensión.

Su construcción la empezó el Papa Nicolás V en 1454, y la terminó y consagró el Papa Urbano VIII en 1626 (170 años construyéndola). Trabajaron en ella los más famosos artistas como Bramante, Rafael, Miguel Angel y Bernini. Su hermosura es impresionante.

Hoy recordamos también la consagración de la Basílica de San Pablo, que está al otro lado de Roma, a 11 kilómetros de San Pedro, en un sitio llamado "Las tres fontanas", porque la tradición cuenta que allí le fue cortada la cabeza a San Pablo y que al cortársela cayó al suelo y dio tres golpes y en cada golpe salió una fuente de agua (y allí están las tales tres fontantas).

La antigua Basílica de San Pablo la habían construido el Papa San León Magno y el emperador Teodosio, pero en 1823 fue destruida por un incendio, y entonces, con limosnas que los católicos enviaron desde todos los países del mundo se construyó la nueva, sobre el modelo de la antigua, pero más grande y más hermosa, la cual fue consagrada por el Papa Pío Nono en 1854. En los trabajos de reconstrucción se encontró un sepulcro sumamente antiguo (de antes del siglo IV) con esta inscripción: "A San Pablo, Apóstol y Mártir".

Estas Basílicas nos recuerdan lo generosos que han sido los católicos de todos los tiempos para que nuestros templos sean lo más hermoso posible, y cómo nosotros debemos contribuir generosamente para mantener bello y elegante el templo de nuestro barrio o de nuestra parroquia.

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Fuente: ACI Prensa
Odón, Santo Abad, Noviembre 18  

Odón, Santo

Abad


Martirologio Romano: En Tours, de Neustria, tránsito de san Odón, abad de Cluny, que instauró la observancia monástica según la Regla de san Benito y la disciplina de san Benito de Aniano (942).

Etimología: Odón = aquel que es dueño de cuantiosos bienes, es de origen germánico.


San Odón se hizo muy conocido y querido por todos por ser el superior del más célebre monasterio de su tiempo, el de Cluny, y porque tuvo bajo su dirección más de mil monjes en diversos conventos.

Debido a fuertes dolores de cabeza que el santo padeció cuando era joven, tanto él como su padre le prometieron a Dios Celestial mejoría para la dolencia, a lo que el Padre accedió de inmediato a sanarlo de todo mal que lo aquejaba. Un día leyó las Reglas que San Benito hizo para sus monasterios y se dio cuenta de que él estaba muy lejos de la santidad, y entonces pidió ser admitido como monje en un convento benedictino. El año 910 fue fundado el famoso Monasterio benedictino de Cluny (en Francia) y el fundador lo llevó como ayudante. Después de la muerte del fundador quedó Odón como Superior del inmenso monasterio.

Al principio San Odón se dedicaba más al estudio que a la oración, pero en una visión, contempló que su alma era como un vaso muy hermoso pero lleno de serpientes. Con esto comprendió que si no se dedicaba totalmente a la oración y a la meditación no sería agradable a Dios, y desde entonces su vida fue un orar continuo y fervoroso y un meditar constante en temas religiosos. Odón insistía muchísimo en que se rezaran con gran fervor los salmos y en que se observara un gran silencio en el monasterio. Y fue formando monjes tan fervorosos que con ellos logró fundar otros 15 monasterios más.

Murió el 19 de noviembre del año 942. Contribuyó inmensamente al resurgimiento del espíritu religioso.

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Rosa Filipina Rosa Duchesne, Santa Monja, Noviembre 18  

Rosa Filipina Rosa Duchesne, Santa

Religiosa

Martirologio Romano: En la ciudad de San Carlos, en el estado de Missouri, de los Estados Unidos de Norteamérica, santa Filipina Duchesne, virgen, de las Hermanas del Sagrado Corazón, que, nacida en Francia, durante la Revolución Francesa reunió la comunidad religiosa y, trasladándose a América, abrió allí muchas escuelas (1852).

Etimología: Rosa = aquella que es bella como una rosa, es de origen latino.


Filipina Rosa Duchesne es el primer nombre que aparece en la lista de los pioneros del Memorial Jefferson de San Luis, Missouri. Llegó a los Estados Unidos a la edad de cuarenta y nueve años y durante otros treinta y cuatro se dedicó a la educación de los colonos y los indios, muriendo a la edad de ochenta y tres.

Nació en Grenoble (Francia), el 29 de agosto de 1769. De niña su mamá la llevaba a visitar a los pobres y enfermos y regalaba a los niños algunos de sus juguetes. También ayudaba a los pobres con el dinero que sus papás le daban para gastar. Estudió con las Visitadinas en el colegio de Santa María d´en Haut. Como a los doce años manifestó a sus padres la idea de hacerse religiosa, la retiraron del colegio y le pusieron un tutor que le enseñara matemáticas, latín, lengua, música y danza. Hacia los dieciocho años pidió permiso a su papá para ingresar al convento, pero él se opuso rotundamente. Sin embargo, visitando un día el convento en compañía de una tía, se quedó con las religiosas, y con el tiempo obtuvo el consentimiento de su padre, quien quedó convencido al constatar su determinación por seguir el camino de la vida consagrada.

Al estallar la revolución francesa el convento de Santa María fue confiscado y las religiosas expulsadas. Filipina Rosa tuvo que regresar a casa de sus padres donde vivió como religiosa. Durante los siguiente once años desarrolló una intensa labor apostólica desde su casa, asistiendo a prisioneros, pobres y enfermos. Terminada la revolución en 1801 se unió a las religiosas del Sagrado Corazón, congregación que había sido fundada recientemente por la madre Magdalena Sofía Barat.

En 1817, el obispo de Luisiana, Estados Unidos, en visita por Francia, pidió religiosas para educar a las niñas y a los indios de su diócesis y la Madre Rosa Felica fue elegida, con cuatro compañeras para realizar esta misión.

Luisiana era un amplio territorio explorado por los franceses durante un siglo y que por ochenta millones de francos había vendido el gobierno de Napoleón Bonaparte a los Estados Unidos. Ya al año siguiente había fundado numerosas escuelas en todo el Valle del río Mississippi, y en 1820 abrió un noviciado con el ingreso de la primera religiosa norteamericana de la congregación.

En medio de numerosas penalidades físicas, y la crítica e incomprensión de muchas personas, realizó durante casi treinta años un apostolado infatigable en favor de la educación de la juventud y de servicio a los indígenas. Una vez relevada del cargo de superiora, cuando tenía setenta y dos años, llevó a cabo el deseo que había añorado durante muchos años: llegar a un campamento de indios Potawatomi en Sugar Creek (Kansas) y entregarse de lleno a su evangelización. Como se le dificultó mucho aprender el difícil idioma de los indios, dedicó gran parte de su tiempo a la oración, por lo que los pieles rojas la apodaron "la mujer que ora siempre". Después de un año fue llamada a la ciudad de San Carlos donde permaneció hasta su muerte ocurrida el 18 de noviembre de 1852. Fue beatificada por el papa Pío XII en 1940 y canonizada por el papa Juan Pablo II en 1988.

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Barulas, Santo Niño mártir, Noviembre 18  

Barulas, Santo

Niño mártir

Etimología: Barulas = aquel que vive el amor. Viene de la lengua griega.

San Román había sufrido terriblemente con el tirano Asclepiades.

El juez se había quedado admirado después del juicio. Le habían cortado la lengua y seguía hablando con mayor perfección.

El juez le pidió más pruebas a san Román. Este le dijo que, al primer niño de siete años que viese en la calle, le avisara para hacerle alguna preguntas.

Este niño era Barulas. Dispóngase a creer lo que diga ante esta pregunta: ¿ Es mejor adorar a muchos dioses o a uno solo?

El niño contestó: "Los hombres deben adorar a un solo Dios que tiene un Hijo Jesús, que forma con él un solo Dios".

No aceptó la respuesta del niño.

Y le preguntaron al niño: "¿Quién te ha enseñado esa verdad?", le preguntó el tirano.

El niño respondió:" Mi madre, contestó el niño".

Llamó a la presencia y, en su presencia, lo flageló. Asclepiades, llevado por el diablo, lo mandó asesinar juntamente con su madre.

El niño pidió agua. La madre le animó a que siguiera adelante, ya que en seguida iba a estar en el paraíso.

Todo esto tuvo lugar en el año 303.

La palabra de Dios fue la que impulsó a madre e hijo a dar testimonio de su fe en el Señor.

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Fuente: El Testigo Fiel
María Gabriela Hinojosa y compañeras, Beatas Religiosas Mártires, Noviembre 18  

María Gabriela Hinojosa y compañeras, Beatas

Martirologio Romano: En Madrid, en España, beatas María del Refugio (María Gabriela) Hinojosa y Naveros y cinco compañeras, vírgenes de la Orden de la Visitación de Santa María y mártires, que en la encarnizada persecución permanecieron encerradas en el monasterio, pero, apresadas traidoramente por los milicianos, fueron fusiladas, saliendo así al encuentro del Señor (1936). Sus nombres son: beata Teresa María (Laura) Cavestany y Anduaga, Josefa María (María del Carmen) Barrera e Izaguirre, María Inés (Agnes) Zudaaire y Galdeano, María Angela (Martina) Olaizola y Garagarza, y María Gracia (Josefa Joaquina) Lecuona y Aramburu.

En Madrid, en España, beatas María del Refugio (María Gabriela) Hinojosa y Naveros y cinco compañeras, vírgenes de la Orden de la Visitación de Santa María y mártires, que en la encarnizada persecución permanecieron encerradas en el monasterio, pero, apresadas traidoramente por los milicianos, fueron fusiladas, saliendo así al encuentro del Señor (1936).

Sus nombres son:
beata Teresa María (Laura) Cavestany y Anduaga,
Josefa María (María del Carmen) Barrera e Izaguirre,
María Inés (Agnes) Zudaaire y Galdeano,
María Angela (Martina) Olaizola y Garagarza,
María Gracia (Josefa Joaquina) Lecuona y Aramburu, y
María Cecilia Cendoya y Araquistán.

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Fuente: Passiochristi.org
Grimoaldo de la Purificación (Fernando Santamaría), Beato Religioso Pasionista, Noviembre 18  

Grimoaldo de la Purificación (Fernando Santamaría), Beato

EL CONFECCIONADOR DE SOGAS FALLIDO

Martirologio Romano: En Ceccano, junto a Frosinone, en Italia, beato Grimoaldo de la Purificación (Fernando) Santamaría, religioso de la Congregación de Pasionistas, que cuando se preparaba con fervor y alegría al sacerdocio, consumido por la enfermedad murió santamente (1902).

No es posible no querer a Grimoaldo. Es imposible no ser capturados de su poderosa fascinación, de su transparencia angelical y de su juvenil franqueza. Al encontrarlo rápidamente se le tiene devoción.

La vida fluye como el agua. ¿Y después…?

Entre los pasionistas escoge el nombre de Grimoaldo (y con éste parará a la historia); pero en el bautismo, recibido el día después del nacimiento, lo llamaron Fernando. El papá Pedro Pablo Santamaría y la mamá Cecilia Ruscio, los dos cristianos fervientes, trabajan haciendo sogas en Pontecorvo (Frosinone).

A ellos llega cáñamo tosco que con manos expertas transforman en sogas de varias dimensiones para revenderlas después en mercados de los pueblos vecinos. En Pontecorvo Fernando, primogénito de 5 hijos, nace el 4 de mayo de 1883.

En 1890 inicia la escuela primaria, recibe la primera comunión a los 8 años. Es tan bueno, piensa el párroco, ¿por qué hacerlo esperar como a sus compañeros que solo se admiten sobre los 10/12 años? La Iglesia es su lugar preferido, frecuentado con asiduidad. Sirve al altar como monaguillo con diligencia y concentración. Si no puede ir, porque debe trabajar, no logra contener el llanto.

Pero cuando está en la Iglesia no es posible que se distraiga. De rodillas delante de la estatua de la Inmaculada parece también él una pequeña estatua: inmóvil con las manos juntas pase lo que pase. El viejo sacristán tiene lágrimas en los ojos y le encanta mirarlo.

Al párroco se le ensancha el corazón cuando piensa en el futuro de aquel joven. Es verdad que el papá Pedro Pablo lo quiere como hacedor de sogas, pero el párroco don Vicente Romano intuye que no podrá ser así: Fernando que está siempre en la Iglesia como si fuese atraído por un imán, que tiene una gran pasión por ayudar en la misa, que está siempre presente en el coro parroquial para cantar con su bella voz, no será nunca un hacedor de sogas; aquel niño tiene otra vocación.

Y don Vicente ve bien las cosas. Desde hace tiempo se ha dado cuenta que el muchacho se queda mucho tiempo en una silenciosa y absorta contemplación.

Por eso no se maravilla tanto cuando un día corren jadeantes a decirle que han visto a Fernando, hijo del hacedor de sogas arrebatado en éxtasis delante de la Virgen.

Es un muchacho reservado sí, pero no aislado. Dócil pero no sin iniciativa.

Bueno, pero quiere que también lo sean los demás. A la mamá le confía que reza por los muchachos malos "para que se hagan buenos". Con frecuencia enseña catecismo a los compañeros.

Con la familia Santamaría vive también la anciana tía Checca, ciertamente devota de la Iglesia pero poco. El sobrino de vez en cuando le recuerda que "está bien trabajar y orar en casa, pero se necesita ir a la Iglesia y escuchar misa". Y después la penitencia. Fernando tiene un deseo sorprendente: ora con semillas de maíz o con pequeñas piedras bajo las rodillas, escoge la comida menos sabrosa, con frecuencia ayuna del todo, busca mortificaciones dignas de un ermitaño.

Repite continuamente que él ha nacido para hacer penitencia. En la familia saben que a veces pasa parte de la noche en vela haciendo oración. Dirá un testigo: "Deseaba seguir a Jesús en sus sufrimientos". La vida austera de los Pasionistas del cercano santuario de la Virgen de las Gracias, que frecuenta siempre, parece hecha propiamente para él. Y lo dice abiertamente. Pero el papá lo empuja hacia el oficio de las sogas.

Fernando es el primogénito y debe continuar el trabajo que hoy es de su padre y que ayer ha sido de su abuelo. Trata de quitarlo, con severos castigos, de aquello que, según él, es un capricho de adolescente.

¿Los castigos rigurosos no sirven? Probemos con otros sistemas, se dice su papá Pedro Pablo: le compraré un caballo y una carreta, lo mandaré por ferias y mercados a vender sogas, hará dinero y la idea del convento se le quitará de la cabeza. La propuesta es atrayente, pero cuando Fernando la oye, mira el río que está a dos pasos y lo señala al papá diciendo: "la vida fluye como el agua… y nuestros días se van veloces… ¿y después?.

Cierto. ¿y después? Reflexiona Pedro Pablo. Mirándose dentro, se da cuenta que alguna convicción acerca del futuro del hijo se le está tambaleando. Pero no es capaz de rendirse definitivamente. ¿Qué no ha hecho y que debe hacer todavía para llevar adelante su proyecto? Aquel bendito hijo apura y termina bien el trabajo de ayudante de hacedor de sogas para dedicar más tiempo a la oración. Las mañana para no despertar a los familiares desciende descalzo hasta la salida de la casa y después corre velozmente para escuchar misa. Ni siquiera en las frías y perezosas mañanas de invierno cuando el frío encadena a todos en la casa, Fernando falta a la cita con el Señor.

Una noche el muchacho regresando a casa de la Iglesia, encuentra la puerta de casa ya cerrada, y es obligado a dormir en una casa vecina. Reflexionando en tanta severidad Pedro Pablo siente un nudo en la garganta y tiene ganas de llorar. También él comienza a entender aquello que la mamá Cecilia ha intuido desde hace tiempo. Ella se sorprende siempre más seguido considerando a su Fernando ya sacerdote y misionero. Le parece soñar y por la emoción tiembla de estupor.

El muchacho tiene 16 años: sabe lo que quiere. Ha incluso anticipado el estudio del latín, gramática y retórica porque está decidido más que nunca a seguir su camino. Ha sido su maestro don Antonio Roscia que de joven había intentado la vida conventual; por enfermedad fue obligado a regresar a su familia, pero conservó la admiración y la simpatía por los Pasionistas. Fernando también ha estudiado de noche a la luz de las velas; y con un curso rápido de pocos meses ha recuperado casi tres años de estudio. Supera las infaltables ironías de sus compañeros que no pueden entender su extraña decisión.

El papá termina por ceder pues en el fondo es bueno como un pedazo de pan aunque haya sido más severo de lo permitido. El mismo lo acompañará hasta la estación de Aquino para darle su ultima bendición y su ultimo beso.

Fernando se vuelve más alegre y expresivo, la alegría ya incontenible se le ve en el rostro. Dirá uno de sus mejores amigos: "Encontrándolo y viéndolo todo transformado, le pregunté que tenía y me dijo que quería hacerse pasionista". Parte "con rostro alegre", advierten los escépticos en turno: "me voy y no regresaré más". Deja detrás de si el ejemplo de un muchacho silencioso, modesto e irreprensible.

Como San Gabriel

El 15 de febrero de 1899 Gernando llega a Paliano (Frosinone) para iniciar el año de noviciado, el 5 de marzo de 1899 viste el hábito y toma un nuevo nombre: Grimoaldo por la devoción hacia el santo protector de Pontecorvo. La vida de novicio que es toda soledad, oración y mortificación le parece cortada a su medida: una alegría tan cierta e intensa no la había experimentado nunca antes. Los co hermanos más ancianos como los compañeros notan en él un empeño constante por la perfección. Un compañero suyo dice que "nunca noté en él defecto alguno" y que "hacía todo en grado heroico porque deseaba ser santo".

Emitida la profesión religiosa es trasferido a Ceccano, siempre en la provincia de Frosinone. Aquí retoma los estudios de las materias clásicas; seguirá después el estudio de la filosofía y de la teología para prepararse al sacerdocio. Con tenacidad se inclina sobre los libros deseoso de aprender siempre más para ser un digno sacerdote. En el estudio sus compañeros están más adelantados y tienen una preparación de base más completa y esmerada. Mientras la suya en Pontecorvo ha sido, desafortunadamente rápida y llena de lagunas. Pero Grimoaldo no pierde el ánimo. Acepta con gratitud la ayuda que le ofrece algún compañero en el campo escolástico. Es loable su empeño tanto que "los profesores lo ponen como ejemplo". Él vive "siempre jovial aún en las humillaciones, en la contrariedad y en las dificultades del estudio". Los estudiantes tienen poquísimo contacto con el mundo exterior y viven en prácticas desconocidas a la gente. Sin embargo la fama de Grimoaldo sobrepasa el recinto de la casa religiosa: las personas que viven en torno al convento han notado su bondad y se encomiendan confiados a su oración. Y, dicen, lo hace con resultados positivos. Las oraciones de Grimoaldo obtienen las gracias solicitadas.

El joven es un "coloso de salud", robusto, bien proporcionado, alto 1.75 m. Ninguno puede sospechar lo que está por suceder. El 31 de octubre de 1902 durante un paseo de la tarde en los contornos del convento, Grimoaldo advierte improvisos y lacerantes dolores en la cabeza con vértigos y molestias visuales. Regresa al convento y se mete en la cama. El día siguiente, fiesta de todos los santos, participa en la celebración de la misa y recibe devotamente la eucaristía. Pero continuando el mal regresa a la cama y es llamado el médico. El diagnóstico es cruel y sin esperanza: meningitis aguda a la que se sumarán otras complicaciones. En los días de la enfermedad deja ver más todavía su deseo de santidad y su amor a Dios. Y la habitación del enfermo se vuelve una escuela de virtudes.

Grimoaldo en efecto "brilla en aquella paciencia de la cual ha dado siempre pruebas admirables y continuamente repite que acepta la enfermedad como voluntad de Dios, recomienda a los compañeros que lo ayuden con la oración para no perder la paciencia y el ánimo para abrazar la cruz. Con una alegría que le brilla en el rostro" se declara "contentísimo de hacer la voluntad de Dios". "En los últimos instantes de su vida su rostro se vuelve espléndido como el sol y sus ojos están fijos en un punto de la habitación. Se apaga al caer el sol "calmado, sereno y tranquilo, como niño que dulcemente reposa entre los brazos de su madre"

Es el 19 de noviembre de 1902. Grimoaldo tiene solo 18 años, 6 meses y 14 días. Los religiosos se animan "en la persuasión de que se pierde un co-hermano y se adquiere un santo".

Los padres no están presentes en su muerte: Grimoaldo se les aparecerá confortándoles. Vivirán serenos; contentos de haber tenido un hijo así. A él se dirigirán con la oración en sus necesidades.

El joven estudiante "aquel que era tan bueno", es sepultado en el cementerio local. Pero no se quedará allí siempre. En octubre de 1962 es exhumado y los restos mortales son colocados en la Iglesia del convento de Ceccano. Después de 60 años en la bolsa de su hábito, reducido a jirones, encuentran un pedacito de tela junto con una nota escrita: "hábito del venerable Gabriel de la Dolorosa"; una reliquia que el joven había portado devotamente consigo. Grimoaldo durante su vida miró con particular afecto a Gabriel, se nutrió con su ejemplo.

Para quien pretende medir todo con el metro del perfeccionismo, de la apariencia o de lo ruidoso, Grimoaldo no ha hecho nada particularmente digno de admiración. Pero para quien mira las cosas con la óptica de la fe Grimoaldo ha cultivado lo esencial: vehemente anhelo de santidad, sed ardiente de Dios. Empeñado con todo su ser en las cosas de cada día celebra el don de la vida y la gracia de la vocación sobre el altar de la laboriosidad. Suave y sereno, admira por el amor al recogimiento, el gusto por la oración y también por la contemplación además de la penitencia, el amor a Jesús crucificado, la filial devoción a María inmaculada. Maravilla todo esto por la simplicidad de los pequeños y la constancia de los fuertes. Parece poco. Por el contrario es todo. Muchas y crecientes las gracias atribuidas a su intercesión. Los enfermos de tumores parecen ser sus predilectos. En Estados Unidos, donde viven algunos de sus parientes, Grimoaldo es amado y venerado y hace sentir siempre su celeste protección. Fue declarado venerable el 14 de mayo de 1991 y beato el 29 de enero de 1995.

Grimoaldo: el nombre no es de los más comunes. Y quizá ni siquiera de los más bellos. Pero ahora es familiar y querido. Es el nombre de un joven fuerte y generoso propuesto como modelo. Es el hacedor de sogas fallido que quería ser santo y que ya ha ligado a sí innumerables corazones.

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Carolina Kózka, Beata Virgen y Mártir, Noviembre 18  

Carolina Kózka, Beata

Martirologio Romano: En la aldea Wal-Ruda, en Polonia, beata Carolina Kózka, virgen y mártir, que en el fragor de la guerra, siendo aún adolescente, por amor a Cristo murió atravesada por una espada al querer defender su castidad, agredida por un soldado (1914).

Etimología: Carolina = aquella que es inteligente, viene del germánico.


Nació cerca de Tárnow, Polonia, el 2 de agosto de 1898.

Cursó sólo estudios elementales, ya que la situación económica de sus padres era muy difícil; tenía diez hermanos.

La piedad y devoción la recibió en casa, donde se rezaba el rosario diariamente, y la asistencia a misa dominical era la forma en que la familia agradecía los dones con que les favorecía el Señor.

Así llegó el inicio de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y Polonia fue invadida por el ejército soviético.

La situación en Tárnow era cada día más difícil debido a los abusos y la brutalidad de los soldados.

En este marco llega la noche del 18 de noviembre de 1914, cuando un soldado ebrio irrumpe en la casa de la familia Kózka exigiendo alimento. Al no quedar complacido, obliga al padre y a Carolina a acompañarlo para reportar su conducta a las autoridades.

En el camino obliga al padre (bajo amenazas de matarlo a él y a su familia) a regresar a su casa. De lo que contaremos a continuación fueron testigos dos muchachos, quienes ocultos presenciaron el martirio de Carolina: la pequeña fue arrastrada entre matorrales, y por defender su virginidad, Carolina murió.

A la mañana siguiente encontraron su cuerpo mutilado entre la hojarasca; además, presentaba heridas de bayoneta en cabeza, piernas, costado y cuello. Sus manos ensangrentadas daban fe de la resistencia que opuso. A su entierro acudió todo el pueblo.

Se la conoce como la Estrella de Tárnow.

Fue beatificada el 10 de junio de 1987 en su pueblo natal por Juan Pablo II, quien expresó: "La muerte de Carolina nos dice que el cuerpo humano tiene un valor y dignidad inmensa que no se puede abaratar. Carolina Kózka era consciente de esta dignidad. Consciente de esta vocación, entregó su vida joven, cuando fue necesario entregarla, para defender su dignidad de mujer".

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Fuente: Martirologio Romano
Otros Santos y Beatos Completando el santoral de éste día, Noviembre 18  

Otros Santos y Beatos

San Román, diácono y mártir

En Antioquía, de Siria, san Román, mártir, diácono en Iglesia de Cesarea, que cuando vio, en la persecución bajo el emperador Diocleciano, que los cristianos obedecían sus decretos y se acercaban a las estatuas de los ídolos, les exhortó en público a la resistencia, por lo cual, tras crueles tormentos y cortarle la lengua, fue estrangulado en la cárcel, consumando así su glorioso martirio (304).

San Patroclo, eremita

En Colombiers, en la región de Bourges, en Aquitania, san Patroclo, presbítero, que fue ermitaño y misionero (c. 576).

San Maudeto, abad

En la Bretaña Menor, san Maudeto, abad, que hizo vida monástica en una isla desierta y, como maestro de vida espiritual, reunió a muchos santos entre el número de sus discípulos (s. VI).

San Romacario, obispo

En Constanza, de Neustria, san Romacario, obispo (s. VI).

San Teofredo, abad y mártir

En la región de Calmeliac, en Aquitania, san Teofredo, abad y mártir (c. 752).

Beatos Leonardo Kimura, religioso presbítero, Andrés Murayama Tokuan, Cosme Takekeya, Juan Yoshida Shoun y Domingo Jorge, mártires

En Nagasaki, de Japón, beatos mártires Leonardo Kimura, religioso de la Compañía de Jesús, y Andrés Murayama Tokuan, Cosme Taquekeya, Juan Yoshida Shoun y Domingo Jorge, todos los cuales, por el nombre de Cristo, fueron quemados vivos (1619).

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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com

 

Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/

 

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