miércoles, 22 de noviembre de 2017

[ † ] Miércoles de San José. 22/11/2017. Santa Cecilia ¡ruega por nosotros!

JA

JMJ

Pax

¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco?

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 19, 11-28

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, como ya se acercaba Jesús a Jerusalén y la gente pensaba que el Reino de
Dios iba a manifestarse de un momento a otro, él les dijo esta parábola:
"Había un hombre de la nobleza que se fue a un país lejano para ser nombrado rey y volver
como tal. Antes de irse, mandó llamar a diez de sus empleados, les entregó una moneda de
mucho valor a cada uno y les dijo:
"Inviertan este dinero mientras regreso" .
Pero sus compatriotas lo aborrecían y enviaron detrás de él a unos delegados que dijeran:
"No queremos que éste sea nuestro rey".
Pero fue nombrado rey, y cuando regresó a su país, mandó llamar a los empleados a quienes
había entregado el dinero, para saber cuánto había ganado cada uno. Se presentó el primero y
le dijo:
"Señor, tu moneda ha producido otras diez monedas".
El le contestó:
"Muy bien, eres un buen empleado. Puesto que has sido fiel en una cosa pequeña, serás
gobernador de diez ciudades".
Se presentó el segundo y le dijo:
"Señor, tu moneda ha producido otras cinco monedas".
Y el señor le respondió:
"Tú serás gobernador de cinco ciudades".
Se presentó el tercero y le dijo:
"Señor, aquí está tu moneda. La he tenido guardada en un pañuelo, pues te tuve miedo, porque
eres un hombre exigente, que reclama lo que no ha invertido y cosecha lo que no ha sembrado".
El señor le contestó:
"Eres un mal empleado; por tu propia boca te condeno. Si sabías que soy un hombre exigente,
que reclamo lo que no he invertido y que cosecho lo que no he sembrado, ¿por qué, pues, no
pusiste mi dinero en el banco para que yo, al volver, lo hubiera recobrado con intereses?"
Después les dijo a los presentes:
"Quítenle a éste la moneda y dénsela al que tiene diez".
Le respondieron:
"Señor, pero si ya tiene diez monedas".
El les dijo:
"Les aseguro que a todo el que tenga se le dará con abundancia, y al que no tenga, aún lo que
tiene se le quitará. En cuanto a mis enemigos, que no querían tenerme como rey, tráiganlos aquí
y mátenlos en mi presencia"".
Dicho esto, Jesús prosiguió su camino hacia Jerusalén al frente de sus discípulos.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs

Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.

El Misterio de la Misa en 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=0QCx-5Aqyrk

El que no valora una obra de arte es porque necesita cultura: https://www.youtube.com/watch?v=mTKKaT-KaKw

Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu

El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX

Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!

San Leonardo, "El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc

Audio (1/5): https://www.youtube.com/watch?v=2NjKuVnxH58

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?

Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).

Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?

Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html

Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa (Jn 15,22).

 

 

Misal

 

mie 33a. Ordinario año impar

Antífona de Entrada

Canten al Señor un cántico nuevo, toda la tierra cante al Señor. Hay brillo y esplendor en su presencia y en su templo, belleza y majestad.

 

Oración Colecta

Oremos:
Dios eterno y todopoderoso, conduce nuestra vida por el camino de tus mandamientos para que,
unidos a tu Hijo amado, podamos producir frutos abundantes.
Por nuestro Señor Jesucristo...


Amén.

 

Primera Lectura

El creador del mundo les devolverá el alimento y la vida

Lectura del segundo libro de los Macabeos 7, 1. 20-31

En aquellos días, arrestaron a siete hermanos junto con su madre. El rey Antíoco Epifanes los
hizo azotar para obligarlos a comer carne de cerdo, prohibida por la ley.
Muy digna de admiración y de glorioso recuerdo fue aquella madre que, viendo morir a sus siete
hijos en el espacio de un solo día, lo soportó con entereza, porque tenía puesta su esperanza en
el Señor. Llena de generosos sentimientos y uniendo un temple viril a la ternura femenina,
animaba a cada uno de ellos en su lengua materna, diciéndoles:
"Yo no sé cómo han aparecido ustedes en mi seno; no he sido yo quien les ha dado el aliento y
la vida, ni he unido yo los miembros que componen su cuerpo. Ha sido Dios, creador del mundo,
el mismo que formó el género humano e hizo cuanto existe. Por su misericordia, él les dará de
nuevo el aliento y la vida, ya que por obedecer sus santas leyes, ustedes la sacrifican ahora".
Antíoco pensó que la mujer lo estaba despreciando e insultando.
Aún quedaba con vida el más pequeño de los hermanos y Antíoco trataba de ganárselo, no sólo
con palabras, sino hasta con juramentos le prometía hacerlo rico y feliz, con tal de que renegara
de las tradiciones de sus padres; lo haría su amigo y le daría un cargo.
Pero como el muchacho no le hacía el menor caso, el rey mandó llamar a la madre y le pidió
que convenciera a su hijo de que aceptara, por su propio bien. El rey se lo pidió varias veces, y
la madre aceptó. Se acercó entonces a su hijo y, burlándose del cruel tirano, le dijo en su lengua
materna:
"Hijo mío, ten compasión de mí, que te llevé en mi seno nueve meses, que te amamanté tres
años y te he criado y educado hasta la edad que tienes. Te ruego, hijo mío, que mires el cielo y
la tierra, y te fijes en todo lo que hay en ellos; así sabrás que Dios lo ha hecho todo de la nada y
que en la misma forma ha hecho a los hombres. Así, pues, no le tengas miedo al verdugo, sigue
el buen ejemplo de tus hermanos y acepta la muerte, para que, por la misericordia de Dios, te
vuelva yo a encontrar con ellos".
Cuando la madre terminó de hablar, el muchacho dijo a los verdugos:
"¿Qué esperan? No voy a obedecer la orden del rey; yo obedezco los mandamientos de la ley
dada a nuestros padres por medio de Moisés. Y tú, rey, que eres el causante de tantas
desgracias para los hebreos, no escaparás de las manos de Dios".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del salmo 16

Escóndeme, Señor, bajo la sombra de tus alas.

Señor, hazme justicia y a mi clamor atiende; presta oído a mi súplica, pues mis labios no mienten.
Escóndeme, Señor, bajo la sombra de tus alas.

Mis pies en tus caminos se mantuvieron firmes, no tembló mi pisada. A ti mi voz elevo, pues sé que me respondes. Atiéndeme, Dios mío, y escucha mis palabras.
Escóndeme, Señor, bajo la sombra de tus alas.

Protégeme, Señor, como a las niñas de tus ojos; bajo la sombra de tus alas escóndeme, pues yo, por serte fiel, contemplaré tu rostro y, al despertarme, espero saciarme de tu vista.
Escóndeme, Señor, bajo la sombra de tus alas.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto y su fruto permanezca.
Aleluya.

Evangelio

¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco?

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 19, 11-28

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, como ya se acercaba Jesús a Jerusalén y la gente pensaba que el Reino de
Dios iba a manifestarse de un momento a otro, él les dijo esta parábola:
"Había un hombre de la nobleza que se fue a un país lejano para ser nombrado rey y volver
como tal. Antes de irse, mandó llamar a diez de sus empleados, les entregó una moneda de
mucho valor a cada uno y les dijo:
"Inviertan este dinero mientras regreso" .
Pero sus compatriotas lo aborrecían y enviaron detrás de él a unos delegados que dijeran:
"No queremos que éste sea nuestro rey".
Pero fue nombrado rey, y cuando regresó a su país, mandó llamar a los empleados a quienes
había entregado el dinero, para saber cuánto había ganado cada uno. Se presentó el primero y
le dijo:
"Señor, tu moneda ha producido otras diez monedas".
El le contestó:
"Muy bien, eres un buen empleado. Puesto que has sido fiel en una cosa pequeña, serás
gobernador de diez ciudades".
Se presentó el segundo y le dijo:
"Señor, tu moneda ha producido otras cinco monedas".
Y el señor le respondió:
"Tú serás gobernador de cinco ciudades".
Se presentó el tercero y le dijo:
"Señor, aquí está tu moneda. La he tenido guardada en un pañuelo, pues te tuve miedo, porque
eres un hombre exigente, que reclama lo que no ha invertido y cosecha lo que no ha sembrado".
El señor le contestó:
"Eres un mal empleado; por tu propia boca te condeno. Si sabías que soy un hombre exigente,
que reclamo lo que no he invertido y que cosecho lo que no he sembrado, ¿por qué, pues, no
pusiste mi dinero en el banco para que yo, al volver, lo hubiera recobrado con intereses?"
Después les dijo a los presentes:
"Quítenle a éste la moneda y dénsela al que tiene diez".
Le respondieron:
"Señor, pero si ya tiene diez monedas".
El les dijo:
"Les aseguro que a todo el que tenga se le dará con abundancia, y al que no tenga, aún lo que
tiene se le quitará. En cuanto a mis enemigos, que no querían tenerme como rey, tráiganlos aquí
y mátenlos en mi presencia"".
Dicho esto, Jesús prosiguió su camino hacia Jerusalén al frente de sus discípulos.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Acepta, Señor, con bondad los dones que te presentamos y santifícalos por medio de tu Espíritu
para que se nos conviertan en sacramento de salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

Alabanza a Dios que nos creó

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo
lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Pues por medio de tu amado Hijo, eres el creador del género humano, y también el autor
bondadoso de la nueva creación.
Por eso,
con razón te sirven todas las criaturas, con justicia te alaban todos los redimidos y unánimes te
bendicen tus santos. Con ellos, unidos a los ángeles, cantamos tu gloria gozosos diciendo:

Antífona de la Comunión

Acudan al Señor, pongan en él su confianza y no quedarán defraudados.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Te damos gracias, Señor, por habernos alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, y te
pedimos que este don tuyo sea para nosotros fuente inagotable de vida.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

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Dia 22/11 Santa Cecilia (virgen y mártir, rojo)

Antífona de Entrada

Este santa luchó hasta la muerte por la ley de Dios y no se aterrorizó ante la amenaza de los impíos, pues estaba afianzada sobre roca firme.

 

Oración Colecta

Oremos:
Dios omnipotente y misericordioso, que mantuviste firme en medio de los tormentos a tu santa mártir Cecilia, protege a quienes celebramos hoy su triunfo, para que no caigamos nunca en las tentaciones del enemigo.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Yo te desposaré conmigo para siempre

Lectura del libro del profeta Oseas 2, 16. 17. 21-22

Esto dice el Señor:
"Yo conduciré a Israel, mi esposa infiel, al desierto y le hablaré al corazón. Ella me responderá allá, como cuando era joven, como el día en que salió de Egipto.
Israel, yo te desposaré conmigo para siempre. Nos uniremos en la justicia y la rectitud, en el amor constante y la ternura; yo te desposaré en la fidelidad y entonces tú conocerás al Señor".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del salmo 44

Escúchame, hija mía, y presta oído.

Escúchame, hija mía, y presta oído, olvida tu nación y tu familia: prendado está el rey de tu hermosura, ante él, que es tu Señor, la frente inclina. Escúchame, hija mía, y presta oído Revestida de oro y de brocados, majestuosa penetra la princesa; la llevan ante el rey y un grupo de doncellas va tras ella.
Escúchame, hija mía, y presta oído.

En gozoso cortejo del palacio del rey cruzan las puertas. A cambio de tus padres tendrás hijos que príncipes harás sobre la tierra.
Escúchame, hija mía, y presta oído.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Esta es la joven virgen previsora, a quien el Señor encontró en vela, y que, al llegar el Señor, entró con él a la boda.
Aleluya.

Evangelio

¡Ya viene el esposo! ¡Salgan a su encuentro!

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo25, 1-13

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola:
"El Reino de los cielos es semejante a diez jóvenes, que tomando sus lámparas, salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran descuidadas y cinco, previsoras. Las descuidadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; las previsoras, en cambio, llevaron cada una un frasco de aceite junto con su lámpara. Como el esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.
A medianoche se oyó un grito:
"¡Ya viene el esposo! ¡Salgan a su encuentro!"
Se levantaron entonces todas aquellas jóvenes y se pusieron a preparar sus lámparas, y las descuidadas dijeron a las previsoras:
"Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando.
Las previsoras les contestaron:
"No, porque no va a alcanzar para ustedes y para nosotras. Vayan mejor a donde lo venden y cómprenlo".
Mientras aquellas iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban listas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras jóvenes y dijeron:
"Señor, señor, ábrenos".
Pero él les respondió:
"Yo les aseguro que no las conozco".
Por eso, estén preparados, porque no saben ni el día ni la hora".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Santifica, Señor, con tu bendición estas ofrendas y enciende en nosotros ese amor a ti, por el que tu santa mártir Cecilia fue capaz de soportar todos los tormentos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

Testimonio y ejemplo de los mártires

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, nuestro Señor.
Porque la sangre de la gloriosa mártir santa Cecilia, derramada como la de Cristo para proclamar su fidelidad a ti, manifiesta tu admirable poder, que convierte la fragilidad en fortaleza y al hombre débil robustece para que sea testigo tuyo.
Por eso,
como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te aclamamos, diciendo sin cesar:

Antífona de la Comunión

Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y que me siga, dice el Señor.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Que el sacramento que hemos recibido nos dé, Señor, la misma fortaleza con la que tu santa mártir Cecilia fue fiel en tu servicio y generosa en el sufrimiento.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

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Meditación diaria

 

33ª semana. Miércoles

¡QUEREMOS QUE CRISTO REINE!

— Instaurar en Cristo todas las cosas.

— El rechazo de Jesús.

— Extender el reinado de Cristo.

I. Estaba Jesús cerca de Jerusalén y muchos esperaban una llegada inminente del Reino de Dios, un reino –según esa falsa opinión– de carácter temporal. El Señor, pensaban, entraría triunfalmente en la ciudad después de vencer al poder romano, y ellos tendrían un puesto privilegiado cuando llegara ese momento. Esta ilusión, tan alejada de la realidad, era una prolongación de la mentalidad existente en muchos círculos judíos de la época. Para corregir a fondo ese error, Jesús expuso una parábola, que recoge el Evangelio de la Misa1.

Un hombre de origen noble marchó a un país lejano a recibir la investidura real. Era costumbre que los reyes de territorios dependientes del imperio romano recibieran el poder real de manos del emperador, y a veces tenían incluso que ir a Roma. En la parábola, este personaje ilustre dejó la administración de su territorio a diez hombres de su confianza y se marchó a recibir la investidura. Les dio diez minas. La mina no era una moneda acuñada, pero sí se utilizaba como unidad contable; equivalía a 35 gramos de oro. Estos hombres recibieron un encargo: Negociad hasta mi vuelta. Se trataba de hacer rendir su pequeño tesoro. Y estos hombres cumplieron su encargo: hicieron préstamos con interés, visitaron ferias, compraron y vendieron. Trabajaron bien para su señor durante semanas, meses y años... Y esto es lo que sigue haciendo la Iglesia desde Pentecostés, donde recibió el inmenso Don del Espíritu Santo y, con Él, enviado por Cristo, la infalible Palabra de Dios, la fuerza de los sacramentos, las indulgencias... "En veinte siglos se ha trabajado mucho; no me parece ni objetivo, ni honrado –comentaba San Josemaría Escrivá–, el afán de algunos por menospreciar la tarea de los que nos precedieron. En veinte siglos se ha realizado una gran labor y, con frecuencia, se ha realizado muy bien. Otras veces ha habido desaciertos, regresiones, como también ahora hay retrocesos, miedo, timidez, al mismo tiempo que no falta valentía, generosidad. Pero la familia humana se renueva constantemente; en cada generación es preciso continuar con el empeño de ayudar a descubrir al hombre la grandeza de su vocación de hijo de Dios, es necesario inculcar el mandato del amor al Creador y a nuestro prójimo"2. La vida es un tiempo para hacer fructificar los bienes divinos.

Nos toca a nosotros, a cada cristiano, hacer rendir ahora el tesoro de gracias que el Señor deposita en nuestras manos, mientras "vivificados y reunidos en su Espíritu, caminamos como peregrinos hacia la consumación de la historia humana, la cual coincide plenamente con su amoroso designio: Restaurar en Cristo todas las cosas, las de los cielos y las de la tierra (Ef 1, 10)"3. Este es nuestro cometido mientras el Señor vuelve para cada uno en el momento, quizá no muy lejano, de la muerte: procurar con empeño que el Señor esté presente en todas las realidades humanas. Nada es ajeno a Dios, pues todas las cosas han sido creadas por Él, y a Él se dirigen, conservando su propia autonomía: los negocios, la política, la familia, el deporte, la enseñanza...

Vengo presto -nos dice hoy el Señor-, y conmigo mi recompensa, para dar a cada uno según sus obras. Yo soy el alfa y la omega, el primero y el último, el principio y el fin4. Solo en Él encuentra sentido nuestro quehacer aquí en la tierra. La Iglesia entera, y cada cristiano, es depositaria del tesoro de Cristo: crece la santidad de Dios en el mundo cuando cada uno luchamos por ser fieles a nuestros deberes, a los compromisos que, como ciudadanos, como cristianos, hemos contraído.

II. Mientras aquellos administradores fieles procuraban con empeño hacer rendir el tesoro de su señor, muchos ciudadanos de aquel país le odiaban y enviaron una embajada tras él para decirle: no queremos que este reine sobre nosotros. El Señor debió de introducir con mucha pena estas palabras en medio del relato, pues habla de Sí mismo en la parábola: Él es el hombre ilustre que se marcha a tierras lejanas. Jesús veía en los ojos de muchos fariseos un odio creciente y el rechazo más completo. Cuanto mayor era su bondad y mayores las muestras de su misericordia, más aumentaba la incomprensión que se advertía en muchos rostros. ¡Qué duro debió de resultar para el Maestro aquel rechazo tan frontal, que alcanzará su punto culminante en la Pasión, poco tiempo más tarde!

Quiere también expresar el Señor el rechazo que había de sufrir por tantos a lo largo de los siglos. ¿Es acaso menor el que se da en esta época nuestra? ¿Son acaso pequeños el odio y la indiferencia? En la literatura, en el arte, en la ciencia..., en las familias..., parece oírse un griterío gigantesco: nolumus hunc regnare super nos!, ¡no queremos que este reine sobre nosotros! Él, "que es autor del universo y de cada una de las criaturas, y que no se impone dominando: mendiga un poco de amor, mostrándonos, en silencio, sus manos llagadas.

"¿Por qué, entonces, tantos lo ignoran? ¿Por qué se oye aún esa protesta cruel: nolumus hunc regnare super nos (Lc 19, 14), no queremos que este reine sobre nosotros? En la tierra hay millones de hombres que se encaran así con Jesucristo o, mejor dicho, con la sombra de Jesucristo, porque a Cristo no lo conocen, ni han visto la belleza de su rostro, ni saben la maravilla de su doctrina.

"Ante ese triste espectáculo, me siento inclinado a desagraviar al Señor. Al escuchar ese clamor que no cesa y que, más que de voces, está hecho de obras poco nobles, experimento la necesidad de gritar alto: oportet illum regnare! (1 Cor 15, 25), conviene que Él reine (...). El Señor me ha empujado a repetir, desde hace mucho tiempo, un grito callado: serviam!, serviré. Que Él nos aumente esos afanes de entrega, de fidelidad a su divina llamada –con naturalidad, sin aparato, sin ruido–, en medio de la calle. Démosle gracias desde el fondo del corazón. Dirijámosle una oración de súbditos, ¡de hijos!, y la lengua y el paladar se nos llenarán de leche y de miel, nos sabrá a panal tratar del Reino de Dios, que es un Reino de libertad, de la libertad que Él nos ganó (cfr. Gal 4, 3l)"5. Serviremos a Nuestro Señor como a nuestro Rey y Señor, como al Salvador de la Humanidad entera y de cada uno de nosotros. Serviam! ¡Te serviré, Señor!, le decimos en la intimidad de nuestra oración.

III. Al cabo de un tiempo volvió aquel señor con la investidura real; entonces, recompensó espléndidamente a aquellos siervos que se afanaron por hacer rendir lo que recibieron, y castigó duramente a quienes en su ausencia le rechazaron y a uno de los administradores que malgastó el tiempo y no hizo rendir la mina que había recibido. "El mal siervo no se aplicó y nada devolvió; no honró a su amo y fue castigado. Glorificar a Dios es, por el contrario, dedicar las facultades que Él me ha dado a conocerle, amarle y servirle, y de esta manera devolverle todo mi ser"6. Este es el fin de nuestra vida: dar gloria a Dios ahora aquí en la tierra con lo que tenemos encomendado, y luego en la eternidad con la Virgen, los ángeles y los santos. Si tenemos esto presente, ¡qué buenos administradores seremos de los dones que el Señor ha querido darnos para que con ellos nos ganemos el Cielo!

"Nunca os pesará haberle amado", solía repetir San Agustín7. El Señor es buen pagador ya en esta vida cuando somos fieles. ¡Qué será en el Cielo! Ahora nos toca extender ese reinado de Cristo en la tierra, en medio de la sociedad en que nos movemos: en la familia, en el trabajo, entre los vecinos, en los compañeros de Universidad o de taller, entre los clientes, en los alumnos... Muy especialmente entre aquellos que de alguna manera tenemos encomendados. "A vuestros pequeños no los dejéis de la mano; contribuid a la salvación de vuestro hogar con todo esmero"8, aconsejaba vivamente el santo obispo de Hipona.

En estos días, mientras esperamos la Solemnidad de Cristo Rey, nos podemos preparar repitiendo algunas jaculatorias: Regnare Christum volumus!, ¡queremos que reine Cristo!, y queremos en primer lugar que ese reinado sea una realidad en nuestra inteligencia, en nuestra voluntad, en nuestro corazón, en todo nuestro ser9. Por eso le pedimos: "Señor mío Jesús: haz que sienta, que secunde de tal modo tu gracia, que vacíe mi corazón..., para que lo llenes Tú, mi Amigo, mi Hermano, mi Rey, mi Dios, ¡mi Amor!"10.

1 Lc 19, 11-28. — 2 San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 121. — 3 Conc. Vat. II, Const. Gaudium el spes, 45. — 4 Apoc 22, 12-13. — 5 San Josemaría Escrivá, o. c., 179, — 6 J. Tissot, La vida interior, p. 102. — 7 Cfr. San Agustín, Sermón 51, 2. — 8 ídem, Sermón 94. — 9 Cfr. Pío XI, Enc. Quas primas, 11-XII-1925. — 10 San Josemaría Escrivá, Forja, n. 913.

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Santoral               (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

Santa Cecilia
Mártir
 Año 177

Santa Cecilia bendita, dile a Dios que también nosotros prefiramos 
mil muertes antes que ser infieles a nuestra santa religión.
No ofendas a nadie ni en mucho ni en poco (S. Biblia Ecl. 5, 15).

 

Por más de mil años Santa Cecilia ha sido muy venerada en la Iglesia Católica.
Una tradición muy antigua dice que pertenecía a una de las principales familias de Roma, que acostumbraba vestir una túnica de tela muy áspera y que había consagrado a Dios su virginidad.
Sus padres la comprometieron en matrimonio con un joven llamado Valeriano, pero Cecilia le dijo a éste que ella había hecho voto de virginidad y que si él quería ver al ángel de Dios debía hacerse cristiano. Valeriano se hizo instruir por el Papa Urbano y fue bautizado. Luego entre Cecilia y Valeriano convencieron a Tiburcio, el hermano de éste, y lograron que también se hiciera cristiano.
Las historias antiguas dicen que Cecilia veía a su ángel de la guarda. El alcalde de Roma, Almaquio, había prohibido sepultar los cadáveres de los cristianos. Pero Valeriano y Tiburcio se dedicaron a sepultar todos los cadáveres de cristianos que encontraban. Por eso fueron arrestados. Llevados ante el alcalde, éste les pidió que declararan que adoraban a Júpiter. Ellos le dijeron que únicamente adoraban al verdadero Dios del cielo y a su Hijo Jesucristo. Entonces fueron ferozmente azotados y luego les dieron muerte. Los dos santos mártires animaban a los demás cristianos de Roma a sufrir con gusto todos los horrores, con tal de no ser infieles a la santa religión.
En seguida la policía arrestó a Cecilia y le exigió que renunciara a la religión de Cristo. Ella declaró que prefería la muerte antes que renegar de la verdadera religión. Entonces fue llevada junto a un horno caliente para tratar de sofocarle con los terribles gases que salían de allí, pero en vez de asfixiarse ella cantaba gozosa (quizás por eso la han nombrado patrona de los músicos). Visto que con este martirio no podían acabar con ella, el cruel Almaquio mandó que le cortaran la cabeza. La santa, antes de morir le pidió al Papa Urbano que convirtiera su hermosa casa en un templo para orar, y así lo hicieron después de su martirio. Antes de morir, había repartido todos sus bienes entre los pobres.
En 1599 permitieron al escultor Maderna ver el cuerpo incorrupto de la santa y él fabricó una estatua en mármol de ella, muy hermosa, la cual se conserva en la iglesia de Santa Cecilia en Roma. Está acostada de lado y parece que habla.
En Roma había ya en el año 545 un templo dedicado a esta gran Santa.  

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Miguel de Tver, Santo Mártir, 22 Noviembre  

Miguel de Tver, Santo

Noviembre 22

 

Etimológicamente significa "¿quién como Dios?". Viene de la lengua hebrea.

Cuando el creyente está atento a la voz de Dios, día tras día renueva en su persona una espontaneidad que hace que se sostenga sólo en Cristo. La fidelidad de toda una vida supone una atención constante.

Murió en el año 1318.Su tío se llamaba san Alejandro Nevski. Era un padre de familia generoso y muy comprometido con todos los asuntos referentes a la religión cristiana.

Tuvo cuatro chicos y cuatro chicas. A tos los educó en una auténtica formación espiritual.

Tuvo que intervenir con dureza para que su pueblo no cayese bajo la invasión de los Tártaros, sostenidos y apoyados en su tiempo por los mismos príncipes moscovitas.

A todo aquel que no siguiera las instrucciones de los Tártaros, se les obligaba a llevar amuletos que indicaran su confesión y su conformidad con los dioses paganos.

El que no lo hacía le tildaban d traidor y era expuesto a la risa y vergüenza públicas.
Tenían que llevar los estandartes del jefe de los Tártaros.

Aquel que no los llevase era considerado traidor a la patria. Por cantar la gloria del Dios desconocido a quien adoraban los cristianos.

Entonces hicieron lo fácil: se lo entregaron al príncipe de los moscovitas, que se llamaba Georges Danielocitch.

Este príncipe tenía tan malas entrañas que no pensaba nada más que en acabar con ellos y con él.

Lleno de desesperación por la valentía que demostraban los cristianos y Miguel a su cabeza, se enfadó tanto que ordenó que todos fueran llevados a la muerte sin más juicio.
Los esbirros los asesinaron con sus espadas.

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Filemón y Apia, Santa Mártires, 22 Noviembre  

Filemón y Apia, Santa

Discípulos de San Pablo

 

Etimológicamente significa "lo mismo". Viene de la lengua latina.

El profeta Miqueas dice: " El pueblo que te has elegido, Señor, mora solitario en un campo feraz; sé su pastor"

En el transcurso de sus dos primeros viajes apostólicos, san Pablo conoció y convirtió a una familia ejemplar, que vivía en Colosas.

El marido y padre se llamaba Filemón. La mujer era una señora óptima. Se llamaba Apia.

El marido llegó a ser uno de los cristianos más celosos y bienhechor de esta ciudad.

Cuando salió Pablo, él mismo predicaba y organizó la primitiva iglesia de la ciudad reuniendo a toda su familia.

Tenían esclavos a su servicio. Uno de ellos era un ladrón y un flojo en el trabajo. Después de un robo huyó de casa.

El esclavo, sin embargo, quedó cautivado por la predicación de Pablo.

Por eso, al encontrarlo en Roma, se hizo bautizar y se convirtió al cristianismo.

Pablo le escribió una carta a Filemón diciéndole que perdonara al esclavo y a que fuera paciente con él.

La carta es una obra maestra de trato, delicadeza y afecto para con los esclavos.

Los dos perdonaron a Onésimo su pecado.

No se sabe mucho más de esta pareja. Tan sólo que la persecución de Nerón los llevó al martirio en el siglo I.

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Fuente: Vatican.va
Pedro Esqueda Ramírez, Santo Mártir, 22 Noviembre  

Pedro Esqueda Ramírez, Santo

Nació en San Juan de los Lagos, Jal. (Diócesis de San Juan de los Lagos), el 29 de abril de 1887.

Vicario de San Juan de los Lagos. El ministerio al que se dedicó con verdadera pasión fue la catequesis de los niños.

Fundó varios centros de estudio y una escuela para la formación de catequistas. Siempre fue muy devoto del Santísimo. En plena persecución organizaba a las familias para que no faltaran a la guardia perpetua a Jesús Sacramentado en casas particulares.

Desde el momento de ser apresado fue tan duramente golpeado, que se le abrió una herida en la cara. Un militar, después de golpearlo, le dijo: "Ahora ya has de estar arrepentido de ser cura"; a lo que contestó dulcemente el padre Pedro: "No, ni un momento, y poco me falta para ver el cielo".

El 22 de noviembre de 1927 fue sacado de su prisión para ser ejecutado; los niños le rodearon y el Padre Esqueda insistentemente le repitió a un pequeño que caminaba junto a él: "No dejes de estudiar el catecismo, ni dejes la doctrina cristiana para nada".

Y en un pedazo de papel escribió sus últimas recomendaciones para las catequistas. Al llegar a las afueras del poblado de Teocaltitlán, Jalisco, le dispararon tres balas que cambiaron su vida terrena por la eterna.

Fue canonizado por Juan Pablo II el 21 de Mayo de 2000.

Para ver más sobre sus 24 compañeros mártires en México haz "click"
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Fuente: Vatican.va
Salvador Lilli y compañeros mártires, Beato Mártires, 22 Noviembre  

Salvador Lilli y compañeros mártires, Beato

Salvatore Lilli nació en Capadocia, provincia italiana de Aquila, el 19 de junio de 1853. En 1870 entró en la Orden franciscana. En 1873 tuvo que proseguir los estudios en Tierra Santa, pues el Gobierno italiano había suprimido las Órdenes religiosas. Recibió la ordenación sacerdotal en Jerusalén, el 16 de abril de 1878.

En 1880 fue enviado a Marasc, misión de Armenia Menor (Turquía), comprendida en la Custodia franciscana de Tierra Santa que abarca Egipto, Israel, Jordania, Siria, Líbano, Chipre y Rodas.

Tras un breve viaje a Italia en 1886, prosiguió la actividad apostólica en Marasc, y en 1890 fue nombrado párroco de esta localidad. En la epidemia de cólera del mismo año, el P. Lilli se prodigó tan extraordinariamente en la atención a los apestados, que sus colaboradores lo jugaron exagerado.

En 1894 pasó a la misión de Mujuk–Deresi, a siete horas de viaje a caballo de Marasc. Al año siguiente estalló una fuerte persecución contra los cristianos armenios, que siempre habían sido marginados y despreciados a causa de su fidelidad a la religión cristiana. La matanza de hombres, mujeres, niños y ancianos causó miles de víctimas en la región. El P. Lilli recibió un mensaje urgente de sus superiores que le sugerían que abandonase el puesto; al segundo mensaje en el mismo sentido, el misionero respondió que "el Pastor no puede abandonar a las ovejas en peligro", y decidió quedarse junto a los armenios perseguidos. Un mes después, los soldados entraron a bayoneta calada y el heroico franciscano fue herido en una pierna cuando intentaba ayudar a las víctimas. Invadido su convento por la tropa, fue hecho prisionero y encerrado en una celda de la casa franciscana. Alternando halagos y amenazas, promesas y malos tratos, el jefe de los soldados trató de conseguir que renegase de Cristo y se pasase a Mahoma. Una semana después le obligaron a partir con varios campesinos del lugar, también prisioneros, hacia Marasc. Se reunieron todos en la iglesia, y el P. Lilli les confesó y animó al martirio. Después de dos horas de duro caminar (en el grupo había una niña de 11 años que luego será testigo del martirio), llegaron al borde de un torrente, y el jefe de nuevo les conminó a renegar de Cristo. Ante su unánime respuesta negativa, el comandante ordenó matarlos a bayoneta calada. El martirio se consumó el 22 de noviembre de 1895, cuando el P. Salvador Lilli tenía 42 años. Sus siete compañeros de martirio eran: Baldji Oghlou Ohannes, Khodianin Oghlou Kadir, Kouradji Oghlou Tzeroum, Dimbalac Oghlou Wartavar, Geremia Oghlou Boghos, David Oghlou David y Toros Oghlou David, todos ellos armenios.

El proceso ordinario para la beatificación de estos mártires se instruyó en 1930-32, y la causa se incoó en la Sagrada Congregación de Ritos el año 1959, siendo Papa Juan XXIII, conocedor y amante de las Iglesias orientales de Europa. En 1962-64 se instruyeron procesos apostólicos en Alepo (Siria) y Beirut. El 3 de octubre de 1982, Juan Pablo II los proclamó Beatos, precisamente al clausurarse el VIII centenario del nacimiento de San Francisco de Asís.

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Fuente: ACI Prensa
Tomás Reggio, Beato Obispo, 22 Noviembre  

Tomás Reggio, Beato

Nació en Génova (Italia) el 9 de Enero de 1818 de una familia noble. Aunque si podría prever para él una carrera brillante, a los 20 años decidió ser sacerdote dejando todo para atrás.

"Quiero hacerme santo, cueste lo que cueste", dirá Tomás en el momento en que su opción si llegó a ser definitiva.

Recibió la Ordenación Sacerdotal el 18 de Septiembre de 1841 y, con apenas veinticinco años, fue nombrado vice-rector del Seminario de Génova y sucesivamente rector del Seminario de Chiávari. En este servicio se dedicó con valor a la formación de los futuros sacerdotes para que estuviesen dispuestos a comprometer la propia vida, sin recelos, por Dios y por la iglesia.

Precisamente en cuanto dirigía el Seminario, desenvolvió una intensa actividad como jornalista y fue uno de los cofundadores del primer jornal italiano católico, preocupándose con defender la fe y los principios auténticos del cristianismo.

En 1865, durante la campaña electoral, el "Estandarte católico" – así se llamaba el jornal - condujo la lucha para promover listas de candidatos católicos y pensó en crear un partido católico.

La idea era demasiado audaz, y cuando en 1874 el "non expedit" sonaba claramente y los católicos fueron invitados a no votar, el Padre Tomás "intuyó" que su jornal no podría continuar. Acató las ordenes de los superiores y prefirió estar en sintonía con el Papa y la Iglesia; apenas expuso su pensamiento cuando fue consultado por la Santa Sede.

En 1877 fue consagrado Obispo de Ventimiglia, diócesis muy pobre: lo cubrió varias veces, fue pastor clarividente y verdadero guía espiritual de su rebaño, convoco tres sínodos en quince años, creo nuevas parroquias, renovó la liturgia y se esforzó por mantener el patrimonio artístico de las Iglesias.

En 1878 fundo la Congregación de las Religiosas de Santa Marta, que tenían por finalidad "responder a las necesidades de todos los tiempos. Pidió a las hermanas de acogiesen a los más pobres entre los pobres "como Marta, que tuvo la ventura de servir a Jesús con el humilde trabajo de sus manos". Estas religiosas aprendieron de ella a adorar en silencio, a alimentarse de la oración, a encontrar de rodillas las razones de una fe, que hay que descubrir a Cristo en los pequeñitos con los cuales él se identificó.

Cuando, en 1887, un terremoto devasto la Región, D. Reggio, a pesar de su avanzada edad, se presentó inmediatamente junto a los afligidos por la catástrofe llevándoles ayuda, y después convoco a los párrocos pidiéndoles que lo informasen sobre el Estado de sus parroquias, a fin de providenciar las ayudas que recibía de muchas personas, entre la cuales lectores de varios periódico.

Fue pródigo, reservando para si apenas su batina y su antiguo reloj, testimonio así que se hizo pobre por su gente. Cuido de modo especial de los muchos huérfanos victimas del terremoto, inicialmente asistió en algunos centros ya existentes en la ciudad que el creó, más tarde, un orfanato en Ventimiglia entrego al cuidado de las Religiosas de Santa Marta.

En 1892 escribió al Papa: "Pido a Su Santidad que me exonere del cargo episcopal, a fin de poder ser un simple sacerdote para que la diócesis no vaya a sufrir a causa de mi edad y se confié a otro una tarea tan pesada".

La respuesta del Santo Padre fue sorprendente: en Mayo de ese mismo años, D. Tomás fue nombrado Arzobispo de Génova. A pesar de sus 74 años de edad y de las dificultades, acepto humildemente el cargo para cumplir la voluntad de Dios.

Cuando en 1900 la Italia católica decidió consagrar a Dios y a la Virgen el nuevo siglo, D. Tomás Regio invito a todos los Obispos de la Región a una gran peregrinación al Monte Saccarello, donde se coloco la estatua del redentor. También él partió de Génova en un carruaje de tercera clase, con otros sacerdotes y muchos peregrinos, hasta Triora, pequeña localidad a los pies del Monte. El deseo de proseguir a pie el itinerario de la peregrinación era muy fuerte, más no le fue posible hacerlo, pues un malestar sé lo impidió. Fue el inicio de la enfermedad que lo llevaría la termino de su vida.

Falleció en la tarde del 22 de Noviembre de 1903, respondiendo a aquellos que se preguntaban si desearía alguna cosa: "Dios, Dios, solo Dios me basta!". La respuesta fue la expresión de eso que lo movió siempre.

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Fuente: LaSalle.org
Elías Julián Torrijo, Beato Mártir Lasallista, 22 Noviembre  

Elías Julián Torrijo, Beato

Julián Torrijo Sánchez nació en Torrijo del Campo, Teruel, el 17 de noviembre de 1900. Fue bautizado el 18 del mismo mes.

Ingresó en el Noviciado Menor de Cambrils el 3 de noviembre de 1916. Recibió el Hábito el 11 de febrero de 1917 en Hostalets de Llers, Gerona.
Comenzó su apostolado con los párvulos de Sta. Coloma de Farnés en 1920.

En 1925 le encomendaron los trabajos de carpintería en la construcción del Noviciado de Cambrils, pues antes de entrar con los Hermanos ayudaba a su padre en este oficio.

En 1928 fue nombrado Administrador del Internado de Manlleu. En 1929 volvió a la clase en San Hipólito de Voltregá y luego estuvo dos años en Condal. En 1934 pasó a la Escuela Nuestra Señora del Carmen, en Barcelona.

Debido a una enfermedad, tuvo que pasar una temporada en la enfermería de Cambrils. Allí se hallaba cuando estalló la persecución religiosa.

Era una persona sencilla, servicial y de gran capacidad de trabajo.
Junto con el Hno. Bertrán Francisco, se le encomendó acompañar a un grupo de Novicios y Escolásticos aragoneses a sus casas, pero antes de llegar, en Segunto, los interceptaron los milicianos. Llegados a Valencia y no pudiendo continuar a Aragón, distribuyeron a los chicos en las casas de familias amigas.

En una de las visitas a los chicos, fueron interceptados, identificados como religiosos y detenidos. De los calabozos del Gobierno Civil, fueron trasladados a la Cárcel Modelo de Valencia. Al ser fusilado, el Hno. Elías tenía 35 años.

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Fuente: Lasalle.org
Beltrán Francisco Lahoz, Beato Mártir Lasallista, 22 Noviembre  

Beltrán Francisco Lahoz, Beato

Francisco Lahoz Moliner nació en Campos, Teruel, el 15 de octubre de 1912. Fue bautizado al día siguiente de su nacimiento.

El 10 de agosto de 1925 ingresó en el Noviciado Menor de Cambrils, procedente del Aspirantado de Monreal del Campo.
Tomó el Hábito el 2 de febrero de 1929.

Terminada su formación en el Escolasticado, fue asignado como profesor del Noviciado Menor, en donde se ocupó de los alumnos con mayores dificultades de aprendizaje y después fue asignado a la catequesis de los novicios.

De carácter firme y austero, era paciente para soportar bromas y su actitud con los demás era complaciente y fina. Hombre modesto y de gran capacidad de trabajo.

Con motivo de la persecución religiosa de 1936, se le encomendó, junto con el Hno. Elías Julián, acompañar a los novicios de la región de Valencia y Aragón.

Como se mencionó en los datos del Hno. Elías Julián, después de haber permanecido aislados en forma casi total, fueron sumariamente juzgados y fusilados en el campo militar de Benimamet. El Hno. Bertrán Francisco tenía 24 años de edad. Fueron sepultados en una fosa común del cementerio de Valencia.

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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com

 

Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/

 

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