JMJ
Pax
Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 22, 34-40
Gloria, a ti Señor.
En aquel tiempo, habiéndose enterado los fariseos de que Jesús había dejado callados a los saduceos, se acercaron a él. Uno de ellos, que era doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
"Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley?"
Jesús le respondió:
"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más grande y el primero de los mandamientos. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu próximo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se fundan toda la ley y los profetas".
Palabra del Señor.
Gloria, a ti señor.
Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.
El Misterio de la Misa en 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=0QCx-5Aqyrk
El que no valora una obra de arte es porque necesita cultura: https://www.youtube.com/watch?v=mTKKaT-KaKw
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu
El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
San Leonardo, "El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc
Audio (1/5): https://www.youtube.com/watch?v=2NjKuVnxH58
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?
Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).
Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?
Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html
Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa (Jn 15,22).
† Misal
vie 20a. Ordinario año impar
Señor, no me abandones, no te me alejes, Dios mío. Ven de prisa a socorrerme, Señor, mi salvador.
Oremos:
Dios omnipotente y misericordioso, de cuya mano proviene el don de servirte y de alabarte, ayúdanos a vencer en esta vida cuanto pueda separarnos de ti.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios
Lectura del libro de Rut 1,1. 3-8. 14-16. 22
En tiempo de los jueces, hubo hambre en el país dé Judá y un hombre de Belén, llamado Elimélek, se fue a residir con Noemí, su esposa, y sus dos hijos a la región de Moab.
Murió Elimélek, y Noemí se quedó sola con sus dos hijos. Estos se casaron con dos mujeres moabitas: una se llamaba Orpá y la otra, Rut. Vivieron allí unos diez años y murieron también los hijos de Noemí, Malón y Kilión, y ella se quedó sin hijos y sin esposo.
Entonces decidió abandonar los campos de Moab y regresar al país de Judá con sus dos nueras, porque oyó decir que el Señor había favorecido al pueblo y le daba buenas cosechas. Se pusieron, pues, en camino, para volver a la tierra de Judá. Entonces Noemí dijo a sus dos nueras:
"Vuélvase cada una a casa de su madre. Que el Señor tenga piedad de ustedes, como ustedes la han tenido con mis hijos y conmigo".
Ellas rompieron a llorar y Orpá besó a su suegra, Noemí, y se volvió a su pueblo; pero Rut se quedó con su suegra. Entonces Noemí le dijo a Rut:
"Tu concuña se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú también con ella".
Pero Rut respondió:
"No insistas en que te abandone y me vaya, porque a donde tú vayas, iré yo; donde tú vivas, viviré yo; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios".
Así fue como Noemí, con su nuera Rut, la moabita, regresó de los campos de Moab y llegó con ella a Belén, al comienzo de la cosecha de la cebada.
Palabra de Dios.
Del salmo 145
Alabaré al Señor toda mi vida.
Dichoso aquel que es auxiliado por el Dios de Jacob y pone su esperanza en el Señor, su Dios, que hizo el cielo y la tierra, el mar y cuanto el mar encierra.
Alabaré al Señor toda mi vida.
El Señor siempre es fiel a su palabra, y es quien hace justicia al oprimido; él proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo.
Alabaré al Señor toda mi vida.
Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama el Señor al hombre justo y toma al forastero a su cuidado.
Alabaré al Señor toda mi vida.
A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del inicuo. Reina el Señor eternamente, reina tu Dios, oh Sión, reina por siglos.
Alabaré al Señor toda mi vida.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Descúbrenos, Señor, tus caminos y guíanos con la verdad de tu doctrina.
Aleluya.
Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 22, 34-40
Gloria, a ti Señor.
En aquel tiempo, habiéndose enterado los fariseos de que Jesús había dejado callados a los saduceos, se acercaron a él. Uno de ellos, que era doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
"Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley?"
Jesús le respondió:
"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más grande y el primero de los mandamientos. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu próximo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se fundan toda la ley y los profetas".
Palabra del Señor.
Gloria, a ti señor.
Que este sacrificio que vamos a ofrecerte en comunión con toda tu Iglesia, te sea agradable, Señor, y nos obtenga la plenitud de tu misericordia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
La salvación por Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Pues por amor creaste al hombre, y, aunque condenado justamente, lo redimiste por tu misericordia, por Cristo nuestro Señor.
Por él,
los ángeles y arcángeles y todos los coros celestiales celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza:
Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Continúa, Señor, en nosotros tu obra de salvación por medio de esta Eucaristía para que, cada vez más unidos a Cristo en esta vida, merezcamos vivir con él eternamente.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén
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Dia 25/08-1 San José Calasanz (Presbítero, blanco)
Antífona de Entrada
Dejen que los niños se acerquen a mí: no se los impidan; de los que son como ellos es el Reino de Dios, dice el Señor.
Oración Colecta
Oremos:
Señor, tú elegiste entre tus fieles a san José Calasanz, para que mostrara a sus hermanos el camino que conduce a ti; concédenos que su ejemplo nos ayude a seguir a Jesucristo, nuestro Maestro, para que un día logremos alcanzar, junto con nuestros hermanos, la gloria de tu reino.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
El amor dura por siempre
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 31; 13, 1-13
Hermanos: Aspiren a los dones de Dios más excelente. Voy a mostrarles el camino mejor de todos. Aunque yo hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor; no soy más que una campana que resuena o unos platillos que aturden. Aunque yo tuviera el don de profecía y penetrara todos los misterios, aunque yo poseyera en grado sublime el don de ciencia y mi fe fuera tan grande como para cambiar de sitio las montañas, si no tengo amor, nada soy. Aunque yo repartiera en limosnas todos mis bienes y aunque me dejara quemar vivo, si no tengo amor, de nada me sirve.
El amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene envidia; el amor no es presumido ni se envanece; no es grosero ni egoísta; no se irrita ni guarda rencor; no se alegra con la injusticia, sino que goza con la verdad. El amor disculpa sin límites, confía sin límites, espera sin límites, soporta sin límites.
El amor dura por siempre; en cambio, el don de profecía se acabará; el don de lenguas desaparecerá, y el don de ciencia dejará de existir, porque nuestros dones de ciencia y de profecía son imperfectos. Pero, cuando llegue la consumación, todo lo imperfecto desaparecerá. Cuando yo era niño, hablaba como niño, sentía como niño y pensaba como niño; pero cuando llegué a ser hombre, hice a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo y oscuramente, pero después será cara a cara. Ahora sólo conozco de una manera imperfecta, pero entonces conoceré a Dios como él me conoce a mí. Ahora tenemos estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor; pero el amor es la mayor de las tres.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del Salmo 33
Bendigo al Señor en todo momento.
Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren.
Bendigo al Señor en todo momento.
Proclamen conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nombre. Yo consulté al Señor y me respondió, me libró de todas mi ansias.
Bendigo al Señor en todo momento.
Contémplenlo y quedarán radiantes, su rostro no se avergonzará. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha y lo salva de sus angustias. Bendigo al Señor en todo momento El ángel del Señor acampa en torno a sus fieles y los protege. Gusten qué bueno es el Señor, dichoso el que acoge a él. Bendigo al Señor en todo momento Todos sus santos teman al Señor, porque nada les falta a los que lo temen; los ricos empobrecen y pasan hombre, los que buscan al Señor no carecen de nada. Bendigo al Señor en todo momento
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Permanezcan en mí y yo en ustedes, dice el Señor; el que permanece en mí da fruto abundante.
Aleluya.
Evangelio
Si no vuelven a ser como niños, no entrarán en Reino de los cielos
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 18, 1-5
Gloria a ti, Señor.
En cierta ocasión, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:
"Quién es más grande en el Reino de los cielos"
Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y les dijo:
"Yo les aseguro a ustedes que si no cambian y no se hacen como los niños, no entrarán en el Reino de los cielos. Así pues, quien haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí"
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que tu pueblo te presenta en honor de san José Calasanz, y concédenos que, mediante nuestra participación en este sagrado misterio, seamos siempre testimonio de tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
Los santos pastores siguen presentes en la Iglesia
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo,Señor nuestro.
Porque permites que tu Iglesia se alegre hoy con la festividad de san José Calasanz, para animarnos con el ejemplo de su vida, instruirnos con su palabra y protegernos con su intercesión.
Por eso,
con los ángeles y los santos, te cantamos el himno de alabanza diciendo sin cesar:
Antífona de la Comunión
El que me sigue no camina en las tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida, dice el Señor.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Señor, que este sagrado banquete nos dé fuerza para que, siguiendo el ejemplo de san José Calasanz, llevemos la práctica el amor a los demás y la luz de tu verdad.
Por nuestro, Señor Jesucristo.
Amén.
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Día 25/08-2 San Luis de Francia (Santo, blanco)
Antífona de Entrada
El justo crecerá como palmera, se alzará como cedro del Líbano; plantado en la casa del Señor, en los atrios de nuestro Dios.
Oración Colecta
Oremos:
¡Oh Dios!, que has trasladado a san Luis de Francia desde los afanes del gobierno temporal al reino de tu gloria; concédenos, por su intercesión, buscar ante todo tu reino en medio de nuestras ocupaciones temporales.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera lectura
Parte tu pan con el hambriento
Lectura del profeta Isaías 58, 6-11.
Esto dice el Señor:
"El ayuno que yo quiero es éste: abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos; partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo, y no cerrarte a tu propia carne.
Entonces romperá tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana; te abrirá camino la justicia, detrás irá la gloria del Señor. Entonces clamarás al Señor y te responderá; gritarás y te dirá: Aquí estoy. Cuando destierres el ti la opresión, de gesto amenazador y la maledicencia, cuando partas tu pan con el hambriento y sacies el estómago del indigente, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía.
El Señor te dará reposo permanente, en el desierto saciará tu hambre, hará fuertes tus huesos, serás un huerto bien regado, un manantial de aguas cuya vena nunca engaña.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del Salmo 111
Dichoso quien teme al Señor.
Dichoso quien teme al Señor y ama de corazón sus mandatos. Su linaje será poderosos en la tierra, la descendencia del justo será bendita.
Dichoso quien teme al Señor.
En su casa habrá riquezas y en abundancia; su caridad es constante, sin falta. En las tinieblas brilla como una luz el que es justo, clemente y compasivo.
Dichoso quien teme al Señor.
Dichoso el se apiada y presta y administra rectamente sus asuntos. El justo jamás vacilará; su recuerdo será perpetuo; no temerá las malas noticias.
Dichoso quien teme al Señor.
Su corazón está firme en el Señor. Su corazón está seguro, sin temor, hasta ver derrotado a sus enemigos.
Dichoso quien teme al Señor.
Reparte limosna a los pobres, su caridad es constante, sin falta, y alzará la frente con dignidad.
Dichoso quien teme al Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Les doy un mandamiento nuevo: que se amén unos a otros como yo los he amado, dice el Señor.
Aleluya.
Evangelio
Amarás al Señor tu Dios y a tu prójimo como a ti mismo
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 22, 34-40
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se acercaron a Jesús, y uno de ellos le preguntó para ponerlo a prueba:
"Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de Ley?"
El dijo:
"Amarás al señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser". Este mandamiento es el principal y primero. Es segundo es semejante a él. "Amarás a tu prójimo como a ti mismo".
Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los Profetas".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Señor, al presentar sobre tu altar esta ofrenda, concédenos aquel sentimiento de piedad que infundiste a san Luis de Francia; para que nos entreguemos con pureza de alma y corazón devoto a esta sagrada celebración; que nuestro sacrificio te sea agradable a ti y provechoso para nosotros.
Por nuestro, Señor Jesucristo.
Amén.
Prefacio
La gloria de los santos
En verdad es justo darte gracias y deber nuestro glorificarte, Padre santo. Porque tu gloria resplandece en cada uno de los Santos, ya que, al coronar sus méritos, coronas tus propios dones.
Con su vida, nos proporcionas ejemplo; ayuda, con su intercesión, y por la comunión con ellos, nos haces participar de sus bienes, para que, alentados por testigos tan insignes, lleguemos victoriosos al fin de la carrera y alcancemos con ellos la corona inmortal de la gloria, por Cristo, Señor nuestro.
Por eso,
con los ángeles y arcángeles, y con la multitud de los santos, te cantamos un himno de alabanza diciendo sin cesar:
Antífona de la Comunión
Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados y yo los aliviaré, dice el Señor.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Que la comunión de tus sacramentos nos salve, Señor, y nos afiance en la luz de tu verdad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
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† Meditación diaria
20ª semana. Viernes
CON TODO EL CORAZÓN
— El principal Mandamiento de la Ley. Amar con todo nuestro ser.
— Amar a Dios también con el corazón.
— Manifestaciones de piedad.
I. Amar a Dios no es simplemente algo muy importante para el hombre: es lo único que importa absolutamente, aquello para lo que fue creado y, por tanto, su quehacer fundamental aquí en la tierra y, luego, su único quehacer eterno en el Cielo; aquello en lo que alcanza su felicidad y su plenitud. Sin esto, la vida del hombre queda vacía. Verdaderamente acertadas fueron aquellas palabras que, después de una vida de muchos sufrimientos físicos, dejó escritas un alma que amó mucho al Señor: «lo que frustra una vida –escribió en una pequeña nota– no es el dolor, sino la falta de amor». Este es el gran fracaso: no haber amado. Haber hecho quizá muchas cosas en la vida, pero no haber llevado a cabo lo que realmente importaba: el Amor a Dios.
Leemos hoy en el Evangelio de la Misa1 que, con ánimo de tentarle, de tergiversar sus palabras, se acercó a Cristo un fariseo y le preguntó:Maestro, ¿cuál es el principal mandamiento de la Ley? Quizá esperaba oír algo que le permitiera acusar a Jesús de ir contra la Escritura. Pero Jesús le respondió: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y el primer mandamiento. Dios no pide para Sí un puesto más en nuestro corazón, en nuestra alma, en nuestra mente, junto a otros amores: quiere la totalidad del querer. No un poco de amor, un poco de la vida, sino que quiere la totalidad del ser. «Dios es Todo, el Único, lo Absoluto, y debe ser amado ex toto corde, absolutamente»2, sin poner término ni medida.
Cristo, el Dios hecho hombre que viene a salvarnos, nos ama con amor único y personal, «es un amante celoso» que pide todo nuestro querer. Espera que le demos lo que tenemos, siguiendo la personal vocación a la que nos llamó un día y nos sigue llamando diariamente en medio de nuestros quehaceres y a través de las circunstancias –gratas o no– que suceden en cada jornada. «Dios tiene derecho a decirnos: ¿piensas en Mí?, ¿tienes presencia mía?, ¿me buscas como apoyo tuyo?, ¿me buscas como Luz de tu vida, como coraza..., como todo?
»—Por tanto, reafírmate en este propósito: en las horas que la gente de la tierra califica de buenas, clamaré: ¡Señor! En las horas que llama malas, repetiré: ¡Señor!»3. Toda circunstancia nos debe servir para amarle con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente..., con la existencia entera. No solo cuando vamos al templo a visitarle, a comulgar..., sino en medio del trabajo, cuando llega el dolor, el fracaso, o una buena noticia inesperada. Muchas veces hemos de decirle en la intimidad de nuestro corazón: «Jesús, te amo», acepto esta contradicción con paz por Ti, terminaré esta tarea acabadamente porque sé que a Ti te agrada, que no Te es indiferente el que lo haga de un modo u otro... Ahora, en nuestra oración, podemos decirle: Jesús, te amo..., pero enséñame a amarte; que yo aprenda a quererte con el corazón y con obras.
II. Dame, hijo mío, tu corazón y pon tus ojos en mis caminos4.
Al comentar el precepto de amar a Dios con todo el corazón, enseña Santo Tomás que el principio del amor es doble, pues se puede amar tanto con el sentimiento como por lo que nos dice la razón. Con el sentimiento, cuando el hombre no sabe vivir sin aquello que ama. Por el dictado de la razón, cuando ama lo que el entendimiento le dice. Y nosotros debemos amar a Dios de ambos modos: también con nuestro corazón humano, con el afecto con que queremos a las criaturas de la tierra5, con el único corazón que tenemos. El corazón, la afectividad, es parte integrante de nuestro ser. «Siendo hombres –comenta San Juan Crisóstomo contra la secta maniquea, que consideraba los sentimientos humanos esencialmente malos– no es posible carecer por completo de las emociones; podemos dominarlas, pero no vivir sin ellas. Además, la pasión puede ser provechosa, si sabemos usarla cuando es necesaria»6. Humano y sobrenatural es el amor que contemplamos en Jesucristo cuando leemos el Evangelio: lleno de calor, de vibración, de ternura...; cuando se dirige a su Padre celestial y cuando está con los hombres: se conmueve ante una madre viuda que ha perdido a su único hijo, llora por un amigo que ha muerto, echa de menos la gratitud de unos leprosos que habían sido curados de su enfermedad, se muestra siempre cordial, abierto a todos, incluso en los momentos terribles y sublimes de la Pasión... Nosotros, que ansiamos seguir a Cristo muy de cerca, ser de veras discípulos suyos, hemos de recordar que la vida cristiana no consiste «en pensar mucho, sino en amar mucho»7.
En las emociones y sentimientos experimentamos muchas veces nuestra indigencia, la necesidad de ayuda, de protección, de cariño, de felicidad... Y esos sentimientos, a veces muy profundos, pueden y deben ser cauce para buscar a Dios, para decirle que le amamos, que tenemos necesidad de su ayuda, para permanecer junto a Él. Si nuestra conducta fuera solo fruto de elecciones racionales y frías, o pretendiéramos ignorar la vertiente afectiva de nuestro ser, no viviríamos íntegramente como Dios quiere, y a la larga sería posible que ni siquiera le amáramos de ningún modo. Dios nos hizo con cuerpo y alma, y con nuestro ser entero –corazón, mente, fuerzas– nos dice Jesús Maestro que debemos amarle.
Puede ocurrir que alguna vez nos encontremos fríos y desganados, como si el corazón se hubiera adormecido, pues los sentimientos se presentan y desaparecen de manera a veces imprevisible. No podemos entonces conformarnos con seguir al Señor de mala gana, como quien cumple una obligación onerosa o se toma una medicina amarga. Es necesario entonces poner los medios para salir de ese estado, por si en vez de ser una purificación pasiva, que el Señor puede permitir, fuese únicamente tibieza, falta de amor verdadero. Hemos de amar a Dios con la voluntad firme, y siempre que sea posible con los sentimientos nobles que encierra el corazón; con la ayuda del Señor, la mayor parte de las veces será posible despertar los afectos, encender de nuevo el corazón, aunque falte una resonancia interior de complacencia.
En otras ocasiones, Dios nos trata como una madre cariñosa que, sin el hijo esperarlo, le premia dándole un dulce o, sencillamente, se lo da porque quiere tener una especial manifestación de cariño con el pequeño. Y él, que siempre ha querido a su madre, se vuelve loco de contento e incluso se ofrece voluntario para lo que sea preciso, en su afán de mostrarse agradecido. Pero ese hijo rechazará todo pensamiento que le induzca a considerar que su madre no le quiere cuando no le regale con golosinas, y, si tiene algo de sentido común, sabrá ver el amor de su madre también detrás de una corrección o cuando lo ha de llevar al médico. Así nosotros con nuestro Padre Dios, que nos quiere mucho más. En esas épocas debemos aprovechar esos consuelos más sensibles para acercarnos más al Señor, para corresponder con más generosidad en la lucha diaria, aunque sabemos que no está en los sentimientos la esencia del amor.
III. Mi corazón se vuelve como la cera, se me derrite entre mis entrañas8, dice la Escritura.
Es necesario cultivar el amor, protegerlo, alimentarlo. Evitando el amaneramiento, debemos practicar las manifestaciones afectivas de piedad –sin reducir el amor a estas manifestaciones–, poner el corazón al besar un crucifijo o al mirar una imagen de Nuestra Señora..., y no querer ir a Dios solo «a fuerza de brazos», que a la larga fatiga y empobrece el trato con Cristo. No debemos olvidar que en las relaciones con Dios el corazón es un auxiliar precioso. «Tu inteligencia está torpe, inactiva: haces esfuerzos inútiles para coordinar las ideas en la presencia del Señor: ¡un verdadero atontamiento!
»No te esfuerces, ni te preocupes. -Óyeme bien: es la hora del corazón»9. Es el momento quizá de decirle unas pocas palabras sencillas, como cuando teníamos pocos años de edad; repetir con atención jaculatorias llenas de piedad, de cariño; porque los que andan por los caminos del amor de Dios saben hasta qué punto es importante el hacer todos los días lo mismo: palabras, acciones, gestos que el Amor transfigura diariamente en otros tantos por estrenar10.
Para amar a Dios con todo el corazón hemos de acudir con frecuencia a la Humanidad Santísima de Jesús –y quizá leer durante una temporada una vida de Cristo–: contemplarle como perfecto Dios y como Hombre perfecto. Observar su comportamiento con quienes acuden a Él: su compasión misericordiosa, su amor por todos. De modo particular, meditaremos su Pasión y Muerte en la Cruz, su generosidad sin límites cuando más sufre. Otras veces nos dirigiremos a Dios con las mismas palabras con que se expresa el amor humano, y podremos convertir incluso las canciones que hablan de ese amor limpio y noble en verdadera oración.
El amor a Dios –como todo amor verdadero– no es solo sentimiento; no es sensiblería, ni sentimentalismo vacío, pues ha de conducir a múltiples manifestaciones operativas; es más, debe dirigir todos los aspectos de la vida del hombre. «"Obras son amores y no buenas razones". ¡Obras, obras! –Propósito: seguiré diciéndote muchas veces que te amo –¡cuántas te lo he repetido hoy!-; pero, con tu gracia, será sobre todo mi conducta, serán las pequeñeces de cada día –con elocuencia muda– las que clamen delante de Ti, mostrándote mi Amor»11.
1 Mt 22, 34-40. — 2 F. Ocáriz, Amor a Dios, amor a los hombres, Palabra, 4ª ed., Madrid 1979, p. 22. — 3 Cfr. San Josemaría Escrivá, Forja, n. 506. — 4 Prov 23, 26. — 5 Cfr. Santo Tomás, Comentario al Evangelio de San Mateo, 22, 4. — 6 San Juan Crisóstomo, Homilías sobre el Evangelio de San Mateo, 16, 7, — 7 Cfr. Juan Pablo II,Homilía, Ávila 1-XI-1982; Santa Teresa de Jesús, Castillo interior, IV, 1, 7. — 8 Sal 21, 15. — 9 San Josemaría Escrivá, Camino, n. 102. — 10 Cfr. J. M. Escartín, Meditación del Rosario, Palabra, 3ª ed., Madrid 1971, p. 63. — 11 San Josemaría Escrivá, Forja, n. 498.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
San José Calasanz,
Fundador de los Escolapios,
Año 1648
Que Dios nos mande siempre muchos educadores como San José,
y que su ejemplo nos lleve a recordar
aquel famoso dicho de Jesucristo:
"Es necesario padecer en la tierra,
para entrar en la gloria eterna". (Lc. 24,26).
Crónicas de un maestro - San José de Calasanz - Parte 1 / 4 … San José deCalasanz, fundador de la Orden de las Escuelas … los niños pobres y ricos, nacido en Peralta de la Sal, fue el primer hombre en crear un sistema …
Crónicas de un maestro - San José de Calasanz - Parte 1 / 4
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Crónicas de un maestro - San José de Calasanz - Parte 2 / 4
Crónicas de un maestro - San José de Calasanz - Parte 3 / 4
Crónicas de un maestro - San José de Calasanz - Parte 4 / 4
074-SAN JOSE DE CALASANZ-HISTORIETA
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Vida de San José de Calasanz
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Aprende a admirar un cuadro: La última comunión de San José de Calasanz (Goya)
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Un cardenal que después fue Sumo Pontífice, llamó a San José Calasanz "un segundo Job" porque tuvo que sufrir persecuciones como el santo Job de lo Biblia.
Nuestro santo fue sepultado un 26 de agosto del año 1648.
Nació en Aragón, España, en 1556, hijo del gobernador de la región.
Su padre deseaba que fuera militar, pero los religiosos que lo instruyeron en su niñez lo entusiasmaron por la vida sacerdotal, y pidió que le dejaran hacer estudios eclesiásticos. Desde muy pequeño su gran deseo era poder alejar el mal y el pecado de las almas de los demás.
En el colegio se burlaban de él los compañeros, porque les perecía demasiado piadoso, pero poco a poco con su amabilidad los fue ganando a su favor.
Siendo universitario tuvo que huir de la ciudad donde estudiaba porque una mujer joven pretendía hacerlo pecar. Imitaba así a José el de la Biblia, que prefirió perder cualquier amistad aunque fuera de persona de alta clase social, con tal de no ofender a Dios.
Su padre deseaba que José fuera el heredero administrador de sus muchos bienes y riquezas. Pero en una gravísima enfermedad, el joven le prometió a Dios que si le concedía la curación, se dedicaría únicamente a trabajar por la salvación de las almas. El joven curó de la enfermedad, y entonces el papá le permitió cumplir su promesa, y fue ordenado sacerdote. Ya antes se había graduado de doctor en la universidad de Alcalá.
Cargos importantes. Como tenía fama de gran santidad y de mucha sabiduría, el señor obispo le fue concediendo puestos de mucha responsabilidad. Primero lo envío a una región montañosa donde la gente era casi salvaje y muy ignorante en religión. Allá, entre nieves y barrizales y por caminos peligrosos, se propuso visitar familia por familia para enseñarles la religión y el cambio total.
En Barcelona existía una terrible pelea entre dos familias de las principales de la ciudad, con grave peligro de matanzas. San José fue enviado a poner la paz y logró que se casara un joven de una de las familias con una muchacha de la familia contraria y así volvió a ver paz entre los que antes eran enemigos.
El señor obispo de Urgel lo nombró su vicario general, el más alto puesto en la diócesis después del prelado.
Renuncia a todo. Pero él sentía una voz en su interior que le decía: "¡Váyase a Roma! ¡Váyase a Roma!" Y en sueños veía multitudes de niños desamparados que le suplicaban se dedicara a educarlos. Así que renunciado a sus altos puestos, y repartiendo entre los pobres las grandes riquezas que había heredado de sus padres, se dirigió a pie a la Ciudad Eterna.
Educador de los pobres. En Roma se hizo socio de una cofradía que se dedicaba a enseñar catecismo a los niños y se dio cuenta de que la ignorancia religiosa era total y que no bastaba con enseñar religión los domingos, sino que era necesario fundar escuelas para que los jovencitos tuvieran educación e instrucción durante la semana. En ese tiempo los gobiernos no tenían ni escuelas ni colegios, y la juventud crecía sin instrucción. Se reunió con unos sacerdotes amigos y fundó entonces su primera escuela en Roma. Su fin era instruir en la religión y formar buenos ciudadanos. Pronto tuvieron ya cien alumnos. Tenían que conseguir profesores y edificio, porque los gobiernos no costeaban nada de eso. Pronto fueron llegando nuevos colaboradores y los alumnos fueron ya setecientos. Más tarde eran ya mil los jóvenes que estudiaban en las escuelas dirigidas por José y su amigos. En sus ratos libres se dedicaban a socorrer enfermos y necesitados, especialmente cuando llegaban la peste o las inundaciones. Con su amigo San Camilo eran incansables en ayudar.
Los escolapios. A sus institutos educativos les puso por nombre "Escuelas Pías" y los padres que acompañaban al padre Calasanz se llamaron Escolapios. Después de un par de años ya había "Escuelas Pías" en muchos sitios de Italia y en muchos países. Ahora los padres Escolapios tienen 205 casas en el mundo, dedicadas a la educación, con 1630 religiosos. Son estimadísimos como educadores.
Visitas repentinas e inesperadas. Los envidiosos empezaron a hacer llegar quejas contra las Escuelas Pías, y el Sumo Pontífice Clemente VIII envió a los sabios Cardenales Baronio y Antoniani a que hicieran una visita sorpresa a las tales escuelas. Los dos cardenales se presentaron repentinamente sin previo aviso y encontraron que todo funcionaba tan sumamente bien, que el Papa al escuchar su excelente informe se propuso ayudarlas mucho más en adelante. Algo parecido hizo más tarde el Papa Paulo V y al darse cuenta de los bien que funcionaban las escuelas del padre Calasanz, le concedió toda su ayuda. Y en verdad que la necesitaba porque las dificultades que se les presentaban eran muy grandes.
Empiezas los dolores. El padre Calasanz tenía una gran fuerza y un día se echó sobre sus espaldas una pesadísima campana y se subió por una escalera para llevarla a la torre. Pero la escalera se partió y él cayó con la campana y se rompió una pierna. Duró varios meses en cama entre la vida y la muerte y desde entonces su falta de salud lo hizo sufrir mucho. Pero los mayores sufrimientos le iban a llegar de otra manera totalmente inesperada.
La persecución. Recibió el padre Calasanz como colaborador a un hombre ambicioso y lleno de envidia, el cual se propuso hacerle la guerra y quitarle el cargo de Superior General. Por las calumnias de este hombre y de varios más, nuestro santo fue llevado a los tribunales y solamente la intervención de un cardenal obtuvo que no lo echaran a la cárcel. Él repetía: "Me acusan de cosas que no he hecho, pero yo dejo a Dios mi defensa". El envidioso logró a base de calumnias que a San José Calasanz le quitaran el cargo de Superior General, y después las acusaciones mentirosas llegaron a tal punto que la Santa Sede determinó acabar con la congregación que el santo había fundado. San José al escuchar tan triste noticia, repitió las palabras del Santo Job: "Dios me lo dio, Dios me lo quitó, bendito sea Dios".
Afortunadamente, después se supo la verdad y al Fundador le fueron restituidos sus cargos y la Comunidad volvió a ser aprobada y ahora está extendida por todo el mundo.
Dicen que San Alfonso de Ligorio cuando estaba fundando la Congregación de Padres Redentoristas, y encontraba fuertes dificultades y oposiciones, leía la vida de San José de Calasanz para animarse y seguir luchando hasta conseguir la definitiva aprobación.
El 25 de agosto del año 1648, a la edad de 92 años pasó este gran apóstol a la eternidad, a recibir el premio de sus grandes obras apostólicas y de sus muchísimos sufrimientos.
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María del Tránsito de Jesús Sacramentado Cabanillas, Beata |
María del Tránsito de Jesús Sacramentado Cabanillas
Fundadora de la
Congregación de las Hermanas Misioneras de la Tercera Orden de San Francisco de la Argentina
Martirologio Romano: En Córdoba, ciudad de la República Argentina, beata María del Tránsito de Jesús Sacramentado Cabanillas, virgen, que se dedicó con empeño a la formación cristiana de la infancia pobre y abandonada, fundando en ese país el Instituto de las Hermanas Misioneras de la Tercera Orden de San Francisco (1885).
Fecha de beatificación: Su Santidad Juan Pablo II la beatificó el 14 de abril del 2002, y estableció que su fiesta se celebre el 25 de agosto.
María del Tránsito Eugenia de los Dolores Cabanillas nació el día 15 de agosto de 1821 en la estancia de Santa Leocadia, actual Carlos Paz (Córdoba, Argentina). Su padre, Felipe Cabanillas Toranzo, descendía de una familia de Valencia (España) emigrada a Argentina durante la segunda mitad del siglo XVII y que logró reunir una cierta fortuna económica en su nuevo ambiente, pero que se distinguió sobre todo por su profunda religiosidad cristiana.
En 1816, el Sr. Felipe Cabanillas se unió en matrimonio con la joven Francisca Antonia Luján Sánchez, de la que tuvo once hijos. Tres fallecieron prematuramente, cuatro contrajeron matrimonio y los otros se consagraron a Dios: uno como sacerdote secular y tres como religiosas en diversos Institutos, continuando así una larga y gloriosa tradición familiar.
La Beata era la tercera nacida de la familia. Bautizada por D. Mariano Aguilar el día 10 de enero de 1822 en la capilla de San Roque, le impusieron los nombres de Tránsito, es decir, María del Tránsito o María Asunción, y de Eugenia de los Dolores. Recibió el sacramento de la confirmación con cierto retraso, el día 4 de abril de 1936, dada la lejanía del centro diocesano.
Tras la primera educación familiar, María del Tránsito fue enviada a Córdoba, ciudad de nobles tradiciones culturales, con su famosa universidad del siglo XVII, fundada por el obispo franciscano Fernando Trejo y Sanabria, y los colegios de Santa Catalina (1613) y de Santa Teresa (1628). Desde 1840, al tiempo que seguía sus estudios, cuidó de su hermano menor, que estaba preparándose para el sacerdocio en el seminario de Nuestra Señora de Loreto de la citada ciudad de Córdoba.
En 1850, tras la muerte del Sr. Felipe Cabanillas, la familia entera se trasladó definitivamente a Córdoba, por lo que la Venerable María del Tránsito se estableció con su madre, su hermano, que fue ordenado sacerdote en 1853, sus hermanas y cinco primas huérfanas en una casita situada cerca de la iglesia de San Roque. María del Tránsito se distinguió por su piedad, sobre todo hacia la Eucaristía, llevó a cabo una intensa actividad como catequista e hizo muchas obras de misericordia, visitando frecuentemente a los pobres y a los enfermos en compañía de su prima Rosario.
Después del fallecimiento de su madre (13 de abril de 1858), la Beata ingresó en la Tercera Orden Franciscana e intensificó su vida de oración y de penitencia, dirigida espiritualmente por el Padre Buenaventura Rizo Patrón, franciscano, que sería ordenado obispo de Salta en 1862. Pero ella anhelaba consagrarse a Dios por entero. Por eso, en 1859, con ocasión de su profesión en la TOF, emitió el voto de virginidad perpetua y empezó a pensar en la fundación de un Instituto para la instrucción cristiana de la infancia pobre y abandonada.
En 1871 entró en contacto con la Sra. Isidora Ponce de León, que se interesaba vivamente por la erección de un monasterio de carmelitas en Buenos Aires. Al año siguiente, María del Tránsito la siguió hasta Buenos Aires e ingresó en el monasterio el 19 de marzo de 1873, el mismo día en que fue inaugurado. Pero su compromiso ascético se reveló superior a sus fuerzas físicas, cayó enferma y, por razones de salud, tuvo que abandonar la clausura en abril de 1874. En septiembre de aquel mismo año, creyéndose suficientemente recuperada, ingresó en el convento de las religiosas de la Visitación de Montevideo, pero también allí cayó enferma pocos meses después.
La Beata acepta todo con admirable resignación, abandonándose cada vez con más confianza en las manos de la Divina Providencia. Contemporáneamente, vuelve a emerger su idea de una fundación educativa y asistencial al servicio de la infancia. Varios franciscanos la alientan a ello y D. Agustín Garzón le ofrece una casa y su colaboración y la pone en contacto con el P. Ciríaco Porreca, OFM, de Río Cuarto.
El día 8 de diciembre de 1878, obtenida la aprobación eclesiástica de su proyecto de fundación y de las constituciones y después de unos ejercicios espirituales predicados por el P. Porreca, María del Tránsito Cabanillas, en compañía de sus dos compañeras Teresa Fronteras y Brígida Moyano, pone en marcha la Congregación de las Hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas de la Argentina. A petición de la Fundadora, el P. Ciríaco Porreca, OFM, es nombrado director del Instituto. El 2 de febrero de 1879 María del Tránsito Cabanillas y sus dos primeras compañeras emiten la profesión religiosa y el día 27 de aquel mismo mes y año escriben al
P. Bernardino de Portogruaro, Ministro general de la Orden de Frailes Menores, solicitándole la agregación de su Instituto a la Orden Franciscana. El P. Bernardino de Portogruaro les responde afirmativamente el día 28 de enero de 1880.
La nueva Congregación tuvo inmediatamente una floración de vocaciones, de manera que todavía en vida de la Fundadora se inauguró el colegio de Santa Margarita de Cortona en San Vicente, así como el del Carmen en Río Cuarto y el de la Inmaculada Concepción en Villa Nueva.
La Beata guiaba el floreciente Instituto con admirable sabiduría, pero sus fuerzas físicas iban cediendo gradualmente a las fatigas de cada día y a los rigores ascéticos. El 25 de agosto de 1885 moría santamente, como había vivido durante toda su vida, dejando en herencia heroicos ejemplos de humildad y de caridad al servicio sobre todo de la infancia, de los pobres, de los enfermos y de sus hermanas. En su currículo espiritual deben subrayarse sobre todo la prudencia, la paciencia, la fortaleza de ánimo para afrontar las múltiples pruebas de la vida, su asidua actividad enseñando el catecismo y atendiendo a la infancia abandonada, su amor a la pureza y la confianza en la Divina Providencia, que le respondía con frecuencia con signos sorprendentes.
Como Fundadora, la Beata supo infundir en sus hijas el espíritu sobrenatural, la generosidad, el amor a la infancia, el espíritu de penitencia y de mortificación.
Su Santidad Juan Pablo II declaró la heroicidad de las virtudes de la Beata el día 28 de junio de 1999.
Su Santidad Juan Pablo II la beatificó el 14 de abril del 2002, y estableció que su fiesta se celebre el 25 de agosto
Reproducido con autorización de Vatican.va
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Fuente: Franciscanos.org
Luis IX, Santo Rey de Francia, 25 de agosto
Rey de FranciaMaartirologio Romano: San Luis IX, rey de Francia, que, tanto en tiempo de paz como durante la guerra para defensa de los cristianos, se distinguió por su fe activa, su justicia en el gobierno, el amor a los pobres y la paciencia en las situaciones adversas. Tuvo once hijos en su matrimonio, a los que educó de una manera inmejorable y piadosa, y gastó sus bienes, fuerzas y su misma vida en la adoración de la Cruz, la Corona y el sepulcro del Señor, hasta que, contagiado de peste, murió en el campamento de Túnez, en la costa de África del Norte (1270).
San Luis, rey de Francia, es, ante todo, una Santo cuya figura angélica impresionaba a todos con sólo su presencia. Vive en una época de grandes heroísmos cristianos, que él supo aprovechar en medio de los esplendores de la corte para ser un dechado perfecto de todas las virtudes. Nace en Poissy el 25 de abril de 1214, y a los doce años, a la muerte de su padre, Luis VIII, es coronado rey de los franceses bajo la regencia de su madre, la española Doña Blanca de Castilla. Ejemplo raro de dos hermanas, Doña Blanca y Doña Berenguela, que supieron dar sus hijos, más que para reyes de la tierra, para santos y fieles discípulos del Señor. Las madres, las dos princesas hijas del rey Alfonso VIII de Castilla, y los hijos, los santos reyes San Luis y San Fernando.
la putrefacción del agua y de los alimentos. Pronto empiezan a sucumbir los soldados y los nobles. El 3 de agosto muere el segundo hijo del rey, Juan Tristán, cuatro días más tarde el legado pontificio y el 25 del mismo mes la muerte arrebataba al mismo San Luis, que, como siempre, se había empeñado en cuidar por sí mismo a los apestados y moribundos. Tenía entonces cincuenta y seis años de edad y cuarenta de reinado. |
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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Patricia, Santa Virgen y Mártir, 25 de agosto
Virgen y Mártir Martirologio Romano: Virgen mártir que dio su vida en Nápoles en las persecuciones del imperio romano y allí es venerada como patrona.
Santa Patricia (665) descendiente del gran emperador Constantino, nació en Constantinopla. Fue educada en la corte, y siendo muy joven hizo voto de virginidad. Para poder permanece fiel a éste, huyó de la ciudad porque el emperador Costante II (668-685) quería imponerle matrimonio.
basiliani, quedó para las hermanas bajo la regla benedictina y tuvo varios siglos de vida gloriosa. A causa de eventos históricos y políticos, en 1864 las reliquias de la Santa fueron trasladadas al monasterio de San Gregorio Armeno, donde revestidos de cera están contenidos en una urna hecha de oro y plata y adornada con piedras preciosas, en la capilla lateral de la monumental iglesia del monasterio. |
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Fuente: multimedios.org
Ginés (o Genesio) de Roma, Santo Mártir, 25 de agosto
Mártir LaicoMartirologio Romano: En Roma, san Genesio, mártir, que todavía catecúmeno y desempeñando el oficio de escribano y comediante, al negarse a actuar contra los cristianos fue detenido por los soldados y bautizado con su propia sangre (303).
Era un comediante pagano. Como viese un bautismo cristiano, se le ocurrió parodiarlo ante el emperador Diocleciano, desempeñando el papel de enfermo. Los que le "administraban" fingían, pero él, movido por la gracia de Dios, recibió el Bautismo de agua, pues interiormente se acababa de convertir a Él. Poco después, el de sangre, por no querer adorar a los dioses. — Fiesta: 25 de agosto. |
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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Tomás Cantalupo de Hereford, Santo Obispo de Hereford, 25 de agosto
Obispo de Hereford Martirologio Romano: En Montefiascone, de la Toscana, muerte de santo Tomás Cantelupe, obispo de Hereford, en Inglaterra, quien, célebre por sus conocimientos, se mostró severo para consigo mismo, pero excepcionalmente espléndido para con los pobres (1282).
Nació hacia el año 1218, en Hambleden, en las proximidades de Great Marlow. Su educación quedó a cargo de su tío Walterio, obispo de Worcester, quien le envió a Oxford a los diecinueve años. Pero el joven pasó poco tiempo ahí y se trasladó luego a París con su hermano Hugo(1). En Francia los jóvenes vivían en una inmensa posesión. En 1245, acompañaron al Concilio de Lyon a su padre, quien había sido enviado como legado de Inglaterra. Probablemente Tomás recibió ahí la ordenación. El Papa Inocencio IV le concedió una dispensa para que pudiese gozar de varios beneficios eclesiásticos simultáneamente, y el joven Tomás hizo amplio uso de dicha dispensa. |
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Fuente: Op.org.ar
Pedro Vázquez, Beato Mártir, 25 de agosto
MártirMartirologio Romano: En Shimabara, de Japón, beatos mártires Miguel Carvalho, de la Compañía de Jesús; Pedro Vázquez, de la Orden de Predicadores; Luis Sotelo y Luis Sasanda, presbíteros, y Luis Baba, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, que fueron quemados vivos a causa de su fe en Cristo (1624).
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Ginés (o Genesio) de Arlés, Santo Mártir, 25 de agosto
Patrono de los Notarios LatinosMartirologio Romano: En Arlés, de la Provenza, san Genesio, mártir, que todavía catecúmeno y desempeñando el oficio de escribano, al negarse a actuar contra los cristianos buscó la salvación en la huida, pero, detenido por los soldados, fue bautizado con su propia sangre (~305).
Ginés, nativo de Arlés, fue un soldado que llegó a ser conocido por su maestría en la escritura, por lo que fue nombrado secretario del magistrado romano de Arlés. |
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Fuente: Franciscanos.net
Luis Baba, Beato Mártir, 25 de agosto
MártirMartirologio Romano: En Shimabara, de Japón, beatos mártires Miguel Carvalho, de la Compañía de Jesús; Pedro Vázquez, de la Orden de Predicadores; Luis Sotelo y Luis Sasanda, presbíteros, y Luis Baba, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, que fueron quemados vivos a causa de su fe en Cristo (1624).
Luis Baba, mártir en el Japón, nació de una familia japonesa de antigua tradición católica y fue el catequista predilecto de Fray Luis Sotelo, franciscano. Por su celo y sus capacidades catequísticas fue escogido por él como compañero de misión en los muchos y largos viajes, una experiencia que lo confirmó siempre más en su propósito de prodigarse para el servicio de la fe. De regreso de España visitó a México y luego llegó a las islas Filipinas. |
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Aredio de Limoges, Santo Abad, 25 de agosto
AbadMartirologio Romano: En Attane, en el territorio de Limoges, en Aquitania, san Aredio, abad, que compuso una Regla llena de sabiduría para el cenobio que había fundado, extraída de los escritos de distintos autores de vida monástica (591).
Abad en Limoges y canciller de Teodeberto II, el rey de Austrasia, en el siglo VI. Fundador del monasterio de Attanum, y las comunas francesas conocidas como St. Yrieix (nombre con el que se conoce a este santo en Francia). Entre ellas se encuentran Saint-Yrieix-les-Bois, Saint-Yrieix-la-Perche y Saint-Yrieix-la-Montagne. |
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Fuente: Dominicoscoval.org
Luis Urbano Lanaspa, Beato Presbítero y Mártir, 25 de agosto
Presbítero y MártirMartirologio Romano: En Valencia, de España, beato Luis Urbano Lanaspa, presbítero de la Orden de Predicadores y mártir, que llevó a cabo una gloriosa prueba por Cristo (1936).
Nace el 3 de junio de 1882. Cursa los primeros estudios en los Escolapios de Zaragoza. A los 14 años ingresa en el Seminario conciliar para dar comienzo los estudios de Filosofía, y ejerce de sacristán en la iglesia de las monjas dominicas de santa Inés. |
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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