JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 7-9
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, el rey Herodes se enteró de todos los prodigios que Jesús hacía y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado, otros que había regresado Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Pero Herodes decía:
"A Juan yo lo mandé decapitar:
¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?"
Y tenía curiosidad de ver a Jesús.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354
Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). ¿Qué pensaríamos de un cónyuge que le dice a su pareja: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html
Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.
† Misal
jue 25a. Ordinario año Par
Antífona de Entrada
Dios nuestro y protector nuestro: un sólo día en tu casa es más valioso para tus elegidos que mil días en cualquier otra parte.
Oración Colecta
Oremos:
Enciende, Señor, nuestros corazones con el fuego de tu amor a fin de que, amándote en todo sobre todo, podamos obtener aquellos bienes que no podemos nosotros ni siquiera imaginar y has prometido tú a los que te aman.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Lectura del libro del Eclesiastés 1, 2-11
Vanidad de vanidades, dice el Predicador, vanidad de vanidades; todo es vanidad. ¿Qué obtiene el hombre de todos sus esfuerzos bajo el sol?
Una generación pasa, otra generación viene, y la tierra permanece siempre. Sale el sol, se pone el sol y corre al lugar de donde volverá a salir. El viento sopla al sur y sopla al norte, y, gira y gira, vuelve sobre su curso. Todos los ríos van al mar, pero el mar nunca se llena; y, sin embargo, los ríos van siempre al mismo lugar.
Todas las cosas cansan, y nadie es capaz de explicarlo; ni el ojo se sacia de ver, ni el oído se cansa de oír. Lo que fue, eso será; lo que se hizo, se hará; nada hay nuevo bajo el sol. Si de algo se dice: "Esto es nuevo", eso ya existió en los siglos anteriores. No queda recuerdo de los antepasados, y de los que vengan detrás tampoco quedará recuerdo entre sus sucesores.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Sal 89, 3-4.5-6.12-13.14 y 17
Tú eres, Señor, nuestro refugio
Tú, Señor, haces volver al polvo a los humanos, diciendo a los mortales que retornen. Mil años son para ti como un día que ya pasó, como una breve noche.
Tú eres, Señor, nuestro refugio
Nuestra vida es tan breve como un sueño; semejante a la hierba que despunta y florece en la mañana, y por la tarde se marchita y se seca.
Tú eres, Señor, nuestro refugio.
Enséñanos a ver lo que es la vida y seremos sensatos. ¿Hasta cuándo, Señor, vas a tener compasión de tus siervos? ¿Hasta cuándo?
Tú eres, Señor, nuestro refugio.
Llénanos de tu amor por la mañana y júbilo será la vida toda. Que el Señor bondadoso nos ayude y dé prosperidad a nuestras obras.
Tú eres, Señor, nuestro refugio.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre si no es por mí, dice el Señor.
Aleluya.
Evangelio
A Juan yo lo mandé decapitar. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 7-9
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, el rey Herodes se enteró de todos los prodigios que Jesús hacía y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado, otros que había regresado Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Pero Herodes decía:
"A Juan yo lo mandé decapitar:
¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?"
Y tenía curiosidad de ver a Jesús.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos para esta Eucaristía; a fin de que, a cambio de ofrecerte lo que tú nos has dado, podamos recibir de ti tu misma vida.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
Restauración universal en Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
A quien hiciste fundamento de todo y de cuya plenitud quisiste que participáramos todos. El cual, siendo Dios, se anonadó a sí mismo, y por su sangre derramada en la cruz, puso en paz todas las cosas; y así,
constituido Señor del universo, es fuente de salvación eterna para cuantos creen en él.
Por eso,
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Antífona de la Comunión
Mi alma espera al Señor con más ansia que los centinelas el amanecer, porque con el Señor viene la misericordia y la abundancia de su gracia.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Tú que nos has hecho partícipes de la vida de Cristo en este sacramento, transfórmanos, Señor, a imagen de tu Hijo para que participemos también de su gloria en el cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
† Meditación diaria
25ª semana. Jueves
QUERER VER AL SEÑOR
— Limpiar la mirada para contemplar a Jesús en medio de nuestros quehaceres normales.
— La Santísima Humanidad del Señor, fuente de amor y de fortaleza.
— Jesús nos espera en el Sagrario.
I. En el Evangelio de la Misa, San Lucas nos dice que Herodes deseaba encontrar a Jesús: Et quaerebat videre eum, buscaba la manera de verle1. Le llegaban frecuentes noticias del Maestro y quería conocerlo.
Muchas de las personas que aparecen a lo largo del Evangelio muestran su interés por ver a Jesús. Los Magos se presentan en Jerusalén preguntando: ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido?2. Y declaran enseguida su propósito: vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle: su propósito es bien distinto del de Herodes. Le encontraron en el regazo de María. En otra ocasión son unos gentiles llegados a Jerusalén los que se acercan a Felipe para decirle: Queremos ver a Jesús3. Y en circunstancias bien diversas, la Virgen, acompañada de unos parientes, bajó desde Nazaret a Cafarnaún porque deseaba verle. Había tanta gente en la casa que hubieron de avisarle: Tu Madre y tus hermanos están fueran y quieren verte4. ¿Podremos imaginar el interés y el amor que movieron a María a encontrarse con su Hijo?
Contemplar a Jesús, conocerle, tratarle es también nuestro mayor deseo y nuestra mayor esperanza. Nada se puede comparar a este don. Herodes, teniéndole tan cerca, no supo ver al Señor; incluso tuvo la oportunidad de poder ser enseñado por el Bautista –el que señalaba con el dedo al Mesías que había llegado ya– y, en vez de seguir sus enseñanzas, le mandó matar. Ocurrió con Herodes como con aquellos fariseos a los que el Señor dirige la profecía de Isaías: Con el oído oiréis, pero no entenderéis, con la vista miraréis, pero no veréis. Porque se ha embotado el corazón de este pueblo, han hecho duros sus oídos y han cerrado sus ojos...5. Por el contrario, los Apóstoles tuvieron la inmensa suerte de tener presente al Mesías, y con Él todo lo que podían desear. Bienaventurados, en cambio, vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen6, les dice el Maestro. Los grandes Patriarcas y los mayores Profetas del Antiguo Testamento nada vieron en comparación a lo que ahora pueden contemplar sus discípulos. Moisés contempló la zarza ardiente como símbolo de Dios Vivo7. Jacob, después de su lucha con aquel misterioso personaje, pudo decir: He visto cara a cara a Dios8; y lo mismo Gedeón: He visto cara a cara a Yahvé9..., pero estas visiones eran oscuras y poco precisas en comparación con la claridad de aquellos que ven a Cristo cara a cara. Pues en verdad os digo que muchos profetas y justos ansiaron ver lo que vosotros estáis viendo...10. La gloria de Esteban –el primero que dio su vida por el Maestro– consistirá precisamente en eso: en ver los Cielos abiertos y a Jesús sentado a la derecha del Padre11. Jesús vive y está muy cerca de nuestros quehaceres normales. Hemos de purificar nuestra mirada para contemplarlo. Su rostro amable será siempre el principal motivo para ser fieles en los momentos difíciles y en las tareas de cada día. Le diremos muchas veces, con palabras de los Salmos: Vultum tuum Domine requiram...12, buscaré, Señor, tu rostro... siempre y en todas las cosas.
II. Quien busca, halla13. La Virgen y San José buscaron a Jesús durante tres días, y lo encontraron14. Zaqueo, que también deseaba verlo, puso los medios y el Maestro se le adelantó invitándose a su casa15. Las multitudes que salieron en su busca tuvieron luego la dicha de estar con Él16. Nadie que de verdad haya buscado a Cristo ha quedado defraudado. Herodes, como se verá más tarde en la Pasión, solo trataba de ver al Señor por curiosidad, por capricho..., y así no se le encuentra. Cuando se lo remitió Pilato, al ver a Jesús, se alegró mucho, pues deseaba verlo hacía mucho tiempo, porque había oído muchas cosas acerca de Él y esperaba verle hacer algún milagro. Le preguntó con muchas palabras, pero Él no le respondió nada17. Jesús no le dijo nada, porque el Amor nada tiene que decir ante la frivolidad. Él viene a nuestro encuentro para que nos entreguemos, para que correspondamos a su Amor infinito.
A Jesús, presente en el Sagrario, ¡y tan cercano a nuestras vidas!, le vemos cuando deseamos purificar el alma en el sacramento de la Confesión, cuando no dejamos que los bienes pasajeros –incluso los lícitos– llenen nuestro corazón como si fueran definitivos, pues –como enseña San Agustín– "el amor a las sombras hace a los ojos del alma más débiles e incapaces para llegar a ver el rostro de Dios. Por eso, el hombre mientras más gusto da a su debilidad más se introduce en la oscuridad"18.
Vultum tuum, Domine, requiram..., buscaré, Señor, tu rostro... La contemplación de la Humanidad Santísima del Señor es inagotable fuente de amor y de fortaleza en medio de las dificultades de la vida. Muchas veces nos acercaremos a las escenas del Evangelio; consideraremos despacio que el mismo Jesús de Betania, de Cafarnaún, el que recibe bien a todos... es el que tenemos, quizá a pocos metros, en el Sagrario. En otras ocasiones nos servirán las imágenes que lo representan para tener como un recuerdo vivo de su presencia, como hicieron los santos. "Entrando un día en el oratorio –escribe Santa Teresa de Jesús–, vi una imagen que habían traído allí a guardar (...). Era de Cristo muy llagado y tan devota que, en mirándola, toda me turbó de verle tal, porque representaba bien lo que pasó por nosotros. Fue tanto lo que sentí de lo mal que había agradecido aquellas llagas, que el corazón me parece se me partía y arrojéme cabe Él con grandísimo derramamiento de lágrimas, suplicándole me fortaleciese ya de una vez para no ofenderle"19. Este amor, que de alguna manera necesita nutrirse de los sentidos, es fortaleza para la vida y un enorme bien para el alma. ¡Qué cosa más natural que buscar en un retrato, en una imagen, el rostro de quien tanto se ama! La misma Santa exclamaba: "¡Desventurados de los que por su culpa pierden este bien! Bien parece que no aman al Señor, porque si le amaran, holgáranse de ver su retrato, como acá aun da contento ver el de quien se quiere bien"20.
III. Iesu, quem velatum nunc aspicio...21. Jesús, a quien ahora veo escondido, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro ya no oculto, sea yo feliz viendo tu gloria, rezamos en el Himno Adoro te devote.
Un día, con la ayuda de la gracia, veremos a Cristo glorioso lleno de majestad que nos recibe en su Reino. Le reconoceremos como al Amigo que nunca nos falló, a quien procuramos tratar y servir aun en lo más pequeño. Estando muy metidos en medio del mundo, en las tareas seculares que a cada uno han correspondido, y amando ese mundo, que es donde debemos santificarnos, podemos decir, sin embargo, con San Agustín: "la sed que tengo es de llegar a ver el rostro de Dios; siento sed en la peregrinación, siento sed en el camino; pero me saciaré a la llegada"22. Nuestro corazón solo experimentará la plenitud con los bienes de Dios.
Ya tenemos a Jesús con nosotros, hasta el fin de los siglos. En la Sagrada Eucaristía está Cristo completo: su Cuerpo glorioso, su Alma humana y su Persona divina, que se hacen presentes por las palabras de la Consagración. Su Humanidad Santísima, escondida bajo los accidentes eucarísticos, se encuentra en lo que tiene de más humilde, de más común con nosotros –su Cuerpo y su Sangre, aunque en estado glorioso–; y especialmente asequible: bajo las especies de pan y de vino. De modo particular en el momento de la Comunión, al hacer la Visita al Santísimo..., hemos de ir con un deseo grande de verle, de encontrarnos con Él, como Zaqueo, como aquellas multitudes que tenían puesta en Él toda su esperanza, como acudían los ciegos, los leprosos... Mejor aún, con el afán y el deseo con que le buscaron María y José, como hemos contemplado tantas veces en el Quinto misterio de gozo del Santo Rosario. A veces, por nuestras miserias y falta de fe, nos podrá resultar costoso apreciar el rostro amable de Jesús. Es entonces cuando debemos pedir a Nuestra Señora un corazón limpio, una mirada clara, un mayor deseo de purificación. Nos puede ocurrir como a los Apóstoles después de la resurrección, que, aunque estaban seguros de que era Él, no se atrevían a preguntarle; tan seguros que ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle: ¿Tú quién eres?, porque sabían que era el Señor23. ¡Era algo tan grande encontrar a Jesús vivo, el de siempre, después de verle morir en la Cruz! ¡Es tan inmenso encontrar a Jesús vivo en el Sagrario, donde nos espera!
1 Lc 9, 7-9. — 2 Mt 2, 3. — 3 Jn 12, 21. — 4 Lc 8, 20. — 5 Mt 13, 14-15. — 6 Mt 13, 16. — 7 Cfr. Ex 3, 2. — 8 Gen 32, 31. — 9 Jue 6, 22. — 10 Mt 13, 17. — 11 Hech 7, 55. — 12 Sal 26, 8. — 13 Mt 7, 8. — 14 Cfr. Lc 2, 48. — 15 Cfr. Lc 19, 1 ss. — 16 Cfr. Lc 6, 9 ss. — 17 Lc 23, 8-9. — 18 San Agustín, Del libre albedrío, 1, 16, 43. — 19 Santa Teresa, Vida, 9, 1. — 20 Ibídem, 6. — 21 Himno Adoro te devote. — 22 San Agustín, Comentarios a los Salmos, 41, 5. — 23 Jn 21, 12.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
Fuente: Archidiócesis de Madrid
Nicolás de Flüe, Santo Ermitaño suizo, Septiembre 25
Eermitaño San Nicolás de Flüe, más conocido como Hermano Klaus, es santo muy popular en Suiza. Pío XII lo proclamó Patrono de esa nación, en donde se celebra su fiesta el 25 de septiembre. Nació en 1417 en Flüe, cerca de Sachseln. Aunque se sentía llamado a la vida eremítica (a los 16 años tuvo la "visión de la torre"), tuvo que aceptar algunos cargos civiles (fue corregidor de Sachseln, consejero, juez y diputado) y militares. |
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Fuente: EvangelioDelDia.org
Cleofás, Santo Discípulo del Señor, 25 de septiembre
Discípulo del Señor Martirologio Romano: Conmemoración de san Cleofás, discípulo del Señor, a quien, con el otro compañero itinerante, ardía el corazón cuando Cristo, en la tarde de Pascua, se les apareció en el camino explicándoles las Escrituras, y después, en la casa de Cleofás, en Emaús, conocieron al Salvador en la fracción del pan. Dos veces aparece este nombre en los Evangelios. Una en San Lucas cuando habla de los dos discípulos que marchaban a Emaús (cfr San Lucas 24; 13, ss) y la otra en San Juan cuando habla de una "María, la mujer de Cleofás" que estaba presente en el Calvario, acompañando a la Virgen, la tarde en que fue crucificado y moría Jesús (cfr San Juan 19; 25,ss).- |
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Fuente: Passionchristi.org
Vicente María Strambi, Santo Presbítero Pasionista, Obispo, 25 Septiembre
La llamada a la santidad es universal, es para todos, desde la eternidad, es decir desde el seno materno. Es una llamada a la vida y a la salvación. En este breve resumen de la vida de S. Vicente Maria Strambi, no se investigarán las señales de la llamada divina, que, por cierto, existieron, sino sobre todo el fúlgido ejemplo de respuesta a la acción de la gracia. Nació en Civitavecchia, Italia el 1º de enero de 1745 del farmacéutico Giuseppe y de Eleonora Gori; el joven habría podido adherirse a los proyectos del padre y disfrutar ventajas de una familia acomodada. Pero la santidad consiste en una respuesta radical, total, absoluta. El sentido común, el hacer aquello que hacen todos no se sienta bien a los santos; se requiere, ante todo, la abnegación, la negación de la misma naturaleza, de la misma voluntad para uniformarla a la de Cristo. |
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Fuente: Fatheralexander.org
Aunario de Auxerre, Santo Obispo. 25 de septiembre
Aunario vino al mundo en el seno de una familia perteneciente a la casa de Orleáns que se distinguió tanto por su nobleza como por su virtud. Una hermana suya, Santa Austregilda, fue la madre de San Lupo de Sens. Aunario pasó su juventud en una corte real, pero renunció a las pompas del mundo y se puso bajo la dirección espiritual de San Siagrio obispo de Autun. Este fue quien lo ordenó sacerdote y, en 561, fue elegido para presidir la sede de Auxerre. San Aunario fue uno de los obispos más influyentes y respetados de su tiempo en Francia, tanto en los círculos civiles como en los religiosos, pero su máxima actividad la desarrolló en el terreno de la disciplina eclesiástica. Estuvo presente en el sínodo de París que presidió San Germán en el año de 573, así como en las dos asambleas de Magon, en 583 y 585, de donde surgió el decreto que prohibía a los clérigos citarse entre sí para comparecer ante los tribunales civiles y otra legislación que estableció el derecho de los obispos para intervenir en favor de las viudas, los huérfanos y los esclavos liberados. En aquellos sínodos se reforzaron los decretos para la observancia del domingo y el pago de los diezmos. |
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Fuente: Trinijoven.com
Marcos Criado, Beato Mártir Trinitario, Septiembre 25
Presbítero Trinitario y Mártir Martirologio Romano: En la sierra de las Alpujarras, cerca de la ciudad de Granada, beato Marcos Criado, presbítero de la Orden de la Santísima Trinidad, para la redención de cautivos, y mártir, víctima de los moriscos (1569). |
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Fuente: Mercaba.org
José Benito Dusmet, Beato Obispo, Septiembre 25
Obispo de Catania Nació en Palermo, Sicilia, Italia el 15 de agosto de 1818, en una familia aristocrática. |
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_Fuente: misa_tridentina.t35.com
Sergio de Radomez, Santo Abad, 25 de septiembre
Abad Martirologio Romano: En el monasterio de la Santísima Trinidad, en la región de Moscú, en Rusia, san Sergio de Radonez, que, elegido como hegúmeno o abad, propagó la vida eremítica y cenobítica que él había practicado primero, y hombre de carácter afable, fue consejero de príncipes y consolador de fieles cristianos . (†1392) San Sergio de Radonez es uno de los santos más venerados en toda Rusia. Nació en el año de 1319 en la familia de los muy distinguidos nobles y piadosos Cirilo y María. Desde muy temprana edad Bartolomé, nombre con el que fue bautizado, deseaba consagrar toda su vida al servicio de Dios. Sin embargo, Cirilo y María por mucho tiempo desaprobaron que su hijo se entregara a la vida monástica. Sólo un poco antes del deceso de sus padres, san Sergio y su hermano mayor, Esteban, se retiraron a una colina perdida en la espesura del bosque. El futuro Santo Patrono de Rusia contaba entonces con apenas 23 años. |
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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