JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 21, 28-32
Gloria a Ti, Señor.
En aquel tiempo dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
"¿Qué opinan de esto? Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y le ordenó:
"Hijo, ve a trabajar hoy en la viña''.
Él le contestó:
"Ya voy, señor", pero no fue. El padre se dirigió al segundo y le dijo lo mismo. Éste le respondió:
"No quiero ir", pero se arrepintió y fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?"
Ellos le respondieron:
"El segundo".
Entonces Jesús les dijo:
"Yo les aseguro que los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino de Dios. Porque vino a ustedes Juan, predicó el camino de la justicia y no le creyeron; en cambio, los publicanos y las prostitutas, sí le creyeron; ustedes, ni siquiera después de haber visto, se han arrepentido ni han creído en él".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354
Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). ¿Qué pensaríamos de un cónyuge que le dice a su pareja: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html
Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.
† Misal
26a. Dom Ord Ciclo A
Antífona de Entrada
Podrías hacer recaer sobre nosotros, Señor, todo el rigor de tu justicia, porque hemos pecado contra Ti y hemos desobedecido tus mandatos; pero, haz honor a tu nombre y trátanos conforme a tu inmensa misericordia.
Oración Colecta
Oremos:
Dios nuestro, que con tu perdón y tu misericordia nos das la prueba más delicada de tu omnipotencia, apiádate de nosotros, pecadores, para que no desfallezcamos en la lucha por obtener el cielo que nos has prometido.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Cuando el pecador se arrepiente, salva su vida
Lectura del libro del profeta Ezequiel 18, 25-28
Esto dice el Señor:
"Si ustedes comentan: "No es justo el proceder del Señor", escucha, casa de Israel: ¿Conque es injusto mi proceder? ¿No es más bien el proceder de ustedes el injusto? Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere; muere por la maldad que cometió. Y cuando el pecador se arrepiente del mal que hizo y practica la rectitud y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita y se aparta de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 24
Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en Ti nuestra esperanza.
Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros.
Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Porque el Señor es recto y bondadoso indica a los pecadores el sendero, guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos.
Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Segunda Lectura
Tengan los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 2, 1-11
Hermanos:
Si alguna fuerza tiene una advertencia de Cristo, si de algo sirve una exhortación nacida del amor, si nos une el mismo Espíritu y si ustedes me profesan un afecto entrañable, llénenme de alegría teniendo todos una misma manera de pensar, un mismo amor, unas mismas aspiraciones y una sola alma. Nada hagan por espíritu de rivalidad ni presunción; antes bien, por humildad, cada uno considere a los demás como superiores a sí mismo y no busque su propio interés, sino el del prójimo. Tengan los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús.
Cristo, siendo Dios, no consideró que debía aferrarse a las prerrogativas de su condición divina, sino que, por el contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de siervo, y se hizo semejante a los hombres. Así, hecho uno de ellos, se humilló a sí mismo y por obediencia aceptó incluso la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús todos doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y todos reconozcan públicamente que Jesucristo es el Señor, para la gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; Yo las conozco y ellas me siguen.
Aleluya.
Evangelio
Los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el Reino de Dios
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 21, 28-32
Gloria a Ti, Señor.
En aquel tiempo dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
"¿Qué opinan de esto? Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y le ordenó:
"Hijo, ve a trabajar hoy en la viña''.
Él le contestó:
"Ya voy, señor", pero no fue. El padre se dirigió al segundo y le dijo lo mismo. Éste le respondió:
"No quiero ir", pero se arrepintió y fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?"
Ellos le respondieron:
"El segundo".
Entonces Jesús les dijo:
"Yo les aseguro que los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino de Dios. Porque vino a ustedes Juan, predicó el camino de la justicia y no le creyeron; en cambio, los publicanos y las prostitutas, sí le creyeron; ustedes, ni siquiera después de haber visto, se han arrepentido ni han creído en él".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración de los Fieles
Celebrante:
Oremos, hermanos, por todos los humanos y por todas sus necesidades, para que a nadie falte nunca la ayuda de nuestra caridad:
A cada petición respondemos: Te rogamos, Señor, óyenos.
Para que el Señor vivifique su Iglesia, le conceda santos y numerosos ministros que iluminen y santifiquen a los fieles, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor, óyenos.
Para que Dios conceda a los gobernantes el deseo de ser justos e infunda en los responsables de los pueblos el sentido de la unidad de la familia humana, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor, óyenos.
Para que los que buscan a Dios sinceramente encuentren la verdad que desean y, habiéndola encontrado, descansen contemplándola, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor, óyenos.
Para que el Señor perdone nuestras culpas, no permita que recaigamos en el pecado y nos libre de una muerte imprevista, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor, óyenos.
Celebrante:
Dios nuestro, siempre dispuesto a acoger a los publicanos y pecadores que se convierten y se proponen actuar con justicia y con bondad; escucha las oraciones de tu pueblo y danos un sincero espíritu de penitencia, para que, teniendo los sentimientos propios de Cristo, podamos alcanzar la paz y el perdón.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Padre misericordioso, nuestros dones y conviértelos en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, fuente de toda bendición para tu Iglesia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
La Iglesia unificada en el vínculo de la Trinidad
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque quisiste reunir de nuevo, por la sangre de tu Hijo y la acción del Espíritu Santo, a los hijos dispersos por el pecado; de este modo tu Iglesia, unificada por virtud y a imagen de la Trinidad, aparece ante el mundo como cuerpo de Cristo y templo del Espíritu, para alabanza de tu sabiduría infinita.
Por eso, unidos a los coros angélicos, te aclamamos llenos de alegría:
Antífona de la Comunión
Recuerda, Señor, la promesa que le hiciste a tu fiel; en ella he puesto toda mi esperanza y ha sido ella mi consuelo en la aflicción.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Que esta Eucaristía, Señor, renueve nuestro cuerpo y nuestro espíritu para que participemos de la herencia gloriosa de tu Hijo, cuya muerte hemos anunciado y compartido.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
† Meditación diaria
Vigésimo sexto Domingo
ciclo a
LA VIRTUD DE LA OBEDIENCIA
— Parábola de los dos hijos enviados a la viña. La obediencia nace del amor.
— El ejemplo de Cristo. Obediencia y libertad.
— Deseos de imitar a Jesús.
I. ¿Qué os parece? comenzó Jesús dirigiéndose a los que le rodeaban. Un hombre tenía dos hijos; dirigiéndose al primero, le mandó: Hijo, ve hoy a trabajar a mi viña. Pero él le contestó: No quiero. Sin embargo se arrepintió después y fue. Lo mismo dijo al segundo. Y este respondió: Voy, señor; pero no fue. Preguntó Jesús cuál de los dos hizo la voluntad del padre. Y todos contestaron: el primero, el que de hecho fue a trabajar a la viña. Y Jesús prosiguió: En verdad os digo que los publicanos y las meretrices os van a preceder en el reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros por el camino de la justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y las meretrices le creyeron1.
El Bautista había señalado el camino de la salvación, y los escribas y fariseos, que se ufanaban de ser fieles cumplidores de la voluntad divina, no le hicieron caso. Estaban representados por el hijo que dice "voy", pero de hecho no va. En teoría eran los cumplidores de la Ley, pero a la hora de la verdad, cuando llega a sus oídos la voluntad de Dios por boca de Juan, no la cumplen, no supieron ser dóciles al querer divino. En cambio, muchos publicanos y pecadores atendieron su llamada a la penitencia y se arrepintieron: están representados en la parábola por el hijo que al principio dijo "no voy", pero en realidad fue a trabajar a la viña. Obedeció, agradó a su padre con las obras.
El mismo Señor nos dio ejemplo de cómo hemos de llevar a cabo ese querer divino, que se nos manifiesta de formas tan diversas, "pues en cumplimiento de la voluntad del Padre, inauguró en la tierra el Reino de los Cielos, nos reveló su misterio y efectuó la redención con la obediencia"2. San Pablo, en la Segunda lectura de la Misa3, nos pone de manifiesto el amor de Jesucristo a esta virtud: siendo Dios, se humilló a Sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz. En aquellos tiempos la muerte de cruz era la más infamante, pues estaba reservada a los peores criminales. De ahí que la expresión máxima de su amor a los planes salvíficos del Padre consistió en obedecer hasta la muerte y muerte de cruz.
Cristo obedece por amor; ese es el sentido de la obediencia cristiana: la que se debe a Dios, la que debemos prestar a la Iglesia, a los padres, a los superiores, la que de un modo u otro rige la vida profesional y social. Dios no quiere servidores de mala gana, sino hijos que quieran cumplir su voluntad con alegría, que obedezcan. Cuenta Santa Teresa que, estando un día considerando la gran penitencia que llevaba a cabo una buena mujer conocida suya, le entró una santa envidia pensando que ella también la podría hacer, si no fuera por el mandato expreso que había recibido de su confesor. De tal manera quería emular a aquella mujer penitente que pensó si sería mejor no obedecer en este consejo al confesor. Entonces, le dijo Jesús: "Eso no, hija; buen camino llevas y seguro. ¿Ves toda la penitencia que hace?; en más tengo tu obediencia"4.
II. La obediencia de Jesús –como nos enseña San Pablo– no consistió simplemente en dejarse someter a la voluntad del Padre, sino que fue Él mismo quien se hizo obediente: su obediencia activa asumió como propios los designios del Padre y los medios para alcanzar la salvación del género humano.
Una de las señales más claras de andar en el buen camino, el de la humildad, es el deseo de obedecer5, "mientras que la soberbia nos inclina a hacer la propia voluntad y a buscar lo que nos ensalza, y a no querer dejarnos dirigir por los demás, sino dirigirlos a ellos. La obediencia es lo contrario de la soberbia. Mas el Unigénito del Padre, venido del Cielo para salvarnos y sanarnos de la soberbia, se hizo obediente hasta la muerte en la cruz"6. Él nos ha enseñado por dónde hemos de dirigir nuestros pasos: lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero, recitan hoy los sacerdotes en la Liturgia de las Horas7.
La obediencia nace de la libertad y conduce a una mayor libertad. Cuando el hombre entrega su voluntad en la obediencia conserva la libertad en la determinación radical y firme de escoger lo bueno y lo verdadero. Quien elige una autopista para llegar antes y con más seguridad a su destino, no se siente coaccionado por los límites y las indicaciones que encuentra; la cuerda que liga al alpinista con sus compañeros de escalada no es atadura que le perturbe –aunque le tenga firmemente sujeto–, sino vínculo que le da seguridad y le evita caer al abismo; los ligamentos que unen las diversas partes del cuerpo no son ataduras que impiden los movimientos, sino garantía de que estos se realicen con soltura y firmeza. El amor es lo que hace que la obediencia sea plenamente libre. ¿Cómo pensar que Cristo –que tanto amó y nos inculcó esta virtud– no lo fuera? "Para quien quiere seguir a Cristo, la ley no es pesada. Solo se convierte en una carga si no se acierta a ver en ella la llamada de Jesús o no se tienen ganas de seguir esa llamada. Por lo tanto, si la ley resulta a veces pesada, puede ser que haya que mejorar no tanto la ley como nuestro empeño por seguir a Cristo.
"Si me amáis, guardaréis mis mandamientos (Jn 14, 15). Por esto es por lo que quiero obedecerte a Ti y obedecer a tu Iglesia, Señor; no principalmente porque yo vea la racionalidad de lo que se manda (aunque esa racionalidad es tantas veces evidente), sino –principalmente– porque quiero amarte, y demostrarte mi amor. Y también porque estoy convencido de que tus mandamientos proceden del amor y me hacen libre. Corro por los caminos de tus mandamientos, pues Tú dilatas mi corazón... Andaré por camino espacioso, porque busco tus preceptos (Sal 119, 32-45)"8.
III. Mejor es la obediencia que las víctimas9, leemos en la Sagrada Escritura. "Y con razón –comenta San Gregorio Magno– se antepone la obediencia a las víctimas, porque mediante las víctimas se inmola la carne ajena, y en cambio por la obediencia se inmola la propia voluntad"10, lo más difícil de entregar, porque es lo más íntimo y propio que poseemos. Por eso es tan grata al Señor, y de ahí el empeño de Jesús, a quien los vientos y el mar le obedecen11, por enseñarnos con su palabra y con su vida que el camino del bien, de la paz del alma y de todo progreso interior pasa por el ejercicio de esta virtud. Ya en el Antiguo Testamento estaba escrito: Vir obediens loquetur victoriam12, el que obedece alcanza la victoria, "el que obedece, vence", obtiene la gracia y la luz necesaria, pues recibe el Espíritu Santo, que Dios otorga a los que obedecen13. "¡Oh virtud de obedecer, que todo lo puedes!"14, exclamaba Santa Teresa. Por ser tantos los bienes que se derivan del ejercicio de esta virtud y el camino que lleva más derechamente a la santidad, el demonio tratará de interponer muchas falsas razones y excusas para no obedecer15.
Con todo, la necesidad de obedecer no proviene solo de los bienes tan grandes que reporta al alma, ni de una eficacia organizativa..., sino de su íntima unión con la Redención: es parte esencial del misterio de la Cruz16. Por tanto, el que pretendiera poner límites a la obediencia querida por Dios, limitaría a la vez su unión con Cristo y difícilmente podría identificarse con Él, fin de toda la vida cristiana, porque habéis de tener en vuestros corazones los mismos sentimientos que tuvo Jesucristo en el suyo, el cual, teniendo la naturaleza de Dios..., no obstante se anonadó a Sí mismo tomando forma de siervo17.
El deseo de imitar a Cristo nos ha de llevar a preguntarnos frecuentemente: ¿hago en este momento lo que Dios quiere, o me dejo llevar por el capricho, la vanidad, el estado de ánimo? ¿Sé oír la voz del Señor en los consejos de la dirección espiritual? ¿Es mi obediencia sobrenatural, interna, pronta, alegre, humilde y discreta?18.
Pidamos a Nuestra Señora un gran deseo de identificarnos con Cristo mediante la obediencia, aunque alguna vez nos cueste. "Obedece sin tantas cavilaciones inútiles... Mostrar tristeza o desgana ante el mandato es falta muy considerable. Pero sentirla nada más, no solo no es culpa, sino que puede ser la ocasión de un vencimiento grande, de coronar un acto de virtud heroico.
"No me lo invento yo. ¿Te acuerdas? Narra el Evangelio que un padre de familia hizo el mismo encargo a sus dos hijos... Y Jesús se goza en el que, a pesar de haber puesto dificultades, ¡cumple!; se goza, porque la disciplina es fruto del Amor"19.
1 Mt 21, 28-32. — 2 Conc. Vat. II, Const. Lumen gentium, 3. — 3 Flp 2, 1-11. — 4 Santa Teresa, Cuentas de conciencia, 20. — 5 Santo Tomás, Comentario a la Epístola a los Filipenses, 2, 8. — 6 R. Garrigou-Lagrange, Las tres edades de la vida interior, vol. II, p. 683. — 7 Liturgia de las Horas, I Vísperas. Sal 119, 105. — 8 C. Burke, Autoridad y libertad en la Iglesia, p. 75. — 9 1 Sam 15, 22. — 10 San Gregorio Magno, Moralia, 14. — 11 Mt 8, 27. — 12 Prov 21, 28. —13 Hech 5, 32. — 14 Santa Teresa, Vida, 18, 7. — 15 Ídem, Fundaciones, 5, 10. — 16 Cfr. Santo Tomás, Comentario a la Epístola a los Romanos, V, 8, 5. — 17 Flp 2, 5-7. — 18 Cfr. Santo Tomás, Suma Teológica, 2-2, qq. 104 y 105; q. 108, aa. 5 y 8. — 19 San Josemaría Escrivá, Surco, n. 378.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
SAN WENCESLAO DE BOHEMIA, Dios nuestro, que impulsaste al santo mártir Wenceslao a anteponer |
Hijo del rey de Bohemia, Ratislav, el joven príncipe nació en el 907 cerca de Praga. Su abuela, Santa Ludimila, se encargó de la educación de su nieto, inculcándole siempre el amor y servicio al Padre Celestial. Cuando era todavía muy joven, el santo perdió a su padre en una de las batallas contra los magiares; su madre asumió el poder e instauró -bajo la influencia de la nobleza pagana- una política anticristiana y secularista, que convirtió al pueblo en un caos total. Ante esta terrible situación, su abuela trató de persuadir al príncipe para que asumiese el trono para salvarguardia del cristianismo, lo que provocó que los nobles la asesinaran al considerarla una latente amenaza para sus intereses.
Sin embargo, por desconocidas circunstancias, la reina fue expulsada del trono, y Wenceslao fue proclamado rey por la voluntad del pueblo, y como primera medida, anunció que apoyaría decididamente a la Ley de la Iglesia de Dios. Instauró el orden social al imponer severos castigos a los culpables de asesinato o de ejercer esclavitud y además gobernó siempre con justicia y misericordia.
Por oscuros intereses políticos, Boleslao -que ambicionaba el trono de su hermano-, invitó a Wenceslao a su reino para que participara de los festejos del santo patrono y al terminar las festividades, Boleslao asesinó de una puñalada al santo rey. El pueblo lo proclamó como mártir de la fe, y pronto la Iglesia de San Vito -donde se encuentran sus restos- se convirtió en centro de peregrinaciones. Ha sido proclamado como patrón del pueblo de Bohemia y hoy su devoción es tan grande que se le profesa también como Patrono de Checoslovaquia.
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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Lioba o Leoba, Santa Abadesa, 28 de septiembre
Abadesa Martirologio Romano: En Maguncia, de la Renania, en Austrasia (hoy Alemania), santa Leoba, virgen, la cual, pariente de san Bonifacio, fue llamada por él desde Inglaterra a Germania y presidió el monasterio, a orillas de Tauber, donde con la palabra y el testimonio condujo a las siervas de Dios por el camino de la perfección (c. 782). La participación activa de las monjas y hermanas religiosas en las misiones extranjeras se ha extendido y desarrollado tanto en nuestros tiempos, que hemos llegado a considerarlas como una moderna innovación. Por cierto que no hay tal y, aparte de ciertas diferencias de métodos, debidas al desarrollo de las "congregaciones activas sin clausura", nos encontramos con que el mismo sistema de misiones se practicaba ya en las edades sombrías, cuando se iniciaba la evangelización de los bárbaros en Europa. Como ejemplo, basta citar la solicitud de misioneras que hizo San Bonifacio y a la que respondieron Santa Lioba, Santa Tecla, Santa Walburga y otras muchas, desde su tranquila abadía de Wimborne, para trasladarse a las tierras salvajes de los herejes germanos. Lioba pertenecía a una buena familia del Wessex y su madre, Ebba, estaba emparentada con San Bonifacio. Desde niña, Lioba quedó internada en el monasterio de Wimborne, en el Dorsetshire, al cuidado de la abadesa, Santa Tetta. A la muchacha se la había bautizado con el nombre de Thruthgeba, que fue transformado por las gentes que la trataban en Liobgetha (Leofgyth) y abreviado luego a Lioba, que significa "la bien amada", un nombre que cuadraba a maravilla a un ser tan precioso a los ojos de Dios y de los hombres y que su dueña no dejó de usar nunca. Cuando llegó a la mayoría de edad, Lioba decidió permanecer en el monasterio, hizo su profesión y progresó rápidamente en virtud y saber. Su inocencia y su buen sentido servían de ejemplo aun a las monjas de mayor edad y experiencia. Su deleite lo encontraba en la lectura y las devociones. Arbiter omnipotens, solus qui cuncta creavit No dejó Bonifacio de sentirse conmovido por una misiva tan tierna y mantuvo una larga correspondencia con las monjas de Wimborne, hasta el año de 748, cuando escribió a la abadesa Santa Tetta para rogarle que le enviase a Lioba, junto con otras compañeras, para establecer algunos monasterios y centros de religión para mujeres en la naciente Iglesia de Alemania. En seguida respondió la abadesa a la solicitud y envió a las tierras de herejes unas treinta monjas, entre las que figuraban Santa Lioba, Santa Tecla y Santa Walburga. Todas se reunieron con San Bonifacio en Mainz y éste puso a Lioba al frente de la comunidad y la instaló en un monasterio que fue llamado Bischofsheim, es decir, "Casa del Obispo", por lo que puede suponerse que Bonifacio cedió su residencia a las monjas. Bajo la dirección de Lioba, el convento se pobló rápidamente y de él salieron las monjas para ocupar otras casas que la propia Lioba fundó en Alemania. |
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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Fausto, Santo Obispo, 28 de septiembre
Abad y Obispo Martirologio Romano: En Riez, de la Provenza, en la Galia, san Fausto, obispo y antes abad de Lérins, que, contra los arrianos, escribió sobre el Verbo Encarnado y el Espíritu Santo consubstancial al Padre y al Hijo y coeterno con ellos, siendo exiliado por el rey Eurico (post 485). A menudo, se hacen referencias a Fausto de Riez como al principal exponente y el defensor de lo que ahora se conoce como el semi-pelagianismo, pero con mayor frecuencia se olvida que fue un hombre justo y santo, cuyo nombre aparece en varios martirologios y cuya fiesta se observa en diversas iglesias del sur de Francia. Nació en los primeros años del siglo quinto, en las Islas Británicas, según afirman sus contemporáneos, San Avitio y San Sidonio Apolinar, aunque más probablemente vino al mundo en Bretaña. Se dice que inició su vida pública como abogado, pero, si así fue, no duró mucho en el ejercicio de la profesión, puesto que fue monje en Lérins, antes de que San Honorato, el fundador de aquel monasterio, lo abandonase, en el año de 426. Después de haber sido ordenado sacerdote, pasó unos ocho años tranquilos y desprovistos de acontecimientos en el monasterio y entonces fue elegido abad, cuando San Máximo dejó vacante el puesto para hacerse cargo de la sede episcopal de Riez. San Honorato y San Sidonio no se quedan cortos cuando se trata de alabar las virtudes y los méritos de Fausto, y San Sidonio dice que su observancia de las reglas y su regularidad eran semejantes a las de los padres del desierto y que, además, tenía el don de la elocuencia y de la improvisación. El mismo santo relata en una de sus cartas cómo él mismo gritó entusiasmado durante uno de los sermones de Fausto. En aquellos tiempos, los aplausos y aun las aclamaciones en las iglesias, eran cosa corriente. |
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Fuente: Vatican.va
Lorenzo Ruiz y 15 compañeros, Santos Santos Mártires en Japón, 28 de septiembre
Mártires en Japón Martirologio Romano: Santos Lorenzo de Manila Ruiz y quince compañeros mártires, tanto presbíteros como religiosos y seglares, sembradores de la fe cristiana en Filipinas, Formosa y otras islas japonesas, a causa de lo cual, por decreto del supremo jefe del Japón, Tokugawa Yemitsu, en dis tintos días consumaron en Nagasaki su martirio por amor a Cristo, pero celebrados en única conmemoración (1633-1637) 1633, (agosto y octubre) |
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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Exuperio, Santo Obispo, 28 de septiembre
Obispo Martirologio Romano: En Toulouse, de Aquitania (hoy Francia), san Exuperio, obispo, que dedicó una basílica en honor de san Saturnino, defendió acérrimamente su ciudad ante la invasión de los bárbaros y, al decir de san Jerónimo, fue tan parco consigo mismo como dadivoso con los demás (post 411).
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Fuente: Vatican.va
Simón de Rojas, Santo Sacerdote, 28 de septiembre
Sacerdote Trinitario Martirologio Romano: En Madrid, en España, san Simón de Rojas, presbítero de la Orden de la Santísima Trinidad, para la redención de cautivos, que, acompañando el séquito de la reina de España, nunca viajó en carroza ni percibió sueldo, sino más bien, entre regios fastos, siempre se mostró humilde, pobre, misericordioso hacia los necesitados y fervorosamente devoto para con Dios (1624). San Simón de Rojas, trinitario, nació en Valladolid (España), el 28 de octubre de 1552. A los doce años, ingresó en el convento trinitario de su ciudad natal, en el que hizo la profesión religiosa el 28 de octubre de 1572. Cursó los estudios en la universidad de Salamanca entre 1573 y 1579. Enseñó filosofía y teología en Toledo desde el año 1581 hasta el 1587. A partir de 1588, hasta su muerte, ejerció con grande prudencia el oficio de superior en varios conventos. En el mismo periodo, fue enviado como Visitador Apostólico a su Provincia de Castilla, en dos ocasiones, y a la de Andalucía, en una. El 14 de abril de 1612 fundó la Congregación de los Esclavos del Dulcísimo Nombre de María. En 1619 fue nombrado Preceptor de los Infantes de España. El 12 de mayo de 1621 fue elegido como confesor de la Reina Isabel de Borbón. Murió el 29 de septiembre de 1624. |
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Fuente: Franciscanos.net
Bernardino de Feltre, Beato Sacerdote, 28 de septiembre
Presbítero Martirologio Romano: En Pavía, de la región de la Lombardía, en Italia, beato Bernardino de Feltre (Martín) Tomitano, presbítero de la Orden de Hermanos Menores, que obtuvo buenos frutos en su función de predicador, fundó contra la usura y para el ahorro el llamado Monte de Piedad y, como hombre de paz, fue delegado del papa Sixto IV para arreglar discordias civiles (1494). Bernardino nació en Feltre en 1439, hijo primogénito de Donato Tomitano y de Corona Rambaldoni, prima del célebre educador Vittorino de Feltre, bautizado con el nombre de Martín. De ingenio precoz, ávido de lecturas, hizo rápidos progresos en los estudios humanísticos, tanto que a los 11 años leía y hablaba el latín con facilidad. Estudiante de derecho en Padua era admirado por todos a causa de la seriedad de su conducta y su inteligencia. El 14 de mayo de 1456 a los 17 años, ingresó a la Orden de los Hermanos Menores en Padua, en el conventito de Santa Úrsula. Terminado el curso de teología en Venecia fue ordenado sacerdote en 1463. Desde 1469 hasta su muerte no cesó de predicar y recorrió la Italia centro‑septentrional muchas veces a pie descalzo en medio de grandes dificultades. |
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Fuente: Santiebeati.it
Nicetas Budka, Beato Obispo y Mártir, 28 de septiembre
Obispo Martirologio Romano: En la ciudad de Karadzar, cerca de Karaganda, en Kazajstán, beato Nicetas Budka, primer obispo en Canadá al frente de fieles católicos de rito bizantino, que en tiempos de régimen hostil a Dios, fue deportado a un campo de concentración, donde perseveró en la fe arrostrando, por amor a Cristo, la muerte con fortaleza de ánimo ante todas las adversidades (1949). Mykyta Budka nació el 7 de junio de 1877 en la ciudad ucraniana de Drobomirka, en la región de Zbaraz. En 1905, después de haber cumplido sus estudios teológicos en Viena e Innsbruck, recibe la ordenación presbiteral en ceremonia presidida por el metropolita Andrej Sheptytsky. Siete años después, el 14 de octubre de 1912 fue consagrado obispo a Lviv (Leopoli) y recibe de la Santa Sede el nombramiento a primeros Exarca Apostólico de los católicos ucranianos -es decir de aquellos que siguen el rito bizantino- en Canadá. En 1928 regresó a su patria, nombrado obispo auxiliar en Lviv para los Ucraniano. |
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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