JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 13, 44-46
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo dijo Jesús a la gente:
"Sucede con el Reino de los cielos lo mismo que con un tesoro escondido en el campo; el que lo encuentra lo deja oculto y, lleno de alegría, va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo.
También sucede con el Reino de los cielos lo mismo que con un comerciante que busca perlas finas, y que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354
Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). "Te amo, pero quiero verte todos los días, y menos los de descanso". ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice eso a otro? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.
† Misal
mie 17a. Ordinario año Par
Antífona de Entrada
Que se postre ante ti, Señor, la tierra entera; que todos canten himnos en tu honor y alabanzas a tu nombre.
Oración Colecta
Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, que con amor gobiernas los cielos y la tierra; escucha paternalmente las súplicas de tu pueblo y haz que los días de nuestra vida transcurran en tu paz.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
¿Por qué mi dolor no acaba nunca? Si te vuelves a mí, seguirás a mi servicio
Lectura del libro del profeta Jeremías 15, 10.16-21
¡Ay de mí, madre mía, que me engendraste hombre de pleitos y controversias con todo el mundo! No he prestado, ni he pedido préstamos, y sin embargo todos me maldicen.
Cuando encontraba tus palabras, yo las devoraba; tus palabras eran mi delicia y la alegría de mi corazón, porque he sido consagrado a tu nombre, Señor, Dios todopoderoso. No me he sentado a disfrutar con los que se divertían; forzado por tu mano me senté solitario, pues tú me llenaste de indignación. ¿Por qué es continuo mi dolor, y mi herida incurable y sin remedio? Te me has vuelto arroyo engañoso, de aguas inconstantes.
Entonces el Señor me respondió así:
"Si regresas a mí, yo te haré regresar y estarás a mi servicio; si separas lo precioso de lo despreciable, tú serás mi portavoz; que sean ellos quienes te den la razón, y no tú a ellos. Te pondré frente a este pueblo como sólida muralla de bronce: lucharán contra ti, pero no te vencerán, pues yo estaré contigo para salvarte y librarte, palabra del Señor. Te libraré de la mano de los malvados, te rescataré del poder de los violentos".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Sal 58, 2-3.4-5a.10-11.17.18
Dios es mi refugio en el peligro.
Dios mío, líbrame de mis enemigos, protégeme de mis agresores; líbrame de los malhechores, sálvame de los hombres sanguinarios.
Dios es mi refugio en el peligro.
Mira cómo me están acechando, los poderosos conspiran contra mí, sin que haya en mí, Señor, crimen ni pecado; sin que yo tenga culpa, corren y se preparan para atacarme.
Dios es mi refugio en el peligro.
Fuerza mía, en ti espero, porque tú, Dios mío, eres mi fortaleza. El Dios fiel vendrá a mi encuentro, y me hará ver la derrota de mis adversarios.
Dios es mi refugio en el peligro.
Yo, en cambio, alabo tu fuerza, desde la mañana celebro tu amor, porque tú has sido mi fortaleza, mi refugio cuando estaba angustiado.
Dios es mi refugio en el peligro.
Para ti fuerza mía, tocaré, porque tú eres mi fortaleza, Dios fiel.
Dios es mi refugio en el peligro.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
A ustedes los llamo amigos, dice el Señor, porque les he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre.
Aleluya.
Evangelio
El que encuentra un tesoro en un campo, vende cuanto tiene y compra aquel campo
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 13, 44-46
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo dijo Jesús a la gente:
"Sucede con el Reino de los cielos lo mismo que con un tesoro escondido en el campo; el que lo encuentra lo deja oculto y, lleno de alegría, va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo.
También sucede con el Reino de los cielos lo mismo que con un comerciante que busca perlas finas, y que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez que celebramos el memorial del sacrificio de tu Hijo, se lleva a cabo la obra de nuestra redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
La salvación por Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, que por amor creaste al hombre, y, aunque condenado justamente, lo redimiste por tu misericordia, por Cristo, Señor nuestro.
Por él,
los ángeles y arcángeles y todos los coros celestiales celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus voces cantando humildemente tu alabanza:
Antífona de la Comunión
Para mí, Señor, has preparado la mesa y has llenado la copa hasta los bordes.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Infúndenos, Señor, el espíritu de tu caridad para que, alimentados del mismo pan del cielo, permanezcamos siempre unidos por el mismo amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
Dia 30/07 San Pedro Crisólogo (obispo y doctor de la Iglesia, blanco)
Antífona de Entrada
Yo elegiré para mi pueblo un sacerdote fiel, que obre según mi corazón y mis deseos, dice el Señor.
Oración Colecta
Oremos:
Señor y Dios nuestro, tú que concediste a tu obispo Pedro Crisólogo ser agregado al número de los santos pastores, por su ardiente caridad y su fe insigne; concédenos, por su intercesión, perseverar en el amor y en la fe, para poder así, participar del premio de tu gloria.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Se me ha concedido la gracia de anunciar a los paganos la riqueza insondable, que es Cristo
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 3, 8-12
Hermanos: A mí, el más insignificante de todos los fieles, se me ha dado la gracia de anunciar a los paganos la incalculable riqueza que hay en Cristo, y dar a conocer a todos cómo va cumpliéndose este designio de salvación, oculto desde el principio de los siglos en Dios, creador de todo.
El lo dispuso así, para que la multiforme sabiduría de Dios, sea dada a conocer ahora, por medio de la Iglesia, a los espíritus celestiales, según el designio eterno realizado en Cristo Jesús, nuestro Señor, por quien podemos acercarnos libre y confiadamente a Dios, por medio de la fe en Cristo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 118
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.
Sólo cumpliendo todos tus mandatos puede un joven vivir honestamente.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.
Con todo el corazón te estoy buscando, de tu ley no permitas que me aleje.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.
Guardo tus mandamientos en mi pecho para nunca ofenderte.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.
Bendito eres, Señor, enséñale a tu siervo lo que ordenas.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.
Todos los mandamientos de tu boca mis labios enumeran.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.
Me gozo más cumpliendo tus preceptos, que teniendo riquezas.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya
Yo soy la vid y ustedes los sarmientos, el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante.
Aleluya.
Evangelio
La boca habla de lo que está lleno el corazón
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 43-45
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
"No hay árbol bueno que produzca frutos malos, ni árbol malo que produzca frutos buenos. Cada árbol se conoce por sus frutos. No se recogen higos de las zarzas, ni se cortan uvas de los espinos.
El hombre bueno dice cosas buenas, porque el bien está en su corazón, y el hombre malo dice cosas malas, porque el mal está en su corazón, pues la boca habla de lo que está lleno el corazón".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Recibe, Señor, las ofrendas que te presentamos en la festividad del obispo san Pedro Crisólogo y concédenos obtener por ellas, como lo esperamos, el auxilio de tu misericordia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
Los santos pastores siguen presentes en la Iglesia
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque permites que tu Iglesia se alegre hoy con la festividad de san Pedro Crisólogo para animarnos con el ejemplo de su vida, instruirnos con su palabra y protegernos con su intercesión.
Por eso,
con los ángeles y los santos, te cantamos el himno de alabanza diciendo sin cesar:
Antífona de la Comunión
Yo vine al mundo, para que tengan vida y la tengan en abundancia, dice el Señor.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Alimentados con el sacramento del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, te pedimos, Dios y Padre nuestro, que el memorial que hemos celebrado con piedad nos obtenga plenamente tu perdón.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
† Meditación diaria
17ª Semana. Miércoles
EL TESORO Y LA PERLA PRECIOSA
— La vocación, algo de inmenso valor, una muestra muy particular del amor de Dios.
— Dios pasa por la vida de cada persona en circunstancias bien determinadas de edad, trabajo, etc. Pasa y llama.
— Generosidad ante la llamada del Señor.
I. El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo que, al encontrarlo un hombre, lo oculta y, gozoso del hallazgo, va y vende cuanto tiene y compra aquel campo. También es semejante a un comerciante que busca perlas finas y, cuando encuentra una perla de gran valor, va y vende todo cuanto tiene y la compra1.
Con estas dos parábolas descubre Jesús en el Evangelio de la Misa el valor supremo del Reino de Dios y la actitud del hombre para alcanzarlo. El tesoro y la perla han sido imágenes empleadas para expresar tradicionalmente la grandeza de la propia vocación, el camino para alcanzar a Cristo en esta vida y después, para siempre, en el Cielo.
El tesoro significa la abundancia de dones que se reciben con la vocación: gracias para vencer los obstáculos, para crecer en fidelidad día a día, para el apostolado...; la perla indica la belleza y la maravilla de la llamada: no solamente es algo de altísimo valor, sino también el ideal más bello y perfecto que el hombre puede conseguir.
Hay una novedad en esta segunda parábola con respecto a la del tesoro: el hallazgo de la perla supone una búsqueda esforzada, el tesoro se presenta de improviso2. Así puede pasar con Jesús y su llamada: muchos pueden haber encontrado la vocación casi sin buscarla: un tesoro que de pronto les deslumbra; en otras personas, Dios ha puesto una inquietud íntima en su corazón que les lleva a buscar perlas de más valor, dando todo cuanto tienen al encontrarlas; Dios les pone en el alma una insatisfacción hacia las cosas que no les acaban de llenar, y les urge a seguir buscando: Quid adhuc mihi deest?, ¿Qué me falta?3, habrán preguntado tantos al Señor en la intimidad de su alma. En ambos casos –un encuentro repentino o una búsqueda larga– se trata de algo de grandísimo precio: "un honor inmenso, un orgullo grande y santo, una muestra de predilección, un cariño particularísimo, que ha manifestado Dios en un momento concreto, pero que estaba en su mente desde toda la eternidad"4.
El hombre que descubre su vocación siempre ha tenido que esforzarse para seguirla, pues el Señor llama, invita, pero no coacciona.
Una vez descubierta la perla o encontrado el tesoro, es necesario dar un paso más. La actitud que se ha de tomar es idéntica en ambas parábolas y está descrita con los mismos términos: va y vende cuanto tiene y lo compra; el desprendimiento, la generosidad, es condición indispensable para alcanzarlo. "Escribías: "(...) Este pasaje del Santo Evangelio ha caído en mi alma echando raíces. Lo había leído tantas veces, sin coger su entraña, su sabor divino".
"¡Todo..., todo se ha de vender por el hombre discreto, para conseguir el tesoro, la margarita preciosa de la Gloria!"5. ¡Nada hay que tenga tanto valor!
II. El descubrimiento de los planes divinos proporciona al alma la clave para descifrar el propio pasado. En ese momento encajan las piezas de lo que hasta ahora era como un rompecabezas: por qué conocimos a aquella determinada persona, las ayudas especiales que experimentamos en un determinado momento... La vocación también proyecta su luz sobre la vida futura, que se ve plena de sentido6.
Ni el hombre que encontró el tesoro, ni el que halló la perla, echan de menos lo que antes poseían y que vendieron. Tal es la nueva riqueza, que ninguna otra cosa dejada debe añorarse. Lo mismo sucede a aquel que se desprende de todo por amor a Cristo: lo deja todo, y lo halla todo. Su vida, en apariencia la misma, es bien distinta. El Señor subraya en la parábola el gozo con que vende sus posesiones. Cabe pensar que serían cosas a las que tendría aprecio: la casa, el mobiliario, los adornos... representaban el esfuerzo de años de trabajo. Pero lo vende todo, sin regateos, sin pensarlo demasiado, con alegría. Lo vende todo porque sabe bien el tesoro que ha encontrado. Ante este, todo lo demás carece de importancia.
Dios pasa por la vida de cada persona en unas circunstancias bien determinadas, a una edad concreta, en situaciones distintas; y exige de acuerdo con esas condiciones, que Él mismo ha previsto desde la eternidad. Jesús pasa y llama: a unos a la primera hora7, cuando aún tienen pocos años, y les pide sus ambiciones, las esperanzas y proyectos de un futuro que, a esa edad, parece lleno de promesas; a otros, en la madurez de la vida... o en su declinar. A muchos, la mayoría, el Señor los encontrará en su trabajo de hombres y mujeres corrientes en medio del mundo, y querrá que sigan siendo fieles corrientes para que santifiquen ese mundo en cuyas entrañas se encuentran, a través de su profesión, de su prestigio profesional quizá duramente adquirido, con una entrega plena y total. A otros los encuentra el Señor en el matrimonio y les pide que santifiquen su familia y se den a Él por entero, en sus peculiares circunstancias.
En cualquier edad en la que se reciba la llamada, el Señor da una juventud interior que lo renueva todo, la llena de ilusiones a estrenar y de afán apostólico. Ecce nova facio omnia8, dice el Señor; Yo puedo renovarlo todo: acabar con la rutina en la vida, enseñar a mirar más lejos y más arriba. ¿Cuál es la mejor edad para entregarse a Dios? Aquella en la que el Señor llama. Lo importante es ser generoso con Él entonces y siempre, sin confiar en que habrá otra oportunidad, que tal vez no llegue nunca; sin suponer tampoco que ya se ha pasado el tiempo de las decisiones llenas de audacia y de valentía, que es demasiado tarde..., o demasiado pronto.
III. Es semejante el Reino de los Cielos a un comerciante que anda en busca de perlas finas, y hallando una muy preciosa, vende cuanto tiene y la compra... En comparación de aquella –comenta San Gregorio Magno– nada tiene valor, y el alma abandona todo cuanto había adquirido, derrama todo cuanto había congregado y considera deforme todo lo que le parecía bello en la tierra, porque solo brilla en el alma el resplandor de aquella perla preciosa9.
Quien es llamado –cualquiera que sea su situación personal– debe entregar al Señor todo lo que le pide: con frecuencia, todo lo que esté en condiciones de darle. Las circunstancias, sin embargo, son distintas y, por tanto, darlo todo no siempre significará materialmente lo mismo: una persona casada, por ejemplo, no puede ni debe abandonar lo que, por voluntad de Dios, pertenece a los suyos: el amor a su mujer o a su marido, la dedicación a su familia, la educación de los hijos... Al contrario, para esta persona, darlo todo supone vivir la vida de un modo nuevo, cumpliendo mejor con sus deberes legítimos; supone trabajar más y mejor; vivir heroicamente sus obligaciones familiares; desvivirse para educar humana y cristianamente a sus hijos; preocuparse de otras familias amigas; hablar de Dios con la conducta y con la palabra; buscar tiempo para colaborar en tareas de apostolado...; "en la vida real de un hombre o de una mujer casados, que después descubren la significación vocacional de su matrimonio, el "descubrimiento" aparece siempre como una dimensión concreta de su vocación cristiana, que es lo radical; y su respuesta, como un aspecto –importante– de su total obediencia de fe, que comporta necesariamente otros muchos aspectos"10.
Cuando se quiere seguir al Señor más de cerca –en cualquier estado y situación–, se comprende que no pueda uno quedarse encerrado en su pequeño mundo, en el que tal vez se había instalado como si fuera definitivo. Se entiende que es preciso dar claridad a los otros, llegar más lejos, entrar más a fondo en el propio ambiente para transformarlo desde dentro, ampliando el círculo de amistades, llegando a un apostolado más intenso y extenso, dando luz a muchas almas, porque el mundo está a oscuras.
La llamada del Señor es el acontecimiento más grande que nos puede suceder, como a aquellos a quienes Jesús llamó a orillas del lago de Genesaret. Sin embargo, seguir a Cristo en una entrega plena nunca es fácil. Quien se encuentra instalado en una posición más o menos estable, el que considera que tiene su vida hecha, puede ver que peligra esa tranquilidad conquistada, en la que se supone con pleno derecho. Y eso es precisamente lo que Cristo pide: romper con la rutina, con la medianía, con la vulgaridad cómoda. La vocación siempre exige renuncia y un cambio profundo en la propia conducta. La llamada reclama para Dios todo lo que uno se había reservado para sí mismo, y pone al descubierto apagamientos, flaquezas, reductos que se suponían intocables y que, sin embargo, es preciso destruir para adquirir el tesoro sin precio, la perla incomparable. Es Jesús el que nos busca: no me elegisteis vosotros a Mí, sino que Yo os he elegido a vosotros11. Y si Él llama, también da las gracias necesarias para seguirle, en los comienzos y a lo largo de toda la vida.
San José, nuestro Padre y Señor, encontró el tesoro de su vida y la perla preciosa en el encargo de cuidar de Jesús y de María aquí en la tierra. Pidámosle hoy que nos ayude siempre a vivir con plenitud y alegría lo que Dios quiere de cada uno de nosotros, y que entendamos en todo momento que nada vale la pena tanto como el cumplimiento de la propia vocación.
1 Mt 13, 44-45. — 2 Cfr. F. M. Moschner, Las parábolas del Reino de los Cielos, Rialp, Madrid 1957, p. 11. — 3 Mt 19, 20. — 4 San Josemaría Escrivá, Forja, 18. — 5 Ibídem, 993. — 6 Cfr. F. Suárez, La Virgen Nuestra Señora, p. 88. — 7 Cfr. Mt 20, 1 ss. — 8 Apoc 2, 2-6. — 9 Cfr. San Gregorio Magno, Homilías sobre los Evangelios, 11. — 10 P. Rodríguez, Vocación, trabajo. contemplación, EUNSA, Pamplona 1986, p. 31. — 11 Jn 15, 16.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
San Pedro Crisólogo
Doctor
Año 451
Crisólogo significa: el que habla muy bien.
Este santo ha sido uno de los oradores más famosos de la Iglesia Católica. Nació en Imola (Italia) y fue formado por Cornelio obispo de esa ciudad, por el cual conservó siempre una gran veneración. Este santo prelado lo convenció de que en el dominio de las propias pasiones y en el rechazar los malos deseos reside la verdadera grandeza, y que este es un medio seguro para conseguir las bendiciones de Dios.
Pedro gozó de la amistad del emperador Valentiniano y de la madre de este, Plácida, y por recomendación de ellos los dos, fue nombrado Arzobispo de Ravena (la ciudad donde vivía el emperador). También gozó de la amistad del Papa San León Magno.
Cuando empezó a ser arzobispo de Ravena, había en esta ciudad un gran número de paganos. Y trabajó con tanto entusiasmo por convertirlos, que cuando él murió ya eran poquísimos los paganos o no creyentes en esta capital.
A la gente le agradaban mucho sus sermones (y por eso le pusieron el sobrenombre de crisólogo, o sea: el que habla muy bien). Su modo de hablar era conciso, sencillo y práctico. Sabía explicar muy claramente las principales verdades de la fe. A ratos se entusiasmaba tanto mientras predicaba, que la misma emoción le impedía seguir hablando, y el público se contagiaba de su entusiasmo y empezaban muchos a llorar. En los dos meses más calurosos del verano dejaba de predicar y explicaba así jocosamente a sus oyentes el porqué de esta determinación: "en este tiempo de calores tan bochornosos no les predico, porque ustedes se apretujan mucho para escucharme y con estas temperaturas tan altas llegan los ahogos y trastornos, y después le echan toda la culpa de ello a mis sermones". La gente se admiraba de que en predicaciones bastante breves, era capaz de resumir las doctrinas más importantes de la fe. Se conservan de él, 176 sermones, muy bien preparados y cuidadosamente redactados. Por su gran sabiduría al predicar y escribir, fue nombrado Doctor de la Iglesia, por el Papa Benedicto XIII.
Recomendaba mucho la comunión frecuente y exhortaba a sus oyentes a convertir la Sagrada Eucaristía en su alimento de todas las semanas.
Murió el 30 de julio del año 451.
Quiera nuestro buen Dios concedernos que muchos predicadores y catequistas de nuestro tiempo merezcan también el apelativo de Crisólogos: los que hablan muy bien.
Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica. (Lc, 8, 21)
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Fuente: preguntasantoral.blogia.com
Godeleva, Santa Mártir, 30 de julio
Mártir Martirologio Romano: En Ghistelles, en Flandes, santa Godeleva, mártir, la cual, casada con el señor del lugar, tuvo que sufrir mucho por parte de su esposo y también de la madre de éste, siendo finalmente estrangulada por dos criados (c. 1070).> Joven francesa cuyos actos de piedad y caridad con los pobres se ganaron la aprensión de su marido y suegra, que la maltrataban de continuo. |
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Fuente: Vatican.va
María de Jesús Sacramentado, Santa Fundadora, 30 de julio
Fundadora de la Martirologio Romano En la ciudad de Guadalajara, en México, Santa María de Jesús Sacramentado Venegas de la Torre, virgen, que pasó cincuenta y cuatro años curando enfermos pobres en una pequeña enfermería, en la que fundó la Congregación de las Hijas del Sagrado Corazón de Jesús (1959). |
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María Vicenta de Santa Dorotea, Beata Fundadora, 30 de julio
Fundadora del Instituto Martirologio Romano: En la ciudad de Guadalajara, en México, beata María Vicenta de Santa Dorotea Chávez Orozco, virgen, fundadora del Instituto de las Siervas de los Pobres, que confiando sólo en Dios y en la ayuda de la Providencia, dio pruebas elocuentes de delicadeza y diligencia para con los desamparados y los pobres (1949). |
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Fuente: www.sdb.org
Sergio Cid Pazo, Beato Sacerdote y Mártir, 30 de julio
Mártir Salesiano Martirologio Romano: En la ciudad de Barcelona, España, beato Sergio Cid Pazo, presbítero de la Sociedad Salesiana y mártir, víctima de la persecución contra la religión, por haber dado sin miedo testimonio de su fe cristiana (1936). |
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Fuente: Franciscanos.org
Leopoldo de Castelnovo (Adeodato Mandic), Santo Capuchino, 30 de julio
Apóstol de la Confesión Martirologio Romano En Pavía, ciudad de Italia, san Leopoldo (Bogdan) de Castelnuovo Mandic, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, que ardió de celo por la unidad de los cristianos y gastó toda su vida trabajando para la reconciliación de los mismos (1942). |
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Fuente: Archivalencia.org
José María Muro Sanmiguel, Beato Mártir Dominico, 30 de julio
Mártir Dominico Martirologio Romano: En el lugar de Castelserás, cerca de Teruel, en España, beatos mártires José María Muro Sanmiguel, presbítero, Joaquín Prats Baltueña, religioso, ambos de la Orden de Predicadores, y Zósimo Izquierdo Gil, presbítero, que consiguieron la corona de la gloria al morir por Cristo durante la misma persecución (1936). |
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Fuente: www.archivalencia.org
Joaquín Prats Baltueña, Beato Mártir Dominico, 30 de julio
Mártir Martirologio Romano En el lugar de Castelserás, cerca de Teruel, en España también, beatos mártires José María Muro Sanmiguel, presbítero, Joaquín Prats Baltueña, religioso, ambos de la Orden de Predicadores, y Zósimo Izquierdo Gil, presbítero, que consiguieron la corona de la gloria al morir por Cristo durante la misma persecución (1936). |
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Fuente: www.archivalencia.org
Zósimo Izquierdo Gil, Beato Presbítero y Mártir, 30 de julio
Presbítero y Mártir Martirologio Romano: En el lugar de Castelserás, cerca de Teruel, en España también, beatos mártires José María Muro Sanmiguel, presbítero, Joaquín Prats Baltueña, religioso, ambos de la Orden de Predicadores, y Zósimo Izquierdo Gil, presbítero, que consiguieron la corona de la gloria al morir por Cristo durante la misma persecución (1936). |
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Fuente: www.op.org.ar
Manés de Guzmán y Aza, Beato Sacerdote Dominico, 30 de julio
Hermano de Santo Domingo de Guzmán Martirologio Romano: En Caleruega, en la región de Castilla, en España, conmemoración del beato Manes Guzmán, presbítero, hermano de santo Domingo y colaborador suyo en la propagación de la Orden de Predicadores, prudente consejero de religiosas (c. 1235). |
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Fuente: Enciclopedia Católica || ACIprensa.com
Abdón y Senén, Santos Mártires, 30 de julio
Mártires Martirologio Romano: En Roma, en el cementerio de Ponciano, en la vía Portuense, santos Abdón y Senén, mártires (c. s. III). |
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Braulio María Corres y 70 compañeros, Beatos Mártires, 30 de julio
Mártires Martirologio Romano: En España, beatos mártires Braulio María (Pablo) Corres Díaz de Cerio y Federico (Carlos) Rubio Álvarez, presbíteros, y sesenta y nueve compañeros, miembros todos de la Orden de San Juan de Dios, que, hechos prisioneros durante la persecución desencadenada contra los religiosos, perdonaron a sus enemigos y merecieron la felicísima corona del martirio (1936).
bibliografía: DICCIONARIO DE LOS SANTOS, Volumen 1 |
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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