martes, 14 de enero de 2014

Miércoles de San José. 15/01/2014. Beato Nicolás Gross ¡ruega por nosotros!


JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Marcos 1, 29-39
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre, y enseguida le avisaron a Jesús. El se le acercó, y tomándola de la mano, la levantó. En ese momento se le quitó la fiebre y se puso a servirles.
Al atardecer, cuando el sol se ponía, le llevaron a todos los enfermos y poseídos del demonio, y todo el pueblo se apiñó junto a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó a muchos demonios, pero no dejó que los demonios
hablaran, porque sabían quién era él.
De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Simón y sus compañeros lo fueron a buscar, y al encontrarlo, le dijeron:
"Todos te andan buscando".
El les dijo:
"Vamos a los pueblos cercanos para predicar también allá el Evangelio, pues para eso he venido".
Y recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando a los demonios.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354
Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). "Te amo, pero quiero verte todos los días, y menos los de descanso". ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice eso a otro? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.

Misal

mie 1a. Ordinario año Par

Antífona de Entrada

Si alguno, teniendo con qué vivir ve a su hermano pasar necesidad y, sin embargo, no lo ayuda, ¿cómo habitará el amor de Dios en él?

Oración Colecta

Oremos:
Dios nuestro, que diste un origen idéntico a todos los pueblos y quisiste formar con ellos una sola familia, llena los corazones con el fuego de tu amor y suscita en todos los seres humanos el deseo de un progreso justo y fraternal; a fin de que, con los bienes que has destinado para todos, se realice cada uno como persona humana y, suprimida toda discriminación, reinen en el mundo la igualdad y la justicia.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.


Primera Lectura

Habla, Señor, que tu siervo escucha
Lectura del primer libro de Samuel 3, 1-10. 19-20
En los tiempos en que el joven Samuel servía al Señor a las órdenes de Elí, la palabra de Dios se dejaba oír raras veces y no eran frecuentes las visiones.
Los ojos de Elí se habían debilitado y ya casi no podía ver. Una noche, cuando aún no se había apagado la lámpara del Señor, estando Elí acostado en su habitación y Samuel en la suya, dentro del santuario, donde se encontraba el arca de Dios, el Señor llamó a Samuel y éste respondió:

"¡Aquí estoy!" Fue corriendo a donde estaba Elí, y le dijo: "Aquí estoy; ¿para qué me llamaste?" Respondió Elí: "Yo no te he llamado; vuelve a acostarte". Samuel se fue a acostar. Volvió el Señor a llamarlo y él se levantó, fue a donde estaba Elí, y le dijo: "Aquí estoy; ¿para qué me llamaste?" Respondió Elí: "No te he llamado, hijo mío; vuelve a acostarte". (Aún no conocía Samuel al Señor, pues la palabra del Señor no le había sido revelada). Por tercera vez llamó el Señor a Samuel; éste se levantó, fue a donde estaba Elí, y le dijo: "Aquí estoy; para qué me llamaste?" Entonces comprendió Elí que era el Señor quien llamaba al joven, y dijo a Samuel: "Ve a acostarte, y si te llama alguien, responde: Habla, Señor; tu siervo te escucha". Y Samuel se fue a acostar. De nuevo el Señor se presentó y lo llamó como antes: "¡Samuel, Samuel!" Éste respondió: "Habla, Señor; tu siervo te escucha". Samuel creció y el Señor estaba con él; y todo lo que el Señor le decía, se cumplía. Todo Israel, desde la ciudad de Dan hasta la de Bersebá, supo que Samuel estaba acreditado como profeta del Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del Salmo 39
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Esperé en el Señor con gran confianza; él se inclinó hacia mí y escuchó mis plegarias. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor y no acude a los idólatras, que se extravían con engaños.
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Sacrificios y ofrendas no quisiste, abriste, en cambio, mis oídos a tu voz. No exigiste holocaustos por la culpa, así que dije: "Aquí estoy".
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor lo que deseo: tu ley en medio de mi corazón.
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú lo sabes, Señor.
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen.
Aleluya.

Evangelio

Curó a muchos enfermos de diversos males
† Lectura del santo Evangelio según san Marcos 1, 29-39
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre, y enseguida le avisaron a Jesús. El se le acercó, y tomándola de la mano, la levantó. En ese momento se le quitó la fiebre y se puso a servirles.
Al atardecer, cuando el sol se ponía, le llevaron a todos los enfermos y poseídos del demonio, y todo el pueblo se apiñó junto a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó a muchos demonios, pero no dejó que los demonios
hablaran, porque sabían quién era él.
De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Simón y sus compañeros lo fueron a buscar, y al encontrarlo, le dijeron:
"Todos te andan buscando".
El les dijo:
"Vamos a los pueblos cercanos para predicar también allá el Evangelio, pues para eso he venido".
Y recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando a los demonios.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.


Oración sobre las Ofrendas

Señor, que esta ofrenda nos purifique y nos renueve, y sea causa de eterna recompensa para los que cumplen tu voluntad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.


Prefacio

Alabanza a Dios por la creación y redención del género humano
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque has querido ser, por medio de tu amado Hijo, no sólo el creador del género humano, sino también el autor bondadoso de la nueva creación.
Por eso,
con razón te sirven todas las criaturas, con justicia te alaban todos los redimidos y unánimes te bendicen tus santos. Con ellos, unidos a los ángeles, nosotros queremos celebrarte y te alabamos diciendo:

Antífona de la Comunión

Pidan y se les dará, busquen y hallarán, llamen y se les abrirá, dice el Señor.

Oración después de la Comunión


Oremos:
Que de nuestra participación en este sacramento de unidad, mediante el cual renuevas constantemente a la familia humana, obtengamos, Señor, un amor auténtico y eficaz que nos impulse a promover el progreso de los pueblos y a realizar, en la caridad, las exigencias de la justicia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

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Santo Cristo de Esquipulas

-Fiesta para Guatemala-

Antífona de Entrada

Que nuestra única gloria sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo: en él está nuestra salvación, nuestra vida y resurrección; por él hemos sido redimidos y liberados.

Oración Colecta

Oremos:
Dios nuestro todopoderoso, que quisiste que tu Hijo muriera en la cruz para nuestra salvación; concédenos aceptar, por su amor, la cruz del sufrimiento aquí en la tierra para gozar en el cielo los frutos de su redención.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.


Primera Lectura

Los mordidos quedarán sanos al mirarla
Lectura del libro de los Números 21, 4-9
Por aquellos días, los israelitas partieron de la montaña de Hor camino del mar Rojo, rodeando el territorio de Edom. En el camino, el pueblo comenzó a impacientarse y a murmurar contra el Señor y contra Moisés, diciendo:
"¿Por qué nos han sacado de Egipto para hacernos morir en este desierto? No hay pan ni agua, y estamos ya hartos de este pan sin consistencia".
El Señor envió entonces contra el pueblo serpientes muy venenosas que los mordían. Murió mucha gente de Israel, y el pueblo fue a decir a Moisés:
"Hemos pecado al murmurar contra el Señor y contra ti. Pide al Señor que aleje de nosotros las serpientes".
Moisés intercedió por el pueblo, y el Señor le respondió:
"Fabrica una serpiente de bronce, ponla en un asta, y todos los que hayan sido mordidos y la miren quedarán curados".
Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso en un asta. Cuando alguno era mordido por una serpiente, miraba a la serpiente de bronce y quedaba curado.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Sal 77, 1-2.34-35.36-37.38
No olvidemos las hazañas del Señor.
Pueblo mío, escucha mi enseñanza, atiende a las palabras de mi boca; abriré mi boca para contar una historia, para evocar los sucesos del pasado.
No olvidemos las hazañas del Señor.

Cuando los castigaba, lo buscaban, se convertían, iban a él, y recordaban que Dios era su Roca y el Altísimo su redentor.
No olvidemos las hazañas del Señor.

Lo adulaban con su boca, le mentían con su lengua; su corazón no era sincero con él, ni eran fieles a su alianza.
No olvidemos las hazañas del Señor.

Pero él se compadecía, perdonaba sus culpas y no los destruía: contuvo su ira muchas veces y no daba rienda suelta a su furor.
No olvidemos las hazañas del Señor.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, porque con tu santa cruz redimiste al mundo.
Aleluya.

Evangelio

El Hijo del hombre tiene que ser elevado
† Lectura del santo Evangelio según san Juan 
3, 13-17

Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo dijo Jesús a Nicodemo:
"Nadie ha subido al cielo, a no ser el que vino de allí, es decir, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés levantó la serpiente de bronce en el desierto, el Hijo del hombre tiene que ser levantado en alto, para que todo el que crea en él tenga vida eterna.
Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. 
Dios no envió a su Hijo al mundo para condenarlo, sino para salvarlo por medio de él".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.


Oración de los Fieles

Celebrante:
Jesucristo es Señor para gloria de Dios Padre: El es nuestro único Mediador y Sacerdote al ofrecer una vez y para siempre su sacrificio en la cruz. Que el Resucitado interceda ante el Padre por la Iglesia orante en la tierra:
(Respondemos a cada petición: Señor, ten piedad).

Por la cruz de tu Hijo, concede, Señor, a tu Iglesia la firmeza en la fe, el valor de la esperanza, la entrega en el amor, roguemos al Señor.
Señor, ten piedad.

Por la cruz del Mesías, concédenos, Padre, la paz y la reconciliación entre los pueblos, entre la gente de buena voluntad y entre todos tus hijos, roguemos al Señor. 
Señor, ten piedad.

Por la cruz salvadora, ayuda, Señor, a los enfermos, mantén el aliento de los oprimidos y conforta a cuantos comparten la pasión de Cristo, roguemos al Señor. 
Señor, ten piedad.

Por la cruz redentora, robustece, Señor, a cuantos predican el Evangelio de tu Hijo en tierras lejanas y en los sectores más alejados de tu Iglesia, roguemos al Señor. 
Señor, ten piedad.

Por la cruz del Señor, otorga a cuantos con ella hemos sido marcados el Espíritu de fortaleza y paciencia, de paz y de amor, roguemos al Señor. 
Señor, ten piedad.

Celebrante:
Dios y Padre nuestro, que levantaste sobre todo a tu Hijo, obediente hasta la muerte, y muerte de cruz; escucha la oración de cuantos creemos en él y queremos seguir su camino de entrega, de sacrificio por amor a ti y a nuestros hermanos. 
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.



Oración sobre las Ofrendas

Dios nuestro, que este sacrificio que Cristo te ofreció en la cruz para borrar los pecados del mundo, nos purifique de todas nuestras culpas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.


Prefacio

La gloriosa victoria de la cruz
En verdad es justo y necesario es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno. 
Porque has puesto la salvación del género humano en el árbol de la cruz, para que de donde tuvo origen la muerte, de allí resurgiera la vida; y el que en un árbol venció, fuera en un árbol vencido, por Cristo, Señor nuestro.
Por él, 
los ángeles y arcángeles y todos los coros celestiales celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus voces cantando humildemente tu alabanza:

Antífona de la Comunión

Cuando yo sea levantado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor.

Oración después de la Comunión

Oremos:
Señor nuestro Jesucristo, que nos has redimido por medio de tu cruz, y nos has hecho participar de tu Cuerpo y de tu Sangre, concédenos participar también de la gloria de tu resurrección. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

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Meditación diaria

1ª semana. Miércoles
ORACIÓN Y APOSTOLADO
— El corazón del hombre está hecho para amar a Dios. Y el Señor desea y busca el encuentro personal con cada uno.
— No desaprovechar las ocasiones de apostolado. Mantener firme la esperanza apostólica.
— Oración y apostolado.
I. Cierto día, después de haber pasado la tarde anterior curando enfermos, predicando y atendiendo a las gentes que acudían a Él, Jesús se levantó de madrugada, cuando era todavía muy oscuro, salió de la casa de Simón y se fue a un lugar solitario, y allí oraba. Fueron a buscarle Simón y los que estaban con él; y cuando le encontraron, le dijeron: Todos te buscan. Lo relata San Marcos en el Evangelio de la Misa1.
Todos te buscan. También ahora las muchedumbres tienen «hambre» de Dios. Continúan siendo actuales aquellas palabras de San Agustín al comienzo de sus Confesiones: «Nos has creado, Señor, para ti y nuestro corazón no halla sosiego hasta que descansa en ti»2. El corazón de la persona humana está hecho para buscar y amar a Dios. Y el Señor facilita ese encuentro, pues Él busca también a cada persona, a través de gracias sin cuento, de cuidados llenos de delicadeza y de amor. Cuando vemos a alguien a nuestro lado, o nos llega una noticia de alguna persona por medio de la prensa, de la radio o de la televisión, podemos pensar, sin temor a equivocarnos: a esta persona la llama Cristo, tiene para ella gracias eficaces. «Fíjate bien: hay muchos hombres y mujeres en el mundo, y ni a uno solo de ellos deja de llamar el Maestro.
»Les llama a una vida cristiana, a una vida de santidad, a una vida de elección, a una vida eterna»3. En esto reside nuestra esperanza apostólica: a todos, de una manera u otra, anda buscando Cristo. Nuestra misión –por encargo de Dios– es facilitar estos encuentros de la gracia.
San Agustín, comentando este pasaje del Evangelio, escribe: «El género humano yace enfermo; no de enfermedad corporal, sino por sus pecados. Yace como un gran enfermo en todo el orbe de la tierra, de Oriente a Occidente. Para sanar a este moribundo descendió el médico omnipotente. Se humilló hasta tomar carne mortal, es decir, hasta acercarse al lecho del enfermo»4. Han pasado pocas semanas desde que hemos contemplado a Jesús en la gruta de Belén, pobre e indefenso, habiendo tomado nuestra naturaleza humana para estar muy cerca de los hombres y salvarnos. Hemos meditado después su vida oculta en Nazaret, trabajando como uno más, para enseñarnos a buscarle en la vida corriente, para hacerse asequible a todos y, mediante su Santa Humanidad, poder llegar a la Trinidad Beatísima. Nosotros, como Pedro, también vamos a su encuentro en la oración –en nuestro diálogo personal con Él–, y le decimos:Todo el mundo te busca, ayúdanos, Señor, a facilitar el encuentro contigo de nuestros parientes, de nuestros amigos, de los colegas y de toda alma que se cruce en nuestro camino. Tú, Señor, eres lo que necesitan; enséñanos a darte a conocer con el ejemplo de una vida alegre, a través del trabajo bien realizado, con una palabra que mueva los corazones.
II. Un pueblecito alemán, que quedó prácticamente destruido durante la Segunda Guerra Mundial, tenía en una iglesia un crucifijo, muy antiguo, del que las gentes del lugar eran muy devotas. Cuando iniciaron la reconstrucción de la iglesia, los campesinos encontraron esa magnífica talla, sin brazos, entre los escombros. No sabían muy bien qué hacer: unos eran partidarios de colocar el mismo crucifijo –era muy antiguo y de gran valor– restaurado, con unos brazos nuevos; a otros les parecía mejor encargar una réplica del antiguo. Por fin, después de muchas deliberaciones, decidieron colocar la talla que siempre había presidido el retablo, tal como había sido hallada, pero con la siguiente inscripción: Mis brazos sois vosotros... Así se puede contemplar hoy sobre el altar5. Somos los brazos de Dios en el mundo, pues Él ha querido tener necesidad de los hombres. El Señor nos envía para acercarse a este mundo enfermo que no sabe muchas veces encontrar al Médico que le podría sanar. Hablamos de Dios a las gentes con la esperanza cierta de que Cristo conoce a todos, y que solo en Él encuentran la salvación y palabras de vida eterna. Por eso, no debemos dejar pasar –por pereza, comodidad, cansancio, respetos humanos– ni una sola ocasión: acontecimientos normales de todos los días, el comentario sobre una noticia aparecida en el periódico, un pequeño servicio que prestamos o que nos prestan..., y también los sucesos extraordinarios: una enfermedad, la muerte de un familiar... «Quienes viajan por motivo de obras internacionales, de negocios o de descanso, no olviden que son en todas partes heraldos itinerantes de Cristo y que deben portarse como tales con sinceridad»6. El Papa Juan Pablo I, en su primer mensaje a los fieles, exhortaba a que se estudiaran todos los caminos, todas las posibilidades, y se procurasen todos los medios para anunciar, oportuna e inoportunamente7, la salvación a todas las gentes. «Si todos los hijos de la Iglesia –decía el Romano Pontífice– fueran misioneros incansables del Evangelio, brotaría una nueva floración de santidad y de renovación en este mundo sediento de amor y de verdad»8.
Mantengamos con firmeza la esperanza en el apostolado, aunque el ambiente se presente difícil. Los caminos de la gracia son, efectivamente, inescrutables. Pero Dios ha querido contar con nosotros para salvar a las almas. ¡Qué pena si, por omisión de los cristianos, muchos hombres quedan sin acercarse al Señor! Por eso debemos sentir la responsabilidad personal de que ningún amigo, compañero o vecino, con quienes tuvimos algún trato, pueda decir al Señor: hominem non habeo9: no encontré quien me hablara de Ti, nadie me enseñó el camino. En ocasiones, nuestro trato solo será el comienzo de ese camino que lleva a Cristo: un comentario oportuno, un libro para reafirmar la fe, un consejo certero, una palabra de aliento... y siempre el aprecio y el ejemplo de una vida recta.
«El cristianismo posee el gran don de enjugar y curar la única herida profunda de la naturaleza humana, y esto vale más para su éxito que toda una enciclopedia de conocimientos científicos y toda una biblioteca de controversias; por eso el cristianismo ha de durar mientras dure la naturaleza humana»10. Preguntémonos hoy: ¿a cuántas personas he ayudado a vivir cristianamente el tiempo de Navidad que acabamos de celebrar? Encomendemos a los amigos a quienes estamos ayudando para que se acerquen a la Confesión o a algún medio que facilite su formación y su conocimiento de la doctrina del Señor.
III. El Señor nos quiere como instrumentos suyos para hacer presente su obra redentora en medio de las tareas seculares, en la vida corriente. Pero, ¿cómo podríamos ser buenos instrumentos de Dios sin cuidar con esmero la vida de piedad, sin un trato verdaderamente personal con Cristo en la oración? ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?, ¿no caerán los dos en el precipicio?11. El apostolado es fruto del amor a Cristo. Él es la Luz con la que iluminamos, la Verdad que debemos enseñar, la Vida que comunicamos. Y esto solo será posible si somos hombres y mujeres unidos a Dios por la oración. Conmueve contemplar cómo el Señor, entre tanta actividad apostólica, se levanta muy de madrugada, cuando aún era oscuro, para dialogar con su Padre Dios y confiarle la nueva jornada que comienza, llena también de atención a las almas.
Nosotros debemos imitarle: es en la oración, en el trato con Jesús, donde aprendemos a comprender, a mantener la alegría, a atender y apreciar a las personas que el Señor pone en nuestra senda. Sin oración, el cristiano sería como una planta sin raíces: acaba seca, sin posibilidad de dar frutos, en poco tiempo. En nuestro día podemos y debemos dirigirnos al Señor muchas veces. Él no está lejos: está cerca, a nuestro lado, y nos oye siempre, pero particularmente en los ratos –como ahora– que dedicamos expresamente a hablar, sin anonimatos, de tú a tú, con Dios. En la medida en que nos abrimos a los requerimientos divinos, la jornada será divinamente eficaz y tendremos más facilidad para no interrumpir el diálogo con Jesús. En verdad, nuestra vida de apóstoles vale lo que valga nuestra oración12.
La oración siempre da sus frutos, es capaz de sostener toda una vida. De ella sacaremos la fortaleza para afrontar las dificultades con el garbo de los hijos de Dios. Y para la perseverancia –la constancia en el trato con nuestros amigos– que requiere todo apostolado. Por eso nuestra amistad con Cristo ha de ser día a día más honda y sincera. Para esto debemos empeñarnos seriamente en evitar todo pecado deliberado, guardar el corazón para Dios, procurar rechazar los pensamientos inútiles, que frecuentemente dan lugar a faltas y pecados, rectificar muchas veces la intención, dirigiendo al Señor nuestro ser y nuestras obras... Hemos de luchar contra el desaliento –si llegara alguna vez– que puede producirse al pensar que no mejoramos en la oración personal, pues entonces es fácil que el demonio insinúe la tentación de abandonarla. No debemos dejarla jamás, aunque estemos cansados y no podamos centrar del todo la atención, aunque no tengamos ningún afecto, aunque –sin desearlo– lleguen muchas distracciones. La oración es el soporte de nuestra vida y la condición de todo apostolado.
Acudimos, al terminar este rato de oración, a la intercesión poderosa de San José, maestro de la vida interior. A él, que durante tantos años vivió junto a Jesús, le pedimos que nos enseñe a amarle y a dirigirnos a Él con confianza todos los días de nuestra vida; también aquellos que parecen más apretados de trabajos y en los que nos sentimos con más dificultades para dedicarle ese rato de oración que acostumbramos. Nuestra Madre Santa María intercederá, junto al Santo Patriarca, por nosotros.
1 Mc 1, 29-39. — 2 San Agustín, Confesiones, 1, 1, 1.  3 San Josemaría Escrivá, Forja, Rialp, 1ª ed., Madrid 1987, n. 13.  4 San Agustín, Sermón 87, 13.  5 Cfr. F. Fernández-Carvajal, La tibieza, Palabra, 6ª ed., Madrid 1986, p. 149.  6 Conc. Vat. II, Decr. Apostolicam actuositatem, 14. — 7 2 Tim 4, 2. — 8 Juan Pablo I, Alocución27-VIII-1978. — 9 Jn 5, 7. — 10 Card. J. H. Newman, El sentido religioso, p. 417. — 11 Lc 6, 39. — 12 Cfr. San Josemaría Escrivá, Camino, Rialp, 30ª ed., Madrid 1976, n. 108.
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Santoral               (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

Fuente: Archidiócesis de Madrid
Mauro, Santo Abad, Enero 15  
Mauro, Santo
Abad
Martirologio Romano: En Glanfeuil, junto al río Loire, en el territorio de Anjou, de la Galia (hoy Francia), san Mauro, abad (s. VI/VII).

Etimología: Aquel que procede de Mauritania, es de origien latino.

Nació en Roma de una familia ilustre el año 511. Se educa desde su adolescencia bajo la dirección de S. Benito, llegando a ingresar en su orden donde llega a ser Abad y fundador de muchos monasterios en Francia.

Taumaturgo por el episodio del estanque con el niño Plácido, la curación de los menesterosos y sus relaciones con el conde Gaidulfo, enemigo funesto de los monjes franceses. Su gran espíritu de penitencia le impulsa a retirarse a bien morir. Entrega su alma a Dios el 15 de enero del 583.

Al no constar el tiempo en que llegaron sus reliquias a Extremadura, sólo se puede afirmar ser muy antigua su veneración. El Sínodo diocesano de 1501 se expresa en estos términos: "Y así mismo, mandamos que en el lugar de Almendral se denuncie por fiesta de guardar el día de santo Mauro, por cuanto allí está el cuerpo". El Arcipreste de Santa Justa en Toledo, Julián Pérez llega a firmar que en 1130 ya se celebraba su memoria en Almendral según costumbres de muchos años antes, que en opinión de Solano de Figueroa sería a final de la monarquía goda, opinión no compartida hoy.

Cuando él es visitador general del Obispado en
Mauro, Santo
1658 indaga sobre el asunto y recoge la tradición de que los benedictinos fueron sus portadores, aunque no hay papeles de bulas pontificias que lo acrediten debido a la desaparición de documentos por un incendio.

Fueron trasladadas dichas reliquias a la Catedral por el Obispo benedictino de Badajoz D. Fray José de la Zerda el 1643, continuando parte en Almendral, como lo fuera en Fosano, Montecasino y Marsella. La guerra con Portugal, que comenzó el 1640, obligó a dicho traslado por los motivos de seguridad. El 8 de Abril de 1668 ordena al cabildo entregar el cuerpo de San Mauro a la villa de Almendral. La entrega la hacen el 29 del mismo mes, los capitulares Juan Rebolero y Pedro Lepe. Quedó una reliquia en la Seo de la catedral, encargándosele a Solano de Figueroa la depositara en el relicario.

La Iglesia y obispado de Badajoz celebraba el 15 de Enero al Santo Abad.
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Raquel, Santa Esposa de Jacob, Enero 15  
Raquel, Santa
Etimológicamente significa " oveja". Viene de la lengua hebrea.

Era una de las hijas más bellas de Labán.

Justamente fue en el tiempo en que trabajaba Jacob para este señor, cuando se enamoró de ella.

Gracias al amor que sentía por ella, aguantó siete años de duro trabajo en casa de Labán.

Pero Labán le dijo que si quería casarse con Raquel, tenía que estar siete años más y, además, unirse primero con Lía.

Durante muchos años, Raquel no pudo tener hijos. Pero como confiaba plenamente en la Providencia divina, Dios le dio a José.

Cuando Jacob partió para su casa, Raquel robó secretamente los amuletos paternos.

Pasados unos más, Raquel dio a luz a su segundo hijo Benjamín.

Al leer la Biblia, en el libro del Génesis 29 y 30, llegamos a conocer a esta mujer.

Esta última "1...tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos o si no, me muero. 2.

Y Jacob se enojó contra Raquel y dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre? 3. Y ella dijo: He aquí mi sierva Bilha; llégate a ella. 4. Y así le dio a Bilha su sierva por mujer; y Jacob se llegó a ella. 4. Y concibió Bilha, y dio un hijo a Jacob. 6. Dijo entonces Raquel: Me juzgó Dios, y también oyó mi voz, y me dio un hijo. Por tanto llamó su nombre Dan. En otras palabras, Raquel timó como suyo el hijo que su sirvienta tuvo con Jacob. "Dar a luz sobre las rodillas" puede entenderse como la adopción de este recién nacido, aunque no es ésta la única interpretación posible.

Para nuestro propósito, Dan es el primer hijo de la segunda esposa de Jacob.

La elegía de David ha quedado grabada en la tradición judía y se sigue enseñando como siempre:"En realidad, el primer hijo que Raquel misma dio a luz fue José".

Un autor del primer siglo dijo estas palabras:" El amor interesado fenece, cuando el interés ya no existe. Mas el amor desinteresado perdura hasta la eternidad. El amor de Amnon por Tamar (II Samuel, 13) es el prototipo del amor interesado, mientras que el amor de David y Jonatán lo es del mismo amor desinteresado".
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Fuente: ACI Prensa
Arnoldo Janssen, Santo Fundador, Enero 15  
Arnoldo Janssen, Santo
Fundador
Martirlogio Romano: En la aldea de Steyl, en los Países Bajos, San Arnoldo Janssen, presbítero, que, para difundir la fe en las misiones, fundó la Sociedad del Verbo Divino (1909).

Etimología: Arnoldo = Protector desde las alturas, es de origen germánico.

Arnoldo Janssen nació el 5 de noviembre de 1837 en Goch, una pequeña ciudad de la Baja Renania (Alemania). Segundo entre diez hermanos, aprendió de sus padres la dedicación al trabajo y una profunda religiosidad.

El 15 de agosto de 1861 fue ordenado sacerdote para la diócesis de Münster y fue asignado a enseñar ciencias naturales y matemáticas en la escuela secundaria de Bocholt, donde adquirió fama de maestro estricto pero justo. Por su profunda devoción al Sagrado Corazón de Jesús fue nombrado director diocesano del Apostolado de la Oración. Desde este apostolado, Arnoldo buscó abrirse también a cristianos de otras denominaciones.

Poco a poco creció su conciencia de las necesidades espirituales de la gente aún más allá de los límites de su propia diócesis, hasta convertirse en preocupación por la misión universal de la Iglesia. Decidió dedicar su vida a despertar en la iglesia alemana la conciencia de su responsabilidad misionera. Con este objetivo en mente, en 1873 renunció a su cargo docente y fundó "El pequeño mensajero del Corazón de Jesús". En esta revista mensual ofrecía noticias misionales y animaba a los católicos de lengua alemana a hacer más por las misiones.

Eran tiempos difíciles para la iglesia en Alemania. Bismark había desatado el "Kulturkampf" ("batalla por la cultura"), que implicaba una serie de leyes anti-católicas, la expulsión de sacerdotes y religiosos y aún el encarcelamiento de varios obispos.

En esa situación caótica, Arnoldo Janssen sugirió que tal vez algunos de los sacerdotes expulsados podrían ser enviados a las misiones o ayudar en la preparación de misioneros. Poco a poco, y animado por el vicario apostólico de Hong Kong, Arnoldo fue descubriendo que era a él a quien Dios llamaba para esta difícil tarea. Muchos opinaban que no era el hombre indicado, o que los tiempos no estaban maduros. "El Señor desafía nuestra fe a realizar algo nuevo, precisamente cuando tantas cosas se están derrumbando en la Iglesia", fue la respuesta de Arnoldo.

Con el apoyo de varios obispos, Arnoldo inauguró la casa misional en Steyl (Holanda) y dio comienzo a la Congregación de los Misioneros del Verbo Divino. Ya el dos de marzo de 1879 partieron los dos primeros misioneros hacia China. Uno de ellos era José Freinademetz.

Consciente de la importancia de las publicaciones para atraer vocaciones y fondos, Arnoldo estableció la propia imprenta sólo cuatro meses después de inaugurada la casa. Miles de laicos generosos dedicaron tiempo y esfuerzos a la animación misional en los países de habla alemana distribuyendo las revistas de Steyl. De esta manera, la nueva congregación se desarrolló ya desde su inicio como comunidad de sacerdotes y hermanos.

Los voluntarios que ayudaron en la casa misional no sólo fueron hombres. Prácticamente desde el comienzo, un grupo de mujeres se puso al servicio de la comunidad. Su deseo era servir a la misión como religiosas. Este deseo, los años de fiel servicio, y la conciencia de la importancia de las mujeres en las misiones, llevaron a Arnoldo a fundar la congregación de las "Siervas del Espíritu Santo" el 8 de diciembre de 1889. Las primeras Hermanas partieron hacia Argentina en 1895.

En 1896, el P. Arnoldo eligió a algunas de las Hermanas para formar una rama de clausura, las "Siervas del Espíritu Santo de Adoración Perpetua". Su servicio a la misión sería la de rezar día y noche por la Iglesia y especialmente por las otras dos congregaciones misioneras, manteniendo un servicio ininterrumpido de adoración al Santísimo Sacramento.

Arnoldo murió el 15 de enero de 1909. Su vida fue una permanente búsqueda de la voluntad de Dios, de confianza en la providencia divina y de duro trabajo. Testimonio de la bendición divina sobre su obra es el ulterior desarrollo de la misma: más de 6.000 misioneros del Verbo Divino trabajan hoy en 63 países. Las misioneras Siervas del Espíritu Santo son más de 3.800 hermanas y más de 400 las Siervas del Espíritu Santo de Adoración Perpetua.

Fue canonizado por Juan Pablo II el 5 de octubre de 2003.
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Fuente: ACI Prensa
Nicolás Gross, Beato Periodista y Mártir, Enero 15  
Nicolás Gross, Beato
Periodista, Padre de Familia y Mártir
Martirologio Romano: En Berlín, en Alemania, beato Nicolás Gross, padre de familia y mártir, que, dedicado a las cuestiones sociales, se enfrentó con un régimen contrario a la dignidad humana y a la religión y, por no querer actuar en contra de los preceptos de Dios, fue encarcelado y ahorcado, obteniendo así la participación en la victoria de Cristo (1945).

Etimología: Nicolás = Aquel que es vencedor del pueblo o de la multitud, es de origen griego.

Nikolaus Gross, incansable periodista cristiano que batalló contra el nacional-socialismo de la Alemania nazi, fue elevado a los altares el 7 de octubre del año 2001 por el Papa Juan Pablo II, en una solemne ceremonia en la plaza de San Pedro.

Gross, nacido en Niederwenigern, cerca de Essen en 1898, tuvo una vida que combinó el trabajo duro de las minas y el trabajo intelectual del periodismo, herramienta ésta última que utilizaría para convertirse en un opositor no violento del régimen de Adolf Hitler.

Así, cuando contaba con 19 años y ya dentro del trabajo minero, ingresó al sindicato cristiano. Un año después entró al partido cristiano del Zentrum, convirtiéndose a los 22 en secretario de los jóvenes mineros.

Por ese tiempo Gross siente inquietud por el periodismo, lo que lo impulsa a colaborar en el diario del Movimiento Católico de los Trabajadores (KAB), el Westdeutschen Arbeiterzeitung. Rápidamente comienza a destacar por su talento, hasta convertirse dos años después en el director del diario.

Afincado en Colonia, Gross percibe el peligro que para Alemania significaba que el nazismo tomara el poder; por ello no duda, respaldado en su fe, en informar a sus lectores sobre las verdaderas consecuencias que un régimen de este tipo traería sobre el país.

En una de las tantas ocasiones afirmaría, "nosotros trabajadores católicos rechazamos con fuerza y con claridad el Nacionalsocialismo, no sólo por motivos políticos o económicos, sino decididamente también por nuestra postura religiosa y cultural".
Al tomar Hitler el poder en Alemania, la comunidad cristiana empieza a ser perseguida.

Sin embargo, esto no fue impedimento para que Gross continuara su labor, complementada con el apoyo mutuo que se prestó con las más influyentes e importantes inteligencias católicas contrarias al nazismo. Entre ellas destacó el sacerdote jesuita Alfred Delp y el laico Emil Letterhaus. Ambos también serían ejecutados.

Poco a poco el diario se fue convirtiendo en un obstáculo para el gobierno, siendo declarado enemigo del Estado y clausurado en 1938. Nikolaus Gross no se dejó amilanar y continuó con su tarea de anunciar a Cristo sacando ediciones clandestinas.

Esta constante oposición al nacional-socialismo, hizo que fuera encarcelado y ejecutado en la horca el 23 de enero de 1945. Su ejecución se llevó a cabo tres semanas después del fracaso del atentado contra Adolf Hitler, su cuerpo fue quemado y sus cenizas esparcidas por el campo.

Este hombre, que se inició como obrero, sindicalista y posteriormente periodista, tuvo muy en claro el compromiso que como católico debía asumir en la defensa de la verdad, la justicia, la paz y la solidaridad; incluso, entregando su propia vida.

Además, fue testimonio de padre y esposo, muestra de ello es la carta que desde la cárcel de Berlín-Plötzensee, enviara a su esposa e hijos dos días antes de su ejecución. En ella mostró una completa serenidad ante la muerte y una fe inquebrantable en Cristo.

Su beatificación

El domingo 7 de octubre del año 2001, en la plaza de San Pedro, el Papa Juan Pablo II presidió la ceremonia que elevó a los altares a Nikolaus Gross, periodista que se opuso con la fe y la razón al régimen Nazi de Hitler.

Fue beatificado junto a otras seis personas. Aquel día el Papa dijo: "Con inteligencia comprendía que la ideología nacional-socialista era incompatible con la fe cristiana. Con valentía, tomó la pluma para escribir a favor de la dignidad humana y por esta convicción fue llevado al patíbulo, pero esto le abrió el cielo".
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Fuente: Dominicos.org
Francisco Fernández de Capillas, Santo Mártir Dominico, Enero 15  
Francisco Fernández de Capillas, Santo
Mártir Dominico
Martirologio Romano: En la ciudad de Fu'an, en la provincia de Fujian, en China, san Francisco Fernández de Capillas, presbítero de la Orden de Predicadores y mártir, el cual anunció el nombre de Cristo primero en las Islas Filipinas y después en Fujian, donde, bajo la persecución de los tártaros, fue encarcelado por largo tiempo y finalmente degollado (1648).

Nace el 15 de agosto de 1607 en Baquerín de Campos, (Palencia-España). El menor de cinco hermanos estudió, desde niño,en Palencia donde conoció a los dominicos y descubrió un primer germen de vocación. Fue en el convento de San Pablo de Valladolid donde ingresa en la Orden y profesa al tiempo que hace los estudios institucionales.

Por estos años, el ardor misionero se proyecta hacia el Nuevo Mundo y hacia los países del Extremo Oriente. Todavía siendo diácono, en 1631, con otros treinta jóvenes dominicos, embarca rumbo a México, primera etapa del viaje. Casi un año tardarán en llegar a Manila con la recia experiencia de una travesía llena de padecimientos. En la capital filipina, Fray Francisco recibe la ordenación sacerdotal a los 25 años de edad.

En Manila ejerce su vocación sacerdotal y misionera durante nueve largos años, en ansiosa espera de ser enviado a China. Otra escala en Formosa hasta que los cristianos chinos les faciliten la entrada en Fujián el año 1642. La persecución más o menos declarada a los cristianos es el ambiente en el que desarrolla su acción evangelizadora.

Fiebres cuartanas y privaciones de todo orden debilitan extraordinariamente su salud. Pero nada le detiene en su misión. La integridad de su vida, la bondad de su corazón y la entrega a su vocación hacen que los cristianos hablen de él como del "santo Capillas". Arrestado cuando regresaba a su refugio después de atender a los enfermos, es juzgado y condenado por defender su fe y su amor a Jesucristo. Dos meses de tormentos en la cárcel desembocan en su degollación el 5 de enero de 1648.

Beatificado por san Pío Xel año 1909 y canonizado por Juan Pablo II el 2000, juntamente con
120 mártires de China. La reliquia de su cabeza se conserva en el convento de los dominicos de San Pablo de Valladolid.

Perfil espiritual.

Una carta sencilla del santo a uno de sus hermanos revela, mejor que cualquier descripción, su fisonomía espiritual. Aparece su fe como elemento envolvente de toda su vida. De ella deriva la visión providencialista: "...es Dios nuestro Señor el que aquí me ha traído..." Esta convicción se ha ido consolidando con oración y reflexión,contemplándose a sí mismo ante el Dios que le ha elegido para colaborar en la extensión del reino. Todo ello le otorga una fortaleza inamovible para estar allí donde el Señor le ha enviado; de tal manera que "no bastan trazas humanas para sacarme de aquí hasta que se llegue la hora en que tiene determinado nuestro Señor Jesucristo sacarme."

La firmeza de su fe se trasfunde a su entereza humana, a su manera de afrontar templadamente las hostilidades y provocaciones: "...viéndome todos padecer con igualdad de ánimo..."

La Voluntad de Dios es la norma de su vida. Esta actitud filial imitada de Jesús de Nazaretse manifiesta auténtica ante la adversidad , la persecución, la cárcel y la misma muerte. Su condición humana, no obstante, le hace sentirla flaqueza natural como un riesgo que él quiere superar en la ayuda de Dios: "Hace que rueguen por mí todos para que me dé Dios nuestro Señor valor, si acaso se ofrece el volver a padecer por él mayores tormentos de los padecidos y glorificarlo por la muerte, que para todo estoy dispuesto en la voluntad de nuestro Señor."

El amor al prójimo, reverso del amora Dios, le salta a cualquier hora y momento: "... yo reparto con ellos (los encarcelados) de lo que me dan y les sirvo en lo que me mandan y me tengo por muy dichoso en eso."

El martirio esdon de Dios que Francisco viene tejiendo día a día desde su primeriza vocación y que él mismo curte en la persecución, en las privaciones y en las enfermedades. Su preocupación por la salvación de las almas ha marcado sus pasos y señalado los caminos que él pisará a fondo por más que sean pedregosos y escarpados.

Testigo de Jesucristo y de su evangelio en palabras, acciones y vida entregada.
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net

Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/

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