JMJ
Concebirás y darás a luz un hijo
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1, 26-38
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba
María. Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo:
"Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo".
Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba que querría decir semejante
saludo. El ángel le dijo:
"No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le
pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará
el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no
tendrá fin".
María le dijo entonces al ángel:
"¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?"
El ángel le contestó:
"El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso,
el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que a
pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque
no hay nada imposible para Dios".
María contestó:
"Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho".
Y el ángel se retiró de su presencia.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Pax
Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.
El Misterio de la Misa en 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=0QCx-5Aqyrk
El que no valora una obra de arte es porque necesita cultura: https://www.youtube.com/watch?v=mTKKaT-KaKw
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu
El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
San Leonardo, "El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc
Audio (1/5): https://www.youtube.com/watch?v=2NjKuVnxH58
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?
Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).
Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?
Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html
Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa (Jn 15,22).
† Misal
20 de Diciembre
El que ha de venir, vendrá sin tardanza, y ya no tendremos nada que temer, porque él es nuestro salvador.
Oremos:
Dios nuestro, que te dignaste manifestar al mundo el esplendor de tu gloria por medio del parto
de la santísima Virgen María, concédenos venerar con fe integra y celebrar con sincera piedad el
gran misterio de la encarnación de tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.
La virgen concebirá
Lectura del libro del profeta Isaías 7, 10-14
En aquellos tiempos el Señor habló a Ajaz y le dijo:
"Pide al Señor tu Dios una señal, en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo".
Contesto Ajaz:
"No la pido, pues no quiero tentar al Señor".
Entonces dijo Dios:
"Escucha, heredero de David: ¿No les basta cansar a los hombres, sino que quieren cansar
también a Dios? Pues bien, el Señor mismo les dará por eso una señal:
He aquí que la Virgen está encinta y dará a luz un hijo, y le pondrán el nombre de Enmanuel,
que significa: Dios con nosotros".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 23
Ya llega el Señor, el rey de la gloria.
Del Señor es la tierra y lo que la llena, el orbe y todos su habitantes: él la edificó sobre los mares, él la asentó sobre los ríos.
Ya llega el Señor, el rey de la gloria.
¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos puras.
Ya llega el Señor, el rey de la gloria.
Ese obtendrá la bendición del Señor, Dios su salvador le hará justicia. Este es el grupo que te busca y viene ante ti, Dios de Jacob.
Ya llega el Señor, el rey de la gloria.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Llave de David, que abres las puertas del Reino eterno, ven a librar a los que yacen oprimidos
por las tinieblas del mal.
Aleluya.
Concebirás y darás a luz un hijo
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1, 26-38
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba
María. Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo:
"Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo".
Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba que querría decir semejante
saludo. El ángel le dijo:
"No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le
pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará
el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no
tendrá fin".
María le dijo entonces al ángel:
"¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?"
El ángel le contestó:
"El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso,
el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que a
pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque
no hay nada imposible para Dios".
María contestó:
"Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho".
Y el ángel se retiró de su presencia.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Mira, Señor, con bondad las ofrendas que te presentamos, para que tu poder consagre los dones
de nuestra pobreza.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
La doble espera de Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo
lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
A quien todos los profetas anunciaron, la Virgen esperó con inefable amor de madre, Juan lo
proclamó ya próximo y señaló después entre los hombres. El mismo Señor nos concede ahora
prepararnos con alegría al misterio de su nacimiento para encontrarnos así, cuando llegue,
velando en oración y cantando su alabanza.
Por eso,
con los ángeles y arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de
tu gloria:
Vendrá a visitarnos de lo alto un sol naciente, Cristo el Señor, para guiar nuestro pasos por el
camino de la paz.
Oración después de la Comunión
Te damos gracias, Señor, por los bienes que nos has dado, y te rogamos que enciendas en
nosotros el deseo de lo que nos has prometido, para que, con un espíritu renovado, podamos
celebrar dignamente el nacimiento de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
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† Meditación diaria
Adviento. 20 de diciembre
LA VOCACIÓN DE MARÍA. NUESTRA VOCACIÓN
— La Virgen, elegida desde la eternidad.
— Nuestra vocación. Correspondencia.
— Imitar a la Virgen en su espíritu de servicio a los demás.
I. Estamos ya muy próximos a la Navidad. Ahora va a cumplirse la profecía de Isaías: Una Virgen concebirá y dará a luz un Hijo, y se llamará Emmanuel, que significa "Dios con nosotros"1.
El pueblo hebreo estaba familiarizado con las profecías que señalaban a la descendencia de Jacob, a través de David, como portadora de las promesas mesiánicas. Pero no podía imaginar tanto: el Mesías iba a ser el mismo Dios hecho hombre.
Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer2. Y esta mujer, elegida y predestinada desde toda la eternidad para ser la Madre del Salvador, había consagrado a Dios su virginidad, renunciando al honor de contar entre su descendencia directa al Mesías. Desde la eternidad fui yo predestinada –dice el libro de los Proverbios, prefigurando ya a Nuestra Señora–, desde los orígenes, antes que la tierra fuese3.
Son muchos los frutos que podemos obtener en estos días con el trato y amor a la Virgen. Ella misma nos dice: Como vid eché hermosos sarmientos y mis flores dieron sabrosos y ricos frutos. Yo soy la madre del amor, del temor, de la ciencia y de la santa esperanza.
Venid a mí cuantos deseáis y saciaos de mis frutos. Porque recordarme es más dulce que la miel, y poseerme, más rico que el panal de miel4.
María aparece como la Madre virginal del Mesías, que dará todo su amor a Jesús, con un corazón indiviso, como prototipo de la entrega que el Señor pedirá a muchos.
Cuando llegó la plenitud de los tiempos, Dios envió al Arcángel Gabriel a Nazaret, donde vivía la Virgen. La piedad popular presenta a María recogida en oración mientras escucha, atentísima, el designio de Dios sobre Ella, su vocación: Dios te salve, llena de gracia, le dice el Ángel...5 como leemos en el Evangelio de la Misa de hoy.
Y la Virgen da su pleno asentimiento a la voluntad divina: Hágase en mí según tu palabra6. Desde ese momento acepta y comienza a realizar su vocación; consiste esta vocación en ser Madre de Dios y Madre de los hombres.
El centro de la humanidad, sin saberlo, se encuentra en la pequeña ciudad de Nazaret. Allí está la mujer más amada de Dios, Aquella que es también la más amada del mundo, la más invocada de todos los tiempos. En la intimidad de nuestro corazón, ahora, en nuestra oración personal, le decimos: ¡Madre! ¡Bendita eres entre todas las mujeres!
En función de su Maternidad, fue rodeada de todas las gracias y privilegios que la hicieron digna morada del Altísimo. Dios escogió a su Madre y puso en Ella todo su Amor y su Poder. No permitió que la rozara el pecado: ni el original, ni el personal. Fue concebida Inmaculada, sin mancha alguna. Y le concedió tantas gracias "que por debajo de Dios no se pudiera concebir mayor, y que nadie, fuera de Dios, pudiera alcanzar a comprender"7. Su dignidad es casi infinita.
Todos los privilegios y todas las gracias le fueron dadas para llevar a cabo su vocación. Como en toda persona, la vocación fue el momento central de su vida: Ella nació para ser Madre de Dios, escogida por la Trinidad Beatísima desde la eternidad.
También es Madre nuestra, y en estos días se lo queremos recordar muchas veces. Con una oración antigua, que hacemos nuestra, le podemos decir nosotros: Acuérdate, Virgen Madre de Dios, cuando estés delante del Señor, de decirle cosas buenas de mí.
II. La vocación es también en cada uno de nosotros el punto central de nuestra vida. El eje sobre el que se organiza todo lo demás. Todo o casi todo depende de conocer y cumplir aquello que Dios nos pide.
Seguir y amar la propia vocación es lo más importante y lo más alegre de la vida. Pero a pesar de que la vocación es la llave que abre las puertas de la felicidad verdadera, hay quienes no quieren conocerla, prefieren hacer su propia voluntad en vez de la Voluntad de Dios, quedarse en una ignorancia culpable en vez de buscar con toda sinceridad el camino en que serán felices, alcanzarán con seguridad el Cielo y harán felices a otros muchos.
El Señor hace llamamientos particulares: también hoy. Nos necesita. Además, a todos nos llama con una vocación santa: una invitación a seguirle en una vida nueva cuyo secreto Él posee: si alguno quiere venir en pos de mí...8. Todos hemos recibido por el Bautismo una vocación para buscar a Dios en plenitud de amor. "Porque no es la vida corriente y ordinaria, la que vivimos entre los demás conciudadanos, nuestros iguales, algo chato y sin relieve. Es, precisamente en esas circunstancias, donde el Señor quiere que se santifique la inmensa mayoría de sus hijos.
"Es necesario repetir una y otra vez que Jesús no se dirigió a un grupo de privilegiados, sino que vino a revelarnos el amor universal de Dios. Todos los hombres son amados de Dios, de todos ellos espera amor. De todos, cualesquiera que sean sus condiciones personales, su posición social, su profesión u oficio. La vida corriente y ordinaria no es cosa de poco valor: todos los caminos de la tierra pueden ser ocasión de un encuentro con Cristo, que nos llama a identificarnos con Él, para realizar –en el lugar donde estamos– su misión divina.
"Dios nos llama a través de las incidencias de la vida de cada día, en el sufrimiento y en la alegría de las personas con las que convivimos, en los afanes humanos de nuestros compañeros, en las menudencias de la vida de familia. Dios nos llama también a través de los grandes problemas, conflictos y tareas que definen cada época histórica, atrayendo esfuerzos e ilusiones de gran parte de la humanidad"9.
La llamada del Señor a una mayor entrega nos urge, entre otras razones, porque la mies es mucha y los operarios pocos10. Y hay mieses que se pierden cada día porque no hay quien las recoja.
Hágase en mí según tu palabra, dice la Virgen11. Y la contemplamos radiante de alegría. Nosotros, mientras hacemos nuestra oración, nos podemos preguntar: ¿Busco a Dios en mi trabajo o en mi estudio, en mi familia, en la calle... en todo? ¿Soy audaz en el apostolado? ¿Quiere el Señor algo más de mí?
III. Ante la Voluntad de Dios, la Virgen tiene una sola respuesta: amarla. Al proclamarse la esclava del Señor, acepta sus designios sin limitación alguna. En la antigüedad, cuando está plenamente vigente la esclavitud, se valora en toda su fuerza y profundidad esta expresión de María. El esclavo, se puede decir, no tenía voluntad propia, ni otro querer fuera del de su amo. La Virgen acepta con suma alegría no tener otro querer que el de su Amo y Señor. Se entrega al Señor sin limitación alguna, sin poner condiciones.
Imitando a la Virgen, no queramos tener otra voluntad y otros planes sino los de Dios. Y esto en cosas trascendentales para nosotros (en nuestra propia vocación) y en las pequeñas cosas ordinarias de nuestro trabajo, familia, relaciones sociales.
Uno de los misterios del Adviento es el que contemplamos como segundo misterio de gozo del Santo Rosario: la Visitación. Pero vamos a fijarnos en un aspecto concreto del servicio a los demás que lleva consigo la vocación: el orden de la caridad.
Esta delicada visita de nuestra Madre a su prima Santa Isabel es también una manifestación del orden de la caridad. Amor a todos, porque todos son o pueden ser hijos de Dios, hermanos nuestros. Pero amor, en primer término, a los que están más cerca, a aquellos con quienes nos unen especiales lazos: nuestra familia. Ese orden ha de manifestarse también con obras, no solo con el afecto. Pensemos ahora en el trato con nuestra familia, en las mil oportunidades que nos brinda de ejercitar, de un modo natural, la caridad, el espíritu de servicio.
Queremos vivir estos días de Adviento con el mismo espíritu de servicio con que los vivió nuestra Madre. Apoyados en la entrega humilde de María, vamos a pedirle como buenos hijos que nos ayude para que, cuando el Señor venga, encuentre nuestro corazón dispuesto y sin reservas, dócil a sus mandatos, a sus consejos, a sus sugerencias.
"Supliquemos hoy a Santa María que nos haga contemplativos, que nos enseñe a comprender las llamadas continuas que el Señor dirige a la puerta de nuestro corazón. Roguémosle: Madre nuestra, tú has traído a la tierra a Jesús, que nos revela el amor de nuestro Padre Dios; ayúdanos a reconocerlo, en medio de los afanes de cada día; remueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad, para que sepamos escuchar la voz de Dios, el impulso de la gracia"12.
1 Primera lectura de la Misa, Is 7, 14. — 2 Gal 4, 4. — 3 Prov 8, 23-31. — 4 Eclo 24, 23-24. — 5 Lc 1, 28-33. — 6 Lc 1, 38. — 7 Pío XI, Bula Ineffabilis Deus. — 8 Mt 16, 24. — 9 San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 110. — 10 Cfr. Mt 9, 37. — 11 Lc 1, 38. — 12 San Josemaría Escrivá, o. c., 174.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
Santo Domingo de Silos
Abad
Año 1073
Santos como el de hoy, que nos siga mandando
Dios siempre y en todas partes. Amén.
Sed prudentes como serpientes y
sencillos como palomas (Jesucristo).
Domingo significa: "el que está consagrado a Dios". (Dominus: Dios).
Domingo de Silos es el primer santo que lleva este nombre. Después de él muchos santos más llevarán tan hermoso nombre.
Nació en La Rioja, España, cerca del año 1000.
Era hijo de agricultores, y sus primeros años los pasó como pastor de ovejas. El resto de su vida lo pasará como pastor de almas. El oficio del pastor despertó en su espíritu el gusto por la soledad y por la oración contemplativa. Pensaba retirarse al desierto a vivir vida de soledad absoluta, pero en sueños recibió un aviso de que era mejor entrar de religioso.
Entró de religioso con los Padres Benedictinos en el famoso monasterio de san Millán de la Cogolla y allí hizo grandes progresos espirituales, y recibió de Dios el don de saber interpretar muy bien las enseñanzas de la Sagrada Biblia. Y tenía tan buenas cualidades que llegó a ser superior del convento. En sólo dos años restauró totalmente aquella edificación que ya estaba deteriorada.
Un día llegó un rey de Navarra a exigirle que le entregara los cálices sagrados y lo más valioso que hubiera en el convento, para dedicar todo esto a los gastos de guerra. Santo Domingo se le enfrentó valientemente y le dijo: "Puedes matar el cuerpo y a la carne hacer sufrir. Pero sobre el alma no tienes ningún poder. El evangelio me lo ha dicho, y a él debo creer – que sólo al que al infierno puede echar el ama, a ese debo temer". Y no le entregó al rey ninguna de las posesiones sagradas del monasterio.
El rey de Navarra, lleno de indignación desterró al abad Domingo, y lo hizo salir de allí, pero fue un destierro inmensamente provechoso, porque al saberlo el rey Fernando I de Castilla, lo mandó llamar y le confió el Monasterio de Silos, que estaba en un sitio estéril y alejado y se hallaba en estado de total abandono y descuido, tanto en lo material como en lo espiritual.
Domingo demostró ser un genio organizador, un talento para la restauración. Levantó un monasterio ideal. Una hermosa capilla, con una sacristía que es una obra de arte. Hizo un gran salón para que los monjes se dedicaran a copiar las Sagradas Escrituras y las obras de los santos (en ese tiempo no había imprentas). Formó una biblioteca llena de los mejores libros de ese tiempo. Organizó una droguería en la cual las gentes de los alrededores encontraban remedios baratísimos (y muchas veces regalados, para los más pobres).
Aquella casa se volvió un hervidero de trabajadores. Unos cultivaban plantas de uvas, o árboles de olivos; otros se dedicaban a escribir o pintar. Era una casa donde todos se dedicaban a trabajar, rezar, cantar, hacer progresar el monasterio y ganarse así un buen premio para el cielo. Aquel inmenso edificio estaba siempre abierto para solucionar las miserias de los vecinos. El Monasterio de Silos llegó a ser uno de los más famosos de España.
Santo Domingo de Silos se propuso reunir ayudas para libertar a los cristianos que estaban prisioneros y esclavos de los musulmanes, y logró libertar a más de 300. Por eso lo pintan casi siempre acompañado de hombres con cadenas, a los cuales les consiguió la libertad. Así estaba él preparando lo que más tarde harían los Padres Mercenarios con San Pedro Nolasco, libertando cautivos.
El santo no era capaz de negar un favor cuando podía hacerlo. De todas partes llegaban gentes a pedir ayudas. Pero también sabía no dejarse engañar. Una vez llegaron unos mentirosos a pedirle vestidos y para conmoverlo dejaron sus mejores ropas escondidas en una cueva cercana y se presentaron vestidos de harapos. El santo se dio cuenta de esto y envió a un monje a que trajera esos vestidos y con ellos hizo un gran paquete y le dijo a los pedigüeños: - "Con mucho gusto les damos la ropa que necesitan. Tomen este paquete lleno de ropa y vayan a la cueva cercana y allá se la reparten". Ellos se fueron muy contentos y al llegar allá se dieron cuenta de que eran los mismos vestidos que habían dejado allí escondidos
Una noche llegaron unos ladrones a robarse toda la cosecha del monasterio. El santo los dejó trabajar toda la noche y a la madrugada, cuando ya estaba todo recogido, en costales y empacado, mandó a sus monjes con garrotes a decirles que muchas gracias por haberlos reemplazado en recoger la cosecha y que podían irse. Pero para que no se fueran demasiado tristes les envió un desayuno como pago por el trabajo de toda esa noche.
Este santo obtuvo de Dios muchísimos milagros para quienes se encomendaban a sus oraciones. El biógrafo, que escribió su vida poco tiempo después de la muerte del santo, dice que no había enfermedad que las oraciones de este santo no lograra curar. Otro testigo de aquel tiempo afirma: "Nunca vi a un enfermo, ni a un sano, a quien no le alegrara él con su boca o con su mano". Llegó hasta a anunciar la fecha de su propia muerte.
96 años después de su muerte, nuestro santo se apareció en sueños a la mamá de Santo Domingo de Guzmán para anunciarle que tendría un hijo que sería un gran apóstol. Por eso cuando el niño nació le pusieron el nombre de Domingo en honor del santo de Silos. Es por ello también que muchas mamás en España se encomiendan al santo Domingo de Silos para obtener que su hijo nazca bien y que sea una buena persona después.
El 20 de diciembre del año 1073 voló al cielo este santo en cuyo honor sigue existiendo todavía el famoso monasterio de Santo Domingo de Silos.
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Coren, Santo Confesor, 20 de diciembre
Diciembre 20
Etimológicamente significa " corazón". Viene de la lengua latina. |
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Miguel Piaszczynski, Beato Sacerdote y Mártir, 20 Diciembre
Nacido en Lomsa, Polonia, el 1 de Noviembre de 1885 |
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Ursicino de Jura, Santo Eremita, 20 Diciembre
Ursicino era un monje irlandés compañero de San Columba. |
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Fuente: Wikipédia
Ceferino, Santo XV Papa, 20 Diciembre
XV Papa
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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