martes, 25 de octubre de 2016

Martes por los ángeles custodios. 25/10/2016. Santos Crisanto y Daría ¡rueguen por nosotros y las familias!

JA

JMJ

Pax

Creció la semilla y se convirtió en un arbusto

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 13, 18-21

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo:
"¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿A qué lo comparé? Es como un grano de mostaza que un hombre sembró en su huerto; creció, se convirtió en árbol y los pájaros anidaron en sus ramas".
Y dijo de nuevo:
"¿A qué compararé el Reino de Dios? Es como la levadura que una mujer mezcla con tres medidas de harina, hasta que fermenta todo".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs

Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.

El Misterio de la Misa en 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=0QCx-5Aqyrk

El que no valora una obra de arte es porque necesita cultura: https://www.youtube.com/watch?v=mTKKaT-KaKw

Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu

El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX

Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!

San Leonardo, "El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc

Audio (1/5): https://www.youtube.com/watch?v=2NjKuVnxH58

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?

Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).

Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?

Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html

Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa (Jn 15,22).

 

 

Misal

 

mar 30a. Ordinario año Par

Antífona de Entrada

Que se alegren los que buscan al Señor. Recurran al Señor y a su poder, busquen continuamente su rostro.

 

Oración Colecta

Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, aumenta nuestra fe, esperanza y caridad; y, para conseguir tus promesas, concédenos amar tus preceptos.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Este es un gran misterio, y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 5, 21-33

Hermanos: Respétense unos a otros por reverencia a Cristo. Que las mujeres respeten a sus
maridos como si se tratara del Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza y salvador de la Iglesia, que es su cuerpo. Y como la Iglesia es dócil a Cristo, así también las mujeres sean dóciles a sus maridos en todo.
Maridos, amen a sus mujeres como Cristo amó a su Iglesia y se entregó por ella para santificarla, purificándola con el agua y la palabra. Se preparó así una Iglesia resplandeciente, sin mancha ni arruga ni cosa semejante, sino santa e inmaculada. Igualmente, los maridos deben amar a sus mujeres como a su propio cuerpo.
El que ama a su mujer se ama a sí mismo; pues nadie odia a su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida como Cristo hace con su Iglesia, que es su cuerpo, del cual nosotros somos miembros.
Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne. Este es un gran misterio, y yo lo relaciono con la unión de Cristo y de la Iglesia.
En una palabra, que cada uno ame a su mujer como se ama a sí mismo, y que la mujer respete al marido.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Sal 127, 1-2.3

Dichosos los que respetan al Señor.

Dichoso el que respeta al Señor y sigue sus caminos. Comerás del trabajo de tus manos, seras afortunado y feliz.
Dichosos los que respetan al Señor.

Tu mujer será como una vid fecunda dentro de tu casa; tus hijos, como brotes de olivo en torno a tu mesa.
Dichosos los que respetan al Señor.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla.
Aleluya.

Evangelio

Creció la semilla y se convirtió en un arbusto

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 13, 18-21

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo:
"¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿A qué lo comparé? Es como un grano de mostaza que un hombre sembró en su huerto; creció, se convirtió en árbol y los pájaros anidaron en sus ramas".
Y dijo de nuevo:
"¿A qué compararé el Reino de Dios? Es como la levadura que una mujer mezcla con tres medidas de harina, hasta que fermenta todo".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Concédenos, Señor, ofrecerte estos dones con un corazón libre, para que tu gracia pueda purificarnos en estos misterios que ahora celebramos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

La salvación por Cristo

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, que por amor creaste al hombre, y, aunque condenado justamente, lo redimiste por tu misericordia, por Cristo, Señor nuestro.
Por él,
los ángeles y arcángeles y todos los coros celestiales celebran tu gloria, unidos en común alegría.
Permítenos asociarnos a sus voces cantando humildemente tu alabanza:

Antífona de la Comunión

Miren que estoy a la puerta y llamo, dice el Señor: si alguno oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana para poder vivir como hijos tuyos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

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Meditación diaria

 

30ª semana. Martes

 

LA MANIFESTACIÓN DE LOS HIJOS

DE DIOS

 

— El sentido de nuestra filiación divina.

 

— Hijos en el Hijo.

 

— Consecuencias de la filiación divina.

 

I. En el Salmo II leemos estas palabras, que se aplican al Mesías en primer término: A mí me ha dicho el Señor: Tú eres mi hijo; Yo te he engendrado hoy1. Desde la eternidad, el Padre engendra al Hijo, y todo el ser de la Segunda Persona de la Trinidad Beatísima consiste en la filiación, en ser Hijo. El hoy del que nos habla el Salmo significa un siempre continuo, eterno, por el que el Padre da el ser a su Unigénito2.

 

Para que exista una filiación, en el sentido preciso de la palabra, se requiere igualdad de naturaleza3. Por eso, solo Jesucristo es el Unigénito del Padre. En sentido amplio puede decirse que todas las criaturas, especialmente las espirituales, son hijas de Dios, aunque con una filiación muy imperfecta, pues su semejanza con el Creador no es, de ningún modo, identidad de naturaleza.

 

Sin embargo, con el Bautismo se produjo en nuestra alma una regeneración, un nuevo nacimiento, una elevación sobrenatural, que nos hizo partícipes de la naturaleza divina. Esta elevación sobrenatural dio origen a una filiación divina inmensamente superior a la filiación humana propia de cada criatura. San Juan, en el prólogo de su Evangelio, nos enseña que a cuantos le recibieron (a Cristo) dioles poder para ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre, que no han nacido de la sangre, ni de la voluntad de la carne, ni del querer del hombre, sino de Dios4. "El Hijo de Dios se hizo hombre –explica San Atanasio– para que los hijos del hombre, los hijos de Adán, se hicieran hijos de Dios (...). Él es el Hijo de Dios por naturaleza; nosotros, por gracia"5.

 

La filiación divina ocupa un lugar central en el mensaje de Jesucristo y es una enseñanza continua en la predicación de la Buena Nueva cristiana, como signo elocuentísimo del amor de Dios por los hombres. Ved qué amor nos ha mostrado el Padre -escribe San Juan-, que ha querido que nos llamemos hijos de Dios y lo seamos6. Esta condición de hijos, aunque tendrá su plenitud en el Cielo, es en esta vida una realidad gozosa y esperanzada. Ahora, como nos dice San Pablo en una de las lecturas para la Misa de hoy, la creación anhela la manifestación de los hijos de Dios... y sufre toda ella dolores de parto hasta el momento presente. Y no solo ella, sino que nosotros, que poseemos ya las primicias del Espíritu, también gemimos en nuestro interior aguardando la adopción de hijos...7. El Apóstol se refiere a la plenitud de esa adopción, pues ya aquí en la tierra hemos sido constituidos hijos de Dios, nuestra mayor gloria y el más grande de los títulos: de manera que ya no eres siervo, sino hijo; y como hijo, también heredero8.

 

Las palabras que desde la eternidad aplica el Padre a su Unigénito, nos las apropia ahora a nosotros. A cada uno nos dice: Tú eres mi hijo; Yo te he engendrado hoy. Este hoy es nuestra vida terrena, pues Dios nos da cada día este nuevo ser. "Nos dice: tú eres mi hijo. No un extraño, no un siervo benévolamente tratado, no un amigo, que ya sería mucho. ¡Hijo! Nos concede vía libre para que vivamos con Él la piedad del hijo y, me atrevería a afirmar, también la desvergüenza del hijo de un Padre, que es incapaz de negarle nada"9.

 

II. Tú eres mi hijo...

 

El Señor habló constantemente de esta realidad a sus discípulos. Unas veces directamente, enseñándoles a dirigirse a Dios como Padre10, señalándoles la santidad como imitación filial del Padre11...; y también por medio de numerosas parábolas, en las que Dios es representado por la figura del padre12.

 

La filiación divina no consiste solo en que Dios haya querido tratarnos como un padre a sus hijos y que nosotros nos dirijamos a Él con la confianza de los

hijos. No es un simple grado mayor en la línea de esas filiaciones que en sentido amplio tienen todas las criaturas respecto a Dios, según su mayor o menor semejanza con el Creador. Esto ya sería un inmenso don, pero el amor de Dios ha llegado mucho más lejos, haciéndonos realmente hijos suyos. Mientras aquellas filiaciones son en realidad modos de expresión, nuestra filiación divina lo es en sentido estricto, aunque nunca será como la filiación de Jesucristo, Hijo Unigénito de Dios. Para el hombre no puede haber nada más grande, impensable e inalcanzable que esta relación filial13.

 

La nuestra es una participación de la plena filiación exclusiva y constitutiva de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad. De esta "filiación natural –explica Santo Tomás– se deriva a muchos la filiación por cierta semejanza y participación"14. Es a partir de esta filiación como entramos en intimidad con la Trinidad Santa, es una verdadera participación de la vida del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. En lo que se refiere a nuestra relación con las divinas Personas, puede decirse que somos hijos del Padre en el Hijo por el Espíritu Santo15. "Mediante la gracia recibida en el Bautismo, el hombre participa en el eterno nacimiento del Hijo a partir del Padre, porque es constituido hijo adoptivo de Dios: hijo en el Hijo"16. "Al salir de las aguas de la sagrada fuente, cada cristiano vuelve a escuchar la voz que un día fue oída a orillas del río Jordán: Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco (Lc 3, 22); y entiende que ha sido asociado a su Hijo predilecto, llegando a ser hijo adoptivo (Gal 4, 4-7) y hermano de Cristo"17.

 

La filiación divina ha de estar presente en todos los momentos del día, pero se ha de poner especialmente de manifiesto si alguna vez sentimos con más fuerza la dureza de la vida. "Parece que el mundo se te viene encima. A tu alrededor no se vislumbra una salida. Imposible, esta vez, superar las dificultades.

 

"Pero, ¿me has vuelto a olvidar que Dios es tu Padre?: omnipotente, infinitamente sabio, misericordioso. Él no puede enviarte nada malo. Eso que te preocupa, te conviene, aunque los ojos tuyos de carne estén ahora ciegos.

 

"Omnia in bonum! ¡Señor, que otra vez y siempre se cumpla tu sapientísima Voluntad!"18.

 

III. La filiación divina no es un aspecto más, entre otros, del ser cristianos: de algún modo abarca todos los demás. No es propiamente una virtud que tenga sus actos particulares, sino una condición permanente del bautizado que vive su vocación. La piedad que nace de esta nueva condición del hombre que sigue los pasos de Cristo "es una actitud profunda del alma, que acaba por informar la existencia entera: está presente en todos los pensamientos, en todos los deseos, en todos los afectos"19. Si atendemos al designio divino, podemos decir que todos los dones y gracias nos han sido dados para constituirnos en hijos de Dios, en imitadores del Hijo hasta llegar a ser alter Christus, ipse Christus20. Cada vez hemos de parecernos más a Él. Nuestra vida debe reflejar la suya. Por eso, la filiación divina debe ser muy frecuentemente motivo de nuestra oración y de nuestra consideración; así nuestra alma se llenará de paz en medio de las mayores tentaciones o contradicciones, pues viviremos abandonados en las manos de Dios. Un abandono que no nos eximirá del empeño por mejorar, ni de poner todos los medios humanos a nuestro alcance cuando surjan la enfermedad, la penuria económica, la soledad... La vida de los santos, aun en medio de muchas pruebas, estuvo siempre llena de alegría, como debe estar colmada la nuestra.

 

La filiación divina es también fundamento de la fraternidad cristiana, que está muy por encima del vínculo de solidaridad que existe entre los hombres. En los demás hemos de ver a hijos de Dios, hermanos de Jesucristo, llamados a un destino sobrenatural. De esta manera nos será fácil prestarles esas pequeñas ayudas diarias que todos necesitamos unos de otros, y, sobre todo, les facilitaremos siempre el camino que lleva al Padre común.

 

Nuestra Madre Santa María nos enseñará a saborear esas palabras del Salmo II, que leíamos al comienzo de la meditación, como dirigidas a cada uno de nosotros: Tú eres mi hijo; Yo te he engendrado hoy.

 

1 Sal 2, 7. — 2 Cfr. Juan Pablo II, Audiencia general 16-X-1985. — 3 Cfr. Santo Tomás, Suma Teológica, 3, q. 32, a. 3 c. — 4 Jn 1, 12-13. — 5 San Atanasio, De Incarnatione contra arrianos, 8. — 6 1 Jn 3, 1. — 7 Rom 8, 19-23. — 8 Gal 4, 7. — 9 San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 185. — 10 Cfr. Mt 6, 9. — 11 Cfr. Mt 5, 48. — 12 Cfr. J. Bauer, Diccionario de Teología Bíblica, Herder, Barcelona 1967, voz Filiación, cols. 407-412. — 13 Cfr. Mª C. Calzona, Filiación divina y cristiana en el mundo, en La misión del laico en la Iglesia y en el mundo, EUNSA Pamplona 1987, p. 301. — 14 Santo Tomás, Comentario al Evangelio de San Juan, 1, 8. — 15 Cfr. F. Ocáriz, Hijos de Dios en Cristo, EUNSA, Pamplona 1972, p. 98. — 16 Juan Pablo II, Homilía 23-III-1980. — 17 ídem Exhort. Apost. Christifideles laici, 30-XII-1988, 11 — 18 San Josemaría Escrivá, Vía Crucis, IX, n. 4. — 19 Ídem, Amigos de Dios, 146. — 20 Cfr. ídem Es Cristo que pasa, 96.

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Santoral               (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

Autor: n/a | Fuente: Archidiócesis de Madrid
Frutos, San

Biografía: 25 de octubre de 715

 


Los cuerpos de San Frutos, Santa Engracia y San Valentín, venerados por los cristianos segovianos, se conservaron en la ermita de San Frutos, cerca de la actual Sepúlveda, desde comienzos del siglo VIII hasta el siglo XI.

El rey Alfonso VI concedió esta ermita al monasterio de San Sebastián de Silos —hoy Santo Domingo de Silos- para que la cuidasen y facilitasen la creciente devoción del pueblo; se hizo escritura en el 1076. Los monjes recomponen la ermita como de nuevo y la habilitan para que puedan vivir en ella algunos monjes. Terminadas las obras en el año 1100, la consagra D. Bernardo, el primer Arzobispo de Toledo. Está construida sobre roca escarpada, como cortada a pico, a orillas del río Duratón, afluente del Duero. En ese nuevo lugar se depositan las reliquias de los tres santos.

Restaurada Segovia y restituida a su dignidad episcopal, se pasan a su catedral la mitad de las reliquias desde el monasterio de Silos, con autorización y mandato del Arzobispo de Toledo, en el 1125.

Tan celosamente se guardan que se pierde el sitio donde fueron depositadas hasta que se encontraron milagrosamente, en tiempos del celoso obispo D. Juan Arias de Ávila.

En el año 1558 se depositaron finalmente en la nueva catedral. Allí, en el trascoro, reposan los restos del Patrono de la Ciudad, teniendo por fondo el retablo que trazó Ventura Rodríguez para el palacio de Riofrío y que Carlos III donó para la catedral segoviana.

¿Quién fue el hombre que desde catorce siglos atrás es polo de atracción de tantas generaciones de segovianos?

Nació Frutos, en el año 642, en el seno de una familia rica que tuvo otros dos hijos con los nombres de Valentín y Engracia. Debió ser una familia de profundas convicciones cristianas que supieron, con la misma vida, inculcarlas a sus hijos. Sin que se sepa la causa, murieron los dos. Ahora los tres jóvenes son herederos de unos bienes y comienzan a conocer en la práctica la dureza que supone el ser fieles a los principios. Parece ser que tanto tedio provocaron en ellos los vicios, maldades, desenfrenos, asechanzas y envidias de su entorno humano, que Frutos les propone un cambio radical de vida. Los tres, con la misma libertad y libre determinación deciden vender sus bienes y los dan a los pobres. Dejaron la ciudad del acueducto romano y quieren comenzar una vida de la soledad, oración y penitencia por los pecados de los hombres. A la orilla del río Duratón les pareció encontrar el lugar adecuado para sus propósitos. Hacen tres ermitas separadas para lograr la deseada soledad y dedicar el tiempo de su vida de modo definitivo al trato con Dios.

A partir de aquí se tiene noticias de Frutos cuando el estallido de la invasión musulmana y su rápida dominación del reino visigodo. Frutos, en su deseo de servir a Dios, intervino de alguna manera y con vivo deseo de martirio- en procurar la conversión de algunos mahometanos que se aproximaron a su entorno; defendió a grupos de cristianos que huían de los guerreros invasores; dio ánimos, secó lágrimas y alentó los espíritus de quienes se desplazaban al norte; fue protagonista de algunos sucesos sobrenaturales y murió en la paz del Señor, con el halo de santo, el año 715.

La misma historia refiere que sus hermanos Valentín y Engracia fueron de los mártires decapitados por los sarracenos y sus cuerpos colocados con el del Santo.

Lo que se sabe hoy del entorno en que viven y mueren estos santos facilita cubrir las lagunas o los interrogantes que pueden presentarse. La invasión musulmana, su rápido avance por el reino hispano-visigodo y el martirio de cristianos tuvieron su génesis. La unidad del reino tan lograda por la conversión del arrianismo a la fe católica de Recaredo en el 589 presentaba ahora una falsa cohesión por su fragilidad. Los clanes de nobles, civiles y eclesiásticos, con intereses políticos y económicos contrapuestos, tratan de controlar cada uno alternativamente el trono de Toledo y son una fuente continua de conflictos. La nobleza que en un principio recibió unos territorios para ejercer en ellos funciones administrativas, fiscales y militares, al hacerse hereditarias, quedan prácticamente privatizadas con detrimento progresivo de las funciones públicas características de un estado centralizado y llevan a la fragmentación del poder del monarca. La clase aristócrata asienta aún más la diferencia social con el pueblo cada vez más pobre, indefenso, desorientado, abandonado y hastiado del lujo de sus señores. Hay que añadir desastres naturales que asolan el país especialmente desde el reinado de Kindasvinto (642-653) como epidemias que diezmaban a la población, plagas de langostas, sequía, pestes y despoblamiento. El vicio, la amoralidad y desenfreno reina en la sociedad al amparo de lo que sucede en las casas de la nobleza. A la muerte de Witiza, los partidarios de Akhila, su hijo primogénito, no consiguen ponerlo en el trono ocupado por D. Rodrigo, duque de la Bética, y piden ayuda a los bereberes. El desastre de Guadalete del 711 hizo que lo que fue una simple ayuda de los moros capitaneados por Tariq se convirtiera en toda una invasión y conquista posterior que colma los planes estratégicos del Islam por la decrepitud que se había ido gestando en el interior del reino visigodo.

 

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Autor: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net
Crispin y Crispiniano, Santos

Mártires, patronos de los zapateros, 25 de octubre

 

Mártires
Octubre 25

Etimológicamente significan "de pelo rizado". Vienen de la lengua latina.

El alma que quiere darse por entero a Dios, no ha de buscar nada para sí mismo sino que pensar, hablar y actuar tienen como meta Dios. Y esto no es ninguna beatería, sino un impulso fuerte e intenso a desvivirse por los demás.

Los jóvenes de hoy, que murieron en el año 285, quedan lejos de nuestra historia del tercer milenio.

Sin embargo, sus obras y sus nombres han quedado grabados en las páginas de la historia de la Iglesia para siempre.

¿Quiénes eran?, ¿qué hicieron?

Se establecieron en Roma y aprendieron el oficio de zapateros. Y desde cualquier trabajo se puede hacer un anuncio u proclamación del Evangelio y de las riquezas que aporta al alma humana.

Este servicio lo concretó en hacer zapatos para los pobres. A estos, por supuesto, no les cobraban absolutamente nada.

A los ricos, que conocían el buen trabajo que hacían y la calidad del calzado, sí que les cobraban.

Lo bonito de estos dos creyentes es que aprovechaban los momentos de venta o de dar gratis para hablar con entusiasmo de Jesucristo.

Y con la mayor naturalidad del mundo.
Debían vivir lo que decían porque la gente los escuchaba con agrado.

Los franceses dicen que vivieron en la región de Soissons. Los ingleses, a su vez, afirman que vivieron en el condado de Kent, al sur de Inglaterra.

Shakespeare los elogia en su obra "Enrique V" y en "Julio César".

En lo que todos están de acuerdo es en que murieron mártires.

¡Felicidades a quienes lleven estos nombres!

 

 

 

40 Mártires de Inglaterra y Gales, Santos

Mártires, 25 de octubre

 

A raíz de la controversia entre el Papa y el rey Enrique VIII en el siglo 16, las cuestiones de fe se enredaron con cuestiones políticas en las Islas Británicas, con frecuencia se resolvieron mediante la tortura y el asesinato de los fieles católicos.

En 1970, el Vaticano seleccionó 40 mártires, hombres y mujeres, laicos y religiosos, para representar un grupo de aproximadamente 300 casos conocidos que dieron su vida, entre 1535 y 1679, por su fe y fidelidad a la Iglesia. Este grupo fue canonizado por el Papa Paolo VI el día 25 de Octubre de ese año.

Cada uno de ellos tienen su propio día del memorial, pero son recordados como un grupo, el 25 de octubre.

A continuación la lista de los 40 mártires:
Cartujos 
Augustine Webster
John Houghton
Robert Lawrence

Brigidino

Richard Reynolds

Agustino
John Stone

Jesuitas 
Alexander Briant
Edmund Arrowsmith
Edmund Campion
David Lewis
Henry Morse
Henry Walpole
Nicholás Owen
Philip Evans
Robert Southwell
Thomas Garnet

Benedictinos 
Alban Roe
Ambrose Barlow
John Roberts

John Jones

Franciscanos 
John Wall

Clero Secular

Cuthbert Mayne
Edmund Gennings
Eustace White, 1591
John Almond

John Boste
John Kemble
John Lloyd

John Payne
John Plessington
John Southworth
Luke Kirby
Polydore Plasden, 1591
Ralph Sherwin

Laicos
John Rigby
Philip Howard
Richard Gwyn
Swithun Wells, maestro, 1591

Ana Line
Margaret Clitherow 
Margaret Ward

 

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Autor: Magnificat.ca | Fuente: Magnificat.ca
Crisanto y Daría, Santos

Esposos y mártires, 25 Octubre

 

Crisanto, natural de Alejandría, fue a Roma con su padre Polemio, muy estimado del emperador Numeriano.

Se aficionó tanto a la lectura de los libros sagrados que usaban los cristianos y al Evangelio, que concibió gran desprecio a todo lo profano, e instruido por el presbítero Carpóforo, recibió el bautismo.

Su conversión fue muy señalada en Roma. Su padre, pagano, le encerró en un obscuro calabozo. No bastando esto para disuadirle, recurrió a la sensualidad para corromperle y le propusieron que se casase con Daría, doncella consagrada a Minerva.

Crisanto la convirtió con un discurso contra los errores del paganismo, y Daría recibió también el bautismo, siendo una de las más fervientes cristianas del siglo III.

Se unieron en matrimonio, pero con la condición de guardar la virginidad hasta la muerte. Polemio ignoraba todo esto y se apaciguó. En tanto, los dos castos esposos se dedicaban a la religión verdadera, ejerciendo obras de misericordia con los pobres y los perseguidos.

Fueron delatados y presos. Después de muchos tormentos y milagros, el tirano mandó sacarlos al campo del Escelerado, y en él consumaron el martirio, notándose otro milagro con la cabeza de Crisanto, en el año del Señor 284.

 

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Canna, Santa

Esposa y madre, Siglo VI, 25 Octubre

 

Al principio del siglo VI, Canna, paso desde Bretaña a Galia, junto con su marido san Saturnino (después en Galia se lo llamó "Sadwrn"), con su hijo, san Crallo, y el tío, san Cadfan.

La razón para este traslado se deba quizás a las guerras o por los intensos intercambios que se estaban desarrollando entre Inglaterra y el continente.

Muerto San Saturnino, Canna tuvo un segundo matrimonio con un nomble del noble, ellos tubieron como hijos a san Tegfan y san Elian (Hilario), a quien apodaban "el visitante los lugares santos, peregrino".

Cada uno de estos santos ha dejado su nombre unido a varias localidades, sobre todo s. Elian que disfruta un culto particularmente vívido en la isla de Mona.

 

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Autor: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net
Tabita, Santa

Viuda, 25 de octubre

 

Octubre 25

 

Etimológicamente significa "gacela". Viene de la lengua hebrea.

Dice san Lucas: "La sabiduría de Dios libró a sus fieles de sus fatigas, condujo a los justos por el camino recto y les hizo conocer las realidades del Reino de Dios".

Fue una viuda del siglo I. Es un nombre insólito en nuestra cultura.

Esta palabra en hebreo está compuesta de "belleza y elegancia"

En griego se le llama Dorcas y su significado es idéntico.

Conocemos de ella un relato en los Hechos de los Apóstoles, en el que se cuenta uno de los milagros más grandes que hijo san Pedro.

Era de Joppe. Todo el mundo hablaba de ella bien porque era muy buena y sobre todo porque hacía muchas obras de caridad.

Esta chica murió y san Pedro, con el poder que le había dado el Señor, la resucitó.

Estaba toda la casa llena de gente. No se cabía.

No entraba ni un alfiler.

San Pedro, lleno de Dios – eso es ser un buen apóstol y un creyente de verdad -, entró en la habitación mortuoria.

Y ante la presencia de todos y de todas, dijo estas palabras:"Tabita, levántate. Y, cogiéndola con una mano, se la presentó a su querida madre".

Gracias a este milagro, muchos creyeron en Cristo. En el fondo, era lo que quería san Pedro.

Estamos en la época de la naciente Iglesia primitiva.

Los griegos introdujeron a esta santa en su calendario, pero su culto no ha sido nunca muy extendido.

¡Felicidades a quien lleve este nombre!

 

 

 

Autor: Wikipédia | Fuente: Wikipédia
Gudencio de Brescia, Santo

Obispo, 25 Octubre

 

San Gaudencio vivió a finales del siglo IV o principios del siglo V ignorándose su patria, la fecha de su nacimiento y aún la historia de sus primeros años.

Pero se sabe que después de la muerte del obispo Filastro, ocurrida en el año 387, fue elegido obispo de Brescia y que aunque al principio no quiso aceptar el nombramiento, se vio obligado a ello por el afecto del pueblo y las repetidas instancias de los obispos de la provincia entre los cuales figuraba San Ambrosio.

San Gaudencio mantuvo una gran amistad con el obispo de Milán y fue uno de los latinos enviados a Constantinopla en los años 404 y 405 para interceder a favor de San Crisóstomo durante la persecución.

En la historia de la antigua literatura cristiana ocupa un distinguido lugar San Gaudencio por muchas obras que de él se conservan. Se le deben principalmente las noticias que nos quedan de Filastro, consignadas en un discurso suyo sobre la vida y escritos de este prelado y que suele también titularse Liber de vita sancti Philatrii.

Se conservan también diez sermones y algunas homilías sobre diferentes pasajes de la Biblia entre otras, las que pronunció el día de su consagración, muy interesante para la historia de su vida.

Dupín dice de él en su Nouvelle bibliothèque que su estilo es sencillo pero descuidado, sus alegorías violentas, sus sermones secos, estilo muy poco atractivo y superficial. Pero en cambio, Pablo Galearti afirma que su estilo, aunque sencillo, es elegante, fácil y ameno.

 

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Autor: Archimadrid.com | Fuente: Archimadrid.com
María Teresa Ferragud Roiq y sus 4 hijas, Beatas

Mártires, 25 Octubre

 

Nace en Algemesí (Valencia) el 14 de enero de 1853. Casada el 23 de noviembre de 1872 con Vicente Silverio Masia, hombre de una fe profunda y una vida interior constante. De los nueve hijos que tuvieron; cuatro se hicieron religiosas.

Mujer también de profundas convicciones religiosas, teniendo una especial devoción a la Eucaristía, que se manifiesta en la asistencia a la Santa Misa todos los días y a la adoración del Santísimo. Se incorporó al grupo de aspirantes de Acción Católica de la Parroquia y, poco a poco, fue asumiendo diversas responsabilidades dentro de las Mujeres de Acción Católica de la Parroquia. También participaba en las actividades de la Fraternidad de San Vicente de Paúl de su Parroquia, de la que fue Presidenta.

Al comenzar la Guerra Civil, sus hijas religiosas se refugiaron en su casa. Al ser arrestadas por los milicianos, decidieron no llevarse a la anciana madre (83 años), pero ella protestó: "Donde van mis hijas voy yo". Animó a las cuatro hijas a aceptar el martirio: "Hijas mías no temáis, esto es un momento y el Cielo es para siempre".

Cuando, al final le tocó el turno a ella, un miliciano le preguntó: "Oye vieja, ¿tú no tienes miedo a la muerte?" A lo que ella respondió: "Toda mi vida he querido hacer algo por Jesucristo y ¿ahora me voy a volver atrás? ¡Matadme por el mismo motivo que a ellas, por ser cristianas! Donde van mis hijas voy yo".

Dio su vida por Jesucristo en Alcira (Valencia ) el 25 de Octubre de 1936.

Las cinco, madre y cuatro hijas religiosas, fueron beatificadas por Juan Pablo II en Roma el 11 de Marzo de 2001.

Ellas son parte de los mártires en España, Para ver más sobre los 233 mártires españoles haz "click"
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com

 

Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/

 

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