jueves, 27 de octubre de 2011

Lecturas Viernes 28 de Octubre de 2011. San Simón y San Judas Tadeo, ¡rueguen por nosotros!

JMJ

Pax

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 12-16

Gloria a ti, Señor.

Por aquellos días, Jesús se retiró a la montaña a orar y se pasó la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, eligió a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles. Eran Simón, a quien llamó Pedro, y su hermano Andrés; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás,
Santiago el hijo de Alfeo, Simón, llamado el Fanático; Judas, el hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Jesús Señor.

Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/swf/l.swf?video_id=v82JVdXAUUs

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? abortar (todos los métodos anticonceptivos son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.

 

Misal

San Simón y San Judas, Apost (28 oct)

Antífona de Entrada

Estos santos varones han sido escogidos por Dios en su infinito amor y han recibido de él la gloria eterna.

[Misa]

Se dice "Gloria".

Oración Colecta

Oremos:
Dios nuestro, que nos has dado a conocer a tu Hijo por intercesión de los santos apóstoles Simón y Judas; haz que nosotros amemos cada día más a Cristo, y que cada vez mayor número de pueblos lo conozcan.
El, que vive y reina contigo...
Amén.

[Misa]

Primera Lectura

Están edificados sobre el cimiento de los apóstoles

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 2, 19-22

Hermanos: Ya no son extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos del pueblo de Dios y miembros de la familia de Dios. Están edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda ensamblado y se va levantando hasta formar un
templo consagrado al Señor. Por él también ustedes se van integrando en la construcción, hasta llegar a ser morada de Dios, por el Espíritu.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Sal 18, 2-3.4-5

El mensaje del Señor llega a toda la tierra.

Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche se lo trasmite a la otra noche.
El mensaje del Señor llega a toda la tierra.

Sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra llega su sonido y su mensaje hasta el fin del mundo.
El mensaje del Señor llega a toda la tierra.

Aclamación Antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Señor, Dios eterno, alegres te cantamos, a ti nuestra alabanza. A ti, Señor, te alaba el coro celestial de los apóstoles.
Aleluya.

Evangelio

Eligió a doce de ellos y los nombró apóstoles

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 12-16

Gloria a ti, Señor.

Por aquellos días, Jesús se retiró a la montaña a orar y se pasó la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, eligió a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles. Eran Simón, a quien llamó Pedro, y su hermano Andrés; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás,
Santiago el hijo de Alfeo, Simón, llamado el Fanático; Judas, el hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Jesús Señor.

[Misa]

Oración de los Fieles

Celebrante:
Imploremos, hermanos y hermanas, la misericordia del Señor en este día en el que los bienaventurados apóstoles san Simón y san Judas, siguiendo el ejemplo de su Maestro, derramaron su sangre para dar testimonio de la verdad, y pidámosle por las necesidades de todos los seres humanos.
(Respondemos a cada petición: Señor, ten piedad).

Para que la Iglesia, fiel a las enseñanzas de los apóstoles san Simón y san Judas, sea, ante el mundo, sacramento visible de la presencia invisible de Dios,
Señor, ten piedad.

Para que Dios transforme nuestro mundo y haga surgir aquel cielo nuevo y aquella tierra nueva que anunciaron los apóstoles de Jesucristo, roguemos al Señor.
Señor, ten piedad.

Para que la luz de la fe dé coraje a los que sufren, y la esperanza en el reino anunciado por los apóstoles disminuya los sufrimientos de los que lloran, roguemos al Señor.
Señor, ten piedad.

Para que a nosotros, reunidos hoy para celebrar el martirio de san Simón y san Judas, nos conceda docilidad hacia los obispos de la Iglesia, que ocupan hoy el lugar de los apóstoles, roguemos al Señor.
Señor, ten piedad.

Celebrante:
Escucha, Señor, la oración de tu Iglesia y concede tu Espíritu en abundancia a los que has dado la misión de extender por todo el mundo la doctrina apostólica que ilumina y salva.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

[Misa]

Oración sobre las Ofrendas

Acepta, Señor, los dones que te presentamos en la fiesta de tus santos apóstoles Simón y Judas; y reaviva nuestra fe para que podamos celebrar dignamente tu Eucaristía.
Por Jesucristo, Señor nuestro.
Amén.

[Misa]

Prefacio

Los apóstoles, pastores del pueblo de Dios

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso, Pastor eterno.
Porque no abandonas nunca a tu rebaño, sino que, por medio de los santos apóstoles, lo proteges y conservas, y quieres que tenga siempre por guía la palabra de aquellos mismos pastores a quienes tu Hijo dio la misión de anunciar el Evangelio.
Por eso,
con los ángeles y arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
[Misa]

Antífona de la Comunión

Si alguno me ama, cumplirá mis mandamientos, dice el Señor; mi Padre lo amará, vendremos a él y haremos en él nuestra morada.

[Misa]

Oración después de la Comunión

Oremos:
Tú, que nos has hecho participar del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, al conmemorar hoy el martirio de los santos apóstoles Simón y Judas, haz, Señor, que el Espíritu Santo nos guarde siempre en tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

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Meditación diaria

 

30ª semana. Viernes

SIN RESPETOS HUMANOS

— Actuación clara de Jesús.

— Los respetos humanos no son propios de un cristiano de fe firme.

— El ejemplo de los primeros cristianos.

I. Era costumbre entre los judíos convidar a comer a quien había disertado aquel día en la sinagoga. Un sábado fue invitado Jesús a casa de uno de los principales fariseos de la ciudad1. Y le estaban espiando, le acechaban a ver en qué podían sorprenderlo. A pesar de esta situación tan poco grata, el Señor –comenta San Cirilo– «aceptaba sus convites para ser útil con sus palabras y milagros a los que asistían a ellos»2. El Maestro no desaprovecha ninguna ocasión para redimir a las almas, y los banquetes eran una buena oportunidad para hablar del Reino de los Cielos.

En este día, cuando ya estaban sentados a la mesa, se puso delante de Él un hombre hidrópico; este hombre aprovecha probablemente una costumbre que permitía entrar a todos en la casa donde se daba un agasajo. El enfermo no dice nada, no pide nada, simplemente está delante del Médico divino. «Esta bien podría ser nuestra postura, nuestra actitud interior: ponernos así ante Jesús. Ponernos así, con nuestra hidropesía, con nuestra miseria personal, con nuestros pecados... Ante Dios, ante la mirada compasiva de Dios. Podemos tener la absoluta seguridad de que Él nos tomará de la mano y nos curará»3.

Jesús, al ver al enfermo ante Él, se llena de misericordia, y le cura, a pesar de los que estaban al acecho para ver si sanaba en sábado. Actúa con claridad y no se deja llevar por respetos humanos, por lo que murmuraron aquellos que se consideraban a sí mismos como maestros e intérpretes de la Ley. Después, el Señor les hace ver que la misericordia no quebranta el sábado, y les pone un ejemplo lleno de sentido común: ¿quién de vosotros, si se le cae al pozo un burro o un buey, no lo saca enseguida en día de sábado? Y no pudieron responderle a esto, porque todos se darían buena prisa en salvarlo.

Nuestra actitud al vivir la fe cristiana en un ambiente en el que existan recelos, falsos escándalos o simples incomprensiones por ignorancia, sin mala fe, ha de ser la misma de Jesús. Nunca debemos ser oportunistas; nuestra actitud debe ser clara, consecuente con la fe que profesamos. Muchas veces esa actuación decidida, sin tapujos ni miedos, será de una gran eficacia apostólica. Por el contrario, «asusta el daño que podemos producir, si nos dejamos arrastrar por el miedo o la vergüenza de mostrarnos como cristianos en la vida ordinaria»4. No dejemos de manifestarnos cristianos, con sencillez y naturalidad, cuando la situación lo requiera. Nunca nos arrepentiremos de ese comportamiento consecuente con nuestro ser más íntimo. Y el Señor se llenará de gozo al mirarnos.

II. Toda la vida de Jesús está llena de unidad y de firmeza. Jamás se le ve vacilar. «Ya su modo de hablar, las repetidas expresiones: Yo he venido, Yo no he venido, traducen perfectamente ese y ese no, consciente e inquebrantable, y esa sumisión absoluta a la voluntad del Padre, que constituye la ley de su vida (...). Jamás en todo su ministerio, ya sea en sus palabras o en su modo de obrar, se le ve vacilar, permanecer indeciso, y menos volverse atrás»5. Él pide a quienes le seguimos esa voluntad firme en cualquier situación. El dejarse llevar por el respeto humano es propio de personas con una formación superficial, sin criterios claros, sin convicciones profundas, o débiles de carácter. Los respetos humanos son consecuencia de valorar más la opinión de los demás que el juicio de Dios, sin tener en cuenta las palabras de Jesús: si alguien se avergüenza de Mí y de mis palabras..., el Hijo del Hombre también se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre acompañado de sus santos ángeles6.

Los respetos humanos pueden venir respaldados por la comodidad de no querer llevarse un mal rato, pues es más fácil seguir la corriente; o por el miedo a poner en peligro un cargo público, por ejemplo; o por el deseo de no distinguirse de los demás, de permanecer en el anonimato. Quien sigue al Señor no debe olvidar que ha de ser como los demás buenos cristianos y que está íntimamente comprometido con Cristo y con su doctrina. «Brille el ejemplo de nuestra vida y no hagamos ningún caso de las críticas», aconsejaba San Juan Crisóstomo. «No es posible –añadía– que quien de verdad se empeñe por ser santo, deje de tener muchos que no le quieran. Pero eso no importa, pues hasta con tal motivo aumenta la corona de su gloria. Por eso, a una sola cosa hemos de atender: a ordenar con perfección nuestra propia conducta. Si hacemos esto, conduciremos a una vida cristiana a los que andan en tinieblas»7, y seremos el apoyo firme para muchos que vacilan. Una vida coherente con las propias convicciones atrae profundamente a muchos y merece el respeto de todos. Muchas veces es el camino del que Dios se vale para atraer a otros a la fe. El buen ejemplo siempre deja una buena semilla sembrada que, más o menos pronto, dará su fruto. «Y esto de hacer uno –advierte Santa Teresa– lo que ve resplandecer de virtud en otro pégase mucho. Este es un buen aviso; no se os olvide»8.

Es cierto que cualquier persona tiende a rehuir las actuaciones que le acarrearían cierto desprecio o burla de amigos, compañeros de trabajo, colegas..., o sencillamente la incomodidad de ir contra corriente. Pero también es bien cierto que el amor a Cristo, ¡a quien tanto debemos!, nos ayuda a superar esa tendencia, para recuperar la «libertad de los hijos de Dios» que nos lleva a movernos con soltura y sencillez, como buenos cristianos, en los ambientes más adversos.

III. Los cristianos de la primera hora actuaron con esa valentía propia de quien tiene fundamentada su vida en un cimiento firme. José de Arimatea y Nicodemo, que habían sido discípulos menos conocidos de Jesús a la hora de los milagros, no tuvieron reparo en presentarse ante el Procurador romano y hacerse cargo del Cuerpo muerto del Señor: «son valientes declarando ante la autoridad su amor a Cristo –"audacter"– con audacia, a la hora de la cobardía»9. De modo semejante se comportaron los Apóstoles ante la coacción del Sanedrín y ante las persecuciones posteriores, bien convencidos de que la doctrina de la Cruz de Cristo es necedad para los que se pierden, pero para los que se salvan, para nosotros, es fuerza de Dios10. No olvidemos que para muchos será una necedad el mantener firmes los vínculos de la fidelidad matrimonial, el no participar en negocios rentables poco honestos, la generosidad en el número de hijos, que llevará a algunas privaciones económicas, el ayuno, la abstinencia, la mortificación corporal (¡que tanto ayuda al alma a entenderse con Dios!)... San Pablo afirma que nunca se avergonzó del Evangelio11, y así se la aconseja vivamente a Timoteo: porque Dios no nos dio un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza. Así, pues, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero; al contrario, comparte conmigo los sufrimientos por el evangelio con fortaleza de Dios12.

El Señor, cuando se encuentra con aquel hombre enfermo en casa del fariseo que le ha invitado, no deja de curarlo, a pesar de que era sábado y de las críticas que resultarían del milagro, En medio de aquel ambiente hostil, lo cómodo hubiera sido esperar otra situación, otro día de la semana. Nos enseña hoy a nosotros a llevar a cabo lo que debamos hacer, con independencia del «qué dirán», de los comentarios adversos que quizá provoquen nuestras palabras o nuestra actuación. Una cosa debe importarnos ante todo: el juicio de Dios en aquella situación. La opinión de los demás, muy en segundo lugar. Si alguna vez debemos callar u omitir una obra ha de ser porque así lo dicta la verdadera prudencia, y no la cobardía y el miedo a sufrir una contrariedad. ¿Qué menos podemos padecer por Quien sufrió por nosotros la muerte, y muerte de Cruz?

¡Qué bien tan grande haremos a los demás si nuestra vida es coherente con nuestros principios cristianos! ¡Qué alegría la del Señor cuando nos vea como verdaderos discípulos suyos, que no se esconden ni se avergüenzan de serlo! Pidamos a Nuestra Señora la firmeza que Ella tuvo al pie de la Cruz, junto a su Hijo, cuando las circunstancias eran tan hostiles y dolorosas.

1 Lc 14, 1-6. — 2 San Cirilo de Alejandría, en Catena Aurea, vol. VI, p. 160, 3 I. Domínguez, El tercer Evangelio, Rialp, Madrid 1989, p. 205. — 4 San Josemaría Escrivá, Surco, n. 36. — 5 K. Adam, Jesucristo, Herder, Barcelona 1970, pp, 94-95. — 6 Mc 8, 38. — 7 San Juan Crisóstomo, Homilías sobre San Mateo, 15, 9. — 8 Santa Teresa, Camino de perfección, 7, 8. — 9 San Josemaría Escrivá, Camino, n. 841. — 10 1 Cor 1, 18-19. — 11 Cfr. Rom 1, 16. — 12 2 Tim 1, 7-8.

 

 

28 de octubre

SAN SIMÓN Y SAN JUDAS,
APÓSTOLES*

Fiesta

— Los Apóstoles no buscaron su gloria personal, sino llevar a todos el mensaje de Cristo.

— La fe de los Apóstoles y nuestra fe.

— Amor a Jesús para seguirle de cerca.

I. El Señor, que no tenía necesidad de que nadie diera testimonio de Él1, quiso, sin embargo, elegir a los Apóstoles para que fueran compañeros en su vida y continuadores de su obra después de su muerte. En las primeras expresiones del arte cristiano nos encontramos con frecuencia a Jesús rodeado por los Doce, formando con Él una familia inseparable. No eran estos discípulos de la clase influyente de Israel ni del grupo sacerdotal de Jerusalén. No eran filósofos, sino gentes sencillas. «Es una eterna maravilla ver cómo estos hombres extendieron por el mundo un mensaje opuesto radicalmente en sus líneas esenciales al pensamiento de los hombres de su tiempo, ¡y desgraciadamente, también al de los del nuestro!»2.

Con frecuencia manifiesta el Evangelio el dolor de Jesús por la falta de comprensión de aquellos a quienes confiaba sus pensamientos más íntimos: ¿Aún estáis sin conocimiento ni inteligencia? ¿Aún está vuestro corazón cegado? ¿Tenéis ojos y no veis? ¿Tenéis oídos y no oís?3. «No eran cultos, ni siquiera muy inteligentes, al menos en lo que se refiere a las realidades sobrenaturales. Incluso los ejemplos y las comparaciones más sencillas les resultaban incomprensibles, y acudían al Maestro: Domine, edissere nobis parabolam (Mt 13, 36), Señor, explícanos la parábola. Cuando Jesús, con una imagen, alude al fermento de los fariseos, entienden que les está recriminando por no haber comprado pan (cfr. Mt 16, 67) (...). Estos eran los Discípulos elegidos por el Señor; así los escoge Cristo; así aparecían antes de que, llenos del Espíritu Santo, se convirtieran en columnas de la Iglesia (cfr. Gal 2, 9). Son hombres corrientes, con defectos, con debilidades, con la palabra más larga que las obras. Y, sin embargo, Jesús los llama para hacer de ellos pescadores de hombres (Mt 4, 19), corredentores, administradores de la gracia de Dios»4.

Los Apóstoles elegidos por el Señor eran muy diferentes entre sí; sin embargo, todos manifiestan una fe, un mensaje... No debe sorprendernos que nos hayan llegado tan pocas noticias de la mayoría de ellos, pues lo que les importaba era dar un testimonio cierto sobre Jesús y la doctrina que de Él recibieron: son el «sobre», cuya única misión es la de transmitir el papel donde va escrito el mensaje, en imagen alguna vez utilizada por San Josemaría Escrivá para hablar de la humildad; solo desean ser instrumentos delante del Señor: lo importante es el mensaje, no el sobre.

De los dos grandes Apóstoles, Simón y Judas Tadeo, cuya fiesta celebramos hoy, apenas nos han llegado unas pocas noticias: de Simón solo sabemos con certeza que fue elegido expresamente por el Señor para formar parte de los Doce; de Judas Tadeo conocemos además que era pariente del Señor, que formuló a Jesús una pregunta en la Última Cena Señor, ¿qué ha pasado para que te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo?5- y que, según la tradición eclesiástica, es el autor de una de las Epístolas católicas. Desconocemos dónde fueron enterrados sus cuerpos y no sabemos bien las tierras que evangelizaron. No se preocuparon de llevar a cabo una tarea en la que sobresalieran sus dotes personales, sus conquistas apostólicas, los sufrimientos que padecieron por el Maestro. Por el contrario, procuraron pasar ocultos y dar a conocer a Cristo. En esto hallaron la plenitud y el sentido de sus vidas. Y, a pesar de sus condiciones humanas, escasas para la misión para la que fueron elegidos, llegaron a ser la alegría de Dios en el mundo.

Nosotros podemos aprender a encontrar la felicidad en cumplir, calladamente, la labor y la misión que el Señor nos ha encomendado en la vida. «Te aconsejo que no busques la alabanza propia, ni siquiera la que merecerías: es mejor pasar oculto, y que lo más hermoso y noble de nuestra actividad, de nuestra vida, quede escondido... ¡Qué grande es este hacerse pequeños!: "Deo omnis gloria!" toda la gloria, para Dios»6.

Así seremos verdaderamente eficaces, pues «cuando se trabaja única y exclusivamente por la gloria de Dios, todo se hace con naturalidad, sencillamente, como quien tiene prisa y no puede detenerse en "mayores manifestaciones", para no perder ese trato irrepetible e incomparable- con el Señor»7. «Como quien tiene prisa», así hemos de pasar de una labor a otra, sin detenernos demasiado en consideraciones personales.

II. Los Apóstoles fueron testigos de la vida y de las enseñanzas de Jesús, y nos transmitieron con toda fidelidad la doctrina que habían oído y los hechos que habían visto. No se dedicaron a difundir teorías personales, ni remedios sacados de la propia experiencia: Os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, no siguiendo fábulas ingeniosas, sino porque hemos sido testigos oculares de su majestad8, escribe San Pedro. San Juan nos dice con insistencia: Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y palparon nuestras manos acerca del Verbo de la Vida (...) os lo anunciamos a vosotros9. Y San Lucas, que no sabemos si recibió una enseñanza directa del Señor, afirma que va a describir por su orden desde el origen todos los sucesos de la vida de Cristo conforme nos los tienen referidos los que desde el principio fueron testigos de vista y ministros de la palabra10. De aquella primera comunidad cristiana de Jerusalén conocemos que perseveraban todos en las instrucciones de los Apóstoles11. La enseñanza de los Doce, no la libre interpretación de cada uno, ni la autoridad de los sabios, es el fundamento de la fe cristiana.

La voz de los Apóstoles es el eco diáfano de las enseñanzas de Jesús, que resonará hasta el fin de los siglos: su corazón y sus labios desbordan veneración y respeto por sus palabras y por su Persona. Un amor que hace exclamar a Pedro y a Juan, ante las amenazas del Sanedrín: nosotros no podemos dejar de decir de lo que hemos visto y oído12.

Esa misma fe es la que, de generación en generación, custodiada por el Magisterio de la Iglesia, con la asistencia continua del Espíritu Santo, ha llegado hasta nosotros. En estas verdades ha habido y continúa existiendo un desarrollo y crecimiento como el de la semilla que llega a ser un gran árbol. La Iglesia es el canal por el que nos llega, enriquecida por la gracia divina, la enseñanza de Cristo13. Esta es la que nosotros debemos dar a conocer en la catequesis, en el apostolado personal, los sacerdotes en su predicación...

Muchos siglos nos separan de los Apóstoles que hoy celebramos. Sin embargo, la Luz y la Vida de Cristo que ellos predicaron al mundo sigue llegando hasta nosotros. «¡La luz de Cristo no se extingue! Los Apóstoles transmitieron esta luz a sus discípulos y estos a los suyos, hasta llegar a nosotros a través de los siglos y hasta el fin de los tiempos. Por cuántas y cuán distintas manos ha pasado esta luz (...). A todos les debemos un gran reconocimiento. También para nosotros, la grey que en estos días se acerca a sus pastos, tiene Él previstos maestros, pastores y sacerdotes. Él obra por sus pobres brazos la maravilla de nuestra salvación. Él cuida de nosotros con amor divino. Todas las estrellas traen de Él su resplandor. Todos los mares le cantan. Todos los cielos le alaban»14. No dejemos de hacerlo nosotros.

III. Simón y Judas Tadeo, como el resto de los Apóstoles, tuvieron la inmensa suerte de aprender de labios del Maestro la doctrina que luego enseñaron. Compartieron con Él alegrías y tristezas. ¡Qué santa envidia les tenemos! Muchas cosas las aprendieron en la intimidad de su conversación para transmitirlas luego a los demás: Lo que os he susurrado al oído, predicadlo por encima de los tejados15. Ningún milagro les había de pasar inadvertido, ninguna lágrima y ninguna sonrisa dejaría de tener importancia. Son los testigos, los transmisores. Los Doce consideraban esta íntima unión con el Maestro tan esencial que cuando han de completar el número, después de la defección de Judas, pusieron una única condición indispensable: Es necesario, por tanto, que de los hombres que nos han acompañado todo el tiempo en que el Señor Jesús vivió con nosotros, empezando desde el bautismo de Juan hasta el día en que partió de entre nosotros, uno de ellos sea constituido con nosotros testigo de su Resurrección16.

Estos hombres estuvieron con Jesús en las fatigas del apostolado, en el descanso cuando Él les enseñaba con voz pausada los misterios del Reino, en las caminatas agotadoras bajo el sol... Compartieron con Él las alegrías cuando las gentes respondían a su predicación, y las penas al ver la falta de generosidad de otros para seguir al Maestro. «¡Con qué intimidad se confiaban a Él, como a un padre, como a un amigo, casi como a su propia alma! Le conocían por su noble porte, por el cálido tono de su voz, por su manera de partir el pan. Se sentían inundados de luz y estremecidos de alegría, cuando sus ojos profundos se posaban sobre ellos y la voz de Él vibraba en sus oídos. Enrojecían, cuando los reprendía por su pobreza de espíritu, y cuando los corregía, humillaban sus rostros curtidos por los años como niños atrapados en una falta... Se sentían profundamente impresionados, cuando les hablaba una y otra vez de su Pasión. Amaban a su Maestro, y le seguían no solo porque querían aprender sus doctrinas, sino sobre todo porque le amaban»17.

Pidamos hoy a estos Santos Apóstoles, Simón y Judas, que nos ayuden a conocer y a amar cada día más al Maestro, al mismo que ellos siguieron un día, y que fue el centro sobre el que se orientó toda su vida.

1 Jn 2, 25. — 2 O. Hophan, Los Apóstoles, p. 16. — 3 Mc 8, 17. — 4 San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 2. — 5 Jn 14, 22. — 6 San Josemaría Escrivá, Forja, n. 1051. — 7 ídem, Surco, n. 555. — 8 2 Pdr 1, 16. — 9 1 Jn 1, 1. — 10 Jn 1, 1-3. — 11 Hech 2, 42. — 12 Hech 4, 20. — 13 San Atanasio, Carta I a Serapión, 28. — 14 O. Hophan, o. c., pp. 46-47. — 15 Mt 10, 27. — 16 Hech 1, 21. — 17 O. Hophan, o. c., p. 25.

* Simón, llamado también Zelotes quizá por haber pertenecido al partido judío de los celadores de la ley, era natural de Caná de Galilea. Judas, de sobrenombre Tadeo (el valiente), es señalado explícitamente desde antiguo, por la tradición eclesiástica, como autor de la Epístola de San Judas. Predicaron la doctrina de Cristo, según parece, en Egipto, Mesopotamia y Persia, y murieron mártires en defensa de la fe.

 

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Santoral             (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

 

 


San Simón y San Judas Tadeo

   

San Judas Tadeo es uno de los santos más populares, a causa de los numerosos favores celestiales que consigue a sus devotos que le rezan con fe. En Alemania, Italia, América y muchos sitios más, tiene numerosos devotos que consiguen por su intercesión admirable ayuda de Dios, especialmente en cuanto a conseguir empleo, casa u otros beneficios.

Santa Brígida cuenta en sus Revelaciones que Nuestro Señor le recomendó que cuando deseara conseguir ciertos favores los pidiera por medio de San Judas Tadeo. Judas es una palabra hebrea que significa: "alabanzas sean dadas a Dios".

Tadeo quiere decir: "valiente para proclamar su fe".

Simón significa: "Dios ha oído mi súplica".

A San Simón y San Judas Tadeo se les celebra la fiesta en un mismo día porque según una antigua tradición los dos iban siempre juntos  todas partes a predican la Palabra de Dios. Ambos fueron llamados por Jesús para formar parte del grupo de sus 12 escogidos o apóstoles. Ambos recibieron el Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego el día de Pentecostés y presenciaron los milagros de Jesús en Galilea y Judea y oyeron sus sermones; le vieron ya resucitado y hablaron con Él después de su santa muerte en la Cruz, le vieron luego de Su gloriosa  resurrección y fueron testigos prescenciales Su ascensión al cielo.

A Judas se le llama Tadeo para diferenciarlo de Judas Iscariote que fue el que entregó a Jesús.

San Judas Tadeo escribió una de las Cartas del Nuevo Testamento. En la misma, ataca a los gnósticos y dice que los que tienen fe pero no hacenbuenas obras son como nubes que no tienen agua, árboles sin fruto, y olas con sólo espumas, y que los que se dedican a los pecados de impureza y a hacer actos contrarios a la naturaleza, sufrirán la pena del fuego eterno.

La antigua tradición cuenta que a San Simón lo mataron aserrándolo por medio  y, a San Judas Tadeo, cortándole la cabeza de un hachazo. A San Judas le pintan muchas veces con un hacha en la mano.  

 

Novena a San Judas Tadeo
Apóstol de los Necesitados

Meditación

San Judas Tadeo estaba íntimamente relacionado con nuestro Señor por su parentesco con San Joaquín y Santa Ana, padres de la Santísima Virgen. Sobrino nieto de estos dos santos, es a la vez sobrino de María y José, de donde resulta ser primo de nuestro Señor.

Judas es hermano del Apóstol Santiago el Menor. Tenía otros dos hermanos a quienes llama el Evangelio "hermanos" de Jesús. Cuando nuestro Señor regresó de Judea a Nazaret, comenzó a enseñar en la sinagoga. Las gentes que le oían estaban asombradas y decían: ¿De dónde ha llegado tanta sabiduría y ese poder de hacer milagros? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No se llama María su madre? ¿No son sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas?" (Mt. 13,54)

En hebreo no existe la palabra "primos¨, por lo que conmunmente se emplea l palabra "hermanos" en sustitución. El padre de Judas era Cleofás. El nombre de su madre era María, que era pariente próxima de la Virgen Santísima. Ella también permaneció junto a la Cruz cuando murió Cristo. "Junto a la cruz de Jesús estaba su madre, María, María esposa de Cleofás, y María Magdalena" (Jn 19,25)Durante su adolescencia y juventud, Judas sería compañero de Jesús. Cuando Jesús comenzó su vida pública, Judas dejo todo por seguirle. Como Apóstol, trabajó con gran celo por la conversión de los paganos. Fue misionero por toda la Mesopotamia durante diez años. Regresó a Jerusalén para el Concilio de los Apóstoles. Después se unió a Simón en Libia, donde los dos Apóstoles predicaron el Evangelio a los habitantes de aquel país.

Refiere la tradición que Judas y Simón sufrieron martirio en Suanis, ciudad de Persia, donde habían trabajado como misioneros. A Judas le dieron muerte con una cachiporra. Por eso, se le representa con una porra sobre la cabeza. Luego, le cortaron la cabeza con un hacha. Trasladaron su cuerpo a Roma y sus restos se veneran ahora en la Basílica de San Pedro.

San Judas es conocido principalmente como autor de la Carta de su nombre en el Nuevo Testamento. Carta probablemente escrita antes de la caída de Jerusalén, por los años 62 al 65. En ella, Judas denuncia las herejías de aquellos primeros tiempos y pone en guardia a los cristianos contra la seducción de las falsas doctrinas. Habla del juicio que amenaza a los herejes por su mala vida y condena los criterios mundanos la lujuria y " a quienes por interés adulan a la gente". Anima a los cristianos a permanecer firmes en la fe y les anuncia que surgirán falsos maestros, que se burlarán de la Religión, a quienes Dios en cambio les tiene reservada la condenación.

A la soberbia de los malos contrapone la humilde lealtad del Arcángel San Miguel. Anima a los cristianos a levantar un edificio espiritual llevando una vida fundada en la fe, amor de Dios, esperanza y oración. Alienta la práctica del amor al prójimo; exhorta a los Cristianos a que sean pacientes y con sus vida virtuosas conviertan a los herejes.

Judas concluye su carta con una oración de alabanza a Dios por la Encarnación, pues por ella Jesucristo, Palabra eterna de Dios, tomó sobre sí nuestra naturaleza humana para redimirnos.

La fiesta de los Santos Simón y Judas se celebra el 28 de octubre.

 

Palabra de Dios

"En verdad, en verdad os digo: el que crea en Mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre".  - (Jn 14,12)"¨

"
¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas?".  – (Mt 13,55) 

"Pero vosotros, queridos, edificándoos sobre vuestra santísima fe y orando en el Espíritu Santo, manteneos en la caridad de Dios,  aguardando la  misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna".  - (Judas 20-21)

 

Oración propia de la Novena

Glorioso San Judas Tadeo, por los sublimes privilegios con que fuiste adornado durante tu vida; en particular por ser de la familia humana de Jesús y por haberte llamado Él a ser Apóstol; por la gloria que ahora disfrutas en el Cielo como recompensa de tus trabajos apostólicos y por tu martirio, obténme del Dador de todo bien las gracias que ahora necesito (mencione los favores que solicita). 

Que guarde yo en mi corazón las enseñanzas divinas que nos has dado  en tu carta: construir  el edificio de mi santidad  sobre las bases de la santísima fe, orando en el  Espíritu Santo;  mante- ner en  el amor  de  Dios y  esperando la  misericordia  de Jesucristo,  que nos  llevará a la vida eterna; y procurar por todos los medios ayudar a quienes se desvíen. 

Que yo  alabe la  gloria y  majestad,  el dominio y poder  de aquel que puede  preservar  de todo pecado y  presentarme si  mancha a  nuestro divino  Salvador,  Jesucristo  nuestro Señor.  Amén.

 

Consagración a San Judas

San Judas, Apóstol de Cristo y Mártir glorioso, deseo honrarte con especial devoción. Te acojo como mi patrón y protector. Te encomiendo mi alma y mi cuerpo, todos mis intereses espirituales y temporales y asimismo los de mi familia. Te consagro mi mente para que en todo proceda a la luz de la fe; mi corazón para que lo guardes puro y lleno de amor a Jesús y María; mi voluntad para que, como la tuya, esté siempre unida a la voluntad de Dios.

Te suplico me ayudes a dominar mis malas inclinaciones y tentaciones evitando todas las ocasiones de pecado. Obténme la gracia de no ofender a Dios jamás, de cumplir fielmente con todas las obligaciones de mi estado de vida y practicar las virtudes necesarias para salvarme. 

Ruega  por mi Santo Patrón y auxilio mío, para que, inspirado con tu ejemplo y asistido por tu intercesión,  pueda llevar  una vida santa,  tener una  muerte dichosa y alcanzar la gloria del Cielo donde  se ama  y da  gracias a  Dios eternamente.  Amén.

 

Oración final

¡Oh Dios! Tú diste a conocer tu nombre
por medio de los Apóstoles,  
por intercesión de San Judas, 
haz que tu Iglesia continúe fortaleciéndose
y aumente el número de sus fieles.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. 
Amén.

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Cirila, Santa Mártir, 28 de octubre  

Mártir
Octubre 28

 

Etimológicamente significa "entrega al Señor" o "señora". Viene de la lengua griega y persa.

Hay creyentes en este tercer milenio que se avergüenzan de anunciar el Evangelio. Se va a casa de alguien y se habla de todo menos de Dios,. Si acaso sale el tema de la Iglesia es siempre para criticarla. Y habría que decirles: ¿No hace nada nuevo y bueno?

La joven Cirila, al contrario del nombre masculino del que hay varios santos, fue una creyente del siglo III, martirizada por amor a Cristo, por confesar su fe incondicional al que da sentido a la vida.

Hay dos Cirilas en el calendario. Una de ellas celebra su onomástica el 5 de junio.

Era una cristiana de Cirene, Libia. Durante la persecución de Maximino, hacia el año 300, le obligaron a ofrecer el incienso a los dioses paganos.

Al negarse con rotundidad, ella misma cogió el fuego y, en lugar de encender el incienso, serró el puño y se quemó.

Esto fue tan sólo el comienzo de una serie de torturas horribles.

La segunda joven que lleva este nombre es la que se conmemora hoy. Era una santa del siglo III. La martirizaron con su madre por el simple hecho de ser cristianas.

Hay una leyenda que tuvo una amplia difusión . En ella se cuenta que los padres paganos quisieron casarla. Ella respondió – como tantas otras vírgenes – que su esposo era mucho más rico y noble.

Se trataba de aquel Jesucristo que muchos paganos no conocían. Fue gracias a Cirila cómo fueron adhiriéndose a su vida y doctrina.

Le hubiera sido muy fácil quemar incienso a los dioses. Total, ¿qué más da con tal de salvar el pellejo?

Pero ese gesto hubiera supuesto la apostasía de su fe.

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Fidel de Cómo, Santo Mártir, 28 de octubre  

Octubre 28

 

Etimológicamente significa "fiel". Viene de la lengua latina.

Dice Miqueas: "Estoy alerta aguardando al Señor, mi Dios y salvador. Si me siento en tinieblas, el Señor es mi luz".

Hay en Como una bella iglesia románica, con ábside y cúpula, dedica a este santo.

Fidel fue mártir en los primeros siglos. Y aunque su fama sea muy grande, las noticias existentes acerca de su vida, no son muy abundantes que digamos.

Probablemente fue un misionero cristiano, enviado por el obispo de Milán a las orillas del lago, que todavía estaba habitado por paganos.

Este obispo milanes era san Materno, del siglo III.

Fidel predicó el Evangelio a los paganos que adoraban a sus numerosos dioses.

Hay otra tradición que dice que era de las Legiones imperiales.

Se hizo un desertor al convertirse al cristianismo. Eran los tiempos en que Diocleciano publicó los primeros edictos contra los seguidores de Jesucristo.

Lo arrestaron en Como, fue enjuiciado y condenado a muerte.

Después de su muerte, surgieron numerosas historias acerca de su vida, obra y milagros.

Hay narraciones que hablan de que la tumba de san Fidel está en Como, en alguno de sus extremos.

Lo cierto es que antes del año mil, las reliquias de san Fidel se llevaron a Como a la iglesia de santa Eufemia. En 1572 san Carlos Borromeo se llevó los restos a Milán.

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Fuente: Dominicos.org
Francisco Díaz del Rincón, Santo Mártir dominico, 28 Octubre  

Francisco Díaz del Rincón, Santo

Es el más joven del grupo de mártires dominicos en China.

Nació en Écija, Sevilla, el 2 de octubre de 1713, y en esta ciudad se hizo religioso en 1730, en el Convento de San Pablo.

Impulsado por un ferviente espíritu misionero en 1735 ya estaba en Filipinas y recibe el sacerdocio en Manila. Llegó a China en 1738. Pocos años después, en 1746, fue apresado y, después de grandes sufrimientos, muere ahorcado el 28 de octubre de 1748, siendo después quemado su cuerpo.

Era religioso de gran piedad y espíritu penitencial. Fue beatificado por León XIII el 14 de mayo de 1893 y canonizado por Juan Pablo II el 1 de Octubre de 2000.

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Fuente: Doninicos.org
Francisco Serrano, Santo Obispo y mártir, 28 Octubre  

Francisco Serrano, Santo

Nació en Hueneja (Granada) el 4 de diciembre 1695. A los 18 años tomó el hábito de la Orden de los Predicadores en el Convento de Santa Cruz la Real de Granada.

En 1725 llega a Filipinas y en 1738 a China, donde fue misionero durante más de 20 años.

Ya en la prisión, le llega el nombramiento de obispo titular de Tipasa y coadjutor del Vicario Apostólico de Fukien, Pedro Sans, pero no pudo recibir la consagración episcopal.

Muere por asfixia, y luego su cadáver fue quemado, el 25 de octubre de 1748. Se conservaron algunas reliquias suyas. Tuvo gran austeridad, devoción al rosario y fervor misionero. Fue beatificado por León XIII el 14 de mayo de 1893 y canonizado por Juan Pablo II el 1 de octubre del 2000.

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Fuente: Dominicos.org
Joaquín Royo Pérez, Santo Sacerdote dominico, 28 Octubre  

Joaquín Royo Pérez, Santo

Nació en Hinojosa (Teruel) en septiembre de 1691 y recibió el hábito dominicano en Valencia.

A los 21 años, todavía no era sacerdote, viaja para Manila, Filipinas, en 1712 y en 1715 entra en China, donde ejerció el apostolado durante 33 años.

Para evitar mayores vejaciones a los cristianos por parte de los perseguidores que lo buscaban, por consejo del obispo Pedro Sans, se entregó en sus manos en 1746.

Muere el 28 de octubre 1748, como los otros compañeros, asfixiado y después su cuerpo quemado.

Era de una extraordinaria piedad y de gran eficacia apostólica. Fue beatificado León XIII el 14 de mayo de 1893 y canonizado por Juan Pablo II el 1 de octubre del 2000.

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Fuente: Dominicos.org
Juan Alcober Figueroa, Santo Presbítero dominico y mártir, 28 Octubre  

Juan Alcober Figueroa, Santo

Nacido en Granada el 21 de diciembre de 1694. Vistió el hábito dominicano en el Convento de Santa Cruz la Real de su ciudad.

Partió hacia Manila, Filipinas, en 1725, donde pasó 3 años. En 1728 llegó a China donde predicó el Evangelio durante 20 años.

En 1741 es vicario provincial de la misión. Apresado en 1746 muere ahorcado el 28 de octubre de 1748, siendo después su cadáver quemado.

Se distinguió especialmente por su eficacia apostólica. Fue beatificado por León XIII el 14 de mayo de 1893 y canonizado por Juan Pablo II el 1 de octubre del 2000.

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Fuente: ACI Prensa
José Ruiz Bruixola, Beato Párroco mártir, 28 Octubre  

José Ruiz Bruixola, Beato

Párroco de San Nicolás en Valencia.

Estudió en el Seminario de Valencia. Ordenado en 1882, fue coadjutor de Quart de Poblet y después estuvo en varias parroquias de la capital. Destacó por sus atenciones a los pobres y enfermos. Amigo de don José Bau, formó con él una escuela de espirituali­dad para el clero. Martirizado a los 79 años.

Es uno de los mártires de la Guerra Civil española. Para ver más sobre los 233 mártires en España haz "click"
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Fuente: Vatican.va
Rodrigo Aguilar Alemán, Santo Mártir méxicano, 28 Octubre  

Rodrigo Aguilar Alemán, Santo

Nació en Sayula, Jalisco (Diócesis de Ciudad Guzmán), el 13 de marzo de 1875. Párroco de Unión de Tula, Jalisco (Diócesis de Autlán). Sacerdote poeta de fina sensibilidad.

Consagró su sacerdocio a la Virgen Santísima de Guadalupe. Con todo su corazón imploró: "Señor, danos la gracia de padecer en tu nombre, de sellar nuestra fe con nuestra sangre y coronar nuestro sacerdocio con el martirio ¡Fiat voluntas tua!" Por eso, cuando tuvo que abandonar su parroquia y ocultarse en la población de Ejutla, Jalisco, y cuando llegaron las tropas federales para apresarlo, su rostro resplandecía de paz y gozo, y se despidió diciendo: "Nos vemos en el cielo".

En la madrugada del 28 de octubre de 1927 fue conducido a la plaza de Ejutla. Arrojaron la cuerda a una rama gruesa de un árbol de mango, hicieron una lanzada y la colocaron al cuello del sacerdote.

Luego quisieron poner a prueba su fortaleza y con altanería le preguntaron: "¿Quién vive?" La valiente respuesta fue: "¡Cristo Rey y Santa María de Guadalupe!" Entonces la cuerda fue tirada con fuerza y el señor cura Aguilar quedó suspendido. Se le bajó de nuevo y se le repitió la pregunta: "¿Quién vive?" Por segunda vez dijo con voz firme: "¡Cristo Rey y Santa María de Guadalupe!" Nuevamente al mismo suplicio y por tercera vez, el "¿Quién vive?" El mártir agonizante, arrastrando la lengua repitió: "Cristo Rey y Santa María de Guadalupe".

Fue canonizado el 21 de Mayo del año 2000 por Juan Pablo II

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Fuente: ACI Prensa
Salvador Damián, Beato Mártir, 28 Octubre  

Salvador Damián, Beato

Veterinario de profesión, padre de seis hijos y viudo.

Desarrolló su profesión honestidad; de misa y comunión diaria, perteneció a varias asociaciones religiosas siendo siempre coherente con la fe católica.

Es uno de los mártires de la Guerra Civil española. Para ver más sobre los 233 mártires en España haz "click"
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net

 

 

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