viernes, 28 de octubre de 2011

Lecturas Domingo 30 de Octubre de 2011

JMJ

Pax

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 23, 1-12

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a las multitudes y a sus discípulos:
"En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y fariseos. Hagan, pues, todo lo que les digan,
pero no imiten sus obras, porque dicen una cosa y hacen otra. Hacen fardos muy pesados y difíciles de llevar y los echan sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover. Todo lo hacen para que los vea la gente. Ensanchan las filacterias y las franjas del manto; les agrada ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; les gusta que los saluden en las plazas y que la gente los llame "maestros".
Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen "maestros", porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la tierra lo llamen "padre", porque el Padre de ustedes es sólo el Padre celestial. No se dejen llamar "guías", porque el guía de ustedes es solamente Cristo. Que el mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/swf/l.swf?video_id=v82JVdXAUUs

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? abortar (todos los métodos anticonceptivos son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.

 

Misal

31a. Dom Ord Ciclo A

Antífona de Entrada

Señor, no me abandones, no te me alejes, Dios mío. Ven de prisa a socorrerme, Señor, mi salvador.

 

Se dice "Gloria".

Oración Colecta

Oremos:
Dios omnipotente y misericordioso, de cuya mano proviene el don de servirte y de alabarte, ayúdanos a vencer en esta vida cuanto pueda separarnos de ti.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Ustedes se apartaron del camino y han hecho tropezar a muchos

Lectura del libro del profeta Malaquías 1, 14; 2, 2b. 8-10

"Yo soy el rey soberano, dice el Señor de los ejércitos; mi nombre es temible entre las naciones. Ahora les voy a dar a ustedes, sacerdotes, estas advertencias: Si no me escuchan y si no se proponen de corazón dar gloria a mi nombre, Yo mandaré contra ustedes la maldición".
Esto dice el Señor de los ejércitos:
"Ustedes se han apartado del camino, han hecho tropezar a muchos en la ley; han anulado la alianza que hice con la tribu sacerdotal de Leví. Por eso yo los hago despreciables y viles ante todo el pueblo, pues no han seguido mi camino y han aplicado la ley con parcialidad".
¿Acaso no tenemos todos un mismo Padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué, pues, nos traicionamos entre hermanos, profanando así la alianza de nuestros padres?
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del salmo 130

Señor, consérvame en tu paz.

Señor, mi corazón no es ambicioso ni mis ojos soberbios; grandezas que superan mis alcances no pretendo.
Señor, consérvame en tu paz.

Estoy, Señor, por lo contrario, tranquilo y en silencio, como niño recién amamantado en los brazos maternos.
Señor, consérvame en tu paz.

Que igual en el Señor esperen los hijos de Israel, ahora y siempre.
Señor, consérvame en tu paz.

Segunda Lectura

Queríamos entregarles no sólo el Evangelio de Dios, sino nuestra propia vida

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 2, 7b-9.13

Hermanos: Cuando estuvimos entre ustedes, los tratamos con la misma ternura con la que una madre estrecha en su regazo a sus pequeños. Tan grande es nuestro afecto por ustedes, que hubiéramos querido entregarles, no solamente el Evangelio de Dios, sino también nuestra propia vida, porque han llegado a sernos sumamente queridos.
Sin duda, hermanos, ustedes se acuerdan de nuestros esfuerzos y fatigas, pues, trabajando de día y de noche, a fin de no ser una carga para nadie, les hemos predicado el Evangelio de Dios.
Ahora damos gracias a Dios continuamente, porque al recibir ustedes la palabra que les hemos predicado, la aceptaron, no como palabra humana, sino como lo que realmente es: palabra de Dios, que sigue actuando en ustedes, los creyentes.
Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Su Maestro es uno solo, Cristo, y su Padre es uno solo, el del cielo, dice el Señor.
Aleluya.

Evangelio

Los fariseos dicen una cosa y hacen otra

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 23, 1-12

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a las multitudes y a sus discípulos:
"En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y fariseos. Hagan, pues, todo lo que les digan,
pero no imiten sus obras, porque dicen una cosa y hacen otra. Hacen fardos muy pesados y difíciles de llevar y los echan sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover. Todo lo hacen para que los vea la gente. Ensanchan las filacterias y las franjas del manto; les agrada ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; les gusta que los saluden en las plazas y que la gente los llame "maestros".
Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen "maestros", porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la tierra lo llamen "padre", porque el Padre de ustedes es sólo el Padre celestial. No se dejen llamar "guías", porque el guía de ustedes es solamente Cristo. Que el mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Se dice "Credo".

Oración de los Fieles

Celebrante:
Pidamos, hermanos y hermanas, al Señor, que escuche nuestras oraciones y nos conceda el auxilio que necesitamos:
Respondemos: Te rogamos, Señor Jesús.

Para que Dios derrame en su Iglesia el Espíritu de piedad y fortaleza, que suscite numerosos y dignos ministros del altar y testigos celosos y humildes del Evangelio, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor Jesús.

Para que Dios infunda en el corazón de los gobernantes la voluntad de promover el bien de sus súbditos, a fin de que todos puedan desarrollarse debidamente y reinen en el mundo la justicia y la igualdad, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor Jesús.

Para que el Señor fortalezca a los moribundos que luchan en su último combate, los libre de las tentaciones y no permita que nosotros, al llegar la hora de abandonar este mundo, caigamos en manos del enemigo, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor Jesús.

Para que Dios conceda a nuestros familiares y amigos el perdón de sus pecados, una vida próspera y el don de la caridad, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor Jesús.

Celebrante:
Escucha, Señor, nuestras oraciones y haz que estemos siempre atentos a honrar tu nombre y acoger tu palabra como la única que salva; que no nos limitemos a proclamar el Evangelio, sino que lo vivamos también con nuestras obras, para ser así verdaderos discípulos de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.

 

Oración sobre las Ofrendas

Que este sacrificio que vamos a ofrecerte, en comunión con toda tu Iglesia, te sea agradable, Señor, y nos obtenga la plenitud de tu misericordia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

El misterio pascual

Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Quien, por su misterio pascual, realizó la obra maravillosa de llamarnos del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de su propiedad, para que, trasladados
de las tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas.
Por eso,
con los ángeles y arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Antífona de la Comunión

Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Continúa, Señor, en nosotros tu obra de salvación por medio de esta Eucaristía, para que, cada vez más unidos a Cristo en esta vida, merezcamos vivir con él eternamente.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

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Meditación diaria

 

Trigésimo primer Domingo
ciclo a

UNO solo ES VUESTRO PADRE

— Paternidad de Dios.

— La participación en la paternidad divina.

— Apostolado y paternidad del espíritu.

I. Habla Jesús a las multitudes y a sus discípulos de la vanidad y deseos de gloria de los fariseos, que hacen sus obras para ser vistos de los hombres y apetecen los primeros puestos en los banquetes, los primeros asientos en las sinagogas, y los saludos en las plazas y que la gente les llame rabí. Pero solo hay un Maestro y un Doctor, Cristo. Y un solo Padre, el celestial1. De Cristo nace toda sabiduría; solo Él es "el Maestro que salva, santifica y guía, que está vivo, que habla, que exige, que conmueve, que endereza, juzga, perdona, camina diariamente con nosotros en la historia; el Maestro que viene y que vendrá en la gloria"2. La enseñanza de la Iglesia es la de Cristo, los maestros lo son en la medida en que son imagen del Maestro,

De manera semejante decimos que existe un solo Padre, el celestial, del que se deriva toda paternidad en el cielo y en la tierra: ex quo omnis paternitas in caelis et in terra nominatur3. Dios tiene la plenitud de la paternidad, y de ella participaron nuestros padres al darnos la vida, y también han participado los que de alguna manera nos han engendrado a la vida de la fe. San Pablo escribe a los primeros cristianos de Corinto como a hijos queridísimos. Pues -les dice- aunque tengáis diez mil pedagogos en Cristo, no tenéis muchos padres, porque yo os engendré en Cristo Jesús por medio del Evangelio. Por consiguiente, os suplico: sed imitadores míos4. Y aquellos primeros cristianos eran conscientes de que, al emular a San Pablo, se convertían en imitadores de Cristo. En el Apóstol veían reflejado el espíritu del Maestro y el cuidado amoroso de Dios sobre ellos.

"De ahí que la palabra "Padre" pueda emplearse en un sentido real no solo para designar la paternidad física, sino también la espiritual. Al Romano Pontífice se le llama con toda propiedad, "Padre común de todos los cristianos""5. Cuando honramos a nuestros padres, que nos dieron la vida, y a quienes nos engendraron en la fe, damos mucha gloria a Dios, pues en ellos se refleja la paternidad divina. Una manera de ser buenos hijos de Dios es, precisamente, vivir bien la filiación con aquellos que Dios mismo constituyó "padres" en la tierra.

II. San Pablo escribe a los primeros cristianos de Galacia con tonos de padre y de madre, al tener noticia de las dificultades que padecen en su fe y al experimentar la impotencia de no poder atenderles personalmente por encontrarse geográficamente lejos: Hijos míos -les dice-, por quienes sufro otra vez dolores de parto, hasta que Cristo esté formado en vosotros6, como un niño se forma en el seno materno. Sentía sobre sí el Apóstol el desvelo de un padre ante los hijos necesitados. En la Iglesia son considerados padres quienes nos engendran en la fe mediante la predicación y el Bautismo7. De esa paternidad espiritual participamos los cristianos sobre aquellos a quienes hemos ayudado –a veces también con dolor y fatiga– a encontrar a Cristo en su vida. La paternidad es más plena cuanto mayor es la entrega a esta tarea. Así manifiesta Dios su paternidad en los cristianos, "como un maestro que no solo enseña a sus discípulos, sino que los hace además capaces de enseñar a otros"8. Esta paternidad espiritual es una porción importante del premio que Dios da en esta vida a quienes le siguen, por vocación divina, en una entrega plena. "Él es generoso... Da el ciento por uno: y esto es verdad hasta en los hijos. —Muchos se privan de ellos por su gloria, y tienen miles de hijos de su espíritu. —Hijos, como nosotros lo somos del Padre nuestro, que está en los cielos"9.

La Virgen Santa María ejerce su maternidad sobre los cristianos y sobre todos los hombres10. De Ella aprendemos a tener un alma grande para aquellos que continuamente tratamos de llevar a su Hijo, y que en cierto modo hemos engendrado en la fe. Recordemos que el amor "indica también esa cordial ternura y sensibilidad, de que tan elocuentemente nos habla la parábola del hijo pródigo (cfr. Lc 15, 11-32) o la de la oveja extraviada o la de la dracma perdida (cfr. Lc 15, 1-10). Por tanto, el amor misericordioso es sumamente indispensable entre aquellos que están más cercanos: entre los esposos, entre padres e hijos, entre amigos; es también indispensable en la educación y en la pastoral"11. San Ambrosio12 hace "unas consideraciones que a primera vista resultan atrevidas, pero que tienen un sentido espiritual claro para la vida del cristiano. Según la carne, una sola es la Madre de Cristo; según la fe, Cristo es fruto de todos nosotros (San Ambrosio, Expositio Evangelii secundum Lucam, 2, 26).

"Si nos identificamos con María, si imitamos sus virtudes, podremos lograr que Cristo nazca, por la gracia, en el alma de muchos que se identificarán con Él por la acción del Espíritu Santo. Si imitamos a María, de alguna manera participaremos en su maternidad espiritual. En silencio, como Nuestra Señora; sin que se note, casi sin palabras, con el testimonio íntegro y coherente de una conducta cristiana, con la generosidad de repetir sin cesar un fiat que se renueva como algo íntimo entre nosotros y Dios"13.

III. San Pablo, identificado con Cristo, hizo suyas las palabras del Señor: Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da la vida por sus ovejas14. Por eso escribe sobre su solicitud por todas las iglesias15, por todos los convertidos a la fe a través de su predicación. Mantenerlos en el camino y ayudarles a progresar en él era una de sus mayores preocupaciones y, en ocasiones, uno de sus mayores sufrimientos. ¿Quién desfallece sin que yo desfallezca? ¿Quién tiene un tropiezo sin que yo me abrase de dolor?16. El Apóstol ha quedado como modelo siempre actual para todos los pastores de la Iglesia en su solicitud por las almas que Dios les ha confiado, y también para todos los cristianos en su apostolado constante, que "deben cuidar como padres en Cristo a los fieles que han engendrado por el bautismo y por la doctrina"17.

El amor por quienes hemos acercado a Dios no es una simple amistad, "sino el amor de caridad, el mismo amor con el que les ama el Hijo encarnado. Es por esto, y solo por esto, por lo que el Hijo nos lo ha dado a cada uno de nosotros, para que podamos darlo a los demás (...). El amor hacia nuestros hermanos genera en nosotros el mismo deseo que genera el del Hijo: el de su santificación y salvación"18. Esto nos lleva a quererles más y a estar pendientes de aquello que puede facilitarles su santidad: la ejemplaridad, la corrección fraterna cuando sea oportuno, la palabra amable que anima, la alegría, el optimismo, el consejo que orienta ante las dificultades... Y siempre deberán contar con las ayudas más eficaces que les podemos prestar: la oración y la mortificación diaria.

Este amor "comporta siempre una disponibilidad singular para volcarse sobre cuantos se hallan en el radio de su acción. En el matrimonio esta disponibilidad –aun estando abierta a todos– consiste de modo particular en el amor que los padres dan a sus hijos. En la virginidad esta disponibilidad está abierta a todos los hombres, abrazados por el amor de Cristo esposo"19. En la virginidad y en el celibato por amor a Dios, el Señor agranda el corazón del hombre y de la mujer para que la paternidad y la maternidad espiritual sea más extensa y profunda. La entrega a Dios de ninguna manera limita el corazón humano; por el contrario, lo enriquece y lo hace más capaz de realizar estos sentimientos profundos de paternidad y de maternidad que el Señor mismo ha puesto en la naturaleza humana.

El cuidado de aquellos sobre los que, por circunstancias tan diversas de la vida, ha querido Dios que ejerzamos esa paternidad espiritual nos hará entender el desvelo que nuestro Padre Dios tiene sobre cada uno de nosotros. En muchas ocasiones será, además, un buen motivo para mantener firme nuestra propia fidelidad al Señor y un estímulo para procurar "ir delante" en el camino de la santidad, como el buen pastor.

San José nos enseña cómo ha de ser ese desvelo por los demás. Puesto que su amor paterno "no podía dejar de influir en el amor filial de Jesús y, viceversa, el amor filial de Jesús no podía dejar de influir en el amor paterno de José, ¿cómo adentrarnos en la profundidad de esta relación singularísima? Las almas sensibles a los impulsos del amor divino ven con razón en José un luminoso ejemplo de vida interior"20. Aprendamos de él, en su trato con Jesús, a mirar con amor siempre creciente a quienes Dios ha puesto en nuestro camino.

1 Mt 23, 1-12. — 2 Juan Pablo II, Exhort. Apost, Catechesi tradendae, 16-X-1979, 9. — 3 Ef 3, 15. — 4 1 Cor 4, 14-16. — 5 Sagrada Biblia, Epístolas de la cautividad, EUNSA, Pamplona 1986, nota a Ef 3, 15. — 6 Gal 4, 19. — 7 Cfr. Catecismo Romano, III, 5, n. 8. — 8 Santo Tomás, Suma Teológica, 1, q. 103, a. 6. — 9 San Josemaría Escrivá, Camino, n. 779. — 10 Conc. Vat. II, Const. Lumen gentium, 61. — 11 Juan Pablo II, Enc. Dives in misericordia, 30-XI-1980, 14. — 12 San Ambrosio, Comentarios al Evangelio de San Lucas, 2, 26. — 13 San Josemaría Escrivá, Amigos de Dios, 281. — 14 Jn 10, 11. — 15 2 Cor 11, 28. — 16 Ibídem, 29. — 17 Conc. Vat. II, loc. cit., 28. — 18 B. Perquin, Abba, Padre, Rialp, Madrid 1986, p. 328. — 19 Juan Pablo II, Carta Apost. Mulieris dignitatem, 15-VIII-1988, 21. — 20 ídem, Exhort. Apost. Redemptoris custos, 15-VIII-1989, 27.

 

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Santoral             (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

 San Alonso Rodríguez
Viudo y portero
Año 1617

Gracias Señor por estos modelos admirables que nos presentas en tus santos. 
Haz que queramos imitarlos y que seamos capaces de seguir sus buenos ejemplos.

Alonso significa: "pronto para hacer el bien" (del germano al: el bien. Ons: prontitud).

El santo de hoy es un caso típico. Viudo, comerciante, portero por 45 años de un colegio. Poco instruido en las ciencias del mundo, pero un verdadero místico.

San Alonso nació en Segovia (España) en 1533, hijo de un comerciante acaudalado.

Cuando nuestro santo aún era un niño, tuvo la suerte de que llegó a su ciudad a predicar el Beato Pedro Fabro (discípulo muy amado de San Ignacio de Loyola) y se hospedó en la casa de los padres de Alonso y luego en compañía del jovencito se fue a una finca que poseía la familia Rodríguez, y allá lo preparó a la Primera Comunión. Esta amistad con un gran apóstol le fue de enorme provecho para su santificación.

Alonso fue después a estudiar en un colegio de los Padres Jesuitas, pero al morir su padre tuvo que volverse a casa para administrar los negocios. Sin embargo el destino que Dios le tenía preparado no era el de negociante y como no poseía las suficientes cualidades para ese oficio, sus negocios fueron decayendo poco a poco. Era como una llamada que Dios le hacía para que se dedicara a otra labor donde sí iba a conseguir la santidad.

Alonso se casó con una mujer muy buena y piadosa y tuvieron un hijo. Pero luego cuando iba a nacer el segundo niño, la esposa murió, dejándolo viudo y con un hijito muy pequeño. En seguida murió también su madre y los negocios empezaron a quebrar. Esta serie de infortunios hizo pensar a Alonso si no sería que Dios quería de él otro modo de vivir. Hasta entonces había sido un honrado comerciante, pero le faltaba todavía ser un creyente fervoroso y heroico

Vendió entonces los pocos bienes que le quedaban y se fue con su hijito a vivir junto a dos hermanas suyas que eran extraordinariamente piadosas, las cuales le enseñaron el arte de rezar bien, y de hacer meditación y oración mental. Las enseñanzas de estas dos sencillas mujeres le fueron de inmensa importancia para su vida. Alonso meditaba dos horas diarias por la mañana, y por la tarde rezaba el rosario pensando en los misterios. Pronto empezó a descubrir la imperfección de su vida pasada, viéndola a la luz de las enseñanzas de Jesucristo. En un momento de meditación alcanzó a contemplar un poco los goces que nos esperan en el cielo, y en esos días hizo una confesión general de toda su vida y empezó una existencia totalmente dedicada a la oración, a la mortificación, a la meditación y a obras de caridad a favor de los pobres.

Luego murió su único hijo. Alonso sintió una agonía de muerte, pero en seguida Nuestro Señor le iluminó con la lectura de una página del Libro de la Sabiduría en la S. Biblia (Capítulo 4) que dice que a muchos jóvenes se los lleva Dios a la otra vida para evitarles terribles peligros que les podían llegar en esta vida contra su santidad y su salvación. Con esto Alonso se consoló inmensamente porque comprendía que su hijito tan amado, al morir tan joven se había librado de muchos peligros de ofender a Dios. Y esa muerte tan dolorosa lo movió a renunciar a todo e irse de religioso.

Alonso pidió a los padres jesuitas que lo aceptaran en su comunidad, pero nadie quería recibirlo porque tenía ya casi 40 años, no había hecho estudios y además era viudo. No se acostumbraba recibir gente de esa clase. Pero de pronto el superior sin saber por qué, cambió de parecer, y lo aceptó como hermano lego. Esa iba a ser la profesión que lo iba a llevar a la santidad.

Los superiores lo enviaron a la isla de Mallorca como portero del colegio de los jesuitas de Montesión. Allí en ese cargo se ganará la gloria del cielo atendiendo durante 45 años con la más exquisita bondad a toda clase de huéspedes y transeúntes.

Ser portero en un gran colegio no es tarea fácil, y menos lo era en aquellos tiempos en los que no había ni teléfono, ni otros medios de fácil comunicación de que disponemos hoy en día. Y los que lo conocieron y trataron dejaron constancia de que jamás alguien recibió del hermano Alonso un trato hosco o maleducado o frío, sino que por el contrario, todos se sentían tratados como si fueran grandes personajes. Allí llegaban montones de alumnos (con su algarabía juvenil), padres de familia, proveedores del colegio, religiosos viajeros que venían a pedir hospedaje por unos días, visitantes, médicos, obispos, militares, empleados del gobierno, vendedores y multitud de pordioseros y cada cual se sentía tratado por el hermano Alonso con una amabilidad que no estaban acostumbrados a recibir en otras partes.

Alonso Rodríguez se propuso ver a Jesús en cada visitante que llegaba, y tratar muy bien a Jesús que llegaba disfrazado de prójimo. Cuando alguien le preguntaba por qué no era más duro y áspero con ciertos tipos inoportunos, le respondía: "Es que a Jesús que se disfraza de prójimo, nunca lo podemos tratar con aspereza o mala educación". Seguramente que Nuestro Señor al llegar al cielo le habrá repetido aquello que en el Evangelio prometió que dirá a quienes tratan bien a los demás: "Ven siervo bueno y fiel. Entra en el gozo de tu Señor, porque cuando me disfracé de huésped me tratase sumamente bien. El buen trato que les diste a los demás, aún a los más humildes, lo recibo como si me lo hubieras dado a Mí en persona" (Mt. 25, 40).

Sus compañeros jesuitas dejaron escrita esta observación verdaderamente admirable: "Declaramos que jamás vimos en el hermano Alonso Rodríguez un comportamiento que no fuera el de un verdadero santo". Algo admirable en verdad.

De entre tantísimos amigos que Alonso trató en su oficio de portero en los 45 años en Montesión, el más santo e importante de todos fue San Pedro Claver. Este gran apóstol vivió tres años con Alonso en aquella casa, y una noche el fervoroso portero oyó en visión que le decían: "Pedro Claver está destinado a hacer un gran bien en Sudamérica". Desde entonces el santo portero se propuso animar a Pedro a que viajara como misionero a América, y lo logró. Pedro Claver bautizó a más de 300,000 negros en Cartagena, y nunca pudo olvidar los buenísimos consejos que le dio su fiel amigo Alonso, en Mallorca.

San Pablo decía que para que no se llenara de orgullo Dios le permitió ataques terribles en su carne. Y así le sucedió también al buen Alonso. De vez en cuando le llegaban sequedades tan espantosas en la oración que para él, rezar era un verdadero tormento. Todo lo que fuera piedad le producía repulsión. Pero así y con esas sequedades seguía rezando. Rezaba todo el día, viajando de un sitio a otro de la casa llevando razones y mensajes, o atendiendo en su portería a todo el que llegaba. Alonso rezaba siempre.

Un día cuando sus tentaciones impuras se le habían vuelto casi enloquecedoras, al pasar por frente a una imagen de la Sma. Virgen le gritó en latín: "Sancta Maria, Mater Dei, memento mei" (Santa María Madre de Dios, acuérdate de mí) e inmediatamente sintió que las tentaciones desaparecían. Desde entonces se convenció de que la Santísima Virgen tiene gran poder para alejar a los espíritus impuros, y se dedicó a encomendase a Ella con mayor fervor. Le rezaba varios rosarios cada día y en honor de la Madre de Dios rezaba salmos diarios. Y la Virgen María fue su gran Protectora y defensora hasta la hora de su muerte y se le apareció varias veces, llenándolo de increíble felicidad.

En sus dolorosas enfermedades se sentía asistido por Jesús y María y decía que había días en que los sentía tan presentes junto a él como si hubiera vivido en Nazaret cuando ellos los dos estaban viviendo allá. Esto le producía intensas alegrías espirituales.

Con autorización de sus superiores fue escribiendo todo lo que recordaba de sus experiencias espirituales, y en esa su autobiografía hay detalles que demuestran cómo este sencillo e ignorante porterito de un colegio llegó a altísimos grados en la vida mística. Con razón las gentes de toas las clases sociales iban al colegio a pedirle sus consejos, a consultarle sus dudas y a recibir consuelos para sus penas.

Cuando ya era muy anciano y estaba sumamente enfermo, un día el superior para ver qué tanta era su obediencia le dijo: "Le ordeno que se vaya de misionero a América del Sur". Inmediatamente Alonso empacó sus pocas ropas y salió por la portería, listo a embarcarse en el primer barco que llegara. El superior tuvo que mandarle otra vez que se volviera a su puesto.

Otro día el superior, que sufría de un reumatismo sumamente doloroso le dijo: " Hermano Alonso, pídale a Dios y a la Virgen que me curen de este mal tan molesto". El santo estuvo toda la noche rezando, y no dejó de rezar pidiendo aquel favor, sino cuando al amanecer supo que el Padre Superior había amanecido totalmente curado.

El 29 de octubre de 1617 sintiéndose sumamente lleno de dolores y de angustias, al recibir la Sagrada Comunión, inmediatamente se llenó de paz y de alegría, y quedó como en éxtasis. Dos días estuvo casi sin sentido y el 31 de octubre despertó, besó con toda emoción su crucifijo y diciendo en alta voz: "Jesús, Jesús, Jesús" expiró.

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Fuente: Archidiócesis de Madrid
Marcelo, Santo Mártir, 30 de octubre  

Marcelo, Santo

Mártir
Octubre 30

 


Se conservan actas de validez histórica.

Marcelo es un Centurión que pertenecía a la Legio VII Gemina en la ciudad de León.

Su proceso tuvo lugar en dos pasos: primero en España, ante el presidente o gobernador Fortunato (28 de Julio del 298) y en Tánger el definitivo, ante Aurelio Agricolano (30 de Octubre del mismo año).

Fortunato envió a Agricolano el siguiente texto causa del juicio contra Marcelo: "Manilio Fortunato a Agricolano, su señor, salud. En el felicísimo día en que en todo el orbe celebramos solemnemente el cumpleaños de nuestros señores augustos césares, señor Aurelio Agricolano, Marcelo, centurión ordinario, como si se hubiese vuelto loco, se quitó espontáneamente el cinto militar y arrojó la espada y el bastón de centurión delante de las tropas de nuestros señores".

Se trataba de un acto oficial y solemne en que toda la tropa militar estaba dispuesta para ofrecer sacrificios a los dioses paganos e invocar su protección sobre el Emperador.

Ante Fortunato, Marcelo explica su actitud diciendo que era cristiano y no podía militar en más ejército que en el de Jesucristo, hijo de Dios omnipotente.

Fortunato, ante un hecho de tanta gravedad, creyó necesario notificarlo a los emperadores y césares y enviar a Marcelo para que lo juzgase su superior, el viceprefecto Agricolano. En Tánger, y ante Agricolano, se lee a Marcelo el acta de acusación, que él confirma y acepta, por lo que es condenado a la decapitación.

Los cobardes, con su ánimo pusilánime, probablemente afirmen que Marcelo hizo el tonto; en fin, que algunas veces, en situaciones delicadas, es preciso contemporizar cuando los tiempos vienen así, que hay que saber adaptarse y que... lo importante es creer en Dios.

Los fanáticos, dejándose llevar de la temeridad impulsiva que los caracteriza, quizá digan que un hombre con fe, en una situación como esa, debía haberse liado a sablazos con los jefes y con los demás soldados. Fue... un miserable blando.

La Iglesia ve en Marcelo... a un mártir.

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Bienvenida Bolani, Santa Virgen, 30 Octubre  

Bienvenida Bolani, Santa

Virgen
Octubre 29

 

Etimológicamente significa " acogedora". Viene de la lengua latina.

Los cristianos que van tomando conciencia a fondo de su compromiso por el Evangelio, se sitúan en el corazón de la misma Iglesia, no para vanagloriarse de nada, sino para ofrecer la esencia de la vida creyente, amor.

Esta chica virgen nació en Cividale en 1225 y murió en la misma ciudad italiana en el 1292.
Entró muy joven el convento de las Terciarias Dominicas. La finalidad de su entrega total al Señor fue ofrecer amor a torrentes pasare lo que pasare.

Y bien pronto tuvo ocasión de manifestar este amor. Cuando más brillaba por sus virtudes y sus sacrificios, le vino una enfermedad por la cual perdió toda movilidad.

No obstante su fe inquebrantable en el Señor y su especial devoción a su fundador santo Domingo, logró milagrosamente la curación de su mal.

Concibió la idea de que lo quedara de vida, lo emplearía en la contemplación y en el sacrificio absoluto de sí misma.

Y nadie crea que los santos no sienten tentaciones. Sí, igual que todo ser humano.

Ella las tuvo abundantes. El diablo no la dejaba tranquila, pero al mismo tiempo gozaba de la bendición de Dios.

Se le apareció la Virgen varias veces. Las hermanas de la Orden y la gente del pueblo se quedaban encantadas al verla siempre feliz y sonriente. Era la admiración de todos.

A los 38 años murió. La sepultaron en la misma iglesia de los Dominicos.

Dad la fama de su santidad, Clemente XIII confirmó que se le diera culto.

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Ángel de Acri, Beato Sacerdote Capuchino, 30 Octubre  

Ángel de Acri, Beato

Etimológicamente significa "mensajero". Viene de la lengua griega.

Hay creyente mediocres por cuya cara se refleja una gran tristeza. Y no debería ser así. Si se lo pensaran en serio, caerían en la cuenta de que no están muy cerca de Cristo.

Este joven sonriente porque centró su vida en Cristo y en los otros, se hizo capuchino para predicar el anuncio de la Buena Nueva a todos.

Nacido en 1669 en el seno de una familia pobre pero rica en virtudes y en dones religiosos, educaron muy bien a su hijo.

La historia de su vocación es muy curiosa. A los 18 años pidió entrar en los Capuchinos y le dieron el permiso.

Le acuciaban muchas dudas. Por eso tuvo que hacer la experiencia del noviciado dos veces. Dejó el hábito porque quería vivir en casa como sus hermanos y sus padres.

Sin embargo, su corazón joven estaba inquieto porque lo que Dios pensaba en sus designios sobre su persona eran distintos al resto de su familia.

Volvió a pedir su entrada en el convento por tercera vez. Como alguien que quería llegar cuanto antes a la santidad, pidió, tras sus estudios, ordenarse de sacerdote en la antigua catedral de Cassano Jonio, Italia.

Los superiores le dieron en seguida puestos de alta responsabilidad que desempeñó con eficacia y con acierto.

Tan bien dirigía a los hermanos en la Orden que todos el mundo el llamaba "El Angel de la paz".

Pero la cualidad que más desarrolló fue . sin duda, la predicación. Llegó a ser el predicador y misionero más buscado en Italia del Sur.

Su vida fue una representación viva de Jesús. Sabía de memoria la Biblia.

El 30 de octubre de 1739 agotado de tanto trabajo apostólico, subió al cielo.
Sus restos son objeto de mucha veneración.

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Gerardo de Potenza, Santo Obispo, 30 Octubre  

Gerardo de Potenza, Santo

En Potenza, ciudad de la Lucania, san Gerardo, obispo (1122).

Gerardo, Obispo del siglo XII, es el patrono de la ciudad y de la Arquidiocesis de Potenza.

Nació en Piavenza en una fammilia de noble origen, después pasó a Potenza y fue elegido obispo de esa ciudad por sus virtudes y su actividad taumatúrgica.

Muerto después de sólo ocho años de episcopado, su sucesor Manfredo escribió una vida tal vez demasiado declaradamente panegirística, y sobre todo obtuvo una canonización "a viva voz" (es decir, sin documentación escrita) por parte del Papa Calixto II (1119-24).

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Terencio Alberto O'Brien, Beato Obispo, 30 Octubre  

Terencio Alberto O'Brien, Beato

Nacido en Limerick, a los 21 años ingresó a la Orden Dominica, fue enviado a España donde recibe la orden sacerdotal.

Retornó a Irlanda, donde en 1647 es nombrado Opispo y se le designa para la sede de Emly, trabajó con empeño en favor de los afectados por la peste, pero, bajo el régimen de Oliver Cromwell, fue detenido por los soldados y conducido al patíbulo en odio a la fe católica (1651).

Juan Pablo II lo beatificó, juntamente con otros dieciséis mártires irlandeses, el 27 de septiembre de 1992.

Los otros beatificados fueron:
Patrick O'Healy, Obispo de Mayo, 31 agosto
Conn O'Rourke, Sacerdote de los Frailes Menores, 31 agosto
Matthew Lambert, Laico,
Robert Meyler, Laico,
Edward Cheevers, Laico,
Patrick Cavanagh, Laico,
Dermot O'Hurley, Obispo de Cashel
Margaret Ball nata Bermingham, Laica
Maurice Mac Kenraghty, Sacerdote de la diocesis de Limerick
Conor O'Devany, Obispo de Down y Connor
Patrick O'Loughran, Sacerdote de la diocesis de Armagh
Francis Taylor, Laico
Peter Higgins, Sacerdote dominico
Domingo Collins, Jesuita
John Kearney, Sacerdote de los Frailes Menores
William Tirry, Sacerdote agustino

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Fuente: Vatican.va
Alejandro Zaryckyj, Beato Sacerdote y mártir, 30 de octubre  

Alejandro Zaryckyj, Beato

Sacerdote de la archieparquía de Lvov de los ucranios (1912-1963). Mártir

Nació el 17 de octubre de 1912 en Bilche (región de Lvov).

Recibió la ordenación sacerdotal en la archieparquía de Lvov el 7 de junio de 1936.Fue párroco en Strutyn y en Zarvanytsia.

El año 1948 las autoridades lo detuvieron en Riasna Ruska (Lvov), ciudad adonde se había trasladado durante la segunda guerra mundial. Lo condenaron a ocho años de exilio en Karaganda (Kazajstán).

Excarcelado el 10 de abril de 1956 gracias a una amnistía general, volvió primero a Halychyna y después a Karaganda, con el propósito de organizar las comunidades católicas clandestinas.

El 9 de mayo de 1962 lo arrestaron de nuevo y lo condenaron por "vagabundo" a dos años de cárcel. Tenía 51 años cuando murió en el hospital del campo de concentración de Dolinka, el 30 de octubre de 1963.

Fue beatificado por Juan Pablo II en el año 2001 junto a otros 24 mártires greco-católicos, a continuación los nombres de los beatificados:

El grupo beatificado está integrado por:

Mykolay Charneckyj, Obispo, 2 abril
Josafat Kocylovskyj, Obispo, 17 noviembre
Symeon Lukac, Obispo, 22 agosto
Basilio Velyckovskyj, Obispo, 30 Junio
Ivan Slezyuk, Obispo, 2 diciembre
Mykyta Budka, Obispo, 28 septiembre
Gregorio (Hryhorij) Lakota, Obispo, 5 noviembre
Gregorio (Hryhorij) Khomysyn, Obispo, 28 diciembre
Leonid Fedorov, Sacerdote, 7 marzo
Mykola Konrad, Sacerdote, 26 junio
Andrij Iscak, Sacerdote, 26 junio
Román Lysko, Sacerdote, 14 octubre
Mykola Cehelskyj, Sacerdote, 25 mayo
Petro Verhun, Sacerdote, 7 febrero
Alejandro (Oleksa) Zaryckyj, Sacerdote, 30 octubre
Klymentij Septyckyj, Sacerdote, 1 mayo
Severijan Baranyk, Sacerdote, 28 junio
Jakym Senkivskyj, Sacerdote, 28 junio
Zynovij (Zenón) Kovalyk, Sacerdote, 30 junio
Vidal Vladimir (Vitalij Volodymyr) Bajrak, Sacerdote, 16 Mayo
Ivan Ziatyk, Sacerdote, 17 mayo
Tarsicia (Olga) Mackiv, Monja, 18 Julio
Olympia (Olha) Bidà, Suora, 28 enero
Laurentia (Leukadia) Harasymiv, Monja, 26 agosto
Volodymyr Pryjma, Laico, 26 Junio
(las fechas indicadas corresponden a las de su martirio)

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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Dorotea de Montau, Beata Viuda, Octubre 30  

Dorotea de Montau, Beata

La célebre contemplativa Beata Dorotea Swartz de Montau, nació en Montau, el 6 de febrero del año 1347, murió en Marienwerder, el 25 junio de 1394.

A la edad de diecisiete años se casó con el artesano cuchillero Albrecht de Danzig, un hombre muy temperamental, de carácter violento, que la golpeaba sin piedad. Llevando una vida de santa paciencia, logró, con su humildad y gentileza, cambiar poco a poco el carácter de su marido.

Los dos hicieron frecuentes peregrinaciones a Colonia, Hacheen, y Einsiedeln, y en 1390 pensaban visitar Roma; pero Albrecht fue impedido por una enfermedad y permaneció en su casa donde murió, mientras Dorotea viajaba sola a Roma.

De sus nueve niños todos se murieron, salvo una hija que se hizo Benedictina.

En el verano del año 1391 Dorotea se mudó a Marienwerder, y el 2 de mayo de 1393, con el permiso del Capítulo y de la Orden Teutónica, levantó una ermita cerca de la catedral. Llevó una vida muy austera. Numerosos visitantes buscaron su consejo y consuelo, tenía visiones y revelaciones.

Su confesor, el diácono John de Marienwerder, un sabio teólogo, escribió sus conversaciones y una biografía en latín de siete libros, "Septililium", además escribió en alemán su vida en cuatro libros.

Nunca fue canonizada formalmente, aunque en algunos sitios la llaman Santa Dorotea. El pueblo la ha honrado como la protectora del país, de la Orden Teutónica y Patrona de Prusia.

La iglesia de Marienwerder en la actualidad es luterana; sus reliquias no se han encontrado.

En algunos lares la festejan el 25 de junio.

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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net

 

 

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