jueves, 21 de noviembre de 2013

Viernes de la Pasión y Muerte de Jesucristo. 22/11/2013. Santa Cecilia ¡ruega por nosotros!

JMJ

Pax

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 19, 45-48

Gloria a ti, Señor.

Aquel día, Jesús entró en el templo y comenzó a echar fuera a todos los que vendían y
compraban allí, diciéndoles:
"Está escrito: Mi casa es casa de oración; pero ustedes la han convertido en cueva de
ladrones".
Jesús enseñaba todos los días en el templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y
los jefes del pueblo intentaban matarlo, pero no encontraban cómo hacerlo, porque todo el
pueblo estaba pendiente de sus palabras.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs

Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354

Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295

Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). "Te amo, pero quiero verte todos los días, y menos los de descanso". ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice eso a otro? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.

 

Misal

 

vie 33a. Ordinario año impar

Antífona de Entrada

Confío, Señor, en tu misericordia; alegra mi corazón con tu auxilio. Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.

Oración Colecta

Oremos:
Concédenos, Señor, ser dóciles a las inspiraciones de tu Espíritu, para que realicemos siempre
en nuestra vida tu santa voluntad.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

Primera Lectura

Celebraron la dedicación del altar y ofrecieron holocaustos con alegría

Lectura del primer libro de los Macabeos 4, 36-37.52-59

En aquellos días, Judas y sus hermanos se dijeron:
"Nuestros enemigos están vencidos; vamos, pues, a purificar el templo para consagrarlo de
nuevo".
Entonces se reunió todo el ejército y subieron al monte Sión.
El día veinticinco de diciembre del año ciento cuarenta y ocho, se levantaron al romper el día y
ofrecieron sobre el nuevo altar de los holocaustos que habían construido, un sacrificio conforme
a la ley. El altar fue inaugurado con cánticos, cítaras, arpas y platillos, precisamente en el
aniversario del día en que los paganos lo habían profanado. El pueblo entero se postró en tierra
y adoró y bendijo al Señor, que los había conducido al triunfo.
Durante ocho días celebraron la consagración del altar y ofrecieron con alegría holocaustos y
sacrificios de comunión y de alabanza. Decoraron la fachada del templo con coronas de oro y
pequeños escudos, restauraron los pórticos y las salas y les pusieron puertas. La alegría del
pueblo fue grandísima y el ultraje inferido por los paganos quedó borrado.
Judas, de acuerdo con sus hermanos y con toda la asamblea de Israel, determinó que cada año,
a partir del veinticinco de diciembre, se celebrara durante ocho días, con solemnes festejos, el
aniversario de la consagración del altar.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

1 Crónicas 29

Bendito seas, Señor, Dios nuestro.

Bendito seas, Señor, Dios de nuestro padre Jacob, desde siempre y para siempre.
Bendito seas, Señor, Dios nuestro.

Tuya es la grandeza y el poder, el honor, la majestad y la gloria, porque tuyo es cuanto hay en el cielo y en la tierra.
Bendito seas, Señor, Dios nuestro.

Tuyo, Señor, es el reino, tú estás por encima de todos los reyes. De ti provienen las riquezas y la gloria.
Bendito seas, Señor, Dios nuestro.

Tú gobiernas todo, en tu mano están la fuerza y el poder y de tu mano proceden la gloria y la fortaleza.
Bendito seas, Señor, Dios nuestro.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen.
Aleluya.

Evangelio

Ustedes han convertido la casa de Dios en cueva de ladrones

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 19, 45-48

Gloria a ti, Señor.

Aquel día, Jesús entró en el templo y comenzó a echar fuera a todos los que vendían y
compraban allí, diciéndoles:
"Está escrito: Mi casa es casa de oración; pero ustedes la han convertido en cueva de
ladrones".
Jesús enseñaba todos los días en el templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y
los jefes del pueblo intentaban matarlo, pero no encontraban cómo hacerlo, porque todo el
pueblo estaba pendiente de sus palabras.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas

Que este sacrificio de acción de gracias y de alabanza que vamos a ofrecerte, nos ayude, Señor,
a conseguir nuestra salvación eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Prefacio

El misterio de nuestra salvación en Cristo

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias, Padre santo,
siempre y en todo lugar, por Jesucristo, tu Hijo amado.
Por él, que es tu Palabra, hiciste todas las cosas; tú nos lo enviaste para que, hecho hombre por
obra del Espíritu Santo y nacido de María la Virgen, fuera nuestro Salvador y Redentor.
El, en cumplimiento de tu voluntad, para destruir la muerte y manifestar la resurrección, extendió
sus brazos en la cruz, y así adquirió para ti un pueblo santo.
Por eso,
con los ángeles y los santos, proclamamos tu gloria diciendo:

Antífona de la Comunión

Proclamaré Señor, todas tus maravillas, me alegraré en ti y entonaré salmos a tu nombre, Dios

altísimo.

Oración después de la Comunión

Oremos:
Que el Cuerpo y la Sangre de Cristo que nos has dado, Señor, en este sacramento, sean para
todos nosotros una prenda segura de vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

 

Dia 22/11 Santa Cecilia (virgen y mártir, rojo)

Antífona de Entrada

Este santa luchó hasta la muerte por la ley de Dios y no se aterrorizó ante la amenaza de los impíos, pues estaba afianzada sobre roca firme.

 

Oración Colecta

Oremos:
Dios omnipotente y misericordioso, que mantuviste firme en medio de los tormentos a tu santa mártir Cecilia, protege a quienes celebramos hoy su triunfo, para que no caigamos nunca en las tentaciones del enemigo.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Yo te desposaré conmigo para siempre

Lectura del libro del profeta Oseas
2, 16. 17. 21-22

Esto dice el Señor:
"Yo conduciré a Israel, mi esposa infiel, al desierto y le hablaré al corazón. Ella me responderá allá, como cuando era joven, como el día en que salió de Egipto.
Israel, yo te desposaré conmigo para siempre. Nos uniremos en la justicia y la rectitud, en el amor constante y la ternura; yo te desposaré en la fidelidad y entonces tú conocerás al Señor".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del salmo 44

Escúchame, hija mía, y presta oído.

Escúchame, hija mía, y presta oído, olvida tu nación y tu familia: prendado está el rey de tu hermosura, ante él, que es tu Señor, la frente inclina. Escúchame, hija mía, y presta oído Revestida de oro y de brocados, majestuosa penetra la princesa; la llevan ante el rey y un grupo de doncellas va tras ella.
Escúchame, hija mía, y presta oído.

En gozoso cortejo del palacio del rey cruzan las puertas. A cambio de tus padres tendrás hijos que príncipes harás sobre la tierra.
Escúchame, hija mía, y presta oído.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Esta es la joven virgen previsora, a quien el Señor encontró en vela, y que, al llegar el Señor, entró con él a la boda.
Aleluya.

Evangelio

¡Ya viene el esposo! ¡Salgan a su encuentro!

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo
25, 1-13

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola:
"El Reino de los cielos es semejante a diez jóvenes, que tomando sus lámparas, salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran descuidadas y cinco, previsoras. Las descuidadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; las previsoras, en cambio, llevaron cada una un frasco de aceite junto con su lámpara. Como el esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.
A medianoche se oyó un grito:
"¡Ya viene el esposo! ¡Salgan a su encuentro!"
Se levantaron entonces todas aquellas jóvenes y se pusieron a preparar sus lámparas, y las descuidadas dijeron a las previsoras:
"Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando.
Las previsoras les contestaron:
"No, porque no va a alcanzar para ustedes y para nosotras. Vayan mejor a donde lo venden y cómprenlo".
Mientras aquellas iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban listas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras jóvenes y dijeron:
"Señor, señor, ábrenos".
Pero él les respondió:
"Yo les aseguro que no las conozco".
Por eso, estén preparados, porque no saben ni el día ni la hora".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Santifica, Señor, con tu bendición estas ofrendas y enciende en nosotros ese amor a ti, por el que tu santa mártir Cecilia fue capaz de soportar todos los tormentos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

Testimonio y ejemplo de los mártires

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, nuestro Señor.
Porque la sangre de la gloriosa mártir santa Cecilia, derramada como la de Cristo para proclamar su fidelidad a ti, manifiesta tu admirable poder, que convierte la fragilidad en fortaleza y al hombre débil robustece para que sea testigo tuyo.
Por eso,
como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te aclamamos, diciendo sin cesar:

Antífona de la Comunión

Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y que me siga, dice el Señor.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Que el sacramento que hemos recibido nos dé, Señor, la misma fortaleza con la que tu santa mártir Cecilia fue fiel en tu servicio y generosa en el sufrimiento.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

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Meditación diaria

 

33ª semana. Viernes

CASA DE ORACIóN

— Jesús expulsa a los mercaderes del Templo.

— El templo, lugar de oración.

— El culto verdadero.

I. Una de las lecturas previstas para la Misa de hoy1 nos narra un pasaje del Libro de los Macabeos, cuando Judas y sus hermanos, después de vencer a los enemigos, decidieron purificar y renovar el santuario del Señor, que había sido profanado por los gentiles y por quienes no habían permanecido fieles a la fe de sus mayores. Allí se dirigieron llenos de alegría, con cánticos, con arpas, con liras y con címbalos. Y se postró todo el pueblo sobre sus rostros, y adoraron y bendijeron a Dios. Celebraron durante ocho días la dedicación del altar y ofrecieron con gran júbilo holocaustos y sacrificios de acción de gracias y de alabanza. Adornaron la fachada del Templo con coronas de oro y con escudos, y dedicaron las puertas y las cámaras de los ministros. Y hubo muy grande alegría en el pueblo, y fue quitado el oprobio de las gentes. Judas Macabeo determinó que se celebrase ese día cada año con gran solemnidad. El Pueblo de Dios, después de tantos años de oprobio, manifestó su piedad y su amor a su Dios, con un júbilo desbordante.

El Evangelio de la Misa2 nos muestra a Jesús santamente indignado al ver la situación en que se encontraba el Templo, de tal manera que expulsó de allí a los que vendían y compraban. En el Éxodo3 Moisés ya había dispuesto que ningún israelita se presentase en el Templo sin nada que ofrecer. Para facilitar el cumplimiento de esta disposición a los que venían de lejos, se había habilitado en los atrios del Templo un servicio de compra-venta de animales para ser sacrificados, y terminó siendo un verdadero mercado de ganado para el sacrificio. Lo que en un principio pudo ser tolerable y hasta conveniente, había degenerado de tal modo que la intención religiosa del principio se había subordinado a los beneficios económicos de aquellos comerciantes, que quizá eran los mismos servidores del Templo. Este llegó a parecer más una feria de ganado que un lugar de encuentro con Dios4.

El Señor, movido por el celo de la casa de su Padre5, por una piedad que nacía de lo más hondo de su Corazón, no pudo soportar aquel deplorable espectáculo y los arrojó a todos de allí con sus mesas y sus ganados. Jesús subraya la finalidad del Templo con un texto de Isaías bien conocido por todos6: Mi casa será casa de oración. Y añadió: pero vosotros habéis hecho de ella una cueva de ladrones. Quiso el Señor inculcar a todos cuál debía ser el respeto y la compostura que se debía manifestar en el Templo por su carácter sagrado. ¡Cómo habrá de ser nuestro respeto y devoción en el templo cristiano –en las iglesias–, donde se celebra el sacrificio eucarístico y donde Jesucristo, Dios y Hombre, está realmente presente en el Sagrario! "Hay una urbanidad de la piedad. —Apréndela. —Dan pena esos hombres "piadosos", que no saben asistir a Misa –aunque la oigan a diario–, ni santiguarse –hacen unos raros garabatos, llenos de precipitación–, ni hincar la rodilla ante el Sagrario –sus genuflexiones ridículas parecen una burla–, ni inclinar reverentemente la cabeza ante una imagen de la Señora"7.

II. Mi casa será casa de oración. ¡Qué claridad tiene la expresión que designa el templo como la casa de Dios! Como tal hemos de tenerla. A ella hemos de acudir con amor, con alegría y también con un gran respeto, como conviene al lugar donde está, ¡esperándonos!, el mismo Dios.

Con frecuencia tenemos noticia o asistimos a actos y ceremonias de la vida política, académica, deportiva: una recepción, un desfile, unas Olimpiadas... Y se advierte enseguida que el protocolo y una cierta solemnidad no son superfluos. Estos detalles, a veces mínimos –las precedencias, el modo de vestir, el ritmo pausado de andar...– , entran por los ojos y dan al acto una buena parte de su valor y de su ser.

También entre las personas, el cariño se demuestra en pequeños pormenores, en atenciones y cuidados. La alianza que se regalan los futuros esposos u otras atenciones no son en sí mismas el amor, pero en ellas se manifiesta. Es el rito sencillo que el hombre necesita para expresar lo más íntimo de su ser. El hombre, que no es solo cuerpo ni solo alma, necesita también manifestar su fe en actos externos y sensibles, que expresen bien lo que lleva en su corazón. Cuando se ve a alguien, por ejemplo, hincar con devoción la rodilla ante el Sagrario es fácil pensar: tiene fe y ama a su Dios. Y este gesto de adoración, resultado de lo que se lleva en el corazón, ayuda a uno mismo y a otros a tener más fe y más amor. El Papa Juan Pablo II señala en este sentido la influencia que tuvo en él la piedad sencilla y sincera de su padre: "El mero hecho de verle arrodillarse –cuenta el Pontífice– tuvo una influencia decisiva en mis años de juventud"8.

El incienso, las inclinaciones y genuflexiones, el tono de voz adecuado en las ceremonias, la dignidad de la música sacra, de los ornamentos y objetos sagrados, el trato y decoro de estos elementos del culto, su limpieza y cuidado, han sido siempre la manifestación de un pueblo creyente. El mismo esplendor de los materiales litúrgicos facilita la comprensión de que se trata ante todo de un homenaje a Dios. Cuando se observa de cerca alguna de las custodias de la orfebrería de los siglos xvi y xvii se nota cómo casi siempre el arte se hace más rico y precioso conforme se acerca el lugar que ocupará la Hostia consagrada. A veces desciende a pormenores que apenas se notan a poca distancia: el arte mejor se ha puesto donde solo Dios –se diría– puede apreciarlo. Este cuidado hasta en lo más pequeño ayuda poderosamente a reconocer la presencia del propio Dios.

Al Señor tampoco le es indiferente el que vayamos a saludarle –¡lo primero!– al entrar en una iglesia, o el empeño por llegar puntuales a la Santa Misa –mejor unos minutos antes de que comience–, la genuflexión bien hecha delante de Él presente en el Sagrario, las posturas o el recogimiento que guardamos en su presencia... ¿Es para nosotros el templo el lugar donde damos culto a Dios, donde le encontramos con una presencia verdadera, real y substancial?

III. Gran parte de las prescripciones que el Señor comunicó a Moisés en el Sinaí tienden a fijar, hasta en sus detalles, la dignidad de todo lo que hacía referencia al culto. Así, señala cómo ha de construirse el tabernáculo, el arca, los utensilios, el altar, las vestiduras sacerdotales; cómo han de ser las víctimas que se ofrezcan; qué fiestas deben guardarse; qué tribu y qué personas han de ejercer las funciones sacerdotales...9.

Todas estas indicaciones muestran que las cosas sagradas están unidas de una manera especial a la Santidad divina; con ellas el Señor hace valer la plenitud de sus derechos. En aquel pueblo, tentado tan frecuentemente por los ritos paganos, Dios trató siempre de infundir un profundo respeto por lo sagrado. Jesucristo subrayó esa enseñanza con un espíritu nuevo. Precisamente el celo por la casa de Dios, por su honor y su gloria, constituye una enseñanza central del Mesías, que Cristo realiza al arrojar enérgicamente a los mercaderes del Templo; y en su predicación insistirá en el respeto con que deben tratarse los dones divinos, en ocasiones con palabras muy fuertes: no deis a los perros las casas santas, no echéis vuestras perlas a los cerdos10.

Hoy asistimos en muchos lugares a un ambiente de desacralización. En esas actitudes late una concepción atea de la persona, para la cual "el sentido religioso, que la naturaleza ha infundido en los hombres, ha de ser considerado como pura ficción o imaginación, y que debe, por tanto, arrancarse totalmente de los espíritus por ser contraria absolutamente al carácter de nuestra época y al progreso de la civilización"11. A la vez, vemos cómo crecen, incluso entre personas que se llaman cultas, las prácticas adivinatorias, el culto desordenado y enfermizo a la estadística, a la planificación...: la incredulidad sale por todas partes. Y es que, en lo íntimo de su conciencia, el hombre atisba la existencia de Alguien que rige el universo, y que no es alcanzable por la ciencia. "No tienen fe. —Pero tienen supersticiones"12.

La Iglesia nos recuerda que solo Dios es nuestro único Señor. Y ha querido determinar muchos detalles y formas del culto, que son expresión del honor debido a Dios y de un verdadero amor. No solo enseña que la Santa Misa es el centro de toda la Iglesia y de la vida de cada cristiano, y ha determinado su liturgia; ha querido, además, que nuestras iglesias sean verdaderas casas de oración. Ha dispuesto que los templos estén abiertos en las horas convenientes "para que los fieles puedan fácilmente orar ante el Santísimo Sacramento"13. Ha señalado14 lo que ha sido práctica constante a través de los siglos: el Sagrario ha de ser sólido, ha de estar en lugar destacado y a la vez recogido, para que los cristianos puedan honrar al Santísimo Sacramento también con culto privado. Ha de saberse, con signos claros, al entrar en un templo dónde está el Sagrario; por eso se prescribe el conopeo (el velo que ordinariamente debe cubrirlo), y que arda constantemente, en el altar del Sagrario, una lámpara de cera..., aunque estos detalles son en primer lugar manifestaciones de amor y de adoración a Jesucristo, realmente presente, y solo en segundo término señales indicadoras de su presencia. Todos los fieles, sacerdotes y laicos, hemos de ser "tan cuidadosos del culto y del honor divino, que puedan con razón llamarse celosos más que amantes... para que imiten al mismo Jesucristo, de quien son estas palabras: El celo de tu casa me consume (Jn 2, 17)"15.

1 Primera lectura. Año 1. 1 Mac 4, 36-37; 52-59. — 2 Lc 19, 45-48. — 3 Cfr. Ex 23, 15. — 4 Cfr. Sagrada Biblia, Santos Evangelios, EUNSA, Pamplona 1983, nota a Mt 21, 12-13. — 5 Cfr. Jn 2, 17. — 6 Is 56, 7. — 7 San Josemaría Escrivá, Camino, n. 541. — 8 A. Frossard, No tengáis miedo, Plaza Janés, Barcelona 1982, pp. 12-13. — 9 Cfr. Ex 25, 1 ss. — 10 Mt 7, 6. — 11 Juan XXIII, Enc. Mater et Magistra, 15-V-1961, 214. — 12 San Josemaría Escrivá, o. c., n. 587. — 13 Pablo VI, Instr, Eucharisticum misterium, 25-V-1967. — 14 Ibídem. — 15 Catecismo Romano, III 2, n. 27.

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Santoral               (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

 

Santa Cecilia
Mártir
 Año 177

Santa Cecilia bendita, dile a Dios que también nosotros prefiramos 
mil muertes antes que ser infieles a nuestra santa religión.
No ofendas a nadie ni en mucho ni en poco (S. Biblia Ecl. 5, 15).

 

Por más de mil años Santa Cecilia ha sido muy venerada en la Iglesia Católica.
Una tradición muy antigua dice que pertenecía a una de las principales familias de Roma, que acostumbraba vestir una túnica de tela muy áspera y que había consagrado a Dios su virginidad.
Sus padres la comprometieron en matrimonio con un joven llamado Valeriano, pero Cecilia le dijo a éste que ella había hecho voto de virginidad y que si él quería ver al ángel de Dios debía hacerse cristiano. Valeriano se hizo instruir por el Papa Urbano y fue bautizado. Luego entre Cecilia y Valeriano convencieron a Tiburcio, el hermano de éste, y lograron que también se hiciera cristiano.
Las historias antiguas dicen que Cecilia veía a su ángel de la guarda. El alcalde de Roma, Almaquio, había prohibido sepultar los cadáveres de los cristianos. Pero Valeriano y Tiburcio se dedicaron a sepultar todos los cadáveres de cristianos que encontraban. Por eso fueron arrestados. Llevados ante el alcalde, éste les pidió que declararan que adoraban a Júpiter. Ellos le dijeron que únicamente adoraban al verdadero Dios del cielo y a su Hijo Jesucristo. Entonces fueron ferozmente azotados y luego les dieron muerte. Los dos santos mártires animaban a los demás cristianos de Roma a sufrir con gusto todos los horrores, con tal de no ser infieles a la santa religión.
En seguida la policía arrestó a Cecilia y le exigió que renunciara a la religión de Cristo. Ella declaró que prefería la muerte antes que renegar de la verdadera religión. Entonces fue llevada junto a un horno caliente para tratar de sofocarle con los terribles gases que salían de allí, pero en vez de asfixiarse ella cantaba gozosa (quizás por eso la han nombrado patrona de los músicos). Visto que con este martirio no podían acabar con ella, el cruel Almaquio mandó que le cortaran la cabeza. La santa, antes de morir le pidió al Papa Urbano que convirtiera su hermosa casa en un templo para orar, y así lo hicieron después de su martirio. Antes de morir, había repartido todos sus bienes entre los pobres.
En 1599 permitieron al escultor Maderna ver el cuerpo incorrupto de la santa y él fabricó una estatua en mármol de ella, muy hermosa, la cual se conserva en la iglesia de Santa Cecilia en Roma. Está acostada de lado y parece que habla.
En Roma había ya en el año 545 un templo dedicado a esta gran Santa.  

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Miguel de Tver, Santo Mártir, 22 Noviembre  

Miguel de Tver, Santo

Noviembre 22

 

Etimológicamente significa "¿quién como Dios?". Viene de la lengua hebrea.

Cuando el creyente está atento a la voz de Dios, día tras día renueva en su persona una espontaneidad que hace que se sostenga sólo en Cristo. La fidelidad de toda una vida supone una atención constante.

Murió en el año 1318.Su tío se llamaba san Alejandro Nevski. Era un padre de familia generoso y muy comprometido con todos los asuntos referentes a la religión cristiana.

Tuvo cuatro chicos y cuatro chicas. A tos los educó en una auténtica formación espiritual.

Tuvo que intervenir con dureza para que su pueblo no cayese bajo la invasión de los Tártaros, sostenidos y apoyados en su tiempo por los mismos príncipes moscovitas.

A todo aquel que no siguiera las instrucciones de los Tártaros, se les obligaba a llevar amuletos que indicaran su confesión y su conformidad con los dioses paganos.

El que no lo hacía le tildaban d traidor y era expuesto a la risa y vergüenza públicas.
Tenían que llevar los estandartes del jefe de los Tártaros.

Aquel que no los llevase era considerado traidor a la patria. Por cantar la gloria del Dios desconocido a quien adoraban los cristianos.

Entonces hicieron lo fácil: se lo entregaron al príncipe de los moscovitas, que se llamaba Georges Danielocitch.

Este príncipe tenía tan malas entrañas que no pensaba nada más que en acabar con ellos y con él.

Lleno de desesperación por la valentía que demostraban los cristianos y Miguel a su cabeza, se enfadó tanto que ordenó que todos fueran llevados a la muerte sin más juicio.
Los esbirros los asesinaron con sus espadas.

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Filemón y Apia, Santa Mártires, 22 Noviembre  

Filemón y Apia, Santa

Discípulos de San Pablo

 

Etimológicamente significa "lo mismo". Viene de la lengua latina.

El profeta Miqueas dice: " El pueblo que te has elegido, Señor, mora solitario en un campo feraz; sé su pastor"

En el transcurso de sus dos primeros viajes apostólicos, san Pablo conoció y convirtió a una familia ejemplar, que vivía en Colosas.

El marido y padre se llamaba Filemón. La mujer era una señora óptima. Se llamaba Apia.

El marido llegó a ser uno de los cristianos más celosos y bienhechor de esta ciudad.

Cuando salió Pablo, él mismo predicaba y organizó la primitiva iglesia de la ciudad reuniendo a toda su familia.

Tenían esclavos a su servicio. Uno de ellos era un ladrón y un flojo en el trabajo. Después de un robo huyó de casa.

El esclavo, sin embargo, quedó cautivado por la predicación de Pablo.

Por eso, al encontrarlo en Roma, se hizo bautizar y se convirtió al cristianismo.

Pablo le escribió una carta a Filemón diciéndole que perdonara al esclavo y a que fuera paciente con él.

La carta es una obra maestra de trato, delicadeza y afecto para con los esclavos.

Los dos perdonaron a Onésimo su pecado.

No se sabe mucho más de esta pareja. Tan sólo que la persecución de Nerón los llevó al martirio en el siglo I.

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Fuente: Vatican.va
Pedro Esqueda Ramírez, Santo Mártir, 22 Noviembre  

Pedro Esqueda Ramírez, Santo

Nació en San Juan de los Lagos, Jal. (Diócesis de San Juan de los Lagos), el 29 de abril de 1887.

Vicario de San Juan de los Lagos. El ministerio al que se dedicó con verdadera pasión fue la catequesis de los niños.

Fundó varios centros de estudio y una escuela para la formación de catequistas. Siempre fue muy devoto del Santísimo. En plena persecución organizaba a las familias para que no faltaran a la guardia perpetua a Jesús Sacramentado en casas particulares.

Desde el momento de ser apresado fue tan duramente golpeado, que se le abrió una herida en la cara. Un militar, después de golpearlo, le dijo: "Ahora ya has de estar arrepentido de ser cura"; a lo que contestó dulcemente el padre Pedro: "No, ni un momento, y poco me falta para ver el cielo".

El 22 de noviembre de 1927 fue sacado de su prisión para ser ejecutado; los niños le rodearon y el Padre Esqueda insistentemente le repitió a un pequeño que caminaba junto a él: "No dejes de estudiar el catecismo, ni dejes la doctrina cristiana para nada".

Y en un pedazo de papel escribió sus últimas recomendaciones para las catequistas. Al llegar a las afueras del poblado de Teocaltitlán, Jalisco, le dispararon tres balas que cambiaron su vida terrena por la eterna.

Fue canonizado por Juan Pablo II el 21 de Mayo de 2000.

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Fuente: Vatican.va
Salvador Lilli y compañeros mártires, Beato Mártires, 22 Noviembre  

Salvador Lilli y compañeros mártires, Beato

Salvatore Lilli nació en Capadocia, provincia italiana de Aquila, el 19 de junio de 1853. En 1870 entró en la Orden franciscana. En 1873 tuvo que proseguir los estudios en Tierra Santa, pues el Gobierno italiano había suprimido las Órdenes religiosas. Recibió la ordenación sacerdotal en Jerusalén, el 16 de abril de 1878.

En 1880 fue enviado a Marasc, misión de Armenia Menor (Turquía), comprendida en la Custodia franciscana de Tierra Santa que abarca Egipto, Israel, Jordania, Siria, Líbano, Chipre y Rodas.

Tras un breve viaje a Italia en 1886, prosiguió la actividad apostólica en Marasc, y en 1890 fue nombrado párroco de esta localidad. En la epidemia de cólera del mismo año, el P. Lilli se prodigó tan extraordinariamente en la atención a los apestados, que sus colaboradores lo jugaron exagerado.

En 1894 pasó a la misión de Mujuk–Deresi, a siete horas de viaje a caballo de Marasc. Al año siguiente estalló una fuerte persecución contra los cristianos armenios, que siempre habían sido marginados y despreciados a causa de su fidelidad a la religión cristiana. La matanza de hombres, mujeres, niños y ancianos causó miles de víctimas en la región. El P. Lilli recibió un mensaje urgente de sus superiores que le sugerían que abandonase el puesto; al segundo mensaje en el mismo sentido, el misionero respondió que "el Pastor no puede abandonar a las ovejas en peligro", y decidió quedarse junto a los armenios perseguidos. Un mes después, los soldados entraron a bayoneta calada y el heroico franciscano fue herido en una pierna cuando intentaba ayudar a las víctimas. Invadido su convento por la tropa, fue hecho prisionero y encerrado en una celda de la casa franciscana. Alternando halagos y amenazas, promesas y malos tratos, el jefe de los soldados trató de conseguir que renegase de Cristo y se pasase a Mahoma. Una semana después le obligaron a partir con varios campesinos del lugar, también prisioneros, hacia Marasc. Se reunieron todos en la iglesia, y el P. Lilli les confesó y animó al martirio. Después de dos horas de duro caminar (en el grupo había una niña de 11 años que luego será testigo del martirio), llegaron al borde de un torrente, y el jefe de nuevo les conminó a renegar de Cristo. Ante su unánime respuesta negativa, el comandante ordenó matarlos a bayoneta calada. El martirio se consumó el 22 de noviembre de 1895, cuando el P. Salvador Lilli tenía 42 años. Sus siete compañeros de martirio eran: Baldji Oghlou Ohannes, Khodianin Oghlou Kadir, Kouradji Oghlou Tzeroum, Dimbalac Oghlou Wartavar, Geremia Oghlou Boghos, David Oghlou David y Toros Oghlou David, todos ellos armenios.

El proceso ordinario para la beatificación de estos mártires se instruyó en 1930-32, y la causa se incoó en la Sagrada Congregación de Ritos el año 1959, siendo Papa Juan XXIII, conocedor y amante de las Iglesias orientales de Europa. En 1962-64 se instruyeron procesos apostólicos en Alepo (Siria) y Beirut. El 3 de octubre de 1982, Juan Pablo II los proclamó Beatos, precisamente al clausurarse el VIII centenario del nacimiento de San Francisco de Asís.

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Fuente: ACI Prensa
Tomás Reggio, Beato Obispo, 22 Noviembre  

Tomás Reggio, Beato

Nació en Génova (Italia) el 9 de Enero de 1818 de una familia noble. Aunque si podría prever para él una carrera brillante, a los 20 años decidió ser sacerdote dejando todo para atrás.

"Quiero hacerme santo, cueste lo que cueste", dirá Tomás en el momento en que su opción si llegó a ser definitiva.

Recibió la Ordenación Sacerdotal el 18 de Septiembre de 1841 y, con apenas veinticinco años, fue nombrado vice-rector del Seminario de Génova y sucesivamente rector del Seminario de Chiávari. En este servicio se dedicó con valor a la formación de los futuros sacerdotes para que estuviesen dispuestos a comprometer la propia vida, sin recelos, por Dios y por la iglesia.

Precisamente en cuanto dirigía el Seminario, desenvolvió una intensa actividad como jornalista y fue uno de los cofundadores del primer jornal italiano católico, preocupándose con defender la fe y los principios auténticos del cristianismo.

En 1865, durante la campaña electoral, el "Estandarte católico" – así se llamaba el jornal - condujo la lucha para promover listas de candidatos católicos y pensó en crear un partido católico.

La idea era demasiado audaz, y cuando en 1874 el "non expedit" sonaba claramente y los católicos fueron invitados a no votar, el Padre Tomás "intuyó" que su jornal no podría continuar. Acató las ordenes de los superiores y prefirió estar en sintonía con el Papa y la Iglesia; apenas expuso su pensamiento cuando fue consultado por la Santa Sede.

En 1877 fue consagrado Obispo de Ventimiglia, diócesis muy pobre: lo cubrió varias veces, fue pastor clarividente y verdadero guía espiritual de su rebaño, convoco tres sínodos en quince años, creo nuevas parroquias, renovó la liturgia y se esforzó por mantener el patrimonio artístico de las Iglesias.

En 1878 fundo la Congregación de las Religiosas de Santa Marta, que tenían por finalidad "responder a las necesidades de todos los tiempos. Pidió a las hermanas de acogiesen a los más pobres entre los pobres "como Marta, que tuvo la ventura de servir a Jesús con el humilde trabajo de sus manos". Estas religiosas aprendieron de ella a adorar en silencio, a alimentarse de la oración, a encontrar de rodillas las razones de una fe, que hay que descubrir a Cristo en los pequeñitos con los cuales él se identificó.

Cuando, en 1887, un terremoto devasto la Región, D. Reggio, a pesar de su avanzada edad, se presentó inmediatamente junto a los afligidos por la catástrofe llevándoles ayuda, y después convoco a los párrocos pidiéndoles que lo informasen sobre el Estado de sus parroquias, a fin de providenciar las ayudas que recibía de muchas personas, entre la cuales lectores de varios periódico.

Fue pródigo, reservando para si apenas su batina y su antiguo reloj, testimonio así que se hizo pobre por su gente. Cuido de modo especial de los muchos huérfanos victimas del terremoto, inicialmente asistió en algunos centros ya existentes en la ciudad que el creó, más tarde, un orfanato en Ventimiglia entrego al cuidado de las Religiosas de Santa Marta.

En 1892 escribió al Papa: "Pido a Su Santidad que me exonere del cargo episcopal, a fin de poder ser un simple sacerdote para que la diócesis no vaya a sufrir a causa de mi edad y se confié a otro una tarea tan pesada".

La respuesta del Santo Padre fue sorprendente: en Mayo de ese mismo años, D. Tomás fue nombrado Arzobispo de Génova. A pesar de sus 74 años de edad y de las dificultades, acepto humildemente el cargo para cumplir la voluntad de Dios.

Cuando en 1900 la Italia católica decidió consagrar a Dios y a la Virgen el nuevo siglo, D. Tomás Regio invito a todos los Obispos de la Región a una gran peregrinación al Monte Saccarello, donde se coloco la estatua del redentor. También él partió de Génova en un carruaje de tercera clase, con otros sacerdotes y muchos peregrinos, hasta Triora, pequeña localidad a los pies del Monte. El deseo de proseguir a pie el itinerario de la peregrinación era muy fuerte, más no le fue posible hacerlo, pues un malestar sé lo impidió. Fue el inicio de la enfermedad que lo llevaría la termino de su vida.

Falleció en la tarde del 22 de Noviembre de 1903, respondiendo a aquellos que se preguntaban si desearía alguna cosa: "Dios, Dios, solo Dios me basta!". La respuesta fue la expresión de eso que lo movió siempre.

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Fuente: LaSalle.org
Elías Julián Torrijo, Beato Mártir Lasallista, 22 Noviembre  

Elías Julián Torrijo, Beato

Julián Torrijo Sánchez nació en Torrijo del Campo, Teruel, el 17 de noviembre de 1900. Fue bautizado el 18 del mismo mes.

Ingresó en el Noviciado Menor de Cambrils el 3 de noviembre de 1916. Recibió el Hábito el 11 de febrero de 1917 en Hostalets de Llers, Gerona.
Comenzó su apostolado con los párvulos de Sta. Coloma de Farnés en 1920.

En 1925 le encomendaron los trabajos de carpintería en la construcción del Noviciado de Cambrils, pues antes de entrar con los Hermanos ayudaba a su padre en este oficio.

En 1928 fue nombrado Administrador del Internado de Manlleu. En 1929 volvió a la clase en San Hipólito de Voltregá y luego estuvo dos años en Condal. En 1934 pasó a la Escuela Nuestra Señora del Carmen, en Barcelona.

Debido a una enfermedad, tuvo que pasar una temporada en la enfermería de Cambrils. Allí se hallaba cuando estalló la persecución religiosa.

Era una persona sencilla, servicial y de gran capacidad de trabajo.
Junto con el Hno. Bertrán Francisco, se le encomendó acompañar a un grupo de Novicios y Escolásticos aragoneses a sus casas, pero antes de llegar, en Segunto, los interceptaron los milicianos. Llegados a Valencia y no pudiendo continuar a Aragón, distribuyeron a los chicos en las casas de familias amigas.

En una de las visitas a los chicos, fueron interceptados, identificados como religiosos y detenidos. De los calabozos del Gobierno Civil, fueron trasladados a la Cárcel Modelo de Valencia. Al ser fusilado, el Hno. Elías tenía 35 años.

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Fuente: Lasalle.org
Beltrán Francisco Lahoz, Beato Mártir Lasallista, 22 Noviembre  

Beltrán Francisco Lahoz, Beato

Francisco Lahoz Moliner nació en Campos, Teruel, el 15 de octubre de 1912. Fue bautizado al día siguiente de su nacimiento.

El 10 de agosto de 1925 ingresó en el Noviciado Menor de Cambrils, procedente del Aspirantado de Monreal del Campo.
Tomó el Hábito el 2 de febrero de 1929.

Terminada su formación en el Escolasticado, fue asignado como profesor del Noviciado Menor, en donde se ocupó de los alumnos con mayores dificultades de aprendizaje y después fue asignado a la catequesis de los novicios.

De carácter firme y austero, era paciente para soportar bromas y su actitud con los demás era complaciente y fina. Hombre modesto y de gran capacidad de trabajo.

Con motivo de la persecución religiosa de 1936, se le encomendó, junto con el Hno. Elías Julián, acompañar a los novicios de la región de Valencia y Aragón.

Como se mencionó en los datos del Hno. Elías Julián, después de haber permanecido aislados en forma casi total, fueron sumariamente juzgados y fusilados en el campo militar de Benimamet. El Hno. Bertrán Francisco tenía 24 años de edad. Fueron sepultados en una fosa común del cementerio de Valencia.

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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net

 

Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/

 

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